///ta Fe, 25 de marzo de 2010.VISTOS: Estos autos caratulados: “1- A., N. N.; 2- I., W. S. S/ RECURSO APELACIÓN SOBRESEIMIENTO” (Expte. n° 46 - Año 2010); de los que, RESULTA: Contra el auto dictado el 23 de noviembre de 2009 por el señor Juez de Primera Instancia de Distrito en lo Penal de Instrucción de la Primera Nominación de esta ciudad, que sobresee a N.N.A. y W.S.I. del delito de Falsedad de Documento Privado, interpone recurso de apelación el señor Fiscal de Cámaras, doctor Arealdo Dante Bertoldi.Al expresar agravios, el representante de la Acusación manifiesta que se remite a los fundamentos vertidos en ocasión de deducir el recurso, oportunidad en la que sostuvo que el documento privado -pagaré- no sólo se utilizó para cometer estafa procesal y engañar al juez, sino que previamente se adulteró en su materialidad en perjuicio del ejecutado, configurándose el ilícito de falsedad documental con plena autonomía y tipicidad, razón por la cual solicita que se haga lugar al recurso y se revoque el sobreseimiento dictado (fs. 28/29).A su turno, la defensa de los imputados sostiene que sólo es aplicable la pena del delito que desplaza al otro, evitando así la posibilidad de un “bis in idem”.En esa dirección, considera aplicable la regla de la consunción, conforme a la cual el precepto penal más amplio o complejo, absorbe al que castiga infracciones consumidas en aquél, sosteniendo que en el “subjúdice” se ha configurado un concurso aparente de normas.Continúa afirmando que la supuesta falsedad de documento privado sólo desplegó efectos en relación al proceso civil tendiente al cobro de la acreencia plasmada en el pagaré, sin lesionar otro bien jurídico, razón por la cual no cabe juzgar por este delito sino tan sólo por el de estafa, correspondiendo sobreseer a su defendido en relación a la falsificación atribuida. Y, CONSIDERANDO: El 27 de febrero de 2009, el “a quo” procesó a N.N.A. y W.S.I., como presuntos autores penalmente responsables de los delitos de Estafa Procesal y Falsificación de Documento Privado, en concurso real (artículos 172; 292; y 55 del Código Penal), resolución que fue confirmada por la Sala Penal II de la Cámara de Apelación en lo Penal de esta ciudad el 8 de junio de 2009.En oportunidad de formular la requisitoria de elevación a juicio, el Fiscal de primera instancia sostuvo que el ilícito de falsificación de documento privado quedaba subsumido en el de estafa de acuerdo con el principio de consunción, sin posibilidad de escindirlo del ardid desplegado para cometer aquélla, propiciando el sobreseimiento respecto del primero, lo que encontró acogida favorable en el juez de grado (fs. 532).Al tomar la intervención prevista por el artículo 358 del Código Procesal Penal, el señor Fiscal de Cámaras, adoptó la postura descripta supra.Ingresando en el análisis de la cuestión, cabe recordar, en cuanto a la consumación del ilícito de falsedad documental, que la doctrina mayoritaria establece una diferencia entre instrumento público y privado. En el primero de los casos, la falsedad material se consuma con la creación del documento falso o con la adulteración del verdadero. En cambio, en los instrumentos privados, “el delito se consuma con su uso en el sentido del artículo 296 del Código Penal, no sólo con la utilización del instrumento con arreglo a su finalidad documental, sino también en cualquier acto que exteriorice la intención de conservarlo por su significación documental...” (DONNA, Edgardo Alberto; “Derecho Penal, parte especial”, t. IV, pág. 170/171).En el mismo sentido, al referirse a los documentos privados, Creus sostiene que“...la consumación sólo se puede dar con su utilización, pues sólo con ella nace la posibilidad de perjuicio; implica utilización cualquier acto que coloque el documento en situación que lo haga valer o se lo pueda hacer valer según su finalidad; la reserva del documento privado falsificado en la esfera privada del agente no constituye delito...”(CREUS-BUOMPADRE; “Derecho Penal, parte especial”, t. 2, Ed. Astrea, 2007, pág.472).- Sentado lo anterior, se advierte que en el “subjúdice” estamos en presencia de un problema que corresponde ubicar dentro del general de la concurrencia, bien de leyes o de tipos, bien de hechos ilícitos.La relación existente entre la falsedad instrumental y el uso aplicado a esa falsificación en un proceso civil, conforma circunstancia jurídico penal cuyo tratamiento y resolución definitiva -en orden a las complejidades implícitas en la misma- no puede formularse en abstracto de manera pacífica ya que, bien podría ser hipótesis que implicara ser tratada como de concurrencia aparente de tipos, bien como de concurso ideal, existiendo también argumentos para considerar que podría tratarse de un concurso real; dependiendo centralmente la cuestión del agotamiento de la investigación en relación a las personas que podrían resultar imputadas de la falsedad.La resolución definitiva sobre la cuestión -por los argumentos vertidos- no conforma materia a dilucidar en esta instancia procesal, sino que deberá ser abordada y resuelta en la oportunidad propia del juicio.Por ello, ratificar el sobreseimiento supondría de manera fatal e irrevisable, la eliminación de la falsedad de la “res iudicanda” lo que, como se ha expresado, sería objeto de una decisión propia de la etapa en la que se cuente con todos los elementos de juicio, descartada definitivamente la posibilidad de que otra persona pudiere resultar imputada de la falsedad, y todas las argumentaciones de las partes al efecto.Por todo ello, la Sala Tercera de la Cámara de “1- A., Nilda Nélida; 2- I.., Washington Sixto S/ REC. APEL. SOBRESEIMIENTO” (Expte. n° 46 - Año 2010) Apelación en lo Penal, RESUELVE: Revocar el sobreseimiento dictado.Insértese el original, agréguese duplicado, hágase saber y bajen.- SUÁREZ RONDINA GEMIGNANI Fuentes