25 JN 07 COM SEG SOC - Colegio de Contadores Públicos de México

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25/jun/2007
Lo que todo futuro pensionado debe saber sobre su retiro
CP Rolando Silva B. Especial para el Economista
Las aportaciones voluntarias son deducibles de impuestos
Si bien es cierto que la vejez, el retiro, las jubilaciones, pensiones etcétera, son temas de
actual relevancia y por tal motivo, las tenemos en mente, también lo es que en muchas
ocasiones, poco hacemos y poco conocemos al respecto.
A continuación, nos permitimos enumerar cinco preguntas que aunque no son las únicas,
son las que consideramos ineludibles:
1. Inicio de la cotización
Antes de la entrada en vigor de la nueva Ley del Seguro Social (LSS) de 1997, los fondos
para las pensiones se manejaban bajo un esquema denominado Sistema de Reparto, donde
toda la aportación, integrada por cantidades pagadas por los trabajadores, sus patrones y el
estado, se concentraba en una cuenta única administrada por el Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS).
De esta cuenta se pagan las pensiones mencionadas, con base en el promedio de los salarios
manifestados al IMSS en los últimos cinco años de cotización, es decir, el importe de la
pensión se calcula en función de los salarios cotizados al IMSS.
Con la nueva LSS, la aportación mencionada se deposita en cuentas individuales a nombre
de cada trabajador y administradas por administradoras de fondos para el retiro (afores).
Bajo este nuevo esquema, el monto de la pensión que se recibe depende de las aportaciones
realizadas así como de los rendimientos que cada cuenta genere y deja de tener relación, el
importe de la pensión recibida, con los salarios reportados al IMSS.
En este sentido, la cuantía de la pensión se calcula en función del saldo acumulado en la
cuenta de retiro más las aportaciones voluntarias y el saldo de la subcuenta de vivienda.
En el caso de los trabajadores que hubieran cotizado, aún con la legislación anterior, hasta
el 30 de junio de 1997, al momento de su retiro pueden elegir, a su conveniencia, entre
ambos regímenes y sus mecánicas respectivas para hacerlo.
2. Reconocimiento
Las semanas cotizadas y reconocidas por el IMSS es un factor igualmente importante en
ambos regímenes, toda vez que este elemento es requisito para poder iniciar los trámites
respectivos.
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Para el caso de los trabajadores que puedan retirarse con la Ley de 1973, el mínimo
requerido son 500 semanas cotizadas y bajo el nuevo esquema se requieren 1,250 semanas
cotizadas; aunque se contemplan excepciones en la LSS.
3. La afore
Saber las condiciones bajo las cuales cada afore maneja las aportaciones efectuadas es un
punto importante por considerar; ya que en los casos de trabajadores que hubieran cotizado
con la ley de 1973 y al retirarse, decidieran hacerlo con la ley de 1997, (que siempre será lo
más recomendable) todas las cantidades aportadas bajo el régimen anterior se perderían,
excepto las efectuadas al SAR de 1992 a 1997.
Y como el monto de la pensión del nuevo esquema depende directamente del total
acumulado en la cuenta individual al momento del retiro, las condiciones mencionadas
deberían ser las mejores para garantizar una pensión suficiente y satisfactoria.
Para los casos de trabajadores que comenzaron a cotizar bajo el nuevo régimen (régimen
actual de la Ley de 1997) no existe otra opción y los puntos por considerar son la mecánica
para el cobro de comisiones, evaluando que éstas se calculen sobre la aportación y no sobre
la base de dicho aporte; así como el costo de efectuar aportaciones voluntarias.
4. Aportaciones voluntarias
La actual legislación en materia de pensiones de los trabajadores afiliados al IMSS permite
efectuar aportaciones voluntarias, cuyo rendimiento varia dependiendo de la administradora
elegida que, en adición a los montos aportados por el patrón y el estado para estos fines,
conllevan algunos beneficios como el incremento del saldo en la subcuenta de retiro y la
deducción del Impuesto Sobre la Renta (ISR) en los términos de la legislación relativa.
5. Derecho a crédito hipotecario
El saldo de la cuenta individual de retiro se compone en adición a las aportaciones
patronales, obreras, del estado y voluntarias), por el total acumulado en la subcuenta de
vivienda aportada por los patrones.
Cuando se es sujeto de crédito por parte del Instituto Nacional del Fondo de la Vivienda
para los Trabajadores (Infonavit), el monto acumulado en esta subcuenta es aplicado al
crédito como pago inicial del mismo, y las aportaciones subsecuentes se aplicarán a la
reducción del saldo insoluto.
No obstante lo anterior, cuando el trabajador haya tenido crédito y éste haya sido pagado o
bien, si nunca tuvo crédito estos recursos son transferidos al fondo de retiro del trabajador.
Ahora bien, la conveniencia estriba en la cantidad de dinero que se dejará de acumular en la
cuenta de retiro a razón del pago de este adeudo.
Y toma importancia respecto al importe de las aportaciones a la subcuenta de retiro, que
son determinantes en la cuantía de la pensión.
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Sin embargo, el total acumulado por aportaciones de vivienda deberían ser destinadas
exclusivamente a dicho fin o bien reintegrarse al trabajador sin que éstas se acumulen al
retiro.
Sin duda, son puntos clave, de los cuales se deriva el futuro incierto de muchas personas
que actualmente son trabajadores, pero que en algún momento dejarán de serlo a causa del
retiro.
Sin embargo, a falta de una planeación y orientación honesta y especializada, su bienestar y
en muchos casos, el de su familia se encuentra seriamente comprometido con este tipo de
decisiones.
El autor es integrante de la Comisión Representativa ante Organismos de Seguridad Social
del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM).
Los artículos y respuestas expresan la opinión de los profesionistas de las diferentes
comisiones. Envíe sus dudas y comentarios a: consulta. [email protected]
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