DERECHO A LA AUTOPSIA MÉDICO-LEGAL: EL CASO DEL PRIVADO DE LIBERTAD Juan Gerardo Ugalde Lobo Apartado 2331·1 002,Paseo de los Estudiantes, San José, Costa Rica RESUMEN En Costa Rica, la autopsia médico legal es obligatOria por ley para todo privado de libertad que fallezca en centros penitenciarios por violencia carcelaria (homicidios, suicidios), muerte accidental y por enfermedad natural. Igualmente puede decirse de la muerte de un detenido que acontezca durante el proceso de detención, interrogatorios y enfrentamiento con cuerpos policiales. La Constitución Politica de Costa Rica garantiza la inviolabilidad de la vida y el derecho a la salud de sus habitantes. En algunas de estas muertes pueden estar involucrados actos de tortura o maltrato policial, actos de negligencia u omisión de auxilio por parte de la administración penitenciaria o la Seguridad Social en la prestación oportuna de los cuidados médicos al privado de libertad enfermo, como ha sido sef\alado por algunos autores en Costa Rica.(1, 2) La investigación médico legal y la autopsia médJeo legal realizadas por un equipo médico forense imparcial y competente son garantía para la sociedad y constituyen un valioso recurso para esclarecer la verdad de los hechos y establecer si cabe responsabilidad en estas muertes. Palabras clave: legislación costarricense, muerte en detenidos, autopsia médico-legal. ABSTRACT Costa Rican law considers medlco -legal autopsy obligatory whenever an inmate dies in prison because of violence (homicide, suicide), accident and disease. The same applies jf death oécurs during arrest, ifiterrogation, and confrontation with the police. The constitution garant •• s the right lo life and heath of all citizens. However some deaths in the country may have involved torture ór mistreatment by the 1)Olice, and negligence or lack of asslstance by the penitenciary administratlon or heath personnnel (1,2). Investigation by • competent and impartial team are a guarantee to society and a lIaluable tool to clarify incidents and set responsabilitiea. Key words: Costa Rican legislation, ¡nmate death, medico legal autopsy. En Costa Rica, loda persona recluida en un centro penitenciario para cumplir condena, centros de indiciados, cárceles de pueblo, celdas de la policía judicial o del Ministerio de Seguridad, están sutetas, en caso de fallecimiento, a una autopsia médico-legal obligatoria por ley. (1) Igualmente puede decirse de las personas que fallezcan durante interrogatorios policiales y en enfrentamientos violentos con la policla. Las circunstancias en que ocurren estas muertes son extremadamente variadas, podemos mencionar las siguientes: 1a violencia intracarcelaria representada por los homicidios y suicidios, la enfermedad natural, los accidentes laborales, muerte accidental: incendios, fenómenos naturales, intentos de fuga, intoxicaciones, accidentes de tránsito ocurridos dentro de las instalaciones penitenciarias o fuera de ellas en situación de trans- porte de detenidos y las muertes de privados de libertad en centros hospitalarios en cualquier momento de la atención médica. La Constitución Política de Costa Rica (2) garantiza la inviolabilidad de la vida y el derecho a la salud de sus habitantes, por lo tanto en cada muerte de un privado de libertad estos sagrados principios se ponen a prueba y la sociedad debe ser permeable a que investigaciones médico-legales se lleven a cabo en estas muertes. Abarca (3), en un estudio de muertes en detenidos, senaló que al menos un cincuenta por ciento de las muertes naturales ocurridas entre 1965 y 1975 en diferentes centros penales de Costa Rica, pudieron haberse evitado de contar con servicios médicos adecuados. La violencia carcelaria en Costa Rica se Rev. Latinoam. Der. Méd. Medie. Leg. 3 (2) /4 (1): 33-38, 1998/1999 Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Medicina Legal gación policial y judicial del caso. Cualquier hallazgo al momento de hacer la autopsia en el Instituto Médico Legal deberá interpretarse a la luz de lo observado en la escena de muerte. refleja en altos índices de suicidio y homicidio intracarcelarios señalados por varios autores (3,4,5). Una autopsia meticulosa es parte necesaria de la investigación, para confirmar o dispersar aseveraciones que un acto de comisión u omisión de parte de los cuerpos policiales, la administración penitenciaria y la Seguridad Social, pudo conducir o contribuir a la muerte de un detenido. El escenario de la muerte debe respetarse hasta la llegada del médico forense y es lamentable observar, principalmente en muertes que ocurren en centros penitenciarios, que el juez ordena el levantamiento del cadáver tanto en muertes homicidas por violencia carcelaria, como en suicidios. Parte de premisas equivocadas y es grave observar el poco conocimiento que tienen los abogados acerca de la Medicina Legal, materia que se imparte en pocos de los muchos centros universitarios de enser'lanza del Derecho, públicos y privados de Costa Rica. En algunos casos, la autopsia de un privado de libertad puede obviarse por el poco interés médico-legal que revisten estas muertes, por ejemplo cuando los detenidos fallecen por enfermedades terminales (sida, cáncer), a condic¡ón de que el médico tratante certifique la muerte. Un punto importante a considerar en estos casos es determinar si el detenido recibió los cuidados médicos oportunos e indicados para su enfermedad. Esta precipitación o ignorancia, como se le podría también llamar, tiene repercusiones nada deseables en el momento en que el médico forense interpreta los hallazgos de autopsia. Para fines prácticos y de orden, la ejecución de la autopsia médico-legal de un privado de libertad puede dividirse en dos partes que están bien delimitadas en su campo de acción, pero que están al mismo tiempo estrechamente unidas en su estudio y conclusiones; serán indivisibles como el sonido de una campana. Una reconstrucción posterior, aunque pueda resultar adecuada, también dejará dudas de cómo sucedieron realmente los hechos. En algunas ocasiones, si bien es cierto que muchas de estas muertes pueden enmarcarse dentro de un suicidio o un homicidio por violencia carcelaria, recordemos que al Estado le corresponde la responsabilidad por éstas, pues éste garantiza -en documentos y leyes- la seguridad de toda persona que es privada temporalmente de su libertad.(7) Hemos observado, principalmente en cárceles de pueblo, que éstas no reúnen las condiciones de infraestructura adecuada para una celda: son oscuras, frías, húmedas, sin ventilación natural, con barrotes y alambres eléctricos al alcance del detenido. EL ESCENARIO DE LA MUERTE Y LA AUTOPSIA MEDICO-LEGAL PROPIAMENTE DICHA EL ESCENARIO DE LA MUERTE: En la medida de lo posible, en toda persona fallecida en las circunstancias anteriormente mencionadas, un médico forense debe trasladarse al lugar de los hechos para iniciar la autopsia médico-legal. La función del médico forense con experiencia en la investigación del escenario de muerte es fundamentalmente evaluar el ambiente, las circunstancias locales, la posición y la condición del cuerpo. Si las condiciones de trabajo son favorables para el buen quehacer médico-legal: establecer la causa. la manera y tiempo de muerte; en una gran proporción de casos el homicidio puede rápidamente ser excluido a favor de causas accidentales, sui- El detenido usualmente ingresa por delitos menores con gran afectación psicológica y moral (rir'las, violencia doméstica, estado de ebriedad agudo, intentos de suicidio), aparte de la violencia policial que puede mediar al momento de la detención·(4) El médico forense debe partir del supuesto de que en cualquiera de estas muertes está cidas o aún naturales. (6) Esta situación es de trascendental importancia para la ínvestí34 Juan G. Ugalde / Derecho a la Autopsia Médico-Legal trabajar mejor y evitar que se dé el principio de transferencia de evidencia, entre el sitio y el personal involucrado, con cuidado de no alterar el escenario. La identificación y las calidades de las personas que participan en la escena debe quedar claramente registradas. frente a un homicidio, hasta que no se demuestre lo contrario, y por lo tanto la investigación debe ser profunda y sistemática. La sola presencia de un médico forense con buen entrenamiento es garantía de que la autopsia médico legal en el escenario comienza bien. El médico forense es quien conduce el estudio del escenario, tratando de establecer en un primer momento, aunque esto puede resultar en algunas ocasiones extremadamente dificil, la presunta causa y manera de muerte; lo que nos lleva a ser muy prudentes en la información que se le pueda dar al juez o a la policia. Usualmente, la mayoria de las muertes que se producen en centros penitenciarios donde se cumplen condenas o bien en aquellos donde la privación de libertad es por poco tiempo, es por el método de asfixia por ahorcadura; en menor grado por intoxicación medicamentosa o por sustancias cáusticas y trauma mecánic033•4) Es deplorable observar que algunos de estos casos ocurren en la presencia cercana de otros reclusos o que los oficiales de seguridad no cumplen con las funciones de vigilancia del recluso. Debe anotarse el orden o el desorden del lugar del hecho, presencia de notas suicidas o de sustancias tóxicas o medicamentos y drogas de abuso (éstas últimas son de fácil acceso en nuestras cárceles: cocaina, crack y marihuana). En el lugar de los hechos, debe investigarse la historia delincuencial del sujeto y las razones por las cuales se encontraba detenido. Si existe una cllnica de atención médica para detenidos, es aconsejable solicitar la ficha o el expediente médico del recluso. En el caso de los ahorcados, hay que prestar atención a la accesibilidad al lugar donde fue fijada la cuerda, la altura en que se encuentra, asi como el grado de complejidad del nudo. En esta patologia y durante el periodo convulsivo, el suicida puede golpearse contra las paredes, provocándose lesiones que podrán observarse e interpretarse con más detalle al realizar la autopsia39) Establecer el tiempo de muerte puede revestir complejidad y se debe ser cuidadoso al emitir criterio. Para ello se analizan los signos clásicos de tanatocronodiagnóstico. Debe anotarse los factores siguientes que sirvan para determinar la hora de muerte: Hay que anotar la fecha, la hora y las condiciones en que ingresó a la celda. Uno esperaria que fuera de rigor la existencia de un libro de entradas, donde se anote la condición en que ingresó el detenido, por ejemplo: si se encontraba golpeado o en estado de ebriedad; y esto es muy importante cuando se correlacionan los hallazgos de autopsia. (8) El examen del escenario de muerte debe realizarse con luz natural, o bien con adecuada luz artificial, requisitos imprescindibles para el buen manejo. En el peor de los casos, el cuerpo podria levantarse, y clausurarse inmediatamente el lugar, para posterior estudio, cuando se encuentren las condiciones adecuadas. Lo anterior sucede en muertes durante la noche en lugares muy oscuros, de dificil acceso y condiciones climáticas desfavorables. a. Temperatura del cuerpo (tibio, fresco, frlo). b. Ubicación y grado de fijación de las Iivideces. c. Rigidez cadavérica. Estado de descomposición. Puede ser aconsejable conversar con otros detenidos y tratar de establecer en qué momento lo vieron por última vez con vida. Si el lugar es pequeno, no debe permitirse el ingreso de muchas personas; a lo sumo tres o cuatro Ouez, personal técnico judicial, un representante de la administración penitenciaria y el abogado defensor), con el fin de Debe dejarse constancia de la posición del cadáver, condiciones de las vestimentas y constitución flsica del recluso; asi como 35 Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Medicina Legal gos, pero no sería válido volver al cadáver para realizar una segunda autopsia, tratando de establecer otros diagnósticos de causa y manera de muerte. anotar las condiciones de la celda. Debe examinarse el lugar para ver si hay sangre. Deben reunirse y conservarse todas las muestras de sangre, pelos, fibras e hilos. La autopsia también debe ser hecha por médicos forenses con entrenamiento y experiencia en este campo en particular. Conocemos que existen serios problemas en países donde los recursos o el sistema de justicia son deficientes, y son patólogos sin experiencia forense los que realizan las autopsias, o aún peor, médicos sin ningún entrenamiento en patología. Si parece haberse dado un atentado sex~ ual contra la víctima, debe dejarse constan~ cia de ello. Deben ubicarse, desarrollarse, levantarse y conservarse todas las huellas digitales. En la medida de lo posible, pues sabe~ mos de las precarias condiciones en que tra~ bajan los médicos forenses en Latinoamérica, todo escenario de muerte de un privado de libertad, ya sea que ocurra en una prisión, sala de interrogatorios o en espacios abiertos, debe quedar documentada mediante fotografías y, de ser posible, en un vídeo, para lo cual se COntará con el apoyo de expertos en el campo. Lo anterior va en detrimento de la buena administración de justicia, al no permitir aclarar de una manera fehaciente y real las circunstancias que rodearon una muerte. La sociedad de alguna manera es cómplice. Existe un silencio conformista que no mueve ni siquiera una vela en la peor tempestad y me refiero en particular a los casos de suicidio carcelario en Costa Rica. No he conocido de ninguna investigación que tenga como meta resolver o disminuir este problema por parte de la administración penitenciaria. El escenario de la muerte, que es el inicio de la autopsia médico-legal, podría concluir en una sola palabra: prudencia en la información que se le da al juez o a la policía, no se mencione ni siquiera a la prensa, con la cual se debe ser extremadamente celoso y cuidadoso. Lo aconsejable es buscar canales adecuados de comunicación que se dan a través de las jerarquías institucionales (jefes de departamento, directores). OBJETIVOS AUTOPSIA: DE LA a. Si se trata de un cadáver desconocido, identificarlo evaluando su estatura, aspecto físico y nutrición, presencia de tatuajes, estigmas profesionales, estado y características del aparato dental. La autopsia médico-legal ha comenzado y los resultados y conclusiones se obtendrán cuando la misma se complete en la sala de autopsias. La prisa es amiga de la imprecisión, por eso el médico forense debe estar libre de toda presión de cualquier origen; es un trabajo extremadamente cuidadoso y delicado, donde la responsabilidad de muchas personas puede estar involucrada. b. Determinar muerte. la causa y manera de c. Determinar el tiempo de muerte. La prudencia con que se determine suele ser el mejor y más confiable parámetro. 2. LA AUTOPSIA MÉDICO-LEGAL: d. Documentar malformaciones tas y enfermedades. Debe dejarse constancia de la fecha, la hora de iniciación y término y el lugar de la autopsia, y de los nombres de los presentes durante la autopsia (médicos, técnicos, autoridad judicial) INMEDIATOS congéni- e. Detectar y describir lesiones externas e internas. f. Obtener muestras para análisis de laboratorio, exámenes histológicos. Tomar radiograflas dentales y del esqueleto. (6). Recordemos que solo existe una autopsia médico-legal y ésta se hace una primera y única vez; podemos volver sobre el cuerpo para aclarar interpretaciones de los hallaz- g. Conservar órganos relevantes como evidencia. 36 y tejidos Juan G. Ugalde I Derecho a la Autopsia Médico-Legal de personas y de médicos forenses. h. Fotografiar y filmar en video para ser usado como evidencia y como material de ensei'lanza. La autopsia médico-legal debe ser transparente y cristalina. Si bien es cierto no se puede garantizar que no se cometan errores, éstos deberian ser -en lo estricto- errores de interpretación y no errores de procedimiento. Los primeros pueden corregirse, los segundos no. Una mala autopsia médico-legal puede comenzar en el mismo escenario de la muerte, por errores como: manejo inadecuado del escenario y del cadáver, y pérdida de la cadena de custodia. Estos errores son irreparables. i. Proveer un informe escrito y completo de los hallazgos de autopsia. j. Ofrecer una interpretación pericial de esos hallazgos. k. Restaurar el cuerpo a las mejores condiciones de apariencia posible, antes de entregarlo a los parientes. La conclusión de los resultados de una autopsia pueden estar sujetos al análisis de los indicios, estudios toxicológicos de muestras biológicas y de criminalistica. Los hallazgos de autopsia médico-legal deben correlacionarse estrictamente con lo observado en la escena, lo contrario haria pensar que nos encontramos, por ejemplo, ante un homicidio si fuera el caso. También está abierta la posibilidad de que una muerte sospechosa en una prisión resulte al final en una muerte natural o bien accidental. Hoy, con la implementación de la prueba del ADN en nuestros laboratorios, es probablemente uno de los instrumentos más útiles y confiables en el análisis de muestras biológicas y su procedencia; su importancia es vital en la recolección de restos cadavéricos, donde los métodos tradicionales no son factibles o aplicables. Al igual que en la escena de muerte, al momento de autopsia es recomendable que esté presente el mismo equipo que mencionamos anteriormente. En lo posible, la autopsia se hace en una sala aparte que permita el libre trabajo y comodidad del médico forense, es una autopsia lenta, tranquila, sin prisas, tomándose todo el tiempo para hacer un trabajo bien hecho. Cierto tipo de lesiones pueden confirmar o crear la sospecha de maltrato fisico o de tortura. La repetición de una lesión particular en los homicidios ordinarios; esto es inusual: mordeduras, heridas cortantes, contusiones, quemaduras, signos de asfixia, marcas eléctricas, rupturas de tímpano, marcas de suspensión en piernas, brazos, traumas en gen¡tales y abuso sexual. Las heridas por armas de fuego en un privado de libertad constituyen grandes sospechas de homicidio (10). Si se va a requerir un estudio histopatológico, lo recomendable es que sea reportado por un anatomopatólogo y de preferencia que tenga también la especialidad en Medicina Legal. En muchos casos, en este tipo de autopsia los hallazgos, que no se diferencian de cualquier otro homicidio y la confirmación de un maltrato fisico o de una tortura, dependen de las evidencias y del escenario de la muerte. Aunque en algunos casos podria pensarse que seria oneroso dedicar dOs peritos médicos forenses a un caso de evidente suicidio, soy del criterio de que toda muerte de un privado de libertad debe realizarse a doble perito. Esto, en primer lugar, para llegar a un mejor análisis de los hechos, establecer una acertada causa y manera de muerte; y, en segundo lugar, para evitar cualquier error humano que pudiera presentarse. Si el caso es muy complicado, lo aconsejable es buscar apoyo en un grupo multidisciplinario de profesionales, entre los que podemos mencionar diferentes especialidades médicas: odontólogo, antropólogo, radiólogo, toxicólogo forense, etc. Es de sentido común que el médico forense tenga siempre presente que su conocimiento tiene limites y es de su responsabilidad saber cuándo requiere ayuda y solicitarla; la prudencia y la humildad son sabias a este Invertir en este manejo médico-legal tiene un carácter fundamentalmente preventivo de las connotaciones e interpretaciones que suele darse a estas muertes y que pueden dai'lar la imagen de un pais, de instituciones, 37 Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Medicina Legal que "todas las muertes en centros de detención y prisiones deben estar sujetas a una investigación médico-legal y a una autopsia respecto. Una vez en mano de estos resultados, el médico forense estará en una excelente posición de emitir su criterio médico-legal sobre esa muerte y sin duda podrá defenderlo ante cualquier tribunal. médico-legal". Emitir criterios apresurados sin tener toda la prueba en mano, sin la reflexión y el trabajo en equipo, puede conducir a verdaderos desastres médico-legales; compromete el médico forense su prestigio y responsabilidad profesional. (11) Literatura citada 1. Reglamento de Autopsia Hospitalaria y MédicoLegal. La Gaceta No. 62, 31 de Marzo de 1987. 2. Constitución Política de la RepÚblica de Costa Rica y la Convenci6n Americana sobre Derechos Humanos. Editec. Editores SA, San José, 1996. Hemos hablado del caso de una autopsia limpia, del médico forense cuidadoso y prudente, respetuoso de los códigos de ética y moral médica, no del médico negligente que actúa cometiendo omisiones o encubriendo hechos que puedan aclarar la muerte de un privado de libertad y esta actitud es en extremo condenable. 3. ABARCA, C., Muerte en Detenidos. Sistema de Estudios de Posgrado, Universidad de Costa Rica, San José, 1986. 4. UGALDE, J., Suicidio en detenidos en Costa Rica. Medicina Legal de Costa Rica, Volumen 7, No. 2, Diciembre de 1990. 5. CARRANZA, E., et col, Sistema Penal y Derechos Humanos en Costa Rica. ILANUD, San José, 1990. La situación del médico forense no es fácil en algunos países de Latinoamérica y las presiones son enormes en muertes donde ha mediado la violencia policial y la tortura. En estos C;:lSOS, el médico forense hace su trabajo a riesgo de su vida y la de su familia, pero en ninguna circunstancia puede permitirse que el médico sea cómplice en esas muertes. 6. Manual sobre prevenci6n e investigación eficaces de las ejecuciones extralegales arbitrarias O sumarias. Naciones Unidas, Nueva York, 1991. 7. ARIAS, D., Los Derechos Humanos: un paradigma para la atenci6n en salud de los privados de libertad. Revista Latinoamericana de Derecho Médico y Medicina Legal, Vol 1. Fase. 2/ Vol 2. Fasc.1, Diciembre de 1996/Julio de 1997. 8. BONILLA, R.; DEL VALLE, L.; UGALDE, J., Examen médico-legal de los detenidos en Costa Rica. Revista de Medicina Legal de Costa Rica, Volumen 6, Nos. 3 y 4, Diciembre de 1989. De igual manera que consideramos como un derecho del privado de libertad, el libre acceso a los servicios de salud, este derecho no podría limitarse solamente al tiempo que transcurre su vida en reclusión, sino que por el contrario este derecho debe trascender a aquellas situaciones donde se produce su muerte, sea por causas naturales o violentas, como el derecho innegable a que se lleve a cabo una investigación médico-legal y una autopsia médico legal. En este punto coincidimos con Rasmussen y colaboradores en 9. Vargas, E., Medicina Legal. Lehmann Editores, San José, 1983,157,9. 10. RASMUSSEN, O. v., MedicalAspectsofTorture. Danish Medical Bulletin, Vol. 37, Supplement N. 1, January 1990, pages 1-88. 11. RASMUSSEN, O. v., et al, Ethical and legal aspects of working as a doctor in the Danish prison systemoTorture, Supplementum No. 1, 1997. 38