CORTE SUPREMA DE JUSTICIA ARTURO SOLARTE RODRÍGUEZ SALA DE CASACIÓN CIVIL

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República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
Sala de Casación Civil
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACIÓN CIVIL
Magistrado Ponente:
ARTURO SOLARTE RODRÍGUEZ
Bogotá, D.C., cinco (5) de noviembre de dos mil trece (2013).(discutido y aprobado en sala de 28 de agosto de 2013).
Ref. 11001-0203-000-2011-01830-00
Procede la Corte a resolver la demanda de exequátur
formulada por los señores ARTURO CARO AROZAMENA,
MARTHA COLOMBIA ANGULO RODRÍGUEZ y CRISTIAN
FERNANDO IBÁÑEZ ANGULO respecto del Auto No. 352
proferido el 21 de julio de 2009 por el Juzgado de Primera
Instancia N° 24 de Valencia, España, mediante el cual se dio
finalización al proceso no contencioso de adopción de CRISTIAN
FERNANDO IBÁÑEZ ANGULO, mayor de edad, por parte de
ARTURO CARO AROZAMENA.
ANTECEDENTES
1.
La
señora
MARTHA
COLOMBIA
ANGULO
RODRÍGUEZ mantuvo una relación con el señor Carlos Fernando
Ibáñez Benítez, fruto de la cual nació, el 2 de julio de 1986,
CRISTIAN FERNANDO IBÁÑEZ ANGULO.
2.
Los señores MARTHA COLOMBIA ANGULO
RODRÍGUEZ y ARTURO CARO AROZAMENA contrajeron
matrimonio civil en la ciudad de Bogotá el 17 de julio de 2006,
quienes
convivieron
con
CRISTIAN
FERNANDO
IBÁÑEZ
ANGULO “por un periodo mayor a dos años mientras residieron
en Colombia” (fl. 22).
3.
voluntariamente
El
señor
ARTURO
CARO
decidió adoptar a CRISTIAN
AROZAMENA
FERNANDO
IBÁÑEZ ANGULO.
4.
Mediante
tal
providencia,
proferida
en
el
expediente de adopción 245/2009, la que se encuentra en firme,
se dispuso la mencionada adopción.
5.
Se manifestó en la demanda que dicha decisión
no se opone a las leyes u otras normas de orden público
colombianas.
6.
Se señaló, finalmente, que entre Colombia y
España se encuentra vigente el Convenio de 30 de mayo de
1908, y el Convenio de la Haya de 1961 que suprime el requisito
de legalización diplomática y consular de los documentos públicos
originados en los países suscriptores del mismo.
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EL TRÁMITE
Por auto de 16 de septiembre de 2011 fue admitida la
demanda y se ordenó correr el traslado de rigor al Ministerio
Público, autoridad que se pronunció para manifestar que no se
opone a la petición.
Surtido el trámite de rigor, se procede a resolver la
petición de exequátur.
CONSIDERACIONES
1.
Puede afirmarse que las providencias judiciales
proferidas en el extranjero no producen efectos en Colombia, en
tanto que ello riñe, en principio, con la soberanía estatal que se
manifiesta, principalmente, en el ejercicio de la jurisdicción, puesto
que el Estado se ha reservado la función de administrar justicia
dentro del territorio de la República. Empero, tal y como lo ha
precisado la Corte, “las sentencias proferidas por jueces
extranjeros no surten efectos en Colombia, a menos que, con
sujeción a la legislación patria se conceda a ellas, con el lleno de
los requisitos establecidos por el artículo 694 del Código de
Procedimiento Civil, el exequátur correspondiente” (sentencia de
12 de agosto de 1997, Exp. 6174).
El exequátur se erige en la vía idónea que el legislador
diseñó con el fin de convalidar en el territorio nacional los efectos
de las sentencias judiciales y pronunciamientos afines emanados
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en el extranjero, ciertamente como un mecanismo excepcional
para que puedan ser ejecutadas en el país, con la fuerza que los
convenios internacionales les concedan o, en su defecto, con la
que se reconozca a los fallos que expidan los jueces colombianos
en el Estado extranjero de cuya decisión se trata.
2.
En
relación
con
dicha
reciprocidad,
la
Jurisprudencia de esta Sala ha señalado que “[c]onforme al
artículo 693 del Código de Procedimiento Civil, se aceptan con
fuerza vinculante aquellas sentencias o laudos pronunciados en
un país extranjero en procesos contenciosos, por vía de
‘reciprocidad diplomática’, esto es, cuando cumplan con los
requisitos establecidos en los tratados existentes con él, o en su
defecto, acudiendo a la ‘reciprocidad legislativa’, basada en la
aceptación que allí se reconozca a las acá proferidas.
“Así se ha reiterado por la jurisprudencia al exponer
que ‘…en primer lugar se atiende a las estipulaciones de los
tratados que tenga celebrados Colombia con el Estado de cuyos
tribunales emane la sentencia que se pretende ejecutar en el país.
Y en segundo lugar, a falta de derecho convencional, se acogen
las normas de la respectiva ley extranjera para darle a la
sentencia la misma fuerza concedida por esa ley a las proferidas
en Colombia…’ (G. J. t. LXXX, pág. 464, CLI, pág. 69, CLVIII, pág.
78 y CLXXVI, pág. 309 y referido en sentencia del 26 de enero de
2011 exp. 00499-07)”, como puede verse en sentencia de 19 de
diciembre de 2011, Exp. 2008-01760-00.
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3.
En el caso que ocupa la atención de la Sala, se
advierte la concurrencia de todos los presupuestos necesarios
para la prosperidad de la convalidación que confiere el trámite de
exequátur.
En efecto, la decisión que se pretende homologar no
se opone a las leyes nacionales, en tanto que en Colombia, al
igual que sucede en el Reino de España –como se desprende de
las pruebas allegadas al expediente- se encuentra permitida la
adopción de mayores de edad siempre que el adoptante sea
mayor de 25 años y que sea, al menos, 15 años mayor que el
adoptado, hechos que encontró satisfechos la Juez de Primera
Instancia No. 24 de Valencia.
En adición, se observa en el expediente que el señor
CRISTIAN FERNANDO IBÁÑEZ ANGULO nació el 2 de julio de
1986, luego, para la fecha en que se profirió el auto cuya
convalidación se pretende, esto es, el 21 de julio de 2009, ya
tenía 23 años. Incluso, para el 12 de junio de esa anualidad,
cuando
según
afirma
la
anotada
providencia
manifestó
voluntariamente su intención de ser adoptado, tenía 22 años, es
decir, era mayor de edad.
4.
De igual forma, se observa que la providencia
mencionada se encuentra en firme según lo certificado por el
Ministerio de Justicia, Dirección General de Cooperación Jurídica
Internacional, Subdirección General de Cooperación Jurídica
Internacional, cuya firma fue legalizada por el Jefe de la Sección
de Legalizaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores y de
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Cooperación, todo conforme con la certificación expedida por el
Cónsul General de Colombia en el Reino de España (fl. 18).
Por lo anterior, es claro para la Sala que se cumplieron
los requisitos previstos en el Convenio sobre ejecución de
sentencias civiles suscrito el 30 de mayo de 1908, aprobado en
Colombia mediante la Ley 7ª de 1908, y que entró en vigor el 16
de abril de 1909 según lo certificado por la Coordinadora del
Grupo Interno de Trabajo de Tratados, Dirección de asuntos
jurídicos Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores
de Colombia, norma que fue incorporada en la Gaceta de Madrid
el 18 de abril de 1909 (fls. 42, 43 y 59).
5.
Además de lo expuesto, entre la República de
Colombia y el Reino de España es evidente la aplicación del
principio de la reciprocidad diplomática en cuanto hace al
reconocimiento mutuo de las decisiones judiciales proferidas en
cualquiera de estos Estados, puesto que al tenor de lo establecido
en el artículo 1º del Convenio sobre ejecución de sentencias
civiles celebrado el 30 de mayo de 1908, “[l]as sentencias civiles
pronunciadas por los Tribunales comunes de una de las Altas
Partes Contratantes serán ejecutadas en la otra, siempre que
reúnan los siguientes requisitos: Primero. Que sean definitivas y
que estén ejecutoriadas como en derecho se necesitaría para
ejecutarlas en el país que se hayan dictado; Segundo. Que no se
oponga á las leyes vigentes en el Estado en que se solicite su
ejecución”.
6.
Se concluye, entonces, que ninguno de los
requisitos establecidos en el ordenamiento jurídico colombiano
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amerita reproche, pues la copia de la sentencia extranjera que se
adujo con la demanda de exequátur, como se dijo, está revestida
de las formalidades que llevan a concluir su autenticidad, su
firmeza y su ejecutoria; así mismo no versa sobre derechos
reales, ni se opone a normas de orden púbico del ordenamiento
jurídico patrio. Por demás, la adopción de mayores de edad no es
un tema de competencia exclusiva de los jueces nacionales, ni en
el expediente obra que en la actualidad se esté adelantando un
proceso similar en territorio colombiano.
7.
Puestas de esta manera las cosas, se impone
acceder a la petición formulada, por lo que se concederá el
exequátur solicitado.
DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de
Justicia, Sala de Casación Civil, administrando justicia en nombre
de la República y por autoridad de la ley,
RESUELVE
1.
CONCEDER el exequátur al Auto No. 352
proferido el 21 de julio de 2009 por el Juzgado de Primera
Instancia N° 24 de Valencia, España, mediante el cual se dio
finalización al proceso no contencioso de adopción de CRISTIAN
FERNANDO IBÁÑEZ ANGULO, mayor de edad, por parte de
ARTURO CARO AROZAMENA.
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2.
ORDENAR, para los efectos previstos en los
artículos 6º, 106 y 107 del Decreto 1260 de 1970 y de
conformidad con lo establecido en el artículo 13 del Decreto 1873
de 1971, la inscripción de esta providencia, junto con la sentencia
reconocida, en el folio correspondiente al registro civil de
nacimiento del señor CRISTIAN FERNANDO IBÁÑEZ ANGULO.
Por Secretaría líbrense las comunicaciones pertinentes.
3.
Sin costas en la actuación.
Notifíquese y cúmplase.
MARGARITA CABELLO BLANCO
RUTH MARINA DÍAZ RUEDA
FERNANDO GIRALDO GUTIÉRREZ
ARIEL SALAZAR RAMÍREZ
ASR 2011-01830-00 8
ARTURO SOLARTE RODRÍGUEZ
JESÚS VALL DE RUTÉN RUIZ
ASR 2011-01830-00 9
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