El card. Alimonda sugiere al Papa: “¡confíe- selo a

y el litigio con su Arzobispo. León XIII,
que lo recibe en audiencia el 25 de abril,
esta vez le promete interesarse por el
asunto de los “privilegios”, entre otras
cosas, para asegurar la autonomía de la
Congregación frente a Mons. Gastaldi.
Además, D. Bosco tiene que resolver e
litigio con la que fuera Comisión para
el templo al Sagrado Corazón, el arquitecto y los empresarios que inicialmente
estaban comprometidos en el proyecto.
1884 – D. Bosco realiza su 19º y penúltimo viaje a Roma. Tiene 69 años y
camina encorvado. Viene nuevamente
a solicitar los “privilegios”, tras 10 años
de pequeñas concesiones, importantes
pero limitadas. Va a organizar, además,
una lotería “pro Sacro Cuore y hospicio
anexo”. El fervor de los Cooperadores
ha venido en aumento año tras año: es
ahora el cardenal Vicario Lucido Maria
Parocchi quien preside su reunión, con
entusiasmo.
El lunes 5 de abril concede el Papa una
nueva audiencia a D. Bosco, tras no poca
demora. D. Bosco pide al Papa darle definitivamente, por fin, los “privilegios”
necesarios para la buena marcha de la
Congregación. El Papa le manifiesta
que él está opuesto a dar privilegios a los
religiosos, sistemáticamente. D. Bosco
queda decepcionado.
Iglesia al “Sacro Cuore”, a lo que D. Bosco responde: “El deseo del Papa es para
mí una orden. Acepto el encargo que Su
Santidad tiene la bondad de confiarme”.
La otra versión dice que fue el cardenal Vicario de Roma, Rafael Monaco,
el que le hizo la propuesta a D. Bosco,
el 28 de marzo anterior. De todos modos, meses después, el 11 de diciembre
de 1880, firmará D. Bosco el convenio
para la Iglesia y, además, para un hospicio de niños pobres adjunto. ¡Él no
olvida su carisma!
Y aquí nos encontramos ante dos versiones que no empatan. La primera dice
que León XIII, le propone levantar la
D. Bosco deja Roma el 23 de abril y,
tras varias etapas, llega a su añorado Valdocco, el 7 de mayo.
cías, desde la toma de Roma (1870). El
card. Alimonda sugiere al Papa: “¡confíeselo a Don Bosco!”.
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1881 – D. Bosco vuelve a Roma, en su
viaje # 17 y, acompañado por D. Rua,
allí se detiene entre el 20 de abril y el 13
de mayo. En la audiencia con León XIII
la conversación se centra sobre la construcción de la Iglesia al Sagrado Corazón. Los asuntos de la controversia con
Mons. Gastaldi, en especial lo referido a
D. Juan Bonetti, siguen su curso en los
tribunales eclesiásticos y en la Congregación de Obispos y Regulares.
1882 – D. Bosco cumple su 18º viaje a
Roma entre el 12 de abril y el 9 de mayo.
Lo traen los mismos asuntos pendientes:
la construcción de la Iglesia del Sagrado
Corazón, la petición de los “privilegios”
No menos entusiasmo le muestra el
Papa León XIII, en la audiencia del 9
de mayo, que de entrada le dijo: “Es absolutamente necesario que se cuide y no
escatime los medios necesarios para sostenerse y recobrar sus fuerzas. Tenga cuidado de sí mismo sin tantos escrúpulos. Deje
de desgastarse en adelante. Haga trabajar
a los otros. Hace falta que viva todavía,
porque su vida no le pertenece a usted
sino a la Iglesia y a la Congregación que
ha fundado, la cual le necesita para obtener los frutos que la Providencia de Dios
quiere. Don Bosco, usted es necesario. Su
obra ha crecido y se ha extendido. Italia,
Francia, España, América, los mismos
salvajes reclaman su existencia. […] Lo
quiero yo, ¿comprende?; se lo mando, el
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