Filosofía y ciudadanía: Principales características del renacimiento: Antonio Francisco Parra Serrano DNI : 23288254-H RESEÑA: En el siguiente artículo, se analizan las características principales del renacimiento, un etapa que sustituyo al Medievo y abrió las puertas para los pensamientos de la modernidad. Considero que este artículo es útil para el nivel educativo del bachillerato, siendo aplicable en la asignatura de filosofía y ciudadanía. El Renacimiento fue un fenómeno eminentemente cultural que supuso como indica su propio nombre, una renovación y sustitución de los rígidos esquemas ideológicos que habían servido como justificación a la sociedad feudal. La escolástica, que era la filosofía conservadora que proclamaba la existencia de una identidad entre la realidad mundana y los designios divinos, fue atacada ya en los últimos coletazos de la Edad Media por el nominalismo de Ockham, por lo que podemos considerar a este pensador como el primer moderno, aunque nunca se podrá decir cuando comienza exactamente la modernidad. En este mundo de novedades, se produce un cambio de mentalidad, que fue motivada con el comienzo de la editorial, aparece la figura de lector público (R. Chartier), todavía no aparece Gutenberg. Coincidirá el invento de la imprenta con el ansia de saber, así que la literatura y el arte se expanden por toda Europa. El movimiento literario renacentista fue incidiendo ya en el siglo XIV por Dante Alighieri, Petrarca y Bocaccio, que dignificaron el uso de la lengua vulgar en sus famosísimas obras (La Divina Comedia 24, Cancionero, el Decaremón, respectivamente), pero fue en el transcurso de las dos centurias siguientes cuando alcanzó su momento más característico con Baltasar Castiglione, Ludovico Ariosto y Torcuato Tasso. La literatura renacentista estuvo representada en España por Fernando de Rojas (presunto autor de la Celestina), Garcilaso de la Vega, que fue el que introdujo las modas italianas, Santa Teresa de Jesús y la novela picaresca El lazarillo de Tormes. En Francia los máximos representantes fueron Rabelais y Ronsard. Las generosas ayudas otorgadas por las cortes de los grandes príncipes italianos: los Médicis de Florencia, los Visconti y los Sforza en Milán, los pontífices humanistas Julio II, León X y Clemente VII en Roma. El infierno que describe penetraría profundamente en el imaginario colectivo de esta época, enfatizando la figura del cielo, como lugar opuesto, un paraíso donde regresar. Aragoneses en Nápoles, etc. Constituyeron el punto de apoyo básico para el desarrollo de las innovaciones técnicas y conceptuales que caracterizan el arte del Renacimiento. La revalorización de lo cotidiano, el naturalismo y la fidelidad en la representación de la figura humana, encuentran su máxima expresión en Van Eyck, Van der Weyden, Donatello y Massaccio. Y el sentido del volumen y la luz van de la mano de Piero della Francesca y Montegna, éstos fueron los primeros logros del Renacimiento durante la primera mitad del XV. La segunda mitad del “Quattrocento” continuó con la evolución iniciada, alcanzando cotas de gran calidad en la extraordinaria dulzura y elegancia de Boticelli y Bellini, en la minuciosidad de Forquet (Francia) y en el profundo sentido poético de Memling y David (escuela flamenca). En el siglo XVI, el “Cinquecento” marcó el comienzo del clasicismo renacentista. Florencia que iniciaba un periodo de decadencia política y económica, fue relevada en su papel renovador por la Roma de los Papas humanistas. La simplicidad lineal y el equilibrio de las proporciones en la arquitectura la encontramos en Miguel Ángel y Bramante, la expresión y la perfección en la escultura aparece en Miguel Ángel y el refinamiento del sentido estético renacentista se halla en la obra de los tres grandes genios de la pintura universal: Miguel Ángel, Leonardo y Rafael. En la escuela alemana encontramos a Grünewald, Holbein y a Durero, este último fue modelo para todos los pintores de comienzos del siglo XVI. Pero fue con Tiziano (escuela veneciana), cuando cambió el curso de la pintura alemana, flamenca, etc, hacia la pintura moderna. En el campo del pensamiento, el Renacimiento concibió al Humanismo una nueva ideología que rompía con la religiosidad medieval y proponía un nuevo tipo de religiosidad basada en el ejercicio espiritual y el acercamiento directo del hombre a la divinidad, de esta idea surge la primera reforma religiosa europea, el humanismo cristiano de Erasmo de Rotterdam2, y la escisión de la Iglesia provocado por el luteranismo. Con el humanismo aparece una nueva visión antropológica basada en el individualismo y la afirmación de los valores, gracias a Manetti, Valla, Ficino, Pomponazzi y Mirandola, también se desarrolla la observación empírica de la naturaleza con Leonardo y surge la interpretación laica y científica de la sociedad política con Nicolás Maquiavelo, y en el humanismo surge el pensamiento utópico con Tomás Moro y Campanella. A la vez que se producía una renovación en los campos del pensamiento y del arte, el hombre renacentista impulsó durante los siglos XV y XVI el nacimiento y desarrollo de la ciencia moderna. Se produciría la destrucción del antiguo sistema astronómico aristotélico-ptolemaico, que defendía la posición central de la Tierra con respecto a los demás astros, lo que se ha denominado geocentrismo. Fue Nicolás Copérnico (1473-1543) quien demostró la existencia de los movimientos de rotación y traslación de la Tierra (el heliocentrismo) y determinó las distancias de los planetas al Sol, los periodos siderales de cada planeta y las posiciones futuras de los mismos, con ello quedaba abierta la negación definitiva de las teorías aristotélicas, aparecen Tycho Brahe, Galileo, Kepler... que favorecieron la apertura desde el ámbito cerrado del mundo medieval a una concepción abierta del universo. La observación directa de la naturaleza y el empleo del método experimental produjeron también notables avances en la medicina, con el flamenco Andrés Vesalio, en la anatomía humana, el alemán Paracelso, que se centró en química y biología, y el español Miguel Servet que fue el descubridor de la circulación sanguínea. Además en el Renacimiento se produjeron importantes descubrimientos geográficos. Lo nuevo llega a través de ultramar, estos descubrimientos fueron los que provocaron en cierta medida los cambios que se produjeron en esta época. Cuando a Europa se le cierra la ruta terrestre de las Indias algunos audaces intentan encontrar un itinerario marítimo. Bibliografía: - P. Zumthor, La medida del mundo. Barcelona, Cáthedra, 1994. - Francisco López Estrada, La fortuna de Tomás Moro y su Utopía en la España del Siglo de Oro, Págs. 75-90. - Erasmo de Rotterdam, Elogio a la Locura. Madrid, Ediciones Mestas, 2001.