Actualización Médica Periódica Número 55 www.ampmd.com Diciembre 2005 ARTICULO DE REVISION Dr. Orlando Quesada Vargas AVANCES EN MEDICINA INTERNA LOS MEJORES MENSAJES DEL 2005 Parte I Atención primaria - Alcoholismo y tratamiento farmacológico de su dependencia Tabaquismo Colesterol HDL y apo A1 Milano Clopidogrel y aspirina además de la terapia fibrinolítica en el tratamiento del infarto del miocardio con elevación del segmento ST Endocrinología y metabolismo - Diabetes e hipertensión arterial Diabetes mellitus y el control de las dislipidemias - Reflujo gastroesofágico Enfermedad acidopéptica Anemia asociada a enfermedad inflamatoria crónica Transfusión en pacientes anémicos en cuidado intensivo - Hiperkalemia Prevención de la nefropatía por medios de contraste (NMC) Neurología - Demencia Cáncer de próstata – PSA Cáncer de mama - Prevención Respiratorio - Hepatitis C Hígado graso no alcohólico y el síndrome metabólico Infectología - Nefrología Oncología Hepatología - Resucitación con volumen - Paro cardiorrespiratorio (PCR) - Migraña: Prevención y fisiopatología Hematología - - - Gastroenterología - pandemia en los humanos Nuevos antibióticos: Fluoroquinolonas Telitromicina Medicina crítica Cardiología - - Trombosis venosa profunda (TVP) y embolismo pulmonar: diagnóstico y tratamiento Reflujo gastroesofágico (RGE) y asma bronquial Reumatología - Artritis reumatoidea y diagnóstico con péptidos citrulinados cíclicos (CCP) Gota articular – Tratamiento Influenza aviaria cepa H5N1 y potencial de 55-12-05-AR www.ampmd.com 1 Atención primaria Alcoholismo y tratamiento farmacológico de su dependencia El alcoholismo plantea un verdadero reto para todos los niveles de la atención médica. El médico ha podido contar con un armamentario muy reducido para el tratamiento de la dependencia al alcohol, incluyendo el disulfiram y más recientemente el naltrexone con el cual se consiguieron resultados sumamente modestos a expensas de un precio muy significativo. Este año la FDA aprobó el acamprosato, fármaco con experiencia importante en Europa y el cual en un ensayo reciente (1) llevado a cabo en pacientes alcohólicos en abstinencia demostró ser útil siempre y cuando el paciente recibiese tratamiento coadyuvante con importante grado de soporte psicosocial. En ausencia de este tipo de ayuda, no se observaron beneficios y hay algunos reportes de ideación suicida aparecieron con el uso de este fármaco (2). En un estudio muy interesante el topiramato se comparó contra placebo en el tratamiento de la dependencia alcohólica. La hipótesis era que a través de este fármaco se consiguiese una inhibición de la liberación de la dopamina en el mesencéfalo. Este fármaco ha sido aprobado para tratamiento de convulsiones, la profilaxis de migraña y se estudia como agente efectivo para conseguir una reducción de peso. El ensayo a doble ciego involucró a más de 150 tomadores crónicos, que después de una prueba de escrutinio negativa toxicológica, fueron incluidos una vez que se descartaron otros trastornos psiquiátricos importantes, síntomas de abstinencia alcohólica significativos, historia de enfermedad renal, convulsiones o hipertensión arterial inestable (3). Los pacientes fueron sometidos durante dos semanas a dosis progresivas de 25 a 400 mg diarios. El fármaco demostró con un significado estadístico muy significativo disminuir el número de bebidas diarias, el número de días en que los pacientes ingerían alcohol de manera importante e incrementó el número de días de abstinencia. Los 55-12-05-AR efectos secundarios más frecuentes reportados incluyeron mareos, retardo psicomotor y pérdida de peso. Este fármaco podrá una vez convalidado este estudio, representar una alternativa útil en el campo de la atención primaria y en el cuido de los alcohólicos. Referencias bibliográficas 1. Overman GP, Teter CJ, Guthrie SK. Acamprosate for the adjunctive treatment of alcohol dependence. Ann Pharmacother. 2003;37:1090-9. 2. Acamprosate campral for alcoholism. Med Lett Drugs Ther. 2005;47:1-3. 3. Johnson BA, Ait-Daoud N, Bowden CL, et al. Oral topiramate for treatment of alcohol dependence: a randomised controlled trial. Lancet. 2003;361:1677-85. Tabaquismo El tabaquismo representa la causa de muerte prevenible más importante en el mundo. Prescribir productos a base de nicotina (parches y/o goma de mascar) así como bupropión, han contribuido a que muchos pacientes dejen de fumar representando lo anterior un aporte significativo de los logros en la atención primaria, con el fin de prevenir toda la gama de complicaciones que éste hábito conlleva. Muchos pacientes han mostrado su interés en obtener información con respecto a los efectos del bupropión, como tratamiento coadyuvante a largo plazo en relación con la prevención de sus recaídas con respecto al tabaquismo. En ese sentido, un estudio multicéntrico se llevó a cabo en adultos interesados en dejar de fumar (1), a los cuales se les suministró durante siete semanas tratamiento con bupropión. Al cabo de ese tiempo aquellos individuos que estaban en abstinencia fueron aleatorizados a recibir el fármaco en forma de liberación prolongada vs placebo durante un año. Al cabo de ese tiempo, los participantes en el estudio fueron seguidos durante un año adicional. Al finalizar el primer año, el grado de abstinencia fue significativamente mayor en aquellos sujetos que recibieron el fármaco (55 vs 42% con un valor de P de 0.008). Un año después de www.ampmd.com 2 haber suspendido el bupropión, la abstinencia fue similar en los dos grupos. Es de interés notar, que la droga contribuyó a atenuar la ganancia de peso asociada con la suspensión del tabaco y que este efecto persistió hasta un año después de haber suspendido el fármaco. Es importante señalar, que los grados de abstinencia fueron independientes de la presencia o no de depresión mayor en el pasado (2). Bupropión está contraindicado en pacientes con historia de anorexia nervosa, bulimia o convulsiones. El comentario editorial de la Edición 13 de esta página web, se dedicó al tabaquismo (3). Referencias bibliográficas 1. Hays JT, Hurt RD, Rigotti NA, et al. Sustained-release bupropion for pharmacologic relapse prevention after smoking cessation. a randomized, controlled trial. Ann Intern Med. 2001;135:423-33. 2. Cox LS, Patten CA, Niaura RS, et al. Efficacy of bupropion for relapse prevention in smokers with and without a past history of major depression. J Gen Intern Med. 2004;19:82834. 3. Quesada O. El tabaquismo causa Nº 1 de muerte prevenible en el mundo. Comentario Editorial, www.ampmd.com, 2002. Cardiología Colesterol HDL y apo A1 Milano Diversas evidencias epidemiológicas han demostrado una correlación inversa entre los niveles de HDL colesterol y el riesgo cardiovascular, especialmente relacionado con ateroesclerosis coronaria. Por cada mg/dL de incremento del HDL el riesgo de eventos cardiovasculares, se estima, disminuyen por un 2 a 3%; recordemos, que la relación de LDL colesterol y el riesgo cardiovascular, es de 1:1. El HDL colesterol parece estar involucrado con el transporte en reversa del colesterol hacia el hígado, poseer importantes propiedades antioxidantes, favorece la 55-12-05-AR producción de óxido nítrico en la pared arterial y posee efectos antiinflamatorios y antitrombóticos (1). Un estudio reciente se enfocó al estudio de una variación genética, de apo A1 Milano (la apo proteína que transporta el HDL), encontrando evidencia de regresión de las placas después de cinco semanas de tratamiento con esta variante (2). La apo A1 Milano, parece poseer propiedades intrínsecas importantes para favorecer el transporte de colesterol en reversa. Aproximadamente 40 personas en Italia fueron encontradas como portadoras de esta variante genética, la mayor parte de las cuales cursaba con HDL relativamente disminuido, a pesar de lo cual no presentaban evidencias de ateroesclerosis y cursaban con importante longevidad. Se han estudiado diversos compuestos orales llamados CETP por sus siglas en inglés que implican proteínas que transfieren éteres de colesterol en ensayos fase III. Estudios previos sugieren que estos inhibidores pueden incrementar los niveles de HDL hasta un 50 a 70% concomitante con un descenso de los niveles de LDL. Combinaciones de estatinas e inhibidores tipo CETP, pueden reducir la relación LDL:HDL a una cifra cercana a 1. Los ensayos en fase III están evaluando el grosor de la íntima y la media de las carótidas para determinar la utilidad de estos compuestos dentro de la progresión natural de la ateroesclerosis. Elevar los niveles de HDL al mismo tiempo que se disminuye los de LDL, podría aportar un beneficio significativo al que se obtiene únicamente por el descenso de LDL. Recordermos, que la niacina es el fármaco que consigue los máximos incrementos de HDL con el armamentario terapéutico disponible. Referencias bibliográficas 1. Young CE, Karas RH, Kuvin JT. High-density lipoprotein cholesterol and coronary heart disease. Cardiol Rev. 2004;12:107-19. 2. Nissen SE, Tsunoda T, Tuzcu EM, Schoenhagen P, Cooper CJ, Yasin M, et al. Effect of recombinant ApoA-I Milano on coronary atherosclerosis in patients with acute coronary www.ampmd.com 3 syndromes: a randomized 2003;290:2292-300. controlled trial. JAMA. Clopidogrel y aspirina además de la terapia fibrinolítica en el tratamiento del infarto del miocardio con elevación del segmento ST Una proporción significativa de los pacientes que reciben tratamiento con terapia fibrinolítica, para el infarto de miocardio con elevación del segmento ST, no consiguen una reperfusión adecuada y la arteria involucrada permanece ocluida de manera total o casi total. Lo último conlleva a un aumento significativo del riesgo para complicaciones y para incrementar la mortalidad. Un estudio multicéntrico reciente (1) reportó que en más de 3,400 pacientes que se presentaron en las primeras doce horas después de un infarto agudo del miocardio, con elevación en el segmento ST, fueron aleatorizados para recibir clopidogrel 300 mg en dosis de carga seguidos por 75 mg diarios vs placebo. Los pacientes habían recibido tratamiento fibrinolítico, aspirina y la mayoría heparina administrada de acuerdo a su peso corporal con el fin de evitar al máximo las complicaciones de sangrado, especialmente en el sistema nervioso central. El punto primario de análisis lo constituía la persistencia o no de oclusión en la arteria afectada definida por un flujo grado 0 a 1, por angiografía, la muerte o la recurrencia del infarto previo a las angiografías correspondientes. Los resultados en relación al punto de análisis primario indicaron una reducción del riesgo absoluto del 6.7% a favor del grupo que recibió clopidogrel. Al mes, la terapia con clopidogrel redujo el punto de análisis que incluyó muerte por enfermedad cardiovascular, recurrencia del infarto del miocardio o de isquemia recurrente, la cual conllevaba a la necesidad de revascularización urgente por un margen de hasta un 20%. 55-12-05-AR Como se comenta en un comentario editorial aparecido en ese mismo número (2), el aspecto más llamativo se circunscribía al hecho de que el clopidogrel es más sencillo de administrar y mucho menos costoso que los inhibidores de glicoproteína IIb-IIIa, pudiendo por lo tanto, representar un enorme atractivo para aquellos pacientes que reciban tratamiento fibrinolítico para esta variante de síndrome coronario agudo. Llamó la atención, sin embargo, de que la mortalidad en ambos grupos fue sumamente baja y probablemente representaron pacientes de riesgo significativamente menor que los que habitualmente se tratan en la práctica diaria. Es más, se ignora si el clopidogrel sería beneficioso cuando se tengan contempladas estrategias invasivas agresivas (angioplastías primarias) para la mayoría de los pacientes (1). Referencias bibliográficas 1. Sabatine MS, Cannon CP, Gibson M, et al. Addition of clopidogrel to aspirin and fibrinolytic therapy for myocardial infarction with ST-segment elevation. N Engl J Med. 2005; 352:1179-89. 2. Lange RA, Hillis LD. Concurrent antiplatelet and fibrinolytic therapy. N Engl J Med 2005; 352:1248-50. Endocrinología y metabolismo Diabetes e hipertensión arterial La estrategia que conlleve a un tratamiento óptimo antihipertensivo en los pacientes diabéticos permanece como un tema controversial. Tres estudios recientes son dignos de destacarse por la importancia que los mismos conllevan para facilitar las decisiones que se involucran con este importante tema. En el estudio BERGAMO (1) se analizaron a más de 1,200 diabéticos normoalbuminúricos para comparar el tratamiento con un inhibidor de la ECA vs verapamil o terapia combinada. El punto primario de análisis fue el desarrollo de microalbuminuria. Después de los ajustes correspondientes, trandolapril que fue el inhibidor de la ECA empleado, por sí solo o www.ampmd.com 4 como parte de la terapia combinada retardó la aparición de la microalbuminuria por un margen de 2.1 a 2.6 veces menos respectivamente. En otro estudio por Barnett y colaboradores (2), un ARA-2 (telmisartán) y un inhibidor de la ECA (enalapril) fueron comparados en 250 pacientes diabéticos tipo 2 con hipertensión arterial leve a moderada y cuya filtración glomerular de base era mayor de 70 mL/min/1.7m² de superficie corporal. El punto primario de análisis fue el cambio en la filtración glomerular. No hubo diferencias estadísticamente significativas y por lo tanto, el ARA-2 no es inferior a los inhibidores de la ECA en este escenario clínico. Por último y dentro de las normas de la Asociación de Diabetes Americana, Arauz y colaboradores publican con respecto al manejo de la hipertensión en los diabéticos, que para aquellos individuos con nefropatía clínica incluyendo microalbuminuria, tanto los inhibidores de la ECA (para diabetes tipo I y 2) como los ARA-2 (para diabéticos tipo 2) deben considerarse como los agentes de primera línea para la progresión de la nefropatía. Otras estrategias adicionales incluyeron la adición de diuréticos y/o βbloqueadores, dejando a los calcio antagonistas como drogas de segunda línea (3). Referencias bibliográficas 1. Ruggenenti P, Fassi A, Ilieva AP, et al. Preventing microalbuminuria in type 2 diabetes. N Engl J Med. 2004;351:1941-51. 2. Barnett AH, Bain SC, Bouter P, et al. Angiotensin-receptor blockade versus converting-enzyme inhibition in type 2 diabetes and nephropathy. N Engl J Med. 2004;351:1952-61. 3. Arauz-Pacheco C, Parrott MA, Raskin P. Hypertension management in adults with diabetes. Diabetes Care. 2004 Jan;27 Suppl 1:S65-7. Diabetes mellitus dislipidemias y el control de las El significado que dentro de la enfermedad cardiovascular ateroesclerosa ha alcanzado 55-12-05-AR la diabetes ha hecho que se enfoque una atención creciente en los factores de riesgo que cursan concomitante con esta importante entidad. De manera importante destaca el control estricto que sobre los lípidos debe tenerse en los pacientes diabéticos, al ser considerados éstos como equivalentes de haber tenido un evento cardiovascular previo. En el estudio CARDS (1) los autores concluyeron de que un umbral específico para alcanzar un colesterol LDL e iniciar el tratamiento con estatinas es innecesario en los diabéticos y que, por lo tanto, el cuestionamiento debe ser más bien, cuáles diabéticos tendrían un riesgo tan bajo como para no ameritar tratamientos con estatinas, lo cual podría por lo tanto ser la rutina. Por otro lado, bien conocemos la trascendencia alcanzada por el estudio de protección del corazón (2), en la que se concluyó que la terapia con estatinas fue extraordinariamente beneficiosa para pacientes diabéticos, aún sin enfermedad coronaria conocida y exhibiendo niveles normales de colesterol; el beneficio se obtuvo sin importar el nivel base de colesterol y por lo tanto, la terapia con estatinas debe considerada de rutina para todos los diabéticos que exhiban un riesgo importante a moderado de eventos cardiovasculares. Basados en estos estudios la Asociación de Diabetes Americana ha actualizado las guías de manejo de lípidos para los pacientes diabéticos. De acuerdo a las mismas, aquellos sujetos mayores de 40 años de edad que tienen un colesterol total mayor de 135 y que no presentan enfermedad cardiovascular obvia, deben recibir estatinas hasta conseguir una meta de LDL de un 30 a 40% de reducción, sin importar el nivel base de LDL colesterol. La meta principal permanece manteniendo un LDL colesterol de menos de 100 mg/dL. Para aquellos individuos diabéticos jóvenes menores de 40 años de edad que exhiben un riesgo importante de enfermedad cardiovascular, ya sea por la presencia de otros factores de riesgo o por la longevidad de la diabetes y que no consigan las metas de lípidos www.ampmd.com 5 mediante cambios en los estilos de vida, debe agregarse tratamiento farmacológico hasta alcanzar un LDL colesterol menor de 100 mg/dL. Por último, todos los pacientes diabéticos con enfermedad cardiovascular presente, deben ser tratados con una estatina; además, la meta debe ser un colesterol LDL menor de 70 mg/dL. Referencias bibliográficas 1. Colhoun HM, Betteridge DJ, Durrington PN, et al. Primary prevention of cardiovascular disease with atorvastatin in type 2 diabetes in the Collaborative Atorvastatin Diabetes Study (CARDS): multicentre randomised placebo-controlled trial. Lancet. 2004;364:685-96. 2. Collins R, Armitage J, Parish S. MRC/BHF Heart Protection Study of cholesterol-lowering with simvastatin in 5963 people with diabetes: a randomised placebo-controlled trial. Lancet. 2003;361:2005-16. 3. American Diabetes Association.Standards of Medical Care in Diabetes. Diabetes Care. 2005;28:S4-S36. Gastroenterología Reflujo gastroesofágico La relación entre infección con Helicobacter pylori y reflujo gastroesofágico (RGE) se ha tornado controversial. Algunos estudios han mostrado mejoría y otros empeoramiento de los síntomas debidos al reflujo una vez tratada la infección. Sin embargo, un ensayo retrospectivo reciente demostró que la erradicación de esta bacteria condujo a una mejoría endoscópica en cuanto a la magnitud de la esofagitis en pacientes con úlcera duodenal concomitante (1). Por otro lado, recordemos que un 40 a 90% de los pacientes con RGE no complicado, responden a la terapia empírica con bloqueadores de bomba de protones. A pesar de lo anterior, algunos de estos sujetos pueden a su vez beneficiarse por un efecto placebo o pueden ser a su vez portadores de otros desórdenes ácido-pépticos incluyendo la misma úlcera péptica o la dispepsia no ulcerosa. Una revisión reciente comparó la eficacia, prevención de las complicaciones, perfil de 55-12-05-AR seguridad, conveniencias así como costos en relación con la terapia médica vs la quirúrgica en pacientes con RGE sugiriendo que la cirugía no ofrecía claras ventajas al compararlas con la terapia médica y que ésta última era más segura y menos costosa (2). El tratamiento endoscópico del RGE es promisorio, aunque publicaciones recientes en relación con la modalidad de radiofrecuencia, no son suficientes para establecer un patrón definitivo de eficacia, seguridad y análisis de costo-beneficio (3). Aproximadamente un 50% de los pacientes que presentan signos laringoscópicos, que sugieran ser secundarios a RGE, no responden a la terapia agresiva con bloqueadores de bomba de protones como tampoco presentan anomalías en el monitoreo continuo del pH esofágico (4). Sin embargo, debe tenerse presente que una terapia intensa con una dosis cada 12 horas puede ser necesaria durante cuatro meses para demostrar mejoría laringoscópica en pacientes con patología laríngea debida a RGE. Referencias bibliográficas 1. Ishiki K, Mizuno Mizuno M, Take S, et al. Helicobacter pylori eradication improves pre-existing reflux esophagitis in patients with duodenal ulcer disease. Clin Gastroenterol Hepatol. 2004;2:474-9. 2. Spechler SJ. Medical or invasive therapy for GERD: an acidulous analysis. Clin Gastroenterol Hepatol. 2003;1:81-8. 3. Galmiche JP, Bruley des Varannes S. Endoluminal therapies for gastro-oesophageal reflux disease. Lancet. 2003;361:1119-21. 4. Vaezi MF, Hicks DM, Abelson TI, et al. Laryngeal signs and symptoms and gastroesophageal reflux disease (GERD): a critical assessment of cause and effect association. Clin Gastroenterol Hepatol. 2003;1:333-44. Enfermedad acidopéptica Cepas de Helicobacter pylori resistentes a múltiples antibióticos están en crescendo alrededor del mundo, representando una barrera significativa para la erradicación exitosa de esta bacteria como causa primaria de la enfermedad acidopéptica. A pesar de la aparición de nuevas estrategias para la www.ampmd.com 6 detección y el tratamiento del H. pylori, nuevas estrategias están siendo desarrolladas. Para aquellos pacientes que no se han beneficiado de uno o más regímenes de erradicación, se ha demostrado una mayor eficacia (70%) con un régimen triple consiste en levofloxacina, amoxicilina y un inhibidor de la bomba de protones en comparación con el régimen tradicional, consistente en tetraciclina, metronidazol, subcitrato de bismuto y el inhibidor de la bomba de protón (1). Un artículo reciente llamó la atención, en relación a que el uso previo de cualquier macrólido por cualquier indicación o del metronidazol en el pasado, predice para ambos, resistencia in vitro y fallas al tratamiento cuando se intente erradicar H. pylori, especialmente aquellos regímenes en los cuales se prescriba claritromicina (2). Si contaramos con pruebas de sensibilidad, se ha demostrado que las mismas serían más eficaces y más costo-efectivas al compararlas con la terapia estándar triple diseñada al azar para erradicar esta bacteria (3). Referencias bibliográficas 1. Bilardi C, Dulbecco P, Zentilin P, et al. A 10-day levofloxacin-based therapy in patients with resistant Helicobacter pylori infection: a controlled trial. Clin Gastroenterol Hepatol. 2004;2:997-1002. 2. McMahon BJ, Hennessy TW, Bensler JM, et al. The relationship among previous antimicrobial use, antimicrobial resistance, and treatment outcomes for Helicobacter pylori infections. Ann Intern Med. 2003;139:463-9. 3. Romano M, Marmo R, Cuomo A, et al. Pretreatment antimicrobial susceptibility testing is cost saving in the eradication of Helicobacter pylori. Clin Gastroenterol Hepatol. 2003;1:273-8. En un estudio reciente, en voluntarios sanos a los cuales se les administró interleucina-6, se logró demostrar que se incrementaba significativamente los niveles urinarios de hepcidina. A la vez, esta interleucina actúa directamente en los hepatocitos estimulando la producción del aminoácido regulador (1). Ha llamado la atención que otras citocinas proinflamatorias no parecen poseer estos mismos atributos, ya que no estimulan la síntesis de hepcidina y algunas como el factor de necrosis tumoral, de hecho la inhiben. Es más, los niveles de hepcidina no parecen estar sujetos a la magnitud de las reservas de hierro. En sujetos sanos en quienes se les administró hierro oral, ocurre un rápido incremento en los niveles de hepcidina urinario mucho antes de que el hierro es almacenado. Para un futuro, los niveles urinarios de éste aminoácido podrían ser útiles para dilucidar el diagnóstico de anemia asociada a enfermedad inflamatoria crónica y distinguirla especialmente de aquellos casos de anemias microcíticas hipocrómicas secundarias a carencia de hierro o a otras etiologías. Referencia bibliográfica 1. Nemeth E, Rivera S, Gabayan V, et al. IL-6 mediates hypoferremia of inflammation by inducing the synthesis of the iron regulatory hormone hepcidin. J Clin Invest. 2004;113:1271-6. Transfusión en pacientes cuidado intensivo Hematología Anemia asociada a enfermedad inflamatoria crónica La hepcidina es un péptido de 25 aminoácidos, recientemente identificado como responsable y/o mediador de la anemia 55-12-05-AR asociada a los procesos inflamatorios crónicos. Hepcidina es una pequeña molécula que se filtra libremente en los glomérulos renales e inhibe la absorción de hierro en la porción superior del intestino delgado y disminuye la liberación del mismo en los macrófagos. anémicos en La anemia es un hallazgo común en pacientes críticamente enfermos como resultados de su enfermedad de fondo y consecuencia de las flebotomías a que estos sujetos se ven expuestos. La validez de la www.ampmd.com 7 transfusión sanguínea en esta población en específico se desconoce. A pesar de haber sido publicado hace casi tres años, los estudios de Vincent y colaboradores siguen conmoviendo a la literatura, al representar un ensayo prospectivo que cuestionó la utilidad de la transfusión rutinaria en pacientes críticamente enfermos. Ellos encontraron que el número de admisiones y la mortalidad global, fue 50% superior en pacientes que recibieron transfusiones al compararlo con pacientes que no lo fueron, 29% vs 14.9%. El incremento en la mortalidad ocurrió independiente de la magnitud de disfunción de daño en los diversos órganos vitales. El criterio empleado para transfundir a los pacientes en éste estudio fue un promedio de hemoglobina cercano a 8 g/dL. Este estudio, llamó por lo tanto la atención a los clínicos, en relación a la práctica de transfusión rutinaria en éste escenario clínico haciendo necesario la elaboración de ensayos prospectivos aleatorizados para definir el rol exacto de la transfusión en esta población. Referencia bibliográfica 1. Vincent JL, Baron JF, Reinhart K, et al. Anemia and blood transfusion in critically ill patients. JAMA. 2002;288:1499-507. Hepatología Hepatitis C La infección por el virus de la hepatitis C (HCV) representa una de las pocas infecciones virales crónicas a las cuales el médico puede aspirar a una supresión de la replicación viral y a una erradicación de la infección. El avance reciente más significativo en relación con la terapia del HCV, fue el desarrollo de la interferón pegilado. Este agente posee la capacidad de conseguir una respuesta virológica sostenida en un porcentaje que oscila de 50 al 80% de los pacientes tratados, dependiendo del fenotipo y cuando se combina con ribavirina, actualmente representan el régimen de elección para el tratamiento de la HCV (1). La historia natural de esta infección puede 55-12-05-AR ser muy larga y relativamente benigna. Por lo tanto, el decidir cuando iniciar un tratamiento incluye un análisis cuidadoso de los riesgosbeneficios, tomando en cuenta no solo una historia clínica cuidadosa sino a la vez la condición socio-económica del paciente, sus condiciones comórbidas y los hallazgos de la biopsia de hígado, especialmente el grado de fibrosis hepática. Aquellos pacientes con evidencia de fibrosis progresiva, en ausencia de contraindicaciones absolutas, no se les debe negar la terapia. Por el contrario, aquellos casos con hallazgos histológicos leves, la motivación global del paciente y el tipo de genotipo jugarán un rol fundamental para decidir la modalidad de tratamiento. Recordemos que los genotipos II y III son los que mejor responden a la terapia combinada al compararlos con el genotipo I. Dentro de los nuevos agentes adyuvantes a la terapia combinada que se están probando, se incluyen a la amantadina y a la timalfasina, un análogo sintético de la timocina. Esta última ha sido aprobada en varios países pero no aún en los Estados Unidos de Norteamérica. Dentro de las terapias en investigación, se encuentran los ensayos con anticuerpos humanos monoclonales, el uso de fragmentos de anticuerpos humanos dirigidos contra la helicase del HCV, el empleo de oligonucleótidos y el uso de ribosimas nucleasa resistentes dirigidos contra el ARN del HCV (2). Referencias bibliográficas 1. Ferenci P. Treatment of Chronic Viral Hepatitis. Best Prac Res Clin Gastro. 2004;18:113-120. 2. Foster GR. Past, present and future of hepatitis C treatments. Sem Liver Dis 2004; 24 Suppl 2:97-104. Hígado graso no alcohólico y el síndrome metabólico El hígado graso no alcohólico (NAFLD) representa actualmente la hepatopatía más frecuente en muchos países desarrollados y se considera que su prevalencia se incrementará a la luz de que en algunos países hasta un 65% de la población www.ampmd.com 8 presenta un índice de masa corporal superior a 25. Este síndrome abarca un espectro de lesión que va desde la esteatosis simple, para evolucionar hacia la esteatohepatitis, fibrosis y culminar en la cirrosis hepática. Un estudio reciente examina personas con elevación de las aminotransferasas en los Estados Unidos; 69% de los cuales tenían incrementos inexplicados (en ausencia de hepatopatía alcohólica, infección viral o hemocromatosis) (1). La mayoría de estos casos se asociaban con adiposidad central y muchos de los rasgos del síndrome metabólico, sugiriendo un ligamen entre ambas entidades sindromáticas. Es más, en un 10 a 17% de las personas con elevación inexplicada de las transaminasas, presentaban cirrosis no diagnosticada o grados significativos de fibrosis y la incidencia de estos hallazgos histológicos va directamente relacionada con la magnitud de la obesidad concomitante. Existen pocas modalidades de tratamiento que hayan sido empleadas para modificar la historia natural de éste síndrome y aunque muchos agentes han mejorado el nivel de aminotransferasas, las mejorías histológicas han sido la excepción (2). Un estudio reciente comparó la administración de vitamina E en un brazo vs la administración de éste agente junto con pioglitazone, mostrando mejoría los hallazgos histológicos en los pacientes con NAFLD que fueron sujetos a la terapia combinada (3). Estos hallazgos deben ser confirmados por ensayos aleatorizados con muestras de población mucho más significativas. En el interim, estos pacientes deben recibir las vacunas correspondientes disponibles contra la hepatitis A y B, evitar el alcohol, los fármacos y/o sustancias hepatotóxicas e intentar una reducción importante de peso. Una atención cuidadosa debe darse en la búsqueda y control de todos los elementos que componen el síndrome metabólico cardiovascular (4,5). Referencias bibliográficas 1. Clark JM, Brancati FL, Diehl AM. The prevalence and etiology of elevated aminotransferase levels in the United States. Am J Gastroenterol. 2003;98:960-7. 55-12-05-AR 2. Harrison SA, Neuschwander-Tetri BA. Pharmacologic management of nonalcoholic fatty liver disease. Clin Liver Dis. 2004;8:715-28, xii. 3. Sanyal AJ, Mofrad PS, Contos MJ, et al. A pilot study of vitamin E versus vitamin E and pioglitazone for the treatment of nonalcoholic steatohepatitis. Clin Gastroenterol Hepatol. 2004;2:1107-15. 4. Quesada O. Hígado graso no alcohólico. Parte I Artículo de Revisión, Edición 5, www.ampmd.com, 2002. 5. Quesada O. Hígado graso no alcohólico. Parte II. Artículo de Revisión, Edición 5, www.ampmd.com, 2002. Infectología Influenza aviaria cepa H5N1 y potencial de pandemia en los humanos Un brote de influenza aviaria debida a la cepa H5N1 ha afectado a millones de aves en el continente asiático y se ha transformado en un tópico de interés universal, ya que la misma puede representar una virtual pandemia que afecte a los humanos y la cual no se vería influenciada con las vacunas disponibles ni con los antiguos antivirales, incluyendo la amantadina o la rimantadina. Ya se han llevado a cabo embargos en relación con los diferentes productos de las regiones afectadas y se ha documentado transmisión letal del virus a un número relativamente bajo de personas. A pesar del reducido número de pacientes afectados a la fecha, ha llamado la atención la alta mortalidad (hasta un 72%). Algunos detalles interesantes que no habían sido previamente puestos en evidencia, incluyen la inversión del importante de los linfocitos CD4-CD8 y la profunda linfocitopenia que apareció en algunos de estos pacientes previo al desarrollo del síndrome de “distréss” respiratorio agudo, frecuentemente asociado con hemorragia pulmonar. Es de hacer notar, que a pesar de que estos pacientes fallecieron, muchos de ellos fueron tratados con oseltamivir relativamente en forma tardía (1). La primera transmisión directa de la cepa H5N1 de las aves a los humanos, se documentó en la epidemia de Hong Kong en www.ampmd.com 9 1999. El número de pacientes afectados fue muy escaso, pero la mortalidad muy alta. Es de llamar la atención, que la transmisión secundaria entre humanos no fue observada. Los virus de la influenza aviaria típicamente afectan las aves y los cerdos, más que a los humanos. Sin embargo, ha sido notorio en las diferentes pandemias de influenza aviaria, de que estos virus pueden virar en cuanto a su patogenicidad de manera extraordinariamente rápida hasta adquirir una enorme virulencia habiendo matado a millones de animales. La cepa actual H5N1, se ha reportado de preferencia en los patos salvajes, los cuales excretan el virus en las heces en grandes cantidades, contaminando grandes reservorios de agua y transformando a estas aves en los reservorios más importantes de esta infección. A pesar de que los virus de la influenza aviaria se transmiten de manera ineficiente a los humanos, el hecho de infectar a los cerdos y a otros huéspedes intermediarios, harían que los humanos podrían coinfectarse con cepas de tipo humano y aviario, un “reassortment” podría ocurrir y la cepa aviaria tornarse transmisible de humano a humano, reteniendo sus antígenos, los cuales serían diferentes a las cepas conocidas por los humanos. A través de la determinación de la secuencia de nucleótidos, la pandemia en los humanos más importante ocurrida en los años 1918 y 1919, que se estima mató a más de 40 millones de personas alrededor del mundo, ocurrió por este mecanismo de “rearreglo” entre estas cepas virales y fue introducido de los cerdos a los humanos. Por este motivo, es que se recomienda, especialmente a las personas más susceptibles, la vacuna anual contra influenza tipo A y la quimioprofilaxis correspondiente cuando la misma esté indicada. Es de hacer notar, que la influenza humana afecta a miles de millones de personas anualmente durante los meses del invierno en ambos hemisferios, acarreando 55-12-05-AR una morbimortalidad significativa. En los pocos casos reportados en los humanos no existió transmisión hacia el personal médico que trató a estos pacientes (2). Si el virus llega a adquirir la capacidad de poderse transmitir entre los humanos, la vacuna actual no conferiría ninguna protección significativa y a través de la secuencia de nucleótidos, se estimaría que la cepa sería resistente a la amantadina y a la rimantadina pero probablemente el tratamiento con el inhibidor de la neuraamidasa oseltamivir o el zanamivir podrían ser efectivos (3). Referencias bibliográficas 1. Chotpitayasunondh T, Ungchusak K, Hanshaoworakul W, et al. Human disease from influenza A (H5N1), Thailand, 2004. Emerg Infect Dis. 2005;11:201-9. 2. Liem NT, Lim W; World Health Organization International Avian Influenza Investigation Team, Vietnam. Lack of H5N1 avian influenza transmission to hospital employees, Hanoi, 2004. Emerg Infect Dis. 2005;11:210-5. 3. Centers for Disease Control and Prevention.www.cdc.gov/flu/avian/outbreaks/asia.htm (last accessed July 28, 2005). Nuevos antibióticos: Fluoroquinolonas Las fluoroquinolonas con actividad predominante en el árbol respiratorio más recientemente introducidas al armamentarium terapéutico, han sido la gemifloxacina, la moxifloxacina y la gatifloxacina, todas mostrando una actividad in vitro superior contra Pneumococcus resistente a la penicilina en relación con las fluoroquinolonas previas. Todos estos productos han sido aprobados para pacientes externos u hospitalizados con neumonía adquirida en la comunidad de intensidad leve a moderada o para pacientes con exacerbaciones agudas de bronquitis crónica. Todas pueden administrarse por vía oral y gatifloxacina y moxifloxacina están disponibles para uso intravenoso (1) Gatifloxacina se le ha asociado recientemente con hipoglicemia severa en pacientes con diabetes tipo 2, www.ampmd.com 10 supuestamente a través de un incremento en la secreción de insulina (2,3). En otros reportes por el contrario, este fármaco se ha asociado con hiperglicemia cuyo mecanismo fisiopatológico se desconoce (4). Referencias bibliográficas 1. Ball P, Mandell L, Patou G, et al. A new respiratory fluoroquinolone, oral gemifloxacin: a safety profile in context. Int J Antimicrob Agents. 2004;23:421-9. 2. Khovidhunkit W, Sunthornyothin S. Hypoglycemia, hyperglycemia, and gatifloxacin. Ann Intern Med. 2004;141:969. 3. LeBlanc M, Belanger C, Cossette P. Severe and resistant hypoglycemia associated with concomitant gatifloxacin and glyburide therapy. Pharmacotherapy. 2004;24:926-31. 4. Donaldson AR, Vandiver JR, Finch CK. Possible gatifloxacin-induced hyperglycemia. Ann Pharmacother. 2004;38:602-5. Telitromicina El incremento en Pneumococcus resistentes a la penicilina en muchos países se ha acompañado de una resistencia a otros fármacos incluyendo a los macrólidos (eritromicina, azitromicina, claritromicina y clindamicina) e incluso al trimetoprim sulfametoxazole (1). La telitromicina es el primer quetólido en el mercado que se semeja en mucho a los macrólidos. Este fármaco no es afectado por algunos de los mecanismos que determinan la resistencia a los Pneumococcus y por lo tanto, podría ser útil para las mismas indicaciones que se consignaron para la gatifloxacina en el capítulo anterior. La droga está disponible por vía oral para ser administrada en una dosis diaria, siendo su efecto colateral más frecuente la diarrea. Algunos pacientes reportan mareos, cefalea, náuseas, vómitos y dificultad visual para los mecanismos de refracción (2). Referencias bibliográficas 1. Karchmer AW. Increased antibiotic resistance in respiratory tract pathogens: PROTEKT US--an update. Clin Infect Dis. 2004;39 Suppl 3:S142-50. K, Noble S. Telithromycin. Drugs. 2. Wellington 2004;64:1683-94. 55-12-05-AR Medicina crítica Resucitación con volumen El empleo de cristaloides o coloides durante la resucitación de volumen en el paciente críticamente enfermo, ha sido un tema extensamente controversial durante los últimos años. El análisis de estudios a través de metaanálisis, incluyendo aquellos con pequeñas muestras de pacientes, sugerían que no existían diferencias entre estas modalidades de tratamiento, aunque sugerían un pronóstico más sombrío en los pacientes con sepsis tratados con albúmina. El mayor estudio publicado, involucró a más de 7,000 pacientes en un diseño aleatorizado para comparar albúmina al 4% con solución salina en unidades de cuidado intensivo de centros académicos de referencia terciaria (1). Se incluyeron enfermos con diversos diagnósticos, incluyendo un 17% de los pacientes con politrauma y un porcentaje similar con sepsis severa. El punto primario de análisis, la mortalidad a 28 días fue idéntica, de un 21% en los dos brazos del estudio. No existieron diferencias en los puntos secundarios de análisis incluyendo el tiempo que permanecieron los pacientes en ventilación mecánica y el número de días de estancia hospitalaria o en las unidades de cuidado intensivo. Los pacientes en el grupo con solución salina requirieron un incremento significativo en la magnitud de los líquidos comparados con el grupo de albúmina cuando se analizaron los primeros dos días de tratamiento. El riesgo relativo de muerte para pacientes politraumatizados fue de 1.36 para el grupo de albúmina, especialmente aquellos pacientes que presentaban traumatismo craneoencefálico asociado. Para pacientes con sepsis severa, el riesgo relativo de muerte en el grupo tratado con solución salina fue de 1.15 comparado con el grupo tratado con albúmina. Estas diferencias no alcanzaron significado estadístico pero necesitan convalidarse con estudios futuros. www.ampmd.com 11 Referencias bibliográficas 1. Finfer S, Bellomo R, Boyce N, et al. A comparison of albumin and saline for fluid resuscitation in the intensive care unit. N Engl J Med. 2004;350:2247-56. Paro cardiorrespiratorio (PCR) La muerte súbita de origen cardiaca generalmente involucra pacientes coronariópatas en quienes desafortunadamente un paro cardiaco es la primera manifestación de su enfermedad de fondo en el 50% de los casos. Un 80% de los casos de muerte súbita de origen cardiaco ocurren en la comunidad (fuera del hospital). A pesar de que la sobrevida de estos pacientes es precaria, los mejores resultados se han conseguido en relación con tres hechos fundamentales: acceso pronto a una unidad de cuido médico, resucitación cardiopulmonar inmediata y defibrilación temprana. De estos factores, el más importante para conseguir una resucitación exitosa lo constituye el tiempo que transcurre entre el evento y la desfibrilación. Por cada minuto que la defibrilación se retarda, se reduce un 8 a 10% la posibilidad de un egreso hospitalario (1). Un estudio canadiense evalúa el impacto de los paramédicos con el soporte avanzado incluyendo además de las medidas anteriores, la intubación endotraqueal y la administración intravenosa de fármacos. Este tipo de medida no incrementó la sobrevida de pacientes admitidos al hospital o aquellos que fueron dados de alta (2). Otro de los estudios que ha llamado la atención en relación con el paro cardiorrespiratorio, se diseñó para tratar de dilucidar el rol de la vasopresina como medicamento alternativo a la epinefrina en el tratamiento de esta emergencia. En un estudio de Wenzel y colaboradores, más de 1,000 pacientes con PCR fueron aleatorizados a recibir dos dosis de 40 U de vasopresina o 1 mg de epinefrina. No hubo diferencias significativas en cuanto a la tasa 55-12-05-AR de admisiones hospitalarias entre los dos grupos de pacientes con fibrilación ventricular o con actividad eléctrica en ausencia de pulsos periféricos. Sin embargo, para aquellos pacientes con asistolia, el uso de vasopresina se asoció con una mejoría en cuanto al porcentaje de pacientes admitidos al hospital y aquellos que fueron eventualmente dados de alta. Por lo tanto, la vasopresina seguida por epinefrina es una método más efectivo en el tratamiento del PCR refractario con asistolia (3). La calidad de vida en pacientes que fueron resucitados en la comunidad fue analizada en un estudio reciente en el cual 200 pacientes que sufrieron esta emergencia, 72% lograron llegar al hospital vivos y 40% fueron dados de alta con una condición neurológica estable. Para este grupo de pacientes la expectativa de vida fue idéntica que para controles de su misma edad y género, con la misma enfermedad de fondo pero un tanto inferior que para la población general. De los 200 pacientes con PCR con fibrilación ventricular, la expectativa de vida a cinco años fue la misma que para individuos del mismo género, edad y coronariópatas. Referencias bibliográficas 1. Callans DJ. Out of hospital cardiac arrest. The solution is shocking. N Engl J Med 2004; 351:632-34. 2. Stiel IG, Wells GA, Field B, et al. Advanced cardiac life support in out-of-hospital cardiac arrest. N Engl J Med. 2004; 351:647-56. 3. Wenzel V, Krismer AC, Arntz HR, et al. A comparison of vasopressin and epinephrine ofr out-of-hospital cardiopulmonary resuscitation. N Engl J Med. 2004; 350:10513. 4. Bunch TJ, White RD, Gersh BJ, et al Long-term outcomes of out-of-hospital cardiac arrest after successful early defibrillation. N Engl J Med. 2003; 348:2626-33. Nefrología Hiperkalemia El uso cada vez mayor de inhibidores de la enzima de conversión de angiotensina I (inhibidores de la ECA), bloqueadores del receptor de angiotensina II (ARA-2), www.ampmd.com 12 espironolactona y eplerenone se ha asociado con resultados sumamente favorables en cuanto a la historia natural de la insuficiencia cardiaca crónica y la insuficiencia renal. En la mayoría de estos estudios, aleatorizados y bajo un control muy estricto, la incidencia de hiperkalemia ha sido muy baja en el rango de 0.4 al 1.5%. Incluso en algunos estudios en que se han usado en conjunto los ARA-2 con los inhibidores de la ECA, la incidencia de hiperkalemia no superó la cifra del 8% (1,2). 2. Pfeffer MA, Swedberg K, Granger CB, et al. Effects of candesartan on mortality and morbidity in patients with chronic heart failure: the CHARM-Overall programme. Lancet. 2003;362:759-66. 3. Svensson M, Gustafsson F, Galatius S, et al. Hyperkalaemia and impaired renal function in patients taking spironolactone for congestive heart failure: retrospective study. BMJ. 2003;327:1141-2. 4. Palmer BF. Managing hyperkalemia caused by inhibitors of the renin-angiotensin-aldosterone system. N Engl J Med. 2004;351:585-92. 5. Quesada O. El sistema renina-angiontensina-aldosterona (SRAA) y el riñón. Comentario Editorial, Edición 40, www.ampmd.com, 2004. Lo anterior, contrasta con reportes en la vida real en donde un número importante de clínicos reportan que el uso de los inhibidores de la ECA o los ARA-2 se asocian con una incidencia significativa de hiperkalemia. Así por ejemplo, en un reporte reciente de pacientes con insuficiencia cardiaca crónica, empleando espironolactona, un 17% presentaron un potasio superior a 5.5 mEq/L (3). Prevención de la nefropatía por medios de contraste (NMC) La conclusión es que los pacientes en la vida diaria no están bajo una estrategia tan controlada en relación con la dieta ni el empleo de otros fármacos que potencialmente pueden alterar los mecanismos normales de eliminación del potasio a nivel renal. Por lo tanto, el uso cotidiano de estos fármacos requerirá una atención con el contenido de potasio de la dieta, pudiendo agregar diuréticos tiazídicos o de asa en los pacientes que cursen con insuficiencia renal o en cuyo monitoreo se note una tendencia a la hiperkalemia. Lo que tiene quedar claro, es que el beneficio de los IECAs, los ARA-2 y los otros agentes arriba mencionados para reducir la progresión de la nefropatía crónica y de la insuficiencia cardiaca, amerita que los clínicos hagan todo tipo de esfuerzo para que los pacientes se mantengan recibiendo estos agentes o que los puedan reiniciar una vez que haya sido eliminadas las causas que hayan elevado el potasio (deshidratación, empleo de AINEs, etc.) (4,5). Referencias bibliográficas 1. Gross P, Pistrosch F. Hyperkalaemia: again [Editorial]. Nephrol Dial Transplant. 2004;19:2163-6. 55-12-05-AR Este síndrome es responsable de aproximadamente un 10% de las insuficiencias renales agudas adquiridas intrahospitalariamente. El síndrome es muy raro en pacientes sanos, apareciendo fundamentalmente en individuos portadores de nefropatías crónicas, especialmente diabéticos o en aquellos con disminución de volumen intravascular circulante abarcando pacientes en insuficiencia cardiaca congestiva, deshidratados severos en quien el riesgo llega en ocasiones hasta un 40 a 50% (especialmente en nefrópatas diabéticos). El riesgo se ha asociado de manera directa con la dosis total del medio de contraste administrado y con la utilización de la vía intra-arterial. Otros factores de riesgo identificado han sido el empleo de antiinflamatorios no esteroideos o diuréticos en las 72 horas previas al procedimiento diagnóstico. La NMC es una de las pocas formas prevenibles de insuficiencia renal aguda y si bien la mayoría de los episodios son leves y transitorios, los mismos se han identificado como marcadores importantes de mortalidad intrahospitalaria. Numerosas medidas se han tratado de implementar con el fin de prevenir el daño renal que ocurre en este síndrome pero únicamente la siguientes han probado ser de utilidad: a- Administración intravascular de volumen www.ampmd.com 13 con solución salina antes y después de la administración del medio de contraste; ésta permanece como la intervención mayormente validada por estudios en la literatura. Un reporte reciente, sugiere que la administración intravenosa de solución de bicarbonato de sodio isotónico provee una protección mayor que aquella que se obtiene con la solución salina isotónica. El protocolo incluye la administración de 3 mL/Kg de peso de la solución de bicarbonato una hora antes de la administración del medio de contraste, seguido por una infusión de 3 mL/Kg durante seis horas posterior al procedimiento, reduciendo la incidencia de NMC de un 13.6 a 1.7% (1). b- La otra medida que ha probado ser beneficiosa ha sido sin duda alguna el empleo de agentes con baja osmolaridad (600 a 800 mosm/Kg) especialmente para pacientes diabéticos (2). c- El uso de N-acetilcisteína que a pesar de la enorme controversia de los resultados, y del beneficio limítrofe que probablemente la misma aporta, mantiene la ventaja de ser un agente barato y carente de toxicidad (3). Los datos actuales no brindan soporte para el uso de otros modulantes que se han intentado como el fenoldopan, la teofilina o los procedimientos de terapia renal de reemplazo profiláctica incluyendo hemodiálisis o hemofiltración. Referencias bibliográficas 1. Merten GJ, Burgess WP, Gray LV, et al. Prevention of contrast-induced nephropathy with sodium bicarbonate: a randomized controlled trial. JAMA. 2004;291:2328-34. 2. Aspelin P, Aubry P, Fransson SG, et al. Nephrotoxic effects in high-risk patients undergoing angiography. N Engl J Med. 2003;348:491-9. 3. Pannu N, Manns B, Lee H, et al. Systematic review of the impact of N-acetylcysteine on contrast nephropathy. Kidney Int. 2004;65:1366-74. Neurología Demencia La demencia vascular es la causa número 2 55-12-05-AR de este síndrome después de la enfermedad de Alzheimer, afectando entre 1 al 4% de la población arriba de los 65 años de edad. Una neurotransmisión colinérgica deficiente, rasgo característico de la enfermedad de Alzheimer, se piensa que contribuye a los trastornos cognitivos de la demencia vascular. Dos ensayos aleatorizados y controlados compararon donepezil (5 a 10 mg diarios) vs placebo en más de 1,200 pacientes con probable demencia de origen vascular. Los resultados demostraron un beneficio significativo con el uso de donepezil (1,2). La demencia es un trastorno frecuente en los pacientes con enfermedad de Parkinson, alcanzando una prevalencia acumulativa que alcanza el 80% de los pacientes. A semejanza de la enfermedad de Alzheimer, aquí también ocurre un déficit en la neurotransmisión colinérgica asociado a trastornos anatomopatológicos similares. En un estudio a doble ciego vs placebo, rivastigmina (a la dosis de 3 a 12 mg diarios) demostró un alivio moderado en los síntomas asociados con demencia en los pacientes con enfermedad de Parkinson (3). Referencias bibliográficas 1. Pratt RD, Perdomo CA. Donepezil-treated patients with probable vascular dementia demonstrate cognitive benefits. Ann N Y Acad Sci. 2002;977:513-22. 2. Wilkinson D, Doody R, Helme R, Taubman K, Mintzer J, Kertesz A, Pratt RD. Donepezil 308 study. Donepezil in vascular dementia: a randomized, placebo-controlled study. Neurology. 2003;61:479-86. 3. Emre M, Aarsland D, Albanese A, et al. Rivastigmine for dementia associated with Parkinson’s disease. N Engl J Med 2004; 351:2509-18. Migraña: Prevención y fisiopatología La migraña es un trastorno común afectando el 17% de las mujeres, 6% de los hombres y 4% de los niños cada año. Las medidas preventivas estarían indicadas en este síndrome cuando el mismo interfiere con las actividades diarias de la vida de un sujeto, o cuando los tratamientos estarían www.ampmd.com 14 contraindicados, porque los mismos no sean efectivos, o produzcan efectos adversos significativos. Igualmente la prevención sería recomendable para aquellos pacientes con crisis muy frecuentes y severas, incluyendo las variedades con déficit neurológico. Las drogas antiepilépticas han probado ser efectivas para la prevención de la migraña en ensayos vs placebo a doble ciego. En dos de estos estudios, topiramato a la dosis de 50 a 200 mg fue más efectiva que placebo; la dosis de 100 a 200 mg condujo a una reducción significativa de la frecuencia, duración y necesidad para medicación adicional. El beneficio observado con la dosis de 50 mg fue menor y únicamente redujo la frecuencia de las crisis. El fármaco ha sido aprobado para este propósito (1,2). iniciada la crisis migrañosa). En relación a la fisiopatología, muchos pacientes reconocen que si los tratamientos son administrados de manera precoz durante el inicio de una crisis, los mismos son más efectivos; la alodinia cutánea, el dolor que aparece en la piel normal después de la aplicación de un estímulo inofensivo, se desarrolla gradualmente durante una crisis migrañosa en más del 70% de los pacientes. Por otro lado, estos pacientes frecuentemente reportan hipersensibilidad del cuello cabelludo, fenómeno clínico asociado a una sensibilización de las neuronas centrales en el núcleo caudado del nervio trigémino. Dos reportes recientes demostraron que la eficacia de la terapia con triptanos se relacionaba directamente a la presencia o no de alodinia cutánea (3,4). En el curso de las dos horas después del tratamiento, los pacientes estaban libres de dolor en únicamente el 15% si los ataques ya coincidían con alodinia cutánea, mientras que el 93% de los mismos eran abortados cuando el síntoma cutáneo estaba ausente. Por lo tanto, los triptanos pueden prevenir el inicio de la sensibilización central pero no pueden detenerla una vez la misma haya comenzado, y se cree que los beneficios de esta terapia se limita por lo tanto a las fases prematuras de una crisis migrañosa en pacientes alodínicos (idealmente administrar el fármaco menos de 30 minutos después de Cáncer de próstata – PSA 55-12-05-AR Referencias bibliográficas 1. Silberstein SD, Neto W, Schmitt J, et al. Topiramate in migraine prevention: results of a large controlled trial. Arch Neurol. 2004;61:490-5. 2. Brandes JL, Saper JR, Diamond M, et al. Topiramate for migraine prevention: a randomized controlled trial. JAMA. 2004;291:965-73. 3. Burstein R, Jakubowski M. Analgesic triptan action in an animal model of intracranial pain: a race against the development of central sensitization. Ann Neurol. 2004;55:2736. 4. Burstein R, Collins B, Jakubowski M. Defeating migraine pain with triptans: a race against the development of cutaneous allodynia. Ann Neurol. 2004;55:19-26. Oncología El antígeno prostático específico (PSA) es frecuentemente empleado como escrutinio en la práctica diaria, aunque su utilidad para éste fin se ha cuestionado. En un ensayo para la prevención del cáncer de próstata, a todos los participantes se les practicó una biopsia de próstata al final del estudio, para verificar la eficacia de la prueba de PSA en la detección del cáncer prostático. Cerca de 3,000 hombres, en quienes el nivel de PSA fue de 4 ng/mL (cifra arbitraria considerada en el límite superior normal) o menor durante el estudio, 15% desarrollaron cáncer prostático. En otras palabras, la sensibilidad del PSA es de cerca de un 85% en este estudio o presenta un 15% de falsas negativas. Por lo tanto, un PSA “normal” no excluye el diagnóstico de cáncer prostático y hará necesario en un futuro el uso otros marcadores o factores de discriminación (1). En relación a la magnitud de la elevación del PSA, como factor de predicción de sobrevida de cáncer prostático, un estudio (2) demostró que aquellos hombres con cáncer prostático cuyo PSA se había incrementado en más de 2 ng/mL durante el año que precedió al diagnóstico histopatológico tuvieron una sobrevida más corta y frecuentemente tuvieron una mayor incidencia de muerte www.ampmd.com 15 como consecuencia de cáncer de próstata. Por lo tanto, este dato puede servir para estratificación de mortalidad a largo plazo junto con otros índices ya establecidos, incluyendo el grado de diferenciación de tumor así como su estadío anatómico. Recordemos que a pesar de que el cáncer de próstata tiene una alta prevalencia, no todos los pacientes mueren del mismo, dos terceras partes fallecen de otras condiciones comórbidas. Un estudio poblacional, llevado a cabo en casi 3,000 mujeres, que usaban aspirina u otras AINEs por al menos una vez a la semana durante más de seis meses, se notó una menor incidencia de carcinoma de mama (3). Aquellas que ingirieron más de siete tabletas por semana tuvieron un 28% de disminución del riesgo, hecho que fundamentalmente se observó en relación con tumores positivos para receptores de estrógenos. Referencias bibliográficas Referencia bibliográfica 1. Thompson IM, Pauler DK, Goodman PJ, et al. Prevalence of prostate cancer among men with a prostate-specific antigen level of less than or equal to 4 ng per milliliter. N Engl J Med. 2004;350:2239-46. 2. D’Amico AV, Chen MH, Roehl KA, et al. Preoperative PSA velocity and the risk of death from prostate cancer after radical prostatectomy. N Engl J Med. 2004;351:125-35. 1. Beral V, Bull D, Doll R, et al; Collaborative Group on Hormonal Factors in Breast Cancer. Breast cancer and abortion: collaborative reanalysis of data from 53 epidemiological studies including 83,000 women with breast cancer from 16 countries. Lancet. 2004;363:1007-16. 2. Michels KB, Ekbom A. Caloric restriction and incidence of breast cancer. JAMA 2004, 291:1226-30. 3. Terry MB, Bammon MD, Zhang FF, et al. Association of frequency and duration of aspirin use and hormone receptor status with breast cancer. JAMA 2004; 291:2433-40. Cáncer de mama - Prevención Un embarazo a término se considera como una factor de protección para el desarrollo posterior de carcinoma de mama. El rol que puede desempeñar la historia de abortos en una mujer permanece controversial. En un estudio colaborativo para el análisis de factores hormonales en relación con cáncer de mama (1), el mismo se llevó a cabo en varios países con el fin de investigar el riesgo que sobre el cáncer de mama representaba la historia de uno o más abortos espontáneos o inducidos. Los resultados mostraron que estos antecedentes no incrementaban el riesgo de cáncer en estas mujeres. Por otro lado, a la obesidad se le ha considerado un factor de riesgo relativamente débil como inductor potencial de cáncer de mama, asociado a una tasa de producción estrogénica mayor y durante más años (estrona). En relación con lo anterior, en un estudio reciente llevado a cabo en más de 7,000 mujeres suecas y que habían sido hospitalizadas por anorexia nervosa antes de los 40 años de edad, las mismas mostraron años después una incidencia de 53% menos de cáncer de mama comparadas con la población general (2). 55-12-05-AR Respiratorio Trombosis embolismo tratamiento venosa profunda (TVP) pulmonar: diagnóstico y y El embolismo pulmonar debe verse como una complicación del proceso que involucra a la trombosis del sistema venoso profundo. Existe tratamiento sumamente efectivo para el tratamiento de ambos síndromes y la principal dificultad en la práctica es la de establecer un diagnóstico correcto. El dímero D, es un examen que evalúa la presencia de productos de la cascada fibrinolítica y que ha recibido atención en la literatura como herramienta de escrutinio en el diagnóstico de la trombosis venosa profunda. Una prueba negativa en un paciente con una gamagrafía de ventilación-perfusión no diagnóstica y con un ultrasonido negativo de sus miembros inferiores, descarta tromboembolismo pulmonar. La interrogante ha nacido en si la prueba podría ser útil por sí misma en el escrutinio diagnóstico de estas entidades, sin www.ampmd.com 16 la necesidad de recurrir a la gamagrafía o a los exámenes con dupplex y ultrasonido. En ese sentido, una publicación reciente por Wells y colaboradores (1), se estudiaron a más de 1,000 pacientes con sospecha de trombosis venosa profunda. Los pacientes fueron clasificados en alto o bajo riesgo, dependiendo de la presencia de factores de riesgo reconocidos incluyendo cáncer activo, inmovilización, estatus poscirugía o signos locales que hiciesen sospechar TVP a saber: dolor local, edema unilateral, incremento en la circunferencia de una pantorrilla con respecto a la otra o historia previa de TVP. En estos pacientes, el diagnóstico se estableció a través de ultrasonido y en casos positivos todos los pacientes fueron tratados con anticoagulantes. La prevalencia global de TVP fue de 15.7 (de 5 a 29%) y la conclusión principal que se extrae es que en pacientes con poca probabilidad clínica de ser portadores de TVP, otros procedimientos diagnósticos pueden ser evitados si la prueba de dímero D es negativa. En el mismo sentido que el estudio anterior, Stein y colaboradores (2), hacen una revisión de la literatura en relación a la validez diagnóstica de esta prueba, llegándose a la conclusión de que un resultado negativo es tan útil diagnósticamente como un ultrasonido normal o una gamagrafía negativa para excluir el diagnóstico de trombosis venosa o embolismo pulmonar. Se hace énfasis, en que el resultado positivo es de poco valor ya que existe un número significativo de falsospositivos; sin embargo, la sensibilidad (las falsas-negativas) son pocas y por lo tanto, el dímero D adquiere su principal valor cuando la prueba es negativa reduciendo significativamente la posibilidad de que la enfermedad esté presente. En la relación a la terapéutica, un metaanálisis reciente comparó a la heparina de bajo peso molecular en dosis fijas con aquella no fraccionada administrada intravenosa, probándose que ambos regímenes son igualmente efectivos en el tratamiento del embolismo no masivo (3). Llamó la atención que la recurrencia de fenómenos tromboembólicos al cabo de tres 55-12-05-AR meses fue menor en el grupo tratado con heparina de bajo peso molecular. Sin embargo, esta cifra 3 vs 4.4% no alcanzó significado estadístico. No existen recomendaciones en relación con esta variedad de terapia en pacientes con embolismo masivo. En relación con la prevención del síndrome postromboflebítico, que frecuentemente aparecen después de un episodio de trombosis venosa, un estudio reciente demostró que la prevalencia a dos años de éste síndrome fue mucho mayor en el grupo control cuando se comparó con un grupo similar de pacientes que usaron medias elásticas. Los autores no pueden determinar si la validez de esta medida sería útil en un lapso mayor de dos años (4). Referencias bibliográficas 1. Wells PS, Anderson DR, Rodger M, et al. Evaluation of ddimer in the diagnosis of suspected deep-vein thrombosis. N Engl J Med. 2003;349:1227-35. 2. Stein PD, Hull RD, Patel KC, et al. d-dimer for the exclusion of acute venous thrombosis and pulmonary embolism: a systematic review. Ann Intern Med. 2004;140:589602. 3. Quinlan DJ, McQuillan A, Eikelboom JW. Low-molecularweight heparin compared with intravenous unfractionated heparin for treatment of pulmonary embolism: a meta-analysis of randomized, controlled trials. Ann Intern Med. 2004;140:175-83. 4. Prandoni P, Lensing AW, Prins MH, et al. Below-knee elastic compression stockings to prevent the post-thrombotic syndrome: a randomized, controlled trial. Ann Intern Med. 2004;141:249-56. Reflujo gastroesofágico bronquial (RGE) y asma La presencia de reflujo gastroesofágico es muy alta en pacientes portadores de asma bronquial. Dentro de los factores predisponentes se encuentran un incremento del gradiente de la presión toracoabdominal, la estimulación de la secreción ácida en el estómago y/o la relajación del esfínter esofágico inferior, secundaria al empleo de medicación antiasmática. A su vez, los pacientes asmáticos tienen una mayor prevalencia de hernia hiatal comparados con la población general (1). A pesar de lo www.ampmd.com 17 anterior, la presencia de síntomas no es específica para identificar el RGE. Unicamente un 51% de los pacientes con asma y síntomas típicos, tenían un reflujo anormal cuando el mismo se evalúo a través de un monitoreo de pH en el tercio inferior del esófago, y no existió una asociación significativa con la caída del volumen expirado del primer segundo y los resultados del monitoreo de la acidez esofágica. Por el contrario, una cuarta parte de pacientes seleccionados y portadores de asma que si tuvieron reflujo ácido significativo evaluado a través de la medición directa, no presentaban síntomas típicos que acompañan el RGE (2). Una revisión de doce ensayos clínicos aleatorizados para evaluar el efecto de tratamiento del RGE en relación a la evolución del asma, no encontraron un beneficio en los síntomas ni en la función pulmonar (3). Si bien algunos subgrupos podrían beneficiarse, es difícil poder predecir la respuesta definitiva. De esta manera, la medición rutinaria del pH o el tratamiento empírico asumiendo RGE, no se recomienda para individuos asmáticos. Sin embargo, si la sospecha clínica es muy alta en base a la severidad de los síntomas, el despertar nocturno agravando el asma bronquial, la presencia de una hernia hiatal significativa o de un índice de masa corporal muy aumentado, un ensayo de tres meses con terapia a base de inhibidor de bomba de protones podría estar justificado. Referencias bibliográficas 1. Harding SM. Gastroesophageal reflux as an asthma trigger: acid stress. Chest. 2004;126:1398-9. 2. Kiljander TO, Laitinen JO. The prevalence of gastroesophageal reflux disease in adult asthmatics. Chest. 2004;126:1490-4. 3. Gibson PG, Henry RC, Coughlan JL. Gastro-esophageal reflux treatment for asthma in adults and children. Cochrane Database Syst Rev. 2003;2:CD001496. Reumatología Artritis reumatoidea y diagnóstico péptidos citrulinados cíclicos (CCP) 55-12-05-AR con El diagnóstico de la artritis reumatoidea y su manejo son trascendentales con el fin de cambiar el curso natural que esta enfermedad conlleva. Actualmente el diagnóstico se sustenta en una constelación de síntomas, signos y de algunos hallazgos serológicos especialmente el llamado factor reumatoideo. Este examen, ha probado a través del tiempo tener una baja sensibilidad (54 a 88%), es decir un porcentaje significativo de falsos negativos, y a la vez una especificidad muy variable que va de un 48 a un 92%, en otras palabras, un número muy significativo de falsos positivos. El factor reumatoideo puede estar ausente especialmente en fases tempranas de la enfermedad, y aparece en muchas otras condiciones y su incidencia se incrementa directamente con la longevidad. En vista de éstas y otras limitaciones, la investigación se ha dirigido hacia encontrar otros anticuerpos que sirvan desde el punto de vista diagnóstico especialmente en las fases precoces de este síndrome. Los estudios se han dirigido fundamentalmente a la identificación de autoanticuerpos contra diversos antígenos, especialmente enfocándose a los anticuerpos tipo antiqueratina y factor antiperinuclear. A los mismos se les ha reconocido que la mayor reactividad antigénica presente en ellos se dirige contra residuos citrolinados, una modificación del aminoácido esencial arginina. Esto ha permitido el desarrollo de ensayos llamados péptidos citrulinados cíclicos (CCP) para medir autoanticuerpos que reconozcan estos antígenos en pacientes con artritis reumatoidea. Estos péptidos tienen una mucho mejor especificidad (hasta un 98%) para el diagnóstico de artritis reumatoidea y a los mismos se les ha encontrado valor para predecir enfermedad persistente contra aquella autolimitada, y comportamiento erosivo vs uno no erosivo (1). En otro estudio estos péptidos han mostrado una mejoría importante en la sensibilidad, al estar presentes hasta en un 34% de los pacientes que cursaban con factor reumatoideo negativo. Anti CCP a su vez, se www.ampmd.com 18 le ha identificado con un factor de predicción de progresión de artritis indefinido hacia artritis reumatoidea franca (2). Referencias bibliográficas 1. Vallbracht I, Rieber J, Oppermann M, et al. Diagnostic and clinical value of anti-cyclic citrullinated peptide antibodies compared with rheumatoid factor isotypes in rheumatoid arthritis. Ann Rheum Dis. 2004;63:1079-84. 2. van Gaalen FA, Linn-Rasker SP, van Venrooij WJ, et al. Autoantibodies to cyclic citrullinated peptides predict progression to rheumatoid arthritis in patients with undifferentiated arthritis: A prospective cohort study. Arthritis Rheum. 2004;50:709-15. Gota articular – Tratamiento Al ser la gota un desorden reumatológico relativamente frecuente, todos los médicos deben estar al tanto de los avances en su tratamiento, especialmente aquellos basados en evidencias (1). Hiperuricemia, como eje fundamental fisiopatológico de la gota no ocasiona esta enfermedad en un número significativo de pacientes. Se ha identificado a través de los años de que la elevación de ácido úrico debe acompañarse de otros factores que incrementen el riesgo de inducir gota, como son la obesidad, la ingesta de bebidas alcohólicas y el uso de diuréticos especialmente en mujeres posmenopáusicas. El manejo adecuado de la gota no implica únicamente el alivio de la artritis aguda, sino las medidas apropiadas que conlleven a la prevención de los eventos recurrentes, así como la aparición de nefrolitiasis. Las evidencias sugieren de que hay un considerable número de errores en el cuido médico de estos pacientes, especialmente en individuos de la tercera edad (2). Dentro de los estigmas que la enfermedad conlleva, es importante reconocer que aunque lo clásico es el ataque monoarticular, en un pequeño porcentaje el patrón es poliarticular y difícil de distinguir de otras artritis crónica. Con el fin de prevenir las crisis de gota, o la progresión metabólica con nefrolitiasis, es necesario que la cifra de ácido úrico se mantengan por debajo de 4 a 4.5 mg/dL. Debemos recordar que de el tratamiento definitivo requiere la identificación de cristales de ácido úrico en una articulación comprometida y la exclusión de otros factores agudos, especialmente infección. Evaluar la calidad del manejo de un gotoso, ha sido recientemente revisada y esquematizada en la Tabla 1. Referencias bibliográficas 1. Terkeltaub RA. Clinical practice. Gout. N Engl J Med. 2003;349:1647-55. Mikuls TR, MacLean CH, Olivieri J, et al. Quality of care indicators for gout management. Arthritis Rheum. 2004:50:93743. Tabla 1 HIPERURICEMIA – GOTA – TERAPIA Si un paciente gotoso cursa con insuficiencia renal y es tratado con alopurinol, la dosis inicial debe reducirse a menos de 300 mg/día en vista del riesgo incrementado de toxicidad con dosis mayores. Si un paciente gotoso recibe alopurinol concomitante con 6-mercaptopurina o azatioprina, la dosis de estos últimos agentes debe reducirse en un 50% ya que los niveles séricos se van a incrementar y los mismos podrían inducir grados importantes de mielosupresión. Si a un paciente gotoso se le da una prescripción inicial de un agente para disminuir su hiperuricemia y el mismo no cursa con insuficiencia renal, es prudente administrarle un antiinflamatorio no esteroideo para reducir el riesgo de inducir una exacerbación gotosa. 55-12-05-AR www.ampmd.com 19 Tabla 1 Continuación HIPERURICEMIA – GOTA – TERAPIA Todo paciente hiperuricémico asintomático sin historia de gota, nefrolitiasis o en tratamiento con quimioterapia, el tratamiento con agentes para descender su ácido úrico no está indicado. Todo individuo gotoso con historia de nefrolitiasis o insuficiencia renal, el fármaco de elección para disminuir la hiperuricemia debe ser alopurinol y no un agente uricosúrico. Si un paciente gotoso tiene más de dos crisis por año o presenta cambios erosivos en las radiografías, el tratamiento para bajar su hiperuricemia está indicado. Todo gotoso que se inicia con alopurinol debe recibir un control de su ácido úrico aproximadamente seis meses después para ajustar la dosis correspondiente. Aquellos individuos gotosos que cursan con obesidad o que consuman más de una bebida alcohólica por día, deben recibir el consejo correspondiente para enfatizar la importancia de estos factores de riesgo. Para aquellos individuos con una crisis de gota aguda y que no cursen con insuficiencia renal ni con historia de enfermedad acidopéptica, los mismos pueden recibir AINEs, colchicina o glucocorticoides por vía oral o parenteral. Aquellos pacientes gotosos que reciben colchicina y que cursen con insuficiencia renal deben recibir un monitoreo minucioso en relación a la posibilidad de inmunosupresión y especialmente por el riesgo de neuromiopatía inducida por colchicina, cuando la misma es empleada crónicamente. 55-12-05-AR www.ampmd.com 20