Texto completo: PDF - Revista Palimpsesto USACH

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Palimpsesto Nº6, Vol. III, 2006
Universidad de Santiago de Chile, ISSN 0718-5898
Chile y la crisis de descomposición europea: 1936 - 1939
Chile and the crisis of European breakdown: 1936 - 1939
Diego Canales Ramírez *
Resumen
Este trabajo tiene como hipótesis que Chile no pudo mantenerse aislado del proceso de
descomposición en Europa precedente a la guerra, y experimenta cambios influenciados
por los procesos europeos. El ensayo se divide en tres partes. En primer lugar, se
caracteriza la composición de los tres bloques en Europa (las democracias liberales, el
totalitarismo y el comunismo). Posteriormente, se caracterizarán los tres grandes
conflictos que llevan a la guerra total entre los países europeos: la Guerra Civil
Española, la invasión japonesa a China y los acuerdos de Munich. Finalmente, se hace
referencia a la influencia de estos procesos en Chile.
Palabras clave: Segunda Guerra Mundial, Descomposición Europea, Totalitarismo, Democracia
Liberal, Comunismo.
Abstract
This work has hypothesized that Chile could not remain isolated from the
decomposition process preceding the war in Europe, and experiences influenced by
European process changes.
The test is divided into three parts. First, the composition of the three blocs in Europe
(liberal democracies, totalitarianism and communism) is characterized. the Spanish
Civil War, the Japanese invasion of China and Munich agreements: Subsequently, the
three major conflicts that lead to total war between European countries will be
characterized. Finally, referring to the influence of these processes in Chile is done.
Keywords: World War II, European Decomposition, Totalitarianism, Liberal
Democracy, Communism.
Introducción
El 9 de agosto de 2005 se cumplieron seis décadas desde que explotase una
bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Nagasaki. Con ello concluyó una guerra que
se caracterizó por su violencia y por la pérdida de vidas a gran escala, que estalló en
1939, pero cuya gestación comenzaría en 1936, con el inicio de la guerra civil española
que instaló un régimen de corte totalitario en ese país.
Frente a esto, Chile no estuvo ausente. Si bien no se envió contingente a la lucha
en Europa, la guerra se manifestó, en el plano ideológico, en una lucha verbal en la
*
Licenciado en Educación en Historia y Geografía. Universidad de Santiago de Chile. Estudiante de
programa de Magíster en Historia de Europa, Departamento de Ciencias Históricas, Universidad de Chile.
Chile y la crisis de descomposición europea: 1936 - 1939
arena política, que durante los años previos a la guerra experimentó una recomposición
que puso fin a la política de puertas cerradas que imperó desde la época de Portales y
dio paso a un nuevo mapa donde los partidos buscarían su voto convenciendo
directamente a la gente. Con ello, se fue perfilando una política de tres tercios, espacios
políticos que buscarían influir en las decisiones tomadas por el Ejecutivo, sobre todo en
el campo de las relaciones internacionales, donde las cancillerías de Europa y de
Estados Unidos, seguían con inusitado interés las decisiones tomadas en La Moneda.
La entrada en guerra encuentra a Chile como un país multicultural, compuesto,
además de su población mestiza, por descendientes de los colonos alemanes que
llegaron a Chile a partir de la década de 1850, y colonias de países como Francia,
España, Gran Bretaña e Italia (además de las familias de inmigrantes palestinos que se
establecen en la zona sur del país), las que se encontraban representadas a través de
instituciones como compañías de bomberos, medios de prensa, establecimientos
educacionales y centros de comercio. Muchos de estos inmigrantes sientan
descendencia en Chile, y sus familias permanecen hasta hoy. 1 Asimismo, los
norteamericanos y los ingleses tienen intereses económicos en la región (debe
recordarse que la explotación del cobre hasta la época de Eduardo Frei Montalva fue
realizada con capitales norteamericanos). Por ello, la hipótesis central que guía este
ensayo es que Chile no pudo mantenerse aislado del proceso de descomposición en
Europa que llevaría a la guerra, por lo que puede observarse perfectamente que durante
el mismo periodo, el país experimentará cambios que son influenciados por Europa,
aunque los hechos en el viejo continente son seguidos con inusitada alarma en Chile y
se intenta evitar, de cualquier forma, la aparición de un proceso de descomposición
similar al que iniciaría el periodo de devastación al otro lado del Atlántico.
El presente ensayo se divide en tres partes claramente diferenciadas. En primer
lugar se caracterizará el proceso que lleva a la composición de tres bloques en Europa
(las democracias liberales, el totalitarismo y el comunismo) que llevaría a la Sociedad
de Naciones al fracaso final, a pesar de las intenciones que esta tenía. Posteriormente, se
caracterizarán los tres grandes conflictos que llevan a la guerra total entre los países
europeos: la Guerra Civil Española, la invasión japonesa a China y los acuerdos de
Munich, que son un vano intento para resolver el conflicto pacíficamente. Finalmente se
hace referencia a la influencia que este proceso hacia el combate abierto entre estos dos
bloques de potencias, entendiendo que durante este período, se caracteriza por su
multiculturalidad y por la presencia de diferentes culturas en el territorio nacional. Para
la realización del ensayo se han consultado fuentes primarias en especial los archivos
del Ministerio del Interior y el Ministerio de Relaciones Exteriores y fuentes
secundarias que permiten armar un cuadro completo del periodo de estudio.
Europa desde 1920 a 1930
1
Existe una gran cantidad de investigaciones sobre este tema. Entre estas, se pueden destacar: Ossandón,
Felipe; De bachichas y despacheros: la casa comercial Schiavetti Hermanos 1887 – 1999, Seminario para
optar al grado de Licenciado en Educación en Historia y Geografía y el título de Profesor de Historia y
Geografía, Universidad de Santiago de Chile, 2000. Asimismo, puede consultarse Jerez, Erick; La prensa
árabe en Chile, 1912 – 1950, Seminario para optar al grado de Licenciado en Educación en Historia y
Geografía y el título de Profesor de Historia y Geografía, Universidad de Santiago de Chile, 1999.
DIEGO CANALES RAMÍREZ
En 1919, con la firma del Tratado de Versalles se puso fin a la Primera Guerra
Mundial. Los europeos deseaban dejar atrás cuatro años de sufrimiento y por esa razón
establecieron una serie de condiciones que castigaban duramente a las potencias que
iniciaron el conflicto, es decir, el Imperio Alemán del Káiser Guillermo I y el imperio
austro – húngaro del emperador Francisco José II. Así, Alemania se vio obligada a
entregar zonas de su territorio a Bélgica y Francia, además de perder su imperio
colonial, además de aceptar su desmilitarización.
Austria, por su parte, debió ver como su imperio se disolvía, formándose nuevos
estados: Checoslovaquia (capital en Praga), Austria (capital en Viena), Hungría (capital
en Budapest), Albania (capital en Tirana) y un nuevo estado creado con la unión de
serbios, croatas y eslovenos, con capital en Belgrado, Yugoslavia 2. Por otra parte, se
reconocía la existencia del Estado polaco como nación independiente y se aceptará la
independencia de las repúblicas de Estonia, Finlandia, Letonia y Lituania, que se habían
independizado luego de la descomposición del estado zarista con la Revolución de
1917.
Turquía, por su parte, debió ver cómo su imperio se desmoronaba
definitivamente, pero sería solo en 1923, cuando el último sultán fue derribado y se
instalase la república, al mando de Mustafá Kemal, conocido por los turcos hasta el día
de hoy como Atatürk, es decir, “el padre de los turcos”, que inició una serie de reformas
de laicización y transformó a Turquía en una república democrática.
Con el objeto de mantener la paz futura, Woodrow Wilson propuso la creación
en Ginebra de un organismo supranacional que velase por la paz futura: la Sociedad de
Naciones (SDN) a la cual se integraron Estados Unidos, Bélgica, Bolivia, Brasil, Gran
Bretaña, China, Cuba, Ecuador, Francia, Grecia, Guatemala, Hedjaz (actualmente parte
de Arabia Saudita), Honduras, Italia, Japón, Liberia, Nicaragua, Panamá, Perú, Polonia,
Portugal, Rumania, Yugoslavia, Tailandia, Checoslovaquia y Uruguay. Se invitó
también a Chile, que se incorporó en la década siguiente.
A pesar del deseo de mantener un estado de paz, esta organización no sirvió para
nada, puesto que fue incapaz de subsanar las contradicciones que existían en el propio
tratado de Versalles entre diferentes países, en especial en lo referente a territorios
fronterizos. Es así como durante la primera mitad de la década de 1920 estalla una serie
de guerras entre diferentes países europeos, que no se habían sentido reconocidos en las
cláusulas del acuerdo, en especial en lo referente al principio de las nacionalidades.
Italia es el primero que se pronuncia en torno a esta situación, cuando el poeta
nacionalista Gabrielle d’Anunzio ocupa en 1920 el puerto de Fiume (actual ciudad
croata de Rijeka), argumentando que estos territorios, correspondientes a la zona de
Istria, le pertenecieron a la República de Venecia, por lo que eran territorios italianos.
Sin embargo, el gobierno le obligó a retirarse luego de firmar el tratado de Rapallo con
el gobierno yugoslavo. Esto aumentó la impopularidad del gobierno italiano y preparó
el camino para que Mussolini se hiciera con el poder en 1922, derrocando al rey Víctor
Manuel III.
2
En el tratado de Versalles aparece como Estado serbio – croata – esloveno, pero se prefiere utilizar en
este ensayo la denominación de Yugoslavia que se emplea a partir de la década de 1920.
Chile y la crisis de descomposición europea: 1936 - 1939
Otro choque importante se dio entre Polonia y Checoslovaquia por la región de
Teschen, que era considerada por Polonia como parte de su territorio debido al principio
de las nacionalidades, pero la región fue adjudicada a Checoslovaquia. Hungría, por su
parte, sufrió una revolución comunista encabezada por Bela Kun, quien fue derrocado
por las potencias occidentales, las que pusieron en el gobierno a Miklos Horthy, quien
intentó revisar las fronteras establecidas en el tratado de Trianon, mientras intentó
colocar como rey al antiguo emperador Carlos de Austria. Todas estas situaciones
llevaron a la formación de dos bloques: uno de países satisfechos (liderados por
Francia) y otro de descontentos (liderado por Italia).
Otro de los grandes problemas que debió enfrentar la SDN fue el del
aislacionismo norteamericano. Luego de la guerra, Wilson enfermó de poliomielitis y
fue derrotado en las elecciones de 1921 por el republicano Warren Harding, quien inició
una línea aislacionista que solo se rompería en 1941 con el ataque japonés a las bases de
Hawai. Japón, por su parte, que rompió su ancestral aislamiento en 1868, quedó como la
tercera potencia naval del mundo tras la guerra, para lo que se firmó un tratado de
arbitraje (el Tratado de las Cinco Potencias) entre Japón, Estados Unidos, Gran Bretaña,
Francia e Italia.
Alemania, el gran derrotado, consideró humillante el pago de indemnizaciones a
los vencedores, por lo que buscó retrasarlo, lo que provocó que en 1923, las tropas
francesas y belgas ocupasen la cuenca del Ruhr. El gobierno decretó un estado de
resistencia pasiva y favoreció la huelga de los operarios de las fábricas, lo que provocó
un aumento desmedido de los precios, y finalmente, en 1924, Francia, exhausta, aceptó
la propuesta de mantenimiento de frontera de Alemania. Parecía que un periodo de
concordia se abría, con el plan Dawes (por el que se incentivaban las inversiones en
Alemania) y la firma del tratado de Locarno, que permitió la entrada de Alemania en la
SDN y el pacto Briand, que consagró un plan de pago de las reparaciones (el que se
extendería hasta 1988, y que estaba garantizado por una hipoteca sobre los ferrocarriles
estatales alemanes) que fue aceptado en 1929 a cambio del retiro de las tropas de la
zona de Renania.
El fin de la paz ilusoria
La situación de concordia, sin embargo, sería ilusoria, ya que el 14 de octubre de
1929 se produjo la caída de la bolsa de Nueva York, la que provocó un efecto dominó
que afectó a todos los países europeos. Se aplicaron medidas proteccionistas en la
totalidad de los países europeos y la insolidaridad pronto se convertiría en un hecho
patente en la Conferencia de Desarme de Ginebra. El descontento con las democracias
liberales, debido a la desocupación y a la ruina económica, era evidente y es así como
en 1933, Adolfo Hitler es electo canciller en Alemania, retirando al país de la SDN. La
situación provocó, tal como lo plantea la historiadora Olga Ulianova, el surgimiento de
una tripolaridad de tres bloques en lucha constante durante la década de 1930: las
democracias liberales (Francia y Gran Bretaña), los gobiernos totalitarios (Italia y
Alemania) y el régimen comunista soviético. Tal situación se confirmó en la política
revisionista de Hitler, que firmó un pacto de no agresión con Polonia en 1934 y en el
intento de golpe de estado en Austria, el que llevó al asesinato del canciller Dolfuss.
Posteriormente, en 1935, en una abrumadora victoria en base a lo acordado en el tratado
de Versalles, la cuenca carbonífera del Sarre volvía a manos alemanas, mientras que
Hitler restableció el servicio militar obligatorio. Francia, alarmada, se aproximó a la
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URSS e Italia, firmando pactos con estos dos países, mientras que Alemania conseguía
el reconocimiento británico al rearme naval. Posteriormente, la situación se agravó
debido a las invasiones italianas a Etiopía (incorporada a Italia en 1936). Condenado
como agresor, fue sancionado por la SDN, pero con medidas muy suaves, ya que no se
embargó el petróleo debido a las presiones de EE.UU. Italia se retiró de la SDN, con lo
que comenzó a aproximarse hacia Hitler, quien reocupó militarmente la zona de
Renania, lo que no fue frenado por las fuerzas aliadas y permitió un rápido rearme
alemán, lo que demostraría la ineficacia de la SDN para contener el crecimiento de las
potencias totalitarias.
Los preludios de la gran devastación
En este marco, pronto se iría evolucionando a dos bloques de países europeos
que se enfrentarían unos contra otros. Las democracias liberales encabezadas por
Francia y Gran Bretaña y los países totalitarios (Alemania e Italia), buscarían imponerse
por la vía diplomática, pero muy pronto los hechos conducirían al enfrentamiento
directo, como lo anunciarían tres hechos importantes: la Guerra Civil Española (1936 –
1939) y los “acuerdos de Munich” que demostraron la inviabilidad de las cláusulas del
Tratado de Versalles en el nuevo contexto que se llega a septiembre de 1939, cuando las
tropas alemanas invaden Polonia y desencadenan una espiral de violencia total que
afectaría a Europa durante cinco años, causando una gran devastación.
La guerra civil española: la mecha se enciende
La Guerra Civil Española tiene su origen en la política interna de la II República,
caracterizada por la laicización y las fuertes prohibiciones al clero, lo que se vio, en
gran medida, en las reformas educativas impulsadas por el presidente Manuel Azaña.
Estas reformas educativas se fueron acrecentando, lo que provocó un fuerte
enfrentamiento con la Iglesia. Además de ello debió enfrentarse la oposición de la
derecha, los anarquistas y los comunistas. Con la consolidación de los gobiernos de
Hitler en Alemania y de Stalin en la URSS, España se polarizó entre izquierdistas y
derechistas, lo que tomó fuerza a partir de la fallida revolución de 1934, cuando
comenzaron a ascender partidarios de un régimen totalitario como lo era Francisco
Franco, quien fue nombrado jefe del Estado Mayor del Ejército. Por otro lado, muchos
funcionarios se vieron envueltos en casos de corrupción. En este marco de polarización,
y a pesar de la victoria de Azaña en las elecciones de 1936, se produjo un alzamiento en
Marruecos encabezado por Franco, que terminó desembocando en una guerra civil entre
los nacionalistas encabezados por éste y los republicanos leales al gobierno. El golpe
triunfó en varias zonas de la península y en el archipiélago canario, pero fracasó en las
zonas más importantes, como Asturias, el País Vasco, Cataluña y algunas zonas de
Andalucía. El país estaba dividido en dos y muchas personas, tanto de la clase adinerada
como de la obrera, perdieron la vida. Entre ellas se encontraban los grandes poetas de la
generación del 98: Federico García Lorca y Antonio Machado, quienes fueron fusilados
por el bando franquista.
Ante la Guerra Civil Española, las grandes potencias adoptaron de inmediato
posiciones encontradas. Inmediatamente Hitler y Mussolini enviaron apoyo a las fuerzas
franquistas (soldados y armamento) sabiendo que podían constituir un poderoso aliado
contra la retaguardia francesa. De la misma manera, Portugal apoyó a Franco. Por su
parte, la URSS se alineó con los republicanos, enviando las Brigadas Internacionales.
Chile y la crisis de descomposición europea: 1936 - 1939
Inglaterra, si bien proclama su neutralidad, no ocultaba su temor ante la posibilidad de
que los republicanos tomasen Gibraltar. Francia, por su parte, a pesar de estar
controlada por un gobierno similar al español, envió ayuda hasta que por instigación
británica, se firmó el Pacto de No Intervención, que fue una farsa, debido a la ayuda de
los gobiernos totalitarios a los nacionalistas, además de que Estados Unidos no controló
la venta de petróleo a los franquistas.
Gracias a la ayuda de los gobiernos extranjeros, la guerra acabó con triunfo
franquista luego de la caída de Madrid en 1939. El gobierno de Franco sería uno de los
más longevos en Europa, terminando con la muerte de su líder, en 1975. Pero quizá lo
mas importante fue que Mussolini estrechó sus vínculos con Hitler y firmó un pacto con
este para contrarrestar el avance comunista con lo que se formó el Eje Roma – Berlín.
La Politica de “Anchluss” de Hitler: Austria y Checoslovaquia
En 1936, como ya se dijo, Hitler remilitarizó la zona de Renania, y reinstauró el
servicio militar obligatorio para todos los ciudadanos alemanes, con lo que comenzó
una expansión de su política nacionalsocialista. Para evitar la amenaza de una guerra,
Neville Chamberlain adoptó una política de apaciguamiento (se garantizaba a través de
concesiones a Alemania la manutención de la paz, ya que se veía a Hitler como una
barrera contra el bolchevismo), lo que no funcionó debido a que Hitler, como lo
manifestó en una reunión clave en 1937 con su ministro de relaciones exteriores, Von
Neurath, señaló la necesidad de conseguir el Lebensraum o espacio vital para la
comunidad alemana, que atajaría la expansión bolchevique, antes de 1945, para
asegurar el apoyo a su causa por parte de la población alemana y evitar el desgaste, por
lo que Austria y Checoslovaquia fueron declaradas objetivos inmediatos para lograr este
propósito. Ante la alarma de Von Neurath, Hitler decide removerlo y reemplazarlo por
Joachim von Ribbentrop, quien apoyó las políticas expansionistas nazis.
Austria, que se había apoyado en Italia para evitar el expansionismo de Berlín,
se vio desprotegida luego de que Italia centrase sus fuerzas en Etiopía, cuando
Mussolini se entrevistó con el canciller Schusnigg en 1936 y le aconsejó negociar con
Hitler. Presionado, Schusnigg nombró como ministro del Interior a Seyss – Inquart,
pero buscó el apoyo de la opinión pública, lo que tampoco funcionó, ya que debió
renunciar debido a las presiones alemanas. Seyss – Inquart llamó a los alemanes,
quienes invadieron Austria y la anexionaron a Alemania.
Sin embargo, la gran crisis se produce en este sentido cuando en la región de
Sudeten, que le fue entregada a Checoslovaquia por el principio de las nacionalidades
consagrado en el Tratado de Versalles, pero que siempre se había sentido alemana y
deseaba su ingreso en el Reich, debido a que la lengua imperante, el alemán, les había
otorgado conciencia nacional, pero a lo que Praga se oponía debido a que era la región
con mayor potencia económica en el país. Para evitar una guerra, el primer ministro
británico, Chamberlain, convence a su par francés Daladier, de ceder la zona a los
alemanes, para lo cual se firman los acuerdos de Munich el 20 de octubre de 1938,
donde Praga debe también ceder territorios a Polonia y Hungría, con lo que se debilita
significativamente a los checos. Es el comienzo de una rápida carrera hacia la
devastación total en Europa. En marzo de 1939, los alemanes ocupan Praga y la
incorporan al Reich, lo que es aceptado tácitamente por Londres y París, quienes
continuaron con su actitud poco enérgica, creyendo que, de esta manera, podría
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detenerse a Hitler, pero los hechos demostrarían lo contrario, ya que muy pronto, Hitler
comenzaría a poner sus ojos sobre Polonia, usando como base supuestas matanzas
alemanas en ciudades como Lodz y Katowice.
Como bien se observa, estos tres conflictos habían demostrado el fracaso de los
tratados firmados en Versalles. Las potencias amenazadas no habían sabido formar un
sólido bloque que hubiese detenido el peligro. Así, Estados Unidos se encierra en un
aislacionismo, los británicos buscan desesperadamente un equilibrio y Francia se
encontraba desunida debido a la crisis abierta por el Frente Popular. Toda esta situación
dejaba a Polonia y a los nuevos países creados por Versalles en el desamparo, además
de la rivalidad entre las democracias liberales y el comunismo soviético, lo que facilitó
el crecimiento de las potencias totalitarias. 3
El viraje hacia la guerra parece indetenible en Europa, y en Chile este conflicto
se siente muy de cerca, puesto que era uno de los países más multiculturales en América
Latina, donde familias de extranjeros se asientan y procrean descendencia,
encontrándose de esta manera alemanes, italianos, franceses, norteamericanos, alemanes
e incluso japoneses.
Chile y los primeros años del siglo XX
Mientras Europa se debate en años de crisis que llevarán a dos guerras
mundiales, Chile también sigue los acontecimientos con gran interés, lo que se explica
porque, como se ha dicho, se trataba de una nación que se caracteriza durante este
periodo por su multiculturalidad. Al elemento mestizo presente desde la Conquista, se
suma, desde el siglo XVIII, el elemento francés (gracias al contrabando), que se instala
en el barrio del Almendral de Valparaíso y desde el siglo XIX, el elemento cultural
británico, que llega a Chile atraído por los beneficios del comercio y la minería. Llegan
John Thomas North, quien se convierte en el “rey del salitre” y James Humberstone,
que castellaniza su nombre, transformándose en Santiago. Gracias a estos inmigrantes,
se conoce un amplio desarrollo y Valparaíso, que antes era una pequeña caleta, se
convierte en una metrópoli comercial. Rápidamente, aparecen las primeras compañías
que proveen de servicios vitales como el agua, la luz y el gas. Se introduce la
iluminación pública, el agua potable, el gas domiciliario y el telégrafo entre Valparaíso
y Santiago 4. Los ingleses fundarían también en el siglo XIX colegios (como el de las
Monjas Inglesas, que aún existe), el hipódromo (Valparaíso Sporting Club) y el primer
equipo de fútbol (Wanderers).
Por su parte, los alemanes se establecen en el sur gracias a las gestiones de
Vicente Pérez Rosales, quien, nombrado agente colonizador por el gobierno de Bulnes,
consigue que un grupo de alemanes liderado por Carlos Andwanter se establezca en el
sur chileno. De ahí nacen las ciudades de Puerto Montt y Puerto Varas. Muy pronto
Alemania comienza a establecer vínculos amistosos con Chile, y su influencia es fuerte
en la educación, en especial en ciencias como la medicina y la geografía. De esta
nacionalidad son Hans Steffen, perito de demarcación de límites entre Chile y
Argentina, y Johann Brüggen, quien es el primero que realiza estudios de geografía
3
Henri Michel, La segunda guerra mundial (Barcelona, Oikos – Tau, 1972), 13-14
Eduardo Cavieres, Comercio chileno y comerciantes ingleses 1820 – 1880: un ciclo de historia
económica (Valparaíso, Universidad Católica de Valparaíso, Instituto de Historia, 1988), 134-135
4
Chile y la crisis de descomposición europea: 1936 - 1939
física en Chile y ayuda a formar, en la década de 1920, el Instituto Geográfico Militar,
que actualmente es uno de los referentes mas importantes en el estudio de la geografía
nacional. Asimismo, los alemanes fundan colegios, como el Liceo Alemán (colegio
mixto) y el Santa Ursula (colegio femenino) y contribuyen a la enseñanza cuando en
1889 se funda el Instituto Pedagógico, como formador de los profesores de la enseñanza
primaria y secundaria en Chile, la actual Universidad Metropolitana de Ciencias de la
Educación.
Por su parte, otros pioneros se dedican a diversas actividades económicas y
surgen empresas ligadas a intereses norteamericanos, alemanes, hebreos, italianos,
sirios, turcos y palestinos. Estas colonias también procrean descendencia y es así como
se forman varias instituciones como el Estadio Palestino, varios colegios ligados a estas
nacionalidades, como el Liceo Alemán, el Colegio Alianza Francesa y la Scuola
Italiana, y el Club de Damas Palestinas, que han beneficiado durante casi un siglo al
país.
Así, a principios del siglo XX, Chile se ve como una nación abierta al mundo,
donde conviven armoniosamente diferentes nacionalidades, las que, a su vez, influyen al
país, y será este Chile multicultural el que viva los preludios de la guerra,
experimentando importantes transformaciones que llevarían al colapso final del régimen
oligárquico imperante en Chile desde la época de Portales, que se ve afianzado por las
conquistas logradas a partir de la Revolución de 1891, donde se logra una liberalización
completa de la política, en el sentido que Valenzuela propone, es decir, donde
desaparece todo tipo de intervención y donde cada persona, supuestamente, decide por
quién vota, sin que tenga ataduras, alcanzando de esta manera el grado superior de
evolución de un sistema democrático 5. Sin embargo, para muchos intelectuales, esta
supuesta libertad se convierte en un libertinaje que impide el “desarrollo supremo del
país. En este sentido, la crítica mas fuerte es hecha por Alejandro Venegas, quien en su
obra Sinceridad: Chile intimo en 1910, señala que desde la Guerra del Pacífico los de
arriba, que son muy pocos, no conocen a los de abajo, que son la inmensa mayoría. 6 Tal
cosa queda clara cuando la política parlamentaria de puertas cerradas no logra responder
a las demandas de los ascendentes grupos medios y las clases populares. A esto debe
agregarse la poderosa influencia del paradigma positivista alemán y su noción de
progreso a través de la historia, la que es aceptada rápidamente por los militares.
Las paupérrimas condiciones del proletariado urbano movieron a los
trabajadores a organizarse en sindicatos que se agrupan en 1909 en la Federación
Obrera de Chile (FOCh), cuyo líder, Luís Emilio Reacabarren, fomentó un movimiento
de carácter socialista, y llevó a la formación del Partido Obrero Socialista, que
rápidamente comenzó a crecer. Así, en 1915, los partidos de izquierda crecen a costa de
los partidos tradicionales, pero también del surgimiento de un nuevo tipo de política: el
contacto directo con los partidarios, el que se encarnaría en Arturo Alessandri. En la
elección de 1920, Alessandri se refirió a la Derecha como “canalla dorada” con lo que
aumentó aún más la polarización, ya que se lo acusó de traidor y comunista. Las
estrategias de Alessandri llevaron a que la clase media y la oficialidad joven se plegaran
5
J. Samuel Valenzuela, Democratización vía Reforma: la expansión del sufragio en Chile, (Buenos
Aires, IDES, 1985), 15-18
6
Mario Góngora, Ensayo histórico sobre la noción de Estado en Chile en los siglos XIX y XX (Santiago,
Universitaria, 1992), 88- 92 y 95- 97
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a su campaña, lo que se unió a un explosivo aumento en el costo de la vida. La elección
se saldó con un sorpresivo empate entre ambos contendores, lo que obligó a definir en
base a un Tribunal de Honor. Sin embargo, seria el temor a la violencia de las masas,
pero no a las masas en sí mismas, lo que elegiría a Alessandri como presidente, ya que
se temía un estallido social de proporciones que llevaría a la guerra civil, ya que durante
mucho tiempo se buscaba elegir a presidentes que “no fuesen una amenaza para nadie”,
es decir, que no se repitiese una situación similar a la de Rusia donde el régimen zarista
cayó de manera violenta. 7
Sin embargo, la lentitud de las reformas, debido en especial a los juegos de
alianzas y contraalianzas en el Parlamento, que obligó a Alessandri a cambiar de
gabinete la insólita cantidad de 24 veces, exasperó a varios oficiales jóvenes del
Ejército, quienes se encontraban fuertemente influenciados por los golpes militares
propiciados en España por Primo de Rivera y en Italia por Mussolini, vistos
anteriormente, además de que la influencia alemana (sobre todo luego de que el alemán
Emilio Körner introdujese el profesionalismo en las fuerzas armadas chilenas), era
notable 8. Su líder era Carlos Ibáñez del Campo, quien nació en un fundo cercano a
Linares en 1877. Ingresado a la Escuela Militar en 1896, continuó estudios en la
Academia de Guerra y participó en una misión militar en El Salvador, regresando en
1909 a Chile, con el grado de Capitán, y ascendió en 1919 a Prefecto de Iquique. En ese
cargo, no deja de traslucir su admiración por Alessandri, ya que es parte de la clase
media:
“(…) siempre he tenido un espíritu progresista. Me agrada lo nuevo. Sostengo
que, dentro del orden, puede lograrse mejor el avance social. A mi juicio, la
Derecha tiene un gran pecado. En general, se opone a reducir las diferencias de
clase. Quiere detener la evolución. Ud. sabe lo que le ocurrió a Balmaceda. Yo lo
considero como uno de los más grandes gobernantes del país” 9.
Este oficial joven ilustraría claramente el descontento existente entre los
militares, quienes ya en 1912 intentan un golpe de Estado, que buscaba imponer a
Gonzalo Bulnes, historiador de la Guerra del Pacífico, que no funcionó debido a que
este nunca apareció para tomar el mando, posteriormente, en 1919, el general
Armstrong realiza un intento de golpe, que no funcionará, pero su legado es recogido
cuando un grupo de oficiales forma en 1921 la organización secreta llamada TEA
(Tenacidad, Esfuerzo y Abnegación), cuyo nombre reflejaba el desprecio que sentían,
como hombres de clase media, por el gobierno parlamentario, el que consideraban como
inútil:
7
Paul Drake, Socialismo y populismo en Chile 1925 – 1973 (Valparaíso, Universidad Católica de
Valparaíso, Instituto de Historia, 1992)28-37. El énfasis es mío.
8
En 1870, Alemania logró su unificación como estado nacional luego de arrebatar territorios a Austria,
Dinamarca y Francia, creando de esta manera el “Zweite Reich” (Segundo Reich), liderado por Bismarck
como general y con Guillermo II como Kaiser. Este hecho influyó fuertemente en el Ejército chileno, que
recibió una fuerte influencia alemana, luego de la contratación de Emilio Körner en 1887 como profesor
en la Academia de Guerra.
9
Correa Prieto, Luís; El presidente Ibáñez. La política y los políticos, citado en Mario Góngora, Ensayo
histórico sobre la noción de Estado en Chile en los siglos XIX y XX (Santiago, Universitaria, 1992).,138.
Chile y la crisis de descomposición europea: 1936 - 1939
“Detrás de esas enigmáticas iniciales se cobija un movimiento de reacción que
comienza. ¿Qué significa esa tea? Es el emblema de la juventud sana y honrada
que se alza a combatir la inmoralidad, la incompetencia y la dictadura” 10.
Bajo estas premisas, en donde se nota claramente la influencia que ejerce en los
militares la doctrina fascista italiana, Ibáñez y su compañero en estas intentonas,
Marmaduque Grove, mayor de ejército y posteriormente coronel, dicta en 1924 charlas
sobre las Juntas Militares españolas que rematan en el golpe de Primo de Rivera y culpa
del desgobierno a los políticos. Así, cuando el 4 de septiembre de 1924, se discute en el
Congreso la ley de dieta parlamentaria (sueldo por la elaboración de las leyes), los
oficiales que asisten a la sesión golpean sus sables contra el suelo. Esa misma noche, se
logra la aprobación de un paquete de medidas sociales y al día siguiente, Alessandri
decide abandonar el país, quedando el poder en manos de una Junta Militar encabezada
por el general Luís Altamirano, caracterizado por su conservadurismo y su apego al
constitucionalismo. En enero de 1925, Ibáñez y Grove derrocaron a la Junta y lograron
el retorno de Alessandri, que en la Constitución de ese año terminó con los cacicazgos y
separó la Iglesia del Estado. Con esta Carta Fundamental, se dio inicio al periodo del
régimen presidencial con alianzas de partidos. Una vez aprobada la nueva Constitución,
dejó el poder (algunos dicen que fue derrocado por Ibáñez) y se llamó a elecciones,
donde dos candidatos se enfrentaron: Emiliano Figueroa Larraín (aristócrata apolítico) y
José Santos Salas (candidato impuesto por Ibáñez, y que había desarrollado un
programa de reformas en la segunda junta militar). Los resultados de las elecciones
arrojaron que si bien es cierto, triunfó Figueroa, los partidos tradicionales estaban cada
vez más desprestigiados, ya que la nueva política de atraer seguidores directamente
había probado su validez. Los políticos no valían nada para la opinión pública, había
comenzado el tiempo de las figuras carismáticas. 11
Desde su asunción al poder, Figueroa dejó clara su falta de carácter para afrontar
la situación y en 1927 entregó el mando. En elecciones Carlos Ibáñez obtuvo un 97%
que fue aplastante sobre Elías Lafferte. Buscó implantar un régimen semejante al de
Mussolini, pero esto también se basó en la relegación de opositores a Isla de Pascua,
Ibáñez justifica su actitud señalando que:
“Decidido el gobierno a velar por el interés nacional, en materia de industria del
salitre, y en conocimiento de ciertas actividades de algunos elementos para
fomentar la resistencia a la política del gobierno, declara que esas actividades son
antipatrióticas, que deben cesar, y que en caso contrario no aceptará que continúen
y procederá sin contemplaciones de ninguna especie” 12.
Sin embargo, este frágil apoyo pronto se haría añicos debido al fuerte impacto de
la Gran Depresión, que causa inestabilidad política y golpea con gran fuerza a la
economía. Entre 1929 y 1931 la producción cae a la mitad y en 1932, los ingresos caen
a 704 millones de pesos, lo que arrojó un enorme déficit de 189 millones. Pronto se
desató el desempleo y la hambruna, con caravanas de desempleados que se desplazaban
a Santiago. Sin embargo, Ibáñez mantuvo rígidamente sus políticas y esto alimentó el
10
El Diario Ilustrado del 3 de mayo de 1924, citado en Ricardo Donoso, Alessandri, agitador y
demoledor, Vol. I, (México, FCE, 1952), 377
11
Drake, Socialismo, 37- 41
12
Donoso, Alessandri, 14
DIEGO CANALES RAMÍREZ
repudio, encabezado por los estudiantes, que fueron capaces de organizar un paro
nacional (donde una bala loca disparada por un carabinero alcanzó a un profesor de
Historia del Liceo de Aplicación). Ibáñez se ve obligado a renunciar al mando, dejando
el poder en manos de su ministro Juan Esteban Montero.13
Montero llamó a elecciones en octubre, pero la situación se agravó cuando en
1931, se produjo la sublevación de la Escuadra en la zona de La Serena, la que,
motivada por un mejor pago y una mejor condición de trabajo (algunos autores señalan
que fue por influencia de los conspiradores liderados por Alessandri), llevó a que se
pidieran impuestos mas altos a los ricos y que se redistribuyera el crédito a los mas
necesitados. Esta rebelión alimentó las alarmas de una revolución similar a la de Rusia y
azuzó los temores de la clase media y alta. La rebelión fue aplastada y en las elecciones
Montero obtuvo una amplia victoria, sobre todo debido a que los profesionales y la
clase media le entregaron su apoyo, sobre Alessandri y los comunistas estalinistas (que
presentaron a Elías Lafferte) y los comunistas troskistas (que presentaron al obrero
Manuel Hidalgo). La victoria de Montero fue una muestra de que la sociedad temía a los
gobiernos totalitarios, pero por otro lado, resonaba en Chile el eco de la “Marcha sobre
Roma” y el golpe de los militares españoles, y la opinión pública temía que se instalase
en Chile un gobierno violentista que vulnerase las libertades públicas, como había
ocurrido en Italia, Rusia y España. 14
Sin embargo, la situación no se controló, como quedó demostrado en la trágica
Navidad de 1931, cuando mineros, trabajadores urbanos y algunos peones atacaron
cuarteles militares en el Norte Chico. En la refriega, murieron más de 30 rebeldes y
varios carabineros y soldados. Montero que se había ganado el apodo de “don One
Step” debido a su devoción por la constitucionalidad (algunos dicen que por su poca
aptitud en materias políticas) y su tozudez para solucionar los problemas económicos,
fue derrocado luego de un golpe de Estado en 1932, comandado por el propio Grove.
Nuevamente la “crisis de autoridad” y el miedo a la violencia, había hecho tambalear a
otro gobierno. Pronto las influencias extranjeras se manifestarían con gran fuerza. Sin
disparar un tiro, se proclamaba en Chile la República Socialista, encabezada por Grove
y sus partidarios. Para la sociedad, Montero había sido incapaz, debido a que no había
podido controlar los brotes violentistas. La sociedad comenzaba a mirar con mucho
temor a los militares puesto que se temía que sucediese lo mismo que estaba ocurriendo
en Europa, sobre todo en Italia y España. 15
La República Socialista encabezada por Grove, se vinculaba sobre todo a
Eugenio Matte Hurtado, el Gran Maestre de la Masonería chilena, y en especial con un
programa que era una fiel copia del modelo keynesiano del Estado Benefactor, pero con
una fuerte influencia marxista que se reflejaba en su lema “Alimentar al Pueblo, Vestir
al Pueblo y Dar Casa al Pueblo”, pero buscaban realizar la revolución sin que el
proletariado participase en ella, pues consideraban que era la única vía para evitar una
revolución violenta. El detonante de la conspiración fue la rebaja en el escalafón a
Grove, luego de una supuesta acusación de colaboracionismo con los subversivos. Para
Grove, Chile debía optar entre el desastre final o un cambio de régimen, que sin
embargo, solo duró doce días, y daba mayor énfasis en la planificación estatal que en el
conflicto de clases, estimulando la empresa privada y la colonización agrícola, con una
13
Drake, Socialismo, 41-47
Drake, Socialismo, 49-52
15
Drake, Socialismo, 52 -53
14
Chile y la crisis de descomposición europea: 1936 - 1939
tendencia tecnocrática que se basaba en la ayuda a la clase baja con técnicos expertos.
Se observa de esta manera la influencia poderosísima que ejerce en este gobierno la idea
keynesiana del Estado Benefactor, lo que fue sin duda el gran legado de este breve
gobierno, pero la negativa del Banco Central a financiar los planes socialistas además
del miedo de la clase alta, pronto liquidaron a la Junta Militar, que fue reemplazada por
el gobierno de Carlos Dávila, que duró cien días y fue reemplazado por el general
Bartolomé Blanche. Para entonces la sociedad miraba con alarma que los militares
instalasen un gobierno similar al de Italia o que se produjese una situación similar a los
violentos choques que se comenzaban a registrar en España, y la opinión pública
presionó de tal manera que los militares, amargados, se retiraron y dejaron el poder al
presidente de la Corte Suprema, que ejerció el mando hasta que se verificaron las
elecciones, no sin antes lograr una amnistía a los implicados en la sublevación de la
Escuadra en Coquimbo. 16
Las elecciones, sin embargo, dieron una gran sorpresa. El electorado, al igual
que ocurriría en Europa, aún confiaba en lideres carismáticos, cuya sola figura, como
ocurriría en Alemania un año mas tarde, aglutinaba a las masas y las guiaba. El líder,
por si solo, movilizaba masas y era capaz de imponer su punto de vista sobre los otros.
Ello explica, sin lugar a dudas, el hecho de que Alessandri, que antes fuese opositor a la
Derecha, ahora fuese su abanderado. La sociedad confiaba en los nombres y no en los
partidos políticos, que habían demostrado ser ineficientes para controlar la situación de
inestabilidad abierta a partir de la caída del “León de Tarapacá” en 1924. El temor a una
escalada de violencia encabezada por sectores descontentos de las Fuerzas Armadas y a
los gobiernos totalitarios había traído a Alessandri de vuelta al poder. 17 Como señala
Gumucio:
“Lo que hoy mas necesita el país es sentir confianza, y la verdad, es que no se
siente confianza” 18.
y el propio Alessandri corrobora, dando una imagen propia de un caudillo que regresa al
poder para imponer orden, como lo haría Hitler en Alemania un año después:
“El país ha vivido ocho años de extravíos, durante los cuales se ha destruido
totalmente la estabilidad de sus instituciones, que fueron la base de su grandeza
interior y que lo hicieron respetable entre las naciones. Es necesario, antes que
todo, reconstruir la República sobre la base inconmovible de la solidez y respeto a
sus instituciones fundamentales” 19.
Al asumir, Alessandri en la víspera de Nochebuena de 1932, se nombra el
gabinete ministerial, donde destacará un hombre que jugará un importante papel en la
crisis que se vendría a partir del año siguiente, cuando en Alemania ascienda Hitler y se
inicie el camino que llevará nuevamente a las llamaradas en Europa. Este hombre sería
Gustavo Ross Santa María, su ministro de Hacienda.
16
Drake, Socialismo, 55- 68
Drake, Socialismo, 78- 80
18
No hay confianza, publicado en El Diario Ilustrado del 30 de septiembre de 1932, citado en Donoso,
Alessandri, 115
19
Carta abierta de Alessandri en relación a la adhesión de los radicales, reproducida en Donoso,
Alessandri, 116
17
DIEGO CANALES RAMÍREZ
El Nuevo Alessandri y la mecha en Europa
Al asumir su gobierno, Alessandri hereda un país que deja de ser una figura
preponderante en Sudamérica. Su gobierno, aunque decía ser “el mismo del año 20”, ya
no lo era, pues su administración comienza una reanimación de la economía gracias a la
gestión de Gustavo Ross. Ambos intentan aislar a Chile de “la guerra que viene”, para
lo cual se constituye un orden interno respetable, y se busca reanimar la economía
mediante incentivos propuestos por el Estado, construyéndose de esta manera el Barrio
Cívico y el Estadio Nacional. Por otro lado, se creó la Corporación de Ventas del Salitre
y el Yodo (COVENSA), la que buscó recuperar el alicaído negocio salitrero para lo que
se convirtió en un organismo supervisor del comercio salitrero, creando una red de
ventas a lo largo del mundo. Por otro lado, Ross alcanzó un acuerdo con la Compañía
Chilena de Electricidad, donde se le entregaron dos tercios de la misma al Estado una
vez que se pagasen las deudas de una gigantesca multa debido a una fuga de divisas a
Estados Unidos 20.
Gustavo Ross Santa María nace en 1879 y es sobrino de Federico Santa María.
Como opositor a Ibáñez, se le acusa en 1927 de una conspiración en la que busca
derrocarlo, lo que provoca su exilio a Europa, situación que le permite acercarse a los
círculos de opositores y se aproxima a Alessandri. Era conocido por su mente
matemática y su experiencia del golpe audaz, que le permitía diseñar políticas que
multiplicasen los recursos, lo que hizo que se ganara el apodo de “mago de las
finanzas” 21. Su política económica mostraba su oposición constante a los regimenes
totalitarios y su admiración por Europa, en especial por los Estados Unidos.
“Para mi, comunismo, nazismo y fascismo son iguales; son la destrucción del
individuo por el Estado, los repudio con igual fuerza a los tres. Cuando la
democracia degenera en forma tal que se asemeja a cualquiera de esos tres
regimenes, no merece el nombre de tal y también la repudio. Yo defiendo el
régimen capitalista y no me asusta decirlo; defiendo los principios de la
democracia pero no sus abusos” 22.
En política exterior se mantiene la formula de confiar en hombres pertenecientes
a la oligarquía, no habiendo cambios de política hasta 1970. No obstante, comienza el
advenimiento de especialistas técnicos. Este impulso es dado por Miguel Cruchaga
Tocornal, quien, luego de ser embajador en Washington, es nombrado Ministro de
Relaciones Exteriores, cargo que dejaría en 1937 para postularse y ser electo senador.
En este periodo se encuentran dos embajadores que, a diferencia de los anteriores,
presentan un rostro más técnico. Uno de ellos es Manuel Trucco Franzani, quien es un
ingeniero ligado a Ferrocarriles y es enviado a Washington. Por otro lado, se nombra a
Agustín Edwards McClure, quien es el fundador de El Mercurio de Santiago, y fue
embajador en Londres y en Ginebra ante la SDN. Todos estos funcionarios dejaron un
lema de “ética de servicio público”, donde se cuidaba de los dineros de las embajadas de
manera muy meticulosa, transmitiendo una imagen de seriedad que buscaba reanimar
20
Joaquín Fermandois, Mundo y fin de mundo. Chile en la política mundial 1900-2004 (Santiago,
Ediciones Pontificia Universidad Católica de Chile), 2005. 118 – 120
21
Fermandois, Mundo y fin de, 124-125
22
Fermandois, Mundo y fin de, 125
Chile y la crisis de descomposición europea: 1936 - 1939
los flujos comerciales 23. A un aspirante que llega a la carrera diplomática, Cruchaga le
dice,
“Ud. sabe bastante historia, derecho internacional y la teoría de las relaciones
exteriores, pero lo que necesitamos ahora, en momentos de crisis, es exportar
porotos, cebollas y ajos. Por eso, y para que se “desasne” lo voy a enviar al
Departamento de Política Comercial” 24.
Cruchaga justificaba su proceder en base a la necesidad de buscar nuevas formas
de diplomacia, donde según él, se requería cambiar a los antiguos representantes por
técnicos que abriesen rutas comerciales, en vez de representar al país en la sociedad.
“Además de las graves consecuencias de la inestabilidad política de los pasados
años, debió soportar Chile el peso de la depresión económica y monetaria y de la
brusca caída de los elementos en que había basado su economía. El Ministerio de
Relaciones Exteriores ha debido, pues, desarrollar una labor concordante con tal
situación y ha dedicado gran parte de sus actividades a la defensa de los intereses
económicos nacionales, tratando de conservar los mercados que aún quedaban
abiertos, de abrir, en parte, los ya perdidos, y de buscar nuevos países con los
cuales entablar relaciones comerciales” 25.
Chile frente a los virajes a la guerra
El estilo de política de Cruchaga sería puesto a prueba a partir de la crisis
mundial que comenzaría a gestarse con la guerra civil española. En ninguna parte se
vivió con mayor intensidad la crisis ideológica como lo fue en Chile, debido a la
multiculturalidad ya vista. Según datos proporcionados por Gonzalo Vial, entre 1933 y
1937 se contabilizaron 636 denuncias por complots, desacatos o injurias contra las
autoridades, e infracciones a la seguridad interior, de las cuales menos del 20%
terminaron en condena 26. A esto se suman las sombrías predicciones que llegaban desde
Europa.
“La situación en Europa, como se la escribí en una reciente carta a mi padre, es
francamente mala: la guerra es un hecho que se producirá fatalmente tarde o
temprano. Todos la ven venir. ¡Aún la estiman necesaria!” 27.
La guerra civil española dividió al país. Aunque el gobierno reconoció a la
República instalada en el poder desde 1931, es evidente que muchos sectores mantenían
un apoyo tácito al bando franquista. Inmediatamente, se publicaron dos periódicos:
España nueva (republicano) y La Voz de España (nacionalista). Desde un principio,
todos mantuvieron como prioridad la protección de sus diplomáticos en el teatro de
guerra 28, pero la situación cada vez se hacía más compleja, como lo demuestra el
23
Joaquín Fermandois, Abismo y cimiento. Gustavo Ross y las relaciones entre Chile y los Estados
Unidos 1933-1938 (Santiago, Ediciones Pontificia Universidad Católica de Chile, 1997)206 – 207.
24
Fermandois, Abismo y cimiento, 209
25
Fermandois, Abismo y cimiento, 208
26
Gonzalo Vial, Historia de Chile 1891 – 1973 (Santiago, Zig-Zag, 2001), 266
27
Fermandois, Abismo y cimiento, 212
28
Donoso, Alessandri, 344-345
DIEGO CANALES RAMÍREZ
sombrío panorama que pinta el cónsul en Barcelona, Maqueira, sobre la situación de la
ciudad en 1936, donde se buscaba que el gobierno reconociese rápidamente a la Junta
de Burgos liderada por Franco.
“Según noticias que me llegan de Barcelona, la situación allí se hace cada día mas
grave por acentuarse el predominio de las FAI. La posible caída de Madrid habrá
de aumentar la excitación reinante hasta limites no posibles de prever y en esta
circunstancia y en la eventualidad de que nuestro Gobierno pudiera reconocer el
del General Franco, una vez instalado en la capital de España, me obligan a
pensar, desde ahora, en la grave situación en que se encontraría el personal de
nuestro Consulado General en Barcelona, si tal reconocimiento se formulara
cuando aun estuvieran en esa ciudad el señor Cádiz y sus colaboradores chilenos,
señores Pirretas, Flanellas y Jover. En consecuencia, ruego a US. que antes de
producirse el eventual reconocimiento de un nuevo Gobierno español, tenga la
bondad de prevenirme con antelación suficiente en forma que me permita dar
instrucciones con toda oportunidad al personal de nuestro Consulado General para
que salga de España. Por lo demás, el señor Cádiz tiene ya instrucciones precisas
sobre lo que debe hacer con la oficina si tal emergencia se presenta” 29.
La situación se complicó cuando el segundo al mando en el Consulado, Ernesto
Cádiz, sufrió un incidente que movió mas aún a la opinión pública chilena a apoyar a
los franquistas. Un individuo se presentó al Consulado a fin de que le fuera visado su
pasaporte para dirigirse a Chile, pero Cádiz lo rechazó, debido a que no tenía
documentos que acreditasen buenos antecedentes y la posesión de medios de vida. Pero
lo peor ocurriría la noche del 2 de julio de 1936:
“(…) en circunstancias de que el señor Cádiz, manejando un auto de mi propiedad,
amparado por nuestra bandera y por permisos oficiales de circulación otorgados
por la Generalidad y por el “Comité de Defensa Antifascista”, se dirijia a mi casa
particular, fue bruscamente detenido por un miliciano, que no era otro que el
mismo individuo que le había pedido la visación de su pasaporte anteriormente, el
cual poniéndole el fusil al pecho le declaraba que “ahora le iba a cancelar las
dificultades que el Consulado ponía a la expansión de las ideas de libertad en
Chile”. Afortunadamente, una patrulla de la “CNT” había sentido el pitazo de
alarma con que fue detenido el automóvil, y habiéndose enterado de lo que
ocurría, obligó al energúmeno a retirarse, quedando el señor Cádiz en libertad” 30.
La Derecha se proclamó por Franco desde un principio, pero varios chilenos
fueron fusilados. Vial destaca el caso de los duques de la Vega y de Veragua, que
fueron fusilados por su vinculación con la nobleza. Otros casos emblemáticos fueron el
de Eduardo Sancho Mata (noble casado con una chilena) y el médico Juan Francisco
Jiménez, que fue acusado de ocultar a un jerarca falangista. 31
El resto de los chilenos debió huir, refugiándose en Francia, cubriéndose sus
costos de alojamiento a cuenta del gobierno chileno. Algunos fueron incluso fusilados
por su pertenencia a uno u otro bando:
29
Carta confidencial sobre reconocimiento al General Franco, ARNAD, MINREL, Vol. 3669
Oficio consular sobre la situación de Barcelona y noticias varias, ARNAD, MINREL, Vol. 3669
31
Vial, Historia de Chile, 409
30
Chile y la crisis de descomposición europea: 1936 - 1939
“Nuestro Cónsul en Madrid, don Ricardo Reyes, comunica la muerte del
ciudadano chileno Alfonso ZARDOYA, de 20 años de edad, quien formaba parte
de las milicias socialistas, ocurrido en Madrid durante los presentes sucesos
revolucionarios” 32.
La guerra se sancionó con la victoria de Franco, pero diecisiete republicanos se
habían asilado en la misión diplomática chilena, y Madrid se negó a darles el
salvoconducto, amparándose en que no podía reconocer el derecho de asilo. Tanto es asi
que el gobierno español postergó el reconocimiento del agente diplomático Manuel
Bianchi a condición de que el Ministerio de Relaciones Exteriores chileno solucionase
el problema de los asilados, cosa que Chile protestó y llevó a la ruptura definitiva de
relaciones entre ambos países. 33 Sin embargo, por gestiones de Pablo Neruda, quien era
cónsul en España al momento del triunfo franquista, se logró la salida de varios
republicanos a Chile en el barco Winnipeg, los cuales se establecieron definitivamente
en Chile. La situación se resolvió y las relaciones se reestablecieron.
Otro de los factores importantes en este sentido sería el alemán. Como ya se ha
dicho, los alemanes se establecieron durante el siglo XIX en Chile, formando una
nutrida colonia en el sur del país. Para Hitler, América Latina jugaba un papel de
importancia en el comercio exterior, el cual busca aumentar sus divisas. A esto debe
agregarse la influencia que ejercían los alemanes, las cuales se habían vuelto cada vez
mas estrechas. Ello provocó dos consecuencias importantes para la sociedad chilena. La
Unión Soviética, alarmada por el crecimiento de los regimenes fascistas en Europa,
instó a los partidos comunistas en todo el mundo a llegar al gobierno a través de
alianzas políticas. En Chile, desde el siglo XIX, los radicales estaban experimentando
un viraje hacia una tendencia cada vez mas izquierdista, sobre todo luego de que
durante la década de 1920, su base electoral se ampliase a empleados públicos y
privados, y a profesionales. Por otro lado, en 1933 las organizaciones que apoyaron la
campaña grovista se unieron, formando el Partido Socialista, con una tendencia
izquierdizante de intervencionismo estatal en la economía, pero mantenida dentro del
juego democrático, con honor y decencia en el gobierno. 34 La política alessandrista de
represión de la organización obrera, llevó a una mayor cooperación entre socialistas y
comunistas dentro del Frente Popular, el cual se creó formalmente en 1936 y vio crecer
sus miembros a partir de la victoria en las elecciones parlamentarias de 1937, que se
tradujo en un crecimiento de su base electoral. 35 A esto se debe agregar, el crecimiento
de la clase media en la década de 1930 y los resentimientos de las provincias contra
Santiago, además de que la campaña de Aguirre Cerda fue muy moderada a pesar de las
propuestas ideológicas de los partidos que componían su bloque electoral. 36
A esto debe agregarse la presencia de un partido nacionalsocialista, influenciado
por el nazismo alemán y que buscará alcanzar el poder formando un régimen totalitario.
Formado por Jorge González von Marees, hijo de un médico chileno graduado en
Alemania y de una noble prusiana, a quien trajo a Chile. Luego del suicidio de su padre,
González se trasladó a vivir a Santiago y se educó en la Deutsche Schule y el Instituto
32
Carta del cónsul de Barcelona al Ministerio de Relaciones Exteriores, ARNAD, MINREL, Vol. 3669
Donoso, Alessandri, 349
34
Drake, Socialismo, 127-131
35
Drake, Socialismo,158-159
36
Drake, Socialismo, 168 -169; 171-174 y 176 -178
33
DIEGO CANALES RAMÍREZ
Nacional, para luego de recibir su titulo de abogado en la Universidad de Chile, casarse
con Laura Alliende. El problema de los pobres era su principal angustia y buscó su
solución en la educación, la cual no era abordada con adecuada atención por los
partidos. Ello lleva a que junto a un grupo de amigos y seguidores funde el MNS, que
sin embargo, tenía algunas diferencias con el nacionalsocialismo alemán, puesto que se
fundamentaba en la obra de Nicolás Palacios y de Encina, lo que alimenta una
admiración hacia Portales y un desprecio a la inmigración. El culto a la fuerza era uno
de los rasgos mas importantes de los nacionalsocialistas, como puede observarse en
algunos de sus panfletos difundidos a nivel nacional37:
“Hay una Revolución en marcha, cuya bandera es la de la Patria y no el abyecto
trapo rojo del Imperialismo Cosaco Soviético. A esta Revolución TRICOLOR, le
está dando férrea y victoriosa forma, el Movimiento Nacional Socialista de
Chile” 38.
“Sólo la Moral Cristiana puede hacer resurgir nuestra casa” 39.
“El Estado Nacista aniquilará la masonería, secta nefasta, destructora de nuestra
nacionalidad y de nuestro espíritu cristiano” 40.
Sin embargo, la chispa estallaría muy pronto. La violencia llegaría a Chile,
incluso se expresaría en el centro de la capital. Así, se formó para defender los intereses
del gobierno la Milicia Republicana, mientras que los nacistas formaron sus tropas y los
otros partidos políticos formaron agrupaciones de defensa de sus intereses. A esto se
agregó un supuesto intento de golpe encabezado por el general Ariosto Herrera, el cual
fracasó debido a la falta de apoyo de los uniformados. El ambiente cada vez se iba
tensando mas, pero todo terminaría en una tragedia que llevaría a la búsqueda de
consensos entre los diversos actores.
Violencia en santiago: la matanza del seguro obrero
El crecimiento nacista no fue muy explosivo como el de los socialistas, siendo
su mejor resultado tres diputados en las elecciones parlamentarias de 1937, entre ellos
su fundador González von Marées. La situación cambió a partir de 1937, cuando con la
aprobación de la Ley de Seguridad Interior del Estado, una ley que serviría para evitar
agitaciones sociales violentas. Sin embargo, sería 1938, cuando el ambiente comenzó a
tensarse debido a las elecciones presidenciales de ese año, y se produjo un incidente
relacionado con la revista Topaze, revista cómica que se publicó hasta 1973 y que se
volvió a publicar entre 1990 y 1996. En el número 285 de esta revista, aparecía una
caricatura donde aparecía Ibáñez como domador de leones, Alessandri, representado por
un león manso y el director del diario La Nación, pintando un león feroz abriendo sus
fauces. La escena se remataba con la intervención del “profesor Topaze”, señalando a
Ibáñez:
“¿Sabe, mi general, que no es tan bravo el león como lo pintan?” 41.
37
Vial, Historia de Chile, 266-268
Alerta Chileno …, ARNAD, MININT, vol. 9789
39
¡Católicos…!, ARNAD, MININT, vol. 9789
40
¡Católicos…!, ARNAD, MININT, vol. 9789
41
Caricatura de Topaze, reproducida en Donoso, op. cit., vol. II, en lámina aparte del texto.
38
Chile y la crisis de descomposición europea: 1936 - 1939
El gobierno ordenó la inmediata incautación de todos los ejemplares (aplicando
la Ley de Seguridad Interior del Estado), lo que provocó que se generasen resistencias
inmediatas, y la situación se complicaría el 21 de mayo, cuando Alessandri debía dar
cuenta al Congreso del estado del país. Ante el ambiente caldeado, González disparó un
tiro desde el pasillo central, lo que le significó ser detenido y golpeado brutalmente por
los carabineros. Fue dejado en libertad, pero mas tarde fue detenido nuevamente por
orden de Cruchaga y Gabriel González Videla fue detenido junto con él. Pasaron solo
algunas horas detenidos, pero la Izquierda presentó una acusación constitucional contra
el ministro del Interior, que no fructificó, pero el chispazo saltaría días después. Los
nacistas organizaron una marcha para proclamar a Ibáñez como su candidato para las
elecciones. Sin embargo, el 5 de septiembre se intentó un golpe – a imagen del putsch
de Munich guiado por Hitler – a través de la toma de los pisos superiores de la Caja de
Seguro Obrero y también se tomó por asalto la Casa Central de la Universidad de Chile
y la radio Hucke. Alessandri inmediatamente regresó a su despacho, mientras Orlando
Latorre intentó dinamitar una torre de alta tensión en los alrededores de Santiago, a fin
de privarla de energía. La alarma fue generalizada y el general Arriagada fue llamado a
La Moneda para intentar calmar la situación. Se redujo a los asaltantes de la
Universidad y fueron conducidos al Seguro Obrero, donde se rindieron, pero fueron
acribillados por orden de Arriagada, sobreviviendo solamente tres. La conmoción fue
generalizada y ello contribuyó al triunfo de Aguirre Cerda, luego de que se le unieran
los grupos que apoyaban a Ibáñez, quien renunció a su candidatura y llamó a no votar
por Ross. En este sentido, es significativo lo que se declara en uno de los panfletos
nacistas encontrados durante los allanamientos:
“¡No siga señor Ross, hay sangre!” 42.
Sin embargo, ese mismo 5 de septiembre, se procedió a realizar varios
allanamientos en sedes nacistas en todo el país, lo que caldeó aún mas el ambiente,
apareciendo panfletos con fotos de Alessandri como ideólogo de la represión y de Ross
como ejecutor de esta43. Aguirre Cerda, un presidente que a diferencia de Alessandri,
buscaba la negociación y no la imposición de las ideas, como los caudillos, oyó el
clamor popular y llamó a retiro a Arriagada y a su segundo, Pezoa, quienes
inmediatamente fueron sometidos a sumario, pero fueron beneficiados con una amnistía
dada en 1940 44. En estos hechos, nuevamente se ve el deseo por eludir la violencia y
lograr una reconciliación, lo que se observa en el sentido de sepultar los hechos que
dividieron al país y evitar, de esta manera, la reproducción de conflictos similares a los
españoles o a los progromos judíos en Europa, lo que hubiese reproducido una guerra en
Chile, debido a la presencia de una multiculturalidad en el país que llevaba mas de un
siglo en una relación armónica. Ello permitió a Aguirre Cerda mantener el poder hasta
su muerte prematura en 1941.
Conclusión
42
¡No siga señor Ross, hay sangre!, panfleto en ARNAD, MININT, vol. 9789
Documento sin titulo, conservado en ARNAD, MININT, Vol. 9789
44
Donoso, Alessandri, 310 -317
43
DIEGO CANALES RAMÍREZ
El proceso de descomposición que Europa comienza a verse ya a partir de 1930,
cuando se quiebra el periodo de conciencia ilusoria, marcará también a Chile, puesto
que al estar vinculado al comercio internacional, se genera desde el siglo XIX un
proceso de multiculturalidad que lo expone a influencias de distintas zonas del mundo.
Así, ingleses, franceses, alemanes, italianos, palestinos, croatas y familias de otras
nacionalidades se establecen en Chile, sentando descendencia, la que seguirá con gran
cercanía el proceso que se vive en Europa, el cual afecta a Chile debido a la estrecha
vinculación de un país monoproductor con la economía mundial.
La opinión pública chilena, alarmada debido al estallido de un incipiente
problema de “cuestión social”, se deja llevar por las promesas de un nuevo tipo de
político, Arturo Alessandri, quien promueve estilo de política, caracterizado por el
contacto directo con la población. Con esta estrategia, Alessandri obtiene la presidencia
luego de que un Tribunal de Honor lo proclame presidente. La aristocracia que había
mantenido una “política de salón”, se debe resignar ante el clamor popular, que
amenaza convertirse en una revolución que podría haber tenido consecuencias similares
a lo ocurrido en Rusia en 1917. En otras palabras, Alessandri se convierte en presidente
debido al temor a la violencia.
Sin embargo, la oficialidad joven del Ejército, cansada de la lentitud del
gobierno, decide tomar el poder por la fuerza. Con ello, comienza un periodo de
inestabilidad donde se teme siempre la amenaza de la violencia. Así, Figueroa Larraín
prefiere renunciar antes que exponerse a problemas, y ello lleva a que Carlos Ibáñez
obtenga la primera magistratura. Comienza de esta manera un periodo, que imitando al
fascismo italiano, busca una política de naturaleza totalitaria que elimine todo rastro de
oposición, mientras se crean obras públicas y se promueve la enseñanza técnica. Sin
embargo, la crisis de 1929 evidencia la debilidad del caudillo, y provoca una crisis de
autoridad, que obligan a Ibáñez a renunciar a su cargo. Por segunda ocasión, el temor a
la violencia se apodera de los gobiernos y los obliga a salir del cargo al perder toda
credibilidad ante la opinión pública, ya que no son capaces de resolver los problemas
que presenta la población. Se busca un caudillo a imagen y semejanza de los europeos,
como Mussolini o como lo será Hitler posteriormente para Alemania, que sea capaz de
resolverles los problemas a los chilenos, y sería esta la causa que termine finalmente por
derribar a Montero en 1932.
Con el gobierno de Alessandri, el temor a una escalada de violencia se siente con
mas fuerza, sobre todo luego de la creación de un partido nacionalsocialista en 1933, el
que intentará alcanzar el poder mediante un golpe de Estado, canalizando de esta
manera el descontento que existe en la población al ver que “el mismo del año 20” había
decepcionado, convirtiéndose en una persona que atropellaba las libertades públicas, lo
que quedó demostrado cuando en 1937 logró materializar una ley que ha servido a los
gobiernos posteriores para reprimir huelgas o paros nacionales. La Ley de Seguridad
Interior del Estado y la aplicación de esta para reprimir a la revista Topaze revelan a un
hombre que busca mantener la estabilidad a toda costa, lo que queda aún mas claro
cuando el golpe de Estado comandado por los nacistas termina en una tragedia que
allana el camino de Pedro Aguirre Cerda al poder. Así, Chile enfrenta 20 años de
recomposición, que lo presentan a los albores de la Segunda Guerra Mundial como una
nación que busca equiparar el desarrollo económico y la justicia social, pero con una
política sistemática de “olvido” de los acontecimientos de violencia que ocurren en el
periodo, dilema que lo acompañará hasta que en 1973, esta contradicción volvería a
Chile y la crisis de descomposición europea: 1936 - 1939
derribar a un segundo gobierno que buscaba acelerar transformaciones políticas. En
todo sentido, el miedo al estallido de un brote de violencia acompaña a los chilenos, lo
que explica el sincero deseo de gran parte de la población, de permanecer neutral y
mostrarse como una “isla de paz” en medio de una llamarada que se enciende en Europa
y que consumirá al mundo entero durante seis años, provocando una devastación sin
comparación ante la cual palidecen todas las guerras anteriores. No cabe duda de que
estos años de recomposición se caracterizan por una apertura hacia el mundo, la que se
acentúa a partir de la década de 1930, cuando se busca una apertura económica hacia el
mundo, lo que explica la neutralidad que Chile adopta al inicio de la guerra.
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