OBRAS DE CREACIÓN CINCO POETAS ESPAÑOLES EN LOS ESTADOS UNIDOS PEDRO LARREA Hollins University Al reflexionar sobre el fenómeno de los escritores expatriados es imposible no recordar el famoso caso de la Generación Perdida estadounidense y otros muchos escritores anglosajones de la primera mitad del siglo XX. En París confluyeron talentos como Ezra Pound, T.S. Eliot, E.E. Cummings, Gertrude Stein, Ernest Hemingway o el irlandés James Joyce, que conformaron buena parte de la literatura occidental de su época. Y, en cuanto al canon, es claro cómo estos artistas han ocupado desde muy pronto un lugar prominente a pesar de su experiencia como exiliados, expatriados o “descentrados.” Otro ejemplo a mano sería el de la literatura compuesta por los escritores españoles exiliados de su país como consecuencia de la guerra civil, si bien este ingente número de escritores no ha experimentado en conjunto, como el ejemplo anglosajón anterior, una revaloración suficiente y pareja a su mérito1 y, evidentemente, con muchísima menos repercusión internacional. ¿Qué es un escritor expatriado? En una primera definición, podríamos afirmar que es un escritor que, por voluntad propia o de manera forzada, se marcha de su país y realiza su obra en el “extranjero,” donde reside. Ahora bien, el concepto y la experiencia de ser un “extranjero” han variado sustancialmente con el nuevo siglo. Para, por poner un ejemplo, T.S. Eliot, viajar y establecerse en París significaba imbuirse de las últimas novedades de la literatura europea que confluían en la capital francesa mediante el contacto con los autores que estaban renovando el panorama de las artes y las letras, unas experiencias que no podían llevarse a cabo en el lugar de origen. En otras palabras, había que estar en el “extranjero” para tener la vivencia, no sólo biográfica, sino también literaria. Pero para los poetas españoles que nos ocupan, vivos y escribiendo su obra a partir de las últimas décadas del siglo XX hasta la actualidad, ser un expatriado tiene un significado muy distinto del que podría tener para Eliot. Es ya lugar común, pero no por ello menos cierto, que los medios de comunicación se han encargado de hacer del mundo un lugar más pequeño y accesible. Los centros literarios, como lo fue París a principios del XX, se han difuminado y, gracias a internet y a la mejora en las comunicaciones transnacionales, ya no es estrictamente necesario residir 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 151 3/13/2014 2:44:56 PM 152 Cuadernos de ALDEEU en una “metrópoli” para estar casi instantáneamente al tanto de las novedades literarias ni para crear poesía dentro de la experiencia de un autor que reside en esos centros. Los cinco poetas de que hablaré más adelante tienen en común que pertenecen a la academia estadounidense y que residen o han residido en los Estados Unidos. Eso proporciona varias ventajas para no estar desfasado en cuanto a los pasos que va dando la literatura de las capitales hispanas. En primer lugar, el salario y la cobertura de asistencia para viajes que usualmente proporcionan las universidades norteamericanas permiten a estos escritores viajar al menos una vez al año a cualquier país hispano, si bien es común no viajar una sola vez, sino dos, en el verano y en el descanso de invierno. Durante estas estancias el poeta puede tomarle el pulso a la literatura nacional, viajar, llevar a cabo proyectos de investigación literaria, organizar y convocar sus propios recitales, asistir a la presentación de otros libros y, en resumen, levantar la mano para dar fe de su existencia como poeta frente a los escritores no expatriados. Durante el año académico, estos poetas pueden recibir, por compra o envío, o por préstamo interbibliotecario, los libros candentes en un momento determinado en cualquiera de los centros literarios, que ya no son tan centros. En segundo lugar, si ya no se vive tan lejos del país de origen gracias a internet y los nuevos medios, también es cierto que el poeta expatriado no sólo está cerca de la “patria,” sino que esas nuevas herramientas de comunicación le ponen en la situación ventajosa de poder elegir su propia tradición literaria, su “patria,” pues se está igual de cerca de esa “patria” física y geográfica como de otras que pueden ser, para distintos autores, literariamente más reales. Es el caso, sin ir más lejos, del poeta Fernando Operé y su relación con Argentina, donde publicó la crucial antología de su extensa obra (no en España) Memorial del olvido. En este sentido, el espacio que ocupa el poeta-profesor en los Estados Unidos se convierte en un lugar de libertad para componer la propia obra desde una localización que está abierta a cualquier influencia que elija el autor. Benito del Pliego, otro de los autores recogidos en este trabajo, reivindica el transcender lo español mediante lecturas mucho más variadas que las que compondrían un estricto canon peninsular. Por tanto, el escritor español expatriado que pertenece a la academia norteamericana se encuentra en una posición muy sugestiva, en la que no sólo se beneficia materialmente del apoyo de una universidad (sueldo, tiempo para viajar, bibliotecas y sus modernos servicios tecnológicos…) sino que, si así lo elige, no vive alejado de la realidad literaria española. Un ejemplo de esto es que los cinco poetas aquí estudiados publican mayoritariamente sus obras en editoriales peninsulares (como Benito del Pliego), han recibido premios de poesía españoles (Marcos Canteli y María Paz Moreno) y, en general, están presentes en el circuito de recitales de la capital mediante viajes que podrían llamarse “de temporada.” Y, así, no vienen a diferenciarse tanto de escritores 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 152 3/13/2014 2:44:56 PM Pedro Larrea 153 que pasan ciertos meses al año en Estados Unidos, como por ejemplo Antonio Muñoz Molina, o de otros escritores latinoamericanos en su misma situación geográfica y profesional, como sería el caso del chileno Óscar Hahn, que fue profesor durante tantos años de la Universidad de Iowa. Quizá la mayor ventaja de ser un poeta expatriado es que generalmente suele ser fútil asignarle una etiqueta generacional, expedirle un carnet de partido de cualquiera de los grupos literarios que conforman la escena poética en el país de origen. Si cada vez va siendo (¿acaso no es evidente?) más inútil apelar a la categoría de generación, no es menos cierto que estos cinco poetas pueden tener afinidades, sobre todo, estéticas, con otros poetas no expatriados. Centrémonos en sus obras. Fernando Operé. Fernando Operé, el mayor en edad de los poetas aquí estudiados, nació en Madrid en 1946, aunque ha pasado la mayor parte de su vida en el estado de Virginia, donde es catedrático de literatura hispanoamericana en la Universidad de Virginia. Su obra es extensa, con una decena de libros de poesía. Es sin duda, la encarnación de la figura del poeta expatriado que he trazado más arriba. Pero, al mismo tiempo, con Operé nos encontramos en una encrucijada. ¿Es este poeta un escritor español expatriado en los Estados Unidos? No exactamente. Operé ha pasado la mayor parte de su vida en Norteamérica, tiene pasaporte estadounidense y español, y publicó su primer poemario, Días de lluvia y otros soles, en Madison, USA, en 1987, es decir, cuando ya residía en Estados Unidos. ¿Es Operé un poeta norteamericano que escribe en español? Es difícil embutirle en la caja estrecha de una etiqueta. Lo que sí es seguro es que, por vitalismo y elección, Fernando Operé es un poeta felizmente incardinado en sus coordenadas, está donde quiere estar y hace lo que quiere hacer. Esa es la naturaleza de la génesis de su obra poética: una celebración de la vida que tiene en frente, sin importar ante qué horizontes. Esa constante recorre toda su obra. Porque Operé es poeta de una sola voz que apenas cambia en su evolución. Recordemos que el poeta tiene cuarenta y un años cuando publica su primer libro, y su voz está ya bien forjada cuando entra en escena. Si por necesidad hubiéramos de relacionarle con alguno de los grupos poéticos españoles de las últimas décadas, sin duda lo pondríamos en sintonía con la escuela de la poesía de la experiencia, donde un yo bien asentado en el origen de la percepción se encarga de la dicción lírica y establece una correspondencia entre realidad y lo vivido. Sin llegar a las bajezas confesionales de ciertos poetas de la experiencia, Operé construye una poesía muy cercana a la comunicación oral, abierta, hecha comprensible para el lector general. Un gran ejemplo de estos rasgos es el poema “Supermán,” de la colección titulada Despedidas dedicado a su hijo, que se asimila al lector del texto desde ese estadio de la infancia: 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 153 3/13/2014 2:44:56 PM 154 Cuadernos de ALDEEU ¿Podré ver a Supermán después de muerto? Me río y me agobia tu pregunta diminuto inquisidor de ojos abiertos. […] Pero si alguna vez, rompiendo en cristalitos el enigma, nos encontramos en un rincón del universo, te prometo que iremos, mano en mano, a buscar a Supermán, te lo prometo. (38) Al dirigirse el poeta a un tú, que es al mismo tiempo el hijo y el lector, a este último se le traslada a un estadio en que se apela a la propia infancia, lugar del que emana el poema. Es esta una característica de la poesía de Operé: poner voz a otros, poner al lector en la tesitura de participar con su propio posicionamiento dentro del texto poético. Vale como ejemplo “Supermán,” pero también otros poemas donde late una reivindicación de algún tipo. Así en “Las madres de la Plaza de Mayo en Buenos Aires” (21) la dicción se organiza en torno a una pequeña dramatización donde el poeta sorprende no prestando voz a las madres de la Plaza de Mayo, sino a los torturadores y raptores de sus hijos, consiguiendo un golpe de efecto superior al que habría realizado dando voz directa a las mujeres. Este calzarse las botas del sujeto defendido poéticamente recorre la poesía de Operé hasta sus últimas colecciones. Otra estrategia para sintonizar con el otro es llevar una anécdota personal al marco más general de la historia. Por ejemplo, en La vuelta al mundo en 80 poemas, el poema “Hiroshima mon amour,” donde el poeta se pregunta: “¿Cómo hacerte el amor cuando el deseo duerme anclado en el mármol del memorial?” (58) Al fondo del texto se encuentra el bombardeo nuclear de Hiroshima pero el yo poético pasa de puntillas, dejando el hecho simplemente apuntado, sobre el que dibuja conscientemente su intrahistoria amorosa, preguntándose si es posible el aliento vital privado en un lugar de destrucción colectiva, histórica. También sabe Operé jugar con los lugares comunes, y así titula uno de sus textos más tempranos “Llover a cántaros” (27). Para el poeta, el tópico es el lugar de entrada para el desarrollo lírico del yo, es lo prosaico poetizado, es el sacarle los colores a una fotografía de periódico, romper lo trillado y dar una vuelta de tuerca al lenguaje empleado en el poema. Esta estrategia se contempla en una de sus colecciones aún inéditas pero ya en prensa, la titulada Refranero de dudas. En este poemario, Operé lleva al máximo la estrategia de partir de una frase hecha, en este caso refranes castellanos, para procurar hacer del lenguaje una herramienta 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 154 3/13/2014 2:44:57 PM Pedro Larrea 155 de cambio indispensable, lejano de lo consabido. Como ejemplo, el poema “A lo hecho pecho” (171) donde el título se convierte en estribillo de una indagación del estado anímico del yo y el poema parece un texto popular por su forma. Y es que Operé no adopta ninguna forma regular en casi ninguna de sus composiciones, pero gusta de bordear a veces el isosilabismo sin someterse a él casi nunca, prefiriendo la composición de arte menor sin regularidad en el metro, siempre basculando entre los versos de seis, siete y ocho sílabas o, en el caso del verso de arte mayor, dar lugar al verso libre algo más extenso. Pero siempre, como he apuntado más arriba, cercano a la expresión no exactamente coloquial, sino oral, pues lo que le importa a Operé es difundir, no enroscarse sino componer de manera accesible y atenta al lector-oyente. Operé es autor de algunos poemarios que están compuestos a la manera de monográficos sobre un tema preestablecido. Así, el libro Amor a los cuerpos (1997), donde en cada poema el autor hace hincapié en una parte diferente del cuerpo. El poeta no cae en lo consabido, es decir, no se limita a escribir poemas más o menos eróticos o amatorios sino que su verso es realmente una manera de estudiar a una luz poética la realidad fisiológica que comparte con sus lectores. No es muy difícil encontrar aquí ecos del Pablo Neruda, tan admirado por Operé, de las Odas elementales. La colección de la que hemos hablado antes, Refranero de dudas, también se somete a una estructura similar, en que el poeta ha escogido escribir bajo el título de sucesivos refranes. La misma disciplina encontramos en su último poemario publicado, La vuelta al mundo en 80 poemas, puesto que el poeta, en un viaje que le lleva a recorrer el globo, debe escribir en cada lugar en que para o visita, sometiendo el capricho poético a una labor casi monacal de devoción a la escritura, donde no importa la inspiración, sino el tesón que debe mostrarse cada día en cada nuevo lugar. Este gusto por lo sistemático revela en Operé un carácter poético total, en que cada cosa que pasa por los sentidos del escritor está sujeto a poetización, y en que la poesía no es un arte sino una manera de estar en el mundo. En otras palabras, la poesía no es la gafa, sino el ojo. Hay algo que no debemos pasar por alto en este último libro publicado por Operé: se trata de una edición bilingüe en inglés y español. Es sintomático de la poca angustia que ha generado en el poeta el escribir en español en un contexto anglófono que hasta ahora ninguno de sus otros libros haya sido editado en bilingüe. De hecho, este poemario está publicado en una editorial peninsular, cuyo público mayoritario es español. Sea como fuere, la edición en inglés y español de La vuelta al mundo en 80 poemas nos señala algunos de los hechos sobre Fernando Operé como poeta “expatriado.” Sobre todo, que su voluntad creativa es universal; que está intentando buscarse una audiencia lectora que, en parte, lea sus poemas en traducción en su país de acogida, en 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 155 3/13/2014 2:44:57 PM 156 Cuadernos de ALDEEU este caso Estados Unidos; y que el poeta ya no tiene ciertas barreras que antes sí existían, como el acceso a editoriales y públicos de la “metrópoli.” Autor de edad, es Fernando Operé referencia de la poesía española expatriada. Tina Escaja. Escaja nació en Zamora en 1965 y en la actualidad es catedrática de literatura iberoamericana en la Universidad de Vermont. La obra de Escaja es muy variada en cuanto al formato. Es autora de poesía hipertextual, de una novela en el mismo medio, de una pieza teatral. Sus trabajos digitales pueden encontrarse en la página web: http://www. tinaescaja.com. En esta aproximación a su obra lírica, me centraré, por razones de espacio, en tres poemarios publicados en papel, que suponen el grueso del trabajo poético de la autora. Escaja, como María Paz Moreno y Marcos Canteli, es recipiente de un premio literario, en su caso el Premio Hispanoamericano de Poesía Dulce María Loynaz, que obtuvo en 2003 por su libro Caída libre. Este acontecimiento señala el hecho de que los poetas expatriados no están exentos de reconocimiento público por su labor. Caída libre es ya un poemario que transmite la primera cualidad de la obra de Escaja: intensidad en la energía. Aquí se poetiza un embarazo, un parto y el tiempo posterior a ellos. La expresión de Escaja va desde el reconocimiento de la mujer como ente creador de vida hasta la alucinación de aceptar la completa fusión de madre e hija: Y fui aún más que dios, gestante creadora de un cuerpo fiel a mi fluir y seno en este fin del tiempo. De mi palabra, tu nombre el de la hija que amamanta el seno dios. Mi nombre y no Yahvé. (17) En estos versos, el fondo del libro: reivindicación de la figura de la mujer frente a un dios patriarcal y frente a toda la cultura de dominación masculina que se desprende de él. La mujer, como “gestante creadora” está por encima de dios, puesto que lo que crea lo lleva en su propio seno, a diferencia de aquél. Así, la maternidad se experimenta como génesis de una otredad, pero desde dentro: “cuando dejas de ser alguien y eres otra y te dibuja” (18). Esa es la gran diferencia con un dios: la mujer cambia a manos de la hija, porque la creación auténtica es un proceso doble, ya que la madre crea a la hija, pero la hija crea a la madre, que no es preexistente sino que se hace, se “crea.” 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 156 3/13/2014 2:44:57 PM Pedro Larrea 157 Así pues, el libro es no sólo un soliloquio de la madre, sino un monólogo en que la hija, la alteridad, es oyente. No es Caída libre libro de ternuras fáciles, como podemos colegir por el tono de la expresión y la elección del léxico que realiza Escaja: Establecer las pautas del encuentro entre tu yo hambriento y mi destino. Estimar la distancia, establecer el pacto que te acerque, que permita disponer de mí todo reducto. Permanecer inerte y esperar de ti lo que no alcanzo. Yo entregada y rota a tu sed dejando que me inmoles como lo hicieron siempre las nodrizas micénicas. Ahora eres tú y no el mito la que me hurga la que anhela de mis entrañas profecía de mi labor a dios. (21) Ese otro yo hambriento es el que va a definir la relación madre-hija. No el amor, no el candor: el hambre, la sed del ser creado. Y hay una mitologización de la madre al compararla con “nodrizas micénicas,” esto es, heroicas, al mismo tiempo que se rechaza la idea que sobre su embarazo tiene ese dios postizo por la razón real: el tú de la hija, “sin pecado original ni equipaje. / Caída libre” (84). El libro incluye un apéndice donde se añaden tres poemas dedicados a los atentados del 11 de septiembre, donde el título Caída libre adquiere un nuevo y obvio dramatismo. Y es que la obra de Escaja propone una voz social, una denuncia frente al mundo. En esta línea se escribe su libro Código de barras (2007). En él la autora se torna voz implacable para clamar frente a la injusticia. En sus textos se reproducen varias miserias: una trabajadora explotada en una maquila, niños mendigos, prostitutas, inmigrantes, trabajadoras de mercado. También se rinde homenaje a otros poetas que a su vez denuncian lacras sociales, como Gloria Fuertes y Federico García Lorca. La poética del poemario es sencilla: “¡Despierta! / El lugar del silencio es la indiferencia” (18). Y ese grito, “¡Despierta!,” se va a repetir en el poema “Una, grande, libre” (76), que es una llamada contra el imperialismo en tres partes, una por cada palabra del título. La llamada “Libre” afirma que “no eres no, ya no, no somos. Pregunta al oprimido, al ocupado. / Todo falso y al revés. / Despierta.” 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 157 3/13/2014 2:44:57 PM 158 Cuadernos de ALDEEU En defensa de la libertad de la mujer se encuadra su siguiente poemario, 13 Lunas 13 (2011). Pero no es sólo eso, sino una reivindicación de lo femenino como centro cósmico, que ha sido privado de su posición. Así, la luna es una diosa, y Escaja conoce todos sus nombres, de diversas culturas, que cita en el poema titulado “Elegía a la luna madre,” como si el llamar se convirtiera en conjuro de recuperación histórica frente a las religiones monoteístas patriarcales. Porque ese “llamar” es “enunciar,” como vemos en “Nombrar el cosmos”: Las chicas buenas no hacen historia, las malas nombran, obturan, circunnavegan, señalan con el dedo y se lo meten en la nariz, a ver qué encuentran. […] Prefiero Como la Fuertes no ser modosa, obediente, pacata, Virgen, y enunciar. (51) Pero es en el poema “Autorretrato. Luna y cerebro” donde más claramente se nota la llamada atenta sobre la reivindicación de lo femenino como categoría mental y psicológica, no sólo física: En mis manos, plástica y huidiza como los sueños, perdida en galaxias de circuitos y vaivenes, que decretan billones de células nerviosas, mi conciencia. En mis manos, la máquina sin alma ni espejismo, ni oasis que me salve, luna y cerebro. (31) Luna y cerebro. He ahí el equilibrio y la unión de las dos facetas de la identidad femenina, particular y general, el útero y el córtex, lo específico de la mujer y lo compartido con el hombre, un cerebro, una conciencia. Como he señalado más arriba, la obra de Escaja también abarca otros géneros (novela, drama) y otros soportes (hipertextos, montajes, acciones) 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 158 3/13/2014 2:44:57 PM Pedro Larrea 159 que suelen completar el significado de sus textos impresos. Es sin duda esta autora una de las más innovadoras voces poéticas españolas de los últimos tiempos, expatriadas o no. María Paz Moreno. Moreno nació en Murcia en 1970, consiguió su licenciatura en Filología Hispánica por la Universidad de Alicante, obtuvo su doctorado por la Ohio State University y trabaja como profesora de literatura española para la University of Cincinnati. El caso de esta poeta es ejemplar de la fuerte conexión entre el artista expatriado y su país de origen a pesar de la existencia cotidiana extranjera de la autora. Sus tres primeros libros fueron galardonados con premios peninsulares. La semilla bajo el asfalto (1994) resultó ganador del tercer premio “Miguel Hernández”; Mudanza en su costumbre (1995) ganó el III premio Lunara de poesía; y Correspondencia atrasada (1999) ganó el Premio Villa de Cox. Además, tres de sus poemarios están publicados en prestigiosas colecciones peninsulares, como las de los sellos editoriales Pre-Textos (Correspondencia atrasada) y Renacimiento (Invernadero, 2007, y El vientre de las iguanas, 2012). La obra de Moreno se caracteriza por un estilo realista y figurativo. Sus primeras obras, publicadas en los noventa, responden a la entonces boyante poesía de la experiencia: es significativo que dedique uno de sus primeros poemas, “Purple Rain,” a Luis García Montero, gurú por excelencia de la poética de la experiencia; el poeta granadino vuelve a aparecer en otro poema de Moreno, “¿De vita beata?” en forma de cita. En general, la obra de la poeta murciana puede entenderse como un triple proceso, uno erótico-amoroso, otro metapoético y otro en que la voz poética se proyecta al mundo, entrando en una narración del otro, como veremos más adelante. Su primer poemario, La semilla bajo el asfalto (1994), ya contiene estas tres modalidades. La reflexión sobre la poesía aparece en “Nocturno”: “Se revela el poema. / Se rebela el poema” (11). Esta es entonces aquí la poética de Moreno: la poesía como un instrumento doble, en primer lugar como aparición bajo la realidad (revelación) que fomenta el creador y, en segundo lugar, como acto de insumisión frente al mundo. Aparece en este libro la visión íntima, como en “Nostalgias en voz baja” (23), donde se distingue la influencia de Jaime Gil de Biedma en versos como: “No fue hace tanto; ¿recordáis? Éramos amigas...” en que Moreno discurre sobre la amistad como fuerza de la adolescencia que acaba en la separación de las amigas. En cuanto al erotismo, la idea de la poeta es que, a través del amor, el cuerpo y el alma se hacen uno: “Es tu desnudo un desnudo sobrio / cual si no quisieras, / cual si no supieras que es el cuerpo / el último refugio del alma, // y el alma el único refugio ante la muerte” (29). Así, la poeta asume esta filosofía del amor porque éste es la única manera de salvación, tan antigua como la literatura misma, articulada desde al menos Ovidio en adelante. Por otra parte, en este 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 159 3/13/2014 2:44:57 PM 160 Cuadernos de ALDEEU libro también aparece ya el poema de la experiencia, entendido desde un punto de vista narrativo, donde lírica y argumento se unen. Así en “Harley amor” (39), donde se cuenta la historia de dos enamorados recién conocidos que viajan en una motocicleta, o en “Antiques Shop” (48) en que la narración sobre tiendas de antigüedades deviene en reflexión sobre el tiempo. Mudanza en su costumbre (1995) insiste en los temas señalados de su primer título: la metapoesía (“Metamorfosis”, 13) el poema de amor (“Juramentos y perfumes”, 16) y la composición lírico-narrativa, como en “Dédalo e Ícaro huyen de Creta.” (19). Pero por encima de los temas del libro hay un ambiente erótico que lo trasciende todo. Significativamente, el libro, ya desde su título y en los nombres de sus secciones, hace alusión a la obra de Garcilaso de la Vega. Hay también cierto culturalismo narrativo que ya se había ensayado en La semilla bajo el asfalto, tal y como podemos ver en el poema “Charles Baudelaire intenta el suicidio el 30 de junio de 1845.” En este tipo de composición el yo del poeta se extrapola al personaje central de la narración para construir una meditación sobre un tema, en este caso la muerte. De factura similar es “Balada de la prisión de Alicante,” quizá el poema más conseguido del conjunto, en el que la poeta no pone voz a un personaje sino que hay un personaje al fondo que escucha las palabras que él no puede decir sino a través de la poeta. En este caso, el personaje es, con toda probabilidad, Miguel Hernández, y el poema se erige en denuncia de la muerte flagrante del poeta de Orihuela. En general, este poemario continúa el compromiso de Moreno con un lenguaje claro, no coloquial pero cercano al lector, con aproximaciones evidentes a la poesía de la experiencia. Un ejemplo de esto es la estrategia del texto “Fin de existencias” (52) en que la poeta asume una voz de frase hecha en los últimos versos, que dicen: “hoy que el amor ha entrado en rebajas / por liquidación fin de temporada.” Correspondencia atrasada (1999) supone una continuación en la estética de Moreno con una novedad: la mayor presencia de poemas relacionados con la realidad estadounidense de la escritora. Como ejemplo de poema “expatriado” quizá ninguno mejor que “Ultramarino,” donde el choque de una nueva vida en una geografía y tiempo nuevos queda patente. En esta misma línea están los poemas “Highbanks, Ohio” y “Desde el Empire State Building, cayendo en la tentación.” Así también en la composición más ambiciosa del conjunto, “Whitman y un puñado de hierba,” en que la autora reflexiona, en monólogo con Whitman, sobre la América que la poeta venía buscando, la del poeta norteamericano, y el choque con la América “real,” la que se encuentra ella. De Geografía enemiga y los dones perversos (2005) resalta, como un faro, “La plantación” (62), el impresionante poema número IV de la sección llamada “Fantasmas del Mississippi.” Estamos, quizá, ante el mejor poema de toda la obra de Moreno. En él, se habla de alguien, la voz que asume 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 160 3/13/2014 2:44:57 PM Pedro Larrea 161 la voz poética, que está escapando y se refugia en una cueva donde otros esclavos solían esconderse. Durante toda la composición el lector supone que el poema habla de un esclavo negro en el siglo XIX pero, para gran sorpresa, al final del poema se revela que la persona que escapa es un inmigrante ilegal del siglo, seguramente, XXI. Aquí, el argumento. Este poema es una fusión de elementos y puede tener multitud de aproximaciones. Por una parte, es un poema narrativo en primera persona. Por otra, es una recreación paisajística de la cueva, quizá la de Platón. Por otra, es una reflexión sobre el equívoco paso del tiempo. Por otra, es una denuncia social… No hay duda de que es uno de los textos de mayor dimensión de Moreno. Invernadero (2007) va a quedar marcado por lo conseguido en “La plantación.” En esta colección cuajan muchas de las propuestas de Moreno en anteriores poemarios. El poema comprometido con el otro, como el caso de “África” (14); el acercamiento culturalista, como en “Blues” (17) o feminista en “Simone de Beauvoir reflexiona ante un verso de Concha Méndez” (45); y la indagación lírica en el paisaje norteamericano, como en “Maizal,” quizá el gran poema del libro, que se presta a múltiples lecturas: una impresionista al describir el paisaje de Ohio, otra metaliteraria (“Y sonríes pensado / que escribirías un poema de amor / a este paisaje desangelado y monótono.”) otra panteísta (“y se da como es, / sin promesas de esplendor ni de grandeza”). También continúa la preocupación social, como demuestra Moreno en la “Elegía a Timothy Thomas,” en la que denuncia el destino sufrido por los negros, los “hijos repudiados por su madre, América,” partiendo del asesinato de Thomas en Cincinnati en 2001. Es este un fenómeno de asimilación cultural de la poeta “expatriada”: participar de forma poética y cívica en acontecimientos históricos del lugar en que vive, ya tan lejos de su lugar de origen, adoptándolo plenamente como propio. En fin, El vientre de las iguanas (2012) supone una muestra muy acabada de la versatilidad de la poesía de Moreno. El libro comienza con una imagen de la abuela de la poeta que, en su vejez, oye balidos de ovejas. Estamos ante un mundo familiar, muy íntimo, pero de claridad diáfana. Este tipo de composición convive con poemas donde importa la cultura clásica, como en “Mitológica en el café” (17) en que un camarero, objeto de deseo de la voz poética, adquiere una dimensión mitológica. Y, si en los dos libros anteriores la poeta ofrecía muestras de inserción en su mundo adoptivo estadounidense, hay aquí una reflexión sobre el mundo de origen en el poema sintomáticamente titulado “Carta de amor a mi país” (19). En él, la voz poética está hablando a un público no español sobre España y articula una denuncia relacionada con los crímenes cometidos en la guerra civil que aún no han sido sometidos a la justicia. Este poema es, muy probablemente, el más “expatriado” de la autora. Buena parte del libro recoge una experiencia exótica en el menos superficial de los sentidos. La poeta se acerca a Hispanoamérica en su poema “Regreso a 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 161 3/13/2014 2:44:57 PM 162 Cuadernos de ALDEEU Cuicocha”; se codea en la experiencia poética con el chino Li Po en “Imitando a Li Po”; arma un bestiario en el que convive la reflexión lírica en torno a animales como al armadillo, las iguanas o el perro; compone un tríptico de poemas sobre el paisaje central del desierto; y, finalmente, construye una última sección en que la poeta asume la labor del entomólogo partiendo temáticamente de la observación de una serie de insectos, experimentando así con una descentralización del yo-poeta. El vientre de las iguanas es la muestra de que Moreno ha superado en sus últimas obras la estética de la experiencia para ampliar mucho más la variedad de su paleta poética. Benito del Pliego. Es Benito del Pliego (Madrid, 1970) uno de los poetas españoles más activos en la búsqueda de nuevas voces de las que beber para su propia creación. Ha publicado varios libros que han sido aproximadamente refundidos en los cuatro que hoy puede conseguir el lector común de poesía. El poemario Merma (2009) es el resultado de la reescritura de otro libro del autor, Alcance de la mano (1998). Este hecho marca su dirección estética: como señala Marcos Canteli en su prólogo para del Pliego, la reescritura en un proceso por el cual se hace palpable la resistencia de los poemas escritos originalmente. La reescritura, pues, es una forma de diálogo del poeta consigo mismo, un sentarse enfrente del espejo para limar las escamas que se le van agrietando al poeta para dar con el auténtico rostro. La reescritura es, pues, otro nombre para el horizonte. Como expresa del Pliego en la poética que abre el libro: Horizonte: dejar que un sesgo deseante mire hasta leer. Pero quien lo crea se pregunta: “¿quién lo crea?, ¿qué frente contiene a qué frente?”; o también si primero fue el pensar o fue primero el signo; sentado sobre la piedra, en el margen sangrado, frente a la torreta eterna, lo contemplan; necesidad también los mueve. Poco a poco va cediendo su vocablo: línea. (15) Puede que en esta cita recoja toda la poética del libro y de la producción posterior de del Pliego. Si el poeta identifica el “horizonte” con la “línea,” entonces se está afiliando a la escuela de pensamiento poético de que hablaré sobre Marcos Canteli: la poesía como recorrido, no como meta; la poesía como proceso, no como resultado. Y Merma es “línea” en su aspecto formal, pues casi todos sus poemas son brevísimos pasajes en prosa poética que dan la impresión de linealidad, lo que significa un acercamiento a la poética del silencio y a poetas como Antonio Gamoneda, donde el verso es un rasguño arrancado a la muerte. Índice (2011), el tercer libro en orden cronológico de los cuatro que estudiamos aquí, sigue la estela formal de Merma, pero esta vez en diálogo con la creación gráfica del artista chileno Pedro Núñez, que dedica una ilustración a cada texto de del Pliego. Se logra así un libro 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 162 3/13/2014 2:44:57 PM Pedro Larrea 163 interdisciplinar, una muestra más de que el poeta, cuando anda, escribe; y el artista, cuando camina, crea. Con Pedro Nuñez como ilustrador también construye el poeta su último libro, Fábula (2012). Con el también poeta, el chileno Andrés Fisher, colabora como antólogo de José Viñals. Son sólo dos ejemplos de la inquietud del creador. Pero volvamos a Índice. Hay una insistencia en una doble visión de las cosas, una doble existencia: “la mirada que diverge y se mira tocando su piel. La reiteración que vuelve sobre la luz y el sonido de las emociones. La memoria de otro, que se agachó en solitario para tocar esta madera” (11). En otro lugar: “Se desdobla, y se mira mirando, y todo se aleja” (13). Ese mirar mirando es el secreto de esta poesía, duplicando la percepción con el sexto sentido de la escritura para alcanzar la verdadera comprensión de la realidad o, al menos, una comprensión razonablemente aproximada a dicha realidad. Y esa mirada es la que el poeta, como iniciado en ella, enseña al lector. En otro momento se dice: “Se confunden, y cuando tratan de resolverse y separarse, mucho más se ajustan, ofrecen lo que no son en apariencia y, desde allí, reclaman la lectura” (105). Por tanto, no se trata de que existan dos visiones de la realidad, una acertada y otra ilusoria, sino que la buena lectura sólo es posible si el lector está al tanto de la naturaleza de la obra y si sabe conciliar más de una manera de concebir la visión, o visiones, del mundo. “Se desliza y cae antes de levantarse, como si levantarse y caer fuesen un solo golpe, minutero y azada. Y luego cae y se desliza, y en el transcurso de su caída piensa” (111). He aquí otro ejemplo de la concepción del mundo como duplicidad, como un ying y yang occidentales en que se aúnan la vida (ese “minutero”) y la muerte (la “azada”). “¿Quién fue? ¿De dónde vino? Nada de lo suyo le sirvió. Y sin embargo, todo habita en ella, mira y se siente mirada. La espuma la derriba. La espuma que la derribó, la restituye” (119). De nuevo, un signo de la duplicidad paradójica con que se comporta la realidad y para la que hay que tener no cinco, sino cinco y cinco sentidos. Si Catálogo de incesantes será la obra más radical de Marcos Canteli en cuanto al tratamiento del lenguaje como herramienta del conocimiento, como veremos más abajo, lo mismo puede decirse de Muesca (2010) para Benito del Pliego. Obra realmente exigente con el lector, incluye un prólogo del poeta chileno Andrés Fisher que ayuda a alumbrar la escritura del español. Las tres secciones que conforman el título aparecieron en distintos medios en años anteriores. Muesca es, por tanto, como lo es Merma, un libro esencialmente reescrito o relocalizado. Como tanto Fisher como del Pliego afirman, estos textos del segundo lustro de los años 90 del siglo pasado venían a intentar contrarrestar, en la medida de lo posible, el poder que en ese tiempo tenía la escuela de la poesía de la experiencia en el panorama literario español. Fisher sitúa el libro de del Pliego en la corriente de las “poéticas críticas.” En otras palabras, la obra de del Pliego, como la de Marcos Canteli, como la 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 163 3/13/2014 2:44:57 PM 164 Cuadernos de ALDEEU de Tina Escaja, es un revulsivo, una alternativa al discurso dominante y una manera más alternativa de concebir la poesía. La primera sección de Muesca, “Regresiones,” está conformada por poemas que van siendo numerados de atrás hacia adelante comenzando con el número 10 y terminando con el 1. Los poemas de esta parte del libro son figurativos, aún se puede extraer, como señala Fisher, la anécdota, el tema. Pero la numeración hacia atrás es ya una manera de rebelión, en este caso contra el tiempo, pues aquí se avanza de futuro a pasado a manera de dulce ingenuidad temporal donde la experiencia es inocencia. Los treinta poemas que forman la segunda parte de la primera sección del libro son como una pequeña catedral. Las alusiones a este tipo de construcción son evidentes: campanas, pila bautismal, cúpulas, concavidad invertida, jambas, torres, vitrales, lápidas, confesionarios, retablos, párrocos, reliquias, fe, sagrario, gárgola… No hay un tema, no se persigue un tema. Más bien se ofrece una visión en que cada poema aporta un elemento constructivo, diríase arquitectónico, para crear el sentido que, como afirma Fisher, se va desgajando de la concepción tradicional de la mímesis. La segunda parte del poemario, “Veladuras,” es quizá lo más cercano a la abstracción que ha escrito del Pliego, que ofrece a los ojos del lector la creación de formas sin contorno pero plenas de materiales palpables: Solo un reto sirve paso a paso el cuadrado seco de los hechos simples: soga cristal y yeso (80) Son estos poemas de verso breve, reconcentrados, donde el léxico ayuda a definir un campo de significación al que hay que acceder aceptando la propuesta del poeta: construir de la nada, hacer que la nada ocupe lugar con las palabras. La tercera sección, “Antesala o compulsa,” cambia completamente el tono de verso corto y adquiere el ensanche de la prosa poética, aunque también de breve extensión. Se diría que esta predilección por lo breve de del Pliego responde a la intención de no perturbar el misterio, de abrir tan sólo un ventanuco en la pared que separa dos realidades. De toda la producción del poeta madrileño, quizá sea Muesca lo más arriesgado, lo más vanguardista. El último libro de del Pliego publicado hasta la fecha es Fábula (2012), una nueva colaboración con el artista Pedro Núñez. En este libro el poeta se vuelve a acercar a la figuración y toma la idea de “fábula” para armar, más bien, un bestiario con poemas e imágenes. Generalmente, el concepto de 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 164 3/13/2014 2:44:57 PM Pedro Larrea 165 fábula remite a las frases más sentenciosas del poemario, como en el titulado “El Salmón” (XLIII): “-Es difícil avanzar cuando solo quieres remontarte.” Así, cada elemento, animal u objeto, escogido da pie a una meditación poética sin ánimo de filosofar, sino de nombrar realidades sugeridas o espolvoreadas por el concepto de cada título. De muy variadas tesituras, la obra de del Pliego es fundamental para entender la poesía española de estos días. Marcos Canteli. Marcos Canteli nació en Asturias en 1974 y consiguió su doctorado en Duke University, institución para la que aún trabaja. Canteli es otro gran ejemplo de como hoy se puede vivir expatriado pero sin salirse del centro neurálgico de la poesía nacional. Sus poemarios han aparecido en señaladas editoriales españolas: Reunión, en Icaria; enjambre, en Bartleby; su sombrío, en DVD; Catálogo de incesantes, en Bartleby; y Es brizna en PreTextos. Por el tercero ganó el prestigioso premio de poesía Ciudad de Burgos en su trigésimo primera edición. En Reunión (1999), el poeta se decanta por el poema corto para su labor. Podría decirse que esta primera colección tiene trazas de la poesía del silencio o de la tradición que arranca con Valente de poema extremadamente conciso, generalmente breve. Canteli no ha llegado todavía a la experiencia más radical que vendrá con futuras obras. Aun así, el asturiano ya da muestras de una apreciación no realista del lenguaje, al evidenciar el gusto por la palabra inesperada, como el verso final de: Se detiene el tacto en la lana, explora su calor, recuerda lo pasado: madres o fotos muy viejas; sensaciones de antes que permanecen: trajeron brillo a los ojos, apaciguaron (23) En este libro se ofrece ya el poema como una experiencia trascendente, como un camino duro de recorrer pero con la recompensa de la iluminación, de la llave que abre la puerta del misterio: Como humo cae este miedo: vidrios, púas de alambre, cascos sobre el muro, sendero extraño, acorazado aire; a la vera del río el recinto. Asómate y mira. Rebasar dulcemente como un pájaro la verja. (26) 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 165 3/13/2014 2:44:57 PM 166 Cuadernos de ALDEEU Un tema que recorre el libro es la doble existencia de las cosas, una visible y la otra al margen, como cuando se dice: “Las dos caras de esta casa: lo animal y el calor del luto. A través, presencias y nombres. Arriba nació, abajo lame la luz; la vida” (10). O cuando se dice: Así la pienso en sus raíces: cantan, ríen en la casa de dos rostros; su boca enhebrando la sombra. (19) Y es que esta experiencia doble es necesaria especialmente a través de la mirada, de los ojos. La sección central del poemario, quizá su mayor acierto, está compuesta por poemas que reflexionan teniendo en cuenta los nombres de algunos pintores cercanos al poeta, como Tapiès, Malevich, Guerrero, Kandinsky, de Kooning, Matisse, Sanjurjo y Rothko. En estos textos prima la reflexión sobre la luz y el color, que son materia de vida y muerte, esa dualidad de la que hablaba más arriba. Con enjambre (2003) llega Canteli a la mayoría de edad como poeta, y esgrime un estilo que va a caracterizar libros posteriores. En este poemario, el poeta ha abandonado casi la figuración, y él mismo nos avisa de su nueva intención: “Cada día forzando la visión. Para que el mundo aparezca” (13). En este sentido, se abraza una poética próxima a la idea que de César Vallejo tenía Juan Ramón Jiménez, es decir, que el poeta lo va a sacar todo de dentro, va a crear en el sentido más exacto del vocablo. Son estos versos ricos en reflexión metapoética, como cuando el autor afirma: “Vive en un laberinto. A menudo imagina el sosiego a la manera de aquella mano sedosa. Mientras tanto guardará ahí su escritura” (16). Ante la vida presa en ese laberinto, se presenta la salvación en forma de “mano sedosa,” pero se abraza un estilo de “laberinto.” Así es en la expresión de este libro, en que se rompe sistemáticamente el sentido más preconcebido por el lector, forzándole a hallar una nueva interpretación y, para ello, hay que recorrer las galerías de ese laberinto. Como preparación para semejante tarea, Canteli ha abandonado prácticamente el verso corto y, si bien los textos de este poemario tienden a la brevedad, no así el verso en sí, que adquiere unas dimensiones mayores que las de Reunión. Se puede encontrar aquí la influencia del verso largo de Antonio Gamoneda, incluso la adaptación del verso en prosa. Este ensanche facilita la reflexión poética. En general, este libro nos mete de lleno en una estética de lo no establecido, en que el lector debe crear la comunicación al mismo tiempo que lee, y no antes con sus asunciones previas. Dice Canteli: “Quiere preguntar, sin embargo, desconoce sus preguntas” (47). Tanto en 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 166 3/13/2014 2:44:57 PM Pedro Larrea 167 enjambre como en Reunión, a veces el poeta evidencia una huella del haiku japonés, no sólo en la extensión y forma de alguno de sus poemas, sino en el método reflexivo. Así, en enjambre, en la selección titulada “Pespuntes,” tenemos la siguiente composición: cuando se ajustan incluso mis ojos lo advierten: luz sombra físicamente enrejadas esta atención del cuerpo ensambla lo mirado (49) De nuevo se incide en la importancia de cómo se percibe lo mirado, como si Canteli nos advirtiera de que hay que rajar el filtro con el que la realidad oprime nuestro punto de focalización para, por fin, percibir. Con su sombrío (2005) obtuvo el autor el XXXI premio de poesía Ciudad de Burgos. No sólo eso. En este poemario Canteli avanza radicalmente en el abandono de la figuración y mantiene la brevedad general de los poemas, componiéndolos incluso algo más reducidos en su extensión, si bien más certeros. La concesión de un premio de prestigio supuso la consagración de la estética propuesta en el libro. En el primer poema de este título ya se nos ofrece la clave de interpretación: 1. el ámbar de un decir-en que crujiera la lengua , por lo cerrado su obscenidad hablaría cuanto soy (15) Esa obscenidad, es decir, la revelación del envés de la realidad, de la percepción, se plantea como el lenguaje que da a conocer ese sujeto del verbo “soy.” Esa obscenidad es, pues, el punto de partida de la interpretación, lo inusual, lo prohibido, lo no enunciado aún. Ante la aparente dificultad del poemario, se pueden distinguir algunos mecanismos que funcionan en esta estética. Veamos el siguiente poema: un escozor de pájaros es la canción del verano 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 167 3/13/2014 2:44:57 PM 168 Cuadernos de ALDEEU venas en rescoldo deliran lo ves con otros ojos oyes la música, percibes te identificas en con su distancia la fluidez del dolor niega el trino (23) La belleza y el sentido finales del texto pueden alcanzarse si distinguimos la estrategia de creación, en este caso, el juego con el doble campo semántico del poema: por una parte, los pájaros, la canción, el verbo oír, el trino; por otra parte, el escozor, el rescoldo, el verbo delirar, el dolor, el verbo negar. Es obvio que aquí van de la mano la percepción sensorial con la penalidad que conlleva. En otras palabras, puede que la percepción común a través de los sentidos quede en tela de juicio como mecanismo de conocimiento y que haya que desarrollar un sexto sentido más allá del “trino” que es negado por el “dolor.” Es decir, más allá de las palabras. En otro poema el autor dice: “hay más verdad / que en palabras” (27). En resumidas cuentas, la lección central de su sombrío es que hay que ir más allá de los sistemas convencionales de conocimiento para trascender mediante la escritura poética. Ponerse, pues, en guardia frente a la realidad y al lenguaje. En Catálogo de incesantes (2008), Canteli da otra vuelta de tuerca en su lucha con el realismo. No anda el poeta aquí buscando una no figuración, sino una figuración tremendamente inusual, dentro de la corriente de poesía irracional que viene de Blanca Andreu y José-Miguel Ullán, a quien está dedicado el poemario. La clave de este poemario es el empleo de una puntuación especial. Canteli ha tomado un símbolo, una a modo de tesela en forma de aspa, que no es que supla al punto y a la coma, sino que aporta un significado diferente cuando el autor la coloca en lugar de esos otros signos de puntuación. Así, todos los poemas parecen pronunciados por un chamán que no respetase el tiempo ni el espacio del poema, cuyos componentes se construyen a impulsos de aliento inspirado. Es notorio, además, el abandono de la disposición versal tradicional por la prosa poética o, más acertadamente, por la sucesión de frases o unidades lingüísticas separadas por aquellas teselas. Todas estas características hacen del poemario el más radical y comprometido con la renovación del lenguaje del autor. El último libro de Canteli hasta la fecha es es brizna (2011). La poética de este título está contenida en las dos citas que encabezan la primera sección. Una, de Robert Walser, que dice: “No puedo vivir y despreciar mi vida. Tengo que buscarme otra vida, una nueva, aunque mi vida entera deba consistir en la simple búsqueda de esa vida.” La otra, de Deleuze y Guattari: “Escribir no tiene nada que ver con significar, sino con deslindar, 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 168 3/13/2014 2:44:57 PM Pedro Larrea 169 cartografiar, incluso futuros parajes.” He aquí la estética de todo el libro. Frente a la poética del realismo de la experiencia y grupos afines, la poesía última de Canteli se presenta como leyenda, como la lucha solitaria del poeta con la existencia y sus posibilidades menos exploradas, en clara sintonía con el Antonio Machado de “se hace camino al andar.” Y es que, como se afirma en el poema introductorio de la colección: “y que al volver a casa la casa ya no está,” en otra palabras, hay que ir buscándola a cada aliento vital. Y, en cuanto a la concepción de la escritura, Canteli abraza un proceso en que no se experimenta para escribir, sino que se escribe para experimentar. En conclusión, estos cinco poetas bien pueden ser tomados como ejemplo de la creación española expatriada en los Estados Unidos. Pero queda una gran labor por hacer. Como hemos visto, el poeta español expatriado procura mantenerse en contacto con el mundo editorial peninsular y con el ambiente literario de “allá” en general. “Acá,” el único intento de dar una muestra equilibrada de lo que es la poesía española en Norteamérica es la antología que publicó la Academia Norteamericana de la lengua española en el año 2008. Y la creación literaria de los poetas peninsulares en Estados Unidos crece a medida que más poetas, sobre todo profesores, se asientan en este país como consecuencia de la crisis económica. Sirvan estos cinco poetas de avanzadilla, de pico del iceberg que los investigadores deben explorar con mayor detenimiento. 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 169 3/13/2014 2:44:57 PM 170 Cuadernos de ALDEEU OBRAS CITADAS Canteli, Marcos. Catálogo de incesantes. Madrid: Bartleby, 2008. Print. —. Enjambre. Madrid: Bartleby, 2003. Print. —. Es brizna. Valencia: Pre-Textos, 2011. Print. —. Reunión. Barcelona: Icaria, 1999. Print. —. su sombrío. Barcelona: DVD, 2005. Print. Escaja, Tina. 13 Lunas 13. Madrid: Torremozas, 2011. Print. —. Caída libre. Tlaquepaque: Mantis editores, 2007. Print. —. Código de barras. Salamanca: CELYA, 2007. Print. Moreno, María Paz. Correspondencia atrasada. Valencia: Pre-Textos, 1999. Print. —. El vientre de las iguanas. Sevilla: Renacimiento, 2012. Print. —. Geografía enemiga y los dones perversos. Zaragoza: Libros del Innombrable, 2005. Print. —. Invernadero. Sevilla: Renacimiento, 2007. Print. —. La semilla bajo el asfalto. Alicante: ed. de la autora, 1994. Print. —. Mudanza en su costumbre. Elche: A. C. Frutos del tiempo, 1995. Print. 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 170 3/13/2014 2:44:57 PM Pedro Larrea Operé, Fernando. Alfabeto de ausencias. Madrid: Nos y Otros Editores, 2002. Print. 171 —. Anotado al margen. Cuaderno de Ruta. Madrid: Nos y Otros Editores, 2007. Print. —. La vuelta al mundo en 80 poemas. Madrid: Biblioteca Nueva, 2013. Print. —. Memorial del olvido. Resistencia: Librería de la Paz, 2005. Print. —. Salmos de la materia. Madrid: Verbum, 2000. Print. Pliego, Benito del. Fábula. Badajoz: Editorial Aristas Martínez, 2012. Print. —. índice. Madrid: Varasek ediciones, 2011. Print. —. Merma. Tenerife: Ediciones de Baile del sol, 2009. Print. —. Muesca. Madrid: Amargord, 2010. Print. 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 171 3/13/2014 2:44:57 PM 172 Cuadernos de ALDEEU 00 Ensayos Pedro Larrea.indd 172 3/13/2014 2:44:57 PM