¿Lees poetas jóvenes? Sí, claro. Aunque a veces para nosotros es complicado, porque los jóvenes nacieron en los noventa, pero yo sigo considerando jóvenes a los que nacieron en los setenta, la generación que está dando bastante y tie- nen una gran vitalidad, ahí incluiría, por ejemplo, a Julian Herbert, Javier Acosta, es una lista enorme, y a esa hay que sumarle los que nacieron en los años ochenta, para encontrarnos con una bibliografía extensa y muy rica que todavía hay que esperar que se depure pero está a la mano del lector. ¿Está destinada la producción editorial de la poesía sólo a las instituciones? Yo creo que la poesía está ahí en las editoriales pequeñas, independientes, alternativas y en las universitarias, que ya no son pequeñas, si atendemos a la experiencia de la UNAM, a la experiencia de la Universidad Veracruzana, al trabajo de universidades como la del Estado de México, y de la misma Autónoma de Nuevo León, porque son universidades cuyo trabajo editorial tiene un impacto importante en el país y el extranjero, con un sistema de distribución, ferias de libros y redes que son verdaderamente envidiables y hacer parte de sus catálogos es importante para cualquier autor. También hay editoriales a nivel internacional que están incluyendo a poetas mexicanos, como Valparaíso, que es binacional entre España y México, que publica autores iberoamericanos. Otro ejemplo es Vaso roto, con autores de todas partes del mundo, y la poesía está encontrando esas alternativas. Sin dejar a un lado las ediciones digitales, que están llegando a un mercado en pleno desarrollo. Twitter: @uyohan Foto: Cortesía Margarito Cuellas dientes, talleres, la posibilidad de crear nuestros propios espacios, en los años setenta y ochenta teníamos foros de reflexión, leíamos poesía en cualquier parte, eso tuvo cierta magia, porque además nos volvió una red solidaria. Esta cuestión de las becas y los premios fue hasta los años noventa; en nuestra juventud tuvimos que picar piedra, pero eso creó bases para lo que vendría después, que también nos ha beneficiado a nosotros. SIGLO NUE V O • 33