3991 - Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco

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Guadalajara, Jalisco, 13 trece de mayo del año 2015 dos mil
quince.V i s t o s los autos del toca * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * formado con
motivo del recurso de apelación interpuesto en el Juicio Mercantil
Ejecutivo
*********************,
*********************,
radicado
en
el
Juzgado
promovido
por
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * en contra de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * ;
y,
RESULTANDOS:
1.- Consta en autos que se emprendió acción cambiaria directa respecto
de un título de crédito valioso por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , pago de
intereses moratorios a razón del * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * por ciento
mensual, a partir del * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , fecha en que venció
el documento mercantil fundatorio y hasta que se cubra el adeudo
principal, más gastos y costas del juicio.
El Juez admitió la demanda, ordenó el emplazamiento y requerimiento
del demandado, a quien se acusó la rebeldía; se abrió el juicio a prueba
y una vez terminado se abrió el de alegatos, se pronunció sentencia
declarativa y de condena a favor del actor, y se inició la ejecución
correspondiente, el perdidoso solicitó y obtuvo el amparo y protección de
la
Justicia
federal
por
*********************,
Ejecutoria
con
del
número
Juzgado
de
amparo
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , que tuvo como efectos dejar insubsistente
todo
lo
actuado
a
partir
del
emplazamiento
realizado
el
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , para restituir al quejoso de su garantía de
audiencia.
Repuesto el procedimiento, el demandado comparece a contestar la
demanda y solicita se declare la caducidad de la instancia al haber
transcurrido 120 ciento veinte días hábiles sin impulso al procedimiento,
solicitud
que
fue
negada
*********************.
por
el
juez
en
auto
de
fecha
Inconforme el demandado por conducto de su autorizado en términos
del artículo 1069 del Código de Comercio, interpuso apelación contra el
referido auto, recurso que se admitió en el solo efecto devolutivo.
2.- En su oportunidad, esta Sala se avocó al conocimiento de la
controversia, se declaró competente para conocer y resolver de ésta, en
términos de la fracción I del artículo 48 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial del Estado; confirmó la calificación del grado, tuvo por
expresados los agravios y a su contraria sin dar contestación, y citó para
sentencia.
CONSIDERANDOS:
I.- En consideración de que las actuaciones judiciales prueban
plenamente, de acuerdo a lo que dispone el numeral 1294 del Código de
Comercio, y entre ellas aparecen los puntos de inconformidad que como
agravios vierte el recurrente, la Sala da por transcritos literalmente los
puntos de queja y se exime para transcribirlos, en la contradicción de
tesis 58/2010 aprobada por la segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, que aplica por extensión y analogía, consultable
en la página 830 Tomo XXXI, Mayo 2010, Novena Época, bajo el rubro:
“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. PARA CUMPLIR CON LOS
PRINCIPIOS DE CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD EN LAS SENTENCIAS DE
AMPARO ES INNECESARIA SU TRASCRIPCIÓN”.
No obstante, la Sala plasma en síntesis lo que el apelante manifiesta, a
saber:
Que el A quo no motiva ni fundamenta su actuar dentro del acuerdo
impugnado al pronunciarse respecto de la solicitud de su representado,
con lo que violenta lo establecido por los artículos 14 y 16
Constitucionales, a cuya literalidad se remite.
Que es obligación del juez hacerlo, pues debe apegarse a las
formalidades establecidas por la ley.
Que su solicitud de declaración de caducidad contrario a lo afirmado por
el juez no es frívola ni improcedente, pues desde el auto que admitió la
demanda hasta la fecha de su emplazamiento transcurrieron más
de 120 ciento veinte días sin que la parte actora presentara escrito
para continuar con la secuela del juicio.
Que no obstante que la autoridad federal ordenó dejar insubsistente lo
actuado a partir del emplazamiento del * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * ,
acordado por auto del * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , tenemos que el
último escrito presentado por la actora con algún interés procesal del
juicio sin que con ello implique que lo sea, porque la aclaración de un
nombre no es un trámite previsto por el Código de Comercio, fue
presentado el * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , y este se acordó con fecha
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , con ello tenemos que transcurrieron mas
de 120 ciento veinte dias, sin que el actor hubiera continuado con la
persecución del juicio o haya tenido, interés jurídico dentro del mismo, y
que además, de autos no se desprende que se haya presentado ningún
otro escrito que llevara la continuación del juicio ejecutivo que hoy nos
ocupa.
Que se colman los requisitos establecidos en el artículo 1076 del Código
de Comercio, a cuya literalidad se remite, para que opere la caducidad
de la instancia, y quede sin efecto lo actuado y vuelvan las cosas al
estado en que se encontraban antes de la presentación de la demanda.
II.- Señala en esencia el apelante, que el auto emitido por el A quo con
fecha * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , resulta infundado toda vez que este
se limitó a señalar que no era procedente su solicitud de CADUCIDAD
DE LA INSTANCIA, bajo el siguiente argumento (sic) Por recibidos los
escritos de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Y MARCO CRUZ LÓPEZ, demandado y
actor en el procedimiento, respectivamente, presentados los días 05 cinco y 08
ocho de Septiembre del año en curso, en relación a lo que solicita el primero de
los mencionados en un primer escrito, dígasele que no ha lugar a decretar la
CADUCIDAD DE LA INSTANCIA QUE PROMUEVE, en virtud de ser notoriamente
frívola e improcedente, toda vez que contrario a lo que afirma, la parte actora si
se encuentra impulsando el procedimiento, tan es así que por auto de fecha 08
ocho de Abril del Presente año, se le tuvo haciendo la aclaración del nombre
correcto de la parte demandada, resolución que tiene a impulsar el
procedimiento, lo anterior para los efectos legales a que haya lugar.”
Razonamiento con el cual no coincidimos los que aquí resolvemos, ya
que tal y como se desprende de los autos del Juicio que nos ocupa, el
último acuerdo emitido por el primigenio, fue precisamente con fecha
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , boletinado el * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * ,
mismo que obra agregado a foja 170 del expediente, y del cuál se
desprende que se acordó la recepción de los diversos oficios
*********************
y
*********************,
del
Juzgado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , en los cuáles en esencia se
comunicaba que se tenia
por cumplimentado el Juicio de Amparo
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , y se ordenaba el archivo del mismo como
concluido, es decir, es a partir de este momento, a juicio de los que aquí
resolvemos que el amparo que tenía en suspenso el procedimiento de
origen, deja de de estar subjúdice y queda firme, luego entonces, ahí
nacía la oportunidad procesal de las partes para impulsar el
procedimiento nuevamente, situación que no aconteció en la especie, ya
que de la fecha de dicho acuerdo hasta el momento en que se realizó el
emplazamiento, esto es, el * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , transcurrieron
176 ciento setenta y seis días, conforme al conteo realizado por esta
Sala considerando días hábiles e inhábiles conforme al numeral 55 del
Enjuiciamiento Civil del Estado de aplicación supletoria al Código de
Comercio, resultado que se puede apreciar de manera gráfica en el
cuadro que a continuación se inserta:
CONTEO CADUCIDAD
MES
04 NOVIEMBRE 2014
DICIEMBRE 2014
ENERO 2015
FEBRERO 2015
MARZO 2015
ABRIL 2015
MAYO 2015
JUNIO 2015
JULIO 2015
29 AGOSTO 2015
TOTAL
DÍAS HÁBILES
18
10
22
19
20
20
15
21
11
20
176
DÍAS INHÁBILES
08
21
08
09
11
10
16
09
20
09
121
En esa tesitura, la caducidad es una figura procesal cuya finalidad es la
extinción de la instancia originada por la inactividad de las partes
después de cierto tiempo. La sanción es para las partes, es decir, los
particulares que controvierten sus derechos ante el órgano jurisdiccional;
así, lo establece Jorge Figueroa Cacho, en su obra “La Caducidad de la
Instancia”, Editorial Porrúa, Primera Edición, México, 2013, página 62.
Por tanto, para decretar la perención de la instancia no sólo debe
considerarse el mero transcurso del tiempo sin impulso procesal de las
partes, sino que dicha inactividad deberá verificarse mientras exista una
carga procesal cuya satisfacción, en interés propio, se encuentre
pendiente de colmar por las partes en ese momento procesal.
Entonces, la caducidad se interrumpe por un acto procesal de las partes
que manifieste su voluntad de continuar el proceso.
Adiciona que el abandono se manifiesta cuando ninguna de las partes
presenta las promociones necesarias para que el proceso llegue a su fin.
Por su parte, el artículo 1076 del Código de Comercio en lo que al caso
interesa dispone:
La caducidad de la instancia operará de pleno derecho, sea porque se decrete
de oficio o a petición de parte, cualquiera que sea el estado del juicio, desde el
primer auto que se dicte en el mismo y hasta la citación para oír sentencia, en
aquellos casos en que concurran las siguientes circunstancias:
a).- Que hayan transcurrido 120 días contados a partir del día siguiente a aquel
en que surtió efectos la notificación de la última resolución judicial dictada, y
b).- Que no hubiere promoción de cualquiera de las partes, dando impulso al
procedimiento para su trámite, solicitando la continuación para la conclusión
del mismo.
Conforme al dispositivo antes trascrito, la caducidad se actualiza por la
inactividad de las partes contendientes o litigantes que han abandonado
sus pretensiones por haber dejado de promover o concurrir a las
audiencias, trae como consecuencia la extinción del proceso y dejar sin
efecto los actos procesales, es de orden público e irrenunciable porque
el estado y la sociedad están interesados en que el número de litigios se
reduzca al menor posible, también procede a petición de parte
cualquiera que sea el estado del juicio hasta la citación para oír
sentencia.
Asimismo, tal numeral determina que el conteo para que opere la
caducidad de la instancia es a partir del día siguiente a aquel en que
surtió efectos la notificación de la última resolución judicial dictada, y que
no debe existir promoción de cualquiera de las partes que interrumpa
dicho término.
No se pierde de vista por parte de este órgano colegiado, que posterior
al acuerdo de fecha 31 treinta y uno de Octubre del 2013 dos mil trece,
la parte actora presentó senda petición con fecha 27 veintisiete de
Febrero del 2014 dos mil catorce (foja 175) en la cual en esencia
designa autorizados, solicita aclaración en el nombre del demandado y
señala nuevo domicilio para recibir notificaciones, sin embargo, es de
apuntarse que para que sea factible interrumpir la caducidad de la
instancia, es necesario un acto procesal de las partes que manifieste su
deseo de continuar el procedimiento, acto que deberá ser de aquellos
que la doctrina califica de impulso procesal, es decir, que tienen el efecto
de hacer progresar el juicio, ello es así, tomando en cuenta que la
inactividad procesal revela el desinterés en que se continúe con el
asunto y que se llegue a dictar sentencia, de modo tal que si las partes o
alguna de ellas tiene interés en que no opere la caducidad,
necesariamente habrá de asumir la conducta procesal correspondiente,
esto es, impulsar el juicio mediante la promoción respectiva, luego
entonces y en el caso que nos ocupa la parte actora no mostró interés
en la reposición del procedimiento, y como se desprende de autos,
pasaron 176 ciento setenta y seis días desde el momento en que se
pudo continuar con el juicio sin que se realizará el emplazamiento, y en
esta tesitura el mencionado escrito presentado no constituye ningún acto
que hubiera tenido la pretensión de impulsar la continuidad del
procedimiento, sino un simple nombramiento de autorizados, y
aclaración del nombre del demandado que de ninguna manera tendría el
efecto de de estimular el procedimiento.
Continuando con lo anterior tenemos que, contrario a lo que determina el
A quo en su acuerdo de fecha 21 veintiuno de Octubre del 2014 dos mil
catorce, la solicitud presentada por la parte actora de ninguna manera
resultaba un acto tendiente a impulsar el procedimiento ya que dicha
promoción debería tener el efecto de conducir o encauzar el juicio hasta
su fin natural, pues no es dable admitir que para interrumpir el término
de
la
caducidad
sean
presentadas
promociones
frívolas
o
improcedentes, sino sólo aquellas que revelen o expresen el deseo o
voluntad de los contendientes de mantener viva la instancia, es decir,
que tengan como consecuencia el activar el procedimiento y excitar al
órgano jurisdiccional a continuar hasta dictar la sentencia.
También debe tenerse en cuenta que el impulso del proceso por los
litigantes no es un deber, sino una carga en el sentido técnico procesal
del vocablo, entendiéndose que se tiene una carga cuando la ley fija el
acto o actos que hay que efectuar como condición para que se
desencadenen los efectos favorables al propio interesado quien, para
que el proceso no se extinga y se mantenga vivo, es condición que
promueva. Luego, dentro de dichas cargas está la del impulso procesal
a la que se refiere la norma en comento al aludir a las promociones de
las partes, que consiste en la actividad necesaria para que el proceso
siga su curso a través de los distintos estadíos que lo componen. De ahí
que no baste la promoción de cualquier escrito para interrumpir la
caducidad de la instancia y que no importe su contenido, pues esta
deberá ser coherente con el estado procesal y la pretensión que
contenga debe ser posible atendiendo al contexto procesal en que se
presente, luego y en conclusión en el caso que nos ocupa era el
momento procesal para que el actor hubiera en su caso estimulado la
reposición
del
procedimiento
mediante
el
emplazamiento
del
demandado, situación que no se actualizó en la especie ya que el citado
emplazamiento
tuvo
verificativo
hasta
el
día
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , es decir y se reitera, 176 ciento setenta y
seis días después de la fecha en que se notificó por boletín judicial el
acuerdo en el que se recibió el oficio en que el Juez de Distrito tenía por
cumplido el amparo y ordenó su archivo como concluido, en virtud de lo
anterior los que aquí resolvemos divergimos con el juez de origen, y
concluimos que en el caso, tal como lo manifiesta el apelante, sí se
actualizó la causal de caducidad contenida dentro del artículo 1076 del
Código de Comercio, por lo cuál se revoca el acuerdo de fecha
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , para los efectos de que se declare la
CADUCIDAD DE LA INSTANCIA, por los razonamientos vertidos en
líneas anteriores.
Sirven de sustento a lo anterior los criterios jurisprudenciales que a
continuación se insertan:
“...CADUCIDAD DE LA INSTANCIA. SOLO ES SUSCEPTIBLE DE INTERRUPCIÓN
A TRAVÉS DE PROMOCIONES QUE TIENDAN A IMPULSAR EL PROCEDIMIENTO
Y NO CON CUALQUIER ESCRITO. (LEGISLACIÓN PROCESAL DEL DISTRITO
FEDERAL). Para que se interrumpa la caducidad será necesario un acto procesal de
las partes que manifieste su deseo o su voluntad de continuar el procedimiento, acto
que, cabe subrayar, deberá ser de aquellos que la doctrina califica de impulso
procesal, esto es, que tienen el efecto de hacer progresar el juicio. Lo dicho se explica
no sólo en función de lo que sanciona la ley, o sea, la inactividad procesal de las
partes, que de suyo revela el desinterés en que se continúe con el asunto y que se
llegue a dictar sentencia, a modo tal que si las partes o alguna de ellas tiene interés
en que no opere la caducidad, necesariamente habrá de asumir la conducta procesal
correspondiente, a saber: impulsar el juicio mediante la promoción respectiva.
También se advierte que la naturaleza de esta última, como puede verse de la
exposición de motivos del legislador deberá ser tal que tenga el efecto de conducir o
encauzar el juicio hasta llegar a su fin natural. En efecto, la modalidad de la reforma
entonces planteada fue también en el sentido de impedir la interrupción del término de
la caducidad con promociones frívolas o improcedentes, sino sólo con aquellas que
revelaran o expresaran el deseo o voluntad de las partes de mantener viva la
instancia, esto es, que tuvieran como consecuencia activar el procedimiento y excitar
al órgano jurisdiccional a continuar hasta dictar sentencia. Además, debe tenerse en
cuenta que el impulso del proceso por los litigantes no es un deber; es sencillamente
una carga en el sentido técnico procesal del vocablo, carga que pesa sobre los
contendientes. Sobre el particular, los procesalitas distinguen poder, deber y carga.
Por el primero se crean situaciones jurídicas; por el deber se establece la necesidad
insoslayable de seguir determinada conducta para satisfacer un interés ajeno a un
con sacrificio del propio. Se tiene una carga cuando la ley fija el acto o actos que hay
que efectuar como condición para que se desencadenen los efectos favorables al
propio interesado quien, para que el proceso no se extinga y se mantenga vivo, es
condición que promueva. Así las cosas, no obsta para lo hasta aquí sostenido que el
artículo 137 bis no determine la naturaleza de las promociones que puedan
interrumpir la caducidad de la instancia, toda vez que dicho carácter deriva de los
derechos de acción y contradicción que competen a las partes, esto es, de las
facultades que como cargas procesales tienen de activar el procedimiento para poder
llevarlo hasta su terminación si quieren conseguir un resultado favorable, de tal
manera que si no la realizan no podrán obtener lo que buscan. De entre dichas cargas
es la del impulso procesal a la que se refiere la norma en comento al aludir a las
promociones de las partes, que consiste en la actividad necesaria para que el proceso
siga adelante a través de los distintos estadios que lo componen y que es
consecuencia del principio dispositivo que domina el procedimiento civil ordinario, el
cual se enuncia diciendo que el ejercicio de la acción, su desarrollo a través del
proceso, los límites mismos de la acción y la propia actividad del Juez, se regulan por
la voluntad de las partes contendientes. Por tanto, no es cierto que baste la promoción
de cualquier escrito para interrumpir la caducidad de la instancia y que no importe su
contenido siendo más que suficiente que se dirija al expediente por cualquiera de las
partes.
Localizable en la Novena Época, Primera Sala, del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Tomo: III, Enero de 1996, Tesis: 1a./J. 1/96, página 9.
CADUCIDAD DE LA INSTANCIA. PARA EVITAR QUE OPERE E IMPULSAR EL
PROCEDIMIENTO EL INTERESADO DEBE SOLICITAR AL JUEZ QUE ORDENE EL
EMPLAZAMIENTO O GIRE OFICIO A LA AUTORIDAD EXHORTADA PARA
LLEVARLO A CABO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). Aun cuando es
verdad que a la autoridad y no a las partes, obliga la elaboración y envío del exhorto a
la autoridad correspondiente, para emplazar a la parte demandada; sin embargo, ello
no releva al interesado de impulsar el procedimiento mediante solicitudes tendentes
hacer patente su voluntad en continuar el juicio hasta su conclusión, por así
disponerlo expresamente el artículo 82, primer párrafo, del Código de Procedimientos
Civiles para el Estado de Puebla vigente, el que categóricamente dispone que la
caducidad de la instancia tiene lugar cuando siendo necesario el impulso procesal de
las partes, no exista promoción que lo suscite en un lapso de noventa días hábiles
contados a partir del día siguiente de la notificación de la última resolución que se
pronuncie con el objeto de continuar con la tramitación. De ahí que, de acuerdo con la
ley, es obligación del interesado solicitar a la autoridad judicial del conocimiento la
continuación del juicio a fin de evitar la caducidad, es decir, ante la omisión de la
primera notificación o bien de la remisión del exhorto correspondiente, la parte actora
interesada puede lograr la prosecución del juicio solicitando al Juez que ordene el
emplazamiento o gire oficio a la autoridad exhortada para que lo lleve a cabo y
devuelva el exhorto debidamente requisitado, a fin de cumplir con su carga procesal
de impulsar el procedimiento, y evitar de esa forma que opere la caducidad.
Del Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito, Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 2, Décima Época,
página 1243.
En consecuencia, procede condenar al actor al pago de costas judiciales
únicamente por lo que ve a la primera instancia al haber dado lugar a la
caducidad del procedimiento, hipótesis establecida en la fracción VIII del
artículo 1076 del Código de Comercio.
La resolución se clasifica como sentencia interlocutoria y se ha
pronunciado dentro del término legal, por consecuencia, no se trata de
compromiso arbitral, ni existe convenio por el que las partes hubieren
fijado procedimiento especial, y no es menester notificar personalmente
a los interesados, en base a lo que previenen en lo conducente, los
numerales 1054, 1068, 1069 y demás relativos del Código de Comercio,
en relación a los numerales 109 fracción VI, 419 y 439 del Código de
Procedimientos Civiles de aplicación supletoria.
Con fundamento además en lo que disponen los diversos numerales
1336, 1337, 1338, 1342, 1343, 1344 y 1345 del Código de Comercio, se
resuelve con las siguientes:
PROPOSICIONES
PRIMERA.- La Sala estimó fundados y procedentes los agravios
expuestos por el apelante, en consecuencia, se revoca el auto
pronunciado
el
*********************,
para
declarar
la
CADUCIDAD DE LA INSTANCIA en el presente procedimiento.
SEGUNDA.- Se condena al actor al pago de costas únicamente por lo
que ve a la primera instancia, no así en segundo grado.
TERCERA.- En su momento oportuno con testimonio de la presente
resolución, remítanse autos y documentos al juzgado de su procedencia.
NOTIFÍQUESE.
Así lo resolvió la H. Cuarta Sala del Supremo Tribunal de Justicia en el
Estado,
integrada
por
los
*********************,
CC.
Magistrados
y
Licenciados
*********************
y
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , actúa en la Secretaría de Acuerdos la
Licenciada * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , quién autoriza y da fe.
******************************************
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