CINCO PREGUNTAS - Chasqui de América Latina

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"CINCO PREGUNTAS"
a
CLAUDE COUFFON
Entrevista realizada por Lidia Añaños Galindo.
En mayo 2000.
Es una de las pocas personalidades francesas que puede vanagloriarse de conocer el
mundo literario de América Latina, con sus cualidades y defectos. Los que tuvieron la
oportunidad de tratarlo y gozar de su amistad manifiestan que es simpático, sencillo y
fraternal.
Por sus manos han pasado los escritos más hermosos de la literatura contemporánea y
sus ojos las han recorrido con ese placer y hasta orgullo de ser su primer lector. En su
condición de traductor las aprecia y les acredita un añadido de valor al valor que en sí ya
tienen gracias a esa tarea de desentrañar lo que realmente quieren decir. Traducir una
obra literaria y en especial poesía es un trabajo complejo y sólo los que verdaderamente
la sienten y la aman pueden penetrar en ese lenguaje profundo que va más allá de esos
dibujos formando líneas de escritura. Gracias a la traducción hecha con amor y aprecio es
que muchos de nosotros, los lectores, podemos no sólo conocerlas sino también
disfrutarlas, sentirlas y a su vez trasmitirlas a nuestra memoria con ese mensaje único que
es nuestra propiedad al final. Sabemos también que Claude Couffon es y ha sido el
depositario de obras de muchas figuras literarias, históricas y revolucionarias de América
Latina, honor y confianza más que merecidas. Su presencia en diferentes actos literarios
es siempre apreciada y para nosotros lo es igualmente a través de esta entrevista y van
para él un sincero gracias a nombre de los lectores de El Chasqui.
1.- "El Chasqui de América Latina" ¿ Cuál fue la causa que lo motivó para dedicarse
a los estudios de la poesía hispanoamericana?
Claude Couffon: En 1951, después de unos años de investigaciones en Granada,
publiqué en un gran periódico francés el primer artículo documentado sobre la muerte de
Federico García Lorca. Mi encuesta fue en seguida traducida a varios idiomas y
reproducida más particularmente en los periódicos de América Latina. Y yo - un joven de
25 años – que no había pensado nunca conocer a los grandes escritores españoles y
latinoamericanos, empecé a recibir cartas amistosas y libros de los íntimos de Federico,
mis "dioses" sólo conocidos por lecturas: Neruda, Alberti, Asturias, J.R. Jiménez, los dos
Guillén, el español y el cubano, Cernuda, León Felipe. Todos estaban en el cenit de su
arte. Y decidí dejar de escribir los humildes versos que me salían desde mi juventud para
dedicarme a traducir a mis nuevos "amigos" y difundir en Francia sus obras. Tuve la
suerte de encontrar entonces, gracias a Louis Aragon, al admirable y activo editor de
poesía, Pierre Seghers, que me acordó su confianza y publicó la mayor parte de mis
traducciones asi como mis estudios sobre Lorca, Alberti, Nicolás Guillén y Miguel Angel
Asturias.
2.-"El Ch.de A.L." En tanto que especialista de la poesía hispanoamericana,
¿ Cuáles son a su juicio los más importantes poetas y dentro de los nuevos valores
cuáles son los más prometedores ?
C. C. Siempre tuve una viva admiración hacia los poetas que traduje y que me honraron
con su amistad: Neruda, Asturias, Nicolás Guillén, Jorge Carrera Andrade, Dulce María
Loynaz, Alejandra Pizarnik, Olga Orozco, Jorge Eduardo Eielson, Blanca Varela, y entre
los más jovenes Luis Mizón, Jorge Nájar y Alejandro Calderón. Pero también traduje con
placer a Martín Adán, Gabriela Mistral, José Gorostiza, Jaime Sabines, Eliseo Diego, Elvio
Romero, Roberto Sosa…Hablo aquí de los poetas pero debo a ciertos novelistas, también
íntimos amigos, meses y a veces años de alegre entusiasmo al traducirlos: García
Márquez, Manuel Scorza, Onetti, J.J. Arreola, Monterroso, Jorge Icaza y, recientemente la
mágica novela Los convidados del Volcán de Antonio Sarabia. He traducido unos ensayos
de Sábato, libros de entrevistas de Borges, pero recuerdo con que asombro y emoción
corría mi pluma al trasladar a mi lengua las páginas de Biografía de un cimarrón de Miguel
Barnet o Las Venas abiertas de América latina de Eduardo Galeano.
3.- "El Ch. de A.L." Si de poesía femenina se puede hablar, ¿ Cuáles serían las
poetisas más sobresalientes y entre las de la nueva generación a cuales considera
Ud. con calidad para trascender?
C. C. Hace ya varios años que consagro gran parte de mi actividad de traductor a la
poesía femenina latinoamericana. Fue siempre importante dicha poesía desde Delmira
Agustini y Alfonsina Storni, pero asistimos desde hace dos o tres decenios a una
irresistible ascensión de la lírica femenina, y con un tono contestatorio de emancipación
acertada. La mujer poeta latinoamericana de hoy se atreve a invadir y explorar dominios
desde siempre prohibidos para ella, en particular los del erotismo. Desde su aparición en
la literatura, el erotismo, con el marqués de Sade y otros, era la propiedad privada del
hombre, inspirándole delirios, fantasmas y teorías. La mujer de hoy niega tal exclusividad
y pide la palabra. En la experiencia amorosa, la mujer moderna ya no quiere ser, como lo
imponía la tradición machista, el mero receptáculo del hombre, el objeto suscitando y
recibiendo con más o menos fortuna el efecto producido. Ya no es un elemento pasivo
sino activo, y participa plenamente con su diferencia en la maravillosa búsqueda del
placer, del cual hasta puede ser " La generadora ". Su cuerpo es un crisol de sensaciones
que antes no podía interrogar y que sin embargo ella es la única con capacidad de
expresar, especialmente con la poesía. La mujer que toma posesión de su cuerpo, que lo
celebra en su intimidad más sensual con la vida – a veces con un erotismo solitario u
homosexual – es la que cantan hoy con talento las nuevas creadoras de América latina.
Por ejemplo: Ana Istarú (Costa Rica), Ana María Rodas (Guatemala), Lina Zerón (Méjico),
Lourdes Espínola (Paraguay), Reina María Rodríguez (Cuba), Rosina Valcárcel y Violeta
Barrientos Silva (Perú), Carmen Gloria Berríos (Chile), Angela García (Colombia). Sólo
menciono unos nombres, pero del sur chileno a Méjico el viento erótico femenino sopla
con gracia, humor y autenticidad, llevando los ecos íntimos más secretos y fascinantes.
Pero las nuevas poetisas exploran también otros terrenos. Al traducirlas, penetré el
mundo de los mitos reencontrados con Elsa Cross (Méjico) y Vivian Lofiego (Argentina), el
de los chamanes amazónicos con Diana Lichy (Venezuela), el del destierro femenino con
Myriam Montoya (Colombia) y visité un extraño y prodigioso bestiario con Silvia Eugenia
Castillero (Méjico).
4.- "El Ch. de .A.L." Respecto a los grandes poetas como Huidobro, Rubén Dario,
Neruda y Vallejo para mencionar sólo éstos frente a los poetas contemporáneos,
¿ En qué son diferentes? ¿ Cuáles son los parámetros para medir la calidad poética
entre los unos y los otros? Y ¿ En qué consiste la evolución de los contempóraneos
frente a los valores considerados clásicos?
C.C. Por la edad – 74 años – pertenezco plenamente al siglo XX. La poesía
latinoamericana que me tocó leer, vivir y traducir fue esencialmente humana, y muchas
veces comprometida. El hombre y sus problemas sociales, políticos, económicos, cívicos
y artísticos, ocupaba el centro de cada obra poética. El combate por la dignidad, el fin de
las dictaduras, la justicia social y un porvenir más luminoso para el hombre se unía a la
celebración de la belleza telúrica. Vallejo, Neruda, Nicolás Guillén se leían más que
Lezama Lima o Huidobro. Parece que asistimos hoy a un cambio radical. Es difícil saber
lo que será la poesía del siglo XXI pero empezó hace ya más de un decenio. La
deshumanización está de moda. Lo social, lo político, lo humano han desaparecido.
Muchos poetas se encierran en un yo delirante, un narcisismo a veces muy oscuro. Unos,
con pretenciones de investigación, quieren hacer de la poesía un juego sabio,
matemático, frío y finalmente muy aburrido y pedante. Pero uno se pregunta lo que gana
al leerlos. A mí ese género de libro se me cae enseguida de las manos. Pero, le repito,
soy un hombre del siglo XX y éste ya ha muerto.
5.- "El Ch. de A.L." ¿ Cómo define Ud. un poema de vanguardia frente a un poema
considerado tradicional?
C.C. Con el tiempo, toda poesía de vanguardia se hace clásica, en el sentido noble del
término. Es decir que añade un eslabón a la larga cadena poética anterior y, de hecho,
ininterrumpida. Lo que ocurre es que el poeta de vanguardia piensa que se rebela contra
la generación o las generaciones anteriores y que está en ruptura total con sus
predecesores. ¡ Y no ! sólo respira un aire nuevo, el de su época, que le permite introducir
una creación nueva, muchas veces influenciada por los fenómenos sociales, los credos y
entusiasmos o rechazos pasajeros, las modas. Cuando termina la época, la mayor parte
de lo escrito desaparece con ella y sólo quedan unos nombres con unos pocos textos
para la memoria del futuro. Muchas veces, los que crean un movimiento de vanguardia no
dejan una obra literaria memorable. Son los contempóraneos que se nutren de ella que a
veces crean lo más representativo y duradero. Así, los creadores franceses del
surrealismo son hoy día más rebuscados y mimados por los bibliófilos que por los
verdaderos lectores de poesía. La gran poesía surrealista es española con Vicente
Aleixandre, peruano con Vallejo, César Moro, Martín Adán, Westphalen y Eielson. Y son
dos grandes poetas populares que finalmente nos han dejado sus dos mejores florones
sin querer nunca ser "surrealistas": Rafael Alberti con Sobre los ángeles y Neruda con
Residencia en la tierra.
Extraído de nuestros archivos : Cinco Preguntas .
El Chasqui – año 2000.
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