PICASSO.qxp 01/02/2011 12:13 PÆgina 6 historia del grabado PICASSO.qxp 01/02/2011 12:14 PÆgina 7 Picasso nunca deja de ser actualidad. En este artículo el galerista, editor y catedrático de Geografía e Historia José Mª Juarranz de la Fuente, continúa desvelando datos significativos sobre un nuevo enfoque interpretativo de la obra del genio malagueño. Por José Mª Juarranz de la Fuente [email protected] grabado y edición 7 PICASSO.qxp 01/02/2011 12:14 PÆgina 8 historia del grabado l tema de la mujer torero lo componen un conjunto de obras ejecutadas con distintas técnicas: óleos, dibujos y grabados, que nos indican la gran importancia que llegó a tener para Picasso. Tiene su máxima expresión como elemento central de La Minotauromaquia. La mayoría de estas obras las conservó en su poder durante toda su vida, y únicamente a su muerte se mostraron al público. El fotógrafo David Douglas Duncan dio cuenta de esta particular colección en su libro Los Picassos de Picasso1. Sin analizarlas en profundidad no podríamos entender completamente el conjunto de la obra picassiana. El objetivo principal del presente artículo es desentrañar el significado y reconocer los símbolos que estas obras tenían para el creador malagueño. La primera vez que aparece el tema de la mujer torero en la obra de Picasso es en un pequeño óleo fechado el 6 de septiembre de 1933 titulado Corrida: la muerte de la mujer torero. La última es un dibujo datado el 16 de abril de 1935, El toro victorioso. En total son catorce piezas de las cuales en trece aparecen exclusivamente las tres figuras (toro, caballo y mujer torero). En la decimocuarta, formando parte del más importante grabado de Picasso y probablemente de todo el siglo XX, La Minotauromaquia, aparecen el caballo y la mujer, mientras que el toro se ha transformado en minotauro. Según Françoise Gilot, compañera de Picasso y madre de sus hijos Paloma y Claude, el pintor decía frecuentemente: "Yo pinto exactamente igual que otras personas escriben su autobiografía" 2. Esto nos indica E que tenemos que tener en cuenta su vida al acercarnos a su obra. Picasso no era un intelectual en sentido estricto, ni un filósofo; era un pintor, un artista. Es posible en algunos casos elevar sus temas a categoría universal, pero la mayor parte de las veces debemos ver la acción de un artista que expresa sus emociones. En 1935 culminan tres sucesos clave en su vida: el conflicto y posterior ruptura matrimonial con Olga Koklova, su esposa, la unión con MarieThérèse Walter, y el nacimiento de su hija Maya. Una crisis tan señalada nos impulsa a buscar símbolos que relacionen su vida y su obra. Aunque las obras de la mujer torero giran en torno a la corrida de toros y sabemos que "durante toda su vida, desde la infancia hasta los últimos meses, Picasso fue un constante y ardoroso aficionado a los toros. D.H. Kanweiler, amigo suyo y marchante a lo largo de los años, dijo que cuando Picasso se hizo viejo y redujo su actividad, lo último a lo que renunció, fuera de su estudio, fueron los toros"3, debemos pensar que esas obras reflejan sentimientos más que realidades. Símbolos que expresan no una realidad objetiva, sino una realidad concebida por el propio Picasso. La mujer torero en la historia El tema de la mujer torero es un argumento que cuenta con precedentes en el arte español. Goya en su Tauromaquia había realizado una plancha de grabado dedicada a La Pajuelera, mujer torero a caballo que tuvo un gran éxito en Zaragoza. A principios del siglo XX un decreto ley promulgado por Juan de la Cierva, ministro de Antonio Maura y a la sazón presidente del consejo de ministros de España, prohibió por real orden del 2 de julio de 1908 el toreo a pie de las mujeres. Con la llegada de la IIª República, siendo ministro de la gobernación Rafael Salazar Alonso, entre el 3 de marzo y el 4 de octubre de 1934, se suspendió ese artículo y las mujeres pudieron durante un tiempo volver a torear. Así pues, aunque algunos autores, como por ejemplo Marie Laure 1. DOUGLAS DUCAN, David. Los Picassos de Picasso. Barcelona: Editorial Rauter, 1961. 2. GILOT, Françoise. Mi vida con Picasso. p. 119-121. 3. B. CHIPP, Herschell. El Guernica de Picasso. p. 45 8 grabado y edición 01/02/2011 12:14 PÆgina 9 © RMN / René-Gabriel Ojéda PICASSO.qxp “Corrida: La muerte de la mujer torero”, 6 de septiembre de 1933. Óleo sobre lienzo. Bernadac4 consideran muy improbable que Picasso pudiera ver alguna corrida de una mujer torero antes de 1936, no tienen en cuenta que si se prohibía la actuación de las mujeres es porque toreaban y fue precisamente el triunfo de una de ellas lo que favoreció la derogación de la prohibición5. Es posible, por lo tanto, que pudiera ver alguna corrida o al menos conociera la polémica sobre el toreo de la mujer. El tempo de la mujer torero En agosto de 1933 realiza un breve viaje a Barcelona en compañía de su esposa Olga y de su hijo Paul, donde aprovecha para enseñar al muchacho "los frescos románicos que antaño había admirado en las iglesias de montaña, trasladados al Museo de Arte de Cataluña"6. Algunos autores citan la presencia secreta de Marie-Thérèse en los registros del hotel Ritz. A su regreso, según P. Cabanne, pinta y dibuja corridas de toros. Sin embargo, parece que no es apropiada su explicación. Son temas taurinos, pero no corridas de toros lo que describe. Nunca en una corrida se hubiera producido un hecho como el que presenta Picasso: el tratamiento del tema es más imaginativo que real. La escena es una invención. La obra del 6 de septiembre Corrida: La muerte de la mujer torero representa la arena de una plaza de toros en la que un gran astado oscuro con banderillas y la espada clavadas en el morrillo, lleva sobre su lomo un caballo blanco y éste a su vez sobre el suyo una mujer vestida con el traje de luces de torero, con la chaquetilla abierta mostrando los pechos desnudos; los subalternos rodean al toro y corren intentando llamar su atención. Pierre Daix, reconoce sin duda a Marie-Thérèse Walter en la mujer de este cuadro7. El caballo sobre el toro no tiene el vientre abierto. Tradicionalmente ha sido interpretada como una lucha o 4. BERNADAC, Marie Laure. La Minotauromachie: All VIII States. Gagosian Gallery. London: 2006. p.9. 5. La madrileña Juanita Cruz que estoqueó su primer becerro con 15 años, y llegó a hacer el paseíllo en cabra en 1933 en compañía de Manuel Rodríguez Manolete. Su calidad, destreza y maestría pusieron en más de un brete a sus compañeros y contribuyó decisivamente a la abolición que se produjo en 1934. 6. CABANNE, Pierre, cit.por Josefina Alix. p. 13. 7. DAIX, Pierre. La vie de peintre de Pablo Picasso. París: 1977. p. 250 cit. por MARTINEZ NOVILLO, Álvaro. El pintor y la tauromaquia. Madrid: Turner, 1988. p. 174. grabado y edición 9 PICASSO.qxp 01/02/2011 12:14 PÆgina 10 RMN / René-Gabriel Ojéda historia del grabado © “La muerte del torero”, 19 septiembre de 1933. Óleo sobre lienzo. batalla de sexos por la posición erótica de la mujer sobre el caballo y la de éste sobre el toro. No aparece realmente una lucha, una batalla, sino simplemente describe una situación en la que no hay vencedores ni vencidos. Estamos en 1933, ¿qué puede significar? Aquí debemos acudir al testimonio de Juan Larrea, amigo de Picasso (el artista fue padrino de bautismo de uno de los hijos de Larrea), y primer gran intérprete de El Guernica: "Personalmente me consta que Picasso, como otros grandes artistas, vive dentro de una floresta simbólica de cuyas representaciones se sirve para exponer sus realidades íntimas y dar salida a sus conflictos internos. Sé por habérselo oído decir a él mismo incidentalmente, que en sus cuadros de una determinada época, el caballo representa por lo general a una persona de sexo contrario al suyo, que ha desempeñado un papel excepcionalmente importante en su vida. Es este un punto de arranque a no poder más sugestivo que seguir a lo largo de su obra la historia de sus experiencias amorosas desde aquellos gráciles caballitos de sus años mozos hasta estos jamelgos torvos, patibularios y patibulados, con los que se ensaña pictóricamente allá por 8. LARREA, Juan. El Guernica de Picasso. p.50 10 grabado y edición los treinta del siglo. A sus contratiempos afectivos, que tan hondamente le han atormentado, se debe posiblemente el interés que en época ya tardía manifiesta la obra de Picasso por la corrida de toros, donde si por una parte se celebra el misterio táurico, por otra es factible vengarse en la representación del caballo de los sinsabores de un hogar malversado que se extingue. La identidad simbólica entre la mujer y el caballo dentro del rito sexual es tan conocida que no requiere explicaciones. Este en las corridas de toros, recibe por añadidura la cornada viril del astado"8. Si tenemos en cuenta este testimonio, y sabemos que la mujer torero es el retrato de Marie-Thérèse Walter (cf. Pierre Daix más arriba) y que el toro representa a Picasso, el caballo representaría a otra de las mujeres importantes en su vida en este momento: su esposa Olga Koklova, con la que se había casado en 1918, y por lo tanto, llevaba 15 años con ella en 1933. Con estas claves, la lectura que podemos hacer es la siguiente: el toro, Picasso, herido por las banderillas y la espada, sostiene sobre su lomo al caballo, su mujer, Olga Koklova, y sobre ésta a Marie-Thérèse Walter, su PICASSO.qxp 01/02/2011 12:14 PÆgina 11 amante, cargando con las dos y al mismo tiempo creando una situación erótica, ya que Marie-Thérèse aparece como a él le gustaba contemplarla mientras dormía, cubierta tan solo por la parte baja de la taleguilla. ¿Por qué Picasso utiliza estos símbolos? Hoy sabemos que Picasso mantenía en secreto su relación con Marie-Thérèse Walter mientras, oficialmente, jugaba su rol de marido. Palau i Fabre, en El Guernica de Picasso, explica perfectamente la necesidad de emplear una mitología propia, fácilmente enmascarable: "La explicación de este hermetismo es muy sencilla. Cuando Picasso seduce a Marie-Thérèse, en 1927, ésta es todavía una chiquilla de diecisiete años y él es un hombre legalmente casado y con un hijo. El descubrimiento de aquel amor clandestino (que es el primordial durante el decenio 27-37) tiene, por lo tanto, un doble riesgo civil: Picasso puede verse acusado de infidelidad conyugal y, lo que es peor, de corrupción de menores. Picasso necesita ir desarrollando, a través del dibujo y de la pintura (y también de la escultura) los episodios de su vida, para liberarse de su carga emotiva o de la excesiva cavilosidad que le causan. Y para que nadie lea sus confesiones en sus obras -o para que sólo algunos iniciados de confianza puedan tener acceso a ellas- asume y personaliza toda aquella mitología"9. La forma de contar su situación personal, su autobiografía, sin que nadie estuviera al corriente de qué se trataba era enmascararla, en este caso, con el tema de la corrida de toros. Ménage a trois del toro, el caballo y la mujer torero. Estas obras permanecieron en su poder hasta su muerte, por lo que no pudieron ser vistas sino por los que iban a visitar personalmente a Picasso. El 19 de septiembre pinta La muerte del torero como contrapunto a Corrida: La muerte de la mujer torero. El tema del torero muerto en la plaza por causa del toro aparece ya en distintas obras de Goya, que Picasso sin duda conocía: un toro negro, con una fantástica cabeza, una de las mejores que pintó Picasso, lleva sobre su lomo al torero muerto mientras un caballo blanco está al lado, no de frente; éste, con los intestinos fuera, acaba de ser empitonado. El rojo de la capa del torero incide en el dramatismo de la escena que se desarrolla en una plaza con banderas republicanas. No es una batalla erótica sino una lucha entre dos animales. El tema lo había tratado ya Picasso en los años 20, en un ciclo que era la muerte del torero, y lo retoma en 1933. Esas obras pudieron estar influidas por los acontecimientos cercanos de la muerte de Joselito el Gallo, ocurrida el 16 de agosto de 1920. Su muerte ha sido probablemente la que más repercusión popular ha tenido en la historia del toreo en España. Todavía hoy se conmemora el 16 de mayo, en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid durante la feria de San Isidro. Algunos autores ponen en relación la escena representada en el óleo de 1933 con la muerte de Gitanillo de Triana, ocurrida en Madrid el 31 de mayo de 1931 y relatada por Hemingway en su libro Muerte en la tarde, publicado por primera vez el 23 de septiembre de 1932. Creo que hay que ponerla en relación, más bien, con las obras de los años veinte, que con el hecho de la muerte de Gitanillo de Triana. El caballo pierde los intestinos a través de la herida del vientre, mientras que desde 1927 (gobierno de Primo de Rivera) estaba vigente la norma de que los caballos estuviesen protegidos por el peto. Posiblemente Picasso pinta esta obra para enmascarar el sentido real de la mujer torero. Marie-Thérèse Walter era un secreto para casi todo el mundo. Por ejemplo, Olivier Widmaier, nieto de Picasso e hijo de Maya, afirma en Retratos de familia que Olga no conoció la existencia de Marie-Thérèse Walter hasta 194510. El trío se plantea como un problema para Picasso. Ambas obras las conservará Picasso, como ya apuntamos anteriormente, hasta el fin de su vida y posteriormente pasarán al Estado francés con la resolución de la herencia. En el mismo 1933, probablemente entre septiembre y noviembre realiza las planchas tituladas Morte au soleil I-II-III y IV. Los tres personajes, toro, caballo y mujer, aparecen de nuevo en las planchas. En la primera, Morte au soleil I el toro ataca al caballo y la mujer permanece tumbada en el suelo. Cuatro rayas en sentido diagonal atraviesan la obra, casi de esquina a esquina, como si fuesen rayos de sol. En Morte au soleil II, un picador a pie, ataca al toro que lleva sobre su espalda la mujer torero y en la 9. PALAU i FABRE, Josep. El Guernica de Picasso. p. 28. 10. WIDMAIER PICASSO, Olivier. Retratos de familia. Madrid: Algaba Ediciones, 2003. p. 184-185 grabado y edición 11 PICASSO.qxp 01/02/2011 12:14 PÆgina 12 RMN / Thierry Le Mage historia del grabado © “Femme torero I”, 12 de junio de 1934. Aguafuerte. Prueba de estado estampada por Lacourière. III otra vez están presentes los tres protagonistas del drama. El 8 de noviembre, una nueva punta seca, Morte au soleil IV, que incluyó formando parte de la Suite Vollard (L 071), presenta un nuevo ataque del toro al caballo, llevando el toro sobre su lomo a la mujer, mientras el caballo permanece derribado en la plaza ante la vista de los espectadores. La variación más importante respecto a las obras anteriores es que ahora es el toro quien lleva en su lomo a la mujer torero. El ataque no consiste en clavar el cuerno, sino solamente amenaza y empuja con las manos delanteras al caballo que está echado en el suelo. No realiza más grabados de la mujer torero hasta siete meses más tarde, en el mes de junio del año siguiente. Junio de 1934: 12 de junio, 20 de junio, 22 de junio El 12 de junio de 1934, retoma el tema de la mujer torero con el grabado Femme torero I: el toro que lleva sobre su espalda a la mujer torero, desnuda y 12 grabado y edición con la espada en la mano patea a un caballo en el que su cabeza parece casi un esqueleto. El toro, con una banderilla clavada en el morrillo, dirige la cabeza y los labios sobre la mujer que parece a punto de besar. La banderilla está adornada como se acostumbraba en las fiestas importantes. La mujer torero, con la espada en la mano, lleva la chaquetilla abierta enseñando sus pechos redondos y turgentes, y muestra desnudo el resto del cuerpo; todo ello mientras el toro pisotea a un caballo desventrado en el que se señalan los músculos y los huesos y que parece no poder respirar ni liberarse del peso del toro. La composición del toro es completamente antropomorfa. La lubricidad del astado y su beso destaca sobre todo lo demás. Es otro caso evidente de que esta escena no tiene nada que ver con la corrida de toros. La corrida es un subterfugio para exponer y exhibir algo personal, que por otra parte, se quiere ocultar. Este grabado destaca por su tamaño sobre los 12:15 PÆgina 13 Galería Joan Gaspar 01/02/2011 © PICASSO.qxp demás: 49,7 x 69,7 cm. (en plancha). Alcanzando el tamaño del papel 63,5 x 90,6 cm., es decir, tiene las mismas medidas que La Minotauromaquia. La edición es solamente de 50 ejemplares. Algunos autores como Marilyn McCully en Picasso erotique han señalado que: "Este enlace también podría interpretarse como el beso de la muerte, dada la ambigüedad de la serie en cuanto a si la mujer torero sigue viva" y que esta interpretación podría ser respaldada por el hecho de que la pasión de Picasso por Marie-Thérèse estaba llegando a su fin11. Esta interpretación, bajo mi punto de vista, no se sostiene por cuanto que un año más tarde nacerá su hija Maya y Picasso iniciará el proceso de divorcio de su mujer Olga Koklova, con la intención de casarse con Marie-Thérèse Walter. Entre el 20 y el 22 de junio realiza cuatro nuevas planchas de la mujer torero, dos de ellas incluidas en “Femme torero V”, 22 junio de 1934. Aguafuerte y aguatinta. la Suite Vollard: Femme torero II: Marie-Thérèse, (L 087) con edición de 250 ejemplares. La fecha está inscrita en la parte superior derecha de la imagen. En este caso, el toro lleva sobre su espalda a la mujer torero desnuda con los senos al aire, pero con una variante importante: el toro carga además de la mujer, con el caballo. Un caballo desvencijado y casi sin fuerza. Está representado de una forma expresionista, sobre todo en relación a las manos delanteras en las que se exageran la rodilla y las patas, distorsionando los huesos y el cuello alargado sobre la mujer torero. El día 22 de junio realiza en París los últimos tres grabados de la serie mujer torero. En Femme torero III, grabado sobre papel Montval, incluido en la Suite Vollard (L 088): el toro de rodillas, con la espada clavada, observa a la mujer desnuda sobre la arena con los pechos realzados; el caballo con la boca abierta parece que 11. Ledor Fine Art 2007. Femme torero IV. grabado y edición 13 PICASSO.qxp 01/02/2011 12:16 PÆgina 14 historia del grabado “La Minotauromaquia”, aguafuerte, 1935 . 14 grabado y edición 12:16 PÆgina 15 Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía 01/02/2011 © PICASSO.qxp es alejado de la escena. La mujer tiene las facciones de Marie-Thèrèse Walter desnuda y enlaza con las imágenes del minotauro observando a la mujer desnuda y dormida. Tres líneas atraviesan la obra como si fueran tres rayos. En Femme torero IV, el caballo lleva sobre su lomo a la mujer torero, ante la postura ausente y meditabunda del toro. El caballo está destripado y le salen los intestinos del vientre. Aquí ya no están señalados o indicados los testículos del caballo. Captura la angustia del mismo y la expresión perpleja del toro que no presenta castigo físico. Esta es, quizás, la mejor representación de la angustia del caballo en todos los grabados de Picasso. Rivaliza con los del caballo de El Guernica y algunos de los antecedentes a esa obra maestra. El toro transmite una gran cantidad de sentimientos y expresividad; Marie-Thérèse Walter está esquemáticamente representada en un estilo escultórico, uniendo frente y nariz, que recuerda las famosas estilizaciones que Picasso hizo de ella en esculturas y grabados antes de esta plancha. En Femme torero V, el toro lleva sobre su espalda a la mujer torero, que tiene cubiertos exclusivamente sus brazos con la chaquetilla, mientras el resto del cuerpo permanece desnudo. La cabeza del toro está humillada y tiene bajo su peso el caballo desvencijado en el que se señalan las rodillas huesudas y el cuello largo con la cabeza expresionista, o en palabras de Juan Larrea: "jamelgo torvo, patibulario y patibulado". Las tres obras son del mismo día 22 de junio, y hacen referencia a tres símbolos en la mujer torero, pero como podemos ver, aunque inspirados en la corrida, no tienen nada que ver con la corrida de toros. Son símbolos, no de la lucha de sexos, sino que narran la situación de un trío amoroso: el toro representaría a Picasso, la mujer torero, siempre desnuda o al menos con los pechos descubiertos sería Marie-Thérèse Walter, y el tercer elemento, el caballo, sería su mujer Olga Koklova que suponía un peso enorme con el que el toro tenía que acarrear. Estas obras son las últimas de la mujer torero hasta casi un año más tarde, cuando inicie La Minotauromaquia. El tema de la mujer torero entronca con distintos motivos de la mitología como son el rapto de Europa y la iconografía de Goya con El caballo raptor. La mujer torero, en unos casos, es llevada sobre su espalda por el toro haciendo referencia, según algunos autores, a Zeus convertido en toro que secuestra a Europa; esta idea casaría bien con la idea de Picasso adquiriendo la forma de Zeus y en otras ocasiones, como en Goya, El caballo raptor, disparate o proverbio nº 10. Todo ello encuadrado en el tema de la corrida12. Pero en el caso de Picasso quiere expresar una situación y hacerla visible, porque era lo que le preocupaba, pero al mismo tiempo quería ocultarla a los ojos de los demás (véase Palau i Fabre). Por ello lo enmascara bajo el tema de la corrida. 12. En el Disparate nº 10, Caballo raptor una mujer es arrebatada de un bocado por un caballo, animal que habitualmente representa la potencia sexual. Al fondo una rata gigantesca con aspecto de montículo, a manera de paisaje, devora una mujer, como reforzando el significado de la escena central. grabado y edición 15 PICASSO.qxp 01/02/2011 12:17 PÆgina 16 © Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía historia del grabado “La Minotauromaquia”, detalle . Abril 1935: 23 marzo, 14 de abril, 16 de abril La última representación de la mujer torero es el grupo central de La Minotauromaquia. La mujer torero, en este caso embarazada, con los senos desnudos, semiinconsciente, y las piernas colgando sobre un caballo desvencijado y poco brioso de cuyo vientre cuelgan los intestinos, lleva en su mano derecha una espada que apunta a la cabeza del caballo. El dúo, mujer torero-caballo, se encuentra entre el gran minotauro y la niña con la vela y el ramo de flores. Este grabado, considerado por la mayoría de los autores el más importante de Picasso y probablemente también el más importante del siglo XX, será uno de los más herméticos del autor y cuya interpretación exige una mayor profundización. Su parte central está ocu- pada por el tema del caballo y la mujer torero13. No sería, por lo tanto, una escena referida a la corrida de toros, sino que la pondríamos en relación con la explicación que hemos apuntado en las obras anteriores. La mujer torero, que evidentemente tiene las facciones de Marie-Thérèse Walter, presenta el vientre abultado por el embarazo de su hija Maya, pues su estado por entonces sería de aproximadamente cuatro o cinco meses. Respecto al caballo, debemos darle la misma explicación que en las anteriores obras y referirla a Olga Koklova. Aunque a veces, se pone en relación este grabado con el rapto de Europa por parte de Zeus bajo la forma de toro, fábula de la que Tiziano tiene un célebre cuadro, aquí no tenemos toro sino caballo y parece que no tiene que ver ni con el rapto ni con la corrida14. 13. COLEMAN, Catherine. Picasso: Minotauromaquia. Fondos del Museo Picasso París. Museo del Grabado Español Contemporáneo. Marbella. 1997. 14. El grabado de la Minotauromaquia ha obtenido como remate en la subasta de Sotheby's de Londres del día 16 de septiembre de 2010 la cifra Hammer Price with Buyer's Premium: 1.273,250 GBP aproximadamente 1.500.000 €, 250.000.000 millones de las antiguas pesetas, que significa el récord mundial obtenido por un grabado en una subasta. El ejemplar, Nº 5/50, que posee el Museo Reina Sofía, fue adquirido a la Galería Teo el 1212-1981, según la información proporcionada por la galerista Dª Elvira González al autor de este artículo. 16 grabado y edición PICASSO.qxp 01/02/2011 12:17 PÆgina 17 En el tempo de La Minotauromaquia hay otros dos dibujos que aunque no hacen referencia exactamente a la mujer torero, sí están relacionados con ella. Son los titulados Mujer, toro y caballo de 14 de abril y El toro victorioso de 16 de abril de 1935. En ambos aparece la mujer con los pechos desnudos, llevada por el caballo, un caballo con feas hechuras y al lado, la presencia del toro que de alguna manera los observa como sombra protectora. Conclusiones Teniendo en cuenta estas claves interpretativas, las obras relacionadas con la mujer torero tienen una explicación distinta de la tradicional de la corrida de toros. El toro siempre tiene unas facciones y unos comportamientos antropomorfos, de gran serenidad, mirando con ternura a la mujer torero. Al mismo tiempo ambos personajes, caballo y mujer, representan una pesada carga para el toro que se ve obligado a llevarlos sobre su lomo. El ataque que el toro realiza al caballo nunca es clavándole los cuernos sino sobre todo empujando con las patas o manteniéndole en la arena. Son temas taurinos, pero no hacen referencia a corridas de toros ni a su relación en el ruedo. Hay que considerarlos como símbolos, como parábolas, como le gustaba decir a Picasso. El caballo siempre está representado de forma negativa. Es un exponente de los conflictos con su esposa. En las corridas de toros, el caballo era el animal poco agraciado, destinado a morir entre las astas del toro. Pero Picasso utilizará su imagen, primero, en los años veinte, como elemento de contenido sexual, clavándole el cuerno o los cuernos al caballo, pero en el ciclo de la mujer torero no tiene ese significado: nunca aparece el toro en esta actitud, sino que el caballo está en ocasiones desventrado, en otras el toro lo empuja o lo pisotea, o lo carga sobre sus lomos. No hay, por lo tanto, elemento sexual claro, sino que se refiere a otro aspecto totalmente distinto de la vida de Picasso: su situación personal. Los conflictos de la pareja, presentes desde finales de los años veinte, culminan entre 1933 y 1935, en el momento de la mujer torero. Aquí podríamos citar también, en la línea de considerar su obra como su autobiografía, el texto recogido en Les Archives de Picasso: "La obra que uno hace es una manera de llevar su diario"15. Toro, caballo y mujer torero, son símbolos. Símbolos que no sería necesario explicar, pero que es preciso conocer para entender el tema representado en el cuadro o en el grabado. Es necesario superarlos y analizarlos en función del contexto y de la vida de Picasso. En definitiva, de su propia autobiografía. 15. Les archives de Picasso. Editions de la Réunion des Musées Nationaux, París. 2003. p. 15. BIBLIOGRAFÍA SELECCIONADA ALIX, Josefina. Picasso. Guernica. Poesía. Nº 39-40. España. Ministerio de Cultura Madrid: 1993. BAER, Brigitte. Picasso: Minotauromaquia. Fondos del Museo Picasso París. Museo del Grabado Español Contemporáneo. Marbella. 1997. BERNADAC, Marie Laure. La Minotauromachie. All VIII States. Gagosian Gallery. London: 2006. GOEPPERT, Sebastián; GOEPPERT-FRANK, Herma. La Minotauromachie de Pablo Picasso. Cramer, Patrick (ed.). Geneve: 1987. JUARRANZ DE LA FUENTE, José Mª. "Picasso. Una nueva visión sobre sueño y mentira de Franco". Grabado y Edición. Septiembre-octubre 2010, nº 25, p.6-12. grabado y edición 17