Observatorios Urbanos A 90 años de la elección más competida al gobierno de Sonora. Abril de 1919 Eduardo Marcos de la Cruz* Muy pocos textos académicos de historia regional de Sonora, han estudiado con profundidad los procesos electorales que se efectuaron en la entidad entre 1915 y 1919, debido que en este lapso hubo “gobernadores provisionales” por nombramiento del Primer Jefe Venustiano Carranza, como una de las medidas urgentes para restaurar el marco político-jurídico a nivel nacional a un mediano plazo. En mayo de 1917, se celebró la primera de las dos elecciones, en calidad de extraordinaria, ya que la Ley Electoral que le dio legitimidad no fue redactada por un congreso en funciones. A pesar de contender solo dos candidatos avalados por el gobierno federal, Plutarco Elías Calles y José J. Obregón, resultó controvertida no tanto por el conteo final de los votos del ganador (Calles), sino por los discursos de propaganda plasmados entre sus principales partidarios. Pero sin lugar a dudas, la elección al gobierno local en abril 1919 resultó la más competida en el transcurso del siglo XX, pues formalmente hubo una lista de cuatro candidatos aprobados, en la cual los electores votarían por alguno de ellos y que contaban con una importante trayectoria política, militar o económica. Pero ¿quiénes fueron esos candidatos?, ¿todos eran miembros del grupo revolucionario?, ¿todos tenían la misma oportunidad de ganar? Los cuatro candidatos fueron Adolfo de la Huerta Marcor, Ignacio Leandro Pesqueira, Conrado Gaxiola y Miguel S. Samaniego, aunque también hubo otros candidatos “apartidistas” o no oficiales que se registraron, de acuerdos a los estatus de la nueva Ley Orgánica Electoral de Estado de 1918. De los cuatro, de la Huerta era el político más conocido dentro y fuera de Sonora, debido a los fuertes vínculos adquiridos en el régimen carrancista al desconocer a Victoriano Huerta como Presidentes en 1913 y jugar un papel destacado en la relación de Sonora con los representantes de gobierno de Coahuila y Chihuahua. En diciembre de 1918 después de muchas insistencias de parte de los miembros del Partido Revolucionario Sonorense (PRS), aceptó ser su candidato oficial después de una votación casi unánime. El segundo candidato más fuerte fue Pesqueira, sobrino del glorioso general del siglo XIX; era un militar de prestigio que alcanzó el estrellato en la política local al ser nombrado gobernador interino por el congreso local en marzo de 1913 y por desconocer formalmente a Huerta como Presidente. En 1919, conocido como el “candidato oficial del centro” en Sonora, al ser respaldado financieramente por Carranza como una medida para contrarrestar la popularidad de De la Huerta, quien se había negado a ser su “comodín político” previo a la sucesión presidencial de 1920. En el caso de los otros dos candidatos, si bien contaban con el respaldo de importantes figuras locales, sus respectivas trayectorias eran modestas. Gaxiola era el único que no tuvo participación directa en la revolución (ya sea como político o militar), pero que era un próspero comerciante que había aprovechado la coyuntura histórica para hacerlo. Contó con el respaldo político de Álvaro Obregón, quien a su vez era socio de uno de sus hermanos: Conrado Gaxiola. En cuanto a Samaniego, fue otro militar constitucionalista que estuvo bajo las órdenes de Calles como su lugarteniente durante el sitio de Naco y Agua Prieta en 1915 contra las fuerzas “convencionistas”. Al igual que muchos revolucionarios sonorenses, se alistó en las filas revolucionarias en 1913 y dos años después recibió el grado de general. Como se aprecia, solo De la Huerta no contó con el respaldo de algún importante político o militar, pero sí tenía el apoyo del PRS y de cientos de mineros y obreros con los que había mantenido una relación socioeconómica cuando fue gobernador provisional entre 1916 y 1917. A pesar de que la campaña a la gubernatura fue breve, resultó álgida por la participación masiva de la sociedad sonorense a través de mitines, propaganda escrita y ataques entre los candidatos. Finalmente el 27 de abril de 1919, el triunfo electoral favoreció a De la Huerta que apenas contabilizó el 48 por ciento total de los votos y tomaría posesión de su nuevo cargo el primero de septiembre de aquel año, con previa protesta de ley ante el congreso estatal. Sin embargo, nunca concluiría su mandato ya que formaría parte del gabinete presidencial de Obregón entre 1920 y 1923. *Asistente académico de la Coordinación del Doctorado en Ciencias Sociales de El Colegio de Sonora, [email protected]