EL PERÚ Y LA CONVENCIÓN DE NACIONES UNIDAS SOBRE EL

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EL PERÚ Y LA CONVENCIÓN DE NACIONES UNIDAS SOBRE EL DERECHO
DEL MAR
Edwin Vegas Gallo *
Han transcurrido poco más de 20 años desde que se suscribió la Convención de
Naciones Unidas sobre Derecho del Mar (CNUDM 1982); que es la verdadera
“Constitución de los Océanos”, convirtiéndose en el principal instrumento jurídico
arbitral internacional de resolución de conflictos; sobre usos y aprovechamiento
del mar y de los recursos marinos. La CNUDM entró en vigencia plena en 1994.
Sin embargo a pesar de su universalidad este Convenio carece de la suscripción
de los Estados Unidos de América y por supuesto del Perú. La principal objeción
de los EEUU. destaca el régimen de los fondos marinos, que declara las riquezas
minerales de estos fondos “patrimonio común de la humanidad”. La objeción
peruana se basa en un nacionalismo –a mi juicio mal entendido- en el tema de la
reivindicación de las 200 millas de mar territorial.
Para efectos de la aplicación de las normas y competencias nacionales e
internacionales, el Convenio del Mar, conforme al Derecho consuetudinario
Internacional Marítimo, así como elementos de la Declaración sobre Zona
Marítima de Santiago, de 1952; de jurisdicción sobre 200 millas marinas del mar
adyacente, así como el suelo y subsuelo respectivos, estableció la siguiente
zonificación:
1. Aguas internas 2. Mar territorial de doce millas náuticas 3. Zona contigua de
hasta doce millas náuticas desde el límite del mar territorial 4. Zona económica
exclusiva (ZEE) 5. Plataforma continental que puede extenderse más allá de las
doscientas millas, pero no exceder las trescientas cincuenta millas, dependiendo
de la configuración del fondo marino 6. La alta mar 7. Los fondos marinos de la
alta mar.
En todas estas zonas, los estados tienen diferentes grados de competencia y de
responsabilidad, incluyendo en la alta mar, especialmente respecto a la
preservación contra la contaminación y el aprovechamiento sustentable de los
recursos marinos y costeros
Otro de los logros de la CNUDM, es que respalda la solución obligatoria de
controversias, por medios pacíficos. Por ello, existe un capítulo dedicado a esta
materia, en el cual se destacan los procedimientos de conciliación y los judiciales.
En general se puede afirmar que no existe disposición alguna en la Convención
que pueda generar una controversia y que no pueda ser resuelta por aquella.
Lamentablemente para los asuntos geopolíticos del Perú; principalmente referidos
a sus fronteras marinas y ahora de cara a los Tratados de Libre Comercio en
especial al manejo del recurso atún; nuestro país no adhiere a aquella.
Es importante resaltar este tema, habida cuenta la necesidad se esclarezcan las
fronteras marítimas especialmente con Chile; quien sustenta que el caso es
cerrado.
En el tema de los recursos vivos, como es el caso de la pesquería de atún;
cualquier controversia surgida por los Tratados de Libre Comercio,
necesariamente tiene que ser resuelta por la Convención del Mar; tal como lo
señala la Convención Internacional sobre Diversidad Biológica en su artículo 22
inciso “b”. Es oportuno mencionar que la Convención sobre Diversidad Biológica
en su momento ha sido aprobada y ratificada por el Congreso y Gobierno peruano;
por lo que implícitamente Perú está adherido a la Convención sobre el Derecho
del Mar.
En relación a la delimitación de las fronteras marítimas la Convención usa para
resolver los problemas limítrofes, la Línea Media; que le otorgaría al Perú una
porción mayor de mar territorial que la línea paralela usada hasta ahora,
recuperando los casi 35000 km2 de su zona económica exclusiva. Sin embargo, el
usar la línea media no sería necesariamente aplicable, pues en honor a la verdad
es solución equitativa para el Perú, pero inequitativa para Chile; como es
inequitativo para el Perú la línea paralela. La Convención del Mar obliga a una
solución equitativa a las partes.
Que no quepa la menor duda, la Convención de Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar, tiene mecanismos como el de la línea media y la solución
equitativa de la Zona Económica Exclusiva, que hacen factible la solución a
diferendos marítimos limítrofes de manera pacífica.
Por tanto es de necesidad imperiosa que Perú se adhiera a la Convención del
Mar, de cara a resolver nuestras discrepancias, especialmente con Chile; en un
clima de paz y armonía, con desarrollo sustentable para nuestra querida y amada
Patria.
* Consejero, Consejo Nacional de la Magistratura
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