SENDEROS DE LOS YÉBENES Y MONTES DE TOLEDO. Decía Fray Luis de León, aludiendo a su encuentro con la naturaleza, “¡Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruido y sigue la escondida senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido!”. Por esta senda podemos sentirnos como aquellos grandes sabios que supieron ver en lo natural una forma de relajación y de valoración de nuestro propio ser. El camino comienza, invitando a la reflexión, desde la “Ermita de la Concepción”, edificio del S.XVIII, típico del arte popular toledano, hecho en ladrillo y mampostería. Desde ahí, en el inicio del camino de “El Molinillo” nos alejamos de Los Yébenes cruzando sus huertas, esas que antaño fueron cultivadas por los árabes, y cuya tradición queda hasta nuestros días. A escasos quinientos metros, con suma atención, cruzamos la nueva carretera de circunvalación, retomando el camino que nos acompaña, que poco a poco empieza a sembrarse de almendros. Este paisaje agrícola se extienda a ambos lados de nuestra ruta y prosigue hasta la “Colada de Sta. QUITERIA” donde predomina el olivar. La “COLÁ de SANTA QUITERIA” situada a dos kilómetros y medio del inicio de nuestra ruta, forma parte de la Cañada Real de Las Merinas. A nuestro paso vemos el pozo que sirvió como abrevadero de innumerables ganados, que fueron desde el siglo XV y hasta el XVIII la mayor riqueza de estas tierras. Dejando atrás esta ancha franja de tierra roja y pasto verde por donde avanzaban los ganados, seguimos nuestro camino entre olivares, adentrándonos en el término municipal de MARJALIZA, hasta llegar al río ALGODOR después de un pequeño trecho de dos kilómetros y medio. Aquí nos encontramos con un paisaje onírico, de verdes verticales, de chopos y juncos que se acomodan en las cristalinas aguas del río, a su paso por el vado de San Marcos. A poco de cruzar el vado, conocido popularmente como “Las PASAERAS”, y durante unos cuatro kilómetros, vemos una llanura de cereal y pasto moteada de encinas, donde no es extraño atisbar liebres, conejos y perdices. Observando la silueta del Valle de San Marcos, nos acercamos a MIGUELAGUA. En este punto se corta nuestro rumbo y describiendo un ángulo recto tomamos “El Camino de la Boca del Valle”. A nuestra derecha se alzan Los Montes de Toledo, cuyo pico “El Gigante” con sus 1135 metros domina el paisaje. Estos Montes son hogar de jabalís y ciervos, gamos y corzos, águilas y halcones…, cobijados por un paraíso natural que alberga el encinar y el matorral, con sus aromáticas y su flora multicolor. A escasos kilómetros (dos), llegamos a la Dehesa Boyal, nuestro destino, aquí en las casas de la dehesa, podrás encontrar agua todo el año, refrescarte en los caños de su fuente y holgarte con la sombra de sus porches. Una vez descansados, retomamos nuestros pasos hasta el Carril de las Trochas que ahora seguiremos a nuestra derecha, durante unos quinientos metros. Al llegar a una zona de recreo sale a la izquierda una pequeña senda denominada “Vereda de las Bragas” que seguiremos con cuidado, vigilando la señalización, para no despistarnos. Pasados tres kilómetros por un monte de chaparros y encinas, tras un giro a nuestra izquierda, comenzamos el camino de la FUENFRÍA, el cual sin abandonarlo nos devolverá a Los Yébenes, nuestro punto de partida. Este camino acompaña durante un trecho la Cañada de Las Merinas, cruza el río ALGODOR, y se dirige hacia el pueblo, siempre vigilante en la lontananza, descrito en la antigüedad, como “una bandada de palomas posadas en un monte, pues sus níveas casas y los árboles que hay, le dan tal aspecto”. ITINERARIO: Camino de los molinos: 6 km. Camino de San Marcos: 5km. Camino de la Boca del Valle: 3km Carril de las Trochas: 500m Vereda de las Bragas: 3km. Camino de la FUENFRÍA: 7 km. ..................................................................... Ruta Yébenes Pico Vedado: Enlace wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=257513 Archivo .GPX en .Rar: http://www.losyebenes.es/pdf/Rutas/los-yebenes-pico-veloso.rar