Inseguros por el desempleo,echados en blanco Sólo los que trabajaban en blanco cobran la subvención, que es de hasta $ 500 por mes y dura hasta un año; apenas la cobran 146.000 personas LA NACION Daniel G. trabajaba en una empresa de servicios hasta que la compañía realizó una reestructuración de personal por la crisis económica. "Cuando me quedé sin trabajo no sabía del tema del seguro de desempleo, pero un amigo que lo había cobrado me contó. Lo tramité y por un tiempo me ayudó. El monto no alcanza, sobre todo con el tema de la inflación, pero me sirvió hasta que conseguí otro trabajo", afirma. Desde 1991, por medio de la ley 24.013, en la Argentina existe el seguro de desempleo otorgado por el Fondo Nacional de Empleo (FNE). Lo perciben trabajadores en relación de dependencia que son despedidos por causas ajenas a su voluntad. Entre ellas se encuentran el despido sin justa causa, disminución del trabajo, quiebra o concurso del empleador, entre otras. Según datos de SEL Consultores, entre el último trimestre de 2008 y el tercero de 2009 se perdieron unos 230.000 empleos privados registrados y probablemente no menos de 120.000 empleos asalariados no registrados. Si bien el monto que se otorga como seguro se ha ido modificando durante el tiempo, actualmente se establece según la mejor remuneración percibida por el trabajador en los últimos seis meses con un piso de $ 250 y un tope máximo de 400, que puede llegar a 500 con las asignaciones familiares. Hay que tener en cuenta que el salario mínimo está en los 1500 y el promedio, en alrededor de 3200. El fondo de desempleo es financiado por el aporte de los trabajadores en actividad y contribuciones por parte de los empleadores.Según últimos datos de la Secretaría de Seguridad Social, en junio de 2009 estaban cobrando este beneficio 146.000 personas. La cantidad de desempleados, según el Ministerio de Economía, son más de 1,4 millones. El monto promedio del subsidio fue de $ 357, que representa apenas el 12% del salario formal promedio, y si se computan las asignaciones familiares, el monto promedio llega a $ 500. En 1999, la cantidad de beneficios que se pagaba era de 123.000 y el monto promedio de la prestación, de $ 209, lo que representaba un 23% del salario formal promedio ($ 252 con asignaciones familiares). Para Ricardo Foglia, director del Departamento de Derecho del Trabajo de la Universidad Austral, "el sistema es injusto ya que no comprende a los trabajadores en negro, que representan el 40% de los trabajadores dependientes, y a los trabajadores del sector público incluidos en un convenio colectivo". Los desocupados que se empleaban en la economía informal sólo pueden acceder a la asignación universal por hijo menor de 18 años, si es que lo tienen. El seguro se tramita en las oficinas de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Para eso es necesario presentar DNI, número de CUIL junto con el telegrama de despido y la documentación que acredite el cese de la prestación laboral, como el contrato. La duración de este beneficio está definida por el tiempo de actividad del trabajador. Se extiende por dos meses para aquellos trabajadores con menos de un año de antigüedad, cuatro meses para los que tengan entre uno y dos años, ocho meses para los que tengan entre dos y tres años y hasta 12 meses de beneficio para los que tengan más de tres años de antigüedad laboral. Durante el lapso que se recibe este seguro también se perciben las prestaciones médico-asistenciales, las asignaciones familiares si corresponden y se computa el tiempo para los aportes jubilatorios. Según Jorge Colina, de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica Argentina (UCA), desde la creación del seguro, su alcance siempre ha sido muy limitado. Prácticamente nunca ha llegado a cubrir más del 10% de los desempleados. En este sentido, Foglia dice que el número de personas es "exiguo si se lo compara con la cantidad de beneficiarios de los planes asistenciales", que asciende a 1,8 millones de personas que cobran $ 180 por hijo. Al ser consultados sobre la evolución de este beneficio para el año en curso, los especialistas identificaron diversos problemas. Colina dice que la situación de tener un seguro de desempleo con un alcance muy bajo (cubre a menos del 10% de la población) y con una prestación muy pobre (abona apenas el 12% del salario promedio formal) no cambiará -durante este añode no mediar modificaciones legislativas, las cuales no están en la agenda parlamentaria, al menos hasta ahora. Esta situación genera una desigualdad entre las personas que aspiran a cobrar el seguro de desempleo y aquellos que perciben un plan social. Al mismo tiempo el especialista agrega: "Lo limitado del alcance se produce por los estrictos requerimientos que exigen trabajo asalariado en el sector privado, formal y, además, que haya mediado un despido. Lo bajo del monto se debe al tope de $ 400 cuando el salario promedio formal es de aproximadamente $ 3200. En la medida que no se revean estos parámetros, la cobertura no aumentará en cantidad de personas". A este respecto, Foglia apunta: "La corta duración de la prestación para el caso de trabajadores de poca antigüedad y a los trámites que se deben realizar para obtenerla hace que resulte más atractivo la obtención de un plan social que puede ser de duración indefinida, y en general sin contraprestación verificable". Como propuesta, el catedrático dice que para ampliar el beneficio, tanto en duración como en monto a percibir, se debería "vincular el otorgamiento de la prestación a planes de capacitación y reconversión laboral, sujetos a control para lo cual puede utilizarse el sistema educativo publico, con pérdida de la prestación en caso de incumplimiento injustificado además de un sistema eficaz de búsquedas y ofrecimientos de trabajo". $ 500 Subsidio máximo • Es el tope que se paga por seguro de desempleo, con asignaciones familiares. El mínimo es de $ 250. 230.000 Empleos perdidos • Son los trabajadores del sector privado formal que quedaron en la calle entre el último trimestre de 2008 y el tercero de 2009.