factores de riesgo cardiovascular en la infancia

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MESAS REDONDAS
FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR
EN LA INFANCIA
Esther Piñán López
S Pediatría Hospital de Mérida
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades cardiovasculares son
la primera causa de muerte y discapacidad en los
países desarrollados y su prevalencia en los
adultos sigue siendo muy elevada, constituyendo
un auténtico problema de salud pública. Las
manifestaciones clínicas de la arteriosclerosis en
la infancia y adolescencia son muy raras, sin
embargo la enfermedad y los factores de riesgo
que aceleran el desarrollo de la misma comienzan
en la infancia y hay una evidencia creciente de que
la reducción de estos factores de riesgo retrasa la
progresión y sus manifestaciones clínicas en la
edad adulta.
Diversos estudios anatomopatológicos,
epidemiológicos y clínicos han demostrado que la
aterosclerosis comienza con estrías grasas en
aorta antes de los 3 años de edad y placas fibrosas
durante la adolescencia que progresan a partir de
1
los 20 años. Estudios con ultrasonografia carotídea han encontrado engrosamiento de la íntima
media en niños con hipercolesterolemia familiar
(HF) a partir de los 7 años de edad. La progresión
del proceso ateromatoso depende de factores
2
genéticos y ambientales.
Los principales factores de riesgo son la
historia familiar de enfermedad cardiovascular
prematura (varones antes de los 55 años y mujeres antes de los 65 años), hiperlipemia, hipertensión arterial, diabetes mellitus, sobrepeso y
obesidad, inactividad física y hábito tabáquico,
aunque también se han descrito factores perinatales. Hay factores no modificables y otros modificables sobre los que tienen que encaminarse las
medidas de prevención.
La persistencia de valores elevados de
colesterol en el adulto (tracking), es en torno al
50%, pero la influencia de factores ambientales y
la asociación con otros factores de riesgo hacen
que sólo se pueda predecir de forma moderada el
valor de colesterol de la vida adulta. La prevalencia de dislipemias en niños ha aumentado en parte
por el incremento de obesidad y síndrome metabólico.
El 84 % de los niños con BMI en el p 95-99
son obesos de adultos y todos los niños con BMI >p
99 fueron obesos en la edad adulta. Además el
14,4% de los niños con normopeso fueron obesos
de mayores.
Para la tensión arterial la correlación está
en torno al 40%.
El objetivo de esta mesa redonda es hacer
una revisión a la luz de la evidencia de los principales factores de riesgo, las estrategias de cribado y
las recomendaciones terapeúticas actuales
respecto a hipercolesterolemia, hipertensión
arterial y obesidad, con el fin de facilitar su manejo
por el Pediatra de Atención Primaria.
Es necesario insistir en que para el abordaje de esta patología es imprescindible la adquisición de hábitos saludables por parte de los niños,
mejorando la alimentación y promoviendo la
práctica regular de actividad física, lo que pasa
muchas veces por modificación de los hábitos
familiares y /o sociales. Estas estrategias van a
precisar de un concurso multifactorial de diferentes
sectores, como el educativo, industria alimenticia,
salud pública etc, como por ejemplo la estrategia
NAOS iniciada en 2005.
HIPERCOLESTEROLEMIA
La hipercolesterolemia es uno de los
factores de riesgo cardiovascular mas importante,
además de ser uno de los modificables
Concentraciones elevadas de colesterol
total (CT), LDL colesterol (LDLc) y VDL colesterol(VDLc), y concentraciones séricas bajas de HDL
colesterol (HDLc) se correlacionan con la ateros1,2
clerosis y con la extensión de estas lesiones.
Los argumentos a favor de una intervención
temprana son bastante convincentes sin embargo
existe controversia sobre el momento de iniciar
FORO
PEDIÁTRICO
3
FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR EN LA INFANCIA
estudio en los niños, por la preocupación de
realizar intervenciones innecesarias, dietas
restrictivas o tratamientos potencialmente peligrosos.4,8,10
Las guías de práctica clínica mas aceptadas en el pasado, no aconsejaban el cribado
universal de hipercolesterolemia en la infancia,
recomendándose el cribado selectivo a partir de
los 2 años de edad en niños con sospecha de
alteraciones lipídicas de alto riesgo CV: historia de
ECV prematura en padres y/o abuelos, Colesterol
>240 mg/dl en alguno de los padres, sobre todo en
Hipercolesterolemia familiar, obesidad, o asociación con otros factores de riesgo3,5 Con esta
estrategia basada en la historia familiar se detectan solo el 50% de las hiperlipidemias genéticas
por lo que actualmente la recomendación mas
extendida es la de realizar además del cribado
selectivo, un cribado universal a todos los niños
entre los 9-11 años y posteriormente entre los 1721 años4,8
Concentraciones de CT > 200 mg/dl (> p
95) se consideran elevadas y se confirmarán
pasados 1-2 meses, realizando además estudio
de lipoproteínas. Los valores de colesterol entre
170-200 mg/dl deben ser repetidos y si se confirman realizar también estudio de lipoproteínas, Los
valores de LDL-col >130 mg/dl son definidos como
altos y hacen necesaria una evaluación clínica, el
diagnóstico etiológico, descartar causas secundarias e iniciar dieta con disminución de las grasas
saturadas y el colesterol a partir de los 3 años de
edad.4,5,7,8
El diagnóstico se basa en la interpretación
del perfil bioquímico junto con la historia familiar y
el estudio genético cuando se sospeche hipercolesterolemia familiar. En esta entidad de herencia
dominante producida por la alteración de un gen
en el receptor de la LDLc, se puede realizar
estudio genético, a través del Lipochip o DNA
microarray que detecta mas de 300 mutaciones
actualmente. También se puede realizar a partir de
una mutación familiar conocida, la secuenciación
del DNA en los familiares, para la búsqueda de esa
mutación concreta. El estudio genético además de
confirmar el diagnóstico de HF, ayuda a predecir el
grado de riesgo futuro de enfermedad cardiovascular, al poder detectar las mutaciones más severas,
proporciona mayor adherencia al tratamiento y
2,3
permite la posibilidad de consejo genético.
Las alteraciones lipídicas genéticas más
frecuentes son las poligénicas, producidas por la
suma de varios genes, son menos severas que las
monogénicas y su expresión está más influenciada
por factores ambientales tales como dieta y ejercicio.
En la práctica, la dieta se basa en las
recomendaciones generales recogidas en la
pirámide de la dieta mediterránea, con sustitución
de los ácidos grasos saturados por mono y poliinsaturados, que se traduce en el consumo de
lácteos desnatados, verduras, frutas y legumbres,
frutos secos, cereales, pescado y aceite de oliva,
moderada ingesta de carne roja y huevos, evitando
el consumo de bollería industrial, embutidos, y
ácidos grasos trans como las margarinas y mantequillas.
Actualmente la medicación de primera
elección en los niños seleccionados son las estatinas, aprobadas por la FDA desde 2005 para su uso
en niños y adolescentes con Hipercolesterolemia
familiar heterocigota; los estudios realizados han
demostrado su eficacia y seguridad, no se ha
encontrado repercusión sobre el crecimiento o el
desarrollo puberal, y los efectos adversos han sido
poco significativos. Hay estudios en que se ha
demostrado la reversibilidad del engrosamiento de
la íntima tras su administración.6,7,8
Categoría
Percentil
CT mg/dl
LDL-c
Aceptable
<p75
<170
<110
Límite
P75-95
170-199
110-129
Elevado
>p95
>200
>130
Tabla 1.- Puntos de corte para CT y LDL-c en niños y adolescentes
(Adaptado de las guías del NCEP)
4 FORO PEDIÁTRICO
FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR EN LA INFANCIA
El tratamiento con estatinas se indica tras
al menos 6 meses de dieta adecuada, con restricción de las grasas, en niños (varones o mujeres) a
partir de los 10 años independiente del desarrollo
puberal, en las siguientes situaciones: LDL-col
>190 mg/dl; LDL- col >160 mg/dl con historia
familiar de ECV prematura; o si se asocian otros
factores de riesgo cardiovascular, como HTA,
tabaco o DM. En niños de muy alto riesgo por
antecedentes familiares CV graves se puede
adelantar a los 8 años. No existen evidencias ni
recomendaciones de tratamiento con estatinas
antes de los 8 años.
Otros medicamentos para uso en niños
son las resinas, quelantes de los ácidos biliares
en la luz intestinal, se pueden utilizar desde los 6
años dependiendo del riesgo CV, y el ezetimibe,
inhibidor selectivo de la absorción intestinal del
colesterol que disminuye las cifras de colesterol
hasta un 20% y se puede administrar en monoterapia o en combinación con estatinas. Hay pocos
estudios realizados en niños pero se ha mostrado
seguro y eficaz. Su principal indicación sería en
pacientes en los que no estén indicadas las
estatinas o no se toleren o como tratamiento
inicial. En combinación con estatinas potencia la
acción de estas permitiendo utilizar dosis menores.9
Faltan evidencias de la repercusión del
tratamiento con estatinas a largo plazo, cuando se
inicia de forma precoz en la infancia, así como de
las dosis máximas y las asociaciones terapeúti11,13
cas.
Las medidas de prevención de las enfermedades cardiovasculares en las que es fundamental el papel del Pediatra de Atención Primaria
serán las estrategias de prevención primaria:
detección de niños y adolescentes con riesgo
elevado de hipercolesterolemia y enfermedad CV,
la promoción de estilos de vida saludables como
dieta adecuada, ejercicio, la evitación del tabaquismo y la detección de otros factores de riesgo,
como la hipertensión, diabetes y obesidad
Las estrategias poblacionales cuyo
objetivo es prevenir el comienzo de los factores de
riesgo (estrategia primordial) irán dirigidas a todos
los niños y adolescentes con las recomendaciones de alimentación cardiosaludable, práctica de
ejercicio físico de manera regular y evitación del
tabaco.
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FORO
PEDIÁTRICO
5
MESAS REDONDAS
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Manuel Portillo Márquez.
Pediatra Hospital del SES de Mérida
(Badajoz)
Introducción
La hipertensión arterial (HTA) es un factor de
riesgo cardiovascular de primer orden en la
infancia. Tradicionalmente ha sido relativamente
subestimada en la edad pediátrica, relacionándose con afecciones renales primordialmente,
considerando las formas primarias más propias
del adulto. Esta concepción ha ido cambiando en
los últimos años, en los que hemos asistido a un
aumento de su prevalencia, ligado a la gran
pandemia de obesidad, como hemos comprobado
en estudios nacionales(1,2) e internacionales(3) , al
reconocimiento de que un gran número de adultos
hipertensos ya lo eran en la infancia(4) y de cómo se
describe afectación de órganos diana(5) en niños
cuando se pensaba que en esta edad estaban
libres de complicaciones.
Esta enfermedad plantea numerosas dificultades
en la infancia derivadas de su gran variabilidad
con la edad, sexo, talla, peso y momento del día,
los que nos obliga al uso de tablas de referencia
que contemplen todos estos factores(6), extraídas
en ocasiones de poblaciones muy diferentes a la
de nuestro medio(7). Existen dificultades para la
determinación en niños más pequeños, con
distintos métodos de medida que no son superponibles(8). Disponemos de escasos ensayos clínicos
pediátricos, que nos obliga a extrapolar datos de
adultos. Y todo ello con un arsenal terapéutico con
presentaciones farmacológicas no adaptadas a la
edad pediátrica, debiendo recurrir a fórmulas
magistrales(9).
Definición
La más aceptada es la propuesta de la AAP(7), que
considera HTA cuando se aprecian cifras de
presión arterial (PA) sistólica, diastólica o ambas
por encima del percentil 95 para la edad, sexo y
talla, de forma persistente en al menos 3 ocasiones. Estadío 1: PA entre P95-99. Estadío 2: PA >
5 mmHg del P99. Se habla de prehipertensión
arterial cuando la PA está entre el percentil 90-95.
6 FORO PEDIÁTRICO
En adultos y adolescentes se considera prehipertensión cifras > 120/80 e hipertensión cuando son >
140/90.
Dimensión del problema
La prevalencia de HTA oscila entre 3-5% en nuestro medio(1,2), alcanzando hasta el 20-30% en
adultos. El riesgo aumenta considerablemente
entre los niños con obesidad llegando al 30%(7).
Hasta un 40 % de adultos con HT primaria tendrán
su origen en la infancia o adolescencia. La predisposición genética, junto con condicionantes
ambientales (obesidad, dieta rica en Na, tóxicos)
condicionaran la aparición de HTA y afectación
precoz de órganos diana.
Formas clínicas
1.
HTA primaria o esencial. Agregación familiar. La causa más frecuente en adolescentes
o preadolescentes, especialmente en niños
obesos o con sobrepeso. Pueden estar
presentes otros factores de riesgo cardiovascular (diabetes, hipercolesterolemia,…).
Normalidad en las pruebas complementarias. Generalmente cifras de P.A no excesivamente altas.
2.
HTA secundaria. Enfermedades vasculares
y del parénquima renal, siendo la principal
causa la I.R. crónica. Enfermedades cardiovasculares como la CoAo, alteraciones
endocrinológicas (Cushing, feocromocitoma, hiperplasia suprarrenal, etc.), enfermedades neurológicas (tumores, infecciones,
neurofibromatosis, etc.), fármacos (anticatarrales, corticoides, metilfenidato, ACO),
drogas de abuso (cocaína, derivados anfetamínicos) y causas diversas como la displasia
broncopulmonar o los antecedentes de bajo
peso al nacer.
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
3.
HTA bata blanca. Cifras tensionales leves o
moderadamente altas, sólo cuando acude a
consulta. Normalidad persistente de cifras
de P.A en domicilio. No patología asociada.
Normalidad en pruebas diagnósticas (no
siempre necesarias). Útil el uso de la MAPA
(monitorización ambulatoria de la P.A).
Algunos autores la consideran como una
forma de HTA latente.
4.
HTA enmascarada. Cifras tensionales en
clínica normales, con PA por encima del
umbral con la MAPA. La mayoría mantienen
esta situación, un 9% evolucionaran a HTA
clínica. Mayor frecuencia de HTA familiar,
obesidad o sobrepeso(10).
Órganos diana
La HTA produce una mayor afectación sobre la
vascularización de determinados órganos con
gran sensibilidad y cuyas manifestaciones deben
buscarse con ahínco por ser indicadores precoces
de afectación en unos casos, severa en otros y
necesidad de instaurar un tratamiento en todos los
casos.
Riñón: microalbuminuria e I.R. Corazón: hipertrofia VI, ICC, isquemia, muerte súbita. Encéfalo:
cefalea, convulsiones, ictus, hemorragia. Ojo:
retinopatía y ceguera. Sistema vascular: aterosclerosis, disección aórtica, vasculopatía isquémica periférica.
¿Con qué clínica se manifiesta la HTA en la
infancia?
Ninguna en la mayoría de los casos.
Epistaxis, cefalea, nauseas, vómitos, mareos, fallo
de medro, irritabilidad, poliuria, polidipsia, problemas visuales, dolor abdominal, en casos sintomáticos.
Clínica relacionada con la enfermedad causal.
Clínica relacionada con la afectación de órganos
diana.
Diagnóstico
1.
Antecedentes personales y familiares
2.
Clínica: cuanto más pequeño el niño y mayor
las cifras de PA, sospecharemos HTA
secundaria.
3.
Pruebas complementarias, escalonadas por
niveles, haciendo un uso racional, como
primer nivel una bioquímica general con
función renal, sedimento de orina y determinación de microalbuminuria. Ecografía renal,
es muy conveniente una ecocardiografía
para descartar hipertrofia cardiaca, disfunción ventricular y cardiopatía. Fondo de ojo.
La MAPA puede ayudarnos en caso de HTA
de bata blanca o enmascarada. En la HTA
secundaria pueden ser necesarias pruebas
más específicas a nivel hospitalario.
4.
Otros factores de riesgo cardiovascular
añadidos deben ser sopesados siempre,
como: obesidad, sobrepeso, dieta inadecuada. Antecedentes familiares de cardiopatía
isquémica, ACV o vasculopatía periférica
obstructiva, en edades tempranas.
Hipercolesterolemia. Bajos niveles de HDL
(< 40 mg/dl). Diabetes mellitus. Hábitos
tóxicos. Inactividad física.
Tratamiento
Trataremos, cuando ello sea posible, las enfermedades causantes. En todos los casos debe iniciarse un tratamiento no farmacológico, que pueden
ser suficiente, consistente en: normalizar el peso,
dieta pobre en sal, aumentar ingesta de K (frutas,
vegetales), ejercicio físico aeróbico regular, control
de hábitos tóxicos y de fármacos hipertensores.
El tratamiento farmacológico se reserva para las
siguientes situaciones:
HTA sintomática grave, HTA secundaria importante, afectación de órganos diana, HTA con diabetes
mellitus tipo I o II, dislipemias importantes u otros
factores de riesgo coronario. Fallo del tratamiento
no farmacológico.
En cuanto al tratamiento farmacológico hay que
reseñar que no hay evidencia en Pediatría sobre
cuales son más eficaces que otros, hay consenso
sobre un tratamiento escalonado, con datos
extrapolados de adultos, a lo que hay que sumar la
ausencia de preparados pediátricos, debiendo
recurrir en la mayoría de los casos a fórmulas
magistrales.
Los IECA cuentan con amplia experiencia, especialmente indicados en HTA primaria, IR o IC, junto
con los diuréticos y betabloqueantes. Los ARA 2
tienen las mismas indicaciones que los IECA,
FORO
PEDIÁTRICO
7
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
presentan menos efectos secundarios que éstos,
pero se cuenta con menos experiencia pediátrica.
Los antagonistas de los canales del Ca están
especialmente indicados en el trasplante renal y
contraindicado en la IC. Los vasodilatadores
generalmente se usarán en las urgencias hipertensivas por vía parenteral.
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8 FORO PEDIÁTRICO
MESAS REDONDAS
SOBREPESO Y OBESIDAD
Amparo Montero Salas.
Pediatra de AP .
Centro de Salud Urbano II de Mérida
INTRODUCCIÓN.
Enfermedad crónica, multifactorial y compleja.
Problema de salud importante en la edad adulta
cuya incidencia y prevalencia están en aumento
en la edad pediátrica: Epidemia del siglo XXI.
Prevalencia en España (estudio ALADINO):
sobrepeso 26,3%; 25,9% y obesidad 22%; 16,2%
respectivamente para niños y niñas. Los datos no
difieren de los obtenidos en el estudio EnKid diez
años antes.
DEFINICIÓN DE SOBREPESO Y OBESIDAD.
Hay acuerdo generalizado en usar el índice de
masa corporal (IMC) como medida de elección
para el diagnóstico de sobrepeso y obesidad. Sin
embargo, no lo hay para las referencias de IMC ni
los puntos de corte. La GPC 2009 propone las
curvas procedentes del estudio semilongitudinal
de Hernández et al (1988) para el diagnóstico de
sobrepeso (IMC > p90 y <p97 para edad y sexo) y
obesidad (IMC > p97). La IOTF propone las de Cole
y cols para definir el sobrepeso y la obesidad a nivel
internacional. Niños < 2 años lactados al pecho
pueden usar las elaboradas por OMS.
ETIOLOGÍA. FACTORES DE RIESGO.
La etiología de la obesidad es compleja y multifactorial. Es una enfermedad genética (60-80% de la
variación observada en el peso se explica por
factores heredables). La mayoría de los factores
genéticos afectan al peso sólo en presencia de
determinadas condiciones ambientales (ambiente
obesogénico). También relacionada con patología
endocrinológica (hipotiroidismo, déficit hormona de
crecimiento, S.Cushing, alteraciones hipotálamo) y
medicamentos (insulina, corticoides, psicotropos,
antidepresivos, anticomiciales, antihipertensivos,
entre otros).
Tabla 3: Factores de riesgo de obesidad
A. ANTECEDENTES PERSONALES:
l
Macrosomía (PEEG > 4 kg).
l
BPEG con rápido catch-up (ganancia de peso).
l
Ausencia de lactancia materna.
l
Aumento de IMC > 2 U/año.
l
Menarquia < 11 años.
B. ANTECEDENTES FAMILIARES:
l
Obesidad parental (si sólo un padre el riesgo se multiplica por 3, si los 2, se multiplica por 10).
l
Diabetes mellitus tipo 2 y/o dislipemia.
C.ESTILOS DE VIDA:
l
Inactividad física y sedentarismo (más de 2 horas de TV y/o más de media hora de ordenador y
videoguegos/día).
l
Duración del sueño (> riesgo si menos de 7 horas).
l
Características de la alimentación:
- alimentos densos en energía.
- elevado consumo de refrescos/bebidas azucaradas.
- tamaño de las porciones.
- no desayuno o incompleto.
- menor número de comidas al día.
D. SOCIODEMODRÁFICO:
l
Nivel socioeconómico-cultural bajo.
l
Hábitat en medio rural, en países desarrollados.
l
Factores étnicos.
*Se deberá hacer control de IMC anual desde los 2 años de vida
FORO
PEDIÁTRICO
9
SOBREPESO Y OBESIDAD
DIAGNÓSTICO.
1. HISTORIA CLÍNICA:
-A. Personales: edad gestacional, peso y longitud
al nacimiento, lactancia, beikost, distribución
comidas, picoteo, ingesta compulsiva, comidas
fuera de casa. Edad inicio ganancia ponderal.
Alteraciones del ciclo menstrual. Estilo de vida
sedentario (horas de televisión u ordenador),
actividad física.
-A. Familiares: peso e IMC, hábitos, HTA, dislipemia, cardiovascular, DM 2…
2. EXAMEN FÍSICO: peso, talla, IMC, cintura, TA,
distribución grasa, rasgos dismórficos, piel
(acantosis, xantomas, hirsutismo…), psicomotor,
ortopédicas...
3. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS:
Hemograma, bioquímica completa, lipidograma,
T4 libre y TSH, glucemia e insulina basal. Otras
estarán determinadas por la anamnesis y los
hallazgos de la exploración física.
TRATAMIENTO
Importante asegurarse que tanto el paciente como
su familia desean hacerlo y conocer la dinámica
familiar. La base es la instauración de un programa multidisciplinar a largo plazo que asocie
reorganización de los hábitos alimentarios,
actividad física y tratamiento conductual. En
menores de 14 años no debe proponerse como
objetivo la pérdida de peso sino mantener el
mismo (solo proponer pérdida en grados de
obesidad excesiva).
Alimentación.
Alimentación variada (estimulando consumo
frutas y verduras por ser más saciantes), evitando
la monotonía y las restricciones excesivas y
haciendo propuestas en positivo.
Actividad física.
Favorece la autoestima y la integración entre
iguales. Preferibles los mensajes positivos. Al
menos una hora aumentando la actividad física en
la vida cotidiana.
Técnicas de modificación de conducta.
Tomar conciencia de las conductas que han
conducido al exceso de peso y ser capaz de
10 FORO PEDIÁTRICO
introducir cambios. Los padres aprenderán a
controlar el entorno. Diseñar de forma conjunta el
plan de vida diaria. Cuidar el clima emocional
evitando críticas o estigmatización. Tratamiento
grupal parece ofrecer buenas expectativas.
Uso de fármacos en el tratamiento de la obesidad infantil y adolescente.
Solo en casos de obesidad con comorbilidades
asociadas y que no hayan respondido a un tratamiento de modificación de la dieta y los estilos de
vida. Sólo está comercializado un fármaco con
indicación aprobada: orlistat (>12 años) con
frecuentes RAM y debe asociarse a suplemento de
vitaminas liposolubles. La metformina solo
indicada en resistencia a la insulina y diabetes tipo
2 pero sin abandonar tampoco el programa y la
adecuada supervisión.
PREVENCIÓN.
El mejor tratamiento de la obesidad infantil es la
prevención ya que es muy difícil tratar la obesidad
una vez establecida (niño >p95 de peso para talla
al año de edad tiene 3 veces más riesgo de continuar siendo obeso a los 3 años y la mitad de los
obesos a los 3-6 años lo serán de adultos).El
objetivo es la promoción de la salud y fomentar
hábitos saludables en la alimentación, actividad
física y ocio, evitando el sedentarismo, con el fin de
disminuir la frecuencia e intensidad de los factores
de riesgo, que favorecen el exceso de ganancia de
peso.
ESTRATEGIAS PARA LA PREVENCIÓN DE LA
OBESIDAD:
1. Embarazo/prenatal: evitar la malnutrición,
ejercicio físico, no fumar, controles glucémicos
adecuados (diabetes gestacional).
2. Lactancia: lactancia materna.
3. Familias: comer en un sitio fijo, despacio y sin
tele, no saltarse comidas, no picar ni tomar bebidas
azucaradas, fomentar el juego, disminuir horas de
TV, ordenador o videojuegos, no poner TV en la
habitación de los niños.
4.Colegio: poner fuentes, control dietas comedor,
ejercicio extraescolar, educación nutricional y
hábitos saludables, ir al domicilio andando.
SOBREPESO Y OBESIDAD
5. Profesionales sanitarios: revisiones de salud
periódicas, si FR recomendar hábitos saludables
y hacer seguimiento periódico, favorecer ejercicio
y alimentación correcta, identificar y tratar comorbilidades, derivar especialistas…
6. Gobierno: etiquetado de alimentos (aporte
calórico), control menú comedor escolar, campañas publicitarias, control publicidad comida
rápida, programas educación nutricional escolar,
creación parques, polideportivos, carril bici.
COMORBILIDADES.
Afectan al sistema endocrino-metabólico, cardiovascular, gastrointestinal, pulmonar, ortopédico,
neurológico, dermatológico y al campo psicosocial.
Los niños pequeños para la edad gestacional, si
han mostrado un rápido incremento del peso en
los primeros meses de vida, asocian a un mayor
riesgo de resistencia a la insulina, diabetes
mellitus tipo 2, hipertensión arterial y aterosclerosis en la vida adulta.
Numerosos estudios han demostrado la relación
entre la obesidad en la infancia y la adolescencia
con RCV y mayor mortalidad en la edad adulta.
Recientemente, Juonala et al, han comunicado
que aquellos niños que tuvieron peso corporal
elevado (sobrepeso u obesidad) en la infancia
pero no son obesos en la edad adulta tiene perfiles
de riesgo cardiovascular semejantes a los de los
individuos que nunca fueron obesos. Por el
contrario, los individuos con IMC elevado en la
infancia que de adulto eran obesos tuvieron más
riesgo de padecer diabetes 2, concentraciones
elevadas de LDL y triglicéridos y arteriosclerosis.
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Recientes estudios refieren que tener IMC >p85
los primeros 4 años y persistente a los 7 años
aumenta el riesgo de asma y sensibilización a
neumoalergenos. Si estos niños normalizan su
peso antes de los 7 años, el riesgo es similar a los
que no fueron obesos.
FORO
PEDIÁTRICO
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