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DIAGNÓSTICO
Alergia a anestésicos locales.
Relevancia clínica y diagnóstico
O. Salguero Molpeceresa, M.C. Seijas Ruiz-Coellob, M. Esteve Sacristánc y J. Caballero Jiménezc
Especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria. aEAP Pozuelo 1. bEAP Majadahonda. cEAP Argüelles. Madrid. España.
L
os anestésicos locales son muy utilizados en la práctica clínica,
y todo profesional que los utilice tiene en cuenta las posibles
reacciones alérgicas. En la inmensa mayoría de las ocasiones en las
que se considera que un paciente es alérgico en realidad no lo es1.
En este artículo se exponen las manifestaciones clínicas (tanto alérgicas como no alérgicas) de reacciones adversas provocadas por los
anestésicos locales, ya que el adecuado diagnóstico clínico es
fundamental. Se expone el estudio al que se somete a los pacientes
en la consulta de alergología y los resultados habituales de los estudios.
TIPOS DE ANESTÉSICOS LOCALES
Existen dos grupos de anestésicos locales: los ésteres del ácido
benzoico (grupo I) y las amidas (grupo II). Los derivados del ácido
paraaminobenzoico (grupo I) son los principales responsables de
las reacciones alérgicas, y pueden darse además reacciones cruzadas con otros derivados, como las sulfamidas, las tiazidas, las sulfonilureas, el paracetamol y el ácido paraaminosalicílico. Los ésteres
penetran mejor en las mucosas y no se producen reacciones cruzadas de tipo alérgico entre los dos grupos de anestésicos2 (tabla I).
TABLA I Clasificación de los anestésicos locales más utilizados
Grupo I: ésteres del ácido benzoico
Ésteres del ácido paraaminobenzoico: procaína, tetracaína, benzocaína,
clorprocaína
Ésteres sin grupo paraaminobenzoico: piperocaína, isobucaína
Grupo II: amidas
Lidocaína, mepivacaína, bupivacaína, etidocaína, prilocaína, ropivacaína
TABLA II Reacciones no alérgicas por anestesia local
1. Toxicidad por sobredosificación de anestésico
Sistema nervioso central
Acufenos, sabor metálico, parestesias, náuseas, vértigo, nistagmo,
temblor, convulsiones, coma
Cardiovasculares
Hipotensión, arritmias, asistolia
2. De origen psicógeno
Ansiedad
Taquipnea, disnea, opresión torácica, parestesias
Síndrome vasovagal
Hipotensión, bradicardia, sudación, palidez, síncope
3. Toxicidad por vasoconstrictores
Taquicardia, hipertensión, arritmias
DIAGNÓSTICO
REACCIONES ADVERSAS NO ALÉRGICAS
DE LA ANESTESIA LOCAL
Son las principales causantes de la sospecha de alergia a anestésicos. La mayoría de las reacciones provocadas por los anestésicos
no son de tipo alérgico, sino provocadas por sobredosis o inyección
intravascular, por el uso concomitante de vasoconstrictores, y de tipo psicógeno1,3 (tabla II).
REACCIONES ALÉRGICAS
Las reacciones alérgicas son las provocadas por una sensibilización
mediada por anticuerpos reagínicos (inmonuglobulinas E y G) o
linfocitos T4-6. En la reacción alérgica a anestésicos locales están
implicados distintos tipos de hipersensibilidad: inmediata, intermedia y retardada, aunque no existen suficientes estudios aclaratorios respecto a la fisiopatología y la frecuencia de cada uno de los
posibles mecanismos de hipersensibilidad2. Las manifestaciones
consisten en dermatitis de contacto (la más frecuente), erupción
cutánea maculopapular a distancia, vasculitis, urticaria y shock anafiláctico. Las reacciones pueden producirse a los anestésicos locales o, con más frecuencia, a la dermatitis de contacto, a los conservantes, como el ácido éster parahidroxibenzoico, y al metabisulfito
de sodio3,7,8.
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JANO 31 ENERO-6 FEBRERO 2003. VOL. LXIV N.º 1.461
Antes de utilizar anestésicos locales se debe preguntar por exposición previa y antecedentes de reacciones. Se deben recoger los antecedentes coincidiendo con la información dada en el consentimiento informado. De los pacientes que acuden a una consulta
por posible alergia a anestésicos locales, en menos del 1% se demuestra la existencia de alergia1-3,5,6.
La metodología de las pruebas varía de unos estudios a otros en
cuanto a la escala de dosis y el tiempo de lectura, pero básicamente se practican tres pruebas: escarificación (prueba de prick), intradermorreacción y provocación subcutánea. La determinación de
IgE no ha demostrado ser útil en el diagnóstico2,4.
En la primera etapa se realizan pruebas cutáneas: la escarificación o prueba de prick y la intradérmica, con concentraciones
crecientes (1/100; 1/10; 1/1). Se utiliza un control positivo de histamina y uno negativo con suero fisiológico. Se valora a los 15
min y en el caso de la intradermorreacción también a las 4 y 48
h. Las pruebas se deben hacer sin los conservantes, que se deben
probar por separado. En el estudio se deben probar los anestésicos del otro grupo para identificar los de uso seguro2. Las pruebas
cutáneas presentan falsos positivos pero es muy raro que den lugar a falsos negativos2. El método principal de diagnóstico es la
prueba de provocación subcutánea. Se realiza con concentraciones crecientes (1/100, 1/10 y 1/1) y con volúmenes crecientes de
la disolución 1/1.
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DIAGNÓSTICO
Alergia a anestésicos locales. Relevancia clínica y diagnóstico
O. Salguero Molpeceres, M.C. Seijas Ruiz-Coello, M. Esteve Sacristán y J. Caballero Jiménez
En los distintos estudios publicados, en la mayoría de las ocasiones los resultados son negativos, aunque con las pruebas cutáneas
se dan algunos positivos, que posteriormente son negativos en la
prueba de provocación1-3,5,6,9. Gall et al3 revisaron a 197 pacientes
estudiados por posible alergia a anestésicos locales. En todos los
casos conocían el anestésico sospechoso, se probaron otros anestésicos y en la mayoría dos conservantes: el ácido éster parahidroxibenzoico y el metabisulfito de sodio. Ningún paciente presentó positividad a las pruebas de prick e intracutánea para anestésicos, y
sólo tres presentaron prueba de provocación subcutánea positiva.
En los 3 casos se trataba de amidas, que suponían el 95% de anestésicos que provocaron la reacción motivo de consulta. Las amidas
son menos alergénicas que los ésteres, pero más responsables de
supuestas reacciones, ya que su utilización es mucho más amplia2.
Cinco pacientes presentaron positividad con las pruebas cutáneas
a alguno de los dos conservantes, pero las pruebas de provocación
fueron negativas en todos los casos.
CONCLUSIONES
Las reacciones derivadas de la utilización de anestésicos locales
son provocadas fundamentalmente por un mecanismo no alérgico,
aunque la alergia a anestésicos es rara.
Una adecuada recogida de síntomas, signos y preparados permiten hacer un diagnóstico del tipo de reacción, y la adecuada indicación de pruebas cutáneas y de provocación. Bibliografía
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