17/4/2014 - Fondo de Cultura Económica

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México D.F. a 17 de abril 2014
El FCE manifiesta su pesar por la muerte de Gabo
 Una de las mejores entrevistas que concedió se incluye en el libro
Tratos y retratos, de Silvia Lemus, publicado en 2013 por esta casa
editorial
El Fondo de Cultura Económica lamenta profundamente el fallecimiento de Gabriel
García Márquez, ocurrido la tarde de este jueves, a sus 87 años, debido a un
padecimiento respiratorio.
García Márquez, llamado cariñosamente por amigos y lectores Gabo, fue autor
de novelas memorables como Cien años de soledad, la cual lo consagró en el otoño de
1967. Asimismo obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1982 y da nombre a nuestro
centro cultural de la filial de Colombia. Desde 1975 radicaba entre México, Cartagena de
Indias, La Habana y París.
Nació el 6 de marzo de 1928 en Aracataca, Colombia, y fue autor de más de
veinte títulos entre novelas, cuentos, crónicas y artículos periodísticos, así como una
autobiografía a la que llamó Vivir para contarla (2002), y a la que seguiría la que se
considera su última novela, Memoria de mis putas tristes (2004).
Años más tarde, en 2007, el FCE publicó en su colección Cenzontle el libro “Cien
años de soledad” y un homenaje. Discursos de Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes,
que recupera las palabras de ambos escritores en torno a una conmemoración única: los
80 años del Premio Nobel colombiano y los 40 años de su novela cumbre.
García Márquez recuerda en esas páginas que "ni en el más delirante" de sus
sueños imaginó que su novela llegaría a ser leída por más de 50 millones de lectores, un
número tal de personas que si vivieran en un solo pedazo de tierra sería uno de los 20
países más poblados del mundo.
Gabo, quien apareció públicamente por última vez precisamente el día de su
cumpleaños número 87, en marzo pasado, será recordado como el más popular de los
escritores latinoamericanos, como el amigo más cercano de otro colombiano insigne,
Álvaro Mutis, a quien conoció en 1949; como el autor que inauguró el realismo mágico,
junto con el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, ambos galardonados con el Nobel de
Literatura; como el amigo de otro literato ilustre, Carlos Fuentes, con quien se conoció a
comienzos de 1960 “y de inmediato nos caímos muy bien. Teníamos las mismas
referencias, los mismos chistes, las mismas debilidades. Una amistad como la suya, es
para siempre”, dijo alguna vez el escritor mexicano.
De los últimos legados del también cronista y periodista, considerado uno de los
20 escritores más importantes del mundo, fue la creación de la Fundación Nuevo
Periodismo, en octubre de 1994, como resultado de una antigua preocupación suya por
estimular las vocaciones, la ética y la buena narración en el periodismo, sobre aspectos
tan variados como el uso de la grabadora o la función de los editores.
Como dato curioso se recuerda que a los doce años de edad, el famoso escritor
estuvo a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba le salvó
con un grito: ¡Cuidado! El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, le dijo: ¿Ya
vio lo que es el poder de la palabra? Ese día lo supo. Así narró el propio autor su
encuentro con las palabras, que no volvería a abandonar, en el Primer Congreso de la
Lengua Española, celebrado en la ciudad de Zacatecas, en 1997.
A pesar de su negativa para hablar con sus colegas periodistas, Silvia Lemus
consiguió conversar con García Márquez a principios de los años noventa, en una
entrevista que se transmitiría en la serie de televisión Tratos y retratos por Canal 22 y
que ahora también forma parte del libro con el mismo nombre, que a finales de 2013
publicó el Fondo de Cultura Económica.
En esa entrevista, Lemus recuerda que conoció a Gabo en la Ciudad de México,
cuando ella trabajaba en McCann Erickson y él todavía no publicaba Cien años de
soledad, “estaba a punto de”.
Lo volví a ver —recuerda Lemus en el texto introductorio—, más tarde, “cuando
vivíamos Carlos y yo en París. Hicimos un viaje a Venecia; estaban Gabriel y Mercedes, y
Álvaro Mutis y Carmen… Salimos a cenar, paseamos por Venecia varios días. Más tarde,
en París, los volví a ver… y fue en México, cuando regresaron a vivir permanentemente,
que mi familia y yo nos reuníamos con los García Márquez durante las vacaciones de
verano o en invierno”.
Fue algunos años después, cuando se publicó su novela El amor en los tiempos
del cólera, que la periodista le solicitó una entrevista, consciente de que el Gabo no
hablaba con periodistas: “Le pedí que me diera una entrevista y le dije que me
encantaría hacerle una solamente sobre su libro El amor en los tiempos del cólera, que
había aparecido recientemente. Pensé que me iba a decir que no, pero me dijo que sí.
Estuvimos en Colombia, en Cartagena, para el festival de cine y es allí donde lo
entrevisté… en la placita donde se llevó a cabo el cortejo que le hacía Florentino Ariza a
Fermina Daza.
“Lo entrevisté sentados en una banca de la plaza. Había mucho ruido por el
continuo tráfico que pasaba: motocicletas, camiones y autobuses viejos y la música que
salía de algún restaurante de alguna calle perpendicular a la plaza. Gabriel estaba
vestido de algodón, con una camisa de algodón tipo safari y pantalón que hacía juego, y
así se inició la entrevista…”, y así se va seguramente Gabriel García Márquez de esta
vida, dejando a sus lectores el mejor de los legados: sus libros.
Para mayor información, por favor comunicarse al Departamento de Prensa
Sandra Licona
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