Notas en PDF - La Iglesia del Este

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Filipenses 1.27-30
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El gran llamado a las misiones
Sepa que la oposición es indicio de salvación.
(1) Contexto
Pablo está confiado que en nada será avergonzado. Él se goza en que Cristo sea anunciado ya sea por pretexto o por
verdad, y está listo para magnificar a Dios por vida o por muerte (v18, 20). Esta es su perspectiva; así encaraba él su
estilo de vida misionero: completamente comprometido con el progreso del evangelio a pesar de las consecuencias que
eso pudiera traerle en su cuerpo terrenal.
Hoy cerramos el primer capítulo de esta carta con un importante llamado de Pablo para los filipenses. Él sabía que algunos
le iban a seguir en su denuedo por la misión, y que los resultados para ellos serían igualmente aflicciones y tribulación.
Aunque las iglesias pueden tomar (y han tomado) un rumbo desviado por causa de los errores humanos, Pablo sabía que
cuando menos los macedonios y algunos otros grupos de creyentes estarían luchando por ser fieles, por mantenerse
firmes en las enseñanzas y en la comisión que habían recibido. Los padecimientos para los que quieran seguir este camino
son un regalo de Dios para perfeccionarlos y darles indicio de salvación.
Millones de cristianos fieles han muerto a lo largo de la historia únicamente por anunciar el mensaje del evangelio. No
tenemos que hacernos de la vista gorda ante esta realidad, porque para el misionero comprometido este peligro podría
estar a la vuelta de la esquina. Aunque desde una óptica humana estas cosas parecen calamidades, Dios nos anima para
que no tengamos miedo de enfrentar cualquier padecimiento a causa de Cristo.
Según el mundo deberíamos estar huyendo de las aflicciones en pos de la comodidad material. Esto es lo que nos vende el
sistema en el cual vivimos, pero esta perspectiva no toma en cuenta para nada el plan de Dios para la creación, ni el papel
que nosotros como hijos de Dios jugamos en el drama que se está desarrollando a lo largo de las edades.
Tenemos un gran llamado a las misiones. Esto significa ofrecer nuestras vidas voluntariamente para ser golpeadas por toda
la furia del mundo controlado por Satanás. Evidentemente que nos va a causar conflicto. No vamos a querer entrar en la
batalla a menos que entendamos el cuadro completo. Necesitamos saber qué es lo que Dios está haciendo y dónde calzan
las misiones dentro de todo este proyecto.
Un soldado que va a la batalla sin entender el contexto de la guerra y que no conoce la naturaleza de las misiones que
está cumpliendo, es un soldado dudoso e inseguro que fácilmente depondrá las armas. Nosotros estamos en esta lucha
juntos, y juntos debemos entender porqué hacemos lo que hacemos, y hacia dónde vamos. Sólo así podremos
mantenernos firmes combatiendo unánimes por la fe del evangelio.
Luego que estudiemos todas estas cosas, usted deberá tomar la decisión de creerle a Dios o seguir confiando en lo que el
mundo le ofrece. Si elige confiar en la Biblia y tomar en serio la misión que tenemos que cumplir acá en la tierra, sepa que
vendrá la oposición, pero alégrese y regocíjese porque eso es precisamente un indicio de salvación.
En esos momentos de aflicciones usted (como Pablo) puede estar confiado de que ha tomado la decisión correcta y que
delante le espera su recompensa por haber combatido fielmente.
“Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya
a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu,
combatiendo unánimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen,
que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de
Dios. Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino
también que padezcáis por él, teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís
que hay en mí.” Fil. 1.27-30.
(2) Desglose del Pasaje
Otra vez nos toca estudiar cuatro versículos sin embargo el esquema de hoy incluye un punto adicional, que necesitamos
tocar brevemente para comprender la naturaleza del combate que estamos llevando a cabo.
•
•
•
A – v27-28. Instrucciones para la batalla.
B – La guerra en que estamos.
C – v29-30. Compañeros de batalla.
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Filipenses 1.27-30
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El gran llamado a las misiones
Sepa que la oposición es indicio de salvación.
A – v27-28. Instrucciones para la batalla.
•
v27. Luchando dignamente.
◦ Un estilo de vida conforme al evangelio de Cristo.
▪
Pablo estaba confiado de que en el proceso legal delante del César no encontrarían ninguna culpa, y
podría salir libre para poder seguir trabajando con las iglesias (v19, 25).
▪
Pero mientras eso ocurría, les envía a los filipenses esta exhortación a comportarse a la altura de la
dignidad del evangelio de Cristo 1.
▪
Ahora, note que este es no es un llamado a guardar una religión, sino un comportamiento.
•
La verdadera vida cristiana no consiste en cultos y rituales religiosos.
•
Cristiano quiere decir “pequeño cristo”, y originalmente era usado como burla a los discípulos, que
estaban buscando actuar como Jesús y seguir sus enseñanzas.
•
No es simplemente venir los domingos un rato o leer la Biblia como rutina para ocupar el tiempo.
•
El cristiano debe comportarse a la altura de la dignidad del evangelio de Cristo siempre.
•
Así estemos trabajando, estudiando, en la calle o de paseo, en nuestras casas o en una oficina, el
cristiano anda diferente porque es diferente por dentro, porque Dios lo está transformando.
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor,
somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”
2Cor. 3.18.
▪
Se trata de andar en Cristo, se trata de andar en el Espíritu Santo.
“Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y
sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando
en acciones de gracias.” Col. 2.6-7. [Énfasis mío].
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. […] Si vivimos por el
Espíritu, andemos también por el Espíritu.” Gál. 5.16, 25.
◦
No requiere supervisión pues actúa en completa honestidad.
▪
Aunque el líder esté ausente.
•
Pablo no sabía cuánto tiempo más estaría en prisión, y una vez que quedara libre, no sabía cuánto
tiempo le tomaría volver a visitar las iglesias.
•
Así que los macedonios de Filipos debían andar en este comportamiento dignamente sin la necesidad
de tener encima a Pablo recordándoles lo que tenían que hacer.
▪
Honestamente es un dolor de cabeza tener que andar obligando a la gente a hacer sus tareas.
•
Es obvio que el liderazgo de las iglesias está puesto para guiar y cuidar.
•
Pero cuando el trabajo del pastor se hace bien: alimentando a la gente con la Palabra de Dios y
predicando claramente el evangelio, no hay necesidad de afanarse excesivamente por el fruto.
◦ Entre los inconversos que visitan la congregación lo esperable es que en pocas semanas o
vengan a Cristo, o se vayan de regreso al mundo por decisión propia.
◦ Y en el caso del rebaño, una vez que ha recibido alimento sustancioso y los cuidados y desvelos
amorosos de los buenos líderes, uno confía que cada oveja sabe que deberá rendir cuentas
directamente al Señor por su servicio.
▪
En una iglesia misionera todos los miembros están ocupados en su ministerio, sinceramente.
•
Nuestro estilo de vida debe ser completamente transparente (2Cor. 1.12; Rom. 13.13).
•
Todo tenemos que hacerlo para el Señor, sabiendo que Él todo lo ve y todo lo sabe.
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor
servís.” Col. 3.23-24.
1
¡Cuán grandes maravillas de Dios se revelan en las buenas nuevas de la justificación por medio de la fe en Cristo
resucitado! En otros estudios hemos hablado sobre los detalles específicos del evangelio, así que hoy no nos
meteremos en este punto porque hay otras cosas que debemos exponer.
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El gran llamado a las misiones
Sepa que la oposición es indicio de salvación.
◦
Se mantiene firme en un mismo espíritu con los hermanos.
▪
Pablo quería oír que ellos se mantenían firmes en un mismo espíritu.
▪
En este caso no se refiere al Espíritu Santo, porque para el cristiano sellado, que ya es parte del Cuerpo
de Cristo, es imposible no andar en un mismo Espíritu (Rom. 8.9; 1Cor. 12.27).
▪
Se trata de un “espíritu” con minúscula, que quiere decir un mismo sentir y un mismo actuar en armonía.
•
Dios nos da la comunión por medio del Espíritu Santo, del evangelio y de la Biblia.
•
Dios nos ha unido con lazos que no se pueden romper, pero si lo permitimos el diablo puede venir y
estorbar nuestra comunión y de esta manera impedirnos cumplir con nuestra misión.
•
Nosotros tenemos la responsabilidad de guardar esta unidad, poniendo las cosas que Dios nos ha
dado para juntarnos por encima de las tonterías que a veces usamos para desunirnos.
“Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis
llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros
en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.” Ef. 4.1-3.
▪
El llamado de Pablo acá es para que dejamos de lado las diferencias humanas, y nos ayudemos
mutuamente a estar firmes, como el cuerpo espiritual que somos.
“De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro
recibe honra, todos los miembros con él se gozan.” 1Cor. 12.26.
“También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco
ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.” 1Tes. 5.14.
“Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.” Gál. 6.2.
◦
Combate unánime por la fe del evangelio.
▪
Uno de los principales lazos que nos unen es la comisión (“misión común”) que se nos ha encargado.
•
Este es el mismo ministerio de la reconciliación de 2Cor. 5.18-21.
•
Es la orden de ir a predicar el arrepentimiento y el perdón de pecados (Lc. 24.47).
•
Es la misión de hacer discípulos de Cristo (Mt. 28.19-20).
▪
Los cristianos tenemos un trabajo de parte de Dios que debemos estar haciendo juntos.
•
A pesar de nuestras diferencias, necesitamos dejar cualquier cosa atrás y organizarnos de manera
que estemos evangelizando y edificando el Cuerpo de Cristo.
•
La Biblia nos sirve como punto común para unificarnos en doctrina y práctica.
•
Y el amor de Dios nos constriñe para ofrecer nuestras vidas al servicio de Dios, y obedecerle como
sus esclavos.
“Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego
todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para
aquel que murió y resucitó por ellos”. 2Cor. 5.14-15.
•
v28. Luchando sin miedo.
◦ No se intimida por la oposición.
▪
Recordemos que estamos hablando de cómo nos comportamos, de cuál es nuestro estilo de vida.
▪
Pablo insta a los filipenses a no tener miedo de los que se oponen.
▪
Poniendo como ejemplo su propio caso (según el contexto que ya estudiamos), él no teme pues no ha
hecho nada indebido.
▪
Así que predicando la verdad, y anunciando a Cristo sinceramente, ¿por qué vamos a temer?
▪
No debemos permitir que la presión de los incrédulos y el sistema del mundo nos impida testificar.
▪
Si creemos lo que dice la Biblia sabremos que los opositores están en peligro del infierno, y nosotros a
un paso de ir al cielo con el Señor.
“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.” Fil. 1.21.
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El gran llamado a las misiones
Sepa que la oposición es indicio de salvación.
◦
Indicio de perdición.
▪
Cuando nos disponemos a vivir cada momento en el Espíritu hay que tomar en cuenta que nos
encontraremos muchas personas que se nos van a oponer.
▪
Puesto que el cristiano verdadero anda con Cristo todos los días y no sólo el domingo, su
comportamiento chocará con la gente incrédula.
•
Vamos a toparnos con burlas, rechazo, palabras y actitudes hirientes incluso de nuestros propios
familiares y de los que creíamos que eran nuestros amigos.
•
Es una oposición que uno no recibe cuando se envuelve en aficiones mundanas: hobbies, carreras
profesionales, tendencias políticas, grupos activistas, incluso filosofías.
•
Pero que con sólo mencionar la Biblia y el nombre de Cristo se nos viene encima como un toro
furioso.
▪
Un “indicio” es una señal o circunstancia que permite deducir la existencia de algo o la realización de una
acción de la que no se tiene un conocimiento directo.
•
Así que, aunque no podemos ver el corazón de las personas, esta oposición al evangelio y a nuestro
comportamiento en Cristo, nos da señal (indicio) que nos permite deducir perdición en ellos.
•
No debemos juzgarlos, sino compadecernos de ellos y mostrar nuestro amor por ellos siendo
testimonio de palabra y de hechos.
“Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? […] Porque a los que están
fuera, Dios juzgará.” 1Cor. 5.12a, 13a.
“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los
que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;” Mt. 5.44.
◦
Indicio de salvación.
▪
La perspectiva del cristiano se amplía cuando recibe persecución y oposición.
•
Se da cuenta de lo mal recibido que es en realidad el mensaje de Jesucristo.
•
Se da cuenta que hay una guerra espiritual en la cual el mundo se opone al Dios de la Biblia.
•
Se da cuenta que Dios ha ido cambiando su propio entendimiento del mundo desde que lo salvó.
•
Y entre muchas otras cosas, se da cuenta que la vida cristiana no es un juego.
▪
Al verse confrontado por los incrédulos sin que usted haya hecho ningún mal, sepa que su deseo de
servir a Dios anunciando el evangelio no es algo que viene de su humanidad, sino del Espíritu Santo.
▪
Puede leer y estudiar 1Pe. 3.13-17 para ampliar sobre la actitud que debemos tener en esas situaciones.
B – La guerra en que estamos 2.
•
2
El tema de la Biblia.
◦ Todo libro bien escrito tiene un tema central que el autor busca transmitir.
◦ Ese también es el caso de la Biblia.
▪
Dios quiere comunicarnos un tema principal que resalta desde Génesis hasta Apocalipsis, a lo largo de
toda la historia bíblica.
▪
Este tema nos establece el contexto general dentro del cual cabe todo el contenido de la Biblia.
◦ El tema central de la Biblia es el reino.
▪
Toda la Escritura, desde Génesis 1.1 hasta Apocalipsis 22.21 se trata acerca de la lucha por el control del
trono de la creación.
▪
El drama que se está resolviendo es en realidad muy sencillo ¿quién va a reinar? ¿Dios o alguien más?
▪
Si queremos entender toda la Biblia en su debido contexto tenemos que leerla desde esta perspectiva,
que es el punto de vista desde el cual el Autor la escribió.
•
Si usamos nuestra propia perspectiva como cristianos en la época de la iglesia, para tratar de
entender la Biblia, vamos a acabar con un montón de aplicaciones torcidas de pasajes que histórica
y doctrinalmente nada tienen que ver con nosotros.
Únicamente estaremos rozando la superficie de este asunto. Si desea más detalles puede estudiar los capítulos 3 y 7
de libro “¿Cómo Estudiar la Biblia?” disponible gratuitamente en http://www.iglesia-del-este.com/librosgratuitos/como-estudiar-la-biblia/.
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El gran llamado a las misiones
Sepa que la oposición es indicio de salvación.
Este es uno de los principales problemas con que se enfrenta la gente que lee la Palabra de Dios sin
entendimiento del tema central dentro del cual calzan todas las demás cosas.
•
Pero si damos un paso hacia atrás y ampliamos nuestra perspectiva tomando en cuenta el tema
general de la Biblia, entonces lograremos hallar el sentido correcto a cada sección, libro, pasaje,
versículo y palabra en su debido contexto.
Así que para comprender la guerra en que estamos debemos estudiar brevemente este drama por el
control del reino de la creación.
tema de la Biblia desde el comienzo.
Si queremos ver el tema de la Biblia desde el comienzo, tenemos que ir al primer conflicto registrado en
la Escritura en la creación original de Dios.
•
Pero no estamos hablando (como muchos creen) sobre el hombre en el huerto de Edén comiendo del
fruto del árbol prohibido.
•
Porque cuando llegamos a este punto Adán y Eva son tentados por un personaje que ya se
encuentra en su estado caído: la serpiente, que es el diablo, Satanás (Apoc. 12.9; 20.2).
La lucha por el control del reino empezó con el pecado de orgullo en el corazón de un querubín.
•
▪
◦
El
▪
▪
“Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro,
y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y
acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu
vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda
y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu
creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste;
en medio de las piedras de fuego te paseabas.” Ez. 28.11-14.
•
•
•
•
•
•
▪
El
Aunque esta profecía históricamente fue para el rey de Tiro, es claro que doctrinalmente está siendo
dirigida al poder espiritual que estaba actuando en el trasfondo.
Se refiere a un ser creado (no nacido), que era sello de perfección, que estaba en Edén.
Este ser creado, el quinto querubín (el protector), estaba en el monte de Dios, vestido de piedras
preciosas y paseándose en medio de las piedras de fuego.
No había otra criatura que le igualaba en poder, autoridad o belleza.
Sin embargo fue precisamente por su grandeza, su belleza y lo exaltado de sus labores, que su
corazón se enalteció y se llenó de iniquidad (Ez. 28.15-16).
Dios le juzgó por su pecado, sacando fuego de en medio de él y arrojándolo por tierra (Ez. 28.1719).
pecado original de Satanás fue rebelarse contra Dios y querer usurpar Su trono.
“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que
debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las
estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del
norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.” Isa. 14.12-14.
Acá encontramos el nombre original del querubín protector: Lucero 3.
El deseo que motivó a Lucero a montar su rebelión contra Dios era el de reinar sobre todo como si
fuera Dios mismo.
•
La rebelión de Lucero fracasó y así llegó a ser el diablo, Satanás, arrastrando con él al menos a la
tercera parte de los ángeles (Apoc. 12.3-4a), que ahora son demonios a su servicio.
▪
Desde entonces lo vemos intentando estorbar el plan de Dios para la creación, y buscando la forma de
armar una nueva rebelión, pues su deseo aún es reinar en el lugar del Creador.
El tema de la Biblia hasta el final.
▪
Cuando llegamos al final de la Biblia en Apocalipsis hay cielos nuevos y tierra nueva, y un trono.
•
•
◦
“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; […] Después me mostró un río limpio de agua de vida,
resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. […] Y no habrá más
maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, […] y
reinarán por los siglos de los siglos.” Apoc. 21.1a, 22.1, 3, 5b.
3
Quizá les suene conocida la traducción de este nombre en inglés, en la Biblia KJ1611: “Lu'cifer”.
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El gran llamado a las misiones
Sepa que la oposición es indicio de salvación.
Así que en el final del libro vemos todavía a Dios reinando en Su trono, sobre cielos nuevos y tierra
nueva, y a sus siervos voluntariamente sometidos a su señorío para siempre.
▪
De esta manera sabemos cómo termina la lucha, en qué resultará todo el conflicto bíblico: Dios
triunfador y Satanás arrojado al lago de fuego junto con todos los que le siguieron en su maldad (Apoc.
20.10, 15).
El conflicto en nuestros días.
◦ El plan de Dios.
▪
El plan de Dios siempre ha sido el mismo desde el comienzo.
▪
Él quiere establecer Su reino y extenderlo a través de toda la creación.
▪
Satanás trató de estorbar el plan en el comienzo y sigue haciéndolo aun en nuestros días.
▪
Pero sabemos que un día en el futuro Dios va a acabar con toda oposición y terminará de cumplir su
proyecto de reinar sobre toda la creación.
▪
•
“Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han
sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. Pero luego
que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le
sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.” 1Cor. 15.27-28.
◦
Los
▪
▪
▪
▪
▪
▪
◦
El
▪
▪
▪
dos reinos.
El reino se manifiesta en diferentes formas a través de la historia de la Biblia.
Hay dos formas principales que el reino toma en la Biblia: la física y la espiritual.
El reino físico se conoce como el “reino de los cielos” y es la expresión literal y física del gobierno o
administración de la creación desde los cielos a la tierra.
El reino espiritual es el “reino de Dios”, puesto que Dios es espíritu (Jn. 4.24) también hay un reino o
mayordomía sobre las cosas espirituales.
Originalmente, tanto en tiempos de Lucero como en tiempos de Adán antes de que pecaran, los reinos
estaba unificados y ellos eran los mayordomos encargados tanto de las cosas espirituales, como de la
creación física.
Desde el Milenio y luego en los cielos nuevos y tierra nueva, los reinos volverán a unificarse, con el Padre
y Cristo gobernando desde Su trono tanto las cosas espirituales como la creación física, para siempre.
reino espiritual.
Nos interesa hablar un poco más sobre el reino espiritual porque nuestra mayordomía y nuestra misión
están relacionadas exclusivamente con el reino de Dios.
Al principio Adán fue creado para administrar tanto el reino físico como el reino espiritual.
Sin embargo al comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, murió espiritualmente.
“Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del
árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás.” Gén. 2.16-17.
“Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol
codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido,
el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que
estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.” Gén. 3.6-7.
▪
Toda la descendencia de Adán y Eva nacimos muertos espiritualmente, porque fuimos engendrados a la
semejanza caída de nuestro padres.
“Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y
llamó su nombre Set”. Gén. 5.3.
“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la
muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” Rom. 5.12.
▪
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Durante todo el tiempo del Antiguo Testamento el reino espiritual no estuvo presente.
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Sepa que la oposición es indicio de salvación.
▪
•
Adán es llamado hijo de Dios en la genealogía de Cristo en Lucas capítulo 3.
•
Pero luego de Adán ningún hombre fue llamado hijo de Dios porque no tenían vida espiritual.
Jesús vino ofreciendo el reino espiritual a los judíos.
•
La oferta de Jesús a la nación de Israel incluía tanto el reino de los cielos como el reino de Dios.
“Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos
se ha acercado.” Mt. 4.17. 4
“Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de
Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y
creed en el evangelio.” Mc. 1.14.
•
Pero los judíos no entendían la naturaleza del reino espiritual.
“Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El
reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el
reino de Dios está entre vosotros.” Lc. 17.20-21.
•
Jesús tenía el reino de Dios, la vida espiritual de Dios (Jn. 1.4), que haría accesible a los hombres
por medio del nacimiento espiritual.
“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios. […] Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” Jn. 3.3, 5.
Si ellos lo hubieran recibido como Mesías, Dios les habría regenerado espiritualmente como una
nación espiritual y santa (Jl. 2.28; Hch. 2.16-17) por la venida del Espíritu Santo.
La nación de Israel rechazó al Mesías, y el reino espiritual pasó a la iglesia.
•
▪
“Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que
produzca los frutos de él.” Mt. 21.42.
•
•
•
En Hechos capítulo 2 se cumplió lo descrito en Juan 1.12: “a todos los que le recibieron, a los que
creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.
Una vez que Israel rechaza a los apóstoles, matando a Esteban en Hechos capítulo 7, Dios empieza
una transición de Su reino espiritual a los gentiles.
Cuando Pablo llega a Roma predica por última vez en una sinagoga, y luego de esto se va
definitivamente a los gentiles.
“Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán. Y
cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí. Y Pablo
permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían,
predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin
impedimento.” Hch. 28.28-31. [Énfasis mío].
◦
La misión de los hijos de Dios durante el tiempo de la iglesia.
▪
Nosotros, pues, somos la iglesia, los hijos de Dios, engendrados por el Espíritu Santo (Jn. 1.13).
▪
Nuestro reino no es físico, sino espiritual.
“porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.”
Rom. 14.17.
4
Hay únicamente 32 referencias al reino de los cielos en toda la Escritura, todas en el libro de Mateo, porque este es el
evangelio que presenta a Jesús como el “Hijo de David” (Mt. 12.23), como el Rey de los judíos (Mt. 27.37).
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El gran llamado a las misiones
Sepa que la oposición es indicio de salvación.
▪
▪
Nuestra mayordomía no tiene que ver con cosas materiales, sino con los misterios de Dios (1Cor. 4.1).
Nuestra misión es predicar el evangelio para que otras personas al escucharlo puedan arrepentirse, creer
en Cristo y llegar a ser regenerados por Dios con el perdón de los pecados y la vida espiritual.
“y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los
muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de
pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”. Lc. 24.46-47.
“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Hch. 1.8.
Y entre los hermanos, nuestros dones deben ser usados para edificarnos unos a otros, para ayudarnos a
ser conformados a la imagen de Cristo (Rom. 8.29; 2Cor. 3.18; Col. 3.10).
El juicio por nuestro servicio como hijos de Dios.
▪
Cuando el Señor venga por la iglesia para resucitar a los que hayan muerto y transformar a los que
vivan, nos llevará al Tribunal de Cristo.
•
Este es un juicio sin relación con el pecado.
•
En este tribunal se revisará nuestra fidelidad y obediencia en la misión de rescatar a los perdidos y
edificar la iglesia.
•
Si fuimos fieles tendremos ganancia, pero si fuimos apáticos e indiferentes recibiremos pérdida.
▪
El resultados de ese juicio depende completamente de su respuesta al gran llamado que Dios le hace a
tener comunión con Él y participar de las misiones (1Cor. 3.11-15).
▪
◦
C – Compañeros de batalla.
•
v29. Creer y padecer.
◦ Regresando al texto encontramos una advertencia que nos permite aterrizar la aplicación del mensaje.
◦ Entendiendo la lucha por el control del reino, y en dónde nos ubicamos como cristianos (hijos de Dios) en
este conflicto, hay implicaciones para nuestra vida si es que decidimos participar en la batalla.
◦ Si tomamos nuestros puestos, y empezar a predicar el evangelio y a servir a los hermanos, en el plano físico
Dios nos concede un regalo: padecer juntamente con Cristo.
▪
Creer para ser salvos ya es difícil, porque implica renunciar a nosotros mismos y al pecado, y
entregarnos al señorío de Jesucristo.
▪
Pero luego de ese paso crucial viene la opción de padecer por Cristo trabajando en el reino de Dios.
▪
Usted puede decidir si quiere aprovechar este privilegio y sembrar para una herencia eterna en el cielo.
▪
Si lo hace, será coheredero con Cristo, si no lo hace, entonces no.
“Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.” Rom. 8.17.
•
v30. Compartiendo el conflicto.
◦ Sin haber hecho nada malo, sino todo lo contrario, con amor buscando hacer el bien a los demás a través del
evangelismo y el discipulado, el mundo va a darnos aflicciones y persecuciones.
▪
El diablo no quiere que Dios reine, ni en la creación, ni en la iglesia, ni en su vida.
▪
Por eso intentará apagar todos nuestros esfuerzos para ser fieles a Dios.
▪
Recuerde: la oposición es indicio de salvación.
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Sin haber cometido ningún crimen, el mundo nos va a tratar como criminales por la causa de Cristo.
▪
Es la mano de Satanás tratando de disuadirnos para no que participemos del conflicto.
◦ La buena noticia es que si usted toma la decisión de buscar posiciones, armarse y dedicarse a pelear la buena
batalla, no estará solo.
▪
Encontrará a otros hijos de Dios que, como Pablo, están viviendo aflicciones como consecuencia de su
aporte en el reino de Dios.
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Anímese y dedique su vida a las misiones, al progreso del evangelio.
▪
Y al final del combate podremos reunirnos para heredar el reino espiritual con el Señor Jesucristo.
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Filipenses 1.27-30
9 de 9
El gran llamado a las misiones
Sepa que la oposición es indicio de salvación.
(3) Aplicaciones
Histórica: Pablo sabía lo que le esperaba a los filipenses, y en general a todos los cristianos fieles. En esta última parte del
capítulo les instaba a permanecer unánimes, a estar firmes en el gran llamado a las misiones, extendiendo el evangelio sin
miedo sino confiados en que la oposición era una señal de su salvación y un indicio de que estaba metidos en la batalla por
la causa de Cristo. Desde entonces Dios fue muy claro en Su Palabra, en que creer en el Señor Jesucristo no era garantía
de comodidades en el mundo, sino todo lo contrario, de conflicto y padecimientos.
Doctrinal: Los que deciden seguir al Dios de la Biblia experimentarán oposición de parte del diablo, quien quiere estorbar el
plan de Dios para extender Su reino sobre la creación. Satanás desea usurpar el trono de Dios, y seguirá haciendo guerra
contra Él pensando que puede conseguir derrotarlo y reinar en su lugar. En todas las edades de la historia bíblica este
conflicto se está desarrollando, y cada ángel y cada persona que llegue a existir debe tomar parte. En este conflicto no se
puede ser imparcial. Dependiendo del lado que uno elija, así será su destino eterno, porque en la Biblia ya Dios ha
revelado cuál será el desenlace del conflicto.
Personal: Usted no es el centro del universo. El drama de los siglos sigue, y seguirá a pesar de usted. Ya sea que usted
quiera tomar parte o no en esta guerra al final se verá en alguno de los dos bandos.
Hoy estamos en los días de la iglesia, y los cristianos somos los encargados del reino espiritual de Dios 5. Nuestro gran
llamado a las misiones es que nos comportemos a la altura de la dignidad del evangelio de Cristo, combatiendo unánimes
sin miedo a los que se oponen, sabiendo que vendrán padecimientos por Su causa, pero gozosos porque esto es indicio de
salvación.
En este tiempo, todos los hombres que sigan los pasos del diablo y quieran quitar a Dios del trono de su vida para poner
un ídolo o ponerse a sí mismos, no recibiendo la misericordia de Dios a través del sacrificio sustituto de Jesucristo, deberán
ir al infierno y luego padecer en el lago de fuego eternamente como paga por sus pecados.
Pero aquellos que oyendo la predicación del evangelio, voluntariamente doblen rodilla delante de Dios, sometiéndose a Él a
sabiendas que es un amo justo y benévolo, y apliquen por la fe en Jesucristo la justificación por sus transgresiones, serán
hechos hijos de Dios por el poder del Espíritu Santo.
La misión de los hijos de Dios rescatados del infierno es predicar el evangelio a los que todavía están sin Cristo, y edificar a
los hermanos que tenemos junto a nosotros. Debemos ocuparnos en evangelismo y discipulado. Esto debe ser el centro de
nuestras vidas, si es que queremos ser coherederos de Cristo en Su reino.
La oposición vendrá de donde menos la esperamos. Será indicio de perdición para los que se oponen, una señal de que
están enredados en las manipulaciones del diablo para no recibir la verdad. Pero para nosotros sufrir injustamente por
causa de Cristo nos será indicio de salvación. Gocémonos y regocijémonos en los padecimientos que vengan por anunciar
el evangelio, y apoyémonos en los hermanos para andar unánimes en esta lucha.
“Dios va a invadirnos, es verdad, pero, ¿de qué servirá decir entonces que estáis de Su lado,
cuando veáis que el universo natural se difumina a vuestro alrededor como un sueño, y que
algo más –algo que os hubiera sido imposible concebir– aparece de pronto; algo tan hermoso
para algunos y tan terrible para otros que ninguno de nosotros tendrá posibilidad de elegir?
Pues esta vez será Dios sin su disfraz; algo tan sobrecogedor que inspirará o un amor
irresistible o un odio irresistible a todas las criaturas. Entonces será demasiado tarde para
elegir un bando u otro. No sirve de nada decir que elegís permanecer acostados cuando se ha
hecho imposible que estéis de pie. No será ese el momento de elegir. Será el momento en que
descubramos qué bando habíamos elegido realmente, nos hayamos dado cuenta antes o no.
Hoy, ahora, en este momento tenemos la posibilidad de elegir el bando adecuado. Dios está
esperando para darnos esa posibilidad. Pero Su espera no durará para siempre. Debemos
aceptarlo o rechazarlo.” ~C.S. Lewis.
– FIN DEL ESTUDIO [1/1] –
[19 – Julio – 2014]
5
En nuestros días el gobierno físico de la creación (todos los reinos del mundo) se encuentra en manos de los gentiles, y
el diablo tiene autoridad sobre ellos (Dn. 2.37-43; Lc. 4.8-9; 2Cor. 4.3-4).
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