Rechaza apelación Alsogaray

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Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
Causa n° 43.493 “Alsogaray,
María Julia s/ casación”
Juzg. Fed. n° 2 - Sec. n° 3
Reg. n° 156
///////////////nos Aires, 4 de marzo de 2010.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
El Dr. Eduardo R. Freiler dijo:
Motiva la intervención del Tribunal el recurso de casación
interpuesto por la Defensora Oficial Dra. Martínez de Buck, en representación de
USO OFICIAL
María Julia Alsogaray, contra la resolución de fecha 7 de diciembre de 2009 -fs
47/58- a través de la cual esta Sala decidió confirmar el auto por el cual el
Magistrado de primera instancia rechazó la excepción de falta de acción
oportunamente introducida por esa parte.
El ordenamiento procesal exige, para que se torne procedente
la impugnación mediante la vía intentada, que se verifiquen las exigencias
previstas en el artículo 457, relativas a la naturaleza de la resolución recurrida,
como así también que los agravios introducidos se sustenten en alguno de los
supuestos establecidos en el artículo 456 -inobservancia o errónea aplicación de
la ley sustantiva, o inobservancia de normas procesales fijadas bajo pena de
inadmisibilidad, caducidad o nulidad-.
El recurso intentado resulta admisible toda vez que se hallan
satisfechos los requisitos de impugnabilidad objetiva y subjetiva.
La resolución contra la que se dirige, si bien no constituye
una sentencia definitiva ni resulta equiparable a ella por sus efectos -en razón de
que no implicó la conclusión del proceso sino, precisamente, su subsistencia-,
encuadra en el supuesto de excepción que se configura, conforme la doctrina de
nuestro Máximo Tribunal, cuando ésta pueda provocar un gravamen de
insuficiente, imposible o tardía reparación ulterior.
Ello es así, en el caso sub examine, en atención a que la
garantía constitucional sobre la que se apoya la pretensión de la incidentista
prohíbe no sólo la aplicación de una nueva sanción penal, sino también el mero
riesgo de que ello acontezca.
Al respecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha
expresado que “…ese derecho federal sólo es susceptible de tutela inmediata,
porque la garantía no veda únicamente la aplicación de una nueva sanción por
un hecho anteriormente penado, sino también la exposición al riesgo de que ello
ocurra mediante un nuevo sometimiento a juicio de quien ya lo ha sufrido por el
mismo hecho (Fallos: 299:221). El solo desarrollo del proceso desvirtuaría el
derecho invocado, dado que el gravamen que es materia de agravio no se
disiparía ni aún con el dictado de una ulterior sentencia absolutoria (Fallos:
300:1273; 308:84)” (Fallos: 382:314).
Por otro lado, considero que se han respetado las exigencias
relativas a la naturaleza de los motivos que invoca.
En cuanto a la impugnabilidad subjetiva, debe indicarse que
el recurso ha sido formulado por quien se halla facultado para hacerlo -letrada
defensora de la encausada-.
Resta señalar, con respecto a los requisitos de lugar, tiempo y
forma, que la interposición ha sido tempestiva, ante el Tribunal correspondiente
y mediante un escrito que satisface los recaudos que hacen a su autosuficiencia,
suscripto por la recurrente, y conteniendo la clara expresión de la voluntad de
impugnar (art. 458 del código citado).
En virtud de lo expuesto, voto por declarar admisible el
recurso de casación intentado.
El Dr. Mario Filozof dijo:
Cierto es que el recurso de casación es un instrumento
operativo de la garantía prevista en el inc. h del punto 2 del art. 8 de la
Convención Americana de Derechos Humanos. Un aspecto esencial del debido
proceso es el derecho a que un tribunal superior examine o reexamine la
legalidad de toda sentencia jurisdiccional que resulte en un gravamen irreparable
a una persona, o cuando ese gravamen afecte los derechos y libertades
fundamentales (art. 75 inc. 22 C.N.).
El derecho previsto en el citado artículo requiere la
disponibilidad de un recurso que al menos permita la revisión legal, por un
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tribunal superior, del fallo y de todos los autos procesales importantes (C.I.D.H.,
caso 11.137, Informe 55/97, C.I.D.H. / O.E.A. / ser / L / V / II.97, cons. 20).
Lo resuelto por esta Sala cumple la garantía de la doble
instancia y no reviste carácter definitorio que habilitaría el requisito que se ha
dado en llamar “doble conforme”, siendo su único efecto procesal, la vinculación
del imputado al proceso, permitiendo su continuación (C.N.C.C., Sala VI, c.
23.221, “Adorigo, Víctor H.”, rta: 12/10/2004, del voto del Dr. Bunge Campos;
C.N.C.C.F., Sala I, c. 31.886, “Vanden Panhyusen, José A.”, rta: 11/09/2000,
reg. 799; D.J., año XVII, nª 3, 17/01/2001, ps. 127 a 130; Alfredo Vélez
Mariconde, Derecho Procesal Penal, 3ª ed., 2ª reimpresión, actualizada por los
Dres. Manuel N. Ayan y José I. Cafferata Nores, Marcos Lerner Editora,
USO OFICIAL
Córdoba, 1986 t. I, p. 419).
En el caso puntual, se repite, medió revisión de la decisión
del juez de la instancia de origen -doble conforme-.
Por ende no existe motivo federal admisible que imponga la
intervención de la Cámara de Casación Penal.
Los motivos formulados en el recurso de casación revelan un
disenso con el resultado final lo que no habilita la vía propuesta.
Por otra parte, no resulta aplicable al sub examine el
precedente de nuestro máximo Tribunal, sentado en el fallo Casal, Matías E., rto.
20/09/2005, pues si bien a partir de la doctrina allí sentada se determinó que
Cámara Nacional de Casación Penal deberá analizar el plexo probatorio
recabado, lo cierto es que ello sucederá cuando, con anterioridad en la misma
causa ningún Tribunal Superior haya revisado la decisión que se cuestiona. La
idea del fallo citado es que exista, al menos, un Tribunal que inspeccione lo
evaluado en materia de hecho y prueba por otro de inferior jerarquía. Por ello, si
la Cámara de Apelaciones cumplió con tal exigencia, asegurando así la doble
instancia, no es factible, como se pretende, acceder a la casación por dicha vía
(ver en este sentido C.C.C., Sala VI, causa “Wyler, Francisco y otro s/casación”,
rta. 12/02/08, en la que se cita C.C., Sala V, causa 29.348, “Morrone, Roque y
otro s/casación”, rta. 7/08/06, entre muchos otros).
También, se ha dicho que sólo se puede revisar este tipo de
cuestiones, si se demuestra que el juicio formulado por el Tribunal de mérito,
importa un despropósito, una arbitrariedad intolerable o un grave quebramiento
de los principios lógicos, lo que debe ser apreciado con criterio restrictivo
(C.N.C.P., Sala III, causa n° 5161, “Acosta, María Estela y otros s/recurso de
casación”, rta. 9/12/04), lo que no se verifica en el caso.
En ese orden de ideas, debe señalarse que, se ha sostenido
(causa nro. 35.779, “Suárez, Mercedes s/casación”, rta. 30/10/08, en la que se
citó Sala I, causa nro. 34.714, “Ares, María Elena s/casación”, rta. 21/10/08), que
la reforma introducida por la ley 26.374 ha modificado seriamente las
costumbres judiciales, por cuanto la fundamentación de las decisiones que irán
emergiendo bajo ese trámite probablemente sean más breves que las que se
venían haciendo, pero no por ello carecen de la debida fundamentación.
Así las cosas de dar curso al recurso interpuesto debiera
hacerse lo propio con todo rechazo de una nulidad, confirmación de un
procesamiento, etc. y todo auto que indique la continuación del proceso. En esas
condiciones la Cámara Nacional de Casación Penal debiera intervenir en todos
los casos como ante un simple recurso de apelación y no como excepción, así
dejaría de tener el fin para el que fue creada, mas aún cuando continúa un
proceso no genera gravamen irreparable.
Por último, en tanto la decisión criticada no genera efectos
definitivos no corresponde acceder a la pretensión de quien interpone el recurso
de marras.
El Dr. Jorge Luis Rimondi dijo:
Coincido con la propuesta formulada por el colega Filozof en
su voto (remitiéndome en un todo a la jurisprudencia y doctrina citada), en
atención a que, pese a los esfuerzos de la Sra. defensora, su crítica no ha logrado
superar las cuestiones de hecho, las que ya fueron controladas a través del fallo
de este tribunal ahora recurrido. En consecuencia, dicho sustento no resulta
suficiente para habilitar una tercera vía revisora frente a una resolución judicial
que no es sentencia definitiva, ni puede ser equiparada por sus efectos a ella. En
este sentido, es de destacar que la propia recurrente admite que en el caso se han
presentado distintas interpretaciones fácticas, limitándose a cuestionar, por no
compartirlas, las seleccionadas por los acusadores. De este modo y en definitiva,
la parte pretende imponer su postura en un desmedido, para esta etapa
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preliminar, control vertical de esta cuestión, dado que se limita a reiterar los
agravios que recibieron respuesta en esta alzada y que no hacen a la acreditación
de la eventual violación al principio del ne bis in ídem. Por el contrario, y
reiterando que estamos ante circunstancias de hecho, el asunto debería progresar
horizontalmente, toda vez que, con nuestra intervención, se ha cumplido con la
garantía constitucional de la doble instancia. En consecuencia, emito mi voto en
el sentido de no hacer lugar a la concesión del recurso de casación interpuesto
por la Sra. defensora pública, a cargo de la asistencia técnica de la imputada
María Julia Alsogaray (art. 444, Cód. Proc. Penal).
En
virtud
del
Acuerdo
que
antecede,
el
Tribunal
RESUELVE:
USO OFICIAL
RECHAZAR el recurso de casación introducido por la
defensa de María Julia Alsogaray, contra la resolución de fojas 47/58 (arts. 457 y
464 del Código Procesal Penal de la Nación).
Regístrese, hágase saber al representante del Ministerio
Público Fiscal y devuélvase a la anterior instancia, a fin de que se practiquen el
resto de las notificaciones de rigor.
Sirva la presente de atenta nota de envío.-
FDO: EDUARDO R. FREILER (en dididencia) – MARIO FILOZOF – JORGE
RIMONDI
Ante mí: Eduardo NOGALES
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