ANALISIS DE LOS TEXTOS SOBRE EL AMOR DE NATALIE CARLEY. Dr. Ladislao Vásquez Morales. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprender cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta (Ro 12:2). Es correcto afirmar que la palabra de Dios hay que escudriñarla y no vivir confiados en nuestro propio entendimiento ni a las corrientes de éste siglo. Y sobre todo éste siglo, éstos tiempos de confusión, donde “amarse a si mismo”, el culto oculto al narcicismo, al hedonismo, donde la complacencia de nuestros sentidos y emociones van de la mano con predicaciones y aprobaciones eclesiales, del sermón fácil e interpretación ligera, donde se aprueba a las conciencias que reniegan de la sana doctrina y optan por lo mas fácil, como una interpretación a modo y acomodo para complacencia espiritual. Amarse a uno mismo resulta no un mandamiento, sino un acto normal del ser humano. ¿Quién no se ama a si mismo?, aun los suicidas, amándose en egoísmo puro, esquivan los compromisos con los semejantes. Por naturaleza, el ser humano se ama y se ama mucho, complaciéndose y deleitándose en su carne. Entonces, ¿como definiríamos amor? Ya que de ahí depende, de ese concepto, el valor total de ésta premisa. Si tomamos el concepto de amor como lo entiende el mundo, como dicen las canciones, como los bardos vociferan, entonces sería un amor emocional totalmente. Sentimental hasta las lágrimas en cuanto a la codependencia de otra persona, y, aunque el salmista José José lo intenta definir y diferenciar en “amar y querer”, pues jamás llega a la conclusión y verdad Bíblica. Queda claro que el primer mandamiento es: 5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Deuteronomio 6:5. Y que el segundo y gran mandamiento es: 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Mateo 22:39. Este segundo mandamiento es recalcado en Romanos 13:8-10, Gálatas 5:13-14, Santiago 2:8, Mateo 7:12. Entonces, la definición bíblica de amar viene de lo alto: primero Dios nos ama---Amamos a Dios---Amamos a los demás. Nosotros amamos a Dios porque Él nos amó primero (1 Juan 4:19), y ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto jamás a Dios, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente (1 Juan 4.11-12). El amor de Dios es puro, original, y nosotros somos una respuesta a ese amor. Un reflejo de la imagen de Dios, del amor perfecto, tan es así, que si no reflejamos su amor no podremos declarar que amamos a Dios. ¿Y como es el amor bíblico, puro, de Dios? El amor de Dios esta definido en 1 Juan 4:8 y 16: Dios es amor. Y sigue en 1 Juan 3:16 “16 En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.” Y en 1Juan 4:9 “9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él”. El amor de Cristo se nos presenta como el modelo perfecto del amor. En Juan 15:13 “Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos”. En Romanos 5:7-8 “7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Notamos con todo esto, que amar no es un sentimiento sino UNA ELECCION. Una decisión que tomar. Una acción. Por lo tanto esta fuera de emociones y sentimientos. En 1 Juan 3:18 “18 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”. En Lucas 6:27,35 se refuerza este mandamiento amando a nuestros enemigos y aun a quienes nos odian. Y para concluir: la definición de amor en 1ª corintios 13:4-8 “ La preeminencia del amor 13 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.