Centro de Investigación y Estudios de la Música Artículo de la Directora Dra. María Antonieta Lozano [email protected] "Aquí no vuelan las mariposas" La investigación, la enseñanza, y el arte del sonido Ponencia que presenta Ma. Antonieta Lozano En el tercer Festival “Visiones Sonoras” el 23 de Nov. de 2007 “Aula Magna” del CENART La música es el arte del tiempo, así, al menos, la definió el filósofo Arturo Schopenhauer en el siglo XIX. Es una definición indiscutible, como indiscutible es que la música también es un arte etéreo. El tiempo y el espacio, las vibraciones del aire organizadas en el tiempo son la materia prima que el músico utiliza para proyectar emociones. Extraño es este arte que pertenece por entero al campo de la filosofía; el estudio del pensamiento Kantiano, el estudio de las intuiciones y de los juicios sintéticos a priori se puede ver como algo obligado si uno quiere www.ciem.edu.mx México 2013. aproximarse a la esencia de ese arte intangible, inexplicable, incorpóreo y que es inherente al género humano: La música, el arte del tiempo. LA INVESTIGACION La creación artística no puede ser enseñada. La obra artística se produce en la medida de la capacidad que el artista tenga para vincular su sensibilidad individual a las sensaciones extrínsecas, de modo que puedan ser traducidas en formas sonoras capaces de proyectar la emoción surgida de tal vínculo. El compositor francés Olivier Messian escribe el “Cuarteto para el fin de los Tiempos” estando prisionero, sin ser judío. En mayo de 1940 fue capturado en Verdún y llevado a Görlitz, donde permaneció encarcelado en el campo de prisioneros Stalag VIII-A. Un soldado nazi que actuaba como vigilante, le facilitó papel pautado y lápiz. La obra se estrenó en el mismo campo ante un auditorio de 5 mil condenados a muerte, fue ejecutada por el mismo Messian al piano y por tres músicos judíos con instrumentos deteriorados que el compositor supo aprovechar. Es una obra dedicada al séptimo día de la semana, el Sabath divino. La Liturgia de Cristal, que es la pieza que abre la obra, está basada en el número 7, acordes mixtos triadales con cuartales, cadencias representativas con acordes de 6as. aumentadas a los que añadió la dominante de la tónica con lo cual se crea, entre otras cosas, una 7ª. entre el bajo del acorde aumentado y el V de Sib menor. www.ciem.edu.mx México 2013. El compositor ucraniano Lan Adomian piensa y usa la teoría de los tones clusters, creados por Henry Cowel, después de leer, en el campo de concentración de Terenzin, un letrero que dice: “Aquí no vuelan las mariposas”, escrito por uno de los 15 mil niños incinerados en ese lugar. Como resultado de esa lectura, nace la obra de arte, La Balada de Terenzin como homenaje a los niños muertos. Así mismo, Adomian utiliza la teoría de los clusters para expresar los sufrimientos de su amigo, el poeta español Miguel Hernández, durante su cautiverio y muerte en una prisión franquista. Sensemayá es una obra del compositor mexicano Silvestre Revueltas quien, en un arrebato de mimetismo, hace declamar a la orquesta su propia muerte, a través del “Canto para matar una culebra¨. Nunca hubo mejor declamador para este poema de Nicolás Guillén que una orquesta sinfónica en las geniales manos de Silvestre Revueltas. El juego rítmico de Stravinsky convierte a la orquesta en una gran máquina percutiva que festeja, con clusters la llegada de la nueva estación, en su obra “La Consagración de la Primavera” , que por cierto, le valió una rechifla del público el día del estreno. Un caso muy especial es el de Debussy, quien crea un nuevo tipo de relaciones armónicas; transformando la asimetría de las escalas tonales en escalas equidistantes, se produce una ausencia de centro tonal, que pudiera representar las múltiples cadencias de los efectos naturales del agua y sus reflejos. www.ciem.edu.mx México 2013. Bártok amaba las piñas (la fruta y las pequeñas piñas que caen de los pinos), porque en ellas se hace evidente la proporción áurea. Esta proporción que también se encuentra en la lírica infantil húngara, en la estructura de los copos de nieve, en el ritmo reproductivo de los conejos, y en general en toda la naturaleza, le sirvió de base para la creación de toda su obra. La armonía creada por Bártok puede ser analizada a partir de las secuencias de Fibonacci, con las que construye el sistema axial, las cadencias simétricas y los desarrollos fractales de los temas de sus obras. Estos son sólo algunos ejemplos de compositores que lograron eludir el academismo, sus prejuicios y restricciones, para lanzarse a la libertad. Entonces, si el acto creativo no puede ser enseñado ni trasmitido, podríamos preguntar, ¿Qué se hace en una escuela cuyos estudios están dirigidos a la formación de creadores de arte musical o de arte sonoro? Es ese precisamente uno de los renglones más apremiantes que ha ocupado al equipo de investigadores del CIEM. Cómo enseñar los contenidos de la música sin el deterioro de su esencia. La enseñanza de los contenidos de la música carente de una dirección formativa, es una de las mejores maneras de sofocar las intenciones compositivas de los talentos en potencia. El aprendizaje de los temas de una currícula escolar no garantiza su aplicación a forma alguna de organización sonora original, es posible que se logren réplicas de formas sonoras ya gastadas. Especialmente dentro de las clases de armonía, contrapunto y análisis, la práctica de la composición por estilos es necesaria y dará lugar a encuentros gratos o desagradables con www.ciem.edu.mx México 2013. el material sonoro que se utilice y con los códigos que haya utilizado el autor estudiado. Lo que no se puede lograr mientras existan los grilletes de las fórmulas gratuitas, es la búsqueda de vetas que permitan el encuentro con la propia voz, con la forma personal de expresarse a través del sonido organizado. Es cierto que el manejo de los contenidos es ineludible, saber leer y escribir grafismos rítmicos y notacionales, saber localizar acordes y reconocerlos por sus calidades, poder crear un contrapunto de especies y conseguir detectar la forma de una obra a partir del análisis, es indispensable. Sin embargo, para comprender las diversas lógicas de la armonía y del contrapunto, además de su íntima relación con las matemáticas, la aplicación del razonamiento lógico musical al análisis, son aspectos que no pueden ser soslayados. Desafortunadamente, lo usual, y por la normativa oficial de cumplir con programas de contenidos, el asunto de la utilidad profesional o formativa va quedando a la deriva. Los estudiantes aprenden recetas armónicas, pero no saben para que puedan servir, excepto la de contar con la posibilidad de cubrir un requisito burocrático que asegure una calificación aprobatoria. De la misma manera que la enseñanza de la física, la química o la biología en la secundaria o en la preparatoria han quedado separadas de las ciencias experimentales, quedándose en fórmulas aprendidas de memoria, la enseñanza profesional en muchas escuelas de música no se ha librado de quedar al margen del arte, su esencia frecuentemente se encuentra eclipsada por sólo recursos técnicos de carácter operativo, o por organizaciones sonoras huecas. El músico es un artista que piensa con sonidos, acústicos o electrónicos. El material que se utilice para la creación de edificios sonoros no tiene importancia en tanto esté impregnado de emoción, cualquiera que ésta sea. www.ciem.edu.mx México 2013. Eso sucede cuando el pensamiento del artista, compositor de música o de arte sonoro, está apoyado por categorías armónicas y temporales. Los espacios sonoros diseñados con armonía vertical u horizontal, tienen vastos territorios que proporcionan a los creadores que los conocen, misteriosos rincones, senderos escondidos entre racimos de sonidos, embrujos, encantos, desiertos y pantanos inspiradores de arte. La tonalidad, por su asimetría, requiere de un centro, un líder; un territorio al cual arribar en cada cadencia usando la vieja armonía triadal. La atonalidad es simétrica, o equidistante, por lo que, según la ideología de Schönberg, las clases sociales de la escala cromática, con su obligada discriminación respecto a los 12 sonidos, quedan abolidas. El pensamiento armónico que descubre la formación cordal con intervalos diferentes a las 3as. se deja escuchar en los acordes Alfa, Beta Gama, Delta y Omega construidos por Bártok; basados todos ellos en la proporción áurea, más los acordes mixtos, los policordes, la armonía piramidal, la de espejos, y la resultante de la dodecafonía serial. La dodecafonía serial eliminó, por un golpe de estado, cualquier signo de desigualdad al impedir la repetición de cualquiera de los sonidos de una serie de 12, ese sonido repetido podría volverse líder, de ese modo la posición política de Arnold Schönberg referente a la desaparición de clases sociales y gobiernos tonales, pudiera haberse visto seriamente afectada. Actualmente, la creación de música utiliza algoritmos, matrices y códigos. La armonía surge con otras posibilidades de verticalidad y de estructuración, porque la armonía es una manera de pensar, no se www.ciem.edu.mx México 2013. reduce a simples enlaces de acordes, es una de las bases del pensamiento del artista. El compositor de arte sonoro tiene las mismas condiciones de creación que el compositor de música acústica, el material sonoro es otro, pero el pensamiento creativo tiene las mismas bases: espacio sonoro y temporalidad. La temporalidad es el ingrediente que hace a la obra musical un ente vivo, una realidad perceptible al oído. Sin embargo no es posible nombrar sólo a la temporalidad de la obra, es importante observar como esa temporalidad está de alguna manera vinculada con el tiempo interior del artista en el acto creativo. La obra sonora o musical es la expresión de la duración vivida en la conciencia del compositor. La armonía y la temporalidad están en estrecha vinculación para dar lugar a la forma artística, a la forma en el tiempo y en el espacio sonoro. Son, finalmente, como lo dijimos antes, las materias primas que el músico usa para la creación de formas sonoras: Tiempo y Espacio. Temporalidad y armonía. www.ciem.edu.mx México 2013. LA ENSEÑANZA Los contenidos de los programas son peligrosos en manos inexpertas o irresponsables, ya que la enseñanza de la música puede convertirse en una trampa que impida el desarrollo de la capacidad creativa del estudiante. Habría que tener presente el hecho de que los contenidos no son un fin en sí mismos, sino que son un medio, un puente, la herramienta necesaria para lograr la creación artística. Si el compromiso de las clases se cumple única y formalmente en la rigidez de la currícula, el estudiante contará solamente con un buen número de reglas que le permitirán componer lo que ya está compuesto, repetir lo que otros ya dijeron. Tal vez consigan maquillar con efectismos electrónicos o virtuosos las ideas más triviales, cosa que sucede en el Arte Sonoro, en la Música Académica y en el Jazz. La moderna armonía del Jazz que se enseña en las escuelas data del siglo XV. La escritura de acordes por medio de letras (Bb7, A9b/7, etc.) es una nomenclatura creada por Severino Boecio, filósofo y consejero del estado romano del gobierno de Teodorico durante el siglo VI (año 500 d.c.). La estructura armónica II V I es clásica –siglo XVIII-, los estudiantes aprenden la secuencia, las escalas modales y sintéticas y quedan convencidos de que están usando elementos del siglo XX o XXI y haciendo Jazz. Sin embargo, el Jazz es una manera de vivir, de pensar y de sentir, no es sólo destreza técnica, tiene, dentro de las músicas, su propia lógica y ha generado su propia epistemología que, por cierto, no se aprende con la secuencia II V I y sus diversas escalas, eso es simplemente la parte operativa. El Arte Sonoro tiene el peligro de quedar invalidado como arte, desde el momento en que su enseñanza se derive del manejo de programas computacionales y no desde el punto de vista artístico. Es el www.ciem.edu.mx México 2013. compositor, el artista, el que dicta las prioridades sonoras que se necesitan para una creación sonora. Antes de la utilización de los medios tecnológicos, la obra vive el tiempo interno del compositor, ahí crece, madura y espera la aplicación de los recursos adecuados para que pueda hacer su aparición en el espacio sonoro, de modo que pueda ser contemplado en su propio tiempo, el tiempo musical. La música vive en tanto sea posible crear y mantener el vínculo entre el creador y el oyente. El oyente es pasivo, sólo tiene que dejarse llevar por senderos impredecibles e imprevisibles. El creador, a través de su obra, es un agente activo cuyo pensamiento fue capaz de combinar el tiempo y la armonía en forma de vibraciones del aire dentro del espacio para apoderarse del alma del oyente. El vínculo no se crea si no existe un equilibrio entre el tiempo íntimo, el tiempo real, el tiempo musical y la armonía horizontal o vertical, es decir, el espacio sonoro en el que se manifiestan los tiempos. No existe equilibro ni vínculo si el devenir del edificio sonoro es incierto y amorfo. Esta falla no es propia del arte sonoro, se presenta también en composiciones acústicas académicas, porque el problema no está relacionado con el material sonoro utilizado, sino con la existencia de un pensamiento musical, un pensamiento artístico, delimitado tan sólo por la expresión emotiva, y ésta, como la fantasía, no tiene límite. Esta forma de pensar y de sentir no se logra con el aprendizaje de contenidos ni con el manejo ágil de programas de cómputo, esas no son más que las herramientas, el martillo y el cincel, el pincel y el muro o tela, el papel y la pluma o el procesador de palabras, son los medios para lograr la obra de arte que vive en el rincón más íntimo del cerebro del artista. www.ciem.edu.mx México 2013. A partir de mi egreso de la Escuela Nacional de Maestros y de la Escuela Nacional de Música inicié la investigación de la aplicación de las Ciencias de la Educación a la enseñanza formativa de la música. Hace treinta y cinco años, (ahora corre el año 2007) después de muchos otros de prácticas experimentales, fundé el Centro de Investigación y Estudios de la Música, CIEM, creando un equipo de investigadores y docentes. En estos años hemos formado un sinnúmero de compositores, investigadores y maestros especializados. La búsqueda del CIEM se ha centrado en las técnicas pedagógicoartísticas que permitan aplicar desde el inicio, los contenidos de la música, a la música como esencia, como arte, como creación, como emoción o como medio de desarrollo intelectual. Ha sido un largo y aventurado camino que nos ha llevado a encontrar y a utilizar los vínculos entre las teorías del aprendizaje, la psicología y la filosofía. Es sencillo caer en un dogmatismo educacional que paralice a los estudiantes en su desarrollo creativo composicional o interpretativo. La investigación de la música en combinación con la Filosofía y las Ciencias de la Educación resulta ser un poderoso auxiliar en el arte de enseñar la esencia de la música a los jóvenes en su proceso de convertirse en músicos profesionales. Los contenidos, incluyendo el análisis de estilos pasados, la recreación de obras compuestas con anterioridad, el conocimiento de las diferentes formas utilizadas a lo largo de la historia, la posibilidad de replicar obras clásicas y románticas, aprender los paralelismos Debussynianos y regocijarse en su utilización, orquestar al estilo de Stravinsky, meterse en las entrañas de las obras y aplicarlas, significa emprender un viaje al www.ciem.edu.mx México 2013. interior de una mente artista que vive a través de su obra. El aprendizaje, en este caso ya no es de contenidos, sino el uso que se les dio a esos contenidos para labrar la obra sonora que tenemos frente a nosotros en forma de partitura, signos de signos, además de encontrarnos con la posibilidad de vernos envueltos en sonoridades acústicas, electrónicas o ambas con la correspondiente carga de expresión emotiva que cada quien interpretará y sentirá a su manera. Pudiera suponerse que en la actualidad el análisis musical para desencriptar códigos matemáticos en obras contemporáneas tuviera como fin regresar al mundo inhóspito de las fórmulas. No es así, la práctica de copiar los palindromas de Webern, los sistemas áureos de Bártok o los Mecanismos para piano de Ligetti, no pueden ser más que prácticas experienciales para intentar comprender e interpretar el pensamiento del compositor. Cuando se trata de crear una obra original, las réplicas realizadas, sólo serán útiles en la medida en que se haya captado la trayectoria compositiva del autor. Estas prácticas procuran a los estudiantes el conocimiento de diferentes pensamientos musicales y la destreza técnica necesaria que les permita continuarse, y el que sea artista, podrá ejercer la libertad de incursionar en Terra Ignota y permitir que su obra crezca según su propio impulso. Las regulaciones quedan establecidas por las mismas necesidades de expresión, y éstas son producto de un criterio estético estrictamente personal. Cuando esto no sucede, muchos talentosos compositores en ciernes se malogran al verse incapacitados para valorar sus sueños sonoros, justo aquellos que son producto de una mente creativa pero que no pueden participar de los quehaceres cotidianos composicionales porque se encuentran en las oscuras profundidades de un imperativo estético que la academia, por dogma, no acepta. www.ciem.edu.mx México 2013. El artista necesita de la libertad de creación, la libertad necesita experiencia y la experiencia se obtiene aventurándose e incursionando en los laberintos infinitos de la sonoridad. EL PELIGRO DE LA MAQUINA El nivel musical en nuestro país podría alcanzar un alto rango, dado el importante porcentaje de músicos en potencia que tiene respecto de otros países. Sin embargo la realidad nos demuestra que la discriminación que sufre el arte, y no me refiero sólo al musical, ha derivado hacia formas de enseñanza que obstaculizan la formación de artistas que pudieran ser altamente productivos. Cuando señalo el peligro de la máquina no me estoy refiriendo solamente a la computadora y sus programas, estoy involucrando también a los instrumentos acústicos y electrónicos, al equipo que forma un estudio de grabación, a los equipos de sonorización y a los métodos de enseñanza. El descuido en la enseñanza de la música como esencia, la irresponsabilidad docente, el apego a una normatividad desconocedora de todo elemento relacionado con el arte y otros aspectos más de la política cultural, han hecho estragos. La forma de enseñanza es, en casi todas las escuelas, operativa, situación que ha minado el surgimiento de artistas. Los ingenieros en audio, que son por cierto el último eslabón entre un compositor o intérprete y el público, saben colocar cables para hacer grabaciones, pero la mayor parte carecen de oído musical, no pueden leer una partitura, no conocen los estilos. El resultado final queda con frecuencia desvinculado de la pieza original. Resulta peligroso poner, www.ciem.edu.mx México 2013. cualquier obra sonora, en manos de un colocador de cables, ignorante de la música. De esa misma manera, estudiantes de instrumentos electrónicos y batería están ciertos de que tocar muy fuerte y muy aprisa es hacer Rock, sin contemplar que ese estilo de música tiene una historia política y social, que habla de una juventud inconforme que creó un medio de expresión de sí misma sin considerar los alcances artísticos y comerciales que pudiera tener, puede ser considerado un movimiento de contracultura expresivo e informal, el sonido de una juventud citadina desgarrada por el terror de lo incierto. A la fecha, en las escuelas de Rock se orienta hacia el virtuosismo banal, los estudiantes ignoran el fondo de esa música que pudiera convertirse en un grito de desafío ante las condiciones actuales. En el ambiente del Jazz es frecuente escuchar la misma “improvisación” varias veces en piezas diferentes, porque el instrumentista estudió la secuencia melódica, la aprendió de memoria y la repite sin considerar que la improvisación en el Jazz, lo mismo que fue la improvisación en el barroco y en el clásico, es un desarrollo del tema de la obra. La parte maravillosa del Jazz es la improvisación que nunca jamás será repetida, es arte facto, fenece en el momento mismo de su nacimiento, queda viva en la memoria de cada escucha con la emoción que cada quien le imprima. En el mundo de la composición académica con medios acústicos también existen problemas con la máquina. Hay quienes intentan extraer del instrumento la pieza que desean componer, esto sucede frecuentemente con músicos no creativos y con aquellos que fueron sistemáticamente invalidados en una búsqueda personal, entonces recurren a su instrumento y después a cualquier software para escribir música, para buscar las formas de desarrollo temático que no encuentran dentro de sí mismos, debido a la ausencia de significado y de significación artística de su propuesta musical. www.ciem.edu.mx México 2013. En el mundo de la composición electrónica, del Arte Sonoro, como se le ha dado en llamar, la máquina es más peligrosa porque, de la misma manera que existen ingenieros de audio en estudios de grabación que sólo saben conectar cables en los lugares adecuados, en el mundo del Arte Sonoro también hay ingenieros que, altamente habilitados para operar los programas computacionales, carecen del pensamiento del músico creador, y a pesar de eso construyen edificios sonoros con pretensiones artísticas. La mayor parte de las veces esas construcciones dan como resultado grandes efectos electrónicos, similares al virtuosismo de los instrumentistas, pero sin la esencia de la música. Crear edificios sonoros exuberantes puede ser admirable, como lo es el trabajo impresionante del acróbata pero que, al carecer de los fundamentos filosóficos y la mística de la danza, no se le puede confundir con el bailarín. El trabajo de ingeniería sonora sin la esencia de la música es absolutamente respetable, en tanto no pretenda usurpar el lugar del trabajo del artista. La propuesta en esta conferencia es reconocer las debilidades que nos pueden conducir al naufragio artístico, darles solución vinculando los conocimientos de los ingenieros con los conocimientos de los artistas creadores a fin de lograr un avance profundo y real en la producción de Arte Sonoro. Las escuelas de música tendrían que comprometerse a brindar a sus estudiantes, además de una sólida formación musical dentro del arte de la composición, las herramientas técnicas del ingeniero para crear Arte Sonoro de calidad. A los estudiantes de música les corresponde exigir la mejor formación profesional. Dra. María Antonieta Lozano Revisión Febrero 2013. www.ciem.edu.mx México 2013.