PROJECTE FINAL Jazz Argentino. Raíces folclóricas. El ritmo. Estudiant: Nicolás Herrera Martos. Àmbit / Modalitat: Jazz i música moderna. Guitarra Jazz. Director: Joan Sanmartí. Curs: 2014. Vistiplau del director: Membres del tribunal: 1. Joan Sanmartí 2. Daniel Pérez 3. Ferrán Conangla Este proyecto es el fruto de la investigación y búsqueda de las raíces musicales que definen a una persona como músico y a un músico como persona. Es a su vez un modesto homenaje a la música y a la persona de Atahualpa Yupanqui. Músico, compositor, escritor y pensador que dejó un extenso legado musical e ideológico. La música que se ha compuesto surge de explorar la riqueza de su repertorio para incorporarla como base sólida, y toma al Jazz como punto de partida en cuanto al enfoque musical que se ha adquirido. El Ritmo es el elemento principal sobre el que se ha trabajado y experimentado. This project is the result of an investigation and search into the musical roots, those that define a person as a musician and a musician as a person. It is also a humble homage to Atahualpa Yupanqui, the person and the musician, who left an extensive musical and ideological legacy as composer, writer and musician. The music that was composed arises from the richness of his repertoir (to be used as a solid base) and uses Jazz as a starting point in its musical approach. Rhythm is the main element which has been experimented with and worked on. Aquest projecte es el fruit d'una investigació i recerca de les arrels musicals que defineixen a una persona com a músic i a un músic com a persona. És a la vegada un modest homenatge a la música i a la persona de Atahualpa Yupanqui. Músic, compositor, escriptor i pensador que va deixar un extens llegat musical i ideològic. La música que s'ha compost sorgeix al explorar la riquesa del seu repertori per incorporar-la com a base sòlida, i agafa el Jazz com a punt de partida en quant a l’enfocament musical que s'ha adquirit. El Ritme es l'element principal sobre el que s'ha treballat i experimentat. INDICE 1. Introducción. ...............................................................................................1 2. El Ritmo........................................................................................................3 2.1. Presentación. .................................................................................................... 3 2.2. Orígenes. .......................................................................................................... 4 2.2.1. Música Indígena Pre-colombina. ................................................................ 4 2.2.2. Música Europea. ......................................................................................... 7 2.2.3. Música Africana. ......................................................................................... 8 2.3. El comienzo. ................................................................................................... 12 2.3.1. El indígena. ............................................................................................... 12 2.3.2. El africano. ................................................................................................ 14 2.3.3. El europeo. ............................................................................................... 17 2.3.4. El Criollo. .................................................................................................. 19 2.4. Atahualpa Yupanqui. ...................................................................................... 21 2.5. Resumen. ....................................................................................................... 23 3. Birritmia. ....................................................................................................24 3.1. Presentación. .................................................................................................. 24 3.2. Ejemplos clásicos. .......................................................................................... 26 3.3. Ejemplos modernos. ....................................................................................... 31 3.4. Ejemplos propios. ........................................................................................... 38 3.5. Resumen. ....................................................................................................... 48 4. Conclusiones.............................................................................................49 5. Bibliografía: ...............................................................................................51 6. Discografía: ...............................................................................................52 7. Anexo 1. Tiempo del hombre. ..................................................................53 8. Anexo 2. La copla......................................................................................54 9. Agradecimientos. ......................................................................................75 1 1. Introducción. “…las guitarras de la pampa comenzaban su antigua brujería, tejiendo una red de emociones y recuerdos con asuntos inolvidables.” 1 A.Y. Pocos momentos en la historia de la humanidad han tenido la relevancia y la trascendencia del “descubrimiento” de América en el siglo XV. De hecho, es posible que estemos ante uno de los momentos más importantes de la era moderna. Escrito así: “descubrimiento”. Con comillas y en minúsculas, porque sabemos que el descubrimiento no fue tal, aunque sí fueron reales, como decíamos, las importantes consecuencias que dicho encuentro cultural acarreó al mundo de entonces. Podemos afirmar que la era de la “globalización” comenzó en este choque frontal entre etnias, culturas y continentes. Imaginemos un escenario donde por primera vez se reúnen Europa, América, África y en menor medida (pero también presente) Asia. Un encuentro de civilizaciones milenarias, cada una desarrollada por su lado y enfrentada al resto en una lucha por mantener sus propias voces vivas, intactas e inalterables en el tiempo y el espacio. Esto a duras penas ha podido ser así. En el largo camino que llega hasta nuestros días se ha perdido mucho pero se ha ganado mucho también. Intentaremos encontrar la huella que nos llevará hasta nuestro personaje: Atahualpa Yupanqui (Argentina. 1908-1992). Y aún más importante… intentaremos seguir la huella que él mismo va a dejar tras de sí. Atahualpa será el mejor representante del “Criollo”. Aquel que no es del todo europeo para los europeos porque nació allí, o el que no es del todo americano para los americanos porque sus abuelos son de aquí. El criollo que reconoce dentro suyo el grito silencioso que viene de un pasado remoto. De un pasado que está allí, bajo sus pies y en esa tierra. La voz que le 1 Yupanqui, El Canto Del Viento, 1990, 5. 2 habla por debajo del romance que entona el hijo del europeo, incluso por debajo del tambor hecho del árbol africano. Esa voz es la del indígena americano, el que estaba allí antes de que todo empezara, o terminara o continuara. Ya que todo eso es lo que ocurrió en ese lugar y momento en particular, aunque parezca contradictorio e incluso imposible. Atahualpa Yupanqui hermanó en su música la voz de todas estas culturas, pero le dio la voz mayor al verdadero hijo de aquella tierra. El que vivió allí a lo largo de muchas generaciones y que luego tuvo que luchar desde el silencio para volver del pasado en la voz y la guitarra de Atahualpa. Una vez encontrada la huella, es decir su música, dejaremos que ésta nos lleve hacia adelante. Estudiaremos su origen, el camino que transitó, como se hermanó con otras músicas, como se cristalizó en Atahualpa y sobretodo como se presenta de cara al futuro gracias a músicos que han escuchado este mensaje y lo mantienen como parte de un legado que está vivo. En el plano exclusivamente guitarrístico, el presente trabajo tiene la intensión de expandir y perfeccionar el lenguaje del instrumento a través de las posibilidades que permite la investigación rítmica. Para ello el estudio se ha basado en los libros de George Van Eps (EEUU. 1913-1998) llamados “Harmonic Mechanisms for Guitar”2. El material presente en los mismos abarca gran parte de su legado y es el principal aporte de Van Eps a la guitarra en el Jazz. Los estudios de aquí extraídos han sido el punto de partida principal para explorar nuevas maneras de articular el lenguaje armónico, melódico y sobretodo rítmico en la guitarra dentro del folclore argentino. 2 Mel Bay. 1980. 3 2. El Ritmo 3 “Y florezco en guitarras porque fui la madera”. A.Y. 2.1. Presentación. Este trabajo se centra en general en el folclore argentino y en particular en la obra de Atahualpa Yupanqui. Entre las principales características de la música folclórica argentina destacaremos sobretodo su aspecto rítmico. La riqueza de éste se debe principalmente a la birritmia que le es propia, permitiéndonos alternar entre subdivisiones binarias y ternarias dentro del mismo compás. Esta birritmia permite un juego rítmico que es apasionante, tanto desde la sencillez propia de sus orígenes en el folclore argentino, hasta la complejidad que encontramos en compositores actuales a los cuales también estudiaremos. Realizando una investigación sobre los posibles orígenes en Sudamérica de la birritmia de ratio 3:2 (Hemiolia o Sesquiáltera), hemos trazado un viaje imaginario entre las músicas que han aportado este elemento rítmico y que han llegado al continente sudamericano provenientes de África y Europa. Podemos deducir que éstos orígenes están directamente ligados al encuentro de las diferentes culturas que supuso el colonialismo en América del Sur a partir del siglo XV y los posteriores movimientos migratorios hacia aquel continente. Este encuentro étnico provocó, no siempre de la manera más pacífica, el cruce de diferentes costumbres y tradiciones culturales de tres grupos: • Los aborígenes que habitaban toda América del Sur desde hacía siglos. • Los colonos europeos. • Los esclavos desterrados del África Occidental. 3 Yupanqui, El Canto Del Viento, 1990, 2. 4 2.2. Orígenes. A continuación explicaremos brevemente la situación de cada grupo étnico antes del encuentro en América del Sur. También describiremos los principales rasgos de sus prácticas musicales en ese momento y como evolucionaron posteriormente. 2.2.1. Música Indígena Pre-­‐colombina. En este trabajo hablaremos de la “música indígena pre-colombina” refiriéndonos exclusivamente a aquella que practicaban los aborígenes originarios de lo que actualmente es Argentina, y antes del encuentro con los europeos y africanos. Para ello debemos mencionar brevemente al Imperio Inca. Éste, en su momento de apogeo abarcó un territorio que llegaba a lo largo de la Cordillera Andina desde el Alto Perú hasta la actual provincia de San Juan y Mendoza en Argentina. A medida que avanzaron por el territorio, Los Incas incorporaron a su imperio numerosos clanes y poblados aborígenes esparcidos por aquí y por allá, permitiéndoles a estas tribus “menores” evolucionar en diversos aspectos. Los incas no exterminaron a los aborígenes que conquistaron, sino que los absorbieron dentro de su imperio. De manera que estas tribus dejaron atrás costumbres más bien bárbaras, a cambio de incorporar conocimientos y avances que les ayudaron a desarrollar nuevas agriculturas, arquitectura, cultura y demás. 5 “En el año 1500 d. C. ya existían estados con economías y sociedades muy estructuradas, así como con culturas y religiones muy avanzadas.” 4 En el imaginario5 colectivo de los aborígenes del sur de América el elemento religioso o místico estaba profundamente relacionado con la naturaleza y el paisaje. Para los indígenas el entorno natural que los rodeaba más sus manifestaciones tenían un carácter de índole sagrado y estaban asociados a una entidad divina de nivel superior. En consecuencia comprobamos que sus expresiones artísticas y musicales estaban siempre dirigidas a honrar dicha naturaleza, de la cual ellos formaban parte en el mismo nivel de importancia que el resto de criaturas y elementos del entorno. Existe bastante documentación sobre las prácticas musicales primitivas en América del Sur. Los estudios realizados por diversos musicólogos a lo largo de los dos últimos siglos nos valen para saber que la praxis musical fue un elemento muy importante en el entramado social y cultural de las diversas etnias indígenas que se vieron influenciadas por el impero incaico. La música fue una parte muy importante en todo tipo de rituales y costumbres sociales. Tales como fiestas para celebrar la llegada de un recién nacido, ceremonias para curar a sus enfermos o ritos funerarios para despedir a algún familiar muerto o persona importante del clan. Además de las liturgias que tenían que ver con la fertilidad de la tierra en donde vivían, y puesto que la misma les proveía todo tipo de elementos para su subsistencia a través de la agricultura; existían también ciertas formalidades que, a modo de prácticas, se hacían a fin de aprestarse para alguna contienda, o cantos que se realizaban mientras se trabajaba. Podemos mencionar algunas características generales sobre la música primitiva de los indígenas. En los rituales donde mandaba un “chaman”, era éste el que se encargaba de la parte musical en sí. Igualmente las prácticas grupales también fueron muy frecuentes y de igual importancia. 4 Bethell, Historia de América Latina - 1. América Latina Colonial: La América Precolombina Y La Conquista., 1:Prefacio. 5 Lo real, lo imaginario y lo simbólico son términos utilizados por Jacques Lacan (psicólogo, Paris. 1901-1981) para señalar unos campos o dimensiones, que él llama "registros" de lo psíquico. Fuente: Wikipedia. 6 Las líneas melódicas cantadas eran de carácter modal (el concepto de “tonalidad” llegaría más tarde proveniente de Europa). Las escalas precolombinas que se usaban eran la escala tritónica (no se refiere al uso del tritono si no a una escala formada efectivamente por tres notas: Do-Fa-La) y la escala pentatónica. Una de las especies folklóricas actuales que se considera arraigada en la música primitiva indígena es la Baguala o Vidala, y su melodía hace uso de la escala mencionada anteriormente. e=104 6+3 ‰ &b 8 &b œ œ U ‰ œ œ ≈ œ œ œ œ œ œ œ œ j œ œ œ œ™ j œ œ œ œ œû œ œ œ r œ ≈ Baguala. Fuente: Isabel Aretz, “El Folclore Musical Argentino”. “Las Bagualas son hoy cantos esencialmente a una voz, sea al unísono o a la octava. Antiguamente fueron quizás cantos heterofónicos, en los que los cantores marcharían [sic] con independencia, a juzgar por algunos ejemplos primitivos recogidos”. “Estos cantos se acompañan especialmente con caja o tambor” “…basada casi siempre sobre tres notas similares a la de un acorde perfecto mayor” “¡Ay, vidalita, ramo de azahares, eres el alma de estos lugares!” 6 7 Aretz, El folklore musical argentino, 1952, 115. Yupanqui, El Canto Del Viento, 1988, 30. 7 6 7 Estas líneas melódicas se podían armonizar con una segunda melodía a una tercera diatónica inferior y normalmente eran acompañadas por un tambor que tañía la misma persona que las cantaba. Con la llegada de los colonos incorporaron antiguos modos griegos como el lidio o el dórico.8 Con respecto a los instrumentos que usaban los aborígenes podemos mencionar algunos aerófonos primitivos, como ocarinas hechas de cerámica, flautas de piedra, cerámica, hueso o madera. También emplearon algunos instrumentos idiófonos construidos con cascabeles, calabazas vacías con semillas dentro, tambores hechos con troncos ahuecados, etc. 9 2.2.2. Música Europea. La música clásica europea y sus danzas llegaron principalmente gracias a las misiones jesuitas establecidas en el continente sudamericano. Los misioneros enseñaron a los aborígenes a fabricar nuevos instrumentos e interpretar música con ellos. Fue muy común que entre los jesuitas hubiesen excelentes intérpretes e incluso algunos compositores de cierto renombre. Gracias a la colonización ocurrió una superposición de antiguas prácticas musicales europeas sobre las prácticas indígenas. Los rituales y festividades aborígenes en donde la música era una parte fundamental fueron adquiriendo, gracias a la evangelización, elementos de la religión de los colonos. Este fenómeno se conoce como sincretismo religioso, y en el caso del colonialismo hispano-portugués se dio entre las creencias religiosas aborígenes y el catolicismo romano por un lado, y en menor medida con el protestantismo europeo.10 Con respecto a la música popular, y sobre todo de la procedente de España, podemos afirmar que los colonos arraigados en América (y luego su descendencia cual fruto del mestizaje), interpretaban palos o estilos como los 8 Aretz, El folklore musical argentino, 1952, 30. Olsen and Sheehy, The Garland Handbook of Latin American Music, 385. 10 Ibid., 389. 9 8 fandangos, los fandanguillos o las seguidillas. Al igual que serenatas, romances y coplas. Más tarde incorporarían también elementos de la polca, las habaneras y los tangos flamencos.11 Con respecto a las danzas, se practicaban las que estaban de moda en Europa en el siglo XVI, tales como la Pavana, la Gallarda, la Zarabanda, o la Chacona. También sabemos que los soldados conquistadores cantaban sus canciones populares llamadas “romances” y “baladas”: remembranzas estas que seguramente les hacía recordar a sus tierras de origen en Europa. 2.2.3. Música Africana. Las características rítmicas de las músicas tradicionales africanas que llegaron y se hicieron conocer a través de los esclavos en América del Sur, son uno de los elementos primordiales en los que está basado este trabajo. Substancialmente por la influencia que tales particularidades han ido ejerciendo en el resto de las músicas autóctonas con el pasar del tiempo. Baste nombrar como ejemplos obvios el candombe uruguayo y/o cualquiera de los estilos brasileños mas tradicionales. Nos estamos refiriendo a la “African hemiolastyle”12, expresión que emplea Brandel en su artículo para definir y explicar las polirítmias presentes en algunas de las músicas tradicionales de países africanos que, en el pasado, fueron sometidos a la trata de esclavos. Más allá de las diferencias y características propias que existen en las músicas de las diferentes etnias africanas, hay una que le es común a todas. Centrándonos en el plano exclusivamente rítmico, nos referimos a lo que conocemos como “Polirítmia”. No es el propósito de este trabajo profundizar demasiado en el complejo mundo de la polirítmia presente en las músicas primitivas africanas. Pero es obvio que se hace imperioso analizar brevemente algunas de las propiedades 11 Aretz, El folklore musical argentino, 1952, 17. Brandel, “The African Hemiola Style.” [Consulta: Dic. 2013] Disponible en: http://www.jstor.org/stable/924609. 12 9 rítmicas de aquellas que sabemos que llegaron a América y que, luego, han sido una influencia muy importante en el folclore autóctono de la región. El articulo citado define a la “Hemiola” como un sistema asimétrico que agrupa beats o pulsaciones de manera irregular a lo largo de los compases. La Hemiolia se define como un “estilo aditivo” en el sentido de que agregamos beats a un compás, haciendo que éste sea o se muestre diferente en su duración al compás anterior y/o posterior. Esto hace que los compases tengan un número desigual de pulsos. En otras palabras, se trata de un proceso de adición de figuras rítmicas, dando como resultado una asimetría en la duración de los compases. 3 /4V V V V V V 5 4V V V V V 2 4V V 3 4V V V Ejemplo de Hemiola africana. Este tipo de “singularidad” rítmica también se encuentra presente en la música de la antigua Grecia, en la India y Medio Oriente. Por otro lado está la “Sesquiáltera”: sistema que difiere ligeramente del anterior. A diferencia de la hemiolia (que, como dijimos, es un sistema asimétrico), la sesquiáltera sería un sistema simétrico. Se trata en este caso de un proceso de división del pulso, lo que da como resultado una simetría en la duración de los compases, pero no en la subdivisión de cada uno de ellos. Según Brandel, este sistema no sería de “estilo aditivo” si no de “estilo divisivo”. Para acabar de entenderlo podemos imaginar una serie de compases en donde la subdivisión cambia de binaria a ternaria, sin que la pulsación varíe. 10 q=q. 3 /4V V V V V V 9 ™ 8V q.=q V™ V™ 4 4V V V V Sesquiáltera. La sesquiáltera se encuentra presente en los ritmos occidentales desde el siglo XVII hasta el XIX. Podemos comprobar en los ejemplos del articulo citado que esta polirítmia es y revela en sí misma una elevada complejidad: q=120 œ 6œ b7 & b b8 œ œ œ œ ‰ ‰ J 8 œ œ œ Mu li bo ne na li ya gam ba > j 2 5 œ 4œ œœœ œ 8œ œ œ Œ iya vah so eh lu o ne o etc. ne “Basukuma Wedding Song” (Tanzania) “…no solo las 22 corcheas están agrupadas en compases con beats desiguales, sino que el pattern completo se repite a lo largo de la canción manteniendo el número exacto de 22 corcheas, sin importar los cambios que puedan haber en la melodía.” q=182 5 bœ ™ œ bœj œ 8 œ Œ ™ bœ ™ 8 &8 (male solo) 13 5 œ bœj œ œ 8 bœ œ œ œ 7 8 8 bœ œ œ œ 8 bœ Œ ‰ Œ etc. “Babunda New Year song” (Congo occidental) Este estilo de música llegó al continente americano a través de los esclavos procedentes en su mayoría de la costa occidental de África. Principalmente de 13 Ibid., 3. 11 países como Guinea y El Congo, como así también de Mauritania, las Islas Canarias, Senegal, Cabo Verde y Sierra Leona. Lo que no quita que la trata de esclavos se haya extendido también, pero en menor medida, al centro del continente y a la costa oriental. “…(los esclavos) eran miembros de sociedades avanzadas, de civilizaciones desarrolladas, pero de poder militar inferior al europeo, trajeron con ellos a sus dioses, sus creencias y los conocimientos tradicionales acumulados durante siglos…” 14 Por lo tanto, cabe suponer que en el momento de llegar a América, la música africana se simplificó en cierta forma, y comenzó un viaje en conjunto con las músicas autóctonas y aquellas procedentes de Europa, cristalizándose poco a poco en la música criolla que llega hasta nuestros días. Recordemos que esta polirítmia de ratio 3:2 se encuentra presente en el folclore de toda Latinoamérica. Quizás sea más adecuado llamarle “Birritmia” (3 beats contra 2) y representaría el elemento “afro” existente en la música criolla o folclórica. En Argentina está presente en todos los palos o especies. No debemos olvidar como aporte esencial el extenso imaginario con que los africanos contribuyeron una vez llegados a América del sur. El sincretismo religioso que tuvo lugar al haber mestizaje con los europeos y los autóctonos va a servir para mantener rasgos típicos de sus orígenes a la vez que agregaron nuevas influencias a sus creencias primitivas. 14 Martínez Montiel, Africanos En América, 164. 12 2.3. El comienzo. Una vez iniciada la convivencia de los mencionados grupos étnicos, cada uno de ellos trató de mantener viva su propia identidad frente a la del resto. Veremos cómo se adaptan al nuevo escenario donde el mestizaje comienza a ser una práctica habitual. “La organización social es una resultante de las nuevas circunstancias (…) la música con su literatura, las danzas y los instrumentos musicales, van a constituirse en tierra americana en las vivencias más importantes, que con el correr de los años habrán de adquirir nueva vida, nuevas formas y nuevas funciones.” 15 “…lo que hay en América es un conjunto de nuevas culturas afroamericanas.” 16 2.3.1. El indígena. Las músicas primitivas de América del Sur apenas han logrado sobrevivir a la colonización europea que comienza en el siglo XV. Además, hemos de tener en cuenta que en siglos posteriores continuaron habiendo oleadas masivas de inmigración procedente de Europa y Asia. Cabe destacar un hecho importante para comprender cómo se dio el proceso de colonización y posterior mestizaje en el nuevo continente. Esta característica que describiremos a continuación explica, en cierto modo, por qué el aporte de las culturas autóctonas fue minoritario. Una misma situación lleva a la extinción casi masiva de los aborígenes más la posterior incorporación de esclavos, en su mayoría, traídos del África occidental 15 16 Moreno Fraginals, África En América Latina, 239. Schávelzon, Buenos Aires negra, 67. 13 Como los indígenas no estaban acostumbrados al trabajo duro y prolongado; no fueron en realidad una mano de obra adecuada para las disímiles tareas que los colonos europeos les asignaban. Es decir, trabajos como la extracción y transporte de minerales o la construcción de villas, aldeas y caminos. De manera que el número de indígenas comenzó a reducirse drásticamente a lo largo de las décadas, en un hecho que, como consecuencia, acarrearía la casi completa extinción de las diferentes etnias locales. Hemos de mencionar también un detalle interesante: los colonos que llegaban a esta parte del continente, en su mayoría de origen español y portugués, no venían con sus mujeres ni sus familias (a diferencia de los colonos anglosajones, que sí lo hicieron y por lo tanto el mestizaje con los autóctonos no fue una práctica habitual). Esta particularidad se sumaría a las causas de la gradual desaparición de los indígenas en América del Sur. Además de la introducción de nuevas enfermedades provenientes de Europa y hasta entonces desconocidas en el nuevo continente. Por lo demás, cabría acotarse que el mismo fenómeno se dio en Europa, pero a la inversa. “A nivel general, resulta evidente que las principales ciudades fueron, en la época de la conquista, amplios ámbitos de mestizaje entre europeos, africanos e indios potenciado especialmente por la escasez de mujeres españolas y africanas.” 17 , 18 Con la llegada de los primeros misioneros se inicia la evangelización del autóctono. Verdadero fenómeno de absorción cultural en donde el aborigen comenzó a asumir como propias unas creencias que a priori le resultaron ajenas. En las misiones, los jesuitas promovieron la enseñanza de música clásica europea a los aborígenes. Y estos, a su vez, demostraron una gran facilidad para asimilar y aprender la música “culta europea” que se les enseñaba. Tengamos en cuenta que los jesuitas, al formar parte de la iglesia católica europea, tenían, desde siglos atrás, libre acceso a todo tipo de códices y 17 18 Se refiere a los aborígenes americanos. (N. del A.) Bethell, Historia de América Latina - 3. América Latina Colonial: Economía., 3:34. 14 tratados escritos sobre música en Europa. En consecuencia varios de estos ejemplares en donde se enseñaba cómo interpretar música de canto gregoriano, tratados sobre polifonía y armonía, sobre el Órgano (instrumento de larga tradición en Europa), etc., fueron llevados a las misiones. Hemos de considerar también los instrumentos que los jesuitas trajeron desde el viejo continente, como el violín (instrumento de mucha importancia en el folklore que se gestaría más tarde), por supuesto la guitarra española, el arpa (incorporada también al folclore), clavicémbalos, los órganos de tubos mencionados anteriormente, etc. Asumimos que con el transcurrir de los años las músicas autóctonas, reservadas al plano de lo “profano” y que tienen que ver con las creencias del pasado, comenzaron a desaparecer inevitablemente. Es fácil deducir que la documentación que ha quedado sobre dichas músicas primitivas es escasa. Hemos mencionado ya a la baguala como estilo primitivo y algunas de sus características principales. El resto de especies folclóricas (palos) mayormente han incorporado o están basadas en elementos propios de la música clásica y las danzas europeas (tales como la forma musical, o el metro de su prosa), más la influencia rítmica de la música africana. En resumen, el legado musical indígena ha sobrevivido difícilmente a los siglos y si hoy contamos con algunas pistas de lo que en su momento fue, es gracias al trabajo de muchos estudiosos, y a la labor extensa de numerosos artistas que han reivindicado esta música como propia y verdadera. 2.3.2. El africano. Sabemos que los esclavos africanos se fueron adaptando al nuevo continente tratando de mantener vivo el espíritu propio de su cultura original. Siempre que 15 podían realizaban cualquier tipo de celebración, ritual o fiesta conjunta bailando y cantando a sus dioses y creencias particulares. Las autoridades de las ciudades en ciernes trataron de regular y legislar estas manifestaciones, limitándolas a algunas horas del día específicas y sin que se excedieran en su duración. Estas fiestas o celebraciones espontáneas seguramente sirvieron como catarsis ante la nueva realidad a la que aquellas gentes tenían que enfrentarse. Es probable que inconscientemente o de manera subliminal sirvieran para reafirmar su origen común y costumbres. Seguramente estas “juergas” ayudaron a mantener viva su identidad, su lengua de origen, sus bailes y sus cantos típicos. No es de extrañar que, en este contexto, los rasgos más generales de la música africana fueran impregnando e influenciando al resto de músicas que se oían en aquellos tiempos en la colonia. El número aproximado del total de esclavos que llegaron a América asciende a unos diez millones19. Durante los largos viajes realizados hasta que llegaban a destino una gran cantidad de estos esclavos moría víctima de las durísimas condiciones a las que se veían sometidos durante el trayecto. Por lo demás, los otros, los que alcanzaban a poner pie en tierra, se adaptaron relativamente bien y soportaron mejor que los aborígenes el rigor de los trabajos forzosos a los que estaban destinados. Una vez abolida la esclavitud en el Río de la Plata a partir del año 1813, la población africana y sus descendientes comenzaron a trasladarse a zonas muy precisas de Buenos Aires. Nos referimos a la periferia de una ciudad que se estaba gestando y que, en su evolución, “expulsaba” hacia afuera todo aquello que no tuviese algo que ver con la civilización proveniente de Europa y que representaba a la “modernidad” y el “humanismo”. Las zonas a las que nos referimos fueron llamadas más tarde “barrios del tambor” por razones que presumimos obvias. Estos barrios eran verdaderos “ghettos”, y se ubicaban en las partes más pobres y abandonadas de la ciudad. 19 La cifra es estimada y varía según las fuentes. (N. del A.) 16 Si bien se legisló para impedir la práctica de aquellas costumbres típicas del inmigrante, que incluían obviamente todo tipo de manifestaciones musicales a través del baile, el canto y la ejecución de tambores, fue imposible para las autoridades evitar este tipo de situaciones donde lo que se buscaba era recordar el origen común, la madre tierra dejada atrás, la necesidad de sostener una identidad propia o la simple diversión a través del canto y el baile. No es difícil suponer que en semejante contexto, estas zonas de la ciudad fuesen áreas “liberadas”, marginales y plenas de libertinaje. Además atraían a toda clase de gente (incluida aquella perteneciente a la clase alta), que iban allí en busca de diversión y “exotismo”. Es en estos barrios o zonas marginales donde comenzó a gestarse también otro estilo musical fruto del mestizaje entre Europa, África y América: el Tango. Una música creada en los barrios “bajos” y suburbios, en un principio relacionada a todo lo ajeno a la moral y las buenas costumbres provenientes de Europa, pero que más tarde sería aceptada como popular y representativa del país. El hecho de que se aboliera la esclavitud no significó para los africanos y sus descendientes una adaptación fácil o rápida dentro de la sociedad que se estaba desarrollando. Como hemos dicho, la población afroamericana, en clara desventaja frente al europeo de piel blanca (al igual que los autóctonos indígenas) buscó por todos los medios mantener viva su identidad y origen. En sus celebraciones y fiestas diarias cantaban usando su propio idioma, el cual por supuesto no era comprendido por el resto de la sociedad. Lo que nos hace suponer que esto fue un motivo más para mantenerlos segregados. Sus bailes típicos resultaban escandalosos para el hombre blanco, teniendo en cuenta “la mentalidad puritana de la época”.20 Para la “clase alta” colonial estos guettos estaban en el extremo opuesto de todo lo que significaba y representaba para ellos la civilización y el desarrollo 20 Schávelzon, Buenos Aires Negra, 74. 17 europeos, y que durante mucho tiempo fue tomado como ideal de “sociedad moderna” a imitar. 21 2.3.3. El europeo. La población procedente de España (y sus descendientes), mantuvo sus costumbres y tradiciones en mayor o menor medida. Aparte de aquellas de origen religioso, que no fueron pocas, hemos de tener en cuenta todas las de índole popular o profanas. Para nombrar algunos de los hechos más significativos que tuvieron que ver con la adaptación de los colonos en el nuevo continente debemos tener en cuenta el significado y la magnitud que alcanzó la religión católica en todo este proceso. Ya hemos mencionado la labor de los jesuitas impartiendo conocimientos entre los aborígenes. Seguramente la manera más pacífica de evangelizar a los nativos. No es menos importante mencionar que se construyeron grandes catedrales en ciudades como Buenos Aires o Córdoba. Donde, entre otras cosas, se interpretaban conciertos de música Barroca Europea. El sincretismo religioso continuó siendo una práctica común, sobretodo en las zonas alejadas de las ciudades donde las celebraciones tomaban elementos propios de las creencias indígenas autóctonas mezcladas con nociones pertenecientes al catolicismo romano o al protestantismo europeo, procedentes de los núcleos urbanos en lenta expansión.22 En la sociedad colonial de la época, los descendientes del europeo de piel blanca poseían el control sobre el destino y el futuro de las ciudades emergentes. Como hemos dicho, en su mayoría eran españoles o descendientes de éstos, de manera que encontraremos manifestaciones 21 Para entonces en Europa estaba en pleno apogeo lo que se conoce como el “Siglo de las Luces”. Este fue el modelo a imitar para muchos de los políticos y autoridades en general, que querían en América una sociedad civilizada obtenida casi a cualquier precio. (N. del A.) 22 Olsen and Sheehy, The Garland Handbook of Latin American Music, 389. 18 propias de los pueblos provenientes de la península ibérica, tales como el cante y el baile de fandangos acompañados por guitarras, o las serenatas, que como sabemos consistía en recorrer las calles cantando igualmente con el tañido de cuerdas como fondo. “Aparte de los cantos de carácter místico-popular, el pueblo entonaba coplas por simple diversión, al son de una `guitarrilla´_” 23 Las danzas europeas también llegaron a Sudamérica. Tal es así, que a partir del siglo XVIII se comienza a bailar Minué, Vals y Contradanza en los salones y teatros de Buenos Aires y, un tiempo más tarde, en el resto del país. Otra práctica que se mantuvo en el nuevo continente, específicamente en lo que más tarde sería Argentina, es la de los Trovadores o Juglares. En Europa, los trovadores ejecutaron sus músicas y cantares solo para la nobleza, puesto que de por sí eran ellos también cortesanos e, incluso, podían desempeñar –llegado el caso– labores como soldados de la corte. Las temáticas de sus cantares iban desde simples historias de amor hasta la propaganda política. En cambio los juglares no pertenecían a ninguna corte y llevaban una vida de tipo ambulante. Sabían sus textos de memoria y era común que improvisaran sus rimas a partir de diferentes motivos temáticos aprendidos gracias a la transmisión oral a través de la sucesión de las generaciones. Dichos textos pertenecían a la literatura de origen folclórica o popular. En argentina surgirá un personaje de características parecidas y recibirá el nombre de “payador”. 23 Aretz, El folklore musical argentino, 1952, 23. 19 2.3.4. El Criollo. Definimos como criollo a todo aquel que ha nacido en América y es descendiente de sangre indígena, europea y africana. Con el surgimiento del “criollo” en Argentina podemos asumir que los habitantes mestizos comienzan a ser conscientes de que tienen una identidad propia. Con el transcurso de los años las costumbres provenientes de Europa y África mezcladas con las de los aborígenes se han mezclado y traspasado de generación en generación. Podríamos decir entonces que se entiende como “Criollo” al nuevo autóctono, con sus propias características, dueño de la tierra en la que habita y sus costumbres heredadas del pasado. Este hecho es significativo ya que poco a poco llevaría a estas sociedades a querer emanciparse de Europa, dejar de depender de reyes que nadie nunca conoció, y comenzar de cero como sociedad independiente y autosuficiente. Situación que en cierta forma continúa latente hasta el día de hoy. Siguiendo la línea que comentábamos anteriormente cuando nos referíamos al trovador criollo, es decir al payador, hemos de mencionar que en la estratificada sociedad que se estaba desarrollando, este personaje jugó un papel muy importante. El payador resultó ser un vehículo vivo de cultura allá adonde fuera. Juglar criollo que va y viene por el extenso territorio argentino, en contacto con la naturaleza y sus habitantes de manera directa. Los criollos que comenzaban a habitar el país y se dedicaban a interpretar música popularizaron a través de sus rimas hazañas heroicas, situaciones típicas de la vida en el campo, o también simples historias de amor y desamor. Al igual que los antiguos juglares de Europa, lo hacían acompañados por su guitarra. 20 Como explica Domingo Faustino Sarmiento24 en su libro “Facundo”, algunas generaciones después de la llegada de los colonos y con los primeros criollos extendiéndose por el país, la sociedad argentina se va a ir estructurando de una manera bastante particular. Llama la atención cómo describe a los campesinos, y especialmente al músico que canta y se acompaña con su guitarra. Es éste un tipo de personaje que no nos deja indiferentes ya que parece que Sarmiento se esté refiriendo a Atahualpa Yupanqui casi cien años antes de éste que naciera. Sarmiento describe al “Gaucho Cantor”, y lo hace con estas palabras: “El gaucho cantor es (…) el trovador de la Edad Media” “…El cantor (que) anda de pago en pago* (…) cantando (a) sus héroes de la pampa, perseguidos por la justicia…” “…el cantor está haciendo (…) el mismo trabajo de crónica, costumbres, historia, biografía que el bardo* de la Edad Media, y sus versos serán recogidos más tarde como los documentos y datos en que habría de apoyarse el historiador futuro…” 25 El Gaucho Cantor vive su vida en el campo, alejado de las ciudades que se hacen cada vez más grandes y más europeas. De alguna manera intuye que aquello que le es propio y lo identifica ya no está allí si no en el paisaje del campo. Este pelasgo vive cantando todo tipo de historias y leyendas que va recolectando en su permanente viaje por las pampas. Son en general historias de héroes de batallas, de prófugos de la ley, de conquistas pasadas, de niños 24 Domingo Faustino Sarmiento (1811 – 1888). Político, escritor, docente, periodista y militar argentino; gobernador de la Provincia de San Juan entre 1862 y 1864, presidente de la Nación Argentina entre 1868 y 1874, Senador Nacional por su Provincia entre 1874 y 1879 y Ministro del Interior de Argentina en 1879. * Pago: Lugar donde se ha nacido. (http://www.diccionariogaucho.com.ar) * Bardo: Poeta de cualquier época o nacionalidad. (http://www.wordreference.com) 25 Sarmiento, Facundo. Civilización Y Barbarie, Buenos Aires, 1874., 63. 21 robados por los malones indios26. Similar al trovador de la Edad Media, es el cronista de la época que relata sus costumbres, su historia y la de sus antepasados, las hazañas de personajes famosos, etc. “…la poesía original del cantor (…) está llena de imágenes tomadas de la vida campestre, del caballo y las escenas del desierto. (…) el cantor posee su repertorio de poesías populares: quintillas, décimas y octavas, diversos géneros de versos octosílabos. Entre éstas hay muchas composiciones de mérito y que descubren inspiración y sentimiento.” 27 A partir del momento en el que el criollo se reconoce como tal, y se descubre a sí mismo como el hijo de diversas culturas que accidentalmente han tenido que encontrarse en un sitio en particular, comenzará su lucha emancipadora hacia el futuro. A veces con mejor o peor suerte. Veremos ahora, en el pensamiento y en la obra de Atahualpa Yupanqui, cómo esta reafirmación del ser, de las raíces, el origen, el sentimiento y el espíritu autóctono logran cristalizarse de manera clara y rotunda. 2.4. Atahualpa Yupanqui. Atahualpa Yupanqui (seudónimo de don Héctor Roberto Chavero) nació en Argentina en 1908 y murió en Francia en 1992. Poeta y músico. Aunque él lo negaba, también gran pensador y notable filósofo. Dedicó su vida a la música y a la poesía, e hizo de éstas un vehículo para cantarle a la tierra añorada (que por motivos políticos tuvo que dejar atrás), al camino recorrido (temática recurrente en su obra) o a la querencia que quedó en el pasado. En los elementos que conforman su música se reconocen el canto al indígena primitivo, el romancero español de la edad media, el ritmo sincopado del 26 27 Entendemos “indios” como indígenas autóctonos de Argentina. (N. del A.) Sarmiento, Facundo. Civilización Y Barbarie, Buenos Aires, 1874., 64. 22 tambor africano. Atahualpa fue a lo largo de su extensa carrera un artista sensible a todo aquello relacionado con la libertad del hombre, su tierra y su pensamiento. En su poesía nos transmite el legado del indígena y su conexión profunda con el paisaje. La tierra que lo alberga desde su origen y de la cual es parte fundamental e indivisible. Elementos siempre presente en su prosa: el campo, el cerro, la montaña, el rio, las alamedas, el viento y el caballo. Citemos un breve pasaje suyo en donde entabla una charla imaginaria con José Gabriel Condorcanqui Noguera, marqués de Oropesa (Perú 1738 - 1781), llamado también José Gabriel Túpac Amaru. Conocido posteriormente como Túpac Amaru II. Caudillo indígena líder de la mayor rebelión anticolonial que se dio en América durante el siglo XVIII.28 “Larga ha sido la noche en nuestra América, Condorcanqui. Ha engordado la tierra con la sangre del indio. Todo lo que brilla, menos la armonía, se lo han repartido los capitanes de la ambición.” 29 En su extenso cantar a la tierra podemos encontrar indicios que nos muestran cómo pensaba Atahualpa. Por ejemplo este fragmento refiriéndose a los Valles Calchaquíes, ubicados en el noroeste argentino, sitio que amó y conoció en profundidad: “En aquellos tiempos, era imposible usar otro medio que no fuera el caballo o el mular, pues no había sino caminos de herradura. Luego se habilitaron caminos entre las montañas. Pero estando cerca y con algunos días disponibles, no he querido llegarme al Valle Calchaquí en automóvil. Prefiero mirar este aspecto de mi vida, esta etapa de mi juventud, como cosa cumplida, como ejercitación o disciplina de la paciencia y del amor a América. Lo siento como una manera de respetar a Pachamama.” 28 http://es.wikipedia.org/wiki/Túpac_Amaru_II Yupanqui, La Capataza, 25. 30 Yupanqui, El Canto Del Viento, 1988, 40. 29 30 23 2.5. Resumen. La idea central de este trabajo está basada en el elemento rítmico del folclore argentino. Pero es en el pensamiento y en la obra de Atahualpa Yupanqui donde encuentra uno de sus pilares fundamentales como fuente de inspiración. La revisión de algunas de sus composiciones servirá como punto de partida para intentar homenajear al hombre y su creación, intentando a la vez aportar un punto de vista personal. El objetivo es encontrar un equilibrio musical entre la tradición folclórica y los elementos propios del Jazz como la improvisación y la composición estilística. Nada menos. Por supuesto hemos de nombrar a algunos de los muchos músicos argentinos que en la actualidad son pioneros en este sentido: Guillermo Klein, Fernando Huergo, Aca Seca trío, Lilián Saba y muchos más. Éstos trabajos nos servirán como guía, modelo o fuente de inspiración para la investigación musical y rítmica del folclore argentino desde una óptica “jazzística”. 24 3. Birritmia. “En una sola cuerda recorría parte del diapasón buscando armar la melodía que más me gustaba: La Vidalita”. 31 A.Y. 3.1. Como Presentación. ya hemos comentado anteriormente, nos estamos centrando exclusivamente en el aspecto rítmico del folclore argentino. Aunque en ningún momento se ha dejado de tener en cuenta la importancia de otros elementos que lo hacen único, como el tipo de armonía que se usa comúnmente o la importancia de las temáticas de sus letras y su métrica. La hipótesis de este trabajo se basa en la afirmación de que la particular alternancia rítmica entre una pulsación ternaria y binaria (o incluso estando ambas presentes en el mismo compás) viene heredada seguramente de la hemiola europea por un lado, y de la polirítmia africana por el otro. Norberto Minichillo (músico argentino. 1940-2006) dice que el ritmo de la chacarera es muy similar al ñáñigo afrocubano: “…a mi entender es de ésta raíz de donde proviene la chacarera. Llega a Cuba desde Nigeria.” A la hemiola la hemos definido como dos compases de tres tiempos articulados como si fueran tres de dos tiempos cada uno. > 3 ¿ ¿ ¿œ ¿ ¿œ ¿ &4 œ > ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ œ œ œ > > ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ œ œ œ Hemiola. 31 Yupanqui, El Canto Del Viento, 1990, 10. > ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ œ œ œ 25 La “Hemiola africana” difiere de la anterior en que manteniendo la pulsación, simplemente agrega beats a un compás determinado, dando como resultado una serie de compases de duración diferente distribuidos de manera irregular a lo largo de la pulsación. (Male Choral) 5 &8 œ œ œ mf œ & œ œ œ j œ œœ j œ >œ œ œ j œ J œœ œ Œ j . œ œ J . 7 8 œœ œœ œœ j œ œœ 4œ 8 œ™™ œœ œœ J œ ˙ “Babira choral song” (Congo Belga) Analizaremos las particularidades rítmicas presentes en el folclore argentino comenzando por algunos ejemplos a los que llamaremos “clásicos”. Refiriéndonos de esta forma al repertorio folclórico que se ha ejecutado hasta el siglo veinte. En este sentido nos centraremos casi exclusivamente en la obra musical de Atahualpa Yupanqui. Posteriormente analizaremos la evolución rítmica del folclore a través del estudio de transcripciones de composiciones pertenecientes a autores actuales como los que hemos nombrado anteriormente. Estos serán los ejemplos “modernos”. Y por último, describiremos algunos ejemplos “propios” extraídos de los arreglos musicales escritos para este trabajo y que son fruto de la experimentación e investigación rítmica llevada a cabo. 26 3.2. Ejemplos clásicos. Comenzaremos hablando de una particularidad propia del folclore argentino que tiene que ver con la indicación de compás. Es muy frecuente encontrar música popular escrita en un compás de 3 por 4 y 6 por 8 simultáneamente. Indicando de esta manera que la melodía está estructurada o construida sobre una subdivisión ternaria, mientras que el acompañamiento rítmico-armónico lo hace en base a una subdivisión binaria. Esta superposición métrica le confiere una extraordinaria riqueza rítmica y se conoce como bi-modalismo rítmico o birritmia. j °/ 6 8 V V V V V Voz Guitarra 3 ¢/ 4 V V V > V j V V V V V V j V V V V V Ó j V V V V V > V V V V Ó V De manera que encontraremos frecuentemente partituras escritas con ambas indicaciones de compás en el mismo pentagrama. / 43 68 V V V V V V V V V V V V Guitarra q.=104 ≈ & 43 68 œ œ œœ œj œ œ œ œj œ œ œj œj œ œ œ œj œ œ œj œ œ œ #œ œ Œ œ œ #œ œ œ Œ Œ œ “Campanas”, José Vicente Cabrera. (Fuente: Isabel Aretz, “El Folclore Musical Argentino”) etc. 27 Diversos autores y pedagogos que han trascendido en el folclore argentino como los pianistas Adolfo Ávalos (1914-2008) o Edgar “Tucho” Spinassi (19261983) han afirmado que el compás básico de esta música es el 3 por 4. Aunque dicho compás difiere del tradicional 3 por 4 europeo en que el tiempo fuerte no es el primero sino el segundo y el tercero, y sobretodo este último. Al superponerlo con el 6 por 8 de la melodía obtenemos la síncopa que le caracteriza. Denominan a este compás como “3 x 4 criollo”, y es el que encontramos en todas las especies o palos del folclore argentino . Alberto Abecasis (Argentina, 1940) explica en su libro 32 las peculiaridades rítmicas que surgen al interpretar el compás de 3 tiempos a la manera “criolla”. En el 1er ejemplo vemos una chacarera escrita en un compás de 6 por 8. œ 6 &8 ‰ œ œ œ œ ‰ œ œ œJ œ œ J œ œ œ ‰ œ œ ? 68 œ ™ œ™ œ™ œ™ œ™ œ™ œ™ œ™ ‰ Acá en 3 por 4 al estilo “europeo”: 3 œ œ œ œ œ &4 ‰ J ‰ œJ œ œ œ œ œ œ œ œ ? 43 >œ >œ Œ >œ Œ Œ Œ y finalmente en 3 por 4 al estilo “criollo”. 32 Abecasis, La chacarera bien mensurada, 32. Œ Œ ‰ œJ œ œ > Œ œ ‰ J Œ 28 3 œ œ œ œ œ &4 ‰ J œ. ‰ >œ J ? 43 Œ ‰ œJ œ œ œ. ‰ >œ J Œ œ œ œ œ œ œ j œ. ‰ >œ Œ ‰ œJ œ Œ œ ‰ J j œ. ‰ œ > Siendo ésta última la manera más apropiada para escribir e interpretar el folclore. Norberto Minichillo en su método para baterías llamado “Tambores” (Ricordi. 2005) explica que el bombo debe llevar un compás de 3 por 4 acentuando sobretodo el 3er tiempo, mientras que los instrumentos agudos como la caja y el hi-hat imitan a la melodía haciendo cambios en la subdivisión o simplemente llevándola a 6x8. > > 3œ œ œ œ œ œ /4¿ ‰ ¿J Œ (6/8) 3 > 3 > 3 > 3 > œ¿ œ œ œ œ ¿ œ œ œ ¿ œ œ¿ œ œ œ ¿ œ œ œ œ œ ‰ J ‰ J J ‰ ‰ J Œ 3 /4Œ Œ œ > œ > œ > Œ œ > œ > œ > Aquí mostramos algunos ejemplos de la birritmia analizada en algunas de las composiciones de Atahualpa Yupanqui: 3x4 j j j # 3 6 œ œj œ #œ œ œ œ ‰ œ œ œ œj œ & 48 œ œ œ œ œ œ œ œ œ # œœ œœ #œœ #œœ nœ ‰ œœ œœ #œ™ œJ œ œ Œ Œ™ œ œ œ œ œ™ œ œ™ 10 3x4 6x8 “La del campo”. Chacarera. 29 œœ œ œ œœ œ œ œ œœ # œ œ œ œ & # 43 68 œJ œ ™Œ œœœ ™™™ œœ œœ ‚™ œœ # œœ œ™ ‚™ œœ œ œ œ œœ œ œœ J œœ œ™ 15 6x8 3x4 ”Zamba del grillo”. jœ 3 œ œ 3 œ #œ œ œ œ œ œ œœ œ &4 œ œ # œ œ œ œ œ 27 28 29 œ™ œ œ œ œ œ œ ™ œ œœ œ œ œ 3x4 30 œ œ œ œ #œ œœ œ œ J œ œ œ 6x8 ”La Arribeña”, Zamba. En los compases 29 y 30 del ejemplo anterior resulta más adecuada una subdivisión ternaria llevando el compás a un pulso binario (6x8). La Polirítmia también es frecuente. Esta se da en casos donde la melodía es cantada en dosillos, y a su vez hay dos o más instrumentos haciendo la birritmia comentada anteriormente. Según Carlos Vega (musicólogo argentino. 1898-1966), el fenómeno de los dosillos en las melodías se debe a una evolución o “binarización” de las mismas. Vega pensaba que no existían tales dosillos, sino que se trata de una ejecución defectuosa del esquema “negracorchea/ corchea-negra. Voz ° / 68 2 2 V V V j V V V V V > V V V Guitarra / 8 6 Œ Guitarra ¢/ 4 3 Œ V V 2 V V 2 V V 2 V j V V V V V > V V V V V V simile simile V j 30 En una interesantísima entrevista33 Norberto Minichillo acaba por resumir el ritmo folclórico Argentino de una manera sencilla y clara. La polirítmia de la que hablamos tiene su basamento en el compás de 3 por 4. A su vez se puede llevar un compás de 4 por 4 tomando la negra con punto como negra. Y por último, agrupando las seis corcheas del compás de tres tiempos en dos grupos de tres y tres respectivamente, tendríamos un compás de 6 por 8. °/ 3 4 / 44 6 ¢/ 8 33 1 2 3 1 2 3 V V V V V V 1 2 3 4 V V V V 1 V 2 V 3 V 4 V 5 V 6 V 1 V 2 V 3 V 4 V 5 V 6 V Hoffmann, Tomás y Hoffmann, Susana. “Vocaciones” [en línea]. Argentina 2006 [Consulta: Febrero 2014]. Disponible en: http://youtu.be/dfp9Rm15RxY. 31 3.3. Ejemplos modernos. Comenzaremos hablando de Guillermo Klein (piano, Argentina. 1969) y la clave que usa frecuentemente en su música. Esta clave agrupa las semicorcheas de dos compases en tres células seguidas de 7 (2+2+3), más 3 semicorcheas finales. 3 ¿ ¿ ¿ ¿ œ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ œ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ œ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ œ¿ ™™ / ™™4 œ œ œ œ œ œ œ También usa esta clave en compases de subdivisión ternaria. En este caso los grupos son de corcheas en vez de semicorcheas. 12 ¿ ¿ ¿ ¿ œ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ œ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ œ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ™™ / ™™ 8 œ œ œ œ œ œ œ Lo interesante de esta clave es la sensación de desplazamiento que produce al ir agrupando las corcheas de dos en dos, mientras la subdivisión es en realidad ternaria. Dando como resultado un desplazamiento rítmico en las frases melódicas o en el acompañamiento rítmico-armónico. En el siguiente ejemplo usa una clave similar en un compás de 9 por 8. 32 q.=80 A¨9 bœ bœj œ ™ & 8 œ œ œ™ 0:27 Œ™ ? 98 bœ j bœ œ œ bœ Œ ™ j nœ œj œ bœ nœ œj #œ j # œ œ œ #œ œ œ bœ b œ ™ F-7(b5) E-7 D^ bœ œ œ nœ œ œ nœ J œ J D¨7 œ œ™ J ”El domador de huellas”. Guillermo Klein. A¨- Œ™ Œ™ etc. b œ bœ œb œ ‰ bœ bœ bœJ œ J 34 La línea de bajo está llevando la clave en todo el tema junto con la percusión. Otro elemento interesante en el arreglo es el ritmo armónico desplazado o acentuando tiempos que a priori son débiles dentro del compás. q.=80 A¨- 9 8 V V VJ V V F-7(b5) E-7 D^ V V VJ V V D¨7 V V VJ V V A¨- etc. V V VJ V V ”El domador de huellas”. (clave rítmica y ritmo armónico) Otro de los extraordinarios usos rítmicos que Guillermo Klein hace basado en los ritmos tradicionales argentinos y su típico compás ternario, es agregar cada dos compases un par de semicorcheas más a un compás de 12 por 8. De esta manera queda uno de 14 por 8 que alterna con uno de 12 por 8 y así sucesivamente. q.=127 œ ? 14 8 œ #œJ œJ 2:09 C‹7 bœ œ j ‰ œ œ œ ‰ J bœ 12 œ bœJ œJ 8 “Chúcaro”, línea de bajo. Guillermo Klein. 34 j œ bœ ‰ œ œ etc. 35 “Domador de Huellas. Music of ”Cuchi“ Leguizamon” Guillermo Klein. Sunnyside Records, 2010. 35 “Live in Barcelona” Guillermo Klein Y Los Guachos. Fresh Sound New Talent, 2004. 33 En temas como “Blues de Liz” intercala un compás de 12 por 8 dentro de una sección que está escrita en 4 por 4 basada en el ritmo de Carnavalito (ritmo típico del norte de Argentina y que tiene una acentuada subdivisión a semicorcheas.) q=q. > > > > > > > > ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ 4 4 12 8 4 /4œ œ œ œ œ™ œ™ œ™ œ™ q=86 etc. >q.=q > > > >q=q. > > > 4 ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ 12 ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ 8 œ™ /4œ œ œ œ œ™ œ™ œ™ “Blues de Liz” 36 En el ejemplo siguiente, perteneciente a la agrupación “Brian Blade Fellowship”, encontramos otro interesante uso del compás de 3 por 4 con la acentuación desplazada hacia el 2do y 3er beat. También hemos de destacar el papel del ostinato en el bajo, que en contraposición con las síncopas en la clave de sol acaba por producir el característico efecto de compás de amalgama.37 El hecho de que el vamp (figura o acompañamiento musical repetitivo) dure tres compases acentúa aun más lo comentado anteriormente. 36 Ibid. Un compás de amalgama es aquel “compás compuesto” que obtenemos de la suma de 2 o más compases simples que tienen diferente cantidad de pulsaciones. P. ej. 2/4 + 3/4 = 5/4. (N. del A.) 37 34 q=120 #˙˙ ˙˙ ˙ 3 & ™™4 Œ 1:49 #˙˙ ™™ ˙™ #˙ ™ B-9(„ˆˆ4) ? ™™43 œ ™ œ œ ™ œ œ œ œœ œ œ F©-7 r #œœ œ #œ ‰™ œœ œ œ ™™ ≈ œ #œ œ ™™ œ œ œ œ œ™ œ œ #œ œ œ #˙ 38 ”Evinrude-Fifty (Trembling)”. Brian Blade Fellowship. El siguiente ejemplo musical está extraído del tema “Zhivago” 39 de Kurt Rosenwinkel (guitarra eléctrica, EEUU. 1970). El compás también es de 3 por 4, pero en este caso lo destacable es que la melodía está construida en base a negras con punto y va desplazada en relación a la pulsación. Concretamente los sitios donde ataca la línea melódica son el contratiempo del 3er beat y el 2do beat de cada compás. El tempo “médium up” es un elemento decisivo dentro de todo el conjunto haciendo que el efecto rítmico sea aún más acentuado y complejo. q=190 3 &4 G¨Œ„Š7 & œ A¨-7 & œ ‰ œj G¨Œ„Š7 E¨-7 G¨Œ„Š7 j œ œ ‰ bœ œ ˙ j œ ‰ bœ œ E¨-7 j bœ ‰ œ # œ AŒ„Š7 ˙ ˙ ‰ œj ‰ G¨Œ„Š7 œ j œ ‰ bœ œ B-7 j #œ j ‰ œ #œ œ œ ”Zhivago”. Kurt Rosenwinkel. 38 39 E¨-7 ‰ œj œ œj ‰ bœ œ œ œj ‰ bœ œ “Perceptual” Brian Blade Fellowship. Blue Note, 2000. “The Next Step” Kurt Rosenwinkel. Verve Records, 2000. C7(“4) œ C©-7 j œ ‰ bœ œ j ‰ œ #œ œ œ etc. 35 El desplazamiento de negra con punto en un compás de 3 por 4 ofrece varias opciones: 3 3,1/2 2 1 1,1/2 2,1/2 3 /4œ œ œ œ œ 1,1/2 œ œ œ œ œ œ œ 3 2,1/2 1 3,1/2 2 El siguiente es un ejemplo extraído de un tema perteneciente a David Binney (saxo alto, EEUU. 1961). q=47 3 & ™™4 œ bœ 0:30 bœ F-7 3 & ™™4 bœ˙˙ ™ b˙ ™ ? ™™3 4 œ™ bœ œ œ™ bœ bœ ? ™™3 b œ œ œ™b œb œ 4 œ™ œ™ bœb˙ D¨² ˙™ bb ˙˙ ™™ œ™ bœ b˙ ™ œ bœ G¨Œ„Š7(#11) ™™ D¨² b˙ ™ b ˙˙˙ ™™™ bœ bœ bœ œ œ™ bœ œ bœ ™ bœ œ b œ œ œ™ ˙™ bb ˙˙ ™™ ™™ bœ bœ ™ bœ œ œ bœ œ ™™ bœ bœ b œ b œ œ œ™b œ œ b œ ™b œ œ b œ ™ b œ œ œ b œ œ ™™ b œ œ œ™ ”Civil war””. David Binney. 40 Una vez más vemos cómo el compás de 3 por 4 nos permite jugar con los desplazamientos rítmico-melódicos de una forma interesante. En este ejemplo tenemos dos elementos que son la línea de bajo doblada por la mano izquierda del piano, y la melodía interpretada por el saxofón. El tempo es bastante lento, y una vez más, un detalle importante dentro de la sonoridad general que el 40 “Afinidad” David Binney/Edward Simon. Red Records, 2001. 36 tema posee. La primera frase del saxo nos hace pensar que se trata de un compás de cuatro tiempos. O dicho de otra manera, la frase resuelve en el 2do tiempo del compás siguiente. La frase sincopada del bajo produce el efecto de que el tempo va al doble de lo que realmente es. Volviendo a los compositores argentinos, tenemos un ejemplo extraído de un disco de Fernando Huergo, bajista argentino radicado en Boston. El tema se llama “Espejos” y es una excelente muestra de las posibilidades que nos ofrece jugar con el compás y su subdivisión. El tema comienza con un ritmo típico de chacarera, usando un compás de 12 por 8. Después de una introducción a cargo del bajo y la percusión, se expone el tema y luego de un breve interludio, el batería se queda solo para llevar el groove del tema hacia un compás de 4 por 4 con feeling de swing. Concretamente lo que ocurre es que la negra con punto del 12 por 8 se transforma en blanca para el 4 por 4. Lo original de esto es que esas blancas serán el tiempo 2 y 4 del nuevo compas de subdivisión binaria. chacarera q.=112 I ¿¿ ¿ ¿ 12 / 8 œJ 2:02 I I I I ¿¿ ¿ ¿ ¿¿ ¿ ¿ ¿¿ ¿ ¿ 9 ¿¿ ¿ ¿ œJ œ œ 8 œJ J œ I I I ¿¿ ¿ ¿ ¿¿ ¿ ¿ 1 ¿ œJ 4 ¿ J œ I ¿ ¿ I ¿ ¿ q.=h 4 4 swing q=224 4¿ /4 Œ ¿ ¿ ¿ Œ ¿ I ¿ ¿ “Espejos”. Fernando Huergo. ¿ 41 ¿ Œ ¿ ¿ ¿ Œ ¿ I ¿ ¿ ¿ etc. Las flechas verticales indican la pulsación. Vuelven a exponer la melodía, pero esta vez sobre el ritmo de swing, para pasar luego a 3 por 4 manteniendo la equivalencia de negra igual a negra, es decir, el pulso se mantiene constante. La sensación es bastante curiosa en 41 “Jazz Argentino” Fernando Huergo. Fresh Sound New Talent, 2000. 37 este cambio de compás. Por más que el pulso es el mismo, pasar de cuatro tiempos a tres produce el efecto de “frenar” o “ralentizar” la pulsación. swing q=224 4¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ /4 ¿ ¿ Œ Œ q=q ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ Œ Œ 2:42 q=224 3¿ ¿ 4œ Œ ¿ Œ ¿œ ¿ Œ ¿ Œ “Espejos”. El tema regresa a su compás y pulsación original para comenzar solos en 12 por 8. Como podemos ver en el esquema, una vez que están en 3 por 4 poco a poco se comienza a acentuar la negra con punto. Esta negra con punto pasará a ser la negra del 3 por 4 siguiente. Y nos da la correspondiente equivalencia al 12 por 8 del comienzo. Si bien las indicaciones de metrónomo a priori no coinciden, la interpretación por parte de los músicos en los cambios de compás va rectificando estas pequeñas desigualdades en el tempo. q=224 3 /4V q.=100 12 (8) 2:59 V 3 / 4 1V ™ V V V V q.=150 1 2 3 4 68 V V V 2V V V 1V V V 2V V V 1 43 1V q. = q V™ 2 V™ 1 V™ 2 V 2 V 3 V 1 V 2 V 3 “Espejos”. Los ejemplos de polirítmia que involucran o combinan compases binarios y ternarios junto a subdivisiones ternarias o binarias son interminables. Podríamos citar más ejemplos que se han quedado fuera, como algunas de las composiciones de Avishai Cohen (contrabajo. Israel, 1970). Son temas de una complejidad rítmica elevada, a la vez que fusiona el lenguaje del Jazz con su propio folclore. 38 3.4. Ejemplos propios. Los ejemplos que detallaremos en este apartado están extraídos de los arreglos escritos para este trabajo. Como ya hemos comentado, son arreglos inspirados en temas de Atahualpa Yupanqui. Algunos de ellos se han mantenido dentro del estilo original en el que fueron compuestos. Es decir, si el tema original es una chacarera (p.ej. “La del campo”) el arreglo a conservado este estilo rítmicamente hablando. Aunque en algún otro tema se ha “innovado” un poco más, introduciendo cambios de compás, o de métricas, incluso cambios de tempo. En lo que a la Forma se refiere, podemos decir que los arreglos no siguen estrictamente la de los originales. Esto es así por la necesidad de expandir el discurso musical a lo largo del tiempo ya que las canciones en el folclore argentino suelen ser de muy corta duración. Al encarar la composición de los arreglos de este modo, tenemos la posibilidad de presentar y re-exponer las melodías de diversas maneras, por ejemplo cambiando los instrumentos que la interpretan para obtener diferentes sonoridades. También se han compuesto introducciones, interludios o codas que dan a la música un poco mas de “espacio” y permite ir presentando el material musical de manera gradual o progresiva. Con respecto a la instrumentación, se ha escrito para octeto, formado por sección rítmica y sección de vientos, aunque hay dos arreglos que prescinden de ésta última. La razón de esto ha sido básicamente la búsqueda de cambio o variación en la sonoridad general del concierto. El peso recae obviamente sobre la guitarra eléctrica, para lo cual se ha hecho un trabajo previo de adaptación del estilo a dicho instrumento, ya que desde sus orígenes, el folclore argentino ha tenido en la guitarra española uno de sus principales instrumentos. La introducción del bombo leguero es esencial para obtener la sonoridad y el ritmo típicos del estilo, por ser éste uno de los instrumentos más primitivos y representativos de esta música. Funciona entonces como nexo entre la tradición o el pasado, y lo actual. 39 La batería y el contrabajo aportan la sonoridad “jazzística” al conjunto, por supuesto, de igual importancia a lo comentado anteriormente. Por último, la sección de vientos (formada por dos metales y dos maderas, en este caso trompeta y trombón más saxo tenor y alto) aporta el elemento “bigbanístico” a pequeña escala, a la vez que agrega intensidad y dinámica a la música y nos permite explorar o experimentar nuevas sonoridades dentro de la armonía. Comenzaremos hablando de la chacarera “La del campo”: q.=114 12 &8 E- œ bœ nœ œ J œ #œ œ œ œ œnbœ>œ f bœ nœ œ J nœ œ #œ œ œ #œ œ >œ E-/B C'4 G^#11 œ >œ n b œ œ œ œ œ œ # œ # œ bœ nœ œ œ œ œ œ & œ # œ n œ J > > n œ > nœ œ œ “La del campo”, Atahualpa Yupanqui. (Arr. Nicolás Herrera) Este arreglo está escrito en 12 por 8. Los cuatro compases del ejemplo se repiten varias veces a manera de vamp en la introducción del tema. Se ha mantenido la tonalidad original del tema (E menor). Vemos cómo en el cuarto compás la frase se agrupa cada cuatro corcheas. En principio este es un desplazamiento bastante sencillo pero que produce un efecto interesante al “romper” la continuidad de la subdivisión ternaria del 12 por 8. E-7'4 12 &8 27 œœ ™™ œ™ œ mf ¿¿j œœ ¿¿ ##œœj ¿¿j ¿ œ ¿ œ ¿ œ œ Œ œ . . A13/E E-9 œœ ##¿¿ œj ¿j œ ¿ #nœœ ¿¿ œ œ . D/C C/F G^6‚9 A/B œœ œ œ nœœ nœ œœ ™ ¿¿j œœ #œœ œj œ™ œ œ œ œ œ n œœ #œ ™™ ¿ œ œ ™ œ™ œJ œ œ œ ¿ œ nœ œ J J “La del campo” 4 4 40 En el compás 28 del mismo arreglo la melodía pasa a una figuración binaria. Una vez más la intención es salir momentáneamente de la subdivisión ternaria. En este caso se han usado los clásicos dosillos derivados de los giros melódicos que hace la voz en el folclore tradicional. C7b5 > j¿ bœ ¿¿ b œœ ‰ œ E-7 6 œ™ & 8 œœ ™™ œ 34 œJ > E-7 ™ 12 w w ™™ 8 w w™ 6 nœœ ™™™ 8n œ œ œJ ¿¿j ¿‰ > bœœ œ œ > C-6 12 8 w ™ w w ™™ w™ “La del campo” En estos compases vemos como se intercala un compás de 6 corcheas entre los compases de 12 por 8. Además destacamos la figuración de 3 negras en el compás de 2 pulsos (6x8) a manera de 3 x 4. La ultima negra ligada al compás siguiente aporta la sensación de desplazamiento o “falsa” amalgama. > 12 œœœ &8 œ E- 49 mf ? 12 8 ˙ œ. D13 > #œœœ œ œ. ˙ >œ œœ œ C6 œ. B¨^6 w ™ w w ™™ b w™ ˙ b˙ ™ mf œ™ ‰ œ “La del campo” En el compás 49 la figuración rítmica vuelve a subdividir como si se tratase de un compás binario (6x4). Este tipo de modulación rítmica es interesante al ir “modificando” por momentos la sensación de tiempos fuertes y débiles dentro de la secuencia de compases. 41 12 & 8 # œœ ™™ œ 117 j > ¿¿ œœ œJ ¿J œ > v . œ œœ #œ œ œ . 2 > 2 . #œœ œœ œ œ >2 . 2 Œ™ pp œœ œ . œœ œ . 2 2 > œœ œ > ‰ ‰ Œ™ Œ™ “La del campo” De nuevo se ha usado el recurso de los dosillos en la guitarra mientras la base está en 12 por 8. El ejemplo siguiente está extraído del arreglo escrito para “La copla”. Está escrito en 12 por 8 y se ha experimentado con la clave de Guillermo Klein que hemos explicado anteriormente. Concretamente se ha compuesto un motivo en E mayor que recrea la melodía original del tema y “esconde” el compás usado. q.=90 12 #œ &8 œ mf #œ & œ j j œ œ œ. j j œ œ œ. œ œ œ ‰ œ œ ‰ œ #œ œ œ œ J #œ œ J ‰ ‰ œ œ #œ œ œ œ J œ œ. #œ œ #œ œ œ œ J œ #œ œ j œ œ œ œ J j #œœœ œ j œ “La copla”, Atahualpa Yupanqui. (Arr. Nicolás Herrera) 6 œ™ œ #œ œ œ œj &8 ˙™ 17 E mf F©-9 2 12 8 #œœ #œ f G^9 A¨-9 2 G/A 2 œ œ #œ bbœœ bœ nœ nœ bœ nœ nœ 2 2 2 “La copla” w n#nw w ™™™ nw™ A/B 42 En el compás 18 aparecen los dosillos ( o cuatrillos) que hemos comentado con anterioridad. Otro ejemplo de clave dentro del compás de 12 por 8. C©-7¨6 36 mp j j ‰ œœœ œœ™ œ œœ œœœ ‰ #œœœ œ œ ™ J # œJ # œ J E/G© 12 ˙™ & 8 #œœ˙ ™ œœJ œœJ œœ cresc. poco œ™ œœ œœ œJ œ œœ œ œ A/B #nw w w ™™™ w™ ‰ #œœ ™™ œ™ “La copla” Acá observamos que además de usar la clave de Klein, el papel de la guitarra divide la melodía por un lado y acompañamiento armónico por el otro. C©-7¨6 12 ˙™ & 8 Œ #œœœ œœœ œœœ J J 42 mp #˙ ™ & Œ A^% œ #œœ œJ œœ œ œJ œœ œ œ œj œ œœ ™™ œ™ œ œœ œ œœj™ œ œœ ™™ œ™ #œj J œœ œœ œ œœ œœ œJ œ œj œ œœ ™ ™ œ™ #œœ œJ œœ œ ˙™ #œ Œ #œ œJ E% œj J œj J œ œœ œ A/B w™ Œ œœ œJ ˙˙ ™™ ˙™ “La copla” 12 ˙™ & ™™ 8 Œ E-7 91 mf œœ œJ œœ œœ œJ œ A13 ‰ #œ ‰ Œ #œœœ ™ œ G^13 œœ œJ œœ #œ œ œ™ œ œ ‰ ‰ #œ œ œ “La copla” œœ œ œ F©m7 ‰ œ™ œ ‰ ‰ œ #œ 43 Hasta este momento la clave aparece “escondida” o insinuada dentro del conjunto melódico-armónico del arreglo. En el compás 91 la guitarra se queda sola interpretando lo que vemos en el ejemplo anterior, dando la sensación de desplazamiento o amalgama que hemos comentado de manera concluyente. En el arreglo escrito para “Piedra y camino” se ha usado un compás de 9 por 8. Es ciertamente un compás inusual en esta música. Aún así permite estirar o alargar las frases melódicas en el tempo. Se ha usado una clave similar a la anterior que agrupa las corcheas de dos en dos dejando una suelta completando así el ciclo de 9. q.=96 9 j &8 ‰ #œ #œ œ œ œ œ > B-9 j 9 ‰ #œ œ #œœœ œ™ œ™ &8 Œ œ œœ™™ J 17 j j œ œ œ #œ > F©/G ‰ œ #œ #œœj Œ™ Œ#œ œJ Œ™ œ # œj > E-7 n œœj œ ‰ œœ™ œ ™™ Œ ™nœ Œ #œœJ œ™ œ™ œ œ œ œj œ # ˙ ™ > A9b5 j œœ ™ b œ bœœœ ‰ œ œœ ™™™ ™Œ Œ œJ ‰ etc. œ œœ ™™ œ œœ ™™ ‰Œ ™ “Piedra y camino” La melodía está a cargo del saxo tenor usando la clave que comentábamos, mientras que el acompañamiento de la guitarra acentúa la síncopa y provee el sustento harmónico. F©-9 B7'4 B7/D© ™ 9 œœ #œœj œœj #œœ œœœ ™™ & 8 œ œ œ #œ #œ™ # œ œJ œJ 45 p f E-9'4 nœœœ ™™™ ˙™ œœj œ œ ™ œ œ œœ ™ ™ A7/C© j œœ #œœœ #œ œ J p “Piedra y camino” jœ œœœ nœœ œJ œ D13/F© bœ™ œ™ #œœ™™ f G6‚9 #œœ ™™ nœœ ™™ F©7b13 œœ ™™ bœœœ œ œœ ™™ œ J etc. 44 La guitarra se hace cargo de la línea melódica armonizada con acordes. La clave sigue estando presente aunque se han intercalado compases de notas largas para equilibrar o dar aire a la sonoridad final. 9 &8 ‰ œ œœœj ˙˙˙ ™™ ™ #œ ˙ ™ B-7'4 C©-7'4 57 œœ œœ ˙˙˙ ™™ ™ ˙ ™ ‰ œ cresc. F©- G^ j œœ #œœ ˙˙ ™™ #œ œ ˙ ™ ˙˙ ™™ ˙™ ‰ œ etc. “Piedra y camino” Este fragmento aparece hacia el final del tema. La clave sigue presente, aunque se va diluyendo aún más, acorde con el momento del arreglo. El tema ya ha sido expuesto y esta parte es como una coda para ir luego a solos. La dinámica va bajando hasta llegar a ppp. En el arreglo escrito para “El poeta”, el enfoque empleado ha sido diferente. La introducción del tema también aparece como coda. Está escrita en 3 por 4, a diferencia del tema que está en 4 por 4 y tiene un aire que nos recuerda a Brasil. El material expuesto en la intro es una especie de canon, en donde la melodía se expone tres veces a cargo de diferentes instrumentos. Subiendo en el registro y por lo tanto agrandando la tesitura cubierta en la misma. Lo verdaderamente interesante es el contrapunto que se va dando gracias a que la idea principal hace uso de uno de los desplazamientos de negra con punto que se han explicado anteriormente, como podemos observar en el siguiente extracto: 45 q=120 j 3 & 4 ‰ bœ œ bœ ™ j œ 1 mp & œ j bœ œ™ œ ‰ œj ˙ j œ bœ ™ œ œ j œ œ™ j ‰ bœ etc. j bœ œ™ ‰ œj ˙ ˙ “El poeta” Vemos el contrapunto comentado al entrar la línea que toca el saxo tenor: q=120 (tenor sax) 3 &b 4 23 œ™ b(guitar) 3 j & b b4 ‰ œ œ œ™ œ™ j œ œ™ œ œ™ œ™ œ™ j œ œ œ œ™ œ J œ j œ ˙ ˙ > etc. ‰ œj “El poeta” El último elemento en incorporase es el saxo alto, repitiendo la melodía de la guitarra en la octava alta. Las líneas melódicas están dobladas por algún otro instrumento aunque no figuren en el ejemplo. q=120 > 3 œ & 4 ‰ J (alto sax) 36 œ œ™ œ ˙ > >œ J mf 3 &b 4 (tenor sax) b3 & b b4 (guitar) p œ™ p œ œ J > ‰ œJ ˙ œ œ™ ˙ > œ ˙ > œ œ >˙ œ™ “El poeta” >œ J œ œ >etc. ‰ œJ ˙ j œ ˙™ œ œ 46 Hacia el final de la introducción aparecen todas las ideas rítmicas enfrentadas unas con otras. Al ir desplazando los acentos fuertes hacia otros tiempos que no sean el primero obtenemos una música de índole cíclica y que no deja muy claro donde comienza ni donde acaba el compás. q=120 > 3 œ œ & 4 ‰J œ™ 3 &b 4 >˙ (alto sax) 44 >œ J mf (tenor sax) œ 3 &b 4 ? bb 3 b4 (guitar) œ^ œ #œ œ. œ œ™ >œ J ˙ > œ >˙ œ œ Œ >˙ Œ œ #œ œ. Œ œ nœ J >˙ œ™ œ ˙ > >˙ pp œ™ p œ >etc. ‰ œJ ˙ œ mp dim. (trumpet) > ‰ œJ ˙ œ nœ J œ “El poeta” Otro recurso interesante empleado en este arreglo es, una vez dentro del tema, introducir sobre un compás de 3 por 4 un riff que también usa el desplazamiento que ya hemos comentado. A su vez el ritmo del bombo está inspirado en el de la Zamba. Este es un estilo por lo general lento, de manera que en el arreglo la percusión está a la mitad de tempo para que todo funcione. Obtenemos así una sensación de “ralentización” de la música, aunque la pulsación sigue siendo constante en todo momento. 47 q=120 3 & b 4 >œ ™ (tr sx) b3 & b b4 53 œ ff dim. ™ >œ œ (gui.) fff / 3 4+ (percu) fff dim. j œ > œ œ œ > œ j œ > œ œ œ œ > œ œ œ œ > œ bœ ˙ > œ œ œ œ > œ bœ ˙ > V V etc. ZAMBA (half time) V V + + + dim. “El poeta” Sobre este riff entrarán más adelante los diferentes solos, lo que permite frasear a los solistas siguiendo la pulsación que se prefiera. Ya sea el tempo del tema (negra = 120) o a la mitad siguiendo a la percusión (negra = 60). La armonía sobre la que se ejecutan los solos está basada en el acorde de tónica y el dominante (al estilo más tradicional del género) aunque un poco “disfrazada” por el riff y sus desplazamientos. Lo que permite múltiples recursos armónicos y rítmicos a los solistas. 48 3.5. Resumen. La escucha reiterada, el estudio detallado de fragmentos musicales, las transcripciones y partituras pertenecientes al repertorio clásico del folclore junto a las composiciones de músicos contemporáneos, todo ello, nos ha brindado un punto de partida excelente para poner en práctica diferentes recursos rítmicos y experimentar con ellos en los arreglos escritos para este trabajo. Todo esto ha servido como un marco perfecto para intentar poner el foco en el estudio y la experimentación del ritmo desde dentro, procurando explotar al máximo los recursos que éste nos ofrece en la composición e interpretación musical. Los caminos emprendidos han sido relativamente diferentes en y para cada pieza. A veces tomando como punto de partida una frase melódica interesante y representativa. En otras, un fragmento del texto original de la canción, o arbitrariamente se ha intentado adecuar al tema escogido alguna “singularidad” rítmica interesante surgida de la transcripción y su posterior estudio y desarrollo. Hemos analizado aquí solo algunos de los ejemplos que se han estudiado a lo largo de todo el proceso, siendo éstos quizá los más destacados por lo innovador o transgresor en el uso de los diferentes recursos musicales, las técnicas habituales de composición, desplazamientos o modulaciones rítmicas, etc. 49 4. Conclusiones. Como planteábamos al principio de este trabajo, hemos emprendido una búsqueda de las raíces musicales del folclore argentino, asumiendo desde el principio que éste nace fruto de la mezcla y fusión de músicas y culturas bien diferenciadas. En tal sentido, el presente trabajo nos ha servido de manera rotunda para comprender mejor el origen particular y único de esta música que nos resulta propia. A su vez, hemos tomado a la persona de Atahualpa Yupanqui como el referente máximo del folclore argentino en el siglo veinte. Esta afirmación puede parecer tendenciosa a priori, pero para los fines y objetivos que busca este trabajo ha resultado ser la más adecuada. Por supuesto hay más artistas que podrían compartir y comparten este honor, con lo cual la decisión de centrarnos en la obra y pensamiento de Héctor Chavero (“don Atahualpa”) responde a una decisión netamente personal. Por lo profundo y contemporáneo del mensaje de sus ideas, porque vivió muchos años en el exilio, lo que seguramente le brindó una perspectiva única y adecuada para comprender y asimilar su realidad como músico y persona proveniente de un lugar en particular. Y por sobre todas las cosas, porque tocaba la guitarra. El lenguaje guitarrístico en el folclore argentino tiene sus características bien definidas y han sido objeto de estudio en el momento inicial de este trabajo a través de la transcripción y las partituras originales del repertorio. Los elementos del lenguaje del jazz han sido incorporados más tarde enfocados sobre todo desde la perspectiva de los mecanismos armónicos propuestos por George Van Eps. En este sentido han resultado ser una base excelente para centrarnos en el enfoque rítmico del material melódico y armónico compuesto en la guitarra. Por último, cabe destacar que la actitud que se ha adoptado frente al trabajo responde desde el principio a una toma de conciencia frente a la magnitud del 50 mismo. Se ha tratado de acotar al máximo los límites de la investigación para no perder el foco que nos interesa. De tal manera que el mismo, además de ser el final de una etapa, es seguramente el comienzo de otra. Donde las líneas generales de investigación y desarrollo musical ya están asentadas, dejando lugar a la expresión netamente personal a través del discurso musical. 51 5. Bibliografía: Abecasis, Alberto. La chacarera bien mensurada. Universidad Nacional de Río Cuarto, 2004. Aretz, Isabel. El folklore musical argentino. Ricordi Americana, 1952. Bethell, Leslie. Historia de América Latina - 1. América Latina Colonial: La América Precolombina Y La Conquista. Vol. 1. Editorial Crítica. Barcelona, 1990. ———. Historia de América Latina - 3. América Latina Colonial: Economía. Vol. 3. Barcelona: Editorial Crítica., 1990. Brandel, Rose. “The African Hemiola Style.” Ethnomusicology 3, no. 3 (September 1959) Luna, Félix. Historia Integral de la Argentina. Tomo 1, El mundo del descubrimiento. Buenos Aires: Planeta, 2009. Martínez Estrada, Ezequiel. Radiografía de la pampa. Buenos Aires: Losada, 2007. Martínez Montiel, Luz María. Africanos En América. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2008. Moreno Fraginals, Manuel. África En América Latina. El Mundo En América Latina. Madrid: Siglo XXI Editores, 2006. Olsen, Dale A, and Daniel Edward Sheehy. The Garland Handbook of Latin American Music. New York: Routledge, 2008. Pujol, Sergio. "Jazz al sur. Historia de la música negra en la Argentina". Buenos Aires: Emecé, 2004. Sarmiento, Domingo Faustino. Facundo. Civilización Y Barbarie, Buenos Aires, 1874. Ediciones Generales Anaya, 1982. Schávelzon, Daniel. Buenos Aires negra: arqueología histórica de una ciudad silenciada. Buenos Aires: Emecé Editores, 2003. “Vocaciones”: Norberto Minichillo - Cita En Las Diagonales, 2012. (Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=dfp9Rm15RxY) Werner, Kenny. " Effortless Mastery: Liberating the Master Musician Within". New York: Jamey Aebersold Jazz, Inc. 1996. Yupanqui, Atahualpa. El Canto Del Viento. Argentina: Siglo Veinte, 1988. ———. El Canto Del Viento. Pampa Music, 1990. ———. La Capataza. Argentina: Ediciones Cinco, 1992. 52 6. Discografía: Atahualpa Yupanqui - “Camino del Indio”. RCA Victor, 1957. ———. “El Álbum de Oro”. EMI Odeon, 1947. ———. “El Canto del Viento”. Pampa Music, 1990. ———. “El Poeta”. RCA Victor, 1968. ———.”El Hombre, el paisaje y su canción”. RCA Victor, 1968. Bill Evans - “The Paris Concert Edition Two”. Elektra Musician, 1984. ———. “Moonbeams”. WaxTime, 2013. Brian Blade Fellowship - “Perceptual”. Blue Note, 2000. Charlie Haden & Pat Metheny - “Beyond the Missouri Sky”. Verve,1997. Chris Cheek - “Lazy Afternoon, Live at the Jamboree”. Fresh Sound New Talent, 2004. David Binney/Edward Simon - “Afinidad”. Red Records, 2001. Fernando Huergo - “Jazz Argentino”. Fresh Sound New Talent, 2000. Gary Burton Quintet - “Dreams So Real. Music of Carla Bley”. ECM, 1975. Guillermo Klein - “Domador de Huellas - Music of “Cuchi” Leguizamon”. Sunnyside Records, 2010. ———. “Live in Barcelona. Guillermo Klein y Los Guachos”. Fresh Sound New Talent, 2004. James Brown - “Revolution of the mind”. Polydor, 1971. Kurt Rosenwinkel - “The Next Step”. Verve Records, 2000. ———. “Reflections”. Wonmusic, 2009. Luis Alberto Spinetta - “Silver Sorgo”. Universal, 2007. 53 7. Anexo 1. Tiempo del hombre. 42 La partícula cósmica que navega en mi sangre es un mundo infinito de fuerzas siderales. Vino a mí tras un largo camino de milenios cuando, tal vez, fui arena para los pies del aire. Luego fui la madera. Raíz desesperada. Hundida en el silencio de un desierto sin agua. Después fui caracol quién sabe dónde. Y los mares me dieron su primera palabra. Después la forma humana desplegó sobre el mundo la universal bandera del músculo y la lágrima. Y creció la blasfemia sobre la vieja tierra. Y el azafrán, y el tilo, la copla y la plegaria. Entonces vine a América para nacer en Hombre. Y en mi junté la pampa, la selva y la montaña. Si un abuelo llanero galopó hasta mi cuna, otro me dijo historias en su flauta de caña. Yo no estudio las cosas ni pretendo entenderlas. Las reconozco, es cierto, pues antes viví en ellas. Converso con las hojas en medio de los montes y me dan sus mensajes las raíces secretas. Y así voy por el mundo, sin edad ni destino. Al amparo de un Cosmos que camina conmigo. Amo la luz, y el río, y el silencio, y la estrella. Y florezco en guitarras porque fui la madera. 42 Yupanqui, El Canto Del Viento, 1988, 2. 54 8. Anexo 2. La copla. La Copla Atahualpa Yupanqui. (Arr: Nicolás Herrera) La Copla Full Score 0" Atahualpa Yupanqui q.=90 A œœœ #œ 12 #œœ œ ‰ &8 j j œ œJ ‰ œ œ œ œ. œ mf ? 128 ∑ 1 Gtr. Bss Dr. Perc. ° 12 / 8 12 ¢/ 8 œ œ J œ œ #œ œ #œ #œ #œ œ#œ œ œ j œJ œ j j ‰ œ œ œJ ‰ œ œJ œ #œ j #œœœ j œ œ. œ œ œ œ. œ œ œ ∑ ∑ ∑ • • œ™ œ # œ œ ‰ ¿ œ œ™ œ œJ# œJ ‰# œJ ‰ J #˙ ™ mf œ™ #œ œ #œ œœ œ J ‰ ¿ J œ #œ ¿ ¿ ‰ J J ¿ ¿j ¿j ¿ ‰ ¿ ¿ ¿j ¿ ¿j ¿j ¿ ¿ ¿j ¿j ‰ ¿j œ œ œ¿™ ¿™ ¿™ ¿™ ¿™ ¿™ œ¿™ ¿™ Brushes ∑ ∑ ∑ ∑ • mp cresc. ∑ ∑ ∑ ∑ ∑ ∑ ∑ ∑ = 21" Gtr. Bss 6 œ™œ#œ œ œ œj 12 ™ j œ œ ™ 8 8 #œœ ™ ¿¿ #œ ™ # œ œJ ¿J Œ <n> œ ˙™ E 9 • & ? #˙ ™ #œ œ œ œ™ ‰ œ J ‰¿ • œ œ# œ # œJ œ ™ J J‰ œ™ ° / • mf #œ œ #œ œœ œ J ‰ ¿ J œ #œ ¿ ¿ 68 ‰ J J œ™ E • ™ 6 Y 8 ˙Y ™™ mf mf mf ‘ 6 8 j œ œ ˙™ 6 8 f j 12 8 #œ ™ œj œ œ ™ œj œ œ™ œ œ ˙™ F©-9 j œœ C^9 j œœ ™™ ¿¿j œœ ˙˙ ™™ ¿¿ œ œ ™ ¿ œ ˙ ™ œJ ¿J Œ œ œJ ¿J œ ˙ ™ G^9 C^9 œ™ f 12 ™ 6 8 V V V V V V V V V V V V VV V V V V V V VV V 8 Sticks - Ride 2 2 2 > j > j > j > j > j > j > j > j > j > j > j > j > j > j > j > j Chacarera trunca 6 12 ™ ™ 8 V V V™ V™ ¢/ V V V V V V V V V V V V VV V V V V V V V V V V V V V V VV V V 8 V ™ V ™ Aro Perc. G^9 mf mf Dr. F©-9 2 2 2 2 2 2 2 2 6 V™ V™ V™ V™ V™ V™ V™ V™ 8 La copla 41" ° 6 ¢& 8 17 Flug. ∑ E Gtr. Dr. ∑ ∑ ? 68 F©-9 G^9 A¨-9 G/A A/B œ™ mf ° 6 ™ /8 V F©-9 j œœ V™ mf 2 2 f E $B #œ ™ œœ mp 2 2 2 2 nw 6 œ™œ#œ œ œ œj 12 b œ œ b œ n œ œ w ™™™ 8 #œœ &8 nœ <n># w #œb œ # œ <n> œ b œ n œ <n> w ™ ˙™ mf Bss 12 8 12 8 #œ ™ f G^9 A¨-9 2 G/A œ ™ bœ ™ nœ ™ 2 2 œœœ #œ pp 12 8 VV V V VVVV f C©-7¨6 2 A/B w™ ‰ #˙ ™ ˙™ E/G© œœœj ¿¿¿j œœœ œœœ ™™ ¿¿¿j œœœ œœ œœj ™ œJ ¿J œ œ œJ ¿J œ # œœ œœ J “” #œ ™ œ œ‰ #˙ ™ 3 ¿¿j œœ ¿œ ¿J œ œ™ Œ™ œœ ™™ œ™ œ œJ ¿¿j œœ ¿œ ¿J œ ∑™ ˙™ #˙ œ™ Œ ™ #œ ™ œœ‰ ™ ˙™ E/G© C©-7¨6 E/G© #œ ™ #œ#œ‰˙™ C©-7¨6 #œ ™ œ#œ‰˙™ ∑ œ™ œœ‰ ˙™ ∑™ mf ¿ ¿j ¿j ¿ ¿ ¿j ¿j ¿ œ¿ ‰ ¿ ‰ ¿ ‰ ¿ ‰ Brushes +™ mp ¿ ¿j ¿j ¿ ¿ ¿j ¿j ¿ œ¿ ‰ ¿ ‰ ¿ ‰ ¿ ‰ > j > j> j > j > j > j> j > j ™ ™ ™ ™ V VVV V V V V V V V V V V V V VV V V • • • • Aro Perc. 6 ¢/ 8 V ™ mf V™ 12 ™ 8 V V™ V™ V™ mp œ™ Œ ™ 4 La copla 6'47" 1'03" 26–160 Flug. ° ‰ ¢& #œ ™ #œ#œ ˙™ C©-7¨6 Gtr. Bss ˙™ E/G© & ∑™ • Dr. ˙™ œ™ Œ ™ cresc. C©-7¨6 E% #œ ™ œ œ‰#œ ™ œ#œ‰ #˙ ™ A^% œ™ Œ ™ A/B #œ ™ œ#œ‰œ œ œ™ J ˙™ C©-7¨6 E% œ™ Œ ™ #œ ™ œ œ‰#œ ™ œj #œ #w™ A^% A/B cresc. :“; ? #œ ™ œ#œ‰˙™ ° #œ ™ œ#œ‰œ œ œ™ œ™ Œ ™ J / œ™ œ# œ œ œ œ™ ‰ J ˙™ Ó™ ¿ ¿j ¿ ¿j ¿j ¿j ¿ ¿j ¿ ¿ ¿j ¿j ¿j ‰ ‰ ‰ ‰ ‰ ‰ œ ¿™ ¿™ œ¿™ ¿™ œ ¿™ ¿™ œ¿™ œ ¿™ œ™ œ œ #œ ™ œ#œ #˙ ™ ‰ ‰ • Ó™ œ™ œ# œ œ œ œ™ ‰ J ˙™ • Ó™ œ™ œ œ #œ ™ œ #œ ‰ J ˙™ A/B • V™ ˙™ Stop V™ V ™ Œ™ cresc. • Perc. ¢/ • • • • Stop V™ cresc. V™ V ™ Œ™ La copla 7'14" 1'30" 5 C 36–170 Tr. 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No me quiero olvidar de aquella gente que hace tiempo que está lejos, como mi familia, algunos amigos, músicos, maestros y colegas a los que hace mucho que no veo. El recuerdo a veces se reduce a circunstancias muy puntuales pero de incalculable valor. Quiero agradecer también a todos los que me han ayudado en el lento y laborioso proceso de hacer este trabajo estando muy cerca, o al contrario, casi no estando. Para estos últimos vayan mis disculpas por la larga ausencia en la que he estado últimamente fruto de la “encerrona”. Por supuesto a los músicos implicados, por su esfuerzo y talento. Y porque en verdad este ha sido un trabajo en equipo, quiero agradecer especialmente a María, por estar en todo momento ayudándome con mil cosas (you know baby!!!). A Mila por su excelente traducción, a mi querido viejo por ayudarme con el texto, a la ADMB por las aventuras que nos mantienen vivos, a mis alumnos por enseñarme que para recibir hay que dar, y a todos los que me olvido y están a punto de recordármelo. GRACIAS! Nicolás Herrera. Barcelona 2014.