Teoría de la Deflación de la Deuda de las Grandes Depresiones IRVING FISHER Colaboración especialmente autorizada por el autor para "El Trimestre Económico". INTRODUCCIÓN En "Booms and Depressions" he desarrollado, teórica y estadísticamente, lo que puede llamarse una teoría de la deflación de la deuda, para explicar las grandes depresiones. En el prefacio afirmé que los resultados "parecen, en su mayor parte, nuevos". Hablé entonces cautelosamente, a causa de mi poca familiaridad con la vasta literatura sobre el asunto. Desde que el libro se publicó, sus conclusiones especiales han sido ampliamente aceptadas y, hasta donde lo sé, ninguna se ha encontrado anticipada por escritores anteriores, aun cuando varios, incluyéndome a mí mismo, habían tratado celosamente de encontrar dichas anticipaciones. Dos de las autoridades más leídas en este campo, me aseguran que esas conclusiones, en las palabras de uno de ellos, son: "al mismo tiempo nuevas e importantes". 54 EL TRIMESTRE ECONÓMICO Parcialmente, con el propósito de especificar cuáles de estas conclusiones especiales se creen nuevas y en parte para coordinarlas con las conclusiones de otros estudiosos en la materia, ofrezco este ensayo que presenta, con brevedad, mi actual "credo" sobre todo el asunto de la llamada "teoría del ciclo". Mi "credo" consta de 49 "artículos", algunos de los cuales son viejos y otros nuevos. Digo "credo", porque, por razón de brevedad, se expresa de propósito dogmáticamente y sin prueba; pero no es un credo en el sentido de que mi fe no descansa en pruebas y en el de que no esté dispuesto a modificarlo si hubiere motivo para ello. Al contrario, es sólo un tanteo. Puede servir como provocación a unos y a otros como materia prima para conseguir un mejor producto. Entretanto, la siguiente es una lista de mis 49 conclusiones provisionales: "TEORÍA DEL CICLO" EN GENERAL 1. El sistema económico contiene innumerables variables: cantidades de "bienes" (riqueza física, derechos de propiedad y servicios), los precios de estos bienes y sus valores (las cantidades de ellos multiplicadas por los precios). Los cambios en una o en todas de este vasto conjunto de variables pueden deberse a muchas causas. Sólo imaginativamente pueden permanecer todas ellas constantes y conservarse en equilibrio por las fuerzas, en balance, de los deseos humanos, como se manifiestan éstos a través de "la oferta y la demanda". 2. La teoría económica incluye un estudio tanto de (a) ese equilibrio imaginario, ideal, que puede ser estable o inestable, y (b) el desequilibrio. La primera es la económica estática. La segunda la económica dinámica. La llamada teoría del ciclo es meramente una parte del estudio del desequilibrio económico. LA DEFLACIÓN DE LA DEUDA 55 3. Puede procederse al estudio del desequilibrio, de dos maneras. Podemos tomar como nuestra unidad para estudio un caso histórico real de gran desequilibrio, digamos, por ejemplo, el pánico de 1873; o podemos tomar como unidad de estudio una tendencia constitutiva, tal como la deflación, y descubrir sus leyes generales y las relaciones y combinaciones con otras tendencias. El primer estudio gira alrededor de eventos o hechos; el segundo, alrededor de tendencias. Aquél es, antes que nada, historia económica; el último es principalmente ciencia económica. Las dos clases de estudio son propios e importantes. Uno ayuda al otro. El pánico de 1 873 puede ser entendido sólo a la luz de varias tendencias—la deflación y otro—; y la deflación puede serlo sólo a la luz de varias manifestaciones históricas—1873 y otras. 4. La vieja y en apariencia aún persistente noción de "el" ciclo de los negocios como ciclo autogenerador, único, simple, (análogo al de un péndulo que se mueve bajo la sola influencia de la fuerza de gravedad) y que se realiza históricamente en crisis regulares recurrentes, es un mito. En lugar de una fuerza hay muchas, o, específicamente, en lugar de un ciclo hay muchos ciclos coexistentes, que constantemente se agravan o neutralizan uno a otro y coincidentes también con muchas fuerzas no cíclicas. En otras palabras, mientras no existe un ciclo concebido como un hecho o un evento histórico, hay siempre innumerables ciclos, largos y cortos, grandes y pequeños, si se les concibe como tendencias (del mismo modo que existen numerosas tendencias no cíclicas). Entonces un evento histórico sería el resultado de todas las tendencias en acción en ese momento. Cualquier ciclo en particular, por perfecto y por más que tienda a ser una curva senoide, es seguro que habrá de ser contrariado por otras tendencias. 56 EL TRIMESTRE ECONÓMICO 5. Las innumerables tendencias que contribuyen más al desequilibrio económico, pueden clasificarse burdamente en tres grupos: (a) crecimiento o tendencias firmes; (b) perturbaciones casuales inconstantes; (c) tendencias cíclicas inconstantes, pero constantemente repetidas. 6. Hay dos clases de tendencias cíclicas, una es "forzada" o impuesta desde fuera al mecanismo económico. Tal es tanto el ritmo anual como el diario. Tanto el ritmo anual como el diario nos los imponen a nosotros las fuerzas astronómicas, exteriores a la organización económica; y puede haber otras como las manchas solares o los pasos de Venus. Otros ejemplos de ciclos "forzados", son los ritmos mensual y semanal impuestos a nosotros por la religión y la costumbre. La segunda clase de tendencia cíclica, es el ciclo "libre", no impuesto desde el exterior, sino que se genera a sí mismo, que opera de manera análoga al movimiento de un péndulo o de una ola. 7. Cuando la gente habla de "el" ciclo de los negocios, es el tipo "libre" de ciclo el que aparentemente tiene más presente. Del ciclo anual, aun cuando se aproxima más que ninguno otro a un ciclo perfecto, rara vez se hace/ referncia como a un ciclo, hablándose más bien de una "variación estacional". 8. Puede haber un equilibrio que, aun cuando estable, está tan delicadamente balanceado, que1 un apartamiento de él más allá de ciertos límites, conduce a la inestabilidad; justamente como una vara que, al principio, puede doblarse bajo presión y en todo momento está lista a desdoblarse, hasta que se llega a un punto en que se quiebra. Este símil probablemente se aplica cuando un deudor "quiebra", o cuando la quiebra de muchos deudores llega a ser un "estallido" (crash), después del cual no hay ya un retorno al equilibrio original. Tal desastre es, para tomar otro símil, semejan- LA DEFLACIÓN DE LA DEUDA 57 te a la "zozobra" de un barco, que en condiciones ordinarias, está a punto de volver al equilibrio estable, pero que después de ser ladeado más allá de cierto ángulo, no tiene ya la tendencia a volver al equilibrio, sino que, al contrario, su tendencia es apartarse aún más de él. 9. Provisionalmente podemos suponer que, de un modo ordinario y dentro de ciertos límites amplios, todas las variables económicas, o casi todas, tienden, de una manera general, hacia un equilibrio estable. En nuestras explicaciones escolares de oferta y demanda, con mucha razón suponemos que si el precio, digamos, del azúcar, está más arriba del punto en que la oferta y la demanda son iguales, tiende a caer; y, si arriba de él, a bajar. 10. En esas condiciones, y tomando en cuenta la "fricción económica" siempre presente, ocurre, a menos que alguna fuerza exterior intervenga, que cualesquiera oscilaciones "libres" próximas al equilibrio, deben tender progresivamente a ser más y más pequeñas, justamente como un silla metedora puesta en movimiento tiende a detenerse. Esto es, en tanto que los ciclos "forzados", por ejemplo, los estacionales, tienden a continuar no disminuidos en su amplitud, los ciclos ordinarios "libres" tienden a cesar, dando lugar al equilibrio. 11. Pero el equilibrio exacto así buscado rara vez se alcanza y nunca se conserva por largo tiempo. Humanamente hablando, es seguro que ocurrirán nuevas perturbaciones, de manera que, de hecho, cualquier variable está siempre arriba o abajo del equilibrio ideal. Por ejemplo, puede sobreproducirse café del Brasil, esto es, puede haber más del que habría habido si los productores hubieran sabido anticipadamente que no lo podrían vender con ganancia. O puede haber una cosecha deficiente de algodón. O los inventarios fabriles o comerciales pueden estar por encima o por debajo del punto de equilibrio. 58 EL TRIMESTRE ECONÓMICO Teóricamente puede haber—de hecho casi siempre debe haber—, sobre o sub-producción, sobre o subconsumo, sobre o sub-gasto, sobre o sub-ahorro, sobre o sub-inversión y sobre o sub-cualquiera otra cosa. Es tan absurdo suponer, para un período largo de tiempo, que las variables en la organización económica o una parte de ellas, "permanecerán puestas" en equilibrio perfecto, como suponer que el Océano Atlántico puede alguna vez no tenec una ola. 12. Las variables importantes que pueden, y que de ordinario están arriba o abajo del equilibrio, son: (a) los renglones del capital, como casas, fábricas, barcos, capacidad productiva en general, inventarios, oro, moneda, créditos y deudas; t'b) los renglones de la renta, como la renta real, el volumen del tráfico, acciones y valores objeto de transacciones; (c) los capítulos del precio, como los precios de los valores, los artículos, el interés. 13. Puede aún haber una sobreproducción general y en cualquiera de estos dos sentidos: (a) puede haber, en un determinado momento, en general, inventarios o existencias en mano excesivas, o (b) puede haber, en general, una corriente excesiva de producción en un período particular de tiempo. Es errónea la noción clásica de que la sobreproducción sólo puede ser relativa, de unos artículos con respecto a otros diversos. Aparte de la abundancia o escasez de productos particulares, relativa de unos a otros, la producción como un todo está en relación a los deseos o aversiones humanas, y puede, como un todo, errar por más o por menos el blanco del equilibrio. Excepto por breves momentos, de hecho debe haber siempre cierto grado de sobreproducción general o de sub-producción general, y en ambos sentidos, de existencias y de aflujo. 14. Pero, en la práctica, la sobreproducción gene- LA DEFLACIÓN DE LA DEUDA 59 ral, tal como la mente popular la imagina, no ha sido nunca, hasta donde puedo descubrirlo, una causa importante de un gran desequilibrio. La razón, o una razón que explica la noción común de la sobreproducción, es la de tomar equivocadamente muchos artículos por poco dinero. 15. Mientras una desviación del equilibrio de parte de una variable económica puede, teóricamente, y sin duda en la práctica lo hace, originar una especie de oscilaciones, la cuestión importante es: ¿cuál de ellas ha llegado a producir en grado suficiente grandes perturbaciones, para ofrecer una explicación sustancial de los grandes auges y depresiones de la historia? 16. No tengo una familiaridad suficiente con la larga detallada historia de estas perturbaciones, ni con la colosal literatura sobre sus supuestas explicaciones, para haber llegado a conclusiones definitivas sobre la importancia relativa de todas las influencias en acción. Estoy ansioso de aprender de otros. 17. De acuerdo con mi presente opinión, puramente provisional, hay un cierto grado de verdad en la mayor parte de las explicaciones que comúnmente se ofrecen; pero, con frecuencia, este grado es pequeño. Cualquiera de ellas puede bastar para explicar perturbaciones pequeñas; pero todas ellas juntas probablemente son inadecuadas para explicar las grandes perturbaciones. 18. Como explicaciones del llamado ciclo o ciclos de los negocios, cuando éstos son realmente serios, dudo en particular de la adecuación de las de sobreproducción, sub-consumo, sobrecapacidad, dislocación de los precios, desajuste entre los precios agrícolas o industriales, exceso de confianza, inversiones excesivas, ahorro excesivo, dispendio y la discrepancia entre el ahorro y la inversión. 19. Sujeta a corrección en cuanto se presenten en 60 EL TRIMESTRE ECONÓMICO el futuro pruebas, aventuro la opinión de que, en los grandes auges y depresiones, cada uno de los factores antes mencionados ha desempeñado un papel subordinado, si se les compara con dos factores dominantes, o sean, un sobreadeudo inicial al que sigue bien pronto la deflación. Me atrevo a decir, también, que cuando cualquiera de los otros factores llega a ser conspicuo, con frecuencia es mero efecto o síntoma de estos dos últimos. En suma, los dos grandes "villanos" son: las perturbaciones en las deudas y en el nivel de los precios. Aun cuando dispuesto a cambiar de opinión, por el momento tengo una convicción seria de que estas dos enfermedades, la enfermedad de las deudas y la del nivel del precio (o enfermedad del dólar), son causas de los grandes auges y depresiones, más importantes que todas las demás juntas. 20. Algunas de las otras y otros factores menores, llegan a tener cierta importancia cuando se combinan con uno a ambos de los dos factores dominantes. Así, frecuentemente, son importantes la sobreinversión y la especulación excesiva; pero tendrían resultados mucho menos serios si no se llevaran a cabo con dinero tomado a préstamo. Esto es, el sobre-endeudamiento le da importancia a la sobreinversión o a la especulación excesiva. Esto es igualmente cierto en cuanto al exceso de confianza. Me imagino que éste, rara vez produce un gran daño, excepto cuando y a condición de que conduzca a sus víctimas a la deuda. Otro ejemplo es el desajuste entre los precios agrícolas e industriales, que debe presentarse como un resultado de un cambio en el nivel general de precios. 21. Las perturbaciones en estos dos factores—deudas y poder de compra de la unidad monetaria—pueden iniciar serias perturbaciones en todas, o en casi LA DEFLACIÓN DE LA DEUDA 61 todas las otras variables económicas. Por el contrario, si no hubiera habido ni deudas ni deflación, las otras perturbaciones serían incapaces de producir crisis comparables en agudeza a las de 1837, 1873 ó 1929-33. EL PAPEL DE LA DEUDA Y EL DE LA DEFLACIÓN 22. No puede hacerse una lista cabal de las varíables secundarías a las que afectan las dos primarias, deuda y deflación; pero especialmente incluye siete, haciendo un total, por lo menos, de nueve variables, como sigue: deudas, medios de circulación, velocidad de circulación de éstos, niveles de precios, valores netos, ganancias, tráfico, confianza comercial, tasas de interés. 23. Pueden derivarse deductivamente las principales inter-relaciones entre los nueve factores principales, suponiendo, para principiar, que el equilibrio económico general se perturba por el único factor del sobreendeudamiento y, en particular, suponiendo que no hay otra influencia, accidental o provocada, que tienda a afectar el nivel de precios. 24. Consecuentemente, si se supone que en cierto momento exista un estado de sobre-endeudamiento, éste tenderá a conducir a la liquidación, a través de la alarma producida entre los deudores o los acreedores, o entre ambos. Entonces podemos deducir la siguiente cadena de consecuencias en nueve eslabones: (1) La liquidación de las deudas conduce a la venta desesperada y a la (2) contracción de los depósitos, consecuencia del pago de préstamos bancarios, y a una disminución en la velocidad de la circulación. Esta contracción de depósitos y de su velocidad, precipitada por las ventas desesperadas, causa: (3) una baja en el nivel de precios, en otras palabras, un inflamiento del dólar. Suponiendo, como se ha dicho antes, que esta baja de precios no se vea contrariada por una reflación o de otra manera, 62 EL TRIMESTRE ECONÓMICO debe haber: (4)ana baja aún mayor en el valor neto de las transacciones, precipitando quiebras, y: (5) ana baja semejante en las ganancias, que en una sociedad capitalística, esto es, organizada sobre la base del provecho privado, conduce a las negociaciones que están trabajando a pérdida a hacer: (6) una reducción en el volumen de la producción, en el comercio y en el empleo de brazos. Estas pérdidas, bancarrotas y desocupación conducen: (7) al pesimismo y a la falta de confianza, los que, a su vez, conducen al: (8) atesoramiento y a un retardo aún mayor de la velocidad de la circulación. Los ocho cambios anteriores causan: (9) perturbaciones complicadas en las tasas del interés, en particular, una baja de la tasa del dinero o nominal y una alza en la tasa del interés real o en la calculada sobre la base de mercancías. Evidentemente, la deuda y la deflación van muy lejos en el camino de explicar en una forma simple y lógica una gran cantidad de fenómenos. 25. La anterior cadena de causas, compuesta de nueve eslabones, incluye tan sólo unas cuantas de las ínter-relaciones entre los nueve factores. Hay otras inter-relacíones susceptibles de ser demostradas, tanto racional como empíricamente y, sin duda, otras aún que no pueden, hasta ahora por lo menos, ser siquiera formuladas. ' Debe haber, también, muchas relaciones indirectas que afecten a variables no incluidas en los nueve grupos señalados. 26. Una de las más importantes de esas inter-rela1 Muchas de estas inter-relaciones han sido exhibidas estadísticamente y por varios escritores. Algunas, que yo mismo he mostrado y que coneuerdan con 3a teoría de la deflación de la deuda, son: que el cambio de precios, después de una zaga distribuida, causa, o es seguida por fluctuaciones correspondientes en el volumen del comercio, de la ocupación, de las quiebras y de la tasa del interés. Estos resultados, en cuanto al cambio de precios y a la ocupación, se presentan en las Gráficas II y III, al fin de este ensayo. Respecto de éstas véanse las explicaciones finales y la nota (2), relativa a las Gráficas. LA DEFLACIÓN DE LA DEUDA 63 ciones (y quizás muy poco señalada en mi libro "Booms and Depressions") es el efecto directo de menos dinero, depósitos más bajos y menor circulación, en contraer el comercio, como lo pone de manifiesto el hecho de que éste ha revivido localmente, merced al dinero de emergencia, sin una alza en el nivel de precios. En estricta cronología, el orden de los nueve acontecimientos es un poco diferente del orden "lógico" antes expuesto, y hay reacciones y efectos rápidos. Como se ha dicho en el Apéndice I de "Booms and Depressions": "La siguiente tabla de nuestros nueve factores ocurrentes y recurrentes (junto con las ventas forzadas) da una pintura bastante típica, aunque aún inadecuada, de los intercursos de una depresión, en el orden aproximado en que se cree que generalmente ocurren. (La primera ocurrencia de cada factor y sus subdivisiones está indicada por cursivas. Las cifras entre paréntesis muestran la secuencia de la exposición original) : I. (7) Ligero Pesimismo y primer golpe a la Confianza. (8) Ligera reducción de la velocidad de la circulación. ( 1) Liquidación de deudas. II. ( 9 ) Baja del interés del dinero de los préstamos seguros. (9) Pero alza del interés en los préstamos no seguros. III. (2) (7) ( 3) (1) ( 3) IV. i 9) [7) (11 (2) (8) V. (2) (2) {3) Ventas desesperadas. Mas pesimismo. Baja en los precios de los valores. Más liquidación. Baja en los precios de los artículos. Alza del interés real. Aumento de las deudas reates. Más pesimismo y desconfianza. Más liquidación. Más ventas desesperadas. Mayor reducción en la velocidad. Más ventas desesperadas. Contracción del dinero depositado. Mayor aumento del valor del dólar. VI. (4) Reducción del valor neto. 64 EL TRIMESTRE ECONÓMICO (4) (7) (8) (1) VII. (5) (5) (7) (8) (1) (6) VIII. (6) (6) (6) (6) (7) Aumento de las bancarrotas. Más pesimismo y desconfianza. Más retardo en la velocidad. Más liquidación. Disminución de las ganancias. Aumento de tas pérdidas. Aumento del pesimismo. Más retardo en la velocidad. Más liquidación. Reducción en el volumen del comercio. Decrecimiento en la construcción. Reducción en la producción. Reducción en el comercio. Desocupación. Más pesimismo. IX. (8) Atesoramiento. X. (8) Retiro de depósito de los bancos. (8) Disminución en los préstamos de los bancos para protegerse. (8) Venta de inversiones de ¡os bancos. (8) Quiebras de bancos. (7) Crecimiento de-la desconfianza. (8) Más atesoramiento. (1) Más liquidación. (2) Más ventas desesperadas. (3) Mayor aumento en el valor del dólar. Como se ha dicho, este orden (o cualquier otro), sólo puede ser aproximado y sujeto a variaciones en diferentes tiempos y lugares. Representa mi presente hipótesis sobre cómo es más probable que se presenten en la mayor parte de los casos, los nueve factores elegidos para el estudio explícito en este libro, si no se interfiere mucho con ellos. Pero, como se ha dicho, la idea de una sucesión en una sola línea es por sí misma inadecuada, porque mientras que el factor (1) obra sobre el factor (2), por ejemplo, también obra directamente sobre el factor (7), de manera que realmente ne- LA DEFLACIÓN DE LA DEUDA 65 cesitamos una pintura de corrientes subdivididas, o. mejor, un trabajo de red, en el cual cada factor puede representarse en interacción, influyendo y siendo influido por varios de los otros factores o por todos''. El párrafo 24 da antes un orden lógico, y el párrafo 27 uno cronológico, de las principales variables puestas en desajuste en una depresión, una vez que se ha comenzado por el exceso de deudas. 28. Pero debe notarse que, excepto la primera y última de la lista "lógica", esto es, deudas o intereses sobre deudas, todas las fluctuaciones listadas se presentan con la caída de los precios. 29. Cuando el exceso de deudas está solo, esto es, no conduce a una caída de precios, en otras palabras, cuando su tendencia en ese sentido es contrariada por fuerzas inflacionistas, (sea por accidente o por propósito), el "ciclo" resultante será mucho más suave y mucho más regular. 30. Igualmente, cuando ocurre una deflación por causa distinta de las deudas y sin un gran volumen de ellas, los males resultantes son mucho menores. Es la combinación de ambas—primero la enfermedad de la deuda, precipitando luego la enfermedad del dólar— lo que causa el más grande desastre. 3 1. Las dos enfermedades obran y reaccionan mutuamente. Los patólogos están ahora descubriendo que un par de enfermedades son a veces peor que cualquiera de ellas, o que la simple suma de ellas, por decirlo así; y todos sabemos que una enfermedad menor puede conducir a una mayor. De la misma manera que un catarro fuerte conduce a una neumonía, así un exceso de deudas conduce a la deflación. 32. Y viceversa, la deflación causada por la deuda, reacciona sobre la deuda. Cada dólar aún no pagado de un deuda, se hace un dólar más grande, y, si el exceso de deudas con que comenzamos fué bastante grande, 66 EL TRIMESTRE ECONÓMICO la liquidación de las deudas no puede hacerse al mismo tiempo que la caída de los precios que la causa. En este caso, la liquidación se derrota a sí misma. Al disminuir el número de dólares que se deben, no puede hacerlo tan de prisa como aumenta el valor de cada dólar debido. Entonces el mismo esfuerzo de los individuos para disminuir la carga de sus deudas, la aumenta, por el efecto total que la precipitación a liquidar tiene en aumentar el valor de cada dólar debido. Entonces tenemos la gran paradoja que, someto, es el gran secreto de la mayor parte, si no de todas las grandes depresiones: mientras más pagan los deudores, más deben. Mientras más y más se empina el barco, más tiende a empinarse. No tiende a equilibrarse, sino a naufragar. 33. Pero si el exceso de deudas no es suficientemente grande para hacer que la liquidación se derrote de esta manera a sí misma, la situación es diferente y más simple. Es entonces más parecida al equilibrio estable; mientras más se mezca el barco, más tenderá a enderezarse. En este caso tenemos un ejemplo más verdadero de un ciclo. 34. En el tipo "zozobrante" en particular, lo peor de; todo es que los ingresos reales son reducidos rápida y progresivamente. Los hombres y las máquinas ociosos significan menor producción y menor ingreso real, factor central en toda ciencia económica. Incidentalmente, esta subproducción ocurre al mismo tiempo que hay ilusión de sobreproducción. 35. En este rápido bosquejo no he discutido lo que constituye el exceso de deudas. Basta anotar aquí que (a) el exceso de deudas es siempre relativo a otros puntos, incluyendo la riqueza y la renta nacional y el abastecimiento de oro. Este último especialmente importante, como lo han puesto en evidencia las recientes investigaciones de Warren y Pearson, y (b) no es una mera magnitud monodimensiorial para ser medida sim- LA DEFLACIÓN DE LA DEUDA 07 plemente por el número de dólares debidos. También debe tener en cuenta la distribución en el tiempo de las sumas que se vencen. Las deudas debidas que ya se deben, son más embarazosas que las deudas que se deberán, y también lo son las deudas pagaderas a opción del acreedor, más que las pagaderas a conveniencia del deudor. De esta manera, las dificultades de las deudas son mayores para los préstamos que se cobran a voluntad del acreedor y para las anualidades que vencen pronto. Para propósitos prácticos, podemos medir aproximadamente las dificultades totales de la deuda nacional. tomando la suma total que se debe, digamos en un año. incluyendo renta, impuestos, intereses, abonos, fondo de amortización, anualidades y cualquiera otra obligación definitiva o rígida para pago de principal. ILUSTRADA POR LA DEPRESIÓN DE 1929-33 '' 36. La depresión de la que. según confío, estamos saliendo, es un ejemplo de una depresión de deflación de la deuda del tipo más serio. Las deudas de 1929 eran 1 La Gráfica muestra: (1) el nivel de precios por ciento de alza o baja (P'). Cuando la última va e! retraso distribuido con una cuna de probabilidades las varias P's sobrepasan o se acumulan, obtenemos Gráficas II y III. Esta P' es virtualmente una media \P) y (2) su en retraso con de manera que P' como en las de P's. Las Gráficas II y III muestran: P' contrastada con desocupación (E). P' puede considerarse como lo que la desocupación podría ser si estuviese controlada completamente p r el cambio de precios. La Gráfica IV muestra el índice semanal sueco, de precios al menudeo, contrastado con los índices americanos semanales de mayoreo. La Gráfica V muestra la deuda interna de los Estados Unidos, calculada y contrastada con el valor total en moneda, de la riqueza también calculada. Las extensiones no sombreadas de las barras hacia arriba, muestran lo que serian las cifras de 1933 si se aumentasen un 75 por ciento para traducirlas a dólares de 1929, (de acuep•do con los índices de los precios de mayoreo de las subsistencias): 68 EL TRIMESTRE ECONÓMICO las más grandes tanto nominal como realmente, de que se tiene noticia hasta esa fecha. Eran lo bastante grandes no solamente para mecer el barco, sino para comenzar a hacerlo zozobrar. Para marzo de 1933, la liquidación había reducido las deudas cerca de 20' i, pero había aumentado el dólar en cerca de 75'< , de modo que la deuda real, es decir, la deuda medida en términos da artículos, había aumentado en cerca de 40'< [000%—20%) X (100%+75%) = 140%]. Véase la gráfica V 37. A menos que alguna causa que actúe en contra venga a impedir la caída en el nivel de precios, una depresión tal como la de 1929-33, (esto es. cuanto más pagan los deudores más deben), tiende a continuar acentuándose más profundamente en una viciosa espiral por muchos años. No hay entonces tendencia alguna del barco a detener el cabeceo hasta que ha zozobrado. Al último, por supuesto, pero sólo después de una bancarrota casi universal, el endeudamiento debe cesar de ser cada vez mayor y comenzar a ser menor. Entonces viene ia recuperación y una tendencia a la secuencia de auges (booms) y depresiones. Este es el medio, llamado "natural", para salir de una depresión vía bancarrota, desocupación y hambres innecesarias y crueles. 38. Por otra parte, si el análisis que sigue es correcto, siempre es posible, económicamente, detener o prevenir tal depresión, simplemente teflacionando el nivel de precios hasta el nivel medio en e! cual contrajeLa Gráfica VI muestra las cargas anuales "fijas"' estimadas (que se cobran actualmente), contrastadas con el ingreso nacional calculado. Las extensiones superiores no sombreadas de las barras hacia arriba muestran lo que las cifras de 1932 serían si se aumentasen en un 56 por ciento para traducirlas a dólares de 1929. Las Gráficas VII y VIII muestran las principales estadísticas disponibles antes y después del 4 de marzo de 1933, agrupadas en el orden indicado antes en el párrafo 27. LA DEFLACIÓN DE LA DEUDA 69 ron las deudas los actuales deudores de los acreedores actuales, y manteniendo entonces el nivel sin cambios. Que el nivel de precios es controlable no solamente ¡o sostienen los teóricos monetarios, sino que ha sido recientemente evidenciado por dos grandes acontecimientos: i 1 ) Suecia, por cerca da dos años ha mantenido un nivel de precios estable, prácticamente siempre dentro de 2 por ciento de la paridad escogida y usualmente dentro de 1 por ciento. Véase la Gráfica IV. ( 2) El hecho de que la inmediata inversión de la deflación se logra fácilmente por el uso o aun por la perspectiva del uso de los medios apropiados, ha sido demostrado por el Presidente Roosevelt. Véanse las Gráficas VII y VIII. 39. Están muy equivocados quienes imaginan que la confesada reflación de Roosevelt no es la causa de nuestra recuperación, sino que "habíamos tocado el punto más bajo de todas maneras". En todo caso no han demostrado, hasta donde yo he visto, que hubiésemos alcanzado el punto más bajo. Y si tienen razón, mi análisis debe estar desastrosamente equivocado. De acuerdo con toda evidencia, en tal análisis, la deuda y la deflación que habían causado el desastre de 4 de marzo de 1933. eran entonces más fuertes que nunca y. si se hubiesen dejado solas, hubieran causado mayor desolación que nunca, después del 4 de marzo. Si no se hubiese aplicado la "respiración artificial", pronto hubiéramos vista bancarrotas generales de las compañías de seguros de hipotecas, de los bancos de ahorro, de las compañías de seguros de vida, de los ferrocarriles, de los municipios y de los Estados. Para entonces, el Gobierno Federal estaría incapacitado para pagar sus cuentas sin recurrir a las máquinas impresoras, lo que hubiera sido un caso retrasado e infortunado de "respiración artificial". Si aún entonces nuestros mandatarios hubieran insistido en "dejar la recuperación a 70 EL TRIMESTRE ECONÓMICO la naturaleza" y se hubieran aún rehusado a inflar de cualquiera manera, en vano habrían tratado de balancear el presupuesto y cesar más empleados de gobierno, aumentar impuestos, flotar o tratar de flotar más empréstitos; muy pronto habrían dejado de ser nuestros mandatarios, porque hubiésemos tenido insolvencia de nuestro* propio gobierno nacional y probablemente alguna forma de revolución política, sin esperar a la siguíente elección legal. Los agricultores del medio-oeste habían ya comenzado a desafiar la ley. 40. Sí todo esto es verdad, hubiera sido tan tonto e inmoral "dejar a la naturaleza seguir su curso", como para un médico descuidar un caso de neumonía. Hubiera sido también una difamación de la ciencia económica, que tiene también su terapéutica tan verdadera como la ciencia médica. 41. Si la reflación puede ahora tan fácil y prontamente revertir la mortífera tendencia decadente de la deflación, después de cerca de cuatro años, cuando estaba adquiriendo creciente impulso, hubiera sido aún más fácil en cualquier tiempo haberla detenido antes. De hecho, bajo el Presidente Hoover la recuperación había aparentemente comenzado bien, por las compras en el mercado abierto de la Reserva Federal, que revivió los precios y los negocios, de mayo a septiembre de 1932. No se perseveró en el esfuerzo y la recuperación se detuvo por varias circunstancias, incluyendo la "campaña política del miedo". Hubiera sido aún mis fácil haber impedido la depresión casi completamente. De hecho, en mi opinión, se hubiera hecho, si hubiera vivido el Gobernador Strong del Banco Federal de la Reserva de Nueva York, o si su política hubiese sido adoptada por otros bancos y por la Junta de la Reserva Federal, y si se hubiese LA DEFLACIÓN DE LA DEUDA 71 seguido consístentemnete después de su muerte. ' En tal caso no habría habido nada peor que el primer ctash. Habríamos tenido la enfermedad de la deuda, pero no la enfermedad del dólar—el fuerte catarro, pero no la neumonía. 42. Si la teoría de la deflación de la deuda de las grandes depresiones es esencialmente correcta, la cuestión del control del nivel de precios asume una importancia nueva; y los que llevan las riendas—la Junta de la Reserva Federal y el Secretario del Tesoro o, esperemos, una comisión especial de estabilización—serán en el futuro llamados a nuevas cuentas. 43. El control del nivel de precios, o control del dólar, no será una panacea. Aun con un dólar idealmente estable, todavía estaremos expuestos a la enfermedad de la deuda, a la enfermedad de la desocupación técnica, a la sobreproducción, a la dislocación de precios, al exceso de confianza y a otras muchas enfermedades menores. Encontrar la terapéutica apropiada para esas enfermedades, mantendrá ocupados a los economistas mucho tiempo después de que hayamos exterminado la enfermedad del dólar. LOS MOTIVOS DE LAS DEUDAS (Debt Starters) 44. El exceso de deudas, supuesto hasta aquí, debe haber tenido sus motivos (sfarfers). Puede haber comenzado por varias causas, de las cuales la más común parece ser las nuevas oportunidades para invertir, :! Eventualmente, sin embargo, para evitar la depresión, el patrón oro hubiera tenido que ser abandonado o modificado (por devaluación), porque) con el patrón oro, como el de 1929, el nivel de precios de entonces no se hubiera mantenido indefinidamente enfrente de (1) la "rebatiña" por el oro, debido a la continua extensión del patrón oro para incluir a una nación después de otra; (2) el creciente volumen del comercio; y (3) la esperada insuficiencia del abastecimiento mundial de oro. 72 EL TRIMESTRE ECONÓMICO con esperanza de fuerte ganancia, comparada con la ganancia e interés ordinarios, como en nuevas invenciones, nuevas industrias, desarrollo de nuevas fuentes, apertura de nuevas tierras o de nuevos mercados. El dinero fácil es la gran causa del pedir prestado con exceso. Cuando un inversor cree que puede hacer alrededor de 100 por ciento pof año, pidiendo prestado al 6 por ciento, estará tentado a hacerlo y a invertir o especular con el dinero pedido. Esta fué una causa primera que condujo al sobreendeudamiento de 1929. Las invenciones y las mejorías tecnológicas crearon maravillosas oportunidades de inversión y así causaron grandes deudas. Otras causas fueron las olvidadas (left-over) deudas de guerra nacionales y extranjeras, públicas y privadas, los préstamos para reconstrucción al extranjero y la política de tasa baja adoptada para ayudar a Inglaterra a volver al patrón oro en 1925. Cada caso de sobreendeudamiento tiene su propio motivo (starter) o serie de motivos (síaríers). Los principales starters del sobreendeudamiento que condujeron a la crisis de 1837, estaban conectados con las oportunidades de inversión lucrativa del desarrollo del oeste y sudoeste en propiedad raíz, algodón, construcción de canales (comenzada por el Canal Erie), barcos de vapor, caminos de portazgo, que se abrían a cada lado de las Montañas Apalaquianas. Para el sobreendeudamiento que condujo a la crisis de 1873, los principales "starters" fueron: la explotación de los ferrocarriles y de las granjas del oeste, que siguieron a la Ley del "Homestead". El sobreendeudamiento que condujo al pánico de 1893, fué principalmente relativo a la base oro que se había hecho demasiado pequeña; pero el pánico de 1893 parece haber tenido menos ingrediente de la deuda, que en la mayor parte de los casos, aunque la deflación jugó un papel importante. El starter puede ser, por supuesto, completamente LA DEFLACIÓN DE LA DEUDA 73 o en parte, como el viaje hacia atrás del péndulo, o como la reacción en la recuperación de una depresión precedente, como lo suponen comúnmente los teoristas del ciclo. Esto, por sí mismo, tendería a dejar la siguiente depresión más pequeña que la última. 45. Cuando el starter consiste en nuevas oportunidades de hacer inversiones con ganancias desusadas, la pompa de la deuda tiende a inflarse más grande y más de prisa que cuando el starter es la gran desgracia que causa meramente deudas no productivas. La sola excepción notable es una gran guerra y, aun entonces principalmente, porque conduce, cuando ha pasado, a deudas productivas para propósitos de reconstrucción. 46. Esto es completamente diferente de las ingenuas opiniones comunes, de cómo la guerra trae como resultado la depresión. Si la presente interpretación es correcta, la guerra mundial nunca hubiera conducido a una gran depresión. Es muy cierto que muchas o la mayor parte de las inflaciones no se hubieran podido evitar, debido a las exigencias financieras de los gobiernos; pero las subsecuentes indebidas deflaciones probablemente pudieron haberse evitado por completo 47. La psicología pública de endeudarse para ganar, pasa por varias fases más o menos distintas: (a) el incentivo de grandes dividendos o ganancias en ingreso en el futuro remoto; (b) la esperanza de vender con ganancia de capital en el futuro inmediato; (c) las promociones temerarias que se aprovechan del hábito del público a las grandes expectativas; (d) el desarrollo del fraude categórico que se impone a un público que se ha hecho crédulo y bobo. Cuando es demasiado tarde, los tontos descubren escándalos como los de Hatry, Krueger e Insull. Un libro, cuando menos, se ha escrito para demostrar que las crisis son debidas a los fraudes de promotores listos. Pero probablemente estos fraudes nunca hu- 74 EL TRIMESTRE ECONÓMICO bieran sido tan grandes sin los stactets originales, de oportunidades reales para invertir lucrativamente. Probablemente siempre hay una base real para la psicología de "nueva era", antes de que huya con sus víctimas. Este fué ciertamente el caso anterior a 1929. 48. En resumen, encontramos que: (1) los cambios económicos incluyen firmes tendencias y cambiantes disturbios ocasionales, que obran como stattets para las oscilaciones cíclicas de innumerables clases; (2) entre los muchos disturbios ocasionales, están las nuevas oportunidades para invertir, especialmente debidas a las nuevas invenciones; (3) éstas, con otras causas, conspiran a veces para conducir a un mayor volumen de sobreendeudamiento; (4) esto, a su vez, conduce a intentos de liquidar; (5) esto, a su vez, conduce, (a menos que se contrarreste por reflación), a la caída de precios o a un dólar creciente; (6) el dólar puede aumentar más de prisa de lo que disminuye el número de dólares debidos; (7) en ese caso, la liquidación realmente no liquida, sino en realidad agrava las deudas y la depresión empeora en vez de mejorar, como lo indican todos los nueve factores; (8) los caminos para salir de ello son, o üia laissez faite (bancarrota), o medicación científica (reflación), y la reflación podría haberse aplicado en primer lugar. 49. La exactitud general de la teoría antes citada de "la deflación de la deuda de las grandes depresiones", está, según creo, probada por la experiencia en la presente y en las previas grandes depresiones. Futuros estudios de otros, sin duda alguna, confirmarán esta opinión. Un medio es comparar diferentes países simultáneamente. Si la "teoría de la deflación de la deuda" es correcta, la infección internacional de las depresiones es principalmente debida a un patrón monetario común de oro, (u otro), y deberá encontrarse en una depresión poca tendencia a pasar de un país con deflación a un país con inflación, o con estabilización. LA DEFLACIÓN DE LA DEUDA 75 ALGUNOS HECHOS NUEVOS Como se dijo al principio, varios hechos del anterior análisis son, hasta donde yo sé, nuevos. Varios de éstos son, o muy poco importantes, o hablan por sí mismos para que los subrayemos. Uno. ( número 32 antes; también 36), que me aventuro a subrayar más, es la teoría de que cuando el sobreendeudamiento es tan grande que deprime los precios más de prisa que la liquidación, el esfuerzo de la masa para salir de la deuda, nos hunde más profundamente en ella. * 4 Esta interación entre la liquidación y la deflación no me ocurrió hasta 1931, aunque con oti'os había estado subrayando, desde 1909, el hecho de que la deflación tendía hacia la depresión y la inflación hacia el auge (boom). La teoría de la deflación de la deuda fué expresada por primera vez en mis conferencias en Yale, en 1931, y hecha pública por primera vez ante la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, el lv de eneroi de 1932. Está ampliamente expuesta en mi "Booms and Depressions", 1982, y algunos hechos especiales de mi punto de vista general sobre la teoría de los ciclos en ''Business Cycles as Facts or 'Pendencies" en Economische Opstellen Aangeboden aan I'rof. C. A. Verrijn Stuart, Haarlem, 1931. Ciertas clases de desequilibrio son discutidas en otros escritos. El papel de la disparidad entre el interés real y nominal se discute en The Purchasing Power of Moncy, Macmillan, Nueva York, 1911, y mis completamente en The Theory of Interest, Maomillan, Nueva York, 1930, tanto como los efectos de la desigualdad °"e la previsión. Se encontrarán algunas comprobaciones estadísticas en "Our TJnstable Dollar and the So-Ca!led Business Cycle", Journal of the American Statistical Association, junio. 1925. pp. 179-202, y "The Relation of Employment to the Price Level'' (alocución ante una sección de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, Atlantic City, N. J.. diciembre 28, 1932, y más tarde publicada en Stabilization of Employment, editada por Charles F. Roos, The Principie Press, Inc., Bloomingdale, Ind., 1933, pp. 152-159. Véanse las Gráficas I, II, III. Se encontrará algunas comprobaciones esdísticas en The Stock Market Crash and After. Macmillan. Nueva York, 1930. Una bibliografía selecta de los escritos de otros se da en el Apéndice III de Booms and Depressions, Adelphi Company, Nueva York, 1932. Esta bibliografía omitió la teoría de Veblen: Theory of Business Enterprise, Charles Escribner's Sons. New York, 1904. El Capítulo VII, según señala el Profesor Wesley C. Mitchell es lo más cercano a la teoría de la deflación de la deuda. Los escritos de Hawtrey parecen venir en seguida. El Profesor Alvin H. Hansen me informa que el Profesor Paxson, del Departamento de Historia Americana de la Universidad de Wisconsin, en un curso sobre la Historia del Oeste, hace cerca de veinte años, subrayó el factor deuda v su relación con 76 EL TRIMESTRE ECONÓMICO GRÁFICAS Las ocho Gráficas siguientes están todas a escala, excepto las números II, III, V, VI y la curva P\ La escala especial usada, está indicada en cada caso. Se notará que todas las curvas de las Gráficas VII y VIII tienen una escala común, como se indica a la derecha de ambas, excepto "Brokers' Loans" (préstamos a corredores) en la Gráfica VII "Failures Numbers" (número de quiebras) y "Failures Liabilities" (obligaciones por quiebras) y "Shares Traded" (acciones vendidas) en !a Gráfica VIII, las cuales cuatro curvas tienen otra escala común, "reducida", esto es, más pequeña, como se indica a la izquierda de la Gráfica VIII. Debe notarse, además, que las curvas "Money in circulation" (moneda en circulación), "Failures Numbers" (número de quiebras) y "Failures Liabilities" (obligaciones por quiebras) están invertidas. Los detalles completos de cómo P' en las Gráficas II y III se deriva de P' en la Gráfica I y cómo -P' en la Gráfica I se deriva de P, se dan en "Our TJnstable Dollar and the So-Called Business Cycle", Journal of the American Statistical Associatioiv, junio, 1925. la deflación. Pero, hasta donde sé, nadie hasta aquí ha señalado cómo la liquidación de la deuda se derrota a sí misma, vía deflación, ni otros varios hechos del presente "credo". Si alguna clara anticipación existe, nunca pudo haber sido puesta prominentemente a la vista, porque aun la palabra "deuda" falta en los índices de los tratados sobre este asunto. LA DEFLACIÓN DE LA DEUDA CHANGE (P) EL TRIMESTRE ECONÓMICO E +60 C\fí ¿i/P /"« i +40 +20 o-20 F I7I +30 1 \ ,i Af +20 i + 10 N\ - 0 t -40 P' -60 | 19 20 '21 '22 '23 24 '252627 28'29'30'3I '32 53 EMPUW EN1 |E)$ P CE a AN SE PROJECTED (F) c // 4 /? r iv SWEDISH $ UNITED STATES PRICE INDEXES -10 -20 -30 LA DEFLACIÓN DE LA DEUDA NATIONAL WEALTH INTERNAL OEBT c/fA/tr v IS56 BILLiON BILLION 1929 1933 1929 1933 EL TRIMESTRE ECONÓMICO 80 NATIONAL INCOME 85.2 FIXED CHARGES BILLIONSOFDOLLARS € tí A ft r VI 35.2 35.0 m wm T RENT I I I i ¡224! ;TAX[S; ipRJES RENT 1929 1932 1929 1932 LA DEFLACIÓN DE LA DEUDA £//j/?r MONEY ISO N D J.F..MÍA vi/ EL TRIMESTRE ECONÓMICO c/fj/?r vm