INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO DE PROCESOS GRAVIMÉTRICOS Por Juan Luis Bouso Aragonés, Director General de ERAL, Equipos y Procesos, S.A. Separata de la Revista “Canteras y Explotaciones” - 30/6/86 La pasada crisis petrolífera provocó una gran sacudida en la industria minera mundial, forzándola a mejorar sus procesos productivos mediante costos más bajos. Esta reducción de costos podía alcanzarse por dos vías: 1) Optimización de los procesos en uso. 2) Búsqueda de otros procesos menos costosos. En el presente artículo se estudia la segunda vía de procesos eficientes y de bajo costo, centrándose en los procesos gravimétricos que han alcanzado notables desarrollos en los últimos años. En él se describen las técnicas y equipos que constituyen la base de este tipo de procesos, haciendo especial hincapié en las Espirales Reichert y plantas piloto de espiral para la realización de ensayos de tipo operacional. La pasada, y aparentemente superada, crisis petrolífera, provocó una gran sacudida en el mundo industrial de enorme repercusión en la industria minera. Nuestro país, es obvio, no quedó al margen. En general, la industria minera mundial se vio forzada a mejorar sus procesos productivos, buscando costos operativos más bajos que permitieran compensar el tremendo incremento en el gasto energético. Este fue, en nuestra opinión, uno, y no el único, de los efectos positivos de dicha crisis. Por supuesto, y esto fue lo más negativo, también se buscaron yacimientos minerales de mayor riqueza que permitiesen un balance económico más favorable, lo que provocó el cierre de explotaciones hasta el momento rentables, pero que debido a la ley de mineral, no pudieron compensar sus costos. La eficiencia en el proceso de tratamiento no fue ya una simple expresión metalúrgica de leyes y recuperación. A partir de este momento pasó a ser una ecuación financiera. La reducción de los costos de operación podía alcanzarse, básicamente, por dos vías: 1. Optimizando los procesos en uso, para así conseguir reducir principalmente la demanda de energía. 2. Buscando otros procesos de tratamiento menos costosos. — La primera vía incidió, sobre todo, en ciertas etapas del proceso de tratamiento: • Los circuitos de molienda se reestudiaron tratando de obtener una menor carga circulante, mejorando la clasificación. Igualmente, se incrementó el empleo de molinos autógenos y semiautógenos frente a molinos convencionales. • Los circuitos de flotación no fueron ajenos a esta nueva revolución, y se desarrollaron y optimizaron las celdas de gran volumen (hasta 50 m3), que presentaban un menor consumo de energía por volumen de celda. Figura 1.- Planta de tratamiento de Scheelita-Wolframexsa. • Los procesos de filtrado y secado fueron rediseñados, buscando la eliminación de las etapas finales de secado mediante aportación de calor (fuel). Se extendió el empleo de filtros de banda, y muy especialmente, de filtros de presión. De estos últimos destacaríamos el filtro Larox. — La segunda vía condujo a la búsqueda de procesos alternativos por un lado, y por otro, al tratamiento de antiguas escombreras que, a pesar de su relativamente baja riqueza, dado su costo cero, permitían una operación económicamente rentable. • Se hicieron notables esfuerzos en la implantación de etapas primarias de preconcentración: por ejemplo en medios densos, antes de las etapas de molienda, o bien intercalándolas entre la molienda y la flotación. • Se introdujo la flotación "flash" en los propios circuitos de molienda, reduciendo así la carga circulante de producto estéril. • Se empezaron a tratar escombreras de producto fino, que no precisaban grandes inversiones en equipos de molienda o que, inclusive, no requerían ninguna etapa de reducción, aún a costa de una eventual pérdida de recuperación. • Se investigó en procesos gravimétricos avanzados de bajo coste operacional, que permitían el tratamiento de una gran variedad de minerales con una recuperación elevada. Esta búsqueda en la reducción de costos ha sido y es intensa en todos los países de larga tradición minera, pero además, y por fortuna, esta vez España no fue la excepción. Figura 2.- Hidrociclones. PROCESOS Y EQUIPOS GRAVIMETRICOS El interés en procesos eficientes y de bajo costo, como la separación gravimétrica, ha aumentado en los últimos años. Desde comienzos de siglo, la separación por gravedad se ha ido reemplazando por otros procesos más atractivos como la flotación, hidrometalurgia, lixiviación, separación magnética, etc. La crisis petrolífera produjo un aumento drástico en el costo de la energía y en los reactivos químicos, generalmente derivados del petróleo, y esto originó la vuelta a la actualidad de los procesos gravimétricos (fig. 1), ya que estos requieren menos energía y ninguno o escaso consumo de agentes químicos. Notables desarrollos se han alcanzado en esta técnica singular , que no deben ignorarse. La respuesta de los metalurgistas hacia estos procesos ha sido entusiasta. Concretándonos a España, existen en nuestro país numerosos minerales factibles de tratar por gravimetría. Nuestros yacimientos de minerales pesados, importantes en número, no lo son tanto en cuanto a riqueza y reservas. Igual podría decirse de nuestros yacimientos carboníferos. De cualquier modo, y esto es lo importante, el incremento en la investigación y desarrollo de minerales pesados y carboníferos nos ha colocado en una favorable posición de vanguardia. Contamos en la actualidad con un centro de investigación nacional; Empresa Nacional Adaro de Investigaciones Mineras (ENADIMSA), que posee una completísima planta de ensayos gravimétricos con los últimos y más avanzados equipos. Existen, igualmente, empresas fabricantes bien introducidas en nuestro mercado, que poseen plantas piloto que pueden ser alquiladas a las empresas mineras para realizar ensayos de proceso en la propia planta o yacimiento. El proceso gravimétrico basa su principio de operación en la diferencia de pesos específicos de los diferentes minerales. Podrían citarse dos tipos bien diferenciados de proceso; el de minerales pesados y el de carbón. — En el primero de ellos, el mineral a recuperar tiene un peso específico mayor de 2,6-2,7, que la mayoría de las veces es el de los estériles que sirven de soporte. — En el segundo, el proceso es inverso; es decir, el mineral a recuperar, carbón (mena), tiene un peso especifico de 1,7- 1,8, menor que el de la ganga. Podríamos establecer una división dentro de los procesos gravimétricos, en función de la densidad del medio líquido, soporte del sólido: medio líquido agua, y medio denso (suspensión de agua y un Figura 3.- Espiral Reichert. producto sólido-fino densificador del medio, como por ejemplo magnetita y ferrosilicio). La elección de un sistema u otro depende, mayormente, de la proporción mena-ganga y de la distribución granulométrica del sólido. Existen numerosos equipos que, basándose en este principio, constituyen el corazón de un proceso gravimétrico. Destacaríamos como principales: Ciclones (fig. 2), Espirales (fig. 3), Conos Reichert (fig. 4), Jigs de pulsación hidráulica o neumática (fig. 5), Mesas de sacudidas (fig. 6) y Tambores de medio denso. La Fig. 7 muestra la eficiencia de separación de diferentes equipos, en función del tamaño de partículas. Se omiten equipos para tamaño de partículas mayores a 3 mm, entre los que podríamos citar los sistemas de medio denso: tambor y ciclones por un lado, y los Jigs de gruesos por otro. Puede apreciarse en el gráfico que los equipos con mejor eficiencia para el tratamiento de partículas comprendidas entre 0,1 y 1 mm son las espirales. Además, y con la excepción de la flotación, proceso no gravimétrico, son también los equipos más eficientes para tratar partículas superiores a 30 micras. ESPIRALES REICHERT El primer tipo de espiral, Humphreys, fue introducido en 1945. El principio básico se ha mantenido hasta nuestros días, pero con evoluciones considerables en cuanto al diseño y técnicas de fabricación. Los materiales de construcción empleados han evolucionado desde la madera y hierro Figura 5.- Jig Yuba. Figura 4.- Cono Reichert. fundido hasta el poliéster reforzado con fibra de vidrio, pasando por aleaciones, hormigón, goma, etc. Actualmente, la mayoría de los fabricantes construyen en poliéster reforzado con fibra de vidrio, con recubrimientos de poliuretano o goma, y éste, relativamente sencillo proceso de fabricación, ha sido uno de los motivos del rápido avance en el diseño de estos separadores. Los mayores avances en el diseño han incidido en el perfil y paso de la Espiral. El campo de aplicación se ha expandido principalmente, debido al desarrollo de espirales en las cuales paso y perfil cambian a lo largo de su longitud. Mineral Deposits Limited, de Australia, posee numerosas patentes relacionadas con estos conceptos con su serie de espirales Reichert y Wright (Ver Fig. 8). Las espirales convencionales poseen diversas tomas de concentrado a lo largo de la longitud del canal, localizadas aproximadamente cada 180º; es decir, cada vuelta. Inmediatamente antes de cada toma existe una pequeña aportación de agua cuya función es eliminar las arcillas, efectuando un lavado del concentrado. La nueva generación de espirales no necesita aportación de agua (waterless), operando además a concentraciones de sólidos superiores a las convencionales, 30-50 por 100, frente a 15-35 por 100. Además, y esta es la mayor innovación y ven- taja, especialmente en cuanto a flexibilidad de operación se refiere, no poseen tomas de concentrado. Los productos: concentrado, mixtos y estériles, son separados al final del canal mediante unas cuchillas ajustables, lo cual simplifica enormemente el control y operación del equipo (fig. 9). Estas mejoras en el diseño, junto con la utilización de nuevos materiales más ligeros en su construcción, han permitido montar en una misma columna: una, dos, tres y hasta cuatro canales, formando lo que se conoce como espirales: simples (single), gemelas (twin), triples (triplex), etc. Pueden, igualmente, formarse "bancos" de espirales Con hasta 8 columnas formando un módulo o banco muy compacto. De este modo pueden formarse unidades agrupando hasta 24 ó 32 canales Con capacidades máximas del orden de 60 TM/h, y ocupando un espacio muy reducido. La relación capacidad/superficie ocupada es mucho más favorable que para otros equipos como mesas de sacudidas, jigs, etc. El consumo de agua con el empleo de estas nuevas espirales se ha reducido considerablemente, en especial si se compara con el de equipos tradicionales. El módulo o banco, generalmente, suministrado con su propio distribuidor de pulpa central para cada canal y canaletas de recogida únicas para los distintos productos. Esto permite una rápida y fácil instalación in situ y evita numerosos problemas de implantación. Creemos necesario mencionar que éstos últimos desarrollos se han concretado en una última familia de espirales para carbón, con un perfil de canal específicamente desarrollado para esta separación inversa. Como equipo más reciente, acaba de ser introducido en el mercado un nuevo modelo, el LD4 (fig. 10), de diámetro mayor que los convencionales y con una capacidad unitaria por canal de hasta 6 Tm/h. Este modelo puede ser montado en forma de 3 canales por columna, y agruparse formando bancos de 4 columnas; lo que se traduce en una Figura 6.- Mesa de sacudidas Figura 7.- Diagrama de eficiencia de separación de diferentes equipos, en función del tamaño de partícula del material a tratar. capacidad da tratamiento por banco de hasta 72 Tm/h con una superficie ocupada menor de 5 m2. La tremenda aceptación de estas modernas espirales en las plantas de preparación de carbón fino, y minerales pesados, prueba su elevada eficiencia frente a equipos alternativos. PLANTAS PILOTO Figura 8.- Banco de 8 Espirales Reichert LD10. La mayoría de los procesos, ensayados o no en laboratorio, requerirían ser reproducidos a nivel industrial antes de realizar una nueva planta de tratamiento, o incluso antes de introducir una mejora en base a un nuevo equipo en una planta existente. Reproducir resultados de laboratorio o de planta piloto a nivel industrial, requiere una inversión considerable, y por ello en la mayoría de los casos no se lleva finalmente a cabo. En ocasiones, ya pesar de haber realizado ensayos en planta piloto, la fiabilidad de los resultados obtenidos queda fuertemente condicionada a la representatividad de las muestras ensayadas. Cuando la posibilidad de obtener muestras representativas es escasa, debe compensarse este inconveniente ensayando un gran volumen de muestra, lo que complica enormemente los trabajos de investigación. En estos casos es conveniente realizar los ensayos en el propio yacimiento, y aquí es donde las plantas piloto, fácilmente transportables, prestan una ayuda inestimable. Concentrándonos en los procesos gravimétricos, es claro que, dependiendo del proceso elegido, la complejidad de una planta piloto es el mayor condicionante. Un proceso por medios densos requiere de equipos cuyas dimensiones mínimas son de tal magnitud, que la necesaria facilidad de transporte es más que discutible; además de ser un proceso complejo, en cuanto al manejo del medio denso (magnetita o ferrosilicio) se refiere. Los jigs de pequeño tamaño pueden desplazarse fácilmente, pero presentan la desventaja de que su operación no refleja fielmente la de equipos industriales, al influir notablemente la formación del lecho, a que se requiere un tiempo mínimo de operación para alcanzar un lecho equilibrado. Equipos de nuevo diseño y aplicación, como los Conos concentradores Reichert de Mineral Deposits Limited, pueden ser simulados en planta piloto mediante los denominados Tray, especialmente diseñados como un "gajo" o sector de un cono industrial, y permiten la operación a bajos tonelajes de 3 ó 4 Tn/h. Estos Tray pueden ser instalados en diferentes configuraciones, siendo la denominada 4DS la más versátil. Esta configuración corresponde a cuatro etapas repetitivas de concentración, con un primer paso doble y un segundo simple. El diagrama de la figura 11 es suficientemente ilustrativo. El equipo por excelencia para la realización de ensayos es la espiral, y dentro de los varios modelos existentes, destacaríamos la nueva familia de espirales Reichert, desarrollada por M.D.L. (fig. 12). Estas plantas pueden equiparse con espirales de diferentes tipos, adecuados al tipo de proceso o mineral a tratar, manteniendo el esquema operativo (fig. 13). Como puede observarse en el diagrama, se puede operar tanto en circuito abierto como en cerrado, si bien este último presenta una mayor simplicidad de operación, al tiempo que permite ajustar la espiral perfectamente antes de proceder a la toma de muestras. El dispositivo de toma de muestras simultáneo permite, una vez realizados los oportunos Figura 9.- Detalle de cortadores en Espirales Reichert. Figura 10.- Espiral de carbón LD4. análisis: granulometría, concentración de sólidos, ley, etc., establecer el balance de masas. Con el citado balance puede calcularse fácilmente el factor de enriquecimiento o concentración, la recuperación y, en fin, todos los parámetros necesarios para evaluar el proceso, tanto metalúrgica como económicamente. A menudo un proceso gravimétrico, a similitud con uno de flotación, precisa varias etapas de concentración: desbaste (rougher), limpieza (cleaner), afino (recleaner), barrido o apure (scavenger). Estos circuitos múltiples pueden simularse perfectamente con estas plantas, realizando ensayos acumulativos. Supongamos que quiere ensayarse un circuito convencional compuesto de una etapa de desbaste, seguida de una limpieza del concentrado y otra de barrido del estéril. (Fig. 14). El primer paso seria efectuar un deslamado del producto, eliminando la fracción menor a 38 micras ( 400 mallas). Esto es siempre indispensable Figura 11.- Esquema configuración Tray 4DS. Figura 12.-Planta para ensayos de espira. en procesos gravimétricos, pues la presencia de partículas ultrafinas incrementa la viscosidad del líquido portante y la separación se hace más dificultosa. En el tratamiento de minerales de carbón conviene eliminarlas partículas menores de 74 micras (200 mallas), pues al ser el proceso de concentración inverso, el problema anteriormente mencionado es todavía más acusado, al ir la mayor parte del líquido portante con el producto; carbón en este caso. Para realizar este paso seria necesario operar en circuito abierto; o bien, y esto es más simple, realizar un ensayo acumulativo de modo que se van realizando tomas sucesivas de la descarga y el rebose del ciclón, y de este modo se obtiene una descarga del ciclón acumulada. Cada toma de muestra debe ir seguida de la correspondiente reposición de sólido yagua. Tomas periódicas durante la acumulación son reservadas para análisis, y así poder obtener el correspondiente balance. La descarga del ciclón acumulada es utilizada como alimentación fresca al primer escalón de concentración (desbaste) que, como que en el caso anterior debe ser acumulativo, guardando para etapas sucesivas los productos; concentrado y estéril. A partir de aquí los ensayos de limpieza y barrido se realizan como un puro circuito cerrado. Lógicamente, la realización de ensayos independientes para cada etapa no simulan perfectamente el proceso total donde deben incluirse posibles recirculaciones de mixtos, concentrados o estériles a etapas anteriores. Este problema, aparentemente insalvable y sólo posible de evitar mediante la operación en una planta piloto que reprodujese total Figura 13.- Diagrama operativo de planta para ensayos de espiraI. y fielmente el proceso, no lo es en nuestros días gracias a la ayuda de los microordenadores. La mayoría de los metalurgistas nos hemos visto forzados al empleo de ordenadores y hemos desarrollado una serie de programas que nos permiten, rápidamente, balancear un circuito complejo como el que estamos estudiando partiendo de resultados en etapas simples. En general, la mayoría de los programas creados tienen una estructura común. La más empleada corresponde a considerar cada etapa de tratamiento como un "elemento" o "caja" desde donde salen los diferentes productos identificados por niveles, según su calidad y el "elemento" o "caja" a donde van dirigidos. (Fig. 15 ). De este modo se establece una matriz para cada elemento donde el primer dígito indica el número de productos; el segundo, el dígito identificativo del elemento a que va dirigido el primer producto, el tercer dígito identifica el elemento a donde se dirige el segundo producto, etc. El orden de los productos lo establece la calidad de los mismos. Figura 14.- Proceso en tres etapas. Esta estructura matricial se completa con los valores cuantitativos (Tm/h) y cualitativos de cada producto en cada elemento (ley). Relacionando todos los elementos, se efectúa un balance que, mediante sucesivas iteraciones, es ajustado por medio del mínimo de la diferencia de los cuadrados. Las tablas 1 y 2 de la figura 15 reflejan los datos de entrada y salida, respectivamente, de un proceso como el indicado, ajustado mediante un programa de ordenador basado en la estructura indicada anteriormente. Con el empleo de estas plantas piloto, fácilmente transportables, y con la ayuda inestimable de los ordenadores, o calculadoras de bolsillo programables, es posible estudiar y llegar a conclusiones definitivas que, de otro modo, deberían estudiarse en plantas completas con la consiguiente repercusión económica. La investigación y desarrollo de procesos gravimétricos es, actualmente, una alternativa que no debe dejar de tomarse en cuenta en el estudio de nuevas explotaciones o nuevos procesos metalúrgicos, dada la relativa baja inversión y su alta eficiencia. Los costos de investigación, gracias a estos nuevos equipos, son muy reducidos, y lo que quizás es todavía más importante, pueden representar una ventajosa economía de tiempo gracias a su simplicidad. Son numerosas las referencias de plantas de tratamiento en nuestro país, donde la gravimetría es la clave del proceso de concentración o enriquecimiento, y la relación siguiente puede dar una idea de minerales Figura 15.- Estructura programa ordenador. adecuados a procesos gravimétricos: Barita, Hierro, Wolframio, Estaño, Tántalo y Niobio, Titanio, Sulfuros de Cobre, Plomo, Zinc y Hierro, Oro y Plata, Carbón. Muchas plantas hoy en operación, han sido desarrolladas basándose en ensayos sobre planta piloto, y la experiencia ha demostrado ampliamente que las estimaciones alcanzadas con estos ensayos fueron siempre veraces.