138-A-99 SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San Salvador, a las catorce horas del día trece de julio de dos mil uno. El presente juicio contencioso administrativo ha sido promovido por la licenciada Marta Carolina Avilés González, de cuarenta y seis años al inicio de este proceso, abogada de este domicilio, en calidad de apoderada general judicial del señor Florentino Orlando Argueta Argueta, impugnando de ilegal la resolución pronunciada por el señor Procurador General de la República, a las ocho horas y cuarenta y cinco minutos del día veintisiete de julio de mil novecientos noventa y ocho. Han intervenido en el juicio: la parte actora en la forma indicada, el señor Procurador General de la República como funcionario demandado, señores Mario Arquímides y Eric David, ambos de apellidos Argueta Martínez, en calidad de terceros beneficiarios con el acto impugnado, y el licenciado Oscar Jerónimo Ventura Blanco, mayor de edad, licenciado en Ciencias Jurídicas, de este domicilio, en carácter de agente auxiliar y en representación del señor Fiscal General de la República. CONSIDERANDOS: ANTECEDENTES DE HECHO, ALEGATOS DE LAS PARTES. I. En la demanda presentada, la parte actora manifestó en síntesis: Que desde el cinco de mayo de mil novecientos setenta y ocho, la señora Marit Arely Martínez -su excónyuge en aquella época- inició diligencias bajo el expediente número 33-M7-78 en su contra, ante la agencia auxiliar de la Procuraduría General de la República, en beneficio de los entonces menores de edad: sus hijos Mario Arquímides y Eric David, ambos de apellidos Argueta Martínez, y que por motivos que desconoce, tales diligencias fueron seguidas en representación de su ex cónyuge, por la señora Lidia Amanda Martínez de Ortíz, tía materna de los menores. Que por ser sus hijos mayores de edad, adultos y capaces y porque con su actual compañera Rosa Maribel Álvarez, ha procreado cuatro hijos, todos menores de edad, bajo su guarda y cuidado personal, corriendo a su cuenta la totalidad de los gastos que ocasiona la crianza, educación y sostenimiento de los cuatro, por cuanto solamente él trabaja y la madre de éstos se ocupa de los oficios del hogar, con fecha catorce de julio de mil novecientos noventa y siete, solicitó ante el señor Procurador Auxiliar Departamental de San Miguel, lo exonerara de la cuota que se descontaba de su salario en beneficio de los mencionados jóvenes. Que ante la petición de exoneración presentada se ordenó que dichas diligencias pasaran al Departamento de Trabajo Social a efecto de realizar el estudio, diligencias que fueron recibidas en la Secretaría de la Unidad de Familia de esa institución; que luego de realizar el estudio en el Departamento de Trabajo Social, la licenciada Amanda de Romero emitió informe recomendando la exoneración solicitada, y con fecha veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y siete, las referidas diligencias volvieron al señor Procurador Auxiliar Departamental de San Miguel, con el respectivo informe social, quien en base en dicho informe y en las facultades que le confiere el Art. 48 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, emitió resolución a las catorce horas veinte minutos del día veintiséis de agosto del citado año, mediante la cual decretó la exoneración solicitada. En razón de lo anterior, libró el oficio número 686, de fecha veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y siete al pagador de ANTEL lugar de trabajo, comunicando que a partir del mes de septiembre de ese mismo año quedaba exonerado de la cuota alimenticia en beneficio de los jóvenes Mario Arquímides y Eric David, ambos de apellidos Argueta Martínez. Por tanto y en cumplimiento de lo anterior, el pagador de ANTEL no realizó a partir del citado mes de septiembre ningún descuento en su salario. En otros términos -puntualiza la parte actora- a partir de septiembre de mil novecientos noventa y siete ya no era sujeto de descuento en concepto de cuota alimenticia, quedando en consecuencia, fenecido el citado expediente. No obstante lo antes expuesto, cuatro meses después de haber sido decretada la exoneración, sin que de esa resolución se hubiese interpuesto recurso alguno, el treinta y uno de diciembre de ese mismo año y por petición motivada por la señora Lidia Amanda Martínez de Ortíz -tía materna de los mencionados jóvenes- se le retuvo en forma arbitraria e ilegal la suma de treinta y nueve mil novecientos treinta y nueve colones noventa y nueve centavos (¢39,939.99), respecto del monto de la indemnización que le correspondía en ANTEL -lugar de trabajo- cuya suma retenida fue depositada en la cuenta de la referida señora, quien no tiene la representación legal de sus hijos por ser estos mayores de edad. Que la resolución que impugna fue emitida casi un año después de que gozaba de la exoneración en la cual se toma como asidero legal para justificar la retención de la citada suma, el Decreto Legislativo No. 92 de fecha veinticinco de septiembre de mil novecientos noventa y siete, vigente a partir del diez de octubre de ese mismo año. Que el Art.1 del citado Decreto establece: "Facúltase a los Jueces de Familia de la República y a la Procuraduría General de la República para que ordenen a los pagadores de las distintas unidades primarias de la Administración Nacional de Telecomunicaciones, a retener de aquellos empleados obligados al pago de pensiones alimenticias, en adición a las cuotas a las cuales tienen derecho los beneficiarios de las mismas, el equivalente a un treinta por ciento de la indemnización que le corresponde recibir conforme a la aplicación de la Ley de Privatización de la Administración Nacional de Telecomunicaciones". A criterio de la parte actora, cuando entró en vigencia el Decreto mencionado no era empleado obligado al pago de ninguna pensión alimenticia, por cuanto había sido exonerado con anterioridad según resolución del veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y siete. Por consiguiente, no procede conforme a derecho sostener que éste se aplicó debidamente. Y es que conforme al citado Decreto los señores Argueta Martínez no tenían derecho a dicha prestación, pues hacía cuatro meses que no gozaban del beneficio de la pensión alimenticia en razón del acto por medio del cual se exoneró de pagar dicha prestación. La Procuraduría General de la República para pretender reforzar su actuación realizó un nuevo estudio socioeconómico, pero lo hizo en forma parcial en lo que favorece a los jóvenes Argueta Martínez y no de las obligaciones y responsabilidades para con sus otros cuatro hijos. Finalmente, manifiesta que aún cuando no se habían agotado los recursos administrativos se autorizó la entrega de la retención que arbitrariamente se efectúo, la que conforme a derecho debía permanecer en custodia de esa institución hasta agotar los recursos establecidos por la ley, ya que no podían anticiparse resultados. Que con la actuación que impugna considera violados los derechos establecidos en los Arts. 48, 63-g y 63-H de la Ley Orgánica del Ministerio Público, que se traducen en violación al principio de legalidad y Arts. 2 y 20 de la Constitución. II. Se admitió la demanda, se tuvo por parte a la licenciada Marta Carolina Avilés González en el carácter que compareció y se solicitó al funcionario demandado informe sobre la existencia del acto atribuido. Contestado que fue afirmativamente se decretó sin lugar la suspensión de los efectos del acto por haber consumado sus efectos y se solicitó un nuevo informe con los fundamentos de legalidad del acto impugnado, y se ordenó notificar la existencia de este juicio al señor Fiscal General de la República. En el informe que rindió el funcionario demandado sucintamente manifestó: que la revocatoria decretada por ese despacho es legal, ya que conforme al Art. 23 es atribución propia del Procurador General "velar por la protección oficial de las familias en malas situaciones económicas; porque los padres suministren alimentos a sus hijos que hubieren desamparado, o porque les aumenten la cuota alimenticia en relación a sus posibilidades económicas cuando la que pasaren no fuere suficiente". En el presente caso se trata de resoluciones relativas a cuotas alimenticias a cargo del demandante con las cuales ha estado cumpliendo desde mil novecientos setenta y ocho. Y es en la disposición legal antes citada que se fundamenta la revocatoria de la resolución de exoneración, y en la necesidad actual que tienen los alimentarios del financiamiento de sus estudios; según se ha establecido en el expediente respectivo, al momento de la resolución solamente el señor Mario Arquímides Argueta Martínez estudia en la Universidad Don Bosco, no así el otro joven Eric David Argueta Martínez, precisamente por falta de fondos. La prestación de alimentos aún cumplida la mayoría de edad se haya prevista en el Art. 211 inciso 2º del Código de Familia. Asimismo agrega, que la naturaleza del actuar administrativo permite que el auto proveído -por el Procurador Departamental de San Miguel- se pueda revocar en cualquier momento y en el caso de autos las personas interesadas, los alimentarios por intermedio de la señora Lidia Amanda Martínez de Ortíz se opusieron a la exoneración decretada, con base a ello y posteriores estudios sociales ese despacho consideró procedente la revocatoria de la exoneración decretada. Finalmente, concluye que por haber formulado oposición la señora Martínez de Ortíz contra la resolución de exoneración el día veinte de diciembre de mil novecientos noventa y siete, y en consecuencia haber realizado la retención del treinta por ciento de la indemnización dada al alimentante señor Florentino Orlando Argueta Argueta, con fecha veintisiete del mismo mes y año por parte de CTE ANTEL, consideró de justicia hacer la revocatoria impugnada y favorecer a los alimentarios con la cantidad retenida a efectos de su supervivencia y estudios dado la comprobación de los mismos. Por todo lo antes expuesto considera que su actuación y resolución en este asunto se hizo con apego a la justicia del caso y a la ley. III. Se tuvo por agregados el escrito y la credencial presentados por el licenciado Oscar Jerónimo Ventura Blanco a quien se dio intervención en el presente juicio, en carácter de agente auxiliar delegado y en representación del señor Fiscal General de la República. Posteriormente, el juicio se abrió a prueba por el término de ley, dentro del cual se tuvo por agregado el escrito de fecha uno de octubre de mil novecientos noventa y nueve; las respectivas certificaciones de partidas de nacimiento de los terceros beneficiados con el acto impugnado, y fotocopias certificadas por Notario: a) del oficio No. 896 de fecha veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y siete firmado por el Procurador Departamental de San Miguel, dirigido al señor Pagador de ANTEL, mediante el cual comunica que a partir de septiembre de ese mismo año, el señor Florentino Orlando Argueta Argueta, empleado de esa institución, queda exonerado de la cuota alimenticia que proporciona a sus hijos Mario Arquímides y Eric David, ambos de apellidos Argueta Martínez, por haber cumplido su mayoría de edad; del recibo No. 005293 que contiene el monto de la indemnización por la suma de ciento treinta y tres mil ciento treinta y tres colones treinta y dos centavos (¢133,133.32), de la que se descontó el monto de treinta y nueve mil novecientos treinta y nueve colones noventa y nueve centavos (¢39,939.99), a cargo del Ministerio Público; el recibo de la orden de pago de fecha treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y siete, No. 005293 por la suma de noventa y tres mil ciento noventa y tres colones treinta y tres centavos (¢93,193.33), a favor del señor Florentino Orlando Argueta Argueta de parte de ANTEL, que refleja la suma de descuento antes relacionada de parte del Ministerio Público; y así como la documentación que menciona -partidas de matrimonio y de nacimiento de sus otros cuatro hijos-. Con el objeto de dar cumplimiento a la garantía de audiencia se ordenó notificar la existencia del presente proceso a los señores Mario Arquímides y Eric David, ambos de apellidos Argueta Martínez. Posteriormente se corrieron los traslados que ordena el Art. 28 de la L.J.C.A. En esta etapa del proceso la parte actora sostuvo que el funcionario demandado en su informe justificativo confirmó haber emitido el acto -impugnado- a las ocho horas cuarenta y cinco minutos del día veintisiete de julio de mil novecientos noventa ocho, es decir, agrega la parte demandante- cuando habían transcurrido once meses de haber sido exonerado del pago de la cuota alimenticia en beneficio de los jóvenes mencionados, exoneración decretada con base al Art. 48 de la Ley Orgánica del Ministerio Público por el Procurador Departamental de San Miguel, mediante resolución de las catorce horas veinte minutos del día veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y siete. En consecuencia el señor Procurador General de la República ha aplicado en forma retroactiva el mencionado Decreto Legislativo No. 92 cuya vigencia comenzó el diez de octubre de mil novecientos noventa y siete, es decir, después que el peticionario gozaba de la exoneración en el pago de la cuota alimenticia, por tanto no era empleado obligado de pensión alimenticia como ordena el precitado Decreto, razón por la cual no procedía la retención efectuada en la indemnización. Por su parte, el funcionario demandando sostuvo que en el Código de Familia y la Ley Orgánica del Ministerio Público en relación a los alimentos, no hacen referencia a ninguna figura tipificada como "exoneración", por consiguiente si en la agencia de la Procuraduría de San Miguel se resolvió "exonerado" se hizo mal y no conforme a derecho, por tanto, lo que se hizo al revocar tal resolución es simple y sencillamente restaurar lo que no se hizo adecuadamente y que dicho sea de paso no podía producir ningún efecto jurídico. En otros términos sostiene que al no existir la figura de exoneración en los citados ordenamientos jurídicos la decretada mediante la resolución no produce efectos jurídicos. En razón de lo anterior, el precitado Decreto 92 operaba pues no estando cesante la obligación alimenticia y siendo el demandante un empleado obligado al pago de pensión alimenticia, es improcedente afirmar que dicho Decreto se aplicó indebidamente como sostiene la parte actora. La representación fiscal presentó su alegato aduciendo en síntesis que la actuación del señor Procurador General de la República, en lo que respecta a la revocación del acto mediante el cual se decretó la exoneración a favor del demandante, está conforme a derecho. Es más -agrega- que esa resolución de exoneración nunca existió, ya que nunca nació a la vida jurídica por cuanto las leyes aplicables al caso no hacen referencia a la figura de la exoneración como figura o institución jurídica. Por lo antes expuesto concluye que se declare legal la resolución pronunciada por el señor Procurador General de la República, por medio de la cual revocó la resolución que concedía la exoneración del pago de la cuota alimenticia a favor del demandante. Finalmente, mediante escritos de fecha catorce de junio del año próximo pasado los señores Eric David y Mario Arquímides, ambos de apellidos Argueta Martínez, solicitaron en calidad de terceros beneficiados con el acto impugnado se les tuviera por parte. En razón de lo anterior, mediante resolución pronunciada por este tribunal a las quince horas y veintiún minutos del día diecisiete de julio del año recién pasado, se les dió intervención en dicha calidad y se les corrió el traslado respectivo que ordena la ley, sin que éste fuese contestado dentro o fuera del término establecido en el Art. 28 de la L.J.C.A. Cabe destacar que la referida resolución se notificó en la Unidad de Derechos Reales y Personales de la Procuraduría General de la República, -lugar señalado para tal efecto por los peticionarios- a las ocho horas cincuenta minutos del día treinta y uno de agosto del precitado año, por medio de esquela que dejó en poder del licenciado Mauricio De León quien manifestó laborar en dicha Unidad como agente auxiliar del señor Procurador, quien para constancia firmó y selló la respectiva acta de notificación. FUNDAMENTOS DE DERECHO. IV.- El juicio se encuentra en estado de dictar sentencia. El acto objeto de la pretensión es la resolución pronunciada por el señor Procurador General de la República, a las ocho horas y cuarenta y cinco minutos del día veintisiete de julio de mil novecientos noventa y ocho, mediante el cual revocó la resolución emitida por el señor Procurador Auxiliar Departamental de San Miguel, a las catorce horas veinte minutos del día veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y siete, por medio de la cual exoneró al demandante Florentino Orlando Argueta Argueta de la obligación del pago de cuota alimenticia a favor de su hijos Mario Arquímides y Eric David, ambos de apellidos Argueta Martínez. Antecedentes. Como se ha relacionado en el transcurso de este proceso, el señor Florentino Orlando Argueta Argueta estaba obligado por parte de la Procuraduría General de la República, a pagar la suma de ciento cincuenta colones en concepto de pensión alimenticia a favor de sus hijos Mario Arquímides y Eric David, ambos de apellidos Argueta Martínez. Diecinueve años después, el señor Argueta Argueta manifestó por medio de escrito de fecha catorce de julio de mil novecientos noventa y siete, ante la Procuraduría Auxiliar Departamental de San Miguel, que sus mencionados hijos ya eran mayores de edad, capaces y normales, y que con su actual cónyuge había procreado cuatros hijos todos menores de edad, bajo su cuidado y protección y por su cuenta la totalidad de gastos de educación y mantenimiento. En razón de lo antes expuesto solicitó la exoneración de la obligación de continuar pagando la pensión alimenticia a favor de sus hijos Mario Arquímides y Eric David, ambos de apellidos Argueta Martínez. Luego de darse trámite a la solicitud planteada y la obtención del informe rendido por la licenciada Amanda de Romero del Departamento de Trabajo Social, en el que concluyó que procedía la petición presentada, el señor Procurador Auxiliar Departamental de San Miguel emitió resolución a las catorce horas del día veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y siete, mediante la cual exoneró al peticionario de la obligación de continuar pagando la precitada suma en concepto de pensión alimenticia a favor de los mencionados hijos, por ser estos mayores de edad. Consecuentemente libró oficio al pagador de ANTEL -lugar en que laboraba el demandante- comunicando que a partir del mes de septiembre de mil novecientos noventa y siete, el señor Florentino Orlando Argueta Argueta quedaba exonerado del pago de cuotas alimenticias a favor de Mario Arquímides y Eric David, ambos de apellidos Argueta Martínez. Posteriormente con fecha treinta y uno de diciembre de ese mismo año, el Ministerio Público por medio del señor Procurador General de la República, ordenó retener el treinta por ciento del monto de la indemnización que el señor Argueta Argueta recibió de parte de CTE. ANTEL, a favor de los jóvenes antes mencionados. La retención en referencia fue efectuada con base al D.L. No. 92 de fecha veinticinco de septiembre de mil novecientos noventa y siete, vigente desde el diez de octubre del mismo año, según el cual facultaba a los Jueces de Familia de la República y a la Procuraduría General de la República, ordenar a los pagadores de las distintas unidades primarias de la Administración Nacional de Telecomunicaciones, a retener de aquellos empleados obligados al pago de pensiones alimenticias, el equivalente a un treinta por ciento del monto de la indemnización a recibir conforme a la aplicación de la Ley de Privatización de la Administración Nacional de Telecomunicaciones. Al respecto, el señor Florentino Orlando Argueta Argueta presentó escrito ante el funcionario demandado, alegando que no procedía la retención efectuada con base en el mencionado Decreto, pues cuando entró en vigencia, él ya había sido exonerado de la obligación al pago de cuotas alimenticias, mediante resolución pronunciada por el señor Procurador Auxiliar Departamental de San Miguel, a la catorce horas del día veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y siete. El señor Procurador General de la República, para sustentar legalmente la retención efectuada, dictó resolución a las ocho horas y cuarenta y cinco minutos del día veintisiete de julio de mil novecientos noventa y ocho, mediante la cual resolvió: a) "Revócase la resolución de folios ciento treinta y uno pronunciada a las catorce horas y veinte minutos del día veintisiete de agosto de mil novecientos noventa y siete, en la Procuraduría Auxiliar Departamental de San Miguel, por medio de la cual se exoneró al señor Florentino Orlando Argueta Argueta, del pago de la pensión alimenticia de ciento cincuenta colones mensuales a favor de sus hijos Mario Arquímides y Eric David". Esta última resolución constituye el acto impugnado. De acuerdo con los antecedentes expuestos se concluyen los siguientes aspectos: a. El señor Florentino Argueta Argueta fue exonerado de la obligación de pagar cuotas en concepto de pensión alimenticia a favor de sus hijos Mario Arquímides y Eric David, ambos de apellidos Argueta Martínez, por medio de la resolución pronunciada por el señor Procurador Auxiliar Departamental de San Miguel, a las catorce horas veinte minutos del día veintisiete de agosto de mil novecientos noventa y siete. b. Al treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y siete, fecha en que con aplicación al Decreto Legislativo. No. 92 de fecha veinticinco de septiembre de ese mismo año, vigente a partir del diez del siguiente mes y año, se realizó la retención del treinta por ciento del monto de la indemnización que recibió el demandante de parte de CTE ANTEL, éste no era empleado obligado al pago de pensiones alimenticias. De lo anterior resulta claro, que el precitado Decreto no era aplicable al señor Florentino Orlando Argueta Argueta, por cuanto a la fecha de su vigencia, el demandante no encajaba en el supuesto base para efectuar la retención, ya que no era empleado obligado al pago de cuotas alimenticias por haber sido exonerado de dicha obligación a partir de septiembre de ese mismo año. De lo anterior se concluye que la retención efectuada al señor Florentino Orlando Argueta Argueta carece de respaldo legal. Es preciso mencionar por otra parte, que la resolución pronunciada por el señor Procurador Auxiliar Departamental de San Miguel, mediante la cual exoneró al demandante de la obligación del pago de la pensión alimenticia a favor de sus hijos Mario Arquímides y Eric David, ambos de apellidos Argueta Martínez por ser éstos mayores de edad, constituye un acto administrativo favorable para el actor. Por medio de dicha resolución, el señor Florentino Orlando Argueta Argueta fue liberado de la obligación de continuar pagando cuotas alimenticias a favor de los mencionados hijos. Este tipo de actos la doctrina los suele aludir con la expresión tradicional de actos declarativos de derechos, pero su interpretación pacífica los equipara con todos aquellos que entrañan un efecto favorable o positivo para su destinatario. De ahí que un acto declarativo de derechos o un acto favorable es aquel que supone el reconocimiento de un derecho subjetivo o produce un beneficio directo en la esfera jurídica del destinatario. En otros términos, los actos favorables crean una situación de ventaja al particular, ya sea reconociéndole un derecho, una facultad o liberándolo de una obligación, de un deber o de un gravamen a favor del administrado. En el caso de autos, es claro que la precitada resolución generó una situación jurídica concreta a favor del señor Florentino Orlando Argueta Argueta: el no pago de la pensión alimenticia al cual anteriormente estaba obligado. Una consecuencia primordial que genera un acto favorable es que éste incide positivamente en la esfera de sus derechos, y por tanto entra en juego el principio de seguridad jurídica, situación por la cual la autoridad administrativa está imposibilitada para revocar oficiosamente un acto de esta naturaleza. Relacionado con este punto, este Tribunal declaró en sentencia definitiva dictada a las nueve horas quince minutos del día diecisiete de diciembre de mil novecientos noventa y nueve, que la anulación oficiosa de los actos administrativos está sujeta a expresas limitantes relacionadas directamente con la incidencia del acto en la esfera jurídica de su destinatario; limitantes fundadas en la necesidad de preservar la seguridad jurídica que exige que se restrinja a que la administración pueda arbitrariamente privar al ciudadano de derechos que anteriormente le ha concedido. Así, cuando el acto administrativo es favorable a su destinatario, la administración sólo puede revocarlo a instancia del interesado; si advierte un vicio no puede oficiosamente anular el acto, sino que debe adoptar el papel de parte actora y promover el proceso de lesividad contemplado en el Art. 8 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, para que sea este Tribunal quien decida si concurre o no tal vicio. Por otro lado, debe aclararse que la revocación constituye una actuación administrativa sometida al principio de legalidad, y que por ende para desplegarse debe estar fundada en una potestad que la habilite. El señor Procurador General de la República sostiene en el presente caso, que por haber formulado oposición la señora Martínez de Ortíz –tía de los jóvenes- contra la resolución de exoneración el día veinte de diciembre de mil novecientos noventa y siete, y en consecuencia realizar la retención del treinta por ciento de la indemnización dada al señor Florentino Orlando Argueta Argueta, consideró de justicia revocar dicho acto. En este punto ha de tenerse en cuenta que según el Art.78 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, el plazo dentro del cual deberán hacerse las impugnaciones –recurso de revisióncontra resoluciones dictadas por jefes de división y departamentos, para ante el Procurador General de la República, es de tres días, por lo que a la fecha de la oposición de la mencionada señora Martínez de Ortíz, la resolución de exoneración ya era un acto firme. Por otra parte, en ninguna de las disposiciones contenidas en la Ley del Ministerio Público se faculta al señor Procurador General de la República para revocar resoluciones que han sido emitidas y agotadas en el respectivo procedimiento, sobre todo tratándose de actos favorables, como el de la exoneración a favor del demandante decretada por el señor Procurador Auxiliar Departamental de San Miguel. De lo antes expuesto se desprende que el funcionario demandado no tenía facultad para revocar el acto de exoneración emitido por el señor Procurador Auxiliar Departamental de San Miguel, por lo que al haberlo revocado violó el principio de legalidad consagrado en la Constitución. Por establecerse en el presente proceso que las actuaciones del señor Procurador General de la República, carece de cobertura normativa, procede declarar su ilegalidad. POR TANTO, con base en las razones expuestas y artículos 421 y 427 Pr. C.; 31 y 32 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, a nombre de la República, esta Sala FALLA: a) Que es ilegal la resolución pronunciada por el señor Procurador General de la República, a las ocho horas y cuarenta y cinco minutos del día veintisiete de julio de mil novecientos noventa y ocho, mediante la cual revocó la resolución pronunciada por el señor Procurador Auxiliar Departamental de San Miguel, a las catorce horas y veinte minutos del día veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y siete; b) Como medida para restablecer el derecho violado, ordénase al señor Procurador General de la República, dicte las medidas pertinentes para la devolución de la suma de treinta y nueve mil novecientos treinta y nueve colones con noventa y nueve centavos (¢39,939.99) retenida ilegalmente, más sus respectivos intereses al señor Florentino Orlando Argueta Argueta; c) Condénase en costas al funcionario demandado conforme al Derecho Común; y, d) En el acto de la notificación, entréguese certificación de esta sentencia a la autoridad demandada y a la representación Fiscal. NOTIFÍQUESE.---M. ALF. BERNAL SILVA---J. N. R. R.--RENE FORTIN MAGAÑA---M. CLARA---PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---J. E. ESCALANTE D.---RUBRICADAS.