CONSENTIMIENTO INFORMADO DEL MENOR ADULTO Y SUS

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CONSENTIMIENTO
INFORMADO
DEL
MENOR
ADULTO Y SUS PADRES, MADRES, TUTORES O
REPRESENTANTES LEGALES, PARA TRATAMIENTO
ENDOCRINOLOGICO,
PREQUIRURGICO
PARA
ADECUACIÓN SEXUAL.
I) Los aspectos de la LEY a conocer:
1) INTRODUCCION
La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño fue adoptada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas en noviembre de 1989, marcando un hito histórico
fundamental en la defensa de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes.
Su articulado incorpora los aspectos ya contenidos en la Declaración de los Derechos
del Niño de 1959, los amplía y, a su vez, va más allá de dicha Declaración en cuanto
los hace jurídicamente responsables de sus acciones respecto de los niños a los Estados
que la ratifican. El Congreso Argentino ratificó la Convención de los Derechos del Niño
el 27 de septiembre de 1990 y la promulga el 16 de octubre de 1990, instituyéndola
como Ley Nacional 23.849 y en agosto de 1994, la Convención Constituyente la
incorporó al artículo 75 de la nueva Constitución de la Nación Argentina.
A partir de aquí se refuerza la idea de que los niños, niñas y adolescentes tienen
derechos y deben ser respetados como tales. El derecho a la salud, el derecho a una
atención correcta, en tiempo y forma, con todos los deberes que emanan de la atención
del niño, niña y adolescente hospitalizado y en atención ambulatoria. Debe quedar muy
claro que se otorga privilegio a que el bien tutelado es la “vida”, más allá de todas las
formalidades que existieran y que deben tenerse en cuenta a la hora de solicitar los
consentimientos que surgieran, apoyándose en la Justicia, realizando las denuncias en
los estamentos que correspondan y siempre teniendo en cuenta que el interés superior
es el del niño, niña y adolescente.
El refuerzo conceptual consiste en tener presente que el Juez no interviene en las
decisiones médicas autorizando o rechazando procedimientos, indicaciones o prácticas,
sino que recoge la noticia o notificación médica de la situación y condición particular en
que se encuentra un sujeto en cuestión: un niño o adolescente, que está solo y requiere
asistencia médica.
“Años atrás no respetar los Derechos de los Niños era aberrante, hoy, además, es
inconstitucional”.
Todos los niños, niñas y adolescentes gozan de los derechos fundamentales inherentes a
su condición de personas pero hay situaciones en las que al haber riesgo de vida se
deben tener pautas claras de procedimientos.
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La ley 114 de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene por objeto la
protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, que son
complementarios de los reconocidos en la Constitución Nacional, la Convención
Internacional sobre los Derechos del Niño, los Tratados Internacionales en los que el
Estado Argentino sea parte y la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires.
Esta Ley fue sancionada el 3 de diciembre de 1998, promulgada de hecho el 4 de enero
de 1999 y publicada en el Boletín Oficial nº 624 del 3 de febrero de 1999. Desde su
entrada en vigencia, la Ley 114 establece en su artículo 9 que “toda referencia de
cualquier índole a las personas que constituyen el ámbito de aplicación subjetiva de la
presente ley debe hacerse con las palabras niñas, niños, adolescentes. La denominación
menores de edad se utiliza exclusivamente cuando razones técnicas insalvables así lo
justifiquen.”
El grupo de salud debe realizar un diagnóstico e informar al paciente el pronóstico, la
condición de salud, posibilidades terapéuticas o quirúrgicas, las bondades y resultados
esperados, los efectos secundarios, adversos, inmediatos o tardíos como consecuencia
del mismo y el riesgo previsto, de tal forma que el o la paciente pueda consentir en
forma voluntaria y consciente.
Se parte del presupuesto de que el o la paciente “es un ignorante técnico y hay una regla
elemental que consiste en que uno no puede decidir sobre lo que no conoce”. El
consentimiento solo es válido en la medida en que proceda de una persona bien
informada.
En razón de la patria potestad el padre o la madre puede tomar decisiones con relación a
los tratamientos de sus hijos e hijas incluso en algunas oportunidades en contra de la
voluntad de éstos y éstas.
Sin embargo es importante recordar que el padre y la madre no son propietarios de los
hijos e hijas y que los derechos de los niños y niñas prevalecen sobre los demás máxime
si involucran la salud y la vida.
El consentimiento informado debe estar en la historia clínica, ya sea que se haga dentro
de ella y la persona firme o se realice en un documento aparte, caso en el cual se tendrá
como un anexo a la historia clínica.
Consentimiento Informado. Los fundamentos jurídicos tienen que ver, en primer lugar,
con la recepción constitucional de la Convención Internacional de Derechos del Niño.
Allí se establece que el niño es persona humana, sujeto y titular de derechos y
obligaciones; razón por la cual debe considerárselo siempre fin en sí mismo, nunca
como medio, respetando su esencia como sujeto y no objeto. Además de los derechos
propios de su condición de persona, los niños poseen derechos específicos que protegen
su vulnerabilidad y tienden a favorecer su crecimiento y formación; el principio de más
alto rango en la declaración es el del mejor interés del niño. El Consentimiento
Informado se considera, desde un punto de vista, como un derecho personalísimo
vinculado a la disposición del propio cuerpo en las relaciones clínicas; como derecho
personalísimo tiene las características de ser innato, vitalicio, necesario,
extrapatrimonial, privado, absoluto y relativamente indisponible, entre otros caracteres.
Se establece que el consentimiento del menor es personal e indelegable, tales como el
consentimiento matrimonial y el reconocimiento de hijos. La indicación global es que el
menor pueda ejercer su derecho a participar en el Consentimiento Informado en armonía
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con los deberes de los padres que emanan del ejercicio de la patria potestad. En tal
sentido la Convención brinda pautas de orientación al precisar en el Art. 5º que las
faculta-des conferidas a los padres o representantes les son otorgadas con el objetivo de
“impartirlas en consonancia con la evolución de sus facultades, dirección y orientación
apropiadas para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la presente
convención”.Los deberes emergentes de la patria potestad de la representación legal del
menor, no pueden ejercerse abusivamente, se debe siempre respetar el mejor interés del
niño y estimular su participación responsable; el art. 12 de la Convención establece
claramente que “Los Estados Partes, garantizarán al niño que esté en condiciones de
conformarse un juicio propio, el derecho a expresar su opinión libremente, en todos los
asuntos que afectan al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño en
función de la edad y madurez del niño”.Solamente en aquellos casos en que la relación
triangular entre padres, hijos y equipo de salud se resquebraja por diversidad de
posiciones que puedan afectar el mejor interés del niño, debe dar-se paso a la
intervención judicial como última alternativa de protección al menor. El consentimiento
del paciente por construir una manifestación de la voluntad es preciso realizarlo con
discernimiento, que por imperio del art.921 del Código Civil, se adquiere a los 14 años.
El art. 19 inc. 3º de la ley 17.132 de Ejercicio de la Medicina, releva expresamente al
profesional de obtener el consentimiento informado de su paciente cuando media una
situación de urgencia, al disponer que debe: “Respetar la voluntad del paciente, salvo
los casos de inconsciencia, alienación mental, lesionados graves por causa de
accidentes, tentativas de suicidio o de delitos. En las operaciones mutilantes se solicitará
la conformidad por escrito del enfermo salvo cuando la inconsciencia o alienación o la
gravedad del caso no admitiera dilaciones”
2) EL CODIGO CIVIL
Artículo 896.
Los hechos de que se trata en esta parte del Código son todos los acontecimientos
susceptibles de producir alguna adquisición, modificación, transferencia o extinción de
los derechos u obligaciones.
Artículo 897.
Los hechos humanos son voluntarioso involuntarios. Los hechos se juzgan voluntarios,
si son ejecutados con discernimiento, intención y libertad.
Artículo 898.
Los hechos voluntarios son lícitos o ilícitos. Son actos lícitos, las acciones voluntarias
no prohibidas por la ley, de que puede resultar alguna adquisición, modificación o
extinción de derechos.
Artículo 899.
Cuando los actos lícitos no tuvieren por fin inmediato alguna adquisición, modificación
o extinción de derechos sólo producirán este efecto, en los casos en que fueren
expresamente declarados.
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Artículo 900.
Los hechos que fueren ejecutados sin discernimiento, intención y libertad, no producen
por sí obligación alguna.
Artículo 901.
Las consecuencias de un hecho que acostumbra suceder, según el curso natural y
ordinario de las cosas, se llaman en este Código "consecuencias inmediatas". Las
consecuencias que resultan solamente de la conexión de un hecho con un
acontecimiento distinto, se llaman "consecuencias mediatas". Las consecuencias
mediatas que no pueden preverse se llaman "consecuencias casuales".
Artículo 902.
Cuanto mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas,
mayor será la obligación que resulte de las consecuencias posibles de los hechos.
Artículo 903.
Las consecuencias inmediatas de los hechos libres, son imputables al autor de ellos.
Artículo 904.
Las consecuencias mediatas son también imputables al autor del hecho, cuando las
hubiere previsto, y cuando empleando la debida atención y conocimiento de la cosa,
haya podido preverlas.
Artículo 905.
Las consecuencias puramente casuales no son imputables al autor del hecho, sino
cuando debieron resultar, según las miras que tuvo al ejecutar el hecho.
Artículo 906.
En ningún caso son imputables las consecuencias remotas, que no tienen con el hecho
ilícito nexo adecuado de causalidad.
Artículo 907.
Cuando por los hechos involuntarios se causare a otro algún daño en su persona y
bienes, sólo se responderá con la indemnización correspondiente, si con el daño se
enriqueció el autor del hecho, y en tanto, en cuanto se hubiere enriquecido. Los jueces
podrán también disponer un resarcimiento a favor de la víctima del daño, fundados en
razones de equidad, teniendo en cuenta la importancia del patrimonio del autor del
hecho y la situación personal de la víctima.
Artículo 908.
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Quedan, sin embargo, a salvo los derechos de los perjudicados, a la responsabilidad de
los que tienen a su cargo personas que obren sin el discernimiento correspondiente.
Artículo 909.
Para la estimación de los hechos voluntarios, las leyes no toman en cuenta la condición
especial, o la facultad intelectual de una persona determinada, a no ser en los contratos
que suponen una confianza especial entre las partes. En estos casos se estimará el grado
de responsabilidad, por la condición especial de los agentes.
Artículo 910.
Nadie puede obligar a otro a hacer alguna cosa, o restringir su libertad, sin haberse
constituido un derecho especial al efecto.
Artículo 911.
Nadie puede obligar a otro a abstenerse de un hecho porque éste pueda ser perjudicial al
que lo ejecuta, sino en el caso en que una persona obre contra el deber prescripto por las
leyes, y no pueda tener lugar oportunamente la intervención de las autoridades públicas.
Artículo 912.
Quien por la ley o por comisión del Estado, tiene el derecho de dirigir las acciones de
otro, puede impedirle por la fuerza que se dañe a sí mismo.
Artículo 913.
Ningún hecho tendrá el carácter de voluntario, sin un hecho exterior por el cual la
voluntad se manifieste.
Artículo 914.
Los hechos exteriores de manifestación de voluntad pueden consistir en la ejecución de
un hecho material consumado o comenzado, o simplemente en la expresión positiva o
tácita de la voluntad.
Artículo 915.
La declaración de la voluntad puede ser formal o no formal, positiva o tácita, o inducida
por una presunción de la ley.
Artículo 916.
Las declaraciones formales son aquellas cuya eficacia depende de la observancia de las
formalidades exclusivamente admitidas como expresión de la voluntad.
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Artículo 917.
La expresión positiva de la voluntad será considerada como tal, cuando se manifieste
verbalmente, o por escrito, o por otros signos inequívocos con referencia a determinados
objetos.
Artículo 918.
La expresión tácita de la voluntad resulta de aquellos actos, por los cuales se puede
conocer con certidumbre la existencia de la voluntad, en los casos en que no se exija
una expresión positiva, o cuando no haya una protesta o declaración expresa contraria.
Artículo 919.
El silencio opuesto a actos, o a una interrogación, no es considerado como una
manifestación de voluntad, conforme al acto o a la interrogación, sino en los casos en
que haya una obligación de explicarse por la ley o por las relaciones de familia, o a
causa de una relación entre el silencio actual y las declaraciones precedentes.
Artículo 920.
La expresión de la voluntad puede resultar igualmente de la presunción de la ley en los
casos que expresamente lo disponga.
Artículo 921.
Los actos serán reputados hechos sin discernimiento, si fueren actos lícitos practicados
por menores impúberes, o actos ilícitos por menores de diez años; como también los
actos de los dementes que no fuesen practicados en intervalos lúcidos, y los practicados
por los que, por cualquier accidente, están sin uso de razón.
Artículo 922.
Los actos serán reputados practicados sin intención, cuando fueren hechos por
ignorancia o error, y aquellos que se ejecutaren por fuerza o intimidación.
Artículo 264
La patria potestad es el conjunto de deberes y derechos que corresponden a los padres
sobre las personas y bienes de los hijos, para su protección y formación integral, desde
la concepción de éstos y mientras sean menores de edad y no se hayan emancipado. Su
ejercicio corresponde:
1) En el caso de los hijos matrimoniales, al padre y a la madre conjuntamente, en
tanto no estén separados o divorciados, o su matrimonio fuese anulado. Se presumirá
que los actos realizados por uno de ellos cuenta con el consentimiento del otro, salvo
en los supuestos contemplados en el art. 264, quater, o cuando mediare expresa
oposición.
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3) PACIENTE MENOR DE EDAD:
El Art. 126-Código Civil- (según ley 17.711 art. 1. inc.14) establece: "Son menores las
personas que no hubieren cumplido la edad de veintiún años". En tanto que el Art.128
de nuestro Código Civil, según la misma ley, pone de manifiesto que: "Cesa la
incapacidad de los menores por la mayor edad, el día en que cumplieren veintiún años y
por su emancipación antes de que fueren mayores", de lo anterior se desprende que
aquellos
que
estén
emancipados
podrán
dar
su
consentimiento.
Para los menores que se hallen encuadrados dentro del Art. 126, se deberán cumplir los
siguientes requisitos:
A) Sin acompañantes que lo representen: se pide la autorización judicial. Si la
situación es de urgencia se actúa primero y luego se informa a la justicia.
B) Presencia de padre, madre o tutor:
1) Aceptación: firman consentimiento.
2) Negativa: se firma la negativa al tratamiento. En el caso de urgencia actuar en
consecuencia y posteriormente informar al juzgado.
3) Desacuerdo entre los padres del menor para dar consentimiento:
El Art. 264.1-Código Civil-(según ley 23.264 art. 3) sobre la patria potestad y su
ejercicio."En el caso de hijos matrimoniales, el padre y la madre conjuntamente en
tanto no estén separados o divorciados, o su matrimonio fuese anulado. Se presumirá
que los actos realizados por uno de ellos cuentan con el consentimiento del otro, salvo
cuando mediare expresa oposición".
En el caso particular que ante la propuesta del médico y sobre todo en situaciones
críticas (ej. intervenciones quirúrgicas con riesgo de vida, no tratándose de urgencias en
agudo pero sí de imperiosa necesidad para la salud del paciente), puede ocurrir que los
padres no estén de acuerdo entre sí para dar su consentimiento, manifestando
expresamente al médico la negativa y el desacuerdo existente entre las partes para
realizar dicha práctica médica. El médico deberá registrar la discordancia entre los
padres del menor en la respectiva historia clínica e intervenir en esta situación para
tratar de evacuar todas las dudas de los padres, ampliando la información de dicha
práctica y explicando a los mismos que no media otra alternativa terapéutica.
Independientemente de la conducta de los padres, el médico ante la imposibilidad de
actuar por falta de consentimiento de los padres en desacuerdo, debe comunicar a la
justicia, por tratarse de un caso particular que no es frecuente en la práctica diaria, a los
fines de poner en conocimiento a la autoridad competente y así obtener el amparo legal
correspondiente.
El derecho a ser informado es amparado desde el punto de vista ético, como así también
legal. Dentro de los elementos normativos se incluyen: voluntariedad, información
suficiente, información comprensible para el paciente, capacidad legal y decisión del
paciente. El consentimiento informado, independientemente de registrarse en un
formulario que no contempla las inquietudes del paciente como así tampoco refleja el
tiempo dedicado por el médico, hace que sea necesario un proceso continuo de diálogo
que deberá ser registrado adecuadamente en la historia clínica del paciente. Dicho
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consentimiento debe tratarse de un proceso libre, que no debe estar sujeto a coacción ni
manipulación
El art. 19 inc. 3º de la ley 17.132 de Ejercicio de la Medicina, releva expresamente al
profesional de obtener el consentimiento informado de su paciente cuando media una
situación de urgencia, al disponer que debe: “Respetar la voluntad del paciente (…)
salvo los casos de inconsciencia, alienación mental, lesionados graves por causa de
accidentes, tentativas de suicidio o de delitos. En las operaciones mutilantes se solicitará
la conformidad por escrito del enfermo salvo cuando la inconsciencia o alienación o la
gravedad del caso no admitiera dilaciones…”
Debe tenerse también en cuenta que el consentimiento informado es un proceso no un
acto médico, por lo cual existen posibilidades de poder realizarlo mientras se procede a
actuar en la urgencia o emergencia.
Cuando una niña, niño o adolescente que están solos requieren una intervención urgente
que impide esperar la llegada del adulto responsable para prestar el consentimiento ya
que existe riego de vida, los profesionales amparados en el estado de necesidad y el
concepto de la Ley 114 que en su art. 8º (Garantía de Prioridad) establecen que los
niños, niñas y adolescentes tienen prioridad en la protección y auxilio cualquiera sea la
circunstancia, deberán brindar la atención necesaria y paralelamente realizar la
intervención policial por medio de la cual se notifica al Juzgado de turno. El juez se
encargará de tomar los recaudos necesarios para poner en resguardo al niño, niña o
adolescente en relación a la toma de decisiones, ya sean vinculadas al tratamiento o
para que el juez represente al niño mientras se ubique a los padres y/o adultos
responsables.
Si hubiere documentación que acredite la identidad del paciente, la policía se ocupará de
notificar a sus padres, caso contrario, procederá a la toma de huellas dactilares para su
posterior notificación.
La Ley 26.061, es muy clara en cuanto se refiere en el ARTÍCULO 3° INTERES
SUPERIOR. A los efectos de la presente ley se entiende por interés superior de la niña,
niño y adolescente la máxima satisfacción, integral y simultánea de los derechos y
garantías reconocidos en esta ley.
Debiéndose respetar:
a) Su condición de sujeto de derecho;
b) El derecho de las niñas, niños y adolescentes a ser oídos y que su opinión sea tenida
en cuenta;
c) El respeto al pleno desarrollo personal de sus derechos en su medio familiar, social y
cultural;
d) Su edad, grado de madurez, capacidad de discernimiento y demás condiciones
personales;
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e) El equilibrio entre los derechos y garantías de las niñas, niños y adolescentes y las
exigencias del bien común;
f) Su centro de vida. Se entiende por centro de vida el lugar donde las niñas, niños y
adolescentes hubiesen transcurrido en condiciones legítimas la mayor parte de su
existencia.
Este principio rige en materia de patria potestad, pautas a las que se ajustarán el
ejercicio de la misma, filiación, restitución del niño, la niña o el adolescente, adopción,
emancipación y toda circunstancia vinculada a las anteriores cualquiera sea el ámbito
donde deba desempeñarse.
Cuando exista conflicto entre los derechos e intereses de las niñas, niños y adolescentes
frente a otros derechos e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros.
El Juez de Menores actúa:
a) en el caso de que el menor aparezca como acusado de un delito,
b) en el caso de que el menor sea víctima de un delito
c) en el caso de desamparo frente a situaciones de abandono.
Siempre que ocurra alguna situación en la que un menor esté involucrado dentro de
estas circunstancias, debe realizarse la intervención correspondiente al Ministerio
Público, ya que cualquier acto carecerá de valor y será nulo si no se hiciera de esa
manera. Esto concuerda con el Código Civil en sus artículos 126 a 139.
Se debe resaltar que en la emergencia no se solicita autorización del juez para actuar;
sólo se le anoticia o notifica sobre el procedimiento o conducta médica necesaria a
adoptar sobre un menor. Y que en la urgencia tampoco se solicita estrictamente una
autorización. En este caso, el tutor designado por el juez a tal efecto, acepta o no (otorga
consentimiento) que se lleve a cabo la indicación y/o práctica médica, siendo
obviamente responsable de las consecuencias emanadas de su decisión en caso de
negativa injustificada.
En el caso de que los padres del menor no se acercaran o no sean ubicables
razonablemente (ausencia justificada), o en caso en que indefectiblemente no fueran
encontrados en tiempo y forma acordes con lo que el juez indique, se nombrará un
tutor, que es aquel que estará a cargo del menor y ejercerá la Patria Potestad, es decir,
tomará las decisiones que correspondieren. Este tutor será nombrado por el Juez
interviniente en la causa y ejercerá su cargo hasta que éste le indique lo contrario.
Lo que antecede es aplicable a la Ciudad de Buenos Aires. En el caso de situarnos en un
Centro de Salud y/o Hospital de la Provincia de Buenos Aires, se procederá de igual
manera.
La intervención del Juez
En situaciones de emergencia y de urgencia, se puede realizar la notificación al juez por
medio de la policía o directamente se puede averiguar cual es el juzgado de turno, en
Tribunales y anoticiar directamente al juez acerca de la situación imperante. Cada
juzgado tiene las opciones de decidir acorde al caso, los tiempos a tomar, por ejemplo,
en el caso que deba ubicarse a los padres, cuanto esperar, si se puede esperar, si se
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procede a la publicación del edicto en relación a la búsqueda de personas, que sale en
los medios públicos.
4) SITUACION DE EMERGENCIA
Se considera que el médico puede actuar sin el consentimiento informado del paciente
cuando las circunstancias extremas del caso así lo justifiquen. La emergencia desplaza
la necesidad del consentimiento informado, por cuanto generalmente involucra
cuestiones de vida o muerte.
Las situaciones de urgencia justifican que se dé preeminencia al valor vida por sobre el
valor libertad de poder elegir un tratamiento, pues aquél es requisito para que pueda
existir este último. Por ello, como regla general, ante tal urgencia un médico puede
proceder al tratamiento sin autorización del paciente, considerándose que el
consentimiento está implícito. Esta regla se funda en que si – ante la urgencia y de
poder prestarlo- las personas razonables darían el permiso, se presume que, bajo las
mismas circunstancias, el paciente en particular habría consentido.
En relación a lo estrictamente médico, la atención deberá ser inmediata, no dilatándose
en procura de obtener el consentimiento al procedimiento a efectuar. Podemos citar
algunas situaciones de emergencia, solo a manera de ejemplo, en las cuales se debe
actuar con premura: fractura expuesta de un miembro con hemorragia por lesión
vascular; traumatismo penetrante de abdomen con rotura visceral; crisis asmática severa
con hipoxemia refractaria. Ante esta emergencia lo que prima es la vida del paciente,
con lo cual la emergencia desplaza la necesidad del consentimiento
Cuando una niña, niño o adolescente que están solos requieren una intervención urgente
que impide esperar la llegada del adulto responsable para prestar el consentimiento ya
que existe riego de vida, los profesionales amparados en el estado de necesidad y el
concepto de la Ley 114 que en su art. 8º (Garantía de Prioridad) establecen que los
niños, niñas y adolescentes tienen prioridad en la protección y auxilio cualquiera sea la
circunstancia, deberán brindar la atención necesaria y paralelamente realizar la
intervención policial por medio de la cual se notifica al Juzgado de turno. El juez se
encargará de tomar los recaudos necesarios para poner en resguardo al niño, niña o
adolescente en relación a la toma de decisiones, ya sean vinculadas al tratamiento o
para que el juez represente al niño mientras se ubique a los padres y/o adultos
responsables.
Si hubiere documentación que acredite la identidad del paciente, la policía se ocupará de
notificar a sus padres, caso contrario, procederá a la toma de huellas dactilares para su
posterior notificación.
Cuando la situación de salud del niño, niña o adolescente lo permitiere, se deberán
brindar los cuidados necesarios sin realizar ningún procedimiento medicamentoso y/o
invasivo mientras se trata de ubicar a la familia, caso contrario se realizará la
intervención policial correspondiente para dar notificación al juez. En la urgencia, el
manejo de los tiempos es otro, más allá de que en ocasiones estos puedan modificarse
rápidamente. Cabe recalcar la importancia del registro que debe realizarse de toda la
actuación médica en los respectivos libros de guardia, y la confección detallada de la
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historia clínica que debe reflejar temporalmente el accionar médico y fundamentar paso
a paso las decisiones terapéuticas tomadas.
Las contradicciones y dificultades aparecen cuando un paciente en plenitud de sus
facultades mentales se niega a recibir tratamiento médico o a someterse a intervenciones
quirúrgicas consideradas necesarias. Se acepta que un paciente pueda rechazar un
procedimiento al que se lo quiere someter si de ello depende una mejoría o cierto
beneficio razonable para su estado físico, pero surge el dilema cuando hay un verdadero
riesgo de vida y el enfermo se niega a tratarse. La autonomía de voluntad del paciente se
contrapone en este caso con el deber del médico de usar su mejor juicio y habilidad
para maximizar la salud de aquél y más cuando en situaciones extremas, debe asumirse
una posición en cuanto a quién tiene derecho a tomar la decisión final: el médico o el
paciente.
Se entiende que el consentimiento informado es la declaración de voluntad de un sujeto
capaz y libre con respecto a la propuesta del médico acerca de la aplicación de un
procedimiento diagnóstico o terapéutico, si no mediare una situación de urgencia.
Se ha aceptado que en cuanto a la celebración del contrato médico rigen las normas del
Código Civil sobre la capacidad, por tratarse de un acto jurídico propiamente dicho; en
cambio, el consentimiento del paciente, por su carácter no negociable es una
manifestación de la voluntad para la cual es suficiente el discernimiento, que de acuerdo
al art. 921 del Código Civil se adquiere a los 14 años. Los menores de 14 años son
considerados menores impúberes con incapacidad absoluta y requieren de sus
representantes legales (padres o tutores). Los menores adultos (entre14 y 21 años)
tienen incapacidad relativa que desaparece o disminuye cuando se emancipan.
Capacidad y competencia:
- Capacidad es una noción usada principalmente en el ámbito de los contratos,
por eso y por razones de seguridad jurídica, generalmente las leyes establecen una edad
determinada a partir de la cual se alcanza la mayoría de edad.
- Competencia es un concepto perteneciente al área del ejercicio de los derechos
personalísimos; no se alcanza en un momento preciso sino que se va formando, requiere
una evolución; no se adquiere o pierde en un día, o en una semana. Bajo esta
denominación se analiza si el sujeto puede o no entender acabadamente aquello que se
le dice, cuales son los alcances de la comprensión, si puede comunicarse, si puede
razonar sobre las alternativas y si tiene valores para poder juzgar.
La noción de consentimiento informado está unida a la noción de discernimiento y,
consecuentemente, a la de competencia.
Debe tenerse en cuenta a los menores, por lo menos a los menores adultos, u otras
personas relativamente incapaces desde el punto de vista legal, ya que pueden y deben
considerarse capaces de aceptar y consentir por si mismos ciertos tratamientos,
fundamentalmente los referidos a cuestiones que su pudor o temor impide –y que ellos
expresamente prohíben- que le sean revelados a sus progenitores, curadores o asistentes,
en atención a la índole de la dolencia (por ejemplo, enfermedades venéreas, adicciones,
etc.) cuando ellos comprenden perfectamente todo lo relativo a los alcances de la
práctica propuesta y que la sola mención de la necesidad de otra autorización impediría
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tratar. Debe siempre informarse, al considerado jurídicamente incapaz, cuando éste
tenga suficiente juicio y voluntad para consentir el procedimiento.
También debe considerarse la situación especial del consentimiento del paciente en
situaciones de emergencia, en donde haya peligro de vida, en las que el médico debe
actuar según su criterio, encuadrado en el “estado de necesidad”, previsto en la
legislación vigente. Esto está presente en el art. 34 inc. 3 del Código Penal: “el que
causare un mal para evitar otro mayor inminente al que ha sido extraño”.
El fundamento general del estado de necesidad justificante es la necesidad de salvar el
interés mayor, sacrificando el menor en una situación no provocada de conflicto
externo.
Los requisitos a saber son:
1) Elemento subjetivo: el tipo permisivo de estado de necesidad justificante requiere del
conocimiento de la situación de necesidad y la finalidad de evitar el mal mayor.
2) Mal: por mal debe entenderse la afectación de un bien jurídico, que puede ser del que
realiza la conducta típica como de un tercero o incluso del mismo que sufre un mal
menor. El mal puede provenir de cualquier fuente, humana o natural, entre las que
cuentan las necesidades fisiológicas. Ejemplo: el hambre da lugar al hurto famélico.
3) El mal debe ser inminente: es el mal que puede producirse en cualquier momento.
4) El mal amenazado debe ser inevitable: de otro modo menos lesivo, de ser evitable el
mal causado no sería necesario.
5) El mal causado debe ser menor del que se quiere evitar: el mal menor se individualiza
mediante una cuantificación que responde fundamentalmente a la jerarquía de los bienes
jurídicos en juego y a la cuantía de la lesión amenazada a cada uno de ellos.
El art. 19 inc. 3º de la ley 17.132 de Ejercicio de la Medicina, releva expresamente al
profesional de obtener el consentimiento informado de su paciente cuando media una
situación de urgencia, al disponer que debe: “Respetar la voluntad del paciente (…)
salvo los casos de inconsciencia, alienación mental, lesionados graves por causa de
accidentes, tentativas de suicidio o de delitos. En las operaciones mutilantes se solicitará
la conformidad por escrito del enfermo salvo cuando la inconsciencia o alienación o la
gravedad del caso no admitiera dilaciones…”
Debe tenerse también en cuenta que el consentimiento informado es un proceso no un
acto médico, por lo cual existen posibilidades de poder realizarlo mientras se procede a
actuar en la urgencia o emergencia.
II) Los aspectos de la medicina interdisciplinaria y el
tratamiento a conocer
CONSENTIMIENTO INFORMADO PARA EL INICIO TRATAMIENTO
HORMONAL
El motivo por el que Ud. está siendo atendido en este Servicio es una condición
clínica dentro de los Trastornos de Identidad de Género, conocida como
Transexualismo Genuino, o Disforia de Género, o Síndrome de Harry Benjamín.
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Se trata de un problema cuya causa no es bien conocida, pero en el que existe una
disociación entre el sexo genético de nacimiento y su identidad actual psicológica y
social.
Usted, estará siendo atendido/a también por otros Servicios médicos con el fin de
abordar de manera integral este tratamiento. El estudio y seguimiento conjunto por
Endocrinología y Psicología se realizará al menos durante los 3-6 meses previos a
iniciar el tratamiento hormonal, para confirmar el diagnóstico y descartar
contraindicaciones de dicho tratamiento.
Usted. está de acuerdo con el diagnóstico que presenta y ha acudido a este Servicio de
Endocrinología para recibir tratamiento hormonal con el fin de suprimir sus actuales
hormonas y utilizar aquellas otras que produzcan cambios en su cuerpo de acuerdo al
sexo que su situación clínico-psicológica aconseja y los tratamientos hormonales
producirán según el caso :
Cambios Antropométricos/Antropomórficos de HOMBRE a MUJER
Cambios Antropométricos/Antropomórficos de MUJER a HOMBRE.
Los efectos que se producirán en su cuerpo serán notados por Ud. de forma gradual
sin poder precisar con exactitud el tiempo o los resultados finales, ya que a veces éstos
no coinciden exactamente con las expectativas iniciales que Ud. hubiera podido tener.
Por ello se le explicará cada paso, pero debe conocer que gran parte de estos cambios
son irreversibles una vez que se inicia el tratamiento. Las modificaciones que se van a
producir en el organismo, aparecerán de forma lenta y gradual, sin que se puede precisar
el tiempo necesario para completar el cambio, ni que los resultados finales vayan a
coincidir con las expectativas que el paciente haya puesto en el tratamiento, por eso
recibirá las explicaciones necesarias en cada fase del tratamiento.
Para realizar dicho tratamiento se van a emplear fármacos, cuyo uso en Argentina se
encuentran legalmente autorizados para diversas situaciones clínicas entre las que no se
incluye en sus prospectos el Transexualismo, la Disforia de Genero o el Síndrome de
Harry Benjamín, ni su uso para el cambio de los caracteres sexuales. Usted debe saber
que la administración de dichos fármacos puede ocasionar efectos secundarios adversos
en el organismo de diferentes tipos y que ante el requerimiento de los médicos tratantes
aceptará la interrupción abrupta o escalonada de dicho tratamiento, quedando a criterio
de/los profesional/es la metodología a emplear como todos los controles que consideren
necesarios para monitorear este tratamiento.
Tras la fase de tratamiento psicológico y hormonal y de acuerdo a la ley 17.132,
el tratamiento posterior quirúrgico para extirpación de sus órganos sexuales y
reconstrucción de éstos de acuerdo de una adecuación a su identidad sexual solo se
podrá efectuar previa orden y/o autorización Judicial. Pudiendo el/los medico/s,
tratantes, y/o cirujanos hacer reserva del derecho de objeción de conciencia en
cuanto a efectuar dicha intervención quirúrgica ante cualquier aspecto Bioético
que ellos consideren de acuerdo a su idoneidad profesional oportuno.
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TRATAMIENTO Endocrinológico de Hombre a Mujer
Los siguientes efectos del tratamiento se producen de forma gradual y no siempre de
forma idéntica en cada persona. Suele empezar a notarse su acción a partir de 2 - 4
meses de tratamiento, siendo algunos de sus efectos irreversibles tras 6 – 12 meses de
uso. Las dosis y el tipo hormonas suministradas, serán dosificadas por el médico
endocrinólogo no debiendo modificarse con automedicación, ya que sus resultados a
plazo medio y largo son similares con dosis menores y también son menores los efectos
secundarios con una correcta utilización. Ante comprobarse la automedicación del
paciente aumentado, disminuyendo o cambiando las dosis y tipos de hormonas
recetadas sin prescripción de el/los Medico/s tratante/s firmante/s de este
consentimiento, durante el tratamiento que especifica este consentimiento informado,
el/los médico/s puede/n hacer reserva del derecho de objeción de conciencia para
continuar dicho tratamiento. El médico podrá considerar la necesidad de realizar un
cariotipo, u otro estudio que él considere necesario ya que a veces puede co-existir la
condición con genitales ambiguos u otros estados intersexuales.
Los resultados antropomórficos pueden variar de acuerdo al metabolismo de cada
persona en particular.
El tratamiento hormonal producirá importantes cambios antropométricos, como
modificación cuantitativa de los compartimentos graso y muscular, de la distribución de
la grasa corporal, del índice cintura-cadera, del grosor de los pliegues cutáneos, así
como del peso corporal y de la presión arterial. Estos parámetros deben ser
determinados antes del inicio del tratamiento y hacer el seguimiento en los sucesivos
controles.
Además, el tratamiento cruzado con esteroides sexuales producirá en teoría una
inversión del patrón de riesgo cardiovascular, no sólo por la modificación de parámetros
antropométricos sino también bioquímicos. El tratamiento con andrógenos en la
adecuación sexual F a M podría incrementar la resistencia a la insulina, modificar el
patrón lipídico o producir alteración de las enzimas hepáticas. Si esto último ocurre
podría ser necesaria la realización de ecografía hepática y serología para virus de
hepatitis. Hemograma y pruebas de coagulación son parámetros que precisan de
estrecha vigilancia sobre todo en el tratamiento con estrógenos y antiandrógenos en la
adecuación sexual M a F. Si en cualquier momento se sospecha trombosis venosa
profunda o trombo embolismo pulmonar habría que realizar una ecografía, una
flebografía o una gamma grafía pulmonar.
Un perfil basal de los distintos ejes hormonales va a ser necesario tanto al inicio del
tratamiento para descartar alteraciones endocrinológicas como para el seguimiento antes
y después de la cirugía. Es necesario vigilar la modificación de los valores sanguíneos
de las hormonas masculinas y femeninas debidos al tratamiento, así como el
seguimiento de los valores de prolactina que incrementa frecuentemente sus valores
normales hasta cuatro veces (rara vez pasa de 100 ng/ml), y no sólo por el tratamiento
estrogénico sino también por los andrógenos. El tratamiento con esteroides sexuales
produce frenación del estímulo hipofísario (FSH y LH) sobre las gónadas, y una cierta
atrofia de las mismas, acompañada a veces de dolor.
Una vez desarrolladas las glándulas mamarias en tratamientos para adecuar el físico de
masculino a femenino (MaF) precisan de vigilancia periódica mediante mamografía o
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ecografía como cualquier mujer genética, como medida preventiva del cáncer de mama.
Aunque el tratamiento estrogénico de por vida podría prevenir cualquier alteración de la
próstata, algún caso de cáncer de próstata ha sido publicado, por lo que estos pacientes
precisan de controles ecográficos y bioquímicos periódicos para prevenir esta
enfermedad, y sobre todo a partir de determinada edad.
El Control Ginecológico y Urológico periódico también resulta ser muy necesario en
ambos casos y se deberán cumplir con los mismos de acuerdo a las prescripciones
dadas.
1.- En la actividad sexual: se produce disminución en la capacidad de erección hasta
desaparecer totalmente. Al disminuir la secreción de semen los orgasmos eyaculatorios
son menos intensos . La satisfacción sexual es variable y subjetiva dependiendo mucho
de cada persona.
2.- Los testículos y la próstata se atrofian
3.- Disminuye la fertilidad al descender la producción de semen, se produce
Azoospermia o Aspermia . En algunas ocasiones puede ser reversible al suspender el
tratamiento pero puede ocurrir esterilidad permanente tras 6 meses de uso de
estrógenos.
4.- Aumento del tamaño mamario, no siempre el crecimiento es simétrico en ambas
glándulas ni se puede elegir un tamaño deseado concreto aumentando la dosis de
estrógenos.
5.- Se redistribuye la grasa aumentando en la zona de las caderas y variando también
en la cara
6.- Disminuye el vello corporal ( no siempre desaparece del todo el de la cara)
aunque se hace menos denso y menos oscuro.
7.- La voz sufre pocos cambios ya que es poco sensible la laringe adulta a estas
hormonas, en menores adultos puede o no producir alguna variación.
8.- Cambio de carácter con incremento de la emotividad, dependiendo mucho de las
características psicológicas de cada persona.
Otros posibles efectos secundarios ( poco frecuentes) : retención de líquido
ocasional, alteración de la función hepática en aproximadamente 4 de cada 100
pacientes, cálculos en la vesícula (1% de los pacientes), y tromboflebitis o
tromboembolismo pulmonar en casos muy excepcionales.
DE TODO ELLO RECIBIRA INFORMACION EN NUESTRA UNIDAD.
TRATAMIENTO ENDOCRINOLOGICO de Mujer a Hombre
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Los siguientes efectos del tratamiento se producen de forma gradual y no siempre de
forma idéntica en cada persona. Suele empezar a notarse su acción a partir de las
primeras dosis de Andrógenos, siendo sus efectos prácticamente irreversibles casi
desde el principio. Las dosis y el tipo hormonas suministradas, serán dosificadas por el
médico endocrinólogo no debiendo modificarse con automedicación, ya que sus
resultados a plazo medio y largo son similares con dosis menores y también son
menores los efectos secundarios con una correcta utilización.
1.- Disminuye la fertilidad, desaparecen los ciclos menstruales.
2.- Aumenta la actividad sexual, puede haber en ocasiones dolor en clítoris (éste
aumenta su tamaño en varios cms.).
3.- El vello facial y corporal aumenta haciéndose más grueso y oscuro.
Puede aparecer acné.
4.- Aumenta la masa muscular. Se distribuye la grasa de forma masculina.
5.- La voz puede hacerse más grave aunque no siempre llega al tono masculino
clásico.
6.- Cambios de carácter, con mayor agresividad, dependiendo mucho de las
características psicológicas de cada persona.
7.- No disminuye apenas el tamaño de las glándulas mamarias, aunque
pueden ablandarse.
Algunos posibles efectos secundarios o cambios metabólicos que debe Vd. conocer
son: retención ocasional de líquido, dolor de cabeza, aumento de las cifras de Tensión
arterial, elevación del glucemia (azúcar en sangre) y elevación de las cifras de
Colesterol.
DE TODO ELLO RECIBIRA INFORMACION EN NUESTRA UNIDAD
Efectos adversos del tratamiento hormonal que pueden manifestarse en
pacientes de femenino a masculino.
Retención hidrosulina.
Hipertensión arterial.
Poliglobulina.
Alteraciones perfil lipídico.
Alteración función hepática.
Calvicie y acné.
Aumento de la agresividad.
Aumento de la líbido
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Efectos adversos del tratamiento hormonal que pueden manifestarse
en pacientes , de masculino a femenino.
Efectos Mayores
Efectos Menores
Flebitis.
Tromboembolia.
Cáncer de mama.
Insuficiencia hepática.
Hipertensión arterial.
Aumento de peso.
Náuseas, vómitos.
Astenia.
Irritabilidad.
Cefaleas, vértigos.
Retención hídrica.Depresión.
AUTORIZACION JUDICIAL Y OBJECIÓN DE CONCIENCIA
En caso de detectarse los siguientes cuadros abajo descriptos los médicos
intervinientes hacemos reserva de nuestros derechos de expresar objeción de
conciencia para el tratamiento lo que solo se efectuará con ordén Judicial.
Aparte de las enfermedades mentales, determinadas situaciones y cuadros
orgánicos contraindican el tratamiento con esteroides sexuales, ya que supondrían
mayor riesgo que beneficio. Estas contraindicaciones podrían ser absolutas o
relativas.
Contraindicaciones del tratamiento estrogénico.
Absolutas
Enfermedad tromboembólica
Obesidad mórbida
Cardiopatía isquémica
Enfermedad cerebrovascular
Hepatopatía crónica
Hipertrigliceridemia
Relativas
Hipertensión arterial grave
Diabetes Mcllitus
Antc. familiares Cáncer de ma
Hiperprolactinemia
Tabaquismo
Cefalea refractaria
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Contraindicaciones del tratamiento androgénico.
Absolutas
Insuficiencia hepática
Hepatitis aguda o crónica
Síndrome Nefrótico
Descompensación cardíaca
Relativas
Epilepsia
Hemicrania
Insuficiencia renal
Insuficiencia cardíaca
DE TODO ELLO RECIBIRA INFORMACION EN NUESTRA UNIDAD.
CONSENTIMIENTO :
1. De conformidad a lo anterior escrito y expuesto en este consentimiento
informado, y habiéndome/nos explicado los alcances de este consentimiento, de
acuerdo de las Leyes mencionadas e involucradas y el Código Civil de la República
Argentina, declaro y manifiesto, en pleno uso de mis facultades mentales, libre y
espontáneamente y en consecuencia AUTORIZO al Doctor/es más abajo
identificado/os, lo siguiente: He sido informado/a y comprendo la necesidad y fines de
ser atendido/a por el/los especialistas más abajo reseñado.
2. He sido informado/a de las alternativas posibles del tratamiento.
3. Acepto la realización de cualquier prueba diagnóstica necesaria para el
tratamiento médico, incluyendo la realización de estudios radiográficos y analíticos,
interconsultas con cualquier otro servicio médico y en general, cualquier método que
sea propuesto en orden a las consecuencias de los fines proyectados y conocer el
estado general de mi Salud. También he sido informado de que debo seguir los
consejos y pautas de tratamiento dados por el/los profesional/es y que el/los mismo/s
deberá/n consultar cualquier eventualidad que ocurra y que le/s parezca anormal.
Además debo seguir meticulosamente las instrucciones dadas por los profesionales
sobre todo lo concerniente a este tratamiento.
4. Comprendo la necesidad de realizar, si es preciso, tratamientos tanto de
carácter médico y quirúrgicos, incluyendo el uso de anestesia local y/o General;
siempre que sea necesario y bajo criterio del especialista.
5. Comprendo los posibles riesgos y complicaciones involucradas en los
tratamientos médicos y quirúrgicos, y que en mi caso la duración de estos fenómenos,
no esta determinada, pudiendo ser irreversible. Comprendo también que la medicina
no es una ciencia exacta, por lo que no existen garantías sobre el resultado exacto de
los tratamientos proyectados.
6. Además de esta información que he recibido, seré informado/a en cada
momento y a mi requerimiento de la evolución de mi proceso, de manera verbal y/o
escrita si fuera necesaria y a criterio del o los Doctor/es interviniente/s.
7. Si surgiese cualquier situación inesperada o sobrevenida durante la
intervención o tratamiento, autorizo al/los Doctor/es a realizar cualquier
procedimiento o maniobra distinta de las proyectadas o usuales que a su/s juicio/s
estimase/n oportuna para la resolución, de la complicación surgida.
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8. Me ha sido explicado que para la realización del tratamiento es imprescindible
mi colaboración con un cumplimiento en cuanto a quedarme absolutamente
prohibido el fumar, ni consumir bebidas alcohólicas, ni consumir cualquier droga, ni
psicofármaco que no haya sido prescripta o consultada por los médicos tratantes y
con visitas periódicas para mi control clínico y radiográfico, cumplir puntualmente
con aplicarme las dosis de medicamentos recetados por el/los médicos tratantes en
tiempos y cantidades ordenadas en las recetas, siendo así que su omisión puede
provocar resultados distintos a los esperados
9. Doy mi consentimiento a/los Doctor/es y por ende al equipo de ayudantes de la
Clínica/Hospital/-consulta que ÉL/LOS designe/n, a realizar el tratamiento
pertinente PUESTO QUE SE QUE ES POR MI PROPIO INTERÉS Y VOLUNTAD
MANIFIESTA QUE LO REALIZO, con el buen entendido que puede retirar ese
consentimiento por escrito cuando así lo desee.
(En la Ciudad)_______________________________________________________,
Al día ___del mes de______________________del año______
EL PACIENTE,______________________________________________________
Que acredita identidad con tipo de documentoº__________________________
Número_________________Expedido por_______________________________
Firma
Aclaración
Los Padres/madres, tutores, o representantes legales o autorizados legales, abajo
firmantes también fuimos informados conjuntamente con nuestra/o hija/o de lo
anteriormente escrito en este consentimiento informado y por el carácter de nuestro
19
ejercicio, representación o autorización de la patria potestad avalamos y estamos en
un todo de acuerdo a la desición del/ la menor adulto arriba firmante
PADRE, MADRE, TUTOR O REPRESENTANTE LEGAL
Carácter_____________________________________________________________
DON/DOÑA___________________________________________________________
Que acredita identidad con tipo de documento_______________________________
Número_________________Expedido por____________________________________
Firma
Aclaración
PADRE, MADRE, TUTOR O REPRESENTANTE LEGAL
Carácter_____________________________________________________________
DON/DOÑA___________________________________________________________
Que acredita identidad con tipo de documento_______________________________
Número_________________Expedido por_________________________________
Firma
Aclaración
20
FIRMAMOS LOS MÉDICO/S
y PSICOLOGO/S INTERVINIENTE/S QUE
HEMOS EXPLICADO LOS ALCANCES DE ESTE CONSENTIMIENTO Y QUE
EL PACIENETE MENOR ADULTO Y SUS PADRE, MADRE TUTORES O
REPRESENTANETES LEGALES FIRMANTES ARRIBA, HAN MANIFESTADO
HABER ENTENDIDO TODOS LOS ALCANCES E IMPLICANCIAS DEL MISMO
Y EL TRATAMIENTO A REALIZAR.
DR/A. DON/ÑA............................................................
Matricula Número.........................................
Firmado................................................................
Sello…………………………………………….
DR/A. DON/ÑA............................................................
Matricula Número.........................................
Firmado................................................................
Sello…………………………………………….
DR/A. DON/ÑA............................................................
Matricula Número.........................................
Firmado................................................................
Sello…………………………………………….
DR/A. DON/ÑA............................................................
Matricula Número.........................................
Firmado................................................................
Sello…………………………………………….
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RENUNCIA AL CONSENTIMIENTO INFORMADO PARA EL
TRATAMIENTO HORMONAL DE LOS TRASTORNOS DE IDENTIDAD DE
GÉNERO, O TRANSEXUALISMO GENUINO O DISFORIA DE GÉNERO O
SINDROME DE HARRY BENJAMIN
DECLARO:
Que de forma libre y voluntaria, conjuntamente con mis padres firmantes y/o
Representantes Legales y a partir de la fecha, retiro el consentimiento otorgado
previamente para recibir el tratamiento hormonal que iba a producir el cambio de
mis caracteres sexuales, sin tener nada que reclamar por vía Judicial o extra
judicial a los médicos y psicólogos intervinientes De conformidad a lo anterior
escrito, y habiéndome/nos explicado los alcances de este consentimiento, y las
implicancias posteriores de abandonar el tratamiento, de acuerdo de las Leyes
mencionadas e involucradas y el Código Civil de la República Argentina, declaro y
manifiesto, en pleno uso de mis facultades mentales, libre y espontáneamente y en
consecuencia dejo dicho tratamiento, conociendo las implicancias que este acto puede
traer aparejado sobre mi salud, declaro en el día de la fecha terminado este acto sin
tener nada que reclamar.
En la ciudad de……………………………………………….del día……………..del
mes de ………………………………… del año……………….
Don/Doña……………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………….
de………años de edad y D.N.I. nº ………………… expedido por……………………
Con domicilio en ……………………………………………………………Ciudad de
………………………………………………………………………………………….
CP…………………………Provincia………………………………………
Firma
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En nuestro carácter de Padre, madre, representante Legal o Tutor, los abajo
firmantes avalamos y entendemos la desición del menor adulto arriba firmante de
dejar este tratamiento, habiéndonos explicado los médicos las implicancias y
consecuencias de dejar este tratamiento y abandonar el consentimiento informado,
firmamos sin tener nada que reclamar por ninguna vía judicial o extra judicial
.
PADRE, TUTOR O REPRESENTANTE LEGAL
Carácter_____________________________________________________________
DON/DOÑA___________________________________________________________
Que acredita identidad con tipo de documento_______________________________
Número_________________Expedido por____________________________________
Firma
Aclaración
PADRE, TUTOR O REPRESENTANTE LEGAL
Carácter_____________________________________________________________
DON/DOÑA___________________________________________________________
Que acredita identidad con tipo de documento_______________________________
Número_________________Expedido por_________________________________
Firma
Aclaración
23
FIRMAMOS LOS MÉDICO/S y PSICOLOGO/S INTERVINIENTE/S QUE HEMOS EXPLICADO
LOS ALCANCES Y CONSECUNCIAS DE DISCONTINUAR ESTE TRAMIENTO AL PACIENTE
MENOR ADULTO Y SUS PADRE, MADRE, TUTORES O REPRESENTANETES LEGALES
FIRMANTES ARRIBA, Y QUE HAN MANIFESTADO HABER ENTENDIDO TODOS LOS
ALCANCES E IMPLICANCIAS DEL MISMO EXPRESANDO Y FIRMANDO QUE NO TIENEN
NADA QUE RECLAMAR POR VIA JUDICIAL NI EXTRA JUDICIAL.
Firmo/mamos el presente en……………………….…………… ,………………………………….
a ………de ……………..….……. de .. ….
El/los médico/s
Ante cualquier consulta por los alcances de este consentimiento comunicarse con Alejandra Victoria
Portatadino Observadora de Derechos Humanos, miembro del área juridica de la CHA al 011-4361-6382 o
enviar mail a [email protected]
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