6CFE01-302 2/11 Sensibilidad al fuego de copas en las masas de pinares de la provincia de Pontevedra FERNÁNDEZ-ALONSO, J.M.1, VEGA HIDALGO, J.A.1, ÁLVAREZ-GONZÁLEZ, J. G.2, ALBERDI, I.3, RUIZ-GONZÁLEZ, A.D.2, CAÑELLAS, I.3 y JIMÉNEZ CARMONA, E.1 1 Dpto. de Protección Forestal. Centro de Investigación Forestal de Lourizán. Apdo. 127. 36080 Pontevedra. Dpto. de Ingeniería Agroforestal. E.P.S Lugo. Universidade de Santiago de Compostela. Campus Universitario s/n 27002, Lugo. 3 INIA-CIFOR. Dpto. de Selvicultura y Gestión de los Sistemas Forestales. Ctra. A Coruña km 7.5. 28040 Madrid. 2 Resumen Las plantaciones de coníferas están entre los tipos de vegetación más inflamables. Para estimar el riesgo de inicio de fuego y propagación en el estrato arbóreo, es necesario disponer de métodos que permitan obtener las características del combustible de copas. Este estudio calcula, a partir de datos del 4º Inventario Forestal Nacional, la cantidad y distribución del combustible aéreo mediante modelos alométricos de biomasa. Las variables de copa obtenidas fueron vinculadas posteriormente con variables de masa, utilizando árboles de clasificación y regresión, y empleadas para simular comportamiento del fuego mediante modelos de inicio y propagación de copas. Existen diferencias notables en cuanto al sistema empleado en la simulación (Behave Plus y CFIS): el primero apenas indica actividad de copas, mientras que el segundo muestra una tendencia creciente a fuego de copas conforme las condiciones meteorológicas son más desfavorables. La altura media de la masa resultó ser la variable estructural que mejor predice el inicio del fuego de copas, mientras que el área basimétrica es la que mejor determina el régimen de fuego. Estos resultados podrían ser de utilidad en la gestión forestal a la hora de estimar el comportamiento potencial del fuego y su modificación tras tratamientos selvícolas. Palabras clave Carga de combustible arbóreo, densidad aparente de copas, altura de base de copas, CART, modelos empíricos de comportamiento. 1. Introducción Galicia es la comunidad del Estado dónde se da el mayor número de fuegos y donde se quema mayor proporción de superficie forestal (SECF 2011). Durante el periodo 1999 – 2008 más de 319. 000 hectáreas ardieron en la Comunidad. La superficie forestal arbolada quemada ha ido aumentando desde 2003, alcanzándose las 55.000 hectáreas en 2006 (D.X. MONTES 2010). Según el Cuarto Inventario Forestal Nacional (MARM 2011), la superficie arbolada en Galicia es de más de 1,4 millones de ha, y de ellas, más de un 30 % corresponden a masas en las que predominan las coníferas. La provincia de Pontevedra cuenta con más de 60.000 ha de masas puras de pinar. Las plantaciones de pinos, por su estructura, son consideradas una de las formaciones vegetales más propensas a sufrir incendios, especialmente cuando tienen grandes cargas de combustible en el sotobosque y no se han realizado tratamientos preventivos sobre el arbolado (CRUZ et al. 2008, FERNANDES 2009). Con una topografía adecuada y bajo unas condiciones ambientales favorables, el fuego podría subir de la superficie al estrato arbóreo y propagarse a través de él, dando lugar a fuegos de copas. Estos incendios se caracterizan por 3/11 su mayor impacto económico, su mayor peligrosidad para la población y dificultad de extinción y por ser los de mayor impacto ecológico (GRAHAM 2004). De estas tres variables, estructura, topografía y meteorología, solo la primera puede ser modificada por el selvicultor (PYNE et al. 1996). Es por tanto necesario proporcionar herramientas que permitan caracterizar el combustible arbóreo, de modo que se pueda estimar el comportamiento de un posible fuego y se puedan formular los tratamientos preventivos más adecuados para optimizar la gestión y mitigar los efectos del fuego. Tradicionalmente la caracterización del combustible forestal se ha centrado en los complejos superficiales (mantillo y matorral), con el objeto de determinar el comportamiento del fuego. El uso de sistemas como BEHAVE (BURGAN & ROTHERMEL 1984; ANDREWS 1986) permite estimar la velocidad de propagación superficial, la intensidad lineal o la longitud de llama. En la actualidad también existen sistemas que predicen el inicio del fuego en el estrato arbóreo y la propagación a través del mismo. Alguno de los ejemplos más relevantes son BehavePlus (ANDREWS 2008), FARSITE (FINNEY 1998), NEXUS (SCOTT & REINHARDT 2001) o Crown Fire Initiation and Spread (CFIS) (ALEXANDER et al. 2006). El modelo de inicio y propagación de VAN WAGNER (1977) identifica dos claros umbrales de la estructura del arbolado que controlan el inicio y la propagación del fuego de copas. Generalmente se acepta que las variables estructurales que determinan la actividad de copas son la carga de combustible arbóreo (CFL), la densidad aparente de copas (CBD) y la altura de la base de la copa (CBH) (CRUZ et al. 2003). El CFL es la carga de combustible arbóreo por unidad de superficie del terreno y representa la energía potencial a liberar por el estrato arbóreo en caso de producirse el incendio. Existe cierta incertidumbre a la hora de determinar qué fracciones del combustible aéreo se queman en la fase de llama. El CBD indica la cantidad de combustible disponible por unidad de volumen del estrato de copas y es una de las principales variables en la modelización empírica del fuego de copas. Determina el flujo de masa en un incendio de copas y condiciona el régimen de propagación del fuego (VAN WAGNER 1977). Existen diferentes métodos para estimar el CBD (VAN WAGNER 1977, BEUKEMA et al 1997, REINHARDT et al 2006). Tampoco existe un consenso entre los autores a la hora de definir la altura del límite inferior del estrato arbóreo (CBH). A pesar de la existencia de los modelos anteriormente descritos y de haberse identificado las variables estructurales de entrada, CFL, CBD y CBH son, en general, desconocidas para el gestor (AFFLECK et al. 2012). Además, apenas se cuenta con herramientas para su estimación. La falta de una descripción específica de los combustibles del estrato de copas impide o limita la aplicación de estos modelos de inicio o propagación en la toma de decisiones de la gestión forestal (CRUZ, 2003). 2. Objetivos Son objetivos de este estudio: 1) Cuantificar la variabilidad en la CFL, CBD y CBH de las masas de pinos de la provincia de Pontevedra 2) Simular, bajo distintos escenarios meteorológicos, el potencial de fuego de copas 3) Desarrollar un criterio de clasificación del potencial de cada masa para sostener distintos tipos de fuegos 4/11 3. Metodología Área de estudio Los datos para este estudio se obtuvieron del Cuarto Inventario Forestal Nacional (4º IFN), realizado en la provincia de Pontevedra (MARM, 2011). Las parcelas de muestreo se establecen en las intersecciones de una malla de 1x1 km. Un total de 1504 parcelas fueron medidas en la provincia de Pontevedra. Base de datos El criterio para la selección de parcelas en la provincia fue fijado en base a un mínimo del 90 % de área basimétrica de pino marítimo (Pinus pinaster Ait.) o mezcla de éste con otras coníferas. Las masas en las que predominan otras coníferas son testimoniales en el área de estudio. Las parcelas en las que los pies muertos o las frondosas suponen más del 10 % en área basimétrica fueron eliminadas. El número final de parcelas fue de 227. En cada parcela se seleccionaron como variables dasométricas explicativas la densidad de pies por hectárea (N), el área basimétrica (G), la altura media ( h ) y la altura dominante (H0). La longitud de copa (Lc, m) se estimó con un modelo ajustado a partir de datos de inventario realizado en parcelas volantes del Centro de Investigación de Lourizán para el pino marítimo (ecuación 1), donde E.M es eficiencia del modelo y E.M.C error medio cuadrático. Lc h 1 e (1,38300, 0099G 0, 000141N 0, 0769h ) EM 0,4855 EMC 1,8299 (1) Los datos de altura media de matorral, modelo de combustible superficial estándar (ANDERSON, 1982) y pendiente fueron empleados para la simulación del comportamiento del fuego. Otras variables complementarias como cobertura de matorral o pedregosidad fueron introducidas en el análisis estadístico, con el objeto de observar su influencia sobre la cantidad de combustible disponible en la parcela y su posible efecto sobre el comportamiento del fuego. Variables de copa Se consideró las acículas y las ramillas finas, hasta 6 mm de diámetro, como combustible arbóreo disponible para el frente de llama. Esta carga de combustible fino, necesaria para calcular las variables CFL y CBD, se estimó mediante modelos alométricos de biomasa. Se emplearon las ecuaciones para acículas y ramas finas ajustadas a partir de los muestreos destructivos de arbolado realizado en el Centro de Investigación Forestal de Lourizán (JIMÉNEZ et al., 2013). La estimación de CBH se hizo según el método empleado por VAN WAGNER (1977) en plantaciones experimentales, calculando la media, por parcela, de la altura de inicio de la copa. La altura de inicio de copa se calculó como la diferencia entre la altura total del árbol y su longitud de copa. El sistema CFIS (ALEXANDER et al. 2006) emplea una variante de esta 5/11 aproximación, el “Fuel Strata Gap” o FSG, por la cual la altura de inicio de copa se estima del mismo modo, y a éste hay que restarle la altura media del combustible del sotobosque para hallar el FSG. De este modo se obtiene la distancia libre de combustible entre el estrato arbóreo y el superficial. Finalmente, la CBD se estima como CFL dividida entre el volumen de copa, entendido como el volumen de un paralelepípedo de altura igual a la longitud media de copa. La longitud media de copa se calcula como la diferencia entre la altura media de la masa y la altura media de la base de la copa. Simulación de fuego Los valores estimados de CBD y CBH permitieron simular el posible inicio y propagación de un fuego de copas en las parcelas de inventario. Para ello, dos sistemas de comportamiento de fuego fueron empleados. El primero, Behave Plus 5.0 (ANDREWS 2008) integra los modelos de propagación de fuego de superficie (ROTHERMEL 1972) y de fuego de copas (ROTHERMEL 1991) con el modelo de transición a copas y propagación de VAN WAGNER (1977, 1989). El segundo, CFIS, implementa los modelos de inicio y propagación desarrollados por CRUZ et al (2002, 2005). Cada uno de los modelos tiene variables de entrada específicas. Los datos sobre el combustible superficial fueron empleados en la simulación. La altura media de matorral es un input necesario para el sistema CFIS, y el modelo de combustible superficial estándar (ANDERSON, 1982) para el sistema Behave Plus5.0. Las variables ambientales de entrada (tabla 1) para los programas de simulación se han planteado según tres escenarios meteorológicos: ligero, moderado y extremo, con distinto riesgo para el inicio y evolución de un incendio. Tabla 1. Escenarios ambientales ambientales propuestos en la simulación del fuego, de condiciones ligeras a extremas. Humedad de los combustibles muertos (%) de 1 hora, 10 horas y 100 horas de retardo, del combustible fino vivo (%) y de las acículas (%). Velocidad del viento a 10 m de altura (km/h) Parámetro Cond. Ligeras Cond. Moderadas Cond. Extremas H. 1 hora retardo (%) H. 10 h retardo (%) H. 100 h retardo (%) H. fino vivo (%) H. Foliar de copa (%) Vel. viento (km.h-1) 14 14 14 120 200 10 10 10 12 100 175 20 6 8 10 80 130 30 El sistema Behave Plus 5.0 calcula la intensidad lineal del frente de fuego a partir de la Intensidad de Reacción (IR, kw/m2) de ROTHERMEL (1972), según la fórmula 1: I B = I R . tr . r (1) Donde tr es el tiempo de residencia de la llama (s) y r la velocidad de propagación (m/s). VAN WAGNER (1977) ajustó su modelo de inicio de fuego de copas calculando la intensidad lineal del fuego según la formulación de BYRAM (1959). Según CRUZ y ALEXANDER (2010) las intensidades lineales calculadas con la fórmula de ROTHERMEL son significativamente inferiores a las calculadas con la de BYRAM. Esto conduciría a 6/11 infraestimar los casos de inicio de fuego de copas. Por ello, se modificó el sistema Behave Plus 5.0 introduciendo la intensidad lineal de BYRAM calculada según la fórmula 2: IB = H . wa . r (2) Donde H es el calor inferior de combustión (kJ/kg), para el cual se toma el valor estándar para los modelos de combustible considerado por el sistema Behave Plus 5.0: 18.600 kJ/kg, wa es el combustible consumido en la fase de llama del frente (kg/m2), que se estima como la carga total de combustibles finos del sotobosque: fracciones de combustible vivas y muertas de hasta 6 mm de diámetro, y r es la velocidad de propagación (m/s) calculada con el modelo de propagación fuego de superficie de ROTHERMEL (1972). Clasificación de la actividad de copas Se realizaron árboles de clasificación que relacionasen las variables dasométricas obtenidas para cada parcela y otras variables de inventario (fracción de cabida cubierta, modelo de combustible, cobertura y altura de matorral, pendiente y pedregosidad) con el tipo de fuego obtenido en la simulación (superficie, pasivo o activo). El análisis de árbol de clasificación es una técnica no paramétrica que divide de forma secuencial una base de datos compuesta de una variable respuesta categórica y cualquier número de variables predictivas, mediante el uso de un criterio dicotómico (BREIMAN et al 1984). Este análisis se llevó a cabo con el paquete estadístico R (THERNEAU & ATKINSON 2012; R DEVELOPMENT CORE TEAM 2011). 4. Resultados y discusión Distribución de CFL, CBD y CBH La tabla 2 presenta los estadísticos generales para las variables del arbolado. En comparación con otros estudios similares, como el de CRUZ et al. (2003) en masas de coníferas del oeste de Norte América, los valores obtenidos son más bajos en cuanto a la carga de combustible. La CFL alcanzó en dicho estudio valores medios entre 0,61 y 1,41 kg/m2, mientras que la CBD entre 0,18 y 0,32 kg/m2. En cuanto a la CBH, el valor más alto de altura de inicio de copa media, 6,1 m, es inferior al obtenido en este estudio. De todos modos, estos valores se refieren a especies diferentes y los estudios emplean metodologías distintas, por lo que es difícil realizar comparaciones. Tabla 2. Resumen estadístico de las variables de copa. Densidad aparente CBD (kg/m3), carga de combustible arbóreo CFL (kg/m2). y altura de la base de la copa CBH (m) Parámetro CBD CFL CBH Media 0,134 0,706 9,111 D.E 0,077 0,474 3,342 Mínimo 0,005 0,015 2,455 Máximo 0,367 2,235 17,744 Simulación del comportamiento del fuego y clasificación Los resultados de la simulación con los sistemas CFIS y Behave Plus 5.0 se presentan en la tabla 3. 7/11 Tabla 3. Porcentaje de parcelas estudiadas del 4º IFN (n=227) por tipo de fuego y para cada sistema empleado. Fuegos de copas activos, pasivos y de superficie. Escenarios meteorológicos planteados en metodología (tabla 1). Sistema Condiciones meteorológicas Ligeras Moderadas Extremas CFIS. Tipo de fuego Behave Plus 5.0. Tipo de fuego Activo Pasivo Superficie Activo Pasivo Superficie 0,00% 2,64% 65,64% 0,44% 14,98% 18,06% 99,56% 82,38% 16,30% 0,00% 0,00% 0,44% 1,76% 3,96% 7,49% 98,24% 96,04% 92,07% Los resultados del sistema Behave Plus 5.0 muestra una baja tendencia de las parcelas a sufrir actividad de copas. Para las condiciones meteorológicas extremas el porcentaje de parcelas en el que se da algún tipo de fuego de copas no llega al 10 %. Por el contrario, el sistema CFIS se muestra muy sensible a la variación de las condiciones ambientales, especialmente en el salto entre condiciones moderadas y extremas. En condiciones ligeras los porcentajes de tipo de fuego son similares a los obtenidos de Behave Plus, con muy baja actividad de copas (menos del 1%), mientras que en condiciones ambientales extremas casi un 85 % de las parcelas presenta actividad de copas, y siendo más del 65 % del total fuegos activos. Los resultados de los árboles de clasificación se muestran en las figuras 1 y 2. La tabla 4 muestra casos de acierto y de error para cada árbol. Exceptuando las condiciones ambientales, altura media (Hm) y área basimétrica (AB) resultan las variables predictivas en el sistema CFIS. En condiciones ligeras o moderadas, parcelas con altura media superior a 9,6 m no sufren actividad de copas. En este caso la altura media es un substituto del “Fuel Strata Gap”, que usa el sistema CFIS como variable predictiva de inicio de copas. En condiciones extremas el área basimétrica discrimina principalmente entre fuegos pasivos y activos las parcelas con área basimétrica inferior a 7,6 m2/ha dan lugar a fuegos pasivos. Esta variable está correlacionada significativamente con CBD, que es empleado por CFIS como variable predictiva de régimen de fuego (activo/pasivo). El sistema Behave Plus es muy sensible, de entrada, al modelo de combustible. El modelo 4, de alta carga de combustible y alta velocidad de propagación, genera directamente incendios de copa (pasivos). Para modelos distintos del 4, la variable más importante resultó la altura media, que es una aproximación al CBH. Según esto, alturas medias de arbolado superiores a 7 m dan lugar a incendios de superficie. Para obtener algún tipo de actividad de copa en modelos de combustible distintos al 4 es necesario que se den condiciones ambientales extremas y fracciones de cabida cubierta (FCC) inferiores al 32,5% (el valor mínimo de FCC fue de un 7% en la muestra). El sistema Behave Plus emplea FCC como variable para el cálculo del factor de reducción de viento. Valores bajos de FCC implican mayor velocidad de viento a media llama, mayor intensidad lineal y por tanto mayor probabilidad de inicio actividad de copas. No obstante, las masas abiertas implican menor CBD, y por tanto menor capacidad de sostener un fuego activo, o pasivo, en el arbolado. Behave Plus 5.0, para fuegos de copas no activos, no hace distinción entre fuegos pasivos en masas densas o entorchamientos aislados en masas muy aisladas, lo cual podría dar lugar a un problema de infraestimación del riesgo en masas que por su CBD podrían estar cerca de mantener un fuego activo. 8/11 Figura 1. Árbol de clasificación del tipo de fuego simulado con el sistema CFIS. Área basimétrica (AB) y altura media del arbolado (Hm). Escenarios meteorológicos planteados en metodología Figura 2. Árbol de clasificación del tipo de fuego simulado con el sistema Behave Plus 5.0. Área basimétrica (AB, altura media del arbolado (Hm y fracción de cabida cubierta (FCC). Escenarios meteorológicos planteados en metodología Tabla 4. Porcentaje y número de casos correctamente clasificados en los árboles CFIS (figura 1) y Behave Plus 5.0 (figura 2) Sistema CFIS Behave Plus 5.0 Número de casos 681 681 Casos acierto 637 669 % acierto 93,54% 98,24% 5. Conclusiones El empleo de sistemas de simulación de fuego en la gestión forestal está muy limitado por la dificultad de estimar las variables del arbolado necesarias. El empleo de metodologías como la presentada en este estudio, en base a datos de inventario forestal, puede resultar de gran utilidad a la hora de estimar los parámetros necesarios para realizar la simulación del comportamiento del fuego. No obstante deben tenerse en cuenta las limitaciones que pueda 9/11 tener esta metodología al existir posibles fuentes de error en los modelos alométricos de biomasa empleados, en el modelo de longitud de copa o en los datos derivados de la expansión de la información del Inventario Forestal. Los resultados simulados del comportamiento del fuego deben ser tomados con precaución, aplicando un enfoque orientativo. La disparidad de resultados entre ambos sistemas en un reflejo de la incertidumbre que todavía existe a la hora de predecir el comportamiento del fuego. Los modelos de comportamiento del fuego aún deben ser objeto de mayor investigación y de mejora. Los árboles de clasificación y regresión constituyen una posible herramienta de ayuda a la toma de decisión. En este caso, a partir de pocas variables estructurales, principalmente altura media y área basimétrica, y con unas condiciones ambientales aproximadas, se podría estimar la sensibilidad de una masa a un fuego de copas sin necesidad de realizar la simulación, lo cual resultaría muy útil en ámbitos en los que el gestor no está familiarizado con los sistemas informáticos de simulación. 6. Agradecimientos A los equipos del dpto. de Protección Ambiental (C.I.F. Lourizán), dpto. de Ingeniería Agroforestal (E.P.S Lugo) y dpto. de Selvicultura y Gestión de los Sistemas Forestales (INIACIFOR) por su ayuda en la elaboración de este estudio. Este proyecto está apoyado por una beca concedida al autor por el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria, dentro del proyecto RTA2009-00153-C03-01 titulado “Protección contra incendios forestales: condiciones de inicio, propagación e impacto socioeconómico de los fuegos de copa en masas de pinares”. 7. 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