AUTO Nº 190/2005 - Derecho Penitenciario

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A U T O
Nº
190/2005
Ilmo. Sr. Presidente:
D. JUAN JOSÉ GARCÍA PÉREZ
En Pamplona , a 29
Ilmos. Sres. Magistrados:
de diciembre de 2005 .
D. AURELIO VILA DUPLÁ
D. JESÚS SANTIAGO DELGADO CRUCES
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La representación procesal de D., interno en el
Centro Penitenciario de Pamplona, interpuso recurso de queja frente
al acuerdo de la Junta de Tratamiento, de fecha
31 de marzo de
2005, por el que se le denegaba la concesión de un permiso ordinario.
SEGUNDO.- En virtud del expresado recurso, el Juzgado de
Vigilancia Penitenciaria de Navarra incoó Expediente Penitenciario nº
237/2005, en el que con fecha 3 de junio de 2005 dictó auto por el que
se desestimaba la expresada queja contra el acuerdo de la Junta de
Tratamiento del Centro Penitenciario de Pamplona y se denegaba la
concesión del permiso solicitado.
TERCERO.- El citado auto fue recurrido en apelación por el
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expresado interno, remitiéndose los autos a la Audiencia Provincial de
Navarra, y previo reparto, correspondieron a esta Sección Tercera en
la que se incoó el Rollo Penal de Sala nº 44/2005, en el que se
designó ponente al Ilmo. Sr. Magistrado D. AURELIO HERMINIO VILA
DUPLA, señalándose el día 4 de julio de 2005 para su deliberación,
habiéndose observado las prescripciones legales, salvo el plazo para
dictar
la
presente
por
acumulación
de
asuntos
pendientes
de
resolución.
CUARTO.- El Ministerio Fiscal, en el trámite correspondiente,
interesó la desestimación del recurso.
RAZONAMIENTOS JURIDICOS
PRIMERO: Las presentes actuaciones dimanan de la solicitud
de permiso de salida hecha por ante la Junta de Tratamiento del
Centro Penitenciario de Pamplona, denegada por acuerdo adoptado
en sesión de fecha 31 de marzo de 2005, en base a la “falta de
suficientes garantías de hacer buen uso del permiso. Tipología
delictiva”.
Presentado recurso de queja ante el Juzgado de Vigilancia
Penitenciaria, fue desestimado por auto de 3 de junio al ponerse de
relieve en los informes del Centro Penitenciario que el interno cumplía
condena por delito de violencia de género que no asume y abandonó
el tratamiento en la fase de diagnóstico cuando se inició el programa
específico terapéutico en relación con este tipo de delitos, “por lo que
en tales circunstancias, considerando el tipo de delito, el que el
interno no lo asume, lo que se desprende de su abandono del
programa terapéutico, así como, por tanto, el riesgo para la víctima
procede... denegar el permiso”.
El recurso de reforma fue desestimado por auto de 4 de julio.
El interno recurre en apelación esta resolución.
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Alega, en síntesis, las siguientes razones:
1º Concurren los requisitos exigidos por el art. 47 LOGP, al
haber transcurrido la cuarta parte de la condena, estar clasificado en
segundo grado y no tener mala conducta.
Cuenta, además, con factores positivos para el disfrute del
permiso como es el apoyo familiar, además de no existir ninguna
prueba sobre “una postura o conducta hostil” hacia su ex pareja.
2º La denominada tipología delictiva no es suficiente para
denegar el permiso, pudiendo valorarse junto con el resto de datos y
actitudes del interno.
3º El interno está recibiendo tratamiento y terapia impartida por
el Gobierno de Navarra, en contra de lo informado por el psicólogo del
Centro Penitenciario.
Por ello, en el recurso de reforma se interesó al Juzgado que
solicitara informe al respecto, y al denegar esta petición se ha
generado una total indefensión al no poder combatir documentalmente
lo informado por el Centro Penitenciario.
SEGUNDO: Se estima el recurso por las razones que se pasan
a exponer:
a) Conforme se desprende de los arts. 47.2 LOGP y 154 RP
tres son los requisitos que deben concurrir para la concesión de los
permisos, a saber, que el interno se encuentre en segundo o tercer
grado penitenciario, haya extinguido la cuarta parte de la condena y
no observe mala conducta, siendo los dos primeros de naturaleza
objetiva
y
el
tercero
de
naturaleza
subjetiva,
pues
exige
una
ponderación de circunstancias que no admiten automatismo alguno.
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Con reiteración viene sosteniendo esta Sección de la Audiencia
Provincial que la concurrencia de dichos requisitos no determina
automáticamente
la
concesión
del
permiso,
que
constituye
un
mecanismo de preparación para la vida en libertad, por lo que no
puede desvincularse del tratamiento, de ahí que pueda denegarse
cuando exista riesgo de perturbación de los objetivos perseguidos con
aquél, además de otros igualmente legítimos, como la posibilidad de
eludir la custodia o la reiteración delictiva (STC 112/1996 [RTC 1996,
112] y ATC 5/1998 [RTC 1998, 5]).
Así se desprende del artículo 156 RP, precepto éste que tras
establecer que deberá valorarse el informe preceptivo del equipo
técnico,
añade
que
será
desfavorable
cuando
“por
la
peculiar
trayectoria delictiva, la personalidad anómala del interno o por la
existencia de variables cualitativas desfavorables, resulte probado el
quebrantamiento de la condena, la comisión de nuevos delitos o una
repercusión
negativa
de
la
salida
sobre
el
interno
desde
la
perspectiva de su preparación para la vida en libertad o de su
programa individualizado de tratamiento”.
b) Conforme a lo expuesto debe examinarse si en el caso
enjuiciado concurre alguna o algunas de esas variables negativas de
las que deducir, razonablemente, un pronóstico de mal uso del
permiso, como mecanismo de preparación para una futura vida en
libertad, o de repercusión negativa en su programa individualizado de
tratamiento, ya que los permisos de salida ordinarios están orientados
a la preparación de los internos para la vida en libertad.
Desde esta perspectiva no puede compartirse el criterio de la
Junta de Tratamiento del Centro Penitenciario.
Ni la “tipología delictiva” ni, en concreto, la comisión de un
delito de los denominados de “violencia de género”, constituye por sí
sola
una
variable
negativa,
aunque
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dicho
delito
tenga
mayor
“trascendencia social” que otros tipos de delito, lo que con reiteración
viene manteniendo esta Sección de la Audiencia Provincial [AA
311/2003 (Rollo Penal de Sala 20/2003), 312/2003 (Rollo Penal de
Sala 22/2003), 313/2003 (Rollo Penal de Sala 27/2003), 34/2004
(Rollo Penal de Sala 19/2004), 108/2004 (Rollo Penal de Sala
35/2004), 109/2004 (Rollo Penal de Sala 8/2004), 140/2004 (Rollo
Penal de Sala 54/2004), 65/2005 (Rollo Penal 66/2004)].
Se estaría estableciendo una inaceptable discriminación de
unos internos respecto a otros, siendo así que la ley no excluye de los
permisos a ningún delincuente en razón de los hechos por los que ha
sido condenado.
La finalidad que subyace al criterio denegatorio mantenido por
el Centro Penitenciario es, sin duda, asegurar a toda costa que no se
va a poner en peligro la seguridad de la víctima del delito.
Ahora bien, ha de tenerse en cuenta, en primer lugar, que no
existe dato alguno en el expediente del que se infiera que existe una
probabilidad alta de que el interno vuelva a delinquir, y, en segundo
lugar, lo que resulta decisivo, que la seguridad de la víctima puede
lograrse adoptando las medidas necesarias, las cuales se concretan
en la parte dispositiva de esta resolución, conciliando de esta manera
el derecho que las víctimas de delitos de violencia de género tienen a
mantener intacta su integridad física, con el correcto tratamiento del
interno.
c) La juez de vigilancia penitenciaria se aparta en cierta
medida del criterio de la Junta de Tratamiento, ya que deniega el
permiso no sólo por la tipología delictiva, sino, también, porque,
según se infiere de los informes emitidos por el Centro Penitenciario,
el interno abandonó el tratamiento en la fase de diagnóstico cuando
se inició el programa específico terapéutico relacionado con los
delitos de violencia de género, pero se trata de un hecho que no
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concurría a la fecha en que la Junta de Tratamiento acordó denegar el
permiso, por lo que no puede ser valorado en esta alzada.
En caso contrario se causaría indefensión al interno, que no ha
podido rebatir los informes remitidos por los técnicos del Centro
Penitenciario.
TERCERO: Se declaran de oficio las costas procesales, ex art.
901 LEcrim.
PARTE DISPOSITIVA
La Sala acuerda estimar el recurso de apelación interpuesto
contra el Auto de fecha 4 de julio de 2005 del Juzgado de Vigilancia
Penitenciaria de Navarra, el cual se deja sin efecto, como el acuerdo
adoptado por la Junta de Tratamiento del Centro Penitenciario de
Pamplona en sesión de fecha 3 de junio de 2004, y, en consecuencia,
se concede a un permiso de salida ordinario de 4 días que deberá
disfrutarse cumpliendo los siguientes requisitos:
1º El Centro Penitenciario deberá comunicar a la víctima del
delito las fechas concretas en que el citado interno disfrutará del
permiso, así como oficiar a la Policía Nacional para garantizar la
seguridad de la misma durante el tiempo en que dure el permiso.
2º El interno deberá presentarse a diario en centro policial o
cuartel de la Guardia Civil.
3º El interno no podrá acercarse a la víctima del delito.
Se declaran de oficio las costas procesales de esta alzada.
Envíese testimonio de esta resolución al Juzgado de su
procedencia.
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Así por este nuestro Auto, que es firme, lo pronunciamos,
mandamos y firmamos.
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