Expte: 3982-S-10 Fecha: 09/11/10 PROYECTO

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Expte: 3982-S-10
Fecha: 09/11/10
PROYECTO DE RESOLUCIÓN
El Senado de la Nación
RESUELVE
Rendir homenaje a las víctimas de la “Kristallnacht”, Noche de los Cristales Rotos, hecho
fatídico, ocurrido entre el 9 y 10 de noviembre de 1938.
Rubén Giustiniani
Senador de la Nación
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
La Kristallnacht, conocida como la Noche de los Cristales Rotos, fue una noche donde se
perpetraron actos terribles de antisemitismo, violencia y caos en Europa del Este.
La noche de los cristales rotos ha sido uno de los acontecimientos más virulentos del Siglo
XX, no solo por los daños materiales causados en la fatídica noche, sino también por ser el
preludio de lo que vino después.
En octubre de 1938, varios miles de judíos de origen polaco que vivían en Alemania fueron
brutalmente expulsados en masa por los nazis. Al no ser readmitidos por Polonia quedaron
ubicados en tierra de nadie, entre las fronteras de ambas naciones, en las condiciones más
inhumanas que es posible imaginar. Entre las familias judías que se encontraban en esa
trágica situación estaban los Grynszpan, cuyo hijo, Herschel, estudiaba en París. Cuando
Herschel supo de la suerte de sus padres, fue a la embajada alemana en París decidió
protestar atentando contra el embajador alemán en Paris. Pero al llegar a la embajada se
encontró con el consejero Ernst Vom Rath y disparó contra él. El atentado fue el 7 de
noviembre de 1938 cuyo objetivo fue llamar la atención del mundo por lo que sucedía en
Alemania. El consejero agonizó dos días y como consecuencia de su muerte, el miércoles 9
de noviembre se desató un pogrom en Alemania y en Austria conocido con el nombre de
Kristallnacht. Este estallido no fue espontáneo sino una operación organizada y dirigida
desde las más altas esferas de la jerarquía nazi. La muerte de Vom Rath sirvió de pretexto
para desatar la brutalidad antijudía en toda Alemania.
Al conocerse la muerte de Vom Rath, los líderes nazis instigaron movimientos violentos y
disturbios durante la noche anterior. El Ministro de Propaganda Joseph Goebbels dio la
señal, aprobada por el mismo Hitler, para organizar un pogrom contra los judíos del Reich.
Así lo indica un telegrama que el jefe de la Gestapo, Heinrich Müller, mandó a las unidades
policiales ordenando: “En breve tendrán lugar acciones contra los judíos y más
específicamente contra las sinagogas en toda Alemania. No deben interferir”. En todo el
territorio del Tercer Reich cientos de sinagogas fueron incendiadas y destruidas. Comercios
y hogares judíos fueron destruidos y saqueados, cementerios judíos profanados.
Organizaciones comunitarias judías fueron ocupadas por la Gestapo. 91 judíos fueron
asesinados y entre 25 y 30.000 arrestados y enviados a campos de concentración
(Sachsenhausen, Buchenwald y Dachau).
Al finalizar el ataque, los nazis agudizaron las medidas antijudías: se aceleró la arianización
apropiándose de bienes y propiedades judías. La comunidad judía fue obligada a pagar una
multa de 1.000 millones de marcos como indemnización por la muerte de Vom Rath. Se
confiscaron los seguros y los mismos judíos debieron hacerse cargo de los daños.
Se creó “La Oficina Central para la Emigración Judía” para estimular a los judíos para que
abandonasen Alemania.
El 12 de noviembre de 1938, el Ministro de Educación del Reich suspendió la participación
de niños judíos que todavía estudiaban en escuelas alemanas.
La emigración judía se transformó en fuga de la cual participaba todo aquel que conseguía
un permiso de ingreso al extranjero.
Los países occidentales y la Unión Soviética se conmovieron ante el pogrom de la
Kristallnacht y comenzaron a permitir el ingreso de un mayor número de refugiados. No
obstante, los nazis no se desanimaron y continuaron con su plan de eliminar a los judíos de
Europa.
Este pogrom confirmó la inseguridad y, por consiguiente, el peligro real de la integridad
física de los judíos en Alemania y Austria. La política antijudía seguiría agravándose, con
el inicio de la Segunda Guerra Mundial, en septiembre de 1939.
Al conmemorarse 72º años de esa terrible noche para la humanidad, la Kristallnacht, le
rendimos un homenaje a las víctimas y a los que sobrevivieron a la barbarie nazi.
Señor Presidente, por los motivos expresados, solicito a mis pares la aprobación del
presente Proyecto de Resolución.
Expte: 3660-S-10
Fecha: 20/10/10
PROYECTO DE RESOLUCIÓN
El Senado de la Nación
RESUELVE
Solicitar a la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara
de Diputados de la Nación la incorporación en el Presupuesto General de la Administración
Nacional para el ejercicio 2011, de las partidas necesarias para concretar la obra
denominada “Nuevo Puente Santo Tomé – Santa Fe “.
Rubén Giustiniani
Senador de la Nación
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
La necesidad de otro enlace vial alternativo al viejo puente sobre el Río
Salado, que une las ciudades de Santo Tomé y Santa Fe es un reclamo de toda la
ciudadanía, de los sectores comerciales y empresariales y de las autoridades de ambas
ciudades.
A través de un convenio firmado en el momento de asumir la provincia de
Santa Fe la ejecución de la Ruta Nacional Nº 19, el Estado Nacional se obliga a resarcir a la
provincia a través de la ejecución de la obra del puente entre Santo Tomé y Santa Fe.
Originalmente la obra proyectada tenía un costo estimativo de 420 millones
de pesos y consiste en un puente de cuatro vías, dos por cada sentido y un intercambiador
en el paso sobre la ruta 19. Si bien, el trazado definitivo aún no pudo establecerse, existen
dos alternativas en estudio; la alternativa al norte del actual puente carretero y la alternativa
de la traza sur por la zona de los cuarteles.
La encargada de definir la traza será la Dirección Nacional de Vialidad, por
lo que cuenta con toda la información elaborada por lo técnicos de la provincia, la
Universidad Nacional del Litoral y la Universidad Tecnológica Nacional. Es importante
destacar que si bien, el impacto urbano, social y ambiental es muy fuerte en ambas
ciudades, se convierte en crítico para la ciudad de Santo Tomé.
El futuro puente tendrá un flujo de tránsito pesado nacional e internacional
muy significativo por lo que el estudio de impacto ambiental deberá ser considerado
especialmente y con la necesaria participación de quienes vienen estudiando el tema, como
son los organismos ambientales de ambas municipalidades y la Secretaria de Medio
Ambiente y Desarrollo Sustentable y el Ministerio de Aguas, de la provincia de Santa Fe.
La futura traza que ingrese a la ciudad de Santo Tomé deberá tener las
dimensiones apropiadas para absorber un tránsito de las características descripta y si para
la avenida urbana de ingreso, se recurre a las barandas de hormigón tipo New Jersey (como
tiene la Ruta 168) tiene un impacto muy fuerte. Es como una barrera que corta y que no
permite el paso de peatones, por lo que insistimos en la necesaria participación de los
municipios y los vecinos, en la conciliación entre la solución técnica, ambiental y
urbanística.
Las normas de diseño vial en rutas nacionales de Vialidad Nacional,
establecen distintos parámetros, como anchos de calzada mínimo, espesores para tránsito
determinado, composición de la carpeta, evaluación de las cargas, impacto del clima en los
materiales, situación hídrica de la zona, estos son los elementos que sirven para definir la
solución más apropiada para el paquete estructural y los materiales utilizables. Sin
embargo, en este caso, deberá considerarse en forma especial el nivel de intervención que la
obra representa para el tejido urbano de la ciudad de Santo Tomé.
Insistimos en que una obra tan necesaria y reclamada por los vecinos,
debe ser proyectada de común acuerdo con estos, respetando las evaluaciones técnicas
urbanísticas, ambientales, económicas y regionales de los organismos pertinentes, pero que
la resolución de la ubicación definitiva de la traza, debe respetar la opinión de las
comunidad involucradas.
La Dirección Nacional de Vialidad es la responsable del llamado a
Licitación para el Proyecto y luego para la concreción de la obra propiamente dicha.
Finalmente, entendemos que el nuevo puente carretero no debe ser
considerado como un proyecto vial aislado, sino parte de un sistema urbano integrado, en
este caso por dos ciudades, y su trazado, diseño y construcción debe contener, en términos
urbanos, la menor carga de agresividad posible.
Por los motivos expuestos, solicitamos la aprobación del presente
Proyecto de Resolución.
Expte: 2808-S-10
Fecha: 25/08/10
PROYECTO DE RESOLUCIÓN
El Senado de la Nación
RESUELVE
Articulo 1°: Convocar a la realización del Foro “Aportes para una nueva ley de
educación superior” el que será organizado por la Comisión de Educación y Cultura del
Honorable Senado de la Nación.
Articulo 2°: Tendrá como objetivo enriquecer los proyectos de Ley de Educación Superior
que tienen estado parlamentario al día de la fecha, con los aportes realizados por
miembros de la comunidad educativa.
Articulo 3°: Se convocara a participar del Foro a: Autoridades Educativas Nacionales,
Provinciales; Consejo de Rectores de Universidades Públicas y Privadas; Instituto de
Formación Docente; Organizaciones Gremiales del Sector Docente, No Docente y
Estudiantil; Autoridades Universitarias y de Institutos Educación Superior; Especialistas en
Educación Superior.
Articulo 4°: Se consideraran los siguientes aspectos para el debate:
a) Organismos de articulación y coordinación del sistema de educación superior;
integración regional de la educación superior
b) Gratuidad, Autonomía y Co-Gobierno;
c) Bienestar Universitario;
d) Ingreso, Permanencia y egreso;
e) Financiamiento;
f) Investigación y Extensión;
g) Calidad Educativa;
h) Expansión institucional y creación de nuevas universidades;
Articulo 5°: Comuníquese.-
Rubén Giustiniani – Blanca María Monllau – María Rosa Díaz – Emilio Alberto Rached –
Norma E. Morandini – Liliana T. Negre de Alonso – Samuel Cabanchik – Eugenio J.
Artaza
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente
Durante la década de los noventa asistimos en nuestro país a la retracción del
Estado en su papel protagónico en el sostén de la escuela y la Universidad Pública como
espacio de producción y socialización del conocimiento. Se llevó adelante una campaña de
desprestigio de la educación pública, objetando su “falta de eficiencia” en el uso de los
fondos. El neoliberalismo redujo la agenda al tema del financiamiento y la eficiencia,
equiparando la educación con una función de producción o un “servicio”, centrando su
propuesta en la optimización del costo/producto, y puso en un pie de igualdad la
Educación Pública con la enseñanza privada, negando el enorme valor social e individual
que ésta implica.
Fue así como se implementaron, bajo las recomendaciones de los organismos
financieros internacionales, una serie de herramientas legislativas que produjeron un
impacto devastador en la estructura del sistema educativo nacional. La ley transferencia
de las escuelas a las provincias, la ley federal de educación y la ley de educación superior
constituyeron el marco en el cual se produjo la pérdida de homogeneidad cualitativa del
sistema, agravada aún más por los efectos del modelo económico: tendencia a la
privatización, aumento de deserción, agudización de la función social de las instituciones
educativas y desarticulación del sistema. En este contexto y de espalda a la comunidad
educativa se sancionó la Ley 24.521
En el caso de las Universidades Nacionales, la resistencia de los claustros
universitarios impidió que estas reformas se llevaran hasta sus últimas consecuencias,
ante cada ataque hubo grandes movilizaciones que procuraron preservar el legado
reformista, rasgo distintivo de las universidades argentinas. No obstante este legado fue
permanentemente amenazado por diversas disposiciones de la Ley 24.521: vulneración de
la autonomía, limitaciones al ingreso, apertura al arancelamiento, obligatoriedad de
evaluación y acreditación externa por parte de organismos con fuerte composición política,
entre otras.
En el año 2010 se cumplen quince años desde la sanción de esta norma impuesta
sin consenso con la comunidad universitaria ni con el resto de las fuerzas políticas, que en
el debate parlamentario manifestaron su rotunda oposición a la consagración un marco
legal de espaldas a la universidad.
La sanción de las leyes 26.206 y 26.075, Ley de Educación Nacional y Ley de
Financiamiento Educativo respectivamente, es el puntapié inicial para dar marcha atrás
con aquella política neoliberal. Pero estos avances no son suficientes si no se sanciona una
nueva Ley de Educación Superior. Es imprescindible dar este paso y lograr una ley que
afronte el desafío de universalizar la educación superior, que garantice el derecho a la
Educación Superior consagrándola como un bien social, que haga efectiva la igualdad de
oportunidades garantizando no solo el acceso sino también la calidad educativa. Esto no
sólo es una cuestión de justicia sino una inversión imprescindible para el desarrollo
nacional.
Debemos generar un marco legal que propicie un mayor compromiso de las
Universidades con la sociedad, el mejoramiento de las posibilidades de ingreso y
permanencia de estudiantes provenientes de los sectores menos favorecidos y la
generación de una estrategia en materia de investigación y desarrollo. Ante recursos
presupuestarios insuficientes, nuestro país deberá fijar prioridades, teniendo en cuenta
que la posibilidad de superar sus actuales problemas pasa por la ejecución de un plan
estratégico en el que una inversión apropiada y suficiente en educación es imprescindible.
Poniendo todos estos elementos en el debate, realizamos este Foro “Aportes
para una nueva ley de educación superior”, con la idea de convocar a destacados
especialistas en la materia para contar con su aporte en la elaboración de un proyecto de
nueva Ley de Educación Superior que reemplace a la actual, siendo el resultado de un
fecundo dialogo entre el parlamento y la comunidad educativa.
Decía José Ingenieros “La educación superior no debe mirarse como un privilegio
para crear diferencias a favor de unos pocos elegidos sino como el instrumento colectivo
mas apropiado para aumentar la capacidad humana frente a la naturaleza, contribuyendo
al bienestar de todos los hombres”.
Por todo ello, solicito la aprobación del presente proyecto.
Expte: 1511-S-10
Fecha: 26/05/10
PROYECTO DE RESOLUCIÓN
El Senado de la Nación
RESUELVE
Rendir homenaje al maestro Alfredo Pedro Bravo al haberse cumplido
el 26 de mayo de 2010 el séptimo aniversario de su fallecimiento.
Rubén Giustiniani
Senador de la Nación
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
Este 26 de mayo debemos recordar un nuevo aniversario del
fallecimiento del maestro Alfredo Pedro Bravo, ocurrida en el año
2003. Su figura, siempre presente, se refleja con más fuerza y
protagonismo en estos días en los que conmemoramos el bicentenario
de la Revolución de Mayo.
Su personalidad de hombre público, lleno de pasiones e idealismo, y su
férrea voluntad por transformar la realidad, nos conduce de manera
inevitable a pensarlo como un claro heredero del sacrificio, la
honestidad y la humildad de Manuel Belgrano, y de las ideas de
transformación y progreso, encarnadas por Mariano Moreno en
aquellos tiempos de revolución.
La impronta de mayo sobre la personalidad de Bravo se manifestó
también en su voluntad de hacedor, que lo llevó a cofundar la Central
de Trabajadores de la Educación de la República Argentina, y la
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, y a lograr la unidad
del Partido Socialista, después de casi cincuenta años de estériles
divisiones.
Pocos hombres de nuestra historia encarnaron con la altura de Alfredo
Bravo los ideales de igualdad, libertad y fraternidad esgrimidos por
nuestros próceres de mayo. La defensa de esas ideas, sin duda alguna,
lo llevaron de manera inevitable a resistir la dictadura militar que se
impuso con sangre el 24 de marzo de 1976, con la Constitución
Nacional como su única arma.
Como consecuencia de su militancia por la vigencia de los derechos
humanos, en septiembre de 1977, fue torturado en las cárceles
clandestinas de la dictadura luego de que un grupo de tareas lo
secuestrara de la escuela para adultos donde daba clases.
El reconocimiento en toda América por su labor en defensa de la
educación y de los derechos humanos hizo que la noticia de su
secuestro no pudiera ocultarse, pese al intento de los usurpadores del
poder, y las presiones internacionales, obligaron a la dictadura a
legalizar la situación de Alfredo, y así de desaparecido paso a ser un
detenido a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.
Durante más de un año estuvo en la Unidad 9 de La Plata para luego
pasar a un régimen de prisión domiciliaria.
En 1983, con el retorno de la democracia, el presidente Raúl Alfonsín
lo convocó como extrapartidario para ocupar la Subsecretaría para la
Actividad Docente. En esa función, Alfredo facilitó el reingreso a la
docencia de los cientos de maestros y profesores a los que la dictadura
había cesanteado o que habían tenido que dejar sus cargos para
marchar al exilio.
Fiel a sus ideas y lejos de amar los cargos y honores, al igual que los
revolucionarios de mayo, en 1987, cuando el Poder Ejecutivo impulsó
las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, Alfredo Bravo expresó su
repudio hacia ambas normas y le entregó su renuncia indeclinable al
cargo que ocupaba. Luego, volvió a la escuela primaria a ejercer su
cargo de director.
A partir de allí, con la fuerte convicción de que el sistema democrático
en Argentina reclamaba la presencia de una fuerza socialista madura,
coherente y con capacidad, se incorporó con buena parte de sus
compañeros de la Confederación Socialista Argentina al Partido
Socialista Democrático.
Desde esa fuerza política generó la Unidad Socialista junto al Partido
Socialista Popular, y en 1991 fue elegido diputado nacional por la
Ciudad de Buenos Aires, y paso a formar parte de un bloque
parlamentario en el que junto a Guillermo Estévez Boero y Ricardo
Molinas, también verdaderos representantes del espíritu de mayo, se
opuso a la aplicación de las políticas neoliberales que azotaron a
nuestro país a fin de siglo pasado. Su mandato legislativo fue
renovado en 1995 y en 1999, y en el año 2001 fue elegido senador
nacional, cargo que le fue birlado por prácticas espurias fundadas en
tecnicismos, contrarios a la soberanía de la voluntad popular.
A medida que transcurren los años, y la noticia de su muerte ya es
historia, la figura de Alfredo Bravo, crece y trasciende a los maestros, a
los gremialistas, a los defensores de los derechos humanos, a los
socialistas, a los argentinos, para transformarse en un símbolo de
sacrificio, voluntad, honestidad y coherencia en la lucha por la
transformación de la realidad en busca de una sociedad libre,
igualitaria y fraterna, tal como la soñaron los hombres de mayo.-
Exp. S-1143/2010
4 de mayo de 2010
PROYECTO DE RESOLUCIÓN
El Senado de la Nación
RESUELVE
Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que arbitre los medios conducentes para el
inmediato otorgamiento de la personaría gremial a la Central de Trabajadores
Argentinos (CTA), en cumplimiento con las normas constitucionales y tratados
internacionales que consagran el derecho a asociarse libremente y a la libertad
sindical.
FUNDAMENTOS.
Señor Presidente:
El debate sobre la libertad sindical en la Argentina es de una importancia
fundamental. La necesidad de los trabajadores de organizarse y asociarse para
defender sus derechos es más actual que nunca, y el Estado argentino persiste en
la reiteración de prácticas contrarias a este derecho fundamental –que se
relaciona directamente con el derecho a asociarse libremente– y ha sostenido una
legislación que se enfrenta abiertamente tanto a disposiciones constitucionales
(art. 14 bis de la Constitución Nacional) e internacionales (art. 8 del Protocolo de
San Salvador, arts. 16 y 26 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, art. 8 del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y
aquellas normas específicas de la Organización Internacional del Trabajo –
Convenios 87 y 98 –).
Un movimiento sindical libre y democrático sólo puede desarrollarse dentro de un
clima en el que se respeten y garanticen los derechos fundamentales. La
injerencia del Estado en la vida interna de las organizaciones sindicales, y las
trabas impuestas a los trabajadores para decidir libremente la conformación de
nuevas organizaciones, resultan un escollo que se impone con el fin de debilitar la
capacidad de respuesta de los trabajadores.
La libertad sindical es una manifestación más del derecho a asociarse libremente
con fines ideológicos, culturales y laborales, y aquí “libremente” debe ser
entendido como a salvo de la injerencia indebida de la autoridad estatal. No es
precisamente esta situación la que se verifica en Argentina.
El “modelo sindical” que rige actualmente en el país (ley 23.551 y decreto 467/88)
se caracteriza por la existencia de un régimen de exclusividad, que admite la
coexistencia de sindicatos con personería gremial y sindicatos meramente
inscriptos, pero reserva para los primeros una serie de derechos y privilegios que
vedan, en la práctica, el surgimiento de nuevos sindicatos con capacidad de
acción colectiva.
A diferencia de los sindicatos con personería gremial, los sindicatos simplemente
inscriptos no son titulares de una serie de derechos esenciales, circunstancia que
determina limitaciones insalvables para que desarrollen las atribuciones
reconocidas a las entidades sindicales en el ordenamiento internacional y puedan
cumplir cabalmente con la defensa de los intereses de los trabajadores a los que
representan.
Distintos órganos internacionales, como la Comisión de Expertos en Aplicación de
Convenios y Recomendaciones de la OIT (CACR), han señalado reiteradamente
la contradicción e instado al Gobierno Argentino a modificar la legislación. La
observación más acabada la dio la Comisión de Expertos al decir que “...varias
disposiciones de la ley de asociaciones sindicales 23551 no parecían estar en
conformidad con el convenio 87 sobre Libertad Sindical”.
Por su parte, el Gobierno Argentino se ha comprometido a actuar en
consecuencia. Sin embargo, al día de fecha la situación no se ha modificado, el
expediente por el cual la CTA ha solicitado la personería gremial no ha sido
resuelto, y persisten las violaciones mencionadas.
Por ello, frente a este hecho de innegable gravedad, en cuanto se violan normas
constitucionales e internacionales, solicitamos que se arbitren los medios
necesarios para que se otorgue la personería gremial solicitada.
Exp. S-1119/2010
30 de abril de 2010
PROYECTO DE RESOLUCION
El Senado de la Nación
RESUELVE
Adherir a la Conmemoración del Día Internacional del Trabajador el 1º de Mayo y rendir
homenaje a la memoria de todas aquellas trabajadoras y trabajadores que lucharon por la
justicia social y la igualdad.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El 7 de octubre de 1884, durante el IV Congreso de la Federación de Sindicatos
Organizados y Uniones Laborales de los EE.UU. y Canadá se aprobó una moción
presentada por Gabriel Edmonston por la que se resolvía que “la duración legal de la
jornada de trabajo desde el 1 de mayo de 1886 será de ocho horas” y recomendaba a las
organizaciones sindicales que trataran de hacer promulgar leyes de acuerdo con esta
resolución.
El 1 de mayo de 1886 no menos de 190.000 trabajadores realizaron una huelga en los
Estados Unidos por una jornada más corta, en tanto que otros 150.000 obtenían satisfacción
a sus demandas en ese sentido con la simple amenaza de paro. A fines de ese mismo mes
sectores patronales accedieron en acordar esa jornada legal a otros 50.000 obreros y antes
de que terminara el año, un total de 250.000 trabajadores gozaría de esa conquista. En
algunos lugares hubo represión policial y en Milwaukee, nueve muertos.
Las luchas se sucedieron hasta que el Congreso de la Internacional Socialista, reunido en
París el 14 de julio de 1889, resolvió, que “se organizara una gran manifestación
internacional con fecha fija de manera que, en todos los países y ciudades a la vez, el
mismo día convenido, los trabajadores intimen a los poderes públicos a reducir legalmente
a ocho horas la jornada de trabajo. Visto que una manifestación semejante ya había sido
decidida por la Federación del Trabajo Norteamericana (A.F.L.) para el 1° de mayo de
1890, en su congreso de 1888 en Saint Louis, se adopta esa fecha para la manifestación
internacional.
Han pasado más de 120 años desde aquellos días y hoy más que nunca resulta necesario
revalorizar el sentido histórico de la lucha de aquellos hombres.
Si analizamos la situación de la Argentina actual, encontramos que muchas de las
transformaciones económicas y sociales que fueron la impronta de las décadas de
hegemonía neoliberal en nuestro país, y que han tenido un devastador impacto en la vida de
los trabajadores y sus familias, aun no han sido desmontadas.
La inestabilidad, la informalidad y la precariedad se convirtieron desde entonces en la regla
que aun parece regir el mercado de trabajo. A pesar de los seis años de crecimiento
económico sostenido de la economía que nuestro país experimentó en el período 20032009, se evidenció una seria dificultad para la creación de empleo genuino y digno.
La condición laboral ya no es hoy garantía para no caer en la pobreza, como lo evidencian
el crecimiento de los indicadores de pobreza e indigencia en los últimos tiempos.
El flagelo de la inflación, detrae permanentemente un porcentaje significativo del salario.
De allí que las distintas organizaciones gremiales no cesan en sus permanentes reclamos
por salarios que puedan recuperar su poder de compra. Es decir, salarios que admitan un
nivel de vida digna para el trabajador y su familia.
Miles de trabajadores organizados en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA)
continúan asimismo luchando por la libertad y la democracia sindical, por la libre elección
de los delegados y por el reconocimiento de la personería gremial de sus organizaciones de
acuerdo a los principios establecidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Y nuestros jubilados –la gran mayoría de los cuales cobra la mínima de 895 pesoscontinúan esperando por una norma que plasme en la realidad ese justo reclamo por el 82%
del salario mínimo, vital y móvil que les devuelva la dignidad y les permita salir de la
pobreza.
En este contexto, la inserción por el trabajo debe seguir siendo la piedra angular de la lucha
contra la exclusión. Es necesario poner en marcha un conjunto de acciones estatales
dirigidas a abordar integralmente el problema del empleo en nuestro país. Las políticas
macroeconómicas y las políticas sociales deben ser vistas como componentes de un
programa de mayor amplitud que implique un Estado activo en pos de alcanzar un
crecimiento económico inclusivo y reducir las desigualdades. En este sentido, entendemos
que la generación de empleo debe sostenerse fundamentalmente en una distribución más
equitativa de la riqueza, en la estabilidad laboral, en la inversión en salarios y en
capacitación, y en una reforma previsional integral.
Se hace imprescindible ubicar la cuestión de la inequidad en el centro de los esfuerzos
públicos a fin de recrear una sociedad en donde exista la igualdad efectiva de las mujeres y
de los hombres en todos los dominios de la vida social y política, y en donde el
mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes sea un recorrido constante.
Conmemoramos esta fecha como un día de lucha, pero un día que también nos invita a
reflexionar en torno a cómo construir una sociedad distinta, con igualdad de oportunidades
y, como lo dijo Alfredo Lorenzo Palacios “con justicia social”.
Por las razones expuestas es que solicito al señor presidente, la aprobación del presente
proyecto.
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