LOS CHECOS EN LA GUERRA CIVIL ESPAŇOLA Bakalářská práce Studijní program: Studijní obory: B7507 – Specializace v pedagogice 6107R023 – Humanitní studia se zaměřením na vzdělávání 7504R300 – Španělský jazyk se zaměřením na vzdělávání Autor práce: Vedoucí práce: Simona Žampachová Mgr. Liana Hotařová Liberec 2015 CZECHS IN THE SPANISH CIVIL WAR Bachelor thesis Study programme: Study branches: B7507 – Specialization in Pedagogy 6107R023 – Humanities for Education 7504R300 – Spanish for Education Author: Supervisor: Simona Žampachová Mgr. Liana Hotařová Liberec 2015 Agradecimientos Deseo agradecer a la profesora Liana Hotařová por guiarme en el desarollo de este trabajo final, por su ayuda y consejos. Sobre todo por su paciencia y buen humor, que tiene siempre. Este trabajo no podría haberse realizado sin el apoyo de mi familia española y la checa, a todos doy muchas gracias. Poděkování Ráda bych poděkovala paní Mgr. Lianě Hotařové za vedení této práce, za její pomoc a cenné rady. Především za její trpělivost a dobrou náladu, kterou stále oplývá. Tato práce by nevznikla bez pomoci mojí španělské a české rodiny, kterým tímto dávám velký dík. Sinopsis Este trabajo final se ocupa de describir la labor de los voluntarios checos y su participación en la Guerra Civil española, como los miembros de las Brigadas Internacionales que luchaban en el lado de la República. Se refiere al origen de las Brigadas Internacionales. Describe el proceso de reclutamiento de los voluntarios, su situación social y sobre todo sus razones para marcharse. Explora donde luchaban los voluntarios checoslovacos, el tipo de funciones que tenían, a pesar de ello, si su decisión cambió el resto de sus vidas. En el trabajo final se encuentran algunas declaraciones de los soldados checos y se presentan sus experiencias. Palabras clave: interbrigadistas, checos, Brigadas Internacionales, Guerra Civil, España Anotace Práce se zabývá tématem českých dobrovolníků, kteří odešli bojovat do Španělska v době občanské války a kteří vstoupili do mezinárodních brigád, bojujících na straně Republiky. Popisuje vznik a strukturu samotných mezinárodních brigád, dále nábor interbrigadistů především v Československu, jejich sociální situaci a hlavně důvod k odchodu do války. Uvádí, kde naši lidé bojovali, jaké funkce zastávali a také to, jak a zda jim toto rozhodnutí změnilo zbytek života. Interpretuje některá zaznamenaná svědectví bojovníků, jejich vzpomínky a osudy. Klíčová slova: interbrigadisté, Češi, mezinárodní brigády, občanská válka, Španělsko Abstract The thesis deals with a Czech volunteers and their participation in the Spanish civil war. Describes the causes and the process of the civil war. Also describes the origin of the international brigade. Deals with recruitment of Czech volunteers, their social situation and reasons why they got up and left. Explores where they were fighting, which roles they have had and how their decision changed their life. In the thesis we can find evidences of the Czech soldiers, their experiences and their destiny. Key words: international brigade, Czechs, the Spanish civil war, Spain Índice 1. Introducción ......................................................................................................... 10 2. La Guerra Civil española ..................................................................................... 12 2.1 Participación de otros países............................................................................ 15 2.1.1 En el lado de los rebeldes ........................................................................ 15 2.1.2 En el lado de los republicanos ................................................................. 16 2.2 Brigadas Internacionales.................................................................................. 17 2.2.1 El origen de las Brigadas ......................................................................... 17 2.2.2 La organización ....................................................................................... 19 2.2.3 El fin de las Brigadas Internacionales ..................................................... 20 3. La situación en Checoslovaquia en los años 30 .................................................. 22 4. Participación de Checoslovaquia ......................................................................... 24 5. 6. 4.1 Los datos sobre los voluntarios checoslovacos ............................................... 24 4.2 La razón y la motivación ................................................................................. 26 4.3 El reclutamiento y el transporte ....................................................................... 27 4.4 Las tropas e impactos de los voluntarios checoslovacos ................................. 27 4.5 La retirada ........................................................................................................ 30 Historias de los voluntarios checos ..................................................................... 33 5.1.1 Adolf Vodička (1913–2012).................................................................... 33 5.1.2 Ludvík Netopil (1908–1974) ................................................................... 35 5.1.3 Bedřich Kisch (1894–1968)..................................................................... 37 5.1.4 Jan Ferák (1913–1942) ............................................................................ 38 5.1.5 Leopold Pokorný (1904–1937)................................................................ 40 5.1.6 František Jaroš (1911–1944) ................................................................... 40 5.1.7 Karel Dufek (1916) .................................................................................. 42 5.1.8 Miloš Nekvasil (1910–1998) ................................................................... 43 5.1.9 František Švrček (1912–2008)................................................................. 44 5.1.10 Jaroslav Uhlíř (1912–2000) ..................................................................... 45 Conclusiones........................................................................................................ 46 9 1. Introducción El objetivo de este trabajo es analizar la participación de los voluntarios checoslovacos en la Guerra Civil española. Es decir, el trabajo resume las informaciones sobre los interbrigadistas checoslovacos que provienen de las fuentes históricas incluso de las actuales. El autor se interesa por quiénes eran los hombres de Checoslovaquia que se marcharon a España para entrar al combate. Qué razones tenían para participar en la Guerra Civil y para arriesgar sus vidas en un país extranjero. Cómo esa decisión cambió sus vidas y qué pasó con ellos cuando terminó la guerra. El esquema del trabajo consta de tres partes. Para empezar el lector se informa sobre la Guerra Civil en general desde principio hasta el fin. El autor escribe sobre los combates importantes, que referimos más abajo, en relación con los voluntarios checoslovacos. Sin embargo, la guerra no es el objeto principal de nuestro estudio así que no podemos describirla con mucho detalle. La segunda parte analiza la historia de las Brigadas Internacionales que figuraban en la Guerra Civil española. Presenta; el origen, la función, el fin, o sea, la retirada de los voluntarios internacionales. Continuamos con la tercera parte en la que ya nos concentramos en el punto de vista de los checoslovacos. Para empezar describimos la situación en Checoslovaquia cuando empezó la guerra para conocer las condiciones cuando que se marcharon los hombres y mujeres checoslovacos a participar en el combate en España. Presentamos en general las fuentes, las cuales informaban a los interesados sobre el desarrollo de la conflagración y del reclutamiento. Por lo que se refiere al reclutamiento, el trabajo describe el proceso que seguían los voluntarios en la guerra, incluso el transporte, que no era cosa fácil. Hay testimonios que han sido encontrados en fuentes históricas y actuales. Se trata de la obra escrita por el voluntario checo (Netopil 1969, Kisch 2012), el estudio elaborado por otro autor (Majtenyi, Rajlich 2008a/b, Fořt 1976, Mejzlík 1962, Nekvasil 2006, Šimek 2013, Bortlová 2006) y los testimonios de los voluntarios grabados posteriormente (Vodička 2006a/b, Dufek 2006, Švrček 2006). Estos testimonios nos explican como los voluntarios checoslovacos luchaban para combatir el fascismo. 10 El trabajo es algo que recuerda al lector que los voluntarios se marcharon a un país desconocido para luchar. Puede ser algo sorprendente, que no nos podemos ni imaginar, irse a defender a gente que ni conocemos. Luchar por un país que no es el nuestro con gente que ni siquiera habla nuestro idioma. Los que tomaron esta decisión, compartían la idea antifascista, querían evitar el poder del fascismo en Europa. Luchaban tanto por ellos mismos como por el futuro de sus familias. Eran obreros, estudiantes, jóvenes que en muchos casos estaban en paro y se buscaban la vida. Había médicos y enfermeras que operaban en el Hospital de sangre de Juan Amos Comenius. Por lo que se refiere a la orientación política de los voluntarios, podemos decir, que muchos de ellos simpatizaban con comunistas o socialistas. El reclutamiento de los interesados del país estaba organizado por el Partido Comunista de Checoslovaquia, en muchos casos, los funcionarios comunistas se dedicaban a buscar a los adeptos oportunos. Los interbrigadistas checoslovacos (885 con la nacionalidad checa) (Bouček, 1994, pp. 155-156) lucharon en tropas y batallones distintos en casi todos los combates. Algunos defendían Irún, ya en el verano de 1936, Madrid en septiembre de 1936, estuvieron en la ofensiva de Brunete, de Belchite y del Ebro en los años 1937 y 1938. Muchos se quedaron hasta el final de la Guerra Civil, hasta el 1 de abril de 1939. Después de la retirada de las Brigadas Internacionales, los voluntarios sobrevivientes huyeron a Francia donde estaban encarcelados en los campos de internamiento. Luego lucharon contra Hitler en la Segunda Guerra Mundial en el ejército extranjero checoslovaco. Los que sobrevivieron, regresaron a Checoslovaquia. Desde el año 1945 obtuvieron altos cargos o podían entrar al ejército. En febrero de 1948 participaron en la asunción del poder de los comunistas. Pero dos años después se convirtieron en las víctimas de las persecuciones de Stalin por su obsesión con el trotskismo o “espionaje”. Algunos interbrigadistas no perdieron solo los puestos, sino también la libertad y en algunos casos sus vidas. 11 2. La Guerra Civil española La Guerra Civil tiene su origen dentro de una sociedad española donde se acumularon muchos problemas y conflictos pendientes. Se profundizaron los desequilibrios sociales, regionales y espirituales. La burguesía se aprovechaba de los obreros, la agricultura estaba retrasada y, en general, la economía estaba en crisis. La iglesia tenía un enorme poder junto con el ejército. También la relación entre el Gobierno y las regiones como, por ejemplo, Cataluña o País Vasco, era tensa. El día 14 de abril de 1931, después de la caída de la Monarquía de Alfonso XIII y la Dictadura del general Miguel Primo de Rivera, fue proclamada la Segunda República. El rey abandonó el trono y se fue del país (Nálevka, 2000, pp. 109-110). Durante la II República se alternaban los partidos de izquierdas y de derechas. El Gobierno de centro-izquierda con el presidente Niceto Alcalá Zamora y el primer ministro Manuel Azaña, intentaba realizar algunas reformas, sobre todo la reforma agraria. Limitó el poder de la iglesia, que estaba acostumbrada a intervenir en la política incluso en la enseñanza. El Gobierno de Azaña no era capaz de hacer las reformas efectivas y contra él estaba la oligarquía, la Iglesia católica y también el ejército. Intentó cambiar la legislación anticuada (Beevor, 2004, p. 29). Chalupa (2002, p. 17) menciona que el gabinete republicano revolucionario de Azaña estaba formado por intelectuales que ignoraban los problemas realmente graves del país, como el hambre y la pobreza en el campo, les preocupaba más el conflicto con la Iglesia, la autonomía de Cataluña, la libertad de la prensa, etc. El Gobierno dimitió en el año 1933 cuando ganaron las elecciones los derechistas de Alejandro Lerroux. En la coalición de derechas se impuso la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) con José María Gil Robles. La CEDA era defensora de los valores conservadores, de la fe católica, rechazaba la violencia y respetaba el sistema parlamentario. Falange Española fue un partido político nacionalista y fascista fundado en 1933 por José Antonio Primo de Rivera. Falange y CEDA querían un estado poderoso, nacionalista y una sociedad corporativa. La izquierda sabía que detrás del Gobierno de Gil Robles se escondía la amenaza de fascismo. La CEDA eliminó las reformas del Gobierno anterior (Nálevka, 2000, pp. 110). 12 Las reformas de la CEDA causaron que en el año 1934 los mineros asturianos, debido fundamentalmente a que allí la anarquista CNT sí que se integró en la Alianza Obrera propuesta por los socialistas de la UGT y el PSOE, se rebelaran para hacer frente a las medidas “contrarrevolucionarias” del nuevo Gobierno. La forma de organización social y política de la Revolución de Asturias fue la instauración de un régimen socialista en las localidades donde predominaban los socialistas (o los comunistas), como Mieres, Sama de Langreo, Gijón y, sobre todo, en La Felguera. Les apoyaban los socialistas, comunistas y anarquistas. El Gobierno encargó a la legión extranjera y los regulares marroquíes reprimir el levantamiento. Las luchas quitaron la vida a 2.000 asturianos y destruyeron varias poblaciones, quedando Oviedo asolada en buena parte tras resultar incendiados entre otros edificios la Universidad, o el teatro Campoamor y dinamitada La Cámara Santa de la Catedral. Mucha gente fue encarcelada. Dolores Ibárruri, política del frente comunista salvó a los presos en el año 1936 (Vilar, 2000, p. 21). En el año 1935 se formó la coalición de izquierda Frente Popular de los republicanos, liberales, comunistas, socialistas, nacionalistas catalanes, anarquistas y trotskistas (POUM- de los comunistas). Frente Popular ganó las elecciones en febrero del año 1936. El presidente Manuel Azaña seguía con las reformas que habían sido eliminadas por el Gobierno de la CEDA. La derecha ya no quería solucionar los problemas por el camino político y movilizó el ejército contra el Gobierno electo. No podían aceptar la existencia del Gobierno de izquierda y, con la cooperación de la Falange, preparaban un golpe contra el Gobierno. Los caudillos del pronunciamiento eran generales del ejército: Francisco Franco, Emilio Mola y José Sanjurjo y Gonzalo Queipo de Llano (Hotmar, 1986, pp. 10-15). En los pueblos y ciudades había mucha violencia y la tensión era insoportable. Los generales abiertamente derechistas enviaron el ejército lejos de la península. Pero ni eso ayudó a evitar el golpe. El día 17 de julio 1936 a las 17:00 proclamó la radio en Ceuta una noticia destinada para los golpistas que escribe Hotmar (1986, p. 10) en su libro: “No hay nube en cielo español.”1 Por la noche se sublevaron unidades militares de la legión extranjera, que siguieron sublevaciones militares en Islas Canarias e Islas Baleares. En los siguientes días se 1 Traducido del checo por el autor 13 levantó contra la república la mayor parte del ejercito de tierra, parte del ejército del aire y un mínimo de la marina. Los rebeldes dominaron Sevilla, Cádiz, Granada, Córdoba, Algeciras y Jerez. Mientras los miembros del partido comunista llamaron a la gente para que se defendiera y el Gobierno puso a disposición armas (Nálevka, 2000, p. 112). NO PASARAN! fue el emblema de los republicanos. En Madrid se juntaron las milicias de los obreros para defender la ciudad (Hotmar, 1986, pp. 13-15). En las milicias populares ya luchaban muchos voluntarios extranjeros. Sobre todo los emigrantes políticos que vivían en España, en Francia o en Suiza (Nedvěd, 2008, p. 60). Las milicias formadas por la gente no eran efectivas, los nacionales avanzaban desde el sur al resto de España. Los intentos de Franco de conquistar más territorio se hicieron más fuertes. En los combates de Jarama y Guadalajara fracasaron y Madrid se quedó en manos de los republicanos. Una zona importante para Franco era el norte. En País Vasco había industria y la gente seguía siendo religiosa. Fue la única parte de España donde se juntaron católicos con anarquistas y socialistas. El 26 de abril 1937 aviones de legión Cóndor (Luftwaffe de Alemania) y Avazione Legionaria de Italia, arrasaron la ciudad de Guernica. El Gobierno fue un solo presidente sin oposición, con ministros falangistas, nacionalistas y carlistas. España se convirtió en un país muy conservador y con valores tradicionales. Franco tuvo obsesión con la unidad, anuló la autonomía catalana y solo se podía hablar en castellano. Miles de presos iban a los campos de concentración. Solo quedaban unas pocas áreas, en la península ibérica, por conquistar. En el río Ebro en julio del año 38 se iba a decidir la suerte de la República. Lucharon las mejores unidades de republicanos. Pero fue el fracaso del Ejército Popular porque en general Franco tuvo sus soldados mejor equipados. Los nacionales cruzaron el Ebro y se acercaban a Barcelona, que estaba desmoralizada por el hambre y la destrucción. Todos los que podían salían de la ciudad huyendo lejos a través de los Pirineos a Francia. El 26 de enero entraron a Barcelona las tropas de Franco y la tomaron. Solo le quedaba por conquistar el centro-sur y Madrid. 14 Segismundo Casado, un coronel que traicionó la República, inició negocios con los nacionales por su cuenta, y ordenó a los republicanos de Madrid a abandonar y poner la bandera blanca. Las tropas de Franco entraron a la ciudad sin encontrar resistencia. Franco declaró el 1 de abril el fin de la guerra y el triunfo de su Estado Nuevo (Álvarez, Pechorromán, 1998, pp. 174-178). La Guerra Civil había acabado, la República había muerto y la España conservadora y religiosa celebraba su victoria. Fue un paso atrás en la historia. La España franquista tuvo una política, una patria y una lengua. Había valores de orden y religión pero faltaba libertad (Beevor, 2004). 2.1 Participación de otros países Aunque la Guerra Civil era un enfrentamiento que ocurría en territorio español, España se convirtió en la obsesión europea. Solo podría ser el problema local, temporal si no hubiera actuado la política internacional y no hubiera hecho de ese conflicto la pequeña Segunda Guerra Mundial que costó 100 mil vidas (Hotmar, 1986, p. 16). Špičanová (2007) menciona que la base de la guerra era la lucha ideológica entre fascismo y democracia (desde el punto de vista de los republicanos) y la defensa de España y su tradición contra el comunismo (desde el punto de vista de los nacionales). 2.1.1 En el lado de los rebeldes Franco aunque era conservador tuvo el apoyo de los fascistas. Pero como menciona Chalupa (2002, p. 8), Franco no era un títere de Hitler ni de Mussolini. Sin embargo, los conspiradores desde el principio sabían, que estaban apoyados por ellos, por razones políticas y estratégicas. La principal razón de la ayuda de Hitler a Franco fue considerar que la victoria de los sublevados favorecería a los intereses de la política exterior de Alemania. En la inevitable guerra europea que iba a estallar en los próximos años, en la que Francia sería uno de los enemigos a batir por Alemania, sería mejor contar en España con un gobierno favorable encabezado por militares anticomunistas que por un gobierno republicano que reforzaría sus vínculos con Francia Alemania e Italia empezaron a suministrar armas a los rebeldes, munición, tanques, artillería, aviones y equipo. Luego llegaron los soldados para apoyar a Franco. Italia proporcionó el transporte de los militares de Marruecos. En total luchaban en la Guerra 15 Civil 30.000 soldados alemanes y 150.000 soldados de Italia. A Franco le apoyaba también Salazar de Portugal, con Franco lucharon 20.000 soldados suyos. Los católicos de Irlanda enviaron sobre 700 hombres y de Marruecos 100.000 regulares del ejército del golpe (Nálevka, 2000, p. 114). Londres tuvo interés en dejar solucionar el conflicto a España. Francia dejó de mandar armas a la República y se estableció el Comité de No Intervención para controlar los países. Al Comité entraron también Italia, Alemania, Unión Soviética y Portugal. Pero no todos respetaban las condiciones, Italia y Alemania apoyaban abiertamente a Franco, entonces en octubre de 1936 la URSS salió del Comité. Los británicos al final empezaron a apoyar indirectamente a los nacionales y a la intervención ítalo-alemana. En el año 1938 Francia cerró sus fronteras con España (Beevor, 2004, pp. 81-87). 2.1.2 En el lado de los republicanos Según Beevor (2004, p. 88), tanto los italianos contrarios a Mussolini como los alemanes que querían derrotar a Hitler, se unieron al bando republicano para luchar contra ellos. Stalin al principio no quería enemistar los países occidentales y tampoco violar las condiciones del pacto del Comité de No Intervención, que con la iniciativa de Inglaterra firmaron los países occidentales. La razón de Stalin podría ser cualquiera. La Internacional Comunista, también conocida como la Comintern, confió el reclutamiento a los partidos comunistas de cada país y proporcionaba la ayuda. Pero como escribe Vladimír Nálevka (2001, pp. 27-28), todo fue un plan para dominar la península que era un intento de hacer en España la revolución soviética. En la guerra actuaban en España los consejeros soviéticos y los agentes de servicios secretos. Causaron la liquidación de 1.000 asesinados y encarcelados por las represalias en Brigadas Internacionales. Otras fuentes de información indican que Stalin ayudaba a España por la seguridad. Sin embargo, cuando anunció que iba a apoyar a la República, el Gobierno le tuvo que prometer que iban a tener democracia y Frente popular. 16 La primera entrega de aviones soviéticos de combate, armas, munición y combustible llegó en carguero en octubre de 1936 a Cartagena y Bilbao. Todo estaba desmontado, por eso vino también personal instruido para ayudar con el montaje. Nedvěd (2008, p. 52), habla sobre los voluntarios procedentes de la URSS. Los voluntarios no eran todos voluntarios. El partido comunista por la Comintern inventó el esquema de las Brigadas Internacionales. Porque no querían que fueran a luchar los soldados soviéticos. Así que aprovecharon 1.000 emigrantes políticos de otros países (Alemania, Italia) que vivían en la URSS. Los voluntarios estaban controlados por el partido comunista. Además las Brigadas Internacionales cubrían la función de los soviéticos, porque todo el mundo pensaba que los interbrigadistas eran luchadores espontáneos contra Franco y el fascismo. México apoyó a los republicanos con 20.000 armas y facilitó asilo. El apoyo económico para nacionales y republicanos también fue diferente, mientras Alemania e Italia facilitaban la compra a su aliado con el crédito, tenían entonces un gran interés que el golpe tuviera mucho éxito, Stalin quería que el Gobierno le pagara en efectivo por adelantado. El apoyo bien pagado era acompañado por los miembros y agentes de NKVD (El Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos) (Beevor, 2004, p. 125). 2.2 Brigadas Internacionales 2.2.1 El origen de las Brigadas Stalin al principio no planeaba ayudar a la República por medio de su ejército Rojo. Encargó a la Comintern, que entregara unidades antifascistas de otros países para luchar en el lado de los republicanos. Como relaciona Nedvěd (2008, p. 52), Stalin resolvió varios problemas de una vez. Se aprovechó de muchos emigrantes políticos que vivían en la URSS o en Francia, proporcionó gente que apoyaba a los republicanos. Consiguió tener en España las unidades militares que podía controlar. Además podía negarse el apoyo de su parte, porque se sabía que los interbrigadistas son voluntarios espontáneos. Y por otra parte aprovechar las Brigadas Internacionales en cuestión de propaganda. 17 La decisión de la Comintern de crear las Brigadas Internacionales fue el 18 de septiembre 1936 y el acuerdo oficial del Gobierno español fue declarado el 2 de noviembre. Los organizadores comunistas más importantes eran André Marty y Luigi Longo (Nálevka, 2001, p. 23). Fue un apoyo militar para la República, oficialmente fueron dirigidas por el ejército republicano popular. Eran soldados tanto de países europeos como de fuera de Europa. Nedvěd (2008, pp. 55-56) menciona que eran unidades antifascistas de todo el mundo, que fueron a España a luchar en el lado de la República. Algunos voluntarios ya habían vivido en España o llegaron antes del pronunciamiento. Y, principalmente, en la primera parte de la contienda, cuando todavía no había sido formado el ejército republicano. Los primeros voluntarios luchaban al lado de los obreros ya en el comienzo de la revolución. Los voluntarios eran de 53 ó 54 países y al final en toda Guerra Civil lucharon 59.380 voluntarios internacionales, mientras que en cada fase de la guerra lucharon 35.000 hasta 40.000 interbrigadistas (Castels, 1974). La mayoría eran franceses (sobre 13.400 hombres), voluntarios de Alemania y Austria (sobre 6.000), polacos (4.411 hombres), italianos (sobre 4.349 hombres), belgas (2.540), británicos (1.389), búlgaros (735), yugoslavos (1.304), checoslovacos (más de 3.000 entre checos, eslovacos, alemanes y rusos) y sobre 3.000 hombres de Estados Unidos (Nálevka, 2001, p. 27). El reclutamiento de los voluntarios lo organizaron los partidos comunistas de los anteriores países. El partido comunista en Francia preparó una intensa campaña antifascista para ayudar a España. Los primeros centros de reclutamiento funcionaban desde agosto de 1936. Facilitaban la entrada a España a los voluntarios. Iban en barcos de Marsella a Valencia, Alicante o Cartagena y se acercaban a Albacete en tren o en lo que fuese, o a través de Perpignan a Figueras y se trasladaban a Albacete, donde se concentraban los brigadistas internacionales. La declaración antes de entrar a Base de Albacete fue: “Soy un voluntario de las Brigadas Internacionales porque admiro profundamente el valor y el heroísmo del pueblo español en lucha contra el fascismo internacional. Porque mis enemigos de siempre son los mismos que los del pueblo español. Porque sé que si el fascismo vence en España, mañana vencerá en mi país y mi hogar será devastado. Porque soy un trabajador, un obrero, un campesino que prefiere morir de pie que vivir de rodillas. 18 Estoy aquí porque soy un voluntario y daré, si es preciso, hasta la última gota de mi sangre para salvar la libertad de España, la libertad del mundo.” (Requena, 1996, p. 72) Todos se juntaron en la plaza de toros. Requena (1996, p. 73) describe la situación de las Brigadas Internacionales así: “La gran diversidad de idiomas, mentalidades y costumbres dificultó, en gran manera, su preparación política y militar, así como la formación de batallones compactos en el poco tiempo disponible.” No todo había sido genial. Había pocos dormitorios y muy incómodos, sin colchones, además los servicios higiénicos no funcionaban bien. El equipamiento muchas veces fallaba y el sistema de la comida no estaba muy organizado. Además faltaba la ropa militar y los brigadistas llevaban los uniformes extranjeros que habían traído otros miembros. Entre los voluntarios había problemas de disciplina. Frente Popular quería que las Brigadas Internacionales se integraran a las milicias republicanas, sin embargo, todo estaba vigilado por Moscú. Los dirigentes que se nombraban estaban bajo de control de Stalin. Según lo que escribe Vilar (2000, p. 172) André Marty, que era el organizador de la base de Albacete, actuaba con una extrema brutalidad con los desertores, los débiles y los sospechosos porque estaba obsesionado con el espionaje. Los soldados intentaban seguir en contacto con las familias por correo, que pasaban por censura por la amenaza del espionaje. Pero en general no se aconsejaba contar a nadie donde luchaban las Brigadas o donde se alojaban para evitar el peligro del ataque (Requena, 1996, p. 60). 2.2.2 La organización Las Brigadas Internacionales se crearon oficialmente en Albacete el 12 de octubre 1936. Durante este mes había en Albacete más de 3.000 brigadistas. Las Brigadas Internacionales (XI, XII, XIII, XIV, XV y la 129ª, algunos lucharon también en XVI, 150ª y 86ª) tenían secciones de artillería, caballería y tanques (Requena, 1996, p. 63). Los primeros batallones de extranjeros se formaron según la lengua y el origen. La primera Brigada Internacional fue la Brigada XI. Las unidades originales que constituían la Brigada fueron el batallón alemán “Edgar André”, el franco-belga “Comuna de París” 19 y el italiano “Garibaldi”, a los que un poco más tarde se les añadiría durante el periodo de instrucción el “Dombrowski”, formado por polacos, búlgaros y balcánicos. Ante la orden de enviar más hombres para la defensa de Madrid, el 10 de noviembre se constituyó la Brigada XII, formada por el batallon franco-belga “André Marty”, el batallón “Thälmann” de alemanes, húngaros y también de unos checoslovacos, y el batallón “Garibaldi”. Lo que faltaba eran las armas y la munición. De otros brigadistas que estaban llegando a Albacete se formaron batallones con ubicaciones diferentes: el 8º batallón alemán-polaco-balcánico “Tschapaiew” en Tarazona de la Mancha, el 9º italiano en La Roda, el 10º francés “Henri Vuiellemin” se ubicó en Villanueva de la Jara, 11º franco-belga “Louise Michel” en Mahora. En el batallón “Tschapaiew” luchaba una agrupación de checoslovacos y se formaron en pelotón de infantería “Klement Gottwald”, luego formaron parte de la XIII Brigada. La XIV Brigada fue formada por batallones franceses y en Andalucía lucharon contra los rebeldes casi sin mandos, sin armamiento y sin cohesión. La XV Brigada tuvo más tiempo para entrenarse. Integrada por un batallón inglés, uno americano, un franco-belga y el “Dimitrov”, a los que se unieron dos batallones españoles de milicias. El 7 de febrero 1937 salió de Albacete y participó en la batalla del Jarama. Las elevadas pérdidas hicieron necesaria una reorganización de la XV Brigada. En marzo de 1937 fue constituido el batallón 20º, que se convertiría en el núcleo fuerte de la 86ª Brigada, con más de 2.000 hombres. Fueron trasladados a Puertollano, luego entraron en el combate en Pozoblanco en Andalucía (Requena, 1996, pp. 64-66). 2.2.3 El fin de las Brigadas Internacionales Desde abril de 1938 Albacete ya no fue la sede de las Brigadas, los interbrigadistas tuvieron que marcharse a Cataluña y fueron incorporados al ejército republicano. En agosto Stalin decidió retirar y evacuar poco a poco a los interbrigadistas. Hacía falta encontrar refugio para los fugitivos porque no todos podían regresar a su país. Los que podían regresar a su hogar eran británicos, franceses, americanos, escandinavos y canadienses. 20 El presidente Juan Negrín suponía que si se retirasen los voluntarios del lado republicano, los aliados de Franco harían lo mismo y la guerra se solucionaría. Algunos voluntarios participaron en la última ofensiva y defendieron a la gente que huía a Francia hasta el 9 de febrero de 1939. En Francia estaban encerrados en los campos de internamiento y luego seguían, a lo mejor, luchando en los frentes de la Segunda Guerra Mundial. La URSS no les ofreció ninguna ayuda, muchos de los exiliados le pidieron asilo pero normalmente no fueron aceptados. Además los interbrigadistas se convirtieron en las víctimas de las represalias soviéticas, a veces de la Gestapo. Sobre 400 personas volvieron a España después de la muerte de Franco (Nálevka, 2001, p. 29). El Frente Popular en Albacete quería expresar su gratitud a los voluntarios. En septiembre de 1937 hicieron una parada militar y la entrega de una bandera a las Brigadas, posteriormente inauguraron un obelisco en su recuerdo (Requena, 1996, p. 82). 21 3. La situación en Checoslovaquia en los años 30 En la época de la Guerra Civil en España también Checoslovaquia afrontó las dificultades de parte de Alemania. En los años 30 el país sufría por la crisis económica, había mucha gente en paro y sufría de pobreza. La actitud de la gente en ese tiempo la describe Lenka Reinerová (2012) que era una periodista, escritora. Su marido era Theodor Balk que era un interbrigadista médico yugoslavo y murió en la guerra. En la entrevista con Hana Bortlová (2006, p. 97) menciona la postura de la sociedad en Checoslovaquia: “[...] ya cuando Mussolini atacó en Abisinia, antes de lo de España, ya esta causa provocó una fuerte reacción aquí en Checoslovaquia, reacción basada en esa sensación [...] de estar tan cerca de Alemania pisándonos los talones y que una y otra vez estaba intentando… del otro lado Austria [...] Una cosa que no se subraya mucho actualmente es que entre todos los países hoy llamados postcomunistas, Checoslovaquia entonces era la única democracia, no era Polonia, no era Hungría [...] y la gente era muy consciente de eso. [...] y esa actividad antifascista…es que.. nosotros en vez de salir chicos con chicas y dar vueltas y divertirnos, nosotros los sábados y domingos íbamos a los Sudetes a las manifestaciones, a las reuniones, eso no puedo olvidarlo, eso tenía por supuesto su propio encanto pero [...] en aquel entonces uno tenía la impresión…. por una parte era legítima la impresión, por otra parte, sin embargo, es más cierto que no era legítima… pero tenías la impresión de que estabas haciendo algo que tenía un sentido, que va en contra de algo que no debe ser. Que no lo logramos es otra cosa [...].” En septiembre de 1935 renunció a su cargo el primer presidente checoslovaco Tomáš Garriegue Masaryk y el sucesor elegido fue Edvard Beneš. La defensa del país tuvo que orientarse a Alemania porque por muchas razones, tanto política, como ideológica y estratégica, los alemanes consideraron Checoslovaquia como enemigo y querían tomar el poder. Hitler planeaba germanizar el país checoslovaco, expulsar a la gente y poblar el país con alemanes (Pokorný, 2001, p. 368). Además Checoslovaquia era un país democrático aliado con Francia y desde mayo del año 1935 reforzó su alianza con la URSS. En mayo ganó en las elecciones el partido Sudeto-alemán de Heinlein. Ese partido propugnaba la integridad de los alemanes de Sudetes (Pokorný, 2001, p. 370). 22 El presidente Beneš en el año 1936 intentaba resolver la situación tensa con Hitler, porque sabía que la posición internacional de Checoslovaquia se estaba debilitando. Fue porque los países occidentales como Francia y Gran Bretaña, en cuanto a los contratos de la paz con Alemania, no actuaban contra Hitler cuando violaba los contratos. Beneš estaba a punto de ofrecer a Alemania el pacto de no agresión, pero Hitler la rechazó. Además se debilitó la cooperación con otros países. Polonia no creía que Checoslovaquia sobreviviera a esa época. Tampoco Hungría mostraba ningún apoyo. La visión de Masaryk, que la democracia uniera a toda la gente, fallaba. Beneš esperaba que los países occidentales, a pesar de todo, ayudaran. Confiaba, sobre todo, en Francia (Pokorný, 2001, pp. 370-371). Desde el año 1937 Hitler hacía esfuerzos para anexar otros países. La primera meta era Checoslovaquia. Esperaba que nadie apoyara a la República Checoslovaca. En septiembre de 1938 Hitler comunicó su propósito con Checoslovaquia al primer ministro británico, Neville Chamberlain. Quiso eliminar la existencia nacional y dejar al ejército alemán entrar al país. El Gobierno negó la oferta. El día 23 de septiembre Checoslovaquia fue movilizada con el permiso de los países occidentales. Pero Hitler no pensaba abandonarlo. En Múnich se reunieron los representantes de cuatro países -Neville Chamberlain (Gran Bretaña), Édouard Daladier (Francia), Adolf Hitler (Alemania) y Benito Mussolini (Italia)- decidieron que Checoslovaquia cediera la zona fronteriza de los Sudetes a Alemania. Los representantes checoslovacos no participaron en la reunión. El 30 de septiembre los Acuerdos de Múnich fueron firmados. La gente checoslovaca no esperaba el engaño de su aliado, Francia, ni el desinterés del Oeste. Al final del año 1938 perdió Checoslovaquia muchos territorios que pasaron a Polonia, Hungría y Alemania. El presidente Beneš dimitió y fue sustituido por Emil Hácha. En marzo terminó Hitler su plan, violó los Acuerdos de Múnich y entró con el ejército a Checoslovaquia deshabilitada. El 14 de marzo 1939 entraron a Bratislava y el 15 de marzo empezó la ocupación también del país Checo. El día siguiente fue declarado el Protectorado de Bohemia y Moravia (Pokorný, 2001, pp. 372-375). 23 4. Participación de Checoslovaquia Checoslovaquia oficialmente respetaba el pacto del Comité de No Intervención en la Guerra Civil española, que había sido creado entre Francia, Gran Bretaña, Alemania, Unión Soviética, etc. Cada día crecía la amenaza del ataque del lado de Alemania y por eso Checoslovaquia buscaba aliados en Europa. No podía permitirse hacerse enemigos entre las democracias europeas. Además cuando Francia, que había sido el aliado desde la fundación del Estado, rechazó la ayuda, no pudo hacer nada. El Gobierno y el presidente Edvard Beneš sabían que el pueblo estaba al lado de la República española. Entonces se toleraban las marchas medio ilegales de los voluntarios. El país se podía usar como parada del camino a España por los voluntarios extranjeros, como por ejemplo húngaros o polacos. No se prohibió el funcionamiento del Comité de ayuda a la España democrática (Výbor pro pomoc demokratickému Španělsku), que organizaba la ayuda material, la ayuda humanitaria y financiera. Se fundó en octubre de 1936, estuvo en 64 ciudades o pueblos, publicaba la revista España (Španělsko), hacía charlas y exposiciones sobre la situación en España. Con parte del dinero recaudado se fundó el Hospital de sangre de Juan Amos Comenius (Polní lazaret Jana Amos Komenského) que funcionaba en Guadalajara desde mayo de 1937 (Hořec, 1956, p. 15). 4.1 Los datos sobre los voluntarios checoslovacos Para descubrir quiénes eran los interbrigadistas con nacionalidad checoslovaca nos sirven los Documentos del fondo Interbrigadistas checoslovacos (f. Cs. I.), Archivo Militar (VHA) en Praga, elaborados en el año 1940 por la comisión de cuadros del partido comunista de España, de donde sacó informaciones sobre los voluntarios Bouček (1994, pp. 150-160). Es decir, trabajaremos con los datos de este libro aunque es posible que otras fuentes pongan otros números. En total lucharon en la Guerra Civil 2.171 voluntarios checoslovacos. Como describe Nedvěd (2008, p. 115), es posible que este número no tenga en cuenta los voluntarios que habían estado en la milicias populares, luchaban o habían muerto o se habían ido antes de la fundación de las Brigadas Internacionales. 24 Los checoslovacos como no vinieron solo de Checoslovaquia (1.322) aunque era la mayoría, sino de otros países, donde ya habían vivido antes del comienzo de la guerra como Francia (235), Bélgica (69), Canadá (65), URSS (24), Palestina (12), algunos estaban ya en España (12), Austria (7), África (3), etc. Los 416 voluntarios tienen origen desconocido. 246 voluntarios provino de Bohemia, 172 de Moravia y 109 de Eslovaquia. La nacionalidad registrada es de 1.975 voluntarios, mientras que había 885 checos, 421 eslovacos, 396 alemanes, 209 húngaros, 59 rusos y 5 polacos. Se saben los datos nacimiento de unos 800 voluntarios, según los datos podemos decir que la mayoria nació entre 1905-1912, por lo tanto, tenía unos 30 años cuando entraron a las Brigadas (Bouček, 1994, pp. 155-156). Según la profesión los podemos clasificar en: obreros de las fábricas (604), obreros (316), labradores (35) y empleados o de profesiones liberales (181), de los 1.035 que quedan sus profesiones son desconocidas. Los voluntarios checoslovacos ocupaban estos puestos en España: 177 oficiales, 8 comandantes, 34 capitanes, 135 tenientes, 248 sargentos, 82 comisarios políticos, 1.619 soldados, 26 trabajadores en la industria militar y 19 civiles (Bouček, 1994, pp. 153-155). Por lo que se refiere a la orientación política, los voluntarios, a lo mejor, no habían sido comunistas antes de llegar a España pero durante la guerra muchos de ellos se convirtieron y entraron en el partido. Había 1.110 simpatizantes o miembros del partido comunista, demócratas sociales había 94, socialistas nacionales 9, católicos 2, anarquistas 2, también 484 sin orientación política y 26 agentes del enemigo. Entre los comunistas había sobre 500 funcionarios del Partido Comunista de Checoslovaquia (Bouček, 1994, p. 154). En cuanto a los campos, se sabe donde se encontraban los voluntarios checoslovacos en agosto de 1939. En el campo Gurs estaba encerrados 607 interbrigadistas, 11 estaban en la URSS, 1.082 estaban en otros países, 370 muertos, desaparecidos y capturados, 101 desertores (Bouček, 1994, p. 157). 25 4.2 La razón y la motivación Nedvěd (2008, pp. 79-80) intenta en su trabajo resumir las razones de los voluntarios checoslovacos para irse a participar en la guerra. Analiza la razón de los interbrigadistas no como una decisión espontánea, sino como actividad sistemática del partido comunista. Se dedica a descubrir si la mayor motivación era enfrentarse al fascismo o qué otros motivos podían actuar en su decisión. Según él, podía ser la orientación de los comunistas a los hombres jóvenes (el reclutamiento organizado por el partido lo analizamos más abajo) en paro y sin compromisos. Para estos hombres significaba la marcha a la guerra el seguro económico. Es decir, podían resolver así los problemas que tenían, la grave situación financiera o familiar, u otros problemas. Lo que pasa es que marchaban también los hombres que tenían un puesto, o sea los trabajadores. En la decisión podía actuar, según Nedvěd (2008, p. 89), el anhelo de la aventura o del viaje a un país extranjero aparte de las razones políticas. En el capítulo 4 veremos las razones individuales de diferentes voluntarios. Sin embargo, también actuaron las fuentes de información como medio de propaganda. El autor Crusells (2001, p. 19) estudia en su libro las películas y documentales que se grabaron durante el conflicto o después. Como escribió, el cine fue utilizado como arma política para el uso de propaganda, teniendo mucho éxito, sobre todo por las imágenes, el texto verbal y de la música que llamaba atención y garantizaba la empatía. El crecimiento del número de los voluntarios fue causado por la polarización política en Europa. También por la situación social muy tensa con malas condiciones. La participación en la Guerra Civil fue para mucha gente la posibilidad de demostrar su ideología política luchando contra la contraria. Querían cambiar algo en su país o evitar que otras ideologías, contrarias a sus ideas, se expandieran (Bortlová, 2012, p. 110). A España se marcharon también unos 100 vagabundos checos. Se supone que se apuntaron por el estilo de la vida más que por la opinión política. Pero la mayoría de los voluntarios compartían la actitud antifascista. A España se fueron voluntarios de 26 Checoslovaquia desde el verano. Sin embargo, la mayoría de los hombres llegó entre septiembre de 1936 y febrero de 1937 (Majtenyi, Rajlich, 2008a, p. 20). 4.3 El reclutamiento y el transporte Nedvěd (2008, p. 79) dice que el partido comunista consiguió, por medio de unas fases del reclutamiento, suministrar la mayoría de los voluntarios. Primero se interesaron por los especialistas o mecánicos y luego en todos hombres con experiencias militares básicas. Al principio los funcionarios del partido encontraron y convencieron a los adeptos eventuales y les entregaron a secretaría del Partido Comunista de Checoslovaquia en Praga. Todo esto lo hacían muy discretamente. Menciona que los documentos o registros del reclutamiento no se habían conservado. Sin embargo, algunos se habían puesto en contacto con los funcionarios por su cuenta, porque les informaban sobre el desarrollo y del reclutamiento en las charlas del partido comunista. Les proporcionaba los documentos y dinero para el viaje y les trasladaba a Praga y luego a París, donde se encargaron de ellos los funcionarios de la Comintern. El camino al principio iba por Alemania a Francia. Más tarde había que cambiar la ruta por Austria, Suiza a Francia o por Austria, Italia a Francia. Cuando Hitler tomó Austria en marzo 1938 fueron menos los voluntarios que iban a luchar. Luego por la situación grave del ejercito republicano pararon de llegar (Bouček, 1994, p. 2). 4.4 Las tropas e impactos de los voluntarios checoslovacos El significado del término Interbrigadistas checoslovacos encontramos en vocabulario Český antifašismus a odboj (Anon, 1988, p. 137): “La demostración de la solidaridad más importante de nuestro pueblo con la lucha de España democrática, era presencia de los voluntarios cs. en la defensa de esta república contra fascismo interior y exterior.”2 Los intebrigadistas de Checoslovaquia luchaban casi en todas las líneas. Se unían en las tropas o se integraban a otros batallones. No tenían mucho tiempo para entrenarse. 2 Traducido del checo por el autor 27 Los primeros voluntarios lucharon ya en la defensa de Madrid en noviembre de 1936. La primera tropa checoslovaca peatonal “Klement Gottwald” constaba de 40 checoslovacos y 3 polacos, se formó en diciembre del año 1936. Después se integró al batallón “Dimitrov” de la XV Brigada. En la batalla de Teruel murió el comandante de la tropa, Lorenc Lajdl. La tropa “Klement Gottwald” luchaba en la batalla del Jarama donde paró a las tropas de Franco. En junio en Brunete perdió muchos luchadores. Se trasladó a la línea aragonesa donde conquistó Quina y Belchite. En septiembre se formó el batallón “T.G. Masaryk” que luchaba con el batallón “Dimitrov” en la línea aragonesa. En enero de 1937, después de la llegada otros 250 voluntarios checoslovacos, se formaron otras tropas. Fueron la compañía de ametralladoras de “Jan Žižka” y dos baterías antiaéreas y de artillería “Klement Gottwald” y de “Jožka Májek”. Jožka Májek fue un joven voluntario eslovaco que murió en la batalla de Madrid en noviembre de 1936. Lucharon en las batallas de Brunete y de Aragón en 1938. Los brigadistas estaban bien armados. Mientras la defensa del puerto de Sagunto recibieron armas de los obreros. El batallón antiaéreo “Klement Gottwald” fue una de las mejores unidades (Hořec, 1956, p. 36). Otros voluntarios lucharon en batallón “Divisionario”, “Thälmann” y la batería “Karl Liebknecht”. El núcleo de batallón “Divisionario” fueron las tropas checoslovacas que se encontraban en Cataluña, de los voluntarios que sobrevivieron. Se fundó en mayo 1938 (Nálevka, 2001, p. 24). También se encontraban en las posiciones de tanquistas o pilotos de ejército de aire (Hořec, 1956, pp. 36-38). En el libro Za mír a svobodu (Anon, 1937) que fue editado por los voluntarios checoslovacos, éstos describen sus experiencias en el viaje a España y las luchas. Hay testimonios de los voluntarios checoslovacos pero en algunos artículos no aparecen nombres. Conseguir los pasaportes no era nada fácil para la gente en paro. Para algunos efectivamente imposible. Los checos se hicieron amigos de brigadistas de Bélgica, 28 Francia y Alemania, y por la noche pasaron por la frontera a España hasta Irún donde se encontraron con los compañeros españoles. Guardias pasaban entre ellos los fusiles y las mujeres ayudaban a elaborar los cartuchos primitivos, puesto que al poco tiempo de empezar las luchas descubrieron que no había suficiente armamento. Contra ellos estaban tanques, aviones y ametralladoras potentes. En la lucha tuvieron que retirarse para no perder más vidas. Irún y San Sebastián ardían. Así que se trasladaron al País Vasco donde pararon el avance de los rebeldes con el apoyo de las armas que había enviado México. También esperaban que viniese la ayuda de otros países democráticos. Pero llegó ayuda solo para Franco, los soldados alemanes y franceses. En el cielo aparecieron más aviones alemanes “Junkers” e italianos “Caproni” y bombardearon más y más ciudades. Bilbao fue destruida. En el norte había menos extranjeros. El autor del artículo escribe que él era el único extranjero que luchaba con los mineros en Asturias. Pero quiso luchar en las Brigadas Internacionales en el sur (Anon, 1937, pp. 12-14). En el libro luego describen el combate de Madrid en 1937 en Ciudad y Casa del Campo. Ahí rechazaron los ataques de las flotas fascistas compuestas de legiones y marroquíes. Los autores lucharon junto al batallón italiano “Thälmann” y batallón balcánico. El 13º batallón checoslovaco “Jožka Májek” se formó el 11 julio de 1937. En general, el reparto de los voluntarios no era nada fácil. Los que eran artilleros luchaban en infantería porque hacían falta hombres con experiencia. Los obreros, campesinos y estudiantes que entraban pasaban por el entrenamiento (Anon, 1937, pp. 24-44). En el libro Za mír a svobodu (Anon, 1937, p. 57) presentan la batalla en Jarama. El voluntario checoslovaco Rudolf Fiala entró a infantería con otros compañeros checoslovacos. Solo algunos voluntarios obtuvieron armas. Normalmente esperaban hasta que alguien muriera o cayera herido para coger su arma. Ahorraban los cartuchos porque según la ración no disponían de muchos. 29 Rudolf en Jarama luchaba en el batallón “Edgar André”. En primera línea estuvo en batallón español. Todos hicieron trincheras, los que no se escondieron estaban en peligro de que les acertasen. Pero mientras eso perdieron muchos luchadores. Una vez se acercaron los marroquíes. Eran buenos tiradores pero la distancia mínima les dio miedo y se retiraron. Rudolf describe como durante ese combate murió su compañero František Veis. A él le dañaron con un tiro también y tuvo que recuperarse en Tarancine. Desafortunadamente un avión fascista destruyó toda la ciudad. Para él fue lo peor que había visto nunca (Anon, 1937, pp. 59-63). 4.5 La retirada A pesar de la orden de retirar todos los voluntarios, algunos checoslovacos se trasladaron a Cataluña y querían seguir luchando. Algunos regresaron al hogar pero como escribe Bouček (1994, p. 150), la mayoría fue encerrada en los campos de internamiento en Francia St. Cyprien y Argeles-sur-Mer, y luego fueron trasladados al campo de internamiento de Gurs. En año 1939 entraron algunos al ejército checoslovaco que se formaba en Francia. Pocos huyeron de los campos, los que quedaron en Francia lucharon contra Hitler en la Segunda Guerra Mundial en el ejército extranjero checoslovaco. Los que sobrevivieron y regresaron a Checoslovaquia desde el año 1945, todos les celebraron, ofrecían los puestos altos o podían entrar al ejercito. En febrero de 1948 algunos participaron en la asunción del poder de los comunistas. Pero dos años después se convirtieron en las víctimas de las persecuciones de Stalin por su obsesión del trotskismo o “espionaje”. Stalin sabía que los interbrigadistas aprendieron idiomas y tenían contactos en las democracias europeas. Stalin suponía que los contactos con el oeste podían destruir el orden en el país. Los voluntarios volvieron a ser sospechosos y necesitaba eliminarlos. También por los contactos con los brigadistas de Yugoslavia que causaban problemas a Stalin. Les acusaron de alta traición, de espionaje, de trotskismo o la combinación de todo. Condena a muerte, cadena perpetua eran los veredictos para los voluntarios. Las médicas del hospital de sangre de Juan Amos Comenius también fueron encarceladas, 30 Helena Petránková, A. Glasnerová y D. Kleinová. También Vlasta Veselá que se suicidó en la cárcel (Bouček, 1994, p. 11). Bouček (1994, pp. 163-166) menciona que desde el año 1945 muchos de ellos consiguieron puestos importantes en el aparato político (F. Drda, J. Drozd, J Frolík) o en el ejército (A. Petránková, F. Řehulka). Algunos trabajaban en la prensa y medios de comunicación como por ejemplo: B. Laštovička o A. Vodička. Otros en los servicios extranjeros como: K. Dufek o A. London. Muchos de ellos trabajaban en el aparato del Partido Comunista de Checoslovaquia (O. Hromádko, M. Nekvasil, atc.). Se fundó “el quinteto de la seguridad” (L. Hoffman, O. Hromádko, J. Pavel, O. Valeš, O. Závodský) que se preocupaba del golpe de Estado en febrero. El golpe facilitó el avance a los puestos más altos de los interbrigadistas. Los que consiguieron un trabajo más importante trabajaban en ministerios (J. Hušek, Fr, Kriegel). Conocían idiomas, en una época en la que era raro que alguien hablase otra lengua además de ruso. En España aprendieron muchas cosas sobre organización y además tenían conocimiento común. Entonces los intebrigadistas crearon un grupo fuerte y coherente (Bouček, 1994, pp. 9-10). Así que cuando empezaron las represalias, los interbrigadistas fueron acusados. Encerraron a las médicas A. Glasnerová y V. Veselá (torturada hasta la muerte) que conocían a un “espía” americano. En el año 1950 metieron en la cárcel a los del quinteto. A. London fue condenado a cadena perpetua y O. Závodský a pena de muerte. Fueron acusados de la cooperación con Francia, América o Alemania. Con el mensaje que tuvo C. Gottwald el 22 de febrero 1951 (los que no estaban encarcelados o muertos) fueron expulsados tanto de la política como de la sociedad: “Después de la caída de la democracia en España, vino la mayoría de los interbrigadistas a los campos franceses. Vivían ahí en condiciones desfavorables y volvieron a ser un asunto de apremio, de chantaje, primero por los franceses, americanos luego alemanes y por otros servicios de información. Estos servicios de información consiguieron reclutar muchos de ellos, aprovechando el mal estado físico y moral. En caso de que les reclutaron los americanos y franceses, estos hombres sirvieron, a lo mejor, a los imperialistas occidentales. Los que reclutó el Gestapo alemán, estuvieron entregados al servicio de inteligencia 31 americano, después de la pérdida de Hitler, tanto como todos agentes de Gestapo.” 3 (Bouček, 1994, p.12) La gente casi se olvidó de ellos. Será porque pensaba que todos habían ido a España solo para expandir el comunismo, el régimen que estuvo en nuestro país durante 40 años. 3 Traducido del checo por el autor 32 5. Historias de los voluntarios checos El autor se refiere en esta parte a las experiencias de los interbrigadistas checos, que se fueron a luchar a la Guerra Civil española. Se trata de los interbrigadistas, de los cuales hemos conseguido las informaciones. Hemos resumido y traducido los datos y las historias. Describimos, según las fuentes (Netopil 1969, Kisch 2012, Majtenyi, Rajlich 2008a/b, Fořt 1976, Mejzlík 1962, Nekvasil 2006, Šimek 2013, Bortlová 2006, Vodička 2006a/b, Dufek 2006, Švrček 2006), de dónde eran los voluntarios y por qué decidieron marcharse, también nos interesa, si la orientación política pudo influir en su decisión. Informamos de las tropas en las que lucharon, y sobre todo que pasó con ellos después de la retirada. Sacamos las informaciones de las obras que escribieron los voluntarios, los estudios realizados por otros autores, que son más críticos, y los testimonios anotados. Bortlová (2006) para su tesis de licenciatura entrevistaba a algunos voluntarios que sobrevivieron, que le describieron sus experiencias y destinos. Las copias de las entrevistas están guardadas en su propio archivo. Para nosotros es una fuente fiable porque compara testimonios con fuentes históricas. Sobre todo nos sirven grabaciones y materiales puestos en la página web Paměť národa de Post Bellum. Ahí encontramos la narración de Adolf Vodička (2006), Karel Dufek (2006), Miloš Nekvasil (el narrador es su hijo Vladimír) (2006) y František Švrček (2006). Se trata de fuentes del tipo oral history que fueron grabadas posteriomente. El autor del trabajo no entra a valorar la autenticidad de las declaraciones. Intenta resumir y traducir las narraciones y fijarse en los aspectos que más nos interesan. Es decir, a nosotros nos importa quiénes eran los voluntarios, sobre todo por qué decidieron marcharse, cómo entraron al combate y cómo la guerra cambió el resto de sus vidas. 5.1.1 Adolf Vodička (1913–2012) Adolf era de familia judía de Libočany u Žatce. En ese pueblo vivían muchos alemanes y solo unos pocos checos. A él los alemanes de Sudetes le molestaban como nadie porque daban problemas. Le preocupaba el fascismo porque veía que no se podía discutir con ellos. Leía sobre la Guerra Civil española, quiso participar en ella y se apuntó. Simpatizó con comunistas, no era un chico alto y fuerte, pero hacía deporte y sabía disparar (Vodička, 2006a). 33 En la entrevista con Hana Bortlová describe Vodička (2006b, pp. 73-74) su situación antes de marcharse. Al partido comunista entró porque simpatizaba con la ideología, le gustaba la idea de ayudar a la gente. El comunismo antes significaba para mucha gente mejor vida y derechos humanos. La autora describe que veía la semejanza con el conflicto en España y la situación en Checoslovaquia, todo tenía algo que ver con el fascismo. Menciona que no se apuntó por ser comunista sino por los alemanes, quería luchar contra el fascismo porque sabía que eran capaces de oprimir Checoslovaquia. Según lo que dice no era un reclutamiento donde le obligasen a ir a luchar y que nadie le convenció. En el reclutamiento le dieron instrucciones, él iba de camino a España en tren cuando le cogieron y le devolvieron a casa. Lo intentó de nuevo con los consejos de la secretaría del Partido Comunista de Checoslovaquia. En Český Krumlov cruzó la frontera con otros seis voluntarios. Fueron a Viena donde cogieron el tren. No podían hablar con nadie. Fue a través de los Pirineos desde Perpignan hasta Figueras. Tuvieron que subir hasta 2000 msnm y el camino tardaba 15 horas. De Figueras fueron a Valencia. Describe que había gente al lado de carretera con refrescos y les saludaba. Seguían a Albacete (Vodička, 2006a). Entró en batallón ametrallador y rápido aprendió español. Menciona que todos estaban bajo del poder del ejército republicano y que a veces había conflicto. También que para la influencia comunista no había tiempo. Lucharon en el combate de Teruel donde no tuvieron mucho éxito. Vodička entró al nuevo batallón checo-balcánico y luchó en Aragón, donde él y sus compañeros tampoco tuvieron éxito sobre todo por el mal armamento. Durante la ofensiva del río Ebro, Vodička fue herido. Le curaron en Barcelona. Cuando el Gobierno republicano dio orden para retirar a los voluntarios, Adolf se quedó con otros soldados defendiendo Barcelona. Fracasaron y tuvieron que huir a Francia. Les encerraron en el campo de internamiento en Sant-Cyprien. Mejor dicho fue un prado demarcado. Así lo describe Vodička (2006b, pp. 76-77) en la entrevista con Hana Bortlová: “En el suelo, ése era [...] Saint Cyprien, allí nos acostamos en la arena que estaba mojada [...] y no hubo ni una cocina, nada, nos traían pan, y ésa fue toda la comida que tuvimos, y por la mañana traían algo para beber, algo como té o Dios sabe qué era [...] Y el campo de 34 los civiles españoles estaba a unos kilómetros, era un campo enorme [...] Bueno y de ese campo en la playa nos trasladaron luego en unos quince días a otro campo que ya tenía barracas, y camas, catres, y baño, cocina y ya fue como más humano. Y luego en Gurs [...] teníamos clases de francés [...] no era para tanto pero igual, algo aprendimos [...].” Sobrevivió los campos y entró al ejército checoslovaco que se formaba en Francia. Después él y otros hombres quisieron entrar al ejército de Inglaterra pero les consideraron comunistas y les encerraron en otro campo de internación. Cuando les soltaron ya no querían luchar. Vodička se quedó en Inglaterra, encontró a su esposa y trabajo. Después de la guerra tuvo un alto cargo en ministerio que perdió por las represalias. Él tuvo suerte, o igual no era tan peligroso, pero no le encerraron. Por las lenguas que sabía no estaba en paro mucho tiempo. Encontró trabajo en editoriales donde traducía libros del alemán, luego trabajó en Cuba y luego en India. Cuando se retiró salió del partido comunista, tanto él como su esposa. No lo había hecho antes, sobre todo, por los niños (Vodička, 2006b, p.86). Adolf Vodička en el episodio de Historie.cs (2008) usa una cita de K. H. Borovský: “Así es el mundo, cada día es diferente, hoy te veneran, mañana serás un cabrón.”4 5.1.2 Ludvík Netopil (1908–1974) Netopil (1969) era uno de los voluntarios checoslovacos que escribió un libro donde relata sobre su participación en la Guerra Civil española. Al principio de su libro Ze španělských zákopů (Netopil, 1969, pp. 3-6) descubrimos que era un chico joven de la ciudad Holešov. Al volver de la mili se preocupaba por el trabajo porque estaba en el paro. Era comunista y según el prólogo del libro, a los comunistas jóvenes nadie les empleaba. Encontró unos trabajos temporales para comprar ropa y comida. En las charlas con compañeros del partido comunista discutían sobre la situación en España. Él y 8 chicos más tomaron la decisión de participar en el combate. La mayoría de los que se apuntaban eran hombres solteros, es decir, sin obligaciones familiares. Sobre todo los hombres con instrucción militar. Su marcha era un secreto; 4 Traducido del checo por el autor 35 nadie, incluso su madre, podía saber donde iba. Todos pensaban que se iba a buscar trabajo por el mundo. Antes del viaje obtuvo instrucciones en Praga en la secretaría del partido comunista. Netopil en el libro alaba la organización y conexión de los comunistas tras las fronteras. Se fue en el tren hacía Francia por Alemania. En cuanto al transporte sus amigos iban por Austria, Suiza y Francia donde se juntaron todos los voluntarios. Ludvík dice que todos eran jóvenes, muy alegres y con mucha energía. Cada grupo de la misma nacionalidad tuvo su traductor. Lamentó no conocer lenguas para hablar con todos los demás. Había muchos franceses, alemanes y polacos. Seguían en tren a Perpignan y en autocares se trasladaron a la frontera. La caravana iba sin luces. Al final llegaron a la frontera, que pasaron sin problemas. Llegaron a Figueras al castillo de San Fernando que utilizaban como los cuarteles. Luego se mudaron a Barcelona. La gente les saludaba apretando los puños. Sin embargo, critica a los anarquistas. Creía que su ideología contribuyó a la caída de la República. De Barcelona se fue a Albacete donde ya estaban algunos checoslovacos. Les dieron la ropa militar, que eran uniformes nuevos, blusa, pantalones, cinturón, boina y botas. El armamento que obtuvieron fue ametralladora antigua “Colt” y fusiles que el Gobierno había comprado en México “British Rifle”. A los checoslovacos les asignaron ametralladoras y les enseñaban profesionales soviéticos. El 10 de noviembre 1936 estaban en Figueras los primeros 500 voluntarios. Luego llegaron en barco a Barcelona otros 500. En los 8 días siguientes creció el número de los brigadistas a 4.000 y se formaron las primeras tropas. Netopil entró al batallón 9º a la “Compañía Balcánica”. Después de la retirada no sabía si sería mejor volver a su país donde los comunistas no eran bienvenidos o quedarse en el extranjero. El problema se resolvió sin él. Les trasladaron a Barcelona donde vieron como, el día 26 de enero, la tomaron los fascistas. Luchaba por última vez en España en la línea de defensa en la frontera con Francia. En Francia fue internado al campo. En el libro describe el hambre que sufría todo el mundo. Sobrevivían con el pan. Le llamaron la atención los trenes llenos de la comida preparados para irse a España. Los que el Gobierno francés no mandó antes por la política del 36 Comité de No Intervención. En cuanto a la caída de Barcelona los trenes se marcharon, pero les obtuvieron las tropas de Franco. Netopil, aunque era del Estado democrático, no podía volver a casa. Tampoco los alemanes, italianos, austriacos, polacos y muchos más podían salir del campo y volver a su hogar. En otoño 1939 el Gobierno checoslovaco desafió a los interbrigadistas que estaban en Francia. Así Netopil siguió luchando en la Segunda Guerra Mundial contra Hitler. Volvió a casa con los demás en el año 1945. Al final del libro Netopil (1969, p. 30) estima lo que había pasado: “A veces nos encontramos con la opinión que a los proletarios jóvenes de nuestra generación, empujaba hacía España la codicia de aventura[…] Los que vivían diferente que nosotros, no se pueden imaginar nuestra situación[...]tampoco se pueden imaginar la idea de aquel ambiente donde vivíamos nosotros.”5 Según él, habían llegado a España 2.500 voluntarios checoslovacos y no quedaron ni 1.000. Muchos sufrieron heridas y muchos no sobrevivieron los campos de concentración o el cautiverio (Netopil, 1969, p. 32). 5.1.3 Bedřich Kisch (1894–1968) Para saber cómo funcionaba el Hospital de sangre de Juan Amos Comenius, sumamos la historia del médico que estuvo en España, miembro del equipo de médicos checos que operaban en la guerra. De la lista de los voluntarios checoslovacos, la que también encontramos en el estudio de Bouček (1994, p. 172), sabemos que el doctor Kisch nació en 1894 en Praga. Desde julio de 1937 actuaba en el hospital JAK, en diciembre 1938 se fue a Francia, en junio 1939 a China y luego a India. En 1945 volvió a Checoslovaquia donde era médico. Kisch (2012, pp. 100-103) su historia se describe en el libro de Lenka Reinerová. Bedřich se marchó a España un poco más tarde que su hermano Egon Ervín Kish que fue periodista famoso. Kisch quería luchar por la opinión política que tenía. Sabía de la 5 Traducido del checo por el autor 37 amenaza de Hitler. Obtuvo un puesto en el hospital checoslovaco, ya trabajaba ahí el doctor Holubec. Kisch en agosto 1937 primero fue a Bruselas luego a París, de París a Toulon. Su viaje fue legal, en contrario con muchos más, con pasaporte legal. En París obtuvo visa y fue a Valencia en avión. Desde ahí le llevaron en camión a Albacete, ahí encontró a la doctora Veselá y luego se fueron a Guadalajara. El hospital era un convento hermoso y no estaba ni a la mitad de su capacidad. Había algunos checoslovacos entre los médicos, pero también otros extranjeros como franceses o suecos. Los primeros días operaba solo las heridas comunes. Luego le trasladaron a Benicasim donde trabajó 8 meses. Benicasim era una ciudad hermosa y llena de gente hasta que empezaron a llegar los trenes de las batallas con Brigadistas Internacionales heridos. El equipamiento provino de Checoslovaquia y también muchos médicos eran checoslovacos. Hacían operaciones difíciles. Cuanto entraron los fascistas hasta el mar, tuvieron que huir y coger el tren a Barcelona. Ahí trabajaban en un monasterio en Mataró donde no había ni luz eléctrica ni equipo adecuado. Luego vino la comisión del Comité de No Intervención y dio la orden a todos extranjeros de que se regresaran a su hogar. Solo los interbrigadistas se consideraron extranjeros, los mercenarios fascistas no. 5.1.4 Jan Ferák (1913–1942) Ferák se hizo uno de los voluntarios checos como piloto héroe. Todo por las entrevistas que se publicaban en la revista Ahoj. Ahí contaba su historia de piloto de la Guerra Civil española. Según lo publicado en la prensa se crearon 2 libros biográficos sobre él. Kde olivy dozrávají de Kubec (1964) y V dešti bomb de Fořt (1967). Fořt también sacaba informaciones de los diarios de Jan Ferák y de entrevistas con su familia (Majtenyi, Rajlich, 2008a, p. 4). Majtenyi y Rajlich (2008a, 2008b) publicaron en la revista Historie a vojenství un artículo donde cuestionan la “leyenda” sobre Jan Ferák. Descubrieron algunas discrepancias en sus testimonios. 38 Intentamos entonces sumar informaciones de dos puntos de vista. La historia original y la investigación de Majtenyi y Rajlich. Jan Ferák nació en Ústí u Vsetína y su padre era herrero. Desde 1933 estuvo en la escuela de formación militar en Prostějov. Desde el año 1936 intentaba encontrar un puesto como piloto, pero sin éxito. Quiso marcharse a México para obtener el puesto de piloto en el otoño de 1936. Al viajar a París oyó que el Gobierno español reclutaba pilotos para luchar contra el fascismo. Ferák describe que al principio ni quería entrar a la pugna. Que todo era coincidencia. Decidió entrar al combate y se trasladó a Madrid a Cuatro Vientos donde operaba como piloto en la “Escuadra Dewoitine”. Describe con detalle las luchas en cielo para defender Madrid. Sabía dónde estaban los puntos débiles porque había observado mucho los aviones del enemigo (Fořt, 1976, p. 16). Ferák luchó meses y meses cada día, estaban bombardeando y él también bombardeaba las ciudades. Era un defensor y el invasor, cazaba al vuelo los aviones, y a él le cazaron al vuelo 3 veces. Aguantó la cárcel de Franco, de Gestapo incluso la cárcel militar en Roma (Fořt, 1976, pp. 6-7). Majtenyi y Rajlich (2008a) mencionan que sus historias eras más cuentos chinos. Ferák no pudo llegar a España en noviembre de 1936 porque por aquel tiempo todavía estaba en Praga. Les entregaron el pasaporte, a él y a sus compañeros Jaroslav Uhlíř y Oldřich Selichar, en Praga más tarde y todos juntos se marcharon en diciembre. Constatan que no era casualidad lo que se encontró en la Guerra Civil ya que simpatizaba con el partido comunista y así llegó a saber sobre el reclutamiento que organizaba el Partido Comunista de Checoslovaquia. Descubrieron que, al llegar en diciembre, ya no pudo intervenir en “Escuadra Dewoine” porque el aeropuerto de Cuatro Vientos ya estaba en poder de Franco (Majtenyi, Rajlich, 2008a, p. 16). Los autores suponen que sacó los datos y detalles de los que sobrevivieron los ataques de Madrid. Luego dudan sobre las caídas a las que sobrevivió, porque según documentos históricos en muchos casos ni intervenía donde él había descrito. Sin embargo, investigaron que realmente su avión Potez se derrumbó cerca de Mallorca y estuvo encarcelado y luego le cambiaron por un piloto italiano. Entonces no salió de España ni a Berlín ni a Roma. Lo que pasa que dio dos testimonios diferentes en dos entrevistas 39 y en la segunda para Rudé právo sobre otros interrogatorios no habla. Los autores suponen que lo oyó de otros compañeros (Majtenyi, Rajlich, 2008b, pp. 27-30). Los autores razonan que inventaba las historias por la situación grave en la que se encontraba. Se aprovechó de los soldados que lo pasaron y en Checoslovaquia lo vendió como sus propias historias. Nadie en la época comunista lo podía comprobar porque él decía que, por ejemplo, era el único sobreviviente de “Escuadra Dewoine” o de las caídas. Según los autores igual lo de inventarse su encarcelamiento cruel en Berlín y en Roma podría ser para enseñar a la gente el peligro que amenazaba a la gente de la parte de Hitler (Majtenyi, Rajlich, 2008b, pp. 26). Jan Ferák volvió a Checoslovaquia ya en el año 1938 y en 1939, cuando Checoslovaquia estaba ocupada por Hitler, se trasladó con su mujer a la URSS. Ferák murió, por un accidente del avión cerca de Mallorca, el 19 mayo de 1942. 5.1.5 Leopold Pokorný (1904–1937) En el libro de Mejzlík (1962) descubrimos que Leopold Pokorný nació en Znojmo. Su padre era zapatero. Leopold era un miembro del movimiento proletario de educación física y luego entró al partido comunista, organizaba eventos para los jóvenes comunistas. Cambiaba mucho los puestos del trabajo por su creencia. Cuando vio lo que que pasaba en España, les dijo a sus amigos que después de Madrid el fascismo iba a atacar a otros países. Decidió que tenía que irse allí porque si no, sería un cobarde. En el año 1936, pidió pasaporte para irse al extranjero pero no lo consiguió hasta enero de 1937. Luchaba en batallón “Dimitrov” en la tropa “Jan Žižka”. Entró al combate en Teruel y en Jarama. Allí hizo el día 5 de Abril 1937 una trampa con compañeros de la tropa a los franquistas. Con ametralladora atacó al enemigo, llamó la atención y así salvó dos batallones que estaban escondidos. Pero el murió (Mejzlík, 1962, p.66). 5.1.6 František Jaroš (1911–1944) Sobre su historia nos enteramos de la página web del pueblo Háj u Duchcova donde nació este voluntario y soldado. Su biografía, escrita Jakub Šimek (2013) con detalle 40 podemos encontrarla en la página web Červené barety ČSR. Al final del artículo nos llama la atención que Jakub Šimek es un pariente de František Jaroš. Era el hijo mayor de 7 hermanos. Tuvo un carácter libre, le gustaba disfrutar la vida y aprovechar todos los momentos para divertirse. No le gustaban los puestos que obtenía entonces los cambiaba a menudo. Por sus cualidades simpatizaba con antifascistas y sobre todo era un vagabundo activo. Solía encontrarse con sus colegas con su guitarra cantando sobre España (Šimek, 2013). Jindřich Marek en la entrevista Trampové a paďouři, Rosa na kolejích (ČT24, 2009) se refiere a los vagabundos. Según él, era el símbolo del “tramping” la romántica, naturaleza, amistad y sobre todo la libertad. Cuando los vagabundos se rebelaban era porque alguien les quería robar la libertad. Aunque fueran nazis o luego comunistas. Muchas veces sabían donde estaba el peligro antes que el Gobierno. Marek declara que de verdad muchas veces se marcharon a luchar por el carácter aventurero. Jaroš sentía que tenía que luchar contra los fascistas. Sin decir nada a nadie ni a su familia se fue a arriesgar la vida en un país extranjero por élmismo y por su familia. No aceptó la amenaza que Hitler tomase el poder también en Checoslovaquia. El autor del artículo saca informaciones de las cartas que Jaroš enviaba a sus padres y amigos. Prefería morir durante el combate que sufrir la vida bajo del poder del fascismo. Quiso que su familia, y sobre todo los hermanos menores, tuviesen mejor futuro. Pensaba que así iba a ayudar a establecer la paz. Luchaba en la compañía “T.G. Masaryk” en batallón “Divisionario”. Escribió en sus cartas que prefería sacrificar su vida para que la gente en su país y la familia no tuviera que pasar tiempos de guerra como en España. Después de la retirada no pudo volver a casa, porque sus padres y hermanos tuvieron que trasladarse a Praga desde Sudetes cuando Hitler empezó a ocupar Checoslovaquia. Jaroš se fue a Francia donde entró al ejército extranjero checoslovaco. En el año 1940 le entrenaban en Inglaterra. Quería operar en la Checoslovaquia ocupada y también quiso participar en los combates más graves. František Jaroš murió en 21 de noviembre de 1944 cuando desactivaba una mina cerca del puerto francés Dunkerque (Šimek, 2013). 41 En su decisión había dos razones principales. Como podemos leer era una persona libre, era un vagabundo y no quiso perder la libertad. Era un chico aventurero con ganas de disfrutar la vida sin preocuparse de nada. Cuando vio la amenaza del lado de Hitler sabía que tenía que actuar. Según lo que escribía lo hacía por sus hermanos. Quería que tuvieran oportunidades y mejor vida y no quiso que pasasen hambre ni opresión. 5.1.7 Karel Dufek (1916) Sobre este voluntario nos enteramos de la página web Paměť národa, donde está la grabación de la entrevista con Dufek (2006). Dufek nació cerca de la ciudad Velké Meziříčí y era uno de los 7 hijos de un guardabosques. Estudiaba medicina y era muy curioso, leía libros y le interesaba la política. Esa época era dura para la gente, no había trabajo y él se buscaba la vida. Por eso simpatizaba con la izquierda. La idea del socialismo le parecía como la esperanza que puede dar más oportunidades a la gente en paro. Dufek (2006) nos cuenta como era el entorno entre derechistas y los de izquierdas en las facultades. Había conflictos y las facultades se diferenciaban según inclinación política. Él simpatizaba más con izquierda así que se acercó a ellos. En 1936 la gente se enteró de lo que pasó en España. Entonces se activaron muchas organizaciones para ayudar al pueblo español. Dufek razona en la entrevista porque la gente actuaba así contra Hitler y contra el fascismo. Para todos, la sublevación en España, era como el primer paso para tomar el poder en Europa y en el mundo. Dufek estaba siempre bien informado, sabía que se había ido mucha gente a luchar allí. También que a partir de noviembre se creaban las Brigadas Internacionales. La gente sacaba la información del periódico y sobre todo de las películas que ponían en los cines. Unos ponían secuencias del frente de los republicanos con interbrigadistas. Otros enseñaban las luchas y el avance de las tropas de Franco. Él viajaba con las instrucciones del Comité de ayuda a la España democrática. Al contrario de otros voluntarios, él contó sus planes a su familia. Luchaba en la tropa antiaérea primero en Jarama y luego en Teruel. En la entrevista se refiere a las armas que se usaban en la Guerra Civil. Porque muchas se probaron allí para luego usar en la Segunda Guerra mundial. 42 Lo que le sorprendía era las relaciones entre interbrigadistas. Decía que eran como hermanos aunque había como 50 nacionalidades, compartían el mismo objetivo. Entre los luchadores funcionaba una solidaridad que no había visto nunca. En el otoño de 1938 fue herido pero se apuntó para defender Barcelona aunque ya estaba decidida la retirada de los voluntarios. Sin embargo, Barcelona ya había caído cuando él llegó. Dufek se fue a Francia donde le encerraron en el campo de internamiento. Como otros muchos entró al ejército checoslovaco extranjero en Francia donde se efectuaba el reclutamiento. Cuando capituló Franco se fue a Inglaterra para trabajar. Desde el año 1944 cooperó con americanos en Alemania y buscó soldados checos que estaban encerrados en varios países. Luego se hizo embajador de Turquía. En enero 1952 le encarcelaron en Checoslovaquia. Le inculparon de espionaje y de trotskismo. Estuvo 4 años en la cárcel. 5.1.8 Miloš Nekvasil (1910–1998) En la misma página podemos encontrar también la grabación de la historia sobre un voluntario que cuenta su hijo Vladimír Nekvasil (2006). Miloš Nekvasil nació en Tábor y era hijo de un carpintero. Su familia salió de la Iglesia católica y entraron al partido socialdemócrata. Cuando estudiaba en el instituto entró en el partido comunista. Durante un tiempo estuvo en la URSS. Por el caso del levantamiento en España entraron él y sus compañeros a una academia militar. Su hijo describe razones de su padre para combatir y para marcharse a otro país. Según él era la motivación política. En ese tiempo era un chico joven con 26 años. Además era de un pueblo y España le parecía como un lugar exótico, y lo podía tomar como una llamada. Viajaba con pasaporte falso, gracias a los contactos del partido comunista. Luchaba en el batallón “T. G. Masaryk”. Sobre otras luchas o combates no nos cuenta nada. Después de la retirada fue internado en el campo. Según lo que declara su hijo, Miloš estaba encantado de ese lugar. Estaban encerrados cerca del mar y no le molestaba ni el equipamiento insuficiente. Nekvasil jugaba con los compañeros, tenían un coro y practicaban varios deportes allí. 43 Por el hecho de ser un comunista no le dejaron entrar al ejército checoslovaco que se formaba en Francia. Se quedó allí en una colonia checoslovaca, donde conoció a su esposa y tuvo su hijo Vladimír. Cooperaba con el movimiento partisano, con un pasaporte falso de un soldado eslovaco hacía de enlace entre la Francia ocupada y libre. Por eso fue luego laureado. En el año 1945 regresó a su país, fue encerrado y expulsado del Partido Comunista de Checoslovaquia. En la cárcel estuvo casi 3 años. Desde entonces era un problema grande para él encontrar trabajo por su pasado. Cambiaba de trabajo y la familia vivía en la miseria. Al final encontró trabajo en el museo de Tyrš y se hizo periodista. 5.1.9 František Švrček (1912–2008) En la página Paměť národa encontramos otro voluntario que describió su experiencia en la Guerra Civil española. Trabajamos con la grabación de la entrevista con František Švrček (2006). Era un chico de Mutěnice, tenía 5 hermanos y sus padres trabajaban como agricultores. De joven simpatizaba con socialistas y le interesaba lo que pasaba en el mundo sobre todo en España. A España se marchó de Hodonín en mayo de 1937 con otros 4 compañeros. Describe como casi le pillaron en Viena, pero escapó cuando veía que iba a tener problemas. Desde entonces siguió a Paris solo, conseguía la comida de la gente. En París le dieron instrucciones en la secretaría comunista y también le dieron el dinero para bajar al sur de Francia en tren. Los Pirineos los pasó con otros voluntarios a pie. Luchaba en infantería y luego en la batería antiaérea en el batallón “Dimitrov” en la tropa de “Jan Žižka”. Sobre los combates o luchas no cuenta. Según lo que decía todos le habían tratado muy bien desde el principio, porque les hacían falta los soldados organizados, con las experiencias militares. Después de la retirada estuvo encerrado en el campo de internamiento en St. Ciprien, en la costa, donde permaneció hasta que estalló la Segunda Guerra Mundial; de allí se fue con otros soldados a Inglaterra para luchar en la guerra y fue premiado por luchar. A Checoslovaquia regresó en el año 1945 siguió siendo soldado profesional hasta el retiro. A él no le juzgaron ni tenía problemas con persecución aunque desde el año 1948 era el miembro del partido comunista. 44 5.1.10 Jaroslav Uhlíř (1912–2000) La fuente para la historia de este voluntario nos sirve el estudio de Hana Bortlová (2006) que sacó informaciones del texto enviado por Uhlíř al Instituto de la Historia del Partido Comunista de Checoslovaquia en el año 1957 y de la entrevista con él en el año 1996. Uhlíř era de Hradec Králové. Cuando se fue a España en diciembre 1936 tenía 24 años. Sobre la oportunidad de entrar al combate en la Guerra Civil se enteró en una charla con un secretario del Partido Comunista de Checoslovaquia después de la mili. Según él no quiso entrar a la lucha por aventura. Viajaba con Oldřich Selichar (Bortlová, 2006, p. 91) y, como ya escribimos antes, con Jan Ferák. En Albacete entró en la “Compañía de infantería Balcánica” donde también había otros checos y eslovacos. Valora que, en general, no estaban bien armados. Luchó en Andalucía, Madrid, Jarama. Cuando les retiraron se fue a Francia con los demás. Estuvo encerrado en Saint-Ciprien y en Gurs. En 1940 entró al ejército checoslovaco extranjero en Adge y después se fue a Inglaterra. Regresó a Checoslovaquia en 1945 encontró trabajo que, enseguida cambió, por la cooperación con el partido comunista en milicias por mejor salario (Bortlová, 2006, pp. 94-96). 45 6. Conclusiones En la Guerra Civil española participaron sobre 2.200 voluntarios checoslovacos. Entre ellos había 885 voluntarios con la nacionalidad checa (Bouček, 1994, pp. 155-156), la mayoría de ellos lucharon en el lado de los republicanos, en las Brigadas Internacionales creadas por la Internacional Comunista. Los voluntarios checoslovacos marcharon en la década de los años 30 cuando en Checoslovaquia había una situación complicada. Estaba afectada por la crisis económica mundial. No había trabajo y muchas veces los padres no tenían dinero para alimentar a sus familias por estar en paro. Sobre todo crecía la tensión en los Sudetes por los alemanes que exigían sus derechos. En este tiempo tomaron el socialismo o el comunismo la importancia ideológica que, según lo que indica Vodička, no era nada peligroso en ese tiempo. Para los obreros el socialismo y el comunismo simbolizaban una esperanza para mejorar las condiciones de vida. Así que cuando empezó el reclutamiento para las Brigadas Internacionales, los miembros del partido comunista se enfocaron a los adeptos oportunos que podían entregar a España. Las informaciones sobre reclutamiento se encontraban en la charlas del partido, por la prensa o en el cine. Los interesados, o se pusieron en contacto con los funcionarios del partido comunista o los partidos realizaron un esfuerzo para llamar su interés. Eran obreros, enfermeras, médicos, estudiantes, vagabundos y la gente en paro los que se marchaban a España. Los voluntarios viajaban a veces por su cuenta, a veces con las instrucciones del secretario comunista. En todo caso no era un viaje fácil porque estaba prohibido irse a luchar al ejército extranjero. Algunos tenían que volver a probar llegar a España más veces. Los interbrigadistas checoslovacos lucharon en los combates importantes en casi todas las líneas. Al final del año 1936 crearon la primera unidad homogénea checoslovaca, el pelotón “Klement Gottwald”. Al principio del año 1937 fue creada la compañía de ametralladoras de “Jan Žižka”, luego la batería antiaérea “Klement Gottwald” y la batería de artillería de “Jožko Májek”. En otoño de este año también el batallón de infantería “T.G. Masaryk”. Muchos voluntarios luchaban también en la batería de “Karl Liebknecht”, en el batallón “Divisionario” y “Thällmann”. Finalmente la principal razón, por la que tomaron la decisión de participar en la Guerra Civil en otro país y arriesgar así sus vidas, según los testimonios y las 46 informaciones, es que les unía la idea antifascista. Vodička vio la amenaza de los alemanes, o sea de los fascistas en su hogar y quiso actuar. Seguiría en importancia, la grave situación económica, la esperanza de salvar o mejorar el futuro de la familia. Con los vagabundos, el motivo parece ser las ganas de vivir aventuras, pero un ejemplo como Jaroš más que nada igual lo hizo porque sentía que el avance del fascismo le robase la libertad. Algunos por medio de la participación en la guerra escaparon de la persecución en aquella época. No todos sobrevivieron a los combates como por ejemplo Leopold Pokorný. Por la situación en Checoslovaquia no podían regresar a su país. Algunos sí, como vimos en el caso de Jan Ferák. Algunos defendieron Barcelona antes de la caída definitiva y los refugiados que escapaban a Francia. Muchos de ellos tenían que huir también a Francia donde sufrían en los campos de internamiento. Sufrían, menos Miloš Nekvasil. A él, según su hijo, le encantó el campo en la costa. Los que sobrevivieron se apuntaron generalmente al ejército checoslovaco extranjero en Agde para luchar en Segunda Guerra Mundial en Francia y después se apartaron a Inglaterra. Algunos no podían entrar al ejército por la afiliación al partido comunista. Los interbrigadistas que llegaron después del año 1945 a Checoslovaquia obtenían por las competencias lingüísticas las funciones en el aparato del poder comunista que se formaba. A partir del año 1948 se cambió la situación, ya que la mayoría se volvió sospechoso y perdió su cargo. Empezó la persecución, muchos fueron acusados, encarcelados y ejecutados. Les volvieron a celebrar en los años 60 cuando se hizo el reciclaje de élites y podrían encontrar algún trabajo interesante como por ejemplo en Cuba. En el año 2008 el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ofreció conceder la nacionalidad española a los voluntarios de las Brigadas Internacionales. No sabemos quién lo aprovechó porque en ese tiempo ya los pocos sobrevivientes eran muy mayores (Klekner, 2008). 47 Acabamos el trabajo con una cita de Vladimír Nálevka (2001, p. 30) que corresponde con el destino de los voluntarios no solo checoslovacos: “Se fueron a España decisión resistente enfrentarse a fascismo, sólo algunos se enteraron de que estaban manipulados y abusados igual por un régimen totalitario aún peor, que era España de Franco. El punto de vista de hoy y el conocimiento no debería bajar el valor de aquella decisión tomar la arma para la defensa de la República española.” 48 Bibliografía ÁLVAREZ BAJO, Fe – PECHARROMÁN GIL, Julio. 1998. Historia de España. Madrid: SITTIC. ISBN 978-84-7143-704-4. ANON. 1937. Za mír a svobodu – editado por los voluntarios checoslovacos en España. Barcelona. ANON. 1988. Český antifašismus a odboj – slovníková příručka. Praha: Naše vojsko. BEEVOR, Anthony. 2004. Španělská občanská válka. 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