Tema 2. Personalidad y moral

Valores
Éticos
2. Personalidad y moral
IES Séneca
Departamento de Filosofía
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2. Personalidad y moral
Índice de contenidos
1. ¿Qué es la personalidad?
2. La identidad personal
3. Origen de la personalidad
4. Adolescencia y personalidad
5. Personalidad y moral
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2. Personalidad y moral
1 ¿Qué es la personalidad?
El término personalidad procede del término persona, que se utilizaba para denominar las
máscaras o caretas que los actores romanos empleaban en sus representaciones.
La personalidad es el conjunto de características que posee una persona y que hace que ésta
tienda a actuar de una determinada manera ante situaciones semejantes. Por ejemplo, una
persona optimista suele mostrarse alegre, positiva y entusiasta en la mayoría de las ocasiones.
La personalidad, por una parte, da estabilidad al comportamiento de la persona a lo largo del
tiempo, es decir, hace que su comportamiento sea más o menos el mismo; y, por otra parte, la
diferencia de las otras personas, haciéndola única.
La personalidad de alguien se suele definir en base a estos cinco rasgos:
1) Apertura a la experiencia: una persona abierta es aquella que busca nuevas experiencias
y que concibe su futuro de manera creativa. Es imaginativa y suele apreciar el arte y la
estética, prefiere romper con la rutina y suele poseer conocimientos sobre amplios temas,
debido a su curiosidad intelectual.
2) Responsabilidad: una persona responsable está centrada en conseguir sus objetivos; es
disciplinada, organizada, con capacidad de concentración y piensa antes de tomar una
decisión.
3) Amabilidad: la persona amable es respetuosa, tolerante y tranquila. Confía en la
honestidad de los demás, tiene vocación para ayudar a quien lo necesite, se muestra
humilde y sencilla, y es empática con los sentimientos y emociones de los demás.
4) Extraversión: Extrovertida es la persona que se muestra abierta a los demás, le agrada
estar rodeada de otras personas y le gusta expresarse ante ellas. En cambio, las personas
introvertidas son reservadas, independientes, les gusta estar solas y prefieren la rutina y
el ambiente familiar.
5) Estabilidad emocional: Las personas emocionalmente estables afrontan sin problemas las
situaciones delicadas de la vida. Suelen ser tranquilas, no muy dadas a sentir rabia o a
enfadarse, y gestionan bien sus crisis personales.
A través de nuestra personalidad, proyectamos en los otros nuestras emociones, actitudes e
intenciones. Una personalidad sana supone que la persona tiene un buen concepto de sí misma
y expresa sus rasgos de forma inteligente, es decir, adaptada a la situación en que se encuentre.
ACTIVIDADES
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•
Describe, en pocas líneas, cómo te ves a ti mismo. Si pudieras cambiar algo de ti, ¿qué
cambiarías? ¿A quién te gustaría parecerte?
Completa las frases:
a) Abierta es aquella persona que…
b) Una persona es responsable, cuando…
c) Las personas amables se caracterizan por ser…
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2 La identidad personal
Cada persona es diferente y única; posee su propia identidad personal. Esta identidad consiste en
tener conciencia de quiénes somos y cómo pensamos, sentimos y actuamos. Para ello, es
importante ser capaz de reconocer y aceptar los errores que podamos cometer, identificar
nuestras capacidades y nuestras limitaciones, nuestros gustos y preferencias.
Nuestra identidad personal es algo que vamos construyendo a lo largo de toda nuestra vida,
pero es en la adolescencia cuando se sientan las bases, que se consolidarán en la edad adulta.
Durante la adolescencia pueden aparecer algunos problemas de conducta, como el consumo de
alcohol, acoso, problemas familiares, etc. Generalmente, en la base de estas dificultades se
encuentra la escasa o nula tolerancia a la frustración, la necesidad de lograr satisfacciones
inmediatas y, sobre todo, la incapacidad para dominar los impulsos. Cuando el adolescente no
supera este egoísmo, percibe las normas y límites como un obstáculo para el logro de su identidad
personal.
ACTIVIDADES
•
De los siguientes rasgos, elige los tres que creas que mejor te identifican:
Extrovertido, responsable, hablador, respetuoso, desorganizado, generoso, imaginativo, seguro,
afectuoso, tímido, desconfiado, humilde, solidario, paciente, divertido.
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¿Quiénes influyen más en tu personalidad: los familiares, los amigos o tus compañeros
de clase? Razona tu respuesta.
Responde a estas cuestiones:
a) ¿Te consideras una persona segura de sí misma?
b) ¿Expresas tus opiniones, aunque éstas sean muy diferentes a las de tus amigos?
c) ¿Sueles actuar de forma positiva y optimista?
Describe una conducta que hayas aprendido de alguien y que consideres que te haya
ayudado a ser mejor persona.
¿Cómo sueles reaccionar, cuando no consigues lo que quieres?
Lee esta frase de Martin Buber y responde:
“En este mundo cada persona representa algo nuevo, algo que nunca ha existido todavía, algo
único y original (…) Cada persona en el mundo es una cosa nueva y está llamada a realizar su
peculiaridad. Y eso es, precisamente, lo que cada persona tiene que defender de sí misma”
a) ¿Qué quiere decir el autor?
b) ¿Estás de acuerdo con él?
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3 Origen de la personalidad
Siempre ha existido un debate acerca del origen y la naturaleza de la personalidad. ¿Qué es lo que
hace que unas personas seamos de una manera y otras personas sean de otra? ¿Mi personalidad
la he heredado de mis padres? ¿Puedo cambiar mi personalidad?
En la personalidad influyen dos factores:
•
•
Factor genético
Factor cultural
Nuestros padres nos transmiten su composición biológica, fisiológica y psicológica a través de los
genes. En este sentido, estamos determinados por la herencia genética y las características de
nuestra personalidad también están determinadas por los cromosomas.
Pero, al mismo tiempo, el ambiente que nos rodea influye también en nuestra personalidad.
¿Cómo? Pues, o bien proporcionando oportunidades de desarrollo de la personalidad, o bien
poniendo obstáculos para ello. La familia, los amigos, las experiencias vividas, etc., van
moldeando nuestra personalidad a medida que vamos viviendo e interactuamos con el medio que
nos rodea.
Por tanto, nuestra personalidad puede cambiar, pero siempre dentro de ciertos límites. El efecto
del entorno en el que vivimos y las experiencias es notable. Eso sí, para que el cambio sea posible,
es muy importante que antes conozcamos nuestras propias cualidades y nuestras limitaciones.
4 Adolescencia y personalidad
La adolescencia es un periodo de transición entre la infancia y la vida adulta en el que se
producen cambios físicos y psicológicos que determinan el comportamiento posterior del
individuo. En esta etapa de la vida las relaciones sociales desempeñan un papel muy importante.
Durante la adolescencia, se produce el abandono de la minoría de edad y de la dependencia de
la familia, para asumir la plena responsabilidad e incorporarse al mundo de los adultos.
Pertenecer a este mundo exige una serie de cambios, que suelen desembocar en actitudes y
comportamientos de madurez. Estos cambios revelan que el verdadero sentido de la
adolescencia es la maduración de la autonomía personal.
ACTIVIDADES
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Haz un listado con los comportamientos que te han ido haciendo más independiente de
tus padres.
Elabora una redacción –de unas diez líneas- contando cómo te gustaría que fuese tu
futuro.
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En la adolescencia aumentan las relaciones con los demás. El adolescente necesita establecer
relaciones con los demás, para desarrollar su autonomía y para integrarse en el grupo. El tiempo
que dedica a sus familiares va disminuyendo y empieza a sentirse más comprendido y aceptado
por los amigos que por otras personas -sobre todo, las que tienen autoridad sobre él.
Veamos esto en las relaciones del adolescente con su familia, con sus compañeros y con los
adultos:
•
Relaciones con la familia: para llegar a ser autónomo, el adolescente rompe vínculos de
dependencia familiar. Las relaciones con la familia se hacen cada vez más distantes y
abandonan la intimidad con los padres, para desarrollar formas de vida propias. Los
adolescentes rechazan, con frecuencia, las actitudes paternalistas o que impliquen una
sobre protección. A pesar de ello, siguen necesitando y buscando el afecto y la
comprensión de sus padres.
Los conflictos que surgen en el terreno de las relaciones familiares afectan más a
aspectos superficiales que a opciones y valores más importantes. En estos últimos sigue
siendo evidente la influencia de la familia. En general, el adolescente suele seguir los
criterios familiares en cuestiones relacionadas con su futuro, mientras que prefiere los de
los compañeros en la realización de deseos y opciones de presente.
•
Relaciones con los compañeros: los adolescentes establecen relaciones cada vez más
estrechas con el grupo de compañeros: primero, con los compañeros del grupo de
mismo sexo; después, el grupo mixto; y, finalmente, aparecen las relaciones de pareja.
•
Relaciones con los adultos: los educadores y adultos continúan siendo elementos
importantes de referencia para los adolescentes, que contrastan de manera crítica su
propia identidad con los modelos de vida que les ofrecen esos adultos.
ACTIVIDADES
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¿Sueles hablar con tus padres de los temas que te interesan o preocupan? ¿Comentas los
mismos temas con tus amigos?
¿Cómo definirías la amistad? ¿Cuáles son las cualidades que valoras más en un amigo?
¿Cuál de esas es, para ti, la cualidad más importante?
Alcanzar la autonomía personal no siempre es fácil. Algunos factores pueden obstaculizar el logro
de esa meta:
•
•
Un concepto erróneo de lo que es la libertad: hay quienes piensan que la libertad es
hacer lo que a uno le dé la gana, algo así como una espontaneidad total. Pero esa es una
concepción errónea de la libertad.
Las adicciones: la adicción al móvil, a las drogas o a los videojuegos aumenta la
dependencia, limitando y, en ocasiones, anulando totalmente la autonomía.
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•
El miedo. Las actitudes sumisas y dependientes suelen ser consecuencia del miedo, ya sea
al peligro, ya sea al esfuerzo mismo que a veces hay que realizar para conseguir nuestras
metas.
ACTIVIDADES:
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Lee este cuento y responde a las preguntas que le siguen:
“Había una vez un país donde todos se habían acostumbrado a usar muleta para andar. Desde su
más tierna infancia, todos los niños eran enseñados a usar sus muletas para no caerse, a cuidarlas,
a barnizarlas para que el barro y la lluvia no las estropeasen. Pero un buen día un sujeto
inconformista empezó a pensar si sería posible prescindir de tal elemento. En cuanto expuso la
idea, los ancianos del lugar, sus padres y maestros, todos lo llamaron loco y le decían: “¿no ves
que sin muletas te caerás irremediablemente?, ¿cómo se te puede ocurrir semejante estupidez?”
Pero el chico seguía planteándose la cuestión. Se le acercó un anciano y le dijo: “durante años y
años todos hemos andado perfectamente con esta ayuda. Te sientes más seguro y tienes que
hacer menos esfuerzo con las piernas. Además, ¿cómo vas a despreciar nuestras bibliotecas,
donde se concentra todo el saber de nuestros mayores sobre la construcción, uso y mantenimiento
de las muletas?” Se le acercó después su padre y le dijo: “mira niño, me están cansando tus
excentricidades. Si tu bisabuelo, tu abuelo y tu padres han usado muletas, tú tienes que usarlas,
porque eso es lo correcto”.
Pero el muchacho seguía dándole vueltas a la idea, hasta que un día se decidió a ponerla en
práctica. Al principio se cayó repetidamente. Pero, poco a poco, fue adquiriendo seguridad y, a los
pocos días, corría por los caminos, saltaba las cercas de los sembrados y montaba a caballo por las
praderas. El protagonista del cuento había llegado a ser él mismo.”
a)
b)
c)
d)
e)
Resume, en pocas líneas, el contenido del cuento.
¿Qué crees que significa este cuento?
¿Por qué crees que el chico quería dejar las muletas?
¿Tiene alguna moraleja el cuento? Trata de expresarla con una sola frase.
Ponle un título al cuento.
5 Personalidad y moral
Una parte importante de nuestra personalidad es la moral. Vamos a llamar a esa parte nuestra
personalidad moral. De la misma manera que hemos dicho que nuestra personalidad se va
haciendo a lo largo de nuestra vida, también nuestra personalidad moral (o carácter) se va
construyendo a lo largo de nuestra vida. ¿Cómo? A través de las decisiones concretas que en
cada momento vamos tomando.
En este sentido, es importante que aprendamos a decidir bien qué hacer en cada situación. Solo
así podremos alcanzar la felicidad. Y está claro que todos queremos llegar a ser felices.
Un importante filósofo griego, llamado Aristóteles, se dedicó a reflexionar sobre este tema y llegó
a la conclusión de que la felicidad se alcanza mediante el ejercicio de los hábitos positivos. Un
hábito es un comportamiento al que nos hemos acostumbrado, algo que solemos hacer por
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costumbre; por ejemplo, leer por la noche un rato en la cama antes de dormirnos. Según
Aristóteles, existen dos clases de hábitos:
•
Hábitos positivos (llamados virtudes), los cuales nos ayudan a ser felices.
•
Hábitos negativos (llamados vicios), los cuales nos alejan de la felicidad.
La virtud consiste en un término medio entre dos extremos, tal como lo establecería una persona
que fuese prudente. Según eso, los extremos son malos o viciosos, y el término medio es bueno,
lo que debemos buscar.
Por ejemplo, la virtud de la valentía es un punto medio entre dos extremos malos: de un lado, la
cobardía, que a veces nos impide superar nuestros miedos y temores, para afrontar los retos; de
otro lado, la temeridad, que nos lleva a no medir bien los riesgos y peligros que conllevan ciertos
comportamientos.
Según Aristóteles, encontrar cuál es exactamente el punto medio en cada situación no es fácil y
requiere mucha práctica a lo largo de toda la vida. Sólo insistiendo una y otra vez, seremos
capaces de encontrar el término medio, de ser virtuosos, y, así, llegar a ser verdaderamente
felices en la vida.
Por supuesto, para ser felices, no basta un buen comportamiento, un comportamiento virtuoso,
sino que también debemos tener un poco de suerte: gozar de buena salud, tener familiares y
amigos que nos quieran, o tener cubiertas algunas necesidades materiales básicas, como comida,
agua, cobijo, etc.
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