desarrollo emprendedor - Emprendedor XXI en Argentina

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RIALIDAD
empresarialidad_v7
5/17/04
6:37 PM
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BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO
FUNDES INTERNACIONAL
DESARROLLO
EMPRENDEDOR
América Latina y la experiencia internacional
Hugo Kantis, editor, con la colaboración de
Pablo Angelelli y Virginia Moori Koenig
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5/17/04
5:11 PM
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ÍNDICE
Introducción ..........................................................................................................................
9
Juan José Llisterri
Parte 1: Estudio comparado del proceso emprendedor en países de América Latina,
sur de Europa y este de Asia
Capítulo 1:
Un enfoque sistémico de la creación de empresas .........................................
21
Hugo Kantis
Capítulo 2:
Nacimiento y desarrollo de empresas dinámicas en América Latina ................
35
Hugo Kantis
Capítulo 3:
Principales contrastes entre el proceso emprendedor de la región
y el del este de Asia, Italia y España ...............................................................
57
Hugo Kantis
Capítulo 4:
Nacimiento y desarrollo de empresas dinámicas en áreas locales
y metropolitanas .............................................................................................
75
Virginia Moori Koenig y Hugo Kantis
Capítulo 5:
La creación de empresas en sectores intensivos en conocimiento
y en la industria tradicional .............................................................................
93
Pablo Angelelli y Hugo Kantis
Capítulo 6:
El acceso al financiamiento, un reto para la creación
de empresas dinámicas .................................................................................
111
Rogerio Studart y Claudia Suaznábar
Capítulo 7:
Implicaciones para la formulación de políticas ................................................
Hugo Kantis, Pablo Angelelli y Juan José Llisterri
127
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Parte 2: Experiencias internacionales de fomento del desarrollo emprendedor
Capítulo 8:
Iniciativas de fomento del desarrollo emprendedor .........................................
139
Hugo Kantis
Capítulo 9:
Experiencias en América del Norte .................................................................
151
Iniciativas de fomento de la empresarialidad en Estados Unidos .....................
151
Hugo Kantis y Juan Federico
La estrategia de promoción de nuevas empresas en la región atlántica
de Canadá ......................................................................................................
159
Hugo Kantis y Juan Federico
Capítulo 10:
Experiencias europeas ....................................................................................
171
La experiencia escocesa de creación de empresas .........................................
171
Juan Federico y Hugo Kantis
La experiencia del programa alemán Exist ......................................................
189
Juan Federico y Hugo Kantis
La experiencia italiana de fomento de la empresarialidad.................................
208
Patrizio Bianchi y Mario Davide Parrilli
Capítulo 11:
Experiencias latinoamericanas ........................................................................
219
El programa SOFTEX de Brasil.........................................................................
219
Miguel Bacic y Luiz Antonio Teixeira Vasconcelos
Los programas del gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires ..............
234
Gustavo Baruj
La experiencia de «Emprende tu idea» en El Salvador .....................................
254
Julia Evelin Martínez
Parte 3: Conclusiones
Principales lecciones para América Latina ......................................................
267
Hugo Kantis
Bibliografía ...........................................................................................................................
277
Nota sobre los autores .........................................................................................................
285
DESARROLLO EMPRENDEDOR
América Latina y la experiencia internacional
NOTA RESUMEN
INTRODUCCIÓN
La generación de nuevos emprendimientos y el impulso del espíritu empresarial se han convertido en uno
de los objetivos de política más generalizados entre los concernientes al desarrollo de las pequeñas y
medianas empresas. En los países de América Latina se está produciendo una verdadera transformación
en políticas de desarrollo empresarial, que incorpora el fomento de nuevos emprendimientos y la promoción
de una nueva mentalidad que valoriza la actividad empresarial. Prueba de ello es que en los últimos años
han surgido numerosos programas de creación de nuevas empresas y de fomento del espíritu empresarial,
tanto a nivel nacional como en ámbitos municipales, con frecuencia desarrollados por entidades privadas
pero contando también con apoyo público.
Desde la década de los noventa, el Banco Interamericano de Desarrollo viene realizando un esfuerzo
continuado en el campo de la creación de empresas, tanto en el área de investigación como en la
financiación de proyectos de apoyo a emprendedores. En 1999 se inicia la investigación del título
“Empresarialidad en economías emergentes: creación y desarrollo de nuevas empresas en América Latina
y el este de Asia” (Kantis y otros, 2002), cuyos resultados se constituyeron una pieza clave en la
profundización del conocimiento del proceso emprendedor en la región. Por una parte, tuvo el mérito de ser
la primera recolección y análisis de información comparada sobre la creación de empresas dinámicas en
distintos países de América Latina, a la vez que ofreció una ilustrativa diferencia con los países asiáticos
que han experimentado un ritmo de crecimiento mucho mayor. Por otra parte, el estudio concluyó con una
serie de recomendaciones de política que ha sido posible trasladar al plano operativo.
Sin embargo, pronto se vio la necesidad de reforzar este primer estudio ampliando el análisis a un mayor
número de países, tanto latinoamericanos como de otras regiones comparables, e incluyendo aspectos
operativos, de gran importancia para al diseño de programas y proyectos específicos. El Banco decidió
ampliar el estudio con la colaboración de Fundes Internacional y el financiamiento del Fondo Fiduciario de
Consultoría de Italia, de manera que, utilizando la misma metodología desarrollada en la etapa anterior, se
incorporasen dos nuevos países (Chile y El Salvador), se ampliara la comparación internacional a dos
países europeos (Italia y España), y se analizaran casos de buenas prácticas de políticas y programas de
promoción de los nuevos emprendimientos, tanto de Europa como de América Latina.
El libro está conformado por una primera parte dedicada a ofrecer los aspectos más relevantes del análisis
del trabajo de campo realizado en trece países de América Latina, este de Asia y sur de Europa, y una
segunda en la que se presentan y analizan programas exitosos dedicados a la promoción de nuevos
emprendimientos.
PARTE 1: ESTUDIO COMPARADO DEL PROCESO EMPRENDEDOR EN PAÍSES DE AMÉRICA
LATINA, SUR DE EUROPA Y ESTE DE ASIA
La primera parte comienza situando el conjunto del trabajo en su marco teórico, revisando y actualizando
las referencias de la literatura reciente y planteando un enfoque sistémico del proceso emprendedor, en el
que se entrecruzan los aspectos socioeconómicos, culturales, personales, institucionales, productivos y de
entorno.
A continuación se realiza un estudio comparado de: (i) los rasgos característicos de las nuevas empresas
dinámicas en América Latina; (ii) de las diferencias entre las nuevas empresas en América Latina, este de
Asia y sur de Europa; y (iii) de las diferencias en las empresas dinámicas en función de la localización y la
actividad económica; (iv) del acceso a financiamiento de las nuevas empresas; y se concluye con
recomendaciones de políticas para promover la creación de empresas en América Latina.
El estudio de los rasgos característicos de las nuevas empresas dinámicas en América Latina muestra que
las empresas dinámicas son generalmente fundadas por equipos emprendedores con funciones
complementarias y especializadas; encuentran su fuente de motivación, ideas y competencias
predominantemente en las firmas en las que trabajaron previamente, frente a la universidad; y valoran las
redes de contactos como medios para identificar la oportunidad de negocio, y el acceso a la tecnología o al
financiamiento.
Además las empresas dinámicas nacen más grandes y tienen mayor orientación a la exportación. En
promedio las ventas del primer año eran entre 5 y 6 veces mayores en el grupo dinámico. Asimismo, los
emprendedores dinámicos revelaron una mayor orientación a la exportación, aunque el mercado doméstico
constituye su principal base de negocios.
La mayoría de los emprendedores, más allá de su dinamismo, financiaron la creación de su empresa con
ahorros personales y de la familia. Sin embargo, los emprendimientos dinámicos utilizan un mayor número
de fuentes de financiamiento y de mecanismos para reducir las necesidades de recursos externos, como
por ejemplo comprando equipos usados.
Los contrastes con el sur de Europa y el Este de Asia muestran que el dinamismo de las nuevas empresas
latinoamericanas es muy inferior al de las firmas creadas en el sur de Europa y el Este de Asia. Además,
las firmas latinoamericanas registran menores niveles de facturación por empleado y una orientación
exportadora mucho más baja. Estas diferencias obedecen a una serie de restricciones estructurales de los
sistemas emprendedores latinoamericanos. El análisis permite advertir marcadas diferencias culturales,
motivacionales, de comportamiento, de adquisición de capacidades, modelos de organización productiva
que se hallan relacionados con el desempeño de las nuevas empresas, y que son una importante fuente de
recomendaciones dirigidas a la generación de condiciones estructurales más favorables para la creación de
empresas:
− Las bases sociales de los emprendedores son más estrechas en América Latina. No sólo es menor el
peso de la clase media en la sociedad de América Latina en comparación con las otras regiones. Además,
la presencia de emprendedores dinámicos nacidos en hogares de clase media-baja y baja es muy inferior
en relación con los países asiáticos, en los cuales la contribución de la carrera empresarial a la movilidad
social ascendente es mayor.
− Las motivaciones para emprender y la cultura emprendedora presentan diferencias regionales. La
necesidad de desarrollo y realización personal así como también el deseo de contribuir a la sociedad son
los principales motores para convertirse en empresarios en los distintos países. Sin embargo, entre los
emprendedores asiáticos es significativamente mayor la influencia de modelos empresariales y los medios
de comunicación. El deseo de enriquecerse y de contribuir a la sociedad es más frecuente entre los
empresarios asiáticos, expresando quizá su mayor orientación hacia el crecimiento individual y colectivo así
como también sus mayores expectativas por transformar el contexto en el cual operan y obtener valoración
social. La influencia de la tradición familiar empresaria alcanza su máxima importancia en los distritos
industriales. Esta fuente de motivación también está presente en algunos países de América Latina.
− Las fuentes de aprendizaje para crear empresas son las empresas donde trabajaron anteriormente. El
aporte del sistema educativo al proceso emprendedor se limita a la contribución de la enseñanza
universitaria y adquiere importancia casi exclusiva en la formación de conocimiento técnico, especialmente
en los países de América Latina.
− Las oportunidades de negocio son de menor calidad para las nuevas empresas locales de América
Latina. Por el contrario, en los distritos industriales de Italia o del Este de Asia la articulación con otras
firmas sobre la base de la oferta especializada de bienes diferenciados es una fuente de oportunidades
para el nacimiento y desarrollo de nuevas empresas que con el tiempo consiguen ser competitivas inclusive
en el ámbito internacional. En América Latina, las escalas iniciales son menores y se orientan en mayor
medida a atender necesidades de consumidores de la zona explotando las ventajas de precios derivadas
de la proximidad y, en muchos casos, de los menores costos laborales existentes en el ámbito local.
− Los equipos de emprendedores latinoamericanos tienden a ser menos numerosos y sus redes, además
de ser menos estables, están más ceñidas al ámbito social cercano en comparación con el sur de Europa y
el este de Asia. La construcción de equipos y redes depende en buena medida de las actitudes y valores
predominantes en la sociedad.
− Las condiciones del entorno de negocios para crear y gestionar empresas son percibidas como más
desfavorables por los emprendedores latinoamericanos que por los emprendedores asiáticos o europeos.
Por ejemplo, los trámites relacionados con el inicio de la actividad o el peso de la carga impositiva fueron
mucho más mencionados. Otro tanto ocurrió durante los primeros años de vida con los problemas para
conseguir recursos humanos calificados, para buscar proveedores adecuados y para equilibrar el flujo
financiero de la empresa, evidenciando un peor funcionamiento de los mercados de factores y la presencia
de mayores costos de transacción para las firmas nuevas.
− Las condiciones de financiamiento para iniciar la actividad y recorrer los primeros años de vida de las
nuevas empresas son más desfavorables en los países de América Latina que en los países del sur de
Europa y del este de Asia. Esto trae consecuencias negativas más graves en el caso de las empresas
latinoamericanas, que de forma más acusada que en los demás países, se vieron obligados a lanzar su
empresa con un tamaño inferior al originalmente planeado, a retrasar el lanzamiento de la empresa o a
iniciar su actividad con algún retraso.
El estudio de las nuevas empresas en función de su localización muestra que la percepción de la carrera
empresarial como una opción deseable y factible se encuentra más extendida en las áreas locales de la
región. Los emprendedores que crean negocios dinámicos en ciudades pequeñas o intermedias provienen
de segmentos sociales más amplios, tienen menor nivel de instrucción y con mayor frecuencia crearon su
primera empresa. Los modelos empresarios cercanos influyeron más significativamente que en las áreas
metropolitanas, reflejando el protagonismo y visibilidad de los empresarios PyME en la comunidad local.
Las PyMEs son “escuelas empresarias” más valorizadas por los emprendedores locales y es mayor su
contribución a forjar la vocación y las competencias para emprender. Sin embargo, el dinamismo de las
empresas locales es inferior al de las metropolitanas. Esto parece deberse al diferente perfil de los
proyectos empresariales, de sus redes y del acceso a las fuentes de financiamiento.
Por otro lado, las diferencias sectoriales muestran que las empresas que desarrollan actividades intensivas
en conocimiento se distinguen de las que elaboran manufacturas tradicionales por su mayor capacidad
para modernizar y dinamizar las estructuras productivas. Estos negocios tecnológicos dependen en mayor
medida de capital humano especializado, una estructura empresaria y universidades que faciliten la
formación de emprendedores y la identificación de oportunidades de negocio, disponibilidad de información
técnica, disposición de ahorros personales y acceso a fuentes de financiamiento especializadas.
El acceso a fuentes de financiamiento formales para las nuevas empresas es limitado y los emprendedores
se ven obligados a financiar sus empresas tanto en el momento de lanzamiento como en los primeros años
de operaciones principalmente a través de ahorros propios y fuentes informales. Esta dependencia de las
fuentes de financiamiento informales es más grave en el caso de las nuevas empresas latinoamericanas.
En los países del este asiático o el sur de Europa, el uso de fuentes externas tales como los préstamos
bancarios, ofertas de las instituciones públicas y/o del capital de riesgo, según el país, es más frecuente.
Los contrastes entre las regiones son aún mayores al comparar las áreas locales con las metropolitanas.
En el acceso a recursos financieros formales las empresas exportadoras de América Latina presentan
ventajas frente a las no exportadoras, lo que les permite realizar mayores inversiones iniciales. Sin
embargo, los exportadores latinoamericanos están en desventaja frente a los asiáticos que, a pesar de
comenzar con un tamaño inicial menor, cuentan con fuentes de financiación diversificadas, que incluyen
diversos tipos de apoyo público.
En ese marco las consecuencias negativas de no acceder a fuentes de financiamiento fueron mayores para
los emprendedores latinoamericanos quienes debieron reducir tanto las escalas iniciales como el nivel
tecnológico de los proyectos. Además, las restricciones para el financiamiento formal, más importantes
para los emprendedores latinoamericanos, obligan a estos a recurrir a fuentes alternativas de
financiamiento, de naturaleza más inestable que las formales. El resultado de esto, es una posición de
vulnerabilidad financiera más preocupante que la de los emprendedores de las otras regiones.
Finalmente, de las conclusiones del estudio se derivan las principales áreas de trabajo para promover la
empresarialidad en América Latina en las que podrían actuar los responsables de política:
− Ampliar la base social y de género de la cual surgen los emprendimientos dinámicos
− Expandir el número y la calidad de las oportunidades de negocio
− Facilitar el acceso de los potenciales emprendedores a la experiencia laboral
− Favorecer el desarrollo de los equipos emprendedores y sus redes de contactos
− Mejorar el acceso al financiamiento
− Fortalecer el proceso emprendedor en las áreas locales
− Aprovechar el poder transformador de los nuevos negocios intensivos en conocimiento
− Generar condiciones de entorno más favorables para el crecimiento de las nuevas empresas
− Adoptar un enfoque sistémico, basado en la complementación de esfuerzos entre distintas
áreas y niveles de gobierno y con un fuerte protagonismo del sector privado
− Asumir el desarrollo emprendedor como una inversión social con visión de largo plazo
PARTE 2: EXPERIENCIAS INTERNACIONALES DE FOMENTO DE DESARROLLO EMPRENDEDOR.
PRINCIPALES LECCIONES PARA AMÉRICA LATINA
La segunda parte de la publicación se dedica a revisar estudios de caso de buenas prácticas en iniciativas
de promoción de la empresarialidad en Europa y América Latina. De esta forma, el análisis comparado
entre la realidad emprendedora en la región y la de otras regiones más avanzadas se completa con los
programas que arrojan valiosas experiencias y lecciones, para concluir finalmente con unas
recomendaciones operativas.
Se presentan un grupo variado de experiencias internacionales de fomento de la empresarialidad. De
Norteamérica, se estudian las políticas de apoyo a las pequeñas empresas en Estados Unidos, desde su
acceso a mercados públicos (lo que amplía las oportunidades de negocio para nuevas empresas) hasta el
apoyo al financiamiento o a la simplificación de trámites; y la experiencia de la Región Atlántica en Canadá,
que mediante su agencia de desarrollo diseñó e instrumentó, en los años noventa, una estrategia de
promoción de la empresarialidad, capacitación, desarrollo de redes y financiamiento de nuevos
emprendimientos, de la que derivan importantes lecciones
Entre los programas europeos se incluyen el programa de la Agencia Escocesa de Desarrollo, del cual se
analiza la definición de sus objetivos y los proyectos específicos de que ha constado, incluyendo los de
sensibilización, mejora del ambiente de negocios, acceso a financiamiento, ampliación del número y
extracción de los emprendedores, y un programa específico de apoyo a los emprendimientos de rápido
crecimiento; la experiencia del programa Exist de Alemania, diseñado para estimular la cultura
emprendedora en universidades y centros de investigación, se describe en su aplicación en cinco regiones,
complementadas con iniciativas supra regionales; y dos experiencias de Italia, el fomento de la
empresarialidad juvenil en las regiones más atrasadas del sur del país, y los Centros de Empresas e
Innovación de la región de Friuli-Venezia-Giulia.
Los programas latinoamericanos están representados a través del programa SOFTEX de Brasil, dirigido a
promover la competitividad del sector del software brasileño, que tiene un fuerte componente de
empresarialidad, creación de nuevas empresas de software y apoyo a los nuevos negocios; los programas
de apoyo a la microempresa, un centro de incubación de empresas de diseño y el programa universitario
de estímulo a la vocación empresarial del ámbito de la Municipalidad de Buenos Aires; y el programa
Emprende tu Idea, de El Salvador, desarrollado a partir de una metodología preparada por la firma
McKinsey, está dirigido a jóvenes de bajos ingresos para que desarrollen ideas de negocio y puedan
llevarlas a cabo, consiguiendo articular en el proyecto toda una serie de entidades privadas, desde el
programa Fundemás (EMPRETEC en El Salvador) hasta instituciones educativas y empresariales.
Finalmente se ofrece una visión de conjunto de las lecciones que derivan tanto de los resultados del
estudio comparativo de siete países latinoamericanos, cuatro asiáticos y dos europeos, como de las
experiencias de programas operativos. Tras reforzar la necesidad de contar con un marco estratégico y
descartar las recetas y objetivos únicos, se constata cómo la diversidad de experiencias parte de supuestos
y condiciones económicas y sociales diferentes, por lo que se deben considerar las condiciones de partida
de cada país o entorno geográfico y plantear una combinación de objetivos generales de promoción de la
cultura y el entorno adecuado para la creación de empresas, junto con otros de nicho, mucho más
específicos, de acuerdo con otros objetivos determinados en cada caso, relativos al empleo, el crecimiento,
la exportación, el desarrollo local u otros. El estilo emprendedor de las intervenciones mismas, el
protagonismo del sector privado y la capacidad de liderazgo de las instituciones ejecutoras de los
programas son precondiciones para su éxito.
PARTE 3. CONCLUSIONES Y LECCIONES PARA AMÉRICA LATINA
Las recomendaciones específicas que se desprenden del análisis del trabajo de campo y las experiencias
internacionales son:
Difundir modelos de rol positivos para forjar la vocación emprendedoraEn el Este de Asia, en EEUU y también en las distintas iniciativas de desarrollo emprendedor
implementadas en Canadá y Escocia los medios masivos de comunicación difunden experiencias exitosas
y ejemplos de emprendedores que promueven la vocación empresarial entre la población. Este no es el
caso en los países de América Latina. Por eso, la difusión de casos de emprendedores que han
conseguido crear y desarrollar empresas dinámicas, que han generado puestos de trabajo de calidad y que
han contribuido a modernizar la estructura productiva del país, ayudará a despertar el espíritu emprendedor
y a ensanchar la base de potenciales empresarios dinámicos.
Desarrollar acciones para grupos con menor propensión emprendedoraDiseñar programas específicos para segmentos de la población que muestran menor propensión
emprendedora o que tienen mayores dificultades para crear empresas puede ser un medio efectivo para
ampliar la base social de la cual provienen los emprendedores. Acciones de este tipo fueron incluidas en
los casos de Atlantic Canada, Scottish Enterprise y de los Estados Unidos.
Promover la vocación y las competencias emprendedoras a través del sistema educativo y propiciar una
mayor conexión entre el mundo académico y el mundo laboralLos resultados del estudio muestran que el sistema educativo a nivel secundario, técnico y universitario no
fomenta la vocación y las competencias empresariales entre sus estudiantes. Sin embargo, las
experiencias de Canadá, Escocia, Alemania y Estados Unidos enseñan que las instituciones educativas
pueden jugar un papel muy importante en el proceso emprendedor, especialmente cuando se promueven
transformaciones profundas en los distintos niveles del sistema. La escuela secundaria puede promover el
desarrollo de actitudes y valores favorables para un desempeño emprendedor mientras que las
universidades y otras instituciones de formación de adultos pueden no sólo motivar a los estudiantes, sino
también promover el desarrollo de competencias tales como la capacidad de manejar escenarios ambiguos
y adoptar riesgos, la creatividad, la habilidad para negociar, trabajar en equipos, tejer redes, comercializar y
resolver problemas. Para que este aprendizaje sea efectivamente vivencial, las metodologías de
enseñanza deben prever la vinculación directa con las empresas, dado que según muestra el estudio son
las principales “escuelas de emprendedores”.
Ampliar el espacio de oportunidades para emprenderPara lograr este objetivo deben realizarse esfuerzos para promover la innovación, el acceso a los mercados
internacionales y el aprovechamiento de oportunidades de sustitución competitiva de importaciones. Es
importante fortalecer los sistemas de innovación ya que, en América Latina, su debilidad restringe las
oportunidades de negocios y, en consecuencia, el surgimiento de nuevas firmas dinámicas. Asimismo,
mejorar los flujos de información y las interrelaciones entre los actores comunes de los sistemas de
desarrollo emprendedor e innovación puede ayudar a fomentar los nuevos negocios basados en el
conocimiento. Los programas implementados en Alemania y Brasil aportan evidencias acerca de la
importancia de incluir a la creación de empresas como un vehículo fundamental de la actividad innovadora,
siendo primordial establecer incentivos para que las instituciones de investigación y conocimiento superior
se comprometan en el fomento de la creación de empresas basadas en la innovación.
Promover el desarrollo de redes emprendedorasLa importancia de las redes no sólo surge del estudio de cerca de 2000 emprendedores en distintos países
sino también del lugar que ocupan en algunas estrategias de desarrollo emprendedor (p.e.: Escocia,
Canadá, Alemania). La interacción social y comercial con otras personas es uno de los principales recursos
del emprendedor. Los diseñadores de programas y los responsables de las políticas en general deben
aprender de las experiencias estudiadas (p.e.: Escocia, Alemania y Canadá), colocando especial énfasis en
la promoción de las redes de contactos. Las universidades, otras instituciones de formación de adultos en
articulación con las organizaciones representativas del sector privado deben estimular el intercambio y la
vinculación con empresarios experimentados, creando un espíritu de cooperación que será útil para la
elaboración del proyecto y para lanzar la empresa.
Generar ámbitos apropiados para el surgimiento de equipos emprendedoresEl trabajo en equipo puede ser promovido a través de programas de entrenamiento que requieren que los
emprendedores trabajen juntos, o mediante concursos para premiar los planes de negocios preparados por
grupos emprendedores. A través de programas educativos multidisciplinarios se puede trabajar con
estudiantes de administración de empresas y de ingeniería para promover planes de negocios preparados
por equipos de emprendedores con capacidades especializadas y complementarias. Las experiencias
estudiadas indican que, coincidiendo con los resultados de la investigación, las iniciativas que promueven
el nacimiento de empresas orientadas al crecimiento suelen incluir estímulos a la creación de equipos
emprendedores.
Mejorar las condiciones de entorno y financiamientoEspecialmente los empresarios latinoamericanos señalaron la falta de financiamiento y, en algunos países
en particular, la existencia de costos y trabas burocráticas que dificultan la creación de la empresa. Sus
reducidas escalas iniciales, la carencia de una trayectoria previa que genere confianza en su capacidad
comercial entre las firmas ya existentes y su posterior crecimiento acelerado generan costos de transacción
elevados en mercados de factores altamente imperfectos (mercados financieros, laborales, de tecnología,
de servicios profesionales). La mayoría de los casos estudiados en los que se implementaron estrategias
orientadas a transformar el sistema de desarrollo emprendedor incluyeron actuaciones en esta área o bien
contaban en forma previa con condiciones especialmente favorables.
En América Latina el financiamiento, cuando está disponible, sólo atiende las necesidades de las firmas
maduras. Es necesario implementar iniciativas para desarrollar el financiamiento hacia las nuevas
empresas debido a que la mayoría de los emprendedores señalaron los problemas ocasionados por las
consecuencias negativas de las restricciones existentes en la oferta de financiamiento. Las experiencias
estudiadas ilustran acerca de la importancia de contar con una oferta diversificada de instrumentos (p.e.:
capital de riesgo corporativo y de business angels, préstamos simplificados, etc.) y de la necesidad de
apalancar los recursos públicos y privados para fomentar el desarrollo de la oferta.
Implementar programas de capacitación, consultoría y consejería adecuados a las demandas de las
empresas jóvenes dinámicasMuchos de los programas de servicios empresariales existentes no atienden las necesidades de los
emprendedores durante el desarrollo inicial de sus empresas (por ejemplo conseguir nuevos clientes,
identificar proveedores confiables y contratar trabajadores y gerentes calificados). En vez de usar ese tipo
de apoyo, los emprendedores buscan respuestas a través de sus redes de contactos. Tomando en cuenta
dicha situación, los responsables de política deben proceder cuidadosamente a diseñar nuevos programas
de entrenamiento, asistencia técnica y tutoría hechos a la medida de las necesidades de las nuevas
empresas e implementados por redes de organizaciones con capacidades para atender a las firmas en sus
etapas tempranas de desarrollo. En algunos países puede que no exista una oferta de tales servicios y por
lo tanto sea necesario implementar acciones para desarrollarlos. Algunas de las experiencias estudiadas
brindan lecciones acerca de la importancia de incluir iniciativas de este tipo (p.e.: Canadá, Escocia).
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