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Influencia de la fecha y de la sección de las ramas en el enraizamiento y
la brotación de las yemas en estaquillas de alcaparra
A. San Bautista, B. Pascual, S. Sospedra, S. López-Galarza, P. Laza y J.V. Maroto
Departamento de Producción Vegetal, Universidad Politécnica de Valencia, Camino de
Vera s/n, 46022 Valencia
Palabras clave: ácido 3-indol-butírico, apical, basal, Capparis spinosa, lesionado,
Resumen
El objetivo de este trabajo es determinar las características del material
vegetal utilizado para la obtención de las estaquillas y el manejo de las mismas, para
obtener un grado de enraizamiento adecuado. Se estudia la influencia de la fecha de
obtención de las estaquillas, de la sección a partir de la cual se obtienen y los
tratamientos a que son sometidas las mismas, sobre el enraizamiento y la brotación
de las yemas. Se ensayó la utilización de estaquillas de 10 cm de longitud, obtenidas a
partir de las secciones basal, central y subapical de las ramas, la aplicación de ácido
3-indol-butírico y la realización de una lesión en la base, todo ello en siete fechas, de
julio a diciembre. Mientras la calidad del material lo permitió (julio, agosto y
septiembre) se utilizó también la sección apical, analizándose el resultado aparte. Se
determinó el porcentaje de estaquillas enraizadas (ER), el grado de enraizamiento
(GE), el porcentaje de estaquillas brotadas (EB) y el porcentaje de estaquillas
brotadas y enraizadas a la vez (EBR). La fecha del estaquillado y la sección origen
de la estaquilla resultaron estadísticamente significativas, al igual que la interacción
entre ambos factores, obteniéndose los mejores resultados con las estaquillas
obtenidas a finales de noviembre a partir de la sección basal de las ramas, con
valores aceptables en las estaquillas obtenidas de la sección basal en los meses de
octubre y diciembre; en estos estaquillados se obtuvo un sistema radical y un sistema
aéreo suficientemente desarrollados para obtener plantas listas para la venta tras los
repicados necesarios. Con los esquejes apicales ensayados se consiguió un elevado
enraizamiento, pero la brotación de las yemas resultó muy deficiente, lo que
imposibilita su utilización en la práctica.
INTRODUCCIÓN
La propagación es uno de los problemas más importante que presenta el cultivo
de la alcaparra (Capparis spinosa L.). Desde hace varios años, nuestro grupo está
trabajando en la propagación, tanto sexual como asexual de esta planta. En este trabajo se
presentan los resultados obtenidos en los estudios de propagación vegetativa, cuyo
objetivo es determinar las características del material vegetal utilizado para la obtención
de las estaquillas y el manejo de las mismas, para tratar de obtener un grado de
enraizamiento adecuado. Se estudia la influencia sobre el enraizamiento y la brotación de:
• La fecha de obtención de las estaquillas.
• La sección a partir de la cual se obtienen las estaquillas.
• Los tratamientos de las estaquillas.
MATERIAL Y MÉTODOS
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Para el establecimiento de las fechas, secciones y tratamientos nos basamos en los
resultados obtenidos en trabajos previos (Zarza, 2003; Imbernón, 2000), ensayándose la
utilización de estaquillas obtenidas a partir de las secciones basal, central y subapical de
las ramas, y como tratamiento la aplicación de una auxina y la realización de una lesión
en la base, todo ello en siete fechas, de julio a diciembre de 2004 (10-07, 02-08, 02-09,
06-10, 28-10, 25-11, 22-12). Mientras la calidad del material lo permitió (10-07, 02-08,
02-09) se utilizó también la sección apical, analizándose el resultado aparte.
Las estaquillas, de 10 cm de longitud, se pusieron a enraizar en vasos de
polietileno transparente (45 mm Ø inferior, 70 mm Ø superior y 95 mm altura) utilizando
un sustrato a base de turbas sphagnum, en un invernadero con cubierta de vidrio y
temperatura regulada entre 18 y 30 ºC (calefacción por aerotermo y refrigeración por
cooler). La bancada del invernadero disponía de un sistema de nebulización, con una
programación de 3 riegos diarios de 2 min. La auxina utilizada fue el ácido 3-indolbutírico, en forma de polvo con una concentración del 1%. El lesionado consistió en dos
pequeños cortes (uno a cada lado de la base de la estaquilla) realizados con una navaja
afilada, penetrando por la corteza hasta la madera, con una longitud de 10 mm.
Se determinó el porcentaje de estaquillas enraizadas (ER), el grado de
enraizamiento (GE), el porcentaje de estaquillas brotadas (EB) y el porcentaje de
estaquillas brotadas y enraizadas a la vez (EBR). Para la determinación de GE se adaptó
una tela metálica a la forma del cepellón; la tela metálica tenía 100 celdas de igual
superficie, de forma que el grado de enraizamiento corresponde al número (y por tanto al
% de celdas ocupadas por raíces). Los valores determinados se consideraron definitivos
seis meses después de la realización del estaquillado.
El diseño experimental fue un diseño factorial en bloques al azar, con 3
repeticiones y 7 estaquillas por repetición. Los datos obtenidos se analizaron mediante
análisis factorial de la varianza, utilizando el programa estadístico Statgraphics 5.1. Los
valores de los porcentajes se transformaron mediante la expresión arc seno √x.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Para todos los parámetros estudiados la fecha del estaquillado (p ≤ 0.05) y la
sección origen de la estaquilla (p ≤ 0.05) resultaron estadísticamente significativas, al
igual que la interacción entre ambos factores (p ≤ 0.01; tabla 1; no se presentan los
valores correspondientes a la interacción).
Repecto al enraizamiento, al analizar la interacción fecha–sección se constata que
mientras en el estaquillado de julio (y también de agosto) el mejor enraizamiento se
obtuvo con las estaquillas procedentes de la sección sub-apical (ER=58.3%, GE= 65.7%),
en otoño los mejores resultados corresponden a la sección basal (ER=51.2%, GE=63.3%).
El porcentaje de estaquillas sub-apicales brotadas nunca superó el 6% ni el de las
centrales el 15.5%, de forma que únicamente las estaquillas basales presentaron valores
aceptables, concretamente las obtenidas en los meses otoñales.
En cuanto a los resultados finales (EBR y GE), los mejores valores corresponden a
las estaquillas de la sección basal de las ramas, obtenidas a finales de noviembre (EBR=
51.2%, GE=84.4%), con valores aceptables en las estaquillas obtenidas a partir de la
sección basal en los meses de octubre (EBR=41%) y diciembre (EBR=35%), pero muy
deficientes en los meses de julio (EBR=14%), agosto (EBR=1%) y septiembre (EBR=
2%). Las estaquillas obtenidas en julio a partir de la sección sub-apical tuvieron un
notable enraizamiento (ER=58.3%, GE=65.7%), pero una brotación de las yemas muy
baja (EB=6%).
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En cuanto a las estaquillas apicales (tabla 2), la fecha de estaquillado resultó
significativa (p ≤ 0.05), obteniéndose valores muy elevados de enraizamiento en el
estaquillado de julio (83.3%), aceptable en agosto (45.2%) y nulo en septiembre, al igual
que fue nula la brotación de las yemas en todos los casos, por lo que estos datos no
aparecen en la tabla 2, ni se consideró su análisis estadístico. El porcentaje de estaquillas
que a pesar de no haber brotado no se habían secado, y por tanto mantenían capacidad de
brotar, fue elevado (ENS= 83.3% en julio).
Se demuestra una clara influencia de la fecha de estaquillado, al igual que se
obtuvo en estudios anteriores (Pilone, 1990; Imbernón, 2000; Ben Salem et al., 2001;
Zarza, 2003). En las fechas estivales el grado de enraizamiento alcanzado ha sido
elevado, pero el nivel de brotación se puede considerar testimonial. Este resultado
coincide con el obtenido por Tansi (1999). Cabría la posibilidad de mantener las
estaquillas hasta la primavera siguiente, pero esto implicaría unos elevados costes de
mantenimiento. En los estaquillados otoñales, si bien el grado de enraizamiento no ha
sido tan elevado como en los estivales, la brotación ha sido mayor, de manera que el
porcentaje de estaquillas brotadas y enraizadas ha resultado aceptable comercialmente.
Estos resultados son similares a los obtenidos por Ben Salem et al. (2001) y por Zarza
(2003). Los malos resultados correspondientes al estaquillado realizado en septiembre
coinciden con los obtenidos por Imbernón (2000), y de acuerdo con Kenny (1995),
constata la existencia de una gran variabilidad relacionada con el diferente estado
fisiológico de las ramas.
En cuanto a la sección origen, a medida que el estaquillado se aleja de la
floración los porcentajes de enraizamiento van decreciendo en las estaquillas apicales y
sub-apicales e incrementándose en las centrales y, sobretodo, en las basales. Según
Barberá and Di Lorenzo (1984), el diámetro mínimo de las estaquillas para obtener
buenos resultados cuando el estaquillado se realiza en la época de poda, es de 15 mm,
condición que cumplen las estaquillas basales.
Ni la aplicación de IBA ni el lesionado de las estaquillas ha mejorado el
enraizamiento; en cambio, Lin et al. (1997) obtuvieron un incremento del 60% de la
masa radical al realizar el lesionado de los esquejes en Milicia excelsa.
Referencias
Barberá G. and Di Lorenzo R. 1984. The caper culture in Italy. Acta Horticulturae
144:161-171.
Ben Salem, A., Zemni H. and Ghorbel A. 2001. Propagation caper (Capparis spinosa L.)
by herbaceous cuttings and in vitro culture. Agricoltura meditrerranea 131:42-48.
Imbernón, A. 2000. Mejora de las técnicas de propagación sexual y vegetativa de la
alcaparra (Capparis spinosa L.). Trabajo Fin de Carrera. Universidad Politécnica de
Valencia. 150 pp.
Kenny L. 1995. Compte rendí de la journée d’étude sur le câpier (Capparis spinosa L.).
Institute Agronomique et Vétérinaire Hassan II :12-28.
Lin, Y., Wagner, M.R. and Cobbinah, J.R. 1997. Effect of bottomheat, IBA dipping
duration, and wounding on rooting of stem cuttings of Milicia excelsa.
HorTechnology 7:68-70.
Pilone, N. 1990. Variaione del potenziale rizogeno naturale nel capero. L’informatore
Agrario 46;69-70.
Tansi, S. 1999. Propagation methods for caper (Capparis spinosa L.). Agricultura
Mediterranea 129:45-49.
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Zarza, R. 2003. Estudio para la mejora de la propagación de la alcaparra (Capparis
spinosa L.). Trabajo Fin de Carrera. Universidad Politécnica de Valencia. 73 pp.
Tabla 1. Influencia de la fecha de plantación, de la sección origen de la estaquilla y del
tratamiento, en el enraizamiento, expresado en % de estaquillas enraizadas (ER),
grado de enraizamiento (GE, %), % de estaquillas brotadas (EB) y % de estaquillas
que han brotado y enraizado a la vez (EBR)
ER
GE
EB
EBR
10-07
02-08
02-09
04-10
28-10
25-11
20-12
41.27 a
14.28 c
1.98 d
13.89 c
12.30 c
21.43 b
12.70 c
60.04 a
23.39 c
0.69 e
20.38 cd
20.95 cd
32.04 b
14.63 d
7.94 c
6.35 c
3.57 c
22.62 a
14.28 b
24.60 a
22.62 a
7.54 c
1.19 d
1.59 d
13.89 b
12.30 bc
21.43 a
12.70 bc
Basal
Central
Sub-Apical
28.91 a
9.01 b
12.58 b
40.78 a
14.82 b
19.03 b
36.05 a
4.92 b
2.72 b
26.19 a
2.72 b
1.36 b
Testigo
Lesionado
IBA
L-IBA
15.87
16.33
17.69
17.46
21.80
28.66
25.11
23.93
14.96
15.42
13.38
14.51
8.84
11.11
9.75
10.66
Fecha de estaquillado
Sección
Tratamiento
Fecha*Sección
**
**
**
**
Fecha*Tratamiento
n.s.
n.s.
n.s.
n.s.
Sección*Tratamiento
n.s.
n.s.
n.s.
n.s.
Fecha*Sección*Tratamiento
n.s.
n.s.
n.s.
n.s.
Letras distintas en una misma columna indican diferencias estadísticamente significativas
según el test LSD (p≤0.05). n.s.: No significativa. **: Nivel de significación p≤0.01
Tabla 2. Influencia de la fecha de plantación, de la sección origen de la estaquilla y del
tratamiento, en el enraizamiento, expresado en % de estaquillas enraizadas (ER),
grado de enraizamiento (GE, %), y % de estaquillas que no se han secado (ENS).
ER
GE
ENS
10-07-03
02-08-03
83.33 a
45.24 b
58.90 a
30.07 b
83.33 a
50.00 b
Testigo
Lesionado
IBA
L-IBA
50.00
78.57
57.14
50.00
33.93
48.50
38.50
33.71
57.14
78.57
57.14
57.14
n.s.
n.s.
n.s.
Fecha de estaquillado
Tratamiento
Fecha*Tratamiento
44
Letras distintas en una misma columna indican diferencias estadísticamente significativas
según el test LSD (p≤0.05). n.s.: No significativa.
45
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