15 formándose para el ministerio de renovar a los pobres

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FORMÁNDOSE PARA EL MINISTERIO DE RENOVAR A LOS POBRES
ESCENARIO: El animador del encuentro prepara el ambiente para que todos estén sentados
confortablemente en círculo para facilitar la oración y el diálogo. Se puede poner una vela, la Biblia y
una cruz oblata en el centro de la comunidad.
CANTO: Un canto apropiado.
MOTIVACIÓN: Espíritu Santo, muéstranos no sólo comprender la situación y la vida de los pobres,
sino también “encontrar” a Jesucristo presente en ellos; ayúdanos a compartir con ellos nuestra vida
oblata de fe y poder así renovarnos en nuestro carisma y ministerio oblato a favor de los pobres.
PALABRA DE DIOS: JEREMÍAS 1, 4-10: Vocación y envío de Jeremías.
Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos: Antes de haberte formado yo en el
seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te
constituí. Yo dije: «¡Ah, Señor Yahveh! Mira que no sé expresarme, que soy un muchacho.» Y me dijo
Yahveh: No digas: «Soy un muchacho», pues adondequiera que yo te envíe irás, y todo lo que te mande
dirás. No les tengas miedo, que contigo estoy yo para salvarte - oráculo de Yahveh -. Entonces alargó
Yahveh su mano y tocó mi boca. Y me dijo Yahveh: Mira que he puesto mis palabras en tu boca. Desde
hoy mismo te doy autoridad sobre las gentes y sobre los reinos para extirpar y destruir, para peder
y derrocar, para reconstruir y plantar.
(tiempo de silencio y reflexión)
RESPUESTA A LA PALABRA DE DIOS: Canto de Alabanza de María
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado
la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por
mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo había prometido a nuestros
padres- a favor de Abraham y su descendencia por siempre.
(Lc 1, 46-55)
TEXTOS OBLATOS
Normas Generales para la Formación Oblata: Amor misionero a los pobres, nn. 14-15
La formación Oblata lleva el sello de nuestra misión de evangelizar a los “más abandonados… los
pobres en sus múltiples aspectos” (C. 5; MHM 10-30). Lleva, pues, a comprender y a valorar la misión
misma de Jesús, tal como él la describió en la sinagoga de Nazaret (cf. Lc. 4,16-30) y la vivió
concretamente hasta morir en pobreza total en la cruz. Así mismo lleva a comprender y a valorar la
misión al servicio de los pobres vivida por san Eugenio de Mazenod y sus primeros compañeros, y la
tradición misionera auténtica de la Congregación.
La formación en el amor misionero a los pobres requiere la experiencia del valor y de la libertad de
la pobreza evangélica y fomenta la solidaridad con los pobres. Por una parte, los oblatos aceptan ver
su vida enriquecida por los pobres. Por otra, se dan cuenta de las situaciones injustas de que son
víctimas a menudo los pobres, y aprenden a luchar contra ellas. Nuestra cercanía a los pobres es
atestiguada en nuestras casas de formación con un estilo de vida marcado por la simplicidad…
PROFUNDIZANDO EN EL TEMA:
50. En efecto, son muchas en nuestro tiempo las necesidades que interpelan la sensibilidad cristiana.
Nuestro mundo empieza el nuevo milenio cargado de las contradicciones de un crecimiento
económico, cultural, tecnológico, que ofrece a pocos afortunados grandes posibilidades, dejando no
sólo a millones y millones de personas al margen del progreso, sino a vivir en condiciones de vida
muy por debajo del mínimo requerido por la dignidad humana. ¿Cómo es posible que, en nuestro
tiempo, haya todavía quien se muere de hambre; quién está condenado al analfabetismo; quién
carece de la asistencia médica más elemental; quién no tiene techo donde cobijarse?
El panorama de la pobreza puede extenderse indefinidamente, si a las antiguas añadimos las nuevas
pobrezas,… expuestos a la desesperación del sin sentido, a la insidia de la droga, al abandono en la
edad avanzada o en la enfermedad, a la marginación o a la discriminación social. El cristiano, que se
asoma a este panorama, debe aprender a hacer su acto de fe en Cristo interpretando el llamamiento
que él dirige desde este mundo de la pobreza. Se trata de continuar una tradición de caridad que ya
ha tenido muchísimas manifestaciones en los dos milenios pasados, pero que hoy quizás requiere
mayor creatividad. Es la hora de un nueva « imaginación de la caridad », que promueva no tanto y no
sólo la eficacia de las ayudas prestadas, sino la capacidad de hacerse cercanos y solidarios con quien
sufre, para que el gesto de ayuda sea sentido no como limosna humillante, sino como un compartir
fraterno.
Por eso tenemos que actuar de tal manera que los pobres, en cada comunidad cristiana, se sientan
como « en su casa ». ¿No sería este estilo la más grande y eficaz presentación de la buena nueva del
Reino?
51. ¿Podemos quedar al margen ante las perspectivas de un desequilibrio ecológico, que hace
inhabitables y enemigas del hombre vastas áreas del planeta? ¿O ante los problemas de la paz,
amenazada a menudo con la pesadilla de guerras catastróficas? ¿O frente al vilipendio de los derechos
humanos fundamentales de tantas personas, especialmente de los niños? Muchas son las urgencias
ante las cuales el espíritu cristiano no puede permanecer insensible. (Papa Juan Pablo II, Novo
Millennio Ineunte, nº 50, 51)
MOMENTO DE SILENCIO
COMPARTIENDO NUESTRA FE:
El animador invita ahora a cada oblato presente a compartir lo que le ha inspirado durante la
reflexión. También se puede compartir sobre las siguientes preguntas:
-
¿Cómo te ha ayudado la formación oblata a vivir tu vida y misión como oblato, cerca de los
pobres?
Recuerda una experiencia en una comunidad local, llena de vida, en la que realmente se
estaba cerca de los pobres. ¿Qué es lo que la hacía tan peculiar?
¿Recuerdas algún cambio importante en tu forma de pensar y de ser como misionero oblato?
¿Qué puedo hacer para que mi comunidad sea un lugar en el que los pobres se sientan como
en su casa?
¿Cómo podemos crecer en nuestro servicio a los pobres?
TIEMPO PARA LA ORACIÓN Y LA ACCIÓN DE GRACIAS:
El animador invita al grupo a dar gracias a Dios por haber sido llamados al servicio de los pobres y a
pedirle por lo que consideren que necesitan más.
COMPROMISO:
El animador recuerda a cada uno que la comunidad se está preparando para el 200 aniversario de
nuestra fundación viendo de qué forma podemos crecer, cambiar, ser transformados para mejor
servir a los pobres. Se nos pide que consideremos un gesto concreto en la vida de la comunidad que
sea signo de conversión. Pidamos a Dios que nos inspire, nos ayude a ser audaces y valientes en estas
semanas de preparación para que podamos comprometernos con un signo real de vida nueva entre
nosotros.
ORACIÓN FINAL:
Dios todopoderoso y eterno, ayúdanos a poner a tu Hijo Jesucristo como centro de nuestra vida y
misión de llevar la Buena Noticia a los pobres. ¡Que nos atrevamos a discernir tu voluntad y a no
contentarnos con lo que ya estamos haciendo, dejándonos llevar por la inercia! ¡Que nuestra
conversión personal y comunitaria mejore nuestro ministerio con los pobres! ¡Que nuestros Santos
nos muestren el camino a seguir y podamos imitarles en su amor para con los pobres! Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
BENDICIÓN Y CANTO:
El animador pide a un oblato presente que bendiga al grupo. Después, todos cantan el canto final.
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