LA REALIDAD DEL SECTOR DE COMERCIO. RIESGOS ESPECÍFICOS Este sector, quizá uno de los más importantes dentro de la economía española está conformado mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas que ocupan a un número muy elevado de trabajadores. Agrupa a 889.000 trabajadores de los cuales 603.000 tienen contrato indefinido y 286.000 contrato temporal. Los puestos de trabajo que se desempeñan son muy variados, con una amplia gama de tareas y con condiciones de trabajo muy específicas, y por lo tanto con exposiciones a los riesgos elevadas. El sector de comercio engloba lugares de trabajo muy distintos: pequeño comercio, grandes almacenes, hipermercados; todos ellos con una misma actividad, pero con diferentes entornos. No se puede olvidar que el trabajador de comercio desarrolla muy distintas funciones, es vendedor/a, reponedor/a, cajero/a, personal de almacen,… y muchas veces es una sola persona la que lo hace todo, especialmente en el pequeño comercio. Y si a toda esta problemática añadimos los cambios de los últimos años: La masiva introducción de nuevas tecnologías, la concentración empresarial (desaparición del pequeño comercio típico en favor de las franquicias, grandes superficies y supermercados) y la precarización de la contratación. Los trabajadores en este sector pueden sufrir múltiples problemas de salud, según la actividad, pero tienen en común los ligados al estrés, a las malas posturas y a los movimientos repetitivos. Los accidentes se suelen asociar a determinadas actividades como la industria y la construcción. Sin embargo, el comercio no está exento de riesgos de accidente. Antes al contrario, ocupa un lugar destacado en las estadísticas. RIESGOS GENERALES ESPECÍFICOS EN EL SECTOR DE COMERCIO RIESGOS DE SEGURIDAD Sobreesfuerzos por carga y descarga de camiones, así como el transporte de productos. Manipulación de paquetes (cortes en la apertura de paquetes, golpes, caída de los mismos). Cortes, aplastamientos y contusiones por utilización de herramientas manual cuchillos, sierras, tijeras, pegamientos, papel (sectores de alimentación, bricolaje, textil...). Resbalones, caídas y tropezones por mal estado de los suelos y vías resbaladizas por presencia de residuos, derrames, limpieza. Problemas en las vías de evacuación por acumulación de mercancías. Incendio y explosión en función del contenido y tipo de comercio. Caída de objetos en almacenamiento. Atropellos y atrapamientos por carretillas transportadoras. Caída de altura desde plataformas elevadas (en tareas de almacenamiento especialmente). Agresiones y atracos a cajeros y dependientes. RIESGOS DE TIPO QUÍMICO Sustancias químicas procedentes de productos de limpieza, plaguicidas, raticidas, funguicidas y conservantes, cloro amoniaco, alcoholes, disolventes orgánicos. Sustancias químicas relacionados con al almacenamiento de pinturas, disolventes, ácidos, productos cáusticos y gases comprimidos y otros materiales. (derrames, roturas de contenedores). Inhalación de monóxido de carbono e hidrocarburos aromáticos policíclicos, por la emisión de los camiones que entran a los muelles de carga y de los sistemas de transporte interno. Pegamentos, colas, disolventes, pinturas etc. Destinados al mantenimiento, decoración y reparaciones de las instalaciones. RIESGOS DE TIPO FÍSICO Láser de los lectores de códigos de barras y los escáner de mano de los supermercados (lesiones en la retina). Temperaturas extremas (especialmente en cámaras frigoríficas, cercanía de hornos). (Posteriormente se tratará este riesgo en un apartado especial). Corrientes de aire (aire acondicionado, apertura puertas exterior. Cambios bruscos de temperatura. Ruido ambiental intenso (megafonías, clientes, operaciones de preparación de la venta) Iluminación inadecuada (por exceso o defecto y situación respecto al plano de trabajo, reflejos en superficies brillantes, deslumbramientos. RIESGOS DE TIPO BIOLÓGICO En comercio de alimentación los riesgos derivados de la manipulación de alimentos. RIESGOS ERGONÓMICOS, PSICOSOCIALES Y DE ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO Movimientos repetidos (tendinitis, síndrome del túnel carpiano, tenosinovitis, síndrome de la salida torácica y problemas en la cadera, piernas y pies). Especialmente en cajas y etiquetado de productos. Inadecuación ergonómica de los puestos. Posturas mantenidas durante largos periodos. Inadecuada disposición de los tiempos de tareas y descanso. Bipedestación prolongada. Estrés derivado del el trato con clientes. Sistema de turnos. Trabajo nocturno. Riesgo de situaciones de violencia, agresiones, atracos. Ritmo de trabajo impuesto. Imposibilidad de organizar tiempos de descanso según necesidades. Poca participación. Alta temporalidad y rotación. Dificultades de promoción laboral. Estilo de mando autoritario. Acoso. RIESGOS ESPECÍFICOS CAJERAS En un puesto de trabajo de caja de un supermercado que utiliza escáner se manejan pesos que en conjunto pueden sumar hasta varias toneladas por jornada de trabajo. Un cajero puede llegar a atender a más de 300 clientes por día y los sistemas informáticos permiten controlar al detalle el trabajo que desempeña. Los cajeros/as acaban desarrollando problemas musculares y de las articulaciones en manos, muñecas, brazos, hombros y cervicales. La solución está en un buen diseño del puesto de trabajo, un menor ritmo de trabajo y pausas o rotaciones por puestos de trabajo diferentes. RIESGOS ESPECÍFICOS DEPENDIENTES/AS Muchos trabajadores/as padecen varices y piernas hinchadas por trabajar de pie durante toda la jornada. El dolor de espalda es otro problema frecuente por la misma razón o por un asiento inadecuado. Los trabajadores/as deben poder dispones de asientos adecuados para el descanso de la posición de pie. RIESGO POR EL MANEJO DE MATERIALES EN CÁMARAS FRIGORÍFICAS Las condiciones de trabajo en una cámara frigorífica son especialmente duras para los operarios y normalmente no consideradas muy importantes por los evaluadores de riesgos. Considerando su dureza y el riesgo que implica el trabajo en las mismas, merece la pena dar a los trabajadores las mejores condiciones de trabajo posibles y esto se lo tiene que proporcionar normalmente la carretilla que deberá estar equipada con calefacción. Demostrando la experiencia que una cabina con calefacción permite que los descansos se acorten al menos 15 minutos por cada hora, lo que conlleva que el trabajo efectivo de un conductor aumente en el orden del 25% lo que implica un incremento de 50 días, si se supone que trabaja 200 días al año. En contra de lo que pudiera parecer, lo que crea mayores problemas en un almacen de congelación no es el frío, aún siendo intenso, sino los fenómenos de condensación. Cuando una persona se desplaza desde el interior del almacén de congelación al exterior, lógicamente de temperatura más cálida, el gradiante de temperaturas puede ser del orden de 60 a 70º C. Este “pequeño” detalle implica que las personas deben de vigilar con sumo cuidado ese tipo de translaciones.