Historia de España 2º Bach. Tema 5: La Baja Edad Media. La crisis de los siglos XIV y XV. 5.1. Organización política. Las instituciones en la Baja Edad Media. (El reino de Castilla y corona de Aragón). Los reinos peninsulares presentaban una estructura política similar basada en tres instituciones: Monarquía, Cortes y municipios, aunque cada reino tenía sus peculiaridades. La Monarquía consideraba el reino como patrimonio suyo, que podía unirlo o dividirlo según su interés, ejercía el poder supremo (dictaba leyes, impartía justicia, acuñaba moneda, convocaba al ejército...). Las Cortes, nacen en León (1118), son estamentales, estaban formadas por tres brazos (nobleza, clero y pueblo) representando a los privilegiados y al patriciado urbano, se reúnen una vez al año. En Castilla tenía un carácter consultivo y para afrontar subsidios (financiación): En Aragón había Cortes en cada reino (gozan de una cierta función legislativa y administrativa) con las juntas permanentes: la Diputación o Generalitat, se convierten en una especie de gobierno. En Navarra suponía una limitación al poder real. Los municipios, la administración territorial de los reinos se organizó en: merindades (Castilla) y veguerías (Aragón) y las ciudades gozan de autogobierno gracias a los fueros. En el Reino de Castilla, el monarca tiene poder autoritario, origen divino de la autoridad y porque se ha llevado a cabo un proceso de centralización con el Código de las Siete Partidas (Alfonso X), definitivamente establecido por el Ordenamiento de Alcalá (Alfonso XI). La estructura política se organiza por medio de instituciones como el Consejo Real (asesores), la Curia (justicia), la Chancillería (admón.), y la Tesorería (finanzas). En La Corona de Aragón la monarquía es más feudal, es una confederación de reinos. Los monarcas son débiles porque tienen que hacer concesiones a las Cortes Generales, controladas por la nobleza, nacen en el s.XIII, poseen poder legislativo, su base jurídica la encontramos en los Privilegios Generales de 1283, así se impulsó una “monarquía pactista”, donde se respetaba las leyes, instituciones y costumbres, fijadas en un código de cada territorio (Fueros, Furs, Usatger), La estructura política se organiza: al frente de cada territorio estaba un Virrey (Lugarteniente del Rey) que actuaba como su delegado. En lo referente a las instituciones, existía el Consejo Real (asesoramiento), la Audiencia (justicia) y El Justicia Mayor (judicial), velaba por los privilegios estamentales frente al poder del Rey. El rey tenía dificultades para cobrar impuestos, ya que chocaba con los intereses de las Cortes de cada reino. 5.2. La Baja Edad Media: Crisis demográfica, económica y política. Los s. XIV y XV fueron siglos de profunda crisis, tanto demográfica como económica y política. El s.XIV en Castilla y en el XV en Aragón y Cataluña. La crisis tiene tres componentes: Peste Negra, hambrunas y guerras civiles (muertes catastróficas). Crisis demográfica: La Peste Negra en 1348, 1363, 1371 produjo una gran mortalidad, diezmó la población, así como la huida de los campos (despoblación rural). Provocan revueltas y atacan a las minorías (judíos) sobre todo, que vivían en juderías (progromos). Crisis económica: El hambre, provocado por las malas cosechas, el abandono de los campos, unido a los intereses ganaderos (expansión de la Mesta), la gran presión fiscal, el elevado precio de los alimentos y la repetición de este ciclo, favoreció la expansión de las epidemias y la crisis económica, el sector menos afectado por la crisis fue el comercio que continuó creciendo (en Castilla las ferias laneras, en Aragón la actividad mercantil por el Mediterráneo). Todo esto trajo consigo las revueltas campesinas de los Payeses de RemenÇa (Cataluña), los Irmandiños (Galicia) y conflictos urbanos en Barcelona (la Biga contra la Busca). La crisis política, son las luchas y guerras entre los monarcas y los privilegiados (nobles y clero) por la hegemonía política, así estalló la guerra civil en Castilla y en Cataluña (Pedro I contra Enrique de Trastámara; el rey Juan II enfrentándose con el Consejo del Principado). J.Borgio Historia de España 2º Bach. 5.3. La Baja Edad Media: La expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo. Desde el siglo XII los condes de Barcelona habían conseguido dominar la tierra de Occitania y Provenza pero los enfrentamientos con los franceses fueron constantes tras la batalla de Muret y más tarde, con el Tratado de Corbeil, Aragón cede todos sus derechos sobre Occitania al rey francés. La Corona de Aragón al no poder expandirse hacia el norte va a orientar su expansionismo al Mediterrá-neo, creando un imperio territorial y económico que competía con los estados soberanos limítrofes: Francia, Venecia, Est. Pontificios, Génova. Desde finales del s. XIII Aragón da por terminada su reconquista, ya que no tiene frontera con los reinos musulmanes peninsulares. Jaime I se adjudicó las islas Baleares. Pedro III, “el grande”, es el que lanzó a la Corona de Aragón a una costosa política imperialista por el Mediterráneo, contando con el apoyo de la monarquía, nobleza y burguesía. Pedro III conquista Sicilia, tras la paz de Caltabellotta. En el s. XIV (Jaime II) se conquista Cerdeña y se inician las campañas almogávares (mercenarios catalano-aragoneses, proviene del árabe y significa: “el que hace algaradas o correrías”) al servicio de la Corona de Aragón y después del Imperio Bizantino, un caudillo importante es Roger de Flor, de origen alemán, que consigue los Ducados de Atenas y Neopatria. En el s. XV Alfonso V, “el magnánimo”, ocupa Cerdeña y toma el reino de Nápoles anexionándolo, traslada su corte aquí y se dedica a la política italiana, pero falla en la ocupación de Córcega. Como consecuencia de toda esta expansión, entra en rivalidad por la hegemonía de los estados italianos. También ejerce influencia en enclaves estratégicos del Norte de África para defender sus rutas comerciales. 5.4. Los reinos cristianos en la Baja Edad Media: Las rutas atlánticas (castellanos y portugueses). Las islas Canarias. Desde el siglo XIII se estaba produciendo una lenta pero inexorable mutación geográfica desde el Mediterráneo hacia el Atlántico, debido a numerosos factores, tanto políticos como económicos y tecnológicos. Los exploradores, navegantes y conquistadores europeos llegan a las costas canarias. La conquista de las islas Canarias hay que situarla en el contexto de la expansión atlántica de los estados ibéricos en su afán por abrir rutas y vías de comunicación con Las Indias (tierra de las especias), el Archipiélago ofrecerá una base de escala y avituallamiento muy importante, para los barcos que nave-guen por estas rutas. El proceso conquistador es lento y se realizará, en líneas generales, en dos fases: La fase inicial es la identificada como fase señorial, lo hacen mercenarios normandos: Jean de Béthencourt y nobles castellanos: Hernán Peraza, Diego de Herrera, que poniéndose al servicio de la corona de Castilla emprenden la conquista de islas, como una empresa particular, conquistando: Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro obteniendo por ello derechos señoriales o feudales sobre las tierras y los pueblos conquistados. La segunda fase, en el proceso, es la conquista realenga, las tropas castellanas conquistan las islas de Gran Canaria, La Palma y Tenerife. Terminada su reconquista los portugueses comenzaron las grandes navegaciones atlánticas con el apoyo de sus reyes (Enrique “el navegante”), a lo largo del s.XV avanzaron de forma decisiva en la exploración y la toma de enclaves comerciales en las costas atlánticas de África. Las islas Azores y Madeira, cabo Bojador y Gº de Guinea son ejemplos de esta expansión. En 1488 Bartolomé Díaz, llegó al Cabo de Buena Esperanza, y en 1497 Vasco de Gama, es quien consiguió llegar a Las Indias costeando el continente africano. J.Borgio