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Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-4165/08)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,..
DE REFORMA DE LA LEY 23.551
DE ASOCIACIONES SINDICALES
Artículo 1º: Modifícase el texto del artículo 22 de la ley 23.551, el que
quedará redactado de la siguiente forma:
“Cumplidos los recaudos de inscripción, la autoridad administrativa del
trabajo, dentro de los noventa (90) días de presentada la solicitud,
dispondrá la inscripción en el registro especial y la publicación, sin
cargo, de la resolución que autorice la inscripción y extracto de los
estatutos en el Boletín Oficial.
Cumplida la inscripción el reconocimiento de la personalidad gremial
se otorgará retroactivamente a la fecha de presentación del pedido
de inscripción, quedando validadas de pleno derecho todas las
gestiones licitas desempeñadas por sus representantes desde la
fecha de la inscripción de la entidad.”
Artículo 2º: Modificase el texto del artículo 25 de la ley 23.551, el que
quedará redactado de la siguiente manera:
“Toda asociación sindical que cumpliere los recaudos establecidos
por el artículo 21 y las demás exigencias establecidas por la presente
ley, podrá obtener personería gremial mediante el respectivo pedido
de inscripción.
Al reconocerse personería gremial la autoridad administrativa del
trabajo o judicial, deberá precisar el ámbito de representación
territorial de la misma, sin que ello implique la exclusión de las otras
autorizadas en la misma zona o rama de actividad”
Artículo 3º: Deróganse los artículos 28, 29 y 30 de la ley 23.551.
Artículo 4º: Reformase el texto del artículo 41 de la ley 23.551, el que
quedará conformado de la siguiente manera:
“Para ejercer la representación de los personas afiliadas a una
entidad sindical inscripta se requiere:
a) Ser delegado elegido por los trabajadores de una asociación
sindical inscripta de acuerdo a los procedimientos de su carta
orgánica.
b) Tener dieciocho (18) años de edad como mínimo y revistar al
servicio de la empresa durante todo el año aniversario anterior a la
elección.
En los establecimientos de reciente instalación no se exigirá contar
con una antigüedad mínima en el empleo. Lo mismo ocurrirá cuando
por la índole de la actividad en las que presten servicios los
trabajadores a representar la relación laboral comience y termine con
la realización de la obra, la ejecución del acto o la prestación de
servicio para el que fueron contratados o cuando el vínculo configure
un contrato de trabajo de temporada.”
Artículo 5º: Modificase el texto del artículo 32 de la ley 23.551, el que
quedará redactado de la siguiente manera:
“Las uniones, federaciones y confederaciones que se acuerden entre
las entidades sindicales inscriptas, podrán requerir personería gremial
cuando amen de cumplir
individualmente con los recaudos
institucionales y funcionales exigidos en la presente ley para su
conformación, hubieran observado en lo pertinente los requisitos
establecidos por el artículo 21 para congregación solicitada y hayan
requerido en forma unánime y conjunta, su inscripción como entidad
asociativa.”
Artículo 6º: Derógase el artículo 33 de la ley 23.551.
Artículo 7º: Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Adriana Bortolozzi de Bogado.-
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
La ley 23.551, en la clasificación de las categorías de asociaciones
sindicales, distingue a las entidades “simplemente inscriptas” (sin
personería gremial) y a las entidades sindicales con personería
gremial. A las primeras por ser pioneras en el rubro laboral en que se
erigen o
contar con un margen probado de adhesión de
representados que la hizo acreedora de personería gremial, se les
reconoce atribuciones que en principio a las primeras le están
vedadas.
Así conforme lo legisla la referida normativa, (artículo 31)
las
entidades que califiquen para la autoridad de aplicación como “más
representativas” o acrediten un margen de adhesión superior al veinte
por ciento de los representados, tienen dentro del sector funcional y
geográfico que le es reconocido, la entre otras atribuciones exclusivas
y excluyentes la de defender y representar ante el Estado y los
empleadores los intereses individuales y colectivos de los
trabajadores; participar en instituciones de planificación y control;
intervenir en negociaciones colectivas, vigilar el cumplimiento de la
normativa laboral o de seguridad social y administrar sus propias obras
sociales o participar en la administración de las creadas por ley o por
convenciones colectivas de trabajo.
A las meramente inscriptas y que no pueden llenar los recaudos de
representatividad exigidas por la ley, se les reconoce una actividad
calificable como modesta en relación a las anteriormente enumeradas
a favor de las que si cuentan con personería gremial. Se les reconoce
solamente la representación individual de los derechos de sus
afiliados, la promoción de actividades de perfeccionamiento o
calificación laboral, la formación de mutuales, etc. Solamente para el
caso que no existan en la zona de su registración sindicatos con
personería gremial, podrán desempeñar algunas de las funciones
reconocidas a estas.
De acuerdo al mencionado cuerpo legal para los trabajadores
afiliados, una entidad sindical que no goza del privilegio de poseer
“personería gremial”, la libertad sindical es un postulado ilusorio pues
la hegemonía legal y representativa reconocida a quienes han
obtenido la condición de sujeto gremial, las desplaza y excluye de la
discusión de asuntos del interés colectivo de sus afiliados, pues la
misma ley 23.551 no les reconoce legitimación para intervenir en tales
actos.
En lo individual ello frustra los aspectos esenciales del derechos que
le es reconocido al trabajador y pretenso afiliado, pues quizás en
desmedro de su voluntad asociativa y su derecho de libre opción, para
obtener algún protagonismo se verá constreñido a renunciar a su
asociación si no puede obtener personería gremial y adherirse a los
gremios mas fuertes que gozan de un reconocimiento amplio de su
condición de sujeto sindical por poseer personalidad gremial.
En lo colectivo este esquema legal ha fundado y alimentado un
sindicalismo pétreo, casi monopólico en los diversos planos de
actuación y rubros laborales, caracterizado por la escasa rotación, la
falta de alternancia y los exiguos índices de participación de parte
de entidades sindicales incipientes, que aun deseosas de pluralismo y
protagonismo, no alcanzan a cubrir los requisitos exigidos para la
obtención de la personería gremial.
Así, dentro de un modelo del sindicato único por rama de actividad,
es mas que evidente la violación permanente del primer párrafo in fine
del artículo 14 de la Constitución Nacional que garantiza a todos los
trabajadores una (…)”organización sindical libre y democrática,
reconocida por la simple inscripción en un registro especial” y mas aun
cuando por insuficiencias de la ley cuya reforma se pretende, esa
inscripción no le garantiza la plenitud del goce de sus derechos
sindicales.
Los términos de la aludida ley sindical
contraviene diversos
postulados del derecho internacional incorporados a nuestro orden
jurídico por mandato constitucional disposiciones legales o de
tratados, entre los que se pueden nombrar la Declaración Americana
de los Derechos y Deberes del Hombre que previó "toda persona
tiene el derecho de asociarse [...] para promover, ejercer y proteger
sus intereses legítimos de orden [...] sindical" (art. XXIII), la
Declaración Universal de Derechos Humanos sumó a la norma general
de su art. 20: la libertad de "asociación" y prohibición de pertenencia
obligatoria a una asociación, en su art. 23.4 prevé que "toda persona
tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus
intereses"; el Pacto de Derechos Civiles y Políticos, que en su art.
22.1 prevé que toda persona tiene derecho a asociarse libremente con
otras, incluso el derecho a fundar sindicatos y afiliarse a ellos para la
protección de sus intereses" ; la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, (Pacto de San José de Costa Rica), que en su
artículo 16.1 establece que todas las personas "tienen derecho a
asociarse libremente con fines [...] laborales [...]"; el art. 8 del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
enunciador del "derecho de los sindicatos a funcionar sin obstáculos y
sin otras limitaciones que las que prescriba la ley y que sean
necesarias en una sociedad democrática en interés de la seguridad
nacional o del orden público, o para la protección de los derechos y
libertades ajenos" (inc. 1.c) y que en su Inciso 3 del mismo articulo 8
dispone directamente: "nada de lo dispuesto en este artículo autorizará
a los Estados Partes en el Convenio de la Organización Internacional
del Trabajo de 1948 relativo a la libertad sindical y a la protección del
derecho de sindicación a adoptar medidas legislativas que
menoscaben las garantías previstas en dicho Convenio o a aplicar la
ley en forma que menoscabe dichas garantías". También puede
sumase a los preceptos transcriptos el art. 8 del Protocolo Adicional a
la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Protocolo de San
Salvador, 1988), que reconoce a los trabajadores el "derecho de (…)
a organizar sindicatos y a afiliarse al de su elección, para la protección
y promoción de sus intereses" (art. 8.1.a), y la prohibición de la
pertenencia compulsiva a un sindicato (art. 8.3).
Pero amen de los pactos y tratados mencionados, existe un convenio
de la OIT que se corresponde con el numeral 87 y que fuera ratificado
por nuestro país en 1960,
que explícitamente establece
las
obligaciones de los estados signantes en la legislación de la libertad
sindical. Tal convenio en su artículo segundo establece: que “Los
trabajadores y los empleadores, sin ninguna distinción y sin
autorización previa, tienen el derecho de constituir las organizaciones
que estimen convenientes, así como el de afiliarse a estas
organizaciones, con la sola condición de observar los estatutos de las
mismas”, igualmente
en su artículo tercero prevé que: “Las
organizaciones de trabajadores y de empleadores tienen el derecho de
redactar sus estatutos y reglamentos administrativos, el de elegir
libremente sus representantes, el de organizar su administración y sus
actividades y el de formular su programa de acción. Las autoridades
públicas deberán abstenerse de toda intervención que tienda a limitar
este derecho o a entorpecer su ejercicio legal”.
Asociado a los
artículos transcritos el artículo séptimo de dicho convenio, en forma
inequívoca y categórica prevé que : “La adquisición de la personalidad
jurídica por las organizaciones de trabajadores y de empleadores, sus
federaciones y confederaciones no puede estar sujeta a condiciones
cuya naturaleza limite la aplicación de las disposiciones de los
artículos 2, 3 (…) de este Convenio.
Es evidente que diversos artículos de nuestra ley sindical que exigen
la disponibilidad de ciertas mayorías o exclusividades para el
reconocimiento de la “personalidad gremial” de los sindicatos, viola
groseramente las previsiones de este convenio que por su naturaleza
y contenido, tiene jerarquía superior a la ley 23.551. Se impone en
consecuencia la necesidad de adecuar los términos de esa ley a la
copiosa normativa aludida, y a un reciente fallo de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación que se ha pronunciado en el sentido de su
inconstitucionalidad, por restringir el acceso a determinadas
asociaciones a la personería jurídica sindical y establecer privilegios
de gestión y representación a las que si poseen personería gremial
.
Este proyecto a través de la derogación de varios artículos de la ley
vigente y la reformulación de otros, pretende fundar un esquema que
garantice a todas las entidades sindicales que se inscriban, la
posibilidad de obtener la personalidad gremial exigiendo para ello
solamente las formalidades necesarias a la conformación de una
persona jurídica (nombre, domicilio, patrimonio, estatuto, etc.) y la
renovación periódica de sus autoridades por la libre elección de sus
afiliados. Se descartan en consecuencia las exigencias actuales de
representatividad, numerosidad de afiliados, exclusividad de rubro
laboral, zonificación, etc. que restringen la libre conformación de
asociaciones sindicales con idénticos derechos.
Señores legisladores, admitir la vigencia por un lado de entidades
sindicales “con persona jurídica gremial” con plenitud de derechos de
representación y por otro a las entidades simplemente inscriptas, con
derechos restringidos de acción y representación, es consentir la
violación al artículo 14 de Nuestra Constitución y quebrantar
numerosos tratados y convenios que nos vinculan con otro países e
instituciones del Derecho Internacional.
Aún cuando el reconocimiento legal de la verdadera libertad sindical
puede llegar a tocar los intereses de poderosos “unicatos” que
podrían sentirse afectados en sus privilegios actuales, ello no debería
seguir justificando el desconocimiento de los derechos de las
organizaciones de bases de los trabajadores, a representar y
defender directa y auténticamente sus pretensiones a través del
reconocimiento cabal de su personería gremial,
sin depender
necesariamente de las más antiguas, gracias a las dificultades de
acceso a la personería gremial, legisladas por la ley vigente. Los invito
en consecuencia a colaborar en la crítica y mejoramiento de este
proyecto de ley.
Adriana Bortolozzi de Bogado.-
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