III Edición Becas de Investigación Caminos Jacobeos Año 2009 III Edición Becas de Investigación Caminos Jacobeos Año 2009 Edita Asociación Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación de los Caminos Jacobeos Subvencionado por Caixanova Autores/as Aurora Leston, Carlos Andrés Méndoza, Almudena Orjales, José María Fonte Sardiña, José Manuel Pérez Pintor (Beca 2009), Teresa Díaz y María José Sampedro Impresión Huella Digital s.l. Diseño y maquetación ográficodeseño Dep. Legal: C 204-2011 Indice Mª Aurora Lestón Mayo El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo Carlos Andrés Mendoza Ávila Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés 51 Almudena Orjales Somoza Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte 97 José María Fonte Sardiña La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués 145 José Manuel Pérez Pintor Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas 191 Mª Teresa Díaz García Mª José Sampedro Vizcaya Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas 241 7 Curriculums de los autores/as Mª José Sampedro / Mª Teresa Díaz Las dos autoras de este trabajo son profesoras de la Universidad de Santiago de Compostela. Mª José Sampedro es doctora en Psicología y Mª Teresa Díaz en Filología. Ambas comparten el interés por nuestro patrimonio cultural, que se refleja en su investigación sobre diferentes aspectos de la herencia de esta comunidad, como son la lengua o la gastronomía. Fruto de esta investigación son algunas de sus últimas contribuciones a congresos y publicaciones, como “El léxico gastronómico intercultural del Camino de Santiago” o “Las lenguas del Camino”. Mª Aurora Lestón Mayo (A Formilla, Esteiro, Muros, 1977) es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Santiago de Compostela, donde se afianzó su interés por la etnografía. Sus investigaciones se han centrado principalmente en la cultura gallega, con especial atención a la comparación con otras tradiciones culturales del territorio atlántico europeo. Ha colaborado con el Museo do Pobo Galego de Santiago de Compostela, así como en diferentes proyectos de investigación y divulgación. Actualmente realiza su tesis doctoral sobre la figura del dragón en las tradiciones británicas y gallegas. Carlos Andrés Mendoza Ávila Nace en Bogotá y se radica en Galicia en 2001. Licenciado en ciencias económicas, se especializa en gestión del patrimonio cultural y desarrollo territorial, participando desde el sector privado y el sector público en el diseño de proyectos de desarrollo tanto en Colombia como en Galicia. Desde 2005 está vinculado al equipo de interpretación del patrimonio del Museo de la Catedral de Santiago de Compostela. Almudena Orjales (Ourense, 1985) Diplomada en Turismo y Posgraduada en Dirección y Planificación Turística por la Universidade de Vigo, ha realizado prácticas en varias Oficinas de Turismo de Ourense así como una Agencia de Viajes de Dublín (Irlanda). Ha formado parte de un grupo de investigación en un Centro Tecnológico desarrollando un proyecto relacionado con Turismo Industrial. En la actualidad compatibiliza los estudios de doctorado con su trabajo, en el que desarrolla acciones de marketing y publicidad: campañas de promoción y difusión, así como organización de eventos y ferias tanto a nivel nacional como internacional. José Manuel Pérez Pintor (Cáceres, 1981). Licenciado en Geografía y Ordenación del Territorio (2004). Master en Desarrollo Local Sostenible: Agenda 21 (2007), Master en Urbanismo y Ordenación del Territorio (2008) y DEA del doctorado “Ciencia y Tecnología Industrial y Gráfica” (2008) por la Universidad de Extremadura. Ha participado en diferentes proyectos de I+D financiados en convocatorias públicas y en proyectos de investigación de especial relevancia con empresas y/o Administraciones. En la actualidad es investigador del departamento de Expresión Gráfica de la Universidad de Extremadura (Uex) y secretario técnico del Observatorio Transfronterizo de la Euro-región Alentejo-CentroExtremadura (EUROACE). José María Fonte Sardiña es licenciado en Filología Hispánica por la USC. Ha recibido varios premios de investigación por sus trabajos sobre temas jacobeos. Ha redactado más de setenta entradas para la Gran Enciclopedia del Camino de Santiago. Diccionario de la cultura jacobea, ha publicado el trabajo “El paso por Pontedeume de la ruta jacobea y su incidencia dinamizadora en la villa eumesa” y le ha sido aceptada también la publicación de “Os cruceiros coa imaxe do apóstolo Santiago no concello de Pontedeume”. Por otra parte, ha traducido de gallego a castellano la novela Ella encuentra un nombre, de Manuel Lourenzo González, para Edelvives y realizado la supervisión lingüística de varios libros de literatura infantil y juvenil, y otros de contenido jacobeo. Además, fue documentalista de Por el Camino Primitivo. Peregrinar a Compostela, de Jesús Villamil y Manuel Villanueva. Mª Aurora Lestón Mayo El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo Índice: 1. Introducción..................................................................................... 11 2. El camino de fisterra y el magnetismo del miedo....................12 3. Caminantes a fisterra..................................................................... 16 3. 1. La traslación del apóstol santiago...................................... 16 3. 2. El culto al dragón................................................................... 19 3. 3. El gigante del pico sacro....................................................... 21 3. 4. Nigromancia y partida de compostela..............................24 3. 5. Ánimas.....................................................................................27 3. 6. El vakner.................................................................................. 31 3. 7. Lobos, muxía y llegada a fisterra........................................36 3. 8. San guillermo y el demonio................................................38 3. 9. Orcabella..................................................................................39 4. Algunas consideraciones prácticas.............................................42 5. Conclusión........................................................................................ 45 6. Bibliografía....................................................................................... 47 El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo 1. Introducción Es innegable el poder que ciertos mitos ejercen sobre el ánimo humano. A pesar de que la tendencia actual de la cultura occidental parece inclinarse hacia un cinismo ilustrado, fruto de los avances científicos y la racionalización de los antiguos mitos, todavía ciertos cultos y creencias, aún conscientemente desdeñados como supersticiones, apelan a nuestro subconsciente y, lejos de producir indiferencia, nos fascinan. De entre ellos, especial atención merecen aquellos que invocan nuestros sentimientos más profundos, y, dentro de estos últimos, los que despiertan nuestros miedos. Desde sus mismos orígenes, el ser humano ha sentido una atracción inevitable hacia los relatos que profundizaban en sus temores: Las numerosísimas historias de encuentros con criaturas diabólicas, creencias acerca de comportamientos perniciosos o simplemente la inquietud ante lo desconocido dan cuenta de que el elemento del temor ejerce un influjo sobre la mente humana que pervive aún en la actualidad, donde ha adquirido la cada vez mayor consideración, aunque transformado a menudo en atracción de carácter romántico. La propuesta de este estudio pretende sumergirse en esta fascinación por el miedo en el ámbito de la etnografía popular, con especial atención a aquellos mitos y creencias que, desde la Edad Media, representaban una fuente de temor para los peregrinos que recorrían el Camino a Fisterra. Será su objetivo, por tanto, la recogida y análisis de un grupo de leyendas que perviven aún hoy en esta ruta de peregrinación, leyendas vivas, que transportan al viajero actual a otro tiempo y de las que, en muchos casos, no ha trascendido hasta nuestros días más que el miedo original a monstruos de fisonomía largo tiempo olvidada. Es la pretensión de este estudio observar la temática propuesta desde distintos ángulos, con el objetivo de lograr, no sólo una mera recopilación de leyendas populares, sino también proponer una interpretación dentro del campo de la etnografía y, finalmente, su posible puesta en valor dentro de un marco de actuación más amplio. Por este motivo, el trabajo se dividirá en varias partes que puedan abarcar cada objetivo de forma específica: 11 Mª Aurora Lestón Mayo En primer lugar, se realizará una recopilación y selección de aquellos relatos, creencias y leyendas propias de los parajes por los que discurre la ruta de peregrinación, prestando especial atención a aquellos que realizan referencias a peligros y monstruos que acechan al peregrino en su recorrido. En segundo lugar, se procederá a analizar detalladamente y en profundidad cada una de las creencias recogidas, a través de un prisma científico que, dentro del área de la etnografía, nos permita comprender el origen de estas leyendas y su posible relación con otras culturas que hayan tenido contacto con el área geográfica sobre la que versa el estudio. El método a seguir en esta parte se centrará en gran medida en la comparación de diversas tradiciones, tanto orales y literarias, existentes en otros territorios de similar estrato cultural. Finalmente, será necesaria la consideración de una serie de posibles aplicaciones prácticas que los datos estudiados puedan engendrar y que puedan ser aprovechables en el ámbito de otros sectores económico-sociales, como un motor de desarrollo territorial de la zona estudiada. La puesta en valor del patrimonio cultural que se puede hallar a lo largo del Camino a Fisterra, la creación de rutas específicas en torno a esta temática o la articulación de productos específicos en los que este patrimonio suponga un eje central son los objetivos, dentro de esta sección del estudio, que debemos tener en cuenta dentro de las amplias posibilidades que ofrece la enorme fertilidad cultural del Camino de Santiago. 2. El Camino de Fisterra y el magnetismo del miedo El hecho de que la etnografía gallega posea unas distintivas hondas raíces y frondosa riqueza ha sido quizás uno de los conceptos más repetidos desde principios del siglo XX. No obstante, no es éste el elemento que convierte a esta cultura en extraordinaria; después de todo, cualquier comunidad, elegida al azar, posee tan profundas y antiguas creencias como la gallega. Tampoco se trata de que se adviertan en esta comunidad modelos específicos, inusitados o no observables en otras culturas: sería pueril suponer que el imaginario popular gallego sea único en su concepción, puesto que en 12 El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo absoluto se trata de un discurso privativo de Galicia, sino que pertenece a un conjunto de zonas culturalmente afines, en las que, en mayor o menor grado, se conservan tradiciones de alta similitud con las gallegas. Es la pervivencia de un altísimo porcentaje de estas tradiciones en el contexto geográfico del noroeste peninsular lo que hace de este territorio un emplazamiento de especial riqueza etnográfica. Una parte sustancial de los investigadores en este campo coinciden en que, con toda probabilidad, el a menudo mencionado aislamiento geográfico de este territorio ha influido decisivamente en la alta conservación de creencias, tradiciones y prácticas que en otros entornos pervivieron durante menor tiempo. No entraremos en esta discusión, que necesitaría de un estudio más específico que el que puede abarcar un trabajo de esta naturaleza; baste determinar que, sin lugar a dudas, la riqueza de la etnografía gallega es uno de los recursos más valiosos que en la actualidad se puede advertir en este territorio, así como un elemento que merece una atención más profunda por parte de los sectores económicos y culturales de la comunidad autónoma. Dentro de este campo, el Camino de Santiago es sin duda uno de los elementos con un mayor potencial como motor de desarrollo: la exploración natural del patrimonio inmaterial conservado en un entorno con la envergadura social y económica del Camino es el paso inicial a partir del cual elaborar planes de trabajo para otros territorios, que puedan ahondar en este material como base de investigación de los recursos aplicables a productos turísticos específicos. El mismo Camino de Santiago, ruta espiritual de reconocido corte cristiano, es un ejemplo claro de la conservación de tradiciones anteriores al dogma cristiano. Aunque el fenómeno de la peregrinación religiosa cristiana se remonta a los mismos inicios de esta religión, la Edad Media fue testigo de la proliferación de las peregrinaciones a santuarios en los que se albergaba alguna reliquia sagrada. Sin embargo, fueron Jerusalén, Roma y Compostela los que se consolidaron como principales santuarios de la cristinadad, especialmente durante la Baja Edad Media, época en la cual Santiago de Compostela se popularizó especialmente (1). En cuanto a la extensión a Fisterra, esta ruta presenta un carácter peculiar desde su misma concepción, ya que es el único camino relacionado con Santiago de Compostela en el que el objetivo no es alcanzar la basílica apostólica, sino que esta es el punto de partida para continuar el viaje hacia el Océano Atlántico. Esta peregrinación se remonta sin duda a los albores mismos del culto a Santiago, como recogen diversos (1) Prueba de esto es que, durante el siglo XIII, la peregrinación a Compostela como forma de penitencia era ya una práctica habitual, institucionalizada por la Iglesia no sólo como sistema para la redención de los pecados, sino también como forma de remisión de condena por hechos criminales (Iglesias Rábade: 1998, 102) 13 Mª Aurora Lestón Mayo manuales y diarios de peregrinación y, en los últimos años, las teorías que defienden una peregrinación a occidente anterior incluso al descubrimiento del sepulcro de Santiago han cobrado cada vez más relevancia en el panorama actual de los estudios jacobeos. De acuerdo con esta tendencia, existen evidencias de esta peregrinación, que gira en torno al culto a un numen solar localizado en el promontorio de Fisterra. Este culto sería absorbido, en primer lugar, por la tradición religiosa instaurada por el Imperio Romano y, posteriormente, por el culto cristiano, que intentaría atraer la atención hacia el recién descubierto sepulcro del apóstol Santiago y lejos de los mitos paganos relacionados con el mundo de ultratumba que pervivían en las regiones occidentales. Esta teoría se refuerza si tenemos en cuenta la enorme importancia económica y espiritual de este territorio costero del noroeste peninsular durante el Neolítico: a nivel económico, se estima que el puerto de los Ártabros, donde durante esta era arribaban numerosas embarcaciones en busca del oro y estaño que abundaban en tierras galaicas, estaba localizado en la costa próxima al cabo (Alonso Romero: 1976, 154). En cuanto al aspecto espiritual, las características geográficas de este promontorio, situado en el extremo más occidental del territorio, le conferían unas características que lo elevaban a la categoría de templo. Es verosímil considerar que las creencias de las civilizaciones que habitaban estos parajes pudiesen relacionar este enclave con un dios solar, que cada noche desaparecía bajo las aguas del océano. El sol es en todas las religiones el atributo o representación de las más poderosas deidades, debido a su importancia dentro del orden cosmológico y de la naturaleza, como ente creador de vida. Esta prominencia probablemente se remonte a la cultura caldea, que consideraba al Sol como causante de los fenómenos astronómicos y, por lo tanto, de los cambios en la naturaleza y en los designios humanos que tenían lugar como consecuencia de estos fenómenos. El Sol alcanza de este modo el estatus de ente gobernador de la naturaleza y del devenir de los hombres, e incluso como creador de la vida y la razón humana. De este modo, cuando la muerte causa la liberación del alma de su envoltorio carnal, el propósito natural de ésta es dirigirse hacia el ocaso y volver a su fuente original. (Alonso Romero: 1993, 12) Este culto encontró gran aceptación durante la romanización del territorio galaico, que absorbió gran parte de las tradiciones religiosas de los pueblos conquistados, sincretizándolas con el panteón romano. De este 14 El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo modo, en el cabo de Fisterra, los romanos erigieron el Ara Solis, un templo dedicado al numen solar, al tiempo que se reforzaba la tradición del camino iniciático ritual al encuentro de la deidad. La importancia espiritual de Fisterra sería de nuevo asimilada al producirse la expansión del culto cristiano, convirtiéndose en uno de los elementos incorporados a la naciente peregrinación apostólica durante la Edad Media. De hecho, el camino de Fisterra se conservó como ruta de peregrinación, y como tal figura en los manuales religiosos que en el S. XIII se empleaban en los tribunales de la Inquisición de Flandes, y que señalaban en Galicia tres destinos para la peregrinación penitencial: Santiago de Compostela, Santa Marta de Ortigueira y San Guillermo de Fisterra. En cuanto al segundo gran tema en torno al cual gira este estudio, el miedo, este es sin duda uno de los sentimientos más poderosos del ser humano. El temor a lo desconocido, la ignorancia del origen de ciertos fenómenos físicos, la amenaza de un daño, real o imaginario, causa una angustia anímica de la cual, no obstante, germinan los más fértiles relatos. La fecundidad de la imaginación humana ha dado lugar a multitud de mitos, hábilmente estructurados para formar teologías que explican los fenómenos a los que el hombre se enfrenta en la naturaleza, pero que también dan respuesta a los grandes interrogantes de la existencia. En este estudio nos ocuparemos de una de las vertientes de esta mitología: aquella que surge del temor y describe los peligros con los que la imaginación popular puebla el camino que debían recorrer los peregrinos a Santiago; y, desde luego, a juzgar por los relatos que se conservan de peregrinos a Compostela, tanto aquellos que han sido impresos, como los que preserva la memoria popular, no cabe duda de que los viajeros se enfrentaban a múltiples peligros a lo largo de su recorrido. El Códice Calixtino (2) refiere las numerosas penalidades del peregrino, que podía padecer encuentros con salteadores de caminos y estafadores durante su periplo, pero también las dificultades propias que entrañaba la ruta, fuese terrestre o marítima. La peregrinación resultaba de una gran dureza física, pero también mental, ya que gran parte del recorrido implicaba largos trayectos por áreas despobladas, que en el caso del territorio gallego se caracterizaban por sus amplios bosques, frondosos y tenebrosos. No es de extrañar que la aprensión atenazase en ocasiones la mente del peregrino, en aquellos bosques en los que abundaban animales salvajes, como el lobo o el oso, y que representaban una amenaza muy real para el viajero. Junto a estos peligros de la naturaleza, (2) El Códice Calixtino, también conocido como Codex Calixtinus, es un manuscrito redactado durante el siglo XII, que recoge indicaciones sobre la ruta de peregrinación a Santiago de Compostela, así como textos litúrgicos relacionados. Se conserva en el Archivo de la Catedral de Santiago. 15 Mª Aurora Lestón Mayo los relatos de criaturas temibles, que acechaban en aquellos mismos parajes, hallaban lugar de forma habitual en las conversaciones y en los temores de aquellos peregrinos. De esta forma, aunque el mayor peligro procedía sin duda del propio hombre, ya que se sucedían robos, engaños y violencia de distintas clases en el camino, la exposición a amenazas mucho menos tangibles jugaba una baza no menos importante en el ánimo del viajero. 3. Caminantes a Fisterra 3. 1. La Traslación del Apóstol Santiago Iniciamos ahora el camino, peregrinos imaginarios, hacia el fin del mundo, y el camino, paradójicamente, ya no termina en Compostela. En esta ocasión, la ciudad apostólica es comienzo de una nueva ruta, de un camino milenario hacia la morada del sol en occidente. Pero antes de comenzar esta ruta, debemos prestar atención a la urbe que dejamos atrás, pues, en Galicia, la leyenda o el rito ancestral no están relegados a la geografía rural, sino que podemos encontrarlos en todos los niveles de asentamiento humano. Así, en ciudades como Santiago abundan las leyendas. No podía ser de otro modo, cuando el origen de la propia ciudad está basado en uno de los mitos fundacionales de mayor épica que se encuentran en la Península. En el Códice Calixtino se recoge este mito: en uno de los episodios del capítulo dedicado a la Traslatio, una vez salvados los obstáculos que la reina Lupa había puesto a los discípulos de Santiago con el fin de evitar tener que proporcionarles un lugar de enterramiento adecuado para el cuerpo santo de su maestro, se produce un dramático encuentro de los discípulos con un dragón en las inmediaciones del Pico Sacro, monte próximo a Santiago, en el cual la presencia de los restos mortales de Santiago causa la muerte de la bestia. Este relato es común a diversas localidades relacionadas con la reina Lupa o la traslación del cuerpo del apóstol Santiago a tierras gallegas y, por tanto, deberemos referirnos a él al hablar del acervo mítico de otras poblaciones, como Negreira o Fisterra. No obstante, en pro de una mejor 16 El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo comprensión general del mito, estimamos necesario establecer, ya en este primer contacto, la leyenda en su extensión más general y de forma cronológica, con el fin de evitar posibles confusiones en futuras referencias, aunque bien es cierto que la dinámica del relato se altera dependiendo de la zona en la que se recoja. Será esta, además, la mejor forma de rendir homenaje al elemento que está en el origen del Camino de Santiago. ¿Qué mejor forma de comenzar este recorrido por la mitología galaica que refiriendo la historia del mismo Santiago? Esta leyenda se recoge también en el documento fundacional del monasterio de San Sebastián do Pico Sacro, redactado en el S. X (González Pérez: 2003, 68), pero la versión impresa más extendida es la que aparece en el Capítulo I del Códice Calixtino. El relato se inicia con una breve recapitulación de la Pasión y Resurrección de Jesús, haciendo referencia a la posterior encomienda a los apóstoles de difundir su palabra por el mundo. A continuación, se destaca el papel de Santiago como uno de los principales discípulos de Jesús, mencionando su labor de predicación en la Península Ibérica. Muchas son las leyendas que sitúan al apóstol Santiago el Mayor en España durante sus predicaciones. De entre ellas, quizás la más conocida en el estado español sea la aparición de la Virgen sobre el pilar, en el actual emplazamiento de Zaragoza, pero son también numerosísimas sus intervenciones en tierras gallegas. De entre estas, una de las más complejas de las que han sobrevivido hasta nuestros días es sin duda la aparición mariana en Muxía (3). A continuación, se refiere el regreso de Santiago, junto con sus discípulos, a su tierra natal, donde recibirá martirio y muerte. Según recogen los Hechos de los Apóstoles, en el año 44 Santiago fue apresado por orden de Herodes Agripa I, quien lo hizo degollar, convirtiéndolo de esta forma en el primer apóstol ejecutado, así como en uno de los primeros mártires cristianos. A partir de este momento, se inicia el maravilloso viaje en el que el cuerpo de Santiago será transportado milagrosamente hasta tierras gallegas: Sus discípulos, apoderándose furtivamente del cuerpo del maestro, con gran trabajo y extraordinaria rapidez lo llevan a la playa, encuentran una nave para ellos preparada, y, embarcándose en ella, se lanzan a la alta mar, y en siete días llegan al puerto de Iria, que está en Galicia, y a remo alcanzan la deseada tierra. (Picaud: 2004, 390) (3) Alonso Romero, en su obra Santos e barcos de pedra, analiza en detalle esta tradición. La aparición mariana en Muxía tiene especial interés por la singular mezcla de elementos cristianos y paganos que se mezclan en ella. La leyenda refiere como, cuando Santiago se encontraba predicando en la Península Ibérica, se angustió ante el poco éxito que estaba obteniendo entre los habitantes de estas tierras. Un día, a las orillas del mar, elevó una oración al Señor, para que le diese los ánimos necesarios para continuar su misión evangelizadora. Entonces vio asombrado como el mar se quedaba en calma y sobre las aguas se aproximaba una embarcación de piedra, pilotada por dos ángeles, en la que viajaba la Virgen María. Esta lo reconfortó y le dio ánimos para continuar su predicación, entregándole además una imagen que la representaba, para la que Santiago erigió un pequeño altar bajo una roca. Tiempo después, los habitantes de aquel territorio encontraron la imagen y construyeron en aquel lugar un santuario, la iglesia de Nosa Señora da Barca, que todavía hoy conserva una popular romería en septiembre. Se conserva también la barca de piedra en la que viajó la Virgen, así como las tradiciones populares asociadas a los tres fragmentos, que representan la embarcación, la vela y el timón. Es en estas tradiciones donde se aprecia la superposición del mito cristiano sobre una creencia anterior: la roca que representa la vela y que es conocida como Pedra de Abalar era una piedra de carácter sagrado para las sociedades precristianas que habitaban este territorio, a la que se atribuían propiedades mágicas adivinatorias o propiciatorias. Por su parte, la barca, o Pedra dos Cadrís, tiene asociadas propiedades curativas para las enfermedades lumbares o de los riñones. No podemos obviar el mismo hecho de que la llegada de la Virgen se efectúe sobre una embarcación, y que apunta a las tradiciones que hablan de singladuras de barcos hacia el Otro Mundo en estas costas. 17 Mª Aurora Lestón Mayo (4) Sucedió que, cuando fue degollado Santiago, algunos de sus discípulos que, después de sus andanzas por Galicia predicando los evangelios lo habían acompañado a Jerusalén, recogieron el cuerpo del apóstol, lo depositaron en una barca y se hicieron a la mar. Entonces empezó a soplar un suave viento de popa, que los hizo correr por el alto mar con gran mansedumbre. Cuando pasaban ya de la costa de Portugal a la de Galicia, llegaron a un lugar llamado Bouzas, donde se celebraba una gran fiesta. Y la fiesta era por la boda del hijo de un hombre rico de tierras de Gaia, en las orillas del río Duero, con la hija de otro hombre rico de la Mahía, quien tenía también vasallos y tierras en Bouzas, de donde procedía, y por ello se celebraba allí la fiesta. Y era grande el alborozo, y muchos los caballeros y damas, y abundantes las gentes. Y cada uno hacía aquello que mejor sabía para solaz de todos, y unos contaban historias, y otros cantaban canciones; estos tañían cítaras y violas, y otros gaitas; algunos jinetes jugaban lanzas y muchos bafordaban. Entre estos que bafordaban, se encontraba el novio; y sucedió que cuando el novio iba en su corcel bafordando, el caballo con un repentino salto se metió en el mar y se sumergió. Y todos contemplaron espantados como hombre y caballo se hundían en las aguas. Y tan sólo se veía una estela de espuma que flotaba sobre las olas del mar y se dirigía hacia la nave donde transportaban el cuerpo de Santiago. Entonces salieron a la superficie el caballo y su jinete justo al lado de la nave: y todos desde tierra pudieron contemplar este milagro. 18 Diversas leyendas dan cuenta de esta extraordinaria travesía en otras localidades costeras. Así, por ejemplo, en la población portuguesa de Bouzas se narra una bella historia sobre el origen de la utilización de la venera como símbolo jacobeo (4). Se hace referencia en esta parte del relato a la llegada de la embarcación a las costas gallegas, concretamente a la localidad de Iria. Iria Flavia está emplazada a unos 20 km de Santiago de Compostela y allí se localizaba el obispado de la zona durante los siglos previos al descubrimiento de la tumba apostólica en el siglo IX. A su llegada, cuenta la tradición que los discípulos de Santiago amarraron la nave a una columna de piedra, que a partir de entonces daría nombre a la localidad de Padrón (Pedrón). Esta columna se conserva aún allí, bajo el altar mayor de la iglesia parroquial de Santiago. Al desembarcar en tierras gallegas, deciden que es necesario encontrar un lugar de enterramiento adecuado en el que dar sepultura al Apóstol, y comienzan la búsqueda, avivado su deseo tras la evidencia de que la mano divina los protege, hasta llegar al territorio de la reina Lupa. Varios autores emplazan las tierras de Lupa en el Castro Lupario, en el trayecto de Santiago a Padrón, pero esta leyenda está también presente en las inmediaciones de Fisterra, concretamente en el Monte Pindo, entorno de enorme riqueza etnográfica. Se dirigen, por tanto, al encuentro de Lupa, y le solicitan “que les dé un pequeño templo en donde ella había colocado un ídolo para adorarlo, y que era también muy concurrido por los descarriados creyentes de la absurda gentilidad” (Picaud: 2004, 391). En el S. I existía en el valle próximo al lugar donde hoy se yergue la ciudad de Santiago de Compostela una comunidad gobernada por la prócer romana Atia, quien hizo construir un pequeño mausoleo romano. Este templo, el cual, según las crónicas, había sido levandato en honor de la nieta de Atia, Viria, muerta prematuramente, fue el lugar donde se localizarían en el siglo IX los restos del apóstol Santiago, junto a los de sus discípulos, Teodoro y Atanasio. Se ha señalado la posibilidad de que la mitología popular identificase a Atia con la reina Lupa. La incrédula matrona decide tramar un ardid para deshacerse de los viajeros, y los envía a consultar con Régulo, el rey de Duio (o, en otras versiones, el sacerdote del Ara Solis), para solicitarle a él los terrenos necesarios. Los discípulos se dirigen entonces hacia Fisterra, donde se encuentra emplazada la ciudad de Duio, y donde consiguen una audiencia. Mas, tras El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo conocer el motivo de su presencia en sus tierras, Régulo entra en cólera y los manda apresar. Son encerrados en una mazmorra, de donde sólo saldrán a la mañana siguiente para su ejecución, pero la intervención divina los libera de su cautiverio durante la noche, pues un ángel los rescata de su encierro. Una vez que el rey es informado de la fuga, envía inmediatamente a sus soldados a la captura de los fugitivos. Sin embargo, la mano divina vuelve a prestarles auxilio, pues, cuando ya los perseguidores se hallan próximos a darles alcance, tras atravesar un puente sobre el río Tambre y cuando los soldados se disponen a cruzarlo, el puente se desmorona, causando la muerte de aquellos que se encontraban sobre él. Este episodio se sitúa en las proximidades de Negreira, y de él daremos cuenta en detalle en el apartado dedicado a este municipio. 3. 2. El culto al dragón Las tribulaciones de los discípulos de Santiago no están ni remotamente próximas a su fin. A continuación se dirigen de nuevo a la morada de la pertinaz Lupa, quien no tardará en urdir una nueva estratagema en su contra: En consecuencia, ayudados y salvados por la auxiliadora diestra de Dios, y animados y enardecidos por aquel suceso, recorren el salvador camino hasta la casa de la citada matrona y le muestran cómo la exasperada determinación del rey había querido perderles con la muerte, y lo que Dios había hecho contra él para su castigo. Luego, con insistentes ruegos, le piden que ceda la precitada casa dedicada a los demonios, para consagrarla a Dios. Le aconsejaban e insistían que rechazase aquellos ídolos artificiales que ni podían aprovecharle a ella, ni dañar a otros, ni ver con los ojos, oír con los oídos u oler con la nariz, y que no se servían en absoluto de ninguno de sus miembros. Y su mente conmovida porque ante el hundimiento del rey en el río temía por la muerte de sus parientes y allegados, y por eso incapaz, como suele suceder en las cosas humanas, de una sana determinación, tramaba una burda estratagema, simulando, frente a la opinión corriente, no considerarlos como embaucadores. Mientras ellos, pues, la urgían con sus ruegos con mayor vehemencia todavía, a que suministrase parte del pequeño predio para enterrar el cuer- El caballero miró a su alrededor, y vio que tanto el caballo como la silla, los estribos y los paños estaban cubiertos de veneras, y para comprobar lo que sucedía se quitó el sombrero y lo miró y se asombró de que también éste, al igual que él mismo, estaba cubierto de conchas, y de que había recorrido las profundidades de las aguas sin sufrir daño alguno y se mantenía sobre el mar como si fuese tierra firme. Tan grande maravilla lo admiró, y estando así sin saber qué sucedía ni por qué le ocurría a él, vio a su lado la nave, y cuando miró a los hombres de la barca sintió un gran placer y sosiego. El caballero les relató a los navegantes lo que le había sucedido, y les mostró las veneras de las que iba cubierto, y les preguntó su opinión acerca de aquellos acontecimientos. Ellos le dijeron: “Jesucristo, a través de este vasallo suyo que traemos en esta barca, quiere mostrarte su poder, a ti y a cuantos viven en estas tierras. Nuestro Señor Jesucristo ha querido mostrar contigo a los que aquí están, y a los que vendrán, que aquellos que a este su vasallo quieran amar y servir, y vengan a verlo allí donde estará enterrado, deben traer consigo conchas como estas con las que estas cubierto, como señal y sello de privilegio”. (Carré Alvarellos: 196?, 49-51) 19 Mª Aurora Lestón Mayo po del santísimo varón, ideada una nueva y desusada estratagema, creyendo poder matarlos con algún engaño, habló de esta manera: “Puesto que, dijo, veo vuestra intención tan decididamente inclinada a eso, y que no queréis desistir de ella, id y coged unos bueyes mansos que tengo en un monte, y acarreando con ellos lo que os parezca de más utilidad y cuanto necesitéis, edificad el sepulcro. Si os faltasen alimentos, procuraré liberalmente dároslos a vosotros y a ellos”. (Picaud: 2004, 393-4) De esta forma, de la mano de los ardides de la reina Lupa, llegamos a la guarida del primer monstruo con el que nos encontraremos en nuestra ruta. Y el comienzo no podía ser más estremecedor o impresionante, pues la criatura a la que Lupa entregaba a los seguidores de Santiago no era otra que un dragón: Oyendo esto los apostólicos varones, y sin percibir la hipocresía de la mujer, se marchan dando las gracias, llegan al monte y descubren algo distinto que no esperaban. Pues al pisar los linderos del monte, de pronto un enorme dragón, por cuyas frecuentes incursiones se hallaban entonces desiertas las viviendas de las aldeas próximas, saliendo de su propia guarida, se lanza, echando fuego, sobre los santos varones que ardían en amor de Dios, dispuesto a atacarlos y amenazándolos con la muerte. Mas acordándose ellos de las doctrinas de la fe, oponen impávidamente la defensa de la cruz, le obligan a retroceder haciéndole frente y, al no poder resistir el signo de la Cruz del Señor, revienta por mitad del vientre. Y terminado este encuentro, levantando los ojos al cielo dan las gracias al Sumo Rey desde lo más hondo de su corazón. Finalmente, para arrojar de allí completamente la multitud de demonios, exorcizan el agua y la esparcen sobre todo el monte por todas partes. Este monte, pues, llamado antes el Ilicino, como si dijéramos el que seduce, porque con anterioridad a aquel tiempo sostenían allí el culto al demonio muchos hombres malhadadamente seducidos, fue llamado por ellos Monte Sacro, es decir, monte sagrado. (Picaud: 2004, 394-395). La leyenda del Pico Sacro que recoge el Códice Calixtino es una de las evidencias de la importancia de este monte como lugar de culto precristiano. Según los autores Florentino Cuevillas y Fermín Bouza Brey, en el pico debía de existir un culto a un numen solar, representado por este reptil gigantesco (Cuevillas e Bouza Brey: 1929, 150). Por tanto, los discípulos del Apóstol debían cristianizar esta zona, purificándola con agua bendita. 20 El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo La presencia de reptiles de diversas características es un elemento de enorme recurrencia en la mitología del territorio gallego. La figura del dragón, aunque en la actualidad está asociada mayoritariamente a culturas del norte de Europa, debido principalmente a la influencia de los romances literarios anglosajones y nórdicos, pero, muy significativamente, a la representación cinematográfica de estas leyendas, es sin embargo un elemento localizable en la práctica totalidad de las civilizaciones humanas, y rara es la cultura en la que no se conserva algún rasgo de esta tradición, especialmente en su vertiente oral. Su aparición en el relato fundacional de la ciudad de Santiago de Compostela no es en absoluto casual, pues el dragón representa la encarnación visceral del miedo del ser humano, y por tanto no es una bestia al uso, sino la bestia más aterradora y encarnizada desarrollada por la mente humana. El triunfo sobre un monstruo eleva a un hombre a la categoría de héroe, pero el triunfo sobre un dragón lo convierte en mito. 3. 3. El gigante del Pico Sacro El patrimonio natural e inmaterial del Pico Sacro, donde se produce el temible encuentro con el dragón, es sin duda destacable. Se localiza a 15 km de Santiago de Compostela y su altura está en torno a los 500 metros. Ya en el Códice Calixtino, el autor da cuenta de la atracción que este monte ejercía sobre los pobladores de la zona e incluso se considera la posibilidad de que se trate del mismo mons sacer, que el historiador Justino localiza en Gallaecia en el S. II, y que describe como un monte abundante en oro en el que era sacrilegio emplear herramientas de hierro para su extracción, ya que sólo era lícito recogerlo cuando un rayo caía sobre el monte y lo descubría, en forma de regalo divino. Su localización, características geográficas y particularidades orográficas lo convierten en uno de los lugares con mayor relevancia en el folklore de la comarca compostelana, y todavía se conservan retazos, en forma de leyendas y creencias, de su honda prominencia como lugar de culto precristiano. La permanencia de esta importancia mítica en la era cristiana mutaría en el establecimiento de una serie de elementos que atribuían al monte un aura tenebrosa y la encarnación de los más diversos peligros para el viandante que se acercase sin protección. Entre estos relatos, y, dentro de la temática que nos ocupa, podemos destacar el bello relato del gigante del Pico Sacro: 21 Mª Aurora Lestón Mayo En tiempos pasados había en el Pico Sacro una torre, y aquel que pasase cerca de ella durante la noche podía escuchar los lamentos de una dama que había allí sido encantada por un gigante, tan bien custodiada que nadie podía acercarse a donde estaba. Algunos valientes que lo habían intentado habían sido muertos, y allí están sus esqueletos, colgados a la entrada del pozo subterráneo. Dos gigantes de hierro guardan las puertas, y se mueven por medio de un dispositivo en las puertas según el cual, cuando alguien intenta abrirlas, dejan caer sus pesadas mazas, que sujetan con las dos manos, aplastando las cabezas de los osados. Y, por si esto no fuese suficiente, se cuenta que tras las puertas dos fieros leones hacen guardia, dispuestos a destrozar con garras y dientes a todo aquel que consiga superar con vida el primer obstáculo. El gigante del pazo es un xentil(5) que por arte de magia derrumbó las paredes del castillo y, con las enormes rocas que había alrededor, cubrió la puerta del palacio donde moraba. Parece ser que el fruto que los campesinos aún no han recogido va a parar a las grandes despensas del palacio del Pico Sacro, del cual nadie conoce ya el paradero, debido a que las rocas lo ocultan desde hace muchísimos años, tantos, que ningún anciano lo recuerda ya. Mas, pese a esto, no hay joven soltera que se atreva a pasar al anochecer cerca del roble de As Cambas, pues, aún encomendándose a San Lorenzo, patrón de la parroquia, corre el riesgo de ser arrastrada por los remolinos de viento hasta el palacio del Pico Sacro, pues es de esta manera que desaparece el grano de los campos en vísperas de la recogida. Una joven de la parroquia de San Lourenzo da Granxa desapareció de este mismo modo en una ocasión. Transcurrió mucho tiempo sin que nadie volviera a verla ni tuviese noticias suyas, hasta que, al cabo de más de cincuenta años, volvió a aparecer en la localidad, muy envejecida, con el cabello blanco, la tez surcada de arrugas y los ojos ciegos. Se la reconoció porque preguntaba por su madre, que había muerto largo tiempo atrás. (5) Xentil, “gentil”, en la cultura popular gallega, se refiere a los paganos, habitualmente con el matiz añadido de mago o brujo. 22 Contó que, cuando era joven, un día se le había acercado un hombre y le había propuesto irse con él, asegurándole que la trataría como a una reina y que tendría hermosos vestidos, ricos collares, adornos y otras joyas de oro y piedras brillantes de muchos colores, y que sería servida por El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo criadas; Mas, como ella se había negado, le había ofrecido un vino que era aún más delicioso que el tostado. Tras beber aquel vino, se quedó dormida y, al despertar, se encontró en una sala muy linda, llena de espejos con marcos dorados en las paredes, grandes cortinas y ricas mesas y sillas. En una mesa cubierta con un mantel de extrema blancura, bordado de flores y pájaros de diversos colores, le ofrecieron sabrosos manjares y vinos deliciosos y dulces que nunca había probado ni imaginado poder probar jamás. Había sido una vida de placeres y encantamiento; y así, entre fiestas y manjares, cantares y música y bailes, pronto se olvidó de sus padres, de la aldea y de toda su vida pasada... Hasta que, pasados algunos meses, dio a luz a un niño negro. Esto le causó un gran pesar, y entonces sintió nostalgia de su casa. Pero, pocos días después, el señor del palacio en el que se encontraba le dijo: - Esto te ha sucedido porque no me has sido leal y te has entendido con uno de mis criados negros, así que de ahora en adelante serás la esclava de todos los que moramos en este palacio, y para todos trabajarás, y servirás a todos sin quejarte, ya que te has perdido por tu poca sensatez. Entonces la joven rompió a llorar y le pidió al señor que se apiadase de ella, pues no sabía cómo le había podido suceder aquello a menos que hubiese estado encantada de algún modo. Pero de nada le sirvió, y debió cumplir el castigo que le había sido impuesto. Y, de tantos trabajos y amarguras, y tanto llorar sin cesar, se fue envejeciendo y perdiendo la vista, hasta que un día, sin saber cómo, se encontró en un sendero y fue a parar a la parroquia de donde se la habían llevado tantos años atrás. (Carré Alvarellos: 196?, 120-122) Los gigantes, junto con otras criaturas como los ananos o los mouros(6), se cuentan entre los más frecuentes seres que la cultura popular identifica como responsables de la existencia de un tesoro en lugares hoy reconocidos como yacimientos arqueológicos, tales como dólmenes y castros, a menudo guardado por ellos mismos, o, en numerosas ocasiones, por una serpiente gigante o un dragón. El xigante es un guardián temible, capaz de compasión, pero más a menudo representado como tenaz vigilante del tesoro, armado con una gran maza con la que no dudará en aplastar al incauto que intente acceder a él. (Vaqueiro: 1999, 149-150) (6) Según la mitología popular, los mouros son un pueblo mágico, antiguos habitantes de Galicia, que hoy en día viven escondidos bajo tierra. Eran los constructores de castros, mámoas, castillos, petroglifos, rocas, y cuevas. 23 Mª Aurora Lestón Mayo Muchas otras criaturas pueblan este legendario pico, como mouros y serpientes, que habitan en las cuevas del Pico Sacro, aunque furtivos, para cuidarse del constante celo de la Iglesia: en el S. IX, tras el descubrimiento del sepulcro de Santiago, el obispo Sisnando fundó cerca de la cumbre del Pico Sacro el monasterio de San Sebastián. Se construyó también en la misma cumbre un torreón, que servía de puesto de vigilancia y defensa de la ciudad apostólica en su entrada desde la Vía de la Plata. En la actualidad, el visitante puede ver la capilla del monasterio, que se encuentra próxima a la iglesia de San Lourenzo, así como los restos de este torreón, pero es también de destacar la misma orografía del terreno, en el que se suceden cuevas y formaciones que la tradición popular interpreta como resultado de la actuación de criaturas extraordinarias. 3. 4. Nigromancia y partida de Compostela No sólo en las inmediaciones de Santiago de Compostela podemos encontrar relatos de estas características. La propia ciudad alberga una enorme riqueza etnográfica y, entre las numerosas historias que la pueblan, acechan también temibles criaturas que turban el ánimo de habitantes y viajeros. Ni siquiera la Iglesia se libra de influencias maléficas, pues uno de los relatos más conocidos en la ciudad tiene como protagonista al mismo arzobispo de Santiago, don Pedro Muñiz, que en el siglo XIII estuvo al frente de la mitra compostelana y cuyo trabajo en pro de la iglesia facilitó la consagración de la nueva catedral en el año 1211. De este don Pedro conviene decir algo más, aunque a su vida privada pertenezca. Debió ser hombre aficionado a las letras humanas, escudriñador de misterios, gran lector y discutidor temible. El arzobispo don Lucas, de Tuy, refiere de él una disputa con el beato Martino de León, a quien, no pudiendo vencer con razones, quiso vencer con sofismas, y le castigó Dios con unas fiebres inmediatas. Años más tarde concedió ciertas gangas a los canónigos compostelanos que por razón de estudios marchasen a París. Finalmente, se cuenta que una noche, estando en Roma, vino volando por los aires, en virtud de sus artes, al rezo de maitines en Compostela. Le dieron fama de nigromante. No es imposible que en algún lugar secreto de su palacio, cuando los hombres duermen y las lechuzas de ojos redondos se posan en los campanarios, don Pedro Muñiz, despojado de sus archiepiscopales ínfulas, con una vela en la mano, 24 El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo pretendiese encontrar la piedra filosofal con arreglo a las fórmulas más acreditadas de aquel tiempo. Pero quien esto hacía no podía evitar la fama de brujo. (Torrente Ballester: 1998, 97) Estas actividades del arzobispo le granjearon el apodo de Nigromántico, así como el temor de sus conciudadanos. Pero los compostelanos albergaban otros muchos temores, no sólo aquellos evocados por criaturas de carne y hueso, como en el caso de don Pedro Muñiz, sino por entidades mucho menos abarcables. Diversos emplazamientos en la ciudad eran evitados por las noches, especialmente en determinadas fechas, para evitar el encuentro fortuito con ánimas o trasnos. Uno de estos lugares es el atrio de la capilla de Ánimas, lugar de reunión de criaturas nocturnas durante la noche de Difuntos. Partimos ahora de la ciudad, y para ello tomamos la puerta que da a poniente, la Porta do Santo Peregrino o da Trindade (Trinidad), y abandonamos Compostela tras atravesar la Carballeira de San Lourenzo y, más adelante, el río Sarela. El peregrino observador reparará en los cambios del paisaje, así como en los muchos elementos de interés etnográfico y arqueológico que salpican el trayecto. Así, en Augapesada podemos encontrar un bello puente medieval, que ha sido recientemente restaurado. Un poco más adelante, antes de llegar a Susavila do Carballo, podemos ver un cúmulo de rocas conocido como as pedras do alto de Morouso, cerca de las cuales se conserva una mámoa (7), que se dice haber estado habitada por mouros. Dejamos atrás varias localidades pertenecientes al ayuntamiento de Ames, entre las que se encuentra Trasmonte, Reino y Burgueiros, para llegar a Pontemaceira, ya en el vecino ayuntamiento de Negreira. Aunque el elegante puente que cruza el río Tambre a su paso por Pontemaceira es sobradamente conocido, no es esta la construcción que se menciona en el episodio de la traslación del cuerpo de Santiago sobre el que ahora volveremos en detalle, sino el puente de Ons, ya desaparecido, por el que se atravesaba el río durante la Alta Edad Media. Recordemos que, tras acercarse los discípulos de Santiago a la ciudad de Duio, cerca del cabo Fisterra, para solicitar audiencia con el legislador Régulo, este los había apresado, con la intención de darles muerte al amanecer del día siguiente. No obstante, un ángel los había liberado durante la noche y, raudos, los viajeros habían huido hacia oriente. Aquí retomamos la narración del Códice Calixtino: (7) Mámoa (también es habitual el término medorra) es el nombre que comunmente reciben en Galicia los túmulos funerarios formados por un montículo artificial de tierra que recubre un dólmen. Suelen ser distinguibles por suponer una alteración brusca del terreno en forma cónica y con planta normalmente circular. 25 Mª Aurora Lestón Mayo (8) En cierta ocasión, el señor del pazo reunió a sus guerreros para partir a la guerra contra los sarracenos. Se despidió de su amada esposa, que lloraba amargamente, y de su hijo, que llevaba en brazos el aya Munia, y emprendió camino para atender a la llamada real. También Munia lloraba, pues su esposo, Bernaldo, partía en compañía de su señor. El tiempo fue pasando entre grandes inquietudes y temores por los que se encontraban lejos, pero, un día, la tragedia llegó al hogar: Munia había llevado al niño a jugar al campo, y de repente se desató una terrible tormenta. Munia tomó al niño en brazos y se guareció bajo los álamos junto al río. Un trueno ensordecedor la aterró y, al incorporarse con un grito, abrió inconscientemente los brazos, dejando caer su preciosa carga. El niño cayó al río y desapareció entre las aguas turbulentas. Munia regresó al pazo aterrorizada, pues conocía cuál sería su castigo. Allí descubrió que el señor había regresado y, con él, su esposo Bernaldo, a quien Munia relató lo sucedido. Ambos sabían que no había esperanza, pues el señor no concedería perdón por la muerte de su único hijo. Cuando los soldados llegaron a apresarla, Bernaldo se entregó en lugar de su mujer, solicitando la gracia de pagar con su cabeza el daño que ella había causado inconscientemente. El señor aceptó, pero, cuando ya Bernaldo había colocado la cabeza sobre el cepo y el verdugo elevaba el hacha, Munia, en un súbito ímpetu, se arrojó también sobre el cepo y acercó su rostro al de su esposo, en un beso postrero que truncó el hacha. Los cadáveres fueron enterrados junto a un camino próximo a un pinar, y en aquel lugar nacieron dos pinos, que fueron creciendo juntos, un poco apartados de los demás, y en los días de viento los dos árboles se unen como en un abrazo de amor y recuerdo de las dos víctimas que yacen entre sus raíces. (Carré Alvarellos: 196?, 251-3) 26 Cuando se informó al rey de su fuga, conmovido por enconadísima ira, e imitando la ferocidad de un león rabioso, con los que estaban en su corte persigue pertinazmente el rastro de los fugitivos siervos de Dios. Y como ya se hubiese llegado al extremo de estar a punto de ser muertos a manos de los empedernidos perseguidores, atraviesan, inquietos éstos, tranquilos aquéllos, un puente sobre cierto río, y en un solo y mismo momento, por súbita determinación de Dios omnipotente, se resquebrajan los cimientos del puente que atravesaban, y se desploma desde lo alto a lo profundo del río, completamente derruido. Y así el ponderado juicio del Rey Eterno decretó que ni uno tan sólo de toda la turbamulta de perseguidores sobreviviese para contar en el palacio del rey lo que había sucedido. Los santos varones, pues, volviendo la cabeza al ruido de las armas y piedras que se desplomaban, ensalzan las grandezas de dios dignas de ser pregonadas, al ver los cuerpos de los magnates y sus caballos y arreos militares rodar miserablemente bajo las aguas del río, de la misma manera que en otro tiempo lo había experimentado el ejército faraónico. (Picaud: 2004, 392-3) El trágico desenlace de la persecución permitió a los discípulos volver a los dominios de Lupa sin sufrir más contratiempos. Los restos del puente derruido todavía podían localizarse hasta mediados del siglo XX, cuando fueron anegados por causa de la construcción de un embalse próximo. La historia del puente destruido se representa en el mismo escudo del municipio, en el que se puede ver como un soldado intenta atravesarlo, al tiempo que una serie de rayos golpean el puente, causando su desmoronamiento. Tras atravesar el puente de Pontemaceira, llegamos a Barca y, más adelante, a Chancela de Abaixo. Entre estas dos poblaciones se levantaba el castro de Logrosa, aunque en la actualidad aparece parcialmente destruido por la intervención urbana en la zona. La entrada a Chancela se realiza pasando por delante del Pazo de Chancela, un edificio del siglo XIV en buen estado de conservación y que se reconoce fácilmente por sus almenas. El hermoso y malhadado romance de Munia y Bernaldo(8), que se emplaza entre sus muros, realza la belleza del pazo. Poco después nos adentramos en la villa de Negreira, donde se conservan interesantes construcciones, tanto religiosas como civiles. Negreira es una población antiquísima, y ya en los itinerarios romanos aparece mencio- El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo nada la mansión de Nicraria Tamara, en la calzada que conducía de Reis a Brandomil. Llegado el siglo IX, se había convertido en una importante villa, ansiada por la mitra compostelana. De su importancia en la Edad Media se conservan varias iglesias parroquiales y capillas, aunque quizás una de las más interesantes, en cuanto al patrimonio legendario asociado con ella, sea la capilla de San Mauro, conectada al Pazo de Cotón, fortaleza emblemática de la ciudad. En esta capilla se recuerda la leyenda del monje San Amaro (9), el cual protagoniza un relato que conecta directamente con otros relatos similares recogidos en Portugal e Irlanda, aunque en Galicia sea más conocida la leyenda de San Ero de Armenteira (Meis, Pontevedra), que aparece incluso relatada en una de las cantigas de Alfonso X el Sabio. 3. 5. Ánimas A la salida de Negreira, el viajero se encamina hacia Zas, población muy cercana a San Vicente de Aro, donde se localiza la siguiente referencia tenebrosa a la que el peregrino se enfrentará: En Vilar da Ameixeira, parroquia de San Vicente de Aro, en Negreira (A Coruña), un campesino regresaba hacia su casa, tras pasar varias horas moliendo maíz en el molino local. Al cruzar por delante de la iglesia, vio que la puerta estaba entreabierta y que dentro había luz. Como también le pareció escuchar una letanía, entró. Vio entonces a un clérigo dando misa y a varios feligreses, todos de espaldas a él. Era muy extraño celebrar un oficio a tales horas, pero el hombre decidió quitarse la boina y sentarse en el último banco. De repente, todos los presentes se volvieron hacia él, y el paisano se quedó aterrorizado al comprobar que ante él no había sino esqueletos, incluido el clérigo. A la mañana siguiente, los vecinos lo encontraron desmoronado en el atrio de la iglesia, trastornado y delirando. No se sabe si recuperó completamente el sentido, pero sí que pudo contarle la historia a un amigo. (Galicia Encantada.com) Serxio González Souto recogió este lóbrego relato de su abuela, y puntualiza que la situación del suceso en Vilar das Ameixeiras se debe a que ella habitaba en esta población, pero, al ser oriunda de Val, población perteneciente al municipio de Narón, es también posible que se trate de un suceso acaecido en aquel entorno. No obstante, con independencia de su locali- (9) Era Amaro un hombre piadoso que un día decidió hacerse a la mar en busca de la mítica Isla del Paraíso. La tripulación, formada por hombres de gran fervor religioso, no se arredró ante las tempestades y dejó que la misericordia divina guiase su nave. Tras varios años de constancia y fe, fueron por fin recompensados, y el barco de Amaro arribó a una costa desconocida. Amaro abandonó la nave y se adentró tierra adentro para explorar aquel territorio. Se topó con muchas dificultades, pero finalmente llegó a un valle en el que se erguía un muro blanquísimo con una puerta de oro y piedras preciosas. Llamó a esta puerta y solicitó entrada al mismo patriarca Henoch, quien al principio se la denegó, pero, ante la insistencia de Amaro, finalmente le permitió mirar por la mirilla durante un breve instante. Tras haber visto el Paraíso, aunque fugazmente, Amaro regresó a la costa donde había dejado amarrada su nave, pero no la encontró, y en su lugar llegó a una populosa ciudad costera. Finalmente decidió acercarse al templo a orar, pero cuál sería su sorpresa al descubrir que la grandiosa iglesia estaba dedicada a San Amaro, y que San Amaro era también el nombre de la ciudad en la que se hallaba, en recuerdo de un venerable santo que había llegado a aquel puerto trescientos años atrás y de quien nunca se había vuelto a recibir noticias. (González Reboredo: 2000, 155-162) 27 Mª Aurora Lestón Mayo zación, esta historia es interesante por recoger uno de los elementos más repetitivos en las creencias tradicionales gallegas: la conexión con el mundo de los muertos. Todas las culturas albergan una mitología de la muerte, una serie de mitos y rituales que dan sentido al paso de la vida a otro estado, ignoto para el mortal. Por ejemplo, antiguas creencias relacionan las estrellas con las almas de los difuntos. Fenómenos como los fuegos fatuos, que a menudo se producen cerca de los cementerios, alimentaban esta creencia, así como las estrellas fugaces que ocasionalmente se divisan en las noches claras. De igual modo, existe una antigua creencia gallega que indica que las mariposas nocturnas que se arremolinan en torno a las luces son almas que han regresado para dar las gracias a los vivos, o bien, si sus alas son negras, para rogar oraciones que las liberen de su penar (Alonso Romero: 1993, 13). Este tipo de mitos astrales no son en absoluto exclusivos del oeste peninsular, pues se encuentran también en otros países europeos, lo cual sugiere un origen indoeuropeo (Alonso Romero: 1993, 9). El Imperio Romano continuó manteniendo estas tradiciones, y la posterior cristianización de estos territorios asimiló gran parte de ellas e intentó eliminar otras muchas, que se conservarían no obstante de forma tenaz, aunque paulatinamente relegadas al ámbito de la superstición. En el caso concreto de la interpretación popular que en el noroeste peninsular se realizaba de los distintos misterios religiosos del cristianismo, esta se ve a menudo permeada de creencias paganas anteriores que matizan la nueva religión. De este modo, cuando en el siglo XII se difundió por el continente europeo la concepción cristiana del Purgatorio como lugar de tránsito antes de acceder al Paraíso, esto propició la asimilación de las creencias paganas acerca del ascenso del alma hasta el Sol, convirtiendo el concepto de purificación del alma previa a su ascesis en la idea del alma errante que vaga por la tierra, penando por los pecados cometidos en vida. En el noroeste peninsular, la pervivencia de la religión precristiana dio lugar a la concepción del Purgatorio como una dimensión intermedia que existe entre el espacio ocupado por los vivos y el Más Allá, y que a menudo atraviesa la difusa frontera entre estos lugares para acceder al mundo de los vivos. El ejemplo más claro y conocido de esta concepción son las creencias que se refieren a la Santa Compaña en Galicia, también conocida bajo el nombre de Procesión das Ánimas o Estadea, entre las más frecuentes. Esta comitiva de ánimas recorre los caminos durante la noche y su visión por parte de los vivos es casi siempre indicadora de muerte próxima, en ocasiones incluso a pesar de que se tomen las necesarias precauciones profilácticas. 28 El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo La Santa Compaña deambula en busca del paso hacia el Más Allá, para finalmente partir sobre el mar, hacia occidente. (Alonso Romero: 1993, 18) Pero, hasta que tiene lugar esta partida, vaga sin cesar, portando un ataúd que deposita delante de la puerta de aquel que está próximo a la muerte. Muchos son los que cuentan haber tenido un encuentro con la temida compañía de espíritus, y de algunos conservamos el relato impreso. George Borrow, durante sus viajes por Galicia, recibe información de primera mano de su fiel guía, Sebastián: El sol va a ponerse en seguida, y entonces, como haya niebla, nos encontraremos a la Estadea. (...) No me he encontrado a la Estadinha más que una vez, y fue en un sitio como éste. Iba yo con dos mujeres, y se levantó una niebla muy espesa. De pronto empezaron a brillar encima de nosotros, entre la niebla, muchas luces; había por lo menos mil. Se oyó un chillido tremendo, y las mujeres se cayeron al suelo gritando: ¡Estadea, Estadea! Yo también me caía y gritaba: ¡Estadinha! ¡Estadinha! La Estadea son las almas de los muertos que andan encima de la niebla con luces en las manos. Con franqueza, mi amo, si encontramos a las almas, me escapo y no paro de correr hasta tirarme de cabeza al mar. (Borrow: 1967, 318) Alonso Romero nos recuerda que el comportamiento al que hace referencia Sebastián, aunque pueda parecernos curioso, es el reflejo de una creencia antiquísima según la cual, después de sufrir una pesadilla o una alucinación, es conveniente la inmersión bajo el agua. (Alonso Romero: 1993, 27) Son numerosos los espacios físicos que se establecen como punto de encuentro entre los dos mundos y, de entre estos, destacan por la presencia generalizada de la creencia en estos ámbitos, las encrucijadas. Son estas el lugar de encuentro de ánimas, brujas o del mismo Demonio, y especialmente adecuadas para efectuar rituales de curación o fecundidad. Todavía en la actualidad, en los entierros, la comitiva que transporta el féretro hacia el cementerio se detiene brevemente en cada encrucijada, para elevar una oración. Otro ejemplo que ha perdurado en el tiempo y que refleja esta idea de dimensiones paralelas, marcadas principalmente por una distinta percepción del tiempo, es la costumbre de dar a los moribundos recados para los familiares que se encuentran en el otro mundo, en una concepción de “vida en la muerte” 29 Mª Aurora Lestón Mayo que posibilita la transmisión de mensajes entre los dos mundos, pero también la interacción con aquellos que se han ido, pero que pueden estar presentes en forma de ánimas en determinadas ocasiones de especial relevancia en el núcleo familiar. Pueden volver también al mundo de los vivos para cumplir promesas realizadas en vida, como se puede apreciar en una historia recogida en A Arnoia (Ourense) y que presenta grandes paralelismos con el relato de González Souto. En la historia de A Arnoia se cuenta como a lo largo de varias noches se escuchaba en la iglesia un continuo repicar. Los vecinos acudían a comprobar su origen, pero, al llegar a la iglesia, no encontraban a nadie. Una noche, uno de ellos decidió ocultarse en el púlpito y esperar a que se repitiese el fenómeno. Poco después, observó cómo se abría una sepultura y salía de su interior un esqueleto que se dirigió a la sacristía, de donde salió al rato, vestido de cura. Acto seguido, subió a la torre y tocó la campana. Al bajar, dijo en voz alta que tenía la sospecha de que aquel lugar olía a cristiano, y se puso de inmediato a buscar por todos los confesionarios y rincones de la iglesia, hasta que localizó al hombre oculto en el púlpito. Al verlo, el esqueleto demostró una gran alegría y, tomándolo de la mano, le confesó que él era un clérigo que estaba penando, pues había recibido el encargo de dar una misa por las almas del purgatorio, pero había fallecido sin llegar a realizarla. Le pidió entonces al vivo que lo ayudase a decir la misa. Así lo hizo el hombre y, cuando se volvió hacia los bancos de la iglesia para cambiar el libro, advirtió que la iglesia estaba atestada de ánimas que escuchaban la misa. (Vaqueiro: 1998, 105) A pesar de esta amable versión, en la que el cortés esqueleto solicita ayuda al vivo, no debe el viajero confiarse, pues otras versiones indican como, por haberse el vivo girado hacia la congregación, en contra de las indicaciones del clérigo-ánima, queda maldito y fallece poco tiempo después. Con cierta zozobra en el ánimo por causa de tales consideraciones, debemos continuar nuestro camino, e intentamos desembarazarnos de tan funestos pensamientos centrando nuestra atención en los bellos senderos rodeados de vegetación que debemos tomar de camino a A Pena. Un poco más adelante, en la población de Vilaserío, el camino nos lleva hacia Cornado y Maroñas, entrando ya en el ayuntamiento de Mazaricos. 30 El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo 3. 6. El vakner Desde A Pena hasta más allá de Hospital, en el ayuntamiento de Dumbría, la ruta discurre por zonas de baja densidad de población. Son cerca de 30 kilómetros en los cuales los núcleos habitados son pequeños, y a menudo debemos recorrer largas distancias a través de zonas completamente despobladas antes de volver a encontrarnos en un lugar habitado. El paisaje se compone mayoritariamente de campos de cultivo, con algunas arboledas, pero no requiere un gran esfuerzo imaginar lo que atravesar esta zona podía suponer para los peregrinos que, en siglos pasados, recorrían el camino hacia Fisterra. Los sin duda menores núcleos poblacionales, la total carencia de iluminación al caer la tarde, los rigores propios del camino y la densidad de los bosques que otrora cubrían gran parte de este territorio eran motivo de aprensión en el más valiente de los espíritus. Y no eran vanos estos temores, pues todo caminante era consciente de la multitud de peligros que acechaban en estas amplias extensiones despobladas. Es probable que estas y otras consideraciones impregnasen el ánimo del obispo armenio Martir cuando, en el contexto del viaje que entre el 1489 y el 1496 realizó por Europa, recorrió estos mismos parajes tras haber visitado la ciudad de Santiago de Compostela. Martir, que residía en el monasterio de San Ciríaco de Norídegh, dejó escritas sus impresiones en la obra Relación de un viaje por Europa con la peregrinación a Santiago de Compostela, en la que el autor recoge un inquietante encuentro que tuvo lugar precisamente en el trayecto de Compostela a Fisterra: Recibí la bendición de Santiago, me puse en camino y llegué a la extremidad del mundo, a la playa de la Santa Virgen, a un edificio que fue construido por la propia mano del apóstol San Pablo y que los francos llaman Santa María de Finisterre. Padecí muchos trabajos y fatigas en este viaje, en el cual topé con gran cantidad de bestias muy peligrosas. Encontramos el vakner, animal grande y muy dañino. “¿Cómo, me decían, habéis podido salvaros, cuando compañías de veinte personas no pueden pasar?” Fui en seguida al país de Holani, cuyos habitantes se alimentan también de pescado y cuya lengua yo no comprendía. Me trataron con la mayor consideración, llevándome de casa en casa y admirándose de que hubiese escapado del vakner. (Gayargos de Riaño: 1898, 15-6) 31 Mª Aurora Lestón Mayo Es indudable que el autor refiere un encuentro escalofriante, pues en todos los pueblos a los que más adelante se aproxima se admiran de que haya escapado inmune de la espantosa criatura. Sin embargo, la información que el mismo protagonista de la aventura proporciona a los lectores acerca del monstruo en sí es frustrantemente sucinta: si exceptuamos la mención que realiza acerca de su peligrosidad (animal grande y muy dañino), no indica en absoluto detalle alguno sobre su aspecto, y es únicamente la reacción espantada de sus oyentes lo que nos indica el temor que despertaba el vakner. Varios investigadores han intentado encontrar sentido a este fragmento del relato de Martir, buscando identificar a la criatura que despierta tal alarma entre los habitantes de los pueblos que el obispo visita. Saint-Martin, que en el 1826 traduce al francés la copia más antigua conservada del relato(10), sugiere que se trate de algún tipo de animal salvaje, como un oso o toro. Por su parte, Emilia Gayargos de Riaño, que traduce la obra de Saint-Martin al castellano en 1898, se decanta por el lobo o el lince. José García Mercadal apoya esta teoría y, en cuanto a la localización del pueblo de Holani, que se menciona como referencia en el texto, señala que el término probablemente se refiera a Julianus o Julián, nombre que idendifica a un enorme número de localidades, tanto en Galicia como en Asturias. (10) Saint-Martin basa su trabajo en un manuscrito armenio conservado en la Bibliothèque du Roi, nº 65. En esta copia, que contiene una recopilación de rezos e historias piadosas, se indica que terminó de redactarse en Constantinopla el 12 de diciempre de 1684. Está escrita en armenio vulgar, con bastantes errores ortográficos, e incluye numerosos vocablos turcos. 32 Por su parte, el investigador José Luís Pensado Tomé se aparta de la teoría del animal real, presentando en cambio la propuesta de un “animal fabuloso, creado con fines profilácticos por la Iglesia con el fin de desterrar un culto pagano” (Pensado Tomé: 1985, 222). También Fernando Alonso Romero apoya la teoría de una criatura fabulosa, y acomete un análisis exhaustivo de esta figura. En su investigación señala que una de las dos localidades mencionadas en el relato debe ser la misma Fisterra, pues es allí a donde se dirigía el obispo, mientras que Holani parece ser igualmente una población costera, a juzgar por la identificación de sus habitantes como consumidores habituales de pescado (el autor señala como posibles candidatos el pueblo de Xoane da Carreteira (Carballo, A Coruña) o la aldea de Golán (Laracha, A Coruña). Lo que sin duda es probable es la cercanía entre ambas, ya que en las dos se conoce al vakner y se emplea el mismo término para referirse a él (Alonso Romero. 2002, 45-6). En cuanto a la interpretación misma de la mortífera criatura, propone a una de las bestias más temidas y más habituales del imaginario gallego: el hombre lobo o lobishome. La consideración del lobishome como vakner explica el desmedido temor de los habitantes de las aldeas próximas: aunque en el siglo XV los bosques gallegos estaban poblados por numerosos El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo animales que bien podían considerarse como temibles para el caminante, tales como lobos u osos, el terror que despierta el vakner, del que se dice que podía enfrentarse a “compañías de veinte personas” sugiere una amenaza todavía mayor. Sin embargo, esta característica podía ser atribuida al lobishome, del que destaca su fuerza física y desmedida voracidad. El hombre lobo es una figura presente en toda la geografía europea. La transformación de un humano en una de estas criaturas está casi invariablemente unida a una maldición que cae sobre el individuo, sea por las circunstancias de su nacimiento (el séptimo o noveno hijo, o hija, de una serie de hermanos ininterrumpida del mismo sexo, está predestinado a convertirse habitualmente en lobishome, si es hombre, o en bruja, si es mujer. El mismo destino corre aquel que nace durante la medianoche del 24 de diciembre), sea por una maldición impuesta por otra persona, sea por imposición misma del Diablo, si el humano ha incumplido una promesa hecha a éste (Vaqueiro: 1998, 187-8). La transformación en lobo generalmente implica un ritual por el cual el humano se revuelca en la tierra o bien se acuesta en el cubil de un lobo real, tras lo cual adquiere la forma de este animal, así como una serie de características específicas, entre las que destaca una incontrolable voracidad, comportamiento sanguinario, descomunal fuerza física y la pérdida de su conciencia humana. Durante su transformación, el lobishome lleva a cabo las más terribles atrocidades, y solo puede ser liberado de su maldición si alguien lo hace sangrar, si se quema la piel que en algunos casos utiliza para transformarse o si se lo descubre mientras se revuelca en el polvo, en la fase previa a la transformación (Vaqueiro: 1998, 188). La teoría de Alonso Romero lo ha llevado a estudiar la etimología propia del término vakner: en ciertas lenguas, acepciones similares pueden darnos una idea del significado en el caso gallego: Indoeuropeo wagh = gritar, resonar, retumbar. Sánscrito vagnu = sonido, grito. Latín vagio = gemir, lloriquear. Antiguo islandés vakna = estar despierto, vigilar, animal que acecha. Antiguo islandés vakr = activo, vivo, alerta. Danés vakker = alerta. Antiguo nórdico vargr = lobo. (Alonso Romero: 2002, 61) 33 Mª Aurora Lestón Mayo Es evidente que algunos de estos significados coinciden con la teoría del lobishome. Sin embargo, también pueden ser aplicados a la propuesta que ofrece el filólogo Fernando Mujico Caneda, quien sostiene que la criatura que Martir menciona en su narración no es otra que un dragón. Esta reciente teoría parte de una característica de esta historia en la que ya habían reparado investigadores anteriores: el propio nombre del monstruo, vakner, un término tan inesperado en el contexto lingüístico gallego que no puede dejar de sugerir un préstamo de otra lengua con la que la población local debió de estar en contacto en algún momento de la historia. Es también posible que el término sufriese alguna modificación en el proceso de redacción del relato por el propio Martir, quien, como desconocedor confeso de la lengua que se hablaba en Galicia, tal y como menciona en su obra, pudo haber recogido este nombre de forma fonética. Pero, independientemente de la pureza del término mencionado por el obispo, resulta sorprendente su similitud fonética con el nombre del dragón más famoso de la cultura germánica y escandinava, Fafner o Fafnir. Las ampliamente documentadas relaciones culturales históricas entre el territorio del noroeste peninsular y los numerosos paralelos entre las creencias y mitos de distintas culturas europeas, en especial aquellas de la vertiente atlántica, justifican esta hipótesis. La figura del dragón es recurrente en la cultura escandinava, pero, como observábamos en el relato de la Traslatio compostelana, también está presente en el territorio gallego, en este caso, como elemento primordial en el mito fundacional de Santiago de Compostela. De hecho, existen incluso evidencias de un antiguo culto al dragón, que fue asimilado a la religión cristiana hasta convertirse en una figura demoníaca que pervive en algunas leyendas o como parte de algunos ritos procesionales de Corpus Christi (González Pérez: 2003, 7-10). Si analizamos la presentación de esta criatura en los mitos que se conservan, se hace patente una gran semejanza entre el tratamiento que se le da en estas culturas: la primera característica que suele describir al dragón es su hábitat, que habitualmente se encuentra cerca del agua, o bien en un lugar elevado, que a menudo coincide con un túmulo funerario (Eliade: 1972, 195-8). Esto se relaciona directamente con el propósito más recurrente de esta criatura: guardar un antiguo tesoro, y nos recuerda a las numerosísimas leyendas gallegas en las que se narran encuentros con seres de esta índole en las proximidades de dólmenes, castros y mámoas. Suelen abundar también las serpientes gigantes, que guardan o representan doncellas encantadas. No es esta la serpiente a la que nos referimos en el caso del vakner, aunque es 34 El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo importante destacar que la mitología nórdica no realiza distinción entre dragón y serpiente, refiriéndose habitualmente a una misma criatura con ambos términos (Lerate: 1986, 245). Existen sin embargo otras serpientes que custodian tesoros, una característica que comparten con los dragones, así como con el cuélebre asturiano, que también guarda tesoros en dólmenes y castros (Álvarez Peña: 2004, 10). El dragón Fafner o Fafnir aparece ostensiblemente en la obra de Snorri Sturluson, la Edda Menor, un manual de poesía escáldica (11) compuesto hacia el 1220, que incluye una descripción de la antigua mitología islandesa, que hasta ese momento había pertenecido exclusivamente al ámbito de la oralidad. En este manual se refiere en su totalidad la historia de Fafnir, quien, movido por la avaricia, asesina a su padre junto con su hermano Regin para hacerse con su tesoro. Fafnir posteriormente despoja a Regin de su parte del tesoro, y se oculta en una cueva donde lo custodia, convertido en dragón. Regin, por su parte, intentará engañar al héroe Sigurd para que mate a Fafnir y se apodere del oro, pero Sigurd, una vez vencido el dragón, se percata de las nefarias intenciones de Regin y le da también muerte. La historia prosigue con el relato de como la maldición del tesoro alcanzará también a Sigurd, dando lugar a una de las sagas más conocidas de la cultura germánica y que se hizo extremadamente popular con el Cantar de los Nibelungos. En cuanto al contacto entre la cultura de origen y el territorio gallego, es posible que la leyenda llegase a estas tierras a través de las migraciones suevas, un pueblo de estrato germánico que se asentó en la provincia romana de Gallaecia en el siglo V (Rodríguez Iglesias: 1991, 16-47) y del cual perduran numerosas tradiciones que se adoptaron durante la ocupación del pueblo suevo (Bouza Brey: 1982, II, 20). Finalmente, esta teoría puede verse especialmente reforzada si tenemos en cuenta la densidad de relatos acerca de tesoros que existe en estos territorios: Sobre el monte Aro, próximo a Ponte Olveira, quedan todavía restos de un castro de considerables dimensiones (cerca de cien metros de diámetro), y se dice que allí existió una capilla de los mouros y que se ocultan todavía tesoros; a la salida de la población de Abeleiroas se han descubierto varias mámoas en el conocido como Campo das Minas dos Mouros, de donde se dice que se extraían grandes cantidades de oro; cerca de allí, en la colina conocida como Alto do Cruceiro o Riba do Campanario, existía también un depósito de tesoros de los mouros; entre Corzón y Ponte Olveira dejamos a nuestra izquierda el pico de A Ruña, en el que existió un castelo en la Alta Edad Media (11) Los escaldas eran poetas profesionales que cultivaban una poesía de gran sofisticación retórica. El primer escalda conocido fue Bragi el Viejo, que vivió en Noruega durante la primera parte del siglo IX y que alcanzó tal fama que aparece divinizado en el panteón de dioses nórdicos. 35 Mª Aurora Lestón Mayo en el que se dice que hay un yugo de oro oculto en una cueva, así como un tesoro de los mouros, escondido en una roca conocida como Pedra da Hucha (Alonso Romero: 1993, 59). 3. 7. Lobos, Muxía y llegada a Fisterra Nos abstraíamos en estas reflexiones a nuestro paso por A Pena, pero hemos recorrido una gran distancia desde entonces. Tras salir de Hospital, en el ayuntamiento de Dumbría, encontramos la bifurcación del Camino de Fisterra y el de Muxía. Existe en este entorno una piedra oscilante, la piedra de Brasal, que nos recuerda que la localidad de Muxía, de tradición mariana, es también punto de destino para el peregrino que se acerca al océano. Diversos peligros acechan al viajero también en esta ruta, y uno de los sucesos más recordados en la comarca es el de un fraile que, durante su trayecto desde Berdoias (Vimianzo) hacia el monasterio de Moraime (Muxía), fue atacado y devorado por una manada de lobos hambrientos, que sólo dejaron del desdichado sus sandalias y los hábitos desgarrados. Esto sucedió en el lugar que hoy se conoce como Pedra do Frade, y allí los vecinos levantaron un cruceiro en memoria del difunto fraile (González Fernández: 1989, 18). Y es que el temor no sólo se alimenta de creencias sobrenaturales, sino también de las muy reales amenazas físicas que pueblan los caminos. (12) Próxima a la ermita hay una fuente a cuya agua se le atribuye la propiedad de favorecer la producción de buena leche en los animales, así como en las madres de hijos lactantes, pero para conseguir que estas propiedades se cumplan, se debe ir en romería sin hablar con nadie durante el recorrido (Alonso Romero: 1993, 64). 36 Muxía aparece mencionada en varias narraciones de peregrinos, sea como destino o como punto de partida: En 1484, Nicolás de Popielovo viajó desde Silesia a Compostela y desde allí se trasladó a caballo hasta Nosa Señora da Barca, desde donde completaría su peregrinaje llegando a Fisterra; en 1581, Erich Lassota de Steblovo llegó en galeón hasta Muxía, desde donde se dirigió por tierra a Fisterra. (Alonso Romero: 1993, 100). Del mismo modo, en el monasterio de San Julián de Moraime se daba habitualmente hospedaje a numerosos peregrinos, tal y como atestiguan documentos históricos en épocas tan tempranas como el siglo XII (Alonso Romero: 1993, 98). En otra ocasión tomaremos esta senda, donde también existe un prolífico patrimonio cultural. Volvemos ahora a nuestra ruta original y nos encaminamos hacia el siguiente municipio, Cee. El cruceiro de Marco do Couto nos indica que estamos próximos a la ermita de A Nosa Señora das Neves, una hermosa construcción que bien merece el pequeño desvío y en la que se celebra romería los días ocho y nueve de septiembre (12). A corta distancia, la ermita de San Pedro Mártir nos devuelve al Camino Real y a nuestro obje- El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo tivo original (13). Mientras el viajero encamina sus pasos hacia Cee, la visión del océano en la distancia levanta el ánimo y hace más ligero el camino. Cee y Corcubión nos presentan a la Galicia costera, de casas mirando hacia el mar y rumor de olas, y el ambiente urbano y modernas embarcaciones fácilmente pueden causar que no advirtamos los retazos de otros siglos que ambas villas conservan, tanto en su arquitectura como en otros elementos físicos, ni que recordemos que era justamente cerca de estas orillas donde otrora se erguía el Puerto de los Ártabros. Ya hemos mencionado con anterioridad que en las proximidades de Fisterra se localizaba desde el Neolítico el Puerto de los Ártabros, importante centro comercial y lugar de arribada de embarcaciones procedentes del Mediterráneo y de las costas occidentales francesas, así como de las Islas Británicas. Este asentamiento se conservó durante la ocupación romana, que instauró la figura de un legatus consularis, un legado con control militar y que controlaba la economía local. Es muy probable que el título de rey que en el Códice Calixtino se atribuye a Régulo, el cual aparece en la historia apostólica como el rey de Duio (Dugium), haga en realidad referencia a su posición como legado romano (Alonso Romero: 1993, 29-30). La pequeña localidad de San Martiño de Duio, próxima a Fisterra, nos transporta por tanto una vez más al relato jacobeo de la traslación de los restos de Santiago, pues es allí donde se localiza el territorio de Régulo, a quien se dirigen los discípulos del Apóstol, engañados por Lupa, para solicitar al gobernante el permiso para dar sepultura al cuerpo santo: Y considerando ella constantemente sus palabras y su petición, antes de dar respuesta alguna, medita en lo profundo de su corazón de qué manera los entregará a una cruel muerte, y les contesta, por último, ensañándose hipócritamente: “Id, dijo, buscad al rey que vive en Duio y pedidle un lugar para disponer la sepultura a vuestro muerto”. (Picaud: 2004, 391-2) Duio, o Dugium en la antigüedad, se localizaba en las orillas del Cabo de Fisterra, y es el emplazamiento de una hermosa leyenda que da cuenta de su desaparición bajo las aguas(14). En la actualidad, aunque está casi completamente cubierta por el mar, todavía se pueden observar algunos indicios de su existencia en las proximidades de la playa de Langosteira, así como en la permanencia del término en las vecinas parroquias de San Vicenzo de Duio y San Martiño de Duio, a ambos lados del arenal. (13) También la ermita de San Pedro Mártir dispone de manantial milagroso, y es especialmente indicado para el reuma y los dolores de cabeza. En esta ocasión, el enfermo debe tocar la imagen del santo con la parte de su cuerpo que esté enferma y, acto seguido, lavarla en la fuente (Alonso Romero: 1993, 64). (14) Son diversas las teorías que refieren la desaparición de la ciudad de Duio o Dugium. Algunas mencionan cataclismos naturales, como maremotos, o por la mano del hombre, como resultado de cruentas represalias militares que desembocarían en la destrucción de la población, pero existen también leyendas populares que intentan dar explicación a este suceso. Estas coinciden en que la ciudad fue sepultada bajo las aguas por un castigo divino. Una de estas versiones apunta como mediador al Apóstol Santiago, como castigo por la indiferencia de los vecinos ante su predicación. Otra tiene como protagonista al mismo Jesucristo. Sea cual fuere la causa de la catástrofe, las versiones coinciden en que tan sólo consiguió salvarse una pareja de bueyes, pertenecientes a un vecino llamado Gures, que anduvieron errantes tras el cataclismo, hasta que finalmente se echaron al mar, pereciendo bajo las aguas. Los bueyes se transformaron entonces en dos rocas que pueden verse en la ensenada de O Ézaro y que reciben el nombre de Os bois de Gures. (Vaqueiro: 1999, 314-5) 37 Mª Aurora Lestón Mayo Obedeciendo sus indicaciones, unos velan con el ritual funerario el cuerpo del apóstol en un lugar, y otros llegan lo más rápidamente posible al palacio real, y conducidos a presencia del rey le saludan según la etiqueta regia, y le cuentan en detalle quiénes y de dónde son y por qué habían venido. El rey, pues, aunque al principio de su exposición les oía atento y benévolo, sin embargo, atónito por un terrible estupor, dudando qué había de hacer e inspirado por diabólica sugestión ordena, en el colmo de la crueldad, que ocultamente se les prepare una emboscada y que se mate a los siervos de Dios. Pero, no obstante, descubierto esto por voluntad de Dios, marchándose secretamente, escapan huyendo con rapidez. (Picaud: 2004, 392) Otras versiones de la historia mencionan aquí cómo Régulo los encierra en una mazmorra, con la intención de darles muerte al día siguiente, mas, durante la noche, un ángel los libera de su encierro y logran huir antes del amanecer. Como ya sabemos, esto no será suficiente para huir de la cólera de Régulo, quien al descubrir la fuga enviará a sus soldados tras los fugitivos, hasta que finalmente sus tropas perecen por la intervención divina, al atravesar el puente de Ons, próximo a Pontemaceira. 3. 8. San Guillermo y el demonio (15) Diversos autores se han dedicado al estudio de esta antigua práctica de fertilidad en la ermita de San Guillermo, en la que se conserva un sarcófago antropoformo, conocido localmente como pila o cama, al que se le atribuye el poder de proporcionar fertilidad a aquellas parejas estériles que se acuesten en él. 38 Tras atravesar la población de Fisterra, nos encaminamos al faro, pero antes de llegar hasta el mismo borde del fin del mundo, todavía debemos efectuar una parada más, en un lugar donde nuevos temores asaltarán al caminante: Entre Fisterra y el faro, se encuentra la ermita de San Guillermo, donde los peregrinos que continuaban hasta Fisterra se acercaban para pedir perdón por sus pecados, y que se relaciona con prácticas de fertilidad que se extienden prácticamente hasta nuestros días (15). El acervo legendario de este territorio es extraordinariamente prolífico, y es por ello menester que nos limitemos a aquellas que justifican este estudio, pues no disponemos del espacio necesario para dedicarles la atención merecida. Por lo tanto, regresando a las temibles criaturas que acechan estos parajes, no podemos por menos que mencionar a la que es quizás la más amenazante de todas ellas: el mismo demonio, con el que aquí se enfrentó el santo patrón de la ermita. Varios autores recogen esta leyenda, según la cual en una ocasión unos franceses obsequiaron al ermitaño con un barril de vino tinto. San Guillermo El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo se dispuso a subir el barril a la montaña en la que habitaba, llevándolo a cuestas, y pidió ayuda a un campesino que pasaba, para que, yendo detrás de él, levantase el barril y resultase así menos pesado su transporte. Pero resultó que el campesino no era tal, sino un demonio, quien se prestó a la tarea con gran amabilidad, pero con el propósito de hacerle una jugarreta al santo, de tal modo que, en lugar de levantar el barril, lo que hacía era tirar de él hacia atrás para que pesase todavía más hasta que, finalmente, tras un tirón especialmente violento, San Guillermo se cayó de espaldas y ermitaño y barril rodaron ladera abajo. A pesar de las nefarias intenciones del demonio, que buscaba sin duda la muerte del santo, San Guillermo sobrevivió, aunque malherido, rompiéndose un brazo y una pierna. El desdichado barril fue a estrellarse en las rocas de la costa, derramándose su preciado contenido, de tal modo que todavía hoy, cuando la marea lo permite, se dice que pueden verse las rocas teñidas por el vino (Alonso Romero: 1993, 20-22). Debe esta historia servir de advertencia al peregrino incauto, para que se cuide de tan funestos colaboradores. 3. 9. Orcabella Pero, sin lugar a dudas, la criatura más temible que ronda estos parajes no es otra que Orcabella. Esta leyenda se emplaza también en las proximidades de la ermita de San Guillermo y se relaciona directamente con el rito de fecundidad asociado a la cama de San Guillerme, el sarcófago antropomorfo que allí se conserva. Fue recogida por primera vez por un caballero navarro llamado Julián Iñiguez de Medrano, quien la publicaría en su obra Silva Curiosa, en 1583. En la sección dedicada a Fisterra, el autor nos cuenta como, al acercarse a la ermita de San Guillermo, un pastor le advierte del peligro que acecha el sepulcro, ya que en él se encuentra encerrado el cuerpo de Orcabella y todos aquellos incautos que deciden verlo fallecen antes de terminar el año. El pastor le refiere entonces la historia completa de Orcabella: En la época de las grandes guerras con los moros y paganos vivía en estas tierras una mujer bárbara, vieja, fea y de gran crueldad. Era una gran encantadora y experta en las artes mágicas, y fue tan severa y enemiga mortal de hombres y mujeres y aquel monstruo de la naturaleza azotó tan cruelmente a este pobre Reino de Galicia con sus artes diabólicas que no había hombre, mujer ni animal que se salvase, si ella conseguía mirarlo a los ojos o lo tocaba con su mano. Podía hacerse invisible a voluntad y se transformaba en diversas formas. De noche y de día robaba tantos niños Mª Aurora Lestón Mayo como podía y se mantenía con la carne y la sangre de aquellas pobres criaturas. Y consiguió tanto con su ciencia y experiencia que alcanzó los ciento setenta y seis años, y durante este tiempo fueron tantos los estragos y matanzas que esta loba encarnizada hizo que dejó la mitad de este reino despoblado. Y, después de haber realizado un encantamiento terrible y cruentísimo entre las peñas que allí arriba están, hizo entre ellas una tumba o sepulcro en la roca con sus propias manos. Y, con la ayuda de un pastor que tenía preso y encantado, levantó una gran lápida para cubrir el sepulcro y la puso sobre él. Después, se desnudó y, abrazándose al desdichado pastor, en remuneración por los servicios que le había prestado, lo encerró dentro del sepulcro, sin que las fuerzas del pobre fuesen suficientes para defenderse de esta enemiga de la naturaleza. Ella, dejando sus ropas fuera, se metió dentro de este lecho mortal y, sirviéndose del desventurado pastor como colchón, se acostó sobre él, y, con un gancho de palo que tenía, hizo caer sobre la tumba la lápida grande y pesada. Al cabo de tres días, según el pastor sepultado, dio el alma a quien vendida la tenía. El desventurado pastor daba tan grandes voces y gritos que los pastores que estaban en desierto corrieron hacia las voces y, entrando por el agujero entre las peñas, deseando librarlo del peligro en el que estaba, se quedaron espantados al ver que el sepulcro estaba rodeado de culebras y serpientes. Y así, retrocediendo, hablaron largo tiempo con el pastor encantado, y tras haber escuchado su triste historia, lo dejaron encerrado en el sepulcro, donde el pobre desdichado terminó sus días. El encantamiento que esta maldita dejó entre aquellas rocas fue tal que, desde el momento en el que ella se introdujo dentro, la tumba y el sepulcro quedaron rodeados de una tan grande multitud de culebras, áspides y serpientes que los guardan noche y día, que verlos da grandísimo espanto a los que se acercan al sepulcro. Si las personas que allí van entran en aquel prado sin hacer daño a los reptiles, éstos se apartan y los dejan pasar para que puedan pasear y ver los cuerpos sepultados. Pero si los que abren la tumba son tan curiosos que quieren tocar y apalpar los cuerpos, entonces estas bestias venenosas salen de sus cuevas en grandísima multitud y, saltando sobre los hombres que han tocado los cuerpos, los persiguen, hiriéndolos con sus dientes y lenguas venenosas, hasta expulsarlos del prado entre las rocas. Y los que de tales heridas quedan tocados mueren locos o rabiosos e intoxicados. 40 El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo Dejó esta traidora otro encantamiento entre las rocas, en la entrada de un agujero por el que deben pasar forzosamente los que quieran entrar, y es que nunca hombre ni mujer se vio que entraran a visitar el sepulcro y no muriesen antes de terminar el año. Y por esto, hermano, os he llamado para que no llegaseis hasta aquel mortal paso. (Alcalá Galán: 1988) Tan espeluznante relato no puede sino inquietar al viajero, pero los antropólogos y etnólogos que han estudiado este mito coinciden en su probable origen como estrategia de represión de un ritual fecundativo pagano por parte de la iglesia católica, por medio de la adición de elementos extremadamente negativos: la mujer lasciva de avanzada edad y apariencia horrible, sanguinaria y antropófaga, la presencia de elementos prohibitivos en el acceso al sepulcro, como las serpientes o la maldición de no sobrevivir al presente año. Todas estas notas negativas tienen un doble objetivo: la tergiversación del mito original (del cual permanecen sin embargo el sepulcro y el acto en sí) y la disuasión del posible viandante que desee acercarse. Pensado Tomé relaciona esta creencia directamente con el relato que Fray Martín Sarmiento recoge en su visita a la ermita de San Guillermo en el 1745, y en el que se hace referencia al ritual de fecundidad pagano que se realizaba en este emplazamiento: El que nos guiaba (...) nos enseñó en la ermita el sitio en que, no hace mucho tiempo, había una como pila o cama de piedra, en la cual se echaban a dormir marido y mujer, que por estériles, recurrían al santo y a aquella ermita; y allí delante del santo engendraban. Y por ser cosa tan indecorosa, se mandó, por visita, quitar aquella gran piedra, pilón o cama, y se quitó en concurso. (Pensado Tomé: 1985, 219-220) Aunque se ha especulado que el sepulcro de Orcabella es el mismo que el que aparece mencionado en este rito, algunos investigadores apuntan a que posiblemente se encuentre en un dolmen localizado en la cumbre del monte Facho, en el que existe una tumba excavada en la roca y que solía estar cubierta con una gran losa (Alonso Romero: 1993, 25). La misma etimología del término Orcabella sugiere esta posibilidad, ya que bien pudiera tratarse de la trasmutación de orca vella, o arca vella, siendo el primer término sinónimo habitual de dolmen, mámoa o anta (Vaqueiro: 1999, 312). Si el viajero ha tenido la fortuna de no verse atacado por ninguna de estas criaturas, llegará indemne a la punta del cabo, donde el océano se abre ante sus ojos y se revela, casi de forma tangible, la percepción de tantos otros 41 Mª Aurora Lestón Mayo viajeros que han llegado hasta esta tierra. Ante esta visión del poder de la naturaleza, resulta sencillo aproximarse a la lógica con la que otros pueblos se acercaron a este promontorio: El cabo Fisterra, envuelto en las brumas de un océano casi siempre tempestuoso, era en la Antigüedad el extremo del mundo más occidental y remoto. De ahí que la imaginación del hombre lo concibiera como el vínculo más cercano al Más Allá, a ese Otro Mundo de las creencias de los pueblos celtas que vivían en los promontorios atlánticos. (Alonso Romero: 1993, 7) De esta forma iniciaba Alonso Romero su recorrido por el antiguo Camino Real que seguían los peregrinos para llegar a Fisterra. La irresistible atracción que el cabo de Fisterra ejerce sobre el ánimo del viajero se justifica así por medio de una de las más antiguas creencias: la localización de la morada del sol en el punto más occidental de la tierra. Los pueblos prerromanos que habitaban estas tierras localizaban en las aguas del océano, más allá de Fisterra, la Tierra de la Juventud, una isla maravillosa a la que viajaban las almas tras la muerte, en la que no se conocía la enfermedad y la dicha era eterna. De aquí viene el magnetismo de estos promontorios atlánticos, no sólo como destino de viajeros, sino también como punto de partida de fantásticas singladuras en busca de la isla mítica (16). (16) Uno de los relatos más conocidos referente a estas singladuras es, sin lugar a dudas, el viaje de San Brandán. Este audaz monje del S. VI se echó a la mar en compañía de un grupo de monjes, en busca de la Tierra de las Maravillas, la isla donde se localizaba el Paraíso. Pero también nos recuerda a la más próxima historia de San Amaro, en Negreira, y el viaje que también él emprendió en busca de esta isla. 42 En estas creencias volvemos a apreciar la sutil y difusa línea que en la mitología popular gallega separa lo tangible y lo intangible, la vida y la muerte, que no aparecen en espacios diferenciados, sino que son parte de la cotidianidad: las almas de los muertos viajan a una tierra física, que diversos viajeros aseguran haber visitado en vida; criaturas fabulosas atacan a los incautos de carne y hueso que osan acercarse a sus dominios; y la Vía Láctea es el sendero que las almas deben seguir para llegar al Paraíso, y guía al mismo tiempo al peregrino en el Camino de Santiago y Fisterra. 4. Algunas consideraciones prácticas Tal y como mencionábamos al inicio de este estudio, los investigadores dedicados al área de la etnografía concuerdan en el hecho indiscutible de que en Galicia todavía prolifera en la actualidad un número excepcional de leyendas, creencias y rituales antiquísimos. Este acervo cultural constituye El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo un atractivo turístico de incalculable valor, y posee un inmenso potencial para atraer a los visitantes, siendo, por tanto, un elemento susceptible de convertirse en motor de desarrollo de zonas poco industrializadas. De hecho, una política turística centrada en esta temática supondría una serie de ventajas en ningún modo desdeñables: Los estudios turísticos indican una creciente demanda por parte del visitante actual de elementos que proporcionen un valor añadido a su visita. En el caso del visitante que viaja a Galicia, el interés cultural y legendario ocupa un lugar prominente. La comunidad gallega dispone ya de una sobrada reputación como lugar de conservación de tradiciones y leyendas antiguas, con lo cual gran parte de la promoción puede especializarse en niveles más detallados, puesto que el visitante potencial ya conoce y demanda este elemento. La elaboración de un plan de desarrollo turístico que tuviese como eje central este tipo de elementos no sólo supondría que se cumpliesen estas expectativas previas al viaje, sino que incluso se superasen, al ahondar en una temática que el visitante conoce tan sólo superficialmente. Esto incrementaría considerablemente la satisfacción del usuario y, por lo tanto, las posibilidades de que seleccionase el mismo destino en una futura ocasión. El turismo rural cuenta en la actualidad con cerca de 600 establecimientos especializados en la comunidad gallega. Sin embargo, esta proliferación de alojamientos no ha ido pareja a una coincidente creación de empleo. A este bajo aprovechamiento laboral se añade la carencia de oferta complementaria en muchas de las zonas en las que se ha implantado el turismo rural, lo cual da lugar a un descenso de la demanda, así como a estancias cortas por parte de los visitantes. Los diagnósticos evidencian que la mayoría de las casas de turismo rural carecen en sus entornos inmediatos de propuestas de ocio que las hagan más productivas: la puesta en valor del patrimonio inmaterial a través de la creación de actividades significativas sería un extraordinario aliciente en la promoción de este sector, así como en el alargamiento de las estancias. Una adecuada promoción e implementación de actividades en torno a esta temática supondría que el usuario adquiriese un conocimiento más profundo de las raíces gallegas y, por tanto, de su cultura y condiciones actuales. El conocimiento y la comprensión de su entorno llevaría a una mayor apreciación del territorio en general por parte del visitante. 43 Mª Aurora Lestón Mayo En el contexto sociológico actual, muchas creencias, leyendas y actividades tradicionales gallegas están abocadas a desaparecer. La implantación de una red de turismo desarrollada a partir de estos contenidos redundaría en la conservación de los mismos, como recursos básicos de la comunidad, aprovechables en la industria turística, pero también como toma de conciencia de la misma comunidad, con una mayor apreciación de su propio patrimonio cultural, arqueológico y arquitectónico. Esta línea de desarrollo no sólo contribuiría a la conservación del patrimonio inmaterial de las comarcas en las que se aplicase, sino también a la puesta en valor de elementos físicos relacionados, tales como construcciones megalíticas, castros, cruceiros, templos o fuentes, que recibirían una atención y medidas de conservación adecuadas. Las ventajas son muchas, pero, inexplicablemente, a pesar de ello no existen casi redes adecuadas que articulen estos contenidos desde el punto de vista turístico. Sin embargo, las extensas recopilaciones de leyendas y estudios etnográficos dan fe de las enormes posibilidades en este campo: cada construcción megalítica o castro esconde su tesoro; en cada pueblo existe el testimonio tangible del paso de algún santo; se cuentan por decenas las leyendas en torno a pueblos sumergidos bajo las aguas y son incalculables los relatos que dan cuenta de los encuentros con las criaturas misteriosas y, no pocas veces, amenazadoras que pueblan la geografía mítica gallega. La aplicación de estos recursos puede llevarse a cabo de muy variadas formas, pero podemos reducirlas en dos grandes bloques de trabajo: Como recurso central en la creación de un producto que pueda ofrecerse al visitante: En el diseño de actividades tales como expediciones temáticas o visitas guiadas teatralizadas en el entorno en el que se localicen determinadas leyendas, actividades bajo techo, como cuentacuentos tradicionales, o actividades artesanales que los visitantes puedan desarrollar y que incluyan una interpretación significativa de los métodos de trabajo y creencias asociadas a determinadas tareas. Como valor añadido que complete un producto más amplio: Actividades habituales en entornos rurales, como aquellas que se engloban dentro del sector del turismo activo, pueden verse reforzadas y adquirir 44 El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo un mayor peso en la promoción del territorio y de la empresa al incluir en su diseño menciones específicas a determinados aspectos de la cultura local. Se escoja el método que se escoja, podemos estar seguros de que esta riqueza etnográfica supondrá un impulso de primer orden en la política turística de cualquier municipio. Una clara y cercana evidencia de este potencial es el hecho de que la mayoría de los visitantes que a día de hoy se acercan a la localidad de Fisterra seleccionan este destino atraídos no sólo por su evidente atractivo natural, sino por el sobradamente conocido carácter mítico del cabo, así como las numerosas leyendas que se sitúan en estas orillas. El adecuado respaldo editorial de este tipo de turismo sería una enorme ayuda. En la actualidad existe una gran cantidad de publicaciones recopilatorias de leyendas tradicionales gallegas, así como de trabajos de diversa índole relacionados con el estudio de estas tradiciones desde un prisma científico. No obstante, es evidente la enorme carencia de publicaciones especializadas y dirigidas al sector turístico, que articulen rutas en torno a esta atractiva temática y que puedan resultar útiles al visitante foráneo que desea sumergirse en la cultura gallega, pero sin dejar de disfrutar de otros atractivos, como el patrimonio arquitectónico y gastronómico de la comunidad. Independientemente del territorio seleccionado, las posibilidades de esta línea de desarrollo son innumerables. 5. Conclusión Llegamos así al final de nuestro recorrido y, al echar la vista atrás, caemos en la cuenta de que este estudio no es sino un arañazo a las inmensas posibilidades que ofrece esta ruta desde el punto de vista etnográfico. Se ha procurado llevar a cabo una selección significativa de relatos y creencias recogidos en el entorno del Camino de Fisterra, dentro de la temática propuesta. En esta selección se ha valorado la pervivencia de cada una de las referencias en la actualidad, pero también su singularidad y la posibilidad de asociación con elementos físicos reconocibles que tengan el potencial necesario para que puedan ser aprovechables en el diseño de productos específicos. La gran fertilidad cultural del Camino de Santiago ha motivado la necesidad de limitar este análisis a una categoría concreta dentro del patrimonio inmaterial de estos territorios, concretamente, aquellas creencias y relatos relacionados con el temor. 45 Mª Aurora Lestón Mayo Comenzábamos este periplo con la mención de ciertas consideraciones acerca de la fascinación que el sentimiento del miedo produce al ser humano, así como los relatos acerca de criaturas que despiertan temores ancestrales. La proliferación y permanencia de leyendas acerca de monstruos que rondaban los bosques y los caminos están evidentemente ligadas a los peligros reales a los que los viajeros se enfrentaban. La frondosidad de los bosques gallegos contribuía sin duda a este temor, pues daban cobijo a todo tipo de peligros, tanto mortales como sobrehumanos. Los instintos humanos no han sufrido grandes variaciones desde que la especie se originó y, entre estos, el instinto de preservación es especialmente poderoso. Esto motiva que, todavía hoy, es difícil no sentirse sobrecogido al escuchar ciertas narraciones de hechos inexplicables, o la aprensión al encontrarnos en situaciones que nublan nuestro raciocinio. Por fortuna, el poder de la razón es especialmente útil en estos casos y, de no ser así, siempre podremos seguir el consejo de Sebastián, y echar a correr para tirarnos de cabeza al mar. 46 El Camino a Fisterra: monstruos y mitología de la peregrinación al Fin del Mundo 6. Bibliografía ALCALÁ GALÁN, Mercedes. 1988. La Silva Curiosa de Julián de Medrano. Ed. Peter Lang, New York. ALONSO ROMERO, Fernando. 1976. Relaciones atlánticas prehistóricas entre Galicia y las Islas Británicas y medios de navegación. Ediciones Castrelos, Vigo. ALONSO ROMERO, Fernando. 1983. La Leyenda de La Reina Lupa en los Montes del Pindo. Cuadernos de Estudios Gallegos. Tomo 34, fascículo 99. ALONSO ROMERO, Fernando. 1991. Santos e barcos de pedra. Edicións Xerais de Galicia, Vigo. ALONSO ROMERO, Fernando. 1993. 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Antonio Reigosa. 30/09/2009. http://www. galiciaencantada.com/dentro. asp?c=0&id=316> Carlos Andrés Mendoza Ávila Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. Introducción Al menos desde el siglo XI los peregrinos provenientes del norte de Europa, venidos de Escandinavia, el Hansa, los Países Bajos y las Islas Británicas, tuvieron las rutas marítimas como el mejor camino para llegar a Compostela. La frecuente llegada de peregrinos a la costa norte gallega consolidó un itinerario que hoy conocemos como Camino Inglés. Para los siglos XIV y XV, las constantes guerras en el continente hacen de las rutas marítimas a Santiago las más seguras para quienes vienen del norte. Hoy en día, este itinerario es el de menor peso entre los caminos a Compostela. Siguiendo las cifras que ofrece la Oficina de Acogida al Peregrino en Santiago de Compostela, para el año 2008 solamente el 1.5% de los peregrinos que solicitaron la Compostela realizaron este camino. ¿Por qué este itinerario de tradición milenaria es tan poco frecuente hoy en día? Porque a diferencia de otras épocas, hoy en día apreciamos una total desarticulación entre el fenómeno del peregrinaje y las rutas marítimas de pasajeros que tocan las costas gallegas. A pesar del crecimiento de los atraques en los puertos de A Coruña y Ferrol de cruceros que desde los mares del norte buscan el Mediterráneo, la verdad es que no existe una alternativa de ruta marítima directa para el viajero que desea hacer el peregrinaje a Santiago. En estos cruceros la visita al Santuario se realiza en un solo día, con transporte en autocar desde el puerto hasta la ciudad, y esto obvia el recorrido intermedio que es lo que constituye el propio Camino. La alternativa que se le propone al peregrino es realizar el viaje por mar desde Plymouth o Portsmouth hasta Bilbao o Santander y acometer el Camino del Norte. ¿Qué podemos hacer frente a esta realidad? Analizar las posibilidades de revitalizar las rutas marítimas que desde el norte permiten la realización del peregrinaje a Santiago. Este es el objetivo del presente documento: identificar las potencialidades y debilidades de la revitalización de las rutas marítimas que en otras épocas permitieron la llegada a las costas gallegas de peregrinos procedentes del norte europeo en su camino a Santiago. La consolidación del Camino Inglés como camino de peregrinación y como producto de turismo cultural de calidad depende de ello. 53 Carlos Andrés Mendoza Ávila Pensando en profundizar en los dos aspectos centrales de la presente investigación, la tradición histórica del peregrinaje marítimo y la situación actual del transporte de pasajeros hacia el norte de España, viajé a Plymouth. Visité esta ciudad y no otra, pues tenía referencia de la centralidad que en la edad media tuvo este puerto como salida de los peregrinos ingleses hacia Compostela. Luego embarqué en el trasbordador de Brittany Ferries hasta Santander. Las conclusiones de este viaje se exponen aquí. El presente texto expone una revisión histórica de lo que era el peregrinaje marítimo a Compostela y extrae conclusiones, que al ser comparadas con la situación actual de las vías marítimas que articulan el norte de la península ibérica, permiten establecer consideraciones sobre las posibilidades de revitalización de las vías marítimas que fueron el origen y esencia del que conocemos hoy como Camino Inglés. I. Las rutas marítimas históricas Hasta el siglo XII la costa norte de la península se hallaba despoblada por los frecuentes y feroces ataques de normandos y musulmanes. Será Alfonso VII quien inicie una decidida política de urbanización de la región, política que seguirá Fernando II y Alfonso IX, incluyendo el Fuero que otorga a la ciudad de Ferrol, la fundación de Pontedeume y la re-fundación de A Coruña. La reducción del pillaje en los mares, los avances en las técnicas de navegación, y el surgimiento de villas pesqueras, nuevas o revitalizadas, genera la posibilidad de articular la costa norte peninsular a las rutas de navegación atlánticas y el despegue mercantil peninsular. Vendrán los tiempos de las cruzadas. La relación entre cruzadas y peregrinaje es compleja: algunos autores dicen que son procesos independientes, mientras que otros entienden la cruzada como una “peregrinación armada”. Sea como fuere, lo que queda claro es que las cruzadas trajeron las primeras peregrinaciones colectivas por mar a Compostela. Y más importante para la historia posterior del peregrinaje por mar, será el desarrollo de conocimientos geográficos y náuticos precisamente generado por las largas travesías oceánicas de los cruzados. En 1147 se reúnen en Dartmouth, sur de Inglaterra, unos 10.000 cruzados a la espera de buenos vientos para embarcar hacia Tierra Santa. 164 barcos se 54 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. Relaciones históricas y rutas marítimas agruparon en tres divisiones: los ingleses, los borgoñones y flamencos; y finalmente los teutones. Se establecieron estrictas normas de convivencia tanto para la espera en puerto como abordo. Partiendo de Dartmouth un jueves, arriban a Bretaña el domingo. El miércoles por la mañana divisaron la costa española, identificando los Picos de Europa y navegando hacia el oeste llegaron 55 Carlos Andrés Mendoza Ávila a Gijón el jueves. Navegaron un día más hasta Viveiro y otro más para llevar a la gran Torre del Faro. En total 8 días de navegación, sin contar una escala de tres días en Gijón, para completar la travesía Datmouth- A Coruña sin alejarse de la costa. Hay un detalle que debe llamarnos la atención: las crónicas del viaje nos hablan de la llegada al puerto del Tambre para desembarcar, aunque también encontramos referencias a la ciudad de Iria. Historiadores como Fernando Alonso están seguros que desembarcaron en Noia y que la referencia a Iria se hace más por la fama legendaria de dicho lugar. Si el puerto de entrada a Santiago antes de la re-fundación de A Coruña es Noia, ¿cuándo comienza la preponderancia de A Coruña como puerto de entrada de peregrinos y mercancías? Sólo a finales del siglo XIII, según Klaus Herbers. La prosperidad mayor o menor de cada una de estas villas dependía directamente de la voluntad del soberano, pues derivaba frecuentemente del otorgamiento del monopolio comercial de alguna mercancía específica o de privilegios fiscales. Recordemos que A Coruña logra un importante status cuando el monopolio de la descarga de la sal le es otorgado. Siguiendo la Historia Compostelana, podemos deducir que al menos hasta la primera mitad del siglo XII las naves que se aproximan a la costa gallega eran vistas como enemigas, siempre referidas como naves normandas, musulmanas o piratas. Los propios cruzados son vistos como visitantes no deseados, a pesar de su intención de visitar piadosamente el sepulcro de Santiago, como lo referencia el hecho de que los ciudadanos de Compostela impiden la entrada a la ciudad de cruzados colonienses que arriban a sus murallas en 1189. Sólo a partir del libro tercero aparecen “mercaderes” venidos de Inglaterra y Flandes. Peregrinos medievales, siglo XV. 56 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. Son robados en Galicia, pero el arzobispo Diego Gelmírez desea compensarlos. Muchos historiadores ven aquí un momento de quiebre, como José Ignacio Ruíz de la Peña, quien identifica un claro cambio en las rutas comerciales del oeste europeo: se pasa del Camino de Santiago como arteria comercial de Europa, al fortalecimiento desde el siglo XIII de las líneas comerciales marítimas del Atlántico. Así, por los puertos de la cornisa cantábrica y atlántica “circulan a lo largo del siglo XIII no sólo mercancías y hombres, sino ideas y pautas culturales nuevas, a través de unas rutas marítimas que en los siglos finales de la Edad Media asumieron la función de nexo entre las regiones norteñas hispánicas y Europa que, en una época anterior, había encontrado en las rutas terrestres del Camino de Santiago su natural cauce de desenvolvimiento (Ruíz de la Peña, 1998: 31) ”. En todo caso, Elisa Ferreira resalta que “las peregrinaciones de época más temprana antes de consolidarse el Camino Francés, seguramente se hacían preferiblemente por mar, llegando desde puertos del mundo franco, tal vez también del británico, hasta los entrantes gallegos más accesibles: la ría del Eo, el Faro, la desembocadura del Tambre, la ría de Arousa (Ferreira, 1998: 43)”. 1. Peregrinos desde Inglaterra Se tienen noticias de visitantes británicos al santuario jacobeo desde el siglo XI. El primer peregrino inglés documentado sería San Godrico de Finchale en 1110. Según el historiador Derek Lomax, es posible que por estas fechas en las que sólo se habla de San Godrico por su fama como ermitaño y taumaturgo, seguramente eran ya frecuentes las visitas a Compostela de peregrinos ingleses de menor fama. Pero debemos esperar al siglo XIV para que esta presencia individual y esporádica de peregrinos ingleses se convierta en una peregrinación colectiva y habitual. Encontramos evidencia de licencias reales para el transporte de unos 15.000 peregrinos durante la edad media y en los años santos del siglo XV hasta 3.000 peregrinos anuales. A pesar de los múltiples riesgos que el peregrinaje conllevaba, la vía marítima hacía de Compostela un lugar de fácil accesibilidad para el peregrino inglés, comparado con otros centros de peregrinación como Roma o Jerusalén. Elisa Ferreira sostiene que las licencias para el embarque de peregrinos comienzan a otorgarse en 1361, lo que no quiere decir que no hubiera pe57 Carlos Andrés Mendoza Ávila regrinación desde las islas mucho antes, sino que lo más habitual seguramente no era una ruta directa, sino tomando el Camino desde algún puerto francés. De manera que la Guerra de los Cien Años, las hostilidades con Castilla y el auge de las peregrinaciones colectivas, hacen pensar en que la ruta de A Coruña se inauguró, o por lo menos se activó, hacia esas fechas. Fernando Alonso es tajante en decir que las rutas de peregrinos desde Inglaterra eran directas hasta La Coruña y que no realizaban paradas comerciales en la costa francesa. En una licencia extendida por el rey Eduardo III en 1368, se autoriza a Walter Derby, de Bristol, a cargar su recién construida embarcación con peregrinos de camino hasta Santiago. Otra licencia de 1369 autoriza al mismo navegante a traer a A Coruña “tantos peregrinos como pueda llevar”, regresando con víveres y otras mercaderías. Eusebio Goicoechea dice que en 1397 llegaron al puerto coruñés 80 peregrinos ingleses; en el año santo 1428 llegaron a A Coruña 1.136 peregrinos en 13 buques; mientras en el también año santo 1434 lo hicieron unos 2.990 peregrinos en 63 navíos. Encontraremos en 1434 al menos 20 licencias más autorizando el embarque de peregrinos desde las islas británicas, particularmente desde el condado de Devon y el puerto de Bristol, a puertos gallegos: en sólo cuatro meses se autorizó el embarque de casi 900 peregrinos. El cronista inglés William Wey, quien realizó el peregrinaje a Compostela en 1456, contó un día 80 barcos en el puerto de A Coruña y 32 eran ingleses. Wey empleó sólo cuatro días para unir los puertos de Plymouth y La Coruña. La organización de las peregrinaciones marítimas. Aunque el tránsito de peregrinos ingleses estaba controlado fundamentalmente por “comerciantes” del sur de Inglaterra, las licencias también le fueron concedidas a nobles como Sir Phillip de Courtenay en 1397, al conde de Oxford en 1445, al conde de Wiltshire en 1456, y en 1474 a Sir Thomas Ormond. En un principio las licencias eran otorgadas a peregrinos individuales, pero pronto (mediados del siglo XIV) los armadores solicitaron licencias colectivas para transportar peregrinos en sus naves. Wendy Childs identifica la solicitud concentrada de licencias en los años santos como una práctica habitual de los empresarios navieros ingleses, que ofrecen un “package tour” 58 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. a los peregrinos, es decir, viajes especiales con el tiempo justo para una corta visita al santuario del Apóstol y los viajes de ida y vuelta. Estos viajes serían similares a los realizados por los mercantes venecianos para los peregrinos a Jerusalén. Demostraría esto dos cosas para Childs: que el peregrinaje era muy popular entre la gente del común del siglo XV, especialmente en Año Jubilar; y que los armadores veían la posibilidad de un beneficio económico incluso sin transportar otras mercancías simultáneamente. Las licencias parecen responder más a las necesidades de los armadores que a las de los propios peregrinos. La mayoría de ellas se otorgan en los primeros meses del año, seguramente para hacer compatible el corto viaje a A Coruña con las largas travesías comerciales realizadas en el verano y el otoño. En todo caso, los primeros meses del año ofrecía la posibilidad de un peregrinaje en Cuaresma, Semana Santa y Pentecostés. Las embarcaciones En esas épocas, los empresarios transportaban en sus navíos mercancías, tropas o peregrinos indistintamente, para sacar el mejor rendimiento económico a sus naves. Harry Paye de Pool, puerto del suroeste ingles, era a principios del siglo XV capitán de buque de guerra, pirata en tiempos de paz y exportador de tejidos y peregrinos. Historiadores de la marina mercante inglesa como W. S. Lindsay y C. E. Fayle hacen hincapié en el hecho de que el transporte de peregrinos al santuario de Santiago de Compostela contribuyó en gran medida a aumentar el tonelaje de la marina mercante inglesa durante la baja edad media. El profesor Robert Brian Tate, de la Universidad de Nottingham, explica que el mayor provecho no surge del transporte ocasional de peregrinos, pues un pasajero sólo paga la tercera parte de lo que se paga por una tonelada transportada de mercancías. Lo que les interesaba a los capitanes que sostenían ese floreciente comercio marítimo eran barcos llenos o, por lo menos, una combinación de carga y peregrinos. Tate dice que el peregrinaje a Compostela desde las islas británicas no responde de manera exclusiva a la fama del santo, o de su culto. Para él es fundamental la creciente intensidad del comercio marítimo costero a partir del siglo XIII; y las relaciones de índole política entre Castilla e Inglaterra, que habría querido retener su dominio sobre Gascuña y necesitaba a Castilla para proteger su flanco. Esta confluencia de causas se habría manifestado en lo que el profesor denomina “barcos charter”, con grandes riadas de peregrinos británicos. 59 Carlos Andrés Mendoza Ávila Elisa Ferreira aporta la siguiente reflexión. Las rutas de las expediciones de peregrinos y las del comercio regular no siempre coinciden. Los movimientos de peregrinos presentan un desfase respecto a los polos ingleses de comercio con Castilla: desde Londres, Southhampton, Exeter apenas se envían naves de peregrinos a A Coruña, aunque sí se hace desde Plymouth y Bristol. Los buques con peregrinos parten de diversos puertos a lo largo del litoral inglés, incluso tan al norte como Newcastle y Hartlepool. Es claro que los puertos del canal concentra la mayor parte de los embarques, particularmente aquellos al oeste, como Dartmouth, Plymouth, Landulph, Falmouth, Fowey y Bristol, quienes arman buena parte de los navíos hacia A Coruña. Se pregunta Ferreira: si no hubiera existido el estímulo de la peregrinación ¿habría sido Galicia algo más que una cómoda escala para los viajes ingleses a Portugal y el Mediterráneo? A pesar de que la evidencia demuestra el comercio regular entre Galicia e Inglaterra, debemos entender que su volumen sería muy inferior al que tendrían regiones vecinas como las provincias vascas o Andalucía. Los ingleses no necesitaban de la producción gallega de grasa animal, cueros, pieles y lana, siendo la mayoría de las referencias mercantiles a vinos de Betanzos o Viveiro. Siendo así, Childs calcula solo dos o tres naves al año en cada dirección de comercio directo entre Galicia e Inglaterra en el siglo XV. Lo que no es fácil de contestar es si el peregrinaje incentivó el comercio, ya que aunque algún intercambio mercantil está atado al peregrinaje, la relación entre carga y pasajeros en muy variable y no permite llegar a una respuesta certera. Plymouth. Como hemos visto, los peregrinos partían de diferentes puertos, pero según un estudio hecho por Wendy Childs, un 57 por ciento de las naves bajo licencia partieron del suroeste de Inglaterra, particularmente de Plymouth, que había sido designado por el gobierno en pleno auge del peregrinaje (siglo XIV) como punto de partida exclusivo para viajeros que no fueran comerciantes. Por esta razón, decidimos visitar la Plymouth actual para ver la huella que ha dejado el peregrinaje a Compostela. Referencia al peregrinaje jacobeo, Plymouth City Museum. 60 En nuestra visita al Plymouth City Museum, que expone la historia de la ciudad, exaltando particularmente su relación con el mar (“Plymouth is about the sea”), encontramos una única referencia al peregrinaje: en 1389 se otorgó licencia al puerto para embarcar peregrinos religiosos viajando Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. hacia Santiago o hacia Canterbury, a bordo de barcos que transportaban vino desde Burdeos. Es sólo un pequeño dato en una lámina que se pierde entre las vistosas referencias a la época isabelina, Francis Drake, la partida de los Pilgrim Fathers (colonizadores puritanos de Nueva Inglaterra), las expediciones a los polos terrestres y el desarrollo de Devonport como base naval de la Armada Británica. La siguiente visita fue a la Biblioteca Municipal, específicamente a la Biblioteca de Estudios Locales y Navales. Pregunté directamente a los encargados y no pudieron darme respuesta: no habían escuchado nunca sobre la estrecha relación entre Plymouth y el peregrinaje a Compostela, y por supuesto, no pudieron ayudarme a encontrar documentos al respecto. La única posibilidad que tenía era revisar las Historias de la Ciudad publicadas, cinco en total, escritas entre 1890 y 1966, aunque esta última se reeditó en 1993. En ellas, las referencias a los peregrinos jacobeos son escasísimas. El autor más prolijo en sus referencias al peregrinaje medieval, Crispin Gill, dedica dos párrafos de su Historia de Plymouth al tema bajo el título Peregrinos. Describiendo las actividades desde el puerto de Plymouth, destaca la doble vía de transporte de peregrinos: aquellos que navegaban para visitar el santuario de Tomás Becket en Canterbury y los ingleses que viajaban a Santiago de “Compostello” (como dice la edición de 1993). A causa de la guerra contra Francia, el transporte de peregrinos se prohibe en 1355. La renovada fama de este peregrinaje puede deberse a Eduardo I, quien en 1361 envió a un grupo de 24 hombres y mujeres, con sus respectivas cabalgaduras, desde Plymouth hasta Burdeos para que desde allí continuaran su ruta hasta Santiago. En 1384 Plymouth fue nombrado como lugar oficial de otorgamiento de pasaportes para peregrinos que dejan Inglaterra y en 1389 se decretó que nadie, excepto mercaderes y soldados reconocidos podrían dejar el país salvo por Dover y Plymouth. Siendo estas las únicas rutas legales para la realización del viaje, la actividad fue lucrativa para los buques atracados en estos puertos. Como ejemplo, el de un armador de Landulph que sólo en 1395 envió un grupo de 80 peregrinos en uno de sus barcos y un poco más tarde otros dos grupos de 60 peregrinos, uno de ellos en el Margareth de Plymouth. En el capítulo Depresión del Comercio, Gill presenta la crisis del comercio controlado por los buques de Plymouth: la expulsión de los ingleses de Burdeos en 1451 hace que el comercio de vinos pase a manos de la Liga Hanseática y que el transporte de peregrinos ingleses también desaparezca. Esto es todo lo que nos cuenta Gill. 61 Carlos Andrés Mendoza Ávila C.W. Bracken anota en su Historia que durante los días de la dinastía Plantagenet (1154-1399), Plymouth era puerto de fama para el embarque de mercancías y personas “en busca de la paz para sus almas” (Bracken, 1931: 39). Las Historias de Worth (1890), Walling (1950) y Jewitt (1973) sólo hacen una pequeña referencia al Acto de Ricardo II, aunque el primero dice que es de 1389 y el último, que es de 1390. Queda claro que la historiografía local no ha avanzado mucho en sus investigaciones sobre el peregrinaje. La conclusión a la que debe llegarse, pertinente para este estudio, es que para la historia compartida por los ciudadanos de Plymouth, el peregrinaje a Compostela es un hecho marginal y casi olvidado. En su museo tenemos apenas un pequeño apunte, sólo una frase. Walling nos dice que desde la conquista de las islas por los normandos en 1066 hasta la muerte del Príncipe Negro en 1371, no hay registros locales que se conserven, lo que puede explicar la invisibilidad que tiene el peregrinaje a Compostela en los registros históricos y en la conciencia colectiva de la ciudad. 2. Peregrinos desde Irlanda El peregrinaje desde Irlanda se consolida en el siglo XV, coincidiendo con el período de expansión del comercio entre Irlanda y España, período del que se tiene buen soporte documental. Antes de 1400 la información es muy limitada. De manera que no podremos indicar siquiera cuándo se estableció el peregrinaje a Compostela como una parte importante de la vida religiosa irlandesa. Sin embargo, encontramos referencias al peregrinaje muy anteriores, como ciertas evidencias arqueológicas en Trim Castle y en Kerry, que datarían de la primera mitad del siglo XII. Debemos esperar hasta 1216 para encontrar evidencia de peregrinación a gran escala, cuando el arzobispo de Dublín funda un hospital para albergar a los peregrinos que esperan clima y vientos adecuados. La construcción del hospital nos hace pensar en dos posibilidades: que grandes cantidades de peregrinos se aglomeraban en la costa, al menos en el verano, para partir hacia la península; o que el propio arzobispo patrocinaba la expedición. Ya para el siglo XV las referencias en los anales y archivos de los centros monásticos al peregrinaje son numerosas, así como las licencias. Pero debemos tener en cuenta que esos archivos suelen guardar referencia a hechos excepcionales y personajes de relieve social. Los accidentes y peregrinajes 62 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. fatales son relatados al detalle, lo que puede subrayar en demasía los riesgos del viaje, pues aquellos que lo realizan sin inconvenientes no aparecen de manera destacada en esos archivos. Sin embargo, Roger Stalley es de la opinión de que uno de estos desastres marítimos, la desaparición de al menos 50 peregrinos en 1507, en un barco que partió de Cork al mando de Barry Roe, es una de las causas del declive del peregrinaje irlandés a Compostela, junto a la influencia de la Reforma. La organización y las embarcaciones El transporte que se le ofrece al peregrino es, de nuevo, un buque comercial. Tenemos en 1473 a Bartholomew Couper recogiendo 400 peregrinos, después de haber desembarcado bienes y mercancías en el puerto de New Ross. Este barco será atacado por corsarios residentes en el vecino puerto de Waterford, en un contexto de guerra comercial en el que los peregrinos se ven envueltos como carga habitual de las rutas marítimas desde las islas. Para Stalley, el ataque de los ciudadanos de Waterford a un mercante que ha partido de otro puerto rival, es una evidencia de la importancia que la ruta comercial entre el sur de Irlanda y la ciudad de A Coruña tenía en aquel período. Para Childs, el transporte de peregrinos desde Irlanda era una empresa beneficiosa. Junto con Dublín, donde la puerta de Santiago (St. James Gate) era por donde salían los peregrinos de la ciudad medieval, el puerto de Waterford, en el sur de la isla, era una de las principales salidas de embarque de peregrinos a Compostela. Uno de los más renombrados personajes de la Waterford medieval es James Rice, un rico comerciante que fue elegido 11 veces alcalde de la ciudad, y realizó el peregrinaje a Compostela dos veces, una en 1473 y 1483. Rice fue el principal donante para la manutención de una “casa de almas” para los pobres, un hospital que algunos entienden también acogía a los peregrinos que embarcaban en ese puerto. Su peregrinación fue recreada en 2008 por el Jeanie Johnston, como veremos más adelante. A partir del siglo XIV los peregrinos podían solicitar a la tripulación leña, agua y un hornillo para cocinar, incluso un poco de sal. Todo lo demás (vituallas, cacharros, almohadas, colchones…) debía aportarlo el peregrino. Pero antes de esas épocas no se hacía fuego a bordo. Las comidas serían penosas. Debían sobreponerse al mareo y a los malos olores generados en las bodegas, donde compartían espacio con las mercancías. Las disputas entre peregrinos serían frecuentes, por el propio hacinamiento y los privi63 Carlos Andrés Mendoza Ávila legios recibidos por alguno de parte de la tripulación. Ni el sacerdote que habitualmente acompañaba a los peregrinos podía en ocasiones calmar los ánimos. En todo caso, las tres misas diarias abordo pretendían mantener la armonía entre los hombres píos. El caso de Bartholomew Couper y su nave, la Mary London, nos ofrece otros datos interesantes sobre la naturaleza del viaje marítimo. Stalley ha hecho cálculos y estima que el precio pagado por cada uno de los peregrinos al capitán del navío correspondería si lo actualizáramos a lo que cuesta un paquete vacacional desde Irlanda a España en los tiempos que vivimos. Es decir, el peregrino debía reunir un capital para poder pagar el viaje, su alimentación y otros gastos ya en tierra. De ahí que pensemos en el peregrino irlandés como un individuo de clase media, aunque algunos historiadores plantean que la figura del peregrino abarcaba un amplio espectro social. Otro dato es la abultada cifra de 400 peregrinos en un solo navío. Esto nos hace pensar en que los barcos se sobrecargaban con frecuencia. Aunque es posible que el Mary London fuera un buque excepcionalmente grande, las licencias otorgadas en Inglaterra, por ejemplo, establecen el número entre 40 y 100, aunque hay autorizaciones hasta por 200 peregrinos. La ruta marítima hasta La Coruña no es fácil de establecer. Algunos plantean que partiendo de Irlanda, tocaría el Land’s End inglés, haría escala en Bretaña y luego cruzaría directamente el Golfo de Viscaya hacia el sur. En la Historia de Cornwall de Halliday, encontré una referencia interesante: al terminar la Guerra de los Cien Años (1453) la comarca de Cornualles se beneficia de la renovación del tráfico de peregrinos, particularmente a Compostela. Los peregrinos de Irlanda y Gales arribaban al puerto de Padstow, al norte de la península, donde había una importante población irlandesa, desde donde hacían un peregrinaje previo hasta el Monte Saint Michael a lo largo de una ruta marcada con capillas dedicadas a Santiago, o caminaban directamente hacia el sur, hacia el puerto de Fowey, donde los esperaban los navíos George y Mary, de 140 toneladas cada uno. Pero también es posible hacer el viaje sin escalas, como lo expone Giraldus Cambrensis, quien en 1183 decía que se podía navegar desde la isla hasta el norte de España en sólo tres días. Este recorrido sería habitual para los barcos mercantes irlandeses que navegaban uniendo distintos puertos de la costa francesa, española e incluso portuguesa. Queda claro que el trafico de peregrinos creció de manera bastante natural a partir de los patrones comerciales marítimos existentes. 64 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. 3. Peregrinos desde Escandinavia. El primer escandinavo de importancia venido a tierras gallegas fue Olav Haraldsson, conocido comúnmente como San Olav, en 1013. Paul Riant propone que los escandinavos no parecen haber seguido las costas de Poitou y de Gasconia, sino más bien harían el viaje directo desde la Bretaña hasta las costas de Asturias y Galicia en sus frecuentes viajes de conquista y saqueo. De hecho, como lo dice Vicente Almazán, el Jakobsland era tratado como “país conquistado”. San Olav será bautizado el año siguiente a sus correrías por Galicia, de manera que no debemos situarlo como peregrino devoto a Santiago. El primer peregrino cristiano venido de Escandinavia es el rey noruego Sigurd, llamado el peregrino a Jerusalén, que realiza su viaje en el otoño de 1108. Encontrará en el mar galeras vikingas a las que vence, siendo este su primer enfrentamiento con infieles. Una segunda expedición de unos 15 barcos partiría en 1151 de las Islas Orcadas, una colonia noruega muy dinámica ubicada frente a la costa norte escocesa, donde los peregrinos de diversos países se reunían para emprender juntos el viaje a los Santos Lugares. La expedición del conde Rögnvald III, el Santo, recorrería tierras gallegas en 1152. En el marco de la Tercera Cruzada (1187-1200) varias expediciones del norte de Europa tocaron tierra gallega, particularmente de daneses que viajan con frisones, bremenses y navegantes de otros puertos alemanes. Se encuentran referencias a la excursión danesa que tocaría Galicia en 1187 y aunque las crónicas de las demás excursiones no hacen referencia a Galicia, es de suponer que tocaran puertos gallegos pues seguirían la misma ruta utilizada por Sigurd y Röngvald. Los primeros escandinavos en tierras gallegas combinan la condición de cruzados y peregrinos, visitantes que sin dejar atrás sus costumbres vikingas, saquean y roban cuando lo consideran necesario. Utilizan Galicia como escala en su viaje hacia Tierra Santa. Arriban a A Coruña desde donde caminan a Santiago, permaneciendo allí varias semanas y luego regresando a sus naves para continuar el viaje a Oriente. Los noruegos venidos incluso de sus colonias en Islandia, las Orcadas y las Feroe son los más asiduos, seguidos por los daneses. Para los suecos la ruta hacia Tierra Santa atraviesa la Europa Oriental. 65 Carlos Andrés Mendoza Ávila Las embarcaciones Los daneses utilizaban embarcaciones pequeñas bordeando la costa, en una ruta que partiendo de Ribe, en Dinamarca, y tras alcanzar Dartmouth, atraviesa el canal para arribar a la Bretaña francesa, particularmente a Sant Mathieu, donde los peregrinos se alojaban en el antiguo hospital esperando buenos vientos. En tres días más alcanzaban A Coruña. Este itinerario ya se describe en unos escolios añadidos a principios del siglo XIII a un texto de Adán de Bremen del siglo XI, conservados en el Archivo de Estado de Copenhague. Esta ruta, conocida como vestvegr (camino del oeste) unía Escandinavia con Galicia y continuando por las costas portuguesas, se dirigía a Italia para rematar en Palestina. Los peregrinos financiaban su largo viaje con créditos o hipotecas que les otorgaban los monasterios. El puerto de Ribe, ubicado al sudoeste de la península de Jutlandia, fue siempre un importante puerto comercial del Mar del Norte, articulado en las rutas comerciales entre Inglaterra, Flandes y Alemania. Por supuesto, era un importante puerto de embarque para los peregrinos que partían hacia el puerto de A Coruña, en una travesía que duraba ocho días, y que podía continuar hasta Tierra Santa. El “camino del oeste” seguirá siendo utilizado en el siglo XVI, por ejemplo por el mariscal danés Johan Rantzau, quien en 1516 peregrinó a Tierra Santa haciendo escala en Compostela. La misma ruta seguía un barco de peregrinos enviado por el rey Cristian II de Noruega cuando fue interceptado por corsarios ingleses, generando la protesta formal del rey ante la corte inglesa. Desde Islandia, llegará poco antes de 1200 la expedición del médico Hrafn Sveinbjarnarson, quien realizó varias peregrinaciones a Noruega, Inglaterra, Francia y Compostela. Lo habitual era que el peregrino islandés visitara primero algún lugar del norte de Europa, particularmente Noruega, y luego emprendiera el viaje a Roma o Santiago. Ya en el siglo XVI encontramos un documento en el que el alcalde de Estocolmo ordena que se le preste ayuda al armador Diderik Pasche, que llevará peregrinos por mar hasta Galicia y regresará luego a Estocolmo. En 1511 se les autoriza a tres comerciantes de Nyköping a comerciar desde el puerto de Hamburgo con carne, mantequilla y otras mercancías y transbordarlas a un barco que vaya de Islandia y al País de Santiago, cuidando de que no caigan en manos de “Enemigos de su Majestad”. Sorprende que el lenguaje mercantil del siglo XVI aún se refiera a Galicia como “País de Santiago”. 66 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. 4. Peregrinos desde el Mar del Norte En 1217 un grupo de cruzados se reúnen en Vlaardingen, cerca de Rótterdam para emprender el viaje hacia Tierra Santa. Llegan a A Coruña y caminan hasta Santiago. Para Herbers(1998), este es un caso excepcional cuando hablamos de cruzados, pues la mayoría preferirían el camino desde Noia, que era mucha más corto. Para el caso de los peregrinos holandeses y belgas Ferreira encuentra un vacío documental que no permite profundizar demasiado sobre las relaciones marítimas comerciales entre estos puertos y Galicia, aunque supone que eran activas y frecuentes, particularmente con el puerto de Brujas. Las peregrinaciones también definirían en parte las relaciones entre Galicia, los frisones y los Países Bajos. Una ruta empleada desde los primeros tiempos por los peregrinos-cruzados, no sólo para venir a Santiago sino para continuar la peregrinación hasta Jerusalén, sería la de navegar el canal a la vista de la costa inglesa y cambiar el rumbo hacia el sur recalando en Bretaña y la costa norte de Castilla, desde donde seguían el litoral, una ruta bien conocida también por los frisones. Seguramente se trataba de nobles bien armados que incluso se vieron involucrados en los conflictos armados de Galicia. Durante los siglos XIV a XVI el flujo de peregrinos de los Países Bajos es constante y la mayoría de ellos tienen poca relación con el comercio. Buena parte de ellos son condenados por sentencia judicial que peregrinan a pie hasta Galicia, visitando no sólo el santuario del Santo sino también otros santuarios costeros como Padrón, Finisterre y Santa María de Ortigueira. Al terminar su peregrinaje, se reunían en A Coruña a la espera de un buque que los llevara de regreso, llegando a ser miles, según algunos relatos. Esta situación nos hace pensar en una línea marítima activa y frecuente en dirección al norte de Francia y Flandes. 5. Peregrinos desde Bretaña y Gasconia La carta de navegación que se presenta está fechada en 1648 y muestra a lo largo de la costa cantábrica un cordón que allí se cataloga como “chemin de traison”, en oposición al “chemin traditionnel” que constituye lo que hoy llamamos Camino Francés. Enlaza las poblaciones marinas del Golfo de Gasconia: Soulac, Grayen, Vendays, Hourtin, Carcans, Lacanau, Bayonne y St. Jean de Luc, entre otros. El corredor del “chemin de traison” remata en A Coruña. El “Chemin de Traison”, 1648. 67 Carlos Andrés Mendoza Ávila Para Ferreira, la peregrinación desde Bretaña a Santiago tomó carácter estatal por el voto del duque Jean V al ser capturado como prisionero de guerra. Liberado por aliados ingleses, visitará personalmente el santuario y en los años posteriores enviará un representante, hasta cuando en 1429 el Papa le conmutó su voto por una ofrenda. Esta circunstancia pudo haber influido en la vocación jacobea de sus súbditos. Respecto a embarques hacia Galicia, no se conservan licencias como en el caso inglés, de manera que poco podemos saber sobre la naturaleza y magnitud del fenómeno. Mejor documentados están las peregrinaciones de nobles y clérigos, que generalmente prefieren el camino terrestre y alojarse en castillos y abadías. Es posible que las peregrinaciones marítimas estuvieran conformadas por grupos populares de feligreses de una parroquia con un sacerdote al frente, como tenemos evidencia del viaje del Notre Dame de Tréguier, que visitó Galicia en 1416 y fue capturada por navegantes de Plymouth en su viaje de regreso. El viaje seguramente se realizaba en el verano, propicio para el peregrinaje y el transporte de sal, pero no es posible saber si la ruta comercial correspondía con la ruta de peregrinaje, dada la escasez documental. Suárez y Sáiz destacan la importancia en la Edad Media del puerto de Soulac, en Aquitania, pues allí se cargaba el vino de Burdeos hacia Inglaterra. Los peregrinos se valían de estos mismos navíos, que volvían sin carga de las islas, para cruzar el canal y encontrarse con peregrinos de todas las naciones que se reunían en el santuario de Santa Verónica, en Soulac. En Bayona tenemos un Apóstol peregrino del siglo XIII en la fachada de la iglesia de Nuestra Señora. En Soulac se cumplían los requisitos económicos que latían detrás de las expediciones, ya que se atracaba con peregrinos en la costa francesa y se regresaba cargado de vino a Inglaterra. Rivalidades entre puertos por el control de esta ruta llevarán incluso a episodios sangrientos en 1343 entre Soulac y la vecina Talais, precisamente por el embarco de unos peregrinos. De Soulac, pasando por Bayona e Irún, caminan los peregrinos hasta Burgos. 6. Peregrinos desde el Hansa En las ciudades hanseáticas alemanas el Apóstol Santiago era un santo muy popular. Es posible encontrar muchos altares y capillas dedicadas al Apóstol en los vecindarios desde Bremen hasta Reval y las peregrinaciones 68 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. al propio santuario de Compostela eran frecuentes, al menos entre la segunda mitad del siglo XIII hasta el primer tercio del siglo XVI. Encontramos una guía del Peregrino editada en lenguaje bajo-alemán impresa en Brunswick en 1518, aunque se trate simplemente de una traducción de la guía del monje Hermann Künig von Vach del valle del Rhin. Es decir, no es una guía pensada para el peregrino hanseático, pero nos da una idea de lo popular que sería el peregrinaje en esta época. La nobleza alemana no estaba interesada en el peregrinaje a Compostela, ya que preferían unirse directamente a la guerra santa de la Orden Germánica contra los infieles. Así que los peregrinos que venían del Hansa pertenecían principalmente a las clases altas y medias de la municipalidad, mercaderes y artesanos, y algunos miembros de clases más bajas. La decisión de hacer el camino por vía terrestre o marítima era cuestión netamente financiera, demostrado por el hecho de que muy pocas autoridades municipales optaron por el viaje terrestre. Sin embargo, es posible que solo pocos pudieran costear la travesía completa en barco, así que lo más habitual era hacer una parte por mar y otra por tierra. Los peregrinos del Hansa, tras realizar el peregrinaje terrestre podrían acercarse a la costa en Burdeos o Bayona para embarcar en un navío comercial hasta A Coruña. Los pobres recibían en algunas ocasiones alguna ayuda en los monasterios y acogida en los hospitales que desde el siglo XIII fueron construidos para ellos en las ciudades de Hamburgo, Lübeck, Rostock y Hildesheim. Favreau-Lilie destaca que las clases altas que peregrinaban en barco decidían tomar esta alternativa conscientes de la reputación social asociada al medio de transporte empleado. En el Medioevo, la ruta más habitual para alcanzar desde el norte del Imperio Germánico la península ibérica sería el camino terrestre. Se caminaría principalmente por la vía de Aquisgrán para encontrar alguno de los caminos que desde Francia comunican con Compostela. La alternativa marítima sencillamente no era posible por peligrosa y larga. Aunque desde el siglo XII cruzados embarcados en naves que partían del norte de Europa fueron conociendo poco a poco las costas españolas, haciendo escala frecuente en el santuario compostelano antes de continuar la travesía hacia el Mediterráneo, debemos esperar hasta la segunda mitad del siglo XIV para el desarrollo de rutas comerciales habituales entre el Báltico y la costa norte y occidental de la península. Barcos mercantes tocarían los puertos de Asturias, Galicia y Portugal para comerciar con cereales y arenque y cargar sus 69 Carlos Andrés Mendoza Ávila barcos con hierro, lana, aceite, especias, vino y uva. Será entonces cuando el peregrino del norte encuentre la oportunidad de optar por la vía marítima para llegar a Compostela o regresar a su tierra una vez completado el recorrido terrestre. Además, queda claro que el transporte de peregrinos era un negocio suplementario rentable para los armadores, siendo la combinación de mercancías y peregrinos habitual. El peregrino debía supeditarse a las necesidades comerciales del barco mercante que lo transportaba. Por ejemplo, en 1508 un buque con 150 peregrinos salió del puerto de Stralsund rumbo a A Coruña. Antes de arribar, tocó diversos puertos en Noruega, Escocia, Flandes, Inglaterra y Francia. A aquellos peregrinos les tomó meses realizar el recorrido que apenas una década después realizaría un barco mercante en 9 semanas, incluyendo ida y vuelta. Saber si había viajes directos con una carga exclusivamente de peregrinos hacia A Coruña es un tema difícil de esclarecer, pues en los archivos se hace referencia a cualquier nave embarcando hacia las costas españolas como realizando un viaje “al Apóstol Santiago”. Pero esta misma situación evidencia los cercanos vínculos entre el viaje comercial y el de peregrinación. Favreau-Lilie dice que sólo se hacen referencias explícitas a buques peregrinos en Hamburgo y Stralsund, aunque es claro que otros puertos eran usados por los peregrinos para partir hacia Galicia. Se estima además que los grupos de peregrinos no serían demasiado grandes, aunque cabía la posibilidad de números importantes, como los 150 peregrinos del buque de Stralsund. Ferreira dice que no se conocen travesías de barcos gallegos más allá de la isla de Walcheren, al sur de Holanda y que tampoco se puede hablar de una relación comercial entre los puertos del Hansa y el Báltico con Galicia. Para Ferreira, la presencia de barcos germánicos en puertos gallegos se explica por el peregrinaje jabobeo. Naves partiendo de Lübeck, Stralsund, Danzig, Rostock y Hamburgo viajarían hasta el “país de Santiago” de manera frecuente entre el siglo XIV y el XVI, trayendo peregrinos renanos, colonienses y escandinavos. Esto no significa que no aprovecharan el viaje los armadores para múltiples operaciones mercantiles, como lo evidencia el viaje del mercader de Lübeck Heinrich Dunkelgund, que en 1479 realiza transacciones en varios puertos en su viaje transportando peregrinos. Así que no hay evidencia de un comercio directo entre Galicia y el Mar del Norte. Los buques del Hansa que hacen presencia en Galicia serían más bien mercenarios, intermediarios del comercio inglés y flamenco, que nave70 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. gaban por la costa del Golfo de Vizcaya, incluso fletados por gallegos para el transporte de mercancías en tiempos de guerra, aprovechando su bandera neutral. Los grandes buques hanseáticos que hacían la travesía directa hasta Portugal para comprar sal no recalaban casi nunca en Galicia. Estos pequeños buques del Hansa desaparecen del Golfo de Vizcaya a partir de mediados del siglo XV, una vez firmada la paz entre Inglaterra y Francia y encontraremos sólo buques de peregrinos navegando desde el norte de Alemania hasta Galicia con muy poco comercio asociado. Para el intercambio comercial entre las dos regiones servirá de articulación el puerto de Brujas. El caos generado por las guerras entre Inglaterra y Francia fue un obstáculo para los peregrinos que caminaban del norte de Europa hacia Compostela, sobretodo porque su ruta, la Niederdeutsche Strasse, atravesaba frecuentemente zonas en conflicto. La inseguridad en el viaje terrestre hacía a las propias autoridades locales de las ciudades del Hansa recomendar la ruta marítima, cuando no prohibir expresamente la peregrinación terrestre. A pesar de las evidencias de un contacto temprano y permanente entre los países de los mares del norte y el Cantábrico, no debemos pensar en la existencia en el Medioevo de un flujo de relaciones comerciales (e incluso relaciones culturales y religiosas) articulando los dos mares. Por una parte tenemos la fluida relación entre Escandinavia y el Hansa alrededor del mar Báltico, y por otro lado el florecimiento de relaciones entre España, Inglaterra y Francia. Los puertos de los Países Bajos en el Mar del Norte sirven de bisagra entre estos dos espacios naturales. 7. Un perfil de las vías marítimas históricas No nos queda claro cuándo comenzaron las peregrinaciones por mar a Compostela. Alguno ve como evidente que en los primeros tiempos la ruta marítima sería frecuente, incluso antes de la consolidación de la vía terrestre. Para otros, la vía marítima se consolida mucho después, ofreciendo más bien una alternativa al tradicional Camino Francés. Muchos historiadores ven en las incursiones escandinavas las primeras peregrinaciones marítimas. Para otros, estas expediciones son de conquista y saqueo, de manera que estos navegantes arriban a Galicia a un territorio “conquistado”. Luego encontramos los viajes de los cruzados a Tierra Santa con la frecuente escala para visitar al Apóstol. Aunque muchos plantean que las cruzadas no son 71 Carlos Andrés Mendoza Ávila más que una peregrinación armada, otros desean separar los dos procesos. En todo caso, queda clara la incidencia de los viajes de los cruzados en el posterior desarrollo de las peregrinaciones marítimas. Desde el siglo XIII comienzan a hacer presencia en Compostela los mercaderes del norte de Europa. A partir de la apertura de las rutas comerciales del arco atlántico, se generará un flujo permanente de intercambio comercial y de peregrinaciones. Para muchos, este es el verdadero inicio de la peregrinación marítima como fenómeno colectivo, peregrinación que se mantendrá hasta el siglo XVI, aunque algunos pocos casos de relieve se darán aún en el siglo XVII. Trataremos de caracterizar en pocas líneas las travesías marítimas de peregrinación en este período: · Las peregrinaciones marítimas parten de todos los puntos de la costa occidental europea, y aunque algunos puertos pueden ser identificados como puntos de reunión de peregrinos venidos de diversas procedencias, en realidad todo puerto que mantuviera relaciones comerciales de media distancia se encontrará involucrado en el peregrinaje marítimo. · En términos generales, se puede argumentar que las rutas comerciales soportan las rutas de peregrinación, aunque no coincidan exactamente. · No existían embarcaciones específicas para el peregrinaje. Los mismos barcos serían utilizados para el comercio, la guerra y el peregrinaje. · Las expediciones tenían una motivación mixta, tanto para armadores como para peregrinos. Comercio, saqueo y guerra se combinan con la motivación religiosa de quienes parten en peregrinación marítima. Pocos serán los casos de viajes de exclusiva peregrinación, encontrando evidencia documental de esta situación solo para el caso inglés en el siglo XVI. · El viaje podía ser directo, cruzando el Golfo de Vizcaya, o bordeando la costa con un evidente interés comercial. · Los grupos de peregrinos eran pequeños, por lo que sorprende alguna referencia que habla de 400 en una peregrinación desde Irlanda. En términos generales se habla de 50 a 100 peregrinos por embarcación, llegando en algún caso a 150 en las grandes embarcaciones que venían desde el Hansa. 72 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. · La duración del peregrinaje marítimo en viaje sin escalas se extiende desde los tres días que puede durar un viaje desde Irlanda, hasta las nueve semanas del recorrido desde Stralsund. · El viaje era difícil por el hacinamiento, el aburrimiento y los malos olores. · La peregrinación marítima exige un gasto monetario mayor para el peregrino que el viaje terrestre. Esta distinción parece haberle dado status al peregrinaje marítimo, en el Hansa particularmente. · Era habitual la combinación de tramos por tierra y tramos marítimos, particularmente por el costo del viaje en barco. II. La travesía marítima en la actualidad Hoy en día no es posible hablar de una ruta marítima de peregrinación a Compostela. El Perfil e caracterización dos peregrinos estranxeiros 2007, elaborado por el Instituto de Estudios Turísticos de Galicia, reproduce las conclusiones del Observatorio do Camiño para el 2007 en lo referente a aquellos que comienzan la ruta en algún punto de Galicia y que han utilizado un medio de transporte para llegar. El peregrino extranjero viene principalmente en avión (43,3%) o en tren (40%), mientras que un 25% utilizan un bus de línea regular y un 16% un vehículo privado. Los dos últimos son los medios preferidos por los españoles, siendo el uso del avión mucho menor. Para el camino de regreso el 70% de los mismos utiliza el avión. Es decir, las rutas marítimas no tienen ninguna relevancia. En todo caso, en estas estadísticas pueden ser invisibles casos de peregrinos que utilizan alguno de los trasbordadores que hacen puerto en Bilbao o Santander, para continuar desde allí el Camino del Norte. En el reportaje de Donata Bustamante sobre los resultados de Brittany Ferries en 2007, se hace expresa alusión a la llegada de peregrinos en el trasbordador a Santander, aunque denotando cierta excepcionalidad: “El ferry es utilizado cada año por un club de coches clásicos y hasta por peregrinos del Camino de Santiago”. De manera que si hablamos de travesías marítimas hoy, no estamos hablando del Camino. 73 Carlos Andrés Mendoza Ávila 1. Situación actual de las líneas marítimas de pasajeros a la costa norte peninsular En la actualidad existen tres líneas de trasbordadores de pasajeros cruzando el Golfo de Vizcaya, uniendo el sur de Inglaterra con el oriente de la costa cantábrica española. Dos compañías operan este servicio. La naviera P&O Ferries, con sede en Dover, ofrece una conexión semanal entre los puertos de Portsmouth y Bilbao. La compañía tiene cinco rutas intraeuropeas: Calais – Dover, con 23 recorridos al día; Rótterdam – Hull, con una frecuencia diaria y travesía nocturna; Zeebrugge – Hull, con frecuencia diaria y travesía nocturna; Bilbao – Portsmouth, con salidas cada tres días; Larne – Cairnryan o Troon, con opción de servicio extra rápido conectando Inglaterra e Irlanda en una hora, o un servicio más de ocio, que las conecta en dos horas. Además, ofrece minicruceros, es decir, travesías de 3 o 4 días visitando uno de los puertos de base en Inglaterra. Esto no es más que la utilización de los trasbordadores en su frecuencia habitual ofreciendo una reserva de hotel incluida. Complementando el servicio para contenedores que puede transportar en su línea de trasbordadores para pasajeros, ofrece trasporte exclusivo de contenedores desde los puertos de Teesport, Tilbury, Liverpool y Dublín. La línea Portsmouth – Bilbao la cubre el trasbordador Pride of Bilbao, un trasbordador de 37.800 toneladas, con capacidad para 2500 pasajeros y 580 coches, y una velocidad de servicio de 22 nudos. En 2008 trasportó 191.000 pasajeros, unos 4.000 menos que en 2007, según datos de José García, redactor de El Correo Digital. Un total de 40.000 coches viajaron en sus bodegas. El grado de ocupación media rondó el 70%, unos 1750 pasajeros por travesía. La mayor parte de sus usuarios son británicos, con sólo un 20% de usuarios vascos y de comunidades vecinas. El tiempo de estancia medio es corto, de un par de noches. En 2006 Acciona Mediterránea inauguró la ruta Portmouth – Bilbao, pero sólo 10 meses después suspendió operaciones. Había transportado unos 23.000 pasajeros frente a los 200.000 que trasportó P&O ese mismo año. 74 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. Embarque del ferry, puerto de Plymouth, 2009. La naviera Brittany Ferries, con sede en Plymouth, nació en 1972 con la intención de transportar productos agrícolas desde Roscoff, en el norte del Finisterre francés, hasta Inglaterra. Poco después abrió el servicio de transporte de pasajeros y nuevas líneas con Bretaña. En 1978 abre la línea entre Plymouth y Santander. Actualmente ofrece las siguientes líneas, con 6 trasbordadores tradicionales y 2 catamaranes de alta velocidad: Caen-Portsmouth – hasta 4 salidas al día Cherbourg - Portsmouth – hasta 2 salidas al día Cherbourg - Poole – hasta 3 salidas por día Roscoff - Plymouth – hasta 3 salidas por día Roscoff - Cork – frecuencia semanal St Malo - Portsmouth – frecuencia diaria Santander - Plymouth – frecuencia semanal Santander-Portsmouth – frecuencia semanal Podemos concluir de la anterior información lo siguiente: · El servicio de frecuencia regular de transporte de pasajeros se combina con el transporte de vehículos y de carga. Esta combinación es lo que hace rentable el servicio · El servicio de transporte de pasajeros vino detrás del establecimiento de un intercambio de mercancías 75 Carlos Andrés Mendoza Ávila · La frecuencia que manejan las dos compañías es semanal, lo que nos da una idea del volumen de pasajeros que tiene que moverse por una línea de estas características · El fracaso de la línea de Transmediterránea puede hacernos pensar que el tamaño del mercado de pasajeros entre Inglaterra y España ha tocado su límite: alrededor de 400.000 pasajeros al año · Es posible también que sea ese hinterland el que ha llegado a su techo y que otro destino en la península es viable. La travesía entre Plymouth y Santander. Para comprender lo que es una travesía marítima desde el sur de Inglaterra y la costa norte española hoy en día, decidimos utilizar el servicio de Brittany Ferries. Describimos la experiencia para exponer la naturaleza del viaje. Brittany Ferries cuenta con un muelle de embarque exclusivo en la ciudad de Plymouth, de manera que toda la estación y sus servicios son gestionados por la propia compañía. En Santander, las instalaciones son de la Autoridad Portuaria y son gestionados por la consignataria Modesto Piñeiro. La travesía se realiza en un gigantesco trasbordador, el Port-Aven, un barco construido específicamente para cubrir esta ruta. Transporta hasta 2400 pasajeros, 183 tripulantes y 650 coches, alojados en 650 cabinas y 47 sillas reclinables y tres niveles de estacionamiento de vehículos. El buque costó 100 millones de libras y es el más grande trasbordador operando en el Norte de Europa, con sus 41.700 toneladas y 27 nudos de velocidad de servicio. En 2004 reemplazó al Val de Loire, en una operación que ha de entenderse como la “potenciación” de la línea de Santander. Se trata de un barco de lujo, con dos comedores, cafetería, comedor para conductores de carga, teatro bar de dos plantas, piano bar, piscina, cinema y tienda. Siguiendo los datos que aporta Donata Bustamante, redactora de El Diario Montañés de Santander, desde que se inauguró la línea marítima PlymouthSantander en 1978 hasta el inicio de la temporada 2008, Brittany Ferries había transportado más de 3,6 millones de pasajeros. En 2007 trasportó 161.000 personas, cifra superada sólo en los años 1994 y 1996. La carga media por travesía fue de 1.940 pasajeros y 459 coches. La línea es utilizada básicamente por familias inglesas de vacaciones en España con su coche, aunque la compañía ha notado que la ocupación media por vehículo ha descendido 76 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. con el paso de los años. De manera contraria, las autocaravanas y remolques diversos van en aumento. También la carga de mercancías aumenta, trasportando unas 700 toneladas en 2007. Aunque buena parte de los pasajeros son propietarios de casas y fincas en España, se destaca el éxito que está teniendo la modalidad de mini-crucero, donde el visitante pernocta sólo un par de noches en Cantabria y luego regresa. Según este mismo diario, en 2008 el trasbordador trasportó 180.000 pasajeros. La gran mayoría de pasajeros viaja en camarotes de diversas categorías, ya que la travesía exige una noche a bordo. Personalmente escogí una silla reclinable por la que pagué una tarifa similar a lo que podría pagar en un vuelo comercial de bajo coste (68 euros), que sería la alternativa para realizar el viaje. Un camarote para un pasajero que viaja solo no es rentable, si viaja acompañado es una buena opción. Las sillas son cómodas como sillas pero no como camas, de manera que no se duerme demasiado bien. Además, la sala tiene 47 sillas y varios de los pasajeros roncan. Muchos de ellos extienden sus bolsas de dormir en el suelo, en los pasillos entre las sillas. Se pasa buena parte de la noche entrando y saliendo de la sala para descansar las piernas. Además, el movimiento del barco, aunque leve por el tamaño de la embarcación, produce mareo. La travesía dura 20 horas, saliendo en la tarde de Plymouth y llegando al medio día a Santander. La salida y la entrada a los puertos es espectacular, lenta. La llegada es como una larga transición que permite al pasajero aproximarse a su destino preparando el espíritu para la experiencia que se vivirá en la tierra que lo recibe. Hago esta descripción para poder equiparar la experiencia con lo que habrán vivido los peregrinos medievales. A pesar de haber referido algunas incomodidades nocturnas, superables si se viaja en cabina, creo que las dos experiencias no son comparables. Las embarcaciones actuales trasmiten seguridad y comodidad. Y lo son. Si el viaje medieval estaba caracterizado por la percepción de riesgo permanente, hoy en día el pasajero se siente seguro. Si el viaje medieval se caracterizaba por las largas horas de inactividad y de hacinamiento, un viaje aburrido, los buques que ofrecen el servicio actualmente ofrecen al pasajero diversidad de actividades lúdicas para entretenerse. Y particularmente se ofrece comodidad y lujo. 77 Carlos Andrés Mendoza Ávila Los cruceros. Sólo deseo hacer una rápida referencia a los grandes cruceros que atracan en los puertos de A Coruña y Ferrol y que en una aproximación desprevenida podrían parecer una alternativa para el transporte de peregrinos hasta los puertos de inicio del Camino Inglés. Podríamos entender que contamos con un mercado potencial en los cerca de 60 cruceros que atracan en A Coruña cada año, transportando unos 65.000 viajeros, con un porcentaje importante de desplazamientos a Santiago. La realidad es que ninguno de esos pasajeros realizan el peregrinaje. En estos cruceros la visita al Santuario se realiza en un solo día, con transporte en autocar desde el puerto hasta la ciudad, y esto obvia el recorrido intermedio que es lo que constituye el propio Camino. El “Jeanie Johnston”. En la introducción a este apartado hemos dicho que no existe hoy en día una ruta marítima asociada al peregrinaje, y mucho menos al Camino Inglés. Pues hay una, pero la excepción confirma la regla. El Jeanie Johnston es una réplica de la nave del siglo XIX del mismo nombre, un velero de tres mástiles y 510 toneladas, una de las últimas embarcaciones de su clase antes de la llegada de los barcos a vapor. Su construcción exigió una extensa labor de investigación que comenzó en 1993 como proyecto de recuperación de la memoria marítima de Irlanda, que culminó con la botadura de la nueva embarcación en 2002. El 30 de agosto de 2008 el buque Jeanie Johnston cubrió la ruta directa desde Irlanda hasta Ferrol. Los pasajeros eran exalumnos del Blackrock College y realizaron el Camino Inglés, recreando la peregrinación medieval desde Dublín hasta Ferrol, además de recoger fondos para la investigación del cáncer de tracto digestivo en el Hospital de Santiago, en Dublín. La noche en Ferrol, antes de iniciar el camino, la pasaron en el Parador Nacional, donde se encontraron con otros peregrinos que se les unieron en la peregrinación terrestre aunque no realizaron la travesía en barco. Esta misma ruta la había realizado el Jeanie Johnston en septiembre de 2004 desde el puerto de Dun Laoghaire – Dublín, hasta A Coruña. En 2007 realizó el viaje en mayo desde el puerto de Dingle (Kerry), en el extremo suroeste de Irlanda hasta A Coruña. En mayo de 2008 parte desde el puerto de 78 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. Waterford, al sur de Irlanda, pasando cerca de las Scilly Islands para continuar directamente a A Coruña, en un viaje que tomó 4 días, tras los cuales sus 29 pasajeros caminaron tres días más para completar el trayecto hasta Santiago. El regreso lo hicieron en avión hasta Dublín. La travesía pretendía recrear las peregrinaciones que James Rice, alcalde de Waterford, realizó en el siglo XV. El viaje fue organizado por el Waterford Museum of Treasures. El viaje comenzó precisamente con la visita a la tumba de Rice en la Christchurch Catedral, un magnífico mausoleo en piedra que el alcalde encargó antes de partir en su segunda peregrinación. El viaje tuvo un costo por pasajero de unos 2,000 euros incluyendo la travesía marítima, los hoteles y buses en Galicia, el viaje aéreo de regreso a Dublín y el bus hasta Waterford. Aunque sin duda divertido, no es un viaje de ocio el que ofrece el Jeanie, pues todos los pasajeros firman como “marineros en prácticas”, de manera que asesorados por la tripulación profesional, se encargan de los quehaceres de la travesía abordo. El leer las diversas crónicas disponibles en Internet de quienes han vivido esa experiencia nos hace pensar que es necesario hacer la travesía en un barco de vela para entender lo que enfrentaron y sintieron los muchos peregrinos que viajaron por mar a cumplir El Jeanie Johnston, siglo XXI. con la peregrinación a Santiago. Y ésta es una poderosa replica nueva de un gran velero del siglo XIX!! No hablamos de los famosos English Cogs, con una sola vela y castillo en proa y popa para la defensa (y resguardo del capitán y algún viajero ilustre). Estando habituada a travesías de largo recorrido (su viaje inaugural fue hasta América), Jeanie no salió a navegar en 2009 y se espera el programa 79 Carlos Andrés Mendoza Ávila de actividades para el próximo año. Este año su principal actividad es el alquiler para fiestas y reuniones de empresa, además de la visita a su museo de abordo. 2. ¿Hacia dónde navegamos? Con los datos e información presentada en las páginas anteriores, ofrecemos ahora algunas consideraciones estratégicas sobre la revitalización de las vías marítimas asociadas al Camino Inglés. Para ello debemos enmarcarnos en dos conceptos que están determinando las políticas de potenciación del transporte marítimo a nivel europeo y el diseño de nuevas líneas de transporte: las Autopistas del Mar y el concepto de Short Sea Shipping (SSS). Autopistas del mar El concepto de “autopistas del mar” lo presenta por primera vez la Comisión Europea en el famoso Libro Blanco sobre la política de transportes en Europa, en 2001. Se tenía en mente una salida a los cuellos de botella transfronterizos presentes en la Red Transeuropea de Transportes, articulando el transporte marítimo de corta distancia en la cadena logística. A partir de allí, el concepto de “autopista del mar” ha sido definido en términos generales así: · Es un corredor marítimo que une al menos dos áreas marítimas costeras de Europa · Utiliza el transporte marítimo de corta distancia como medio principal · Permite superar un cuello de botella geográfico · Aporta un espacio de cooperación entre las regiones a diferentes niveles. Queda asociado a las “autopistas del mar” el concepto de “puerto de acceso”, donde un puerto será escogido como punto de entrada al corredor si cumple criterios como su conectividad con la Red Transeuropea de Transportes; la simplificación de los procesos administrativos y de gestión; y la existencia de operadores que garanticen un servicio fiable y regular. La incorporación de criterios ambientales en la gestión de las actividades portuarias también es 80 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. relevante. En último término, estamos hablando de rutas con una calidad de servicio que las distinga de otras rutas convencionales. El nombre en inglés para esta distinción es el de Motorways of the Sea Quality Label (MSQL) y para poder obtener el título de cabecera oficial de la ruta, los puertos deben cumplir con los requisitos expuestos. En resumen, las “autopistas del mar” son grandes corredores marítimos que conforman una red transeuropea surcada por barcos de alta velocidad operando entre los grandes puertos europeos. En una primera etapa, el ámbito de actuación se limita al tráfico de mercancías. Pero una vez consolidado, seguramente se pasará al transporte de pasajeros. En principio, Bruselas ha diseñado cuatro zonas marítimas que se articulan a la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) y trabajará por proyectos en la consolidación de rutas marítimas en dichas zonas a través de subvenciones directas. Las zonas definidas son: · Autopista del Mar Báltico · Autopista marítima de Europa Occidental · Autopista marítima de Europa Suroriental · Autopista marítima de Europa Suroccidental Los puertos españoles se ven integrados en dos de estas grandes rutas: la ruta del Oeste y la ruta del Suroeste. Las autopistas más avanzadas son las del Oeste, donde Gijón, Santander, Bilbao y Vigo están trabajando con navieras como Acciona Transmediterránea, Brittany Ferries, Grimaldi, el grupo Louis Dreyfus y CMA-CMG. Autopistas del Mar. 81 Carlos Andrés Mendoza Ávila Por el momento, existe un memorando firmado en París el 27 de febrero de 2009 por los responsables de Transportes de España y Francia para que Vigo sea “puerto de acceso” a la ruta que enlazará los puertos franceses de Nantes-Sant Nazare y Le Havre con Algeciras, con un ramal que conectará con el puerto de Gijón. Según información de El Correo Gallego, el operario sería Acciona Transmediterránea, aunque el ramal de Gijón sería gestionado por el consorcio conformado por Louis Dreyfus y Grimaldi. En todo caso, aunque no estén enmarcadas dentro del modelo de “autopistas del mar”, ya existen navieras que ofrecen servicios regulares de tráfico intraeuropeo. Se han desarrollado preferentemente donde las condiciones son más favorables, es decir, donde la distancia marítima es inferior a la de la carretera, como en el Mediterráneo y el Arco Atlántico. Aunque hemos dejado claro que las “autopistas del mar” están pensadas en una primera etapa sólo para transporte de mercancías, hemos visto el tema con cierto detalle porque debemos entender hacia dónde van las políticas de promoción de rutas marítimas de la Unión Europea y en último término, de los gobiernos nacionales: calidad de servicio, facilidad de trámites, calidad ambiental y velocidad en el traslado. Cualquier iniciativa deberá tener en cuenta este marco de actuación. Lo que es evidente es que no podemos esperar a la consolidación de las autopistas para mercancías para comenzar a implementar vías de transporte de pasajeros. El modelo de las “autopistas del mar” no es más que un esquema de financiación pública de proyectos. Lo dicho: lo importante es el concepto, porque las iniciativas de revitalización de las vías marítimas para el Camino Inglés pueden entrar en el modelo. Para ello, revisemos el concepto del Short Sea Shipping. Short Sea Shipping. La mejor traducción al español del concepto de Short Sea Shipping (SSS) sería “navegación de cabotaje”, pero podemos comprender mejor la idea si hablamos de “transporte marítimo de corta distancia”. Sin embargo, el concepto de “corta distancia” puede ser un poco subjetivo. En realidad, hoy en día entendemos el SSS como el transporte marítimo integrado en una cadena logística de entrega puerta a puerta. Lo que se persigue es que el transporte terrestre tradicional se complemente con el transporte marítimo para lograr una reducción de costes económicos, ambientales y la reducción 82 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. de los tiempos de entrega. Resumiendo, podemos decir que actualmente el SSS se piensa como “el transporte marítimo de carga general y/o pasajeros integrado en una cadena intermodal que compite con otras cadenas exclusivamente terrestres (Carlier, 2003). ” Apliquemos la lógica del SSS al tema que nos ocupa. Hemos visto que el Camino Inglés es el itinerario jacobeo menos recorrido e iniciativas como la Beca de las Cámaras de Comercio de los Caminos Jacobeos precisamente buscan la promoción de cierto camino en particular, en último término, mejorar la posición que se tiene frente a itinerarios alternativos. Si los demás caminos se han consolidado como recorridos netamente terrestres, el Camino Inglés puede buscar en el concepto SSS una alternativa para mejorar su posición competitiva. Mirando con detenimiento las rutas utilizadas por los peregrinos medievales, encontramos la aplicación de los criterios que soportan el SSS. No lo llamaban así, pero la lógica los llevaba a tomar estas decisiones racionales, económicamente hablando, de combinar alternativas de transporte para lograr los menores costes en dinero y tiempo. Los ingleses tomaban un barco hasta Burdeos o la costa norte española y luego remataban el camino por vía terrestre. De la misma manera, los peregrinos del Hansa caminaban hasta Burdeos para tomar cualquier buque mercante que los llevara hasta A Coruña y luego caminar a Santiago. En último término, la revitalización de las vías marítimas en el Camino Inglés no es sino una solución SSS, donde se realiza una travesía marítima de 4 días desde el sur de Irlanda, por ejemplo, y se utilizan las vías terrestres (tradicionales) durante unos días más para llegar a Santiago. De manera que podemos buscar una solución que satisfaga los criterios contemporáneos de racionalización de medios de transporte sin temor a contravenir las lógicas centenarias del Camino. Uno de los aspectos más importantes que debemos resaltar del modelo de las “autopistas del mar” es que se prima la calidad del servicio. Y esa calidad debe evidenciarse en todos los tramos del sistema, tanto en el trayecto marítimo, como en el trayecto terrestre. Así que es igual de importante trabajar en el diseño de un servicio de calidad en el mar, en el puerto y en el recorrido del Camino Inglés. El peregrino debe encontrar no sólo un nivel de calidad en los servicios navieros sino también en los servicios asociados a su recorrido por el Camino: señalización, restauración, hospedaje, seguridad, hospitalidad del entorno, calidad del medio ambiente. Estamos englobando la totalidad de una cadena logística intermodal. En términos 83 Carlos Andrés Mendoza Ávila para el Camino Inglés: debemos poder ofrecerle al peregrino un servicio de transporte marítimo de calidad, un servicio portuario de calidad, un itinerario terrestre de peregrinaje de calidad, y así garantizar la satisfacción de la experiencia del peregrinaje por el Camino Inglés. Y en este sentido debe definirse nuestro pensamiento estratégico. La clave está en hacer de la travesía marítima una extensión del peregrinaje: el peregrinaje no comienza cuando se comienza a caminar, sino en el momento en que se recibe al peregrino en el puerto de origen. III. El diseño de una ruta marítima para el Camino Inglés Retomando las conclusiones del apartado histórico de este trabajo, tenemos que los peregrinos tenían dos opciones básicas para la travesía marítima: · Fletar un barco con el propósito expreso del peregrinaje · Utilizar los barcos mercantes que en su ruta comercial habitual pudiera trasportarlos Las travesías se realizaban básicamente a mediados del año, por las condiciones de navegación en el Golfo de Vizcaya en el invierno. Estas siguen siendo hoy en día nuestras mismas posibilidades: · Cruceros con el objetivo exclusivo del peregrinaje · Diseñar una línea de trasbordador de frecuencia regular para el uso de pasajeros con diversas motivaciones para el viaje (peregrinación, cartouring, turismo, trabajo) 1. Cruceros con el objetivo exclusivo del peregrinaje Dentro de la modalidad de cruceros, la primera alternativa estaría inspirada en la experiencia del Jeanie Johnston. Se trataría de barcos de poco tonelaje, pensados para el transporte exclusivo de pasajeros, que hagan de 84 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. la travesía una experiencia de intercambio con el medio marino. Es decir, un contacto con el medio natural y con la vida abordo. Un “buque-escuela”, donde el peregrino sea partícipe de la navegación. Este tipo de turismo marítimo activo ya va logrando cierta trayectoria en Galicia, particularmente en el sector de la pesca, en jornadas de un día donde los turistas participan de la actividad y se aproximan a las artes de la pesca. Aquí trabajaríamos con peregrinos dispuestos a ser aprendices de marineros. Que los buques sean réplicas de naves históricas, enriquece la experiencia. Pero buques modernos de poco calado cumplirían el objetivo. Eso sí, lo ideal serían veleros, que exigen una actividad de navegación muy superior a un buque impulsado por motor. El grupo de peregrinos no podría ser muy numeroso, pero el Jeanie Johnston ha logrado acomodar casi 30 personas en sus actividades. La segunda alternativa sería un crucero en un sentido más tradicional, donde el peregrino sería simplemente un pasajero. El crucero tendría que garantizar la posibilidad del viaje de ida y vuelta, si el peregrino lo desea. Entendiendo que el peregrino necesita al menos 5 días para recorrer el Camino Inglés desde Ferrol (3 si lo hace desde A Coruña) y que, según los datos aportados en el informe del Instituto de Estudios de Turismo de Galicia, el peregrino medio pasa entre una y dos noches en Santiago, supondría que el barco debería estar en puerto entre 5 y 8 días. Esta sería la misma idea de los “package tours” que Wendy Childs definia para el medioevo. El tamaño del buque será proporcional a la capacidad de atracción que tenga el crucero para que peregrinos y turistas en general encuentren interés en realizar la travesía. Queda claro que la oferta no puede limitarse a aquellas personas que realizarán el Camino, pues algunos encontrarán en este minicrucero, es decir, en la travesía y el tiempo de estancia en Galicia, una oferta atractiva independientemente del peregrinaje. La frecuencia de estos cruceros para ambas alternativas es totalmente flexible, dependiendo de las decisiones de oferta de los operadores frente a sus expectativas sobre la demanda. Esta flexibilidad tiene importantes ventajas: · Facilita la adecuación inmediata de la oferta según la demanda, pudiéndose cancelar un viaje por poca demanda u ofrecer un nuevo viaje si tenemos peregrinos suficientes para realizarlo · Permite un crecimiento gradual de la cantidad de viajes a realizar por temporada, de manera que su implementación no sea demasiado costo85 Carlos Andrés Mendoza Ávila sa en una primera etapa, es decir, puede comenzarse con un viaje el primer ejercicio, aumentarlo a dos en el siguiente y poco a poco adecuarlo a la oferta · Abre la posibilidad de la “particularización” de cada uno de los viajes según los intereses del grupo de peregrinos, como puede ser puertos de salida, escalas, permanencia en esos puertos, etc. 2. Línea de trasbordador de frecuencia regular Una línea de trasbordador de frecuencia regular ofrecería al peregrino mucha más flexibilidad en el manejo individual de sus tiempos que la opción de los cruceros, pero al mismo tiempo es mucho más compleja en su implementación por parte del operador. Por las dimensiones que manejan actualmente los transbordadores del entorno próximo (Santander y Bilbao mueven 200.000 pasajeros al año, muchos más que todos los peregrinos que realizan el Camino de Santiago en todos sus itinerarios juntos), esta alternativa supera ineludiblemente el ámbito del peregrinaje y se consolida como una alternativa de transporte de pasajeros dentro de la red de trasportes general que podría ofrecer Galicia. Ya no se trata de un tema de competitividad del Camino Inglés, sino de la competitividad de toda la región en la que se inscribe, región tan amplia como se desee establecer: comarca, autonomía, eurozona Galicia-Norte de Portugal. Antecedentes Varias empresas navieras británicas han mostrado interés en las dos últimas décadas en poner en marcha un trasbordador que una el Reino Unido con A Coruña. Para 1999 se habían adelantado conversaciones entre el ayuntamiento coruñés y la compañía Peninsular & Oriental Steam Navigation (P&O, que cubre la ruta entre el sur de Inglaterra y Bilbao) para establecer una línea directa entre A Coruña y Plymouth, o Portsmouth como alternativa británica. En 2000, los gobiernos autonómicos de Galicia y Asturias, y tras el desastre del Prestige, también los ayuntamientos de A Coruña y Gijón, trabajaban en un proyecto que incluyera a esta última ciudad. Es decir, un trayecto que en 36 horas uniera los puertos de A Coruña, Gijón y Plymouth. Entendiendo que la escala en Gijón haría atractiva la 86 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. línea a una cuarta parte del territorio peninsular, se proponía la posibilidad de movilizar 180.000 pasajeros al año. Dos razones fundamentales han entorpecido la materialización de estos proyectos. Primero, consideraciones financieras, como la importantísima inversión inicial que exige la puesta en marcha de la línea, a pesar de las infraestructuras existentes, como la rampa de embarque de vehículos del muelle de Calvo Sotelo. Además, los proyectos de viabilidad que se han hecho al respecto presentan unos años iniciales que presentarían pérdidas en el balance, aunque en el mediano plazo el beneficio sería satisfactorio. Segundo, las condiciones del mercado de transporte de pasajeros. La competencia indirecta que tiene el trasbordador marítimo en el corredor aéreo A Coruña – Heathrow, es muy fuerte. Para el viaje de regreso, el peregrino cuenta también desde Vigo con conexión a Stansted. El transporte marítimo de pasajeros tiene un rival excepcional en el transporte aéreo, particularmente en las aerolíneas low-cost. Para el caso específico del Camino Inglés, la oferta de una alternativa de trasporte marítimo para el peregrino que desea alcanzar el punto de partida del itinerario (Ferrol o A Coruña), debe pasar por la oferta de una “experiencia”, es decir, de seducir y convencer al peregrino de la calidad de la experiencia del peregrinaje realizando un trayecto en barco, mejor que en avión. Luego habrá que trabajar en los costos de esa alternativa, reduciendo dinero y tiempo a los más bajos niveles posibles. Luego tenemos la competencia directa en el mercado del transporte marítimo de pasajeros. El norte de la península cuenta con tres líneas permanentes de trasbordador que unen las ciudades de Bilbao y Santander con Plymouth y Portsmouth. Teniendo en cuenta el alto número de pasajeros que viajan con su propio coche, los 400 kilómetros de distancia entre Santander y Galicia no son tan determinantes. Además debemos entender que los buques utilizados en estas rutas son de altísima capacidad. Por ejemplo, el Pont-Avent, que realiza los trayectos para la Brittany Ferries. Una nueva alternativa Un nuevo proyecto, apenas en fase de conversación, a pesar de ya haber trascendido una fecha para su puesta en marcha (2010), es un trasbordador que una el puerto de Milford Haven (Gales) con Ferrol. El proyecto tiene un marcado énfasis en el transporte de carga rodada y no está pensado para pasajeros, 87 Carlos Andrés Mendoza Ávila pues sólo contaría con 10-12 plazas de pasajeros. La idea es que los conductores dejen los camiones en el buque en el muelle de Pembroke (Milford Haven) y los recojan a su llegada a Ferrol, dos veces por semana. Esto significa que la naturaleza de este trasbordador es más el de un transporte de contenedores que el de un trasbordador de coches o incluso de camiones de largo recorrido. Según recoge el Western Telegraph, los estudios previos evidencian un mercado potencial de entre 90 y 100,000 vehículos que podrían utilizar el servicio, vehículos que actualmente utilizan el Eurotúnel, los puertos del Canal de la Mancha o los servicios de trasbordador de Santander y Bilbao. Unas 16,000 unidades transportadas garantizarían la viabilidad de la ruta. Otro beneficio interesante es que el puerto de Milford Haven tiene una ruta doble diaria de carga con Rosslare - Irlanda, de manera que sería el vínculo ideal para el transporte de carga de Irlanda a España. Las autoridades locales en Gales y Ferrol están entusiasmadas. Julio Hernández Sanmamed, jefe del Departamento Comercial del Puerto de Ferrol, le ha dicho a la revista especializada Internacional Frighting Weekly que el desarrollo de las líneas desde Bilbao y Santander al norte de Europa no son necesariamente competencia directa a la propuesta de Ferrol, pues “estamos sirviendo a un área diferente y vamos a una destinación bastante distinta con conexión con Irlanda, que es un buen destino para el mercado”. Por el momento se han contactado las compañías que podrían estar interesadas en prestar el servicio y el siguiente paso será identificar las empresas de transporte de mercancías interesadas en usar la línea, dice el Western Telegraph. Este proyecto de conexión de transporte de mercancías entre Ferrol y Gales abre nuevas posibilidades, pues como veíamos en las conclusiones de nuestro primer apartado, el desarrollo de las líneas regulares de transporte de peregrinos en el medioevo se soportan sobre las líneas comerciales preexistentes. Y el caso de la naviera Brittany Ferries es similar: nace para trasportar vegetales desde Bretaña y termina controlando el transporte de pasajeros en el Canal de la Mancha. La consolidación de una conexión puede traer consigo la generación de una nueva, pero hemos dicho que no podemos esperar sin trabajar en alternativas. Los puertos La decisión de cuáles deben ser los puertos a conectar con la línea de trasbordador no es fácil de resolver. Lo que podemos aportar en este trabajo a la discusión es una aproximación desde la perspectiva del Camino Inglés. 88 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. Hemos visto en la revisión histórica que aunque algunos puertos tuvieron una mayor relevancia en el transporte de peregrinos que otros, en realidad los barcos con destino a Galicia han salido de infinidad de puertos a lo largo de los siglos. Además, la experiencia vivida en Plymouth y su olvido histórico del peregrinaje me hace pensar que casi cualquier puerto es susceptible de articularse a la conexión contemporánea con el Camino Inglés. Si en una ciudad clave para el peregrinaje medieval como Plymouth, de donde posiblemente salieron las más constantes y numerosas peregrinaciones marítimas colectivas, no encontramos rastro actualmente de este pasado, la situación de otras ciudades seguramente será peor. No quiero decir con esto que cualquier puerto es válido. Lo que quiero decir es que, en términos generales, los puertos de importancia actual en el arco atlántico, ya lo eran en el medioevo, y dadas las relaciones comerciales que los unían, es muy posible encontrar evidencia para la mayoría de ellos del paso de peregrinos hacia Compostela en algún momento de la historia. Y una sola evidencia puede ser suficiente para construir la versión contemporánea de una ruta marítima de peregrinos. La prueba está en la experiencia del Jeanie Johnston, que ha realizado exitosas travesías desde diferentes puertos irlandeses. Lo que se está planteando puede llevar a poner en entredicho la necesidad de la revisión histórica que abre este trabajo. Pero no debe ser así, pues la conciencia sobre el pasado permite tener una idea más clara de lo que se quiere recrear y de las posibilidades que tenemos para hacerlo. Estamos hablando de una actividad que desapareció hace siglos y que en ese tiempo ha cambiado de manera muy importante el contexto en el que se podría desarrollarse de nuevo. No se propone aquí “inventar” vías marítimas de peregrinaje, pues el proceso es más bien el de “reconstruir” esas vías, o mejor, “reconstituirlas”, dado el nuevo conjunto de variables que las determinan. En este mismo sentido, la discusión sobre si los barcos deben llegar a A Coruña o a Ferrol no tiene demasiada relevancia, si tenemos en cuenta las siguientes consideraciones. Estamos hablando de un mismo hinterland, de una misma área de influencia. De manera que lo importante es que el peregrino pueda llegar por vía marítima a ella. Más que una competencia entre ellas, las autoridades portuarias deben encontrar la manera de colaborar para hacerse fuertes y competitivas. Desde el punto de vista del peregrinaje, cualquiera de los dos es válido, pues ambos puertos han sido históricamente inicio de recorrido hacia Compostela. 89 Carlos Andrés Mendoza Ávila Ha quedado claro que la viabilidad económica de una conexión marítima, sea trasbordador o crucero, pasa por ampliar lo más posible el mercado de visitantes interesados en realizar el recorrido. Por diversas razones, A Coruña se ha venido consolidando como escala frecuente de cruceros, unos 60 anuales, mientras Ferrol se ha quedado un poco más rezagada, sin superar la media docena anual. El propio mercado se ha encargado de tomar la decisión por nosotros. Esto siempre pensando en un mercado amplio. Pero sin duda, si el diseño de la ruta marítima se concentra en los peregrinos, Ferrol presenta algunas fortalezas, que pueden ser entendidas igualmente como debilidades de A Coruña. La más evidente de todas en la actualidad, aunque puede superarse, es la certificación del peregrino. Quien camina desde A Coruña no recibe la Compostela, la certificación como peregrino, ni aparece en las estadísticas de la Oficina del Peregrino, por no haber recorrido más de cien kilómetros para llegar al Santuario. Esto desincentiva profundamente al peregrino que esta definiendo el itinerario que seguirá. Un trasbordador que llegue a A Coruña no permitirá al peregrino iniciar el camino desde allí. Frente a esto hay tres salidas. La primera es que el Cabildo Compostelano decida modificar la norma para aquellos que caminen desde A Coruña. Para lograr esto, es necesario que este itinerario sea tan recorrido que sea ineludible hacer la excepción a la regla. Otra alternativa es que la travesía marítima que permita al peregrino llegar al puerto sea considerada parte de la peregrinación. Incluso el primer sello de la credencial podría otorgarse en el puerto de embarque, como algún cronista dice que sucedía en el medioevo en la Puerta de Santiago, en Dublín. La última opción, y siempre pensando en alternativas marítimas, es que se concretara el proyecto de un trasbordador que una A Coruña con Ferrol, inicio de la variante más larga del Camino Inglés. Este es otro proyecto largamente discutido y que ha perdido fuerza con la construcción de la autopista hasta Ferrol. Sin embargo, y retomando algún criterio expuesto antes, una solución bajo el criterio de SSS tendrá viabilidad competitiva frente a la alternativa terrestre siempre y cuando la distancia por mar sea menor que la distancia por tierra. Y ese es el caso aquí, pues unos 20 kilómetros separan Ferrol de A Coruña por mar, mientras que por autopista debemos recorrer 54 kilómetros. El recorrido en trasbordador se podría hacer en unos 25/30 minutos, mientras el recorrido por autopista exige 50 minutos. 90 Revitalización de las vías marítimas a Santiago de Compostela: consideraciones alrededor del Camino Inglés. El Camino Inglés en el centro de las decisiones Para rematar, se debe subrayar la idea que ha inspirado estas consideraciones. El gran reto de quienes están interesados en la promoción del Camino Inglés está en lograr ubicar una “perspectiva de Camino” en el proceso de toma de decisiones sobre los asuntos que atañen a toda la comunidad. El Camino es capaz de articular la amplia gama de oferta turística y de servicios que ofrece la región, y desde él es posible trazar estrategias trasversales. Si el diseño de una conexión marítima regular exige la participación de los múltiples agentes sociales, el Camino Inglés podrá ofrecerles una perspectiva común de confluencia de intereses. En este sentido, un elemento estratégico de diferenciación de la nueva ruta marítima debe ser precisamente el Camino. El colocar el Camino Inglés como “marca de destino” para la ruta, es una garantía de visibilidad internacional y de éxito en la atracción de usuarios visitantes, además de garantizar el apoyo de las instituciones de promoción de destinos del Estado. Turespaña tiene como una de sus estrategias para la consolidación de la marca turística España el asociarla con las marcas interregionales, siendo el Camino de Santiago una de las más destacadas. De esta manera, la nueva línea se beneficiaría de la promoción que del Camino hacen las diversas administraciones. Vender la nueva línea como “el barco del Camino”, además de diferenciarla de otras rutas, permitiría avanzar en su consolidación al tiempo que la dotaría de identidad y de la apropiación afectiva de locales y visitantes. 91 Carlos Andrés Mendoza Ávila Referencias Almazán, Vicente. “Tres insignes noruegos en las costas gallegas (1013-1152). En Actas del II Congreso Internacional de Estudios Jacobeos. Santiago: Xunta de Galicia, 1998. Alonso, Fernando. “Las embarcaciones de la segunda Cruzada y su ruta atlántica desde Dartmouth hasta Galicia en el año 1147”. En Actas del II Congreso Internacional de Estudios Jacobeos. Santiago: Xunta de Galicia, 1998. Armesto, Victoria. Galicia Feudal. A Coruña: La Voz de Galicia, 1994. Bracken, C.W. A history of Plymouth and her neighbours. Plymouth: Underhill, 1931. Bret, Damien. “Spain – UK ferry service to cut costs for hauliers”. En Internacional Freighting Weekly. Londres, 18 de mayo de 2009. Brittany Ferrys. My Pont-Aven. 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Introducción Pese a que se considera el siglo XIX, a raíz de la Revolución Industrial el momento en el que surge el turismo, podemos citar algunos antecedentes históricos como son la Edad Antigua, momento en que los desplazamientos más destacados eran los motivados por las olimpiadas, aunque también se produjeron en esa época las primeras peregrinaciones religiosas, como las que se dirigían a los oráculos de Delfos y de Dódona. La gran importancia que en la Grecia Antigua se le daba al ocio, y la dedicación en el tiempo libre a la cultura, diversiones, religión y deporte, es por todos conocida. En la Edad Media, con la extensión del Cristianismo y el Islam a mayor número de creyentes, los desplazamientos eran más numerosos, y ya en el siglo XVII grupos selectos de estudiantes de las universidades británicas, viajaban al finalizar sus estudios por la Europa occidental. Si aceptamos la teoría de Grunewal, en la que se dice que las peregrinaciones responden a fines culturales cuando los visitantes acceden a los lugares de culto y santuarios a fin de interiorizarse de todos aquellos elementos de identificación del culto, tales como las construcciones, los rituales, las imágenes, los eventos, etc., podemos entender pues, que en ambos casos los desplazamientos responden a una motivación cultural. Por lo tanto y aunque no se ha consolidado como tipología de turismo hasta las dos últimas décadas del siglo XX, el turismo incluso antes de su origen como tal, ha estado relacionado de algún modo con la cultura y con la religión como demuestran autores como Grunewal o Esteve. Este trabajo ha tenido por objetivo realizar una aproximación a una tipología de turismo en la que se relacionan la religión, en este caso la peregrinación a través del territorio, por tratarse del estudio de uno de los Caminos de Santiago, la Ruta del Norte y por otra parte la literatura, en concreto, la puesta en valor de los recursos literarios (1) a través del turismo, se trata del Turismo Literario, incipiente tipología de turismo que se ubica dentro del segundo producto por importancia en el modelo turístico español, el turismo cultural. La actividad de ocio motivada por lugares o eventos de carácter bibliográfico, ha existido desde que las primeras publicaciones han visto la luz, siendo practicada en sus comienzos, por un reducido público. Uno de los primeros ejemplos que podríamos encontrar en los que laliteratura origina desplazamientos, es el Nuevo Testamento. Esta parte de la Biblia, primera obra impresa en muchas lenguas, es también uno de los primeros libros que ha narrado viajes, recordemos, el éxodo de los hebreos. (1) Más adelante se tratará la temática de los recursos literarios, no obstante, es importante comentar en esta introducción que se trata de una categoría de recursos que en muchas ocasiones pasan desapercibidos o no son lo suficientemente valorados, bien sea por desconocimiento o dejadez. Entre otros: edificios que albergan fundaciones, museos literarios, casas museo de escritores, bibliotecas o librerías, lugares que sirven de localización para el desarrollo de una historia literaria, paisajes que inspiraron a autores, espacios ligados a la vida de escritores, etc. 99 Almudena Orjales Somoza Esta obra, ha motivado al mismo tiempo viajes, conocidos como peregrinaciones, algo que en la edad media ya sucedía como consecuencia de las hagiografías.(2) Existe una más clara relación entre el peregrinaje y la literatura y es que el Camino de Santiago, ha sido sin lugar a dudas, el gran difusor del arte de la escritura, de la lengua española en la Península Ibérica, y del conocimiento en general, por este y otros motivos que se desarrollan a lo largo de este trabajo, se considera que son muchas las posibilidades de los lugares por los que transcurre el Camino tienen respecto de la emergente tipología de Turismo Literario. (2) Historia de la vida de los santos: en las hagiografías medievales se relatan los milagros de muchos santos, podría decirse que se trata de una biografía. (3) Es Año Santo Jacobeo el año cuyo 25 de julio (festividad del Apóstol Santiago) corresponde a domingo, según instituyó en 1122 el Papa Calixto II (estableciéndose el primero en 1126) teniendo los católicos la posibilidad de conseguir o ganar el jubileo de tres maneras: visitando la Catedral de Santiago de Compostela, asistiendo a misa y rezando alguna oración o recibiendo los sacramentos de penitencia y de la Comunión. Se trata de una indulgencia plenaria como dictó Alejandro III en 1179 en Viterbo la bula Regis Aeterna. 100 En este estudio, se han analizado las posibilidades que la literatura ofrece para complementar la escasa oferta cultural y de ocio de los peregrinos a Compostela (es en la actualidad cuando se ha planteado esta necesidad, motivada por los cambios en las motivaciones y en los perfiles socioculturales de los peregrinos). No obstante, no sólo los peregrinos podrán disfrutar de estos productos turísticos culturales sino que los turistas culturales potenciales y la población local también serán beneficiarios de la misma, diversificando la oferta turística existente y a mayores, para éstos últimos la tipología de Turismo Literario ofrece la posibilidad de reforzar los lazos culturales de los habitantes de un territorio con el mismo, los lazos sociales y los económicos que unen a las distintas poblaciones por las que trascurre el Camino, en este caso el ámbito geográfico se enmarca en el Camino de Santiago del Norte también conocido como Ruta de la Costa. 2. El Camino de Santiago El afamado Camino de Santiago es la denominación de la ruta recorrda permanentemente, con una afluencia mucho mayor en los denominados años santos (3) , por los peregrinos, protagonistas sin lugar a dudas de la vía de peregrinación, quienes proceden de distintos puntos geográficos del mundo para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela, en donde se veneran las reliquias del apóstol Santiago el Mayor cuya tumba, según la tradición, se encuentra en la Catedral. El Camino de Santiago estuvo durante toda la Edad Media muy concurrido, después fue ligeramente olvidado hasta que en la época actual ha vuelto a tomar un gran auge. El Camino de Santiago ha sido declarado por la Unesco en 1993 Patrimonio de la Humanidad; primer Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte Itinerario Cultural Europeo en 1987 por el Consejo de Europa y ha recibido entre otros, el título honorífico de Calle mayor de Europa por el que fue rey Carlos I. (4) Se desconocen, con exactitud, los orígenes del culto a Santiago en Hispania, no obstante la difusión en el noroeste de la Península Ibérica de la leyenda en la que se cuenta que Santiago el Mayor había sido enterrado en tierras de Compostela, se localiza en el siglo VIII. Se dice que ocho siglos tras el fallecimiento del Apóstol, en el año 813, un pastor eremita llamado Pelayo o Paio, vio un misterioso resplandor, según la tradición lo que pudo ver fue una estrella posada en el Bosque Libredón cercano al Cabo de Finisterre y así lo comunicó al obispo de Iria Flavia (actual municipio de Padrón), Teodomiro. Éste acudió al lugar y encontró un arca de mármol en cuyo interior se encontraban restos humanos, un cuerpo degollado con la cabeza bajo el brazo. Posteriormente avisa al rey astur Alfonso II el Castro, quien viajó al lugar acompañado de su corte, mandó construir una iglesia de ladrillos de barro para proteger el lugar santo y así fue como dio comienzo la tradición milenaria a Compostela cuyo nombre es para algunos la degeneración del denominado Campus Stellae (campo de la estrella que Pelayo vio en el bosque Libredón) o según otras fuentes, podría proceder de compositum, iglesia que fue construida sobre el cementerio. No menos polémica es la presencia de Santiago en España, su verdadero nombre real era Jacobo y fue uno de los doce apóstoles que acompañaron a Jesucristo. Para distinguirlo del otro apóstol llamado Jacobo (Santiago el de Alfeo o Santiago el Menor), se le llamó Santiago el Mayor o Santiago el de Zabedeo. También es conocido como San Jaime, San Diego o San Yago, Santiago Matamoros símbolo de la resistencia al Islam, vencedor de la batalla de Clavijo, es el Patrón de España debido a que estuvo en España predicando la doctrina de Jesús. Cuenta la leyenda que sus discípulos robaron su cuerpo y en un viaje por mar cuya duración fue de siete días, lo trasladaron a la desembocadura del Río Ulla, actual ría de Arousa, con el objetivo de cumplir con el rito arraigado entre los apóstoles de ser enterrados en los lugares en los que predicaron, tras varios hechos milagrosos, los apóstoles convencieron a la reina local Lupa, para que fuera enterrado en el mismo lugar dónde siete siglos después lo descubriría Pelayo. La noticia se propagó rápidamente, peregrinos de toda Europa comenzaron a caminar en dirección a la capital gallega, por este (4) Palabras de su Alteza Real el Príncipe de Asturias en el acto conmemorativo del inicio del año Xacobeo 2004, en la Real Colegiata de Roncevalles (Navarra) el 9 de febrero de 2004. 101 Almudena Orjales Somoza motivo la primitiva iglesia fue poco a poco convirtiéndose en una catedral de grandes dimensiones rodeando al lugar en el que se encontró el arca con los restos y Compostela en el tercer núcleo de peregrinación medieval después de Roma y Jerusalén. Una buena promoción del Camino de Santiago se hizo a través del Codex Calixtinus, un manuscrito iluminado de mediados del siglo XII que se conserva en la Catedral de Santiago de Compostela dónde se recogen consejos, descripciones de la ruta y de las obras de arte, así como costumbres locales de las gentes que vivían a lo largo del Camino, tratándose en cierta medida, de una guía de viaje para los peregrinos, se trata posiblemente de la primera guía de viaje de la historia. Además contiene sermones, milagros y demás textos como los litúrgicos, todos ellos, relacionados con el Apóstol Santiago. En concreto, la denominada Guía del Peregrino cuyo titulo en latín es Iter pro peregrinis ad Compostellam se encuentra en el Libro V folios 192–213 (en la antigua numeración 163–184) del Codex Calixtinus y consta de 11 capítulos. El número de peregrinos aumenta extraordinariamente a partir del siglo X coincidiendo con el fin de las épocas de aislamiento, la peregrinación tanto a Roma, Jerusalén o Santiago de Compostela se convierten en las formas más difundidas de devoción y así es como se consolidan las Rutas Jacobeas. En el caso del Camino de Santiago son los monarcas de Navarra, Aragón, Castilla y León quienes facilitan el viaje a Santiago mediante la construcción de puentes, reparación de caminos y edificación de hospitales. • Los Caminos de Santiago Se habla de El Camino de Santiago pero los caminos por los que llegan los peregrinos a Compostela, son numerosísimos, siendo quizás más conocido el Camino Francés. Siguiendo la clasificación que utiliza la Asociación de Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación de los Caminos Jacobeos, diferenciamos entre Camino Francés, Camino Portugués, Camino del Norte, Camino Primitivo, Vía de la Plata y Camino Inglés. 102 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte 3. Los Caminos del Norte Los Caminos del Norte, son de probada antigüedad, quizás la ruta más histórica, la primera que toman los peregrinos del cristianismo europeo de la época, incluso los reyes europeos de la Edad Media para alcanzar Santiago de Compostela, no es de extrañar, teniendo en cuenta que en momento del descubrimiento de la tumba del Apóstol el dominio de los musulmanes alcanzaba muchos de los territorios de las zonas del norte de la península. Esta es la razón fundamental de este trazado y también este motivo que le causó la relativa perdida de protagonismo, conforme avanzaba la Reconquista y los terrenos del Sur recuperaban la Paz. Como ya se ha comentado, el auge del Camino de Santiago en la actualidad, le ha devuelto también a los Caminos del Norte su estatus como ruta. Se trata del Camino de Santiago más antiguo, su origen se remonta al descubrimiento mismo del sepulcro del Apóstol, cuando Alfonso II el Casto peregrina desde Oviedo, capital del joven Reino Astur, a contemplar la recién descubierta supuesta tumba, como se ha comentado con anterioridad. Era el Camino Primitivo que se dirigía al Santo Lugar por Tineo, Fonsagrada y Lugo atravesando la cadena montañosa de la Cordillera Cantábrica. No tardaron sus súbditos peregrinos en darse cuenta de que, siguiendo el trazado del litoral cantábrico, el trayecto era mucho menos duro; y así nació el Camino de la Costa. A medida que el reino astur iba extendiendo sus dominios se iba extendiendo la noticia de la aparición del Sepulcro y aumentan las peregrinaciones que se desarrollan por el litoral al abrigo de las peligrosas tierras del sur ocupadas por los árabes. El Camino completo se hace de uso común para la entrada de peregrinos de la Europa central que se adentran en la península desde las tierras más occidentales de Francia cruzado la frontera entre Hendaya e Irún o para los que procedentes de los puertos de la Europa Septentrional (Inglaterra, Flandes, Alemania, Escandinavia, etc.), vía marítima, arriban a tierra en los puertos vascos, cántabros o asturianos, siguiendo hacia el oeste al abrigo de los peligros de las tropas musulmanas. Con la consolidación de los terrenos ganados a la morisma en tierras castellanas y ya libre de peligros los reyes navarros y castellanos, conscientes de la importancia del Camino, crean burgos y acondicionan el trayecto con infraestructura suficiente (puentes, hospitales, posadas,...) desviando el Camino por tierras interiores, hacia el Camino Francés, el más transitado y recorrido de todos los Caminos. 103 Almudena Orjales Somoza Discurre en su mayor parte entre la montaña y el Mar Cantábrico, el paisaje se tiñe del verde de las montañas moteadas con casonas, caseríos, pazos, en aldeas y pueblos o aisladas, y del otro lado el azul de las aguas del mar fondo de municipios y villas marineros. Por su paisaje y terrenos que recorre, los Caminos del Norte son posiblemente los más bellos, atractivos y también emocionantes. No podemos olvidar la gastronomía, y la siempre presente hospitalidad de sus gentes. Los Caminos del Norte engloban las distintas rutas o alternativas del Camino del Norte, de ahí a que el segundo recorrido de distancia más larga detrás de la Vía de la Plata, reciba el nombre genérico Caminos de Norte. El Camino del Norte o ruta de la Costa comienza en un vado sobre el río Bidasoa, se cruza el puente internacional de Santiago en Irún. Con la brújula señalando hacia el oeste y como referencia el Mar Cantábrico, recorre seis provincias a lo largo de las cuatro Comunidades Autónomas del norte: País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia hasta su llegada a Arzúa dónde el Camino del Norte enlaza con el Camino de Santiago Francés rumbo a Compostela. • Caminos de Santiago del Norte El Camino de Santiago de la Costa al ser utilizado para el estudio de campo se profundizará en él y en sus etapas más adelante. En el País Vasco, el Camino se desdobla en dos, uno continúa por la costa y el otro por el interior siendo un eje fundamental ya desde la época de los romanos, siendo de las rutas más importantes entre los siglos X y XIII ya que el Camino de la Costa se encontraba asediado por los asaltos de los bárbaros normandos y el del sur dominado por los árabes como ya se ha comentado con anterioridad. Camino de Santiago Vasco del Interior El Camino de Santiago Vasco del Interior recibe también el nombre de Ruta Jacobea Vasca o Ruta de Bayona fue convertida en Camino Real por Alfonso VIII. Tras las conquistas de Nájera, Logroño, Cellorigo y Briviesca por parte de Sancho III el Mayor de Navarra, el camino decayó en detrimento del Camino de Santiago franco-navarro. En la actualidad, en Miranda de Ebro los peregrinos se dirigen pasando por Haro hacia Santo Domingo de la Calzada en vez de a Burgos, puesto que el trazado es más transitable, está mejor dotado, alcanzando en cualquier caso la Ruta Jacobea de los Franceses. 104 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte Camino de Santiago del Besaya La vía del Besaya también conocida como ruta de Campoo o del Románico es un histórico camino que en la actualidad está estudiándose como posible trazado de una nueva ruta de peregrinación jacobea, apenas existen actuaciones en relación a este recorrido turístico como parte de los Caminos de Santiago en España. La dotación de la ruta relacionada con la peregrinación jacobea es prácticamente nula. Camino de Santiago Vadiniense o por Picos de Europa El Camino de Santiago de la Ruta Vadiniense o Ruta Jacobea por Liébana da la oportunidad al peregrino de visitar otro de los centros de mayor trascendencia cristiana en España, el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, por este motivo muchos de los peregrinos de la Ruta del Norte conducen sus pasos por el trazado de la vía que atraviesa la Cordillera Cantábrica por los Picos de Europa6 tomando la ruta en San Vicente de la Barquera y unirse en Mansilla de las Mulas (León) al Camino de Santiago Francés. La ruta es también conocida como Camino de Santiago por los Picos de Europa por el paso por este espacio protegido, es mayor su interés natural que el histórico jacobeo. Camino de Santiago Primitivo Se conoce como Ruta Jacobea Primitiva o Ruta interior del Camino de Santiago del Norte al trayecto comprendido entre Oviedo (punto neurálgico de las peregrinaciones mientras fue capital del Reino) y Palas de Rey donde enlaza con el Camino de Santiago Francés. Se denomina primitivo puesto que Alfonso II, posiblemente el primer peregrino conocido, tomó esta ruta hacia Compostela para ser testigo del hallazgo del cuerpo del santo. Camino de Santiago Real La Ruta Jacobea Real, Camino Real o Camino de San Salvador es el que han tomado los peregrinos que realizaban el Camino Francés y se desviaban al llegar a León hacia Oviedo, para visitar la Catedral de San Salvador en Oviedo desde dónde continuaban bien por el Camino de Santiago de la Costa o bien por la Ruta Jacobea Primitiva. Camino de Santiago del Norte El Camino del Norte también conocido como Camino de Santiago de la Costa es la ruta más utilizada por los peregrinos, al ser el camino utilizado para este estudio se profundizará más adelante en él y en sus etapas. 105 Almudena Orjales Somoza Se trata del Camino de la Costa en vez del Interior en el tramo del País Vasco, del que a su paso por Cantabria hay noticias de peregrinos ya desde el siglo X en los monasterios de Santoña, Santillana de Mar y Santo Toribio (Liébana). También continúa por la Costa en Asturias hasta Ribadeo en Galicia, en vez de marchar por Oviedo pasando por El Salvador uniéndose al Camino Primitivo. 4. Turismo El turismo es, quizás, la industria mundial que goza de mayor notoriedad por tratarse de un importante motor de desarrollo económico y social. Su conspicua capacidad de generar riqueza, crear empleo y su repercusión sobre otros sectores económicos, hacen que sea anhelado por muchos gobiernos para sus territorios. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), el turismo engloba las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos al de su entorno habitual, por un periodo de tiempo consecutivo inferior a un año, con fines de ocio, por negocios y otros motivos, no relacionados con el ejercicio de una actividad remunerada en el lugar visitado. • Datos del Turismo en España España es sin lugar a duda, uno de los países más favorecidos por el sector turístico, los buenos resultados obtenidos son envidiados a nivel internacional ya que nuestro país, ocupa desde hace años los primeros puestos de los ranking tanto de ingresos por turismo como de llegadas de turistas que ofrece la OMT incluso en el año anterior pese a encontrarse España en Europa, región más gravemente afecta por la crisis económica mundial surgida a mediados del año 2008 según indica el mismo organismo internacional. Durante el año 2008, según el informe Panorama del Turismo Internacional, la economía española ingresó 61.628 millones de $ por turismo internacional, un 13% del total de ingresos por turismo internacionales. Gracias a esta cifra, España ha mantenido el segundo puesto de países a nivel mundial y primero de Europa con mayor ingreso por detrás de Estado Unidos y antecediendo a Francia e Italia. Un total de 57.316 millones de turistas internacionales eligieron España como destino turístico en 2008, un descenso del 2,3% respecto al año an106 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte terior como arrojan los datos de la OMT. Esta cifra supone una cuota del 11,7% del total de llegadas de turistas extranjeros que le han causado perder el segundo puesto del ranking de países por llegadas que tras los atentados del 11 de Septiembre, había arrebatado a Estados Unidos, situándose en el tercer puesto del ranking detrás de Francia y Estados Unidos respectivamente. En cuanto a su aportación al PIB español, el sector turístico tampoco ha sido ajeno a la crisis económica, según el Indicador Sintético del Turismo Español (ISTE) elaborado por Exceltur trimestralmente, en 2008 el PIB turístico español se redujo en un 1,0%. La misma fuente, estima en una caída del 5,6% su previsión para el conjunto de 2009. • Plan del Turismo Español Horizonte 2020 Los datos estadísticos refuerzan la importancia del macrosector turístico, considerado el principal generador de empleo y motor de la economía española. Por ello, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, ha elaborado durante los últimos años el Plan de Turismo Español Horizonte 2020 con el que se pretenden definir las principales líneas estratégicas a seguir por el sector para que continúe siendo una referencia económica, generador de empleo y bienestar para el conjunto de la sociedad. El Plan de Turismo Español Horizonte 2020 recoge la estrategia a medio y largo plazo para afrontar con éxito los retos del sistema turístico español, no sólo los ocho retos generales sino también los retos de los distintos productos turísticos e incluso, los nichos de mercado. Siendo la meta común, que en el año 2020 el sistema turístico español sea el más competitivo y sostenible, aportando el máximo bienestar social. Para alcanzar la meta se definen cinco ejes clave: nueva economía turística, valor al cliente, sostenibilidad, entorno competitivo y liderazgo compartido. Cada uno de estos ejes se corresponde con la consecución de un objetivo, para ello, el propio plan define una serie de estrategias a seguir. Siguiendo la estructura, tanto de ejes como de objetivos, del Plan de Turismo Español Horizonte 2020 se ha elaborado el Plan del Turismo Español 2008-2012 en el que se describen los programas detallando el objetivo general, los objetivos operativos y las líneas de acción previstas para alcanzarlos que debe impulsar la Secretaría General de Turismo proponiendo la colaboración de las administraciones turísticas competentes y los agentes del sector a través de convenios y acuerdos con el sector. El Plan se basa en el estable107 Almudena Orjales Somoza cimiento de alianzas público - privadas, en la búsqueda de beneficios entre agentes para crear soluciones innovadoras que parten del conocimiento y, la adaptación y mejora continua siendo el propósito de que España continúe liderando el mercado turístico internacional. • Tipologías de Turismo Una gran mayoría de la población decide invertir su tiempo libre viajando, para satisfacer los gustos de cada una de esas personas, ya que no todas tienen los mismos agrados, existe un gran abanico de posibilidades. En función de la actividad a realizar, la motivación y del lugar en el que se lleva a cabo, estaremos ante una tipología u otra de turismo. Como se indica en el Documento Base del Horizonte 2020 del turismo español, sabemos que los turistas eligen su destino atraídos por la oferta de productos turísticos, en el caso de España, el modelo turístico presenta una amplia y variada oferta de productos repartida a lo largo y ancho de todo el país. De los cinco segmentos de actividad en los que se concentra la oferta turística, el segmento más conocido es el turismo de sol y playa, favorecido por las privilegiadas condiciones climatológicas y por la extensión litoral de España, y es el único que se encuentra en fase de madurez. El segundo producto por importancia en el modelo español, es el turismo cultural y de ciudad popularizado gracias a las tendencias económicas y sociales como el uso de líneas aéreas de bajo coste y el auge de Internet; que junto con el turismo de negocios y congresos son los segmentos que presentan mayores perspectivas de crecimiento y con el turismo deportivo cuyos principales exponentes en España son el golf, turismo náutico y turismo de esquí, se encuentra en fase de crecimiento. El último segmento, es el turismo rural y activo que se encuentra todavía en la etapa de crecimiento, es sin lugar a dudas, un claro mecanismo de potenciación económica en los espacios rurales en los que se desarrolla. Debido a las etapas en las que los segmentos anteriormente citados se encuentran, estamos en el momento idóneo para la creación de nuevos productos turísticos en España como es el caso del Turismo Literario. Este trabajo pretende como ya se ha comentado, realizar una aproximación al Turismo Literario en la ruta jacobea Camino del Norte, se trata de una actividad que se engloba dentro del Turismo Cultural, concepto sobre el que trata el siguiente bloque. 108 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte 5. Turismo Cultural Como se ha comentado en la introducción, antes incluso de que el turismo fuese considerado como tal, algunos grupos de personas ya se desplazaban a lugares distintos a los de su entorno habitual por distintos motivos, la mayoría de ellos, responderían a una clara motivación cultura. No obstante, no fue hasta el año 1976, en el Seminario Internacional de Turismo Contemporáneo y Humanismo, organizado por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico- Artísticos (ICOMOS), cuando se redactó la primera “Carta de Turismo Cultural” en la que se plantea una definición de Turismo Cultural como la forma de turismo cuyo objeto es el conocimiento de monumentos y sitios histórico- artísticos y el efecto positivo sobre los mismos capaz de satisfacer su mantenimiento y protección. También se hace referencia en la citada carta a los efectos negativos, nocivos y destructivos sobre el mencionado patrimonio, derivados siempre del desarrollo extraordinariamente fuerte de las actividades turísticas en el mundo. En el año 1999, la Carta fue revisada y además de la conservación de los bienes, se incluyó como objetivo de la gestión del patrimonio y la comunicación de su significado, tanto a la comunidad anfitriona como a sus visitantes. Se dice del Turismo que es uno de los medios más importantes para el intercambio cultural, y que ofrece una experiencia personal sobre otras sociedades tanto del pasado como del presente. Indica también que con él, se pueden captar los aspectos económicos del Patrimonio y aprovecharlos para su conservación generando fondos, educando a la comunidad e influyendo en su política. Sin embargo, se hace también referencia al turismo mal gestionado o excesivo, del que alerta que puede poner en peligro la naturaleza física del Patrimonio, su integridad y sus características identificativas. Todas estas cuestiones se establecen en seis principios que forman la carta, de los que podemos resaltar la importancia del intercambio favorecido por el turismo; la necesidad de la gestión sostenible tanto para las generaciones actuales como para las futuras y de la planificación, en la que se involucrasen las comunidades anfitrionas y los pueblos indígenas, para que la experiencia del visitante merezca la pena. Otros de los temas que se tratan en la Carta, es la necesidad de beneficiar a la comunidad anfitriona a través de las actividades del turismo, y por último, la protección y elogio del Patrimonio en las promociones turísticas, siempre basada en la realidad. 109 Almudena Orjales Somoza • Definiciones de Turismo Cultural Ante la amplia pluralidad de definiciones de turismo cultural con la que nos topamos durante la revisión de la literatura existente, partiremos de la ofrecida por el organismo internacional de mayor importancia en materia turística, la Organización Mundial del Turismo. La definición catalogada como estricta por la propia OMT, reza como sigue: “movimientos de personas por motivos fundamentalmente culturales, como por ejemplo viajes de estudios, viajes para asistir a representaciones dramáticas y por motivos culturales, viajes a festivales y otros actos culturales y visitas a lugares de interés y monumentos”. Existe una segunda definición del mismo organismo en la que se define en un sentido más amplio el turismo cultural: “todo traslado de personas se podría incluir en este definición porque satisface la necesidad humana de diversidad y suele incrementar el nivel cultural del individuo y dar lugar, así, a nuevos conocimientos, experiencias y encuentros.” Una definición similar, en cuanto a ausencia de limitación es la ofrecida por Mclntosch y Goeldner (1986): “todos los aspectos del turismo, a través de los cuales los viajeros aprenden sobre la historia y el patrimonio de los otros, o sobre sus actuales estilos de vida y formas de pensar”. En términos generales, apoyándonos en Jarafi (2000), el turismo cultural se puede describir como un tipo especializado de turismo basado en satisfacer las exigencias del turista curioso de ver de cerca pueblos o ciudades en su entorno “auténtico” y poder disfrutar de las manifestaciones de sus formas de vida, que se reflejan en sus obras de arte y productos de artesanía, la música, la literatura, la danza, la gastronomía, fiestas, actividades o destrezas manuales tradicionales, el idioma y los rituales. Según el Secretario General de la OMT, el Sr. D. Francesco Fragialli, el turismo cultural se encontraba entre una de las prioridades del programa de trabajo de la organización en el período 2002 – 2003, como indicó en el I Congreso Internacional de Turismo Cultural celebrado en Salamanca en noviembre de 2002, en el que se trató la “convivencia de intereses a la que están llamados turismo y cultura”. Durante una de sus intervenciones ofreció una serie de datos arrojados de un estudio de la Comisión Europea, uno de los cuales indica que un 20% del total de las visitas a Europa responde a motivos esencialmente culturales. Una cifra más alta, el 60% de los turistas europeos está interesado por el descubrimiento cultural en sus distintas formas. Durante la IV Conferencia Iberoamericana de Ministros de Cultura, celebrada en el año 2002 en Santo Domingo, se estableció una definición de 110 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte turismo cultural acorde con el desarrollo internacional alcanzado por el sector del que se apunta: “forma de turismo donde la cultura, en su materialidad o en su inmaterialidad (costumbres, tradiciones, etc.) es el factor principal de la atracción y el objetivo primero de un viaje”. Este enunciado resulta un tanto generalista, más aún al tratarse de una reunión de responsables culturales, por lo que debemos incluir el matiz de responsabilidad tratado durante una concreción de la anterior definición. En ella se trata el turismo de Patrimonio Cultural englobado como no podía ser de otro modo en el turismo cultural, y se dice que “el patrimonio puede ser considerado como una afirmación cultural. Es un recurso útil como proyecto de sociedad, más bien considerado como compromiso que como herencia”. Chías (2002), establece dos definiciones de turismo cultural. En un sentido amplio y general, define el turismo cultural como un viaje, a lugares diferentes de la residencia habitual, de un público interesado por conocer otras culturas contemplando recursos culturales, principalmente los relacionados con la historia y el arte. Mientras que en un sentido más restrictivo y especializado, el turismo cultural se define como un viaje a lugares diferentes de la residencia habitual, de una persona interesada en conocer y comprender otras culturas, contemplando y viviendo todas las actividades culturales existentes. Así pues, son tres los factores que definen el turismo cultural: (1) turismo motivado por conocer, (2) un hecho cultural expresado como historia, artes y tradiciones, (3) en un territorio, país o lugar determinado (Vázquez Casielles, 2002). El mismo autor, propone la siguiente definición: “organizar y realizar un viaje con una propuesta de contenido territorial o temático para llevar a cabo actividades que permiten experimentar la cultura y las diferentes formas de vida de las gentes y, como consecuencia, conocer y comprender sus costumbres, tradiciones, entorno físico, ideas intelectuales, y lugares históricos, arqueológicos, arquitectónicos o de otra significación cultural”. Ante la pregunta, ¿Qué es turismo cultural?, McKercher y Du Cros (2002) respondieron: “Esta aparentemente sencilla pregunta es de hecho muy difícil de contestar puesto que existen casi tantas definiciones del turismo cultural como turistas culturales hay”. Cierto o no, al igual que en otras disciplinas, y siguiendo a Hughes (2002), no hay una única definición reconocida y consensuada de turismo cultural. Además, la definición más apropiada es la que a uno más convenga en función de sus intereses. Por ello, y tras la revisión de múltiples definiciones de tu111 Almudena Orjales Somoza rismo cultural ofrecidas por autores y organizaciones relacionadas, la presente autora, lo define como la tipología de turismo que responde a la motivación de conocimiento del heritage del lugar. Se trata de una definición abierta que permite introducir todas las tipologías de turismo cultural emergentes para satisfacer a un número cuanto más elevado de turistas mejor. Por otra parte, la motivación, en este caso, el interés de conocer o comprender las actividades culturales de un lugar, factor clave del turismo cultural según el estudio Turismo Cultural de Turespaña (2001), no deja de hacer referencia al enriquecimiento educativo que se obtiene como contrapartida del disfrute del tiempo libre. Por último, pero sin duda, la clave de la definición es el uso de la palabra Heritage10, en contraposición en la traducción al castellano, patrimonio. La elección se hace por la referencia indirecta a la inmaterialidad del término en inglés, ya que evita explicar en la propia definición cuales son los recursos susceptibles de aprovechamiento en la tipología de turismo. • Recursos Culturales De acuerdo con la mayoría de las definiciones de turismo cultural, algunas de las cuales se han citado anteriormente, para que esta tipología de turismo exista, se necesitan una serie de recursos culturales. Los recursos existentes en el territorio, son los elementos que poseen atractivos singulares, capaces de atraer la atención de visitantes y turistas. Siguiendo a Vera (1997), en la actualidad, cualquier país, región o entidad local posee recursos susceptibles de ser usados y explotados en la actividad turística, de ahí que el espacio se convierta en aliciente y al mismo tiempo recurso del turismo y factor de su desarrollo. Nuestro país posee una importante oferta de recursos turísticos, que por su diversidad e interés permiten al turista disfrutar de una estancia personalizada según sus necesidades y expectativas. Destacan, los recursos deportivos, de congresos y negocios, de ocio y los recursos culturales, en concreto los vinculados con la literatura, que son naturalmente a los que mayor atención prestaremos en este trabajo. España es el segundo país del mundo que cuenta con mayor número de conjuntos histórico-artísticos declarados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. También es importante destacar el apoyo que las trece ciudades Patrimonio de la Humanidad españolas ejercen sobre el turismo cultural y de ciudad, entre las que Córdoba, Santiago de Compostela y Salamanca son las más visitadas, en cuanto a los demás recursos, no podemos 112 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte eludir citar la dilatada oferta de museos y colecciones, y sus múltiples categorías: museos etnográficos, antropológicos, salas de exposiciones, centros de interpretación, y un largo etcétera. Muchos han sido los autores que han intentado clasificar los tipos de recursos que agrupan las diferentes formas de turismo cultural, entre ellos destacan Vera y Dávila (1995) quienes emplean el enfoque de clasificación basado en separar lo permanente de lo temporal, diferenciando dos categorías. Por una parte, la oferta permanente asociada a los equipamientos culturales (museos, monumentos) y por otra, integrada con la primera, la oferta cultural relacionada con eventos y manifestaciones, espectáculos, exposiciones, encuentros, etc. Pero si dudas, la clasificación más exhaustiva es la que propone posteriormente Smith (2003). Al hablar de recursos, y más aún cuando nos referimos al patrimonio cultural, como conjunto de recursos culturales de un lugar, creados y conservados por sus gentes a lo largo de su historia, no podemos cometer el error de limitarlo a las manifestaciones materiales sino que el concepto debe abarcar las expresiones de vida y las tradiciones de los grupos y comunidades de todo el mundo. El patrimonio heredado por los antepasados que deberá de ser transmitido a los descendientes, ha supuesto un estudio por parte de la UNESCO. Este patrimonio vivo, también se conoce como intangible y es al que hace referencia Vázquez Casielles (2002) cuando habla de las motivaciones culturales y su relación con las artes escénicas, las tradiciones y los aspectos de identidad de los habitantes de cada zona geográfica. Según el citado autor, este interés por el pasado, aglutina aspectos como: patrimonio etnológico y etnográfico, usos, costumbres, formas de vida, ferias, festivales y eventos para atraer a visitantes, mercados medievales, gastronomía, artes escénicas (música, danza y teatro), tradiciones, espectáculos, estudios de idiomas y literatura. Incluso los recursos naturales pueden ser susceptibles de turismo cultural, siempre y cuando se desarrollen ofertas culturales centradas en el potencial didáctico de la flora, la fauna, la riqueza paisajística y el agua. Resulta extremadamente complejo identificar si la motivación de una tipología de turismo responde a un elemento tangible o intangible ya que lo ideal es que exista una combinación de ambos, de manera que el tangible represente el testimonio de la existencia de manera física, mientras que el intangible, le proporciona sentido y significado al conjunto. 113 Almudena Orjales Somoza • Proceso de desarrollo de Recurso Cultural a Producto Turístico Cultural Según Chías (2002), se entiende por producto cultural el recurso cultural tangible o intangible, en el que se puede realizar una actividad como pueden ser, por ejemplo: visitar, asistir, participar, estudiar, comprar, comer, etc., porque está formulada una propuesta de accesibilidad al mismo, en las dimensiones temporal, espacial y económica, por parte de un público. En los casos en los que no es posible el uso o disfrute de un recurso por parte del público, no se considerarán productos hasta que no exista una propuesta previa definida por el propietario o por el gestor del recurso. Una vez que el producto cultural se promociona mediante un programa de actuaciones de comunicación, generales o específicas, dirigidas a un público potencial, bien sea a través de publicidad, folletos, libros, páginas Web, catálogos, etc., y se comercializa, (acciones de marketing mix), se convierte en una oferta cultural. Si las acciones de promoción se realizan “in situ” se considerará producto cultural y no oferta cultural. Y finalmente cuando hay un público atraído por la oferta, que realiza la actividad propuesta por el producto, se produce el consumo cultural. Además, si a todo ello se incorporan servicios turísticos como comunicaciones y transporte, alojamiento, servicios de recepción, restauración y demás servicios varios, estaremos ante un producto turístico cultural. Tan importante como el recurso, motivo que justifica la presencia del visitante, es la infraestructura turística básica de apoyo para la acogida de los mismos, en este caso, del turismo literario en una ruta jacobea, esta fase estaría o debería estar garantizada puesto que en el caso de los peregrinos, es la figura del albergue de peregrinos, la que ofrece aglutinados, en la mayoría de los casos los servicios de alojamiento, manutención, recepción, etc. Según un trabajo de Bote, Huéscar y Goy (2000) sobre los viajes combinados de turismo cultural con destino España, concluye que pese a que el país cuenta con un importante número de ciudades con significativo patrimonio cultural, no están suficientemente articuladas en el mercado europeo. Especialmente, las pequeñas y medianas ciudades debido a una serie de limitaciones estructurales relacionadas con la accesibilidad externa e interna de sus recursos culturales. Se necesita, pues, seguir el proceso de desarrollo de los recursos turísticos, cuyo esquema tenemos a continuación, con la integración de esfuerzos públicos y privados en el marketing de destinos turísticos como indican Bigné, Font y Andreu (2000). 114 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte • Desarrollo del Turismo Cultural en España En la madurez del modelo turístico de Sol y Playa, surge el turismo cultural como práctica totalmente reconocida y estrategia diferenciadora para aquellos destinos pioneros saturados, (Castro León, 2004), siendo las administraciones quienes tratando de conseguir un aumento de la competitividad optan por dos estrategias: especialización y calidad. La primera de ellas se basa en la creación de nuevos productos tanto en los destinos maduros como en los destinos emergentes y la segunda, se enfoca a todos los destinos y productos, tanto a los ya existentes como a los de nueva creación. En nuestro país, podemos ubicar en los años noventa el desarrollo del turismo cultural, época en la que la Secretaría de Estado de Turismo decide incorporar los recursos culturales a la oferta turística con la finalidad de diversificar y desestacionalizar los productos turísticos nacionales. La situación en aquel momento se presentaba muy favorable tanto en términos económicos como culturales existiendo innumerables muestras de Turismo Cultural que lo demuestran, sin ir más lejos, los Itinerarios Culturales o las Rutas Turísticas. Cuando en el año 1993 se incluyó el Camino de Santiago en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, se comenzó a reflexionar sobre el concepto de Itinerario Cultural. La idea había sido desarrollada a lo largo de congresos, seminarios y asambleas del Comité Internacional de Itinerarios Culturales (CIIC) de ICOMOS. Los itinerarios culturales suponen un conjunto de valor superior a la suma de los elementos que lo constituyen y que le confiere su sentido, ilustran el intercambio y el diálogo entre países o entre regiones, relevando una pluralidad de dimensiones que desarrolla y enriquece su primitiva función. Resulta interesante destacar la consideración de la serie y no individualmente a los elementos que la componen como se recoge en el marco de la Convención del Patrimonio Mundial. Durante un congreso celebrado en Ibiza en 1999 por la misma organización, se establecieron las características que debe de reunir un Itinerario Cultural, entre ellas destacan la existencia de un hilo conductor que una espacialmente elementos tangibles e intangibles, inscritos en un contexto territorial. Pero no fue hasta 2003, cuando se definió a los Itinerarios Culturales como toda vía de comunicación terrestre, acuática o de otro tipo, físicamente determinada y caracterizada por poseer su propia y específica dinámica y funcionalidad histórica que reúna las siguientes características: 115 Almudena Orjales Somoza 1. Ser resultado y reflejo de movimientos interactivos de personas, así como de intercambios multidimensionales, continuos y recíprocos de bienes, ideas, conocimientos y valores dentro de un país o entre varios países y regiones a lo largo de considerables períodos de tiempo. 2. Haber generado una fecundación múltiple y recíproca de las culturas en el espacio y en el tiempo que se manifiesta tanto en su patrimonio tangible como intangible. Los ejemplos de Itinerarios Culturales que citaremos, como no podría ser de otro modo en un trabajo relacionado con las rutas jacobeas y el turismo literario, son el Camino de Santiago, mayor exponente sin lugar a dudas de los Itinerarios Culturales en nuestro país, declarado Primer Itinerario Cultural Europeo en 1987 por el Consejo de Europa a través del Instituto Europeo de Itinerarios Culturales y el otro de los ejemplos, relacionado con el turismo literario es el Itinerario Cultural Ruta de Don Quijote declarado en 2007 en el que se valoró su sostenibilidad, la gestión cultural del itinerario y su internacionalización, ya que se constituyó una red europea de colaboración para dinamizar la Ruta compuesta por las universidades de Messina y Palermo, el Teatro Nacional de Rumanía y el Instituto Cervantes. Otros ejemplos de itinerarios, fuera de territorio español, son La Via Francigena (de Canterbury a Roma) o Las Rutas del Olivo (en Grecia), entre otros muchos igual de interesantes que los citados. En cuanto a las Rutas Turísticas, se trata de conjunto de elementos organizados en red dentro de una zona determinada, señalizados y con la capacidad de atraer el interés turístico. Las rutas se organizan en torno a una temática que habitualmente da nombre al propio recorrido, algunos ejemplo son: “Ruta de los pueblos blancos”, en Cádiz; “Ruta de los dinosaurios”, en La Rioja o “Ruta del prerrománico Asturiano” en Asturias. Una ruta debe presentar una imagen integral a partir de la complementariedad entre lugares, servicios, atractivos e información, precisamente por este motivo, por el mejor aprovechamiento de los recursos al encontrarse integrados en vez de aislados y por la facilidad de promoción y comercialización, se tiende a diseñar rutas. En el transcurso de la VI Conferencia Iberoamericana de Ministros de Cultura (Santo Domingo, 2002) de la que ya se ha hablado anteriormente, se esbozó una metodología de reconocimiento de las condiciones que debería 116 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte de cumplir una ruta para su consideración como virtual itinerario de posibilidades culturales y turísticas. Según la misma, cualquier contenido de las rutas culturales, debería de encontrarse recogido entre los objetivos marcados. Algunos de los ejemplos más representativos de rutas culturales los podemos encontrar en las capitales de los países europeos ya que suelen ser los destinos más conocidos. Además podemos destacar el interés mostrado por diversas ciudades españolas, quienes han visto un importante desarrollo económico y social en el turismo cultural motivo por el cual se apuesta por la revitalización de los cascos históricos y el desarrollo de infraestructuras o eventos singulares. Aunque mantengan cierta similitud, Itinerarios Culturales y Rutas turísticas son conceptos distintos, como se observa de las conclusiones del Congreso de ICOMOS en Navarra en 2001, no se debe caer en el tópico, muy generalizado de considerar Itinerarios Culturales a los que no reúnen todas las características confundiéndolos con otro tipo de recorridos o itinerarios, que no hayan generado un patrimonio derivado de intercambios culturales mantenidos durante un largo período temporal. Tampoco pueden confundirse con los itinerarios culturales la mera asociación intelectual de elementos patrimoniales similares, e incluso coetáneos. Sin olvidar esta aclaración, tanto las definiciones como las bases y objetivos de ambos conceptos, merecen hacerse eco de la reflexión de Roldán Martín, 2002, que apunta: “al igual que otras declaraciones internacionales, las anteriores presentan un tono generalista de buenas intenciones”. No obstante, por generalistas que hayan resultado, evidencian un interesante avance, y base de futuras aproximaciones al concepto. • Perfil del Turista Cultural Hablar de una tipología de turismo, exige hablar de quienes la practican, en este caso nos centraremos en el perfil del turista cultural, a la hora de establecer las tipologías de turistas culturales en España, el criterio más discriminante es su auto definición con respecto al turismo cultural, lo que ha permitido establecer la existencia de tres segmentos de turistas culturales: “coleccionistas de conocimientos”, “apasionados culturales” y “aficionados culturales” quienes representan respectivamente el 62, 23 y 15% de los turistas que visitan España (Turespaña, 2001). El primer grupo, suele visitar lugares diferentes para conocerlos y prefieren aumentar la lista de lugares visitados antes que profundizar en ellos. Los turistas que pertenecen al segundo 117 Almudena Orjales Somoza grupo, buscan comprender el lugar, lo que les lleva a repetir y a realizar estancias más largas, y por último, los “aficionados” se encuentran en un estado de transición entre “coleccionistas” y “apasionados”. El turismo cultural y de ciudad, según el Documento Base del Modelo Horizonte 2020 del Turismo Español, es el segundo producto por importancia del modelo turístico español. Tal es así que en 2005, el 13,2% del total de llegadas de turistas a nuestro país respondió a una motivación cultural (7,4 millones de llegadas). Los resultados de las encuestas realizadas con anterioridad a la redacción del Plan de Impulso al Turismo Cultural, junto con los datos ofrecidos por el Documento Base del Modelo Horizonte 2020 del Turismo Español, permiten trazar el perfil de los turistas culturales tipo. Pese a que es un colectivo en el que están representados todos los grupos de edad, predominan los menores de 50 años con un nivel de estudios alto. Viaja generalmente en pareja y presentan un poder adquisitivo medio o medio alto. En general, presentan un elevado nivel de repetición, más marcado en el caso de los españoles. Los valores por lo que realizan su elección son la riqueza del patrimonio, la existencia de servicios turísticos de apoyo, la accesibilidad de los recursos, la calidad ambiental y el estado de conservación. Entre las actividades que realizan se engloban en: contemplación, actividades lúdico - formativas, y otras complementarias como gastronomía, fotografía, compras, etc. En cuanto al viaje, predomina la organización por cuenta propia programándolo con cierta antelación, aunque si bien es cierto, la proporción de turistas culturales que organizan sus viajes a través de touroperadores va progresivamente creciendo. Para planificar el viaje, siguen las recomendaciones de familiares y amigos, y se informan en Internet, igualándose a folletos y guías turísticas como medio para obtener información, de hecho, ya en el corto plazo puede observarse el notable aumento del uso de Internet. Para los desplazamientos en destino utilizan varios medios de transporte aunque muestran una clara preferencia por el vehículo propio o de alquiler. Por lo que respecta al alojamiento, se decantan por los hoteles de 4 o 5 estrellas, sobre todo los extranjeros. En definitiva, el turista cultural muestra un elevado nivel de satisfacción respecto al viaje, tal es así que el 84% de los encuestados manifestó que el viaje había superado sus expectativas. 118 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte • Tipologías de Turismo Cultural Atendiendo a los recursos susceptibles de potenciación cultural podremos establecer múltiples tipologías de turismo cultural, entre ellos el más conocido es quizás el monumental ya que históricamente el turismo cultural se limitaba a la visita a elementos patrimoniales de tipo histórico-artístico, o también el arqueológico, si la visita se centraba en excavaciones y el religioso, cuando la visita respondía al interés de visitar una construcción de este tipo como templos, catedrales, etc. En la actualidad, somos capaces de diferenciar más tipologías no menos interesantes como el turismo cultural industrial que está relacionado con la visita a fábricas o a áreas industriales o el urbano localizado en las ciudades y que abarca además de los museos o monumentos, el ocio. Las variedades de turismo cultural enológico y gastronómico están vinculadas respectivamente con los vinos y la comida tradicional de una zona, mientras que el etnográfico, recoge las costumbres y tradiciones. Existen otras variedades como el turismo fílmico actividad ligada a ubicaciones geográficas relacionadas con el cine, el científico referido a los destinos relacionados con investigaciones, o de formación, motivado por viajes de estudios, principalmente de idiomas, destacando sobretodo las capitales y las ciudades con prestigiosas universidades o escuelas. Por último, citaremos el turismo cultural literario, que se tratará en profundidad a lo largo de este trabajo ya que se trata del tema central del proyecto vinculado a la tipología de turismo cultural religioso ya que se realiza una aproximación a los territorios por los que transcurre el Camino del Norte: Ruta de la Costa. • Turismo religioso Desde tiempos ancestrales, los desplazamientos por motivos de fervor y devoción religiosa han estado presentes en la humanidad, sin importar ningún tipo de condición, por ello, el turismo religioso es una tipología que mueve gran cantidad de personas que profesan su fé por la religión, ya que es tendencia del ser humano el desplazarse para beneficiarse de otros lugares ya sea por esparcimiento o devoción. No obstante, de entre todos los tipos de turismo, el turismo religioso, es uno de los que menos interés ha despertado debido a que se trata de una actividad que parece no ser muy rentable económicamente. Sin embargo, los cambios de hábitos en la sociedad moderna, cada vez más preocupada por el bienestar y el equilibrio interior, ponen de manifiesto que el turismo religioso es uno de los que más interés está despertando entre 119 Almudena Orjales Somoza aquellos que buscan nuevas experiencias y una especie de catarsis o sanación a través del recorrido de sus diferentes vías, (Losada, 2009). Según Esteve (2002) existen diferentes funciones imbricadas que justifican el sentido de la peregrinación en su origen: a) función social, b) función espiritual, c) función penitencial, d) viaje místico (viaje a lo sagrado y de alejamiento simultáneo de lo profano, viaje del alma hacia Dios); e) viaje hacia el equilibrio del ser humano y f) otras funciones sociales. El mismo autor, a tenor de lo indicado en el Codex Calixtinus indica tres razones individuales por las cuales los cristianos de la Alta Edad Media se ponen en movimiento hacia Compostela (Esteve, 2002. p. 234): a) porque allí se conservaba entero el cuerpo de Santiago el Mayor; b) el santuario tenía un carisma especialísimo para disipar las penas temporales de los pecados y, c) la intercesión del Apóstol en aspectos comunitarios. Ya en el siglo XVIII , siglo del Gran Viaje, se generaliza el gusto por el viaje que tiene por objetivo la visita a lugares sagrados, aunque ahora por motivaciones distintas, no es el puramente espiritual y religioso sino el mas “secular” del gusto y la moda por disfrute cultual del viaje. Se extiende el viajar, dejando de ser una práctica minoritaria de las clases sociales más elevadas ampliándose a las emergentes clases medias. (Esteve, 2002. Pag. 334). Muchos han sido los autores que han tratado en sus investigaciones el tema del Turismo Religioso desde distintas ópticas: patrimonio, economía aplicada, antropología, historia, desarrollo en espacio rural, etc. Entre ellos destacan autores como Esteve, R., Sousa A.A., Calo, F., Magalhâes, A., Vilar M.,, Valdés L.,, Torres, E., Pardellas, X., Padín, C., etc. 6. Turismo Literario Como ya se ha comentado, el turismo literario se ubica dentro del segundo producto por importancia en el modelo turístico español, el turismo cultural. Esta tipología, que como comprobaremos más adelante a través de algunos ejemplos, está muy de actualidad, no es sino una ampliación a un público más heterogéneo de un modelo ya existente. La actividad de ocio motivada por lugares o eventos de carácter bibliográfico (Wikipedia, 2008), ha existido desde que las primeras publicaciones han visto la luz, siendo practicada en sus comienzos, por un reducido público (Bourdieu, 1984). Lo cierto es que 120 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte la literatura ha sido, cuando todavía no existían los medios de comunicación social tales como el cine o la televisión, un importante motor de especial relevancia en la difusión de los destinos y potenciación de la actividad turística. Uno de los primeros ejemplos que podríamos encontrar en los que la literatura origina desplazamientos, es el Nuevo Testamento. Esta parte de la Biblia, primera obra impresa en muchas lenguas, es también uno de los primeros libros que ha narrado viajes, recordemos, el éxodo de los hebreos. Esta obra, ha motivado al mismo tiempo viajes, conocidos como peregrinaciones, algo que en la edad media ya sucedía como consecuencia de las hagiografías (relatan la vida de los santos). Además de la Biblia, hay muchas obras que sin pretenderlo han sido los gérmenes precursores del turismo literario. Un género del que no podemos hacer caso omiso es la literatura de viajes, ya que ésta, ha servido sin lugar a dudas para desarrollar el turismo literario como veremos más adelante. Pese a tratarse de un género poco estudiado, la literatura de viajes, ha estado particularmente activa en todas las épocas además en su principio representa los orígenes mismos de lo que hoy día llamamos literatura. El turismo literario huye del turismo banal, masivo, se basa en una vivencia respetuosa. En las tipologías de viajes que se consideran deseables, conviene contar con unos referentes culturales de primer orden, como son los que proporciona la construcción del paisaje hecha por algunos autores como por ejemplo, la obra de Josep Pla en la que se refleja el paisaje empordanés, cuyas referencias permiten aproximarse con conocimiento de causa a la identidad territorial de la comarca. (Paül y Tort). • Literatura de Viajes El turismo ha generado una importante actividad en el campo editorial con la edición de numerosas obras de todos los tiempos en torno al mundo de los viajes y a las relaciones entre poblaciones autóctonas y visitantes, aunque este tipo de literatura ya contaba con una importante tradición desde los siglos XVIII y XIX, con aportaciones tan relevantes como Lord Byron, Livingstone, Gautier, etc. Pese a la idea que a priori se pudiera tener, la literatura de viajes, es más que un simple registro de fechas y eventos, tales como un diario de viaje o un cuaderno de bitácora, en él sus protagonistas cuentan aventuras, experiencias y sentimientos21. 121 Plano Planta Baja (36) Almudena Orjales Somoza Para Stengel, el que escribe su viaje termina creando una nueva experiencia, es como si no se pudiera realmente hacer justicia a esta experiencia sin añadir algo de sí mismo a ella aunque, tal vez, de manera inconsciente. Con frecuencia, estos libros reciben el nombre de viaje o itinerario, como por ejemplo “Viaje a la Alcarria” de Camilo José Cela, en los casos en los que los libros son las crónicas de una peregrinación reciben el nombre de peregrinación en el propio título como es el caso de Pelerinaxes (1929) de Ramón Otero Pedrayo cuya base es el relato del viaje que emprendió con Risco a San Andrés de Teixido, haciendo una descripción del paisaje gallego llena de evocaciones históricas e interpretaciones culturales. La razón de viajar y escribir, es como justificaba Gilles le Bouvier, en “Livre de la description des pays”: “Debido a que muchas personas de distintos países, desean deleitarse, como yo he hecho en tiempos pasados, viendo el mundo y las cosas que en él hay, y también porque muchos desean conocer sin ir, y otros desean ver, ir y viajar. He comenzado este pequeño libro.” Anterior a este autor, e incluso a la aparición del turismo como tal, los viajes por placer y para saciar ansias de conocimiento eran lujosas aventuras, restringidas a los sabios y a los aristócratas. Fueron éstos, quienes comenzaron a escribir sobre los viajes, convirtiéndose en un género, gracias a las historias de Goethe por Italia. Entre las muchas obras reconocidas de literatura de viajes podemos también citar: “La Odisea” de Homero, “On the road” de Jack Kerouac, “En busca de las minas del Rey Salomón” de Tahir Shah o “En Patagonia” de Bruce Chatwin. Aunque muchos textos literarios son tomados como verdaderas guías de viajes, no se deben de confundir los libros de viajes con las guías, siendo estas últimas, por lo general libros centrados en un país, cuidad o zona concreta. Son útiles para los viajes, pues incluyen información actualizada sobre alojamientos, restaurantes, lugares de interés turístico y ocio y consejos de viaje. Entre las editoriales más conocidas destacan Lonely Planet, Trotamundos, Anaya Touring o Rouge Guides. • Literatura Odepórica La literatura odepórica es un género literario que engloba las cartas de viajes, las guías, los diarios de los peregrinos, etc., se trata de lo que podría denominarse la literatura de la peregrinación, son el fiel testimonio de las peregrinaciones. 122 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte Esta literatura, en concreto, los relatos de viajes, no han tenido repercusión en los estudios académicos hasta aproximadamente 1980, ya que nunca antes habían sido reconocidos como la importante fuente de estudios que son. Su dificultad se debe según indica Giordano Nogueira (2008), a la dificultad de formular una definición que pudiera objetivamente clasificar el género literario, en vez de relegarlo a un plano de subgénero, en una demostración de desdén, como sucede con otras tipologías de literatura y también con algunos autores. El profesor italiano Luigi Monga, comenzó en 1980 a estudiar los relatos de viajeros europeos de los siglos XVI al XVII propiciando el cambio de mentalidad y tratando de otorgar a la literatura de viajes un espacio a la altura de su relevancia en términos académicos, tal es así que a él se debe el término odepórico, del griego hodós, camino o senda y poreuo, viajar, como consecuencia de la ausencia de clasificación del género y también ante la incomodidad que suponía en palabras del profesor, el uso de “literatura de viajes” especialmente en las aplicaciones literarias y científicas. (MONGA, 1996, p.5) Muchos de los peregrinos que hacen el Camino de Santiago, escriben su experiencia en diarios o cartas de viajes. Algunos ejemplos independientemente del Camino que han recorrido son: Al – Idrisi, Teztel, Martiros de Azerbajan, Leo de Rozmital, Sebastian Gatti, Popplau, Jerónimo Münzer, Bartolomeo Fontana, Juan Bautista de Confalonieri, Antonio Lalaling Señor de Montingy, Mariana de Neoburgo, Cosme de Médicis, Guillermo Manier, Nicola Albani, Bartolomeo Fontana, Georg de Ehingen, Jean Pierre Racq, Andrew Borde, Jacobo Sobieski, Lucas Rem, Nicolás Cleonardo, Alvaro Cunqueiro, Otero Pedrayo, Luis Mateo, Antonio Pereira, Antonio Colinas, Julio Llamazares, José María Merino, Antonio Gamoneda, Carro Celada, Gil y Carrasco, Paolo Coelho, Tomás Álvarez, Marifé Santiago, Leopoldo Panero, Raúl Guerra Garrido, Mestre, Pedro Trapiello Jonh Rutherford, Uxío Novoneyra, Martínez Reñones, Suso de Toro, Franco Taboada, Manuel Rivas, Carlos Casares, entre un larguísimo etc. • Concepto de Turismo Literario Al igual que la relación entre la literatura y el turismo no es reciente como se ha visto en el epígrafe anterior, tampoco lo es el análisis entre la literatura y el lugar, que deriva de la geografía humanística (Porteous 1985, Kong y Tay 1998) pero sin lugar a dudas, ha sido en los últimos veinte años, cuando ha aumentado el interés por el estudio de este binomio desde la óptica del turismo (Busby y Hambly 2000, Busby y George 2004, Hebert 1995 y 2001, Squire 1996, Tetley y Bramwell 2002). 123 Almudena Orjales Somoza La literatura, además de ofrecer una posibilidad para conocer la cultura local, actúa como un estimulador del turismo. Squire (1996), define el turismo literario como aquel asociado con lugares utilizados para las representaciones literarias y/o conectados con las figuras literarias. El turismo se origina cuando la popularidad de una determinada obra literaria o la relevancia de una autor es tal que las personas se ven atraídas a visitar los lugares sobre los que el autor escribió o bien, aquellos lugares asociados. La visita a estos lugares literarios proporciona según Herbert (1996), un contacto con los lugares estrechamente asociados con individuos admirados, permite una visita y en ocasiones la posibilidad de tocar objetos relacionados con la obra, aumentado de este modo, la calidad de la experiencia. En la siguiente definición ofrecida por Wikipedia, se nombran algunos de los posibles lugares a visitar: “Tipo de turismo cultural que se desarrolla en los lugares tanto de textos de ficción como los de las vidas de sus autores. También puede incluir la ruta de un personaje de ficción en una novela, la visita de localizaciones de una historia o los lugares favoritos de un novelista”. Además, en la misma entrada de la enciclopedia, se incluye una referencia de quienes lo practican: “El turista literario está especialmente interesado en cómo los lugares influencian a los escritores y al mismo tiempo en cómo la escritura crea lugares”. En cuanto a las formas de turismo literario, Butler (1986) identificó cuatro proposiciones sobre turismo literario y la propuesta de una quinta forma: 1. Homenajes hacia un escritor o una obra, cuando se trata de un lugar real. (Esta forma originó el peregrinaje literario) 2. Lugares significativos para el mundo de la ficción. 3. Zonas que se nombran en obras literarias. 4. La literatura gana popularidad cuando la zona por si misma se convierte en destino turístico. 5. Publicaciones de viajes. De las formas anteriores, es la tercera, zonas a las que se apela en la literatura, la que más se utiliza tanto en el sector privado, para la elaboración de rutas turísticas, como por el sector público, para promocionar áreas con el fin último de obtener beneficios económicos, como comprobaremos en la revisión de algunos ejemplos de turismo literario tanto en Europa como en España. 124 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte Para la presente autora, el turismo literario es aquella tipología de turismo cultural en la que los lugares visitados tienen alguna relación con la literatura y responden a una motivación específica del turista, relacionada como no podría ser de otro modo, con la literatura. Se trata de una tipología atípica, ya que no importan tanto los lugares sino lo que ha sucedido allí. Precisamente, ese es el motivo por el cual cobra tanta importancia la clasificación de destinos turísticos objeto de esta actividad. Entre ellos podemos citar los lugares dónde se desarrollan las historias de un texto de ficción (ruta de un personaje a lo largo de una obra, establecimientos que visita, lugares en los que habitan, etc.), lugares relacionados con las vidas de sus autores (casa natal, ubicaciones relacionadas con la infancia, veranos, exilio, lugares que frecuentaba, ubicaciones donde se inspiró o incluso el lugar de defunción y el cementerio en el que está enterrado), entre otros. En la definición ofrecida por la autora, tiene especial relevancia la concreción de la motivación del turista ya que en ocasiones un mismo lugar además de responder a una motivación turístico literaria, puede responder a una motivación de interés turístico general (considerándose otra tipología de turismo en función del lugar visitado). El Turismo Literario se basa como tipología de turismo en el modelo de desarrollo sostenible, se fundamenta en tres ejes: plano económico, social y medio ambiental, y aluda a la forma de desarrollo que satisfaciendo las necesidades del presente no compromete a las del futuro, como un proceso dinámico dónde los esfuerzos institucionales, la orientación del desarrollo tecnológico, la explotación de los recursos y el destino de las inversiones deberían de estar orientados para satisfacer tanto las necesidades presentes como las futuras. • Perfil del Turista Literario En cuanto al perfil del visitante, la discusión comienza con las múltiples motivaciones de los turistas, Herbert (2001) nos recuerda que no se trata sólo del peregrino literario (5) que visita lugares literarios, “los lugares literarios ya no serán más accidentes de la historia, lugares de nacimiento o defunción de un escritor, son también construcciones sociales, creadas, ampliadas y promovidas para atraer a visitantes”. El mismo autor identifica motivaciones concretas para visitar un lugar literario además de las generales, pudiendo una misma atracción responder a varias motivaciones. (5) Los lectores se convierten en peregrinos literarios cuando existe una fascinación por los lugares relacionados con los escritores, el peregrinaje se realiza por ejemplo para visitar un lugar de nacimiento, para ver lugares que inspiraron poemas o libros, monumentos que rinden homenaje a un autor. (Eagle y Carnell 1977 en Herbert (1996). 125 Almudena Orjales Somoza − Los visitantes son atraídos hacia los lugares que tienen conexiones con las vidas de escritores. Muestran interés hacia el pasado del escritor y su obra. − Los turistas son atraídos hacia los lugares literarios que forman la configuración de novelas, haciendo asociaciones con la historia. − Los visitantes son atraídos por emociones más profundas que las específicas de un escritor o una historia, recuerdos de su infancia. − Curiosidad o interés general. De entre las razones por las cuales las personas visitan un lugar, la nostalgia, elemento que refleja la profunda sensibilidad de la cultura a través de la transmisión de significados desde el texto al espacio turístico creado a partir de la literatura (Robison y Andersen, 2001) es la mejor documentada. Los turistas recuerdan su pasado por ejemplo, en cualquier obra de las series de Enid Blyton. Como ya se ha comentado con anterioridad, los tipos de visitantes atraídos por lugares literarios varía en función de cada lugar, por ello, las conclusiones de este trabajo no se pueden utilizar para hablar en términos generales del perfil del turista literario, no obstante otros autores coinciden en la variable educación. Urry (1995, 2002) y Herbert (1995) sugieren que los visitantes a los sitios literarios poseen una mirada romántica, y que tienen razones más concretas para hacer su visita. Herbert (2001) indica que los peregrinos literarios, son turistas con elevados niveles de educación. • Tipologías de Recursos Turísticos Literarios Partiendo de la definición de recursos turísticos vista con anterioridad en este mismo trabajo, podría decirse que los recursos turísticos literarios son aquellos elementos del territorio que poseen atractivos singulares relacionados con la literatura, capaces por sí mismos de atraer a turistas y visitantes. Herbert (1996) observa que los lugares literarios son la fusión de los mundos reales en los cuales los escritores vivieron y los mundos plasmados en las novelas. Por lo tanto, los lugares que pueden atraer a los visitantes pueden ser tanto las casas en las que los escritores vivieron y trabajaron pero también los paisajes y entornos que propiciaron el escenario para sus novelas. Del mismo modo que Vázquez Casielles (2002) indicaba una clasificación para los recursos turísticos culturales, atendiendo a la tangibilidad o intangibilidad, se podría establecer la misma clasificación para los recursos turísticos lite126 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte rarios. Así, atendiendo a la tangibilidad, se incluirían en apartado de los recursos tangibles o materiales, los edificios que albergan las fundaciones, los museos literarios, las casas museo de escritores, bibliotecas o librerías, entre otros. Mientras que por el lado de lo intangible e inmaterial se incluirían los lugares que sirven de localización para el desarrollo de una historia literaria, paisajes que inspiraron a autores conocidos, o espacios ligados a la vida de poetas o novelistas que no dejan de ser recursos turísticos literarios puesto que son atractivos que generan un flujo turístico exclusivamente por su significado. Esta categoría de recursos es la que ofrece mayores posibilidades en la creación de productos turísticos culturales literarios en los territorios del Camino del Norte. Los recursos turísticos literarios intangibles presentan una dificultad, su identificación. La mayoría de las veces, desde la propia obra literaria se hace referencia a un lugar o paisaje concreto, son éstas las denominadas localizaciones geográficas de una obra; en el caso de los espacios ligados a la vida de los autores o los lugares en los que se han inspirado, son ellos mismos o sus biografías quienes ayudan a ubicar los recursos que deberán ser situados en un mapa para posteriormente realizar una ficha de cada uno de ellos. Es esta tipología, la que ofrece grandes posibilidades ya que debido a los cambios radicales y veloces del sector turístico pronto estaremos viviendo en la sociedad del ensueño caracterizada por el sistema emocional, en la que la población estará dispuesta a gastar más dinero en el cuarto valor económico de la historia de la sociedad: las experiencias. Y son experiencias, lo que los productos turísticos literarios intangibles ofrecen. • Destinos Literarios en Europa El Turismo literario es un fenómeno a nivel mundial, presente en casi todos los países del globo terráqueo, que cada vez adquiere mayor notoriedad. Tal es así que la UNESCO ha creado en 1977 dentro de ICOMOS, un comité especialmente dedicado a los museos literarios, el Comité Internacional para los Museos Literarios (ICLM) formado por diferentes instituciones entre cuyos objetivos se encuentra potenciar la investigación, promoción y estudio de los museos literarios y sus fondos a lo que desde 1992 se han incorporado también los dedicados a compositores. El patrimonio literario también tiene cabida en la amplia diversidad cultural europea, por ejemplo, un escritor de renombre del que se puede visitar su casa o museo, un lugar relacionado con la literatura como por ejemplo un museo o el escenario con127 Almudena Orjales Somoza creto en el que se ubica una obra o bien el título de una obra literaria que ha generado visitas. - Hans Christian Andersen es el escritor de cuentos más famoso del mundo, entre sus más de 150 obras destacan “El Patito feo”, “La Sirenita” o “El traje del Emperador”. Andersen fue un turista apasionado que viajó por muchos países, pero su país natal fue siempre el telón de fondo de su vida, además recurrió en muchas ocasiones a localizaciones danesas para sus obras. Su lugar de nacimiento fue Odense, y es allí donde existe una ruta por lugares relacionados con el nacimiento y la infancia del danés. - Escocia fue la tierra que vio nacer a J. M. Barrie creador de “Peter Pan” (1904) ha sido cuna de otros muchos escritores de renombre como Walter Scott, prominente figura del romanticismo inglés, Robert Louis Stevenson autor de “La isla del tesoro” (1883), Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes o J. K. Rowling inventora de la serie fantástica “Harry Potter” (1997). En las ciudades más importantes del país hay un rincón relacionado con sus autores o las obras que escribieron, pero es la capital, Edimburgo, la ciudad más literaria. Tal es así, que la UNESCO la nombró primera Ciudad Mundial de la Literatura en 2004. Al haber sido galardonada con este título, la capital ha visto incrementado el interés por el patrimonio literario por parte de sus visitantes, esta situación favorable no ha pasado desapercibida para el portal de turismo escocés que ha decidido incluir entre su oferta varios itinerarios detallados por todo el país recorriendo los lugares literarios más emblemáticos entre los que destaca la Capilla de Rosslyn localización que desempeña un papel destacado en la obra “El Código da Vinci” de Dan Brown. Este lugar, duplicó el número de visitantes anuales desde la publicación del libro. (Michael Clewley, 2006). - La capital irlandesa ha sido cuna de los más grandes escritores en lengua inglesa, muestra de ello son los cuatro premios Nobel de literatura: George Bernard Shaw, W.B. Yeats, Samuel Beckett y Seamus Heaney. Éstos junto con otros muchos escritores como Sean O’Casey, Edmund Burke, Jonathan Swift autor de “Los viajes de Gulliver” o lo archiconocidos James Joyce y Oscar Wilde, entre otros, hacen junto con la infraestructura que gira a su alrededor, que Dublín sea conocida como “Ciudad de la literatura”. Y es que cada rincón de la ciudad tiene relación con un escritor o con alguna obra, así, en Merrion Square encontramos la casa de Oscar Wilde, cuya obra más famosa es “Retrato de Dorian Gray”; la estatua de Patrick Kavanagh observa desde un banco el Grand Canal o la del famoso 128 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte James Joyce situada a un lado del Spire en North Earl Street. La relación de amor-odio que estos literatos han tenido con Dublín se ha tratado de recoger en el Dublin Writers Museum, instalado en un edificio georgiano restaurado en el norte de la ciudad. En él se realizan exposiciones de los autores irlandeses de los últimos trescientos años, además de mostrarse sus obras, cartas, retratos y otros artículos personales. - La capital de Irlanda del Norte, no ha sido cuna de tantos escritores como Dublín, no obstante, desde la Tourist Development Unit del Belfast City Council han sabido aprovechar los vínculos tanto de escritores locales como internacionales, pasados y contemporáneos con la ciudad y han publicado una guía literaria. La “Literary Belfast”. A guide to Belfast’s Literary Landscape, publicada en agosto de 2007, ofrece la misma información que cualquier guía turística. - En 2003 la Comisión de Coordinación de la Región Centro de Portugal (CCRC) inició este proyecto para dinamizar social y económicamente los más de cuarenta ayuntamientos que atraviesa, al mismo tiempo que enriquece culturalmente a sus ciudadanos. Las rutas están dedicadas a siete autores del siglo XX de la región: Afonso Lopes Vieira, Aquilino Ribeiro, Miguel Torga, Vergílio Ferreira, Fernando Namora, Carlos de Oliveira y Eugénio de Andrade. Por otra parte, la Delegación Regional de la Cultura del Norte de Portugal ha desarrollado el proyecto “Viajar com…Os caminhos da literatura” mediante el que pretende promover los recursos culturales de la zona a través Patrimonio Literario de la región. La iniciativa surge tras la creación de un programa educativo formado por itinerarios sobre escritores portugueses para fomentar la lectura entre los escolares, en la que se toma conciencia del potencial en la zona. Estos son algunos de los innumerables ejemplos de Turismo Literario en Europa, se han comentado aquellos con mayor repercusión a nivel internacional, por la obra, autor o simplemente por ser únicos en su modalidad. • Turismo Literario en España España posee un extenso patrimonio literario fruto de su historia y diversidad cultural, y como consecuencia de la abundancia de escritores, dramaturgos y poetas no sólo españoles sino también extranjeros que han pasado temporadas en nuestro país o que simplemente lo han elegido como ubicación para sus obras. A todos ellos, les debemos en cierta medi129 Almudena Orjales Somoza da, la abundancia de recursos materiales e inmateriales relacionados con la literatura. Sin necesidad de realizar una investigación exhaustiva sobre el patrimonio literario en España, puesto que no es objeto de este proyecto, podemos afirmar que al igual que sucede con el patrimonio cultural en general, el patrimonio literario es una riqueza poco explotada tanto en términos culturales como turísticos. Es decir, si se llevara a cabo un análisis comparativo entre las potencialidades de España a partir del patrimonio literario (autores, obras, museos, etc.) y la oferta existente hasta el momento, podríamos observar que son dos realidades en estadios distintos. Por una parte, el patrimonio, en estado avanzado, y con un ritmo de crecimiento continuo, frente a la escasa oferta turística literaria, formada en el mejor de los casos por productos sencillos, principalmente rutas turísticas literarias. Además, esta realidad no se ajusta a la de otros países europeos con incluso menor tradición literaria y menos aún al desarrollo de la industria turística en España, recordemos para ello los datos ofrecidos en epígrafes anteriores de este trabajo. A continuación se comentan proyectos e iniciativas públicas así como alguna ruta literaria comercializada como productos centradas en obras o autores dejándose de lado las rutas turísticas en las que se visita o comenta alguna obra o autor por no ser propiamente rutas turísticas literarias ni tampoco los recursos existentes en las comunidades. El análisis realizado, indica la existencia un vacío de productos en algunas provincias, aunque no es por ausencia de patrimonio literario, ya que placas en lugares donde han nacido, vivido o fallecido escritores abundan por toda la geografía española, como ya se ha comentado. Una vez más, se confirma que la mayoría de los recursos culturales no están preparados para un correcto consumo (recurso vs. producto) (Castro León, 2004). La mayoría de los ejemplos son rutas literarias, en los mejores casos existen guías o folletos que las recogen, éstos, suelen incluir una breve reseña a la biografía del autor y un plano de la localidad indicando los lugares más destacados tanto de su vida personal como su obra. Siendo las fundaciones de los propios escritores o las asociaciones quienes diseñan y organizan las rutas, por ello, contamos con rutas fidedignas tanto a obras como a sus autores pero por otra parte, falla el enfoque turístico. Pese a todo se pueden encontrar ejemplos con una clara aplicación turística como es la “Ruta Josep Pla” que la propia fundación promueve. Entre todas las iniciativas recogidas en la tabla anterior, existen algunos proyectos de turismo literario, que por su envergadura y repercusión se comentan a continuación: 130 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte - El Camino del Cid es un itinerario turístico cultural que sigue las huellas de Don Rodrigo Díaz de Vivar a través del Cantar de mío Cid, hunde sus raíces en uno de los grandes poemas épicos de la literatura universal. La iniciativa surge en 1996 cuando la Diputación de Burgos plantea la idea de habilitar un camino senderista desde Vivar del Cid a San Pedro de Cardeña a través de la ciudad de Burgos, los tres hitos fundamentales de los primeros versos del poema. Para que esto sucediera fue necesaria la incorporación al proyecto de otras siete diputaciones provinciales (Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante), que desde 2002 constituyen el Consorcio Camino del Cid cuyos objetivos son la definición y promoción del Camino del Cid. Además pretende canalizar y facilitar el paso a los potenciales viajeros, promocionando los numerosos recursos existentes a lo largo del itinerario y generar recursos económicos en las zonas afectadas. Por sus dimensiones, eje vertebrador del Mediterráneo con el interior de Castilla vinculando a más de 300 localidades de 8 provincias de 4 Comunidades Autónomas, y por la diversidad y riqueza de los recursos tanto patrimonial como medioambiental, el Camino del Cid es, según el Consorcio, la ruta literaria más ambiciosa de Europa. - En 2005 con motivo de la celebración del IV Centenario del Quijote Castilla la Mancha, se vio inmersa en la campaña de marketing “El Quijote”, que la transformó por completo en términos turísticos. La comunidad pasó de ocupar en 2004 los últimos puestos en el ranking de destinos nacionales a ocupar un nada desmerecido quinto puesto en 2006. Gracias a una completa campaña que actualizaba una imagen del Quijote, manteniendo su espíritu, y a través del desarrollo de numerosas acciones promocionales, intentaba centrarse en un cliente objetivo con un perfil joven, culto, moderno y urbanita. Entre las acciones llevadas a cabo, destacan por su relación con el tema objeto de estudio, el trazado de la “Ruta de don Quijote” y su promoción. “La Ruta de Don Quijote. Un lugar para la aventura”, se divide en diez tramos, que articulan toda la comunidad siguiendo un recorrido por los escenarios dónde Cervantes sitúo las andanzas de un jinete enamorado y su fiel escudero, “El Ingenioso Hidalgo don Quijote de La Mancha”. Además de los paisajes, las guías editadas para que los visitantes puedan seguir la ruta, incluyen, referencias al medio natural, la artesanía, las tradiciones, la gastronomía o las fiestas sin limitarse exclusivamente a la novela más importante de la literatura universal, sino que también incluye actividades de turismo de aventura que se pueden realizar en la zona. 131 Almudena Orjales Somoza - Tras el éxito en 2005 de la “Ruta de Don Quijote”, y por ser musa inspiradora de novelistas, poetas y dramaturgos, la Dirección General de Turismo de Castilla La Mancha, tierra de literatura, ha desarrollado en 2006 un proyecto denominado “Un libro para un viaje” una serie de cinco rutas turístico literarias que convierte a los libros en guías de viajes y a los lectores, en personajes que recorren las cinco provincias de la comunidad de la mano de los protagonistas de las más grandes obras de la literatura. - “Un escritor para un viaje” es, la continuación de las rutas literarias “Un libro para un viaje” a través de la cual la Dirección General de Turismo de Castilla la Mancha invita a conocer rincones de la región a través de los siguientes escritores: Antonio Buero Vallejo y el Arcipreste de Hita en la provincia de Guadalajara, Francisco Quevedo en Ciudad Real, Fernando de Rojas en Toledo, Fray Luis de León en Cuenca y Antonio Martínez Carrión en Albacete. La base de las rutas es asociar la figura y obra de un autor a los paisajes castellano-manchegos con los que tuvo que ver por razón de nacimiento o estancia. Las guías recogen una biografía del autor, una selección de sus textos y visitas recomendadas en el entorno de referencia. - A través de los orígenes y expansión de la lengua y la literatura castellana se articula el “Camino de la Lengua”, una ruta que arranca en los monasterios de Yuso y Suso en La Rioja donde aparecieron las primeras palabras en castellano, y continúa por Burgos, Valladolid, Salamanca y Ávila, finalizando en Alcalá de Henares. Los lugares por los que pasa cuentan con un importante atractivo e interés turístico y cultural, siendo cuatro de ellos Patrimonio de la Humanidad. Este recorrido cuyo nexo en común es la palabra en castellano, permite además conocer la cultura, la historia, la arquitectura, tradiciones y gastronomía de los lugares por ello, la ruta ha sido reconocida como Itinerario Cultural Europeo en 2002. - La asociación “Espacios escritos, Red de Patrimonio Literario Catalán” pretende desde 2005 articular a diferentes entidades dedicadas a perpetuar la obra y el paisaje de los escritores en lengua catalana. Entre sus objetivos se encuentran el dar soporte a los asociados para garantizar tanto a las generaciones presentes como futuras el acceso a la obra escrita permitiendo vertebrar el imaginario literario colectivo así como preservar los espacios más significativos y evocadores de una literatura considerada minoritaria. Otro de sus objetivos es realizar un censo de los elementos que constituyen el patrimonio literario tanto el material como el inmaterial para conservarlo de una manera eficaz, lo cual es imprescindible para 132 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte desarrollar posteriormente productos turísticos literarios. Esta asociación además, ha desarrollado una aplicación multimedia, el Mapa Literario Catalán, que permite recorrer los espacios simbólicos de la literatura catalana mediante una reconstrucción en 3D del territorio con textos, fotografías y audio de los escritores. Este mapa tiene una serie de rutas literarias definidas que muestran el fragmento de una obra sobre el propio territorio, tanto de forma individual textos e imágenes o como un vuelo virtual al mismo tiempo que la narración. Esta es sin duda, una de las propuestas más innovadoras ya que aúna a la perfección el patrimonio literario con las nuevas tecnologías siendo una oportunidad para que los turistas potenciales susceptibles organicen su viaje a través de la misma. - Para celebrar el quincuagésimo aniversario del viaje que Camilo José Cela y Joseph Maria Espinàs hicieron al Pirineo de Lleida en 1956, durante el año 2006 se desarrolló el proyecto turístico literario “Un ramat de camin”. Se trata de una propuesta integral de dinamización del territorio por medio de los libros de viajes en los que los célebres escritores reflejaron sus vivencias en las comarcas del Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Alta Ribagorça y la Val d’Aran. Las acciones basadas en “Viaje al Pirineo de Lleida” (1957) de Espinàs y “Viaje al Pirineo de Lérida” (1965) de Cela, intentan reflejar lo que fue la época de 1950 en esas comarcas, y están destinadas a ampliar el conocimiento y la valorización del territorio por parte de visitantes y habitantes, así como promover el turismo en épocas de baja afluencia habiéndose desarrollado para ello toda una oferta a partir de los atractivos del Pirineo (gastronomía, patrimonio, deportes, etc.), entre los que destacan la publicación de una guía con los itinerarios literarios seguidos por los autores y la realización de un menú en un restaurante con el ágape que ambos autores describen. La mayoría de las rutas comentadas, han sido creadas en su mayoría por entidades públicas como por ejemplo, organismos de turismo o fundaciones de los propios escritores. No obstante, es fundamental destacar la labor de los operadores privados que transforman estas rutas en verdaderos productos turísticos. Entre los pasos que se siguen encontramos desde el rediseño de las mismas de acuerdo a las necesidades de los clientes potenciales, la promoción o la comercialización, todo ello para ofrecer un servicio de calidad, y que el turista la disfrute como una experiencia única (Puiggròs 2007). La interpretación es un proceso de comunicación, diseñado para revelar el significado y los vínculos existentes en nuestro patrimonio cultural y natural, 133 Almudena Orjales Somoza mediante una implicación con objetos, artefactos, paisajes y emplazamientos (Interpretation Canada, 1976). La definición propuesta por la Asociación para la Interpretación del Patrimonio, incluye el matiz de la localización: “La interpretación del patrimonio es el arte de revelar in situ el significado del legado natural, cultural o histórico, al público que visita esos lugares en su tiempo de ocio”. Siguiendo a Verveka (1994), las comunicaciones interpretativas (a diferencia de la informativa tiene capacidad de estimular, transmitir, revelar, ofrecer una visión de conjunto, etc.), no consisten únicamente en presentar una serie de datos coherentes sino en desarrollar una estrategia de comunicación específica. Esta estrategia se emplea para traducir la información a otras personas, convirtiendo de esta forma el lenguaje técnico del especialista (guía) en el lenguaje corriente del visitante. Remitiéndonos al epígrafe de recursos, en el que se comentaba la importancia que en el turismo literario tiene el patrimonio inmaterial, resulta indiscutible la necesidad de recurrir a la interpretación para un mayor entendimiento y disfrute de la experiencia turístico literaria. • Turismo Literario en la Ruta del Norte El Camino de Santiago es un espacio simbólico y también en cierta medida imaginario,una gran fuente de inspiración de la literatura, amén de los territorios por los que transcurren las múltiples variedades de Caminos de Santiago existentes en la península ibérica. En el caso de estudio, Camino del Norte, como ya se ha comentado, el paisaje del Mar Cantábrico y las verdes montañas han sido también una importante fuente de inspiración para poetas, literatos y peregrinos deseosos de plasmar en papel sus experiencias con el objetivo de no perder, algo similar a lo que comenta Josep Pla “el paisaje os hace comprender la literatura porque la literatura es la memoria del paisaje en el tiempo”. La posibilidad de ofrecer un producto turístico a los peregrinos, permite el disfrute del entorno, componente esencial de la peregrinación, del espiritualismo, incluyendo no sólo la naturaleza sino también la cultura – material e inmaterial. Si bien en un primer momento comenzó con el natural y el cultural, más tarde estableció nuevas distinciones, y el peregrino ha de estar integrado con la naturaleza, con las construcciones materiales de la cultura, con los lugareños, otros peregrinos y sus manifestaciones espirituales. (Sousa, 2004 en Pardellas, 2005. p. 27) En el caso concreto de los productos turís134 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte ticos literarios, se adquiere un conocimiento, que es según Esteve (2002) lo que se adquiere o pretende adquirir en los lugares sagrados. La búsqueda permanente de la divinidad, la pretensión de “ser como dioses”, añoranza de la inmortalidad, posiblemente la causa del “viaje” peregrinatorio. Hablar de Religión (peregrinación) y Literatura como producto turístico conjunto ha requerido hacer las reflexiones previas en los epígrafes anteriores para entender el significado de Turismo Religioso y Turismo Literario, a modo de breve conclusión podría decirse que quienes peregrinaron o recorrieron el Camino o incluso sin necesidad de hacerlo, produjeron obras literarias vinculadas con los territorios por los que transcurren los Caminos, creándose como consecuencia de la literatura, una serie de recurso culturales y literarios, susceptibles de aprovechamiento turístico en productos turístico culturales literarios aptos para la emergente tipología de Turismo Literario. A continuación y siguiendo las etapas propuestas para la realización del Camino del Norte en una de las guías analizadas sobre el Camino de Santiago del Norte, se comentan por cuestiones de espacio, solo aquellos recursos patrimoniales de mayor interés, vinculados con la literatura con potencial aprovechamiento turístico literario. El estudio se ha realizado teniendo en cuenta las localidades fin de etapa, ya que se trata de los lugares dónde los peregrinos disponen de más tiempo para su descanso y también para el ocio realizando actividades que no supongan desgaste físico ya que el objetivo es el descanso y recuperación para continuar en las jornadas siguientes con la peregrinación, no obstante, se comentan también algunos recursos que está en recorrido por su demostrable importancia. - Casa de Víctor Hugo en Pasajes de San Juan, en este caso se trata de un ejemplo muy interesante por una parte, porque se trata de una casa típica marinera de la zona en la que Victor Hugo pasó una temporada de sus vacaciones en San Sebastián. En la planta baja de la casa se ubica la oficina de turismo de la localidad y en la parte alta, una exposición rememora la visita que el escritor francés hizo a la localidad, se incluye un audiovisual en el que el propio escritor, relata el viaje por la zona como se recoge en la obra “Los Pirineos”. En este caso existe un producto turístico cultural literario ya que alberga también una Oficina de Turismo. - La casa de Turismo Rural Casa Assumpta, alojamiento de Turismo Rural en Arzúa, tiene habitaciones con nombres de escritores gallegos. Es uno de los mejores ejemplos de Turismo Literario como producto turís135 Almudena Orjales Somoza tico cultural literario puesto que se está comercializando un recurso, en este caso intangible como es la historia (biografía) y obra de una serie de escritores gallegos. Del análisis de los puntos fin de etapa del Camino del Norte recogido en las tablas fruto del estudio, se demuestra la existencia de numeroso recursos vinculados con la literatura, susceptibles de aprovechamiento turístico, es decir, de servir como base para la creación de productos turísticos literarios tan escasos en el recorrido del Camino de Santiago del Norte. A modo de resumen se han encontrado escritores que han nacido en la localidad por lo que existirían como posibles recursos sus casas natales, los lugares de su infancia, o dónde vivieron. y en caso de que localicen sus obras en ese espacio geográfico, los paisajes citados, a mayores y con la necesidad de un mayor grado de profundidad en cada una de las obras de los autores, podría ser posible conocer el lugar que les inspiró (el paisaje inspirador es válido también para los literatos no nacidos en la localidad en concreto). Otros de los recursos son los edificios en los que se ubican las fundaciones, las Universidades u otro tipo de centro de estudios y las bibliotecas. Y además hay como no, ejemplos de productos propiamente turísticos como pueden ser las casas museo, centros de interpretación o todavía más innovadores y originales los alojamientos temáticos, el caso anteriormente comentado de Turismo Rural que ha puesto en valor un servicio como es el alojamiento a través de la diferenciación de las habitaciones ofrecidas a los huéspedes utilizando para ello, los nombres de los escritores de mayor relevancia en la literatura gallega. Han quedado pocas etapas vacías que indican la no consecución de recursos directamente vinculados con la literatura, lo que no supone de ningún modo que no existan recursos en esas zonas, sino que el análisis tendrá que ser más exhaustivo que el realizado, quizás enfocándolo al estudio de la obra de algunos autores de los que haya constancia de su paso por la zona, por si los paisajes pudieran haber resultado inspiradores. 136 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte 7. Conclusiones El objetivo de este trabajo no es otro que promover una tipología de turismo poco conocida hasta ahora en nuestro país, una tipología basada en el modelo de desarrollo sostenible que recibe el nombre de Turismo Literario cuyos principales recursos son los relacionados con el patrimonio literario que se han comentado en el epígrafe correspondiente al Turismo Literario. En este caso se ha realizado una primera aproximación al Turismo Literario en el Camino del Norte o Ruta de la Costa, uno de los Caminos que miles de peregrinos recorren y recorrerán en su aventura hacia Santiago de Compostela, por las posibilidades que los productos turísticos literarios ofrecen a los peregrinos como complemento perfecto a su peregrinación, sin la realización de un esfuerzo físico excesivo que les permita descansar y que complemente su experiencia cultural, enriqueciéndola y al mismo tiempo aportando un valor añadido a cada uno de los territorios por los que camina. El turismo cultural es como se ha visto a lo largo de este trabajo, uno de los nuevos productos que más potencialidad alberga en los próximos años, afirmación avalada por los datos halagüeños del sector turístico. Como recoge el Documento Base Horizonte 2020 del Turismo Español, por la fortaleza de la demanda turística interna y su cada vez mayor nivel de exigencia, así como el incremento sustancial de la demanda europea por los productos urbano y cultural y la baja percepción por los europeos de España como destino cultural, se considera éste el momento ideal para desarrollar nuevos productos turísticos culturales en nuestro país, que provoquen nuevas experiencias para el turista. Por lo atractivo que resulta para el lector vivir lo que está escrito, y por la existencia en nuestro país de patrimonio turístico literario auténtico, susceptible de ser explotado, se considera que el Turismo Literario, supone una interesante oportunidad para desarrollar nuevos productos, que complementen la oferta cultural actual del peregrino, de la población local y al mismo tiempo podría llegar a estimular el turismo, cabe destacar que alrededor de la literatura pueden crearse destinos turísticos completos, como es el caso de las Book Towns. Recordemos además, la capacidad de la literatura como una herramienta dinamizadora del territorio. Para comenzar a trabajar sobre turismo literario, es fundamental que exista un inventario exhaustivo del patrimonio turístico literario, en el que se recoja información detallada de cada recurso. Para ello, podrían utilizarse fichas de catalogación de recursos adaptadas, ya que en muchas ocasiones, los recursos turísticos literarios necesitan una breve explicación que vincule el 137 Almudena Orjales Somoza recurso con la literatura. Una vez que se tenga el inventario y se haya analizado en función de sus potencialidades, se podría comenzar el proceso de planificación turística literaria. Quizás sería interesante trabajar a nivel provincial o incluso autonómico inicialmente y posteriormente siguiendo los mismos criterios crear un producto conjunto a lo largo del Camino del Norte. En el caso del Camino del Norte, se le añade un valor más a los posibles productos turísticos literarios y es que tres de las cuatro comunidades autónomas por las que transcurre el Camino del Norte, cuentan además con una lengua propia: vasco o euskera, bable, y gallego, lo que sin duda, supone un importante ventaja competitiva frente a otros Caminos. Por la existencia de estas lenguas propias, el escritor puede transmitir el arraigo a su cultura y pasado. La literatura en cierta medida, nos define como pueblo, como cultura, es nuestra memoria y sin duda supone un elemento clave de diferenciación en Turismo Literario. • Interés y Beneficios del proyecto El principal beneficio que se extrae de la realización de este proyecto, es el apoyo y promoción que con carácter individual se ha realizado de la tipología emergente de Turismo Literario a través de la divulgación del proyecto en las fases de búsqueda de información por los distintos lugares geográficos por los que transcurre el Camino de Santiago del Norte o Ruta de la Costa, no sólo a las personas físicas como potenciales consumidores de productos turístico literario sino también a los organismos o entes con competencia en materia turística para la creación de los mismos. Por otra parte, se ha divulgado también la importancia del patrimonio literario y las bondades de la lectura sobre la que tantas campañas de difusión se realizan anualmente y por supuesto la necesidad de ofrecer productos de ocio, a los peregrinos quienes en los momentos de descanso después de caminar son unos clientes potenciales susceptibles de consumir productos turísticos con bajos niveles de ejercicio físico ya que necesitan descansar para continuar haciendo etapas del Camino en la jornada o jornadas sucesivas. Pese a lo que se pueda creer a priori, en la actualidad tanto el perfil como las motivaciones que mueven a las personas a convertirse en peregrinos, han cambiado mucho y necesitan alguna actividad para realizar en su tiempo de ocio a demás del tiempo de meditación, reflexión y descanso. El desarrollo de este proyecto y su posible difusión posterior, así como el posible desarrollo de una oferta de servicios y actividades relacionadas con la categoría permitirán la valorización del patrimonio cultural literario y la consecuente dinamización y revitalización social y económica de las poblaciones por las que transcurre el camino, contribuyendo a la creación de empleo tanto directo como inducido, a través de la generación de nuevos puestos de trabajo y de la 138 Aproximación al Turismo Literario en las distintas rutas jacobeas: Turismo Literario en la Ruta del Norte diversificación de las actividades de ocio (en su mayoría inexistentes) enfocadas a los peregrinos pero también a la población local y de los alrededores quienes valorará más positivamente el lugar en el que viven creando al mismo tiempo una sensación de orgullo que será transmitida a los peregrinos y demás turistas. No ha existido hasta el momento transferencia formal de resultados a los entes u organizaciones con competencia en materia de patrimonio o turismo, entendiendo éstos como los posibles agentes capaces de dinamizar la zona y dispuestos a actuar en términos de Turismo Literario, realizando una promoción de los recursos pero también ofertando productos turístico culturales literarios, algo tan sencillo como rutas turístico literarias. También podría transferirse esta información a las empresas o agentes, incluso población en activo, para que conociendo las posibilidades existentes en sus territorios, a través de la realización de un estudio exhaustivo previo de cada zona, diagnóstico de situación por ejemplo, conocieran las posibilidades de creación y desarrollo de iniciativas relacionadas con el Turismo Literario. En cuanto a la utilidad de este proyecto para la Asociación de Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación de los Caminos Jacobeos, se centra en la posibilidad de conocer otra realidad complementaria al Turismo tradicional con la que poder fomentar la creación de empleo en espacios rurales, entre población desfavorecida, o espacios naturales protegidos, entre otras muchas áreas en las que las Cámaras de Comercio tienen experiencia demostrable ya que si por algo se caracteriza el Turismo es por ser una actividad con un alto índice de transversalidad e interdisciplinariedad entre muchos sectores. Las Cámaras de Comercio de las zonas por las que transcurren las diferentes rutas de los Caminos de Santiago, podrán impartir sesiones informativas y formativas a los colectivos relacionados tanto con el sector turístico como con el académico – literario sobre algunos de los proyectos aspectos tratados en el proyecto y motivarles para la generación de proyectos con aplicación real en el territorio, que al fin y al cabo es la principal conclusión, ausencia de productos turísticos literarios. Se abre por lo tanto un amplio campo del que podrán ser beneficiarias muchas, por no decir todas las Cámaras de Comercio de España, especialmente las Cámaras de Comercio que pertenecen a la Asociación de Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación de los Caminos Jacobeos y en primer lugar, por las que transcurre el Camino del Norte analizado en profundidad: Cámara de Comercio de Avilés, Cámara de Comercio de Bilbao, Cámara de Comercio de Cantabria, Cámara de Comercio de Gijón, Cámara de Comercio de Guipúzcoa, Cámara de Comercio de Oviedo y Cámara de Comercio de Santiago y sus antenas. 139 Almudena Orjales Somoza 8. Referencias bibliográficas ALONSO, J. (2005): Camino del Norte: Ruta Jacobea de la Costa, Ediciones Desnivel, S.L. BIGNÉ, E.; FONT, X. y ANDREU, L. (2000) : Marketing de destinos turísticos. ESIC, Madrid. BUSBY, G y GEORGE, J. (2004): “The Tailor of Gloucester: Potter meets Potter – literary tourism in a cathedral city”. 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La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués Según la tradición oral, Santiago llegó al finis terrae gallego y a los demás pueblos de la Península Ibérica para sembrar la semilla del Evangelio en estas tierras, donde, según la leyenda, se le apareció la Virgen María en Zaragoza y en Muxía, y regresó luego a Jerusalén para seguir cumpliendo el mandato de Cristo. Allí, en el año 44, el rey Herodes Agripa ordenó decapitarlo y se convirtió así en el primero de los apóstoles en recibir la palma del martirio. Sus discípulos Teodoro y Atanasio recuperaron su cadáver y lo trasladaron desde Jaffa al puerto de Iria, para cumplir la tradición de que los apóstoles serían enterrados en los lugares donde habían predicado el mensaje de Cristo y recibió sepultura en el Locus Sancti Iacobi. Después de siglos abandonado y perdido, en el primer cuarto del IX, se produjo la inventio o hallazgo del sepulcro apostólico y se dieron los primeros pasos para que Compostela se convirtiese en lo que hoy es, una de las tres ciudades santas de acogida de peregrinos de la cristiandad, junto a Roma y Jerusalén. El culto al apóstol Santiago en Portugal y las peregrinaciones a su santuario compostelano Ramiro I (842-850) instituyó, según la tradición, el Voto de Santiago en Calahorra, después de la batalla de Clavijo, el veintitrés de mayo del año 844, en la que Santiago actuó como protector de las tropas cristianas frente a los sarracenos. El territorio portugués pertenecía en esta época al Reino de Asturias y las diócesis de Braga, Porto, Viseu y Coimbra tuvieron que participar también de las obligaciones y compromisos del Voto; aunque su pago en Portugal fue en ocasiones contestado, sabemos que esta práctica se mantuvo hasta finales del siglo XVIII. El culto al apóstol Santiago en tierras portuguesas se remonta, al menos, al año 862, cuando, por iniciativa del obispo Nausto de Coimbra (862-912), se le asigna el patrocinio de la iglesia de Castelo de Neiva. Poco después, comenzaron las primeras peregrinaciones desde las distintas ciudades lusas. La figura del apóstol Santiago era conocida en estas tierras a Sepulcro del obispo Teodomiro en la catedral compostelana 147 José Fonte Sardiña (1) Cfr. “MORALEJO, A., TORRES, C. y FEO, J. (trad.), Liber Sancti Jacobi. “Codex Calixtinus”, Santiago de Compostela, 2004, p. 414 y 415. (2) En el capítulo XIX del Libro II, se cuenta que Santiago se le apareció, “vestido de blanquísimas ropas y no sin ceñir armas que sobrepujaban en brillo a los rayos del sol, como un perfecto caballero, y además con dos llaves en la mano. Y habiéndole llamado tres veces le habló así: Esteban, siervo de Dios, que mandaste que no me llamasen caballero, sino pescador; por eso me aparezco de esta forma, para que no dudes más de que milito al servicio de Dios y soy su campeón y en la lucha contra los sarracenos precedo a los cristianos y salgo vencedor por ellos. He conseguido del Señor ser protector y auxiliador de todos los que me aman y me invocan de todo corazón en todos los peligros. Y para que creas esto más firmemente con estas llaves que tengo en la mano abriré mañana a las nueve las puertas de la ciudad de Coimbra que lleva siete años asediada por Fernando, rey de los cristianos, e introduciendo a éstos en ella se la devolveré a su poder. Dicho esto, se desvaneció a sus ojos”; cfr. idem, p. 376. (3) El autor dice que “para que Coimbra […] se redujese al culto cristiano, el Rey se dirigió en rogativa a las puertas del bienaventurado Santiago apóstol, cuyo cuerpo, por divina asistencia de nuestro Redentor, dícese que a España fue traído. Y allí, hecha la rogación durante tres días para que tuviese éxitos prósperos y felices en aquella guerra, pedía que el Apóstol fuese intercesor por él ante la Majestad Divina”. 148 través de numerosas leyendas y del libro Vida e Paixão dos Apóstolos. Además, las invasiones musulmanas hermanaron a los ejércitos hispanos y portugueses en la batalla contra las huestes sarracenas y Santiago fue invocado como protector de los cristianos. En el libro jacobeo por excelencia, el Códice Calixtino −cuya redacción y difusión fue impulsada por el arzobispo compostelano Diego Gelmírez (1120-1140), empeñado en conseguir que, a través del Camino de Peregrinación, Compostela se convirtiese en un centro espiritual y comercial de relevancia universal para toda la cristiandad−, se cuenta que el Apóstol se apareció en sueños ante el emperador cristiano más poderoso de Europa, Carlomagno (800-814), y le pidió que librara a su pueblo de la invasión musulmana (1). El propio Códice Calixtino recoge también cómo Santiago se le aparece vestido de miles Christi al obispo Esteban para anunciarle su intervención para liberar Coimbra de los sarracenos (2). Además, la liberación de Coimbra por parte del ejército cristiano encabezado por el rey Fernando I (1010-1065), entre los días siete y nueve de julio de 1064, y la intercesión del apóstol Santiago son recogidas también por la Historia Silense, escrita probablemente en el monasterio de Santo Domingo de Silos por el obispo don Pedro de León, entre 1109 y 1118 (3). Por otra parte, la iglesia de Santiago de Coimbra, del siglo XII, fue mandada levantar por Sancho I (1185-1212) en pleno Camino Portugués en honor del apóstol predilecto de Jesús, en agradecimiento por esta intercesión a favor del ejército cristiano para Representación de la Batalla de Ourique, en la iglesia de la Santa Cruz de Coimbra La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués liberar la ciudad de Coimbra de manos de los sarracenos y por la ayuda que le prestó a su padre Afonso Henriques (1109-1185) en la batalla de Ourique. De esta forma, la ciudad queda para siempre vinculada a la figura del Apóstol como miles Christi y protector de los cristianos, así como al fenómeno de las peregrinaciones; además, en la iglesia de la Santa Cruz de Coimbra, en los azulejos de la pared situada en la nave del Evangelio, se representa la escena de la victoria del rey en Ourique, el día veinticinco de julio de 1139, festividad de Santiago, en la que aparece el monarca enarbolando una bandera con la cruz del ejército cristiano y la leyenda IN HOC SIGNO VINCES. También salió vencedor Afonso Henriques (1109-1185) en la liberación de Lisboa en 1147. En esta dura batalla, contó con la ayuda de una escuadra de cruzados ingleses, alemanes y flamencos, que habían llegado a Galicia por los puertos de Viveiro, A Coruña y Noia, y se habían dirigido, antes de emprender el combate en Portugal, al santuario del apóstol Santiago, a través del Camino Inglés, para postrarse ante su sepulcro y suplicar su intercesión en la pelea contra los sarracenos. Desde Galicia, recorrieron el Atlántico hacia el Sur para tomar la ciudad de Lisboa y, después de tres meses de duro cerco, conquistaron el castillo, que pusieron bajo la advocación de san Jorge, y dominaron la ciudad. El rey Afonso Henriques (1109-1185), en agradecimiento por las ayudas prestadas por el apóstol Santiago, concede una carta de coto al monasterio de Paderne para que se ofrezca albergue y atención a los peregrinos; además, su madre Teresa de León y su esposa Mafalda mandaron fundar también albergues para peregrinos en Alvergueria Velha, Chaves o Porto. La Corona portuguesa apoyó, además, el culto al Apóstol con la peregrinación de algunos de sus miembros principales. El rey Afonso II (12121223) peregrinó a Santiago de Compostela en 1220 para pedir la intercesión del santo en temas como su curación de la lepra, la protección de la reina y de sus hijos, y el amparo a todo el Reino de Portugal; asimismo, dejó en su testamento a la iglesia compostelana la cantidad de dos mil trescientos maravedís para celebrar anualmente un aniversario por su alma. Por su parte, Sancho II (1223-1247) peregrinó también a Compostela en 1243, tal vez para pedirle ayuda al Apóstol en sus desavenencias con el clero y la nobleza y para agradecerle su intercesión en la conquista a los sarracenos del Algarve. Pero el miembro de la monarquía portuguesa que más apoyo dio al Camino de Santiago fue sin duda la llamada Rainha Santa, Isabel de Portugal (1271-1336). Favoreció sin descanso al monasterio de Santa Clara de 149 José Fonte Sardiña (4) Dice la tradición popular que acudía allí a diario, siempre que sus obligaciones se lo permitían, para visitar y dar su cariño a los moradores. Cuenta la leyenda que un día, cuando se dirigía al convento de Santa Clara para llevar una limosna a los pobres y peregrinos, se encontró con su esposo el rey don Dinís (1279-1325), que le preguntó qué escondía en su regazo. Ella, para ocultar a su marido que les llevaba un nuevo donativo a las hermanas clarisas para sus obras de caridad con los necesitados, le dijo que eran rosas y, a pesar de que se encontraban en el mes de enero, en el que éstas no florecen, un milagro hizo que las monedas se convirtieran en rosas a los ojos del rey. Hoy, la imagen de la “padroeira” de Coimbra, con las rosas en su regazo, sale todos los años pares en procesión desde el convento de Santa Clara hasta la iglesia da Graça, situada en el centro de la ciudad. Túmulo de la Rainha Santa con el bordón y el zurrón de peregrina 150 Coimbra, donde recibió sepultura, y al cenobio hermano de San Francisco, cuyos centros monásticos ejercieron la caridad con los peregrinos, proporcionándoles limosnas y hospedaje. Además, mandó construir también la reina, cerca de los dos monasterios, un hospicio para pobres y peregrinos, y lo dotó de las rentas precisas para su funcionamiento (4). Poco después de la muerte de su esposo, peregrinó a Santiago de Compostela en el año 1325. Cuentan que quiso viajar como una humilde peregrina y que renunció a sus privilegios como reina ocultando su verdadera identidad. Se postró ante el sepulcro apostólico el día veinticinco de julio de ese año y asistió a la solemne celebración presidida por el arzobispo compostelano Berenguel de Landoira (1317-1330). La reina realizó un importante donativo que entre otras cosas aportaba una corona con piedras preciosas incrustadas, tapices con las armas de Portugal y Aragón, paramentos y otros ornamentos religiosos. El prelado, por su parte, le hizo entrega de un bordón de plata y un zurrón de peregrina, que fueron depositados, por expreso deseo de la Rainha Santa en su túmulo funerario, en el convento de Santa Clara a Velha. En 1335, volvió a peregrinar a Santiago y, a su muerte, un año más tarde, dejó, además, en testamento, quinientas libras para hospitales y albergues que atendieran a los peregrinos a lo largo del Camino de Santiago. El veintiséis de marzo de 1612, fueron exhumados sus restos mortales y, cuando se abrió el sepulcro, se encontraron el bordón y el zurrón de peregrina y su cuerpo incorrupto. El obispo Afonso de Castelo Branco (1585-1615), que presidía este acto como juez apostólico de Roma, les dio estos dos símbolos jacobeos en custodia a las monjas clarisas de Coimbra. En octubre de 1677, sus restos se trasladaron a Santa Clara a Nova y, desde el tres de junio de 1696, reposan en una urna de plata situada en el altar mayor de la iglesia. En el coro alto, están expuestos los restos del bordón que el arzobispo compostelano le regaló a la reina. También se conserva, en el coro bajo del convento de Santa Clara a Nova, el viejo túmulo donde la Rainha Santa estuvo enterrada en Santa Clara a Velha, en el que Isabel aparece con el hábito de las clarisas, la corona real, el bordón de peregrina en su mano derecha y el zurrón con la concha de vieira colgado de su hombro izquierdo; en el monumento funerario, en el lado izquierdo, está representada la figura del apóstol Santiago, junto a Jesucristo y los otros once apóstoles. Otro de los reyes portugueses que peregrinó a Santiago de Compostela fue, en 1502, Manuel I (1469-1521), que repartió durante su viaje piadoso limosnas destinadas al culto, a los albergues y a los desvalidos. Además, para mantener encendida día y noche de manera permanente una lámpara La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués de plata que él mismo había donado para el altar mayor de la catedral de Santiago, ofreció anualmente veinte mil reales blancos. Antes de su muerte, encargó a su hija Catarina que siguiera manteniendo la aportación económica suficiente para que la lámpara continuase encendida después de su fallecimiento. Aunque no hay un relato específico de su peregrinación que podamos considerar como perteneciente a la literatura odepórica, sí sabemos que partió en barca río Tajo arriba, desde Lisboa hasta Tancos, y continuó luego por Tomar, Coimbra, Aveiro, Gaia, Porto, donde fue recibido bajo palio, Dumio, Montelius, Braga, Ponte de Lima y Valença. Entró en Galicia por Tui, pasó por Pontevedra y desde allí se dirigió hasta Santiago de Compostela, donde fue recibido por las principales autoridades de la ciudad y permaneció en ella durante tres días. En su viaje de regreso a Lisboa, volvió a pasar por Tui, Valença, Ponte de Lima, Barcelos, Fão y Vila do Conde. Su tercera esposa, Leonor, realizó también una importante labor asistencial en favor de los peregrinos a Compostela, fundando cerca de cincuenta Santas Casas da Misericordia que les daban acogida; además, según Ferreira da Silva, había en Portugal cerca de quinientas instituciones hospitalarias relacionadas con el Camino Jacobeo (5). La devoción que la monarquía portuguesa tenía por el apóstol Santiago fue secundada por muchos fieles anónimos, cuyo número se nos hace imposible cuantificar, y no sólo existió en época medieval, sino que se mantuvo viva a lo largo de los siglos. Señala Huidobro y Serna que “el apóstol ama por igual a las dos naciones peninsulares, y cuando la vida de alguna de ellas ha estado en peligro, Santiago ha surgido siempre como campeón y defensor incontrastable [...]. Por eso los portugueses han mirado siempre a Santiago como algo propio y […], cuando peregrinaban a Compostela, no se sentían en tierra extraña” (6). Esta devoción se manifiesta también en Portugal en las más de ciento cincuenta iglesias bajo su advocación y en las numerosas representaciones iconográficas, en las que se le venera como peregrino y caballero. Por otra parte, la Orden de Santiago, cuyos orígenes se remontan a 1170, se extendió luego desde el Reino de León por los vecinos de Portugal y Aragón, y los de Francia, Inglaterra, Lombardía y Antioquía. La rama portuguesa dependió del Gran Maestre de España, hasta que, en 1440, el papa Eugenio IV (1431-1447) les concedió la independencia y pasaron a llamarse Ordem de Sant’Iago da Espada, lo que les permitió la promoción de templos, ermitas y hospitales que favorecieran la peregrinación. (5) Cfr. FERREIRA DA SILVA, M., “Caminhos de S. Tiago ontem e hoje”, en Actas do III Encontro sobre os Caminhos portugueses a Santiago, Valença, 1999, p. 131-147. (6) HUIDOBRO Y SERNA, L., Las peregrinaciones jacobeas, t. III, Bilbao, 1999, p. 663. 151 José Fonte Sardiña Relaciones de hermandad entre Galicia y Portugal La tradicional amistad entre Galicia y Portugal, que nos hizo compartir una misma lengua y una cultura semejante, fue destacada siempre por los principales defensores del galleguismo, hasta el punto de que Eduardo Pondal, en el poema Os pinos, cuyas primeras estrofas forman el himno de Galicia, la defiende de manera apasionada: “A nobre Lusitania/ os brazos tende amigos/ aos eidos ben antigos/ con un punxente afán;/ e cumpre as vaguedades/ dos teus soantes pinos,/ duns máxicos destinos./ ¡Oh grei de Breogán!”. Castelao, por su parte, en Sempre en Galiza, resalta la histórica hermandad de los dos pueblos y dice que “os galegos non aspiramos a confundir políticamente a Nosa Terra co Portugal rexido dende Lisboa, e non necesitamos saír de España para opoñernos á hexemonía de Castela e loitar pola nosa liberdade. Pero dentro de Portugal quedounos a metade da nosa terra, do noso espírito, da nosa lingua, da nosa cultura, da nosa vida, do noso ser nacional […]. Queremos vivir unidos como vivimos nos séculos que seguiron á primeira e verdadeira independencia de Portugal” (7). En esta misma idea se reafirma Otero Pedrayo cuando dice que “para o noso galeguismo a historia […] debe rectificar o feito doloroso do arredamento de Portugal […]. A lingua debe voltar a ser a mesma para fortalecemento do ser trascendental da Céltiga Ibérica […]. Sen conqueridos, nin conqueridores. Coa fraternidade dos irmáns que se topan ledamente despois de ter equivocado o camiño das mesmas arelas” (8). (7) Véase RODRÍGUEZ CASTELAO, A.D., Sempre en Galiza, Libro III; existen varias ediciones. (8) Véase OTERO PEDRAYO, R. “Morte e Resurrección”, en CASARES MOURIÑO, C. (ed.), Ramón Otero Pedrayo. Día das Letras Galegas 1988, A Coruña, 1988, p. 114. (9) MURGUÍA, M., Galicia, t. II, Santiago de Compostela, 1985, p. 782 y 783. 152 Manuel Murguía, en su obra Galicia, lamenta que “desde que del lado de allá del Miño, se entendió que eran distintos de los de acá, se echaron ciegamente los infranqueables límites […]. Error gravísimo en que también nosotros caímos y que, separando los que eran hermanos, los hizo enemigos […], que no en vano Galicia y Portugal tienen una misma historia, una misma sangre y una misma lengua y literatura inicial” (9). El río Miño, que divide y hermana al mismo tiempo a los pueblos gallego y luso, marcará la entrada en Galicia del llamado Camino Portugués de Santiago, que siempre sirvió para unirlos. A pesar de que Valença se protege con su fortaleza y de que Tui también se defendía con su catedral almenada y la muralla, lo que indica que la convivencia no siempre resultó pacífica entre sus habitantes, la relación, normalmente, fue fraterna. Los peregrinos, como recogen muchos de los relatos odepóricos, accedían desde Valença a Tui en barco, hasta la construcción del puente internacional que unió los dos países en 1886 y que facilitó el paso peatonal de los peregrinos y de automóviles y trenes. Con la La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués desaparición de las viejas fronteras, tras la creación de la Unión Europea, se facilita la relación entre los dos pueblos hermanos y se hace realidad el sentido universal de la peregrinación jacobea. Espíritu europeísta y universal de los Caminos de Santiago Otero Pedrayo, uno de los patriarcas del galleguismo, afirma que “tal vez podría escribirse una historia sintética del mundo sin citar más que una ciudad ibérica: Compostela. Ella, sin fuerza política ni autoridad dogmática, dinamizó el Occidente; la peregrinación creó el camino, y el camino, conexionando, elevando y afirmando a las diversas gentes de Europa y del mundo, fue camino de perfección de la conciencia europea” (10). En este mismo sentido, Álvaro Cunqueiro reafirma también el alma europea de Galicia, manifestada en las distintas rutas jacobeas que conducen hasta Santiago, y considera que, “puesto en el Camino, eterno como un río, todo se me hace fácil y prodigioso. Hasta que las naciones europeas se encuentren en él, y de él aprendan la misma canción de fe, esperanza y caridad” (11). También el Códice Calixtino destaca esta universalidad del Camino de Santiago en el sermón Veneranda dies, recogido en el capítulo XVII del Libro I, cuando afirma que “a este lugar vienen los pueblos bárbaros y los que habitan todos los climas del orbe […]. Causa alegría y admiración contemplar los coros de peregrinos al pie del altar venerable de Santiago […]. Allí pueden oírse diversidad de lenguas […] y gentes diversas de todos los climas del mundo” (12). Este espíritu universal hizo del Camino de Santiago el Primer Itinerario Cultural Europeo y lo convirtió en Patrimonio de la Humanidad. El Libro V del Códice Calixtino como modelo de la literatura de viajes sobre el Camino de Santiago El primer arzobispo de Santiago, Diego Gelmírez (1120-1140), a lo largo de su pontificado desarrolló una intensa actividad al servicio de la promoción del culto jacobeo y de las peregrinaciones a Compostela. En este sentido, hay que destacar el interés que mostró para que los más prestigiosos clérigos e intelectuales del mundo en ese momento trabajasen en la redacción de dos libros tan trascendentales como la Historia Compostellana y el Códice Calixtino. El Códice Calixtino está dividido en cinco partes. En el Libro I, se exponen varios sermones, un relato de la predicación, pasión y muerte de Santiago, y una colección de responsorios, salmos y misas con motivo de diver- (10) OTERO PEDRAYO, R., Ensayo histórico sobre la cultura gallega, A Coruña, 2004, p. 138 y 139. (11) CUNQUEIRO, A., “El Camino y los milagros”, en RIVERA PEDREDO, D. (ed.), Álvaro Cunqueiro. 100 artigos, A Coruña, 2001, p. 172. (12) MORALEJO, A., TORRES, C. y FEO, J. (trad.), Liber…, op. cit., p. 190-192. 153 José Fonte Sardiña sos cultos en honor a Santiago. En el Libro II, se narran veintitrés milagros realizados por la intercesión del apóstol Santiago en favor de los peregrinos que visitan su sepulcro o de los que lo invocan con fe. El Libro III hace referencia a los siete varones apostólicos, a la traslación por parte de Teodoro y Atanasio del cuerpo muerto de Santiago desde el puerto de Jaffa al de Iria y su enterramiento en el Locus Sancti Iacobi, que daría origen a la actual Compostela, y recoge también un sermón del papa Calixto II (1119-1124) acerca de las tres solemnidades de Santiago y una hermosa alusión a la melodía de las caracolas. El Libro IV refiere una aparición de Santiago a Carlomagno en la que le pide que libere a su tierra de los sarracenos y da con ello pie a que se cuenten las hazañas de este emperador para lograr lo que el Apóstol le había pedido. Por último, el Libro V del Códice Calixtino trata sobre el viaje de peregrinación a Santiago de Compostela por el Camino Francés y será el modelo de toda la literatura odepórica jacobea que surja después. (13) Utilizaremos la edición de MORALEJO, A., TORRES, C. y FEO, J. (trad.), Liber…, op. cit. 154 Aymeric Picaud, al que muchos consideran el autor de esta parte del Codex, titula el capítulo I “De los Caminos de Santiago” y dice que “son cuatro los Caminos a Santiago que en Puente la Reina, ya en tierras de España, se reúnen en uno solo” (p. 527) (13) . Las vías Podense (Le Puy), Lemovicense (Limoges) y Turonense (Tours), “en Puente la Reina se unen al Camino que atraviesa el de Somport [Vía Tolosana (Toulouse)] y desde allí forman un solo Camino hasta Santiago” (p. 527 y 528). El capítulo II, “De las jornadas del Camino de Santiago”, divide el recorrido en trece etapas y cita los puntos de partida y de llegada de cada una. En el capítulo III, “De los nombres de los pueblos del Camino de Santiago”, se citan las poblaciones más importantes del Camino Francés y se emiten opiniones sobre algunas de ellas; a veces positivas, como la de Compostela, “la excelentísima ciudad del Apóstol, que posee toda suerte de encantos y tiene en custodia los preciosos restos mortales de Santiago, por lo que se la considera justamente la más feliz y excelsa de todas las ciudades de España” (p. 537 y 538); y otras meramente descriptivas, como la de Triacastela, “ya en Galicia, al pie del mismo monte, donde los peregrinos cogen una piedra y la llevan consigo hasta Castañeda” (p. 536). “De los tres hospitales del mundo” es el título del capítulo IV y muy brevemente se refiere al principal centro hospitalario, en el sentido jacobeo de acogida al peregrino, que está situado en cada una de las tres rutas más importantes que conducen a las grandes ciudades santas de la cristiandad: el de Jerusalén; el de Mont-Joux, en el Camino hacia Roma; y Santa Cristina en Somport, en el Camino Francés; “son lugares santos, casas de Dios, reparación de los santos peregrinos […]. Así pues, La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués quienquiera que haya edificado estos lugares sacrosantos poseerá, sin duda alguna, el Reino de Dios” (p. 539). En el capítulo V, “De los nombres de los que repararon el Camino de Santiago”, se refiere a la gran labor realizada por estos hombres en tiempos de Gelmírez para facilitar el paso de los peregrinos y pide para ellos y sus colaboradores el Eterno Descanso. “De los buenos y malos ríos que en el Camino se hallan” es el título del capítulo VI. El autor de la guía, desde su subjetividad, alaba algunos ríos, como el Erga a su paso por Estella o Lizarra, del que afirma que “su agua es dulce, sana y muy buena” (p. 543); sin embargo, de otros como el Salado, que pasa por Lorca, advierte: “Allí guárdate de beber ni tú ni tu caballo, pues el río es mortífero” (p. 543). Avisa también al peregrino de que “todos los pescados y las carnes de vaca y cerdo de toda España y Galicia producen enfermedades a los extranjeros” (p. 544). Habla, asimismo, de un río que identificamos con el de A Lavacolla, “a dos millas de Santiago, en un sitio de mucho arbolado […], en él suele la gente francesa lavarse, por amor al Apóstol, no solamente sus vergüenzas, sino también, despojándose de sus vestidos, la suciedad de todo su cuerpo” (p. 545); este rito purificador y escatológico pudo ser el origen del topónimo A Lavacolla, cuyo río denominado pudorosamente en el Codex “lauamentula” dio nombre al lugar. El capítulo VII trata “De los nombres de las tierras y de las cualidades de las gentes que se encuentran en el Camino de Santiago”. Aymeric Picaud traslada sus opiniones, siempre subjetivas, en ocasiones injustas y otras atinadas, y pocas veces se muestra indiferente. Describe la tierra de Poitou como “productiva, óptima y llena de felicidad” (p. 547). Del País Vasco dice, sin embargo, que “es tierra bárbara por su lengua, llena de bosques, montuosa, desolada de pan, vino y de todo alimento del cuerpo, salvo el consuelo de las manzanas, la sidra y la leche” (p. 549). Asegura que la tierra Navarra es “considerada feliz por el pan, el vino, la leche y los ganados” (p. 552), pero su opinión sobre sus habitantes es demoledora, ya que le parecen un “pueblo bárbaro, distinto de todos los demás en costumbres y modo de ser, colmado de maldades […], falto de cualquier virtud y diestro en todos los vicios e iniquidades” (p. 553). Galicia, por su parte, sale bastante bien parada de su implacable juicio ya que dice “que es agradable por sus ríos, sus prados y riquísimos pomares, sus frutas y sus clarísimas fuentes […]; es rica en oro y plata, y en tejidos y pieles silvestres, y en otras riquezas, y sobre todo en tesoros sarracenos” (p. 556); aunque afirma que los gallegos “se acomodan más perfectamente que las demás poblaciones españolas de atrasadas costumbres a nuestro pueblo galo” (p. 556), les reprocha, sin embargo, que “son iracundos y muy litigiosos” (p. 556). Sus opiniones están 155 José Fonte Sardiña siempre condicionadas por el hecho de ser francés, ya que juzga a los demás según la cultura, costumbres, usos y forma de ser de sus paisanos. El autor de la guía, en el capítulo VIII, titulado “De los cuerpos santos que descansan en el Camino, y que deben ser visitados por sus peregrinos”, recomienda a los que se dirigen a venerar la tumba del apóstol Santiago por el Camino Francés los templos y las reliquias que deben visitar. Dedica mucha mayor atención a los santuarios franceses, especialmente al de Saintes, donde se encuentra el cuerpo de san Eutropio, del que relata pormenorizadamente su martirio. En España, recomienda visitar “el cuerpo de santo Domingo, confesor, quien hizo la calzada que hay entre la ciudad de Nájera y Redecilla del Camino, en donde descansa […]; los cuerpos de los santos mártires Facundo y Primitivo, cuya basílica levantó Carlomagno […]; en la ciudad de León […], el venerable cuerpo de san Isidoro […]; por último, en la ciudad de Compostela se ha de visitar con gran cuidado y atención el dignísimo cuerpo del apóstol Santiago” (p. 583 y 584). El capítulo IX, “De la calidad de la ciudad y basílica de Santiago, apóstol de Galicia”, realiza una breve descripción geográfica de Compostela y una enumeración sucinta de sus principales iglesias, y analiza ya de manera más pormenorizada las características y partes de la catedral. Trata asimismo de la dignidad de la iglesia de Santiago y de sus canónigos, de los canteros de la iglesia y del principio y fin de su obra, y de la dignidad de la Iglesia de Santiago. Hace también una referencia a la concesión del Arzobispado, en 1120, por el papa Calixto (1119-1124) y al primer arzobispo compostelano, Diego Gelmírez (1120-1140), principal impulsor de la redacción de este Códice Calixtino. “Del número de canónigos de Santiago” es el título del capítulo X, que afirma que “tiene esta Iglesia, según la tradición, setenta y dos canónigos, de acuerdo con el número de los setenta y dos discípulos de Cristo” (p. 609) y se refiere también al reparto de las ofrendas y la cantidad que se dedica de ellas a la hospitalidad con los peregrinos pobres. El capítulo XI y último, trata “De cómo los peregrinos de Santiago hayan de ser recibidos” y muestra el modelo de la Regla de San Benito, según la cual “los peregrinos, tanto pobres como ricos, han de ser caritativamente recibidos y venerados por las gentes cuando van o vienen de Santiago. Pues quienquiera que los reciba y diligentemente los hospede, no sólo tendrá como huésped a Santiago, sino también al Señor” (p. 611). Relata también los castigos sufridos por algunos que se negaron a acogerlos, como el milagro del pan convertido en piedra en Vilanova o el incendio de una casa en Poitiers (p. 611 y 612). 156 La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués Relaciones del viaje de León de Rosmithal El barón León de Rosmithal viajó por España entre 1465 y 1467. A su séquito pertenecían Shaschek, su secretario, que se encargó de hacer el relato oficial del viaje, y Gabriel Tetzel, patricio de la ciudad de Nuremberg, que ya había acompañado a Rosmithal en otras aventuras. El relato de Shaschek se parece bastante en su técnica descriptiva al realizado por Aymeric Picaud en el Libro V del Códice Calixtino. Va citando pormenorizadamente los pueblos por los que pasan y refiere de ellos o de sus gentes pequeños detalles. Las frases son breves y parecen transcritas, de modo prácticamente literal en la narración, de un cuaderno de notas del viaje. Las descripciones suelen ser bastante exactas, incluyen siempre la distancia de un pueblo a otro en millas y los montes y ríos, con su fauna y vegetación, o los puentes por los que pasan. “El camino de Panca a Barcodebonde es de cuatro millas; este lugar está compuesto de casas separadas y se va a él siempre entre montes altísimos que nos parecieron mayores que cuantos habíamos pasado; corre entre ellos un río llamado Tameca, que tiene un puente de piedra muy elevado; más allá del puente se le une otro río que no tiene nombre, pero que asimismo tiene un puente; en el espacio de seis leguas entran en este río setenta y dos arroyos, que hacen que sus aguas sean muy puras y abundantes en truchas” (p. 255 y 256) (14). El narrador utiliza la primera persona como hilo conductor del relato; “en estos montes se crían árboles que ni yo ni los que conmigo venían habíamos visto nunca” (p. 255). Advierte, como el Códice Calixtino, de los peligros del Camino y hace recomendaciones a los viajeros; “el que quiera caminar por estos montes ha de hacerlo cuando haga más calor y ha de llevar consigo triaca, pues de otro modo no podrá pasar, por las mordeduras de las sabandijas” (p. 255). La recomendación de venerar las reliquias de los santos situados en las inmediaciones del Camino, como en el monasterio “donde está sepultado santo Domingo, cuyo sagrado cuerpo visitamos” (p. 256), era ya realizada en el Códice Calixtino. La primera gran ciudad que visitan en Portugal es Braga, “donde tiene su silla el arzobispo de Portugal y se crían en ella árboles del Paraíso […]. En Braga hallamos al rey de Portugal, que acogió al Señor y a sus compañeros muy honradamente; traía éste cartas para el rey de su propia hermana, mujer que era del emperador” (p. 256). El tráfico de esclavos debía ser muy habitual en esa época, pues, después de pasar ocho días como su huésped, (14) Se cita la edición de LEÓN DE ROSMITHAL DE BLATNA, Viaje por España y Portugal, en GARCÍA MERCADAL, J. (ed.), Viajes extranjeros por España y Portugal, Salamanca, t. II, 1999. 157 José Fonte Sardiña cuando el rey le pide a Rosmithal que escoja un regalo, éste le solicita dos etíopes y el hermano del monarca le dice que pida algo más valioso y le regala además un “simio para que todo lo lleves a tu patria cuando a ella vuelvas, pues tal vez no tengáis en vuestras tierras ni etíopes ni simios y por eso pedís principalmente estas cosas” (p. 256). De Braga se dirigen a Ponte de Lima, que “está cercada con muros de cantería con torres cuadradas” (p. 257), y desde allí van a Valença do Minho; “este río divide a Portugal de aquella parte de Galicia en que yace sepultado el glorioso Santiago, hasta que desemboca en el mar, y nosotros lo pasamos a la ida y a la vuelta” (p. 257). Ya en Galicia, en Tui han de acreditar su condición de peregrinos en un castillo que “pertenece a unos caballeros a los cuales tienen que pedir salvoconducto los que desean visitar el sepulcro de Santiago” (p. 257). A cuatro millas de Tui, está Redondela, “que es plaza de armas, no muy grande, situada entre montes, cerca del mar” (p. 257). Después de haber recorrido tres millas desde allí, llegan a Pontevedra, que “es una plaza de armas que está en el Camino de Santiago y tiene un puente de piedra no muy largo sobre un brazo de mar […]; éste es lugar grande y rico que tiene además un puente largo sobre unos remansos del mar que cercan el pueblo por un lado” (p. 257). Desde Padrón a Santiago de Compostela cambia el estilo de la narración, que se hace más prolija, y la leyenda jacobea −con los temas de la evangelización, la translatio y la intervención de la reina Lupa−, que conoce muy bien el narrador, está presente en el paisaje y en el relato. El paso por Padrón le sirve de pretexto para contar que lo señorea “un castillo que se llama Rotya-planta, en el cual la reina infiel llamada Lupa, cuando predicaba Santiago a Cristo en Galicia, le hizo encerrar […]. Un año entero predicó Santiago en esta ciudad, pero no pudo convertir más que dos hombres a la fe de Cristo. En el monte que domina la ciudad hay una iglesia en el mismo sitio en que predicaba Santiago, y junto a ella un gran risco que tapa la boca de una cueva, y este risco se llama la peña de Santiago, porque en aquella cueva solía el santo retraerse. Quien con ánimo devoto entra en esta cueva, alcanza el perdón de muchos pecados” (p. 258). Uno de los acompañantes, al entrar en la cueva, quedó atrapado y hubieron de sacarlo con dificultad, “por lo cual el Señor, que también quería entrar, desistió a tiempo de su propósito” (p. 258). Conoce y cuenta también la leyenda del milagro de la fuente de Padrón: “Una vez que los paganos apedrearon y azotaron a Santiago […], rogó a Dios con estas palabras: ¡Dios mío!, todo lo sufro con paciencia por tu causa; mírame y dame agua con que humedezca mi lengua. Dicho esto, hirió la tierra con su báculo y al punto brotó en aquel lugar una her158 La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués mosa fuente, donde suelen beber los peregrinos que llegan” (p. 258). Relata, asimismo, cómo Santiago regresó desde tierras hispanas a Jerusalén, donde fue mandado decapitar por Herodes Agripa, y que luego fue trasladado por sus discípulos desde el puerto de Jaffa hasta el de Iria, en Padrón. La conversión de la reina Lupa después de ver cómo los toros salvajes aparecían como mansos bueyes bajo el yugo tirando del carro que conducía el cuerpo sin vida de Santiago también es narraba con bastante detalle; el relato sigue con fidelidad los hechos recogidos en el Libro I del Códice Calixtino; los animales “condujeron el cuerpo de Santiago al lugar donde la estrella se quedó inmóvil y los toros se pararon por su voluntad; allí colocaron el cuerpo, y en este sitio está hoy el sepulcro donde Santiago con muchos milagros patentes ha convertido innumerables infieles a la fe de Cristo, y allí erigieron el templo dedicado a su nombre […]; la ciudad que le está unida, dejando su antiguo nombre de Compostela, se llama ahora Santiago” (p. 259). La llegada a la ciudad del Apóstol se produce “el martes que antecede al día en que se celebra la Asunción a los cielos de la Santísima Virgen” (p. 259), es decir, en agosto de 1466. La descripción de Compostela empieza por la muralla y quería continuar con la visita al santuario apostólico, pero la ciudad de Santiago estaba convulsa; el arzobispo Alonso II de Fonseca (1464-1506) había sido apresado en Padrón por Bernal Yáñez de Moscoso, la catedral se hallaba cercada y en ella resistían la madre y un hermano del prelado con un pequeño grupo de fieles, por lo que Rosmithal y su séquito no pudieron visitarla hasta pasados tres días. Rosmithal rogó a Bernal Yáñez de Moscoso “que al menos no le impidiese visitar el sepulcro de Santiago si lograba el permiso de los que estaban en la iglesia; porque él había visitado muchas cortes y peregrinado por muchas tierras, hasta de infieles, para venir al sitio donde estaban los huesos de Santiago, y los que lo acompañaban ardían en deseos de ver aquellos famosos lugares […]. Después que fuimos absueltos, bajó el legado las escaleras del porche y nos tocó a todos, primero al Señor y luego a los demás, con la estola o cíngulo […]. El Señor nos mandó que nos levantásemos y entrásemos todos en la iglesia descalzos; allí nos mostraron los sacerdotes, haciéndonos mucha honra, todas las reliquias que en el templo se guardan […], el sepulcro en el que está Santiago, hecho en el mismo altar, en el que se ve también la hoz o hacha con que le cortaron la cabeza atada al ara con una cadena de hierro […]; el báculo que llevó el santo en sus peregrinaciones, el cual está sujeto a un altar y revestido de plomo, porque los peregrinos, a hurtadillas, le arrancaban pedazos […]; la cabeza de Santiago el Menor […] y una espina de la corona Fuente del Carmen en Padrón, donde se representa la translatio 159 José Fonte Sardiña de Cristo, un pedazo de madera de la santa Cruz, y además otras muchas reliquias de santos que no se nombran ni se enseñan sino en año de jubileo […]. Nos enseñaron después la cadena con que fue atado el santo, la cual está clavada en una columna a la entrada del coro” (p. 259-261). El relato de Shaschek, como el Libro V del Códice Calixtino, se recrea en la descripción de la catedral y muestra su asombro por el gran número de monasterios que encuentra en sus alrededores, “en el término de media legua de la ciudad hay ocho conventos” (p. 261). Tetzel realiza su narración también en primera persona. El relato sobre la ciudad de Santiago y la catedral es bastante similar al de su compañero, pero cuenta de manera diferente cómo consiguen entrar en el santuario: “El señor (15) fue el primero que dio el asalto, siendo herido con una flecha que dispararon desde la iglesia […], falleciendo después. Nadie fue herido más que él, aunque dieron al asalto sobre cuatro mil hombres; por cuya razón se creía que lo habían castigado Dios y Santiago […]. Frodner se acercó y le dijo que le haría un emplasto para sacarle la flecha. Hízolo así y lo aplicó a la parte herida; pero como debíamos escoltar a mi Señor y acompañarle a la vuelta, conseguimos de los de Santiago y del señor herido […] que nos diesen permiso para entrar en la iglesia. Sin embargo, los que estaban en ella, la madre del obispo y el cardenal, ni quisieron darnos licencia ni que mi Señor entrase […] por haber querido socorrer a sus enemigos y extraer la flecha del herido […]. Para remediar este contratiempo, hablamos con cierto caballero, el cual consiguió del hermano y de la madre del obispo y también del cardenal que se permitiese visitar la iglesia a mi Señor con su séquito, excepto Frodner, por haber intentado extraer la flecha al señor herido” (p. 279 y 280). Viaje por España y Portugal en los años 1494 y 1495, de Jerónimo Münzer (15) Se refiere a Bernal Yáñez de Moscoso. (16) Se cita la edición de JERÓNIMO MÜNZER. Relación del Viaje, en GARCÍA MERCADAL, J. (ed.), Viajes extranjeros…, op. cit., t. II. 160 Münzer entra en España por los montes Pirineos el diecinueve de septiembre de 1494; “salvamos las cumbres y llegamos a La Jonquera y a Figueres, ya en tierra de Cataluña” (p. 271) (16). El trece de noviembre, “pasando la frontera del Reino de Castilla, llegamos a Serpa” (p. 351), primera localidad portuguesa de su periplo. La narración está realizada en primera persona y da su opinión sobre algunas curiosidades que llaman su atención. “A la puerta de la iglesia de San Blas vimos parte de la piel de una serpiente, cuya longitud era de treinta palmos y del grueso de un hombre […]. Las serpientes de tal clase, según me dijeron, luchan con los elefantes y devoran la presa La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués sujetándola con los anillos que forman con la cola, lo cual creo muy bien” (p. 351). Lo mismo hace con los principales elementos arquitectónicos, civiles y religiosos, de las ciudades, que compara con las de su país, Alemania. “Hay en Évora un lindo palacio real y una buena iglesia abovedada, donde está la sede episcopal, con un atrio bien dispuesto a manera de terrado, desde el que se aprecia perfectamente la situación de la ciudad, que es mayor que Ulm (17)” (p. 351). Cuando hace referencia al itinerario, suele dar noticia de la distancia que hay desde una localidad a otra, en leguas o millas, y también acostumbra a citar referencias temporales como la fecha en la que parte de cada lugar. En estas ocasiones, las frases son cortas y concisas, buscando el rigor del dato exacto, tanto espacial como temporal, como si lo anotara en un cuaderno de bitácora. “El dos de diciembre, después de comer, salimos de la insigne ciudad de Lisboa, y caminando por la costa unas cinco leguas, llegamos, ya de noche, a la villa de Alberca. Al siguiente día, muy de mañana, nos pusimos en marcha para Santarem, que está a nueve leguas” (p. 357). Las descripciones de la situación geográfica y económica de las ciudades y otras poblaciones por las que pasan suelen ser también concisas; emplea casi siempre el adjetivo preciso y un lenguaje culto. Sobre el puerto de Lisboa dice que junto a él “hay dos montañas, distantes entre sí un cuarto de milla, que forman una garganta por la que se introduce el mar tierra adentro unas catorce leguas […]. Las riberas del brazo de mar, completamente pobladas, son feracísimas en olivos, salinas y todo género de frutos, y en estas cercanías de Lisboa las naves están seguras aun en las mayores tormentas” (p. 355). De la capital portuguesa destaca su rico comercio, fruto de su estratégica situación geográfica y política. “Véndese en Lisboa toda clase de vituallas y de frutas […]; de manzanas, especialmente, había tal copia, que no la vi mayor ni en el mercado de Nuremberga (18) durante el otoño y comienzos del invierno, que es cuando abundan más. Hay también sardinas, arenques que pescan en Setúbal, pero en tan enorme cantidad, que basta para surtir a todo Portugal, a España, a Roma, a Nápoles y a Constantinopla, y nada digo de los muchos atunes, marsopas y otros géneros de pescados” (p. 354). Sin embargo, cuando estaba describiendo su visita al puerto, hace una pequeña digresión sobre unas naves que zarparon rumbo a Nápoles, “llevando a bordo ochocientos conversos, y un navío llamado Águila con cargamento de azúcar y con doscientos hombres, mercaderes, peregrinos, mandado por un peritísimo patrón, navío que pereció a cinco leguas de Lisboa, por causa de una furiosa tempestad, el mismo día que nosotros partimos de Santiago (17) Compara Évora con Ulm, ciudad alemana que conoce bien. (18) Nuevamente, la comparación es con una ciudad alemana muy conocida por Münzer. 161 José Fonte Sardiña de Compostela” (p. 355), pero al darse cuenta de que está perdiendo el hilo de la narración, se dice a modo de reproche: “Volvamos al asunto” (p. 355), y continúa con el relato de su visita al puerto. No obstante, como su opinión política sobre el rey Juan II (1481-1495), que le otorgó un salvoconducto para cruzar la frontera de Portugal, es muy favorable, no duda en explayarse para defender esta tesis. “El rey don Juan es de condición apacible, de ánimo sagaz y gobierna su reino pacífica y tranquilamente. Es en extremo afable y amigo de enterarse de todo por sí mismo; al que llega a él para hablarle de empresas bélicas, de navegación o de otras de interés, le escucha atentamente […] y, si sale verídico o posible, le da los medios que necesite para ponerlo en obra. Tiene peregrino ingenio para negociar y enriquecerse, tanto con el comercio como de otras suertes” (p. 351). En otra de sus digresiones, cita la pertenencia de la ciudad de Ceuta al Reino Portugués, tras su conquista por Juan I (1385-1433) en 1415, y relata el fracasado intento por recuperarla en 1458 de los reyes de Fez, de Túnez y Orán. “El general del ejército moro, llamado Lazaratisch, reputado por santo, echó la culpa de la derrota al rey de Fez, diciendo que su afición al vino, vedado por la ley de Mahoma, fue la causa de que se introdujese la discordia y de que tuvieran que levantar el cerco al quinto día, dejando en poder de los cristianos gran cantidad de pertrechos de guerra. Huyeron de noche” (p. 356). Dejan la capital portuguesa el dos de diciembre y, a partir de aquí, el relato se hace mucho más rápido, con brevísimas anotaciones sobre las principales ciudades y villas por las que atraviesan y las referencias espaciales y temporales oportunas. “El día cuatro anduvimos las ocho leguas de amenísimo camino que median entre Santarem y Thomar […]. El cinco hicimos la jornada de doce leguas que hay a Coimbra, adonde llegamos muy de noche, tras haber caminado un buen espacio a la luz de la luna. La ciudad está situada parte en un monte y parte en un llano; es un lugar de muchos olivares, y fluye junto a ella el río Mondego, sobre el que hay un puente de robusta fábrica” (p. 357). El seis de diciembre parten de Coimbra “y, cabalgando dos días por bellas campiñas, llegamos a la antiquísima ciudad de Porto” (p. 357), de la que sólo dice que “es pueblo grande, construido en el monte y en el valle; en la parte más baja vence muy antiguos edificios, y pertenece al obispado de Coimbra” (p. 357). Sin embargo, es consciente de que su referencia a esta ciudad resulta bastante escasa por lo que se ve obligado a dar una justificación para ello. “Pudiera escribir extensamente acerca de esta población, pero renuncio a hacerlo en gracia a la brevedad. Después de Lisboa es la mejor ciudad de Portugal y dista dieciocho leguas de Coimbra” (p. 357). El día nueve llegan a Barcelos, 162 La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués “a ocho leguas de aquel pueblo” (p. 358), el diez a Ponte de Lima, “bastante grande y atravesada por un puente de dieciocho ojos” (p. 358), y pasan la noche en Coserado. Ribera del Duero en Porto El día once de diciembre se dirigen a Valença, cruzan la frontera en barco a través del río Miño, “importantísimo, tan ancho como el Rin en Basilea (19), y llegamos a Tui, ciudad que se halla a la otra orilla, a la falda de un monte y frente a Valença. Es el primer pueblo de Galicia, con sede episcopal y buena iglesia […]. El mismo día, después de comer, proseguimos el camino y entramos en Redondela, pequeña villa que se alza junto a un brazo de mar y donde pescan sardinas en pasmosa cantidad” (p. 358). El paso por Pontevedra, el día doce de diciembre, sólo merece un comentario tan breve como que es una “ciudad antiquísima y no grande, pero con buen puerto de mar y mucha pesca de sardina, principal alimento de aquella comarca. Tiene un río con un sólido puente de catorce ojos” (p. 358). Ese mismo día llegan a Caldas, “llamado así porque brotan en él unas aguas termales y sulfurosas que probé” (p. 358), pero no se lleva una buena opinión de sus vecinos; “es tanta la incuria de aquellas gentes, que no han construido ni el más pequeño edificio, ni siquiera pilas de baño, contentándose con haber cavado una poza para tal objeto; y, sin embargo, las aguas son excelentes y tan cálidas como las de Pa- (19) Otra vez hace comparaciones con ciudades alemanas o fronterizas con su país. 163 José Fonte Sardiña dua (20)” (p. 358). A Padrón llegan el día trece, visitan la iglesia de Santiago y la orilla del río a cuyo puerto arribó la nave “que sin remos condujo desde Judea el cuerpo del santo acompañado de algunos de sus discípulos y que al ser colocado sobre una peña operó el prodigio de que ésta se derritiese como cera para recibirlo en su seno, según por más extenso se cuenta en su historia” (p. 359). Parece que conoce la leyenda y que sabe muchos más detalles de los que cuenta, pero nuevamente las prisas, quizás porque ya está ansioso por llegar a Compostela, hacen que haga su relato a vuelapluma. “Visto todo esto a la ligera, proseguimos nuestro camino y andadas cuatro leguas llegamos a la sacratísima ciudad de Compostela, en la que, como es fama, reposa íntegro el cuerpo de Santiago el Mayor” (p. 359). (20) Esta vez la comparación es con una ciudad italiana también muy conocida para él. (21) Se refiere al papa Calixto II (1119-1124). (22) Se refiere a Fernando V de Castilla (1475-1504) y II de Aragón (1479-1516), pero el dato no es exacto, ya que los Reyes Católicos (1475-1504) peregrinaron a Santiago en 1486. 164 Tomando como modelo el Libro V del Códice Calixtino, hace un relato, aunque más breve, de la situación geográfica de la ciudad y de sus monasterios −San Domingos, San Bieito, Santa Clara, las Carmelitas y los Agustinos−. Llama la atención, sin embargo, su pésima opinión sobre los compostelanos, de los que dice que son gente, “además de muy puerca −y allí hay copia de puercos y baratos−, tan sumamente perezosa, que tiene casi por completo abandonado el cultivo de la tierra, siendo numerosísimas las personas que no viven más que de explotar a los peregrinos” (p. 359). La iglesia es descrita de manera casi telegráfica. También habla, como el Codex, de los canónigos de la catedral, de los cuarenta y cinco que hay, “siete de ellos creados por el pontífice de que antes hice mención (21); llámanse cardenales de Santiago y son los únicos del Capítulo a quienes se les permite decir misa en el altar mayor” (p. 361). Describe asimismo las capillas del trascoro y las fiestas que se celebran en la ciudad. Alude, además, a las importantes donaciones de los reyes; “el rey de Castilla ha regalado a la iglesia espléndidos ornamentos; asimismo, el rey Luis de Francia, hijo de Carlomagno, hizo a favor del templo copiosas aportaciones, entre otras, la de las tres campanas y diez mil escudos” (p. 361). Por otra parte, describe con ironía los entierros y se queja del bullicio que hay siempre en la catedral, “producido por la charla de las gentes, que muestran de este modo muy poca devoción al bendito Apóstol, digno, en verdad, de que se le guardase mucha más reverencia. Créese que está sepultado bajo el altar mayor, juntamente con sus dos discípulos, el uno a la derecha y el otro a la izquierda del santo; pero su cuerpo nadie lo ha visto, ni aun el rey de Castilla cuando estuvo allí en el año 1487 (22), y así, solamente lo creemos por la fe, que es la que nos salva a los míseros mortales” (p. 362). La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués Viaje de Lisboa a Santiago en 1594, de Juan Bautista Confalonieri El relato de la peregrinación de Confalonieri está narrado en primera persona del plural. “El miércoles, veinte de abril de 1594, salimos de Lisboa para el viaje a Santiago de Galicia” (p. 17) (23); el veintiuno sale de Azambuja y llega a Santarem, desde donde parte el veintidós hasta Tomar; el veintitrés entra en Rabaçal; el veinticuatro, en Mealhada; el veinticinco llega a Albergaria A Nova; el veintiséis, a Grijó; el veintisiete, a Porto; el veintiocho, a Vila do Conde; el veintinueve, a Ponte de Lima; el treinta entran en Galicia por Tui; el uno de mayo llegan a Pontevedra; el dos, a Padrón; y finalmente, el tres de mayo, a Santiago de Compostela. El estilo es sencillo, con poca subordinación, a veces incluso parece que se limita a transcribir las notas que fue tomando por el Camino sin preocuparse mucho por realizar un relato cuidado desde el punto de vista estilístico y narrativo. La relación de localidades por las que pasa es, sin embargo, bastante exhaustiva, aunque las anotaciones que se hacen de cada lugar son muy breves. “Pasamos por Loures, Tojal, Vila Longa, Alverca, Alhandra, donde comimos; luego por Vila Franca, Povoa, Castanheira, Vila Nova de Rainha y Azambuja, donde dormimos. Son nueve leguas” (p. 17). Sólo hace una descripción más pormenorizada de las localidades que considera más importantes, de las que le gusta citar sus características principales y los monumentos religiosos −suele referir las reliquias que guardan− y civiles más destacados; a veces también cuenta alguna curiosidad, como milagros o anécdotas, y emite opiniones personales. En Santarem, refiere el milagro de “una joven [que] se encontró en unos olivares con un enamorado, y éste la incitó a deshonestidad […]. Pero, después de haber satisfecho sus desenfrenados apetitos, cuando fue requerido a casamiento, negó haberlo prometido, y hubo un pleito […]. Por burla se trasladó allí el tribunal; y ella oró dirigiéndose al crucifijo: ¿No es verdad, Señor, que Tú estabas presente cuando fulano me prometió tomarme por mujer? Entonces el Crucifijo soltó los brazos de la cruz y se inclinó hacia el lado derecho, el brazo derecho abajo, el izquierdo en alto y la cabeza inclinada; y así se conserva hoy” (p. 18 y 19). Sobre Coimbra dice que “aparece entre unos olivares. Es ciudad pequeña, con buenas casas, se presenta con edificios nuevos y buenos, tiene el río Mondego y un puente bellísimo; está amurallada; situada en colina y en llano, con buen aire, muchos olivares. Es ciudad de estudio. La Universidad tiene para las escuelas el palacio real, en lo alto de la ciudad, muy grande, con iglesia, clases, aula bellísima, dieciocho colegios de religiosos […]. Hay tres mil escolares […]. Es notable el monasterio de Santa Cruz, con la sepultura (23) Se cita la edición de CONFALONIERI, J.B., “Viaje de Lisboa a Santiago de Galicia”, en LÓPEZ CHAVES MELÉNDEZ, J.M. (ed.), El Camino Portugués, Juan Bautista Confalonieri, Vigo, 1988. 165 José Fonte Sardiña del primer rey de Portugal y de su hijo […]. El puente es de quince arcos […]. Hay un torreón […] que hace rebotar las balas de artillería” (p. 20 y 21). De Porto hace una amplia descripción, especialmente de su catedral, de la que afirma que “es muy antigua, como se ve en la fachada, de piedras muy viejas. No es muy grande. Y es conforme a casi todas las catedrales de estos reinos, con tres naves y la del crucero, que aquí son muy estrechas y oscuras. Tiene dos órganos. En el altar mayor está el cuerpo de san Pantaleón […]. Tienen también algunas otras reliquias, no muchas. Los canónigos, unos treinta, visten sobrepellices a la portuguesa y mucetas negras, al estilo de los cardenales y obispos. La iglesia catedral tiene un buen claustro” (p. 22). Fachada de la catedral de Porto Ya en Galicia, Tui le parece “pequeña, amurallada, pobre en gente y en dinero. La catedral es grande y en ella está el cuerpo de san Telmo, abogado de los marineros, sobre el cual hay una capilla en la que se celebra, aunque no está canonizado” (p. 25); y de la gente de Redondela opina que es “fea y sucia” (p. 26); sin embargo, de Pontevedra afirma que es “villa amurallada, de las mejores de Galicia” (p. 26). La descripción de Santiago de Compostela es la más exhaustiva. Se refiere al poder “del arzobispo en lo espiritual y en lo temporal” (p. 26); a su población, “cuarenta mil almas” (p. 26); a su situación geográfica, “en una colina muy estéril” (p. 26); a su clima, “más bien es fría o templada que caliente. Llueve con frecuencia” (p. 27); a su economía y sus clases sociales. Habla también de sus mujeres, “de natural feas” (p. 27); de su buena educación, “saludando a todos” (p. 28); de sus monasterios, la Universidad y sus hospitales, entre los que “es notable el Hospital Real, levantado por Fernando III (24) con bellísimo edificio, dotado con mucha renta” (p. 28). Pero “por encima de todo es notable la iglesia del glorioso Santiago, construida en forma de cruz. Se entra más por las puertas laterales de la cruz que por la principal, enfrente del altar mayor” (p. 29). La descripción que hace de la catedral es bastante detallada, siguiendo el modelo del Libro V del Códice Calixtino, ya que es la culminación y el objetivo principal de la peregrinación. Las relazioni del viaje a Santiago de Compostela de Cosme III de Médicis (24) Se refiere, sin duda, a Fernando el Católico, V de Castilla (1475-1504) y II de Aragón (1479-1516). 166 El dieciocho de septiembre de 1668, el príncipe toscano Cosme III de Médicis sale de su tierra para realizar su segundo viaje por Europa, como parte de su formación para desempeñar las tareas que le habían de corresponder. Según el relato de Filippo Corsini, “considerando el Serenísimo Príncipe Cosme de Toscana ser de no poco provecho a quien toca en suerte el tener que llevar el peso de gobernar pueblos a él sujetos aprender las cos- La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués tumbres de varias naciones, conocer las cualidades de los diversos países y observar la política de los principales reinantes […], resolvió, a finales de 1668, emprender un viaje más largo para encontrarse con los mayores soberanos de Europa y recorrer diligentemente los países a ellos sujetos con el poder de la fuerza y quedar perfectamente informado de la cualidad de los mismos” (25). A Lorenzo Magalotti, miembro del séquito que lo acompaña, se le encarga la redacción de la crónica oficial del viaje, pero entre los que componían la comitiva del príncipe, harán también sus relazioni del periplo, conservadas en el Archivio di Stato de Florencia, el citado Filippo Corsini, diplomático y amigo de Cosme III desde la infancia, que lo acompaña también en otros viajes por Europa; Giovan Battista Gornia, su médico personal; y Jacopo Ciuti, su administrador. Estos relatos complementan el manuscrito de Magalotti, lo mismo que los dibujos de Pier Maria Baldi. El texto de Magalotti muestra un lenguaje cuidado y presenta una estructura coherente y bien organizada. El relato se realiza en tercera persona y cuando se refiere a Cosme III lo hace siempre con mucho respeto, llamándole su A. S. (su Alteza Serenísima), “Serenísimo Gran Duque” o “Serenísimo Príncipe”. Por otra parte, cuando cita el séquito del príncipe, se refiere a sí mismo como a “Lorenzo Magalotti, Gentilhombre de la Cámara del Serenísimo Gran Duque, destinado a servir a Su Alteza Serenísima en este viaje” (p. 51) (26). Entran en España por Barcelona, el veintinueve de septiembre de 1668, y se dirigen a Zaragoza a través del Camino del Ebro; luego se desvían a Madrid, en cuya ciudad pasan casi un mes, y se dirigen a Sevilla, desde donde parten hacia Extremadura. El nueve de enero de 1669 salen de Badajoz y ese mismo día entran en tierras portuguesas por la localidad de Elvas, por la que “pasa el río Caya […]. Todo el país es desigual, con leves elevaciones del terreno y valles poco profundos” (p. 233), afirma Magalotti. El príncipe Cosme es una persona bastante devota y acude con frecuencia a misa en los lugares por los que pasa, por lo que Magalotti refiere a menudo los templos en los que asiste a la celebración de la Eucaristía. En “Vila Viçosa […], Su Alteza Serenísima fue a misa a la iglesia de los mismos jesuitas” (p. 236); “Su Alteza escuchó misa en Évora, en la iglesia del Colegio” (p. 242). Las descripciones del territorio son breves y precisas y a veces hasta parecen meras anotaciones tomadas al pie del Camino. “Fue Su Alteza el día dieciséis hasta Venta de Patalí: dos leguas y media de camino desigual, por un terreno boscoso en el que abundaban los alcornoques” (p. 245); “Llegó el día dieciocho Su Alteza Serenísima a Setúbal, donde se alojó con los jesuitas […], es un famoso puerto de mar” (p. 246). (25) Tomado de SANMARCO BANDE, M.T., “Consideraciones en torno a la lengua en las crónicas del segundo viaje de Cosme III de Médicis”, en NEIRA CRUZ, X.A. y GARCÍA IGLESIAS, J.M. (dir.), El viaje a Compostela de Cosme III de Médicis, Santiago de Compostela, 2004, p. 284. (26) Las citas de la relazione del viaje de Magalotti serán traducidas de CAUCCI VON SAUCKEN, P., El viaje del príncipe Cosimo dei Medici por España y Portugal, Santiago de Compostela, 2004. 167 José Fonte Sardiña El veinte de enero arriban a Lisboa, donde permanecen hasta el diecisiete de febrero; en la capital lusa es debidamente cumplimentado y atendido por orden del príncipe don Pedro. Visita, entre otros monumentos, “el monasterio de Belén, situado a poco más de una milla de distancia de Lisboa, casi en la ribera del Tajo […]. Allí están enterrados algunos monarcas de Portugal” (p. 261). Magalotti aprovecha la estancia de Cosme y de su comitiva para dejar constancia de que Lisboa es la capital del país y que en ella tienen su sede, entre otros, “el gobierno político de la ciudad y del Reino de Portugal […], el Consejo de Estado […], el Consejo Real de Hacienda […], el Consejo Real de Guerra […], la Orden de Santiago” (p. 270-274). Desde Lisboa se dirigen a Vila Longa y llegan a Santarem el diecinueve de febrero, después de haber pasado antes por Vila Franca y Cartajo. El veintidós de febrero entran en Coimbra, “primera y principalísima ciudad de la provincia de Beira, cabeza de comarca y sede episcopal, que se encuentra en la ribera del río Mondego” (p. 293). Da también noticias de su historia, sus principales monumentos y de la Universidad. Coimbra, con el río Mondego y la Universidad al fondo El veintiséis de febrero llegan a “Porto, ciudad antiquísima y famosa por el desembarco de los franceses en la desembocadura de aquel río de donde dicen que ha tomado el nombre Portugal, y situada a orillas del Duero, donde comienza la provincia” (p. 301). 168 La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués Entran en Galicia por la villa de Tui el uno de marzo, desde allí se dirigen a Redondela y llegan al día siguiente a Pontevedra, donde se alojan “en un convento de Dominicos, extramuros de la ciudad” (p. 309). El tres de marzo arriban a Padrón, donde “hay una iglesia dedicada a Santiago […] en la cual, después de que milagrosamente fue transportado el cuerpo de este santo desde Jerusalén y de permanecer oculto hasta los tiempos del rey Alfonso el Casto, que lo trasladó a Compostela, se conserva un pedrón que aún se ve en medio de la iglesia. En Padrón se detuvo Su Alteza a comer” (p. 310). Al salir de la villa, “a una distancia de más de media legua, se divisa la ciudad de Compostela y, pasado un pequeño río que recorre por el valle, se sube al monte y se toma un camino incómodo hasta la puerta de la ciudad; desde allí se fue directamente al convento de San Agustín, donde estaba preparado su alojamiento” (p. 310). Ese mismo día llegan a Compostela y, al siguiente, “Su Alteza fue muy temprano, sin ningún séquito y sin darse a conocer, a oír misa y comulgar en la iglesia de Santiago, desde donde regresó a su estancia y ya no salió en todo el día a causa de la lluvia. Fueron a recibirlo dos canónigos de la catedral, en nombre propio y sin conocimiento del Cabildo” (p 310). La opinión de Magalotti sobre la ciudad de Santiago de Compostela no resulta muy positiva, ya que dice que es “pequeña, fea y, en su mayor parte, construida de madera; las murallas son de piedra, con torres intercaladas, pero todas recubiertas de hiedra y gran parte de ellas se encuentran en estado ruinoso” (p. 311). Entre otros aspectos, Magalotti habla sobre la organización política y espiritual de Compostela y afirma que “el arzobispo es el patrón espiritual y temporal de la ciudad y su distrito […]; administran la justicia dos alcaldes y la ciudad está representada por cuatro regidores. Su jurisdicción espiritual se extiende por los alrededores a muchos más lugares de los que alcanza el dominio temporal, y comprende toda aquella parte que llega hasta el cabo de Fisterra y por el otro lado, abraza A Coruña y su distrito” (p. 312). Se refiere también Magalotti, como el Libro V del Códice Calixtino, a la catedral, cuya fachada dice que “es de estilo gótico, con una puerta moderna de piedra hecha por el arzobispo Fonseca. La iglesia fue fundada por el rey Alfonso el Casto; tiene planta de cruz latina con tres naves, la del medio mayor que las dos laterales, que giran en torno a la cruz. Allí dicen que se guarda el cuerpo del Apóstol en una urna de plata, situada junto al altar mayor” (p. 311 y 312). Siguiendo el modelo de Aymeric Picaud, habla asimismo de los canónigos, que “son cincuenta y ocho […], siete de los cuales se llaman cardenales” (p. 312), a los que cita por su nombre y alude también a la renta que perciben. Le llama la atención la capilla del Salvador, en la que Cristo enseña sus manos agujereadas por los clavos de la cruz, que es 169 José Fonte Sardiña (27) Se refiere a los tiraboleiros. (28) Se refiere al Hospital Real, llamado también Hostal de los Reyes Católicos. (29) Alude al Pazo de San Xerome, antiguo colegio para estudiantes y hoy sede del Rectorado. (30) Tomado de GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, I., “Compostela en las crónicas del segundo viaje por Europa de Cosme de Médicis”, en NEIRA CRUZ, X.A. y GARCÍA IGLESIAS, J.M. (dir.), El viaje…, op. cit., p. 237. 170 símbolo de redención. Magalotti la denomina “capilla del Rey de Francia, donde acuden devotamente los peregrinos a rezar y reciben la acreditación de que realizaron la peregrinación” (p. 314). Entre los ritos catedralicios, reseña, con indignación, la costumbre de abrazar al Apóstol: “Junto a la imagen del santo sedente, adornada con muchas joyas, hay unas escalerillas por detrás, por las que suben los peregrinos y todo el que quiera abrazarla, con piedad ridícula y supersticiosa […] y es cosa indecente y grotesca ver que algunos hombres, no sabiendo qué hacer con el sombrero […], lo colocan sobre la cabeza del santo, el cual, visto desde la nave central, parece que cambia constantemente de sombrero” (p. 312); y, con admiración, la incensación con el botafumeiro: “Existe un rito antiquísimo para incensar en los oficios y en las procesiones solemnes […] con un incensario de forma esférica […]. Todo cuelga de un mecanismo de hierro, situado en la cúpula y, para incensar, se mueve por medio de una gruesa soga que está enroscada en la bobina, tiene varias pequeñas cuerdas de las que tiran sendas personas (27) […]. Se mueve como un péndulo y va aumentando la intensidad del movimiento poco a poco, de uno a otro brazo del crucero, y casi llega a tocar la bóveda, donde por la violencia del movimiento el fuego se hace muy intenso y las llamas chisporrotean fuera del incensario” (p. 314). Por otra parte, el Hospital Real, “fundado por los Reyes Católicos Fernando e Isabel” (p. 311), los conventos de Santo Agostiño, San Domingos o del Carmen, y la Praza do Obradoiro −donde destaca las fachadas de la catedral, “que queda en medio de la Canónica y el Palacio Episcopal, la del Hospital de Peregrinos (28), y la otra la de un Colegio (29) todas ellas de fábrica antigua y magnífica” (p. 311)− son algunos de los principales monumentos de la ciudad que merecen su especial atención. El relato de Filippo Corsini se ajusta a los esquemas de la relación oficial de Magalotti, sigue el orden cronológico del itinerario utilizado, describe las ciudades por las que pasa y hace un análisis y descripción, más exhaustivos incluso, de los elementos artísticos que se encuentran a su paso. Dice que la catedral de Santiago “es de arquitectura gótica, con tres naves bastante grandes […]; en el momento actual le están construyendo una capilla de mármol un poco más decente, que irá sostenida por treinta y seis columnas de madera dorada que la rodea en forma de semicírculo sobre algunos pedestales movibles de mármoles de varios colores” (30). Además, recoge también ciertos aspectos de las relaciones diplomáticas establecidas por el príncipe Cosme durante el viaje, sobre cómo es atendido en las ciudades a las que llega y algunas peripecias vividas. La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués Por su parte, la aportación más novedosa del relato de Giovan Battista Gornia, que utiliza la primera persona como hilo conductor de la narración, es su descripción de los usos y costumbres de las ciudades por las que pasan. “Y verdaderamente los españoles son devotos, leales, gente parca en palabras, pero auténtica y sin afectación, y buenos amigos; con ellos y entre ellos siempre se habla” (p. 262) (31). Además, emite con frecuencia opiniones subjetivas sobre personas relevantes que conocieron durante el viaje. “La reina es mujer fuerte, de majestuosa presencia y vestida de monja […]. El rey (32) es bastante ingenioso y agudo, con cabellos rubios y lacios, de rostro alargado, tez blanca y gentiles ojos azules, con el resto del cuerpo proporcionado, aunque las piernas las tiene un poco arqueadas” (p. 262). Tienen también interés las relaciones que establece, como médico, entre sus colegas españoles y se muestra orgulloso de que sus opiniones científicas sean valoradas por éstos. “Después del almuerzo, fui a casa del señor doctor Alva, el cual emplea la vainilla para provocar la orina, la menstruación y el parto, y me dijo que el chocolate para los viejos y para las indigestiones es bueno, pero caliente es nocivo para el hígado […], añadiendo que este remedio calma el dolor de cabeza” (p. 260 y 261). Por lo demás, su diario poco añade a las relazioni de Magalotti y Corsini. Respecto al relato de Jacopo Ciuti, de menor calidad que los anteriores, tanto por desde el punto de vista literario como por los datos geográficos, arquitectónicos, artísticos o culturales que proporciona, hay que decir que añade una información interesante sobre la organización de los preparativos del viaje o los gastos realizados, que conoce por su condición de administrador de los asuntos del príncipe. Por otra parte, entre los miembros del séquito del príncipe Cosme III de Médicis estaba el arquitecto y pintor Pier Maria Baldi. Sus acuarelas ilustran con maestría los detalles de las ciudades por las que pasa la comitiva y añaden datos interesantes que no siempre fueron recogidos en las diversas relazioni del viaje. La espléndida edición dirigida por Caucci von Saucken, con motivo del Año Santo de 2004, recoge las ciento treinta acuarelas realizadas por Baldi, por encargo del propio Cosme de Médicis, que lo integró en su comitiva (33). Los detalles de algunas de las láminas indican que debió realizar esbozos y anotaciones de los lugares por los que pasaban y que luego los iba terminando y perfeccionando, sobre todo en las ciudades donde hicieron estancias más prolongadas, como por ejemplo en Barcelona, Madrid, Sevilla, Lisboa o en la propia Santiago de Compostela. Inicia la serie (31) Las citas están tomadas de DOMÍNGUEZ FERRO, A.M., “Análisis del viaje de Cosme III de Médicis por España de Giovan Battista Gorni. Transcripción de la parte dedicada a Galicia”, en NEIRA CRUZ, X.A. y GARCÍA IGLESIAS, J.M. (dir.), El viaje…, op. cit. (32) Alude a la reina madre y regente Mariana de Austria (1665-1675) y a su hijo Carlos II (1665-1700). (33) CAUCCI VON SAUCKEN, P. (ed.), Tabula de Baldi, Santiago de Compostela, 2004. 171 José Fonte Sardiña con la Alegoría de la Virgen en el Cielo, sobre las nubes y coronada de Gloria por el Padre con el cetro, el Hijo con la cruz de su Pasión y el Espíritu Santo en forma de paloma. Del periplo por Portugal, la primera localidad representada en las laminas de Baldi es Elvas y realiza también ilustraciones de Vila Viçosa, Estremoz, Venta de Busseiras, Évora, Venta de Patalí, Montemor O Novo, Venta de Pilaphan, Landeira, Setúbal, Aldeia Galega, Lisboa, Vila Real de Alcântara, Belem, Vila Longa, Vila Franca de Xira, Cartajo, Santarem, Galeguia, Tomar, Estalagem da Gaita, Ansião, Fonte Coberta, Coimbra, Mealhada, Sardão, Pinheiro, Grijó, Porto, Moreira, São Pedro de Rates, Viana do Castelo y Caminha. Las localidades gallegas del Camino Portugués que Baldi recoge en sus láminas son Tui, Redondela y Pontevedra. En Tui, primer municipio gallego de su periplo, el autor quiso reflejar en su lámina, junto al nombre de la villa, el escudo de Galicia. En la acuarela de Santiago de Compostela, Baldi se sitúa extramuros, en el monte de Santa Susana, para reflejar mejor el recinto amurallado, donde destaca la Porta Faxeira, y la ciudad intramuros, en la que pueden verse la catedral, el Hospital Real, los monasterios de San Martiño Pinario y San Paio de Antealtares o la torre de la iglesia de Santo Agostiño cubierta de andamios; Baldi quiso enmarcar su lámina de la ciudad con la figura del apóstol Santiago con su bordón de peregrino, arriba, y el escudo de Galicia, abajo. De su periplo por el Camino Inglés, realiza los dibujos de Poulo, Val do Barcia y A Coruña, desde cuyo puerto vuelven a casa. Viaje a Poniente entre 1670 y 1673, de Domenico Laffi (34) Se cita la edición de CRESPO CAAMAÑO, C. (ed.), Viaje a Poniente. Domenico Laffi Boloñés, Santiago de Compostela, 1991. 172 Domenico Laffi parte de Bolonia en 1670 con el pintor Domenico Codici y llega a Compostela a través del Camino Francés. En su relato, publicado en 1673 y realizado en primera persona del plural, dice que, ya en Santiago, “entramos por una puerta hecha por entero de losas, con un hermoso puente delante, igualmente de losas, pasando por debajo de él un pequeño arroyo, que corre detrás de las murallas de la ciudad, por el lado de Oriente y tiene su curso hacia el Mediodía” (p. 128) (34). Después de una sucinta descripción geográfica, cuenta también su experiencia espiritual. “Nos fuimos delante del altar mayor de Santiago y allí, postrados de rodillas, con tanta alegría y contrición de corazón que nunca experimentamos una parecida, rezamos nuestras oraciones pidiendo perdón a Dios lo mejor que sabíamos y podíamos, agradeciendo luego al santo por habernos conducido sanos y salvos a la meta deseada, después de tan largo viaje y después de tantas fatigas y padecimientos” (p. 128 y 129). A continuación, realiza una descripción de La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués la catedral desde el punto de vista arquitectónico. “Esta iglesia tiene forma de cruz. En la parte superior […], está el altar mayor, debajo del cual descansa el cuerpo del glorioso apóstol Santiago. Por encima de dicho altar, hay una hermosísima tribuna toda dorada, hecha en relieve […]. Alrededor […], sigue un orden de hermosas columnas de mármol negro, después de otro orden de capillas” (p. 129). También recoge Laffi algunos ritos como el del abrazo al Apóstol: “Los peregrinos le ponen sus capas y sus sombreros en la cabeza y, abrazando dicha estatua, se quedan detenidos algún tiempo” (p. 129); el de la cruz dos Farrapos: “Por encima de la cúpula del altar mayor, encima del mismo techo, hay una cruz de mármol, hecha en forma de lirio, toda perforada, en medio de la cual hay un gran orificio por el cual pasan los peregrinos, diciendo el vulgo que aquellos que están en pecado mortal no consiguen pasar; pero ésta es una superstición de gente inculta, como nos dijo aquel señor canónigo” (p. 131) (35); e incluso el de la incensación con el botafumeiro: “Delante del altar mayor, hay un gran turíbulo […], que con una maroma está atado a la bóveda de la tribuna mayor, y este incensario lo bajan al suelo cuando quieren poner dentro de él el fuego y el incienso, después lo suben hasta una altura a la cual nadie puede llegar y le dan un impulso […]. Va desde la puerta de Oriente a la de Occidente, produce un gran viento y, por el fuego, el incienso y otros perfumes que tiene dentro, despide un gran humo odorífero, que perfuma toda la iglesia” (p. 133). Cita, asimismo, algunos monumentos compostelanos representativos, como el “hermoso y soberbio hospital, capaz para mil enfermos […] y sus tres claustros soberbios, todos de mármoles […], uno es de estilo corintio, otro dórico y el tercero toscano” (p. 130). Destaca, además, la existencia de “un hermoso y antiguo convento de San Francisco […], construcción verdaderamente digna de verse […] por haber sido fundada por el mismo san Francisco” (p. 135), peregrino a Santiago en 1214. Por otra parte, Laffi propone incluso una interpretación, no muy rigurosa, del topónimo; “la ciudad se llamaba antiguamente Flauto Brigantio, pero ahora se llama Compostela, porque, cuando fue trasladado aquí el cuerpo de Santiago, fue acompañado y guiado por una estrella y por eso se llama Compostela, palabra compuesta de Compos y Stella” (p. 136). Quizás animado por la visión en la capilla del Tesoro de “un cuerno muy largo y grueso que es de aquellos toros bravos que condujeron el cuerpo de Santiago de Iria Flavia hasta Compostela” (p. 140), decide Laffi ir por el Camino Portugués hasta el puerto gallego. “Se puede pasar, como hicimos nosotros, por Iria Flavia, ciudad alejada media jornada de Compostela, la cual Puerta del Hospital Real de Santiago de Compostela (35) No recoge, sin embargo, la costumbre de quemar las viejas ropas impuras, en el sentido material y espiritual, que seguían los peregrinos al terminar el Camino e iniciar una nueva vida. 173 José Fonte Sardiña tiene un bonito puerto de mar, situado al Mediodía en el océano y que ahora se llama Padrón. Esta es la ciudad y puerto donde se desembarcó el cuerpo de Santiago Apóstol cuando fue traído desde Jerusalén a España. En este puerto, hay […] una barca de extraordinario tamaño, toda de mármol blanco, la cual no pueden mover cien pares de bueyes, y menos todavía un hombre […]. Se dice que esta barca era la que trajo el cuerpo de Santiago de Jerusalén a Galicia y que, tan pronto como los discípulos sacaron el cuerpo de la misma, se convirtió en mármol, para que no pudiese ser llevada de allí. Casi siempre está cubierta por el agua y se ve tan sólo cuando el mar baja por el flujo o reflujo” (p. 143 y 144). La visita a Iria Flavia le da pie para contar la vida del apóstol Santiago, desde el momento en que Cristo los llamó a él y a su hermano Juan “para que lo siguieran” (p. 145); su estancia “en España, donde publicó el Evangelio” (p. 147) y cuenta la tradición que “se le apareció la Santísima Virgen María sobre una columna o pilar de Jaspe” (p. 147); su regreso a Jerusalén, “después de haber estado cinco años” (p. 147) en estas tierras; la decisión de Herodes Agripa, que “mandó que a Santiago le fuese cortada la cabeza” (p. 151); la translatio de su cuerpo muerto al “Reino de Galicia, donde tomaron puerto […] en la ciudad de Iria Flavia” (p. 154); el milagro de los toros que “se volvieron totalmente mansos” (p. 156) para arrastrar el carro que llevaba los restos mortales de Santiago; la conversión de la reina Lupa que, viendo el milagro, “se hizo cristiana” (p. 156); el enterramiento; las causas por las que “en Galicia se perdiese la reverencia y el recuerdo del santo cuerpo del Apóstol, quedando totalmente en el olvido […], hasta que en tiempos del rey don Alfonso, llamado el Casto, se descubrió este precioso tesoro” (p. 157); el nacimiento de la peregrinación a Compostela, donde “desde los confines del mundo llegan a visitarlo” (p. 160); y finalmente la intercesión del Apóstol “para defender a España del ímpetu de los moros” (p. 160). Después de llegar a Iria Flavia, cuenta Laffi que “regresamos a Compostela […]. Posteriormente, tomando nuestros hatillos, nos encaminamos ante Santiago, rezando nuestra última oración, y salimos de la iglesia […], nos fuimos a casa y, despidiéndonos del hostelero y de algunos amigos que iban en nuestra compañía, salimos de Compostela, en el nombre de Santiago” (p. 161), a través nuevamente del Camino Francés. Viaje por España y Portugal en 1672, de Jouvin Este francés, natural de Rochefort, narró su viaje por la Península Ibérica desde Francia. El relato lo realiza en primera persona, hace constantes apelaciones al lector y recoge opiniones sobre las gentes, descripciones geográ174 La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués ficas y políticas e impresiones personales de todo tipo, según los cánones de la literatura odepórica. Llega a Galicia, de la que no tiene una opinión muy positiva, siguiendo el Camino Francés, por Pedrafita do Cebreiro y continúa por Triacastela, Sarria, Portomarín, Melide, Arzúa y Ferreiros, y desde allí se dirige a Santiago de Compostela (36). Constata que “en Galicia rara vez se encuentran camas para dormir e incluso allí por donde pasábamos entonces costaba trabajo encontrar pan […]; vimos morir a varios hombres en el Camino, aunque haya casas y hospitales en donde les dan un pedazo que llaman mandar, pero sería necesario que […] les fuese dado más a menudo […]. Aunque Galicia sea un reino donde crecen multitud de frutos […], rara vez hallaréis de esos frutos en el Camino de Santiago, que no está lleno más que de desiertos, de montañas y de un país ingrato” (p. 613) (37). Respecto a Santiago de Compostela, su opinión resulta más favorable. Resalta que “no es solamente la capital del Reino de Galicia, sino que es una de las ciudades más grandes de toda España, puesto que tiene arzobispo, universidad y la morada de varios caballeros de la Orden de Santiago y ricos mercaderes” (p. 614). Además, hace referencia a su localización geográfica, “rodeada de varias montañas, que no son muy altas, situada en un llano poco elevado, habiendo allí algunos arroyos que riegan los arrabales y que hacen los alrededores de Compostela bastante agradables” (p. 614); y a sus principales y señoriales plazas, “donde hay hermosos palacios, grandes iglesias” (p. 614); entre estas plazas, llama su atención la grandiosidad de la del Obradoiro, con la “escalera ingeniosamente hecha” (p. 615), la casa arzobispal, “que es un edificio muy magnífico, hecho de gruesas piedras de cantería, como el gran Hospital que está en la misma plaza, adornada con una hermosa fuente, y que ha sido fundado por varios reyes y dotado de una renta considerable para recibir allí a los enfermos y alojar a los peregrinos” (p. 615), y el Pazo de San Xerome, “uno de los tres de la Universidad de Compostela” (p. 615). Sin embargo, sobre todas las cosas destaca que Compostela “es un lugar santo, el más famoso sitio de peregrinación del mundo” (p. 614). Señala por ello los espacios sagrados que han de visitar los peregrinos y algunos de los ritos que deben seguir. Así, han de venerar, “las reliquias del cuerpo del apóstol Santiago, que descansan bajo el altar mayor, cuya figura, de medio cuerpo, aparece encima del altar […]. Se sube por detrás de ese altar mayor algunos escalones para abrazar tres veces esa figura de Santiago y para besar la parte superior de su cabeza, que cubren, al hacer eso, con su sombrero, que es la ceremonia corriente de los peregrinos y de los de la ciudad que van a rezar a su patrón Santiago, que lo es de toda España” (p. 614). Cita también “el (36) O Cebreiro, Triacastela, Portomarín y Ferreiros son citados también en el capítulo III del Libro V del Códice Calixtino, que fue el modelo para los demás relatos odepóricos; por su parte, Melide y Arzúa también aparecían indirectamente en el Codex, a través de sus parroquias de Leboreiro, Boente y Vilanova. (37) Se cita por la edición de JOUVIN, A., “El Viaje de España y Portugal”, en GARCÍA MERCADAL, J. (ed.), Viajes extranjeros…, op. cit., t. III. 175 José Fonte Sardiña bordón de Santiago, del que no se puede ver más que el extremo” (p. 614); la capilla del Salvador, llamada también del Rey de Francia, “donde los peregrinos, después de haberse confesado, van a comulgar” (p. 614); el certificado de haber hecho la peregrinación que “les dan como señal de piedad […] y que a su regreso han de enseñar para ser mejor recibidos y tratados en los hospitales” (p. 615); la conocida como “Puerta Santa, porque Nuestro Señor pasó por ella cuando entró dentro para cambiar su asiento y volver el altar de Occidente, donde está, hacia el Oriente” (p. 615); la capilla de Santiago, “donde hacen la ceremonia de los caballeros, cuando los reciben en la Orden de Santiago” (p. 615); el Tesoro, “riquísimo de orfebrería y de varias santas reliquias” (p. 615); o la Cruz dos Farrapos, “de hierro, cargada de varios pequeños trozos de tela de los hábitos de los peregrinos, que pasan por debajo de esa cruz por un espacio muy estrecho, deslizándose con el vientre por tierra, y creen que esa ceremonia es completamente necesaria a su viaje, sin saber la razón de ello” (p. 615), lo que llama poderosamente su curiosidad. Capilla del Salvador o del Rey de Francia, en la catedral de Santiago de Compostela 176 Desde Compostela, se dirigen, por el Camino Portugués, a tierras lusas y pasan por Padrón, donde “dicen que Santiago llegó hasta allí y que allí desembarcó de su pequeño barco, con el cual había atravesado los grandes mares, y dicen también que era de piedra […]. Nos enseñaron el sitio donde abordó y donde esa pequeña barca permanece oculta bajo las arenas que el mar hasta allí ha arrastrado” (p. 616); Caldas de Reis, “cuyas costas son muy abundantes en pescado. Comimos allí ostras muy buenas y unos pequeños bacalaos frescos” (p. 616); Pontevedra, “que es una ciudad pequeña, mercantil, situada sobre un pe- La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués queño río en el extremo de una bahía o golfo pequeño de mar […], vimos, a la salida de la población, el convento de San Francisco […]; no hay fosos en Pontevedra, pero sus murallas son recias y construidas con gruesas piedras, que tienen el color de los guijarros” (p. 616); Ponte Sampaio, “sobre el río, y donde el mar forma una gran bahía” (p. 616) y que “es la mejor comarca que hemos visto de Galicia” (p. 616); Redondela, “pueblo a la entrada de una bahía” (p. 616); O Porriño “y algunas aldeas o cortijos, que son granjas, en una campiña rasa, cubierta de desiertos” (p. 616); hasta llegar a Tui, “en la orilla del río Miño, elevada sobre una punta de montaña, fortificada de altos baluartes y de murallas recias […], habitadas por gentes de guerra y oficiales del ejército de Galicia y del virrey que lo manda […], cuyo palacio está próximo a la plaza Mayor, donde está el cuerpo de guardia y la iglesia del obispado, que es el edificio más elevado de la ciudad” (p. 617). Como no se había hecho público el acuerdo de paz alcanzado entre Galicia y Portugal, por temor a los posibles conflictos bélicos, decidieron regresar a Santiago de Compostela y entrar en Portugal por Badajoz; entre las principales poblaciones que recorre en Portugal, hace una especial mención de Elvas, Estremoz y Lisboa. Sin embargo, su intención inicial era continuar el viaje por Portugal “y ver las hermosas ciudades que se encuentran sobre el Camino, que allí nos habíamos propuesto hacer […], que era desde Tui pasar a Ponte de Lima […], Braga […], Porto, ciudad y puerto de mar; Coimbra, ciudad y la más famosa universidad de Portugal […], Leiria y […] Lisboa, la capital del Reino de Portugal” (p. 612). Peregrinación al glorioso apóstol Santiago de Galicia, de Diego Torres de Villarroel En 1737, inició Diego Torres de Villarroel su peregrinación desde Salamanca a Compostela a través del Camino Portugués. Su relato en primera persona tiene siempre un tono irónico y burlesco. Se dirige a menudo al lector y hace constantes juegos de palabras que inducen al equívoco y al doble sentido. Torres narra su viaje en coplas octosilábicas. En el prólogo, justifica la visión deformada que proporciona de las gentes y los pueblos que visitó a lo largo del Camino y dice: “Pinto en Galicia algunas circunstancias naturales del País, en que no es fácil que el arte enmiende à la naturaleza; en otras me aparto de la realidad, por parecer en algo poeta, en quien es el fingir sobre precepto, primor, pero todo se dirige a una diversión jocosa” (p. 2) (38). Se preocupa más por el hecho de que sus historias resulten entretenidas y tengan una gran dosis de burla e ironía que de que se ajusten a la realidad y a la verdad. (38) Se cita la edición de TORRES DE VILLARROEL, D., Peregrinación al glorioso apóstol Santiago de Galicia, Salamanca, 1737, edición digital, Biblioteca USC. 177 José Fonte Sardiña Casa de las Conchas de Salamanca. Parte de Salamanca y se dirige a la frontera portuguesa para iniciar su periplo hasta el sepulcro del Apóstol, y ya encontramos los primeros juegos de palabras con raya y caravana: “A la raya me pusieron/ de la grande Lusitania,/ pero yo ni aquí ni allá,/ pude jamás hacer raya.// Voto a Dios hize, y a toda/ su Celestial Corte santa/ de ir al Patrón de Galicia/ a correr las caravanas” (p. 3). Torres de Villarroel no duda en vestirse como un peregrino tradicional, con el bordón, la calabaza y las conchas, que son algunos de los símbolos típicos de los peregrinos y que aparecen incluso en el Códice Calixtino: “Con mi bordón en la mano,/ al cinto la calabaza,/ y la Casa de la Concha/ al hombro, pecho y espalda” (p. 6); aquí el juego de palabras es con Concha, que hace referencia al edificio así decorado de su Salamanca natal y a las vieiras que el peregrino lleva como elemento decorativo y recuerdo de su viaje piadoso. Al contar los preparativos para la partida, vuelve a usar el doble sentido con la palabra peregrina y el calambur con peregrina aventura: “Previne luego la alforja;/ porque fiar la pitanza/ de peregrina aventura/ suele ser común desgracia” (p. 4). También utiliza el doble sentido con vía y derecho: “A caminar empecé/ y no por la Vía Láctea,/ ni en la mejor vía y forma/ que un derecho lugar aya” (p. 6); o con camino y descaminado: “sino por donde juzgué/ que algún camino llevaba/ porque no digan de Torres/ que descaminado anda” (p. 6). Sale de España por Ciudad Rodrigo, cuyo río Águeda, fronterizo con Portugal, describe con ironía por su suciedad y vuelve a hacer juegos de palabras con Clara: “El río Águeda sus pies/ le ensucia más que le lava/ y Águeda fuera mejor/ que la convirtiera en Clara” (p. 8). Entra en Portugal por Almeida y aquí los juegos de palabras son con aduana y aduanamos, cruz y mataduras: “En Almeyda aduanamos,/ mas no quiso la aduana/ pasar por más mataduras/ que en las que en su cruz estaban” (p. 13). Su estancia en Portugal se caracteriza siempre por la mala atención que recibe en los hospedajes, la suciedad y la escasez en la comida: “Pedí a la huéspeda luz/ y dixo: no ay velas ni achas/ aquí más que las que ardieron,/ desde Coimbra a Alcovazas” (p. 18). Las gentes de Galicia le parecen honradas, aunque pobres, y se burla de los muchos hijos que tienen sus mujeres y, con grotescas comparaciones, de lo gordas que son: “Gente honrada hallé en Galicia/ mas no parecía mi capa/ gente como la verdad,/ muy desnuda y aun descalza […]. Seis veces paren al año/ las mujeres ordinarias,/ siendo la que pare cinco/ por estéril repudiada […]. Una rolliza gallega,/ por tetas dos calabazas,/ una cuba por barriga,/ y por embés dos tinajas” (p. 31 y 33). Por otra parte, la entrada en Tui supone para él un 178 La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués alivio, ya que le resulta más agradable que las localidades portuguesas: “Llegué a la ciudad de Tuy/ que fue como si llegara/ a la Gloria y aun al Credo,/ y a todo el agere gratias” (p. 36); el juego de palabras lo realiza aquí con Gloria y Credo. Aunque no puede pasar sin hacer una crítica irónica del municipio y de su topónimo, sale mejor parado que los de Portugal, al menos en la calidad y en la cantidad de comida que le dispensan: “Contento salí de Tuy,/ ciudad de letras escasas/ y ciudad de un genitivo/ de posesión mal tomada.// Comido para tres días,/ salí de aquella morada,/ porque en ella entré Quixote/ pero salí Sancho Panza” (p. 39); esta vez el juego de palabras lo hace con letras y morada; por su parte, la identificación con don Quijote, enjuto, y Sancho Panza, gordo y bien alimentado, responde al tópico que sus figuras representan. Al llegar a Santiago, le asombraron la multitud de lenguas que hablaban los peregrinos llegados desde las más diversas partes del mundo. Vuelve a hacer un juego de palabras con peregrinas: “La torre de Babilonia/ no tuvo lenguas tan varias/ como las que allí concurren,/ peregrinas, por estrañas” (p. 43). En esta ciudad hace referencia a la condición de Matamoros de Santiago y lo compara satíricamente con los médicos, que no llegaron a matar, aunque por poco, tantos cristianos como el Apóstol sarracenos con su espada: “Más moros embió al infierno/ su centelleante Tarama,/ que médicos a christianos/ al otro mundo despachan” (p. 45). Por último, se despide del lector y justifica el hecho de que su relato fuera largo en que también lo fue su Camino: “Si me culpares lector,/ las coplas por demasiadas,/ menester son tantos pies,/ para tan larga jornada” (p. 47); el juego de palabras ahora es con pies. El relato de Nicola Albani Viaje de Nápoles a Santiago de Galicia Nicola Albani inicia su peregrinación desde Nápoles “en la mañana del once de junio” (p. 35) (39) de 1743. En su relato en primera persona se recoge la descripción, “capítulo por capítulo, de reinos y provincias, de monarcas, de ciudades metropolitanas, con sus distintos puntos de vista; están también relatados los extraordinarios casos, o sea, desgracias que me ocurrieron en este viaje, dignos de ser considerados y, al final del libro, aparece la lista de las millas que hay desde un lugar a otro” (p. 35). Utiliza la figura de la captatio benevolentiae para ganarse la simpatía del lector, al que hace constantes llamadas para atraer su atención, y promete ajustarse en su relato a la verdad. “Aunque el libro haya sido mal redactado por mí, porque no sé escribir bien, pero como hago lo que puedo el cortés lector entenderá el sentido y comprenderá todo lo que quiero contar en cada tratado, sin añadir nada ni decir mentiras. Contaré la pura verdad; puedo jurarlo por mi conciencia” (p. 35). (39) Las citas están traducidas de la edición en gallego de ALBANI, N., Viaxe de Nápoles a Santiago de Galicia, Santiago de Compostela, 2007. 179 José Fonte Sardiña Justifica, en primer lugar, el motivo de su peregrinación, “que fue que, estando yo al servicio del Excmo. Sr. D. Mondillo Orsini, arzobispo de Capua, en el año 1743, se presentaron ante mí y cautivaron mi atención dos peregrinos toscanos que venían de Santiago de Galicia, que me contaron varias cosas hermosas de su viaje y muchas otras curiosidades del mundo, por lo que yo, que me encontraba en la flor de la vida, a los veintiocho años, soltero, sin ninguna carga ni pasión, y deseoso de andar por el mundo, decidí hacer también el mismo viaje” (p. 35). Tras varias peripecias por Italia y Francia, entra en España por Cataluña y sigue el Camí de Sant Jaume y luego el Camino del Ebro; a continuación se desvía hacia Madrid y desde allí se dirige a Burgos para llegar a Santiago por el Camino Francés. Una vez en Compostela, el veinticinco de noviembre de 1743, entra en la catedral y da gracias al Apóstol, “por hacerme digno de llegar a visitar felizmente su santuario” (p. 141). (40) Su primera idea era ir desde Compostela a París y desde allí peregrinar a Jerusalén, que junto con Roma y Santiago eran los tres principales centros de peregrinación de la cristiandad. 180 Después de pasar varios días en la ciudad, donde describe con bastante detalle la catedral y algunos de los ritos realizados en ella por los peregrinos, como “muchos caminantes de varias naciones me dijeron en Santiago que tenía que ir a Lisboa, que era digna de ser vista” (p. 167), decide ir por el Camino Portugués (40) y, así, el doce de diciembre parte de Compostela y recorre las localidades de Padrón, Pontevedra, Redondela, Lunghera, Tui, Valença, Ponte de Lima, Viana, Vila do Conde, Porto, Ovar, Aveiro, Coimbra, Condeixa, Pobaldo, Leiria, Batalha, Porto de Mouros, Vila Real de Alcobaça, Vila de Caldas da Rainha, Vila Real de Mafra, Vila Real de Sintra y Cascais. Por fin, el cuatro de febrero de 1744 llega a la capital lusa. Las descripciones de los lugares visitados son siempre breves y recogen sus impresiones personales. Le preocupa mucho cómo es recibido y la generosidad de las gentes con las limosnas. De Pontevedra critica su hospital, donde “estuve pésimamente alojado” (p. 169), aunque confiesa que encontró en la ciudad “cosas maravillosas: hermosísimos palacios, con calles y fuentes de agua excelente, con distintas y abundantes clases de comestibles, gran cantidad de gente, educada y cortés” (p. 169). De Portugal afirma que “no hay esa caridad que se suele tener en España por la que el peregrino o cualquier otro viajero que pide asilo en cualquier casa lo obtiene sin demora, aunque aquí se consigue más limosna que en España, porque se mueve más el dinero” (p. 181). Se detiene, sin embargo, en relatar algunos episodios curiosos del viaje, como cuando en Redondela se alojó en un hospital con unas peregrinas castellanas muy hermosas; una de ellas se le metió de noche, desnuda, en su lecho, “yo le rogué que por el amor de Dios se fuese a su cama, pero ella, con hermosas y endemoniadas palabras, intentaba engatusarme […]. Me vi obligado a llamar a la hospitalera que vino La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués con su hijo mayor y la sorprendieron cuando ya marchaba a su cama en camisón […]. Le dieron tantos palos que acudieron todos los vecinos y la echaron fuera casi a las dos de la madrugada y lloviendo. A mí no me gusta ver sufrir a los demás, pero de no haber actuado así, habría perdido las indulgencias conseguidas durante mi peregrinación a Santiago” (p. 170). También cuenta cómo, al salir de Valença, en la montaña de Lima, fue asaltado por un delincuente y tuvo que defenderse con su bordón hasta matar a su enemigo. “De no haber recibido la protección de mi apóstol Santiago, habría muerto […], pero parecía que había adquirido la fuerza de un gigante que usaba dándole golpes en la cabeza, en los brazos y en todo su cuerpo; él por todos los medios intentaba detener los golpes de mi bordón, ya que no podía golpearme porque no le dejaba acercarse a mí, en cambio yo lo hería constantemente y estaba fuera de mí” (p. 175). Además, al llegar a la villa de Abelha, “donde vivía el infante de Portugal don Manuel, hermano del actual rey Juan V” (p. 191), relata las mentiras que le contó para conseguir una mejor limosna. Estos frecuentes embustes hacen dudar al lector sobre el propósito que Albani confesó en el prólogo de decir siempre la verdad. Albani se defiende de su asaltante con el bordón de peregrino. Viaxe de Nápoles a Santiago de Galicia. Nicola Albani, editada por la S.A. de Xestión do Plan Xacobeo Después de pasar casi un año viviendo en Lisboa, Albani decide peregrinar de nuevo a Santiago desde la capital portuguesa, “de modo que a las ocho de la tarde del día doce de enero [de 1745] embarqué con mi compañero don Domenico Pioccia, el que me había hecho las patentes, en una barca por el río Tajo, de manera que entre lo que quedaba de día y la noche siguiente, llegamos a la ciudad de Santarem, a dieciséis leguas de Lisboa; cada pasajero pagó un testón, que son quince grana, y 181 José Fonte Sardiña desembarcamos en la citada ciudad de Santarem en la mañana del día trece de enero” (p. 209). El día veintiocho ya estaba en Santiago, pero antes había pasado por Santarem, Colegaus, Popalha, una localidad situada a cinco leguas de Popalha cuyo nombre no cita, Coimbra, otra localidad que no nombra situada a una legua de Coimbra, Porto, Barcelos, Monte de Lima, Tui, Ponte Sampaio y Pontevedra. El relato es muy breve ya que se limita a decir el tiempo que hizo, dónde durmió, el trato que recibió y las limosnas que obtuvo. “Llegué a la ciudad de Porto, a tres leguas del citado hospedaje, y me dirigí a una buena pensión. Después, en la mañana del veinte, fui a recoger las limosnas de costumbre con mis patentes y obtuve una buena cantidad, pero de esta ciudad no digo nada porque ya hablé de ella en mi primer viaje. De manera que, sobre las cuatro de la tarde del día veinte, seguí mi camino y tuve un pésimo tiempo de nieve y lluvia” (p. 210). Además, un día durmió en “un miserable hospedaje en el campo, donde no había ni pan, sólo vino, a tres leguas de Barcelos” (p. 210) y otro en el “pajar de un campesino en un campo, donde fui tratado con gran caridad, a cuatro leguas de Pontevedra” (p. 211). Su estancia de diez días en Santiago es narrada también con brevedad, ya que la mayoría de las cosas las había contado la primera vez que allí estuvo; sin embargo, por ser ese Año Santo, dice que en la catedral “no quedaba ni un hueco […] debido a la gran concurrencia de gente venida de toda España, Portugal, Francia, Alemania y de tantas otras naciones; y el templo no se cierra ni de día ni de noche, pues siempre se están cantando y celebrando funciones” (p. 213). Además, cuenta el rito de entrada por la Puerta Santa, “que quien pase seis veces durante seis días consecutivos bajo la citada Puerta Santa besando los santos muros por un lado y otras seis veces por el otro, con verdadera devoción y fe viva, recibirá el perdón perpetuo de culpa y pena, como si volviese a nacer, y librará a toda su parentela, desde la cuarta generación, de las penas del Purgatorio, aunque el peregrino sólo será digno de obtener este premio si se confesó y fue absuelto de todas sus culpas […]. Además, en todas las capillas hay expuestas muchísimas reliquias, que sólo se ven cuando es Año Santo, y si uno visita capilla por capilla gana dos veces el número de indulgencias” (p. 213). El once de febrero emprendía su regreso a Lisboa. El relato es, de nuevo, muy sucinto. “Llegué por la tarde a la villa de Padrón, a cuatro leguas de Santiago y paré en una buena posada […]. El día doce seguí mi camino y por la tarde llegué al burgo de Caldas de Reis, a cuatro leguas de Padrón y allí me alojé en una buena posada […]. El día trece llegué por la tarde a Pontevedra 182 La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués […] donde por desgracia fui a caer en una posada malísima” (p. 217). Algo, sin embargo interrumpe su narración. No es habitual que hable sobre el lugar donde comió, pero esta vez en Ponte Sampaio un acontecimiento imprevisto le hace abandonar la peregrinación. “Me encontré con aquellos caballeros romanos que había dejado en Santiago, que me invitaron a comer con ellos […]. Me vi obligado a quedar a su servicio […]. En la mañana del día quince seguimos nuestro camino y me despojé de mis ropas de peregrino, ya que continué el viaje con estos señores como si fuese su criado” (p. 217). Abandonan la ruta jacobea y pasan setenta y cinco días en Vigo en casa de don Domenico di Massa Colonna. En barco llegan a Baiona y desde allí se dirigen a A Guarda. Debido a mala salud de Albani, sus amos lo dejan en esa villa y quedan en verse en Viana, pero ya nunca más se volverán a encontrar. Después de pasar varios días acogido en casa de un paisano de Nápoles, “el cuatro de mayo de 1745 decidí marchar, aunque vistiendo nuevamente de peregrino” (p. 220), lo que le suponía obtener una mayor cantidad de limosnas. Ese mismo día llega a Riffogi, desde allí retorna al Camino de Santiago y arriba el siete a Braga, de la que asegura que es “la ciudad más hermosa que hay en Portugal, hasta el punto de que los propios portugueses dicen que sería más bonita que Lisboa si tuviese puerto de mar” (p. 221). El nueve de mayo entra en Vilanova de Famalição. A partir de aquí la descripción de las ciudades es muy breve y poco cuenta también de sus andanzas. Pasa por Porto, Fascia, Aveiro, Coimbra, “donde permanecí tres días” (p. 222), Bombalda, Leiria, “donde me contenté con acomodarme bajo el abrigo de una iglesia, en la que me instalé cómodamente y por la mañana cogí la limosna de las patentes y me marché enseguida” (p. 222), Selha, “donde descansé un día en un mísero hospital” (p. 222), Caldas da Rainha, en la que pide limosna a una princesa de Brasil, hermana del rey de Nápoles, “y de su propia mano me dio una moneda de oro” (p. 223), un lugar en el que se pierde “y tuve que cobijarme debajo de un pino” (p. 223), Torres Vedras, Mafra, “un convento de San Antonio llamado en lengua portuguesa Nossa Senhora das Viagems, a siete leguas de Mafra” (p. 226), Belén y, por fin, “el dos de junio de 1745, llegué por la gracia de Dios a salvo a la real ciudad de Lisboa” (p. 226), desde donde emprende su regreso a Italia. Recuerdos de un viaje a Santiago de Galicia, del padre Fidel Fita y don Aureliano Fernández-Guerra El viaje se desarrolla en 1879. El relato está realizado en primera persona del plural. Al final del día, repasan los acontecimientos y redactan el texto de 183 José Fonte Sardiña la narración del viaje: “Aprovechemos estos instantes para fiar á la pluma las emociones y los recuerdos que suscita y despierta en el ánimo la hechicera vista que seduce nuestros ojos” (p. 10) (41). En la narración utilizan un léxico y una sintaxis cuidados y cultos; no se limitan a describir las partes por donde pasan, sino que tienen siempre un acentuado tono erudito, que marca una importante diferencia con el resto de los relatos odepóricos del Camino Portugués. Otras divergencias son que no se preocupan mucho por precisar los días, las distancias o las peripecias ocurridas y que el medio de locomoción principal es el tren, aunque también utilizan el barco e incluso la diligencia: “Arrancamos de Granja de Corvo en el tren de las siete” (p. 6). “Gran trabajo nos hubo de costar tomar el río […]; y nos pareció mentira ver deslizarse al fin tranquilamente nuestra barca por el apacible lago y poder contemplar a gusto un panorama tan seductor como el del golfo de Ischia” (p. 10). “Al cerrar la noche nos apeamos en Redondela y nos embutimos en la fementida diligencia que tan mal sabe después del tren” (p. 19). (41) Se cita la edición de FITA, F. y FERNÁNDEZ-GUERRA, A., Recuerdos de un viaje a Santiago de Galicia, A Coruña, 1993. 184 Parten de Madrid y, a través de Extremadura, llegan a Elvas, que “es la primera población de Portugal” (p. 4), y dejan su impronta erudita esta vez en la toponimia: “Uno de nosotros, en un trabajo sobre la lengua celto-hispana, ha identificado el nombre de Elvas ó Yelves con el bretón huel-va” (p. 4). El viaje continúa por Coimbra, “sobre el río Mondego, cuyo cauce van embarazando las arenas” (p. 6), Mealhada, Aveiro y Granja, adonde llegan el dieciocho de septiembre y en la que pasan la noche; “la colonia española está representada muy Edición facsímil en el Año Santo de 1993 La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués dignamente por los señores de Boada […], que promueven el crecimiento de la población edificando preciosas casas a la orilla del mar. En la suya encontramos la hospitalidad más generosa” (p. 6). Desde Granja do Corvo se dirigen, nuevamente en tren, a Porto, “cuando el sol comenzaba a templar el frío de la noche y a disipar la niebla del Océano” (p. 6). El paso por Porto sirve de pretexto para hacer un repaso, bastante detallado, de la historia de la ciudad y de la situación en la que la encuentran. “Sus calles y la distribución de toda ella quieren publicar haber pertenecido á población floreciente de la época romana, sueva y árabe, pero las construcciones modernas pugnan por desmentirlo” (p. 7). Desde Porto parten a Ermezinde, Sam Romão, Trofa, Familição, de la que “se conocen tres miliarios, erigidos bajo el imperio de Adriano” (p. 9), y llegan, también en tren, a Nive. Pasan por Braga, “la insigne Bracara Augusta, cabeza de renombrado convento jurídico y metrópoli de extensa diócesis desde que la luz del Evangelio regeneró estos confines. Braga era el punto donde confluían caminos imperiales de todas las provincias de España, abiertos y restaurados sucesivamente desde la edad Augustea al IV siglo” (p. 9). Luego, “saludamos enseguida á Barcelos” (p. 9), ven también el valle del Neyva, el río Lima, Viana do Castelo, “sentimos no poder detenernos a explorar sus menhires y cromlechs y creímos descubrir de lejos el dolmen de Gontinhães, que ocultan a la vista del viajero apretadas encinas, poco después de pasar el puente de Áncora” (p. 9); de esta villa se cuenta una historia cruenta, del año 932, entre el emir Alboazar Albucadão y el rey Ramiro II de León (931-951). En Camiña, el diecinueve de septiembre, “visitamos su hermosa iglesia del siglo XV, á que da realce linda portada plateresca obra del rey don Manuel” (p. 10). En A Guarda pisan por primera vez suelo gallego, aunque sólo para pasar la noche del veinte de septiembre, y se refieren sucintamente al lugar donde se alojan. “¡Cuán fugaces pasan las breves horas que nos detenemos en este colegio español llamado de Santiago Apóstol, asilo delicioso del saber y de la virtud! Ya debajo de las ventanas de nuestro cuarto vemos balancearse la barca […] que nos ha de restituir a la estación de Caminha” (p. 10). Viajan nuevamente en tren desde Caminha hasta Valença y hacen una descripción de esta ciudad y de su pasado romano. “Írguese el miliario casi en el centro de la plaza […]. La inscripción, en hermosos caracteres augusteos, sube al extremo superior; fue abierta entre los años 44 y 45 de nuestra salud, imperando Claudio” (p. 15). Entran nuevamente en Galicia por Tui, de la que cuentan datos de sus obispos −en especial de san Telmo−, su topónimo, su pasado romano, árabe y medieval, el monte Aloia, su puerto, su catedral, las reliquias de san Telmo, 185 José Fonte Sardiña (42) Se refiere a las Torres de Oeste de Catoira, “llave y puerta de Galicia”, según la Historia Compostellana. 186 la iglesia de San Bartolomé y otras muchas cosas. Relatan, asimismo, cómo igual que el rey Alfonso V de León (999-1028), “para asegurar el sepulcro del Apóstol Santiago y la ría de Padrón hubiese construido sobre la entrada de la ría y en frente del río Isorna, valiente ciudad y castillo, en la isla de las Torres (42), parece muy verosímil que, al propio tiempo, labrase también fuertes y elevados muros […] sobre la cumbre del cerro escarpadísimo Aloia o de San Julián, casi una legua al Norte de Tui, adonde inmediatamente se acogieron y se estimaron seguros los habitantes de la afligida comarca” (p. 17). Para finalizar el viaje, el día veintiuno de septiembre, se dirigieron en carruaje a la estación de ferrocarril y desde allí fueron en tren hasta Redondela y en diligencia hasta “el hechicero jardín de Galicia; y hétenos aquí, en la posada de Pontevedra, cuyas seculares camas, cuartos y pasillos nos recuerdan la España de nuestros abuelos. Pasada es ya media noche y el sueño nos arrebata de la mano la pluma” (p. 19). Por la mañana, “tratamos lo primero de cumplir con el precepto dominical en la próxima iglesia de la Peregrina, pero estaba tan apretadamente llena de religioso pueblo que no pudimos penetrar en ella. Lográmoslo en el antiguo templo de la Compañía de Jesús” (p. 20). Destacan de Pontevedra su clima apacible, la fertilidad de sus tierras, la abundancia de conventos como el de San Francisco o de San Domingos, “los modernos palacios del gobernador y la Diputación provincial” (p. 20), sus hijos más ilustres, la leyenda de Teucro, sus calles y jardines, el mirador, la alameda, la iglesia de Santa María la Mayor, etc. Sin embargo, afirman que “entristece contemplar en ruinas tanta belleza, mientras por frente de ellas levanta la ciudad costosísimas casas de Ayuntamiento, inspiradas en el afeminado gusto francés de la arquitectura de Luis XV, símbolo de corrupción y desastres” (p. 20). Desde Pontevedra van en coche hasta Carril, donde toman el tren y, “cuando cierre completamente la noche, ya, Dios mediante, doblaremos la rodilla ante el maravilloso templo que sirve de engaste al bendito sepulcro del Apóstol Santiago” (p. 23). Pasan antes por las Torres de Oeste, “ninguna reparación comparable a las que debieron aquellas torres romanas al magnífico prelado compostelano don Diego Gelmírez […]. Así pudo y supo allí […] desafiar y contrarrestar el empuje de los musulmanes” (p. 26). Atraviesan también Pontecesures, “frente a la desembocadura del Sar” (p. 27), y cruzan la villa de Padrón, donde es fama que se encuentra la roca que “sirvió de altar á Santiago para celebrar el sacrificio incruento y que, herida por el báculo del Apóstol, se abrió para despedir la milagrosa fuente” (p. 28). Antes de llegar a Compostela, pasan por Iria, lo que utilizan como pretexto para contar su pasado celta y romano, las invasiones sufridas, que fue la sede de la antigua diócesis y tuvo catedral, que, “al ser reedificada por Cresconio, recibió la advocación de Santa María” (p. 31). La literatura odepórica o de viajes en el Camino Portugués El libro se completa con un capítulo sobre documentos compostelanos entre los que se encuentran la Historia Compostellana, el Cronicón Iriense y el Tumbo A. Dedican, además, varios capítulos al Códice Calixtino y a las reliquias de Santiago, así como a los monumentos principales de Compostela, su vuelta a Madrid y las reliquias de Santiago que hay diseminadas por España. Como colofón, se acompaña un interesante apéndice documental. Del Miño al Bidasoa, el breve periplo de Camilo José Cela como peregrino por el Camino Portugués Un caminante empedernido como Cela no podía dejar de recoger en una de sus obras la peregrinación, pasando por su Padrón natal, a Compostela. El relato lo realiza un narrador en tercera persona que cuenta el viaje del protagonista encarnado en el personaje del vagabundo, que, “entre romeros portugueses, mendigos variopintos y carpazonas de rojo sayal, marcha, corredoira arriba, camino de Santa Marta de Ribarteme” (p. 13) (43) . Después de la visita al santuario, el vagabundo inicia por el Camino Portugués su peregrinación Compostela y el narrador se ocupa de recordar que en Padrón comenzó la leyenda. “El vagabundo, que va en son de peregrinaje a Compostela, a pedir al Apóstol que acabe de curar el mal que comenzara a sanar en Santa Marta de Ribarteme, se detiene en el vetusto Padrón, a rezar por su alma y por sus dolientes carnes ante la piedra santa –el Pedrón− donde, hace ya muchos años, unos extraños navegantes amarraron la barca que traía el cuerpo muerto de Nuestro Señor Sant Yago, el de la concha de vieira […]. El vagabundo, ya no en Iria Flavia, de rodillas ante el altar que se levanta sobre el Pedrón, reza por sus amargas carnes y por las carnes amargas de todos los vagabundos de la tierra” (p. 16 y 18). El poder taumatúrgico de la peregrinación hace que, después de su oración, “que le brotó desde lo más hondo de su pecho, se sienta feliz y casi sano” (p. 18). Ya en Santiago, después de comer en el restaurante El Asesino, se dirige a rezar al santuario y el narrador describe magistralmente la belleza de las dos plazas principales que lo rodean. “El vagabundo, antes de meterse en la catedral, a dar gracias al Santo por conservarlo vivo, un poco triste y decidor, quiere contar las incontables losas de Santiago, las piedras, una a una, de la Plaza Cuadrada (44), que es más bella, según los sabios, que la de San Pedro en Roma, o las de la Plaza de los Literarios (45), que es más entrañable, según los poetas, que la de San Marcos de Venecia” (p. 19). Una vez que realiza sus oraciones, aunque no pudo ser purificado por el botafumeiro, que “no fuma sino en las grandes solemnidades, como las madres de familia pletóricas de virtud” (p. 20), deja el Camino Portugués. Sale de la ciudad por la Rúa do Vilar, va hasta la de O Hórreo y, desde allí abandona Compostela, (43) Las citas son de la edición de CELA, C.J., Del Miño al Bidasoa, Barcelona, 1989. (44) Se refiere al Obradoiro. (45) Alude a la Quintana. 187 José Fonte Sardiña siguiendo en sentido inverso el Camino Jacobeo del Sudeste hasta Ourense, no sin antes visitar la colegiata de Santa María A Real do Sar y pasar por Ponte Ulla, A Bandeira, Chapa, Dozón o Cea. Edición en gallego de los relatos odepóricos jacobeos Aunque en los últimos tiempos se han publicado múltiples guías de los distintos Caminos de Santiago en muchos idiomas, entre ellos el gallego, desgraciadamente, sólo tenemos editado en nuestra lengua uno de estos relatos odepóricos, el Viaxe de Nápoles a Santiago de Galicia de Nicola Albani. Sería muy interesante que la S.A. de Xestión do Plan Xacobeo se plantease la posibilidad de realizar una serie de publicaciones de estos magníficos relatos de viajes en la lengua propia de Galicia. La edición en gallego, recién salida este 2010, en pleno Año Santo Compostelano, del Liber Sancti Iacobi o Códice Calixtino supone un comienzo esperanzador. A los demás relatos aquí tratados y otros que no son del Camino Portugués podría añadirse, a modo de colofón, la publicación, también en gallego, de la Historia Compostellana, tan importante para el mundo jacobeo y de la que no disponemos de ninguna traducción en nuestra lengua. 188 José Manuel Pérez Pintor Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas Índice 1. Introducción............................................................................................195 1.1. Localización......................................................................................196 1.2. Metodología.....................................................................................199 2. Población................................................................................................. 200 2.1. Dinámica demográfica.................................................................. 200 2.2. Actividad laboral............................................................................ 203 3. Actividad comercial...............................................................................216 3.1. Tipología comercial........................................................................216 3.2. Sector bancario................................................................................218 3.3. Variación actividades comerciales mayoristas.........................220 3.4. Variación actividades comerciales minoristas......................... 222 4. Actividad turística................................................................................. 224 4.1. Escala regional................................................................................. 224 4.2. Principales puntos turísticos........................................................228 4.3. Oferta turística local...................................................................... 230 5. Conclusiones.......................................................................................... 238 6. Bibliografía............................................................................................. 240 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas Introducción En nuestros días es indiscutible que un pilar fundamental de la economía lo suponen los sectores comercial y turístico, más si cabe tras el crecimiento exponencial que han sufrido en las últimas décadas, de manera que cada vez aglutinan a mayor número de personas empleadas en los mismos convirtiéndose en sectores estratégicos del sistema económico actual. Ante este marco de partida y en un momento delicado financieramente hablando al encontrarnos inmersos en un período de crisis económica es fundamental llevar a cabo una aproximación a los diferentes sectores económicos que nos permita conocer en que situación se encuentran cada uno de ellos y establecer directrices que permitan complementar y afianzar su desarrollo de cara a los desafíos futuros. Por este motivo a través de este estudio dedicado al análisis específico de los sectores comercial y turístico de los diferentes núcleos de población (1) localizados en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata, se ha realizado una radiografía pormenorizada de cada uno de los municipios pertenecientes a este camino desde un punto de vista socio-económico. A través de la información obtenida de las diferentes variables consideradas (población, empleo, comercio, turismo, etc.) se ha realizado un análisis de tipo descriptivo que nos ha permitido conocer la situación en la que se encuentran estos municipios desde el punto de vista de la población, el empleo y fundamentalmente la actividad comercial y turística. En líneas generales a priori tras la recopilación bibliográfica inicial partimos de la idea de que los municipios integrantes del Camino Jacobeo de la Vía de la Plata cuentan con un importante entramado comercial y con los recursos necesarios para convertirse en una interesante referencia turística de calado internacional al contar con un valioso patrimonio natural y cultural como son a modo de ejemplo los diferentes yacimientos arqueológicos, los castillos ubicados a lo largo de todo el recorrido de la vía, las distintas ciudades monumentales (Mérida, Cáceres, Salamanca o Santiago, entre otras), etc. Así como una amplia oferta de servicios con la vocación de atender y satisfacer las demandas de los visitantes adaptada a los diferentes poderes adquisitivos. En esta línea se cuenta con una importante red de albergues para que los interesados en este camino puedan comer y descansar; centros de (1) En este sentido debemos señalar que a la hora de identificar a los diferentes municipios que forman parte de este Camino Jacobeo de la Vía de la Plata - (se han considerado todos aquellos cuyo término municipal se encuentra atravesado por dicha vía) - nos hemos encontramos con una importante heterogeneidad en relación a la entidad poblacional, de tal modo que el rango obtenido es muy diverso, tal es así que va desde municipios inferiores a cien habitantes como es el caso de El Carrascalejo en la provincia de Badajoz hasta los mayores de setecientos mil como Sevilla, lo que influye decididamente en el análisis de tipo socio-económico realizado. 195 José Manuel Pérez Pintor interpretación que sirven para dar a conocer el camino, su historia y sus paisajes, ubicados en edificios de interés rehabilitados para este fin cumpliendo de esta forma una importante doble función, por un lado de tipo cultural y por otro de conservación; por último no podemos olvidar la oferta de alojamientos de otros tipos como son los hoteles, los hostales, apartamentos, etc. 1.1 Localización A grandes rasgos podemos decir que el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata presenta una posición geográfica estratégica (Figura 1), a poca distancia de los diferentes centros de actividad económica de la península, lo que le convierte en un atractivo importante tanto para el turismo de destino como para el turismo de circuito. Como oferta, además de su amplio patrimonio histórico-artístico, en el mismo se puede encontrar una gran riqueza paisajística a lo largo de todo su recorrido, como ya señalamos anteriormente. Brevemente podemos reseñar que este Camino Jacobeo transcurre por toda la fachada occidental del país, atravesando las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Galicia, en concreto por las provincias de Sevilla, Badajoz, Cáceres, Salamanca, Zamora, León, Lugo y Á Coruña, en un recorrido total que supera ampliamente los 1.000 kilómetros. Si hay un rasgo característico que se pueda destacar de este camino es su heterogeneidad, ya que a lo largo del mismo nos encontramos tanto con grandes ciudades, como son los casos de Sevilla, Mérida, Cáceres, Salamanca, Zamora, Astorga y Santiago, entre otras, así como con municipios de escasa entidad, que en muchos casos no llegan a alcanzar ni siquiera el centenar de habitantes (2) . (2) Esta heterogeneidad nos permite observar con claridad como funcionan las diferentes actividades de tipo comercial y turística tanto en los municipios de ámbito más rural (inferiores a 1.000 habitantes), así como en aquellos con un desarrollo marcadamente urbano (por encima de 20.000 habitantes). 196 Pero esta heterogeneidad, no se limita solo al plano poblacional, ya que a lo largo del mismo nos encontramos diferentes paisajes (llanuras, sierras, valles, etc.), tradiciones, gastronomía, patrimonio (romano, islámico, gótico, románico, renacentista, barroco, moderno, etc.). Sin embargo hay un nexo que une a todos estos municipios, nos estamos refiriendo al Camino Jacobeo de la Vía de la Plata. Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas Figura 1. Localización del Camino Jacobeo de la Vía de la Plata. Elaboración propia. En concreto a la hora de abordar el estudio de este camino jacobeo comprendido entre Sevilla y Santiago de Compostela, hemos considerado todos los municipios cuyo término municipal se encuentra atravesado por el mismo, de tal modo que los municipios identificados siguiendo este concepto han sido los siguientes: 197 José Manuel Pérez Pintor Provincia de Sevilla: Sevilla, Camas, Santiponce, Guillena, Castilblanco de los Arroyos, Almadén de la Plata y El Real de la Jara. Provincia de Badajoz: Monesterio, Fuente de Cantos, Calzadilla de los Barros, Puebla de Sancho-Pérez, Zafra, Los Santos de Maimona, Villafranca de los Barros, Almendralejo, Torremegía, Mérida, El Carrascalejo y Aljucén. Provincia de Cáceres: Alcuéscar, Casas de Don Antonio, Cáceres, Casar de Cáceres, Cañaveral, Plasencia, Galisteo, Aldehuela del Jerte, Carcaboso, Aldeanueva del Camino y Baños de Montemayor. Provincia de Salamanca: Calzada de Béjar, Valverde de Valdelacasa, Valdelacasa, Fuenterroble de Salvatierra, San Pedro de Rozados, Morille, Salamanca, Aldeaseca de Armuña, Castellanes de Villiquera y Calzada de Valdunciel. Provincia de Zamora: El Cubo de Tierra del Vino, Villanueva del Campean, Zamora, Roales del Pan,, Montamarta, Fontanillas de Castro, Riego del Camino, Granja de Moreruela, Santovenia, Villaveza del Agua, Barcial del Barco, Villanueva de Azoague, Benavente,, Villabrázaro y Maire de Castroponce. Provincia de León: Alija del Infantado, La Nora del Río, Genestacio, Quintana del Marco, Villanueva de Jamuz, Santa Elena de Jamuz, La Bañeza, Palacios de la Valduerna, Celada, Astorga, Murias de Rechivaldo, Santa Catalina de Somoza, El Ganso, Rabanal del Camino, Foncebadón, Manjarín, El Acebo, Riego de Ambrós, Molinaseca, Campo, Ponferrada, ,Columbrianos, Fuentes Nuevas, Camponaraya, Cacabelos, Villafranca del Bierzo, Pereje, Trabadelo, La Portela de Valcarce, Ambasmestas, Vega de Valcarce, Ruitelán, Las Herrerías, ,La Faba y La Laguna. Provincia de Lugo: O Cebreiro, Liñares, Hospital de La Condesa, Alto do Poio, Fonfría, Viduedo, Triacastela, Sancristobo, Renche, Samos, Teiguín, Ayan, Sarria, Barbadelo-Rente, Brea, Ferreiros, Rozas,, Vilacha, Portomarín, Gonzar, Castromayor,, Hospital de la Cruz, Ventas de Narón, Ligonde, Eireche, Avenostre, Palas de Rei y Casanova. Provincia de A Coruña: Laboreiro, Furelos, Melide, Boente, Castañeda, Ribadiso da Baixo, Arzúa, Salceda, Santa Irene, Rua, Pedrouzo (Arca o Pino), Labacolla, San Marcos, Monte do Gozo y Santiago de Compostela. 198 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas 1.2 Metodología La metodología adoptada para la elaboración y redacción de este trabajo de investigación se ha basado fundamentalmente en primer término en la búsqueda y recopilación de la información que sobre este camino (Vía de la Plata) de carácter demográfico (variables sobre la población) económico (relativas al empleo, como son las tasas de actividad y de desempleo e incidiendo sobretodo en las variables existentes sobre la actividad comercial, como son aquellas que nos permiten conocer la oferta actual, así como la evolución de la misma durante los últimos años) y turístico principalmente (oferta disponible, demanda potencial, etc.), se encontraba dispersa en diferentes organismos e instituciones de ámbito público y privado (Instituto Nacional de Estadística, Ministerios, Comunidades Autónomas, Cámaras de Comercio, Ayuntamientos, Bancos y Cajas de Ahorros, entre otros). A partir de esta información en según lugar se ha procedido a la homogeneización y tratamiento de la misma, para posteriormente poder llevar a cabo un análisis de tipo descriptivo dividido en tres grandes bloques que nos permiten conocer de primera mano la dinámica demográfica, el desarrollo de la actividad comercial y finalmente la actividad turística que se está produciendo en cado uno de los municipios que forman parte de este camino jacobeo. 1.2.1 Fuentes de datos Por lo que se refiere a la obtención de la información, a parte de la revisión bibliográfica realizada inicialmente, para el análisis posterior se han utilizado tres fuentes de datos que son las más relevantes a la hora de abordar el estudio de la población, así como de la actividad comercial y turística de los municipios, ya que son las que cuentan con mayor volumen de información así como un grado de desagregación más específico (3) (datos municipales). El nuestro caso las principales fuentes de información utilizadas han sido las siguientes: Instituto Nacional de Estadística (INE): a través de los datos del último Censo de Población y Viviendas, así como los obtenidos a partir del Padrón Municipal de Habitantes hemos obtenido los datos correspondientes a la población de cada uno de los municipios entre los años 2001 y 2008. (3) En la actualidad son múltiples las fuentes de datos a través de las que podemos obtener información para realizar diferentes tipos de análisis, sin embargo muchas de ellas no nos permiten abordar el estudio de los municipios de menor entidad ya que el grado de desagregación de determinadas variables no es aplicable en dichos municipios, principalmente aquellos que cuentan con menos de 1.000 habitantes, por este motivo es complicado encontrar fuentes de información que nos permitan abordar estos estudios, como es el caso que nos ocupa. 199 José Manuel Pérez Pintor Por otro lado a partir de la Encuesta sobre Actividad Turística hemos obtenido información sobre la oferta y demanda existente en los diferentes alojamientos (hoteles, acampamentos, apartamentos y alojamientos rurales) desde el año 2001 hasta la actualidad a nivel regional y de los principales puntos turísticos (4) localizados a lo largo de este camino jacobeo. Anuario Económico La Caixa: este anuario contiene un conjunto de datos estadísticos e indicadores socioeconómicos de cada uno de los 3.253 municipios españoles de más de 1.000 habitantes existentes en España a 1 de enero de 2008, cuya población representa más del 96% del total de España. Anuario Caja España: contiene información de cada uno de los municipios españoles (población, sectores económicos, patrimonio, etc.). 2. Población Dentro de este primer bloque del estudio nos vamos a centrar en el análisis de las variables relacionadas directamente con la dinámica de la población, ya que este es un factor determinante a la hora de considerar la evolución futura de los respectivos municipios. Por un lado veremos la evolución de la población en los últimos años (2001-2008) y por otro la situación en la que se encuentra el mercado laboral de los diferentes municipios que pertenecen al “Camino Jacobeo de la Vía de la Plata”, en este caso fijándonos específicamente en la población activa, el desempleo y el número de empleados que soporta cada uno de los diferentes sectores de actividad (primario, secundario y terciario). 2.1 Dinámica demográfica (4) Según el INE se consideran como principales puntos turísticos aquellos municipios que cuentan con una oferta turística significativa, en nuestro caso se acogen a esta condición los casos de Sevilla, Mérida, Cáceres, Plasencia, Salamanca, Zamora, Benavente y Santiago de Compostela. 200 Al hablar de la dinámica demográfica de la población, nos estamos refiriendo al estudio pormenorizado de la evolución de la población de los diferentes municipios pertenecientes a este camino jacobeo concreto entre los años 2001 y 2008. De esta manera podemos observar los cambios poblacionales que se han producido recientemente a través de los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística de España (INE). Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas 2.1.1 Evolución de la Población A la hora de abordar el estudio de la evolución de la población residente en cada uno de los municipios englobados dentro de este camino jacobeo en primer lugar ha sido necesario acotar el período de tiempo a analizar de manera que finalmente se ha considerado la etapa comprendida entre los años 2001 y 2008. En segundo lugar para poder homogeneizar la información y poder comparar a los diferentes municipios a pesar del diferente peso poblacional que presentan, los datos primarios obtenidos de la fuente de información se han convertido en números índice que nos permitan comparar la información sobre el volumen de población de cada uno de los municipios, es decir, estos números son una medida estadística que nos proporciona la variación relativa de una magnitud (simple o compleja) a lo largo del tiempo o el espacio, en nuestro caso, la población de cada uno de los municipios de manera homogénea para un conjunto de municipios. Para poder llevar a cabo un análisis lo más cercano posible a la realidad de los diferentes municipios los datos correspondientes a la evolución de la población de los municipios del Camino Jacobeo de la Vía de la Plata se presentan separados por provincias y en cada una de ellas se observa que ocurre en cada caso particular (Figuras 3-10). A grandes rasgos siguiendo las diferentes figuras que nos muestran la evolución de la población de los diferentes municipios vemos como aquellos de tamaño medio y superior son los que a lo largo del período analizado han conseguido mantener la población e incluso algunos de ellos han crecido de manera importante. Por el contrario los municipios de menor entidad son los que presentan un descenso más importante en gran medida como resultado del gran envejecimiento al que se encuentran sometidos. Por ejemplo si nos fijamos en una provincia en concreto, podemos ver una dinámica bastante parecida a lo que ocurre en el resto de provincias consideradas. De este modo en la figura 3, vemos como entre los años 2001 y 2008 la mayoría de los municipios analizados en la provincia andaluza presentan un aumento de población en consonancia con la provincia y la Comunidad Autónoma, siendo el municipio de Guillena el que muestra el crecimiento poblacional más elevado. Por el contrario los municipios de Almaden de la Plata y el Real de la Jara presentan un descenso de población más importante a lo largo del período analizado. Figura 2. Puente Lusitania en Mérida (Badajoz) 201 José Manuel Pérez Pintor 202 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas 2.2 Actividad laboral Tras el análisis realizado a la evolución de la población dentro de este apartado vamos a ver que sucede en relación con la actividad laboral, para ello nos vamos a centrar en el estudio de las variables relativas a la población activa, el desempleo y el número de empleados por sector de actividad. De esta manera obtendremos de modo comparativo cuáles municipios de los localizados a lo largo del camino se muestran socio-económicamente más activos y con mayor oferta laboral. 2.2.1 Población activa Para acercarnos al estudio de la actividad laboral, vamos a ver en primer lugar que sucede en el caso de la población activa, que son todas las personas de 16 o más años y menos de 65 que, durante el periodo de referencia, suministran mano de obra para la producción de bienes o servicios o están disponibles y en condiciones de incorporarse a dicha producción, para lo que se subdividen en ocupados y parados. En el caso de este estudio concreto de los municipios pertenecientes al Camino Jacobeo de la Vía de la Plata se ha realizado primero un análisis global de todos los municipios y posteriormente desagregado a escala provincial, de esta manera en primer lugar obtenemos una imagen clara de la situación en la que se encuentran estos municipios en comparación con el resto de los mismos incluidos dentro de este camino jacobeo concreto y a continuación observar que dinámica muestran respecto a los municipios de su propia provincia. 2.2.1.1. Análisis general Si realizamos un análisis global de todos los municipios pertenecientes a este camino jacobeo con respecto a la población activa, podemos observar en la figura 12 el porcentaje que presentan cada unos de estos municipios. Como vemos en la figura todos los municipios muestran unos porcentajes que se sitúan entre el 47% y 73% de población activa respectivamente. Por tanto nos encontramos ante una elevada variabilidad ya que esta es próxima al 25%. Figura 11. Persona desarrollando su actividad laboral. Evidentemente este dato está claramente influenciado por las variables de carácter demográfico como son el tamaño y el envejecimiento de la población, fenómenos ya considerados anteriormente en el apartado dedicado 203 José Manuel Pérez Pintor al estudio de la población, de manera que los municipios de menor tamaño suelen mostrar un mayor porcentaje de población activa, al contar con un reducido número de personas en este grupo, como resultado del escaso número de personas jóvenes que residen en estos municipios. Si tenemos en cuenta el porcentaje de población activa nacional, que se sitúa en torno al 69%, podemos ver en la figura 12 como la mayoría de las principales ciudades de este camino muestran porcentajes similares, Sevilla, Mérida, Cáceres, Santiago de Compostela, etc. Por lo que respecta a los valores de tipo extremo nos encontramos que los municipios de Alija del Infantado, Santovenia y Quintana del Marco presentan los porcentajes de población activa más reducido ya que en los tres casos se sitúan por debajo del 50%. Por el contrario los valores porcentuales más elevados los encontramos en el caso de los municipios de C. de Villiquera, Roales del Pan y Guillena que se sitúan por encima del 70%, una vez más vemos la influencia que ejerce sobre esta variable el envejecimiento poblacional existente. 204 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas Figura 12. Distribución de la población activa por municipios. Elaboración propia. 205 José Manuel Pérez Pintor 2.2.1.2 Análisis provincial Una vez presentado el análisis realizado a nivel global de todos los municipios pertenecientes al Camino Jacobeo de la Vía de la Plata con respecto a la población activa, vamos a ver a continuación que ocurre a escala provincial, para ello se presenta en cada caso el porcentaje de población activa de cada municipio, el porcentaje provincial y finalmente el porcentaje nacional. En el caso de la provincia de Sevilla (figura 13), los municipios de Camas, Santiponce y Guillena muestran los porcentajes más elevados (superior al 70%), por el contrario los porcentajes más reducidos los presentan Almadén de la Plata y El Real de la Jara (65 y 61% respectivamente). En los municipios de la provincia de Badajoz (figura 14), podemos ver como la mayoría de ellos muestran porcentajes situados por debajo de la media nacional situada en el 69%, excepto Mérida, Almendralejo y Zafra. En la provincia de Cáceres se observa una clara variabilidad entre los resultados que muestran los diferentes municipios. A modo de ejemplo podemos ver la clara diferencia existente entre los municipios de Casas de Don Antonio (51,1%) y Cáceres (70,9%), el primero muestra el porcentaje más reducido y el segundo el más elevado con una variabilidad del 19%. Por lo que respecta a los municipios de la provincia de Salamanca (figura 16), la mayoría de los municipios de esta provincia muestran porcentajes situados por debajo de la media nacional excepto Castellanos de Villiquera 73%. En la provincia de Zamora hay una clara variabilidad de nuevo superior al 23%. Los municipios de la provincia de León muestran porcentajes situados por debajo de la media nacional, excepto el municipio de Camponaraya (69,7%). La totalidad de los municipios de la provincia de Lugo presentan un porcentaje inferior a la media nacional (69%), con el porcentaje más destacado se sitúa el municipio de Sarria (64,4%) seguido de Triacastela (59,4%). En el extremo contrario con el porcentaje más reducido de población activa destaca el municipio de Palas de Rei (54%). En la provincia de A Coruña (figura 18), observamos dos dinámicas claramente diferenciadas, por un lado Santiago de Compostela que presenta el porcentaje más elevado (71%), superior a la media provincial (68%) y nacional (69%) y en el lado opuesto los municipios de Melide (64,3%) y Arzúa (62,8%) con un porcentaje claramente inferior a la media nacional y provincial. 206 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas 207 José Manuel Pérez Pintor 2.2.2. Desempleo Una vez realizado el análisis de la población activa de cada uno de los municipios pertenecientes a este camino jacobeo, vamos a centrarnos a continuación en el análisis del desempleo. En primer lugar hay que destacar que se consideran desempleados a todas aquellas personas de 16 y más años que durante la semana de referencia hayan estado sin trabajo, disponibles para trabajar y buscando activamente empleo. Así mismo son parados también quienes ya han encontrado trabajo y están a la espera de incorporarse a él, siempre que verifiquen las dos primeras condiciones. El concepto y medición actual de paro registrado está establecido por Orden Ministerial de 11 de marzo de 1985. Según esta disposición serán parados aquellas personas con demandas de empleo pendientes de satisfacer el último día del mes en la Oficinas Públicas de Empleo exceptuando: Trabajadores ocupados. Los que solicitan un empleo para compatibilizarlo con el actual o cambiarlo por el que ocupan, los que están en suspensión de empleo o reducción de jornada por un expediente de regulación de empleo y los que están ocupados en trabajos de colaboración social. Trabajadores sin disponibilidad inmediata o en situación incompatible con el mismo. Los pensionistas de jubilación y de invalidez absoluta o gran invalidez, las persona mayores de 65 años, los trabajadores en situación de incapacidad temporal, maternidad o baja médica, los demandantes que están cumpliendo el servicio militar, los estudiantes de enseñanza oficial reglada menores de 25 años o demandantes de primer empleo y los alumnos de formación profesional ocupacional, cuando sus horas lectivas superen las veinte semanales, tengan una beca de manutención y sean demandantes de primer empleo. Trabajadores que demanden exclusivamente un empleo de características específicas. Los que solicitan un empleo a domicilio, por período inferior a tres meses o de jornada semanal inferior a 20 horas, los que se inscriben en las oficinas públicas de empleo como requisito previo para participar en un proceso de selección para un puesto de trabajo determinado y los que solicitan un empleo exclusivamente para el extranjero. Trabajadores eventuales agrarios perceptores del subsidio especial por desempleo o que habiéndolo agotado ha transcurrido menos de un año desde el día del vencimiento del derecho. También se excluyen los solicitantes con demanda suspendida y los que rechacen acciones de inserción laboral adecuadas a sus características. 208 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas 2.2.2.1 Análisis general Si nos fijamos en el análisis global de todos los municipios pertenecientes al Camino Jacobeo de la Vía de la Plata con respecto al porcentaje de desempleados que se presenta en la figura 21, podemos observar que un gran número de ellos presenta una tasa de desempleo superior a la media nacional (12,1%). Por ejemplo los municipios de Fuente de Cantos, Los Santos de Maimona, Villafranca de los Barros, Camas y Santiponce soportan una tasa de desempleo superior al 18%. En el otro extremo nos encontramos con Samos, Portomarín, Triacastela, Granja de Moreruela y Calzada de Béjar que se sitúan en una tasa de desempleo en todos los casos por debajo del 6%. En relación con esta información debemos tener en cuenta que en este dato concreto del desempleo influye de manera importante el tamaño y envejecimiento de determinados municipios, lo que provoca que arrojen una tasa de paro bastante reducida ya el contingente de personas en edad de trabajar es escaso y derivado de ello prácticamente la totalidad de esas personas se encuentran trabajando. En el caso de las principales ciudades Sevilla, Santiago de Compostela, Cáceres, Salamanca y Zamora nos encontramos con unas tasas de desempleo entre el 11,9 y el 14%, bastante similar a la media nacional. 209 José Manuel Pérez Pintor Figura 21. Distribución de la población desempleada por municipios. Elaboración propia. 210 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas 2.2.2.2 Análisis provincial Una vez realizado el análisis de la tasa de desempleo con la totalidad de los municipios pertenecientes a este Camino Jacobeo de la Vía de la Plata, vamos a ver que ocurre si observamos esta situación dividiendo a los municipios por provincias. En el caso de los municipios de la provincia de Sevilla (figura 22) comprobamos que todos los municipios presentan una tasa de desempleo superior a la media nacional. La tasa de desempleo más elevada se da en los municipios de Camas y Santipoce y la más reducida en Almadén de la Plata y Guillena. Los municipios de la provincia de Badajoz (figura 23) en su mayoría presentan una tasa de desempleo superior a la media nacional, excepto El Carrascalejo (5,7%) y Monesterio (10,8%). La tasa de desempleo más elevada se da en los municipios de Fuente de Cantos (20,1%) y Los Santos de Maimona (19,7%). En la provincia de Cáceres (figura 24) sucede una situación similar al caso pacense. La tasa de desempleo más elevada se da en los municipios de Aldehuela del Jerte (16,6%) y Carcaboso (16,3%) y la más reducida en Baños de Montemayor (9%) y Cañaveral (11,2%). En los municipios de la provincia de Salamanca (figura 25) existe una clara variabilidad en los datos, mostrando Valverde de Valdelacasa (15,5%) y Salamanca (13%) los valores más altos y Morille (8,1%) y Calzada de Béjar (6%) los más reducidos. En la provincia de Zamora (figura 26) la tasa de desempleo más elevada se da en los municipios de Villanueva del Campeán (14,8%), Roales del Pan (14,8%) y Barcial del Barco (14,8%). Por el contrario la más reducida la muestran Villaveza del Agua (8,2%) y Granja de Moreruela (6%). En León (figura 27) comprobamos que la mayoría de los municipios analizados en este caso presentan una tasa de desempleo superior a la media nacional. La tasa más elevada se da en los municipios de Cacabelos (13,6%) y Ponferrada (13%) y la más reducida en Alija del Infantado (7,6%), Molinaseca y Santa Elena de Jamuz (9,7%). Los municipios de Lugo (figura 28) presentan una tasa de desempleo inferior a la media, dando la más elevada los municipios de Sarria y Palas de Rei y la más reducida en Portomarín y Samos. En la provincia de A Coruña (figura 29) todos los municipios presentan una tasa de desempleo inferior a la media nacional. Los valores más altos se dan en Santiago de Compostela y Melide y la más reducida en Arzúa. 211 José Manuel Pérez Pintor Distribución de la población desempleada por municipios. Elaboración propia. 212 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas 2.2.3 Mercado laboral por sectores de actividad Para finalizar este apartado del estudio dedicado al análisis de la actividad laboral, vamos a centrarnos en el estudio del mercado laboral en función de los diferentes sectores de actividad, es decir conocer el porcentaje de personas de cada municipio que trabajan en los diferentes sectores (agricultura, industria, construcción y servicios), para de este modo poder conocer que sector es el preponderante en cada municipio y saber que tipo de actividades económicas son las más representativas. Si atendemos a la metodología estadística hay que destacar que en este punto nos proponemos estudiar a los ocupados de 16 o más años, en función de los diferentes sectores económicos (primario, secundario y terciario). Para llegar a clasificar a los ocupados en cada uno de los mencionados sectores hemos considerado a los ocupados según la actividad del establecimiento en el que ejercen su ocupación. Con respecto a los diferentes sectores de actividad se ha realizado la siguiente clasificación: Ocupados en el sector primario: empleados de 16 o más años que ejercen su ocupación principal en establecimientos relacionados con: agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca. Ocupados en el sector secundario: ocupados de 16 o más años que desempeñan su trabajo en establecimientos relacionados con estas actividades económicas: industrias extractivas, industria manufacturera, producción y distribución de energía eléctrica, gas, agua y construcción. Ocupados en el sector terciario: ocupados de 16 o más años que desempeñan su ocupación principal en establecimientos relacionados con: comercio; reparación de vehículos de motor, motocicletas, ciclomotores y de artículos personales y de uso doméstico. Hostelería. Transporte, almacenamiento y comunicaciones. Intermediación financiera. Actividades inmobiliarias y de alquiler; servicios empresariales. Administración pública, defensa y seguridad social obligatoria. Educación. Actividades sanitarias y veterinarias; asistencia social. Otras actividades sociales y de servicios prestados a la comunidad; servicios personales. Actividades de los hogares y organismos extraterritoriales. Si nos centramos en los resultados obtenidos por provincias, en el caso de los municipios de la provincia sevillana (figura 30) los núcleos de menor tamaño tienen más personas en el sector primario (Almadén de la Plata, Castilblanco de los Arroyos), mientras que en los municipios de mayor tamaño la 213 José Manuel Pérez Pintor mayoría de las personas trabajan en el sector servicios (Sevilla, Camas, Santiponce). En los municipios de la provincia de Badajoz (figura 31) también el porcentaje de personas empleadas en el sector terciario es superior en los municipios de mayor tamaño (Mérida, Zafra) aunque hay algunas excepciones, como son los municipios de Aljucén y Puebla de Sancho Pérez que aunque no cuentan con mucha población presentan un porcentaje elevado en este sector. La distribución en los municipios de la provincia de Cáceres (figura 32), muestra que los municipios con un mayor número de empleados en el sector servicios son Cáceres, Plasencia y Casas de San Antonio. En el sector primario destacan Aldehuela del Jerte y Galisteo y el sector industrial en Casar de Cáceres. En Salamanca (figura 33) el sector terciario es el que genera más empleo en Salamanca, Castellanos de Villiquera y Calzada de Valdunciel, en el sector primario destacan los municipios de Calzada de Béjar, Fuenterroble de Salvatierra y Valdelacasa. En Zamora (figura 34) solo en los principales núcleos de población es el sector servicios el que más empleos genera (Zamora y Benavente), derivado fundamentalmente al reducido tamaño y marcado envejecimiento de estos municipios. En los municipios de León (figura 35) los municipios de mayor entidad son los que cuentan con un porcentaje superior de empleados en el sector terciario (Astorga y Ponferrada). Por el contrario los municipios más pequeños cuentan con más gente empleada en el sector primario y la construcción. Si nos fijamos en la figura 36 que muestra la provincia de Lugo, vemos el predominio del sector primario en Portomarín, Samos y Triacastela. Por el contrario Sarria presenta el porcentaje más alto en el sector terciario. En la provincia de A Coruña (figura 37) Arzúa presenta el porcentaje más elevado de personas empleadas en el sector primario y Santiago de Compostela el mayor número de empleados en el sector terciario o de servicios y el porcentaje más reducido de trabajadores en el primario. 214 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas Distribución de los empleados por sector de actividad. Elaboración propia. 215 José Manuel Pérez Pintor 3. Actividad comercial A lo largo de este segundo bloque del estudio dedicado al análisis de los municipios pertenecientes al Camino Jacobeo de la Vía de Plata vamos a desgranar las diferentes variables que nos permiten abordar el estudio de la actividad comercial. Para ello en las siguientes páginas se va a analizar la tipología del comercio existente en estos municipios (mayorista/minorista) y el desarrollo del sector bancario, así como la distribución del comercio de tipo minorista y la variación que se ha producido entre los años 2003 y 2008 tanto en el comercio de tipo mayorista como en el minorista, de manera que obtengamos una clara imagen de la situación actual del sector comercial en estos municipios del Camino Jacobeo de la Vía de la Plata. 3.1 Tipología comercial Figura 38. Zona comercial en uno de los municipios de la Vía de la Plata. 216 En primer lugar por lo que respecta a la tipología comercial de los municipios de la provincia de Sevilla (figura 39) vemos un claro predominio de del comercio minorista en todos los casos. Solo en Sevilla el comercio de carácter mayorista presenta un porcentaje más elevado aunque en clara desventaja frente al comercio de tipología minorista (20% comercio mayorista frente al 80% que supone el comercio minorista de esta ciudad). En el caso de los municipios de las provincias de Badajoz y Cáceres (figuras 40 y 41) también se observa un claro predominio del comercio de tipología minorista. Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas Tipología comercial. Elaboración propia. 217 José Manuel Pérez Pintor En el caso de los municipios de la provincia de Salamanca (figura 42), en esta situación hay algunos municipios que como consecuencia de contar con escasa población no presentan en la actualidad con ninguna oferta de tipo comercial. Por lo que respecta a la tipología comercial de los municipios de la provincia de Zamora (figura 43) de nuevo se repite la supremacía del comercio de tipo minorista. Sin embargo en este caso hay que destacar el caso del municipio de Villanueva de Azoague ya que es el único de toda la provincia en el que el porcentaje que supone el comercio de tipo mayorista (68%) supera a la oferta minorista (32%). En el caso de los municipios de la provincia de León (figura 44) nos encontramos una tipología comercial claramente minorista, con la excepción del municipio de Trabadelo que presenta un porcentaje superior del comercio de carácter mayorista. En los municipios de la provincia de Lugo (figura 45) se repite el patrón clásico, ya que observamos claramente un predominio del comercio de carácter minorista en todos los municipios analizados. Por último dentro de este apartado dedicado al estudio de la tipología comercial en el caso de los municipios de la provincia de A Coruña (figura 46) también es evidente el predominio de los comercios de tipo minorista. 3.2 Sector bancario Una vez realizado el análisis de la distribución de los diferentes tipos de comercio en los distintos municipios, veamos en las siguientes páginas como se reparte el sector bancario, es decir, el número de bancos y cajas de ahorros que se ubican en los distintos municipios ya que estos suponen una actividad más de tipo comercial. De manera global en todas las provincias estudiadas se observa un claro predominio de las cajas de ahorro en comparación con la presencia de los bancos, solo en determinados casos de León y las provincias gallegas el número de bancos superaban al de las cajas. En resumen podemos decir que las cajas de ahorro suponen el 70% de la oferta bancaria del área estudiado. 218 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas Distribución del sector bancario. Elaboración propia. 219 José Manuel Pérez Pintor 3.3 Variación actividades comerciales mayoristas En este apartado se presenta la variación que se ha producido en el caso de las actividades comerciales mayoristas entre los años 2003 y 2008 en los diferentes municipios pertenecientes al Camino Jacobeo de la Vía de la Plata. En la figura 55 que muestra la variación de las actividades comerciales mayoristas en el caso de los municipios pertenecientes a la provincia de Sevilla, como vemos han aumentado en todos los municipios, salvo en Castilblanco de los Arroyos que presenta un porcentaje negativo (-9,1%). En el caso de los municipios de la provincia de Badajoz (figura 56), las actividades comerciales mayoristas han aumentado en la mayoría de los municipios analizados, destacando en Zafra y Los Santos de Maimona. Por el contrario han descendido en Torremejía, Puebla de Sancho Pérez y Monesterio. En los municipios de la provincia de Cáceres (figura 57) han evolucionado positivamente entre los años 2003 y 2008 en casi la totalidad de los municipios, excepto en los casos de Alcuéscar y Cañaveral que han descendido. En la provincia de Salamanca (figura 58) estas actividades han evolucionado favorablemente y han aumentado entorno al 4,7%, en clara consonancia con los datos provinciales y regionales. De nuevo en los municipios de la provincia de Zamora (figura 59) se obtiene un saldo positivo respecto a la evolución de las actividades relacionadas con el comercio de tipo mayorista. Por lo que respecta a los municipios de León (figura 60) las actividades de comercio mayorista han descendido en los municipios de La Bañeza y Astorga, mientras que en el resto de municipios han aumentado durante este período de tiempo, destacando Camponaraya (25%). En Lugo (figura 61) por un lado tenemos municipios en los que han aumentado este tipo de actividades como Sarria (10,8%) y por el contrario en otros como Samos y Palas de Rei que han descendido considerablemente, sobre todo en el primer caso (-33,3%). Por último en el caso de los municipios de la provincia de A Coruña (figura 62) se ha producido un aumento de las actividades relacionadas con el comercio de tipo mayorista. En este caso el porcentaje de crecimiento más importante se ha dado en Santiago de Compostela (26,8%) y Melide (10%). 220 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas Variación de las actividades comerciales mayoristas. Elaboración propia. 221 José Manuel Pérez Pintor 3.4. Variación actividades comerciales minoristas Al igual que en el análisis realizado con anterioridad en el que podíamos ver las variaciones que se habían producido en las actividades comerciales mayoristas entre los años 2003 y 2008, en este caso vamos a centrarnos en el estudio de las variaciones de las actividades comerciales minoristas en los municipios pertenecientes a este camino jacobeo. En primer lugar en los municipios de la provincia de Sevilla (figura 63) podemos observar un claro descenso en los municipios de El Real de la Jara, Almadén de la Plata y Castilblanco de los Arroyos. Por el contrario han aumentado en Guillena, Camas, Sevilla y de manera mucho más importante en Santiponce. Por lo que respecta a los municipios de la provincia de Badajoz (figura 64) las actividades comerciales minoristas han aumentado en todos los casos, a excepción de Puebla de Sancho Pérez, Monesterio y levemente en Villafranca de los Barros. Así mismo las actividades relacionadas con el comercio minorista entre los años 2003 y 2008 han crecido en todos los municipios analizados de la provincia de Cáceres (figura 65), solo Carcaboso se a mantenido sin cambios. En la provincia de Salamanca (figura 66) estas actividades han disminuido tanto a nivel provincial como municipal, en la ciudad de Salamanca han disminuido un 4,9%. En los municipios de Zamora (figura 67) muestran un aumento las actividades comerciales minorista, sin embargo a escala provincial este tipo de comercio ha sufrido un descenso del -0,1%. De nuevo los municipios de la provincia de León (figura 68) presentan dos dinámicas claramente diferenciadas, por un lado tenemos los municipios en los que ha disminuido el comercio de tipo minorista como es el caso de Cacabelos y Villafranca del Bierzo y el resto en los que se ha producido un aumento. En los municipios de la provincia de Lugo (figura 69) vemos un crecimiento positivo en el caso de Samos y Sarria en consonancia con la dinámica provincial y regional y un descenso en Portomarín y Palas de Rei. Por lo que respecta a los municipios de la provincia de A Coruña (figura 70) solo Santiago de Compostela muestra un crecimiento positivo. 222 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas Variación de las actividades de comercio minorista. Elaboración propia. 223 José Manuel Pérez Pintor 4. Actividad turística Este bloque del estudio se centra específicamente en el análisis de la actividad turística, ya que evidentemente en un conjunto de municipios como son los que forman el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata uno de los factores fundamentales a la hora de analizar su desarrollo socio-económico es la actividad turística de manera que podamos aproximarnos a su dinámica, evolución y establecer unos patrones determinados. Para poder realizar este trabajo hemos realizado un estudio desagregado que permita acercarnos lo máximo posible a la realidad existente en este sentido, para lo que se ha realizado en primer lugar un análisis de carácter regional, para a continuación centrarnos en los principales puntos de atracción turística y finalmente investigar la oferta de alojamientos y restauración de cada uno de los municipios pertenecientes a este camino. 4.1 Escala regional Como señalábamos anteriormente en primer lugar vamos a realizar un análisis a escala regional de la actividad turística en concreto de la oferta de acampamentos, apartamentos, hoteles y alojamientos rurales. Figura 71. Plaza Mayor de Zamora 224 4.1.1 Acampamentos Se entiende por Acampamentos Turísticos también denominados Campings, aquellos espacios de terreno debidamente delimitados, dotados y acondicionados, destinados a facilitar a las personas, de modo habitual y mediante el pago de un precio estipulado, un lugar para hacer vida al aire libre durante tiempo limitado con fines vacacionales o turísticos y utilizando como residencia, albergues móviles, caravanas, tiendas de campaña u otros elementos similares fácilmente transportables. Como podemos observar en la figura 72 todas las comunidades autónomas pertenecientes al camino muestran datos inferiores a la media nacional. Sin embargo esta se ha reducido durante los últimos años a nivel nacional y ha aumentado en todos los casos que nos ocupan (3 días). Por lo que respecta a la distribución de la ocupación media que podemos ver en la figura 73, vemos que en todos los casos la ocupación es inferior a la media nacional, aunque ha aumentado positivamente a lo largo del período de tiempo analizado. En el último año analizado la ocupación media de parcelas más elevada se da en la comunidad autónoma extremeña. Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas Figura 72. Estancia media acampamentos. Figura 73. Ocupación media acampamentos. Distribución de la estancia y ocupación media en acampamentos. Elaboración propia. 4.1.2 Apartamentos Tras el análisis de los acampamentos, veamos a continuación que ocurre en el caso de los apartamentos. Se entiende por establecimiento de apartamentos turísticos toda unidad productora cuya actividad exclusiva o principal es la de alojamiento de turistas, distribuidos en unidades amuebladas (apartamentos, chalets, villas, bungalows,...). Como vemos en la figura 74, la estancia media en este tipo de alojamientos en las comunidades analizadas es inferior a la media nacional, situada en el año 2006 en 8,1 días. En nuestro caso la comunidad que arroja los resultados más favorecedores es la comunidad andaluza con una estancia media de 6,3 días. Por el contrario la comunidad con menos días de estancia es Extremadura (3,1 días). En la figura 75 que muestra la ocupación media de los apartamentos vemos que en todos los casos se sitúa por debajo de la media nacional (59,9% en 2006), y a evolucionado de manera diferente en cada una de las comunidades autónomas. Así por ejemplo ha aumentado solo en Castilla y León (del 19 al 38%), mientras que en el resto de CC AA, Galicia, Extremadura y Andalucía se ha reducido entre 2000 y 2006. Figura 74. Estancia media apartamentos. Figura 75. Ocupación media apartamentos. Distribución de la estancia y ocupación media en apartamentos. Elaboración propia. 225 José Manuel Pérez Pintor 4.1.3 Hoteles Una vez realizado el análisis a nivel regional de los acampamentos y apartamentos se presenta a continuación el análisis de la oferta hotelera. En este sentido debemos destacar que se entiende por establecimiento hotelero toda unidad productora de servicios de alojamiento hotelero (hotel, hotel apartamento o apartahotel, motel, hostal, pensión, fonda, casa de huéspedes), situada en un mismo emplazamiento geográfico y en la que trabajan una o más personas por cuenta de la misma empresa. Como podemos ver en la figura 76, la estancia media es inferior en todos los casos a la media nacional (3,2), siendo la comunidad andaluza la que más se aproxima a la media nacional. Por el contrario la ocupación media más reducida en el año 2006 se da en la comunidad autónoma de Castilla y León en concreto en el caso de la provincia de Zamora. Si observamos la figura 77, que muestra la ocupación media de las plazas hoteleras entre los años 2003 y 2006, vemos que en todos los casos la ocupación media obtenida es inferior a la media nacional de los dos años (56%). De tal modo que si nos centramos en las diferentes provincias, podemos ver que en todos los casos ha aumentado la ocupación entre los años 2003 y 2006 a excepción de la provincia de León. Por otro lado la máxima ocupación en 2006 la presenta la provincia de Sevilla, en segundo lugar Salamanca y en tercer lugar Á Coruña. Figura 76. Estancia media hoteles. Figura 77. Ocupación media hoteles. Distribución de la estancia y ocupación media en alojamientos rurales. Elaboración propia. 4.1.4 Alojamientos rurales Para finalizar esta parte del estudio dedicada al análisis de la actividad turística a escala regional, veamos que ocurre en los alojamientos rurales. En este sentido debemos destacar que se consideran alojamientos de turismo rural, aquellos establecimientos o viviendas destinadas al alojamiento turístico mediante precio, con o sin otros servicios complementarios y que estén inscritos en el corres226 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas pondiente Registro de Alojamientos Turísticos de cada Comunidad Autónoma. Estos establecimientos suelen presentar unas características determinadas: Están situados en un medio rural; Son edificaciones con una tipología arquitectónica propia de la zona o están situados en fincas que mantienen activas explotaciones agropecuarias (agroturismo); Ofrecen un número de plazas y habitaciones para el alojamiento de huéspedes limitado, además de reunir ciertos requisitos de infraestructura y dotaciones básicas. Los alojamientos de turismo rural pueden adoptar una de estas dos modalidades de alquiler o ambas: · Se define modalidad de alquiler de uso completo como la contratación íntegra del inmueble para uso exclusivo del contratante. · Se define modalidad de alquiler de uso compartido como la contratación individualizada de habitaciones dentro de la propia vivienda familiar. Como podemos ver en la figura 78, la estancia media en alojamientos rurales es inferior a la media nacional en todos los casos a excepción de la comunidad andaluza. De este modo es reseñable que la estancia ha aumentado entre 2001 y 2006 en todas las comunidades autónomas analizadas. Figura 78. Estancia media A. rurales. Figura 79. Ocupación media A. rurales. Figura 80. Establecimientos abiertos. Distribución de la estancia y ocupación media en alojamientos rurales. Elaboración propia. 227 José Manuel Pérez Pintor Por comunidades la estancia media más elevada se produce en la comunidad andaluza con una media de 3,5 días, frente a la comunidad de Galicia que muestra el resultado más reducido con 2,2 días de estancia media en el año 2006. Si observamos la figura 79 entre los años 2001 y 2006 se ha producido un descenso respecto a la ocupación media de este tipo de alojamientos. En el año 2006, podemos ver como en todas las comunidades autónomas el grado de ocupación es inferior a la media nacional situada en el 20,9%. En este sentido obtenemos que el mayor porcentaje se dé en los alojamientos rurales enclavados en Castilla y León 20%, en segundo lugar en Andalucía 19,6% y en tercer lugar en Extremadura 16,9%, de manera que es en la comunidad autónoma gallega donde se obtiene el porcentaje de ocupación más reducido de todos los casos analizados 16,6%. Por último en la figura 80, en relación a los alojamientos rurales abiertos entre los años 2001 y 2006 en todos los casos se ha producido un aumento con respecto al año inicial. En el año 2006 la comunidad autónoma con más establecimientos de este tipo abiertos es Castilla y León y en segundo lugar Andalucía. 4.2 Principales puntos turísticos Una vez realizado el análisis regional de la oferta de acampamentos, apartamentos, hoteles y alojamientos rurales de las comunidades autónomas pertenecientes al Camino Jacobeo de la Vía de la Plata, vamos a ver en las siguientes páginas un estudio específico de la oferta y demanda hotelera que se produce en los que el Instituto Nacional de Estadística de España (INE) considera principales puntos turísticos de este camino jacobeo. Esta denominación hace referencia a municipios donde la concentración de la oferta turística es significativa, bajo esta premisa en nuestro caso nos hemos centrado en los municipios de Sevilla, Mérida, Cáceres, Plasencia, Salamanca, Zamora, Benavente y Santiago de Compostela. 4.2.1 Hoteles 4.2.1.1. Oferta En primer lugar si analizamos el número de establecimientos hoteleros que se encuentran abiertos en estas ciudades (figura 81), observamos que se ha producido un descenso entre los años 2005 y 2008 salvo en Salamanca que ha aumentado ligeramente. Respecto al número de establecimientos abiertos 228 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas los primero puestos los ocupan Sevilla, Santiago de Compostela y Salamanca, en el lado opuesto se sitúan Benavente y Plasencia. Figura 81. Principales establecimientos hoteleros abiertos. Elaboración propia. 4.2.1.2 Demanda Tras el análisis de la oferta hotelera de los principales puntos turísticos considerados dentro del Camino Jacobeo de la Vía de la Plata, vamos a ver a continuación como es la demanda de este tipo de establecimientos. En primer lugar dentro de este apartado dedicado al análisis de la demanda hotelera que presentan las principales ciudades turísticas de este camino jacobeo, vamos a ver que ocurre con respecto a los días de estancia media de los visitantes en este tipo de establecimientos. Por ejemplo en 2008 la estancia media más elevada la ostenta la ciudad de Santiago de Compostela con 2,1 días, seguido de Sevilla con 1,9 días. Por el contrario las ciudades de Benavente (1,3 días) y Mérida (1,59 días) presentan una estancia media más reducida. Respecto a los días de estancia media por nacionalidad (figura 82), observamos que los ciudadanos españoles suelen hospedarse durante más tiempo, excepto en los casos de Sevilla y Benavente. Figura 82. Estancia media. Figura 83. Habitación de hotel Estancia media de visitantes en hoteles según nacionalidad. Elaboración propia. 229 José Manuel Pérez Pintor 4.3 Oferta turística local En este apartado vamos a ver que sucede si estudiamos la oferta que presentan cada uno de los diferentes municipios pertenecientes al Camino Jacobeo de la Vía de la Plata tanto de alojamientos, así como de establecimientos de restauración y bares. 4.3.1. Alojamientos En primer lugar vamos a estudiar la oferta de alojamientos de cada uno de los municipios enmarcados en este camino jacobeo. Por lo que respecta al análisis de la oferta de alojamientos que presentan los municipios de la provincia de Sevilla (figura 84), observamos un claro predominio de la oferta de tipo hotelero y solo el municipio de El Real de la Jara no cuenta con ningún alojamiento. Por otro lado solo el municipio de mayor entidad de este grupo que es Sevilla muestra una oferta más diversificada. En Badajoz (figura 85) se observa una oferta claramente diversificada y solo en uno de los municipios no existe este tipo de oferta. En Cáceres (figura 86), solo el municipio de Aldehuela del Jerte no dispone de ningún tipo de alojamiento. En el resto de municipios se cuenta con una oferta diversificada con predominio de los hostales. En Salamanca la oferta de alojamientos es mucho más reducida ya que solo tres municipios cuentan con algún tipo de alojamiento (Calzada de Valdunciel, Salamanca y San Pedro de Rozados) y solo Salamanca presenta una oferta diversificada. La oferta de alojamientos en la provincia de Zamora (figura 88) nos muestra al igual que en el caso de la provincia de Salamanca la existencia de un gran número de municipios sin alojamientos. Así por ejemplo solo encontramos alojamientos en los municipios de Villabrázaro, Benevente, Villaveza del Agua, Santovenia, Montamarta y Zamora, destacando los hoteles y las fondas. En la provincia de León (figura 89) es mucho más importante el número de establecimientos de este tipo y solo Trabadelo, Santa Elena de Jamuz y Quintana del Marco no cuentan con ningún tipo de alojamiento, predominando los hoteles, hostales y fondas. En Lugo (figura 90), observamos que en todos los municipios existe oferta y aunque está diversificada se denota un predominio las fondas o casas de huéspedes en comparación con el número de hoteles y hostales. Por último en los municipios de la provincia de Á Coruña (figura 91) vemos al igual que en la provincia de Lugo un claro predominio de las fondas o casas de huéspedes. 230 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas Figura 84. Municipios Provincia de Sevilla. Figura 85. Municipios Provincia de Badajoz. Figura 86. Municipios Provincia de Cáceres. Figura 87. Municipios Provincia de Salamanca. Figura 88. Municipios Provincia de Zamora. Figura 89. Municipios Provincia de León. Figura 90. Municipios Provincia de Lugo. Figura 91. Municipios Provincia de A Coruña. Distribución de la oferta de alojamientos por municipios. Elaboración propia. 4.3.2 Hostelería Tras el análisis realizado a la oferta de alojamientos que presentan los municipios pertenecientes al Camino Jacobeo de la Vía de la Plata, vamos a ver 231 José Manuel Pérez Pintor a continuación que ocurre en este caso en relación a la oferta de actividades de restauración y bares. 4.3.2.1 Oferta actividades restauración y bares Por lo que respecta a la oferta de actividades de restauración y bares, que se divide en restaurantes, cafeterías y café-bares, la mayoría de los municipios presenta un claro predominio de los últimos. Sin embargo nos encontramos con determinadas excepciones, como por ejemplo en la provincia sevillana en el municipio del Real de la Jara el 60% de la oferta corresponde a restaurantes. En esta misma línea en la provincia de Badajoz, Fuente de Cantos presenta también un porcentaje importante de restaurantes cercano al 60%. El resto de municipios localizados en las provincias de Cáceres, Salamanca, Zamora, León, Lugo y Á Coruña presentan en todos los casos un porcentaje predominante de bares, siendo el número de restaurantes y cafeterías inferior. 4.3.2.2 Variación actividades de restauración y bares En este punto y tras conocer la oferta existente de actividades de restauración y bares, y a modo de complemento destacar que las actividades de bares, cafeterías y restaurantes (también incluye heladerías, quioscos, etc.), sujetas al impuesto de actividades económicas (IAE) nos permite llevar a cabo la evaluación de la evolución de este tipo de actividades en el periodo 20032008, a través de los datos facilitados por el Ministerio de Economía y Hacienda, las Diputaciones Forales del País Vasco y Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona. Tras la breve explicación pasamos al análisis de cada uno de los municipios por provincias, en este caso se ha estudiado la variación de este tipo de actividades en los municipios con una población superior a 1.000 habitantes. En primer lugar en el caso de los municipios de la provincia de Sevilla (figura 100) observamos que en todos los municipios se ha producido un aumento excepto en los casos de El Real de la Jara y Almadén de la Plata. Por lo que respecta a la variación en la provincia de Badajoz (figura 101) hay claras diferencias en la dinámica seguida por los distintos municipios. En este sentido han aumentado este tipo de actividades en Mérida, Almendralejo, Villafranca de los Barros; Los Santos de Maimona, Zafra y Fuente de Cantos. Por el contrario han descendido en el caso de Monesterio, Puebla de Sancho Pérez 232 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas Figura 92. Municipios Provincia de Sevilla. Figura 93. Municipios Provincia de Badajoz. Figura 94. Municipios Provincia de Cáceres. Figura 95. Municipios Provincia de Salamanca. Figura 96. Municipios Provincia de Zamora. Figura 97. Municipios Provincia de León. Figura 98. Municipios Provincia de Lugo. Figura 99. Municipios Provincia de A Coruña. Distribución de la oferta de restaurantes y bares por municipios. Elaboración propia. y Torremejía. Como podemos observar en la figura 102, en el caso de los municipios de la provincia de Cáceres se ha producido un descenso en todos los casos, excepto en el caso de la ciudad de Cáceres que ha aumentado un 5,9%. 233 José Manuel Pérez Pintor En el extremo contrario se sitúa el municipio de Carcaboso que ha sufrido un descenso del 41,7%. En Salamanca al considerarse solo a los municipios con una población superior a 1.000 habitantes solo disponemos de la información correspondiente a la ciudad salmantina. Como podemos observar en la figura 103 tanto a nivel regional, como provincial se ha producido un descenso en este tipo de actividades, mientras que Salamanca han aumentado un 3,8%. Por lo que respecta a la provincia de Zamora, (figura 104) en el caso de las ciudades de Zamora y Benavente se ha producido un aumento de las actividades de restauración y los bares entre los años 2003 y 2008. En la provincia de León la variación de las actividades de restauración y bares (figura 105) muestra un saldo positivo en los municipios de Ponferrada, Astorga y La Bañeza, mientras que Camponaraya y Villafranca del Bierzo presentan un saldo negativo en consonancia con los resultados provinciales y regionales. La totalidad de los municipios analizados en la provincia de Lugo (figura 106) presentan un saldo negativo durante el período estudiado a excepción del municipio de Samos que ha sufrido un aumento del 7,1%. Por último en los municipios de la provincia de la Coruña (figura 107), Melide y Santiago de Compostela presentan un saldo positivo y el municipio de Arzúa muestra una regresión del 3,1%. En este caso concreto de A Coruña los datos provinciales también son positivos (0,9). 4.3.3 Índice turístico Para finalizar este bloque del estudio dedicado al análisis de la actividad turística en los municipios pertenecientes al Camino Jacobeo de la Vía de la Plata vamos a estudiar el índice turístico. Este índice se obtiene en función de la cuota o impuesto de actividades económicas correspondiente a las actividades turísticas, el cual se basa a su vez en la categoría de los establecimientos turísticos (hoteles y moteles, hoteles-apartamentos, hostales y pensiones, fondas y casas de huéspedes, campings y apartamentos gestionados por empresas), número de habitaciones y ocupación anual (todo el año o parte del año); por lo que constituye prácticamente un indicador de la oferta turística. De esta manera el valor del índice indica la participación (en tanto por 100.000) que corresponde a cada municipio, provincia o comunidad autónoma sobre una base nacional de 100.000 unidades (total euros recaudación 234 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas Figura 100. Municipios Provincia de Sevilla. Figura 101. Municipios Provincia de Badajoz. Figura 102. Municipios Provincia de Cáceres. Figura 103. Municipios Provincia de Salamanca. Figura 104. Municipios Provincia de Zamora. Figura 105. Municipios Provincia de León. Figura 106. Municipios Provincia de Lugo. Figura 107. Municipios Provincia de A Coruña. Variación de las actividades de restauración y bares por municipios. Elaboración propia. impuesto (IAE) = 100.000) a través de los datos facilitados por el Ministerio de Economía y Hacienda, las Diputaciones Forales del País Vasco y Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona. 235 José Manuel Pérez Pintor 4.3.3.1 Análisis general Para poder identificar con mayor facilidad a los municipios que cuentan con un índice turístico más importante, a continuación en la figura 108 se muestran a los municipios con el índice más elevado de este camino jacobeo. Como podemos observar el municipio con el índice turístico más importante es Sevilla, seguido de Santiago de Compostela, Salamanca, Mérida y Cáceres. Figura 108. Índice turístico. Elaboración propia. 4.3.3.2 Análisis provincial Si nos centramos en el análisis del índice turístico por provincias obtenemos los siguientes resultados. Por ejemplo en el caso de la provincia de Sevilla (figura 109) el índice más importante lo supone la ciudad de Sevilla y en segundo lugar por importancia se sitúa Guillena. En los municipios de la provincia de Badajoz en relación con el índice turístico (figura 110) el valor más elevado se da en el caso del municipio de Mérida, en segundo lugar Zafra y en el tercero Almendralejo. En Cáceres en relación con el índice turístico (figura 111) el valor más elevado se da en el caso del municipio de Cáceres, en segundo lugar Plasencia y en el tercero Casar de Cáceres y Cañaveral. En las provincias de Salamanca y Zamora en relación con este índice (figura 112) el valor más elevado se da en el caso del municipio de Salamanca, en segundo lugar Zamora y en el tercero Benavente. 236 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas En León (figura 113) el valor más alto lo presenta Ponferrada, en segundo lugar Astorga y después La Bañeza. En la provincia de Lugo (figura 114) el valor más elevado se da en el caso del municipio de Sarria, en segundo lugar Palas de Rei y en tercero Portomarín. Por último en A Coruña en relación con el índice turístico (figura 115) el valor más elevado se da en el caso del municipio de Santiago de Compostela, en segundo lugar Arzúa y en el tercero Melide. Figura 109. Municipios Provincia de Sevilla. Figura 110. Municipios Provincia de Badajoz. Figura 111. Municipios Provincia de Cáceres. Figura 112. Municipios Provincia de Salamanca y Zamora Figura 113. Municipios Provincia de León. Figura 114. Municipios Provincia de Lugo. Figura 115. Municipios Provincia de A Coruña. Figura116. Vista de Zamora. Distribución del índice turístico según municipios. Elaboración propia. 237 José Manuel Pérez Pintor 5. Conclusiones A lo largo de los diferentes bloques analizados dedicados al estudio de la población, la actividad comercial y la actividad turística hemos intentado dar a conocer de una manera clara y sencilla la situación en la que se encuentra cada uno de los municipios pertenecientes a este Camino Jacobeo de la Vía de la Plata, respecto a estos sectores específicos. En este sentido nos parece importante considerar una serie de cuestiones. Desde el punto de vista del análisis a la población queda claro que los municipios más importantes, es decir, de mayor entidad desde el punto de vista poblacional entre los años 2001 y 2008 siguen aumentado exponencialmente la población mientras que los municipios más pequeños la están perdiendo año tras año. Del mismo modo hay que tener en cuenta el preocupante porcentaje de parados que se obtiene en determinados municipios, así como el alto porcentaje de población potencialmente activa con el que cuentan. Ante esta situación sería interesante abordar la idea de potenciar los municipios de medio y pequeño tamaño de manera que se consiga fijar población joven en los mismos, para lo que es necesario comenzar a concienciar a los agentes sociales y empresariales de manera que se fomenten nuevos proyectos que sirvan para reactivar a estas poblaciones. En el caso del sector comercial queda clara la importancia que supone para el desarrollo económico de los diferentes municipios el comercio de tipo minorista, aunque la situación actual mejoraría aprovechando que algunos municipios disponen de gran capacidad de infraestructuras para la comercialización, producción y distribución de los distintos productos. Así mismo se cuenta con abundantes recursos (energéticos, comunicaciones, espacio, etc.) y un amplio y variado tejido de actividades donde poder integrar esa producción. Además aun se puede seguir mejorando, modernizando y especializar este comercio para competir en ámbitos de mayor envergadura que los actuales potenciando los servicios de manera que aumente su influencia. Así mismo hay que afianzar el comercio haciéndolo más atractivo mediante nuevas fórmulas, apostando por la calidad frente a la cantidad, sin llegar a abusar de esa cuestión, que puede llegar a provocar un efecto inverso al deseado. Y por último reactivar a este importante sector mediante el fomento de las nuevas tecnologías, formas de comunicación e información, para su aplicación y aprovechamiento en el sector comercial. Aumentar la promoción exterior de los productos comerciales, para conseguir exportar con una marca de identidad propia, así como incentivar la creación de asociaciones comerciales, para mejorar la competitividad de 238 Actividad comercial y turística en el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata: situación actual y perspectivas los empresarios frente a la supremacía de las grandes superficies comerciales. Potenciar el desarrollo de nuevos centros de almacenaje, distribución, comercialización que permitan abaratar costes al ser compartidos por los diferentes empresarios de este sector, no podemos obviar que en muchos casos se trata de profesionales autónomos que montan sus negocios a base de bastante esfuerzo y sacrificio. Finalmente otra medida interesante consistiría en potenciar la fórmula mixta de comercio-ocio como incentivo para atraer a los clientes y aumentar el desarrollo del sector comercial. Desde el punto de vista de las actividades turísticas con el fin de desarrollar y potenciar este tipo de actividades a lo largo de todo el Camino Jacobeo de la Vía de la Plata y aumentar la estancia de los visitantes, aunque en estos momentos se cuenta con una buena y variada oferta, sería interesante potenciar la diversificación de los distintos productos turísticos mediante el desarrollo de actividades complementarias que tengan relación con las otras formas de turismo, que actualmente se están desarrollando en menor grado, como es el caso del ecoturismo, agroturismo, el senderismo y otras actividades deportivas, de ocio y entretenimiento en general. Así como aumentar la cantidad de servicios complementarios disponibles para el viajero, de manera que no tenga problemas a la hora de aumentar los días de estancia en cualquiera de los municipios integrantes del camino. Captar a los turistas de fin de semana y puentes, ya que suponen un porcentaje importante de visitantes. Así como crear itinerarios globales de carácter temático, relativos al camino, su historia, tradiciones, peculiaridades, etc. Y como no saber aprovechar la cercanía geográfica con Portugal para la promoción del camino como destino turístico en el país vecino. Es por tanto fundamental potenciar la idea conjunta de una “Marca Identificativa” de este Camino Jacobeo, como seña de “identidad y calidad” del mismo, así como la elaboración de distintos manuales sobre los recursos turísticos de todo el camino en su conjunto. Por último y no por ello menos importante fomentar la realización de concursos, premios, certámenes de pintura, certámenes fotográficos, etc., relacionados con el camino y los municipios que lo integran como respaldo a dicha marca de identidad. 239 José Manuel Pérez Pintor 6. Bibliografía ASOCIACIÓN DE LOS AMIGOS DEL CAMINO DE SANTIAGO VÍA DE LA PLATA DE SEVILLA. (2001): Vía de la Plata. Guía del Camino Mozárabe de Santiago. Ed. Diputación de Sevilla. CAMPESINO, A. J. y SÁNCHEZ, J.M. (1999): “Comercio y Turismo en el Centro de Cáceres. Aplicaciones Estratégicas de un SIG”, en Campesino, A.J. (ed.), Comercio, Turismo y Cambios Funcionales en las Ciudades Patrimonio de la Humanidad, Cámara de Comercio e Industria, Cáceres, pp. 13-44. CEREZO, J.F. (1996): La Vía de la Plata, de Sevilla a Santiago. SUA Edizioak, Bilbao. GARCÍA MARCHANTE, J. S. y POYATO HOLGADO, Mª C. (2002): La Función Social del Patrimonio Histórico: El Turismo Cultural. Universidad de Castilla La Mancha, Cuenca. INSTITUTO DE TURISMO DE ESPAÑA (1996): Estudio sobre Turismo y Desarrollo Sostenible en las Ciudades Históricas con Patrimonio ArquitectónicoMonumental.Ministerio de Economía y Hacienda, Madrid. 240 MORA ALISEDA, J. (1992): La Organización del Territorio Extremeño: Economía, Población y Medio Físico. Cáceres RAMOS DE CASTRO, A. (2000): Caminos Jacobeos de Zamora. Pueblos y Valores. RAMOS DE CASTRO, A. (2002): Camino Portugués de la Vía de la Plata. Ed. A.D.A.T. RUIZ AVILÉS, P. (2002): Acción Social y Planificación Estratégica del Desarrollo Rural. Junta de Andalucía, Córdoba. TROITIÑO, M. A. (1997): Turismo y Ciudades Históricas: La Experiencia Española. III Seminario Turismo y Municipio, Cinta, Marbella. VV.AA. (1995): Topoguía de la Vía de la Plata. Salamanca .Amarú Ediciones, Salamanca. VV.AA. (1999): El Camino Mozárabe. Ed. Ayuntamiento de Orense. VV.AA. (2001): La Vía de la Plata por Extremadura. Ed. Junta de Extremadura. VV.AA. (2000): La Vía de la Plata a pie y en bicicleta. Ed. El País-Aguilar • www.lacaixa.es • www.cajaespana.es • www.ine.es Mª Teresa Díaz García Mª José Sampedro Vizcaya Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Índice Prefacio . ...................................................................................................... 244 I. Introducción.............................................................................................245 II. El Camino Francés .............................................................................. 246 III. Peregrinación y alimentación ..........................................................247 3.1. Revisión histórica .......................................................................247 3.2. Del caminante, de lo que come, cuando y donde. Lo que debería comer ................................................................252 3.3. Del hostelero, de lo que ofrece y podría ofrecer . ................255 IV. Mapa gastronómico del Camino Francés . ....................................259 4.1. Los productos típicos de cada lugar . ......................................259 4.2. Productos con valor añadido (DO, DOP, IGP) . ................ 264 4.3. Propuesta de menús para peregrinos .................................... 266 Glosario ....................................................................................................... 284 Referencias bibliográficas........................................................................ 286 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya Prefacio Creemos que se puede definir la cultura como el conjunto de valores, formas de actuar, de pensar y relacionarse; instituciones y producciones materiales e inmateriales de una colectividad a lo largo del tiempo. La cultura dota de cohesión a los grupos de individuos y los identifica frente a otros grupos. Al igual que el ser humano que las crea, los productos culturales se adaptan al entorno y a los tiempos, y con esos productos se conforma el patrimonio cultural, que se refleja –a través del léxico- en la lengua, una de las marcas de identidad más fuertes, pero no la única, pues también representamos el mundo a través de la música, la literatura… y como no, la gastronomía. Los hábitos gastronómicos de una comunidad se presentan como uno de los rasgos propios de toda cultura. El 23 de octubre de 1987 los Caminos de Santiago fueran declarados I Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa. Esta distinción se otorga a aquellas rutas europeas en torno a las cuales se aglutinan una serie de valores que se deben proteger y tener en consideración. Ever since they were first established in the 11th century, the «Santiago routes» have played a vital role in the development of European culture. For pilgrims travelling to Rome and Jerusalem, the symbolic significance of the goal to be reached was the principal consideration. However, the Compostela Routes, the journey and the events that took place and fellow travellers encountered along the way have always been as important and enriching as the goal itself. Pilgrims really did gain an incomparable cultural experience. They could discover various new customs, languages and ways of life and return home enriched with a breadth of knowledge rare at that time. Pilgrimage is an aspect of European civilisation which gave rise to a rich material heritage in the form of monasteries, abbeys and accommodation facilities, and an intellectual heritage of myths, legends and songs. (Consejo de Europa) 244 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas I. Introducción En 1993, los Caminos obtuvieron el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El objetivo de este reconocimiento es dar a conocer y preservar lugares importantes, tanto desde el punto de vista cultural como natural, para la herencia común de la humanidad: Santiago de Compostela was proclaimed the first European Cultural itinerary by the Council of Europe in 1987. This route from the FrenchSpanish border was – and still is – taken by pilgrims to Santiago de Compostela. Some 1,800 buildings along the route, both religious and secular, are of great historic interest. The route played a fundamental role in encouraging cultural exchanges between the Iberian peninsula and the rest of Europe during the Middle Ages. It remains a testimony to the power of the Christian faith among people of all social classes and from all over Europe. (UNESCO) Existen varias rutas para llegar a Compostela, pero entre ellas el Camino Francés es la más popular y la más antigua, pues ya en el siglo XII un peregrino describió los lugares que atravesaba junto con las costumbres de sus pueblos. Hasta llegar a Compostela, el peregrino debe hacer a pie cientos de kilómetros y para alcanzar la meta en buenas condiciones tendrá que satisfacer no solo las necesidades nutricionales básicas, sino adaptar su alimentación al esfuerzo realizado, con un promedio de veinticinco o treinta kilómetros por día. La ingesta calórica necesaria para realizar este esfuerzo es de aproximadamente 3.500 calorías diarias, y aunque dice el refrán que “con pan y vino se hace el camino”, estos dos productos no cubren las necesidades del caminante. Desde la Edad Media hasta el último cuarto del siglo XX los peregrinos se alimentaban de los productos de temporada de las zonas por las que pasaban. Hospitales, albergues, mesones y monasterios tenían estipulados los alimentos y cantidades que debían dar a los peregrinos; incluso había raciones diferentes para hombres y mujeres. Hoy los peregrinos siguen llegando de todas partes. Han cambiado sus ropas, sus alforjas y sus zapatos, pero las distancias y las necesidades son las mismas. Hoy, mejor que en cualquier otra época, estamos en condiciones de ofrecer al caminante productos gastronómicos de calidad y asequibles, 245 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya que pueden suponer un valor añadido a otros innegables –como el artístico o el religioso- del Camino. Lo que hoy ofrecen muchos lugares a los peregrinos es comida rápida, platos combinados, bollería industrial, refrescos… productos iguales en todas partes que poco o nada tienen que ver con lo natural y lo tradicional. No podemos olvidar que el Camino sigue siendo punto de encuentro de gentes y culturas y que la gastronomía forma parte del Patrimonio inmaterial del Camino. Recuperar, preservar y dar a conocer este patrimonio debe ser un objetivo prioritario, ya que beneficia tanto a empresarios de la restauración como a caminantes. Para ello indagaremos en los gustos y hábitos de los peregrinos actuales, estudiaremos comportamientos de consumo a través de cuestionarios a los restauradores y a los caminantes. Proponemos revalorizar la etiqueta “menú del peregrino” y convertirla en un distintivo de calidad gastronómica local adaptada a las necesidades nutricionales de los caminantes. Intentaremos poner en valor el patrimonio inmaterial del Camino confeccionando un mapa gastronómico de las rutas jacobeas y diseñando “menús del peregrino” adaptados a las necesidades nutricionales y a los productos de temporada de cada región. II. El Camino Francés Según la tradición, a finales del siglo I, martirizado el apóstol Santiago en Palestina, sus seguidores trasladaron por mar los restos al lugar donde había evangelizado. En el 813 se produce el descubrimiento de los restos del apóstol Santiago por el ermitaño Pelayo, y Teodomiro, obispo de Iria Flavia, acude al lugar, donde encuentra un arca con restos humanos. Por revelación divina declara que aquella es la tumba del apóstol Santiago y el rey asturiano Alfonso II manda construir una capilla en torno al hallazgo, que empieza a recibir la visita de los lugareños. A medida que la fama de los milagros del Santo se propaga, la visitan gentes de otros reinos. En el siglo XI, la orden de Cluny promueve la peregrinación a Compostela, lo que intensifica la afluencia de fieles desde Francia, y los reyes cristianos del norte crean infraestructuras para atenderlos y facilitarles el camino. El trazado del Camino Francés quedó fijado a finales del siglo XI gracias a la actuación de reyes y obispos y fue recogido en el Codex Calixtinus. Estas son algunas de las etapas que, a lo largo de aproximadamente 800 km., debe recorrer el peregrino desde Roncesvalles hasta llegar a su meta: Larrasoaña, 246 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Pamplona, Puente la Reina, Estella, Logroño, Nájera, Sto. Domingo de la Calzada, Burgos, Castrojeriz, Frómista, Sahagún, León, Astorga, el Bierzo, O Cebreiro, Samos, Sarria, Palas de Rei, Arzúa y Santiago de Compostela. En el 1120, el papa Calixto II concede a Santiago el privilegio de año jubilar cada vez que el 25 de julio coincida en domingo, merced refrendada por el papa Alejandro III unos años más tarde. En 1139 Aymeric Picaud escribe la primera guía del Peregrino, llamada también Codex Calixtinus al ser atribuida al Papa Calixto II. Cuando se redactó, “la basílica estaba terminada, abundaban las hosterías para peregrinos, y las carreteras que conducían al sepulcro apostólico se encontraban concurridísimas” (Fernández del Riego, 1984:88). Después de Aymeric, otros peregrinos registrarían por escrito lo vivido a lo largo de las etapas hasta llegar a Compostela. En nuestra búsqueda por los diarios de viaje, nos detendremos en las menciones que los peregrinos hacen de los alimentos y bebidas que les son ofrecidos en las hospederías que encuentran a su paso. Elaboraremos un corpus con esos elementos e intentaremos ver su origen y continuidad en el tiempo. III. Peregrinación y alimentación 3.1. Revisión histórica La primera alusión a lo que comen o beben los peregrinos la encontramos en el Codex Calixtinus (Libro V, Iter pro peregrinis ad Compostellam, capítulo VI: 511) donde Aymeric Picaud -monje francés, peregrino a mitad del siglo XII- señala los ríos buenos y malos para beber agua, la bebida por antonomasia del peregrino, y respecto a la comida dice: Si alguna vez comes en España y en Galicia el pescado que vulgarmente se llama barbo, o el que los del Poitou llaman alosa y los italianos clipias, o anguilas o tencas, seguro que enfermas o mueres inmediatamente. y un par de líneas más abajo “Todos los pescados y carnes de vaca y cerdo de toda España y Galicia producen enfermedades a los extranjeros”. Los comentarios no son muy halagüeños y si los peregrinos tuvieran en cuenta sus consejos se verían privados de buena parte de las proteínas disponibles para su nutrición. En el capítulo VII, el francés habla de una tierra, Bordeaux, rica en miel, mijo, panizo y puercos. En Gascuña destaca el pan blanco y el vino tinto. En Bayona encuentra manzanas, sidra y leche. En Navarra, pan, vino, carne, pescado y agua excelente. Castilla y la tierra de Campos son ricas en pan, vino, 247 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya carne, pescado, leche y miel. Finalmente, informa de que la tierra de los gallegos surte a los peregrinos de fruta, pan de centeno, vino y pescado. Aymeric está interesado en reflejar también la diversidad lingüística del Camino, mostrando cómo se nombran en diferentes lenguas los alimentos que consume: Barbara enim lingua penitus habentur… panem [vocant] orgui, vinum ardum, carnem aragui, piscem araign, tricticum gari, aquam uric.. A manera de ejemplo, informa de como llaman en la lengua de Navarra a algunos de ellos: Latín Vasco (ant.) Vasco (hoy) Castellano Panem Orgui Ogi Pan Vinum Ardum Ardo Vino Carnem Aragui Haragi Carne Piscem Araign Arrain Pez Tricticum Gari Gari Trigo Aquam Uric Ur Agua Tabla 1. La diversidad lingüística en el Codex En 1612, un peregrino que realiza el Camino mozárabe dice de un pueblo que habita cerca de la ciudad del Apóstol: “passan con pan de centeno con ningún azeite i con tener vino ningún vinagre”. No apreciamos diferencias con lo señalado por el peregrino del siglo XII en cuanto al pan y el vino. Al tratarse de un viajero del sur echa en falta el aceite, pues el norte de España utilizaba la grasa animal para cocinar. La palabra aceite es de origen árabe (< az-zait), pues una de las raíces de la cocina española es precisamente la árabe. Fue este pueblo el que introdujo en la península productos y palabras como azúcar (< sukkar), arroz (< aruz), berenjena (< badinganah), y sobre todo especias y condimentos como el azafrán (< za’faran). Los pueblos que salpican el Camino Francés están lejos de los hábitos califales, así como del clima mediterráneo que permite esos cultivos, por lo que es improbable que el peregrino pudiera degustar esos productos, reservados a las mesas nobles. 248 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Sin embargo, la presencia árabe está patente en uno de los elementos que conforman la imagen del peregrino: la calabaza, que ha sufrido un deterioro funcional con el paso del tiempo. En un principio, servía de repositorio para el agua –y a veces el vino- que portaba el viandante, y que hoy ya solo posee un valor simbólico, sustituida por la cantimplora. La calabaza (< querabat, plural de querbah, que significa en árabe “odre”) es una hortaliza originaria de Asia que permite el aprovechamiento de su exterior con diferentes fines: el ya mencionado como contenedor de líquidos, pero también terapéuticos, como dice Abraham de Toledo (1250:168) “Pónganles en derecho de las espaldas, una calabaça foradada de forados menudos, ínchanla d'agua e déxengela destellar sobre las cuestas”. Otro elemento gastronómico identificador del peregrino es la concha de vieira, molusco con un significado que trasciende su uso común como manjar. El hábito del peregrino se completaba al regresar a su tierra con la concha de vieira cosida a su manto, lo que le abría las puertas de los albergues al ser prueba de haber realizado la peregrinación. La concha o venera está relacionada con la diosa Venus –nombre romano de Afrodita- que nació de la espuma del mar (<afros, “espuma” en griego). El uso de la venera puede tener que ver con su utilización como amuleto por los marineros ya desde época romana, aunque también puede estar relacionado con el primer milagro del Apóstol, registrado en el Codex, en el cual un caballero rescatado del mar milagrosamente traía en su capa adheridas conchas de vieira. La afluencia de peregrinos llegó a ser tal que reyes y obispos se esforzaron no solo en sembrar el camino de hospitales y monasterios donde el caminante pudiera descansar, alimentarse y curar sus heridas, sino en dictar fueros de protección al peregrino, como en el Fuero de Briviesca (1330:150R): “Mandamos que todos los Romeros que ujnjeren en romeria a sant yago ayan de nos este priuilegio: que por todos nuestros regnos ellos & sus compañas con sus cosas seguramjente uayan & uengan” o en Las Siete Partidas de Alfonso X (1491:I-73V): “tenemos por bien & mandamos que los romeros & pelegrinos que vienen a sant iago que ellos & sus conpañas & sus cosas vayan & vengan saluos & seguros por todos nuestros reynos”. Entre los caminantes había ricos y pobres, gente de alcurnia (1) y pueblo llano, pues los motivos del viaje eran diferentes: devoción, indulgencias, promesas, penitencias, negocios, conocer otras tierras, etc. La forma de viajar -a pie, a caballo, en carroza-, los lugares donde pernoctaban y se alimentaban unos y otros también eran diferentes. Reyes, alquimistas (2), pintores (3), obispos (4), asesinos, santos (5), poetas (6), mercaderes, tullidos… todos tenían en común el ser “peregrinos”. Dante Alighieri (Vita Nuova XL-XLII) dice (1) El rey Luis VII de Francia peregrina a Compostela en 1154; Fernando III en 1236; la reina Isabel de Portugal en 1325; en 1488 los Reyes Católicos y Carlos V en 1520. (2) En 1378 peregrina el famoso alquimista francés Nicolás Flamel. (3) Jan Van Eyck, pintor flamenco, peregrina en 1428. (4) Gotescalco, obispo de Le Puy, peregrina a Santiago en el año 950, es el primer peregrino extranjero documentado; en 1072 el arzobispo de Maguncia, Sigfrido I, es el primer peregrino alemán a Compostela. (5) San Francisco de Asís llega a Santiago en 1214. (6) Diego de Torres Villaroel peregrina a Santiago a mediados del siglo XVIII: (Con mi bordón en la mano/al cinto mi calabaza/y la casa de las conchas/al hombro, pecho y espalda/a caminar empecé…) 249 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya “chiamansi palmieri in quanto vanno oltremare, là onde molte volte recano la palma; chiamansi peregrini in quanto vanno a la casa di Galizia, però che la sepultura di sa' Iacopo fue più lontana de la sua patria che c'alcuno altro apostolo; chiamansi romei in quanto vanno a Roma”. La mayor parte de los peregrinos no eran personas pudientes y emprendían la marcha con lo mínimo necesario, con la confianza puesta en Dios y en el Apóstol, que les proveería de lo necesario, bien en los conventos y hospitales, bien en casas particulares. En 1495, en el Hospital de Villamartín daban a los peregrinos, según Hermann Künig –monje peregrino de Centroeuropa- dos panes y dos jarras de vino, carne tres días a la semana y ración de conducho, queso y manteca. Domenico Laffi, peregrino italiano en 1666 no tuvo tanta suerte como Künig, pues en su diario comenta: “nos alojamos en una choza, era tan mala, que ni se podría llamarla alojamiento. Todo lo que teníamos para comer eran algunas castañas, con agua para beber”. Nicola Albani emprendió su viaje en Nápoles en 1743 y cuenta que en O Cebreiro cenó una sopa de nabos en una casa particular; que por Triacastela no encuentra más que pan de grano de la India (maíz), vino no se consume ni se utiliza carne, sólo pollos y huevos, no hay lácteos ni verduras, sólo abundancia de nabos, y de frutos, sólo castañas. En general, los peregrinos que decidieron poner por escrito su viaje, fueron bastante parcos en la descripción de las comidas, utilizando sustantivos no contables o de materia como trigo, agua, vino, sopa, fruta, miel, sidra, leche, cerdo, caldo, vaca, pescado, etc. sin pormenorizar ni hacer referencia a las formas de preparación. Una excepción fue el sastre francés Guillermo Manier, quien en el siglo XVIII describió los menús de los conventos, mesones y tabernas por donde pasaba, e hizo que aparecieran en nuestra guía los arenques, las sardinas, el pimentón, la manteca, las vainas (judías), etc. Quizás la falta de atención a la comida y que el tema gastronómico se presente minimizado estén justificados por el hecho de no tratarse de un viaje de placer, sino de penitencia. Agua Arenques Caldo Carne Castañas Centeno Pan Cerdo Conducho Fruta Mijo Nabos Panizo Pescado Pimentón Pollo Hortalizas Huevos Leche Legumbres Vino Manzana Sopa Tabla 2. Léxico gastronómico del peregrino 250 Miel Queso Puerco Sardinas Sidra Vaca Vainas Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Por otra parte, recordemos que el ayuno obligaba a los cristianos buena parte del año, y que el tiempo de penitencia podía llegar hasta el final de la vida del pecador. Estaban exentos del ayuno los soldados que luchaban en Tierra Santa y los que aportaban dinero para sostener las Cruzadas, que por eso disfrutaban de los mismos privilegios que los combatientes. Esta frugalidad y falta de variedad contrastaba con lo que se servía en las mesas de la nobleza, donde eran recibidos aquellos peregrinos principales que no utilizaban los hospitales ni mendigaban y que viajaban con séquito. Estos comerían suculentos platos recogidos en los libros de cocina de famosos cocineros como Ruperto de Nola, que junto con veedores, despenseros, credencieros, coperos y trinchantes formaban una especie de corte culinaria en las casas principales. El uso de especias y otros condimentos marcaría la diferencia entre la dieta del pueblo y la de los nobles: canela, clavo, pimienta, cardamomo, nuez moscada, azafrán, azúcar, agua de rosas, mostaza, gengibre, enebro, almendras, higos, piñones, uvas pasas, dátiles, avellanas, etc. que servirían para adobar, rellenar o encostrar cabritos, capones, lechones, patos, perdices, pichones, conejos, corderos, codornices, jabalís, liebres, palominos, pavos, faisanes, corzos, salmones, lampreas, truchas, barbos, emperadores, lucios, ostras, esturiones, meros, sábalos, bonitos, congrios, morenas, atunes, mújoles, calamares, jibias, lenguados, pulpos, merluzas, que se acompañarán con caldos larderos, empanadas, albóndigas, tortillas, borrajas, raviolis, berenjenas, calabazas, espinacas, zanahorias o rábanos, para terminar con rosquillas, bizcochos, mazapanes, frutas confitadas, gelatinas, pastelillos, turrones o guirlaches. Hoy en día, los motivos de antaño para peregrinar han evolucionado, las normas respecto al ayuno han cambiado y las diferencias sociales se han acortado; los peregrinos hacen compatibles el disfrute de la naturaleza y la gastronomía con sus motivos religiosos o de otro tipo. No dependemos de las estaciones para disponer de determinados alimentos y las relaciones comerciales se producen bajo leyes económicas diferentes. Restaurantes, agencias y hoteles proliferan a lo largo del camino, ofreciendo productos diseñados especialmente para los viajeros: menú del peregrino, vuelos para peregrinos, etc. Respecto a lo que comía el peregrino, la ración en la Edad Media consistía básicamente en pan y vino, algunas verduras y frutas propias de la zona de paso y, con suerte, algo de carne. Hoy en Galicia les ofrecemos marisco, pulpo, pimientos de Padrón y lacón con grelos, bien regado con vinos del Ribeiro o Albariño; en Navarra pimientos, espárragos, alcachofas, alubias, 251 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya cordero, truchas y pacharán; en la Rioja callos, bacalao, costillas y vino; en Castilla y León legumbres, queso, miel, botillo, cecina y mantecados. Sin embargo, y en paralelo, las cadenas de comida rápida, las máquinas expendedoras de latas y sándwiches y la bollería industrial resultan más atrayentes y económicas para los caminantes jóvenes, hecho que además de resultar perjudicial para su salud, conlleva la pérdida del patrimonio gastronómico del Camino. La ruta hacia Santiago no ha cambiado con los siglos, es siempre un camino hacia el oeste, pero sí el contexto en que se realiza la peregrinación: la religión, las leyes, las lenguas, las culturas. En la Edad Media había dos tipos de dieta en el norte peninsular, la popular, que era la misma que la de los peregrinos y la dieta señorial, mucho más completa y variada. Actualmente también hay dos dietas, en el sentido de que poco se han modificado los alimentos propios de cada zona, en cambio muchos viajeros optan por la gastronomía globalizada. 3.2. Del caminante, de lo que come, cuando y donde. Lo que debería comer Hemos recabado información sobre los hábitos nutricionales de los peregrinos a través de un cuestionario que se puede consultar en el anexo I. Un total de 86 peregrinos elegidos al azar entre los que llegaron a Compostela entre los meses de agosto y octubre de 2009 han contestado oralmente a las preguntas planteadas, que ofrecen información sobre variables como: sexo, edad, lugar en donde comenzó el Camino, número de kilómetros recorridos diariamente, número de horas caminando, número de comidas realizadas cada día, alimentos consumidos, dinero empleado en manutención diaria, lugares donde come, grado de satisfacción con la oferta gastronómica, etc. El análisis de los datos ha arrojado los siguientes resultados: el porcentaje de peregrinos (58,1%) fue superior al de peregrinas (41,9%). El grupo de edad predominante fue el de 19-30 años en los meses de agosto y septiembre y 31-50 en octubre, quizás por el comienzo del curso académico. La ruta elegida para llegar a Santiago fue, con diferencia, el Camino Francés (83,7%), aunque comenzando en diferentes lugares, seguido del Portugués (11,6%) y el del Norte (4, 7%). Los puntos de inicio de la peregrinación más frecuentes fueron, por este orden: Jean Pied du Port, Sarria y O Cebreiro. Sarria se explica por el hecho de que la distancia entre esa ciudad y la del 252 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Apóstol es de 100 Km, la distancia mínima exigida para obtener la acreditación o “Compostelana”. La media de kilómetros recorridos por día fue de 16-25 (86%) y el número de horas dedicadas a recorrer esa distancia fue entre 4 y 6 horas. El caminante suele completar la ruta del día en sesión continua con breves paradas para descansar, beber algo, cambiar de ropa o recolocar la mochila. Como media, los peregrinos gastan alrededor de 15 euros diarios en su manutención. Respecto a los datos más interesantes, desde el punto de vista nutricional, la mayoría de los peregrinos realiza dos comidas energéticas al día, que por el horario podrían ser agrupadas en desayuno-media mañana y merienda-cena, aunque con frecuencia consumen bebidas isotónicas, refrescos, barritas, galletas y algún que otro tentempié a lo largo de la sesión. Los lugares donde suelen hacer el desayuno-media mañana, después de haber caminado algunos kilómetros, son las cafeterías y bares y acostumbran a tomar algo caliente, casi siempre con azúcar (café, café con leche, leche sola, cacao con leche, té, té con leche o infusiones, por este orden) acompañado de tostadas, sándwiches, bocadillos o bollería. Antes de comenzar a caminar, la mayoría ingieren una chocolatina, una barrita energética o un puñado de frutos secos. La comida más calórica es la que toman una vez terminada la caminata, y suele tener como base pasta (espaguetis, macarrones…), arroz o patatas, casi siempre fritas. El acompañamiento puede ser alguna carne a la plancha (hamburguesas, pechugas de pollo, chuletas de cerdo, filetes de ternera…), huevos fritos, salchichas o conservas, y tan solo una decena de peregrinos afirmó haber ingerido pescado con cierta regularidad durante el trayecto. Agua, refrescos, cerveza y vino, por este orden, riegan la última comida del día. Normalmente comen en cafeterías o mesones cercanos a los albergues donde pernoctan, y prácticamente todos adquieren alimentos en los supermercados o en colmados locales para tomar una cena ligera antes de acostarse. También las farmacias tienen un papel en este apartado, pues en ellas no solo se aprovisionan de tiritas, cremas antiroce o antisépticos, sino también de galletas y barritas energéticas, suplementos vitamínicos, etc. En algunos albergues hay máquinas expendedoras de bebidas frías y calientes, así como otras con comida envasada que puede ser calentada en microondas. Todos los encuestados manifestaron saber que beber mucho y tomar alimentos azucarados era fundamental para poder mantener el ritmo día a día, sin embargo ninguno de ellos buscó información dietética previa al comienzo del camino. Más de la mitad (61%) comía cuando tenía hambre y bebía cuando tenía sed. En base a estos resultados deducimos que los hábitos y conocimientos sobre el tema deberían ser mejorados. 253 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya Con toda seguridad los peregrinos no pasan hambre y lo que ingieren a lo largo de la jornada produce la energía que necesitan, pero su alimentación no está adaptada al esfuerzo que deben realizar. No pretendemos adentrarnos en la investigación sobre nutrición y dietética deportiva, pero sí necesitamos hacer referencia a unos cuantos conceptos básicos en ese tema si queremos hacer una propuesta coherente de menú del peregrino. Partimos del hecho de que el requerimiento energético mínimo de una persona que camine entre 16 y 25 km. al día es de 3.000 kcal. según los expertos en nutrición (7) y que la energía es proporcionada al cuerpo por los tres elementos nutritivos básicos: glúcidos, lípidos y proteínas. Algunos especialistas coinciden en señalar que entre un 60 y 70% de la energía debe ser suministrada en forma de hidratos de carbono; los lípidos deben aportar entre un 20 y un 30% y finalmente las proteínas entre un 10 y un 20% (8). Los hidratos de carbono son importantes, pero más cuando realizamos esfuerzo durante más de una hora, pues su papel es equivalente al del combustible de un vehículo; los lípidos, además de suministrar energía, ofrecen protección en los impactos y contribuyen al aislamiento térmico; las proteínas reparan y crean tejido muscular. Resumiendo, una persona que camina entre 4 y 6 horas diarias requiere: más hidratación, más calorías y más hidratos de carbono que otra menos activa y apenas un poco más de proteínas y lípidos. Debemos recordar que comer algo antes de hacer ejercicio es mejor que no hacerlo, y beber no solo es mejor sino necesario, como mínimo dos vasos de agua entre que nos levantamos y empezamos a caminar. A lo largo de la caminata se debe tomar líquido que contenga hidratos de carbono, al menos cada media hora, para prevenir la deshidratación y mantener la concentración de glucosa en el plasma sanguíneo. Se pueden comer también barritas energéticas acompañadas de agua. Al terminar la sesión diaria, y como la mayor parte de las bebidas no contienen la cantidad de sodio suficiente para garantizar la reposición de fluidos, se deben ingerir junto con la bebida, alimentos como frutos secos, sopas, salsas, o añadir simplemente un pellizco de sal a la comida, que debe contener lo mínimo posible de grasas saturadas e hidrogenadas, priorizar las monoinsaturadas del aceite de oliva y los ácidos grasos esenciales omega-3 del pescado azul. (7) Rivero, Riba y Vila (2003:95), Salas-Salvadó et alii. (2008:158) (8) Autores como Salas-Salvadó et alii. (2008:161, 163) prefieren no hablar de porcentajes y sí de gramos por kilo y día, así, en el caso de ejercicio intenso recomiendan 10-12 g de hidratos de carbono y entre 1,4-1,8 g de proteína. 254 Al ser interrogados sobre si preferirían consumir comida típica de cada zona geográfica que recorren o platos combinados y comida rápida, el 100% respondió que sí, que después de una larga jornada de camino les encantaría disfrutar de algo diferente a lo que comen en los comedores universitarios o en sus casas, pero que ese tipo de oferta no estaba al alcance de sus bolsillos o bien no se la habían ofrecido. Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas 3.3. Del hostelero, de lo que ofrece y debería ofrecer Con el propósito de recabar información sobre dónde comen los peregrinos, qué productos les ofrecen, cuáles demandan en mayor medida, si están presentes o no en el menú preparaciones típicas de la zona, y si esa oferta se adapta a la época del año de la que se trata, hemos realizado 86 llamadas telefónicas a mesones, restaurantes, bares, cafeterías o albergues ubicados a lo largo de todo el Camino Francés con el fin de que respondieran a una encuesta de 10 minutos de duración. Un total de 48 establecimientos accedieron a contestar a nuestras preguntas. Si bien la estructura de la entrevista era abierta, las preguntas formuladas estaban encaminadas a conocer el número aproximado de peregrinos que desayuna, come o cena en cada local, tomando como referencia la temporada de máxima afluencia de caminantes, comprendida entre los meses de mayo y septiembre. También queríamos saber la oferta gastronómica concreta de cada establecimiento de los encuestados, si disponían de carta, menú del día, menú del peregrino, platos combinados o bocadillos. Finalmente, nos interesamos por el precio medio del desayuno, comida o cena, pues se trata de una variable a tener en cuenta a la hora de elegir dónde comer. Los resultados de estas encuestas a restauradores confirmaron los datos obtenidos de los peregrinos, que hacen dos comidas principales a lo largo de la jornada y que lo que comen y dónde lo comen guarda mucha relación con el presupuesto del que disponen y con su edad. La primera de estas comidas, el desayuno-media mañana, la suelen hacer después de empezar a andar, acostumbra a ser consistente y en ella no falta el café con leche con azúcar, pero también el té, que es consumido mayoritariamente por los peregrinos procedentes de países anglosajones. Como acompañamiento a la bebida caliente, el pan tostado, untado con mantequilla y mermelada, incluso con aceite y tomate, es la primera opción; apenas consumen bollería y, sobre todo a media mañana, demandan bocadillos calientes o fríos, los de tortilla y jamón son los que tienen más éxito. La siguiente comida importante la hacen a media tarde. Los peregrinos de Europa noroccidental prefieren hacerla sobre las 5 ó 6 de la tarde, mientras que los de la Europa mediterránea a partir de las 7 de la tarde. Dado que ésta es la ingesta más importante del día para la mayoría, son muchos los establecimientos que, situados en las cercanías de los albergues, se han especializado en dar de comer al peregrino, ello explica la variada oferta gastronómica, fundamentalmente en las localidades en las que pernoctan. El caminante puede 255 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya elegir entre un plato combinado, un menú del día o cenar a la carta en un lugar exclusivo y con un esmerado servicio, el lugar ideal para aquella jornada en la que, como decía un mesonero “uno decide darse un homenaje”. La decisión va a depender fundamentalmente del precio que uno esté dispuesto a pagar por el cubierto. De todas las opciones, los platos combinados representan la elección más económica y la más demandada por los peregrinos jóvenes. El precio medio de un menú de estas características oscila entre los 5,50 y 8 euros. Los platos combinados están presentes en el 20% de los establecimientos consultados y, en muchos casos, reciben el nombre de “plato del peregrino”. Están compuestos por los mismos ingredientes que podemos encontrar en cualquier otro lugar y que difícilmente podríamos vincular a una zona geográfica particular. Casi siempre contienen huevos fritos, patatas fritas y un filete de pollo, ternera o cerdo. El plato se suele completar con ensalada, ensaladilla o croquetas. Se trata de un menú hipercalórico, rico en proteínas y ácidos grasos poliinsaturados pero pobre en hidratos de carbono, por tanto, poco adecuado para los requerimientos nutricionales de los peregrinos. La segunda opción es la del menú del día, que también en muchas ocasiones recibe el nombre del “menú del peregrino” y lo ofertan el 65% de los establecimientos que forman parte de este estudio. Su precio oscila entre los 9 y los 18 euros. Se trata de un menú que no está pensado exclusivamente para peregrinos, la comida se prepara en cantidades importantes y el precio resulta relativamente asequible. Este menú incluye un primer plato, un segundo plato, y un postre (a veces intercambiable por café), todos ellos a elegir entre un abanico de 3 ó 4 platos distintos. Incluye además agua o refresco y en muy raras ocasiones vino o cerveza, que acostumbran a tener un plus en el precio. Entre los primeros platos no suele faltar la ensalada verde, la ensaladilla, la pasta y las sopas o legumbres; entre los segundos platos predomina la carne sobre el pescado, en proporción tres a uno. El pescado es casi siempre de río o en su defecto de piscifactoría; el menú se completa con un postre a elegir entre varias alternativas entre las que se repite el yogur, el flan o la fruta en conserva. Entre las apreciaciones más interesantes que hemos observado está el hecho de que en estos menús siempre aparece algún plato típico de la zona, en concreto en el 63% de los establecimientos consultados. El 37% restante no oferta en sus menús ningún plato típico, o al menos no lo hace habitualmente, confeccionando menús globalizados a precios muy asequibles que 256 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas tienen una gran demanda entre los peregrinos. Entre los establecimientos que sí ofertan cocina regional, el 68% lo hace únicamente en los primeros platos, incluyendo así sopas, caldos, menestras o potajes. El 32% restante confecciona menús tradicionales en los que incluyen productos típicos de la zona tanto en los primeros platos como en los segundos. El precio de estos últimos menús es ligeramente superior a los anteriores, dado que cocinar unas patatas con chorizo, una sopa de ajo o una menestra no resulta laborioso ni demasiado caros sus ingredientes, pero no se puede decir lo mismo de un lechazo, unas perdices en escabeche o un pollo de corral, que no pueden competir en precio y tiempo de preparación con unos filetes de pechuga, lomo adobado o un guiso de ternera. De este menú del día o menú del peregrino, con o sin preparaciones típicas, hemos observado, por un lado, que los postres requieren poco tiempo de elaboración, pues muy raras veces encontramos postres caseros; y por otro lado, la escasa presencia del pescado, en concreto del bacalao, máxime teniendo en cuenta que se trata de un producto no perecedero y que constituye uno de los platos más representativos de casi todas las comunidades que atraviesa el Camino Francés. La última opción a la hora de elegir dónde comer es la de restaurantes o mesones a la carta. Aquí la oferta es más amplia y respetuosa con los productos y preparaciones de la zona, aunque menos económica, pues el precio medio de un menú de estas características oscila entre los 15 y los 36 euros. Se caracteriza por la riqueza de las preparaciones y la variedad de los platos; el pescado está mucho más presente que en las opciones anteriores, los postres son caseros y el servicio es esmerado. El número de peregrinos que reciben estos establecimientos es, en consecuencia, mucho menor, representa menos del 10%, y responden al prototipo de caminante que viaja en grupos organizados, casi nunca en temporada alta, no se aloja en los albergues y de edad superior a los 30 años. A la vista de todo lo anterior, llegamos a la conclusión, de que a todo el mundo, peregrinos incluidos, le gusta comer bien, pero normalmente eso entra en colisión con nuestras posibilidades económicas. Por otra parte, los hosteleros y restauradores creen que si su oferta se limita a cocina tradicional, perderán clientes, pues la cocina regional requiere más tiempo de elaboración y productos más caros. Nos gustaría acercar posturas, la del peregrino y la del restaurador, haciendo un pequeño viaje gastronómico por los lugares atravesados por el 257 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya Camino Francés, recogiendo los productos típicos tradicionales de cada zona y elaborando menús equilibrados dietéticamente, pensados para cubrir las necesidades nutricionales de los caminantes, que si bien no podrán ofrecerse por 6 euros, serán asequibles para la mayoría. Todos saldrán ganando, pues los cambios en este sentido ayudarán a mantener el patrimonio inmaterial del Camino, así como a desarrollar una economía sostenible de esos lugares. 258 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas IV. Mapa gastronómico del Camino Francés 4.1. Los productos típicos de cada lugar A quien nace afortunado, le ponen huevos los gallos. · Hortalizas y legumbres: cardos, borrajas, alcachofas, acelgas, garbanzos, coliflor, espárragos, judías, lentejas · Caza de pluma y pelo: perdiz, liebre, conejo · Pescado y moluscos: trucha, anguila, bacalao, caracoles · Carne y derivados: cerdo, cordero · Frutas: melocotón, manzana, pera, higos, cerezas · Lácteos: quesos · Bebidas: vinos · Otros: robellones, setas, aceite, trufas 259 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya Con queso, pan y vino, se anda mejor el camino. · Hortalizas y legumbres: espárragos, alcachofas, pimientos, cardos, lechugas, coliflor, tomates · Pescados: truchas · Carne y derivados: ternera, cordero, chorizo · Frutas: uvas, melones · Lácteos: quesos, cuajada · Bebidas: vinos, pacharán · Otros: setas, champiñones, aceite 260 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Donde menos se piensa salta la liebre. · Hortalizas y legumbres: coliflor, pimientos, patatas, borraja, acelga, repollo, zanahoria, coles, alubias (caparrones) · Pescado: trucha, anguila · Caza de pluma y pelo: corzo, ciervo · Carne y derivados: ternera, cerdo · Frutas: peras, nueces, almendras, ciruelas · Lácteos: quesos · Bebidas: vinos · Otros: champiñones, aceite 261 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya El dia que el pobre come merluza, esta malo el pobre o la merluza. · Hortalizas y legumbres: pimientos, puerros, alubias, garbanzos, lentejas, altramuces, endibias · Caza de pluma y pelo: conejo, liebre, perdiz · Pescado y moluscos: cangrejos de río, truchas · Carne y derivados: cerdo, cordero, ternera · Frutas: manzanas, peras, cerezas, higos · Lácteos: quesos · Bebidas: vinos · Otros: setas, aceite 262 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Castañas, nueces y vino son delicias por San Martiño. · Hortalizas y legumbres: grelos, pimientos, patatas, repollo, judías · Caza de pluma y pelo: perdiz, jabalí, ciervo, liebre · Pescado, mariscos y moluscos: merluza, rodaballo, besugo, lubina, percebes, almejas, mejillones, berberechos, pulpo, chocos (jibias) · Carne y derivados: cerdo, ternera, capón · Frutas: manzanas, ciruelas, peras, cerezas, mirabeles, castañas · Lácteos: quesos · Bebidas: orujo, vino 263 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya 4.2. Productos con valor añadido (DO, DOP, IGP) La Unión Europea en 1992 creó unos sistemas de valoración y protección para aquellos productos que presentan un valor añadido, con el fin de reconocer su calidad, promover un mayor desarrollo y protección de los productos alimenticios y garantizar el derecho del consumidor a recibir información veraz y eficaz sobre lo que consume. Los sistemas articulados son los siguientes: Denominación de Origen (DO): es un tipo de indicación geográfica aplicada a un producto agrícola cuya calidad o características se deben fundamentalmente al medio geográfico en el que se produce, transforma y elabora. Denominación de Origen Protegida (DOP): hace referencia a que la producción, transformación y elaboración del producto deben realizarse en una zona geográfica determinada, con unos conocimientos específicos reconocidos y comprobados. El producto demostrará tener unas características que sólo son posibles gracias al entorno natural y a las habilidades de los productores de la región con la que está asociado. Indicación Geográfica Protegida (IGP): significa que el vínculo del producto con el medio geográfico sigue presente en, al menos, una de las etapas de producción, transformación o elaboración, llevando esta marca siempre que reúnan unas determinadas condiciones de calidad. En las Comunidades Autónomas que atraviesa el Camino Francés son numerosísimos los productos que han obtenido el reconocimiento institucional de calidad a través de los mecanismos reguladores de la Unión Europea. En el cuadro siguiente, hemos intentado agrupar por Comunidades Autónomas, aquellos productos que hasta el momento figuran en el catálogo de productos con Denominación de Origen, Denominación de Origen Protegida o Indicación Geográfica Protegida: 264 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Vinos con D.O. DOP Aragón Calatayud Campo de Borja Cariñena Somontano Cava Aceite del Bajo Aragón Jamón de Teruel Melocotón de Calanda Cebolla Fuentes del Ebro Ternera Montañas de Aragón Queso de Teruel Ternasco de Aragón Espárragos de Navarra Navarra Navarra Rioja Queso Roncal Queso Idiazábal Aceite de Navarra Piquillo de Lodosa Espárrago de Navarra Alcachofa de Tudela Ternera de Navarra Cordero de Navarra Rioja Cava Aceite de la Rioja Peras del Rincón de Soto Queso Camerano Pimiento riojano Chorizo riojano Coliflor de Calahorra Espárrago de Navarra Ternera de Ávila La Rioja Castilla y León Galicia Ribera-Duero Toro Rueda Bierzo Cigales Rías Baixas Ribeiro Valdeorras Monterrey Ribeira Sacra Reineta del Bierzo Jamón de Guijuelo Queso zamorano Mantequilla de Soria Pimientos de Herbón Pimiento de Arnoia Mejillón de Galicia Queso tetilla Queso do Cebreiro Queso San Simón da Costa Queso Arzúa-Ulloa IGP Alubias de la Bañeza Garbanzos de Fuentesaúco Judía del Barco de Ávila Lenteja de Armuña Lenteja de Tierra de Campos Pimiento asado del Bierzo Carne de Ávila Chorizo de Cantimpalos Lechazo de Castilla y León Carne de Morucha Queso de Valdeón Cecina de León Botillo del Bierzo Mantecadas de Astorga Grelos de Galicia Miel de Galicia Castaña de Galicia Pan de Cea Tarta de Santiago Ternera gallega Lacón gallego Patata de Galicia Faba de Lourenzá Tabla 3. Productos de calidad reconocida por Comunidad Autónoma 265 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya 4.3. Propuesta de menús para peregrinos (las cantidades son para un menú de 4 personas y la ración de postre estimada para los · Valores nutricionales ofrecidos es de 150 g) Primeros platos: Migas de pastor con chorizo · Ingredientes: 800 g de pan del día anterior, pimientos verdes italianos, 1 cabeza de ajos, 1 guindilla, 200 g panceta, 1 chorizo, aceite de oliva virgen extra del Bajo Aragón, pimentón y sal · Valores nutricionales: proteínas: 37,5 g; grasas: 25,5 g; hidratos de carbono: 89 g; aporte energético: 690 kcal/persona. 266 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Buñuelos de bacalao · Ingredientes: 1/2 kg de bacalao, 1/2 kg de patatas, 1 huevo, 1 puñado de piñones, aceite y sal · Valores nutricionales: proteínas: 42 g; grasas: 48 g; hidratos de carbono: 19 g; aporte energético: 570 kcal/persona. Boliches de Embún guisados a la antigua · Ingredientes: 500 g de boliches, 1 cebolla mediana, 1 puerro, 1 zanahoria, 2 hojas de laurel, 3 dientes de ajo, 100 g de morro de cerdo, 80 g, de papada de cerdo, 80 g de chorizo, dos manos de cerdo, aceite, sal. · Valores nutricionales: proteínas: 45 g; grasas: 39 g; hidratos de carbono: 84,5 g; aporte energético: 814 kcal/persona. Lentejas de Ordesa · Ingredientes: 400 gr de lentejas, 2 puerros, 100 gr de champiñones, 1 cebolla, 1 hueso de jamón, 2 tomates, 200 gr de morcilla, agua, 1 cucharada de aguardiente, 1 vaso de vino, sal, aceite de oliva · Valores nutricionales: proteínas: 40 g; grasas: 28 g; hidratos de carbono: 70 g; aporte energético: 687 kcal/persona. Segundos platos: Conejo estilo montaña · Ingredientes: 1 conejo con su hígado, 8 patatas, perejil, tomillo, 6 dientes de ajo, 2 dl de caldo, 1 dl de aceite de oliva, 1 hoja de laurel, 1 vaso de vino blanco, 2 cucharadas de harina, 25 g de piñones y sal. Caldo: una cebolla, 3 zanahorias, 2 puerros, 3 dientes de ajos, ¼ de repollo, 1 tomate, apio, morcillo de ternera, ¼ de pollo, un hueso de rodilla, un hueso de espinazo de cerdo, hueso de jamón. . · Valores nutricionales: proteínas: 46 g; grasas: 42 g; hidratos de carbono: 41 g; aporte energético: 655 kcal/persona. Trucha estofada con jamón · Ingredientes: 4 truchas, 200 g de jamón, 2 pimientos verdes, 2 puerros, 3 dientes de ajo, 1 cebolla, 1 cucharada de pimentón, 1 litro de vino blanco, aceite de oliva, laurel, harina y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 36 g; grasas: 16 g; hidratos de carbono: 18 g; aporte energético: 478 kcal/persona. 267 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya Arroz a la aragonesa · Ingredientes: 500 gr de arroz, 1 cebolla picada, 300 g de caracoles, 200 g de jamón, ½ Kg de conejo, 1 tomate picado, 2 dientes de ajo, sal, azafrán, 1 pimiento morrón, 300 g de guisantes, 1 dl de aceite de oliva, pimentón dulce. · Valores nutricionales: proteínas: 36,5 g; grasas: 39 g; hidratos de carbono: 87,6 g; aporte energético: 687 kcal/persona. Huevos al salmorejo · Ingredientes: 8 huevos, 8 filetes de cinta de lomo, 300 g de longaniza, 300 g de chorizo, 200 g de jamón, 8 espárragos cocidos, 1 dl de aceite, 50 g de harina, un vaso de vino blanco, 20 cl de caldo, 3 dientes de ajo, ½ cebolla, laurel y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 78,5 g; grasas: 83 g; hidratos de carbono: 6,2 g; aporte energético: 1197 kcal/persona. Postres: Almendrados · Ingredientes: 500 g de almendras molidas, 500 g de azúcar, 5 huevos, ralladura de limón, almendras enteras para decorar · Valores nutricionales: proteínas: 11,2 g; grasas: 23 g; hidratos de carbono: 39 g; aporte energético: 380 kcal/persona. Frutas de Aragón · Ingredientes: manzanas, peras, albaricoques, cerezas, higos, ciruelas, naranja, licor (para macerar), jarabe de azúcar (escarchar) y chocolate (bañar). · Valores nutricionales (para una ración de 100 g): proteínas: 2 g; grasas: 13,5 g; hidratos de carbono: 37 g; aporte energético: 330 kcal/persona. Melocotones en vino tinto · Ingredientes: 4 melocotones, 1 l. de vino tinto, 100 g de azúcar, 1 palo de canela en rama, corteza de limón, 1 copa de brandy · Valores nutricionales: proteínas: 1,2 g; grasas: 1,3 g; hidratos de carbono: 58,5 g; aporte energético: 460 kcal/persona. 268 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Primeros platos: Menestra a la Navarra, alcachofas y guisantes · Ingredientes: 4 espárragos de Navarra, 2 zanahorias, 1 puerro, ½ Kg de patatas, 2 huevos duros, 100 g de chorizo casero, 100 g de tocineta, 4 dientes de ajo, 100 g de habas, perejil, 8 alcachofas, 1/2 kg de guisantes, 1 cebolla picada, 2 dl de aceite de oliva, caldo de carne, 1/2 dl de vino blanco, 1dl de agua. · Valores nutricionales: proteínas: 43 g; grasas: 34 g; hidratos de carbono: 57 g; aporte energético: 717 kcal/persona. Porrusalda con bacalao · Ingredientes: 3 puerros, 3 patatas medianas, 350 g de bacalao, una pastilla de caldo de verdura, 2 zanahorias, 0,5 dl aceite de oliva y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 17 g; grasas: 8 g; hidratos de carbono: 57 g; aporte energético: 292 kcal/persona. 269 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya Espárragos naturales · Ingredientes: 2 Kg de espárragos blancos, agua y sal. Para la vinagreta: aceite y vinagre · Valores nutricionales: proteínas: 68 g; grasas: 56 g; hidratos de carbono: 126 g; aporte energético: 213 kcal/persona. Pimientos de piquillo rellenos de bacalao · Ingredientes: 12 pimientos del piquillo. Para el relleno: 400 g de bacalao fresco, perejil picado, sal, 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 cebolla grande y 2 dientes de ajo. Para la bechamel: 1 l de leche, 80 g de mantequilla, 80 g de harina, nuez moscada y pimienta. Para la salsa: 1 Kg de tomates maduros, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 100 ml de nata líquida y 100 ml de vino blanco. · Valores nutricionales: proteínas: 97 g; grasas: 29 g; hidratos de carbono: 24 g; aporte energético: 529 kcal/persona. Cogollos con anchoas · Ingredientes: 4 cogollos de Tudela, 8 filetes de anchoas, sal, pimienta negra, aceite de oliva y vinagre de sidra. · Valores nutricionales: proteínas: 5 g; grasas: 18 g; hidratos de carbono: 3 g; aporte energético: 196,3 kcal/persona. Sopa de ajos de Navarra · Ingredientes: 1 y ½ litro de agua, 2 pimientos choriceros, 4 dientes de ajo, 1 Puerro (parte blanca), 1 plato de sopas de pan de 3 días, aceite de oliva. · Valores nutricionales: proteínas: 15,7 g; grasas: 6,5 g; hidratos de carbono: 17,2 g; aporte energético: 191 kcal/persona. Segundos platos: Bacalao al ajoarriero · Ingredientes: 800 g de bacalao, 6 dientes de ajo, 600 g de tomates rallados, 300 g de pimientos del piquillo en lata, 1 pimiento verde, 1 cebolla, 400 g de patatas, aceite de oliva y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 40,5 g; grasas: 16,6 g; hidratos de carbono: 29,5 g; aporte energético: 423 kcal/persona. 270 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Huevos rotos con txistorra y patatas · Ingredientes: 1 txistorra de Navarra, 1 Kg de patatas, 5 huevos, cebollino, sal y aceite para freír. · Valores nutricionales: proteínas: 36,7 g; grasas: 65,7 g; hidratos de carbono: 37,8 g; aporte energético: 955 kcal/persona. Fritada de cordero con ajos tiernos · Ingredientes: 1 Kg de cordero, 300 g de ajos tiernos, 3 dl de aceite de oliva, 4 pimientos del piquillo y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 33,8 g; grasas: 65 g; hidratos de carbono: 6 g; aporte energético: 737 kcal/persona. Rabo de buey al vino tinto · Ingredientes: 1 ½ Kg de rabo de buey troceado, 1 cebolla grande, 2 zanahorias, un puerro, 1 tomate maduro, 3 dientes de ajo, 1 dl de aceite, 2,5 dl de vino tinto, sal, pimienta, tomillo, orégano y harina. · Valores nutricionales: proteínas: 58 g; grasas: 18,5 g; hidratos de carbono: 24 g; aporte energético: 710 kcal/persona. Postres: Costrada al licor · Ingredientes: 200 g de harina floja, 200 de mantequilla, merengue italiano, crema pastelera, licor de naranja, yema tostada, agua y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 9 g; grasas: 330 g; hidratos de carbono: 438 g; aporte energético: 780 kcal/persona. Canutillos a la crema · Ingredientes: 350 g de harina, 150 g de mantequilla, 200 g de azúcar, 2 huevos, sal, aceite y azúcar glas. Para la crema: 500 ml de leche, 3 huevos, 3 cucharadas de harina, vainilla, ralladura de limón, 1 cucharada de brandy. · Valores nutricionales: proteínas: 16 g; grasas: 25 g; hidratos de carbono: 65 g; aporte energético: 547 kcal/persona. 271 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya Goxua · Ingredientes: 200 ml de nata, 400 ml de leche, 25 g de harina de maíz refinada, 150 g de azúcar, la cáscara de un limón, 50 g de mantequilla, 2 huevos, 1 rama de vainilla, 4 bizcochos de soletilla. · Valores nutricionales: proteínas: 11,2 g; grasas: 38 g; hidratos de carbono: 40,8 g; aporte energético: 583 kcal/persona. 272 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Primeros platos: Coliflor gratinada · Ingredientes: 1 coliflor de Calahorra de 750 g a 1 Kg, 50 g de mantequilla, 50 g de queso rallado, aceite y sal. Para la salsa bechamel: 50 g de mantequilla, 50 g de harina, 250 ml de leche, sal y pimienta. · Valores nutricionales: proteínas: 16 g; grasas: 15 g; hidratos de carbono: 26 g; aporte energético: 314 kcal/persona. Alubias rojas (o caparrones) con chorizo · Ingredientes: 750 g de alubias rojas secas o caparrones, 200 g de tocino blanco fresco, 350 g de brazuelo de cordero, 300 g de chorizo riojano, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 4 guindillas o chiles, 1 dl.de aceite de oliva, 1 cucharadita de pimentón dulce, pimienta negra y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 270 g; grasas: 403 g; hidratos de carbono: 325 g; aporte energético: 755 kcal/persona. 273 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya Alcachofas en su propia salsa · Ingredientes: 3 docenas de alcachofas de Calahorra, 300 g de jamón serrano, 1 cucharada de harina, 4 dientes de ajo, 1 cebolla, aceite y sal · Valores nutricionales: proteínas: 168g; grasas: 58g; hidratos de carbono: 364g; aporte energético: 441 kcal/persona. Menestra de verduras riojana · Ingredientes: 175 g de acelgas (la penca), 100 g de habitas, 8 alcachofas, 150 g de judías verdes, 150 g de guisantes, 175 g de cardo, caldo de gallina, 1 cebolla, 100 g de jamón, 4 espárragos, aceite y sal. Para rebozar las verduras: harina y huevo · Valores nutricionales: proteínas: 87g; grasas: 81g; hidratos de carbono: 165g; aporte energético: 290 kcal/persona. Borrajas con patatas. · Ingredientes: 1 Kg de borraja, 500 g de patatas, sal gorda, aceite de oliva, 4 dientes de ajo. · Valores nutricionales: proteínas: 16 g; grasas: 10 g; hidratos de carbono 35 g; aporte energético: 165 kcal/persona. Caracoles con tomate, chorizo y panceta. · Ingredientes: 1 y ½ Kg de caracoles, 100 g de chorizo, 100 g de jamón, 100 g de panceta, 650 ml de salsa de tomate, 2 dientes de ajo, 1 guindilla, 1 cebolla mediana, aceite y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 365 g; grasas: 216 g; hidratos de carbono: 82 g; aporte energético: 622 kcal/persona. Pisto riojano. · Ingredientes: 200 g de pimientos verdes, 300 g de calabacines, 250 g de tomate maduro, 1 cebolla pequeña, 3 dientes de ajo, 1 dl de aceite, 2 huevos batidos y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 12,5 g; grasas: 6 g; hidratos de carbono 28,3 g; aporte energético: 242 kcal/persona. Segundos platos: Pochas con codornices. · Ingredientes: 500 g de pochas desgranadas, 4 codornices, 1 cebolla, 1 tomate maduro, 1 cabeza de ajos, laurel, aceite y sal. 274 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas · Valores nutricionales: proteínas: 30 g; grasas: 20,7 g; hidratos de carbono 30,7 g; aporte energético: 421 kcal/persona. Caparrones con tropiezos. · Ingredientes: 500 g de caparrones, 200 g de chorizo, 200 g de tocino, tropiezos (1 pata, ½ oreja de cerdo y 1 jarrete de cordero), 1 cebolla, 1 zanahoria, aceite, sal, ½ cucharada de pimiento molido y guindillas asadas. · Valores nutricionales: proteínas: 56,5 g; grasas: 39,4 g; hidratos de carbono 72,3 g; aporte energético: 879 kcal/persona. Morcillo de ternera estofado. · Ingredientes: 1 y ¼ Kg de morcillo, 350 ml de vino blanco seco, 1 l de caldo de carne, 350 ml de vino tinto, 200 ml de salsa de tomate, 1 ramito de tomillo, 3 cebollas, aceite de oliva, 2 zanahorias, harina, ajo y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 260 g; grasas: 285 g; hidratos de carbono: 294 g; aporte energético: 797 kcal/persona. Callos. · Ingredientes: 1 Kg de callos, 1 morro de ternero, pata de ternera, 50 g de tocino de jamón, 100 g de chorizo, vinagre, sal, 1 cebolla grande, 2 clavos, 1 puerro, 1 zanahoria, 1 hoja de laurel, nuez moscada, 1 dl de aceite de oliva, 2 dientes de ajo, perejil, 250 ml de salsa de tomate y 1 guindilla. · Valores nutricionales: proteínas: 45,9 g; grasas: 36,5 g; hidratos de carbono:18,6 g; aporte energético: 564 kcal/persona. Truchas en salsa con champiñones. · Ingredientes: 4 truchas (de unos 200 g cada una), 200 ml de caldo de carne, 2 dl de aceite, 750 g de champiñones, 200 ml de vino tinto y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 276 g; grasas: 214 g; hidratos de carbono: 49 g; aporte energético: 537 kcal/persona. Postres: Fardelejos · Ingredientes: 50 g de manteca de cerdo, 200 g de harina, azúcar, aceite, agua y sal. Relleno: 150 g de almendra molida, 150 g de azúcar y 3 huevos. · Valores nutricionales: proteínas: 96 g; grasas: 278 g; hidratos de carbono: 703 g; aporte energético: 712 kcal/persona. 275 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya Compota al vino tinto · Ingredientes: 150 g de orejones de melocotón, 150 g de ciruelas pasas, 150 g de higos secos, 150 g de manzanas, 150 g de peras, corteza de limón, corteza de naranja, ½ l de vino tinto, 1 rama de canela, 100 de azúcar, 750 ml de agua. · Valores nutricionales: proteínas: 24 g; hidratos de carbono: 524 g; aporte energético: 365 kcal/persona. Peras asadas · Ingredientes: 8 peras del Rincón de Soto de 150 g cada unidad, litro y medio de vino tinto joven, 8 g de pimienta negra, 1 rama de canela, 1 clavo de especia, 350 g de azúcar · Valores nutricionales: proteínas: 71 g; Grasas: 69 g; Hidratos de carbono: 44 g; Aporte energético: 270 kcal/persona. Queso fresco con miel y nueces · Ingredientes: 400 g de queso fresco de leche de cabra de los Cameros, 150 g de nueces, miel de azahar. · Valores nutricionales: proteínas: 9 g; Grasas: 0 g; Hidratos de carbono: 940 g; Aporte energético: 632 kcal/persona. 276 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Primeros platos: Patatas a la importancia · Ingredientes: 800 g de patata, 4 huevos, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 50 g de harina, 1 dl de aceite de oliva, 1 rama de perejil, 6 hebras de azafrán y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 18,2 g; grasas: 25,5 g; hidratos de carbono: 46 g; aporte energético: 492 kcal/persona. Judiones con chorizo · Ingredientes: 500 g de judiones, 2 tomates, 1 pimiento verde, 1 diente de ajo, 2 zanahorias, 1 cucharada de pimentón dulce, 1 hoja de laurel, 100 g de patata, 100 g de chorizo, 0,5 dl de aceite, y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 12,6 g; grasas: 16 g; hidratos de carbono: 34 g; aporte energético: 314 kcal/persona. 277 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya Sopa de ajo · Ingredientes: 200 g de pan, jamón, 100 g de panceta adobada fresca, 4 dientes de ajo, 1 cucharada de pimentón dulce, 4 huevos, aceite de oliva y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 31 g; grasas: 29,2 g; hidratos de carbono: 29,5 g; aporte energético: 510 kcal/persona. Lentejas al estilo tradicional · Ingredientes: 200 g de lentejas pardinas, 2 zanahorias medianas, 1 puerro, 2 patatas pequeñas, 1 pimiento verde, 1 diente de ajo, 1 hojita de laurel, 1 dl. aceite de oliva virgen, un pellizco de pimentón dulce y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 6 g; grasas: 13 g; hidratos de carbono: 18,7 g; aporte energético: 236 kcal/persona. Segundos platos: Cocido maragato · Ingredientes: 300 g de morcillo de cabrito, media gallina, 300 g de lacón, una oreja, un pie y un trozo de morro de cerdo, troceados, 250 g de cecina,100 g de chorizo, 150 g de tocino, 500 g de garbanzos, medio repollo, 500 g de patatas, 2 dientes de ajo, 100 g de fideos, aceite de oliva y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 75 g; grasas: 64 g; hidratos de carbono: 76 g; aporte energético: 1200 kcal/persona. Bacalao con pimientos del Bierzo · Ingredientes: 500 g de bacalao, 2 cebollas, 2 pimientos, 50 g de piñones, 400 ml de tomate triturado, 1,5 dl de aceite, 50 g de harina, pimienta negra y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 26 g; grasas: 16,3 g; hidratos de carbono: 24,4 g; aporte energético: 337 kcal/persona. Botillo. · Ingredientes: 2 botillos de 1 Kg cada uno, 2 Kg de patatas, 1 repollo de aproximadamente 1 Kg y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 37 g; grasas: 33,5 g; hidratos de carbono: 48,6 g; aporte energético: 491 kcal/persona. 278 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Cordero asado o lechazo. · Ingredientes: 1 paletilla por persona de cordero lechal o lechazo, 100 g de manteca de cerdo, el zumo de medio limón, 4 dientes de ajo, 250 ml de vino blanco, 2 hojas de laurel y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 45 g; grasas: 25 g; aporte energético: 457 kcal/persona. Postres: Mantecadas de Astorga · Ingredientes: 250 g de mantequilla, 250 de harina, 250 g de azúcar, 1 cucharadita de canela en polvo, 3 huevos, 3 yemas, levadura en polvo. · Valores nutricionales: proteínas: 20 g; grasas: 31 g; hidratos de carbono: 44 g; aporte energético: 535 kcal/persona. Leche frita · Ingredientes: 500 ml de leche, 100 g de harina, 50 g de mantequilla, 2 huevos, 75 g de azúcar, corteza de 1 limón, una rama de canela, azúcar glas. · Valores nutricionales: proteínas: 19,3 g; grasas: 24,1 g; hidratos de carbono: 26 g; aporte energético: 472 kcal/persona. Tarta de manzana · Ingredientes: 8 manzanas reinetas, 250 g de hojaldre, 250 g de mermelada. Crema pastelera: ½ litro de leche, 75 g de harina, 75 g de azúcar y 3 huevos. · Valores nutricionales: proteínas: 20 g; grasas: 23 g; hidratos de carbono: 34,5 g; aporte energético: 507 kcal/persona. 279 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya Primeros platos: Pulpo á feira con cachelos · Ingredientes: 1 pulpo de 2 Kg, 1 Kg de patatas, 2 hojas de laurel, 1 dl de aceite de oliva, 1 cucharada de pimentón dulce, 1 cucharada de pimentón picante y sal gruesa. · Valores nutricionales: proteínas: 37,2 g; grasas: 17 g; hidratos de carbono: 34 g; aporte energético: 441 kcal/persona. Vieiras gratinadas al albariño · Ingredientes: 8 vieiras, 3 cebollas, 3 dientes de ajo, 1 sobre de azafrán, 1 rama de perejil picado, 250 ml de vino albariño, pan rallado, 50 ml de aceite de oliva y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 9,2 g; grasas: 15,5 g; hidratos de carbono: 11 g; aporte energético: 236 kcal/persona. 280 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Almejas a la marinera · Ingredientes: 1 Kg de almejas, 1 cebolla, 4 dientes de ajo, 1 sobre de azafrán, 1 hoja de laurel, 1 rama de perejil picado, 2 dl de vino blanco, 1 dl de aceite de oliva, 1 cucharada de harina y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 8,6 g; grasas: 14 g; hidratos de carbono: 13 g; aporte energético: 245 kcal/persona. Empanada de bacalao con pasas · Ingredientes: 400 gr de bacalao (desalado y desmenuzado), 100 g de uvas pasas, 250 g de cebolla, 1 pimiento, 1 tomate, 1,5 dl de aceite de oliva, 1 rama de perejil picado, pimentón dulce y sal. Para la masa: 500 g de harina, 1 huevo, levadura de pan, un poco del aceite del sofrito. · Valores nutricionales: proteínas: 13,5 g; grasas: 21,2 g; hidratos de carbono: 36 g; aporte energético: 377 kcal/persona. Caldo gallego · Ingredientes: 250 g de carne de ternera (jarrete o falda), 250 g de carne de cerdo (costilla o panceta salada), 250 g de carne de pollo de corral, 1 chorizo, 500 g de patatas, 200 g de habas blancas, 1 repollo, 50 g de unto y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 37,6 g; grasas: 35 g; hidratos de carbono: 29 g; aporte energético: 504 kcal/persona. Segundos platos: Caldeirada de pescado · Ingredientes: 4 rodajas de abadejo, 4 rodajas de congrio, 4 rodajas de merluza, 4 patatas medianas, 1 tomate, 1 cebolla, 4 dientes de ajo, 2 cucharadas de pimentón dulce, 1 hoja de laurel, 0,5 dl de vinagre, 1,5 dl de aceite de oliva, 1 pimiento morrón asado, 200 g de guisantes. · Valores nutricionales: proteínas: 27,1 g; grasas: 16,8 g; hidratos de carbono: 20,5 g; aporte energético: 342 kcal/persona. Lacón con grelos · Ingredientes: 1 lacón de 1 ½ Kg, 4 chorizos, 1 Kg de patatas y 1 Kg de grelos. · Valores nutricionales: proteínas: 34,5 g; grasas: 45,2 g; hidratos de carbono: 42,2 g; aporte energético: 792 kcal/persona. 281 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya Zorza con huevos · Ingredientes: ½ Kg de lomo de cerdo fresco en filetes, 1 cabeza de ajos, 2 hojas de laurel, 1 dl de vino blanco, 2 cucharadas de pimentón dulce, 1 Kg de patatas, 8 huevos, aceite y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 52 g; grasas: 36,3 g; hidratos de carbono: 38,5 g; aporte energético: 694 kcal/persona. Jarrete de ternera guisado con patatas · Ingredientes: 1 jarrete de 1 Kg, ½ Kg de patatas pequeñas, 10 cebollas pequeñas, 6 dientes de ajo, 1 dl de aceite de oliva, 5 dl de vino tinto (ribeiro), 1 pimiento morrón asado, 1 hoja de laurel y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 49 g; grasas: 25,3 g; hidratos de carbono: 32,5 g; aporte energético: 555 kcal/persona. Merluza en salsa verde · Ingredientes: 1 Kg de merluza, 200 g de guisantes, 4 patatas medianas, 1 cebolla, 0,5 dl de aceite de oliva, 1 dl de vino blanco, 1 rama de perejil picado, 1 cucharada de harina y sal. · Valores nutricionales: proteínas: 43 g; grasas: 18 g; hidratos de carbono: 31,5 g; aporte energético: 576 kcal/persona. Postres: Tarta de Santiago · Ingredientes: 250 g de almendras crudas molidas, 250 g de azúcar, 5 huevos, ralladura de un limón, 1 cucharada pequeña de canela en polvo, mantequilla para untar el molde, 1 cucharada de azúcar glas para la decoración. · Valores nutricionales: proteínas: 22 g; grasas: 37,5 g; hidratos de carbono: 53 g; aporte energético: 626 kcal/persona. Queso con membrillo · Ingredientes: 200 g de queso cremoso de tetilla y 200 g de membrillo. · Valores nutricionales: proteínas: 9 g; grasas: 12 g; hidratos de carbono: 29,7 g; aporte energético: 262 kcal/persona. 282 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Quesada gallega · Ingredientes: 500 g de requesón, 200 g de azúcar, 300 g de harina, 4 huevos, 250 ml de leche entera, dos cucharadas de brandy. · Valores nutricionales: proteínas: 32,4 g; grasas: 18,8 g; hidratos de carbono: 46,7 g; aporte energético: 487 kcal/persona. Filloas · Ingredientes: 250 g de harina, 1 l de leche, 4 huevos, sal y un trozo de tocino para untar la sartén o filloeira. · Valores nutricionales: proteínas: 12,3 g; grasas: 20,5 g; hidratos de carbono: 11 g; aporte energético: 307 kcal/persona. Para finalizar proponemos una queimada: · Ingredientes: Aguardiente de orujo, azúcar, la corteza de un limón y unos granos de café. Esta es la bebida con la que se cierran tradicionalmente las fiestas y mientras se prepara, se dice el siguiente Conxuro (conjuro) Mouchos, coruxas, sapos e bruxas. Demos, trasgos e diaños, espritos das nevoadas veigas. Corvos, pintigas e meigas, feitizos das manciñeiras. Podres cañotas furadas, fogar dos vermes e alimañas. Lume das Santas Compañas, mal de ollo, negros meigallos, cheiro dos mortos, tronos e raios. Oubeo do can, pregón da morte; fuciño da sátiro e pe do coello. Pecadora língua da mala muller casada cun home vello. Averno de Satán e Belcebú, lume dos cadavres ardentes, corpos mutilados dos indecentes, peidos dos infernales cús, muxido da mar embravescida. Barriga inútil da muller solteira, falar dos gatos que andan a xaneira, guedella porca da cabra mal parida. Con este fol levantarei as chamas deste lume que asemella as do Inferno, e fuxirán as bruxas acabalo das suas escobas, indose bañar na praia das areas gordas. ¡Oíde, oíde! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no aguardente quedando así purificadas. E cando este brebaxe baixe po las nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa ialma e de todo embruxamento. Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada: sí é verdade que tendes mais poder que a humana xente, eiquí e agora, facede cos espritos dos amigos que están fora, participen con nós desta Queimada. 283 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya Glosario Ajoarriero. Pasta elaborada a base de patatas, ajo, huevo y aceite finamente machacados que se añade especialmente al pescado y a algunas verduras. Asado. Forma de cocinar un alimento directacmente sobre la fuente de calor (plancha, grill, parrilla…) Se aplica mucho calor al principio para sellar los poros del ingrediente y después se baja el calor para que acabe de cocinarse. Se suele rociar con grasa u otros líquidos para que no se queme. Buñuelos. Masa de harina batida con agua (a punto de ebullición), sal y ocasionalmente huevo y mantequilla, que se fríe en aceite. Cachelos. Patatas cocidas con la piel en rodajas de 1 cm. de grosor y que acompañan, fundamentalmente, al pescado pequeño frito. Caldeirada. Cualquier pescado de buen tamaño, cocido con patatas y una cebolla y rehogado con una fritada de aceite, ajos y pimentón dulce se denomina pescado en caldeirada o “a la gallega”. Caldereta. Guisado de cualquier tipo de pescado o carne, que se caracteriza por el recipiente en que es cocinado: una caldera de hierro de fondo grueso con dos asas laterales y elaborado con cebolla, ajo, pimiento, aceite y vinagre. Tradicionalmente dicho recipiente era utilizado por los pastores tanto para calentar agua para el ganado como para cocinar. Costrada. Especie de empanada cubierta con una costra de azúcar, huevos y pan. Chilindrón (al). Guiso hecho con trozos de carne, frecuentemente ave, aunque también cordero o cerdo, rehogados con tomate, cebolla, ajo y pimiento choricero. Empanada. Masa de pan rellena de una fritada de cebolla, pimientos, perejil, azafrán y como ingrediente principal carne, pescado o marisco. La masa puede estar elaborada con diferentes harinas, de maíz si va rellena de pescado o marisco, y de trigo con carnes. Ensalada. Hortaliza o conjunto de hortalizas mezcladas, cortadas en trozos y aderezadas con sal, aceite, vinagre y otros ingredientes. Estofado. Guiso que consiste en un alimento condimentado con aceite, vino o vinagre, ajo, cebolla y varias especias, puesto todo en crudo en una vasija bien tapada para que cueza a fuego lento. 284 Comer para caminar. Recuperando la gastronomía de las Rutas Jacobeas Fritada. Mezcla de tomate, pimiento, ajo, cebolla y opcionalmente otras hortalizas de temporada rehogada en aceite que sirve de guarnición a otros platos. Marinera (a la). Salsa hecha a base de cebolla, ajo y perejil finamente picados que se rehogan en aceite de oliva, a los que se añade vino blanco, sobre la que se cocinan pescados y mariscos. Menestra. Mezcla de diferentes hortalizas cocidas, a menudo acompañadas de otras rebozadas y que se puede servir con trozos pequeños de carne o marisco. Migas. Plato típico de pastores con el que se aprovechaba las sobras de pan duro. Consiste en freír con ajos y aceite los trozos de pan duro previamente desmenuzados y humedecidos. Se acompañan con diferentes productos, tradicionalmente cárnicos o huevos. Pepitoria. Guisado que se hace con todas las partes comestibles del ave, o solo con los despojos, y cuya salsa tiene yema de huevo. Pisto. Fritada de tomate, cebolla, ajo, pimiento y berenjena que puede servirse acompañado de huevos, jamón o embutidos. Reducción. Resultado de espesar o concentrar un líquido, permitiendo que se evapore mientras hierve. Salmorejo. Salsa compuesta de agua, vinagre, aceite, sal y pimienta. Sopas. Preparación consistente en un caldo en el que se han cocido vegetales o productos cárnicos. Se puede espesar añadiendo al final de la cocción pan o cereales. Tropiezos. Pedazos pequeños de jamón u otro alimento que se mezcla con las sopas o las legumbres. Vino (al). Cocción de un alimento en una reducción de vino. 285 Mª Teresa Díaz García / Mª José Sampedro Vizcaya Bibliografía Alfaro, A., 2009. Cocina tradicional navarra. León: Everest Anónimo, 1331. Fuero de Briviesca. Edición de Sánchez-Prieto Borja, (2004). Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá. Anónimo, 1491. Siete Partidas de Alfonso X. Edición de SánchezPrieto Borja, (2004). Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá. Bravo Lozano, Millán, 1989. Guía del peregrino medieval, Codex Calixtinus. Sahagún, Centro de Estudios del Camino de Santiago. Cañas, Lorenzo, 2001. Cocina riojana. León: Everest Cunqueiro, Álvaro, 2004. La cocina gallega. Vigo: Galaxia Dante Alighieri, 1293. La Vita Nuova. Traducción de Barbara Reynolds, (1969). Harmondsworth: Penguin. Díaz Yubero, Ismael, 2008. Las estrellas de la gastronomía española. Madrid: Alianza Editorial García Arias, M.T. y M.C. García, 2003. Nutrición y dietética. León: Publicaciones de la Universidad de León Lasierra Rigal, J. Vicente, 1995. Cocina aragonesa. León: Everest 286 Lienas, David, 2006. Cocina tradicional española. Barcelona: Océano Long, Janet, 1996. Conquista y comida. Consecuencias del encuentro de dos mundos. México, UNAM. Martínez García, Luis, 1993. “El albergue de los viajeros: del hospedaje monástico a la posada urbana”, IV Semana de Estudios Medievales. Nájera, del 2 al 6 de agosto, 1993, págs. 71-87. Nola, Ruperto de, 1525. Libro de guisados, manjares y potajes intitulado libro de cocina. Toledo. Picaud, Aymeric, 1135. Liber Sancti Iacobi. Codex Calixtinus. Traducción de Moralejo, Torres y Feo (1999). Santiago, Xunta de Galicia. Rivero, M., M. Riba y Ll. Vila, 2003. Nuevo manual de dietética y nutrición. Madrid: Mundiprensa. Salas-Salvadó, J. et alii. 2008. Nutrición y dietética clínica. Barcelona: Elsevier Masson. San Valentín, Luis, 1995. La cocina castellano-leonesa. 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También a la Asociación de Cámaras de Comercio de los Caminos Jacobeos por haber subvencionado este proyecto, y a todas aquellas personas y empresas que de una u otra manera nos han apoyado y alimentado durante los meses que hemos estado dedicadas a esta investigación. 287 III Edición Becas de Investigación Caminos Jacobeos Año 2009