137-EMSM-11 EN LA CÁMARA TERCERA DE LO CIVIL DE LA

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137-EMSM-11
EN LA CÁMARA TERCERA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL
CENTRO: San Salvador, a las diez horas de veintiocho de septiembre de dos mil once. Siendo
este el lugar, día y hora señalado, para la realización de la AUDIENCIA ESPECIAL, del
incidente de apelación del auto definitivo pronunciado por la señora Jueza de lo Civil de San
Marcos, a las catorce horas treinta minutos de quince de agosto del presente año, en el Proceso
Mercantil Ejecutivo promovido por "[…], SOCIEDAD ANÓNIMA", por medio de su apoderado
licenciado César Pompilio Ramos López, contra "[…], SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL
VARIABLE", que puede abreviarse "[…], S.A. DE C.V.", representada legalmente por el señor
José Alfonso Hernández Arce. Presentes los señores Magistrados de esta Cámara licenciados
ELSA IRMA GONZÁLEZ DE HENRÍQUEZ y EDUARDO JAIME ESCALANTE DÍAZ,
acompañados de su Secretaria de Actuaciones licenciada Eleonora Maristela Cabrera Herrera,
quien en este momento manifiesta a los suscritos magistrados que se ha convocado legalmente y
ha comparecido el apelante licenciado César Pompilio Ramos López, de […] años de edad, de
este domicilio, quien se identifica con su Tarjeta de Abogado número […], en la calidad antes
dicha, como parte apelante, únicamente, por no existir aún parte contraria en el proceso. LA
PRESIDENTA DE LA CÁMARA DECLARA ABIERTA LA PRESENTE AUDIENCIA, a
continuación la Secretaria de Actuaciones de este colegiado hace un resumen de la demanda y del
auto definitivo por medio del cual se declaró improponible la demanda y de haberse incoado el
recurso que motiva la presente audiencia, descrito que ha sido el presente caso se procede a
continuación a escuchar los alegatos del apelante, -por no existir parte apelada-quien en síntesis
manifiesta que: "Que en razón del domicilio de la demandada ellos presentaron su demanda
ante el Juez de lo Civil de San Marcos por ser el competente para conocer del proceso y
dicha jueza declaró que la demanda era improponible alegando que carecía de jurisdicción
haciendo ciertas interpretaciones del caso señalando el concepto de jurisdicción y lo define y
que haciendo uso del control difuso de la Constitución hace una interpretación del Art. 8 de
la Convención Interamericana Sobre Conflictos de Leyes en Materias de Pagarés, que es el
artículo que ellos habían señalado para tramitar el proceso, y que por ser contraria al
orden público manifestó que no se podía aplicar en la república y lee dicho artículo y que
dicho tratado recoge una de las situaciones más comunes en las relaciones internacionales y
que la sociedad que representa suscribió un pagaré de acuerdo a las leyes de Nicaragua y
que dicho pagaré fue endosado a […] de Costa Rica las sociedades han desaparecido en
Nicaragua y tiene su domicilio en El Salvador, por esa razón se tomó la decisión de
presentar la demanda en el Salvador siguiendo el domicilio del demandado, que no están de
acuerdo con el argumento de la jueza ya que la regla general del domicilio es seguir a la
persona que se va a demandar en el lugar donde reside y que así lo regula el CPCM y que
en el caso de los titulosvalores existe la posibilidad de demandar en el domicilio y que el
convenio lo que hace es recoger de forma expresa casos como en los se pueda acudir a una
jurisdicción distinta a la del país donde se suscribió un titulo a opción del actor por lo que
considera que si existe jurisdicción de parte del juzgado de lo civil de San Marcos para
conocer del presente caso, y por ello pide que se revoque la resolución impugnada y se
ordene dar trámite a la demanda". Concluidos los alegatos esta Cámara hace un receso para
proceder a deliberar conforme los Arts. 219 y 220 C.P.C.M. Presentes nuevamente los judicantes
que conforman esta Cámara, Secretaria de Actuaciones y licenciado Ramos López, se reanuda la
presente audiencia; estimando pertinente pronunciar de inmediato el auto definitivo, tal como lo
establece el artículo 515 del Código Procesal Civil y Mercantil, en consecuencia:
CONSIDERANDO: I) ANTECEDENTES DE HECHO: En el caso que nos ocupa, […],
SOCIEDAD ANONIMA, por medio de su apoderado licenciado Ramos López, promueve
Proceso Mercantil Ejecutivo contra […], S.A DE C.V., a fin de que se condene a la referida
sociedad a pagar a su representada la cantidad que reclama en su demanda en concepto de capital,
más los intereses legales y moratorios hasta su completo pago, trance o remate y las costas
procesales correspondientes . II) SUSTANCIACION DEL PROCESO: EN PRIMERA
INSTANCIA. Por resolución de las catorce horas treinta minutos de veintisiete de julio del
presente año, previo a conocer de los principal de la demanda presentada se pidió informe a la
secretaría de dicho tribunal por considerar el Juez A quo que con anterioridad fue presentada
demanda semejante a la que se le estaba presentando, mismas partes, igual naturaleza del proceso
y mismo documento base de la pretensión, el cual fue identificado en esa oportunidad bajo la
referencia 140-PEM-201. A fs. 24 p.p. obra el informe solicitado. Conforme resolución de las
catorce horas treinta minutos de quince de agosto del presente año, visto el informe de fs. 24 la
jueza A quo luego de una serie de consideraciones declaró improponible la demanda presentada
en virtud de manifestar carecer de jurisdicción el tribunal para conocerla. EN ESTA
INSTANCIA. 1) Mediante providencia de las nueve horas veinte minutos de seis de septiembre
del presente año, una vez examinada la admisibilidad del presente recurso, se admitió la
apelación interpuesta por el licenciado Ramos López, se señaló lugar, hora y fecha para la
práctica de la presente audiencia. La Jueza A-quo, en el auto definitivo recurrido declaró
improponible la demanda por manifestar carecer de jurisdicción el juzgado para conocerla. III)
FUNDAMENTACION DOCTRINARIA Y DE DERECHO: La juzgadora se abstuvo de dar
trámite a la demanda planteada de acuerdo a las consideraciones que hizo en la resolución
impugnada, así: "b.1) Consideraciones Especiales.- El derecho de acudir ante los Tribunales está
sometido a reglas y es el derecho procesal la ramo de las ciencias jurídicas que suministra las
normas que regulan el proceso, no solo en cuanto a la actividad de las partes, sino también en lo
relativo a la función del juez y la determinación de la jurisdicción y competencia.Circunscribiéndonos a la jurisdicción común u ordinaria que es la que nos interesa, su esfera de
atribuciones tiene tres clases de límites: objetivos los que catalogan los asuntos que se confían al
conocimiento de la jurisdicción civil y mercantil; personales por la condición de los sujetos o
personas que intervienen en el asunto que se trate y por último los territoriales, relacionados con
la demarcación geográfica dentro de la cual debe ejercerse. Estos últimos son aquellos en virtud
de los cuales la jurisdicción ordinaria no puede intervenir en asuntos que no hayan sido
planteados dentro del territorio sobre el cual se ejerce la soberanía del Estado. Tenemos pues una
competencia interna de la que se deduce que la jurisdicción ordinaria tiene como límite territorial
el que se refiere a la República de El Salvador y otra norma de Derecho Constitucional, cuya
fuente ha sido el derecho internacional privado, la que nos viene a decir hasta qué puntos se
extiende el territorio nacional y por ende la jurisdicción.- Mientras en el campo del derecho
material es posible la idea de extraterritorialidad, desde el punto de vista procesal el sentido
territorial de sus normas no es meramente accidental, sino de esencia de ahí que impere formular
la interpretación de la disposición de la Convención, que se invoca como norma.- La
jurisprudencia constitucional ha sostenido (SI 21-2006) que el juez en el ejercicio del control
difuso que le confiere la constitución, debe busca (sic) el resultado que mejor se acomode a la
Ley Suprema, de esa manera cuando no es posible un univoco significado de las normas y estos
sean la ley relevante para la resolución del caso, el juez debe decidirse de entre varios
entendimientos de una disposición objeto la que mejor se acomode al sentido de la constitución.En ese sentido este tribunal advierte que existe una apertura en la formulación lingüística del Art.
8 de la convención citada por el actor, para atribuir "jurisdicción y competencia" a este tribunal,
en el sentido que refiere su texto que pueden conocerse de las controversias que se susciten con
motivo de un pagaré, a opción del actor (art. 9 CONVENCION INTERAMERICANA SOBRE
CONFLICTOS DE LEYES EN MATERIA DE LETRAS DE CAMBIO PAGARES Y
FACTURAS en adelante "La Convención") y que interpreta como criterio de competencia de este
tribunal, pues su "opción" ha sido demandar en el domicilio.- De lo anterior, tenemos que según
la misma convención existen criterios que limitan su aplicación en un Estado parte, por ejemplo
cuando se considere "contrario al orden público" Art. 11 de la convención.- La noción de orden
público es un concepto que nuestra constitución no define, únicamente menciona como un
concepto jurídico indeterminado y en ese sentido se ha definido como: "Conjunto de condiciones
Fundamentales de vida social instituidas en una comunidad jurídica, las cuales por afectar
centralmente a la organización de ésta, no pueden ser alteradas por la voluntad de los individuos
ni, en su caso, por la aplicación de normas extranjeras" (Manuel Ossorio: Diccionario de Ciencias
Jurídicas, Políticas y Sociales).- En principio, el carácter de orden público es otorgado a la norma
por el legislador, calificándola con dicho atributo. Sin embargo la jurisprudencia constitucional y
la doctrina, acepta que trasciende el aspecto particular y privado de las normas, Por ejemplo
autores como Díaz Morera, Eusebio en su libro "El concepto de territorialidad en el Derecho
Procesal". Señala que el derecho no es solamente obra del legislador, es una regla espontánea de
vida, y como tal, es obra del sentir de cada pueblo, cuyo poder la recoge para administrar su
justicia, decidir el derecho, contener, tutelar y mandar la pretensión, la oposición y en síntesis la
realización de aquél, el intentar su validez procesal extretarritorium, no hace más que señalar un
hecho social de profundo humanismo.- En ese orden de ideas, por ejemplo normas como el
derecho procesal en razón de su trascendencia al interés privado son de orden público y derivado
de ella, normas como las de "competencia" y "jurisdicción", instituidas en la comunidad jurídica
son de orden público.- De ahí que la misma convención establezca que no podría ser aplicada si
controvierte el orden público del estado parte, pues se está disponiendo en ella sobre normas de
competencia que deberán ser confortadas en su concreta aplicación. Eso es así, porque el derecho
procesal es una rama jurídica formada por normas que tienen como finalidad llevar a cabo una
función pública adscrita a su soberanía efectuada como emanación del poder del Estado y
realizada por un órgano del mismo, el Juez, sin embargo si las normas procesales traspasan las
fronteras, ello sería la violación de la soberanía ajena y la imposición de las que pretendiese
efectuarlo, implicaría la sumisión del derecho nacional de aquél, en beneficio de la supremacía de
éste, significaría en fin, la negación en el futuro de las fronteras como elemento de separación
geográfica del poder y la preeminencia jurídica del Estado que expansionara su norma en
detrimento del que la soportara.- Existe una discusión no pacífica respecto a la problemática que
representan en el orden internacional los títulos de créditos que se exponen en varios libros por
ejemplo Ignacio A Escuti, en su libro "Títulos de Crédito", relata como la convención citada con
principios semejantes al tratado que recoge normas similares a la Convención de Ginebra (no
suscrita por El Salvador); y en el ánimo de evitar discusiones jurídicas y armonizar disposiciones
como la del Art. 8 de la citada Convención, en proyectos de Códigos Procesal Civil, a nivel
centroamericano como el de Costa Rica, incluyen, disposiciones semejantes como criterio de
competencia por ejemplo: "Cuando para el acreedor, según su propia elección, sea el foro más
conveniente"; sin embargo en el caso salvadoreño no ocurre lo mismo, todo lo contrario, incluso
la Jurisprudencia de la Corte en pleno ha sostenido abundantemente en materia de competencia
que: "los títulos valores además de tener su propia regulación en el Código de Comercio, no son
contratos.... Que el pagaré es un título valor que contiene la promesa unilateral de pago escrita, en
cuya virtud una personal, se obliga a pagar a otra o a su orden una suma de dinero cierta, y es así
que dentro de los requisitos que debe contener dicho título valor, el romano IV del Art. 788
C.Com., preceptúa: "época y lugar de pago" (v.gr. 178-D-2010), situación confirmada en la Ley
de Títulos valores de Nicaragua en su Art. 175 ordinal 4°. Que establece: "La indicación del lugar
en que debe efectuarse el pago", como un requisito esencial de esta clase de título valor; por tanto
deberá prevalecer como lugar para exigir el cumplimiento de la obligación emanada de un título
valor el señalado para tal efecto, ya que, aún existiendo una cláusula en que se estipula una
renuncia al domicilio natural del deudor, sometiéndose a otro distinto (que es el caso de autos),
no se puede tomar como "lugar de pago", pues tal estipulación se tendría por no escrita, por no
ser de la naturaleza del título valor (v.gr. 145-D-2009); es de recordar que con base en la
característica de literalidad propia de los títulos valores, el derecho es tal como aparece en el
título, es decir todo aquello que no aparece en el mismo, no puede afectarlo, por lo que lo
(sic)que en ellos consta es lo que marca los límites y alcances del mismo; por otra parte una
cláusula que estipule una "opción" del actor, solo podría ser aplicada cuando en un contrato
bilateral, en el que ambas partes, (de común acuerdo) convengan fijar domicilio civil especial
para los actos judiciales o extrajudiciales a que diere lugar el mismo contrato, Art. 67 C.C., ya sea
de forma expresa o de forma tácita como lo sería en caso que tanto el deudor como el acreedor
ratifican el contenido de cada una de las cláusulas del documento y firman el mismo (V.gr. 133D-2010).- Al final de toda la tradición jurisprudencial se recoge que es el lugar de pago y no el
domicilio del deudor el que debe respetarse para exigir el cumplimiento de la obligación, y en
base a la interpretación conforme e integral de la convención este tribunal estima que en atención
al principio de seguridad jurídica la interpretación conforme del Art. 8 de la citada convención en
atención al Art. 144 Cn., debe interpretarse en el sentido que puede demandarse en el domicilio
del deudor, siempre y cuando este se estableció como lugar de cumplimiento de la obligación o se
hayan establecido lugares de pago alternativos; ya que deben existir limitaciones al "arbitrio" en
razón de las buenas prácticas comerciales y a la naturaleza literal de los títulos valores.- Está
claro que la tradición jurisprudencial, en razón del principio de seguridad jurídica, y en una
amplia y reiterada tradición jurisprudencial NIEGA valor a cláusulas insertas en los pagares
declarándolas NULAS y sin ningún valor, criterios que no pueden desconocerse, además en razón
de que para hacer valer un derecho literal y autónomo de un título debe llenar requisitos
esenciales, y como se ha acotado en párrafos anteriores, por la característica de literalidad en el
texto del título ha de constar cualquier circunstancia que modifique, reduzca, aumente o extinga
el derecho"; por lo que una interpretación contraria, atentaría contra el principio de seguridad
jurídica el cual constituye el pilar fundamental en todas las legislaciones, ya que el Art. 11 de la
misma convención, ha establecido que ésta ".... Podrá no ser aplicada en el territorio del Estado
Parte que la considere manifiestamente contrarió a su orden público".- Por lo que en base a las
anteriores consideraciones, disposiciones citadas y de conformidad al Art. 24 del CPCM este
Tribunal, RESUELVE: Declárase improponible la demanda presentada, en virtud de carecer de
JURISDICCION este Juzgado para conocerla. NOTIFIQUESE". (fs. 26 a 27 p.p.) En ese orden
de ideas, oportuno se torna relacionar lo que para tal efecto establece la Convención en comento,
específicamente lo estipulado en el Art. 8 "Los tribunales del Estado Parte donde la obligación
deba cumplirse o los del Estado Parte donde el demandado se encuentre domiciliado, a opción del
actor, serán competentes para conocer de las controversias que se susciten con motivo de la
negociación de una letra de cambio." Por su parte, el Art. 11 de la citada Convención establece
"La ley declarada aplicable por esta Convención podrá no ser aplicada en el territorio del Estado
Parte que la considere manifiestamente contraria a su orden público." De los artículos
mencionados, es necesario hacer la consideración siguiente: Nuestra Constitución en la Sección
Tercera "Tratados", manifiesta que los Tratados internacionales celebrados por El Salvador con
otros Estados o con organismos internacionales constituyen leyes de la República al entrar en
vigencia. Por ello, se habla en relación a la naturaleza y jerarquía de los tratados internacionales,
la Sala de lo Constitucional ha sostenido en cuanto a que en el inciso primero del Art. 144 de la
Constitución se coloca a los tratados internacionales vigentes en el país en el mismo rango
jerárquico que las leyes de la República, entendiendo éstas como leyes secundarias. En
consecuencia, no existe jerarquía entre los tratados y las leyes secundarias de origen interno.
Ahora bien, de la lectura del inciso dos del mencionado artículo se desprenden dos ideas; la
primera consiste en darle fuerza pasiva a los tratados internacionales frente a las leyes
secundarias de derecho interno, es decir que el tratado internacional no puede ser modificado o
derogado por las leyes internas, lo cual implica que estas últimas están dotadas de fuerza jurídica
o normativa inferior. Ello significa que si bien el tratado internacional y las leyes internas forman
parte de la categoría "leyes secundarias de la República", dicha categoría contiene una subescala
jerárquica dentro de la cual el tratado internacional goza de un rango superior al de las leyes de
derecho interno. Por otra parte, la segunda idea que se deduce del inciso en estudio, y que es
consecuencia de la primera, consiste en señalar la prevalencia del tratado internacional sobre la
ley interna, lo cual lleva al denominado principio o criterio de prevalencia. Es decir que en el
inciso segundo del Art. 144 de la Constitución se ha señalado dos criterios para resolver las
discordancias que susciten entre el tratado internacional y la ley secundaria de derecho interno;
en primer lugar se hace referencia al criterio interno de jerarquía -criterio que opera en el
momento de creación del Derecho-, pero también se quiso proporcionar al aplicador del derecho
un criterio adicional, recurriendo al criterio de prevalencia -el cual opera en el momento de la
aplicación del derecho-. De lo expuesto, se concluye que el Art. 144 Constitución lo que hace es
proporcionar criterios o principios de solución de conflictos entre dos normas, y en consecuencia,
dichos criterios deben ser utilizados por los aplicadores del derecho en cada caso concreto, lo que
quiere decir que la no concordancia entre dos normas de distinto rango jerárquico no implica por
sí una violación a la constitución o contravención a normas de orden público. En todo caso, al
presentarse un conflicto entre un tratado internacional y una ley secundaria de derecho interno, el
aplicador tiene que recurrir a los principios establecidos en el Art. 144 Cn., a fin de resolver la
incompatibilidad, conservándose así la coherencia del ordenamiento jurídico. En razón de ello, si
existiera conflicto entre el Tratado y la Ley prevalecerá el tratado. Por lo dicho, no se advierte
que en el caso de autos lo dispuesto en el Art. 8 de la Convención Interamericana Sobre
Conflictos de Leyes en Materia de Letras de Cambio, Pagarés y Facturas sea contrario al orden
público, por cuanto el tratado presenta la opción de demandar el cumplimiento de una obligación
en el lugar donde el demandado se encuentre domiciliado a opción del actor, dando competencia
directa para conocer de las controversias que se susciten con motivo de la negociación de una
letra de cambio, y que se puede aplicar al pagaré pues así lo dispone el Art. 9 de la referida
Convención. Por lo que concluimos que no procede inadmitir la demanda por lo interpretación
hecha por la Jueza A quo, pues en todo caso, el ejecutado puede, en el debido y oportuno
momento procesal, oponerse a la ejecución por el motivo que estime conveniente; en razón de
ello deberá revocarse el auto definitivo venido en apelación y ordenar que se le dé trámite a la
demanda siempre que esta y el documento base de la pretensión llenen los demás requisitos que
las leyes establecen. POR TANTO: de conformidad a las razones antes expuestas, disposiciones
legales citadas a los artículos 1, 2, 11, 15, 18, 144, 172 inc. 3°, 182 ord. 5° Cn.; 8 y 9 de la
"Convención Interamericana Sobre Conflictos de Leyes en Materia de Letras de Cambio, pagarés
y Facturas"; 1, 2, 3, 14, 15, 216, 218, 219, 222, 514 y 515 C.P.C.M., EN NOMBRE DE LA
REPÚBLICA DE EL SALVADOR ESTA CÁMARA FALLA: A) REVÓCASE en todas sus
partes, el auto definitivo venido en apelación, pronunciado por la señora Jueza de lo Civil de San
Marcos a las catorce horas treinta minutos de quince de agosto del presente año, por ser esta
Cámara del criterio expuesto en esta audiencia; habida cuenta de lo considerado en la presente;
B) DÉSE TRÁMITE A LA DEMANDA interpuesta por […], SOCIEDAD ANÓNIMA, por
medio de su apoderado licenciado César Pompilio Ramos López, siempre y cuando la demanda y
el documento base de la pretensión llene los demás requisitos de ley; y C) No hay especial
condenación en costas. En este estado, el abogado Ramos López queda notificado del auto
definitivo que se acaba de pronunciar en forma oral y que ha quedado constancia en esta acta,
quien a la vez manifiesta que no interpondrá ningún recurso; en consecuencia, esta Cámara en
este acto lo declara firme; por lo que deberá procederse a su cumplimiento, devolviéndose la
pieza principal al Juzgado de su origen, con certificación de lo resuelto en la presente audiencia,
para los fines de rigor: No habiendo nada más que hacer constar damos por terminada la presente
acta y previa lectura para constancia firmamos.
PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN.
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