- Rebaja proporcional del precio, a juicio de peritos plazo: 6 meses desde entrega. Si los vicios dan lugar a la ruina de la vivienda, en el plazo de diez años desde la terminación de la obra, estaremos ante la responsabilidad por daños y perjuicios del contratista si son de construcción y del arquitecto si se deben a vicio del suelo o de la dirección. Asimismo, la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación, exige el aseguramiento de estos vicios y establece las siguientes responsabilidades: a) Las personas físicas o jurídicas que intervienen en el proceso de edificación responderán, durante diez años, de los daños materiales causados en el edificio por vicios o defectos que afecten a la cimentación, los soportes, las vigas, los forjados, los muros de carga u otros elementos estructurales, y que comprometan directamente la resistencia mecánica y la estabilidad del edificio. b) Las personas físicas o jurídicas que intervienen en el proceso de edificación responderán, durante tres años, de los daños materiales causados en el edificio por vicios o defectos de los elementos constructivos o de las instalaciones que ocasionen el incumplimiento de los requisitos de habitabilidad. c) El constructor responderá, dentro del plazo de un año, de los daños materiales por vicios o defectos de ejecución que afecten a elementos de terminación o acabado de las obras. Cuando no pudiera individualizarse la causa de los daños materiales o quedase debidamente probada la concurrencia de culpas sin que pudiera precisarse el grado de intervención de cada agente en el daño producido, la responsabilidad se exigirá solidariamente. En todo caso, el promotor responderá solidariamente con los demás agentes intervinientes ante los posibles adquirentes de los daños materiales en el edificio ocasionados por vicios o defectos de construcción. Es importante que sepa que desde que se produzcan los daños dispondrá de un plazo de dos años para presentar la reclamación. Además esta Ley garantiza el pago de las indemnizaciones puesto que impone la obligación de contratar un seguro al contratista y al promotor, siendo el asegurado el Promotor y los sucesivos compradores de la viviendas. VI. PROBLEMAS ESPECIALES: COMPRAVENTA DE COSA AJENA, DOBLE VENTA, LA COMPRAVENTA DE INMUEBLE GRAVADO Y COMPRAVENTA CON RESERVA DE DOMINIO En determinadas situaciones la compraventa de una vivienda no da lugar a la transmisión de la propiedad de ésta, como cuando se produce la compraventa de cosa ajena, la doble venta, la compraventa de inmueble gravado y la compraventa con reserva de dominio. © Derecho.com 19 a) La compraventa de cosa ajena: Se produce la compraventa de cosa ajena, cuando la propiedad del inmueble objeto del contrato no pertenece al vendedor en el momento de la entrega del mismo al comprador. Si se da este caso, aparezca o no el verdadero propietario, es recomendable acudir inmediatamente a un Abogado, quien le informará de la acción a ejercitar. b) La doble venta: En caso de que la vivienda objeto de compraventa sea vendida a varios compradores, estaremos ante una doble venta, sea cual sea el origen de la misma: error, engaño, mala fe del vendedor etc. Si se da este caso, es recomendable acudir a un Abogado con celeridad. c) La compraventa de inmueble gravado: Es posible que el inmueble objeto de compraventa se venda gravado, si dicha carga es conocida por el comprador. La cancelación de gravámenes, a falta de pacto en contrario en la escritura, corre de cuenta del vendedor, salvo si el comprador se subroga en ellos. a. La vivienda arrendada: Dependiendo de la legislación de arrendamientos urbanos a la que esté sometido el contrato de arrendamiento que grava la vivienda, dicho arrendamiento tendrá una duración u otra tras la compraventa. En estos casos el comprador debe permitir el arrendamiento durante un plazo de tiempo prefijado por la ley. De modo que si pretende ocupar la vivienda que compra, asegúrese de que ésta no está arrendada. Además, es importante que sepa que el arrendatario de una vivienda que el arrendador pretende vender goza del derecho de adquisición preferente. b. La vivienda usufructuada: El usufructo consiste en el derecho a gozar de un bien perteneciente a otro. Por tanto si usted adquiere una vivienda usufructuada, no podrá gozar de ella, pero sí venderla. Tampoco podrá alterar la forma y sustancia de la vivienda ni perjudicar el derecho del usufructuario. De modo que si pretende ocupar la vivienda que compra, asegúrese de que ésta no es objeto de usufructo. © Derecho.com 20 c. La vivienda embargada: Un inmueble embargado con anotación en el Registro de la Propiedad puede venderse, subsistiendo el derecho de la persona a cuyo favor se hizo la anotación. Aunque el embargo no esté inscrito en el Registro de la Propiedad, el propietario del inmueble puede venderlo, una vez decretado el embargo, cualquiera que sea el estado del juicio. Así, el comprador adquiriría el inmueble con dicha carga y sometido al cumplimiento de la obligación garantizada. d. La vivienda hipotecada: Una vivienda gravada puede ser vendida, a pesar de la hipoteca que la grava. Ante tal venta, el adquirente puede: - O bien subrogarse en la responsabilidad personal, surgiendo la asunción de deuda: el comprador se convierte en deudor personal de la obligación asegurada, esto es se subroga en la posición del vendedor. - O bien no subrogarse en la responsabilidad garantizada, surgiendo la figura del tercer poseedor. Asimismo, es posible la compraventa de finca hipotecada con descuento o retención de su importe del precio de venta: - Fórmula de descuento: El vendedor sigue siendo deudor y el comprador no asume la obligación personal del vendedor, sino que descuenta del precio el importe del gravamen, por lo que no corre el riesgo de pagar dos veces la misma cosa. - Fórmula de retención: El precio global queda desglosado en dos partes, una que es abonada por el comprador de inmediato, y otra que retiene el gravamen y que forma parte del precio. Una variante podría ser el pactar el aplazamiento del pago de la parte del precio correspondiente a la hipoteca. En este caso, la cantidad retenida por el comprador queda en poder de éste como parte del precio debido sólo al vendedor, sin obligación de pagar al acreedor. Este pacto será normal cuando el vendedor, a su vez, haya pagado al acreedor, extinguiéndose así la hipoteca que pesaba sobre la vivienda. Una vez el deudor-vendedor paga la deuda, se subroga en posición del acreedor hasta que el comprador reintegre el total del importe retenido o descontado. d) La compraventa con reserva de dominio: Si se ha pactado en el contrato el pacto de reserva de dominio, el comprador no adquirirá la propiedad sobre el inmueble hasta que no satisfaga enteramente el pago total del precio. De modo que, cuando el comprador cumpla su obligación de pago, se producirá el efecto traslativo del dominio de la compraventa. Este pacto es © Derecho.com 21 perfectamente admisible en nuestro ordenamiento jurídico y se basa en el principio de libertad de pactos, teniendo como fin asegurar el pago íntegro del precio aplazado. Así pues, el comprador adquiere la posesión del inmueble en cuestión, pero no tiene poder de disposición sobre él, es decir, no puede enajenarlo, pues no será propietario del mismo. Este pacto se inscribe en el Registro de la Propiedad bajo la forma de una condición suspensiva. VII. LA FINANCIACIÓN DE LA COMPRAVENTA: EL PRÉSTAMO HIPOTECARIO La forma más ventajosa de financiar la compraventa de una vivienda es a través del préstamo hipotecario. Tal préstamo se concede por las entidades de crédito hipotecario al prestatario (quien solicita el préstamo), quien habrá de devolver el principal a su vencimiento y pagar los intereses y comisiones acordados. Si el comprador-deudor de la vivienda objeto de préstamo hipotecario incumple su obligación de devolver el préstamo en los plazos prefijados, el banco puede proceder a la venta en pública subasta de la vivienda hipotecada, a fin de cobrar con el dinero obtenido, la deuda contraída por el comprador-deudor con el banco, quedando el sobrante a disposición del comprador-deudor, a no ser que haya otros acreedores. El préstamo hipotecario ha de documentarse en escritura pública e inscribirse en el Registro de la Propiedad. Esta seguridad jurídica permite a las entidades financieras otorgar préstamos hipotecarios con unas condiciones más ventajosas que los créditos personales: tipo de interés menor y plazo de devolución más largo. Podrá pedirse y deberá ordenarse la cancelación de la hipoteca cuando se haya devuelto enteramente le préstamo hipotecario por el prestatario, debiendo acudir la entidad prestamista a la notaría que elija el prestatario para otorgar la escritura de cancelación e inscribirla posteriormente en el Registro de la Propiedad. © Derecho.com 22