CAMBIOS EN EL BIENESTAR ECONÓMICO CON LA POLÍTICA PÚBLICA DE SUBSIDIOS PARA VIVIENDA EN BOGOTÁ ENTRE 1999 Y 2008. Documento presentado por: Catherine Rodríguez Rivera Luis Eduardo Martínez Martínez UNIVERSIDAD DE LA SALLE FACULTAD DE ECONOMÍA Bogotá, D.C. Mayo de 2010 1 CAMBIOS EN EL BIENESTAR ECONÓMICO CON LA POLÍTICA PÚBLICA DE SUBSIDIOS PARA VIVIENDA EN BOGOTÁ ENTRE 1999 Y 2008. Trabajo presentado para optar por el título de Economista (Monografía) Documento presentado por: Catherine Rodríguez Rivera Luis Eduardo Martínez Martínez Manolo Chávez DIRECTOR UNIVERSIDAD DE LA SALLE FACULTAD DE ECONOMÍA Bogotá, D.C. Mayo de 2010 2 TABLA DE CONTENIDO PÁGINA INTRODUCCIÓN. 5 CAPÍTULO 1. CUESTIONES PRELIMINARES. 7 1.1 Descripción de Bogotá. 7 1.2 Evolución urbana de Bogotá 10 CAPÍTULO 2. MARCO TEÓRICO 14 2.1. Incidencia de los subsidios el excedente del consumidor 14 2.2 El bienestar económico y el excedente del consumidor. 17 2.3 Conceptualización de la política pública. 19 CAPÍTULO 3. EL DÉFICIT HABITACIONAL Y LA POLÍTICA DE VIVIENDA EN COLOMBIA. UNA APROXIMACION A LOS ANTECEDENTES 20 3.1 Contextualización de la vivienda en Colombia. 20 3.2 Primeros avances hacia una política pública de vivienda en Colombia 21 3.3. La crisis financiera de finales de los noventa. 23 3.4 Sistema de subsidios de vivienda en Colombia. 24 CAPITULO 4. HECHOS ESTILIZADOS. 28 4.1 Comportamiento de los subsidios en Colombia ente 1991 y 2007. 28 3 4.2 Comportamiento del crédito hipotecario en Colombia (1999-2008) 32 4.3 Modelo de vivienda en Bogotá. 35 CAPÍTULO 5. MODELO ECONOMÉTRICO. 37 5.1 Estructura del modelo de bienestar. 37 5.2 Modelización Econométrica. (Estimación Modelo Arima). 40 5.3 Resultados del modelo. 41 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 46 BIBLIOGRAFÍA. 48 ANEXOS 50 4 INTRODUCCIÓN. Uno de los temas más críticos para la ciudad de Bogotá D.C es el tema de vivienda para sus habitantes. La vivienda se constituye como uno de los elementos más importantes de desarrollo individual y colectivo de una sociedad, esta garantiza una seguridad artificial al ser construida por el hombre para garantizar la intimidad y es una condición necesaria para lograr la reproducción, la supervivencia física, social y cultural de la especie. (Arango, 2001). Según cálculos del Departamento Administrativo de Planeación Distrital (DAPD), el déficit de vivienda en la ciudad de Bogotá es de 420,644 hogares y Metrovivienda ha escriturado entre 2004 y 2006 tan solo 6,391 viviendas. De lado de esta situación, existe un alto incremento de la ilegalidad y de viviendas en condiciones absolutas de inseguridad física y de salubridad, debido a que usualmente estas viviendas están ubicadas en zonas de alto riesgo geológico (Szalachman, 2000). De la misma manera, según documento de la Secretaría de Hacienda Distrital (2006), más de 15.000 hogares se encuentran en situación de avalanchas y derrumbes. En el mismo documento señala que existen algunas localidades en Bogotá donde el fenómeno es más preocupante, así en localidades como Usme el 35,5% de las viviendas se encuentran cerca de basureros, mientras que localidades como Bosa y Tunjuelito están afectados en su salud pública por la ubicación de zonas industriales y comerciales como los frigoríficos. Estos dos casos particulares solo son la punta del iceberg del problema de la vivienda en una metrópoli como Bogotá D.C., que se agudizan con elementos como tamaño de la vivienda en sectores populares, acceso a servicios públicos domiciliarios, accesibilidad física y los derechos de propiedad. Como se observa, el número de variables que inciden en el tema de la vivienda son innumerables, y bien podrían abordarse cada una de ellas buscando sus causas más próximas y sus posibles soluciones. No obstante, desde el punto de vista económico, resulta interesante abordar el problema de los incentivos y la asignación de subsidios por parte del ente regulador, estableciendo la relación entre la función de costo y el efecto sobre el bienestar social en los habitantes de Bogotá D.C. 5 En tanto los incentivos por parte del Estado, hay oferta de subsidios por parte de Metrovivienda, así como por Cajas de Compensación Familiar, pero según lo afirma Szalachman (Op. cit) “la población a la cual está dirigida no tiene la capacidad de acceder a un crédito necesario para complementar el monto que se requiere para acceder a la vivienda de tipo VIS”. Esta situación acrecienta la problemática social de una ciudad como Bogotá D.C, que cuenta con la mayor concentración poblacional del país 1. Con lo anterior, este trabajo pretende abordar el problema del bienestar de los habitantes de Bogotá ante los cambios en los subsidios de vivienda otorgados por la Alcaldía Mayor, a partir de la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuánto afecta al bienestar económico los cambios en los subsidios para vivienda en Bogotá entre 1999 y 2008? Este documento se encuentra divido en cinco capítulos que contextualizan el objeto de estudio, detallando en primera instancia generalidades de la población estudiada y algunas aproximaciones teóricas, determinando el rol que juega el estado en la formulación de las políticas públicas y su incidencia en el sector económico. De la misma manera, se hace un análisis descriptivo al desarrollo de la política pública de vivienda y algunos de sus determinantes. En términos metodológicos, el documento de investigación representa una contribución en la resolución de problemas asociados a la asignación eficiente de recursos y la estimación de cambios en el bienestar económico. 1 Según los datos del censo de 2005, Bogotá D.C cuenta con 7.875.489 habitantes. 6 CAPÍTULO 1. CUESTIONES PRELIMINARES. 1.1 Descripción de Bogotá D.C. La ciudad de Bogotá está ubicada en una meseta de la Cordillera Oriental de los Andes a 2.630 metros de altura sobre el nivel del mar, siendo una de las ciudades del país que más reúne población procedente de diversas regiones del territorio nacional. Aparte de ser una ciudad estratégica para hacer negocios, también es importante resaltar su gestión en el desarrollo cultural del país y turístico del país. (Alcaldía mayor de Bogotá D.C) GRÁFICO 1. Mapa de Bogotá D.C. División por zonas. Fuente. Departamento Administrativo de Planeación Distrital. DAPD. Bogotá se divide en cuatro grandes zonas, como lo muestra el gráfico 1, descritas así: • Zona central: En esta parte de la ciudad se encuentra el barrio La Candelaria y el Centro Internacional, donde se localizan la mayoría de las dependencias político administrativas del país. 7 • Zona norte: Aquí se desarrolla la actividad financiera y se encuentran los principales museos, iglesias y edificaciones de interés cultural. • Zona sur: En esta zona está concentrado el sector obrero y gran parte de las industrias de la ciudad. • Zona occidental: Están ubicadas las grandes industrias, parques y complejos deportivos. También se encuentra el aeropuerto internacional El Dorado. (Alcaldía mayor de Bogotá D.C Op. cit) Los límites que presenta la ciudad se extienden al norte hasta Chía y Sopo, en el sur con el páramo del Sumapaz, al occidente con el río Bogotá y al oriente se encuentra una cadena de montañas que atraviesan la ciudad hasta el punto más alto en Monserrate y Guadalupe. De igual manera, posee una división por localidades, las cuáles cuentan con una alcaldía menor que se encarga de ejecutar los planes de desarrollo contemplados para cada período de acuerdo a los lineamientos que son trazados por la Alcaldía Mayor de Bogotá, y por juntas administradoras locales que poseen un control sobre los asuntos locales 2. La ciudad se ha convertido en uno de los principales centros de operaciones para el país, genera alrededor del 25% del Producto Interno Bruto (PIB) y su crecimiento cada vez es más importante para la economía nacional (Secretaría de Hacienda Distrital, 2008). Los sectores más importantes que se desarrollan en la ciudad son servicios e industria, concentrándose industrias como la alimenticia, productos químicos, bebidas, textiles y prendas de vestir aportando más del 80% a la producción industrial de la ciudad. Gracias al rápido crecimiento demográfico y el desarrollo económico de la ciudad se han logrado objetivos importantes en cuanto educación, cultura, ciencia, infraestructura y vivienda atrayendo inversión extranjera de todas partes del mundo. De la misma El Decreto ley 1421 de 1993, denominado Estatuto Orgánico de Bogotá, reglamenta todos los aspectos de estas unidades administrativas. 2 8 manera la ciudad es el principal centro exportador con una participación del 24% frente a las exportaciones nacionales (Secretaría de Hacienda Distrital, Op. Cit.). En cuanto educación, Bogotá presenta una de las tasas más altas de escolaridad con referencia a las ciudades más importantes del país. En la educación primaria ofrecida a niños entre los 5 años, presenta una tasa de escolaridad de casi el 100% de los estudiantes y no exhibe cambios importantes a través del tiempo. Sin embargo, a partir de los 17 años las tasas de escolaridad son muy bajas con referencia a la cantidad de la población y esta brecha se hace más grande a medida que la población se hace mayor, ya que la proporción de las personas de 26 años en adelante, solo el 4% continua con estudios complementarios profesionales. (Fedesarrollo, 2002). La población de Bogotá está distribuida por estratos socioeconómicos a través de censos que maneja el Departamento Nacional de Planeación (DNP) considerando las diferencias que presentan los asentamientos de los tipos de vivienda o predios y clasificación de las zonas los cuáles son actualizados cada cinco años. La ciudad está concentrada en su mayoría en los estratos 2 y 3 con más del 70% del total de los habitantes. La capital colombiana cuenta con cerca de ocho millones de habitantes, alberga 2 de cada 10 ciudadanos colombianos, y posee una densidad poblacional de 3.912 habitantes por kilómetro cuadrado. Estos datos básicos reflejan, en primera instancia, que el lugar de residencia de este importante número de ciudadanos se convierte en una institución fundamental para la mirada de los distintos sectores que integran la sociedad. CUADRO 1: Población (según Censo General 2005-DANE): 6.778.691 Cabecera Resto Hombres Mujeres Hogares Viviendas 6.763.325 15.366 3.240.469 3.538.222 1.931.372 1.762.808 Fuente. Departamento Administrativo Nacional de Estadística. DANE 9 1.2 Evolución urbana de Bogotá Para nuestro caso, el desarrollo del sector construcción en Colombia, desde una perspectiva urbana, fue precario hasta la mitad del siglo XX. El liderazgo de la capital colombiana, hablando en términos de crecimiento y territorio, se consolido hasta bien entrado el siglo XX, luego de competir por ser la capital de Colombia junto a Cartagena, Popayán y Tunja. (Ocampo, 1987). El tránsito entre el siglo XIX y el siglo XX, marcó un hito en los asentamientos poblacionales de Colombia, trasladando su población hacia centros urbanos concentrados, como se observa en la figura 2. GRÁFICO 2. Concentración de la población en urbes. Siglo XIX y XX. MAPA 1 MAPA 2 Fuente. Base de datos “Historia Municipal”. Fundación de Estudios Históricos. Hacia mediados del siglo XIX, Bogotá era una ciudad en expansión que contaba con unos 15.000 habitantes, pese a esto, existía una marcada dispersión hacia los Santanderes como se observa en el mapa 1. Para la década de los treinta, en Colombia se presentó un fenómeno denominado cuadrocefalia, que consistía en la 10 disputa por la primacía urbana del país por parte de las cuatro ciudades más representantes para la época (Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla). La ciudad de Bogotá a finales del siglo XX triplicó su población frente a Medellín y Cali, mitigando los efectos del fenómeno. La primacía de Bogotá es uno de los casos más extraños y excepcionales en América Latina, al ser la única ciudad que logró un gran desarrollo estando alejada de las costas. (Ocampo, Op.Cit). La ciudad ha estado demarcada por linderos naturales, la relación que ha tenido con el paisaje y la naturaleza desde sus principios ha sido muy importante. Bogotá se empezó a desarrollar en un terreno que era ligeramente inclinado y su crecimiento fue modesto en los siglos XVII al XIX, acentuándose hacia la zona sur y norte de la ciudad. El siglo XX es marcado por el rápido crecimiento de la población y la gran expansión hacia el occidente del perímetro de la ciudad, aumentando su concentración de manera atomizada en esta zona, continuando de manera intensificada su crecimiento hacia el norte y hacia el sur. (Secretaria de Hacienda Distrital, 2003). Según cifras del Dane, en la ciudad anualmente se forman más de 54.000 hogares al año en las cabeceras urbanas de Bogotá. La migración hacia la ciudad ha estado marcada por los desplazamientos violentos en zonas rurales y la búsqueda de mejores oportunidades laborales en la capital del país que generó una creciente demanda habitacional. Cifras reveladas por la misma fuente, revelan que la población entre 1951 a 2003 se ha multiplicado más de nueve veces como lo revela la gráfica 3. GRÁFICO 3. Población de Bogotá según censos. Fuente: Dane – Censos de la población. 11 Acontecimientos como la venida del Papa Pablo VI y el presidente estadounidense Jhon F.Keneddy desarrollaron el occidente de la ciudad en la segunda mitad del siglo XX, triplicando la población y aumentando el área urbanizada. Este fenómeno puede ser explicado por el cambio que tuvo la ciudad al pasar de un territorio densamente poblado, con un perímetro que era relativamente compacto en el año 1900, a un territorio expandido por barrios residenciales entre 1938 y 1999 que llevaron a la ciudad a multiplicarse unas 19 veces. El cuadro 2 muestra el aumento de la densificación de la ciudad desde el año 1900. CUADRO 2. Área urbana de Bogotá D.C. Datos históricos. Año Area Urbana (ha) 1900 1938 1958 1964 1973 1985 1996 1999 2009 326 2.514 8.084 7.915 13.985 24.046 29.308 30.401 34.112 Fuente. Departamento Administrativo de Planeación Distrital. DAPD. El área urbanizada en Bogotá muestra la distribución territorial de la población capitalina, en donde se observa que localidades como Suba, Bosa y Fontibón concentran las mayores áreas urbanizadas, coincidiendo con las mayores concentraciones de población, como lo muestra el Gráfico 4. 12 GRÁFICO 4. Área urbanizada Bogotá D.C. 2008. Fuente. D.A.P.D. Subdirección de Desarrollo Social, Área de Desarrollo Humano y Progreso Social – Elaborada por autores 13 CAPÍTULO 2. MARCO TEÓRICO. 2.1 Incidencia de los subsidios en el excedente del consumidor. La concepción del Estado moderno, desde el punto de vista económico, se vinculó a la aparición de un Estado liberal. Gran parte de las discusiones que se gestaron a partir de la conceptualización y funcionamiento de un Estado no intervencionista presentaron un panorama reducido para la participación del Estado en la economía, mostrando su función como garante y protectora de las reglas de juego del libre mercado. Tal como lo señala Polanyi (1997) la autorregulación del mercado se convierte en el centro de gravitación de las decisiones económicas a partir del siglo XIX. No obstante, las necesidades económicas y las presiones políticas y sociales provocaron cambios en las funciones que venían caracterizando al Estado. Este cada vez asumirá una actitud más activa y de mayor intervención, buscando corregir los problemas surgidos del capitalismo que repercutieron de manera negativa sobre la población. Luego de la primera y segunda guerra mundial, el paradigma del Estadonación inicia su proceso más alto de aceptabilidad global, adquiriendo una forma política particular, conocido como Estado de Bienestar (Musgrave, 1992). Bajo este contexto de cambios políticos, económicos y sociales, en 1936 aparece la obra de Keynes, Teoría General del interés, la ocupación y el dinero, obra en la que el autor presenta la justificación teórica para la intervención del gobierno y que introduciría nuevas reflexiones y debates sobre la forma de entender la economía y el papel del Estado 3. En los setenta el Estado de Bienestar entra en crisis, afectándose su rol como promotor y garante del bienestar social y económico. La crisis se sustenta en la pérdida de capacidad de los Estados para planificar el desarrollo por la poca probabilidad de prever las condiciones del contexto económico. Desde aquel momento se instrumentan las políticas de desregulación y desreglamentación que fueron inspiradas por los 3 Existe una amplia discusión entre la economía y la ciencia política en lo que refiere al concepto de Estado de Bienestar. En este documento propongo dejar este debate a un lado, y dedicarme al problema exclusivo de la intervención del Estado en la economía. 14 círculos neoliberales, así como las políticas de privatización y de reducción del gasto público. El Estado se dedicó entonces a producir no sólo una gran cantidad de leyes que permitieron la abolición de reglamentos restrictivos y proteccionistas; sino también de un crecimiento de las funciones administrativas del Estado, el cual estaba dotado de una burocracia central capaz de desarrollar las tareas fijadas por los portavoces del liberalismo, en especial para Colombia después de la Constitución de 1991. Sin embargo, contrario a lo supuesto bajo un liberalismo económico, la introducción de mercados libres no condujo a la supresión de normativas, regulaciones e intervenciones del Estado; por el contrario, potenció su alcance, dado que los administradores del Estado tuvieron que estar en guardia para asegurar el libre funcionamiento del sistema. De esta manera, se posiciona la idea de que la economía del librecambio constituye un producto de la acción estratégica del Estado, y la política pública constituye su eje central. Como lo indica Stiglitz (1998), los proyectos de vivienda han sido descritos con cierta justificación, como depósitos de pobres. Las viviendas públicas pueden contribuir a eternizar el ciclo de la pobreza. Cuando los programas de vivienda pública no son equitativos suministran unas prestaciones muy generosas a aquellos que tienen suerte de recibirlas, pero gran parte de la población que se encuentra en las mismas condiciones familiares y de renta no perciben nada. Peor aún, conceder un subsidio que está ligado a una vivienda en particular impide la movilidad de fuerza de trabajo. Finalmente aunque los costes de vivienda pública son altos su calidad es mucho más baja que la de una casa de coste similar en el sector privado. Todos estos inconvenientes han llevado a los gobiernos a reducir sus actuaciones como proveedores directos de viviendas de bajo coste y buscar con más insistencia soluciones en el mercado. (Stiglitz; Op. Cit). Por otro lado al pasar por alto los costes y beneficios sociales pueden dar lugar a decisiones ineficientes, sobre esta base se han justificado subsidios gubernamentales para vivienda y otras formas de desarrollo, ya sea directamente en programas, gastos 15 específicos, o indirectamente a través de privilegios y reducciones tributarias. (Case & Fair, 1997). Ahora bien los consumidores adquieren vivienda porque la compra mejora su bienestar, el excedente del consumidor mide el grado de mejora del bienestar que obtienen los individuos en su conjunto por poder comprar un bien en el mercado. La forma como valoran el consumo del bien varía en cada consumidor, así mismo la cantidad máxima que está dispuesto a pagar el comprador también es diferente. El excedente del consumidor es la diferencia entre la cantidad máxima que está dispuesto a pagar un consumidor por un bien y la que paga realmente. La importancia de la aplicación del excedente del consumidor en la economía se refleja cuando se muestran los excedentes en muchas personas, se calcula el beneficio agregado que obtienen los consumidores comprando bienes en el mercado, la combinación de el excedente del consumidor con los beneficios agregados que obtienen los productores, se evalúa los costes y beneficios de distintas estructuras del mercado y las medidas económicas que alteran la conducta de los consumidores y de las empresas de los mercados. (Pindyck & Rubinfield, 2001). GRÁFICO 5 Efecto de los subsidios en el excedente del consumidor. Fuente. Pindick & Rubinfield - microeconomía – Elaborada por autores. 16 En el gráfico 5 se observa como un determinado consumidor demandará la cantidad Q0 para el precio de mercado P0. No obstante, este consumidor está dispuesto a pagar un precio más elevado por las primeras unidades del bien o servicio. Dicho de otra manera, para cualquier cantidad inferior a Q0 se muestra dispuesto a pagar un precio superior a P0. Un subsidio, tal como lo señala Varian (2007), es el pago que reduce el precio del comprador PC, por debajo del precio del vendedor Pv, esta subvención puede concebirse como un impuesto negativo. El efecto de una subvención aumenta la cantidad producida y consumida (Q1) al disminuir el precio, otorgando un excedente mayor al consumidor, su beneficio se reparte entre los compradores y vendedores, dependiendo de las elasticidades relativas de la oferta y la demanda. Los gobiernos también utilizan a veces el racionamiento, que consiste en establecer la cantidad máxima que puede ser subsidiada al individuo. 2.2 El bienestar económico y el excedente del consumidor. La Economía del Bienestar trata de evaluar lo que sería una determinación óptima de la economía en términos de precios y cantidades de productos e insumos, (JUST, HUETH AND SCHMITZ; 1982). Uno de los principales conceptos planteados por la economía del bienestar es el excedente del consumidor, el cuál trata de medir la ganancia o pérdida de bienestar experimentadas efectivamente por un individuo cuya situación se ve modificada por algún evento económico, como es el caso de un cambio en el precio o un cambio en la cantidad. Con la agregación de los excedentes se plantea un problema de política económica, porque las medidas implantadas mejoran la posición de algunas personas y empeoran la posición de otras. Toda medida de política económica implicará beneficios para algunos y costos para otros. De esta manera, la aprobación de políticas que mejoren la posición de todos sin empeorar la posición de nadie sería una regla excelente pero imposible de ejecutar (OP, CIT. JUST, HUETH AND SCHMITZ; 1982). 17 Una modificación de la anterior propuesta, que considera siempre la existencia de perdedores, es la compensación, que propone la comparación de los excedentes para los ganadores y para los perdedores (MENGER, 2003). A partir de esta comparación surgen tres situaciones: i) La suma de los excedentes del consumidor de los ganadores supera la suma de excedentes del consumidor de los perdedores. Si esto ocurre, los ganadores podrían transferir dinero a los perdedores de tal modo que los perdedores no queden en peor situación que antes. En la literatura sobre economía del bienestar esto es llamado una mejora en el sentido de Pareto. ii) La suma del excedente del consumidor de los ganadores sea menor que la suma del excedente del consumidor de los perdedores. Este caso es contraria a la anterior, de darse esta situación se presentaría entonces, un desmejoramiento en el sentido de Pareto. iii) La suma del excedente del consumidor de los ganadores sea exactamente igual a la suma del EC de los perdedores. Esta situación implica que una política no ofrece mejoramiento ni empeoramiento de la situación inicial. Para efectos de nuestro interés, la economía de bienestar asienta que los valores económicos se expresen en términos de disposición a pagar de los individuos (DAP), y la disposición a aceptar compensaciones (DAC). (Just, Hueth and Schmitz; 1982). 2.3 Conceptualización de la política pública. La conceptualización de la política pública resulta clave para el proceso de formulación, implementación y evaluación dentro del Estado, para la definición de estrategias gubernamentales en la resolución de problemáticas sociales, económicas, políticas y culturales; y para la comunicación entre los actores estatales y sociales. Conviene delimitar su campo de acción en el entendido que la propuesta aquí descrita parte de una aproximación interdisciplinar de las ciencias sociales. El espacio de la política pública en los países de habla hispana posee problemas en su acepción debido a la confusión general que existe sobre el término “política”. El inglés hace énfasis en la separación de “política” en tres términos diferenciados: polity, politics y policy. Como lo sostiene Roth (2009) polity se refiere a la esfera política en general, 18 politics hace alusión a las actividades realizadas para lograr el control del poder político (campañas, debates, juego electoral); y policy corresponde a las actividades resultantes de la politics. Esta última, policy, es la que referimos como política pública, es decir, el proceso de elaboración y puesta en marcha por autoridades políticas de programas de acción pública. La definición de política pública que más se adapta a nuestro problema, es definida como “un conjunto conformado por uno o varios objetivos colectivos considerados necesarios o deseables y por medios y acciones que son tratados, por lo menos parcialmente, por una institución u organización gubernamental con la finalidad de orientar el comportamiento de actores individuales o colectivos para modificar una situación percibida como insatisfactoria o problemática.” (Roth, 2002). El interés en la comprensión se encuentra en que permite encadenar la producción normativa de las instituciones públicas (leyes, decretos, acuerdos, fallos, actos administrativos, etc.) con las actividades políticas y administrativas realizadas por las autoridades públicas. Se trata entonces de entender el Estado en acción, y más específicamente, en la generación de bienestar a través del la política pública en vivienda. Luego de revisar el marco conceptual del documento, es de gran importancia la metodología para la estructuración de una propuesta de política pública en vivienda. 19 CAPÍTULO 3. EL DÉFICIT HABITACIONAL Y LA POLÍTICA DE VIVIENDA EN COLOMBIA. UNA APROXIMACIÓN A LOS ANTECEDENTES 3.1 Contextualización de la vivienda en Colombia. En la actualidad, la vivienda a la que acceden millones de colombianos posee problemas cualitativos en cuanto al entorno, la aglomeración y el encerramiento de los espacios, que son compensados con atributos no espaciales como piscinas y sistemas de televisión. Estos falsos valores comerciales terminan reemplazando la calidad del espacio, el paisaje y el ambiente que antes enriquecían el espacio residencial. (Arango; Op. cit.). Es también claro que las únicas opciones de vivienda son la adquisición de vivienda propia, y en ese sentido no existe una política pública que ataque el problema que viven muchos ciudadanos que solo les interesa tener un lugar en donde vivir disminuyendo el déficit cuantitativo que también poseemos en nuestra ciudad. Ante este déficit de soluciones habitacionales se ha creado alrededor de este mercado un ambiente especulativo entre los oferentes de vivienda. La vivienda de interés social ha perdido la identidad y objeto social que cumplía por la administración de un Estado Benefactor, sustituyendo al usuario por el cliente excluyendo la población de bajos ingresos. La nueva posición que adquiere el Estado como facilitador, limita sus funciones a administrar unos cuantos subsidios que no siempre están focalizados hacia la población más necesitada, generando desigualdad y condiciones de extrema pobreza. Ahora bien, el concepto que siempre se ha tenido de una política pública se ha reducido a la financiación en la adquisición de vivienda propia, los errores cometidos por el sistema financiero han llevado a que miles de Colombianos hayan perdido sus viviendas y la confianza en la adquisición de un sitio propio. Ante el crecimiento exponencial de la población, la política pública de vivienda se enfoca hacia la provisión de las normas mínimas de urbanización, diseño y construcción con el fin de satisfacer la creciente demanda. De esta manera, en la 20 década de los ochenta se adquiere una visión del desarrollo urbano como necesidad básica, cumpliendo igualmente las funciones de motor de desarrollo. En este periodo de la historia, el Estado sigue siendo visto como un Estado paternalista que debe proveer de vivienda a cada una de las familias, de esta manera se adoptan medidas aún más precarias para reducir el déficit habitacional, construyendo soluciones masivas al alcance del público que pauperizan la calidad de vida de los ciudadanos al no cumplir con los mínimos establecidos que promulga el derecho de tener una vivienda digna. Así, se termina también aceptando la informalidad en la vivienda y el modelo de tecnología prefabricada. Uno de los cambios más importantes realizados en la década de los noventa, fue la implementación de subsidios a la demanda en la adquisición de vivienda, reformando la labor que venía cumpliendo el Gobierno Nacional a través del Instituto de Crédito Nacional desde el año 1939 como intermediario financiero y constructor de vivienda para dar paso a una entidad que administrara el sistema de subsidios y prestara asistencia técnica, consolidando el INURBE. La Constitución Política de Colombia en el artículo 51 reclama: “Todos los colombianos tienen derecho a vivienda digna. El Estado fijará las condiciones necesarias para hacer efectivo este derecho y promoverá planes de vivienda de interés social, sistemas adecuados de financiación a largo plazo y formas asociativas de ejecución de estos programas de vivienda”. (Asamblea Nacional Constituyente, 1991). 3.2 Primeros avances hacia una política pública de vivienda en Colombia. El referente que habitualmente se relaciona con la política pública de vivienda, se reduce exclusivamente a la financiación en la adquisición de vivienda propia. Ante el déficit cuantitativo, no se generaron políticas enfocadas hacia otras alternativas de vivienda, que sumado a la desconfianza de los colombianos en el sector financiero ahondaron los problemas de habitabilidad que enfrentaba el país. 21 Con esta lógica, el sector financiero adquirió gran relevancia en el sistema de otorgamiento de créditos y áreas construidas. Fue quizás el Banco Central Hipotecario (BCH) el que marco el liderazgo en el sector de la construcción de vivienda. Y si bien el BCH es catalogado como una de las entidades que más daños generó en las finanzas públicas de nuestro país, su función no siempre estuvo orientada a la satisfacción de intereses particulares; contrario a esto, la entidad bancaria mejoró la calidad de las viviendas, y se enfocó en la construcción de la ciudad como símbolo de progreso, abasteciendo la creciente población de espacios dignos para su desarrollo. De la misma manera, el gobierno que siguió las recomendaciones planteadas por Currie de fortalecer el sector de la construcción para dinamizar la estructura productiva del país, y que desarrollo una política de vivienda como motor de desarrollo fue el de Misael Pastrana Borrero (1970-1974). Consolidando un nuevo sistema de ahorro y crédito hipotecario con la introducción de la Unidad de Poder Adquisitivo (UPAC), operando como un mecanismo de cuenta que se ajustaba diariamente con la corrección monetaria. De la mano del planteamiento de estas políticas, en el año 1972 se crean las corporaciones de ahorro y vivienda (CAV) para financiar la adquisición y la construcción de vivienda. (Cárdenas, 2003) El desarrollo histórico del sistema UPAC mostró que como unidad comparativa crecía a la par de la inflación y se capitalizaba a medida que crecía esta, con lo que las CAV cobraban un interés bajo durante los primero años del préstamo y no se violaba la legislación del cobro de intereses sobre intereses (prohibición del anatocismo,) manteniendo las cuotas estables con relación al ingreso que tenían las familias, lo que también generó un aumento en la capacidad de endeudamiento de los hogares. La ley 45 de 1990 reformó el sistema financiero, acabando el monopolio que tenían las CAV, otorgando a los bancos privados el poder de ofrecer créditos en el largo plazo, a su vez se liberaron las tasas de interés que venían cobrando las cajas de compensación, se flexibilizaron los instrumentos y se autorizó conceder los préstamos en pesos, eliminando la remuneración del encaje de los depósitos en UPAC. (Cárdenas; OP. CIT). 22 3.3 La crisis financiera de finales de los noventa. Las fluctuaciones que caracterizan el ciclo económico llevó al país a finales de los noventa a una de las recesiones más grandes vividas en Colombia en el año 1999. La entrada de capitales extranjeros financió el alto nivel de endeudamiento del sector privado que a su vez estuvo acompañado de unas tasas de interés relativamente bajas y un incremento en el precio de activos como la vivienda. (López, 2004) La autonomía que poseía el Banco de la República con la constitución del 91 llevó a la entidad a tomar medidas con respecto a la corrección monetaria que transfirieron los riesgos a los deudores hipotecarios debido a la indexación que empezó a tener la corrección monetaria, en principio con la DTF, para luego nuevamente atarse a la inflación, movimiento que causó grandes desequilibrios financieros, depreciando el valor de las viviendas y generando incapacidad en el pago de cuotas de los deudores hipotecarios. Se dice que los factores determinantes de la crisis fueron la caída de los precios de la finca raíz, el aumento del desempleo y el incremento de la UPAC a tasas superiores a la inflación. (Cárdenas, 2003) El deterioro de la cartera hipotecaria llevo a declarar la emergencia económica en 1998 disponiendo recursos a través del Fondo de Garantías de Instituciones Financieras (FOGAFIN), otorgando créditos que dieran un respiro a los deudores hipotecarios, subsidiando la tasa de interés. La crisis financiera impacto de manera negativa la industria de la construcción y el crecimiento económico debido al auge que tuvieron los créditos, creando burbujas especulativas que afectaron el precio de las viviendas. La entrada masiva de capitales generó un aumento en los precios de la vivienda gracias a la disponibilidad de financiamiento que aumento la demanda de los inmuebles, estimulando la inversión en el sector, permitiendo condiciones favorables para los hogares por aquellos días. En 1999 el ciclo económico tomo un rumbo diferente a consecuencia de la abrupta interrupción en la entrada de capitales y el aumento en la tasa de interés doméstica, llevando al país a la crisis. 23 La agudización de esta crisis obedeció a las decisiones adoptadas por la Corte, al frenar el libre curso de la economía e intervenir en un campo ajeno, declarando inconstitucional el UPAC. La intervención de autoridades judiciales cambio las reglas de juego de un sistema que venía funcionando por 30 años y generó incumplimiento en las obligaciones financieras de los deudores y estancamientos del crédito afectando la confianza en la institucionalidad del país. 3.4 Sistema de subsidios de vivienda en Colombia. El Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial tiene la capacidad para formular y adoptar las políticas, planes, programas, proyectos y normas reguladoras, en materia de uso del suelo, ordenamiento territorial, desarrollo urbano y administración habitacional integral, según lo estipulado por el (Decreto 216 de 2003), así mismo el Fondo Nacional de Vivienda (Fonvivienda), antiguamente conocido como INURBE (en proceso de liquidación), está facultado para desarrollar la política nacional en materia de vivienda de interés social urbana, así como coordinar acciones con las entidades del Sistema Nacional de Vivienda de Interés Social involucradas en el desarrollo de estas políticas, en especial lo referente a la asignación de los recursos públicos destinados a los programas del subsidio familiar de vivienda a la demanda, según el (Decreto 555 de 2003) para esto se cuenta con los recursos designados del presupuesto nacional. (Contraloria, 2005) Para el desarrollo de estas funciones y responsabilidades, Fonvivienda vincula mediante un mecanismo de transferencia o “tercerización” a las cajas de compensación familiar las cuales otorgan los subsidios con fondos provenientes de los aportes de los trabajadores del sector privado, las cajas están obligadas a establecer fondos para vivienda de interés social y ofrecer subsidios sin importar cual sea la demanda de sus afiliados, según lo establecido por la ley 49 de 1990. (Chiappe, 1999). 24 El subsidio familiar de vivienda tiene como fin facilitar la adquisición, construcción o mejoramiento de una solución de vivienda de interés social, y es un aporte estatal que se otorga solo una vez por cada beneficiario. Para que una familia se pueda beneficiar de este subsidio sus ingresos no pueden ser mayores a cuatro salarios mínimos y no debe pertenecer a otros programas de vivienda. Para que esta solución de vivienda sea viable la familia postulante debe realizarse con aportes adicionales al subsidio, y estos pueden ser presentados ya sea a través de ahorro previo, crédito aprobado o en trabajo colectivo. Otra manera de obtener recursos es mediante contribuciones de entidades departamentales o municipales, donaciones de organizaciones no gubernamentales y de entidades nacionales o internacionales. (Contraloria Op;Cit.) Ahora bien, respecto a las alternativas que ofrece el sistema de Vivienda de Interés Social se pueden clasificar en tres tipos de programas: a) vivienda b) mejoramiento de vivienda y entorno y c) legalización de títulos. Las soluciones de vivienda para las cuales se brindan subsidios son adquisición de terrenos, vivienda nueva y vivienda usada. Los terrenos pueden ser simplemente lotes urbanizables, o lotes con servicios. En vivienda nueva existen dos alternativas, la unidad básica, consistente en un espacio de uso múltiple con cocina, baño y lavadero y la vivienda mínima que tiene habitaciones separadas y otros desarrollos adicionales. En la modalidad de vivienda por desarrollo progresivo Fonvivienda subsidia primero la construcción de la unidad básica y posteriormente otorga subsidio en cuotas sucesivas hasta completar la unidad mínima. El mejoramiento de vivienda y entorno consiste en subsanar problemas de estabilidad estructural, servicios públicos y saneamiento básico y se desarrolla dentro de programas integrales de mejoramiento de la infraestructura comunitaria. El subsidio de vivienda es posible obtenerlo mediante solicitudes individuales o colectivas, sin embargo para los programas de mejoramiento sólo se reciben solicitudes colectivas. En la modalidad de solicitud colectiva el subsidio se solicita por parte de un grupo de las familias para desarrollar un proyecto de vivienda en el que participan los solicitantes. En las solicitudes asociativas las organizaciones populares 25 de vivienda solicitan el subsidio para sus afiliados. Las familias que obtienen ingresos menores a dos salarios mínimos sólo pueden obtener los subsidios de Fonvivienda mediante una solicitud colectiva. (Chiappe; Op. Cit). Fonvivienda y las cajas de compensación, entregan sin ningún costo los formularios en los cuales los hogares realizan las solicitudes para el proceso de selección de beneficiarios. Este proceso de selección consiste en dar un puntaje a cada solicitud, teniendo en cuenta que se les da prioridad a mujeres cabeza de hogar, familias que vivan en zonas de alto riesgo y personas que hayan sido víctimas de desastres. Este puntaje varía según la cantidad de personas dependientes en cada hogar, aporte hecho a la cuota inicial de existencia de compromiso de compraventa y la vinculación a organizaciones populares de vivienda. Según lo establecen las reglas, las peticiones se deben atender de acuerdo con el puntaje y los debidos procedimientos, los subsidios se deben otorgar de acuerdo con los recursos con que se cuente. En el caso de las cajas de compensación, éstas le dan prioridad, a sus propios afiliados, luego a los afiliados de otras cajas que no tengan fondos para vivienda y por último a los que o estén afiliados a alguna caja. En este mercado de subsidios para VIS la cantidad de solicitudes siempre es mucho mayor a las que se pueden otorgar, por eso Fonvivienda y algunas cajas de subsidio, establecen límites de cupos, de esta forma basándose en el presupuesto con que cuentan, controlan la cantidad de solicitudes a recepcionar. (Chiappe; Op. Cit). Cuando el subsidio familiar de vivienda es presentado por el presupuesto nacional, se divide en: la “bolsa ordinaria”, a la cual se le asigna el 60% de los recursos, y las familias se deben postular individualmente, y la “bolsa de esfuerzo territorial”, a la cual se le otorga el 40% del total disponible para los auxilios. “los municipios y distritos deberán aportar recursos complementarios al subsidio nacional, es decir subsidios municipales o distritales y aplicarán los instrumentos de gestión urbanística que garanticen la provisión de infraestructura de servicios y de equipamiento urbano establecidos en Ley 9 de 1989 y en Ley 388 de 1997” según el (decreto 2488 de 26 2002). El tipo 1 de vivienda con ingresos hasta de dos salarios mínimos debe estar incluida en las soluciones de los planes de vivienda propuestos por las entidades territoriales. (Contraloria Op;Cit.) Aunque la ley 388 de 1997 exigió a los municipios a que elaboren planes de ordenamiento territorial, realmente lo que ocurre es que la ciudad se expande en algunos lugares de manera ilegal, apropiándose de zonas que presentan alto riesgo debido a sus condiciones geográficas, y no presentan los lineamientos mínimos para hacer de la vivienda un lugar digno. Se calcula que entre un 30 y un 50% del crecimiento de la vivienda en las ciudades, no están acordes con la ley y generan altos costos la adecuación y legalización para el Estado (Chiappe; Op. Cit). Las construcciones a las que puede aplicarse el subsidio familiar de vivienda deben formar parte de proyectos previamente declarados elegibles por Fonvivienda y en el caso de las cajas, aceptados posteriormente por ellas. La elegibilidad se determina en función de las condiciones técnicas, económicas, financieras y ambientales sin que su declaratoria implique ningún compromiso de asignación de subsidios. Fonvivienda entrega el 50% del subsidio como anticipo, el 40% contra avance de obra y el 10% con la escrituración, el desembolso no solo depende de la complejidad de los proyectos sino también la facilidad para obtener lo créditos y la eficiencia con que se desarrolle, en el caso que se utilicen recursos municipales y departamentales debe haber una plena coordinación con las autoridades territoriales para manejar los fondos. Por el lado de la oferta de planes de vivienda social, solo puede poner en marcha los programas de VIS las entidades territoriales, las entidades descentralizadas del orden territorial, las organizaciones populares de vivienda y otras entidades con personería jurídica, cuyo objetivo social sea el desarrollo y la promoción de vivienda de interés social, bien sean los constructores privados, las cajas de compensación familiar, los organismos no gubernamentales y las organizaciones del sector cooperativo. (Contraloria; Op.Cit.) 27 CAPITULO 4. Hechos Estilizados. 4.1 Comportamiento de los subsidios en Colombia entre 1991 y 2007. Una de las reformas fundamentales que cambia la constitución política de Colombia en materia de construcción es la ley 3ra de 1991, orientando el modelo de vivienda social hacia el mercado, redistribuyendo de manera significativa los roles del sector público y privado. Dicha ley, reforma el rol del Estado limitando sus funciones a la regulación en ámbitos de la política sectorial y la promoción del nuevo sistema de subsidios a la demanda. (Contraloría, Op.Cit). En el sistema de subsidios se contemplan dos actores principales, por un lado se encuentran las cajas de compensación, las cuáles otorgan subsidios a sus afiliados y a las personas vinculadas formalmente al mercado laboral, y por otro lado se encuentra una entidad pública como el INURBE (actualmente FONVIVIENDA) encargada de administrar y otorgar los subsidios al resto de la población, que son trabajadores independientes o trabajadores que no están afiliados en el sistema laboral formal. Las cifras mostradas en cuadro 3, revelan el cambio importante que tuvo la política de subsidios con el cambio de administración. La administración pública de los recursos ha sido más eficiente en la entrega de subsidios que la administración privada a cargo de las cajas de compensación pese a todos los problemas de focalización de subsidios que tuvo el INURBE a finales de su gestión. Sin embargo, el monto de los subsidios otorgados por las CCF es mayor que los entregados por el Gobierno Nacional, lo cual sugiere que sus objetivos podrían estar enfocados a la disminución del déficit cualitativo y no del cuantitativo. 28 CUADRO 3. Subsidios otorgados en Colombia en los años 1991-2007. Años 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003** 2004 2005 2006 2007 Total Gobierno Nacional (INURBE) Monto (millones) CCF* Monto (millones) 17402 12302 9128 25862 40313 35837 1028 31929 57490 56416 22066 39419 65760 96128 14381 48666 71380 111259 33227 60082 49390 89295 31922 87154 57479 120101 39694 87145 19966 46915 29165 141750 21369 120830 20373 98855 22226 126737 20069 119750 32139 208760 39581 255798 15018 109267 32187 233761 20441 141570 24840 163127 36763 256076 32696 181541 46871 206799 39427 266127 38538 298689 48769 341774 67340 327102 35248 259750 679885 2364083 473801 2442490 *CCF: Cajas de compensación Familiar. El monto de los subsidios entre 1991 y 1994 fueron estimados por un método estadístico. **En 2003 los subsidios pasan a ser administrados por Fonvivienda. Fuente: Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT) – Cálculos Propios. El gráfico 6 muestra el comportamiento de los subsidios de vivienda desde el año en que se reforma la constitución en materia de vivienda, mostrando fluctuaciones en la misma dirección que marcan la superioridad en la asignación de los subsidios públicos hasta el año 1998. La nueva administración ejercida por FONVIVIENDA muestra una notable recuperación a partir del año 2003, manteniendo un incremento en los subsidios en los siguientes años. 29 GRAFICO 6. Comportamiento de la asignación de subsidios públicos y privados en los Años 1991 – 2007. Fuente: MAVDT - Elaborada por autores. La participación total de las Cajas de Compensación Familiar en la asignación de subsidios es en promedio de 41,84%, frente al 58.16% que presenta el Gobierno Nacional. Por otro lado, el promedio de participación que tuvo el INURBE en el periodo comprendido entre 1991 a 2002 es del 60,55%, frente al 52,43% de la gestión de FONVIVIENDA realizada en los años 2003 a 2007. El cambio de tendencia puede ser evidenciado en la siguiente gráfica, (Gráfica 7) mostrando una tendencia creciente en los últimos 5 años, gracias al cambio estructural que reforma la administración y el otorgamiento de subsidios dándole un nuevo enfoque a la política de vivienda. GRAFICO 7. Participación de los subsidios públicos y privados en el total asignado. Fuente: MAVDT - Elaborada por autores. 30 4.2 Comportamiento del crédito hipotecario en Colombia (1999-2008) Parte del periodo estudiado coincide con una serie de cambios estructurales en el financiamiento del crédito hipotecario, pues no solo se enfrenta a una gran recesión económica y a una crisis financiera, sino también a cambios en el mercado del sector financiero, y como consecuencia cambios en la política de vivienda como ya se ha denotado. Los desequilibrios macroeconómicos se hicieron más evidentes a finales de 1998, como consecuencia de una política monetaria encaminada a detener la devaluación a través de tasas de interés, afectando los poseedores de créditos hipotecarios, proporcionándole un fuerte golpe al sector constructor. Como se observa en el cuadro 4 la crisis de vivienda origino una notable carencia de oferta crediticia, factor que viene afectando a lo largo del tiempo, siendo un determinante fundamental para la asignación de una vivienda digna en Colombia. CUADRO 4. Créditos individuales desembolsados para la compra de vivienda (1999 – 2008) Créditos vivienda VIS AÑOS Créditos vivienda No VIS Valor Participación valor Participación (miles de millones) Total (%) (miles de millones) Total (%) Total 1999 584,3 26,8 1.598,0 73,2 2.182,3 2000 381,4 40,1 570,1 59,9 951,4 2001 432,7 40,9 625,8 59,1 1.058,4 2002 400,3 39,4 616,8 60,6 1.017,1 2003 497,5 39,5 760,8 60,5 1.258,3 2004 426,3 31,0 947,6 69,0 1.373,9 2005 459,1 27,4 1.218,4 72,6 1.677,5 2006 190,9 23,7 614,6 76,3 805,6 2007 280,1 26,1 793,7 73,9 1,073,8 2008 356,3 29,6 848,2 70,4 Fuente. Departamento Administrativo Nacional de Estadística. DANE. - Cálculos propios 1,204,5 31 En 1999 comienza un período de descenso afectando principalmente al crédito de VIS, del total de los desembolsos el 26.8% se destinaba para las personas que accedían al programa de subsidio para compra de viviendas usadas y nuevas, el 73.2% son desembolsos para vivienda (no VIS), aún cuando las cuotas de amortización desbordaba la capacidad de pago de los hogares, este ciclo descendente continua hasta el 2003 con un promedio de participación de 37.3% para los programas de vivienda de interés social. El año 2004 inicia con nuevo periodo de descenso, como se observa en el cuadro 4, la participación es del 31%, y se demostró que la oferta crediticia al terminar el 2007 es cada vez menor. La participación de la VIS dentro de la financiación total llegó al 26.1%, lo que ratifica la tendencia negativa. El promedio de desembolsos en el primer ciclo de descenso 1999 a 2003 muestra un total de $ 1,29 billones, pero en el segundo periodo el desembolso se hace menor en la entrega de créditos del 2004 al 2008 el promedio de $1,28 billones, se puede decir que la demanda por créditos es muy baja, y que obedece a una escasa oferta crediticia, que podría ampliarse y estar dirigida a otros sectores de la sociedad, con ello se generarían oportunidades que contribuyan a la igualdad en la obtención de soluciones habitacionales. Cabe destacar la baja participación en desembolsos para créditos de VIS, en el periodo de 1999 a 2008 como lo muestra el grafico 8 el promedio de participación es de 32.4%, se observa que el acceso al crédito hipotecario es complicado y un factor de restricción para las personas que solicitan subsidio. Cuando los aspirantes al susidio no logran obtener el crédito, se interrumpe el proceso de asignación, renunciando de forma involuntaria a la opción de la vivienda. Es necesario resaltar, que los programas de subsidio de vivienda deben ser dirigidos a las personas más vulnerables, pero el sistema financiero solo otorga créditos a quienes pueden demostrar un ingreso mediante su estabilidad laboral, excluyendo a muchas personas no solo del crédito sino también del subsidio. 32 GRAFICO 8. Participación de créditos hipotecarios para vivienda VIS y no VIS. Fuente: DANE - Elaborada por autores. En contraste con los desembolsos de créditos hipotecarios a VIS, la grafica 9 denota un alto porcentaje de participación para la financiación de vivienda no VIS, el promedio desde 1999 a 2008 es de 67.55%. La diferencia de participación de crédito hipotecario se puede explicar gracias a las preferencias que tienen las entidades financieras por clientes de mayores ingresos, que aspiran a comprar viviendas de mayor valor, debido a que los costos de transacción por peso prestado son inferiores a los desembolsados por créditos para vivienda de interés social, el comportamiento del sector financiero ocasiona restricciones a las familias más vulnerables para adquirir la vivienda. GRAFICO 9. Participación % de créditos hipotecarios para vivienda VIS y no VIS (1999-2008). Fuente: DANE - Elaborada por autores. 33 Como consecuencia de la notable desaceleración de demanda de crédito hipotecario y la escasa oferta de créditos a sectores vulnerables, los colombianos están financiando la vivienda con menos crédito o empleando fracciones particulares de recursos que no provienen de la financiación hipotecaria de largo plazo. El cuadro 5 muestra dicho suceso: CUADRO 5. Vivienda fuentes de pago de contado Fuentes de pago para adquisición de vivienda Fuente Ahorros Estrato bajo % Estrato medio % Estrato alto % 5% 10,70% 9,20% Cesantías 36% 30,80% 16,30% Deudas de corto plazo 20% 31% 11,60% Remesas 17% 2% 1,60% 0% 2,30% 10% 10% 0% 0% Venta casa anterior 6% 11,70% 30,20% Venta otros activos 6% 11,50% 21,20% Repartición de capitales Subsidio estatal Fuente: Fedelonjas, sondeo en seis ciudades capitales. Junio de 2004. Como el sector informal no recibe crédito de vivienda, El sistema financiero sólo da cobertura a quienes puedan demostrar un ingreso garantizado por la estabilidad laboral. Del crédito hipotecario quedan excluidos particularmente los desempleados, los vendedores ambulantes, y en general a las personas que no se encuentran vinculadas a la economía formal. Cualquier sistema de crédito hipotecario, excluye a los más pobres de la sociedad, debido al alto riesgo que puede generar un desembolso a esta parte de la población. 34 4.3 Modelo de vivienda en Bogotá. La oferta de vivienda en Bogotá de (VIS) y (no VIS) ha tenido un gran crecimiento a través de los años, consolidando el punto más alto para la vivienda de interés social en el cuarto trimestre de 2002 (grafica 7), que responde al direccionamiento que le dieron los constructores colectivos e independientes, dotando a la ciudad de un gran número de viviendas sin hacer un uso responsable en la asignación de estas, ni de las normas mínimas de habitabilidad. A partir de los cambios en la administración, se observa el efecto de la política pública de vivienda, incentivando el otorgamiento de subsidios a la demanda y la planeación en la ejecución de proyectos, generando que el comportamiento en la oferta de VIS y No VIS fueran en la misma dirección. La grafica número 10 también nos muestra la gran participación que tuvo la VIS antes del año 2003, de ahí en adelante, su comportamiento cíclico lleva a que este tipo de vivienda se vea rezagado por la No VIS, y en los últimos años esta se consolida por encima de manera más notoria gracias al auge que viene presentando la construcción en la ciudad. GRAFICO 10. Obras culminadas de VIS y No VIS en Unidades Fuente. DANE. Camacol – Elaborada por autores. Aunque el nivel de subsidios otorgados es uno de los más altos en el periodo estudiado, este se ha mantenido en un rango muy bajo y solo presenta un cambio de tendencia en los últimos años en respuesta a las necesidades de expansión de la ciudad y el plan de desarrollo de la misma. Cabe resaltar, que esta política se 35 encuentra mejor estructurada, y sufrió cambios importantes a partir de la liquidación del INURBE que han generado mayor focalización de esta ayuda a los menos favorecidos. GRAFICO 11. Subsidios Otorgados a la población de Bogotá Fuente. MAVDT. Fonvivienda – Elaborada por autores. 36 CAPÍTULO 5. MODELO ECONOMETRICO. 5.1 Estructura del modelo de bienestar. Ya sea que el gobierno se encargue de entregar los subsidios de vivienda a través de Fonvivienda, o sea la correspondiente Caja de compensación familiar, el bienestar debe resolverse con criterios que permitan obtener un bienestar social sin afectar su sostenibilidad económica. Si el sistema está en condiciones de lograr una asignación óptima, la presencia de instituciones asignadoras de subsidios (Fonvivienda, Cajas de Compensación), implica que las tasas marginales de sustitución no sean iguales a las tasas marginales de transformación como se operaría en los esquemas de producción neoclásicos. Visto desde el enfoque del productor y bajo unas posibilidades restringidas por el gobierno, las alternativas para tasar o subsidiar deben permitir a los agentes maximizar sus utilidades. Para la función de bienestar debemos abordar los agentes que intervienen en su definición. Consumo. En general, en las estructuras económicas se supone que los precios determinan las elecciones del individuo, y por tanto, la función de utilidad para cada agente puede depender del nivel de precios al que se enfrente. En el caso especial en que las preferencias sociales coincidan con las preferencias individuales, la función de utilidad , servirá como medida de bienestar si supone un número de beneficiarios es suficientemente grande o infinita. En el caso más convencional, muchos demandantes y muchos oferentes, la función se denotaría como: (1) Donde q es un vector de precios y x el vector de cantidades de la demanda. En el caso de los subsidios de vivienda en Bogotá se puede asumir que estos están constituidos por un conjunto limitado de recursos financieros, ajustando el nivel de transferencia hacia el ideal de la calidad de vida digna y los demás mandatos constitucionales. Para el caso de mercados con asimetrías de información tenemos que: 37 (2) La anterior ecuación se maximiza de acuerdo con la restricción: (3) Que al derivar respecto a arroja: (4) Dado que las cantidades del bien k se reemplazan con los cambios del bien i en razón a la variación de los precios en el supuesto de existir elasticidad de sustitución. Producción. Para el caso de los subsidios de vivienda, el vector de las asignaciones puede denotarse como Es a partir de esta información que se resuelve para las empresas el óptimo social, en donde este difiere del precio para los beneficiarios el monto de la contribución aportada o recibida que tiene forma de tarifa. Si , es el vector de la asignación de subsidios de vivienda, y si esto ingresa al consumo en forma de insumo, su registro puede llevarse de tal forma que aparezca de forma negativa. De esta forma la restricción de los subsidios de vivienda es: (5) Donde la función debe ser derivable, y si La maximización de beneficios de los subsidios de vivienda bajo la simulación de un mercado competitivo, se da en relación con el precio, es decir, la tarifa, de tal forma que: ; (6) 38 Allí denota la derivada de la producción de viviendas respecto a . Al existir una producción donde participen las empresas públicas y privadas, la demanda será el resultado de la producción disponible en el caso de que el mercado se vacié. La producción se describirá como: (7) Entonces, el estado de equilibrio que relaciona la demanda y la oferta, bajo las restricciones tarifarias y las exogeneidades presentadas, es: (8) Esta será la restricción presupuestal a la que se enfrenta la empresa maximizadora de beneficios. Al sustituir la condición de equilibrio la función resultante será: (9) Si la empresa se encuentra en un nivel de sostenibilidad adecuado (Beneficios dentro de un mercado competitivo iguales a cero), el valor subsidiado dependerá del resultado de sugiriendo que corresponde a el valor . Para los estratos bajos la diferencia será negativa a subsidiar. Por el contrario, los estratos altos arrojarán un resultado positivo que indica el valor del aporte a transferir. Ya sea que el resultado sea un aporte o subsidio el valor arrojado por la primera parte de la ecuación (9) será compensado por la sumatoria del sector público que se sostiene eficientemente sólo con el precio subsidiado. : es resultado del precio subsidiado en función del ingreso de los hogares y se asume como DAP de manera diferenciada por estratos. Función de Bienestar. La determinación de la función del consumidor y la función de costos nos lleva a definir que el Bienestar total (W) viene dado por la siguiente función: 39 (10) 5.1 Modelización Econométrica. (Estimación Modelo Arima). Como en muchas de las series económicas, los datos no poseen trayectorias estacionarias debido a la dificultad de recolección y a la volatilidad de las cifras. La ocurrencia de este fenómeno ocasiona que las series tengan que ser diferenciadas en primer o segundo nivel, según sea el caso. Para nuestro propósito, las series VIS INURBE-FONVIVIENDA, VIS CAJA DE COMPENSACIÓN, VIS FINANCIACIÓN CRÉDITO, CONSTRUCTORAS INDEPENDIENTES, CAJAS DE COMPENSACIÓNCOLECTIVO, fueron diferenciadas en primer nivel de forma general así: No obstante, la formulación del modelo (p,q) es de la forma ARMA, pero como tenemos definido un , entonces tenemos un modelo (p,q,d) para , denominado modelo ARIMA. Para estimar las funciones de subsidio de vivienda y oferta de construcción, desarrollando la parte teórica en la que se presenta que si el subsidio está bien diseñado actuará como si el principal comprara la mercancía al vendedor y se la entregara al comprador, en los términos en que la oferta y la demanda pudiesen maximizar sus beneficios, se presenta una forma funcional general de cada estrato: (11) De manera particular, se definen las ecuaciones para cada uno de los actores del sistema de subsidio de vivienda: 40 CUADRO 6. Planteamiento Modelaje econométrico. SUBSIDIO VIVIENDA (A) VIS INURBEFONVIVIENDA (12) (B) VIS CAJA DE COMPENSACIÓN (13) (C) VIS FINANCIACIÓN CRÉDITO (14) (D) CONSTRUCTORAS INDEPENDIENTES (15) (E) CAJAS DE COMPENSACIÓNCOLECTIVO Donde: (16) SA: Subsidio, CA: Construcción - : Parámetros de la función. 5.2 Resultados del modelo. Para el modelaje econométrico planteado para la solución del bienestar en los subsidios en vivienda, en el periodo 1999-2008, se utilizaron los datos trimestrales de los subsidios de Fonvivienda, Cajas de Compensación y la oferta de vivienda de cada uno de los que interviene, a saber, Constructores privados y cajas de compensación con Colectivos, obtenidos a través del DAPD. De acuerdo con las pruebas Dickey-Fuller, mostradas en el cuadro 7, se hallaron los parámetros de cada función mediante un modelo ARIMA, debido a que las series no son estacionarias en niveles, requiriendo una diferenciación para lograr la condición de estacionariedad. 41 CUADRO 7. Pruebas de Raíz unitaria (Dickey-Fuller). Variable Test Valor Crítico (1.0%) LjungBox SA1 T=-3,858 -4,029 0,87 SA2 T=-1,577 -3,485 0,15 SA3 T=-1,240 -3,458 0,19 CA1 T=-1,390 -3,489 0,9 CA2 T= 1,452 0,74 -4,314 CUADRO 8. Resultados econométricos SUBSIDIO. MODELOS AUTOREGRESIVOS SUBSIDIOS VIVIENDA (A) VIS INURBE FONVIVIENDA (B) VIS CAJA DE COMPENSACIÓN (C) VIS FINANCIACION CRÉDITO -0,4236 D(SA1(-1)) (2,98764) -0.765409 D(SA2(-1)) (0,008) -0,6578 D(SA2(-2)) (3,2455) -0,98764 D(SA3(-1)) (1,87674) -0,28769 D(SA3(-2)) (0,87644) Constante 4,567E+14 -0,9E+9 (-1,6754) 42 (8,87655) (0,0034) (0,2345) Durbin Watson 1,65663 2,3432 2,0982 Coeficiente de Determinación 0,4566 0,6546 0,6543 Fuente. DAPD y cálculos propios. En paréntesis se presenta el valor de la prueba t en absoluto. Significancia al 5%. CUADRO 9. Resultados econométricos OFERTA VIVIENDA. MODELOS AUTOREGRESIVOS DE LA OFERTA DE VIVIENDA (D) CONSTRUCTORES INDEPENDIENTES D(CA5(-1)) (E) CONSTRUCTORES COLECTIVO. -0,7853 (1,3446) -1,5409 (8,7564) -0,7538 (4,6535) D(CA6(-1)) D(CA6(-2)) D(AICO(-1)) D(AICO(-2)) Constante Durbin Watson Coeficiente de Determinación 2466829 (0,00073) 1,943 35728349 (0,03524) 2,3556 0,4566 0,6546 Fuente. DAPD y cálculos propios. En paréntesis se presenta el valor de la prueba t en absoluto. Significancia al 5%. Como lo muestran los cuadros 8 y 9, el modelo resulta significativo al 5% luego de estimarlos mediante un modelo de serie de tiempo diferenciado ARIMA. 43 CUADRO 10. Resultados funciones numéricas. VIVIENDA (A) VIS INURBEFONVIVIENDA (B)VIS CAJA DE COMPENSACIÓN (C)VIS FINANCIACIÓN CRÉDITO (D)CONSTRUCTORAS INDEPENDIENTES (E)CAJAS DE COMPENSACIÓNCOLECTIVO Determinando el bienestar con la función (10), después de la función de oferta y subsidio calculada en el cuadro 6 tenemos que: $ -21.895.257.144 Podemos entonces determinar que existe una pérdida de bienestar de $21.895.257.144 en el periodo comprendido entre 1999 y 2008 para los habitantes de Bogotá D.C. en la 44 política de subsidio de vivienda en Bogotá D.C. Esto corresponde a la construcción de 1711 viviendas en este periodo. Los resultados muestran del balance de los subsidios de vivienda en Bogotá D.C. definido por la sumatoria de las pendientes (parámetros estimados) no concede restricciones de no negatividad, esto es, siempre se trabaja en un cuadrante no definido en la curva de bienestar, resultando probable que los agentes directamente interesados en ocultar información en relación con los reportes sobre la demanda y oferta, salgan al mercado de su rango de ejecución; encontrando una situación subóptima. 45 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES. El análisis de los elementos que constituyen la posibilidad de relación entre el Bienestar y la eficiencia de los subsidios, descrito a través de las ecuaciones formuladas y sus análisis estadísticos para Bogotá D.C. presenta resultados interesantes en términos económicos. Se determinó que existe una pérdida de bienestar en el periodo analizado de de $21.895.257.144, correspondiente a la construcción de 1711 viviendas en este periodo. Por otra parte, la estructura de las restricciones, a partir de las formas funcionales (Cuadros 5 y 6) de los resultados del balance, definido por la sumatoria de las pendientes no concede restricciones de no negatividad, esto es, el bienestar social que se obtiene a través de la intervención del Estado en el tema de las tarifas se encuentra fuera del área esperada, por lo que resulta probable que los agentes indirectamente interesados en ocultar información en relación con los reportes sobre la demanda y oferta, salgan al mercado de su rango de ejecución, en dirección a buscar una mayor elasticidad, lo que genera una acomodación no óptima de los agentes en este mercado. En términos del bienestar, podemos establecer que los subsidio se encuentran fuera del rango óptimo de manejo de subsidios a través de la política pública para el caso de la vivienda en Bogotá, se evidencia en este caso que la intervención del Estado genere mercados no competitivos. Por otro lado, a través del resultado del modelo planteado, se puede asegurar que el supuesto de no exclusión no se cumple para el caso de los subsidios de vivienda en Bogotá D.C., y que la formulación de políticas sobre la asignación estatal de subsidio, en su conjunto, muestra un desequilibrio entre empresas y beneficiario, no sólo desde los equilibrios entre renta de las empresas e ingreso de los hogares, sino como una medida que contribuye con la inequidad y regresividad de una ciudad como Bogotá. Para el tema de la política pública, es útil resaltar que los elementos técnicos y teóricos planteados desde la economía para la resolución de las fallas de los mercados a través 46 de la intervención pública (subsidio), presentan una incidencia negativa con los resultados deseados. La política pública de vivienda no debe estar dirigida solamente a la focalización y asignación de subsidios. Esta por el contrario debe adoptar una normatividad que vele por el bienestar de los menos favorecidos, otorgando capacidad de endeudamiento y asumiendo riesgos de manera conjunta con los bancos, ya que una de las principales causas del direccionamiento deficiente de los subsidios, es la renuncia de estos por vencimiento de términos, al no poseer un respaldo financiero. De la misma manera, se deben implementar mecanismos que incentiven la construcción de VIS, ya que en los últimos años la participación de este tipo de vivienda ha sufrido un descenso importante con respecto a la oferta total. La apropiación de terrenos aptos para la construcción responden a intereses particulares y capturas de mayores rentas, generando soluciones habitacionales a las personas con mayores ingresos, excluyendo una parte importante de la población. 47 BIBLIOGRAFÍA. • Arango, Gilberto (2001). La vivienda en Colombia en el cambio de siglo. Villegas Editores, Bogotá. • Cárdenas, Mauricio (2003). 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Obras culminadas 01-II 01-III 01-IV 02-I 02-II 02-III 02-IV 03-I 03-II 03-III 03-IV 04-I 04-II 04-III 04-IV 05-I 05-II 05-III 05-IV 06-I 06-II 06-III 06-IV 07-I 07-II 07-III 07-IV 08-I 08-II 08-III 08-IV 09-I 09-II 09-III 4.651 2.329 5.012 4.194 4.463 7.343 9.864 5.549 6.103 5.537 5.434 4.506 3.113 4.287 4.510 4.309 3.965 3.833 4.015 3.784 5.336 4.681 5.393 7.447 1.681 5.376 3.963 5.371 7.672 5.262 4.814 2.650 5.611 3.140 Obras nuevas 2.311 3.624 3.647 5.967 5.046 7.901 5.242 3.363 2.756 3.917 2.602 4.547 2.731 4.185 2.285 2.806 3.886 6.271 3.169 5.455 6.037 6.072 4.818 8.315 5.615 5.020 5.455 6.555 3.988 2.349 3.914 2.298 5.053 3.000 Área urbana de Bogotá Obras en proceso Obras paralizadas o inactivas Continúan Reinició Total Obras Continúan Total en proceso proceso nuevas paralizadas paralizadas proceso 6.762 31 9.104 186 1.467 1.653 7.603 340 11.567 671 1.292 1.963 8.319 1 11.967 226 1.879 2.105 8.161 255 14.383 299 1.732 2.031 13.378 437 18.861 667 1.450 2.117 11.725 227 19.853 505 1.828 2.333 10.504 37 15.783 354 1.911 2.265 10.461 107 13.931 223 2.045 2.268 7.550 44 10.350 1.413 2.112 3.525 5.156 733 9.806 885 2.496 3.381 5.695 386 8.683 184 2.330 2.514 4.552 107 9.206 351 1.776 2.127 7.297 128 10.156 228 1.681 1.909 5.743 91 10.019 555 1.573 2.128 6.734 207 9.226 255 1.171 1.426 4.930 90 7.826 299 1.281 1.580 4.576 40 8.502 209 1.476 1.685 5.071 276 11.618 124 1.076 1.200 7.880 66 11.115 181 1.037 1.218 7.029 254 12.738 584 834 1.418 7.490 534 14.061 177 787 964 9.431 48 15.551 141 988 1.129 9.892 28 14.738 357 1.011 1.368 7.214 31 15.560 176 1.238 1.414 13.616 144 19.375 359 1.174 1.533 14.034 170 19.224 110 1.218 1.328 15.135 328 20.918 174 952 1.126 15.184 122 21.861 436 931 1.367 14.727 279 18.994 124 930 1.054 13.476 52 15.877 285 973 1.258 10.739 154 14.807 444 989 1.433 12.207 31 14.536 203 1.149 1.352 8.574 111 13.738 532 1.063 1.595 10.771 159 13.930 416 1.350 1.766 Fuente. Camacol. DANE - Censo de edificaciones. 51 TABLA 4. Estado de obras No VIS en Unidades. Bogotá. Área urbana de Bogotá Obras en proceso Obras culminadas 01-II 01-III 01-IV 02-I 02-II 02-III 02-IV 03-I 03-II 03-III 03-IV 04-I 04-II 04-III 04-IV 05-I 05-II 05-III 05-IV 06-I 06-II 06-III 06-IV 07-I 07-II 07-III 07-IV 08-I 08-II 08-III 08-IV 09-I 09-II 09-III 954 860 1.532 1.665 1.575 1.646 2.230 1.872 3.220 2.987 3.501 4.501 3.299 3.745 4.472 3.428 2.723 4.707 6.154 4.367 4.858 6.168 3.036 6.065 2.449 4.712 4.902 5.242 5.279 6.135 7.359 3.343 7.547 4.642 Obras nuevas 1.046 865 1.322 1.583 1.772 2.928 4.430 1.947 2.243 4.484 4.462 3.047 4.082 4.094 3.858 4.112 4.214 4.805 5.949 4.790 4.964 5.963 7.094 7.844 5.251 6.304 7.440 7.421 5.431 5.278 4.579 3.934 2.947 3.515 Continúan en proceso 2.292 3.315 3.292 3.876 4.642 4.923 5.862 8.800 8.745 9.084 10.189 10.723 11.822 12.330 12.750 13.720 15.571 15.519 14.439 16.423 16.300 15.208 18.127 19.198 24.478 24.957 26.394 28.588 30.768 29.835 27.911 29.107 25.468 24.210 Reinició proceso 75 142 247 155 16 93 221 21 47 82 339 190 39 60 246 183 217 142 407 80 79 125 88 63 31 245 128 84 187 66 69 198 88 132 Obras paralizadas o inactivas Total proceso Obras nuevas Continúan paralizadas Total paralizadas 3.413 4.322 4.861 5.614 6.430 7.944 10.513 10.768 11.035 13.650 14.990 13.960 15.943 16.484 16.854 18.015 20.002 20.466 20.795 21.293 21.343 21.296 25.309 27.105 29.760 31.506 33.962 36.093 36.386 35.179 32.559 33.239 28.503 27.857 383 165 131 162 200 76 160 133 199 205 248 74 144 452 208 239 251 103 127 196 205 177 196 120 208 145 249 168 130 463 380 148 345 215 1.849 1.971 1.767 1.592 1.673 1.646 1.402 1.473 1.436 1.401 1.218 1.245 1.199 1.216 1.227 1.107 1.065 1.027 645 627 674 533 559 618 677 586 564 693 590 607 599 742 705 822 2.232 2.136 1.898 1.754 1.873 1.722 1.562 1.606 1.635 1.606 1.466 1.319 1.343 1.668 1.435 1.346 1.316 1.130 772 823 879 710 755 738 885 731 813 861 720 1.070 979 890 1.050 1.037 Fuente: Camacol. DANE – Censo de edificaciones. 52 TABLA 5. Distribución de socioeconómico. Bogotá 2006. Estrato Población personas, % hogares % Acumulado No residencial 43.179 0,64 0,64 Estrato 1 830.732 12,31 12,94 Estrato 2 2.325.321 34,44 47,39 Estrato 3 2.707.115 40,10 87,49 Estrato 4 505.773 7,49 94,98 Estrato 5 156.813 2,32 97,30 Estrato 6 182.074 2,70 100,00 Total 6.751.007 100,00 Fuente. DAPS. Subdirección de Desarrollo humano. y viviendas según estrato Viviendas % Hogares % 14.310 83.625 385.277 471.077 129.827 44.218 42.643 1.170.977 1,22 7,14 32,90 40,23 11,09 3,78 3,64 100,00 20.404 103.317 710.625 663.222 141.054 51.431 42.065 1.732.118 1,18 5,96 41,03 38,29 8,14 2,97 2,43 100,00 TABLA 6. Créditos individuales compra de vivienda VIS. Bogotá. Vivienda de Interés Social Año Trimestre I II 2004 III IV I II 2005 III IV I 2006 II III Fuente. Secretaría de Hacienda Distrital. Total VIS 39.796 30.188 38.883 46.664 48.228 38.635 36.789 30.109 37.498 42.186 46.944 Con Subsidio 21.256 15.588 19.357 26.341 32.845 19.018 22.941 18.369 22.059 24.700 24.309 Sin Subsidio 18.540 14.600 19.526 20.323 15.383 19.617 13.848 11.740 15.439 17.486 22.635 53 TABLA 7. Subsidios de Vivienda en el periodo 1999-2008 en Bogotá. PERIODO VIS ESTATAL VIS PRIVADO 1999-I $ 1.279.128.596,00 $ 548.197.970,00 1999-II $ 1.259.548.212,00 $ 539.806.377,00 1999-III $ 1.219.534.451,00 $ 522.657.622,00 1999-IV $ 1.252.737.086,33 $ 536.887.323,00 2000-I $ 1.176.569.823,00 $ 504.244.210,00 2000-II $ 1.154.015.407,00 $ 494.578.031,00 2000-III $ 1.152.413.084,00 $ 493.891.322,00 2000-IV $ 1.160.999.438,00 $ 497.571.187,67 2001-I $ 1.162.534.217,00 $ 498.228.950,00 2001-II $ 1.185.172.477,00 $ 507.931.061,00 2001-III $ 1.198.255.705,00 $ 513.538.159,00 2001-IV $ 1.181.987.466,33 $ 506.566.056,67 2002-I $ 1.195.521.048,00 $ 512.366.163,00 2002-II $ 1.200.164.541,00 $ 514.356.232,00 2002-III $ 1.204.322.704,00 $ 516.138.302,00 2002-IV $ 1.200.002.764,33 $ 514.286.899,00 2003-I $ 1.204.800.231,00 $ 516.342.956,00 2003-II $ 1.222.222.259,00 $ 523.809.539,00 2003-III $ 1.228.291.492,00 $ 526.410.640,00 2003-IV $ 1.218.437.994,00 $ 522.187.711,67 2004-I $ 1.211.145.896,00 $ 519.062.527,00 2004-II $ 1.206.485.344,00 $ 517.065.147,00 2004-III $ 1.213.521.983,00 $ 520.080.850,00 2004-IV $ 1.210.384.407,67 $ 518.736.174,67 2005-I $ 1.242.854.773,00 $ 532.652.046,00 2005-II $ 1.269.309.264,00 $ 543.989.685,00 2005-III $ 1.279.102.532,00 $ 548.186.799,00 2005-IV $ 1.263.755.523,00 $ 541.609.510,00 2006-I $ 1.263.545.880,00 $ 541.519.663,00 2006-II $ 1.225.402.875,00 $ 525.172.661,00 2006-III $ 1.200.196.061,00 $ 514.369.741,00 20006-IV $ 1.229.714.938,67 $ 527.020.688,33 2007-I $ 1.199.840.869,00 $ 514.217.515,00 2007-II $ 1.158.356.399,00 $ 496.438.457,00 2007-III $ 1.174.544.972,00 $ 503.376.416,00 2007-IV $ 1.177.580.746,67 $ 504.677.462,67 2008-I $ 1.233.499.917,00 $ 528.642.821,00 2008-II $ 1.387.712.078,00 $ 594.733.748,00 2008-III $ 1.544.226.894,00 $ 661.811.526,00 Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Territorial (MAVDT). CRÉDITO TOTAL 20.152 20.887 21.648 20896 22.438 23.256 24.104 23266 24.983 25.894 26.838 25905 27.816 28.831 29.882 28843 30.972 32.101 33.271 32115 34.485 35.742 37.045 35757 38.396 39.796 30.188 36127 38.883 46.664 48.228 44592 38.635 36.789 30.109 35178 37.498 42.186 46.944 54 TABLA 8 Oferta de Vivienda en el periodo 1999-2008 en Bogotá CONTRUCCIÓN PERIODO TOTAL INDEPENDIENTE 1999-I 3338 2503 1999-II 3526 2644 1999-III 3725 2794 1999-IV 3530 2647 2000-I 3935 2951 2000-II 4157 3118 2000-III 4392 3294 2000-IV 4162 3121 2001-I 4640 3480 2001-II 2329 1747 2001-III 5012 3759 2001-IV 3994 2995 2002-I 4194 3146 2002-II 4463 3347 2002-III 5549 4162 2002-IV 4735 3552 2003-I 7343 5507 2003-II 6103 4577 2003-III 5537 4153 2003-IV 6328 4746 2004-I 4506 3380 2004-II 3113 2335 2004-III 4287 3215 2004-IV 3969 2977 2005-I 4309 3232 2005-II 3965 2974 2005-III 3833 2875 2005-IV 4036 3027 2006-I 3784 2838 2006-II 5336 4002 2006-III 4681 3511 20006-IV 4600 3450 2007-I 4931 3698 2007-II 5195 3896 2007-III 5472 4104 2007-IV 5199 3899 2008-I 5764 4323 2008-II 6072 4554 2008-III 6397 4798 Fuente: Camacol. DANE – Censo de edificaciones. COLECTIVO 834 881 931 882 984 1039 1098 1040 1160 582 1253 998 1049 1116 1387 1184 1836 1526 1384 1582 1127 778 1072 992 1077 991 958 1009 946 1334 1170 1150 1233 1299 1368 1300 1441 1518 1599 55