1 La Historia Conceptual: sus Ventajas Metodológicas y su

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La Historia Conceptual: sus Ventajas Metodológicas y su Aplicación al Análisis de
la Retórica de La Libertad en la Política Chilena12
Abstract
Durante la segunda mitad del siglo XX, autores como Skinner, Koselleck, Richter y Palonen, han
rescatado la importancia del análisis retórico y conceptual de los discursos políticos, no sólo como
una forma de descifrar su contexto y alcance, sino que además para develar su real semántica. De
esta forma, la historia conceptual (Conceptual History, Begriffsgeschichte) tiene la pretensión de ser
la metodología de mayor alcance explicativo de la semántica política y social, tanto para la historia
de las ideas como para la filosofía política. En éste trabajo se abordarán las ventajas
epistemológicas que posee para la teoría política esta corriente y cómo su aplicación al análisis de
los discursos políticos nacionales, tanto hacia la izquierda como hacia la derecha, ayuda a dilucidar
de mejor forma la estructura constitutiva y significativa de los mismos. Además, se tratará el caso
particular del concepto libertad y su retórica, para ejemplificar cómo la metodología de autores
como Skinner y Koselleck, aplicada a un concepto eje-paradigmático de los discursos políticos,
puede contribuir a una mejor comprensión de éstos y cómo el empleo de éste término, por los
distintos actores, reflejaría una distinta forma de entender la democracia, las instituciones, los
partidos políticos y la idea de ciudadano. Desde la revisión de la obra de Skinner y Koselleck y la
exposición del análisis retórico-lingüístico del primero y de la temporalización conceptual histórica
del segundo, haciendo notar sus puntos de encuentro y desencuentro, se pasará al análisis, desde
este horizonte, de la trayectoria que la tematización del concepto libertad ha tenido en la política
chilena en cuatro actores que representarían momentos y sensibilidades distintas de cada sector: los
ex presidentes Salvador Allende y Ricardo Lagos, el ex senador Jaime Guzmán y el senador Andrés
Allamand.
Palabras clave: retórica, actos de habla, giro lingüístico, libertad, semántica, tiempo, poder.
1
Gonzalo Bustamante Kuschel .PhD(c). Profesor de Filosofía Política, Escuela de Gobierno, Universidad Adolfo
Ibáñez. [email protected]
2
Esto es un primer borrador de un trabajo en curso.
1
Introducción
La Historia Conceptual y el giro lingüístico en el análisis históricol, esto es, la Escuela de Bielefeld
y la de Cambridge, tiene la pretensión, no sólo de ser una metodología válida para la historia como
disciplina, sino para cualquier ciencia social que pretenda dar cuenta de los conceptos, discursos,
ideologías y su sentido en la política. Es así, como autores como Skinner, Pocock, Koselleck,
Richter y Palonen, desarrollan, más allá de las diferencias que pueden existir entre ellos 3, una
propuesta con pretensión de validez interdisciplinaria que por un lado desafía la visón unitaria de la
historia de las ideas de Lovejoy, se presenta como una alternativa a la hermenéutica filosófica y a la
vez busca ser un enriquecimiento del estructuralismo y post-estructuralismo. Se trataría de una
superación de las propuestas anteriores4.
En éste trabajo expondré las ventajas argumentativas de ambas escuelas, Cambridge y Bielefeld,
para luego mostrar su aplicación en cuatro casos de la política nacional, los discursos sobre la
“libertad” de los ex-presidentes Salvador Allende y Ricardo Lagos. Los del senador Andrés
Allamand y del ex-senador Jaime Guzmán.
Existen diferencias entre ambas Escuelas y entre miembros de éstas, en éste trabajo no las abordaré
ya que por extensión sería imposible. Me centraré en quienes, respectivamente, son los principales
representantes de ambas escuelas: Primero expondré la posición de Quentin Skinner para luego
hacer lo propio con Reinhart Koselleck.
3 Por un tema de extensión no me referiré a estas diferencias, pero al respecto se pude ver: Richter Melvin, The
History of Political Concepts: A Critical Introduction. Oxford University Press. 1995. Palonen Kari, Die
Entzauberung der Begriffe. Das Umschreiben der politischen Begriffe bei Quentin Skinner und Reinhart Koselleck ,
Münster Verlag, 2004
4 Ver: Koselleck Reinhart, Begriffsgeschichten, Suhrkamp, 2006. Koselleck R. & Gadamer H. Historia y
Hermenéutica, 1977. Palonen Kari, Quentin Skinner: History, Politics, Rhetoric. Polity, 2003.Tully James (Ed): in,
Meaning & Context: Quentin Skinner and his Critics. Princeton University Press, 1988. Pocock John G.A., Political
Thought and History: Essays on Theory and Method. Cambridge University Press. 2009. Skinner Quentin, Visions
of Politics, Vol. I. 2007.Rorty R. Schneewind J.B. & Skinner Q. (ed). Philosophy in History. Cambridge University
Press, 1984
2
Quentin Skinner: La Genealogía de las Ideas como Batalla Retórica5
Quentin Skinner, parte del supuesto de la imposibilidad de realizar una historia de los conceptos
entendiendo por ésta la determinación de unidades de sentido unitarias que se mantendrían en el
tiempo. El historiador británico defenderá que la vida política se refleja en redes lingüísticas de
sentido dentro de las cuales se desenvuelven las palabras y su sentido (Skinner: 1988, 2007). Para
develar ésta trama, Skinner asume, entre varias fuentes, dos que son fundamentales desde una
perspectiva metodológica. Primero, el uso de la paradiástole6 como herramienta retórica, luego los
actos de habla en la tradición de Austin7. Sobre el primer punto, parte de un autor como Nietzsche
quien, recogiendo la tradición renacentista, empleará ésta herramienta retórica en su Genealogía de
la Moral para mostrar como la transfiguración conceptual de los valores se da por medio de hacer
aparecer como “bueno” aquello que antes se consideraba “malo” y vice versa8. Skinner en la misma
línea nietzscheana asumirá que no existen „hechos‟ sino „interpretaciones‟.
La línea interpretativa que defiende Skinner transcurre de acuerdo a tres premisas básicas:
1. Toda sociedad está conformada por praxis que se constituyen por medio de usos lingüísticos
dadores de sentido.
2. La pugna ideológica consiste en la lucha por la determinación de los usos lingüísticos que
darán sentido a esa praxis.
3. El poder siempre implica alguna forma de asimetría que requiere de legitimización por
convenciones y prácticas lingüísticas.
La herramienta a emplearse en ésta lucha es la paradiástole. Ésta última es un recurso retórico
empleado por la tradición humanista y que adquiere en la figura de Maquiavelo a uno de sus
principales exponentes (Skinner: 2007, vol. -II). Nietzsche, gran lector de Maquiavelo y estudioso
del Renacimiento, lo empleará en su Genealogía de la Moral. Esta obra del autor alemán constituye
para el historiador británico un ejemplo paradigmático del uso de la misma (Tully: 1988. Skinner:
1988. Palonen: 2003).
El autor alemán, la usa para mostrar los cambios semánticos, determinados ideológicamente, de
aquel aspecto de la vida social, que a juicio de autores como Hegel (Hegel: 1988, 2006) y Kant
(Kant: 1977, 2005), son el espacio de la objetividad y universalidad por excelencia: la vida ética y
la fundamentación moral. Es por eso que la demostración nietzscheana posee un carácter
5 Uso el término “genealogía” en el mismo sentido que el empleado por Nietzsche en la Genealogía de la Moral,
Alianza Editorial, 2000. Skinner en su discurso de aceptación del Premio Bielefelder Wissenchatspreis im Gedenken
Niklas Luhmann, entregado por la Universidad de Bielefeld el año 2009, reitera su deuda intelectual con el concepto
nietzscheano e indica que lo realizado por él, por ejemplo, en torno al término “Libertad” es una genealogía. En el
mismo sentido se expresa el filósofo de Frankfurt en su Laudatio en esa ocasión.
6 Skinner, 2007, página 183. “Quintilian‟s main discussion of the technique-to which he gives the name paradiastole(...) advice on how to present a narrative of facts. Suppose you find yourself in a court of law facing an advocate
who has managed to describe an act 'in such a way as to rouse up the judge and leave them full of anger against your
side'. Suppose too that you cannot hope to deny what happened. How should you proceed? Quintilian´s answer is
that you ' should restate the facts, but not at all in the same way; you must assign different causes, a different state of
mind and a different motive for what was done'. Above all, 'you must try to elevate the actions as much as possible
by the words you use: for example, prodigality must be more leniently redescribed as liberality, avarice as
carefulness, negligence as simplicity of mind'”.
7 Austin John L., How to do Things with Words. Oxford Clarendon, 1962.
8 Al respecto es interesante la nota del traductor de la Genealogía de la Moral, Andrés Sánchez Pascual, quien en la
nota número 24 de la página 210, aclara que el término alemán Umwertung queda mejor traducido como
'transmutación' por sobre otras opciones empleadas tales como: 'subversión de los valores'. Lo anterior se debe a que
a su juicio 'transmutación' rescata la idea nietzscheana de 'cambiar', 'sustituir', que está contenida en Umwertung.
3
paradigmático en ésta obra, mostraría la transmutación de los conceptos donde, justamente, tanto en
la mayor parte de la metafísica occidental y su reemplazo racional en la modernidad se ha entendido
su fundamentación desde una pretensión de necesidad y universalidad: la moralidad.
Nietzsche, en su Genealogía de la Moral, mostraría el aspecto más central de su crítica a la
Modernidad, como movimiento ideológico: se basa en mostrar que los nuevos valores burgueses no
son más que ideología cristiana secularizada, la cual a su vez(ideología cristiana), se fundamenta
simplemente en una estrategia de inversión valórica que permitió la suplantación de los valores
cristianos por sobre los paganos9, haciendo aparecer lo que era bueno para éstos como malo
(Nietzsche: 2000). La estrategia de Nietzsche implicará el análisis del uso de la paradiástole por
parte del cristianismo.
Por medio de ésta, la paradiástole, al igual como lo hace el autor alemán, es posible develar las
discontinuidades y contradicciones que se encuentra en la constitución de los conceptos. De igual
forma, ésta técnica, permitiría determinar su uso ideológico, esto es la pretensión fundacional de la
praxis social, que posee cada discurso (Skinner: 2007).
Skinner (1988, 2007) sostiene la intencionalidad de cada concepto político de ser una herramienta
que generé realidad, por lo cual para su cabal comprensión se necesita conectar los conceptos con
contextos: praxis, instituciones, otras ideologías y la tradición, para así comprender en qué sentido
actúa validando o desafiando éste contexto.
De esta forma Skinner entenderá a la ideas como inseparables de su entramado lingüísticocontextual.
Complementario a esto, es su consideración de los actos de habla de Austin, como una estructura
si bien no perfecta al menos adecuada para analizar y descifrar el modo de operar de las
proposiciones políticas (Skinner: 1988, Palonen: 2003). En la clásica distinción de Austin de
enunciados: locutorios, perlocutorios e ilocutorios, Skinner sostendrá la importancia y validez de
éstos dos últimos para interpretar la semántica de todo enunciado político. Los enunciados políticos
buscan generar, para el autor británico, efectos en la realidad, producir acciones, básicamente se
dirigen a la transformación de la realidad social por lo cual al momento que se enuncia X, siempre
se está efectuando una acción Y10.
La estructura de un enunciado político sería equiparable a una orden o advertencia, vale decir, su
significado está dado no por la estructura interna de la enunciación sino que por el efecto que se
busca que produzca en cuanto acción. Es así como los enunciados del tipo ilocutorio, en cuanto acto
de habla, en su efecto, no como reacción, sino como aquello que se desea que el otro crea esta la
esencia significativa de ellos. Es la acción intencionada que ejecutamos al enunciar, por su parte, la
perlocucción dice relación con la pretensión de influencia del enunciado. El aspecto locutorio, es
simplemente lo que se dice, lo enunciado propiamente tal.
Si uno contrasta la teoría de Lovejoy con la de Skinner , desde los actos de habla, uno puede
9 Nietzsche (2000, página 28): “Necesitamos una crítica de los valores morales, hay que poner alguna vez en
entredicho el valor mismo de esos valores-y para esto se necesita tener conocimiento de las condiciones y
circunstancias de que aquéllos surgieron, en las que se desarrollaron y modificaron (...) se tomaba el 'valor' de esos
valores como algo dado, real y efectivo (...) ¿Qué ocurriría si la verdad fuera lo contrario? “
10 Skinner (2007, página 98): sobre las proposiciones ilocutorias indica. “ When we issue a meaningful utterance, we
may succeeded at the same time in performing such illocutoring acts as promising, warning, entreating(...) Austin´s
usual way of putting the point was to say that gaining 'uptake' of the illocutionary force of an utterance will be
equivalent to understanding what the speaker was doing in issuing it”.
4
constatar como para el autor norteamericano la clave discursiva de los enunciados se encuentra en
su carácter locutorio, esto es, los conceptos que las conforman dicen relación a entidades
lingüísticas de significado estándar, por lo cual básicamente lo que debe realizar quién estudia las
ideas políticas es develar el origen, significado y uso de un concepto político X en el tiempo
(Skinner, 2007)11.
Por su parte, la hermenéutica, como la concibió Gadamer12, tratará de determinar la perlocución de
los conceptos y sentencias, para de esa forma poder determinar los alcances e intenciones de las
mismas. Skinner (2000) valorará de la hermenéutica la idea de interpretación y relatividad
establecida por medio del rescate de los pre-juicios (Urteil). Skinner (Skinner : 2007, Palonen:
2003)considerará de principal relevancia establecer que el punto de partida del historiador de las
ideas y de todo cientista social es desde estructuras previamente determinadas a partir de las cuales
se buscará explicar una realidad socio-política, en ese sentido los prejuicios hermenéuticos al menos
permiten dejar sentado la existencia de éstas estructuras previas.
Es justamente a partir de esto que Skinner considerará la retórica por sobre la filosofía analítica o la
hermenéutica filosófica. Skinner verá en la retórica renacentista un medio de realizar crítica sociopolítica más eficaz que el análisis filosófico. Ya que permite dar cuenta del carácter controversial
del pensamiento político13.
Skinner, por medio del análisis del uso de la paradiástole y de los enunciados políticos como actos
de habla, buscará develar el contexto lingüístico en el cual se constituye la praxis social como red
de sentido. En ésta praxis Skinner realiza un giro en el cual será a la acción y no el pensamiento lo
que adquiera prioridad. El pensamiento político será visto como posibilidades contextuales y dentro
de éstas se desenvolverán las ideas.
Es ésta red de sentido la que explicaría para Skinner la acción política, no serían (al menos
exclusivamente, ni primordialmente) las condiciones socio-económicas fácticas las que
determinarían la acción política sino que un conjunto de entramados de sentido lingüísticos
determinados históricamente. Por eso la crítica que Skinner efectuará a autores como Habermas 14 y
Rawls15 quienes buscan, a juicio del autor inglés, dentro de la tradición contarctualista crear
condiciones abstractas y universales de validación de la fundamentación de la política sin
considerar su inmersión social y que el lenguaje político tiene una pretensión de imposición
ideológica y no una tendencia al consenso ni la normatividad.
Skinner, desde su metodología y su lectura de la historia del fundamento del pensamiento político
contemporáneo planteará una propuesta de tratamiento de la historia con pretensión política: la
diversidad propia de la modernidad se debe reflejar en el tratamiento de la historia de las ideas.
11 Skinner(2007, página ): “ Lovejoy's mistake lies not merely in looking for the 'essential meaning' of the 'idea' as
something that must necessarily 'remain the same', but even in supposing that there need be any such 'essential
meaning' (to which individual writers 'contribute') at all”
12 Tanto Gadamer (1977, 1989) como Skinner ( 1988, 2007) estarán de acuerdo en las diferencias existentes entre la
retórica, análisis que privilegia Skinner, con la hermenéutica.
13 Quizás el ejemplo mejor logrado del historiador británico de los alcances del análisis retórico sea su obra: Reason
and Rhetoric in the Philosophy of Hobbes. Cambridge University Press. 1996.
14 Ver: The Habermas's Reformation. The New York Review. 1982.
15 Ver: Pettit Philip (ed) Contemporary Political Theory. Two Views on the Maintenance of Liberty, páginas 35-58.
McMillan. 1991.
5
Por eso su metodología propone, por medio de la paradiástole16 y los actos de habla, una forma de
análisis que no busca establecer ni fundar ideas de modo unitarias, vale decir, no aspira como
Lovejoy a definir el contenido de ciertos conceptos políticos para luego ver cómo los mismos han
sido entendidos en ciertos momentos históricos, por el contrario, plantea, como Nietzsche, la
vaciedad de éstos y que su contenido es múltiple dependiendo de quién y cuándo los emplea.
Skinner atacará la pretensión de la filosofía de establecer una esfera de legitimidad sobre el uso de
conceptos. Es en ese marco donde Skinner (1998, 2002) criticará a Isaiah Berlin, primero: por
reducir las opciones de comprensión de la libertad a dos y luego indicar una de ellas (la libertad
negativa) como un uso propio del término. Para el historiador británico existe en Berlin la
pretensión de que es posible determinar el contenido de un concepto y además, en el caso particular
de la libertad, se realiza obviando la historicidad del término y por ende olvidó contemplar la
tradición neo-romana de la libertad como no-dominación, la cual sería una forma de libertad
negativa pero menos estrecha y por ende menos problematizadora de la relación sociedad e
individuo. La idea de no-dominación no sólo abarcaría los casos de interferencia sino que además
los de „potencial‟ interferencia y además implicaría que se necesita de cierta coerción para
justamente resguardar la no-interferencia. Skinner empleará el „caso de la libertad‟ como una
muestra de la validez de su metodología y una forma de mostrar cómo la intención de determinar
conceptos cómo si poseyeran un significado acotado, implica un reduccionismo excesivo.
Es así como la metodología de Skinner aspira a mostrar, por medio de la combinación de análisis
retóricos y lingüísticos, el significado y sentido conceptuales de un discurso político. A la acusación
de relativismo que se formulan contra Skinner éste responde desde su propia metodología: toda
pretensión normativa, todo discurso que busca validarse como punto de referencia de lo correcto e
incorrecto no es más que una proposición ideológica.
16
6
Skinner (2007: 183-185), sobre la paradiástole: “ As Quintilian emphasizes, the essence of the technique may
thus be said to consist of replacing a given evaluative description with a rival term that serves to picture the
action no less plausible, but serves at the same time to place it in a contrasting moral light(...) It is Nietzsche's
contention , in short, that the slave morality of the Christian succeeded in overturning the moral world of
antiquity by rhetorically redescribibg a number of vices as their neighboring virtues”
Reinhart Koselleck
La propuesta de Koselleck, al decir del mismo Skinner17, es de una ambición mayor.
Koselleck, asumirá, desde una perspectiva ecléctica, una fundamentación altamente compleja de la
Begriffsgeschichte (Historia Conceptual). Partirá de la premisa que los conceptos no son
epifenómenos ni tampoco consecuencias exclusivas condicionadas por determinaciones histórico
sociales: serán usos lingüísticos que evolucionan y cambian tanto por nuevas formas del lenguaje
que responden a cambios del sistema social como a condiciones histórico sociales.
Koselleck entenderá por „concepto‟ una palabra de alto grado de condensación de significado
político-social, por eso, la saturación de significado de un concepto abrirá un espacio interpretativo,
son unidades semánticas (Koselleck, 2006). Los conceptos permitirán la constitución de los
sistemas sociales y generarán el sentido necesario que permite la acción de los mismos sistemas.
De esta forma será un elemento central de la pugna política el posicionamiento que permita
determinar la construcción conceptual y semántica (Koselleck: 1989, 2006).
El autor alemán partirá de la estructuración lingüístico-cognitiva para abarcar la realidad del
discurso político. Koselleck, irá desde las definiciones particulares hasta las condiciones que
determinan el carácter de histórico de la experiencia humana (Richter: 1995).
Koselleck introducirá el tiempo, no desde su consideración tradicional de pasado, presente y futuro,
sino que además de considerar todo como presente que es capaz de volverse hacia el pasado y
proyectarse hacia el futuro, existirá en la Modernidad un factor determinante de los conceptos
políticos y su semántica comprensiva: la aceleración.(Koselleck: 1989, 2005). Esto último
permitiría entender el surgimiento de la Modernidad como una nueva época construida a partir de
nuevos conceptos, habría un Sattelzeit 18.
Éste último concepto describiría la aceleración producida en los usos lingüísticos que explicarían la
característica de „nuevo‟ que adquiere la modernidad, en la cual ya no es sólo una alteración de la
espacialidad y la temporalidad lo que la explica sino que se incorpora un elemento determinante
como la aceleración.
El tiempo transformaría el significado, sentido y alcance de los conceptos, por eso la importancia de
estudiar la temporalidad como categoría explicativa en la historia. Junto a ésta transformación
temporal se daría una de las condiciones sociales que sustentaban determinados conceptos con lo
cual su sentido semántico se vería alterado también.
17 Skinner (2007, páginas 186-187): “It is true that I have again been less interested in these long-term changes than in
the kind of epiphanic moments dramatized by Nietzsche. But I acknowledge, of course, that if we are interested in
mapping the rise and fall of particular normative vocabularies we shall also have to devote ourselves to examing the
long durée. So I am not unhappy with Palonen´s recent suggestion that much of my own research might be regarded
as a contribution to one aspect of the vastly more ambitious programme pursued by Reinhart Koselleck and his
associates. Koselleck is interested in nothing less that the entire process of conceptual change; I am chiefly
interested in one technique by which it take place. But the two programmes do not strike me as incompatible, and I
hope that both of them will continue to flourish as they deserve”.
18 Koselleck entenderá por Sattelzeit, la desnaturalización conceptual que alteró los horizontes de expectativas y los
espacios de experiencia dando lugar a la Modernidad. Ver: Koselleck: Einleitung in Geschitlichen Grundbegriffe,
Band 4. Ver: W.Conze, O.Brunner, R. Koselleck (2004): Geschichtliche Grundbegriffe - Historisches Lexikon zur
politisch sozialen Sprache. (Sonderausgabe) 9 Bande.
7
La Historia Social no es inválida para Koselleck sino que insuficiente para dar cuenta de la realidad
lingüístico-semántica que da sentido a los sistemas sociales (Koselleck: 1989)19. Koselleck
reconoce que los conceptos poseen una vinculación con la realidad social fáctica pero no se agotan
en ésta.
La historia conceptual de Koselleck toma la forma de una semántica de los tiempos históricos en la
cual es posible constatar la transformación que experimenta la comprensión de los conceptos,
produciéndose un cambio de paradigma en la gramática social (Richter: 1995, Palonen: 2003).Una
característica de los conceptos políticos es que poseen, a juicio de Koselleck (1989, 2003), un
carácter general y más de un significado. Los conceptos si bien refieren a acontecimientos y
palabras son éstos (los conceptos) quienes les asignan el marco de significado. Es así como toda
identidad política refiere, siempre, a la vez a su opuesto. Por ejemplo, ni el término „derecha‟ e
„izquierda‟ tendría significado sino es en vista a su opuesto, además ambos han generado realidades
significativas en el ámbito político social y a su vez se han generado por condiciones históricas
dadas, poseen en su significado toda una carga histórica20.
Es así como para Koselleck el significado y sentido de los conceptos son ambiguos, no siempre
indican lo mismo dependiendo de qué grupo social y en qué época se les ha empleado. Esto es , la
historia de los conceptos no se puede reducir a la descripción de su contenido interno y obviar la
evolución del mismo, la diferencia de su aplicación en distintos grupos sociales, las condiciones que
explican su surgimiento y la historia que éste posee, no entendida de modo unitario, sino
discontinuo (Koselleck: 2004).
Para Kosellleck existirán (Richter: 1995, 1996), al momento de analizar los conceptos, al menos las
siguientes dimensiones:
Incluido/excluido de un contexto, Antes/después de X, Generación/extinción, Amigo/enemigo,
respecto a la asimetría. Arriba/abajo.
Para el análisis de estos elementos Koselleck defenderá la validez tanto de la sincronía como de la
diacronía21, para así combinar en el análisis tanto del significado que posee un concepto en un
momento, como aquel a partir del cual se ha desarrollado históricamente.
De igual forma los conceptos políticos se caracterizan por ser poli-relacionados (Koselleck: 1989,
2004, 2006). Su comprensión inicial está dada por su opuesto inmediato, esto es, por ejemplo, si
19 Koselleck (2004, página 86) señala al respecto: “The autonomy of the discipline should not to lead to a diminution
of actual historical materiality simply because the latter is excluded from a specific part of the investigation. On the
contrary, the restriction of a line of questioning to the linguistic assessment of political situations or social structures
permits these to speak for themselves. As a historical discipline, Begriffsgeschichte is always concerned with
political or social events and circumstances, although only with those conceptually constituted and articulated in the
source language.”
20 Koslleck (2004, página 85): “Concepts are thus the concentrate of several substantial meanings. The signification of
a word can be thought separately from that which is signified. Signifier and signified coincide in the concept insofar
as the diversity of historical reality and historical experience enter a word such that they can receive their meaning
only in this one word, or can be grasped only by this word. A word presents potentialities for meaning; a concept
unites within itself a plenitude of meaning. Hence, a concept can possess clarity, but must be ambiguous. “All
concepts within which an entire process is semiotically summarized escape definition; only that with no history can
be defined” (Nietzsche).”
21 Koselleck (2004, página 90) : “(Begriffsgeschichte) goes beyond a strict alternation of diachrony and synchrony and
relates more to the contemporaneity of the non-contemporaneous (Gleichzeitigkeit des Ungleichzeitigen)
that can be contained within a concept. Put another way, it deals with the theoretical premises of social history when it
seeks to evaluate the short, medium, or long term, or to weigh events and structures one against the
other.”
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queremos entender en la época romana el sentido y alcance de „Libertad‟ debemos comprender a la
vez „Esclavo‟. De igual forma si deseamos abarcar el significado de ´Helenos‟ tenemos que
comprender “Bárbaro”, en ese sentido la comprensión de todo concepto es siempre dialéctica
(Richter: 1995). Además esta comprensión binaria está relacionada con otros conceptos a su vez.
Es así como se va generando un entramado conceptual que permite un acercamiento a la realidad
lingüística de cada concepto. Los conceptos más que un contenido, lo que realmente poseerían es la
capacidad de distinguir y establecer una realidad social22.
Koselleck partirá por diferenciando la Begriffsgeschichte de la Historia Social, esta última estudia la
formación y constitución de una sociedad en un tiempo dado. En la Historia Social el “texto” y los
conceptos que lo conforman, sólo tendrán un carácter referencial, serán los datos empíricos y el
análisis de la estructuración social, lo que representará la conformación central de su metodología
(Koselleck, 1998).
En cambio la Begriffsgeschichte abordará su objeto de estudio desde la filosofía de la historia de las
palabras, reconstrucción filológica de las mismas, la semasiología y onomatología, la
Begriffsgeschichte estará en relación continua con el texto, la Historia Social sólo de modo
referencial. Para la Begriffsgeschichte (Koselleck: 1998, 004) la importancia de los conceptos está
dada porque toda sociedad necesita desarrollar conceptos comunes que permitan delimitar los
ámbitos de sentido de las accciones.
Para la óptica de la Begriffsgeschichte el estudio del pasado social y conceptual debe ser
interpretado a la luz de una re-conceptualización del presente, vale decir es parte de nuestra forma
de entender el presente desde el pasado. Ahora para la Begriffsgeschichte, la historia conceptual,
implica un develar su semántica desde su constitución de significado lingüístico pero
contemplando, a la vez, aquellos aspectos que son extra-lingüísticos.
La Begriffsgeschichte si bien reconoce la importancia de la sincronía para analizar el sentido y
significado de un concepto en un tiempo y momento dado, será la diacronía la que permita develar
las transformaciones de estructuración de significado de las sociedades (Koselleck. 1998).
Koselleck (Richter: 1995. Koselleck. 2005) va a clasificar los conceptos a estudiar en tres tipos:
a. aquellos que mantienen una continuidad en el tiempo en su sentido, b. Los que han perdido un
significado que originalmente tuvieron, c. Los neologismos, esto es aquellos que no responden a
ninguna época anterior y que por su novedad irrumpida deben ser considerados como fenómenos
nuevos. El autor alemán sostendrá la existencia de conceptos y términos que responden a éstos tres
niveles.
La Begriffsgeschichte va a rechazar el círculo comprendido en la determinación del sentido por
medio de referir las palaras a objetos y vice versa (Koselleck: 2006). Por eso los conceptos deben
ser estudiados de acuerdo a fenómenos vinculados. Es por eso que la Semiología, el significado que
se traslada de la cosa a la palabra se complementarán con la Onomasiología, la determinación de la
cosa desde el concepto, no de modo aislado sino que vinculado a otras realidades lingüísticas. Los
conceptos no sólo poseerían un 'significado' sino que en cuanto éste esta siempre vinculado a un
contexto social, muestran las posibilidades estructurales que existen en una sociedad dada y en un
tiempo determinado.
22 Es interesante notar la similitud en ciertos aspectos entre las teorías de Luhmann y Koselleck en cuanto la relevancia
social del significado y la capacidad de los conceptos de establecer diferencias. En el caso de Luhmann, ver: La
Sociedad de la Sociedad, Herder. 2007.
9
Ventajas de la Historia Conceptual y el Giro Lingüístico
La historia conceptual de Koselleck y el giro lingüístico de la historia de Skinner toman la forma de
una propedéutica de la historia que permite determinar la forma de abordar los conceptos y su
capacidad de generar expectativas y experiencias. Entre ambos horizontes se movería el significado
y sentido de los conceptos, lo que producirían sería una comprensión de los conceptos políticos que
permite su tratamiento desde su evolución semántica (Koselleck) y de las estrategias ideológicas
(Skinner) que explican el cómo y por qué han adquirido determinado significado. De ésta forma,
ambos autores desafían las pretensiones del comunitarismo, contractualismo, teorías de la
comunicación y de la filosofía analítica que busca explicar los conceptos políticos desde visiones
esencialista, fundamentalistas y normativas.
Skinner, por medio de la paradiástole describe los procesos de redescripción y subversión de los
topoi en el cual surgen las ideologías. Para Koselleck, el análisis de las ideas y conceptos políticos
debe considerar su carácter inminentemente temporal, es en éste último donde se constituyen y
adquieren su sentido23. La temporalización koselleckiana implicará una desnaturalización temporal
y una desontologización de los conceptos políticos.
No existe, potencialmente, la posibilidad de indicar en política, que un sector o grupo, es dueño de
tal o cual concepto, nadie está en la verdad, sino que sólo se puede aspirar a interpretar de mejor
forma los tiempos de uno o desafiarlos tratando de redescribir su sentido.
Skinner se concentrará en el uso discursivo que se hace de los conceptos como herramientas
políticas, Koselleck buscará establecer el cambio de los conceptos de acuerdo a cómo se entienden
ellos y sus relaciones conceptuales vinculadas.
Ambos acercamiento permiten entender los discursos políticos despersonalizados y en vista a
contextos, lo cual posibilita una mejor comprensión de los mismos ganado capacidad explicativa y
comprensión de su efecto generador de realidad social..
A continuación se presenta, a modo de bosquejo, el análisis del discurso de la libertad en lo expresidentes Salvador Allende y Ricardo Lagos. El ex-Senador Jaime Guzmán y el senador Andrés
Allamand..
23 Palonen describe los siguientes micro-niveles de análisis (por un tema de extensión no es posible tratarlos acá):
1) Conceptual history as a subfield of historiography.2) Conceptual history as a method of historiography
3) Conceptual history as a strategy of textual analysis. 4) Conceptual history as a micro-theory of conceptual
change. 5) Conceptual history as a macro-theory of conceptual change. 6) Conceptual history as a revolution in the
understanding
of
concepts.
Palonen
Kari. An Application
of
Conceptual
Concepts.
From:
http://www.jyu.fi/yhtfil/redescriptions/Yearbook%201997/Palonen%201997.pdf
10
Salvador Allende
El ex-presidente Salvador Allende entenderá la libertad en relación al contexto de desarrollo de la
guerra fría y de sus concepciones marxistas sobre la historia, ahora, producto de su lectura del
marxismo, anarquismo, leninismo y su experiencia como ex-ministro y parlamentario desarrollará
una idea de libertad que implicará:
a. La abolición de la dependencia nacional del capitalismo extranjero.
b. La superación de la lucha de clases.
c. La incorporación de las clases populares y la clase media a un proceso de independencia nacional
representado por soberanía económica basada en el capital nacional. En éste proceso se asume a las
clases dominantes como una herramienta del capital internacional.
De esta forma, para Allende la libertad implicará básicamente la independencia de factores internos
y externos que generan dependencia económica y en segundo lugar a partir de ésta independencia
económica: el desarrollo de capacidades y potencialidades diversas a las implementadas en el
trabajo, que explicarían la no preponderancia en la vida de una racionalidad que sólo busca la
eficiencia y eficacia.
Allende, parte de su análisis desde una visón historicista y a la vez escatológica, vale decir, del
presupuesto que la historia posee ciertas determinantes y que se dirige a una finalidad dada, es así,
como la historia poseería una teleología y ésta estaría determinada por la libertad del „pueblo‟. Éste
último concepto es siempre en relación a su opuesto „oligarquía‟ quienes ejercen básicamente una
explotación de tipo económica y de ésta se sigue la dominación social y política.
El concepto „pueblo‟ implica para Allende el de „autenticidad‟, es éste el legítimo depositario de la
acción del Estado, el cual tendría por misión liberarlo de la privación de libertad a la cual ha sido
sometido producto de estructuras sociales represivas y explotadoras.
Allende entenderá la liberación como fin de una fase y paso a nuevas relaciones socio-económicas
marcadas por el término de la dependencia del país respecto del capital foráneo, reestructuración de
las relaciones patronales y empoderamiento de las clases populares para lo cual se necesitaba de un
debilitamiento de la clase capitalista aliada del capital foráneo.
La herramienta política para Allende estará dada por la reforma y reinterpretación de la constitución
hasta llegar a una que sea una superación de la constitución liberal de 1925 y permita instaurar una
sociedad socialista. Allende, creía que era factible la construcción socialista desde el particularismo
propio de nuestra idiosincrasia e historia. Es así, como si bien valoraba las experiencias
revolucionarias de Cuba y Vietnam, consideraba que las mismas no debían ser imitadas en Chile ya
que nuestra historia era muy diversa a la de esas naciones. De igual forma era posible, a su juicio,
observar en nuestra historia un progreso constante hacia una mayor libertad en lo político y social
que se refleja tanto en la evolución constitucional como en la adquisición de derechos laborales y
políticos. Para Allende, éste proceso iba a proseguir hasta culminar en una república socialista. Esto
explica su optimismo, de que más allá de las dificultades que podía enfrentar su gobierno, las
fuerzas históricas estaban de su lado.
Allende no era, de formación, un hombre de pensamiento riguroso sino que más bien una persona
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de „amplia cultura general‟. Esto también se refleja en su lectura y relectura del marxismo. Asume
una posición ecléctica a partir de un rechazo al reformismo marxista, una aceptación del leninismo,
simpatía por el trotskismo, el maoísmo y admiración por uno de los grandes rivales de Marx:
Bakunin. Allende desarrollará la idea de que las distintas corrientes marxistas son un reflejo de la
validez de la aplicación contextual del marxismo, por lo cual, no deben interpretarse como
contrapuestas sino como complementarias. Es en ese contexto donde Allende reinterpretará las
ideas de Bakunin del cambio social dentro de la tradición chilena del reformismo estatal apegado a
la constitución, al estilo de los gobiernos radicales, para hacerlas compatibles con los objetivos del
marxismo.
De esa forma las fuentes intelectuales de Allende son el marxismo en sus variadas formas, el
anarquismo ruso de Bakunin y el reformismo criollo. La libertad adquiere en él la condición de un
status de no explotación, sólo posible en un país sin dependencia del capital foráneo. Las dos
condiciones anteriores, Allende, considera que son alcanzables únicamente en un estado socialista.
¿Por qué no sería posible fuera de él? El impedimento proviene de que en las otras formas políticas
las clases dominantes, en distinto grado y forma, ejercerán la dominación social, económica y
cultural que, sí o sí ,significarán la explotación de las clases asalariadas.
Es por eso que la justificación de la lucha de clases está dada por la necesidad de superar la
estructura clasista de poder que ha permitido la explotación. Es parte de esa estrategia lo que
explica la importancia que asigna Allende a la disminución del poder del capital extranjero. Éste
último no representa los intereses de naciones sino que el de una clase social, la oligarquía, que se
extiende a nivel planetario, es más, el ex-presidente considerará que en el esquema de lucha de
clases, la importancia de los representantes nacionales de la oligarquía, es de modo creciente
irrelevante, es la oligarquía internacional la que la reemplaza por medio la globalización.
Allende sustentará su idea de libertad en potencialidades humanas no desarrolladas por
circunstancias histórico-sociales, La libertad será para él, sinónimo de la anulación de esas
condiciones, lo que generará la posibilidad de vivirla, ser dueño de uno mismo y desarrollar las
capacidades que nos serían propias.
De ésta forma, el gran sustento de las medidas económicas y políticas de la UP son el anhelo de
libertad que el ex-presidente ve en ellas o lo que sería igual, la transformación de las condiciones
materiales y sociales que impiden ser libres.
Jaime Guzmán
El ex-senador Jaime Guzmán, quien fuese asesinado en 1991, sostendrá, a lo largo de su carrera
política que la libertad está determinada por la existencia del libre mercado, vale decir, la capacidad
de emprendimiento y elección racional de bienes económicos y restringida (la Libertad) en lo
político a la práctica y defensa de un sistema político pro-occidental y antimarxista. Vale decir, no
es posible extrapolar a la vida política la libertad del mercado, en la primera debe dominar una idea
de seguridad y orden así como la vinculación de verdad y bien. No existirían las „opiniones
políticas‟ en un sentido amplio sino que sólo restringido.
La argumentación de Guzmán transcurre en medio de las experiencias tanto del gobierno de la UP
como de la dictadura militar. A juicio de Guzmán, fue ésta última la que impidió el advenimiento en
Chile de una sociedad marxista que hubiese significado la destrucción del alma nacional en cuanto
implicaba una negación de su raíz histórica más importante: el catolicismo hispano.
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Guzmán culpará del advenimiento de la UP a una falla sistémica de la Constitución de 1925 y del
sistema de partidos que inspiró. Se habría llegado, a su juicio, a una situación en la cual
predominaban los intereses de grupos y no la visión de la unidad nacional y el bien común.
De ésta forma la idea de una sociedad libre para Guzmán implicará: una estructuración de la
sociedad de acuerdo a una idea del bien común, dada por la mantención de los valores cristianos,
que serían un elemento central de la chilenidad. A su vez, la economía de mercado entendida como
un espacio de emprendimiento y desarrollo de virtudes jugará un papel primordial. El sistema legal
constitucional si bien debe garantizar cierto pluralismo, debe impedir la participación política
activa de quienes sostienen ideas marxistas y la eliminación de la posibilidad de efectuar políticas
de tipo comunitaristas contrarias al orden de una economía de mercado.
De esa forma, la libertad implicaría la realización de un orden moral y de un sistema económico,
ambos resguardados por el ordenamiento constitucional. Es en ese marco donde Guzmán sostendrá
la defensa del artículo octavo de la constitución de 1980.
De igual forma considerará el presidencialismo y el sistema binominal, un eje fundamental para
evitar la influencia de los grupos políticos fragmentados sobre la soberanía del Estado y a la vez ,
por medio del binominal, tender a la formación de dos grandes bloques e impedir el reingreso en el
parlamento de aquellos grupos que defienden una visión marxista de la sociedad. La idea de libertad
de Guzmán es inseparable de su radical rechazo al marxismo. Éste último es, por antonomasia, la
negación de la libertad, no sólo desde un punto de vista económico y político sino que en aquello
que, a su juicio, fundamenta lo anterior, la moral basada en una visión metafísica católica del
Hombre.
Como parte de esa confrontación, que a su parecer, tenía características de providenciales, se debe
entender la importancia que asignará al trabajo en las zonas populares. Guzmán culpará al carácter
clasista de la derecha tradicional el haber dejado las zonas de las poblaciones marginales a merced
de la propaganda y acción política de los grupos marxistas. Es así como el gremialismo debe ser
entendido, a su parecer, como una superación de la dicotomía tradicional en nuestro país entre
izquierda y derecha, para adquirir un espacio político nuevo, el cual si bien buscaba incluir a la
derecha tradicional era básicamente su superación histórica y de esa forma configurar al
gremialismo como una nueva realidad política capaz no sólo de superar a la derecha tradicional sino
que además a la propia Democracia Cristiana, debería ser la fuerza que por excelencia represente a
quienes estén luchando por mantener las raíces cristianas de la sociedad chilena y defiendan la
economía de mercado.
El Gremialismo de Guzmán buscará rescatar de la Edad Media el valor de los cuerpos intermedios,
es así como la incorporará a la idea de la libertad en el mercado y la chilenidad basada en una raíz
cristiana. La existencia de gremios, entendidos no como grupos de presión, sino como cuerpos
intermedios de la sociedad que permiten la participación del ciudadano en la vida de la república
pero de modo despolitizado. Buscaba generar por medio de una nueva constitución (en la cual se
consagraría la existencia y resguardo de éstos cuerpos intermedios) un nuevo ordenamiento
económico y un nuevo movimiento político, una situación fundacional equivalente a la Constitución
de 1833 en cuanto generadora de una paz social y crecimiento económico pero que a la vez
resguardase valores e identidades entendidas por él de modo unívoco como partes integrantes de
una sociedad libre. Esa idea de sociedad libre, se asentará en la idea de la libertad como
autodirección hacia una naturaleza cristiana trascendente que tiene un reflejo en el mercado pero
que debe ser resguardada en la arena política de sus enemigos.
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Es así como para Guzmán, el Estado y su ordenamiento constitucional por un lado protegen la
libertad y determinan el ámbito de pluralismo posible dentro del cual distintas visiones sobre la
misma se pueden dar.
Ricardo Lagos
El ex presidente Lagos defenderá una idea de libertad proveniente de:
a. Su crítica a la desigualdad económica y la concentración de la riqueza. b. La experiencia de la
pérdida de la democracia y su recuperación.
Es así como desarrollará dos ejes entorno a la libertad: primero como incremento de las
posibilidades de autoconstruirse un futuro para lo cual se requiere contar en el plano educacional
con las herramientas necesarias e igual cosa en el ámbito social. Segundo, y muy importante, en
cuanto marco definitorio de la libertad ésta implicará una construcción democrática de la civilidad,
sin ningún tipo de a-priori previo, salvo el que nace de la igualdad ante la ley y el respeto al
pluralismo social. De esa forma la libertad será entendida como una tarea de construcción por
medio de la capacidad de la ciudadanía de optar por distintas opciones y modos de vida.
Lagos, reconocerá en el marxismo sólo un referente histórico más y una fuente de la cultura crítica
de Occidente pero en ningún caso un referente obligatorio para determinar qué se entiende por
socialismo. Referente a esto último, rescatará la idea de generar mayorías del socialismo europeo,
en especial el que se ha desarrollado en la zona del mediterráneo, por presentar una cercanía mayor
a nuestra realidad. Es en éste contexto en el cual Lagos rescatará la tradición gramsciana
entendiendo ésta como la posibilidad de ejecutar ideas políticas en la medida que reciben aceptación
y de, por ende, gobernar pragmáticamente cuando las ideas de uno no son mayoría. Lo anterior, no
impide la aspiración de obtener esa aceptación social, por eso la importancia que asignará Lagos a
la introducción de nuevos conceptos para su debate y discusión.
Para Lagos una sociedad moderna y progresista, es aquella donde no existe interferencia en las
decisiones de los ciudadanos por parte del Estado pero éstos (los ciudadanos) deben poseer la
capacidad de expresar sus inquietudes al Estado, vale decir, la sociedad civil debe ser garante, ella
misma, de la participación y la democracia, el Estado un facilitador.
La idea de Libertad de Lagos implica por un lado evitar el debilitamiento democrático para lo cual
se requiere una civilidad activa y por otro, los riesgos de ideologismos y control de la propia
civilidad desde el Estado. Lagos, de esa forma, propondrá a garantizar la no interferencia del Estado
en las decisiones de los individuos y de la sociedad civil pero como garante de esta independencia,
el Estado, por medio de sus políticas públicas, debe asegurar la igualdad ante la ley y el término de
la discriminación.
Lagos entenderá el socialismo como generador de oportunidades para asumir las visiones de mundo
que cada ciudadano desee en un estado de derecho. De esa forma, el socialismo, será más una
herramienta y no un una guía a seguir, sino un medio democratizante.
Lagos tendrá en vista tres experiencias fundamentales: la UP y su fracaso, el socialismo europeo y
la recuperación de la Democracia.
Lagos tendrá como primer eje de su preocupación el cómo mejorar las condiciones económicas y de
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concentración de la riqueza. Esto explicará buena parte de sus preocupaciones académicas.
Entenderá la pobreza como un límite a las posibilidades de ejercicio de la libertad individual. Luego
de la experiencia del 73, analizando las causas del fracaso político del 73, sostendrá la importancia
de entender las ideas políticas popperianamente para así generar sustentabilidad democrática,
procesar el conflicto y poder avanzar hacia una sociedad libre, la cual implica la carencia de
discriminación, acceso a la educación y una vida digna para los ciudadanos.
Para Lagos los pilares de la Sociedad Libre se encontrará en la estabilidad institucional, el respeto a
la individualidad, las diversas identidades colectivas, la responsabilidad individual y la equidad.
Andrés Allamand
El senador Allamand estará movido, al igual que todos los políticos de su generación, por la
experiencia de quienes vivieron de modo protagónico la época de la Unidad Popular, y luego, desde
el mundo privado o público, siguieron su vida durante el régimen militar,
Allamand, al igual que la mayoría de la derecha post-UP y post-gobierno militar presentará un
rechazo visceral a la intervención estatal y la planificación económica. Por eso la libertad tomará la
forma del orden espontáneo que se produce en la sociedad producto de la interacción entre los
individuos. De esa forma asignara a la economía de mercado un papel fundamental dentro de la
construcción de una sociedad libre, la cual además se caracterizará por una modernidad que
producirá una mayor horizontalidad social, un fortalecimiento de la sociedad civil y un rol
subsidiario del Estado.
Allamand, cara a la crisis de 1973, considerará de relevancia principal el poseer un ordenamiento
jurídico que garantice y defienda la institucionalidad. El funcionamiento y respeto de las
instituciones será entendido como un requisito funcional básico para el éxito de la democracia. Será
justamente éste último sistema político el que será entendido como el único que aporta legitimidad
y por ende, el único defendible para quienes entienden la política como una lucha por construir una
sociedad con mayores libertades individuales.
Allamand, sin especificar, defenderá la necesidad de compatibilizar la libertad individual con
valores morales compartidos socialmente. Estos últimos, tendrían un fundamento en la tradición
cultural y sus distintas manifestaciones y como tales estarían sometidos a una constante evolución,
justamente, algo que explicaría a su juicio el fracaso de los socialismos reales, sería la pretensión de
estos de a partir de una abstracción pretender moldear ingenierilmente la sociedad, eso explicaría
para el senador porque fueron una falacia y una quimera: producir una aspiración la cual nunca se
confrontaría con resultados concretos. Esa era también su fortaleza, ya que generaban ilusión pero
también su gran debilidad: no eran aplicables de modo exitoso.
El orden económico y político de la sociedad libre estaría avalado por su naturalidad, esto es: reflejo
de una sociedad dada y su interacción. Es por eso que bastaría la defensa de principios básicos
como el mercado, la institucionalidad, y la no interferencia en las libertades individuales para
construir una sociedad libre.
Allamand, de modo paradójico, valorará la obra socio-económica del régimen militar y muy
importantemente una defensa de los motivos del 11 de septiembre, pero condenará las violaciones a
los derechos humanos las cuales no tendrían justificación a su juicio. Esa tensión, al avanzar la
transición se irá decantando de modo más claro por una condena al régimen militar por sus graves
violaciones a los derechos humanos.
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Allamand indicará su admiración por la obra de von Hayek, Camino de Servidumbre. En ella se
podría apreciar aspectos fundamentales tanto de la libertad como de una sociedad libre. Esta
explicaría, para el político de la centro-derecha, como la intervención en el mercado siempre
conllevaría, al menos potencialmente, una intervención en la política y vida de las personas, por lo
cual, la mejor forma de asegurar el no advenimiento del totalitarismo, de cualquier signo es
asegurar la no intervención estatal en la vida económica.
Allamand recibirá en su juventud como dirigente político la influencia de antiguos dirigentes del
Partido Nacional, especialmente Pedro Ibáñez, Francisco Bulnes y Juan Luis Ossa. De ellos
heredará una visión independiente del gobierno militar y no ausente de crítica. Además terminarán
imponiendo en él una impronta de liberalismo político contraria a las corrientes nacionalistas que se
desarrollaron en el Partido Nacional. Es así, como si bien defenderá la labor del gobierno militar, no
le asignará a éste el carácter fundacional que buena parte de la derecha verá en él y vaciará a
Pinochet de la carga mesiánica que otros miembros de la derecha le adjudican. La democracia
liberal, la economía de mercado y la institucionalidad, tanto del país como de su sector político
serán sus principales objetivos..
Para Allamand la libertad será entendida como la menor interferencia posible en la vida política y
económica de la gente y la democracia como el único sistema político capaz de resguardarlo.
Conclusión
La historia conceptual y el giro lingüístico de la Escuela de Cambridge nos invitan a entender la
aproximación a los conceptos y su uso como parte de la historicidad que les es propia. Los
discursos y las ideologías deben ser entendidos como un intento por validar o desacreditar una
praxis dada. Es así como no existirán ni 'dueños' de la libertad, ni 'dueños' de la justicia sino formas
distintas de haberlas entendido en períodos diversos y modos distintos de apropiarse de aspectos
discursivos en el ámbito político para generar una identidad.
Allende, Guzmán, Lagos o Allamand, desde contextos distintos aceptaron y rechazaron distintas
formas de ver la libertad que se han dado en los momentos políticos que les tocó vivir, lo cual es
muy distinto a sostener que existe algo así como una definición de libertad a la cual con mayor o
menor intensidad han adherido los distintos actores políticos. Lo que es igual, no existiría una idea
de libertad previa a partir de la cual se pueda someter, normativamente, la pretensión de adhesión de
los distintos discursos a ella.
La tarea más bien sería develar por qué X autor ha defendido una idea Y de libertad. Y cuál es el
efecto que produce sobre una sociedad política, dentro de qué proyecto mayor se enmarca. Además,
siguiendo a Koselleck, poder determinar las condiciones lingüísticas y sociales que hacen posible
que los diversos actores en determinados momentos hayan podido defender determinados
conceptos, como el de „libertad‟, asignándole ciertos contenidos.
Skinner y Koselleck nos invitan a considerar los conceptos políticos como relativos y dependientes,
en relación a otras ideas que se desafían y a fenómenos y proyectos propios de un período. Serían
una competencia de ideas y proyectos en un momento dado.
Así la idea de “libertad” de Allende es inseparable de otros conceptos como “explotación”,
“dominación”, “liberación”, “socialismo” y “capital”. En el caso de Guzmán, “libertad” supone los
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términos “naturaleza humana”, “mercado”, “alma nacional”, “orden” y “paz”. Su gran opuesto es
“marxismo”, “socialismo”, “comunismo”.
En Lagos, “libertad” se vincula a “no-discriminación”, “oportunidades”, “elección”, “no
interferencia”. Se opone a “dictadura”, “tutela”, “discriminación”.
Por último en Allamand, se liga a “mercado”, “elección”, “desafíos”, “autonomía”, “tolerancia”,
“individualidad” y “democracia”. Se le opone “socialismos reales”, “burocracia”, “envidia”.
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(2008)Hobbes and Republican Liberty, Cambridge University Press, 2008
.
Se ha empleado una cuantiosa información bibliográfica entregada por fundaciones y equipos
personales. Por un tema de espacio, no se incluye en ésta publicación la lista de artículos y
textos. Se agradece a la Fundación Salvador Allende, Fundación Jaime Guzmán, Fundación
Democracia y Desarrollo el apoyo brindado. La publicación del material de respaldo, por
cierto, si se hará en otras etapas.
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