HACIA EL BICENTENARIO DE LA RESTAURACIÓN DE LA

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HACIA EL BICENTENARIO DE LA RESTAURACIÓN
DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS
GALERÍA DE GENERALES DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS
En su reciente carta sobre la reorganización de la Curia Generalicia, el P. Nicolás nos recuerda
que en 2014 celebraremos el bicentenario de la restauración de la Orden por Pío VII. El P.
General nos anima a prepararnos y a refundar nueva y continuamente la Compañía para que
responda al mundo de hoy.
El P. Socio nos comentaba en nuestra Curia de algunas iniciativas de provincias vecinas para
recordar episodios de la Historia de la Compañía en sus Noticias. Como una sencilla contribución,
les comparto los siguientes resúmenes de nuestros Generales, que he preparado en años
precedentes para las clases con los novicios. La información presentada en estas fichas –
seleccionada según mi humilde criterio– puede ser corroborada y ampliada en el Diccionario
Histórico SJ -4 volúmenes-, en la Historia de la Compañía de Jesús de W. Bangert, en el Manual
de Historia de la Compañía de Villoslada y en numerosas publicaciones que tenemos a la mano
en nuestras bibliotecas.
Mensualmente irá apareciendo el recuento de un generalato. Comenzamos la serie con el P.
Diego Laínez, uno de los primeros padres –los “doctores de París”–. La verdad que no me atrevo
a resumir la vida y obra de San Ignacio en una página; además, de nuestro Fundador ya hemos
hablado bastante… Cualquier sugerencia será bienvenida.
H. David Chamorro, S.J.
1
DIEGO LAÍNEZ (II General)
Español. Nació en 1512 en Almazán (Soria). Posiblemente era descendiente de judíos en cuarta
generación. Se ordenó sacerdote en 1537, en Venecia. Profeso de 4 votos el 22 de abril de 1541,
en S. Pablo Extramuros, Roma.
Período: 1558- 65. Uno de los períodos más positivos en lo que
concierne a la actividad ministerial de los jesuitas en su conjunto. Su
entusiasmo a veces tocaba el heroísmo.
Contexto político y religioso.- Carlos V ha abdicado en 1555 a favor de
su hijo, Felipe II. La CG I recién pudo reunirse en 1558, debido a la guerra
entre Pablo IV y Felipe. El episodio más tristemente célebre de este
conflicto fue el saqueo de Roma, por las tropas imperiales. Se consolidan
los avances de los reformados. Pero la Iglesia Católica está lista para
“contraatacar” y sus dos armas más poderosas serán la puesta en
práctica del Concilio de Trento (concluido al fin) y la recientemente fundada Compañía de Jesús.
Hechos de su Gobierno.- Laínez también estaba muy enfermo en el momento de la muerte de
Ignacio. Nombrado Vicario General días después, solicitó audiencia al Papa. Allí comenzó a
evidenciarse la proximidad de la tormenta, producto de la irresponsabilidad de Bobadilla, que
deseaba un gobierno colegiado y había predispuesto a Pablo IV contra nuestro Instituto.
El P. Laínez sirvió 2 años como Vicario. La CG I lo nombró General al primer escrutinio. Acto
seguido, los congregados acogieron con veneración el texto de las Constituciones y las
promulgaron sin cambios. En tanto, el Papa ordenó que el Oficio Divino fuese recitado en coro,
así como que el generalato sólo durase 3 años. Pablo murió en 1559 y sus dictámenes no fueron
renovados por su sucesor; de hecho Pío IV se negó a que el P. Laínez dimitiese al terminar su
primer trienio.
El General asumió la tarea de hacer vida de lo que estaba escrito: la joven SJ encontró en Laínez
el tipo ejemplar en que mirarse (Scaduto SJ). Por medio del sobrino de Pablo IV, el Card. Carlos
Borromeo, la SJ recibió muchos privilegios y su progreso fue veloz. Laínez marcó la elección de
ministerios al poner más acento en los Colegios que en las residencias; con todo, sólo aceptó 10
nuevos colegios, dada la escasez de personal. Las misiones de ultramar ocuparon también lugar
preferente en su mente. En Europa se destacó la actividad de Canisio en Alemania, de Borja
en España y de Nadal en todas partes, promulgando las Constituciones.
El General asistió al Coloquio de Poissy, convocado por Catalina de Médicis para discutir la
cuestión religiosa, y a la última sesión del Concilio (1563-64); quedó en Roma como Vicario
Francisco de Borja. La brillantez como teólogo del doctor de la Sorbona quedó manifiesta: a su
puño y letra se deben los decretos sobre las indulgencias, el culto a los santos y el purgatorio.
Estos encargos, asumidos por obediencia, le quitaron tiempo para el gobierno. Su salud física y
síquica se resintió. Al volver a Roma, sobrevivió 11 meses y falleció el 19 de enero de 1565 (tenía
53 años).
Su legado.- A la muerte de Laínez, la Compañía contaba con 3.500 miembros en 18 provincias
y 130 casas. Creó las provincias de Nápoles, Aquitania, Toledo, Lombardía, Rin y Austria.
Consiguió que el Concilio aprobase oficial y explícitamente a la SJ y a su Instituto, con todas sus
innovaciones. A su erudición y doctrina se debió en gran parte el prestigio intelectual de la
Compañía de Jesús.
2
SAN FRANCISCO DE BORJA (III General)
Español. Nació en 1510 en Valencia. Biznieto de Alejandro VI. Antes de su entrada en religión
fue Duque de Gandía, Marqués de Llombay, Virrey de Cataluña y hombre de confianza de Carlos
V. Ingresó en secreto a la Compañía (1546). Sacerdote en 1551. Comisario de España. Tuvo
problemas con la Inquisición.
Período: 1565-72. Los historiadores Scaduto, Bangert y Karrer difieren
sobre la fidelidad del Santo Duque a los principios ascéticos ignacianos.
Canonizado por Clemente X en 1671.
Contexto político y religioso.- San Pío V emprendió la tarea de aplicar
los decretos de Trento; para extirpar la herejía no dudó en recurrir a la
Inquisición. La amenaza del Turco –aliado de Francia- se cierne sobre
Europa, pero la Santa Alianza (Estados Pontificios, Venecia y España)
vence a la Media Luna en Lepanto. Borja fue comisionado por Pío para negociar la conformación
de la coalición anti-otomana. Se consolidan los imperios español y portugués en las Indias
Orientales y Occidentales.
Hechos de su Gobierno.- La CG II se inclinó en su elección por el prestigio del otrora Duque de
Gandía. El electo revisó las reglas de la Orden y, por influjo de las prácticas de ciertos jesuitas
españoles, aumentó el tiempo dedicado a la oración. Se preocupó de que cada Provincia tuviese
su noviciado: personalmente fundó el Noviciado de S. Andrés del Quirinal, en el que se formaron
S. Estanislao Kostka, el predicador Piotr Skarga (polacos ambos) y el futuro General
Aquaviva.
Una de las tareas más delicadas de este gobierno fue negociar con Pío V, quien deseaba
reintroducir el Oficio cantado. De hecho, esta medida se adoptó en mayo de 1569, pero
solamente en las casas profesas y sin interferir con otras tareas. El Papa también ordenó que
ningún religioso fuese ordenado hasta después de su profesión; por esta razón los NN. debían
profesar al menos tres votos solemnes para ser sacerdotes, hasta que Gregorio XIII (dic. 1572)
restauró la práctica original. Los Colegios prosperaron: de 50 en 1556 pasaron a 163 en 1574.
Borja promulgó la primera Ratio en 1569. Para su gobierno se apoyo en Visitadores. Se inició la
remodelación del Gesù. El General siguió muy de cerca la evolución de la Contrarreforma en
Alemania. Muchas fundaciones atendieron a reforzar la causa católica. Una expedición misionera
enviada por él a Brasil fue liquidada por los calvinistas en altamar (Azevedo y sus compañeros
mártires).
Borja recibió misiones especiales de Su Santidad, al igual que Laínez. De viaje a la Península
Ibérica –pese a sus achaques-, fue muy agasajado. Atendió negocios de la SJ y delicados
encargos diplomáticos en las cortes. El regreso a Roma fue penoso; llegó a la Ciudad Eterna
desahuciado, pero feliz de obedecer hasta el fin. Murió el 30 sept. 1572.
Su legado.- Su decisión referente a la oración alteró la concepción ignaciana, hasta que en el s.
XX se volvió a la práctica primigenia (cf. Bangert). Aplicó la resolución de la CG II de convocar
las Congregaciones de Procuradores, que demostró ser una medida muy acertada. Bajo su
administración la obra misionera se incrementó y fue próspera. La Compañía fundó nuevas
misiones en Florida, México y Perú. Se incrementó la penetración en Brasil. Sugirió a Pío V la
creación de la Congregación para la Propagación de la Fe.
Pedro M. Lamet SJ ha escrito recientemente una novela histórica sobre su vida: Borja, los
enigmas del Duque.
3
EVERARDO MERCURIANO (IV General)
Flamenco. Everard Lardinois nació en 1514 en la villa de Marcour (Luxemburgo belga), de ahí
su nombre. Ingresó en 1548 en París, ya como sacerdote. Primer General no español.
Gobierno: 1573-1580. Mercuriano dirigió y organizó el desarrollo de la Compañía y su actividad
apostólica, con lo que preparó el gobierno de Aquaviva. La consolidación fue el distintivo de su
período (Bangert).
Contexto político y religioso.- Pontificado de Gregorio XIII, quien dio
a la Contrarreforma un ímpetu más militante. Felipe II insiste en su
política de hegemonía continental y busca que los jesuitas también se
sometan a su real voluntad. Portugal es anexionado. Sólo Inglaterra,
regido por Isabel I, se interpone al dominio español, pues Francia está
muy debilitada por las guerras entre católicos y hugonotes. Isabel
persigue todo asomo de catolicismo en su Reino. Pero Bellarmino
gana puntos para la causa papal con sus célebres Controversias
(prohibidas por la Reina Virgen).
Hechos de su Gobierno.- Después de una tormentosa CG III, Gregorio XIII se salió con la suya:
impuso un General no español. Las maniobras de los portugueses, controladas desde Lisboa,
tuvieron como fin evitar la elección de Polanco, dada su condición de cristiano nuevo. Este
penoso incidente, que causó descontento entre gran número de los delegados, no pasó a
mayores gracias a la nobleza de Polanco; pero sembró la semilla de una gran crisis durante el
siguiente generalato. En todo caso, Mercuriano llegó con una importante experiencia
administrativa. Empleó sus grandes dotes de gobierno en dos campos:
a) Composición de reglas para Provinciales, Rectores, Ministros, etc.; surgieron así el
“Resumen de las Constituciones” y las “Reglas Comunes”, así como las reglas de cada
oficio (1577).
b) Selección, evaluación y síntesis de las directrices y normas de los Colegios. La
contribución de Diego Ledesma desde el Colegio Romano fue valiosa.
Se acelera el avance de la Compañía. De 3905 sujetos a la muerte de Borja, pasaron a 5165 en
1579, repartidos en 18 provincias, 199 casas (10 profesas, 33 residencias, 144 colegios y 12
noviciados). Por deseo del Papa, la Orden mantuvo los Seminarios, aceptó los Colegios Inglés e
Ilírico, pero se cerraron otros. Al P. Tolet se le confió la tarea de obtener la sumisión del cismático
Michael Baius a la Santa Sede; tuvo éxito, pero provocó el odio de los jansenistas. Mercuriano
tuvo que enfrentar ciertas desviaciones rigoristas en España y Portugal. Para ello, insistió en los
métodos de oración contenidos en los Ejercicios. También en la península surgió una demanda
para reformar el Instituto, refutada por Ribadeneyra.
Tuvo el Prepósito un valiente interés por las misiones: estableció las misiones maronita e inglesa,
enviando a la isla a Edmund Campion y Robert Pearsons. Envió personal a abrir Colegios en
Europa Septentrional y Oriental (Hungría, Transilvania y Polonia). Destinó a Possevino a una
difícil misión en Suecia y al organizador Valignano y al erudito Ricci a las misiones de Oriente.
Su legado.- Este prudente gobierno se caracterizó por medidas, quizá no originales, pero sí
orientadas a precisar mejor lo que era conforme al fin fundacional de la SJ y al espíritu del
Fundador. Consolidó la reforma oracional de su antecesor. Aseguró la vida religiosa por medio
de Reglas. En muchas decisiones (destino de profesores) aplicó la máxima ignaciana: el bien a
más universal es más divino.
4
CLAUDIO AQUAVIVA (V General)
Italiano. Nació en Atri, de familia aristocrática, en 1543. Ingresó al Noviciado de S. Andrés del
Quirinal en 1567; ordenado sacerdote en 1572.
Gobierno: El generalato más largo de nuestra historia –y uno de los más turbulentos-, duró
desde 1581 hasta 1615. En ese período hubo 8 pontificados (Gregorio XIII, Sixto V, Urbano VII,
Gregorio XIV, Inocencio IX, Clemente VIII, León XI y Pablo V) y 3 CC GG: IV, V y VI. Para él,
gobernar una Orden religiosa era cuidar paternalmente de un “ejército de hombres de Dios”.
Contexto político y religioso.- Felipe II fracasa rotundamente en su intento
de invasión a Inglaterra (desastre de la Armada Invencible, 1588). Sus
diferencias con la Compañía se agudizaron. Las guerras de religión en
Francia remitieron gradualmente tras la absolución de Enrique IV de
Navarra (París bien vale una misa, 1597; los jesuitas Georges, Toledo y
Possevino desempeñaron papel importante). El Papa más cercano a la SJ
durante este periodo fue Gregorio XIII: encargó la reforma del calendario a
Clavius y fue bienhechor del Col. Romano, que tomó su nombre: Universitas Gregoriana. El
prestigio moral de la Santa Sede va en aumento.
Hechos de su Gobierno.- Tiempo de extraordinarios obstáculos: desavenencias externas con
el Rey de España, con Sixto V y con los teólogos dominicos; y al interior, la actividad de ciertos
renegados y la rivalidad entre españoles e italianos condujeron a insólitas complicaciones y a la
convocatoria de dos CCGG. Estalló la tormenta en España: un grupo de jesuitas descontentos
atacó puntos esenciales del Instituto. La Orden estaba aquejada por la inevitable crisis producto
de su gran crecimiento. Felipe intervino contra el poder del General, tejiendo más de un ardid
para limitar los poderes de Aquaviva, asegurando la subordinación de los jesuitas españoles a
la Corona y a la Inquisición. Sixto V, por su parte, desea cambios profundos en las
Constituciones. Ante una lluvia de cartas de príncipes y obispos, el Papa retrocede y sólo exige
el cambio del nombre de la Compañía. La muerte se lleva al Pontífice cuando tenía listo el
documento oficial en ese sentido. También en Portugal e Italia hay problemas: el General actuó
ante Gregorio XIV e Inocencio IX para frenar las maniobras del Card. Archiduque Alberto y de
Pietro Maffei (instigados por perturbadores dentro de la misma Orden).
La CG V (1593) apoyó a Aquaviva contra las facciones oponentes (los disidentes fueron
expulsados como “malos hijos”) y el intento de deponerlo fue vencido. Como legislador, Aquaviva
aclaró puntos del Instituto y promulgó la Ratio Studiorum (1599), el documento clave de nuestra
educación hasta el s. XIX y que se convirtió en un clásico de la pedagogía universal. La SJ fue
expulsada de Burdeos por su cauta postura política, de toda Francia, acusada de conspirar contra
la vida del Rey –atentado de Chastel, 1594- y de Venecia, por defender al Papado. La CG VI
(1608) completó la unificación de opiniones. Pablo V (1606) reconfirmó el Instituto en nombre de
la Iglesia, zanjando el tema. A partir de 1608, Enrique IV favoreció abiertamente a la SJ en
Francia.
Su legado.- Gran defensor del Instituto. Gracias a su tenacidad y tino, alejó por fin las amenazas
contra el ideal de Ignacio, producto de la miopía de algunos Papas, Cardenales y religiosos. Legó
a Vitelleschi un clima de paz. Escribió abundantes documentos (cartas, directrices para los
Superiores). Se establecieron misiones en Canadá, Chile, Paraguay, Filipinas y China. A la
muerte de Aquaviva, la Orden se había desarrollado extraordinariamente: contaba con 13.112
miembros (aumento de más del 100%) en 32 provincias y 559 casas (23 profesas, 372 colegios,
41 noviciados, 123 residencias). La Compañía era ya la primera fuerza de la Cristiandad, toda al
servicio del Romano Pontífice.
5
MUZIO VITELLESCHI (VI General)
Romano. Nació en 1563. Ingresó a los 20 años de edad; fue ordenado sacerdote en 1590.
Gobierno: 30 años, segundo más largo de nuestra historia (1615-1645). Durante estas tres
décadas, cuatro Papas gobernaron la Iglesia: Pablo V, Gregorio XV, Urbano VIII e Inocencio X.
La SJ creció sostenidamente en su periodo. Hombre profundamente espiritual, era más propenso
a la blandura que a la severidad.
Contexto político y religioso.- Entre 1618 y 1648, Europa Central es
sacudida por la Guerra de los 30 Años, que concluye con la victoria
de Francia, Suecia y de los príncipes protestantes alemanes. La
derrota de los Habsburgo significa un enorme golpe para España, que
se hunde en la decadencia. Es la hora del imparable ascenso francés,
gobernada por el Card. Richelieu; el país galo se erige como el gran
referente cultural e ideológico de Occidente. Descartes – exalumno de
nuestro colegio de La Fleche- significa una revolución en la Filosofía.
Las ideas de Copérnico y Galileo no consiguen ser erradicadas.
Gregorio XV (1621-23), fundador de la Congregación para la
Propagación de la Fe (1622), fue el primer Pontífice en haber sido formado por la Compañía (en
el Colegio de Boloña).
Hechos de su Gobierno.- Este generalato fue uno de los más pacíficos y progresistas, pues ya
habían sido superadas las pruebas del período anterior. El Prepósito zanjó en sus comienzos
cualquier conato de tensión. Fue exigente en cuestiones de pobreza y prohibió el uso del tabaco.
Quizá el mayor problema fue la guerra que causó estragos en Alemania y dificultó la acción de
la Compañía en esa región. La canonización de Ignacio y Javier (1622) y el Centenario (1640)
fueron celebrados con gran alegría.
Comenzaron las grandes misiones del Paraguay; en cambio, la Cristiandad del Japón fue
erradicada a sangre y fuego por los líderes locales, que veían con mucho recelo al Catolicismo.
Se segó así una floreciente iglesia. Inglaterra, más tolerante, alcanzó en 1619 el rango de
Provincia; China, en ese mismo año, se convirtió en VProvincia. Vitelleschi apoyó el trabajo
heroico de Pedro Claver, pese a los recelos de los Superiores locales. Se establecieron misiones
en el Tíbet (1624), Tonkin (1627) y el Marañón, dependiente de Quito (1640). Prohibió comprar
esclavos en Guinea para el Colegio de Cartagena y aceptar donados (seglares al servicio de los
sacerdotes jesuitas y que a veces vestían hábito) en el Cuzco y Canadá. Fue contrario a admitir
criollos en los noviciados de Hispanoamérica, por considerarles poco aptos para nuestra
formación ascética.
Su legado.- En su período hubo paz interna y un sólido crecimiento. Vitelleschi incentivó la
actividad misionera en Filipinas, Canadá (“la pupila de sus ojos”, que dio muchos mártires),
Maryland y en las reducciones del Paraguay (aseguradas por la victoria de los guaraníes en
Mbororé sobre los bandeirantes). La tranquilidad interna tuvo el contrapeso de la Guerra de los
30 Años, el fin de la adhesión de Etiopía a Roma y las persecuciones en China y Japón. Ignacio
y Javier fueron elevados a los altares junto con Teresa de Ávila, Felipe Neri e Isidro Labrador (12
mar. 1622).
El historiador español Julián Lozano en su seria investigación La Compañía de Jesús y el poder
en la España de los Austrias (Cátedra, 2005) llama la atención documentadamente sobre el
entramado de influencias en torno a la Corte de Madrid que el General atendía desde Roma.
6
Inclusive algunos jesuitas estuvieron involucrados, en nombre de la Iglesia, en delicados asuntos
internacionales, como por ejemplo, las negociaciones matrimoniales entre la hermana de Felipe
IV de España y el Príncipe de Gales (1618-23). Pero, ante todo, Vitelleschi dejó una Compañía
saludable, “animada de empuje apostólico en todas las regiones donde estaba presente” (Fois
SJ).
7
VINCENZO CARAFFA (VII General)
Italiano (nació en Andria, 1585) De familia noble, era pariente del Papa Pablo IV. Ingresó al
Noviciado en 1604. Enseñó filosofía y fue Superior y Provincial en Nápoles. Destacó como
escritor espiritual. Contaba 60 años de edad al momento de su elección como Prepósito. Murió
cuatro años después. Siervo de Dios.
Contexto político y religioso.- En 1648 se firmó la Paz de Westfalia, que puso fin a la Guerra
de los 30 Años y sentó las bases del principio de tolerancia religiosa (cuius regio, seius religio).
Inocencio X –uno de los Pontífices más notables de la época- desaprobó los acuerdos,
llamándolos “nulos, inválidos e inicuos”, entre otros epítetos. A partir de Westfalia comienza el
proceso de declive del poder político del Papado. En 1649, Carlos I de Inglaterra es ejecutado;
Oliver Cromwell toma el poder sobre bases republicanas.
Hechos de su Gobierno.- Con Caraffa inicia un periodo de generalatos breves. Él gobernó a la
Compañía entre 1645 y 1649; este cuatrienio no estuvo exento de acontecimientos:

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

En Francia, comenzó la larga controversia teológica con los jansenistas, católicos
rigurosos que desaprobaban la teología moral jesuítica, acusándola de laxa.
En Puebla, México, el Opispo Juan de Palafox –hostil hacia la Compañía- impuso un
interdicto sobre los NN. Las hondas diferencias de
criterios pastorales entre el Obispo y la Orden motivaron
la intervención del Papa, que ordenó a los jesuitas “a
respetar la jurisdicción episcopal”.
Isaac Jogues, Jean de Brébeuf, Henry Morse y otros
compañeros en Canadá e Inglaterra alcanzaron la palma
del martirio, demostrando que el fervor misionero no
había decaído en la SJ.
En 1647, la colonia de Massachusetts prohibió, bajo pena
de muerte, el ingreso de jesuitas.
Su legado.- Aparte de su correspondencia, su único escrito
conocido como General fue la carta De mediis conservandi primævum spiritum Societatis (Los
medios de preservar el primitivo espíritu de la Compañía). La conocida Cofradía de la Buena
Muerte, que alcanzó difusión universal, fue instituida a sugerencia del Padre Caraffa.
8
FRANCESCO PICCOLOMINI (VIII General)
Italiano (Siena, 1582 – Roma 1651). Su familia era de las más nobles de Siena. Entre sus
ancestros se cuentan dos Papas (Pío II y Pío III) y Octavio, General del Imperio durante la Guerra
de los 30 Años (personaje clave en la trilogía dramática Wallenstein, de Schiller; de hecho, la
segunda parte se titula Die Piccolomini).
Ingresó al Noviciado a los 16 años de edad. Fue profesor de Filosofía en el Colegio Romano, así
como Provincial sucesivamente de Roma, Milán y Venecia.
Contexto político-religioso.- Prosiguen el pontificado de Inocencio X y la guerra entre Francia
y España. Descartes muere en feb. 1650 en Estocolmo, adonde había ido invitado por Cristina
de Suecia. Cromwell gobierna con mano de hierro la República Inglesa.
Hechos de su Gobierno: Piccolomini fue electo por la CG IX en 1649. Contaba 75 años de
edad. Uno de sus empeños al asumir el cargo fue crear nuevas Provincias. Insistió en que
solamente hombres de excepcional virtud sean aceptados a la profesión de cuatro votos y que
no se tratasen cuestiones bizantinas en las cátedras de Filosofía y Teología de los NN. Canadá
continuó siendo regado por la sangre de mártires jesuitas.
El P. General murió después de apenas 18 meses en el cargo
(estaba agotado por sus anteriores cargos de gobierno y por el
generalato).
9
LUIGI GOTTIFREDI (IX General)
Italiano (Roma, 1595 - 1652). Entró al Noviciado a los 15 años de edad. Conocido predicador en
Roma, profesor de Teología y Rector del Colegio Romano; además, fue Secretario de la
Compañía durante el generalato del P. Vitelleschi.
CG X: Fallecido el P. Piccolomini, se reunió la CG, que eligió al
P. Gottifredi como Prepósito, el quinto italiano consecutivo en
ocupar el cargo. Eran tiempos en que los congregados juzgaban
–siguiendo la lógica imperante para la elección del Sumo
Pontífice– que un General italiano estaría más al margen de los
conflictos políticos entre Francia, España y las demás potencias
europeas.
La CG había decidido concluir sus trabajos el 20 de marzo. Sin
embargo, con apenas 50 días en el cargo, el P. General muere
el día 12. Por tanto, los congregados procedieron a hacer una
segunda elección. Esta vez eligieron a un alemán, Goswin
Nickel. Esto hace de la CG X la única congregación en haber
electo dos Generales.
10
GOSWIN NICKEL (X General)
Alemán (de Renania-Westfalia). Ingresó a la Orden en 1604; ordenado en 1614.
Gobierno: Duró 9 años efectivos, pues los tres últimos (1661-64) estuvo inhabilitado (habrá que
esperar a Beckx y Anderledy para un caso semejante). En noviembre de 1660 nombró Vicario
en la persona de C. Schorrer. Los contemporáneos alabaron su gran rectitud y dedicación al
generalato.
Contexto político y religioso.- Prosiguen el ascenso francés (sube al trono el Rey Sol, Luis
XIV) y la decadencia española (reinado de los Austrias menores), declive manifestado incluso en
la producción literaria (culteranismo). Paz en Europa (salvo Polonia, asolada por suecos y
cosacos) en medio de recesión económica y pestes (186 jesuitas entregan su vida al servicio de
los enfermos). En 1653, por medio de la bula Cum ocassione, Inocencio X condena el Augustinus
de Janssen. En 1655 es electo Papa Alejandro VII.
Hechos de su Gobierno.- Nickel, de 70 años, era Asistente de Alemania -la Asistencia más
numerosa con 10 Provincias y 5100 sujetos) al momento de su elección. Una de las
personalidades más llamativas con quienes se relacionó fue la Reina Cristina de Suecia, que
escogió a los jesuitas para que le acompañasen en su conversión
al catolicismo, suceso muy sonado en Europa. Al artista Bernini
se le encomendó la construcción de una nueva iglesia en el
Quirinal. La controversia sobre los ritos chinos (iniciada en 1645)
continuaba.
Un problema que enfrentó el General fue la crisis económica de
la Compañía, explicada en parte por los destrozos de la Guerra
de los 30 Años. Limitó el número de admisiones y exhortó a una
mayor austeridad personal y corporativa. Escribió una carta
amonestando por las rivalidades internacionales y regionales
entre los NN. Durante su período, la lucha contra los jansenistas
se tornó más virulenta. Nickel recibió de lleno el duro embate de
Blaise Pascal y sus Cartas Provinciales, escritas en un perfecto
francés. La fidelidad de los jesuitas franceses al latín les impidió
contrarrestar el golpe. La Orden volvió a Venecia en 1656. Los misioneros jesuitas en ultramar
alcanzaron el millar. Martirio de S. Andrés Bobola. Nickel se enfrentó a Juan IV de Portugal,
partidario de la división de la Provincia en dos, medida que resultó desastrosa.
Debido a su avanzada edad, el anciano Nickel obtuvo de la CG XI (reunida por orden papal) el
nombramiento de G. P. Oliva como Vicario General (7 jun. 1661), con plenos y universales
poderes. Alejandro VII aprobó la resolución; siempre mantuvo en muchísima estima a Nickel y
a la Compañía (de hecho, el confesor papal era jesuita: S. Pallavicini).
Su legado.- En ocasiones, Nickel fue severo: llegó a remover Superiores y a un Provincial (el de
Aquitania) por desobedecerle. Dio una enseñanza de humildad y mesura religiosa a todos. Asistió
al desarrollo de las misiones populares. Defendió vigorosamente los intereses de la SJ, incluso
frente a los poderes seculares. Fue un gran administrador.
11
GIOVANNI PAOLO OLIVA (XI General)
Genovés. Nació en 1600, de familia aristocrática. Ingresó en 1616, fue ordenado sacerdote en
1628.
Gobierno. 1661-1664: Vicario; 1664-1681: General. Oliva fue electo por la CG XI, que trató de
remediar cierta crisis en la vida religiosa de la Compañía. Aportó a su generalato ricas dotes
humanas y espirituales, reconocidas incluso por Leibniz y Luis XIV.
Contexto político y religioso.- Se incrementa la polémica en la Iglesia en torno al Jansenismo.
Tensiones entre Luis XIV (dirigido espiritualmente por un jesuita: de la Chaize) e Inocencio XI.
Cobran fuerza las tesis galicanas. El Imperio Portugués continúa siendo desmembrado por
Holanda e Inglaterra. Entre 1666-69, un jesuita austriaco, Johann Nithard, fue nombrado 1er
Ministro de España por Mariana de Habsburgo, con desastrosos resultados.
Hechos de su Gobierno.- Durante este generalato, la Compañía fundó una misión en Persia, la
cual al principio tuvo éxito, con 400 mil conversos en 25 años. En 1736, la misión fue destruida
por una violenta persecución. Alejandro VII autorizó a los jesuitas de China desempeñarse como
mandarines en la corte, prueba de que las relaciones con la Santa Sede fueron excelentes, por
lo menos hasta la cuestión de los vicarios apostólicos (1673-80).
La división de la Provincia de Portugal en dos resquebrajó
la unión de ánimos; por este motivo Oliva decretó la
reunificación (1665). En Austria y Bohemia, 41 jesuitas
ofrendaron su vida en servicio de los apestados (1679-80).
En España, el General fue firme respecto a la pobreza y las
querellas nacionalistas en Aragón, donde los catalanes se
quejaban de ser relegados de la dirección de colegios. El
General intervino también en Hispanoamérica, expulsando
18 jesuitas del Perú, y enfrentando una “escandalosa”
rebelión contra el Visitador que unió la VProvincia Chilena
con Paraguay. Dado que la inobservancia prosiguió en
Chile, el General suprimió la VProvincia, anexándola al
Perú. En 1679, saneada la situación, se volvió a erigir la
VProvincia Chilena.
Como dato curioso, el P. Oliva frenó el ministerio de los exorcismos, ya que se demostró que
había habido credulidad imprudente en casos de mujeres en apariencia posesas. Fue una de las
épocas más difíciles en la historia de la Compañía, ya que la controversia con el jansenismo, el
derecho de regalías (en Francia) y la teología moral fueron caballos de batalla de nuestros
enemigos.
Su legado.- Como vemos, fueron múltiples las crisis locales que Oliva tuvo que enfrentar. Había
provincias con síntomas preocupantes: relajación de la pobreza, desenvoltura en la
administración, distensión disciplinar y espiritual, problemas en la formación, acusaciones de
laxismo, desunión de ánimos… Oliva trabajó con honestidad para mantener la alta reputación
intelectual y el espíritu de pobreza y obediencia en la Orden. Durante este gobierno, empero, se
mantuvo en alto la entrega a las misiones populares y entre infieles, donde los NN. aún eran
capaces de empresas admirables y actos de heroísmo hasta llegar al martirio. En una circular
enviada a todas las casas de estudio, el General urgía a cultivar las lenguas orientales. Tenía un
espíritu genuinamente ignaciano, una piedad profunda y una austeridad de vida que le impulsaba
a penitencias durísimas (M. Fois SJ).
12
CHARLES DE NOYELLE (XII General)
Valón (n. Bruselas, 1615). Ingresó al Noviciado en Malinas, 1630. Sacerdote en 1644. Profeso
de 4 votos, 1648. Fue Rector y después, Asistente de Alemania durante 21 años. Oliva confiaba
mucho en él y lo designó como Vicario.
Gobierno: 1682-86. Electo por la CGXII (junio 1682) por unanimidad de votos, excepto el suyo.
Contexto político – eclesial.- En 1683 tiene lugar el último intento turco de conquistar el centro
de Europa. Viena es sitiada. Los jesuitas transforman sus casas en hospitales de emergencia.
La intervención del Rey de Polonia, Jan Sobieski, salva a Austria: los turcos son derrotados.
Las pugnas entre Luis XIV e Inocencio XI recrudecen. Un edicto real obligó a las universidades
francesas a enseñar los Cuatro Artículos Galicanos, que restringían el poder pontificio en Francia.
Noyelle fue enfático al exigir que ningún jesuita enseñase ninguna doctrina desaprobada por el
Papa. Jacobo II -católico- llega al trono inglés.
Hechos de su Gobierno: El nuevo Prepósito promovió las misiones populares y los EE,
apostolados que fueron fructíferos en Francia y los países vecinos. Destacaron Tirso González
en España y Antonio Vieira en Portugal. La Compañía
promovió con ahínco la devoción al Sagrado Corazón. El
General apoyó también las misiones de Noruega y China
(que en conjunto sumaban 36 misioneros). Dos jesuitas
se instalaron en Moscú y otros en las Islas Marianas; la
Asistencia de Francia inauguró nuevas misiones en
Armenia y Turquía (1684).
El Rey Sol acababa de conquistar los Países Bajos
meridionales; solicitó a Noyelle que las casas SJ en estos
territorios se incorporasen a la Asistencia de Francia. El
atribulado General dio largas al asunto; cuando parecía
que iba a ceder, España comunicó a la Curia Generalicia
que exigía que también Milán y Nápoles, posesiones
hispánicas, se transfiriesen de la Asistencia de Italia a la
de España. El asunto quedó en suspenso hasta la muerte
de Noyelle en 1686.
En Extremo Oriente, los vicarios apostólicos designados por Propaganda Fide se quejaban
frecuentemente de la insumisión de los jesuitas y de que éstos continuaban practicando los ritos
chinos y malabares. La Santa Sede prohibió enviar más misioneros. Luis XIV envió por su cuenta
a seis jesuitas como “matemáticos del Rey” a Siam y China. La prohibición de Noyelle a este
envío llegó tarde; el influyente confesor real, De la Chaize, se encargó de explicar el asunto al
Nuncio, librando de responsabilidad al General.
Su legado: Noyelle fue un hombre de gran sencillez, prudencia y moderación. Al terminar este
periodo, la Orden tenía 18 mil miembros, 36 Provincias y una VProvincia (China), agrupadas en
5 asistencias: Italia, Francia, España, Portugal y Alemania. Se apreciaban signos de desgaste:
aburguesamiento, aires de superioridad y disminución en el fervor espiritual. Sobre todo en
Francia, algunos de los NN. aparecían influenciados por el galicanismo y el jansenismo.
Noyelle percibió estos problemas y les hizo frente, pero la muerte se lo llevó a escasos cuatro
años de su nombramiento.
13
TIRSO GONZÁLEZ (XIII General)
Español. Nació en León, 1624. Destacó entre 1665-76 como misionero popular: evangelizó
Extremadura, Navarra, Andalucía... Su primer compañero fue el Beato Diego de Sanvitores. Su
rigorismo es anunciado ya en 1674 en su opúsculo Acerca de los escotados y trajes provocativos.
Nunca fue Superior antes de su elección como Prepósito.
Gobierno: fue electo por la CG XIII. Su periodo abarcó entre
1687 y 1705, 19 años, dominados por las pugnas teológicas.
Contexto político y religioso.- Newton publica sus
Principia Mathematica en 1687. Frente al intento de Jacobo
II de restaurar el Catolicismo, se produce una reacción
anglicana apoyada por los whigs que conduce (1688) a la
Revolución Gloriosa. En 1692, el Emperador de China
promulga un edicto de tolerancia religiosa; en el país
practican su fe entre 200 y 500 mil católicos. El Rey Sol
alcanza el apogeo de su poder; Francia marca el paso de la cultura, artes y letras en Europa.
Las otras potencias arman un frente para frenar el expansionismo galo y las guerras se suceden.
En 1700 se produce la crisis que lleva a la Guerra de Sucesión Española.
Hechos de su Gobierno.- Su elección fue insólita. En jun. 1687 los delegados a la CG XIII
llegaron a una Ciudad Eterna donde la preocupación por la teología moral estaba a la orden del
día. Inocencio XI pidió a la CG dos cosas: la elección de González y un decreto estatuyendo que
los jesuitas fuesen libres para defender el probabiliorismo. La Congregación accedió.
González decretó en 1696 la erección de la Provincia de Quito, segregada de la del Nuevo
Reino. Asistió al comienzo de las célebres misiones del P. Kino en California y en el norte de
México. En Próximo Oriente, la Orden estableció misiones en Turquía, Líbano, Siria,
Mesopotamia y Armenia. En India fue luminoso el apostolado de S. Juan de Brito, aunque en
1704 fueron condenados los ritos malabares. Las misiones de Indochina dieron muchos mártires.
El General se entrometió en la larga controversia entre probabilismo y probabiliorismo. Él mismo
fue un fervoroso cruzado del segundo sistema. Al contar el primero con el respaldo de la mayoría
de nuestros moralistas, emergieron complejas discusiones entre González y sus Asistentes, que
no remitieron hasta la CG XIV (1699). Con aprobación del Papa, se dejó en libertad a ambos
bandos para sostener sus sistemas, aunque urgiendo la caridad. Un tratado de Tirso, ataque a
la Déclaration du clergé de France, fue publicado en Roma en 1689; sin embargo, Alejandro
VIII, hizo que la obra fuese retirada ya que sus efectos habían hecho que las relaciones entre
Francia y la Santa Sede fuesen más tensas.
Su legado.- El Diccionario Histórico afirma que fue un generalato positivo, de aumento numérico
(de 18.300 jesuitas a 19.700), de empuje apostólico en inaugurar y potenciar misiones. En los
postulados de las CCGG apenas se encuentran signos de pérdida del espíritu religioso y se nota
la preocupación por el magis en la formación. Con un amor apasionado por la Compañía,
González empuñó las riendas del gobierno con firmeza, en donde estaba de por medio el
prestigio de la Orden. Bangert, por su parte, dice que si fuera posible poner entre paréntesis las
contiendas teológicas, esta administración sería muy encomiable. González fortaleció el genuino
espíritu religioso, animó la labor de las misiones populares. Puso el rostro a la ridícula condena
de la Inquisición al trabajo de los Bolandistas y propagó la devoción a nuestros santos SJ. Murió
a los 84 años.
14
MICHELANGELO TAMBOURINI (XIV General)
Italiano. De Módena, nació en 1647. Ingresó a los 17 años de edad. Sacerdote en 1675.
Provincial de Venecia y Secretario de la Compañía. Vicario de González en 1703.
Gobierno: 1706- 1730. Fue electo por la CG XV a los 58 años. Ningún General antes que él
encaró ataques de proporciones tan grandes.
Contexto político y religioso.- La Guerra de Sucesión Española termina con el ascenso de los
Borbones al trono (1713). Prusia y Rusia cobran progresiva importancia en la escena europea.
El Rey Sol y el Papa Clemente XI asestan duros golpes al Jansenismo. El sistema cartesiano
adquiere progresivo prestigio en el ámbito filosófico. Luis XIV muere en 1715, le sucede Luis XV.
Al final de este período se evidencia un declive de la autoridad del Papado en la política europea.
Estamos en los albores de la Ilustración.
Hechos de su Gobierno.- La Compañía contaba con 19 mil miembros y seguía creciendo.
Durante el largo reinado de Luis XIV germinaron en Francia movimientos muy hostiles contra la
SJ. Los poderes autocráticos del Rey, su galicanismo, su insistencia en la eliminación de los
jansenistas por la fuerza, la forma en que obligó a la
Orden a tomar parte en la disputa con Roma por las
regalías (1684-8), dieron lugar a una falsa situación
en la que los papeles podían invertirse en cualquier
momento. La destrucción de Port Royal y la condena
de los errores jansenistas (bula Unigenitus, 1713)
probaron la ortodoxia de las teología moral jesuítica.
A la muerte del Rey, el regente desterró al influyente
confesor Le Tellier, mientras el obispo de París,
Cardenal de Noailles, sometió a los jesuitas a un
interdicto (1716-29).
Respecto a los ritos chinos, la Compañía fue
acusada repetidamente de eludir las órdenes de la
Santa Sede (en Macao). Tamburini protestó
enérgicamente contra estas calumnias; cuando en
1711 los procuradores se reunieron en Roma, hizo
que firmasen una protesta dirigida a Clemente XI. Inocencio XIII exigió nuevamente acatar las
disposiciones de su predecesor.
El General mostró interés por los territorios de frontera del catolicismo (Holanda, Alemania y
Hungría) y por Armenia y Persia. Estaba al corriente de las misiones de Maryland y Nueva
Francia (Québec) y se preocupó de los colegios británicos en el Continente. Durante su
generalato la misión de Paraguay alcanzó una enorme prosperidad; en un año acudieron allí 77
misioneros. Las labores de S. Francisco de Gerónimo y del Beato Antonio Baldinucci (Italia)
ratificaron el compromiso con las misiones populares.
Su legado.- Tamburini procuró la canonización de Gonzaga y Kostka, y la beatificación de Regis.
Falleció a la edad de 82 años, sin nombrar Vicario. Sus cartas reflejan a un cortés diplomático,
firme en sus decisiones, talento del que hizo mucho uso para aplacar la cólera de los Papas ante
las acusaciones que llegaban desde China. En 1730 la Compañía contaba con 37 provincias, 24
casas de padres profesos, 612 colegios, 59 noviciados, 340 residencias y 200 centros
misioneros. En opinión de Bangert, a la muerte de Tamburini la Compañía quedó intacta, pero
insegura.
15
FRANTISEK RETZ (XV General)
Bohemo. Nació en Praga (1673). Ingresó a la SJ a los 16 años. Doctor en Filosofía y Teología.
Provincial de Bohemia. Asistente de Alemania. Vicario General, convocó a la CG XVI.
Gobierno: 1730-1750. Hombre afable, humilde y devoto, trató de preparar a la SJ para los
inciertos tiempos que se acercaban (G. Mellinato)
Contexto histórico y religioso.- Comenzó uno de los pontificados más importantes del siglo
XVIII, el de Benedicto XIV (1740-1758). En 1742, por medio de la constitución Ex quo singulari,
el Papa rechazó los ritos chinos, animó a los misioneros al martirio y les exigió un juramento de
obediencia. En 1750, Portugal y España firman el Tratado de Madrid, que implica el traspaso de
siete de las más ricas reducciones guaraníes a soberanía lusa. Francia entra de lleno en la
Ilustración; asciende la estrella de un exalumno de nuestro Colegio “Luis el Grande”: Voltaire.
Hechos de su Gobierno.- La CG XVI eligió a Retz (57 años) casi unánimemente (68 votos de
70) al 1º escrutinio. A continuación, la CG recomendó al General que redactara una lista de
proposiciones que debían prohibírseles enseñar a los NN. En una de sus primeras cartas, Retz
solicitó suma prudencia, pues avizoraba la tormenta,
especialmente en Francia.
La prohibición de los ritos chinos fue un duro golpe para la
misión en el Celeste Imperio. Dos años después, Benedicto
dictaminó también en contra de la práctica del apostolado
selectivo en India (deferencia de los jesuitas a la estructura de
castas, por lo que evitaban el contacto con los parias para no
hacerse inaceptables a los brahmanes). Retz urgió a los
misioneros acatamiento total a las disposiciones romanas,
aunque eso implicase el colapso de la misión. Efectivamente,
los jesuitas de China e India acataron los decretos. En Tonkín
murieron mártires cinco de los NN. (1737)
Otras zonas de misión prosperaron como nunca antes. Las
misiones populares en Alemania (Baviera, Tirol) florecían.
La SJ llegó a evangelizar las islas Marianas y la Luisiana. Las reducciones guaraníes lograron
su máximo desarrollo: en 1732 la Provincia Paraguaya dirigía 30 reducciones en las que vivían
141.252 guaraníes. Por estos años, los testimonios de misioneros y visitantes se refieren a su
prosperidad. Antonio Sepp SJ escribía: “un pueblo que no tenga tres o cuatro mil caballos se
considera pobre”. En total, en Iberoamérica (1749) operaban 2171 misioneros SJ, distribuidos en
México, el Orinoco, el Marañón, Chiquitos y Paraguay.
Su legado.- La Compañía creció sostenidamente en este período. En 1750, la SJ estaba
organizada en 5 asistencias y 39 provincias. 22,589 jesuitas (11.293 sacerdotes) trabajaban en
24 casas profesas, 669 colegios, 61 noviciados, 335 residencias, 273 puestos de misión y 176
seminarios. Las provincias más florecientes eran Alemania Superior con 1.082 sujetos, y Francia,
con 814. En España, se fomentaron las Congregaciones Marianas. Retz abrogó la obligación de
convocar CG cada 9 años y obtuvo la canonización de Juan F. Regis (1738); con este ejemplo
promovió las misiones rurales. El suyo fue quizá el gobierno más tranquilo, en el plano
estrictamente político, en la historia de la Orden; estas dos décadas pueden ser descritas “como
la paz que precede a la tormenta”.
16
IGNAZIO VISCONTI (XVI General)
Milanés. Estudió en nuestro colegio de Parma. Ingresó al Noviciado en 1702; enseñó
Humanidades durante 20 años. Retz le nombró Provincial y, más tarde, Asistente de Italia. Electo
por la CG XVII al 1º escrutinio. Su generalato fue uno de los más breves (3 años y 10 meses,
1751 – 1755).
Contexto político y religioso.- Visconti heredó el serio
problema del Tratado de Límites hispano- portugués de 1750,
firmado sin ninguna consideración hacia el pueblo guaraní y
que nuestros misioneros juzgaron injusto. También
concerniente a España fue el concordato aprobado por
Benedicto XIV (1753), que dejó en manos de la Corona todos
los nombramientos de Obispos, hecho cuyas implicaciones se
extenderían hasta más allá de la Independencia de nuestros
países. En Portugal, era ya evidente la política anticlerical del
Ministro Sebastião José de Carvalho. En nov. 1755, Lisboa
fue arrasada por un terremoto (9 en la escala Richter).
Hechos de su Gobierno.- Mal informado, el P. General tuvo
una “desafortunada intervención” (según el Dicc. Hist.) en torno
al problema guaraní. Escribió una carta (jul. 1751) al Provincial
de Paraguay, en la que mandó bajo pecado mortal la
evacuación de las siete reducciones. Un Comisario, Luis de
Altamirano SJ (que en La Misión aparece como exjesuita, una licencia histórica del guión de la
película), se encargó de asegurar la transferencia y la aceptación del Tratado por parte de los
NN.
En la isla Martinica, el P. Antoine de Lavalette comenzó a ser acusado por estar inmerso en
operaciones comerciales riesgosas. En 1753, Visconti lo llamó a Europa para que justificase su
conducta. Antes de morir, el General le permitió retornar a su misión, con la orden de detener
sus actividades comerciales. Lavalette ignoraría esta orden.
Su legado.- Escribió cartas a toda la Compañía sobre los estudios, la pobreza y la vida espiritual
de los Escolares. Los eventos en Paraguay mostraron la indefensión de la Compañía ante
posteriores maniobras de Carvalho; con todo, Visconti trató de defenderla de los ataques
desatados en Portugal y Francia, así como de las intrigas urdidas en la misma Roma. Estos
acontecimientos amargaron su generalato y quizá precipitaron su muerte.
17
LUIGI CENTURIONE (XVII General)
Genovés. Nació en 1686. Enseñó letras, filosofía y teología antes de ser Provincial de Milán
(1750). Sucedió a Visconti como Asistente de Italia. Vicario General en mayo de 1755.
Gobierno: 1756-58; electo por la CG XVIII, que creó una nueva Asistencia (la sexta): Polonia.
Contexto político y religioso.- Después del terremoto de Lisboa, el Ministro Carvalho desató
una campaña de calumnias a nivel continental contra la SJ. También en 1756 comenzó la Guerra
de los Siete Años entre las potencias europeas, que involucró también a las colonias en
Norteamérica, el Caribe y la India.
Hechos de su Gobierno.- La CG encomendó refrenar la vida burguesa que se había infiltrado
en algunas comunidades (estamos en medio del esplendor del Siglo de las Luces). Por tanto, la
primera medida de Centurione fue escribir una carta sobre “el espíritu de la vocación del jesuita”:
entrega apostólica generosa por extender y defender la fe de todas las formas posibles, a las
órdenes del Papa. Esto implicaba además un celo ardiente contra toda clase de vida cómoda, fe
viva e intensa oración. Siguió otra carta a los Superiores mayores sobre los estudios de Moral,
que había que incrementar y así evitar cualquier pretexto
de acusaciones a cargo de nuestros enemigos, que eran
ya muchos. La Orden estaba a la defensiva en todos los
frentes (teológico, político, e incluso misionero, después
del asunto de Paraguay y de las reiteradas calumnias
respecto de los ritos chinos y malabares).
Este General asistió al empobrecimiento de los colegios
del centro y del norte de Europa por la guerra, así como
a la hostilidad de los Philosophes (Voltaire, Diderot,
Montesquieu) en Francia, donde se incrementaron los
rumores de quiebra del P. Lavalette.
Su legado.- Hombre de notables cualidades, gozaba de
la estima de Benedicto XIV. “Trabajador y resuelto,
poseedor de una fina cortesía e, incluso, de sentido del
humor” (Dicc. Hist.). Era perspicaz y hábil para tratar los
negocios políticos y eclesiales. Su principal dedicación fue defender a la Compañía en medio de
tantas acusaciones, pero su salud era débil: falleció a los 72 años, apenas 18 meses después
de su nombramiento.
Su fortaleza de ánimo le dio valor para deponer a superiores de casas y provincias, para imponer
a todos el cumplimiento del deber. “Preparaba así, sin preverlo, a los jesuitas para sobrellevar
con fortaleza la suprema prueba de la supresión”.
18
LORENZO RICCI (XVIII General)… último de la antigua Compañía
Florentino, nacido en 1703; ingresó al Noviciado a los 15 años. Profesor de Humanidades en
Siena. Secretario de la Compañía. Nunca fue Superior antes de su elección como General. Varón
mansísimo y piadosísimo… Religioso dulce y casi tímido (Villoslada).
Gobierno: los tormentosos años que van de 1758 a 1773.
Contexto político y religioso.- Es el tiempo del Despotismo Ilustrado. La Guerra de los Siete
Años concluye con la sorprendente victoria de Gran Bretaña y Prusia. La derrota sume a Francia
en una honda crisis, que conducirá finalmente a la Revolución. Polonia desaparece del mapa,
desmembrada por Austria, Prusia y Rusia. En la América española se dieron las reformas
borbónicas, que incluyeron la creación de los Virreinatos de Nueva Granada y del Río de la Plata.
Los actores del drama que se desarrolla desde 1750 –la agonía de la Compañía de Jesús- son:
José I, Rey de Portugal, y su Ministro Carvalho; Luis XV, Rey de Francia, y su Secretario de
Estado Choiseul; Carlos III y su Ministro, Conde de Aranda. El Papado vive su momento de
mayor debilidad política. Clemente XIII defendió a los jesuitas con todas sus fuerzas, incluso
ante la posibilidad de un cisma. El cónclave de 1769 estuvo
manejado por los poderes contrarios a la Iglesia. El tema de la
sobrevivencia de la SJ decidió la elección del franciscano Fray
Lorenzo Ganganelli, Clemente XIV. Completaban el tablero
Federico II de Prusia, María Teresa de Austria y la Zarina
Catalina II, la Grande.
Hechos de su Gobierno.- La CG XIX se reunió en mayo de
1758. Al echar una mirada al estado de la Orden, los delegados
la vieron en todas partes perseguida. No sabían que ésta sería
la última Congregación en 60 años… Eligieron Prepósito al P.
Ricci, quien recibió de Clemente XIII un sencillo programa:
silencio, paciencia y oración.
Portugal: Después del terremoto de Lisboa, un jesuita anciano,
el P. Malagrida, afirmó temerariamente que aquel había sido
un castigo de Dios por la impiedad de la corte. La situación era
delicada; una facción de la nobleza atentó contra la vida del Rey. El terrible Carvalho ejecutó a
las familias acusadas y convenció a José I de que los jesuitas estaban involucrados. Es la
expulsión (1759): 1900 jesuitas son arrancados de India, África, Brasil y Portugal, 180 mueren
en los calabozos del Tajo y Malagrida es quemado vivo como hereje. El monarca premia a su
Ministro por sus servicios nombrándolo Marqués de Pombal.
Francia: La tormenta pasó al país galo, donde el partido antijesuítico es nutrido: Voltaire,
D´Alembert y sus colegas, Mme. Pompadour, los jansenistas, los masones… Por fin, Lavalette
quiebra en Martinica, hecho que sacude a la opinión pública y a la banca. El Parlamento de París
–otro viejo enemigo- exige a la SJ pagar los perjuicios. Luis XV duda y Ricci declara que la Orden
no pagará por los malos manejos de un solo miembro. El Parlamento condena a las llamas las
obras de Suárez, Bellarmino y Toledo. El Rey ofrece salvar a la Compañía si ésta se reorganiza
en Francia de acuerdo al juicio del Parlamento. El Papa responde: que los jesuitas sean lo que
son o que no sean. Por fin, en nov. 1764, la Orden es disuelta en Francia. 3000 jesuitas se
convierten legalmente en clérigos seculares.
19
España: La locura antijesuítica se apodera también de la patria del Fundador. Carvalho y
Choiseul aconsejan a Carlos para seguir su ejemplo. Ciertamente, la Compañía ha acumulado
un vasto poder, intelectual y financiero, en el Imperio. El motín de Esquilache contra la Corona
da el pretexto a los enemigos. Carlos III, “para mantener la paz en mi Reino y por otras causas
que reservo en mi real ánimo”, expulsa a más de 5500 hijos de San Ignacio de sus dominios
(1767) y los embarca, en medio de inauditas penalidades, rumbo a los Estados Pontificios.
Clemente XIII protesta y se resiste a acogerlos, pero cede ante la crisis humanitaria de los
expulsos, amontonados en Córcega. Los jesuitas quiteños –entre ellos, Juan de Velasco y Juan
Bautista Aguirre- hallan refugio en una pequeña villa de la Romaña: Faenza.
La Supresión: Faltaba el golpe de gracia. La elección del débil y manipulable Clemente XIV
anunció la victoria de los conjurados. El nuevo Papa trató de ganar tiempo, acosado por los
Borbones y por sus escrúpulos. En la Curia Papal y el Colegio Cardenalicio prefieren la
destrucción de la Compañía para salvar a la Iglesia. Según Bangert, los jesuitas se habían vuelto
impopulares en las esferas romanas, en parte por fallos suyos (involucrarse demasiado en
negocios temporales y por cierta arrogancia). Ricci instó repetidamente a la humildad y escribió
carta tras carta motivando a un mayor recurso a los medios sobrenaturales. La última de ellas:
Nuevo incentivo a la oración en la hora suprema de la Compañía (feb. 1773).
María Teresa también es ganada para la causa de la supresión y Clemente XIV cede. El breve
Dominus ac Redemptor fue escrito prácticamente en la embajada española y el Pontífice lo
promulgó el 16 ago. 1773. Como señala el periodista A. Woodrow, la Compañía moría en su ley,
suprimida por aquel a quien había jurado fidelidad absoluta. “Unos doce mil sacerdotes quedaban
reducidos a la inacción, el mundo infiel perdía más de tres mil misioneros y la sociedad cristiana
más de 800 instituciones de enseñanza” (Villoslada). Ricci y sus Asistentes son apresados y, sin
juicio alguno, encerrados en el Castillo Sant´ Angello. “Yo adoro las disposiciones de Dios”, fue
la respuesta del General. En las regiones donde aún permanecían (Alemania, Inglaterra y sus
dominios, Europa Oriental, China) los jesuitas acataron –con dolor- el breve. Pero sucede lo
imprevisto: Federico II (luterano) y Catalina de Rusia (ortodoxa) prohibieron que Dominus ac
Redemptor fuera promulgado en sus reinos.
Ricci permaneció prisionero dos años, sin poder celebrar misa ni recibir visitas. Si recordamos el
ingenio y destreza con que Ignacio y Aquaviva defendieron a la Compañía de ataques externos,
es posible admitir que sus acciones fueron insuficientes; pero la magnitud del ataque que debió
soportar hacía inevitable el desenlace. El que parecía haber sido el último Prepósito General
murió en 1775; ante la ostia consagrada leyó su postrera declaración:
“Declaro y protesto que la extinguida Compañía de Jesús no ha dado motivo alguno para su
supresión… Declaro y protesto que yo no he dado ningún motivo para mi prisión… Ruego al
Señor que, por su pura bondad y misericordia, perdone primero mis numerosos pecados y luego
perdone a todos los autores y a los que han cooperado a dichos males e injusticias”.
Concluyó así una de las más grandes tragedias protagonizadas en la vieja fortaleza junto al Tíber.
En suma, “la supresión no se basó en ningún motivo religioso; fue un acto político, cuya causa
principal estaba en el conflicto creciente entre los absolutismos nacionales y el poder papal, del
que la SJ aparecía como símbolo e instrumento” (Dicc. Hist.).
¿Y si la Compañía de Jesús llegara a desaparecer? ¡Pues nada! La Iglesia continuaría.
André Ravier, SJ
20
La Compañía en Rusia, 1773-1814 (I)
Contexto político-religioso.- El Derecho Canónico estipulaba que el breve de Clemente XIV
debía ser promulgado por los obispos locales para entrar en vigor. Pero al no conocer el Obispo
de Vilna la voluntad del Rey polaco y de Catalina II, sólo mandó (sept. 1773) a los jesuitas a
esperar la decisión final. El VProvincial de Mazovia previó que habría dificultades en la parte de
su Provincia bajo control ruso desde la primera división de Polonia (1772); por eso nombró al
P. Czerniewicz Superior de las casas en esa área. Dominus ac Redemptor fue promulgado en
Polonia en noviembre, pero quedó incierta la situación de los NN. de Rusia Blanca.
¿Cuáles fueron las motivaciones de Catalina para conservar viva a la Compañía en su Imperio?
Según M. Inglot SJ (autor de una monografía sobre el tema), eran dos: a) afirmar su soberanía
y poder frente a los Borbones y el Papado, y b) servirse de la pericia pedagógica de los jesuitas
para renovar y mejorar el sistema educativo en Rusia, tarea urgente en el marco de sus proyectos
como la déspota ilustrada que era.
a) Stanislaw CZERNIEWICZ.- Lituano (n. Kaunas, 1728). Archivero de Provincia y, desde 1770,
Rector del Colegio de Polotsk. Vicario General entre 1782-85.
En 1773, los jesuitas de Rusia Blanca, súbditos de la Zarina,
eran 201 (97 sacerdotes, 55 hermanos, 49 escolares);
dirigían 5 colegios, 2 residencias y varios puestos de misión.
Czerniewicz les animó a permanecer fieles a la SJ y a
continuar su apostolado. En San Petersburgo, se enteró que
Catalina II había dado claras instrucciones al Auxiliar de Vilna,
Mons. Siestrzencewicz, para mantener a los jesuitas, con
permiso de vivir según las Constituciones. Czerniewicz visitó a
continuación (mar. 1774) nuestras casas y garantizó a sus
súbditos su permanencia. Con todo, 30 jesuitas, motivados por
sus escrúpulos, abandonaron la Orden.
Czerniewicz solicitó (oct. 1775) permiso del nuevo Papa Pío VI, para aceptar ex jesuitas de fuera
de Rusia. En jun. 1779, Siestrzencewicz permitió abrir un noviciado (lo cual provocó un conflicto
diplomático entre Rusia, la Santa Sede y los Borbones), mientras el P. Stanislaw empezó a
admitir exjesuitas foráneos, con cuidado de no recibir demasiados por el difícil clima ruso y la
falta de sitio en las casas. La Zarina autorizó la convocatoria de la Congregación I de Polotsk
que, el 17 oct. 1782, eligió a Czerniewicz Vicario. Al año siguiente, el Papa dio su aprobación
verbal de la SJ en Rusia. El Vicario mantuvo correspondencia con exjesuitas de varios países;
fue fiel a las Constituciones e hizo que los colegios se organizasen según la Ratio. “Tenía un
conocimiento profundo de Rusia y de su pueblo, (por eso) fue capaz no solo de encontrar modos
de mantener la SJ en Rusia, sino también de hacerla crecer” (Dicc. Hist.).
b) Gabriel LENKIEWICZ.- Polaco (n. Polotsk, 1722). Tenía formación de arquitecto; enseñó latín
y francés. Director del Colegio de Nobles en Varsovia. Vicario General, 1785-98.
La Congregación II de Polotsk eligió Vicario al hasta entonces Secretario de la Compañía, P.
Lenkiewicz (oct. 1885). Se decretó que los profesos que deseasen reingresar a la Orden hiciesen
primero una semana de Ejercicios; además, se alentó a cultivar con celo la devoción al Sagrado
Corazón. En 1789, comenzó la Revolución Francesa: 43 exjesuitas franceses serán
ejecutados, sobre todo por negarse a jurar la Constitución Civil del Clero. Catalina II, la gran
protectora de los jesuitas, falleció en 1796.
21
La Compañía en Rusia, 1773-1814 (II)
Contexto político-religioso.- La Revolución ha estallado en Francia. Luis XVI es destronado y
ejecutado; se proclama la República (1792). Las monarquías europeas atacan a la joven nación
revolucionaria, pero son rechazadas. La Iglesia Católica vivirá tiempos agónicos. Pío VI rechazó
el juramento de fidelidad que el nuevo régimen impuso al clero y condenó la Declaración de los
Derechos del Hombre. En las campañas siguientes, emerge la estrella del General Napoleón
Bonaparte, que da un golpe militar en 1799. El Papa es depuesto como jefe de Estado por los
franceses; morirá prisionero en agosto, y muchos creyeron que el Papado había llegado a su fin.
Sin embargo, un grupo de cardenales consigue reunirse en cónclave en Venecia (mar. 1800) y
eligen Pontífice al benedictino L. B. Chiaramonte, Pío VII. En primera instancia, Pío se reconcilia
con Napoleón y bendice su coronación imperial (1804); pero en 1808 se precipitó el rompimiento.
Napoleón anexó Roma a su Imperio y el Papa lo excomulgó. Entre 1809-14, el Papa estuvo
cautivo; seguramente en ese periodo tomó la decisión de restaurar la Compañía de Jesús en
cuanto fuera posible.
c) Franciszek Xavier Karew.- Lituano de origen inglés. Ingresó al Noviciado en Vilna, 1754. Fue
profesor de filosofía, matemáticas, arquitectura y teología antes de ser nombrado Rector del
Colegio de Orsa (1782) y Provincial de Rusia Blanca. A la muerte de Lenkiewicz (1798), la III
Congregación de Polotsk le eligió Vicario General.
En 1785 había 172 jesuitas en Rusia, cifra que asciende a 202 en 1795. El Zar Pablo I entregó
a la Compañía la Iglesia de Santa Catalina y pidió a Karew la apertura de un Colegio en San
Peterburgo. El Duque de Parma había solicitado jesuitas y le fueron enviados tres. El Zar escribió
al Papa, pidiéndole una “aprobación explícita de esta Orden, a la que profeso especial amor”.
Pío VII accede: el breve Catholicæ fidei (mar. 1801) aprueba la Compañía dentro de los límites
del Imperio Ruso y reconoce a Karew el título de Præpositus Generalis S.I.
Mientras tanto, en Italia, el zaragozano José Pignatelli, “varón providencial por sus virtudes y
dotes de gobierno”, considerado el restaurador de la Compañía (Villoslada), se destacó
auxiliando a sus compañeros exiliados. En 1803, Karew le nombró Provincial de Italia; la SJ
retornó al Reino de las Dos Sicilias. De inmediato los jesuitas se dedican a las misiones populares
y a enseñar en seminarios diocesanos. El P. General murió por complicaciones respiratorias el
11 ago. 1802.
d) Gabriel Gruber.- Austríaco (Viena, 1740). Ingresó al Noviciado en 1755, ordenándose
sacerdote 11 años más tarde. Se reincorporó a la SJ en 1784 y recibió la tarea de ser profesor
de arquitectura y agronomía. Sus relaciones con Catalina II y Pablo I fueron
excelentes. Era un gran devoto del Sagrado Corazón. En 1802, la IV
Congregación de Polotsk le nombra General.
Alejandro I no tenía en tanto aprecio a la SJ como sus dos antecesores y
Mons. Siestrzencewicz manifestó abiertamente su hostilidad. Pese a todo,
Gruber abrió misiones en el Volga, Odesa y Astrakán, así como una
residencia en Riga. En 1803, readmitió a los jesuitas ingleses de Stonyhurst
College y acordó con el Obispo de Baltimore, John Carroll (ex SJ) enviar
jesuitas a Georgetown College, la primera universidad católica de los
Estados Unidos. A la muerte de Gruber (1805, víctima de un incendio doméstico), había 284
jesuitas. La V y última Congregación de Polotsk nombró Prepósito a Th. Brzozowski. Ese mismo
año llegaron a Maryland los jesuitas prometidos por Gruber (hecho reprobado enérgicamente por
el expresidente John Adams).
22
TADEUSZ BRZOZOWSKI (XIX General)… primero de la Restauración
Polaco; nació, al igual que Kant, en Königsberg (1749). Sacerdote en 1775; en 1782 se
reincorporó a la SJ. Después de un breve noviciado, fue profesor de Alemán y Francés.
Secretario de la Compañía en 1797; sucedió al General Gruber en 1805.
Contexto político - religioso.- 1814 es el año de la caída de Napoleón. Liberado de su
cautiverio, Pío VII retorna a Roma y su primera acción importante es restaurar la Compañía de
Jesús en todo el orbe, por medio de Sollicitudo Omnium Ecclesiarum (agosto 8, Octava de S.
Ignacio). En la bula, el Papa dice que sería culpable de un “grave delito” si en aquellos tiempos
turbulentos renunciase a echar mano de “aquellos vigorosos y expertos remeros de la barca de
Pedro”. Un puñado de ancianos jesuitas (el Cardenal Secretario de Estado recordó el pasaje de
Juan 5,3) es testigo del magno evento en el Gesú. “El nexo tejido desde 1540, roto en 1773, se
reanudaba” (Lacouture). Mientras tanto, en América han comenzado las Guerras de
Independencia.
En 1815, Napoleón vuelve de su exilio, desembarca en Cannes y ocupa París. Son los Cien Días:
en Waterloo sus ejércitos son definitivamente vencidos y los ingleses lo confinan en la isla de
Santa Elena. Las viejas potencias monárquicas rehacen el mapa europeo en el Congreso de
Viena. Es la hora de la Restauración y la Compañía renacida (358 miembros) aparecerá como
una de las más firmes defensoras del Antiguo Régimen,
lo que le traerá no pocos problemas.
Hechos de su Gobierno.- Restaurada la Orden,
Brzozowski trató por todos los medios de trasladarse con
su Curia a Roma, pero el Gobierno Ruso se lo impidió, en
aras de su seguridad, pues desconfiaba que los jesuitas
volvieran a ser los “insidiosos agentes del Papa”. En
1814, dos eventos enturbiaron las relaciones entre San
Petersburgo y la Curia General. El Ministro de Relaciones
Exteriores, Príncipe Golitzyn, un entusiasta de la
difusión de la Biblia en lenguas vernáculas, esperaba que
los jesuitas le apoyasen en sus proyectos como animador
de la Sociedad Bíblica Rusa. Pero el General fue fiel a la
condena papal de las versiones vernáculas durante la
Reforma; por tanto, y pese al aprecio que sentía por el
Príncipe, se negó a ayudarle. Sería la primera ocasión en el s. XIX en que el apego de los
Generales a posturas conservadoras frenase empresas de interés.
Para empeorar las cosas, el sobrino de Golitzyn, estudiante del Colegio de San Petersburgo,
anunció su intención de convertirse al catolicismo. Muy disgustado, el Zar expulsó a los jesuitas
de la Capital, conduciéndolos bajo guardia militar a Polotsk. Incapaz de actuar libremente, el P.
General se vio obligado a confiarle gran parte de la responsabilidad del gobierno a sus Vicarios
en Roma, PP. Petrucci y Fortis.
Su legado.- Notable trabajador, se preocupó por preservar el espíritu ignaciano y desarrollar los
colegios y las misiones; pero le faltaba prudencia y visión de futuro, cualidades imprescindibles
dadas las condiciones impuestas por el Gobierno zarista. Murió en febrero 1820; un mes
después, la Compañía fue expulsada del Imperio Ruso. Pero quedó para la historia que un
Estado ortodoxo, el más extenso del mundo, fue el reducto de la Compañía de Jesús en el
periodo más oscuro de su historia. La Compañía había renacido y estaba lista de nuevo para
prestar servicio.
23
LUIGI FORTIS (XX General)
Italiano. Estudió en nuestro colegio de Verona. Entró al Noviciado a los 14 años; enseñaba
Humanidades al momento de la Supresión. Sus 40 años siguientes fueron típicos de muchos ex
jesuitas: ministerios varios, docencia y muchos cambios de lugar, en medio de los trastornos de
la Revolución y de las Guerras Napoleónicas. Reingresó a la Compañía en 1794. Después de la
Restauración, Brzozowski le nombró Provincial de Italia (1815-18) y su Vicario en Roma (181819). Electo General por la CG XX el 18 oct. 1820. Gobernó entre 1820-29.
Contexto político-religioso.- Fernando VII vuelve al trono de España y readmite (1819) a la
Compañía de Jesús, expulsada por su abuelo. En América, su Imperio se desmorona debido a
las victoriosas campañas de Bolívar y San Martín. Consumada la Independencia, demandó a
Pío VII el no reconocimiento de las nuevas repúblicas, lo que provocó que las sedes episcopales
hispano-americanas quedasen vacantes.
La Curia General vuelve por fin a Roma. Pero los tiempos han cambiado, pues el liberalismo y
las nuevas doctrinas siguen presentes en el ambiente. Occidente entra en la era de la
industrialización (en 1825 se inaugura la primera línea férrea en Inglaterra). La Santa Alianza
(Austria, Prusia y Rusia) se encarga de mantener el statu quo, por la fuerza de ser necesario.
Hechos de su Gobierno.- Las consecuencias de la cautividad del anterior General se dejaron
sentir en la CG. Para empezar, la Congregación no fue convocada por el Vicario, sino por los
Asistentes. Hubo ásperas disensiones internas que tuvieron que ser resueltas por los delegados
antes de atender tres puntos prioritarios en la agenda: 1) la preservación del carácter de la
Compañía, 2) la formación de los Nuestros, y c) el apostolado educativo. El Noviciado del Quirinal
y el Terceronado anexo al Gesú ya habían sido devueltos a la Orden. En 1820, la Compañía
contaba con 1.300 sujetos en 7 provincias: Italia,
Sicilia, Rusia (exiliada), Francia, Inglaterra, España y
México (estas dos últimas serían expulsadas entre
1821-23).
Fortis encargó la revisión de la Ratio para ajustarse a
las necesidades modernas. Los jesuitas regresaron al
Piamonte, Suiza, Galizia y a algunas de sus
instituciones
clásicas
(Colegios
Romano
y
Germánico); su antigua reputación como orden
educativa y los apremios de gobernantes y Obispos
por la reapertura de colegios convencieron al General
y a los Provinciales de que éste era su apostolado
central. En el deseo de igualar los logros del pasado y
en un contexto de restauración de valores
tradicionales, los nuevos colegios SJ tendieron a ser
muy conservadores.
Su legado.- Fortis se dedicó con esmero al vasto programa de la reconstrucción de la Orden;
tenía fama de ser afable, enérgico y decidido a mantener un alto nivel de observancia. Promovió
con vigor la formación de los Escolares. Su contrapeso fue recelar de la innovación, aunque era
difícil obrar de otra manera en el clima reaccionario de la época. De León XII obtuvo la
confirmación de los antiguos privilegios de la Orden. A su muerte (1829), había 2.100 jesuitas en
9 provincias y tres grupos dependientes de Roma: Irlanda, Maryland y Missouri.
24
JAN ROOTHAAN (XXI General)
Holandés, nacido en Amsterdam en 1785. Su ingreso a la Compañía (1804) es una muestra de
cuán profundamente había calado el ideal ignaciano en Europa: el joven Jan sólo conocía a los
jesuitas de oídas, pero quiso ser uno de ellos. Atravesó Alemania para ingresar al Noviciado en
Dünaburg (Letonia). Estudió y enseñó en Rusia Blanca; más tarde fue Rector en Turín y
Viceprovincial de Italia. Electo por la CG XXI a los 44 años (el segundo General más joven,
después de Aquaviva). Gobierno: 1829-1853. Siervo de Dios.
Contexto político -religioso.- Durante el generalato de este austero holandés, Europa vive dos
oleadas revolucionarias: 1830 y 1848, que significan el avance del liberalismo y de los
nacionalismos. La Jerarquía católica fue restablecida en Inglaterra, donde Victoria comenzó su
largo reinado. Tanto en Gran Bretaña como en Estados Unidos, la Iglesia goza de más libertad
que en los países tradicionalmente católicos. El interés de los Estados por educar a sus
ciudadanos anunció que la era en que la Iglesia tenía el monopolio de la enseñanza había
terminado. Bélgica se convierte en un país independiente y la Gran Colombia se disuelve (1830).
Pío IX comienza su pontificado con optimismo y apertura, pero la revolución de 1848 significará
un drástico cambio en su política. Ese mismo año, Marx escribe el Manifiesto Comunista.
Hechos de su Gobierno.- París es el epicentro del antijesuitismo:
se reimprimen las Monita Secreta y se publica la novela El judío
errante (E. Sue); para el historiador Michelet, la Compañía es la
Contrarrevolución. En Italia, Gioberti escribe Il Gesuita moderno
(1847), en el que acusa a la SJ de trabajar más por su prestigio que
por la gloria de Dios. En medio de este ambiente hostil, Roothaan que había dado instrucciones claras de no inmiscuirse en política
partidista- vería a sus hijos perseguidos y expulsados de Portugal y
España (1834), Suiza (1847, en medio de una guerra civil),
Argentina (1848), Nueva Granada y Ecuador (1850-52)… Pero
estas contrariedades permitieron a la Compañía llegar a nuevos
rincones de la viña del Señor: Maduré, Nanking, Ceilán, Brasil,
Guatemala, Oregon… El P. DeSmet evangelizó incansablemente a
los nativos de Norteamérica. En 1848, el General compartió la
suerte de tantos jesuitas: el exilio. La República Romana de Mazzini depuso a Pío IX y extendió
las hostilidades contra el clero; el Papa sugirió que la Curia SJ abandonara la ciudad. La
intervención militar francesa restauró el orden y tanto el Papa como el General retornaron a
Roma.
Su legado.- “Asceta de manos blancas…, profundamente cultivado, hablaba ocho lenguas, autor
de una reforma de la enseñanza jesuita y de un comentario famoso de los Ejercicios” (Lacouture).
Roothaan prosiguió la revisión de la Ratio Studiorum, tarea culminada en 1832 ad experimentum.
En 1834 escribió una importante carta a toda la Orden sobre el estudio y apostolado de los EE.
Publicó una nueva traducción latina del original español. ”El General llevó a cabo una importante
obra al hacer que sus súbditos fueran profundamente conscientes de la fuente de su
espiritualidad” (Bangert). Promovió las misiones populares; el número de jesuitas en misiones de
ultramar pasó de 119 (1829) a 1.014 (1853). Roothaan apoyó a F-X Gautrelet en la fundación
del Apostolado de la Oración y aprobó (1837) la reconstitución de los bolandistas, a petición del
Gobierno belga. Fueron numerosas sus cartas: ningún General dio tanta importancia a este
medio. En 1850 se fundó la influyente revista La Civiltá Cattolica en Nápoles. Ese año, el número
de jesuitas era de 4600; los colegios pasaron de 55 a 100 entre 1844-54.
25
PIETER BECKX (XXII General)
Belga. Nacido en 1795 en Zichem (cerca de Diest, ciudad natal de S. Jan Berchmans). Ordenado
sacerdote en Malinas; fue confesor de los duques de Anhalt-Kothen y Provincial de Austria.
Electo por la CG XXII a los 58 años de edad. “La santidad de Roothaan se prolongaba en Beckx
con tonalidades de amabilidad y dulzura, a las que prestaba particular realce su prudencia
consumada.” (Villoslada).
Gobierno: 1853-1887, segundo generalato más prolongado. Gobernó durante los años finales
del pontificado de Pío IX (+1878) y los iniciales de León XIII. Desde 1883, gobernó apoyado en
un Vicario General que gozó de plenos poderes.
Contexto político-religioso.- El liberalismo triunfa en Europa y América. En EE.UU. la Iglesia
Católica goza de entera libertad, lo que favorece un prodigioso desarrollo de la SJ. Entre 186165 se libra la Guerra de Secesión, que concluye con la victoria del Norte, la abolición de la
esclavitud y el asesinato de Lincoln. En Japón, se produce un evento que marcará el comienzo
de su expansión: la restauración del poder del Emperador (1868). G. Bretaña se afianza como la
primera potencia mundial y surgen dos nuevos poderes: las recientemente unificadas Italia y
Alemania. La entrada de las tropas piamontesas en Roma significó
el fin del poder temporal del Papado y el abrupto cierre del Concilio
Vaticano I. El Imperio Francés se hunde en la guerra con Prusia
(1870-71) y en su lugar surge la III República, que restringirá
severamente la labor educativa de la Compañía.
Hechos de su Gobierno.- Durante la Comuna de París fueron
fusilados el Arzobispo de París y cinco jesuitas, entre ellos el notable
predicador y profesor Pierre Olivaint. Las expulsiones a manos de
los gobiernos liberales continuaron: Nápoles, Sicilia e Italia central:
1859-60; Colombia: 1861; Venecia: 1866; España: 1854 y 1868;
Guatemala: 1870; Alemania: 1872, en el marco de la anticatólica
campaña del Kulturkampf; Roma, 1873; Francia: 1880; Nicaragua: 1881… La vida comunitaria
de miles de jesuitas fue interrumpida continuamente, lo cual fue constante motivo de
preocupación para el P. General. Ante el urgente pedido de García Moreno, Beckx envió jesuitas
al Ecuador, sobre todo a los alemanes desterrados por el canciller Bismarck, con quienes el
Presidente conservador fundó la Escuela Politécnica y el Observatorio Astronómico; destacaron
los nombres de José Kolberg, Teodoro Wolf y del italiano Luis Sodiro. Durante el Concilio, los
PP. Perrone, Franzelin y Schrader jugaron un papel central en la definición del dogma de la
Infalibilidad Papal.
El General tuvo que abandonar Roma en 1873, ante la presión del Gobierno italiano. Se dirigió
a Florencia y después a Fiésole, exilio que se prolongó por 22 años. Pese a estos golpes, la
leyenda sobre la fuerza política de la SJ permanecía viva en la imaginación de muchos... En
cuanto a Pío IX, se declaró prisionero en el Vaticano –cuestión romana- y prohibió a los católicos
italianos toda participación en la vida política de su país. En 1883, el P. Beckx (88 años), convocó
la CG XXIII y pidió un Vicario. Fue electo el suizo de 64 años A. Anderledy, con derecho a
sucesión. El anciano General quiso renunciar, pero León XIII no se lo permitió. En 1884, el Vicario
recibió plenos poderes en nombre del Prepósito, quien sobrevivió tres años más: falleció el 4 de
marzo de 1887.
Su legado.- Hizo todo lo posible por mantener unida a la SJ en medio de tantas contradicciones.
Siguiendo lo prescrito por S. Ignacio –confiar más en los medios divinos que en los humanos,
Const. Parte X- consagró a toda la Compañía al Sagrado Corazón el 1 ene. 1872. Expandió las
26
misiones: Cuba, Filipinas, Zambeza, Madagascar… Incentivó las publicaciones periódicas
jesuíticas: La Civiltá Cattolica (Italia), The Month (Inglaterra), Stimmen aus Maria Laach
(Alemania), Przeglad Powszechny (Revista Universal, Polonia), Études (Francia). Bajo su
generalato, la Orden, pese a las fuerzas hostiles, pasó de 5.209 miembros (1853) a 12.070
(1887).
27
ANTON ANDERLEDY (XXIII General)
Suizo. Antón María nació en Valais, 1819. Ingresó al Noviciado a los 19 años de edad. Enseñó
humanidades en Friburgo; se formó en Filosofía y Teología en Roma y de nuevo en Friburgo.
Expulsado como todos los jesuitas de Suiza en 1847, fue misionero en Wisconsin hasta que el
P. Roothaan lo nombró Provincial de Alemania Superior. Asistente en 1870. “Dotado de temple
varonil y acerado carácter, quizá algo inflexible…” (Villoslada).
Gobierno.- 1883-87: Vicario General –electo por la CG XXIII -. 1887-92: Prepósito General.
Contexto político-religioso.- Carrera armamentista en Europa. El capitalismo alcanza el punto
álgido de su desarrollo: el Imperialismo; las grandes potencias no tienen ningún reparo en
repartirse África. En 1888, el nuevo Kaiser, Guillermo II, destituye a Bismarck y emprende una
agresiva política exterior. Tanto Alemania como Estados Unidos desafían la hegemonía industrial
de Gran Bretaña; mientras, se instauran regímenes muy anticlericales en Francia e Italia. Desde
1878 el Papa es León XIII, intelectual de gran experiencia
diplomática, que le capacitó para aproximarse positivamente
a la realidad del momento. En 1891, al constatar que la
Iglesia ha abandonado a los trabajadores, hace historia al
escribir la primera encíclica social: Rerum Novarum.
Hechos de su Gobierno.- La CG XXIII se adhirió
plenamente al Syllabus de Pío IX y a la encíclica Aeterni
Patris de León XIII, que ratificó la preminencia del Tomismo
en el quehacer teológico de la Compañía. Anderledy gobernó
desde Fiésole; su período se caracterizó por nuevas
expulsiones de las Asistencias de Francia e Italia.
En el país galo, la SJ había inaugurado 12 colegios en la
década de 1870, pero el partido anticlerical ganó posiciones
y decidió descristianizar a la “hija mayor de la Iglesia”. La marea irreligiosa se anotó un triunfo
cuando la Cámara aprobó en 1879 una dura legislación que denegaba a jesuitas, maristas y a
otras congregaciones la libertad de enseñar. El 30 jun. 1880 la policía ocupó las 37 casas de la
SJ en el país y expulsó a los Nuestros. El Papa aceptó la disolución de la Compañía en Francia
con tal de que las demás congregaciones pudieran salvarse. Dispersados los jesuitas franceses,
partieron a Inglaterra, Bélgica y a misiones tales como Madagascar, Argelia, Siria, Maduré y
China. Mientras, desde su exilio en EE.UU., Iberoamérica, Inglaterra y Holanda, los jesuitas
alemanes ejercieron un profundo influjo misionero e intelectual. En Bengala, fue notable el
apostolado del flamenco Constant Lievens, quien dedicó sus conocimientos jurídicos para
luchar en favor de los campesinos.
Su legado.- Nuevas misiones: Moldavia, Puna (India) y El Minya (Egipto). El número de jesuitas
subió de 11.481 (1884) a 13.275 (1892). En 1888 fueron canonizados Jan Berchmans, Pedro
Claver y Alonso Rodríguez. En su período, este Prepósito dirigió cinco cartas a la SJ. León XIII
renovó todos los privilegios del Instituto en 1886. Las grandes políticas de Anderledy fueron
robustecer la formación científica de los Escolares –tarea en la que le ayudó el P. Luis Martín-,
ayudar a los dispersos de Alemania, Francia e Italia, promover las misiones y defender el
Instituto, actitud que cayó en ocasiones en el rigorismo (Dicc. Hist.). Fue un mecenas de la
actividad científica y literaria de sus jesuitas (estos fueron los años de actividad creativa del poeta
inglés Gerard M. Hopkins).
Anderledy falleció repentinamente el 18 ene. 1892. La tensa situación política del Reino de Italia
impidió que su cuerpo fuera enterrado en Roma.
28
LUIS MARTÍN (XXIV General)
Quinto General español. Luis Martín García nació en Burgos, 1846. Noviciado en Loyola.
Expulsada la SJ por la revolución de 1868, Martín prosiguió la Filosofía en Vals y la Teología en
Poyanne (Francia). Celebró su primera misa en Lourdes. Expulsados los jesuitas de Francia por
la ley Ferry, pasó a ser Rector en Salamanca, primer Rector de Deusto y Provincial de Castilla
(1886). Anderledy le llamó a Roma y le nombró Vicario. Martín fue electo General por la CG
XXIV, que él mismo se encargó de preparar. Se conservan de su puño y letra unas voluminosas
Memorias. Gobierno: 1892-1906.
Contexto político-religioso.- Para evitar conflictos, el Papa sugirió que la CG se reuniese fuera
de Italia. El lugar elegido fue Loyola. La carrera armamentista prosigue en Europa y se configuran
dos bloques enfrentados. También ascienden dos potencias militares y económicas no europeas:
Estados Unidos y Japón. En 1898, España pierde los últimos restos de su Imperio –Cuba, Puerto
Rico, Filipinas- en la guerra con EE.UU. Entre 1899 y 1901, China es sacudida por la rebelión
nacionalista de los bóxers, en la que fueron martirizados 32 mil cristianos, incluyendo cuatro
jesuitas franceses (León Mangin y compañeros mártires). Pío X, electo en 1903, combate sin
cuartel las doctrinas modernistas, y cuenta para ello con el apoyo total del P. Martín.
Hechos de su Gobierno.- La CG continuó la línea restauracionista
mantenida desde 1814: aplicación literal de las normas antiguas,
en lugar de intentar un ajuste a los nuevos tiempos. Estas pautas
explican el rigorismo de Martín en cuanto a disciplina religiosa. Su
primera decisión importante fue visitar diversas Provincias
europeas, para alentar el trabajo de sus súbditos. En la carta De
aliquibus nostrorum temporum periculis cavendis, alertó a los NN.
de dos peligros modernos: la ligereza de espíritu y la falsa libertad.
La CG había recomendado también que la Curia General volviera
a Roma. Esta meta se cumplió en 1895, gracias a una mejoría en
la situación política italiana; la Curia se instaló en el Col.
Germánico. Desde allí, el General emprendió la tarea de reorientar
nuestro apostolado, privilegiando las obras culturales de largo
alcance y la acción social, en la línea de Rerum Novarum. En
Londres, el jesuita irlandés George Tyrrell, empeñado en la
búsqueda del Jesús histórico y en la indagación bíblica, tuvo repetidos problemas con el Santo
Oficio; pero fueron sus heterodoxas ideas sobre el Infierno las que condujeron a Martín a
expulsarlo de la Compañía –feb. 1906. Tyrrell murió al año siguiente y la Santa Sede prohibió
que fuese enterrado en un camposanto; tal era la dura legislación antimodernista de Pío X.
En 1905, se detectó un cáncer en el brazo derecho de Martín. Éste le fue amputado. El Prepósito
soportó con firmeza y edificación su mal, que terminó doblegándolo en abril de 1906, a sus 59
años de edad.
Su legado.- Martín fue hombre de grandes iniciativas y una de las más trascendentales fue la
redacción de una historia definitiva de la Compañía, desde sus orígenes ignacianos y empleando
todos los documentos disponibles. Este proyecto se plasmó en Monumenta Historica (MHSI),
la célebre colección de más de 150 volúmenes escrita por jesuitas competentes en sus áreas
específicas. También animó a los Nuestros a narrar la historia de sus respectivas provincias:
España, Astráin; Italia, Tacchi Venturi; Francia, Fouquerey; Alemania, Duhr; Portugal, Rodrigues.
Nuevas misiones: Jamaica y Honduras. Martín animó a los jesuitas españoles en la creación de
su revista Razón y Fe, y a los portugueses en la creación de Broteria (1901-02). A su muerte la
Orden contaba con 15.660 miembros y 209 colegios, que educaban a 52.700 estudiantes.
29
FRANZ XAVIER WERNZ (XXV General)
Alemán. Nació en Rottweil, Wurtemburg, en 1842. Jesuita desde 1857: Noviciado en Gorheim,
Filosofía en Aachen y Maria Laach. Expulsado como todos sus compatriotas SJ por el Canciller
de Hierro, se refugió en Ditton Hall, Inglaterra, y luego en Gales.
Renombrado canonista; profesor y Rector de la U. Gregoriana. Electo General por la CG XXV,
cuando contaba 64 años. “Se distinguió por su visión clara y serena, talento organizador… y por
su rectitud y justicia al juzgar de cosas y personas” (Villoslada).
Gobierno: 1906-1914.
Contexto político-religioso.- Europa se divide en dos bandos: la Triple Entente (Rusia, G.
Bretaña y Francia) y la Triple Alianza (Alemania, Austria-Hungría e Italia). La situación en los
Balcanes es explosiva; la guerra es inminente. Un General alemán dirige los destinos de la
Compañía de Jesús en ese grave momento. Pío X continuó combatiendo el Modernismo y exigió
lealtad incondicional a la Compañía.
Hechos de su Gobierno.- La CG XXV recibió tres sorpresivos encargos de Su Santidad: a)
obediencia a la carta de León XIII sobre los estudios de los NN., b) nombramiento de censores
para supervisar los escritos de los Bolandistas, y c) la
fundación en Japón de una Universidad.
El General se esforzó por cumplir totalmente la voluntad
del Vicario de Cristo; según Bangert, fue admirable la
ecuanimidad con que cumplió e hizo cumplir estas
directrices. La demanda papal significó el envío de más
misioneros al País del Sol Naciente y la erección de la
Universidad Sofía en Tokyo. Bajo su generalato, la Orden
fue expulsada de Portugal (1912)
El problema más grave de su gobierno fue la represión
del Modernismo. Algunos jesuitas mantuvieron una
postura crítica en cuestiones como el Tomismo, la
naturaleza de los sindicatos, el Liberalismo… La postura
personal de Wernz fue la de un conservador moderado.
A pesar de sus esfuerzos por defender la ortodoxia,
Wernz sufrió los ataques de la prensa integrista e incluso
calumnias. Recordó en 1914 el centenario de la
Restauración con la amargura de saber que Pío X tenía reservas sobre su gestión. Murió en la
noche del 19 al 20 de agosto de 1914, en medio de la tragedia del inicio de la Gran Guerra. Dos
horas después murió también el Papa.
Su legado.- Este Prepósito promovió vigorosamente la vida espiritual; creó nuevas misiones y
provincias: Canadá, California, New Orleáns, México y Hungría. Norteamérica y Japón fueron
intereses prioritarios. Continuó el proyecto de MHSI y respaldó la creación, solicitada por Pío X,
del Pontificio Instituto Bíblico, encomendado a la SJ. Fomentó las casas profesas (Valencia,
Viena, Madrid, Bilbao) y las Congregaciones Marianas (a las que dio nuevos Estatutos, 1910).
Wernz creó Acta Romana, con la intención de comunicar mejor a sus súbditos las disposiciones
de la Santa Sede. Colaboró en la preparación del nuevo Código de Derecho Canónico. Apoyó a
la revista America de los jesuitas estadounidenses. Su periodo promovió el espíritu interior, la
sólida doctrina de los Escolares, sin concesiones ni al modernismo ni al integrismo; moderación
que encontró obstáculos dentro y fuera de la Compañía. A su muerte, la Orden contaba 16.940
miembros. La CG XXVI (1915) aprobó un decreto que reivindicó la fama del XXV General.
30
WLODIMIR LEDOCHOWSKI (XXVI General)
Polaco. Nació súbdito austriaco en Galicia. Su familia era noble: un tío suyo fue Nuncio en
Bogotá y dos de sus hermanas (beatas ambas) fundaron sendas congregaciones.
Doctor en Filosofía por la Gregoriana, antes de ingresar al Noviciado. Hizo toda su formación
religiosa en Polonia. Sacerdote en 1894. Hablaba cinco lenguas. Provincial de Galicia y Asistente
de Alemania. Electo General por la CG XXVI.
Gobierno: 1915-1942 (comenzó con la I Guerra Mundial y murió durante la II).
Contexto político-religioso.- La Gran Guerra se ha desatado debido al asesinato del
Archiduque Francisco Fernando. Europa va a la guerra con ansias de gloria, pero su juventud es
segada en las trincheras. Gigantescas batallas tienen lugar en el frente occidental: Ypres, el
Somme, Verdún… Sin embargo, el frente apenas se mueve un par de kilómetros. Benedicto XV
trata en vano de mediar por la paz, que sólo llegará en nov. 1918, con la victoria de los Aliados.
En Rusia, la Revolución instaura la URSS. Un periodo de entreguerras de 20 años ve aparecer
el terror de Stalin y los Fascismos. Pío XI, Papa desde 1922, tuvo que encarar la convivencia
con el régimen de Mussolini y la persecución religiosa en México y España. La economía mundial
se hunde en 1929. Cuatro años después asciende al poder, por
vías legales, Adolf Hitler. Entre 1936-39, se libró la cruenta
Guerra Civil Española, que termina con la victoria de los
nacionales: se instaura la dictadura de Franco.
Hechos de su Gobierno.- En medio del conflicto mundial, un
hombre de temple lidera una Compañía multinacional con firmeza
y audacia; pero lo hizo desde Suiza (Zizers), pues su nacionalidad
le impidió permanecer en Italia. Tras la guerra, impulsó las
misiones, los estudios sobre nuestra Historia y la formación.
Fueron años de numerosas canonizaciones: Canisio, Belarmino,
Bobola… En México, muere por la fe Miguel A. Pro; otro santo
varón evangeliza Madrid: José Ma. Rubio. En París, un jesuita se doctora en Geología, pero sus
superiores le aconsejan que se ausente debido a la controversia que generan sus ideas
evolucionistas. Su nombre: Pierre Teilhard de Chardin. En 1923 se traslada a China, donde
participará en el hallazgo del Sinántropo.
El gobierno de Mussolini normalizó las relaciones entre Italia y la Santa Sede, por medio de los
tratados de Letrán, que resolvieron la cuestión romana. Un jesuita, el historiador Pietro TacchiVenturi, tuvo un papel destacado en las negociaciones. A partir de 1931 la Orden fue perseguida
–como toda la Iglesia- por la República Española; la disolución legal se decretó en enero de
1932. En cuanto al Tercer Reich, el Concordato negociado por el Cardenal Pacelli fue
sistemáticamente violado por los nazis.
Su legado.- A Ledochowski se debe la nueva sede de la Curia General (1927) en Borgo Santo
Spirito. Fue un legislador: Epítome del Instituto (1923), adaptación de la Ratio, numerosas cartas
en las que atendió la vida espiritual y la lucha contra el ateísmo. Pío XI confió mucho en él y en
la Compañía, a la que hizo encargos trascendentales: Pontificio Instituto Oriental, Facultad de
Misionología en la PUG, Radio Vaticana... En 1922, el Papa proclamó a San Ignacio Celestial
Patrono de todos los Ejercicios Espirituales.
Con este General, hubo un florecimiento vocacional en varias regiones: en 1942 había 26.558
jesuitas, repartidos en 50 provincias. Se crearon tres Asistencias: Estados Unidos (1915), Eslava
(1929) y América Latina (1938). En su gobierno, Ledochowski convocó dos CC.GG. Incentivó las
misiones; la Compañía volvió a países de donde había sido expulsada: América Central,
31
Venezuela, Alemania, Portugal... Algunos han criticado el férreo control de Ledochowski, hombre
de fuerte personalidad, en una era que se caracterizó por los totalitarismos (Mussolini, Hitler,
Stalin). Pero sin lugar a dudas fue un General extraordinario.
La CG XXVIII (1938; promulgó 316 decretos), nombró un Vicario para el anciano Prepósito: el
belga M. Schurmans. En sept. 1939, Alemania invade la patria del General, Polonia. La II Guerra
Mundial ha empezado.
32
JEAN BAPTISTE JANSSENS (XXVII General)
Cuarto General belga (n. 1889). Ingresó al Noviciado a los 17 años. Doctor en ambos Derechos;
dedicó un tiempo a estudiar en Estambul documentos del Derecho Canónico Oriental. Fue
profesor y rector en Lovaina, instructor de 3º Probación, Provincial de Bélgica Septentrional y
Visitador de Holanda y Zaire. Gobierno: 1946-64. “Hombre muy humano, respetuoso, sincero y
muy espiritual” (Dicc. Hist.).
Contexto político- religioso.- 1945: el mundo queda dividido en dos bloques
antagónicos, con EE.UU. y la URSS como superpotencias. Tres estadistas
católicos: Adenauer, De Gaulle y Gásperi, sientan las bases de la
reconciliación europea. Al Este, el comunismo persigue toda creencia
religiosa; las provincias S.J. de Lituania, Bohemia, Eslovenia y Hungría son
dispersadas. La China de Mao Zedong hace lo mismo desde 1948. Llega la
hora de la descolonización: los países independientes se multiplican en Asia y África. En 1959
triunfa la Revolución en Cuba; tres años más tarde el mundo está al borde de la guerra nuclear
por la crisis de los misiles. Es evidente que la Iglesia requiere de una puesta al día, tarea que
será llevada a cabo por un hombre providencial: Juan XXIII.
Hechos destacados.- A más de un siglo de su Restauración, la Compañía ha llegado a una era
de madurez y esplendor. Una pléyade de intelectuales y hombres santos trabaja en ella por la
gloria de Dios: ya hemos hablado de Pro, Rubio, Mayer, De Lubac, Daniélou, Teilhard; también
tenemos a Murray, Lonergan, los hermanos Rahner, Hurtado… Ecuador aportó con dos grandes
nombres: Aurelio Espinosa y Pablo Muñoz.
El régimen del afable Janssens estuvo dominado por las reacciones a la línea de Pío XII y por
Humani Generis, encíclica que identificó al evolucionismo y al existencialismo como
esencialmente anticristianos y llamó a los intelectuales católicos a cerrar filas contra los “errores
modernos”. Pero nuestros pensadores de vanguardia estaban más bien tendiendo puentes hacia
las ideas expresadas por Camus, Sartre, Einstein... La obediencia al Santo Oficio llevó al P.
General a frenar la actividad de la Nouvelle Théologie. El “chivo expiatorio” más famoso fue
Teilhard de Chardin, quien había emprendido una grandiosa tentativa de reconciliar la fe con la
ciencia. A Janssens le causó dolor intervenir en la censura de este genio del s. XX, que murió en
un autoexilio en New York (1955). Mientras sus libros son retirados de las bibliotecas católicas,
un consejo de admiradores publica su obra cumbre, Le Phénomène Humain. Otros jesuitas que
tuvieron dificultades para enseñar o publicar fueron Karl Rahner y John Courtney Murray, paladín
de la libertad religiosa.
La CG XXIX había eliminado las limitaciones de estudios para los Hermanos y de admisión a
novicios de origen judío. Janssens fue el primer General en escribir una carta sobre el apostolado
social. En 1952 muere en Santiago, a los 51 años, un pionero en este campo: Alberto Hurtado.
En Venezuela, José Ma. Vélaz comienza la aventura de Fe y Alegría. En 1956, la CG XXX
nombra un Vicario para asistir al Prepósito: el canadiense John Swain.
Su legado.- Con Janssens, la SJ alcanza su máximo crecimiento: 36 038 miembros (6000 en
misiones) y se consolida en América Latina y Asia con cuatro asistencias. En 1952, el General
erigió a Ecuador como Viceprovincia Independiente. Se preocupó de preservar las virtudes
típicas del jesuita y dio sabios criterios para la selección de ministerios. Acerca de los conflictos
que le afligieron en los 50s, Janssens quiso actuar con caridad y justicia. La verdad es que esos
problemas le sobrepasaban; no estaba en su poder resolver semejantes cuestiones: sólo un
Concilio podía hacerlo. Él mismo participó en las primeras sesiones del Vaticano II, antes de
morir el 5 oct. 1964.
33
PEDRO ARRUPE (XXVIII General) I (1965-74)
Sexto General español, y vasco como el Fundador.
Nació en Bilbao, 1907. Ingresó al Noviciado
interrumpiendo una brillante carrera en Medicina. Disuelta
la S.J. en España (1932), Pedro prosiguió su formación
en Bélgica y Alemania. 3º Probación en Cleveland,
EE.UU. Ledochowski le destinó al Japón en 1937, donde
fue párroco, maestro de novicios y viceprovincial.
Contexto político-religioso.- Los Años 60: década de
profundos cambios en la Iglesia y el Mundo. Guerra Fría,
Vietnam, revolución sexual, carrera espacial, avance de
las telecomunicaciones y del indiferentismo religioso.
Kennedy propone a América Latina la Alianza para el
Progreso y el hombre llega a la Luna mientras suena la
música pop de The Beatles. Juan XXIII ha convocado el
Vaticano II (1962-65) para que la Iglesia “abra sus puertas
y ventanas al mundo”. Pablo VI –“nuestro pequeño Hamlet”, como solía llamarle Angelo Roncallitoma el timón a la muerte del “Papa Bueno”; pero quizá los cambios son demasiado atrevidos
para el gusto de algunos…
Hechos destacados (1965-74).- En el Concilio participan Daniélou, De Lubac (Cardenales en
1969 y 1983, respectivamente) y Rahner como peritos (al igual que el joven teólogo J.
Ratzinger). La declaración sobre libertad religiosa reivindica a Murray: queda claro que los
cuestionados de ayer son los celebrados de hoy. La CG 31 inicia sus trabajos en 1965; el Papa
pide a los congregados hacer frente al ateísmo. Al 4º escrutinio es electo el vasco Arrupe, quien
desde el comienzo imprime un nuevo aire a su oficio de Papa Negro: más abierto, más acogedor,
más mediático.
El Posconcilio constituye una prueba de fuego para toda la Iglesia. La Compañía entra en una
aguda crisis; en lo interno, el P. General es cuestionado por sectores tradicionales; otros
problemas: disminución de vocaciones, crisis de identidad, ola de salidas… En diez años, la
Orden pierde más de 6 mil hombres (una de las más afectadas fue la VProvincia Ecuatoriana).
En lo externo, se deterioran las relaciones con la Santa Sede. Pablo VI amaba sinceramente a
la Compañía –su confesor era jesuita: Paolo Dezza, a quien un Mercedes recogía los viernes a
las 18h45 para llevarle al Vaticano-, pero le llegan frecuentes quejas de los Obispos por los
“desacatos” de los Nuestros al Magisterio. Particularmente dolorosa para el Papa es la oposición
de teólogos jesuitas a Humanae Vitae, que prohíbe los anticonceptivos. Escrita en 1968, esta
encíclica causó tal reacción que el Papa Montini no volvió a escribir otra en los diez años
restantes de su pontificado. Fue un año complicado, marcado por la movilización estudiantil; en
EE.UU., Daniel Berrigan, S.J., activista antiguerra, fue sentenciado a prisión por quemar los
archivos de una oficina de reclutamiento.
La evolución de la coyuntura convenció al Prepósito de la necesidad de convocar la CG 32. Fue
esta la mejor preparada hasta entonces (1974) y marcó la gran opción de Arrupe y de la
Compañía: Fe y Justicia. En la apertura, y por si había alguna duda del aprecio que profesaba
a sus antiguos maestros, Pablo VI pronunció estas recordadas palabras: “Dondequiera que en
la Iglesia, incluso en los campos más difíciles y de primera línea, en los cruces de las ideologías,
en las trincheras sociales, ha habido o hay confrontación entre las exigencias urgentes del
hombre y el mensaje cristiano, allí han estado y están los jesuitas”. Propuso también cuatro
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rasgos esenciales de la identidad de los hijos de San Ignacio: ser religiosos, apóstoles,
sacerdotes y unidos al Papa por el cuarto voto.
PEDRO ARRUPE (XXVIII General) II (1975-83)
Contexto político-religioso.- La Guerra de Vietnam termina en 1975, con victoria comunista.
Ante el escándalo Watergate, Nixon renuncia. América Latina vive una era de dictaduras
militares, particularmente sangrientas en el Cono Sur; en Argentina, el Gral. Videla
instrumentaliza el Mundial de Fútbol del 78 para desviar la atención de las atrocidades de su
régimen. El Provincial de los jesuitas argentinos es Jorge Mario Bergoglio. Nuestro pueblo es
bendecido por pastores de la talla de Helder Cámara, Oscar Arnulfo Romero (asesinado en
1980), Leónidas Proaño, Pablo Muñoz Vega... y surge la Teología de la Liberación. A inicios
de los 80, la Guerra Fría vuelve a caldearse a raíz de la invasión soviética a Afganistán. En
Occidente resaltan dos líderes de mano dura: Margaret Thatcher y Ronald Reagan.
Hechos destacados (1975-83).- Prosigue la CG 32: son trascendentales sus decretos 2
(identidad del jesuita: pecador perdonado llamado a ser compañero de Jesús) y 4 (nuestra misión
hoy: defensa de la fe y promoción de la justicia que la misma fe exige). Se considera eliminar los
grados en la Orden, pero Pablo VI lo impide enérgicamente y pregunta a los congregados:
“¿adónde vais?” Los medios difunden el impasse entre el Pontífice y sus otrora “fidelísimos hijos”.
El compromiso con la Fe y la Justicia será sellado con sangre; varios de los Nuestros son
asesinados en los años posteriores: Joao Bosco Burnier (Brasil, 1976), Rutilio Grande (El
Salvador, 1977), Bernard Darke (Guyana, 1979), Luis Espinal (Bolivia, 1980)… Y poco se sabe
de los 89 jesuitas chinos condenados por el régimen comunista por sus “actividades
antipatrióticas”.
Pablo VI muere en agosto de 1978. Después del efímero Juan Pablo I (la Sonrisa de Dios) llega
la hora del Cardenal de Cracovia, Karol Wojtyla, Juan Pablo II (primer Papa no italiano desde el
s. XVI). Es evidente que no comparte la línea de Arrupe; así lo nota éste, por lo que piensa en
renunciar, pero el Pontífice está en desacuerdo. En el ínterin, nombra Arzobispo de Milán al
Rector de la PUG, Carlo Ma. Martini. Al volver de un viaje a Filipinas, la salud de Arrupe se
desmorona (7 ago. 1981). Hospitalizado, nombra Vicario a Vincent O´Keefe; sucede entonces
lo inesperado: Juan Pablo II interviene y desautoriza al General y a su Vicario. Actuando por
encima del Instituto, nombra al octogenario Paolo Dezza como su Delegado en el gobierno de
la Orden, asistido por Giuseppe Pittau. La reacción de la Compañía es de filial obediencia, salvo
algunas voces críticas: el inagotable Rahner y otros dirigen una carta cuestionadora al Papa
polaco.
Su legado.- Ningún otro Prepósito después de la Restauración ha tenido tanto impacto en la
Iglesia. Arrupe fue Presidente de la Unión de Superiores Generales (USG) por seis periodos
consecutivos. Convencido del compromiso social, del aggiornamento, de la inculturación; fundó
el Servicio Jesuita a Refugiados e inició la renovación de la Ratio. Desplegó una enorme actividad
visitando a cada jesuita en su puesto de misión, en su cátedra, en su parroquia… y aún en la
cárcel (Berrigan). Nos animó con espléndidos documentos: El modo nuestro de proceder,
Inspiración trinitaria del carisma de la Compañía, Arraigados y cimentados en la caridad, Sobre
el apostolado social, Carta sobre la inculturación… Don Pedro siguió edificando a la Compañía
con la paciencia con que enfrentó su enfermedad, hasta su muerte el 5 de febrero de 1991. Está
encauzado su proceso de beatificación.
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PETER-HANS KOLVENBACH (XXIX General)
Holandés. Nació en Druten, 1928. Estudió en el Canisiuscollege de Nimega e ingresó al
Noviciado en 1948. Durante su magisterio fue profesor de alemán. En 1958 partió al Líbano y
estudió Teología en la U. de San José (Beirut); se ordenó sacerdote (1961) según el rito armenio.
Se especializó en Lingüística en La Sorbona e hizo la 3º Probación en Connecticut. Entre 197481 fue Provincial de Próximo Oriente, antes de ser nombrado Rector del P. Instituto Oriental por
Arrupe.
Contexto político y religioso.- En 1985 sube al poder Mikhail Gorbachov, que impulsa la
Perestroika, conjunto de reformas que precipitan el colapso del bloque soviético. Entre 1989-91
cae el Muro y se produce la transición hacia la democracia en Europa Oriental. El Viejo
Continente entierra los antagonismos y se encamina a la unión económica. Juan Pablo II se erige
en un líder religioso global, al costo de frenar algunas de las innovaciones del Concilio. Se
constata una añoranza de Dios; el Espíritu sigue suscitando movimientos de las más diversas
figuras y tendencias. El 11-S 2001 marca un punto de quiebre en la historia contemporánea.
Hechos destacados (1983-2008).- La intervención papal dura dos años. P. Dezza convoca a
los Provinciales para preparar la CG 33, que se
reúne en 1983. Al 2º escrutinio, es electo el P.
Kolvenbach (13 sept.); sus palabras a Arrupe ese día
fueron: “Ya no podré llamarle Padre General, pero
seguiré llamándole Padre”. Los representantes de
los 27 mil jesuitas del mundo ratificaron la opción
hecha ocho años atrás y, nuevamente, tal
compromiso implicó el martirio: en 1987, Vicente
Cañas fue asesinado en la Amazonía; y el 16 nov.
1989 fueron acribillados seis jesuitas en San
Salvador. Eran profesores de la U. Centroamericana,
liderados por su Rector, Ignacio Ellacuría, y
acompañados en su Pascua por dos mujeres del
pueblo salvadoreño. Se trató de un descarado
crimen de Estado que continúa impune.
Frente al descenso vocacional en el Primer Mundo,
emerge la India como la Asistencia más numerosa. La CG 34 (1995) actualiza nuestro Derecho
–Normas Complementarias- y trata temas de vanguardia: MCS, fe y cultura, rol del laico y de la
mujer en la Iglesia y la sociedad… JP II muere en 2005 y Kolvenbach puede poner a disposición
su cargo; con la aprobación de Benedicto XVI convoca la CG 35. El 14 ene. 2008, la
Congregación acepta la renuncia del P. General, en medio de un atronador aplauso. Días
después, PHK retorna a su hogar: Beirut.
Su legado.- Con laconismo y prudencia, Kolvenbach normalizó las relaciones con el Vaticano.
En 1986 promulgó las Características de la Educación SJ, la más importante actualización de
nuestro apostolado educativo desde la Ratio Studiorum. Fue miembro de la comisión para el
diálogo con los ortodoxos. Han sido muy refrescantes sus enfoques lingüísticos sobre los textos
ignacianos. Uno de los mejores elogios a su figura se debe al portal religiondigital.com que le
llamó, poco antes de su renuncia, “columna silenciosa de la Iglesia”.
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ADOLFO NICOLÁS (XXX General)
Séptimo General español. Adolfo Nicolás Pachón nació en Palencia en 1936; ingresó al
Noviciado en Aranjuez (1953). Estudió Filosofía en Alcalá; se trasladó al Japón en 1961.
Sacerdote en 1967; Doctor en Teología por la Gregoriana, profesor en la U. Sofía, Director del
Instituto Pastoral de Manila hasta 1984 y Rector del Escolasticado de Tokio (1991-93). El P.
Kolvenbach le nombró Provincial del Japón (1993-99).
Contexto político y religioso.- China, que ha apostado por la economía de mercado, se ratifica
como un nuevo coloso global. Una crisis económica mundial comienza en 2008 y afecta
especialmente a Europa. El pontificado de Benedicto XVI se caracteriza por un profundo
magisterio, oportunos viajes (a las JMJ, a EE.UU., Brasil, G. Bretaña, España, México, Cuba…)
y por algunos escándalos convenientemente explotados por los medios: trabajo no le ha faltado
a su Secretario de Prensa, Federico Lombardi, S.J. En un hecho sorpresivo y con pocos
antecedentes, el Papa alemán anunció el 11 de febrero de 2013 su renuncia.
Hechos destacados (2008-14).- El 19 de enero de 2008, la CG 35 elige Prepósito, al 2do
escrutinio, al Presidente de la Conferencia de Asia Oriental y Oceanía, Adolfo Nicolás. A
continuación, los congregados reafirman la misión de la Compañía y sus prioridades de cara al
s. XXI: África, China, refugiados, apostolado intelectual y casas interprovinciales de Roma. El P.
General, hombre creativo y sencillo, ha emprendido una serie de
reformas en el gobierno de la Orden, entre las que destacan la
reestructuración de las secretarías y la reconfiguración de
provincias (España, Brasil, Estados Unidos…). La Congregación de
Procuradores (2012) se reúne, por primera vez, fuera de Europa: el
lugar escogido fue Nairobi, Kenya, para mostrar el compromiso con
África. Algunos han visto a Nicolás como “un nuevo Arrupe”; el
mismo P. General ha descrito a su antiguo Provincial en Japón
como un "gran misionero, un hombre de fuego".
El 13 de marzo de 2013, el Cónclave eligió Sumo Pontífice al
Cardenal Jorge Mario Bergoglio, S.J., Arzobispo de Buenos
Aires, quien fuera Provincial de Argentina y Rector del Colegio
Máximo de San Miguel. El primer Papa jesuita de la Historia toma el nombre de Francisco. El
número de jesuitas en enero de 2013 era de 17.287 (Escolares: 3589, Hermanos: 1400,
Sacerdotes: 12298) en 110 países.
La Compañía de Jesús durante casi quinientos años ha portado una llama, en medio de
innumerables circunstancias sociales y culturales, que la han desafiado intensamente a
mantenerla viva y ardiendo. Hoy las cosas no son diferentes. En un mundo que abruma a la
gente con una multiplicidad de sensaciones, ideas e imágenes, la Compañía busca mantener
viva la llama de su inspiración original, de manera que ofrezca luz y calor a nuestros
contemporáneos. Y lo hace transmitiendo un relato que ha soportado la prueba del tiempo, a
pesar de las imperfecciones de sus miembros y de todo el cuerpo, gracias a la continua bondad
de Dios, que nunca ha permitido que el fuego se extinga (CG 35, d. 2: “Un fuego que enciende
otros fuegos”).
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SAN IGNACIO DE LOYOLA
Fundador y Primer General
Nació en Azpeitia, País Vasco (1491) en el seno de una familia de la pequeña nobleza local.
Hasta los 30 años vivió una “vida desgarrada y vana”. Participó en la defensa de Pamplona contra
los franceses (1521), donde fue gravemente herido. Durante su convalecencia en la Casa Torre
se produjo su conversión. Inicia su vida de peregrino, marcada por la intensa experiencia
espiritual de Manresa y la visita a los Santos Lugares. Emprendió estudios en Alcalá, Salamanca
y París. En el Colegio de Santa Bárbara compartió habitación con Pedro Fabro y Francisco
Javier.
Contexto político-religioso.- 1492 es el gran año de la historia de España: los Reyes Católicos
expulsan definitivamente a los moros (toma de Granada), Nebrija escribe su Gramática y Colón
llega a América. Está en su esplendor el Renacimiento, el retorno de los ideales grecolatinos. En
Roma, la Iglesia es gobernada por Alejandro VI (el valenciano Rodrigo Borja, 1492-1503), quien
reparte el mundo entre España y Portugal en el Tratado de Tordesillas. Los Pontífices posteriores
serán grandes mecenas de las artes, pero descuidarán la reforma de la Iglesia.
Hechos principales.- Son siete (Ignacio, Fabro, Javier, Salmerón, Laínez, Rodríguez y
Bobadilla) los que, el 15 ago. 1534, hacen votos en Montmartre. En 1539 tenemos a estos
amigos en el Señor en Roma (ahora son diez, pues se han
incorporado los franceses Jayo, Broet y Coduri), dispuestos a
entregarse al servicio de las almas y, en cuanto sea posible, partir a
Jerusalén. En el trayecto a la Ciudad Eterna, el pequeño escuadrón
ha decidido llamarse Compañía de Jesús. Se ponen al servicio del
Papa, Pablo III, quien les dice que Roma es su Jerusalén. En sept.
1540, Pablo aprueba la nueva Orden (bula Regimini militantes
Ecclesiae).
Mientras Fabro parte a Alemania para predicar, reformar
monasterios y dar los Ejercicios, Ignacio envía a Rodríguez y a
Javier a Lisboa, rumbo a las Indias. El Rey de Portugal pide que
Rodríguez se quede en su capital –se funda así la primera Provincia
de la SJ-, así que Javier parte sólo a Oriente. Evangelizará incansablemente India, Indonesia y
Japón, hasta su muerte en 1546. Salmerón, Laínez y el joven Pedro Canisio participan en el
Concilio de Trento. El duque de Gandía, Francisco de Borja, hace los Ejercicios con Fabro e
ingresa en secreto a la Compañía.
En Mesina se funda el primer colegio para alumnos externos: la experiencia tiene gran éxito y
marca la opción de la Compañía por la educación de la juventud. El crecimiento de la SJ es
vertiginoso: Ignacio lo controla todo desde Roma, por medio de una enorme correspondencia;
pero cuenta con dos colaboradores extraordinarios: su secretario, Juan de Polanco, y Jerónimo
Nadal, a quien encarga recorrer Europa promulgando las Constituciones.
Legado.- Ignacio es el Fundador y el Legislador de la Compañía: juntó a los primeros
compañeros, les instruyó y, electo unánimemente por ellos como primer General, escribió las
admirables Constituciones. Pero su influjo trascendió el marco de la nueva Orden: renovó a la
Iglesia con un modelo inédito de vida apostólica (ser contemplativos en la acción, según la
célebre fórmula de Nadal), legó al mundo cristiano sus Ejercicios Espirituales y la práctica del
discernimiento de espíritus.
Falleció en su austera camareta al amanecer del viernes, 31 de julio de 1556. En ese momento
eran aproximadamente mil jesuitas, repartidos en 13 provincias ad maiorem ad Dei gloriam.
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Si sólo podéis constatar con tristeza y resignación el hecho de que la Orden no haya recuperado
y no posea ya la significación política y eclesiástica que tenía antes de su supresión en 1773; si,
repito, este sencillo hecho que no hay por qué ocultar os llena de tristeza y de secreta
resignación, entonces es que no habéis entendido en absoluto lo que tenéis que ser: personas
que por causa de Dios intentan olvidarse de sí mismas, que siguen al Jesús pobre y humilde,
que anuncian su Evangelio, que se ponen de parte de los pobres en el combate por conseguir
para ellos una mayor justicia (Karl Rahner: Palabras de Ignacio de Loyola a un jesuita de hoy).
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