Diapositiva 1

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ISSN 2314-3975
Informe de Coyuntura Nº 16
CIFRA - Centro de Investigación y Formación de la República Argentina
Coordinador: Eduardo M. Basualdo
Equipo de investigación: Mariano Barrera, Pablo Manzanelli y Paula Belloni
Para consultar los adelantos del Informe de Coyuntura Nº 16 (sobre pobreza, indigencia
e impuesto a las ganancias) hacer click aquí
Agosto 2014
Publicación Trimestral
CIFRA - Piedras 1065 (C1070AAU), Capital Federal, Argentina
Coyuntura económica y desendeudamiento
Evolución de la actividad económica
A partir de la devaluación de comienzos del corriente año se percibe una caída de la actividad económica con
un ritmo inflacionario elevado pero decreciente en el tiempo (cayó de un pico de 5,4% en febrero a 1,5% mensual
en junio). Se recompusieron levemente las reservas internacionales y se registró un saldo comercial positivo
(4.770 millones de dólares en el primer semestre según datos del Banco Central) aunque inferior al obtenido en
años anteriores. Las abultadas importaciones de energía constituyeron una restricción significativa en este
sentido que obedeció a la reducción de la producción interna a pesar del incremento de la producción de YPF.
Por su parte, la retención de las exportaciones agropecuarias trajeron aparejadas una no desdeñable pérdida de
ingresos al sector debido a la caída significativa de los precios internacionales.
En este contexto, en términos de la economía real la mayor retracción se constató en la producción industrial
liderada por la producción automotriz y la construcción. Su correlato en términos de la ocupación se expresaron
principalmente en suspensiones y en un todavía leve incremento de la tasa de desempleo (que trepó al 7,5% en
el segundo trimestre). El impacto en términos del salario real produjo un descenso del 7,7% en el primer
trimestre, período que no contempla los ajustes de esos ingresos por los acuerdos establecidos en las paritarias.
Sobre el desendeudamiento externo
Entre las múltiples transformaciones que se registraron en la economía argentina durante la última década hay
dos que adquieren una especial relevancia porque constituyen “políticas de Estado” y su orientación es
claramente divergente con la que adoptaron los países centrales a partir de la consolidación del neoliberalismo
sustentado en políticas monetaristas: la política previsional y la vinculada al endeudamiento externo generado en
las décadas anteriores.
Sin embargo, entre ambas median diferencias que es preciso tener en cuenta debido a la transcendencia que
asumen. La política previsional luego de haber incorporado millones de personas que tenían vedado ese derecho
-proceso que ciertamente aún continua- se institucionalizó en octubre de 2008 mediante la Ley de movilidad
jubilatoria que implicó independizar su ajuste periódico de las decisiones del Poder Ejecutivo.
Coyuntura económica y desendeudamiento
Igualmente relevante y definida fue la política encarada respecto al notablemente elevado endeudamiento
externo del sector público. Desde 2003 en adelante se avanzó en un inédito proceso de desendeudamiento que
tuvo como hitos fundamentales las renegociaciones con quita de 2005 y 2010 así como la cancelación en efectivo
de la deuda con el FMI que permitió recuperar la autonomía en términos de la política económica. Últimamente,
esa política se complementó con el acuerdo con el “Club de París” y al mismo tiempo se vio cuestionada por el
fallo de los tribunales norteamericanos en el conflicto con los “fondos buitres”.
Sin embargo, más allá de ese conflicto sobre el cual CIFRA y el Área de Economía y Tecnología de la
FLACSO plantearon su posición (ver el comunicado de prensa al final de este informe), resulta imprescindible
señalar que, a diferencia de lo que ocurre con la política previsional, la relacionada a la deuda externa no avanzó
en un acuerdo político que se expresara en términos legislativos, con fuerza de ley.
Resulta indiscutible que avanzamos hacia un recambio presidencial el año entrante y que en el contexto de la
crisis mundial iniciada en 2008 las discrepancias entre la política seguida internamente y la consolidación de la
hegemonía neoliberal en los países centrales se acentuaron significativamente. Bajo esas circunstancias, desde
el punto de vista de CIFRA la institucionalización de una “política de Estado” acerca del endeudamiento externo
es de vital importancia siempre que allí se defina el límite máximo que puede alcanzar en el futuro la deuda
externa -tanto en términos del PBI como de las reservas internacionales-, así como que establezca que su
destino será para la expansión productiva, descartando la posibilidad de que se utilice para gastos corrientes
estatales o para hacer posible la valorización financiera de los sectores oligopólicos, como ocurrió entre 1976 y
2001. En caso contrario, el pago de aproximadamente 190 mil millones de dólares que, de acuerdo a las
estimaciones oficiales, se pagaron como parte de esta política de desendeudamiento abre la posibilidad de que
se ponga en marcha un nuevo ciclo de endeudamiento externo que afecte seriamente las condiciones de vida de
los sectores populares y permita la apropiación de una renta extraordinaria parte de los sectores de poder.
1. Deuda externa
Legados del neoliberalismo
La última dictadura militar impuso un nuevo patrón de
acumulación de capital sostenido en la “valorización
financiera”. Desde 1976 hasta 2001 (año que marcó la
crisis final de ese modelo), las grandes empresas incluso las de impronta productiva- tendieron a maximizar
sus ganancias a partir de los diferenciales implícitos
entre las tasas de interés interna e internacionales (la
primera fue sistemáticamente más elevada que las
segundas durante el período 1976-2001). La estrategia
de acumulación se basó en el endeudamiento externo, la
valorización interna (renta financiera) y, finalmente, la
fuga de capitales al exterior.
Tasa anual acumulativa de la deuda externa, intereses de
la deuda y fuga de capitales en dólares corrientes y del
PIB en pesos constantes, 1976-2001 (porcentajes)
18
15,8
16
14
12,6
12
Al respecto, las evidencias disponibles indican que en
el período 1976-2001 la deuda externa creció al 11,5% y
la fuga de capitales al 12,6% anual acumulativo. Ello en
un contexto macroeconómico donde el PIB estuvo
prácticamente estancado (crecimiento de solo 1,5%
anual entre 1976 y 2001). Por su parte, los intereses de
la deuda ascendieron al 15,8% anual acumulativo.
10
En suma, la experiencia argentina permite constatar
que no existe correlación positiva necesaria entre el
aumento del endeudamiento y el crecimiento del PIB. Es
más, este proceso conllevó una profunda “desindustrialización” de la economía argentina, un significativo
incremento en el grado de concentración y centralización
del capital y, entre otros, una aguda regresividad
distributiva en detrimento de los sectores populares.
4
11,5
8
6
1,5
2
0
Deuda externa
Intereses de la
deuda
Fuga de capitales
Fuente: Elaboración propia en base a Basualdo (2010).
PBI
Desendeudamiento externo
180
Deuda en moneda nacional
Deuda en moneda extranjera
Deuda total como % PIB
147,3
160
29.599
160.000
62.154
4.668
180.000
140.000
77.157
67.749
200.000
100
60.000
34,4
20.000
125.473
40,7
139.554
40.000
30,0
38,2
60
44,6
40
44,7
96.581
53,7
67.073
80.000
80
71,0
123.375
100.000
140
120
120.000
20
Fuente: Elaboración propia en base al Ministerio de Economía.
2013
2012
2011
2010
2009
2008
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
1996
0
1995
0
1994
A partir de allí comenzó un proceso de
“desendeudamiento”. La renegociación y el canje
de la deuda pública en 2005 y 2010 y la cancelación del capital adeudado al FMI provocaron, en un
contexto de franco crecimiento de la economía,
una reducción sistemática del peso de la deuda
sobre el producto bruto. La mayor reducción fue en
2005, cuando la gravitación de la deuda se redujo
al 71,0% y, posteriormente, si bien a un menor
ritmo, la deuda cayó hasta reflejar el 40,7% del
PIB en 2013, con una mayor presencia de la
deuda denominada en moneda nacional respecto
a los registros previos al canje de 2005.
220.000
71.112
En el marco de la cesación de pagos, la
megadevaluación de la moneda local, la
“pesificación asimétrica” y la aguda contracción del
producto bruto la gravitación de la deuda externa
trepó al 147,3% del PIB en 2002.
Evolución de la deuda pública bruta según moneda nacional o extranjera y
porcentaje de la deuda total sobre el PIB, 1993–2013 (millones de dólares y
porcentajes)
1993
Tras el intenso proceso de endeudamiento
externo durante la “valorización financiera”, la
deuda alcanzó a más de 144 mil millones de
dólares en 2001, lo cual representaba el 53,7% del
PIB. Se trataba, fundamentalmente, de deuda
denominada en moneda extranjera. A tal punto que
la deuda en divisas fue de 139,5 mil millones y la
moneda local de poco menos de 4,7 millones de
dólares en 2001.
Deuda externa en moneda extranjera
Peso de la deuda en moneda extranjera sobre el PIB y las reservas
internacionales y deuda en moneda extranjera del sector privado
sobre el PIB, 1997-2013 (porcentajes)
140
1.177,7
Deuda en moneda
extranjera del sector
privado/ PIB
758,5
80
Aun así, y considerando la abultada reducción de las
reservas internacionales en los últimos años y que éstas
fueron utilizadas en el pago de diversos compromisos
externos, cabe apuntar que el monto de la deuda
externa en moneda extranjera más que quintuplicó las
reservas internacionales del país en 2013 (410,2%).
20
1.000
Deuda en moneda
extranjera/ Reservas
(eje der.)
100
Al respecto, un dato para nada menor es que la
mayor parte de la deuda en moneda extranjera consiste
en créditos intra sector público (su importancia es
decisiva después de la reestatización de los fondos
jubilatorios en manos de las AFJP). A tal punto que el
total de la deuda en divisas correspondiente al sector
privado representó apenas el 8,3% del PIB en 2013.
Cabe señalar que previo a 2009 casi toda la deuda en
moneda extranjera correspondía a tenedores privados.
1.200
Deuda en moneda
extranjera/ PIB
120
749,0
800
379,3
410,2
95,1
60
106,0
118,8
600
400
24,5
10,3
25,2
8,3
24,1
9,6
26,2
11,8
25,9
12,3
33,4
36,9
246,0
24,0
51,9
43,7
40,6
35,2
31,9
29,3
40
200
Fuente: Elaboración propia en base al Min. de Economía e INDEC.
2013
2012
2011
2010
2009
2008
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
1999
0
1998
0
1997
En el actual escenario caracterizado por la irrupción
de la “restricción externa” (escasez de divisas), resulta
de sumo interés la evolución y el dimensionamiento que
adquiere el endeudamiento denominado en moneda
extranjera. Lo primero que cabe señalar es el
significativo descenso al que asistió el peso de la deuda
en moneda extranjera sobre el producto bruto. Tal es así
que su gravitación se redujo del 118,8% al 25,2% entre
2002 y 2013. Así, la participación de la deuda en 2013
equivale a menos de la mitad del endeudamiento en
moneda extranjera sobre el PIB que se registró en 2001,
donde había trepado al 51,9%.
Vencimientos de la deuda en moneda extranjera
Vencimiento letras intransferibles al BCRA
9.530
10.328
12.000
9.625
12.397
2.972
2023
4.545
3.243
2022
2025
3.567
2021
4.773
3.759
4.851
2.000
2020
7.820
5.665
4.000
12.643
12.565
6.000
6.569
8.000
2024
10.000
7.758
14.000
11.000
13.193
Vencimientos excluyendo letra intransferible del BCRA
9.425
15.195
16.000
2019
2018
2017
2016
0
2015
Tras el importante esfuerzo que implicó (e implica)
para el conjunto de la sociedad argentina revertir los
profundos legados críticos del neoliberalismo (de
hecho, la mayor parte de los vencimientos son de los
canjes 2005 y 2010 que renegociaron la deuda
defaulteada a principios de 2002) resulta de suma
importancia establecer límites explícitos al volumen y la
calidad del endeudamiento externo.
18.000
7.225
Por su parte, en 2016 los vencimientos ascienden a
15.195 millones, pero si se descuentan las letras
intransferibles al Banco Central tales vencimientos
descienden a 5.665 millones. Otro pico de vencimientos estará en 2017 (12.6437 millones) y bajará a 7.820
millones en 2018. Posteriormente, a partir de 2019 se
registran, en base al perfil actual y sin considerar las
letras intransferibles al Banco Central, bajos vencimientos de la deuda externa en moneda extranjera. Pero
que en varios años (2020-2023) son altos de
considerar el total de vencimientos. Todo ello sin
contemplar, como es obvio, la deuda con los holdouts.
Evolución de los vencimientos de la deuda externa pública
en moneda extranjera, 2014-2025 (millones de dólares)
2014
En 2014 se registran vencimientos de servicios de la
deuda en dólares relativamente bajos. Totalizan 7.225
millones de dólares (3.295 millones en concepto de
capital y 3.929 millones de dólares por intereses de la
deuda). En 2015, en cambio, habrá mayores
vencimientos de la deuda en moneda extranjera, que
ascienden a 12.565 millones de dólares.
Fuente: Elaboración propia en base al Ministerio de Economía
2. Sector externo
Reducción del superávit comercial
30.000
25.000
36.042
31.272
36.315
39.554
38.935
33.951
39.616
35.586
41.156
30.513
40.587
34.797
38.580
29.329
35.583
28.487
35.000
31.862
40.000
5.000
4.770
4.030
4.984
10.643
5.791
9.251
10.000
7.096
15.000
10.741
20.000
-5.000
Exportaciones
Importaciones
Saldo comercial
-3.239
0
Fuente: Elaboración propia en base al BCRA.
I sem.
2014
II sem.
2013
I sem.
2013
II sem.
2012
I sem.
2012
II sem.
2011
I sem.
2011
-10.000
II sem.
2010
En efecto, el saldo comercial en el primer semestre
de 2014 fue, según el BCRA, superavitario en 4.770
millones de dólares, es decir, un 4,3% inferior al
obtenido en el primer semestre de 2013. Y respecto
al primer semestre de 2011 la caída fue del 48,4%.
45.000
21.122
Las bajas tasas de crecimiento de las economías
centrales, la desaceleración China, el estancamiento
brasilero y la caída de los precios internacionales de
los productos primarios impactaron negativamente en
las ventas externas. Según datos del BCRA, en el
primer semestre de 2014 la contracción de las
exportaciones alcanzó el 7,4% interanual, tendencia
que se venía manifestando desde 2011 (si se
compara con el primer semestre de ese año la caída
fue del 6,6%). Asimismo, pese a la política de
administración del comercio exterior aplicada desde
finales de 2011, el insuficiente desarrollo del
entramado industrial y las altas compras de
combustibles determinaron que las importaciones
desde ese año se expandieran un 6,6%. Así, en el
primer semestre de 2014 la caída de las compras
externas fue del 7,9% interanual.
Evolución de las importaciones, exportaciones y del saldo
comercial en base al balance cambiario del Banco
Central, I sem. 2010-I sem. 2014 (millones de dólares)
I sem.
2010
El acotado proceso de reindustrialización de la
economía, la crisis energética y la irrupción de la
crisis internacional en 2008 son algunos de los
elementos que permiten explicar el decreciente saldo
comercial del país.
Déficit energético
Al desagregar la información del sector externo
centrándose en el capítulo energético, se advierte que el
saldo comercial tiene un déficit en expansión, aun ante la
desaceleración del crecimiento del PIB en 2013 y el
estancamiento de 2014 (cuando alcanzó a 3.352 millones
de dólares en el primer semestre), lo que manifiesta el
problema estructural que atraviesa el sector.
La expansión del déficit en el primer semestre de este
año respecto del anterior, se da en el marco de la
desaceleración del consumo de naftas (con caídas
interanuales en mayo y junio) y del declive en la compra
de gasoil en los primeros seis meses del año respecto de
2013, tanto por la contracción de la actividad económica
como por el importante auge de los precios de los
combustibles que están alcanzando valores equivalentes
al spot internacional.
La independencia que adquieren las importaciones
energéticas del ciclo económico, responde a la reducción
de la producción privada hidrocarburífera (-0,8%) a pesar
de que YPF logró revertir la tendencia y en el primer
semestre de 2014 aumentó 8,6% la produc-ción de crudo
y 10,6% la de gas natural. Se trata específicamente de la
reducción de la producción de gas natural que explica el
50% del consumo de la matriz primaria energética. Al
respecto, es de señalar que un punto porcentual de caída
de la extracción de gas natural equivale a U$S 370
millones de importación de combustibles sustitutos.
Evolución del saldo comercial energético, I trim. 2010-II
trim. 2014 (en millones de dólares)
1.500
1.263
1.000
500
2010
2011
2013
2014
907
366
120
0
-157
-253
-500
-615
-735
-853
-1.000
-1.500
-1.585
-1.685
-2.000
-2.317
-2.499
-2.500
-2.429
-3.000
I trim
II trim
III trim
Fuente: Elaboración propia en base a INDEC.
IV trim
Soja: tropezando con la misma piedra
Un aspecto relevante que incidirá en el nivel de las
Evolución del precio de la soja por tonelada y variación
exportaciones y en el resultado del saldo comercial del interanual, ene.2007-ago.2014 (dólares corrientes y porcentaje)
país -principal fuente de acumulación de reservas- tiene
200
que ver con la dinámica que adquieran las exportaciones 700
Variación interanual
de soja. Desde varios sectores se está señalando que,
623
dadas las expectativas de devaluación en el marco del
Precio de la soja
conflicto con los fondos “buitre”, los exportadores de 600
554
547
150
granos están demorando sus ventas al exterior, esperando
512
obtener una ganancia superior. Se trataría de un escenario
500
-salvando las distancias- similar al del año pasado.
498
400
449 100
349
300 256
50
27,3
319
48,4
420
200
-20,1
-32,7
-13,6
100
-15,5
0
Fuente: Elaboración propia en base a Ministerio de Economía.
jul-14
ene-14
jul-13
ene-13
jul-12
ene-12
jul-11
ene-11
jul-10
ene-10
jul-09
ene-09
jul-08
-50
ene-08
0
jul-07
Tal es así que el precio de la soja por tonelada cayó a
449 dólares durante los primeros 20 días de agosto. Desde
mayo registra sistemáticas caídas, reduciendo su valor
17,8% al bajar de 546 a 449 dólares. Más aún, el 19 de
agosto pasado cotizó a 412 dólares. Es decir, que en la
actualidad requerirían un tipo de cambio cercano a $11 por
dólar para alcanzar la ganancia en pesos que hubieran
obtenido si liquidaban sus exportaciones en mayo.
445
ene-07
Sin embargo, los exportadores de soja enfrentan el
dilema de especular reteniendo el producto -y, así,
presionar por una nueva devaluación- arriesgándose a
enfrentar una caída significativa en el precio internacional
de la soja en un contexto en el que las expectativas de su
cotización no son favorables, dada la cosecha récord en
Estados Unidos y la desaceleración del consumo de China.
Este error ya lo cometieron en 2008 donde sus dirigentes
privilegiaron el aspecto político sobre el económico.
Leve recuperación de las reservas internacionales
La fuerte devaluación de enero de 2014 trajo
aparejado otra significativa pérdida de reservas, que se
amortiguó, primero, con el alza de las tasas de interés
y la limitación a la tenencia de dólares y activos dolarizados de los bancos e, incluso, cambió su tendencia a
partir de mayo cuando se procuró recuperar reservas
internacionales y se adelantaron pagos de deuda e
importaciones de combustibles (a ello se debería
agregar el “swap” de monedas acordado con China,
que sería deseable extender a otros países).
De resultas de ello, las reservas internacionales -que
habían caído a 27 mil millones dé dólares después de
la devaluación de enero- se mantuvieron hasta mayo,
cuando comenzaron a ascender hasta alcanzar a
28.862 millones de dólares en junio de 2014.
Evolución y variación mensual de las reservas, enero
2011-junio 2014 (en millones de dólares y porcentaje)
60.000
9
52.365
48.038
44.273
40.000
Inicio de los controles
cambiarios y de la
política de devaluación
gradual
20.000
30.589
Pérdidas de casi 17.500
millones de dólares entre
octubre de 2011 y diciembre
de 2013
3
1,6
1,2
0,4
6
28.862
0,6
0
0
-20.000
-3
-40.000
-6
Variación mensual de reservas
Reservas internacionales
-6,2
-60.000
-9
ene-11
feb-11
mar-11
abr-11
may-11
jun-11
jul-11
ago-11
sep-11
oct-11
nov-11
dic-11
ene-12
feb-12
mar-12
abr-12
may-12
jun-12
jul-12
ago-12
sep-12
oct-12
nov-12
dic-12
ene-13
feb-13
mar-13
abr-13
may-13
jun-13
jul-13
ago-13
sep-13
oct-13
nov-13
dic-13
ene-14
feb-14
mar-14
abr-14
may-14
jun-14
Durante el despliegue de la política de devaluación
gradual de la moneda, de los rígidos controles
cambiarios y del surgimiento del mercado informal, la
pérdida de reservas del Banco Central alcanzó casi
17.500 millones de dólares entre octubre de 2011 y
diciembre de 2013. Ello, dado que este organismo tuvo
un rol activo en la oferta de divisas y destinó
importantes recursos para cumplir los compromisos
externos, para el pago de las abultadas importaciones
industriales y energéticas y para el significativo drenaje
de divisas que implicó la cuenta de turismo (cuyo déficit
trepó a 8.708 millones de dólares en 2013).
Fuente: Elaboración propia en base al BCRA.
Política económica
120
56,7
Tipo de cambio nominal
Tasa Badlar
52,4
Tipo de cambio real con EE.UU. (eje der.)
50
110
106,1
43,4
40
100,0
100
94,7
30
26,2 90
26,6
19,9
82,9
23,1
80,3
20
15,9
80
76,5
13,8
76,7
76,9
9,7
10
9,4
10,2
70
6,7
69,0
4,3
2,6
abr-14
ene-14
jul-13
Fuente: elaboración propia en base a CIFRA, BCRA y CEI.
oct-13
abr-13
oct-12
ene-13
jul-12
abr-12
ene-12
jul-11
oct-11
abr-11
oct-10
ene-11
jul-10
abr-10
ene-10
60
jul-09
0
oct-09
En los últimos meses se advierte una tendencia a la
reducción de las tasas de interés con el objeto de mitigar
el impacto recesivo en el nivel de actividad. Probablemente, el establecimiento de la tasa de interés real negativa y la imposición de las restricciones en la plaza cambiaria induzcan, si no se contemplan alternativas de inversión
en pesos, a aumentar los niveles del tipo de cambio en el
mercado ilegal y a la fuga de capitales a través del
contado con liquidación y el denominado “dólar bolsa”.
60
abr-09
Por su parte, la tasa de interés, que había registrado
niveles reales negativos durante todo el período en el que
estuvo vigente la política de devaluación gradual del tipo
de cambio (2011-2013), mostró una elevación pero que,
de todos modos, tuvo rendimientos inferiores a los de la
tasa de inflación.
Tasa de cambio nominal respecto al dólar, tasa de interés Badlar y
tipo de cambio real respecto al dólar, enero 2009-junio 2014
(porcentajes e índice enero 2009=100)
ene-09
El tipo de cambio nominal tuvo su pico de crecimiento
en febrero de 2014, cuando fue un 56,7% superior al del
mismo período del año anterior. Posteriormente, la
estabilización de la tasa de cambio en niveles cercanos a
8 pesos por dólar tendieron a reducir las variaciones
anuales y, en el marco de un elevado proceso
inflacionario, el tipo de cambio real tuvo un ligero proceso
de apreciación cambiaria. Sin embargo, vale resaltar que
todavía no se erosionaron los niveles de competitividad
externa derivados de la devaluación de comienzos de
año. A tal punto que en junio de 2014 el tipo de cambio
real superó en 8,2% al de diciembre de 2013.
Inflación cambiaria y oligopólica
La dinámica de los precios al consumidor, que se
había acelerado a fines de 2013 (cuando fluctuó en 6
torno al 2,5-2,7% mensual), experimentó un crecimiento
significativo en enero y febrero de 2014, en el marco de
la devaluación de la moneda. El IPC-9 provincias indica
que la variación mensual de la inflación alcanzó, en 5
esos meses, el 4,9 y 5,4% mensual. A partir de allí se
advierte, en cambio, una tendencia a la desaceleración
en el nivel de precios. Entre marzo y mayo se ubicó en 4
el 2,5-2,7% mensual, y en junio se profundizó la
desaceleración hasta alcanzar el 1,5% mensual.
2,9
4,9
5,4
Tasas de variación mensual del IPC-9 provincias,
enero 2011-junio 2014
2,5
2,7
2,7
1,5
2013-5*
2013-3*
2013-1*
2013-9
2013-11
2013-7
1,3
2013-5
2013-3
1,2
2013-1
2012-11
2012-9
2012-7
2012-5
2012-3
2012-1
2011-11
2011-9
2011-7
2011-5
2011-3
2011-1
1,0
1,5
1,5
1,6
1,9
1,9
2,2
2,3
2,5
2,8
De este modo, el aumento de los precios domésticos 3
alcanzó el 21,3% en junio de 2014 respecto a diciembre
de 2013. Entre los factores explicativos de este
fenómeno subyacen, esencialmente, los efectos de la
2
denominada “inflación cambiaria” (en parte, debido al
aumento de precios en moneda local de los insumos y
bienes importados y, en parte, debido a que dado que la
canasta exportadora tiene una fuerte presencia de 1
bienes-salario las modificaciones en el tipo de cambio
tienen un impacto directo en los precios al consumidor)
y, también, el traslado automático y por encima del
0
promedio de la economía de los formadores de precios,
que buscaron apropiarse ganancias extraordinarias
derivadas de su posición dominante en un escenario
donde el consumo, si bien con tendencia descendente,
*Provisorio
Fuente:
Elaboración
propia
en
base
a las Direcciones Provinciales de Estadística.
sigue en un nivel alto capaz de convalidar el aumento
de precios (“inflación oligopólica”).
3. La economía real
Estancamiento de la actividad económica
16,2
Variación interanual del Producto Bruto Interno, del estimador
mensual industrial y del indicador sintético de la actividad de la
20
construcción, I trim.09 - II trim.14 (porcentajes)
PIB (Base 2004)
Industria (EMI)
15
10,6
3,5
4,6
3,5
-5
-4,9
-3,5
-4,4
-1,5
-0,2
-3,1
-2,6
-0,3
-3,2-2,3
0
II 14*
I 14
IV 13
III 13
II 13
I 13
IV 12
III 12
II 12
I 12
IV 11
III 11
II 11
I 11
IV 10
III 10
II 10
I 10
IV 09
III 09
II 09
-10
I 09
A pesar del Procrear y los distintos planes de
vivienda, la construcción experimentó caídas del
2,6% y del 2,3% en el primer y segundo trimestre
de 2014, revirtiendo el período de crecimiento que
había mostrado durante los últimos tres trimestres
de 2013.
-1,3
5
Por su parte, la actividad fabril registró
descensos significativos que se remontan a dos
años atrás. Desde el segundo trimestre de 2012
contabilizó 7 trimestres con contracciones de la
actividad y solo 2 de crecimiento. En el primer y
segundo trimestre de 2014 la industria cayó 3,1% y
3,2% respectivamente. De esta manera contribuyó
significativamente al proceso recesivo de la
economía doméstica.
5,5
6,9
8,1
8,7
10
11,2
Construcción (ISAC)
12,1
10,1
11,5
La devaluación de principios de año trajo
aparejado una caída en el nivel de actividad
económica. El PBI, que había crecido 2,9% en
2013, experimentó contracciones interanuales del
0,2% en el primer trimestre de 2014 y, según la
estimación del EMAE, del 0,3% en el segundo
trimestre. A los efectos recesivos del proceso
devaluatorio y el alza en las tasas de interés en el
consumo interno se adicionó una caída relevante
de las ventas externas (en especial las que se
destinan a Brasil). En este marco, el gasto público
desplegó un rol anticíclico.
*El segundo trimestre del PBI fue estimado en función de la variación del estimador mensual de
actividad económica (EMAE).
Fuente: Elaboración propia en base al INDEC.
Heterogeneidades en la actividad industrial
Durante el primer semestre del año la industria
manufacturera cayó el 3,2%. Existen distintos factores
que incidieron en este comportamiento, entre otros, el
estancamiento del consumo interno, la crisis mundial y
el estancamiento de la economía brasilera (con la
consiguiente caída de la demanda externa), el largo
proceso de “reticencia inversora” a la que asistió
especialmente la actividad fabril, un menor uso de las
capacidades instaladas, etc.
Sin embargo, la dinámica de la actividad reconoce
marcadas heterogeneidades en el ritmo de
crecimiento de los rubros que integran el tejido
manufacturero. Al respecto, cabe apuntar que las
actividades en las que se advierten las mayores
contracciones fueron la industria automotriz (-20,5%),
la de caucho y plástico (-6,3%) y la metalmecánica
(-5,8%). La industria papelera, la de minerales no
metálicos, y la química experimentaron también,
aunque menores, caídas en su actividad.
Los rubros manufactureros que registraron
crecimientos de la producción fueron la industria de
metales básicos (como el hierro primario, acero crudo
y aluminio), la de edición e impresión, textiles y
tabaco. Un bajo crecimiento manifestaron la industria
alimenticia y la de refinación de petróleo, cuya
contribución al promedio sectorial es sumamente
relevante dado su peso en el producto industrial.
Variación interanual del Estimador Mensual Industrial según
rubro de actividad, I semestre 2014 (porcentajes)
Metálicas básicas
9,1
Edición e impresión
6,5
Textiles
3,0
Tabaco
2,4
Alimentos y bebidas
1,3
Refinación del petróleo
0,8
Química
-0,2
Minerales no metálicos
-0,5
Papel y cartón
-1,5
Total industria
-3,2
Metalmecánica
(exc. automot.)
-5,8
Caucho y plástico
Automotores
-6,3
-20,5
-25
-20
-15
-10
-5
Fuente: elaboración propia en base al INDEC.
0
5
10
15
Utilización de la capacidad instalada
78,5
82,9
70,8
63,7
70
10,4
80
15
50
10
5
1,7
60
0
-3,5
40
20
10
-5
-6,7
30
-9,4
Así, la utilización de la capacidad instalada en
mayo de 2014 fue la más baja de los últimos
años, alcanzando el 70,8%. Ello implica una caída
del 3,5% respecto al mismo período del año
anterior (cuando el grado de utilización había
alcanzado el 73,3% de las capacidad instalada), y
una retracción de 9,5% respecto al nivel (78,2%)
alcanzado en mayo de 2011. Es más, hay que
retrotraerse a mayo de 2004 para advertir niveles
de utilización de la capacidad instalada cercanos
al registro de mayo de 2014, dado que allí su
nivel alcanzó el 68,9% del capital fijo preexistente.
Todo ello en un escenario, cabe recalcar, de bajos
niveles de inversión en el ámbito industrial.
90
6,4
Tal como consta en las evidencias disponibles,
desde abril de 2010 hay una desaceleración de
las tasas de crecimiento de la utilización del stock
de capital preexistente en el ámbito fabril, pero es
a partir de agosto de 2011 cuando comienza la
tendencia a una menor utilización.
Evolución de la utilización de la capacidad instalada y
variación interanual (porcentaje), enero 2010-mayo 2014
-10
Variación interanual
Utilización de la capacidad instalada
0
Lineal (Utilización de la capacidad instalada)
ene-10
mar-10
may-10
jul-10
sep-10
Nov 10
Ene 11
mar-11
may-11
jul-11
sep-11
nov-11
ene-12
mar-12
may-12
jul-12
sep-12
nov-12
ene-13
mar-13
may-13
jul-13
sep-13
nov-13
ene-14
mar-14
may-14
La persistente caída del nivel de actividad
industrial que, según el Estimador Mensual de la
Industria registró 11 meses de contracción
ininterrumpida, fue acompañada por una marcada
tendencia a la caída en el grado de utilización de
las capacidades instaladas.
Fuente: Elaboración propia en base a INDEC.
-15
Obreros ocupados y horas trabajadas
Por otra parte, este efecto combinado de
reducción tanto de las horas ocupadas como de
los puestos de trabajo hicieron que no se llegue
a afectar la tendencia creciente de la productividad aun cuando hay importantes caídas en la
producción. En el primer trimestre de 2014, si
bien redujo su ritmo de crecimiento, la productividad tuvo un incremento interanual del 0,6%.
8
129,1
133,1
137,5
138,4 145
6
0,7
2
1,6
105
1,4
100 106,3
2,9
3,3
4
125
111,7
85
0
-3,4
-1,8
-2
-2,0
65
-4
-4,4
Al igual que en otros momentos de
desaceleración de la actividad industrial como en
2009 y 2012, las horas trabajadas se vieron más
afectadas que los puestos ocupados. Sin
embargo, el impacto en relación con el 2009,
cuando se dio una caída de la actividad industrial
similar, fue menor. Durante el mismo trimestre de
2009, con una caída de la actividad industrial del
1,3%, las horas trabajadas cayeron 9,0% y los
obreros ocupados lo hicieron en 2,9%.
Variación interanual de los obreros ocupados, de
las horas trabajadas en la industria y de la
productividad en la industria, I trim 2008-II trim 2014
(en porcentajes)
45
25
-6
Obreros ocupados en la industria
-8
Horas trabajadas en la industria
5
Productividad
-10
I 08
II 08
III 08
IV
I 09
II 09-9,0
III 09
IV
I 10
II 10
III 10
IV
I 11
II 11
III 11
IV
I 12
II 12
III 12
IV
I 13
II 13
III 13
IV
I 14
II 14
La caída de la actividad industrial y la menor
utilización
de
la
capacidad
instalada
repercutieron en las horas trabajadas y la
cantidad de puestos ocupados. En el segundo
trimestre de 2014, las horas trabajadas
mostraron una caída interanual del 3,4%, al
tiempo que la cantidad de obreros ocupados se
redujo en un 2,0%.
Fuente: ELaboración propia en base a INDEC.
-15
4. Empleo e ingresos
Aumento de la desocupación
Evolución de la tasa de actividad, empleo y de desempleo, 1er
trim. 2007 - 2do trim. 2014 (porcentajes)
44,8
43,1
7,5
6,8
41,4
7,2
42,8
7,2
9
8
6,7
41
6,7
41,8
42
10
46,5
46,2
46,1
7,9
42,5
7,5
43
6,7
38
44
43,2
En este escenario, la implementación de
medidas contracíclicas (tales como el Procrear, el
Procreauto, Proemplear, los Repro, el Vivir más
Cerca, etc.) constituyen un aliciente necesario
para amortiguar los efectos sobre el empleo de la
situación económica. Un elemento positivo es que
en otros contextos de crisis, como el de 2009, la
desocupación trepó a niveles superiores, del orden
del 8,8% de la población económicamente activa.
45
7,3
46
8,8
En relación con el segundo trimestre de 2013 la
desocupación aumentó 4,2% interanual y alcanzó
al 7,5% de la población activa durante el segundo
trimestre de 2014. Por su parte, la tasa de empleo
se redujo, en el mismo período, un 3,9% anual y la
de actividad lo hizo en un 3,7%, mientras que la
subocupación demandante se incrementó en 1,5%
anual. Por lo que, en el marco de una caída en la
tasa de actividad, el incremento de la tasa de
desocupación durante el segundo trimestre de
2014 evidencia una destrucción neta de puestos
de trabajo.
45,9
47
Tasa subocupación demandante
Tasa de actividad
46,6
Tasa de desocupación
Tasa de empleo
48
7
40
6
5,7
39
5
37
36
II-2014
I-2014
III-2013
II-2013
IV-2013
Fuente: elaboración propia en base al INDEC.
I-2013
IV-2012
III-2012
II-2012
I-2012
IV-2011
III-2011
II-2011
I-2011
IV-2010
III-2010
I-2010
II-2010
IV-2009
III-2009
4
II-2009
35
I-2009
Vinculada a la caída del nivel de actividad
económica, la evolución del mercado de trabajo en
el segundo trimestre de 2014 mostró un
incremento de la desocupación y un leve aumento
de la subocupación, en un escenario en el que se
redujeron las tasas de actividad y empleo.
Empleo sectorial
Durante el primer trimestre los sectores
productores de bienes manifestaron los
mayores problemas laborales. La tasa
interanual del empleo registrado en este sector
experimentó una caída del 1,3% respecto a
igual período del año anterior. Por su parte, el
sector servicios, si bien desaceleró el ritmo de
crecimiento de empleo, la tasa interanual se
incrementó en 0,8%.
Dentro de los sectores productores de bienes
el sector primario es el que tuvo la mayor caída
de empleo en el primer trimestre del año (-2,7%
anual), seguido por la construcción (con ciclos
más acentuados), cuya reducción alcanzó el
1,2% respecto al primer trimestre de 2013. La
industria manufacturera experimentó una
contracción del empleo registrado del 1,0%
anual. Se trata, en estos últimos casos, de los
sectores más afectados en el nivel de actividad
económica.
Tasa interanual de crecimiento del empleo registrado
por rama de actividad, I trim 2008–I trim 2014
(porcentajes)
18
Sectores productores de servicios
Industria manufacturera
Construcción
Sector primario
16
14
11,5
12
10
7,8
8
6,7
6
4
6,0
3,7
2
1,6
0,8
0,1
0
-1,2
-2
-2,7
-4
-6
-8
-9,0
-6,1
-10
I.08
II.08
III.08
IV.0
I.09
II.09
III.09
IV.0
I.10
II.10
III.10
IV.1
I.11
II.11
III.11
IV.1
I.12
II.12
III.12
IV.1
I.13
II.13
III.13
IV.1
I.14
Cabe remarcar, sin embargo, que el impacto
recesivo de la devaluación de enero de 2014
tuvo, durante el primer trimestre del año,
impactos inferiores en materia de la destrucción
de empleo que los que acontecieron en los
críticos años 2009 y 2012.
Fuente: Elaboración propia en base a INDEC.
Trabajadores no registrados
32,8%
32,0%
32,8%
34,1%
34,6%
36,4%
37,3%
% de asalariados no registrados
41,6%
44,4%
50%
En este plano, si bien existió una fuerte mejora
en los primeros años de recuperación de la
economía tras la implosión de la convertibilidad 40%
con caídas de 11,4 puntos porcentuales entre el
primer trimestre de 2004 e igual período de 2007-,
en los últimos años el descenso de este flagelo
fue mucho más moderado, con un amesetamiento 30%
entre 2011 y 2013 en valores que fluctuaron en
torno del 32% de asalariados no registrados.
47,5%
Participación de los asalariados no registrados en el
empleo asalariado total, I trim 2003-II trim 2014 (en
porcentajes)
48,7%
Uno de los principales aspectos críticos en
materia laboral, legado de las regresivas políticas
neoliberales, es el de las condiciones de trabajo,
y, en especial, el fenómeno difundido del trabajo 60%
no registrado en el conjunto de los ocupados
asalariados.
Fuente: Elaboración propia en base al INDEC.
IV.13
I.13
II.12
III.11
IV.10
I.10
II.09
III.08
IV.07
I.07
II.06
III.05
IV.04
I.04
II.03
20%
Este estancamiento en la mejora de este indicador tan sensible en términos de los derechos
económicos y sociales de la población (en la
10%
medida en que poseen remuneraciones inferiores,
no tienen obra social, aportes jubilatorios, ni
cobertura en caso de accidentes), evidencia la
necesidad de aplicar políticas más activas desde 0%
el Estado para poder perforar estos niveles, entre
las que se cuenten, no sólo incentivos
económicos sino la fiscalización desde el Estado
para que se cumpla con la normativa vigente.
Salario real de los trabajadores registrados
10
8,0
8
7,1
6,6
6
4,1
4
2,3
2,2
2
0
-2
Variación interanual
Fuente: Elaboración propia en base a OEDE y CIFRA.
I.14
III.13
I.13
III.12
I.12
III.11
I.11
III.10
I.10
III.09
I.09
III.08
-7,7
I.08
Sin embargo, la aceleración del ritmo inflacionario -4
desde mediados de 2013, con mayor intensidad en el
último trimestre de ese año y el primero del 2014, -6
impactaron en el salario generando una caída
interanual del 1,7% y 7,7% respectivamente. La -8
última caída (la del primer trimestre de 2014) guarda
correspondencia con un importante incremento de -10
precios post-devaluación, período que no contempla
los ajustes de esos ingresos por los acuerdos
establecidos en las paritarias.
-1,3
III.07
Indudablemente, esta situación, sumada a las
transferencias de ingresos del Estado a los sectores
de menores ingresos (a través de los aumentos de la
asignación Universal por Hijo o los haberes
jubilatorios, entre otros) posibilitó constituir un
mercado interno robusto durante estos años que
contribuyó significativamente a la expansión del PBI.
Evolución y variación interanual del salario real promedio
de los trabajadores registrados del sector privado, I trim
2007- I trim 2014 (en pesos del I trim. 2014)
I.07
El análisis de la evolución de los salarios de los
trabajadores registrados permite advertir que en los
últimos años existió una considerable recomposición
de los ingresos reales. El restablecimiento de las
paritarias, en el marco de la reducción del “ejército de
reserva”, permitió una continua mejora del poder
adquisitivo de los trabajadores que están
enmarcados en convenios colectivos de trabajo. Así,
entre 2007 y 2013 el salario real se expandió el
24,0%.
El poder adquisitivo de la jubilación mínima
Tras la ampliación de la cobertura jubilatoria que
alcanzó al 94,6% de las personas en edad de
jubilarse, una medida de trascendencia en este
sentido fue la sanción, en 2008, de la Ley de
Movilidad Jubilatoria, ya que permitió incrementos
significativos de los haberes jubilatorios, que no
dependen de la discrecionalidad del Poder
Ejecutivo.
Así, luego de dos años (2009 y 2010) de relativo
estancamiento, en 2011 comenzó un proceso de
fuerte expansión de los ingresos jubilatarios, que
posibilitó una mejora en términos reales del 24,2%
entre 2010 ($2.458) y 2013 ($3.053), mayor al de
los trabajadores registrados.
Haber mínimo jubilatorio en pesos de junio de
2014 y variación interanual, ene-2006-jun-2014
3.100
15
3.053
11,9
12,3
3.000
2.946
10
7,5
2.900
4,2 2.826 5
2.800
2.696
2.700
0
2.600
2.464
2.500
2.458
-5,6
-5
-6,4
2.400
-10
-10,1
-11,2
Variación interanual
Fuente: Elaboración propia en base a ANSES y CIFRA
ene-14
-15
jul-13
ene-13
jul-12
ene-12
jul-11
ene-11
jul-10
ene-09
ene-10
Haber mínimo en pesos constantes
2.200
jul-09
2.300
jul-08
Un dato para nada desdeñable es que entre el
primer semestre de 2001 e igual período de 2014 el
haber mínimo prácticamente se duplicó, al crecer el
88%. El haber mínimo actual es, a pesar del
impacto de los precios, superior al vigente en 2011.
2.514
ene-08
En el primer semestre de 2014 la aceleración de
los precios generó una caída del poder de compra
de las jubilaciones en torno del 7,4%. Considerando
el incremento de septiembre del 17,2% y una
inflación proyectada para los próximos meses en
torno del 1,5% mensual, en términos reales, el
haber jubilatorio descendería el 6,0% en este año.
SOBERANIA NACIONAL VS. NEOLIBERALISMO
La decisión del gobierno nacional de rechazar la extorsión de los “fondos buitre” y del poder judicial
norteamericano es un hito decisivo para consolidar la soberanía y la viabilidad económica y social de la
Nación. Se trata de resguardar lo avanzado en la renegociación y quita de la deuda externa de 2005 y 2010,
así como el pago al FMI, que permitieron -junto a la expropiación de la mayoría accionaria de YPF- reafirmar
la soberanía nacional y generar las condiciones para tender a mejorar el nivel de vida de los sectores
populares en un estado constitucional de derecho.
El neoliberalismo como etapa específica de la dominación y acumulación capitalista introdujo nuevas
formas de subordinar a los estados nacionales a la lógica de la expansión insaciable del capital financiero.
Décadas atrás el condicionamiento inicial fue el propio endeudamiento externo no sólo por el pago de
intereses notablemente elevados sino porque fue clave para concretar una fuga de capitales inédita que
lideraron tanto ellos como sus socios nacionales (los grupos económicos locales). Posteriormente, los
denominados “golpes de mercado” -de los cuales las crisis hiperinflacionarias de 1989/1990 constituyen una
fiel expresión- estuvieron destinados a apropiarse de las empresas públicas y con ellas garantizar el pago de
la deuda externa pública y privada.
Más recientemente, los juicios entablados por las firmas transnacionales -especialmente las de servicios
públicos privatizados- ante el CIADI, organismo dependiente del Banco Mundial, fueron posibles por la firma
en la década de 1990 de los Tratados Bilaterales de Promoción y Protección de Inversiones Extranjeras (TBI),
que en la actualidad deberían ser denunciados. Ahora, el condicionamiento proviene ya no del Banco Mundial
sino, nada menos, del sistema judicial norteamericano, supuestamente “técnico y neutral”, que no sólo
convalida una extorsión a un país soberano que busca compatibilizar la reestructuración de su deuda externa
con el desarrollo económico sino que internacionaliza las propias pugnas de poder dentro del imperio.
Ciertamente no se trata de adoptar posiciones intransigentes, inviables dada las actuales relaciones de
fuerza, que le significarían una pesada carga a la sociedad argentina. Se trata de avanzar en la
negociación dentro de los límites que impone la necesidad de preservar los intereses de la mayoría de la
población no agregando nuevos condicionamientos a la soberanía nacional.
Área de Economía y Tecnología de la FLACSO Sede Argentina y Centro de Investigación y
Formación de la República Argentina (CIFRA) de la CTA.
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