el motín - Hemeroteca Digital

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ARSXXÍ
REOlbdlof^Afe^fMNISTRACIÓN, RIJIZ, 4, BAJO
NÚM.4$
15 NOVIEMBRE DE 1902
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EL MOTÍN
*^w*<¿»»4^J>^»vyv^
í ^ * P ™ < 3 I Q S ] 3 E )3XTSCrElII»C5I<3>3Nr
« í a ^ d y|»r6*lncfáí, trimestre,t,5a bbietxi.
—UltWíaiir• y Bittteieró, «O pesetaítño.^IM«^ «Mtc iuelto, lO céntlmds.—Atráfftdo, SSé—G»*
•'.CONSEJO DE AMIGO'
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-—COOBIO sé que crps hohibíe dé buen coflsejo, vengo á^fíedírtelé én tín asunto que rtíe
preocupa granUemente. Mi Paco lia salido
c^^Sai^-^ aéoteacottia pian4»dxar ^<».:ia.. juventud, Ea llegadoj»^¿i-jÉl el^^fncajento de
elegir | ^ Jíj^sj.S».i^:to^^»5p t ^ se manifiesta. Con aptitudes para todo, no muestra predileoctónpor n^sij^D.; aquí mi per^,{>/^dad.^tisabio'•4't^usti^ial. ^^f^ 6
.rfwipwsifro?¿Leplanto la t«ja6 |e eilcalqwi to el roe? Vamos- á vien ^q6ó b a ^ dé sai
- P a c o í ' - .
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'•'toudhaélio...; , ' \
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— T e hár<í d¿ él u.rj ^¿fjrj^to U n exaqto qq^e
"equivalga á un, antiguo cpt^qty'piientoi ,,, .¡^
. . r ^ N o ; preñero que contestes «enallaaten'.f.te;-ámispf«gm»ta3.. ,,-. , ..,••,•; ^L.. ./; , '[[
—Vengan.
- i - A n t e todb, ¿c6ra6 -átidamctt de fuei-zas
, . Mcaii
"• '-•^'-^'•'
í' i—Médfariejamente. El' chico «e nos crío
muy delicaducho. H a heredado k ' coo^píé• 3^ii$a débil y eafermiza de su pobice midre.
jgk. fuejrza de cnidadps, ejercicios, tónicó'í^
jgtmnasia, «e I robusteció, v ^ p o q u i l h ) : ptto
.mut^o^me tetBO que no Jia de Ifegítr í M *
nunca un M i l ó a d e Crbtona.
,' '••'.
-r-T^t94Bc^<t^93 salud á toda filijebá',
unos pulmones de fuella de fragua, un estómago d e avestruz, unos púflos d e Bércufes,
ftiérón siempre y,.dM|igt. y serán «ondicioaj»
I»liftotdla}ca.para,eJ tripn|'9«n la, lucha .vitais \P9Í feíi|fln,|rto -se T}ibrica vmp | s^í giusi
té}*róA6 Í>ffede\cptn|)énsar8íí tó fcl c M : o .
aunque ejxílfbl^ d e .cuerpo,, s^le de ánimo
pen-
^^^Cimii'ñiéhc'ílil^mpetdmmidiM
=-MPaco es et mismo des{nteté#>No fífenc
nuda suyo. Experimenta por el; dihfero <ita
olímpico desprecio; En él-la generesidad «a
casi tm defecto.
; <
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-«. i^Urfa última pfegiimta: ¿Cómo 9t éots^ r t a tu Pace ««frente del sexo 'xontrárid?
¿Has advertido si tiene'prestigio centre hm
muchachas y siíe miran con buenos o'jasi '•
-^Sé borlafM de éi. Su timidez, su hurone*
Ha, le periudican-mucho en la opinióa de
las majaes. No briHa, no desluoíbrat 110 sqduce. LÓ8 méritot positivos y salidos de mi
Paco son de. aquéllos que escapan con frecuenc^ á 1* pp^picaci^. fi^iíijina.
t^jHoijihj-eíialaiíJal:: 4 ;^^;1^/: ^^p —Ahora que le conoces como yo,* diine
^r tij:vida, ¿á qi|é carpera Ic consagro?¿Qué
ago del cEicp?
.
i;>>r '"rt.'r. ¡
•íMátaíeí''
^
inclina á la baratería? ¿Anda á c a c h e ^ i o o f
aus qatnstradas^pafa í m p ^ n f r ^ j ^ yoliifitad
y toiínar kr partí! delteíJaí. .,;
.3,, ,y —Calla, homl?rq; si mi ¥<^n ftf ^ s e y
tmtmo como un cwrcjqro!. Jí^fift gai^áíiplü.irft?
ti, y sabe.pooer í raya í ¡osia?oícntf s c^^ianj
d o Ucgfi # x a 8 0 . Pero carece de agresividad,
no e s t é en él dcsarrollaJa la bestia.. Es u f
e ^ i r i t u üap, delicado,. sepsibilc.po£extnpma
violencia, no por temible, iitno por grosera»
JEs un corazón de curo,
f, - '*T-¡Hnnr4 Pa5<;roo9 á 1^5 do^cs , }nt?lecíu;^>
•le*.- --:!:.' .
> rr-Mi Paco ti«ie mucho taleSnto. ,
' ' - f l § * W»- te prcguoío C90» criatu»! ;Nada
qttieeom^ nime mporia-9i^Hti4^mQíío|MMñdady »g».)iptthidBs;'«a^ triunfosabaáéii^
e(% aa amor á^>cieáK:ia>ó'«i' añoiót¿al eatp'<^dtej7£Air<»teiMñ«Mf<a^i/Fiene el' ckxO fadU-,,
«idad,)da-f!l«ieésióiií ¿Sabeiext^Krbé-con igaíte^jraf y docucflci»?-^*.verboso, diartatáq,
'lifété de )engua^>¿G&sbiV'd£ escucharse y dé
que le escuchen? ¿Muestra apüted paráliaCéf
Késíifai'Verdüd?'mangas y ca()irofes y '¿OÍT;-*teitiir' lo'bla*iCO.'«H negro y'lSí hemó en
.kbm90Í2. •" - .
'- •'••;-'^ ^ ^ ' - V
f;-í-*JNb!pattte ftlno q u | cslés hácíf^idq sú
(«etrato del wyés. Apena? se le o'y? el méjfajl
' í í va?, Mj^jfci v; paliV, m, tomadp. aí .p|é
.,:. Y algunos me dijeron:
—¿Por qué ha Ian?ado usted el nomr
bre de Saltínértín como oandidi|to de sii
'^i*feíeiícia?
;,
Y Y9 Ips contesté:
—Porí^ue me ha dá<Í6 la gana, en priTjairíSTOiilHr: (MSs^^Jísoito „jería decir:
en jíi^,de mi autononiía.) Y en segundo, y e^ teroero, y eia éM«ttó,y^tenquinJo, etc., por lo siguiente:
Porque no hay en el partido hombro
i i u altura.'Si en lug^r de soblrevÍYÍí' ft
k s otros, importantes, le htíbiera alguno
p ' # b s ijób^vido :i' él. lláminíSe 2o-
ií^^Vpará alegrarse, más tampoco
|>^ihffigínl&. Si 6n álgiiúiRocasión e n - '
cagá^^St. áp%íio mpdismo, «fpor un garbanizd^no ¿etÉíos de dejar de echar la
oI]^iáí/és.eh esté;.'
^ jpuántoB 89» y qué Yalén? (Como páirjbdo..iI|iíiividqíiilMaae8 aún tiene algunas
ir^osáií^<>l^i| pocos y valen menos. Hay
yaque decir las cosa^ oon claridad.
• ;iíuch<»iftfios «ntet dis morif Um^oá-íUa nada pttdi«r(m ha^er. Y l o ^ « é b a
J&í qtt»inada hitíeton. ¿Que no les] ayttrdaron? ¡Ah! ¿Mego necesitaban aytida?
Ipaégé ñi atin coií los püesítij^ios de su
jfefe, avalorados' pbr aritos añOs dé etni*grapión^ estallan en ,Rendiciones paii
traer Já'eqlos R^|¡)ijíj|||<U?*Entonftfta ¿qué
' ledejl^icer^ahqíak ^jalándose ñueya-
iré düoienípr;;,;;: j,;sj.;. ^2^:^,^^ ;,.:
'••.•'Y"¿[
«tótía'ortíiflttieíón qflíP'ñttdiéira^Sályi^
V '^haláeti49}«98adq9lBe«al»r»4^iS^ i i ^{af:H|?ubUfctti^6.'' • •
merón para que nadii^twatá liaeer J?!!""
yhí^. r-^ñ'-T
bjügandá l e oftó ehfréUte, "^an ialiéñdo
J^Ufli ]08 «iboS.
I mé repKcMon aquellos á áuienes
«sí hablé; A r
.: v
—^¿Y sabe usted si Salmerón aprueba
di quejoSited haya, lanzadio t|u nompr^'?
;. AwMtto respqí)i4í\
*^
• -rT>Ki M>> s6 m n u , imporj^., fis, mém
sospedfo qtte^BO le^babtfigttstadó. lulas
Como yo «to lié hqeho nninca.'méB f«ditica
que aquella que he creído conTeniwte á
la dsstrtlliciótt de las ermitas para cohM"" ' ^ Catedral, (palabras • eñipléifdáS
1 orimer nú<néro'do E L Mott>),
UNAeOlSSULTA
En un^ ciúdac} cuyo no^mbce no hace al
taso y que Compró^cori la sangre de sus há.
jos el déreclíb á llamarle republicana y fccSirál por añadidura, existe desde 1881 un solo
partido, que ie'.llánaa, por dictados del sentjído común, «I^rtfdo Répüblícano.> ^ n tiemptí fuékfae¡éíkié ^idrlíSo c^'ilitárpn cU^^nr
m líéírrHl&tafctitUdés :pai<á iodo lo que iu¿iká&eak», éa.*^ dé m^no'témporaimentéis
tás<É&cáe'uatm>'Pti?o'kt ^fopá|anda contlñui
lenen que desengañarse. El partido nléáá&íkáemP, f hoy, moíértoa ÍMÍ pbojs
OTogie?^^#í
agopant!?. a^ mprir dementes zoMIlistasqne había, ho'se'cúeil.^o,iz;Zorrilla. $ÓIó feníjij^ta manera d^ tafniteo fedérides,<íon permiso y sifn permíresurgir:' realizar u¡ii n^oy^ienito. Y no B6 del Dfa-éetorio federal: nO sé pdnOce áÜf
lo ha jiecho^^
btrd credo nt otro dogma qtte el de í^ii eñ
Ha ap^rentído "ntir (en familia, por todas auspaftés p r o f ^ d o y éumplido. '
^^tipuéstó)'4ón lo ák: «para el mes qu«
Hízose en Madrid la Unión N'aclonal I^eViénia», «para la primavera», « á ganer publieana y este partido fué délos primeros
j^l tal», «el coronel piua];», «ahora, va d$ organismos que se adhirieron £ ella, cómo
yeras», «se ha aplazado», «un traidor», w adhirió siempre á cuantos conatos y 'ten«estad prev^idos», «no hay hora segu- tativas de anión republicana i 6 hicieron en
EspaSa.
ra»:.. ManiJBsstaciones del buen deseo
Si al^> nos desrapera, si, algo pudiera
en nnos caaos, enm '«n otros risibles ret- desaientaraófey aburrihios es et tenak empeiBursos^a^á «wtenw en auge personali- ño de loa aeñores'jeleSi notables, cohépícu^
4ádés|iín «Heve... Pequeneces dd los y primates de Madrid, 'áe no qbeí'ier unirse,
herederos chicos dé nn partido que ta^ de tíi-arss los trastos & la cabe^ y^ dé con^
tribuir á la conservación dé la dinastía ¡con
,, Y aAPra, qu9. s^ n^e^eiita |a ocasión BUS «MvihieoeSi teclas, emul^eionetfélntemptj3e nacer a%0 en;)>lBn de lá patria; ahora ratícias,> qnépermiten< vlva^W^n lo qué dé
qite'habitado «n t»dos grandeza de sayo se esGÍ cayendo, Laos» íostaf el «raióíbre de SalnKróni de jeíatnraKlnica, de Asamalta», podrieses rei^sar una unión r^-r blea única, d é partido 1iiáoofar4 ei 'hecho^ y
voluciomañá cual nunea la hubo, ahis«*a sMaegemoseon éntesiasmo la idea.
se viesen onátrb'hombres sin historia
Pero al iOBJanu) tiempo el Directctf'lo fedtf>
Centro d^l p f o g í e s i s ^ , « dkr apariencias radi conYoca tatnbiéa á su Asamblea;
de oposición á su Pueril deseo "de con^
.¿Qisé debemos hacer idecente y hoáladafínüatpasa6jl6.í|)íí,íj^
" "
mente^
Kb debe én política desdeñarse OIBT
> jEoiviarxm representante á la Asamblea
njiento alguno; cada fracción y cada federal y otro á la gepei;al que usted patr<»>
;., .,
hombre 'i%p;resentáh tó valor positivo. ciña? • •<
^Son «acioas^ente-.compatibles amb:»
Mas tampoco debe éi^geifárse la impor^
tancíti de qnienés tienen poca. Ésto los cosas?
Dé U9ted su opinión, aeSpr Nakens, te le
ensolwrbeceyJieé ii!ipid<> presar á la auplíca.
Usted ha jSido siempre leal y nadie
p^nSa aquellos peq^ueSqs servicios que se atreverá á ilamarse ni soq)echoso, ai mepu4i«if«B IJ^íX^r olvidaí sp escasa valía, nos traidor.
r, Ma» abosa advifrtonue quizás hay»
. Vamos, hable usted.
pecado de injusto al faa^kr 4el partioq,
0NA DflCSNf OI.AAUGQS OE U&TBD
s o i i ^ ^ q^WP.iéináp^to. >Íp Jé 'tf§iá„ A»
e8^,^erspn|ilídjad í}.^? i^^%^ i m o de
)ií única soLÍíente que exiiáe. . , I
í. Porque, si ,$almi^r($n lao «xistieifk, no
se me habría ocurrido proponer lá re*
unión de la Asambleia;!dn< la forma que
le he he(¿o, pog"»a..aabor á q u i ^ podíamos elegir para representarnos dignamente. •
IK
'. Porque era mejor que se debatiese antfMB el'^ontó y se disevtiitóe lá peré(^a,
i)u6 ffiodespaes, para evitar que á riúz del
nbmbramiento surgiese una disidencia»
o Bdrque de eSte modo, sabiendo á lo
qteé Venían, se las quit«»'a i los j^citog
el temor d que la Asamblea fiíf se \iq
üWs, y no perdieran el tíenipo 6|i disout
Ür cosas que^ ana-siqndfi impojrtfiftí^
^^^éé'^élfiguBSM it^trc^é <»mtrQ in-^
9ePM«K-4»JaCM»^nito.-, •- ,r.¿. ¡^r^W.,'"É^iéiétf^qte'wm it» i^ esí l l t M d lo
Porque eomo no podemos traer s^wf mangonean'Hod6; íelMisinclode' que el
la República, quería delegar nuestra, fer aloíkór'Eíqítéfdóvjefe 'dintíá<MiariO hace
presentación en un hombre que
ihmr añpSj y enfermp además, apeqas se ocú^
^tfij-jidad que le Gonccdié»M¿os pudiera ^ W v ^ ^ Q |ü a^yértírip, hago
iifia^ir la pirppia. .
r ' :
Porque, si lanzado el íiombref «ncon-» , . ?flW .Dp^mo ,iocli»p m. topCeusnríi
-Irabft oposición isÉuperabl0>' dejáramos que merecen unos cuantos, a, los que se•dSí reumrnos antes qtíeliaceí'ttií* ¿áa- gP9lj0i<t9^ pieRwn, eo»q yo«n íó tpcanqa^rach^amásl '
;.'; r^"*^
le áiAnecesidMAide convocar JA Asamt por áÍgqápH|>tras jl^nM,^^^
há«ft y delegar en nn: homitre nuestros
poderesy y q ^ o probabl^entese impontY que sabía yo lo que me hacís, lO é é ^ it' los que Ira^m'cte pértárbar lá
fEsaebanioS'jbecAPfc.I.—í ir.
darlo de la reitiBióá de i » Asamblea f de
qoe se nombre & Salmerón répieseatotilb
del putido repoblioatno.
Si algoiénpaede hablar ea nombre dSl
progresiamp pox teadioión, etAMOaeiieitf-^r
aervicioB ¿es él ó son astedesT
'
Gonvau^kk Bobei^;
:
''
:rvr
Ji^lÍYaiíjiw 4 Y^,. señores Rutees, y Ca-
Para mí la cuestión es ¿Jara.
¿Son ustedes federales y su partido
convoca á^ una Asamblea?, Pues, á ella.
Y á trabajar, en ella para qve,. sin fiboicar de sus principios, pero sin invocarlos, basta l ^ p ^ ó s d^l triunfo, reconozcan los sq^os poíno guía reYolucionario,
oon poíeréSi ilinataáós, al seíiór Satra^
ron.'" "'"^'
''• '' -•'"'
• ., _;
. . ¿Qnj9 tóiwf* 9st#, tejBideiJcwi? Les cabrá
|á gioriíj de haber cpnt?ibní4o á ello.
¿Que no tri»nfa?^i^ue8 siendo ualedéi,
como.M»^-rffl^blÍGanoS >Mite8 c[U0 a é rales, y'hawéndo^e Sumado' siempre á
los queHíabajaron'pOp' t r a * lá Repúbli'f
<58, ácitdán a l a otra t cbadylt^n á S i
buen^^ío."^'••'^-""^
•..-,.--.• ; ^K...¿Que' én: su partido loa expPttiliígfint
Pups s ^ ú e n ftStedes siendq íedécales,- á
pesar de eso, y pontjribuyemíp á q u i
VetoJ"'^^ Repúblicii, que p» Je.píimjero
n u ? S nece¿!* ? » * ^ ^ ^^^^e la feaeración i
..;
.. .
Celebratüi qué esta opiniou ™ * ^ ^
¿onyenoiera; como en c«s0.jáp qqp' no,
4ue se incUWpn á la solupión o^^ás ampU%, más abierta; que hora es yft de
acabar cpn lo cbipo, con» lo eslreottó^ c<»i
lo '^up«ignifipa iogm^ff^f
« s ^ » cri. P M q«Po*?> bii9 qoi-euoa-laj c ^ ^ o ^ í i s ^ r f t temo cerrado, ¿t^ffinUaBOQ, y& que esto
gramas ^nutiles) nuestro v^lpjr (supues- es lo que nos ha mantenido y nos iiiRiis>
to), esto y a tiln¿'ííi9.í<l^.?ipsotros lo dii- tiene itón desunidoé, j , per lo tanto,
p^n^Qsq, Ygpo* pagado d e s«^ opím^.j^.^l»
fjíi^oso d e j a ^jena? ¿Tra^ cot» méftí}SQrtifi^
4a..(ppr medíanejo. éieñtído común que iriípóténtes. •
.,-..''
tengá-i
" Adeiñás ^tió'éb'tffi :6(ttihW0ntidP oue
>r?,lQ A^ft jhej^hfl^.&íe é aquel.
in4ii^^f>sí ip^i ^ Jia '-^t.
los que aspiráinl|S á ^piíffli^ todas las
ribir
el
«rbcnlo
^Tf
J.^mi:te»
¡/i
Irontefás, lo mismo las g^gráfica^ qup
El
día
que''los.
acontecimientos
políü^t^^^iaoop, .<l.s^)ef)99^,de hombr9s^iI merttar
m«
tfon^iéftdf,
np^pen^é
en
lo
que
pudiec^j.determinaran é ciertos monárquicos iWde lá8'idpáa,"YÍYamos encerrados en.
^¿•^,tcyqluc^f».. frajRfies?.? ^Dama pecio,,i
ra
importarle
á
Salmerón,
sino
en
lo
que
^ ~Íf'í«;*'WMoá Vpltairp, ft'n^?fn%.J[
rbÚ8pi|r.áós,¿creí;n,úi^es de puc¡qá te 4 círculo de las. propias ^ n . murallas
,fSrtofc.?níJ¿de«'P.4 Víctqr Hug& y;f^%- le convenía al partido. No he tratado de M é se.eAtpraíTf^íi'd^ique ^ i s t í á . 'VÍ..<?'^ máf; Alta» que las de la Chioa?
o
.-r-.-^-v^-T-^-.j
-<^. Paso
T — —.--i
[ue el!^|(^rfid9wj5(iV)que{rá|u>^¿4te por gánismo
progréüistül V ejk.
de evr
t^'.- •p.íÍJWía.íf .ofcífccJr íleMÜnos aamPJunípfL
o Quoo á"él,pueda honrarle'/ enaltecer- terarse ¿suponen ustedes qiie se acerca
"" •' "
- •• •
. )NjQ^urase, !^K¡,,^ «ontr^lib, respetuoso coa le. He dichpilpquo
he
dicho, porque vie- r t a ú ^ Ó*scdqcidfos por sus prestigiosos
'A^ jiqvpbt/ts^ a^/i cop, Jids qjxtt íc son más an-sa «1 pactido ü Ip convenía tiiiliear BVL ñombrés?
,
J^^;i^<^p6»y qpnj^a'aád^as, ,zav^' con aquellas
.
No,
mocphtes,
no;
buscaría^
y se eni^réatí^o, su renombre, su talento, y esjque más difieren.dq ka.'ftqya»,,., . *,
tpuderíap
con
pl.«rganiemo
que
contara
De CASTELAR
T^Iiene habilida^JijrstpJÍticjf'.Mrjiía,, afi- pioiiit el filón nevolucion ario descubier- con hombres de'historia, servicios y tato'?n.fii
disqnrso
de
Alrt^ría.
jojtfesía, disimulo? ¿5laDe ftng»? ^r
Dícese que en la última crisis lo íué
Y no he creído íiacerleún favor á Sal-. lento; eon el que representara eV núme.,. /*9B!tíÍái^í,ilpculta lo qup «ientf,.¿y acierta
ro,
la
fuerza
y
la
inteligencia.
Y
en
este
qfrecida
una cartera á Melquíades, y no
ijBerÓD, «DO todo lo contrario; pues no
^¿ apaiifiní^r^^iesXw^.cnté lot.c,ontra/ie?
caso
¿á
qué
se
reduciría
el
papel
de
u
s
lá
aceptó.
„. „—rí*cjí,íf.a la í^díjdtj; á^^oluta, la frsn- es ftivop imppnerlp.un sacrificio grand-j,
No 10 creo; pero, en fin, pudiera ser.
¿Ijdeza»,la.lca\ta4'«» p^r;?pnaJ Al^prrece de l^bpparle á una résponsabilidadt^cmeuda. tedes?
plli<^crt!pá.ía.m^pitíia, |;j^alquK:ra íc ^ngañ.\. , ^ JEftti¿oílaoJq ásiil^is i^nas, del charco ' Por no quedar completamente anula- El hombre charla, y para los charlatados'jy a'qtíe no qic^eran hacerlo por pa- nes son las carteras.
Jf^WkSf^^ ^.«á*<A ea.5ppsperíio,.ef}^ demasía.•reffubHcnrnp que cbirriañ envidiosas.
JG^^^ppés Ie.!vpr¿^^híí49 ^..djstrac
tiríolíai(io, hí^^píceuse ,lo8 Cabañars y
Lo que sí es cierto, es que don EIo^^dgUj^iMtstraído c;n,,et,^oi|io'do. qiiim(^,ic9, (|e
' I ' 7 fiy
Tfrwy ••¡lili
pueutisimo
le recoméúdó á Romero R o lpa,5qic(^8,.. ; . . • . '
• '• •
-st
jIpa^Y^cAiifB, i¿»tfjp^s, ip'dt» ppr V vida CQÁ^O
ClarOffSf qu« asff renunciarán para sipm- bledo', cuando creyó que éste sería m i ^Wiapnjfli^u^;.;,,.,
pBpáofflap»»puesto»<»i»o4os que hoy nistro, á su atüigo y paisano C5élleruelo,
^ Joteres^. c o l o s o , caícql^o^,
.™ - a? ¿Siente SRd^ 'iflíjezaR, „<Je, po^?yr, -< -' Los pjco^rietsiAtatf parece que> han neor« oéupan;-'pe«} en- cambio no continuarán tiara que ocupase una. (Este señor Cpflerueio es und qiie fué posibilista y qup
•
'4e.!l?.tViOrcs, de-njaq^r^? ¿Manifiesta dispriái- ^(^o no Tjontribuir é l á cüStivóeatorin dé' en ridícttlo.
tiene la representación de las importanY algo es algo: '
^(áóq oay^ m«(ífafi pi^í i^£;r.á^r, para adq^^- V^^^ap^blé'ó', ó jlQ cousürric á ella sí la.
' "* • >be echar cueñtasí ,"
; cpuYooan ótroa.
.JToTi.—íáahoyi^íírai ee declara partí- tísimas minas de Langreo; represeníallpn|^,jpuy .vivamente pajrj^ .ha^cérÍQ fompcf
^ m i ^ p i o )),abitu:d. 4vitcnpeSj^§c' (xpres^
^ljj[é^.ci^anitBa<ji6o, coft f « « ^ , ¿orí u.ñ^ plo;
'gQf^cia, eispont^be^ y sincera'. Pero apén^f
advierta. .qu|P Sfi'^fi. Picucha, parece c c p 9
,#yer|[^z?#o#R'«%.,lq9uac>dád y vuely? i
,$\i^f¡mm
ituq.W Asfimt)}^ se oon^
'wctti que lurtíeádft m «oadd^ á ella, y
oontioúas: oPn SB bandeta^ (Por poco no
oigo con su.pPtaeá.) •' "
• Bueno,'_¿y qué?
• :•
Qtte lá J ^ b l i c a Ü b ^Waót
traerla
los fé|ttMifeáWs<íi^7a ^ W d e i í l i ^
S
U CARléATÜRA
POfl Ulf UARBANZO;..
,;iiüí»Ji ''V
(áónqtie hubiera quedado vacante^ y qué
entonces pudiera haber pasado á Melquiades, ^ue bien se la merecía por aiítur, por diputado, por influyente oon úi
monarquía y por amigo de Celleruelo.)
Es decir, don Melquíades se ha per*mitido rea)m«idar su Abarzuza, como
Castelar hizo, y su Abarzuza es CelleTuelo. ¡Sea todo por la virgen de CoYadonga y Cómo ha degenerado todo!
Y aquí de mis dudas.
¿Recoiniénda á tUelleruelo para ministro á 'concientíia de que sirve para el
caso? Pues ayuda inaireiitamente i la
monarquía poniéndole ese bueu puntal,
segúuéL .
i¿ ¿Cree, por el contrario, que Cellérue»
lo no vale, pero lo recomienda por ensa*
JAC hfsta donde llega su poder con la
monarquía? Pues revienta á au amigo
por vflQÍdad pueril.
Do,toda» maneras, no cuadra en utí
republicano esto de preocuparse tanto
por las oueStiones de la íamilia monárquica, y mejor le estaría dejar que loa
muertos enterrasen sus muertos.
Lo queme aterra ahora, es lo terri-^,
blemente insoportable que se va á poner
don Elocuentísimo. Si antes de sonar su
nombre en las crisis de la monarquía,
se sentaba ya en su escaño del Congreso adoptando posturas de personaje que
batían jrepordar al cómico Sánchez dé
León, si andaba pausado por laí calles,
plazas y plazuelas que tiene Madría, 7*
escuchaba lo que le decían sin mirar á
su iñlerloetttor ¿qué no hará ahora, Dios
de los pequeños?
¡Pobre Cásítelar! De todas las caricaturas que le dedicaron en vida, ninguna
jíiás sangrieniia que esa viviente que le
na s^ido
en el rinpón aquel donde Pelayo
hiw) á España volver de su desmayo,
RUSIA
- flay ahora un asnuto político inteteaaate y ife áotoalidr^d digno de estudiarse y
'dé pensar en él, por lo que afecta al porYenít dé BlspáHa.
Me refiero a l reciente enlace ó oontober»
ttlo entre Sílvela y Maura, realizado 'ahora
prcMiiSámehte oaando el gobierno está en
crisis y ca%ndo el partido,liberal dináatio»
'éstá^t^Éfmo á caer bá)o el pesó del má»
tremiddo de los fracasos y á. oojisecaenoia
^ S a i á p a p á o t d a d y de sa cobardía para
abordaí', dándoles sol ación, los problemas
que prometió resolver cuando p(n-.la iaep'
étud política dé Silvela fué llamado «1 gobierno.
lientamente esta faslón de los elementos
de SHYelá con los ¿té ifaara, por lo que,*
moa dos mersObaJes representan en pplítiT
«a, mereoeaer eséhdiada y tenida en oaen4a>por l » « ^ i é a V relaoionando lo que ¡aso;'
bos s(Hi oon-las tendencias qae eu.ele^den
poUtioo y religioso se marcan en la.actiOAl
monarqQ^icMutíaHS en un todo & las d^.
Jü pasada cegencSai •
•
.,,,
, Bs Indadaljkle, y «ato todo el máado Ip
•hSjiViarto con claridad, qae Silvsls, ál Tef o n ^ t u partido oon loa amifos de Maiin»,
hsi pacato ahora á BB'lado on hombre qae
tiene saedioa de o^moidad y de Intellgen^ '
0 ^ paara Bobreponevae á él en un monent*
«éMidOy habiéndose el amo de la aitaaeióri;
pero esto i^Iá ellos lo arreglarán y SilYelft
verá si le conviene quedar de segando 0A
el partido eonaervadot, ana vea oOnveneldor
por la experiencia de que no tiene oapadíi
dad {toBtiea para oontinuar siendo el ptimero. Ea el caso presente y para lo qae»
esta fásión representa para ri.porvenirpolltíeo de Espaft», lo mismo ^ qne él JefP
•Acial del pMtido conservador, reaceiona-'
rio, vaticanista y jeeuftieo s«a Maura 6
olívela.
• Lo que hay que pensar y lo qné débeaeíobjeto de preoenpaoión para todos, es lo'
que en ri orden político puede ocnrrlr ett
BSpallaeldfa qae el partido ese, tftl y
domo hoy está constituido, sea llamado al
poder.
Si esto saoedlera dentro de poep tiempo
y el país se hallase aún en el estado do in»
dtféreñcia 6 inercia en que aboráse enonMitr», no es necesario ser un lince ni nn prá^;
digio de penetración pata predecir qne «ñ
el acto se inaagorarfa nna era de petsécu'eloaes contra todos los elementos avanÉados del país y qne se asestarfskn goFpes d« '
BUnerte á todas las personas é inetitacioiieaí'
qae tengan verdadero carácter liberal, Cni
moorático, republicano y anticlerical.
No hay que tener confianza afgana e* Ta
ftltora de miras y espíritu de jasticia dé
los hombres políticos qne Van á tomar á stt
cargo la tarca, como ellos dicen, de ser los
salvadores y el soatéu del orden sociáT, dé
Ift religié*, de la Igleéiá y de las inatltiicioneiB políticas vigentes. Veudráto áhoh
al gobierno, despnésí de los anterlói-és' frrt-'
casos y de las repulsas de la opinión, con
el firme pibpésito de sostenerse en él k todo
trance y de pasnr ante la monarqnía po'r
los únicos capaces de aflanKar oon todo
celo y rigor el régimen teocTÚtit'0|;y p«ra
lograr esto no habrá libertad qao u'o ooár'-'
ten, derecho qae no atropellen ni Icjf^'qiie
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