BOOV084 Boletín Oficial del Obispado de Vitoria. Enero 1948

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;160-
enrevesados de los personaJes por otros familiares a los oídos
españo!es, nombres y remoquetes que despi>::'Ttan la simpatía de
los niños: Paquito, 'MU, Garrote, Torete, el Feo y otros semejant'e s
qu e ' permiten a los alumnos de los coleg:os leer sin tropezones y
con entudasmo y bUEna gracia ;en el púlpito del comedor. No es
ésta mir. ucia d espr~ciable, ya que se va hartando didioma de
Cervantes, y en la tierra solar de Don ' Qui;o~e, de tanto Sherlock
·Holmes y místeres y mondu:es que vienen a corrompernos 125 oraciones, y contra lo que ·e l buen hidalgo manchego arremetería a
todo correr de Rocinante como a tropa de endriagos y vestiglos
que nada tienen que hacer en los dominio3 del sol y de la: sal.
(EL SEf\fOR DE l3EMBIBRE», por Enrique Gil yCarrasco.Un tomo dez87 pág3., en cartoné, cubierta en color. :Ptas. 10.
Novela de auténtica cepa española,: cuya acci6n nos transport;:t
a 103 tiemp03 her6icos d>::'l siglo XIV y a las últimas lu:has <de lus
caballeros Templari03. Guerreros ÍmpétuofOS y valientes has:a la
teme i dad; pas:ones violentas ,que 'estallan én ban:ierías y discordi as civEes ; ' señ ores feudales qúe son verdaderos padres de
sus p ueblos; corazones fogooos para el aplOr, pero púdi:o y re- ca tado ... Hay muchas .cos,s buenas que hacen interesante la lectura d e El señor de Bembibre.
BOLETIN . OFICIAL DEL OBISPADO DE VITORIA
AñO LXXXIV
Abril de 1948
Núm. 4
SECCION OFICIAL DIOCESANA
EXCM O . Y RVDMO. SR, OBISPO
C I R CULAR
NUM.
41 .
DIRIGIDA AL ILTMO . CABILDO DE LA SANTA IGLESIA
CATEDRAL, AL CLERO SECULAR Y REGULAR Y A LOS
FIELES DE LA DIOCESIS DE VITORIA, SOBRE , LA
PEREGRINACION A SANTIAGO '
'1
¡
MIS VEN ERAB LES Y MU Y Q UER IDOS SAC ERDO:rE $ : .
AMADISI MOS FIELJj:S:
En nuestra Patria se conserva , com o preciado tesoro el sepulcro
del Ap6stol Santi,ago . P or él Compostela ha compartido con Roma
y Jerusalén el título d e Ciudad Santa . MiJ la res de p eregrinos : han
hecho dllrant'e siglos el ca mino de Sa ntiago p or toda s las vías d e
E uropa. Cruzahali también nuestra Diócesi s y aún ,qued~ recuerdos
de estat,; piadosas peregrinaciones 'e n tantas im ágenes del Apóstol
Santiago quesev'eneran en las puertas de nuestras iglesias o :en
los .frontispicios de las casas ,e n las Rrre 10s p eregrinos encontrá ban
caritativo alb ergue. .
El Apóstol Santiag o predicó entre nosotros el m ensaj'e de J esucristo y recibi6 de los cielos, como símbolo de p erennidad de huestra
fe el sagrado Pilar, que se venera en Za<raítC2.za , P or esto se explica
esta devoción a Santiago Apóstol que .ha penetrado tan pro'Íimda-
-
-
162-
ment'e en el alma de nuestros diocesanos. Bien lo merece la figura
de este atleta de la fe, escogido por el SeñoL para formar parte del
Colegio Apostólico, d~stinguido 'e ntre los discípulos predilectos, testigo de los milagros más característicos del Salvador, de la Sagrada
Transfiguración, de la Oración del Huerto; intrépido hasta merecer
el título de Hijo del Trueno; generoso en su ofrecimiento a beber
el cáliz de la' pasión.
El Apóstol Santiago, proclamado canónicamente Patrón de España, nos da en su vida las lecciones características de la firQ:}eza de
su fe, de la constancia de su fidelidad, de la hondura de su caridad.
y estas tres lecciones son las que han de aprender cuantos peregrinos se acerquen al sepulcro del Ap6stol, aprovechándose de las
gracias abundantísimas que la Iglesia, difunde en el año santo
compostelano.
Por eso exhortamos a nuestros diocesanos a que, acomodándose
a las disposiciones generales que rigen esta clase de actos colectivos,
peregrinen a Santiago; y tendremos especial placer :c n 'examinar
duantas iniciativas se nos propongalI1 y en dar nuestra aprobación y
bend~ción a aguél1as que unan a una organización perfecta ' el espíritu cristiano de oración y penitencia que debe presidir.a toda
per'e grinación.
163
purificados por el santo Jubüeo y dispuestos a proseguir con denuedo la obra de ganar para Cristo a todos sus compañeros . Con' forme a la consigna de nuestro Santí simo Padre el Papa Pío XI
han de procurar cumplir sus deberes de a postolado en el medio en
que su vida se desenvuelve. Sean los jóvenes obreros apóstoles
entre los obreros; los estudiantes entre los 'intelectuales; los que
ocupan alto puesto en la sociedad entre los aristócratas; t.odas
las cl~ses tienen sus deberes que cumplir y su papel específico
que desempeñar.
El sepulcro del Ap6stol Santiago l'es hará .recordar las pagmas
inmortales del Evangelio, por las cüales la figura de Jesucristo
vive siempr!e entre nosotros, porque es de hoy, de ayer y de todos
los siglos, como dice el Apóstol San Pablo (Beb. XVIII, 8).
Amadísimos diocesanos, las dificultades d e' la hora presente
han de s'e r resueltas por nosotros con ,e sas tr,e s virtudes de la fe,
la fidelidad: y la caridad, que resplandecen en la vida del Apóstol
Santiago y que nosotros aprender emos junto a S~l sepulcro al acudir
en piadosa per'e grinaci6n para purificarnos de nuestras faltas, y
afirmarnos en los altos ideal'es que presiden la vida (le la Iglesia
Católica.
Vitoria, I6 de abril de I948.
Más especialmente dhigimos esta nuestra exhortaci6n a los jóvenes de nuestra Diócesis en quienes se hallan puestas las m~jores
esperanza1s. La iniciativa de la Juventud de Acci6n Católica Española de nevar hasta el sepulcro de Santiago a todos sus jóvenes
aspciados mereoe nuestra aprobación y: nuestra bendición 'e fusiva.
Los Consejos Diooesano y T,erritoriales de la Asodadón de los
Jóvenes die Acción Católica en nuestras Provincias se disponen ' a
cumplir con su deber. Deseamos que lleven \eUos adel,a nte con
ánimo esforzado cuanto se rdiere a esta obra. meritísima de la peregrinación a Santiago,bien seguros que eUossabrán unir a la
organización más acabada por el cumplimiento de todas las consignas emanadas del Consejo Superior, la nota de piedad característica propia de esta Diócesis' tan admirable ~n todas las manifestaciones de caráct,er religioso.
Des,eo que nuestros jóvenes yuelvan de Santiago de . Compost,ela,
t
CARMELO, OBISPO DE VITORIA.
- T64-
-165 A ociaciones invitadas, debiendo abstenerse de hacer por ,Su cuenta
'~guna invitación a cualquier Organizaci6n de tipoPiocesano.
;udiendo, sin embargo, sugerir al Consejo Superior nombres y
direcciones de Asociaciones que crean deben ser invitadas,
NORMAS QUE PRESENTA EL ' CONSEJO SUPERIOR
DE LA ASOCIACION DE LOS JOVENES DE ACCION
CATOLICA ESPAÑOLA SOBRE ORGANIZACION-I5E LA
PEREGRINACION DE LA JUVENTUD DE ESPAÑA E
HISPANOAMERICA A ' SANTIAGO DE COMPOSTELA
EN LOS DIAS 28 y 29 DE AGOSTO DEL
AÑO SANTO DE 1948
l .o
ASISTENTES
Podrán tomar parte en esta Peregrinación individualmente: ,
a) Los Jóvenes de Acción Cat6lica.
bl Los Aspirantes mayores de catorce a ños.
e) Todos aquellos j6venes que sintiendo el ideal de Cristo, aspiren a su santificación individual y tengan unavo caci6n apostólica.
d) Todos aquellos Antiguos Jóvenes de Acci6n Cat6lica que
en un día no muy lejano se ,e ntusiasmaron con el ideal de nuestra
Peregrinaci6n.
'e) Los seminaristas.
f) Los Hombres de Acci6n Católica o simpatizantes de nuestra
Obra que deseen asistir.
Colectivamente, además de la Asociaci6n de los J 6venes de
A:ci?n Católica Española, organizadora de la P er egrinac ión, podrán
aSIstu' con sus gUIones 'e insignias aquellas organizaciones de caráct~r. le strictam.ente '_ religioso que sean invitad:ls por ~l Consejo
Supenor, ya sea su organizaci6n de carácter Nacional o Diocesano.
Hasta el momento han sido 'invi tadas las siguientes Asociaciones:
Confederaci6n Nacional de Congregaciones Marianas, Confederación
- de ,Juventudes Antonianas, ' Aso ::iaeión de Antiguos Alumnos Salesianos, Juventudes de la Medalla Milagrosa y] . O. C. de Valladolid.
Los Consejos Diocesanos deberán ponerse en contacto con las
2 .0
ENCUADRAMIENTO
El encuadrami:e nto de los peregrinos se efec't uará por di6cesis,
dentro de éstas por localidades. y dentro -de c'ada 10calidad, por
grupOS, cOl;1siderándose como tales los Centros de cualquier clase
que sean, las Asociaciones invitad:ls y el Seminario. Los Jóvenes
que no pie rtenezcan a nuestr:a Asociaci6n ni a' ninguna de las ofici~l­
mente invitadas se encuadrarán en el grupo de su Centro ParroqUial
o de la Parroquia ' más próxima, caso de no existir en la suya Centro
de Acci6n Católica. En todo momento los grupos han de ser superiores a siete personas, y para a quellas localidades donde, exista o
no Centro de Acción ' Cat6lica, el n(¡mero de PeregrÍ};l.osj-lo . sea s~,­
perior a siete se formará el grupo uniendo los peregrhios 'de -dos
o más localidades cercanas. Los cuadros de mando se organizarán
por" el s istema de adelantados, jefes y guías; ad~lantad?, :el jefe
Diocesano de Peregrinación; jef·e s , los dirigentes de locahdad o de
Comarca; gufas. las dirigentes de grupo y divisiones Clél mismo.
Cada diócesis hará antes del 30 de marzo el proyecto de encuacltramiento que deberá estar en este Consejo Superior el día
l. o de abril.
'
Los pertenecientes a la Milicia Uni"ersitaria y ;Centros clte Apostolado Castrense, formarán un grupo por cada Campamento o cuartel, dependiendo directamente de este Consejo Superior.
Si bien el Consejo Superior recabará de los organismos competentes 'el permiso para asistir a la Per.e grinaci6n de los componentes
de la Milicia Universitaria y de algunos otros casos espeCiales, advierte a los Consejos Diocesanos no se compromete a la gestión de
permiso de todos y cada uno de los peregrinos 'funcionarios o empleados ya que por la época de la Peregrinaci6n pueden todos ellos
clIejar para esa fecha el disfrute de ,sus vacaciones de verano.
Con motivo de la partida de los peregrinos de las diversas localidades, se organizarán actos de despedida de éstos, que marcharán
a pie de cada Centro y Pueblo, para realizar la marcha hacia los '
Centros de conoentraci6n, debiéndose organizar los itinerarios a pie,
ni tan cortos que r,e sulten ridículos, ni tan largos que sean excesivamente fatigosos.
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166-
- iJj'f -
Teniendo en cuenta igualmente lo movido de la estancia en Santiago .hay que advle rtir que los peregrinos que realicen todo el camino a pie cuenten al proyectar su itinerario co n llegar a Santiago
dos o tres días antes del 28 de agosto para hallarse dicho día en
perfectas condiciones físicas.
Con el fin de confeccionar un mapa general de itinerarios a pie,
cada diócesis habrá de realizar 10'5 suyos y enviarlos inmediatamente
al Consejo Superior y no más tarde de la fecha indicada.
. 3. Q
ACTOS
Los actoS fundamentales de 1a Peregrinación se reducirán a tres:
a) Acto Eucarístico.
b>- Santa Misa.
c) Gran acto de 'exaltación de nuestros ideales.
El tiempo de duración de estos actos será de 'veinticuatro horas,
desde !e l mediodía del día 28 , ha'sta primeras horas de la tarde del
día 29, realizándose, por la Comisión Organizadora de los mismos.
el acoplamiento die horarios más eficaz y cómodo, debiéndose en
todo momento, de t'e ner en cuenta que la ' Peregrinaci6n ha de ser
entendida . a base de un gran esfuerzo y sacrificio por parte de
los peregrmos.
En los actos a cel:ebrar s'e procurará que los peregrinos pasen
por delante de la imagen del Apóstol. Para ello se realizará un
estu~~o con el fin de que al dirigirse unos a sus puntos
concentraclón y otros, al volver de los mismos, penetren por una de las
puerta: die la Catedral y salgan por la opuesta, con el fin de ganar
el Jubileo. .
En los actos de propaganda habrá .de tenerse en euent~ la realización de las siguientes conmemoraciones: Conmemoración de Jos
Mártires, Conmemoración de lüs Jóvenes llamados al S acerdocio y
Conmemoración de aquéllos que pertenecieron a la Juventud y. que
en su mayor parte han contraído matrimonio.
También en los actos, y dado el ,eminente carácter mariano que
queremos dar a la Peregrinación, se realizará la Consagración de
la Juventudl al Inmaculado Corazón de María.
Igualmente se solicitará la asistencia de un Legado Pontificio y
esperamos que en el gran acto dee~altación de nuestros ideales del
día 29 se dirija por radio a los . peregO
rinos 'Su Santidad el Papa
Pío XII.
de
4. !I . CONCENTRACION
Para la mejor descongestión de los lugares en que han de celebrarse los actos y el fácil ,a cceso a ellos no · podrá realizarse la
concentración de peregrinos en todas las plazas ,q ue rodean a la
CatedTal sino a lo sumo en dos: la del Obradoiro donde teniendo
en cuenta su cabidla, no deberían estar más de 2~.000 p'eregrinos,
con el fin de disfrutar de holgura y comodidad, dado el tiempo que
han de permanecer en ella, y la de Los Literariüs,en donde podlfíanalojarse dé 5 a 8.000. Los restantes peregrinos se colocarán
en la Alamedla y le n la plaza de la Residencia . La ~Oncentración se
realizará en perfecto orden y encuadra miento, ateniéndose ,e n todo
momento los peregrinos a las indicaciones de los Organizadores,
con una perfecta disciplina, no pudiéndose en ningún momento romper filas colectivamente, pudiendo únicamente a bandonar su $itio
los per,e grinos individualmente y por los lugares, señalados a tal
efecto. Por eso es labor principalísima de las diócesis . el lograr Un
perfecto adiestramiento en los jdes y guías, cual si de una organización militar se tratase, para que funcionen a
perfección los
movimientos y desplazamientos de grandes masas que ,s erá imprescindible r,e alizar.·
la.
5.!I
TRANSPORTES
Siendlo la solución más factible y por la que menos se entorpeoería la marcha de la vida nacional, ,el transportar a la mayoría
de los per,e grinos en barco, se procurará utilizar 'e ste meclio ue transporte para la mayoría de las dióQesis posible, dada la capacidad de
nuestra flota, utilizándose, para el resto de los peregrinos, bien el
ferrocarril para todo ' el trayecto, bien combinado éste con transportes por carretera, para lÜ's nudos de congestión ferroviaria. Tan
pronto como se conozca le l .número probable de peregrinos de cada
diócesis y p~edan ser ultimados los proyectos y estudios sobre el
transporte, les será comunicada a cada diócesis ,e l medio y circunstancias en que se efectuará.
Todo esto, naturalment'e, sin tener en cuenta a aquellos peregrinos que, bien a pie, bicicleta o, caballo, o con med~os propios de
transporte acudan a Santiago. Loo que sin ~embargo, tendrán que
ser perfectamente controlados por los Cons'e jos Diooesanos, para
-J~9-
comunicar su número, medio y detalles de ,desplazamiento ál Consejo Superior, con el fin de que lie les tenga en cuenta en lo referente
alojamiento y ab;lstecimiento.
a
6. o
ALOJAMIENTO
Estando. esta cuestión íntimamente relacionada con los úims' ,portes, dependerá de la solución que se ,dé a éstos los lugares en
que se han de efectuar los alojamientos de los peregrinos, procurándose por la Comisión Organizadora que estos :sean los más próximo.s a Santiago posible.
7. o
ABASTECIMIENTO
•
Se ha solucionado este problema para aquellas diócesis próximas 'a Santiago, por el medio de ,que cada peregrino atienda a su
alimentación durante todo el tiempo. que dure la PeregrinacIón, y
para 'l as más alejadas con un sistema mixto que consistirá en que
los peregrinos atiendan a su sustento hasta la méJ.ñana del díaz9,
y la comida de ese día y la de los de 'Vuelta, será por cuenta
de la Organización.
Las diócesis intermedias podrán optar por uno ~ otro sistema,
siendo 'de recomendar el primero ce ellos, con el 'fin de rebajar en
todo lo posibl~ el precio de coste de la Peregrinaci6n, debiendo cümunicar a est'e Consejo Superior, antes del día l. \l ae marzo, ·la
resolución que adopten.
8.0
Coste 'd e abastecimientos, que existirá o no para cada di6ces~s
según la solución que cün respecto al apartado 7· Qhayan adoptado.
Como puede verse, losp~ecio? serán relativamente reducidos,
pudiéndose casi as:gurar que para aquellas diócesis ' masa1ejadas
no ha de ser supenor a 5 00 pesetas.
Sin embargo, ha de ser empeño especial de las di6cesis el fomentar por todos los medios el ahorro individual de los peregrinos,
con el fin de ,e vitar que, a última hora, hayan de hacerse esfuerzos
económicos que tomados con tiempo serán apenas sensibles.
• Con respecto al número l. Q de este apartado, hay que entender
que los gastos d'e organización y propaganda de' carácter diocesano,
correran, naturalmente, por cuenta de . la dióce31s FlUe lo realice.
b) Ingresds.-Los ingresos para atender a los anteriores gastoS se' obtendrán por cad3. Consejo Dio:::esano ael sello de propaganda y tarjeta de peregrino espiritual con la participación de un
40 por 10.0, además de todos aquellos medios que cada diócesis
particularmente se procure.
,',
.
Por el Consejo Superior de: sello de propaganda, tarjeta de
peregrino espiritual con la participación de un ' 60 por 10.0, cuota
de inscripción y tarjeta de inscripción , provisional, si bien esta última no. ha sido editada como medio de obtención de recursos económicos, sino con el fin de conocer el número de pe~egdnos, siendo
indispensable, el valorarlas, ya que de otro modo no se alcanzaría
la eficacia que se pretende.
'
Madrid,I de febrero de I948.-Áíio, de la Peregrinaci6n.
BASE ECONOMICA DE LA PEREGRINACION
al Qast,ds.-Los 'gastos que han de realizarse pueden clasificarse len los dos grupos siguientes: l. Q -Gastos geneI:ales de organización 'y propaganda, ,que' corroerán exclusivamente por ,cuenta del
ConsejoSuperior.-z.o Gastos de los peregririos que pueden clasificarse len los tries grupos siguientes:
Gastos generales, (Inscripción, insignia, etc.)_, iguales para todos .
Coste de desplazamiento que puede calcularse, será como máximo las dQS teroeras partes de un billete de tercera ordinario.
•
_~_
-ffi-
4. º
N ad~e puede hacer uso
oe
1as pr,e sentesconcesiones de
binaci6n:
a). Si la peregrinaci6n no ha sido por Nos autorizada por
CIRCULAR NUM. 42
DIRIGIDA AL ILTMO. CABILDO DE LA SANTA IGLESIA
CATEDRAL, A LOS RVDOS. SACERDOTES DEL CLERO
SECULAR Y RE GULAR y A LOS FIELES DE LA DIOCESIS
DE VITORIA, SOBRE LAS PEREGRINACI(j)NES
--
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,"~~
"
.....
~--- :_
MIS VENERABLES
Y
MUY QUERiDOS SACERDOTES:
AMADISIMOS FIELES:
Con el fin die facilitar las dif,erentes peregrinaciones que hemos
autorizadio últimamente: a Nuestra Señora de Estíbaliz, al Pilar
de Zaragoza, a la Madr,e de Dios de Begoña, al sepulcro del Beato
Berriochoa, a Santiago de Compostela, y también a la,s reliquias
del Patrono de España,peregrinaci6n res'ervada a los Jóvenes de
la Acción Católica; y al objeto die ordenar las peregrinaciones que
se organizarán en lo suoesivo en nuestra amadísima Di6oesis, sea
de carácter regional, provincial, arciprestal, diocesano, interdioce sano, o nacional" disponemos lo que sigue:
1. Q
Facultamos a 10's Rvdos. Sres. Curas Párrocos para que,
con ocasi6n de 13!s per,e grinaciones arriba mencionadas, puedan
binar o permitir que binen los sacerdotes que desempeñan cargos
en sus parroquias, o los adscritos a ' las mismas, o los que ocasionalment,e s'e encuentren en ellas, sean del Clero secular o regular.
2 ,Q
Les autorizamos asimismo para que con ocasión tamBién
de alguna per,e grinaci6n puedan permitir la binación a los religiosos que tienen Casas enclavadas en el territorio de su Parroquia,
con el fin die asegurar las Misas de hora en la misma.
3. Q Asimilamos a los Párrocos en este privilegio y por el
mismo motivo, a los Superiores die los Institutos religiosos, que
sean saoerdotes, si organizan alguna peregrinación,
•
escrito.
b). Cuando se trate de ausencias motivadas por paseos ' 0
excursiones aunque concurran a ella solamente miembros de alguna
Entidad o Asociaci6n religiosa.
S. º Concedemos la's mencionadas facultades hasta el 3 1 de
mayo de 1949·
6. Q Con el fin de le vitar todo abuso respecto a la binaci6n,
recordamos a los Sacerdotes de ambos Cleros, que tengan pre- "
sente los principios de la Teología Moral respecto a la binaci6n,
gravando la conciencia de los que se permitieren autorizar la;
bi'naci6n sin verdadera necesidad; y rec?rdamos asimismo lo que
sobre el particular establecimos en la Circular núm. 27 dd
«BOLETIN OFICIAL DEL OBISP Abo», n. º 4 de 1947, pág. 74,
letra C.
7. Q Deseando ordenar las peregrinaciones' en nuestra Diócesis reproducimos el Decreto de la Sagrada Congr,egación del
Co.ncilio sobre la ma.nera .JI buen régimen de lafs pías peregrinaciones de lds ¡'ieles a los más célebres santuarios, que dice así:
«Entre las públicas y ord~narias manifestaciones de la
piedad cristiana en la Iglesia Católica, ya desde los más
remotos tiempos, ocupan un lugar esp edal las pías peregrinaciones a los más célebres santuarios consagrados a
honrar a Dios, a la Bienaventurada Virgen María .o a lo's
Santos; peregrinaciones que aparecen como medios altamente conducentes para hacer p enitencia, para profesar
la fe y robustecerla, para rendir tributo de acción de
gracias por los favores recibidos de Dios.
Por tanto nadla extraño si, aumentadas la facilidad y
comodidades de viaj,e en nuestra época, hasta las mismas
pías peregrinaciones se hayan hecho más fr,ecuentes principalmente por obra y diligencia de varia's asociaciones o
entidades, que para promoverla,s y organizarlas se han
constituídio en casi todals la,g naciones.
-
.::... 172 -
Ni a nadie se le oculta que las referidas facilidad y
comodidades de comunicación han hecho a la vez que se
multipliquen también los viajes encaminados única o principalmente a fines distintos, como los de recrear el ánimo.
visitar ciudades. fomentar el estudio y las artes, y cosas
por el estilo.
Este natural de las cosas y estas circunstancias de los '
tiempos pueden acarrear ciertamente algunos inconvenientes que lleguen a las mismas peregrinaciones religiosas,
si es que la potestad moderatriz de la Autoridad eclesiástica, a quien únicamente toca regular los actos de religión.
y piedad cristiana, no implanta una disciplina ,conveniente
y, a pocrer ser, común para todas las partes.
Por todo lo cual esta Sagra da Congregación del Concilio, aprobándolo el Sumo Pontífice Pío XI, manda a los
Ordinarios de lugar que se ob ser\'en tanto 'en el p r~parar
como en 'el organizar las dich as p eregrinacion es pías, las
normas siguientes:
l.
Estas pías peregrinaciones llevan siempre un carácter verdaderamente religioso, se lCls tenga y se las realice como actos pertenecientes a la: piedad cristiana y
claramente se las disting.a de los demás viajes emprendidos con fin es de mero recreo. Por tanto, 10 .que haya
de menos congruente. con este citado fin pío y religioso,
quítese en absoluto, y se eviten todas aquellas cosas por
las que pueda conj'eturarse que 'e stas peregrinaciones se
emprendieron con aparato religioso, sí, pero en realidad
y muy principalmente p ara solaz y r ecreo o pasatiempo.
2.
El derecho de promo ver las peregrinaciones pías,
y el de organizarlas pertenece únicamente a la legítima
A~toridad eclesiástica. Por tanto ninguna entidad, .s,in , exceptuar ni siquiera lals que promueyen los Institutos religiosos o sus miembros, podrá erigirse sin promoción o al
menos aprobación de la dicha Autoridad; ni habrá entidad
que no se porte con aquel modo y con aquel orden y
tiempo que tenga fijado, muy particularm ente si hay muchas entidades que persigue el mismo fin .
173 -
3· Cuidará la misma Autoridad eclesiástica de que
toda pía peregrinación se la organice y dirija bajo la moderación de varones selectos; no debiendo faltar nunca un
varón eclesiástico que desemp eñe el cargo de director
espiritual.
. 4. Para fijar los precias, tengan e n cuenta los organizadores que las p'Las peregrinaciones deben ponerse al
alcance también de los fielelS de condici6n más humilde .
Por consiguiente, no se exija en estas peregrinaciones nadia
que pase los límités fijados por una prudente administración, quedando muy lejos cualquier apariencia de lucro .
5. Quienes s'c an del Clero, secular o regular, no se
mezclen en las cosas relacionadas con el llamado aparato
técnico de las peregrinaciones; puesto que no se avienen
esas cosas bien con la d~gnidad eclesiástica. Se ha de
encomendar, pues, ese cargo a seglares, probos y peritos,
de quienes se exija a todo trance que, vigilante la Autoridad
eclesiástica, en todo cuanto se prepare u ordene nada haya
disconforme con el fin religioso, antes al contrario todo se
avenga con la piedad cristiana y todo la fomente .
Dado en Roma, a 11 de febrero del año 1939·
1. Cardo Serafini, Prefecto .
l. Brüno, Secre tario ».
. Cdh el fin de ajustarnos a las sabias disposiciones del Decreto de la Sagrada Congr'e gación del Concilio que acabamos de
transcribir, es nuestro ánimo re unir en breve la Junta Permanente
Diocesana de Peregrinaciones, esta blecida con fecha del 1 d e
marzo' de 1940, por nuestro digno Predecesor en el gobierno de
la Diócesis, el Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. D. Javier Lauzurica.
Vitoria, 16 die abril de 1 948.
t
CARMELO, OBISPO
DE
VITORIA.
-
174 -
- 175-
CIRCULAR NUM. 43
DIRIGIDA AL ILTMO. CABILDO DE LA SANTA IGLESIA
CATEDRAL, A LOS RVDOS. SACERDOTES DEL CLERO
SECULAR Y A LOS SEMINARISTAS DE LA DIOCESIS
DE VITORIA, SOBRE LA FESTIVIDAD DEL BIENA VENTURADO MAESTRO JUAN DE AVILA, PATRONO DEL
CLERO SECULAR.
MIS AMADISIMOS SACERDOTES
y
Si cada l'leminarista y cada Sr. Cura Párroco ponen la cantidad así recaudaGla en manos de 105 Sres. Rectores o de su Arcipreste, y éstos tienen la bondad de remitirla a nuestra Secretaría
dte Cámara, o al Sr. Director Diocesano de la Unión Apostólica,
dlNdro del mismo més de mayo, habremos contribuido t0dos a la
exaltación del insigne Maestro de Santos, el Beato Juan de Avila .
Vitoria, 20 de abril de 1948.
t
CARMELO, OBISPO DE VITORIA .
SEMINARISTAS:
Motiva esta Circular la proximidad del día 10 de mayo, festividad del B~enaventurado Maestro Juan de Avila, Patrono del
Clero Secular Español.
Nuestra Diócesis no debe sustraerse a l movimiento que ca da
vez se acentúa con más intensidad en torn o al sepulcro de tan
insigne Protector de todo sacerdote.
Debemos aprovechar -su fiest.a para demostrarle nuestra devoción, celebrándola con verdadero espíritu de piedad y acudiendo
a su valiosa intercesión ant·e Dios, para ,q ue nos alcance a todos
la santidad, que él tuvo en ' grado tan eminente .
Se la debemos demostrar también de otra manera .
Pronto se nevará a cabo ],a traslación de sus venerandos restos al lugar donde han de reposar de finitivamente; y se ha pensado que varón de tanta doctrina y virtud bien merecía una artística urna de plata para guardarlos.
Varios Sres. Arzobispos y ·Obispos han acogido ya calurosam ente esta idea, y se la !lan propuesto a sus Sacerdotes y Seminaristas, que la han secundado acudiendo a una suscripción, de
carácter compl1etamente voluntario. iniciada en sus Diócesis· respectivas, con el modesto donativo de cinco pesetas por cada Sacerdote y ti¡na por cada seminarista , aungue se aceptan con gratitud
las limosnas que excedan de ese mínimum.
CIRCULAR NUM. 44
DIRIGIDA AL ILTMO. CABILDO DE LA SANTA IGLESIA
CATEDRAL, Y A LOS RVDOS. SACERDOTES DEL CLERO
SECULAR DE LA DIOCESIS DE VITORIA, SOBRE LOS
EJERCICIOS ESPIRITUALES
MIS VENERABLES Y MUY QUERIDOS SACERDOTES:
En relación con los Ejercicios Espirituales por .espacio de
cinco di as completos, obligatorios en nuestra Diócesis para todos
los sacerdot·es seculares que disfrutan en ella de Licencias 1-linisteriales, me es grato comunicaros:
l. Q,
que continuaré dando facilidades a los sacerdotes ancianos y enfermos, que no puedan hacerlos en nuestro Seminario .
2.!I,
que con el fin de corresponder a los deseos manifestados
por algunos sacerdotes, ·e ste la ño, y a título de ensayo, habrá una
tanda de ocho días completos del 6 al 14 de agosto.
3. 2 , . que para los m.iembros de la Unión Apostólica, y para
cuantos sin pert'e necer a ella, .~quisieran él:gregarse, ~ncluso de otras:
- i77-
- i76biócesis tendrá lugar len · el Seminario de Vitoria; del 9 de sep'"'
tiembr,e .' (noche)_ al 17 (mañana) una tand:a de Ejercicios, seguida
de una pequeña Asamblea ~acerdotal.
EDICTO
4.!l, del 1 al 3 o de julio se celebrará, también en el Seminario una tanda de Ejercicios de Mes, como el año pasado. El
núme~o de los asistentes a la misma ya está cubierto.
He aquí la fecha de 10's Ejercicios:
Julio
»
Del
)}
)}
Agosto
»
»
Septiembre
Julio
»
»
»
»
»
»
4 al 1o de Julio.
)}
II al 17
»
18 al 24
6 al 14 de Agosto.
»
22 al 28
4
de
Septiembre.
29 al
»
9 al 17
1 al 30 de Julio.
.NOS
SEl'l"OR
DON
POR LA GRACIA DE DIOS
DE VITORIA,
y
CARMELO
Y
BALLESTER
NIETO,
DE LA SEDE APOSTOLICA, OBISPO
EL CABILDO DE LA SANTA IGLESIA CATEDRAL,
(ocho días}
Unión Apostólica.
Tanda de mes.
Vitoria, 20 de abril de 194 8 .
t
EL
CARMELO, OBISPO DE VITORIA.
HACEMOS SABER: Que hallándose vacante en Nuestra Santa
Iglesia Catedral la Ca'n onjía Doctoral por promoción del Iltmo. y
Rvdmo. Sr. Dr. D. Eugenio Beitia Aldazábal para el cargo de
Auditor del Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica, y
debiendo proceder a la provisión de la misma a tenor del reciente
Convenio entre la Santa Sede y el Gobierno Español, por el presente llamamos y convocamos a los que siendo Presbíteros o en
condiciones <;le serlo intm annum .'a die adeptae possessionis, y
teniendo grado mayor en Teología o Derecho <::;an6nico o en su
caso habiendo desempeñado ministerio eclesiástico en funciones de
gobierno, como Vicario General, Provisor, Secretario de Cámara
o un cargo de Magisterio eclesiástico, como profesor de Filosofía,
Teología o Derecho Canónico (art. IV del Convenio), aspiren a la
expresada Canonjía, para que en el término de 60 días, .contados
desde la fecha de este Edicto YeN03 reservamos prorrogar a nuestro
beneplácito cuantas veces lo juzgáramos conveniente, comparezcan
por sí o por sus apoderados ante el infrascrito Secretario Capitular,
p:l'ese;ntando con la solicitud los siguientes documentos:
l. o
Partida de Bautismo;
2. 0
Título del último Orden r,e cibido;
2
3.
Título de grado mayor en Sagrada Teología o DeI;echo
Canónico; o en su caso testimonio de haber desempeñado ministerio
eclesiástico en funciones de gobierno, como Vicario General, Pro-
- 178-
\
~
I
visor, Secr,e tario d~ Cámara o un cargo de Magisterio 'e clesiástico,
como profesor die Filosofía, T eología o Derecho Can6nico (artículo IV dlel Convenio1;
4.2 Si fueren extradiocesano5 licencia de su Ordinario para
opositar y en caso die ser a graciados para ' aceptar la Prebenda;
S. º Si fueren regulares, habilitación apostólica para 1a .obtención de Pr,e bendas.
Cumplidio el plazo los opositores practicarán ,en los días y
hor,a s que s'e señale:n los siguientes ejercicios:
Expdner durante cuarenta y cinco minutos y ,en lengua
latina con preparación die veinticuatro horas, un punto elegido 'e ntre
tres obtenidlos por piques en el Código d~ Derecho Canónico, r csponmendo acto seguido a dos argumentos de veinte minutos cada
uno que Le pond~án dos de sus coopositores o las personas que designe <el Tribunal ,e n dlefecto de aquéllos.
1.2
Argüir dios veoes ,e n latín extra jorm'am ,contra la doctrina
que ,e xpongan dos de sus contrincantes. Si solamente concurrieren
dos opositores el argumento será uno solo y de media hora.
2.2
3.º Durante el tiempo no menor die media hor~ y máxim'o de
una hora, hacer relación en lengua castellana die un pleito que tomará!n por ' suerte ,e ntre 10's que les presentare el Tribunaf veinticuatro horas antes, exponiendo el derecho de las partes y dictando
:se'Ilt'e ncia definitiva y por escrito, que leerá :e n .el acto del ejercicio
y entr,e gará diespués al Presidente del Tribunal para su examen y
calificación. Los opO'sitores diurante la preparación de este Ejercicio
permaneoerán incomunicadlos en el local que se ,d et.erminará.
El agraciado disfrutará de la ' asignación y :derechos de los de
su clase segú:n las disposiciones vigentes, y :además de las obligaciones comunes a todios los Canónigos de ,esta Santa Iglesia Catedral; tendrá las especiales de informar en todos los asuntos de
intereses y derechos del Cabildo y de la Mitra; de defender gratuitamente los pleitos que sobre ,e stos intereses .0 derechos le confiásemos, reservándonos el derecho de nombrarle sustituto ,e n caso
die enfermedad, con cargo a su Prebenda; de explicar una cátedra
179-
si así 10 dletermináramos, y, por último, de tener a su cargo la
Secr.e taría Capitular cuando 'el Cabildo lo estimarse conv,e niente.
Censurados los ejercicios de oposición y a tendidos los méritos
y servicios de los opositores , daremos al ,expediente el curso que
corresponda, para que según l.as normas canónicas :vigentes confiera la Prebenda.
El electo no podrá admitir cargo ni oficio alguno que, a nuestro juicio, le impida la residen cia y cumplimiento de las obligaciones de su Prebenda.
Dado en Vitoria a veintiuno de abril de mil novecientos cuarenta y ocho.
t
CARMELO, OBISPO DE VITORIA.
DR. D. PEDRO MENCHACA y LENDOÑO,
Chantr,e-PI1esidente accidental.
Por acuerdo del Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo
y Cabildo Capitular, ,
DR. D. PLACIDO INCHAURRAGA,
Canónigo-Secretario accidental.
-
-180 -
181 -
FALLECIMIENTOS
SECRETARIA DE CAMARA
PRESBITE~OS
INSTITUTO GEOGRAFICO y
CATASTRAL
, ~-
Por la Dirección General del Instituto Geográfico y ,Catastral,
con fecha 7 de abril, ha sido dirigida a nuestro R vdmo'. 'P rélado
la siguient'e comunicación:
«Excmo. Sr.:
EnC;omendadosa esta Di rección Gener,al de mi cargo, entre
otros ' trabajos, los ,geodesi'cos necesarios para la lormación del
Mapa Nacional, en el que figuran como puntos principales .situados
por 6US coordenadas geográficas, las torres de las iglesias, en las
que es indiÍJspensable estaciol)ar los aparatos, efectuar mediciones
~Ü"ecta,s e indirecta6 de su altura y aprovechar las condiciones de
,permanencia de dichas torres para dejar seriales de referencias
que le n nada perjudican su constr ucción, me permito encarecer
dicte las dispo'sicion1es oportunas para que las autoridadesdepend~e:ntes de la Is uya, faciliten .al personal ,en cargados de estos ' trabajos, de notoria utilidad pública, cuantas facilidades p:r:ecisen
para el mejor cumplimiento de 6U misión, y ,que a ser posible, se
dé cuenta del' acuerdo de V. E. en el' Boletín Eclesiástíco de esa¡
Di6cesis, a cuyo fin s'e ,exp'r esa ~l dorso, relación de los fundo'naríos que han de l1ealizar los traba j 0 3 indicados» .
Al d'o rso de la circular se insertan los nombres d'el . personal
de la Brigada, de Nivelaciones de Precj'-?iión. Y, sonIos que siguen:
Ingeniero }efe: ,D. José María . GiLLasantas.
Topógrafo :
D, Angel Maté P edroche.
»
D. Santiago Aranda Sánchez,
»
D. Francisco Jiménez Palomino.
»
D. J oaquín Casas Viernas.
»
D. Salvador García Cerón.
De orden de S. E. Rvdma. se ,encarga a los Rvdos. Curas
Párrocos y Encargados de igIe::;ias que reciban con a mabilidad al
personal indicado y Ie concedan cuantas facilidades precisen para
el desempeño de 6U misión.
El día 10 de marzo, D, Angel Zabala Erezuma, Coadjutor de
Ispaster, a los 77. años.
El día 8 de abril, D. Casimiro Urbina y Uzábal, Ecónomo de
Orduña y Arcipreste de su di6trito, a los 56 años.
.!!.)
RELIGIOSAS
El día 2 I de marzo, en el Convento de Agustin~s , de Durango,
Sor Esperanza de Mar ía Begoña Lera, a los 58 años de edad y
3 2 de vida religiosa.
El día 27 de marzo. en el Convento de las Dominicas, de Bilbao, Sor María Asunción Mardlaraz, a los '83 añois de edad y 66
die vida r'eligiosa.
El día 3 1 de marzo, en el ·'Convento de la Purísima Concepción,
die Bilbao, Sor Clara de Asís Astarloa, a los 7 o años de edad y
43 de vida religiosa.
El día 3 ue abril, en el Convento de Franciscanas Clarisas, de
Begoña, Sor María de Jesús Urigüen, a los 59 años de e<;lad y
29 de vida r'e ligiosa.
REQUIEM AETERNAM DONA EIS DOMINE
ET LUX PERPETUA tUCEAT EIS
-
182-
AVISOS
DOTE
Fundada en la Párroqui~ de Gaviria, por ',él Canónigo D. Cristóbal Aguirre, d~ doscientas setenta y cinco pesetas, para doncellas
pobres. Las que s.e crean con 'ú'erecho a ella, puéden solicitarla del
Sr. Párroco de Gaviria, Presidente de dich:a Fundación, en el plazo
de un mes, a paúir de la fecha de la publicación de este anuncio.
ORGANISTA Y CANTORA
En el Convento die RR. MM. Ag~stinas, de Gamgarza de
MencIraro, nec-esitan una organista y una cantora, a las que recibirán sin dote . .
Para informes , escrih¡m a' 'la Priora . de .dicho Convento de Garagarza de Mend'aro ' (GuipÚzcoa) . .
-
183-
JUNTA PROVINCIAL
DEL SEMINARiO MENOR DIOCESANO DE GUIPUZCOA
RECAUDACION DE LOS NUEVE MESES
DEL AJSrO DE 1947
. ARCIPRESTAZGO DE AZPEITIA
Aizarna .
Aiza,rnazáhal
Aizpurucho .
AlzoJa de Aya
Aratz-eneca
Arrona
Artadi
Aya.
Az coitia
Azpeitia
Beizama
Cestona
neva.
Goyaz
Guetaria .
lciar . .
Laurgain
Oiquina .
Régil . .
Urd aneta
Urrestilla
Vidania
Zarauz
Zumaya
674,50 Ptas.
7 6 3,35 »
5°7,5° »
226,10 »
393,5°
1.7 12 ,5°
5 08 ,40
2.233 ,95
9·]22,65
1 1 .923,95
453,75
8·354,85
3.9 2 5,65
69 0,00
1 . 16 9,10
2·457,00
225,00
835,10
4.3 28 ,25
3 2 3,8 5
1. 184,95
845,00
8.5°9,80
6.3 6 5,95
•
TOTAL
»
»
»
»
»
»
».
»
.»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
67.934,65 Ptas.
-
-
184-
Santa Ague da
Udala
Uribarri
Zurimuz
ARCIPRESTAZGO DE EIBAR
Aguinaga de Eibar
Alzola
Astigarribia
Azpilgoeta de Mendaro
Eihar . .
Elg6ihar .
Garag.arza de M·e ndaro
Motrico .
Placencia
TOTAL
134,65 Ptas.
1.677,80 »
1 80,00 »
75 1,35 »
13.99 1,20 »
5·735,60 »
53 6 ,4 0 »
2.2 63,85 »
2.9 60 ,5 0 »
28.231,35 Ptas.
ARCIPRESTAZGO DE MONDRAGON'
Aozaraza
Ap6zaga
ArcaraZo
ArechavaIeta
Arenaza
Bedoña
Bolivar
Escoriaza
Galana .
Goronaeta
Garag.arza
Guellano .
Isurieta
Larrino
Marín .
Mázmela
Mendiola
Mondrag6n
Salinas de Léniz
200,80
2 0 7,65
193,20
2.599,5 0
137,00
273,80
4 22 ,00
2.220,05
62 7,95
282,45
499,55
19 0,00
273,10
266,00
266,60
28 9,00
1"74,3 0
14. 8 39,3 0
606,00
Ptas.
»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
185-
..
5 28 ,25 Ptas.
18 3,20 »
437,45
25 8 ,9 0
TOTAL
»
»
25 .976,05 Ptas.
ARCIPRESTA"zGO DE SAN SEBASTIAN
Añorg.a .
A duna
Aguinaga
Alza . .
Astigarraga ' .
Fuenterrabia
Hernani
Herr·e ra
' Igueld<?
Irún .
Lasarte
Lezo .
Orio .
Oyarzun .
Pasajes Ancho
Pasajes San ' Juan
Pasajes San Pedro
Rentería . .
San Sebastián (Antiguo)
¡'d.
(Buen P astor)
Id.
(San Ignacio)
Id:
(San Vicente)
Id.
(Santa Maria)
Urnieta
Usurbil
900, o 5 Ptas.
9 24,00 »
9 8i ,00 »
994,20 »
2·939,65 »
9.7 8 8, 4 0 »
5. 60 4,05 »
2.74 1,05 »
37 6 ,7 0 »
17.4 11 ,95 »
4.3 02 ,00 »
2. II6,05 »
2·794,80 »
3·539,85 »
4. 6 45; 65 »
1.3 5 2 ,00 »
3.3 1 7,60 »
8. 4 6 8,00 »
10.9 0 9,25 »
45. 0 73,15 »
19. 6 7 0 ,80 »
17 . 688 ,45 »
3 0 .349,05 »
1.57 8,Ó O »
1.813, 0 5, »
TOTAL
200.278,75 Ptas.
-
-187 -
186-
ARCIPRESTAZGO
Arriarán .
Astigarrela
Cegama .
Cerain
Ezquio.ga . .
Gaviria
Iehaso.
Mutilo.a
Ormáiztegui
Segura
Ursuaran . . '
~E
SEGURA
'.
'.
TOTAL
321,0.0. Ptas.
286,25 »
2·332,0.0. »
827,55 »
30.0,35 »
60.7,30. »
699,30. »
1. 29 2,60. »
2· 4 I2 ,9 o. »
2. 02 5,80. »
180.,00. »
I 1.
28 5, o. 5 Ptas.
Gaztelu
Hernialde
,Ibarra
Ieazteguieta
Irura
Larraúl
Leaburu
Lizarza
Oreja
Orendain
So.ravilla
To.lo.sa
Ugarte
Villabo.na
170.,0.0.
597,0.0.
947,0.0.
494,60.
773,40.
23 6,60.
333 ,0.0.
9 8 7, 15
25 1,0.0.
67 6,0.0.
3 6 7,60.
12.0. 1 5,35
166,0.0.
6.871,75
TOTAL
ptas.
»»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
»
42.926, lO. Ptas.
ARCIPRESTAZGO nE TOLOSA
ARCIPRESTAZGO DE VERGARA
Albiztur (Asunción)
Albiztur (Santa Marina)
Aldaba
Alegría de Oria
Alquiza
Alzo .
Amasa
Amézqueta
Andoain .
Ano.eta .
' Asteasu .
Baliarrain
BedJayo. .
Be1aunza .
Berástegui
Berro.bi .
Cizurquil
Elduayen . .
70.0.,65 Ptas.
390.,00. »
66,55 »
570.,35 »
1. 6 70.,0.0.
»
447,90. »
889,35 »
59 8,0.0. »
4. 27 2,25 » ,
664,00. »
573 ,20 »
274,65 »
62 3,10. »
749,0.0. »
1.5 I I ,25 » '
667,10. »
1. 6 53,50.
»
7 18,80. »
•
1.
Aguinaga de Zumárraga
Anguio.zar
Anzuo.la
Araoz .
Elgueta
Elo.sua .
Legazpia
Oñate . . .
San Prudencio. de V,ergara
Santo.s Mánires .
Urréjola . . .
Vergara (Santa Marina) "
Vergara (San Ped~o)
Villareal de Urreehua
Zumárraga . . .
TOTAL
187 ,5 0. Ptas.
69 6,85 »
1,621,4 6 »
37 1 ,15 »
2,0.44,70. »
53 6 ,0.0. »
1. 6 9 8 ,35
»
7·0.28,.(0 »
I64,Oo. »
126,30. »
337,20. »
2·0.0.3,95 »
6.5 16,0.0. »
1.3 60.,90. »
2.5 1 4,90. »
2
7 . 2 o. 7 , 6 6 Ptas.
-
188-
-
•
189-
ARCIPRESTAZGO DE VILLAFRANCA
•
Abalcisqueta
Alzaga .
(A rana . . .
Aratz- Machinventa
Ataun (San Gregorio)
. Ataun (San Martín) "
Aya de Ataun
Beasain
Gainza
Garín
Idiazábal
Isasondo
Lazcano
LegonetG,l
Olaverría
Villafranca de Oria
Zaldivia .
786,25 Ptas.
43 6,10 »
653,80 »
4 13,4 0 »
755,00 »
1.7 10,20 »
377,75 »
4. 10 5,75 »
1. 0 74,9 0 »
86,4 0 »
2. 06 3,20 »
675,95 »
1. 2 39,65 »
83 2 ,00 »
87 6 ,}0 »
5. 8 71,05 »
1. 1 44,00 » .
RESUMEN
»
67.934 ,65 Ptas.
28.23 1,35 »
MONDRAG ON
2 5.976, o 5 »)
S AN ;lEBA STI AN. 200.27 8,75 »
SEGURA
Il. 28 S,05
»
TOLOSA
4 2.9 26,10 »
.'
VE,RGARA27.2 0 7,66 »
·VILLAFRANCA.
23.102.10 ),
»
»
»
_»
»
. »
EIBAR
.
.
TOTAL
CARTA ENCICLIC i\ «MEDIATOR DEI» SOBRE LA
SAGRADA LITURGIA
(Conclusión)
TERCERA PARTE
EL OFICIO DIVINO Y EL Af;¡O LITURGICO
l.-EL OFICIO DIVINO
23· 102 ,loPtas
TOTAL
ARCIPRESTAZGO DE AZPEITIA
DE LA SEDE APOSTOLICA
.
426.~4
1,7 1 Ptas .
El ideal de la vida cnstlana cons~ste en que cada uno se lUna
íntimamente a Dios. Por esto, el culto que la _Iglesia rinde al Eterno, y que ,está recogido en el sacrificio eucarístico y en el luso de
los sacramentos, está .ordenado y dispuesto de modo que con el
oficio divino se extienda a todas las horas del dia, a las semanas,
a todo el curso del año, a todos los tiempos y a 'todas las condiciones de la vida humana.
Habiendo ordenado -el Divino Maestro: «Conviene orar perseveranteinente y no desfalLecer» (132), la Igl,esia, obedeciendo fielmente 'e sta advertencia, no cesa nunca de orar y nos exhorta con
el Apóstol de Jos Gentiles: «Ofrezcamos, pues, a Dios por medio
de El (Jesús), ~inoesar un sacnticio de alabanza» (133)·
La ora't'ón pública y colectiva, dirigida a Dios por todos conjuntamente, en la;mtigüedad sólo tenía lugar en ciertos día"" y
a determinadas horas . Sin 'embargo, no sólo se oraba en las reuniones públicas, sino también ·e n las casas privadas y a veces con
los vecinos y los amigos. No obstante, pronto comenzó a tomar
¡auge 'en las distintas partes de la cristiandad, la costumbre de <;les-
-
190-
tinar a la oración determinados momentos: por ejemplo, la última
hora del día, cuando 'el sol se oculta y se encienden las luces; o
la prim~ra, cuando termina la noche, después del canto del gallo
y al. salIr el sol. Otros momentos del día son indicados como más
propios para la pración por las sagradas escrituras, ls iguiendo las
costumbres tra dicionales h ebreas y los usos cotidianos. Según los
Hechos de los Apóstoles los discíp u los de Jesucristo se reunían
par,t orar en la hora tercera, cuando «fueron llenados todos del
Espíritu Santo » (134); .el Príncipe de los Apóstoles, también antés
de tomar alimento, «subió a lo alto de la casa cerca de la hora
de sexta, a hacer oración» (135); Pedro y Ju~n «subían al templo a la. oración de la hora nona'» (136), y Pablo y Silas «a eso
de medIanoche, puestos ,en oración. cantaban alabanzas a Dios»
(137)·
.
Estas d~stintas oraciones, esp ecialmente por iniciativa y obra
de los monjes y de los ascetas, se perfeccionan cada día más y,
poco a poco, son introducidas en el uso de la sagrada liturgia por
autoridad de la Iglesia.
. El o.fi~i? divino . .es, pues, la oración del cuerpo místico de
Cnsto, dinglda a DIOS en ' nombre de todos las cristianos y en
su beneficio, siendo hecha por <sacerdotes, por los otros ministros de
la Iglesia y por los religiosos para ello delegados por la Iglesia misma.
Cuáles deban ser .el carácter y v,a Jor de esta aLabanza divina se
deduoe de las palabras que la Iglesia sugiere decir antes de iniciar
las oraciones del pficio. prescribiendo que sean recitadas «digna,
atenta y devotamente».
El V~rbo de Dios, al a sumir la naturaleza humana, introdujo
en el de.stIerroterreno el himno que se canta en el cielo por toda
la e~ermdad. El une a sí a toda la comunidad humana y se la
aSOCIa en el ,canto de este himno de alabanza. Debemos reconocer
con humildad que .«no sabiendo siquiera qué hemos tie pedir en
nu:s.tras oraciolles ni ~ómo conviene hacerlo, el mismo espíritu
(~~Vl11o) hace. o produce en nuestro interior nuestra's peticiones a
DIOS con gemIdos que son inexplicable:>)) ([ 3 8). Y también Cristo,
por mea~o de su Espíritu ruega en nosotros al Padre. «Dios no
podlría hacer a los hombr,es un don más grande... Ruega (Je sús )
por nosotros como nuestro sacerdote; ruega en nosotros . como
nuestra Cabeza; nosotros ~e rogamos a El como a nueStro Dios ...
Reconozcamos, pues, tanto nuestras voces en El como su voz en
nosotros...
Se le ;ruega a El como Dios'} rueO"a
El como siervo"}
.,
b
a lh es el Creador, aquí un ser creado en cuanto a,sume la naturaleza de cambiar .sin cambiarse, haciendo de nosotros un solo hombre ,con El: Cabeza y Cuerpo» (139).
-
191 -
A la exoelsa dignidad de esta oración de la I,glesia debe corres..,
ponder la intensa ,devoción de nuestra alma. y' puesto que la voz
del orante repite los cánticos escritos por inspiración del Espíritu
Santo, que proclaman y cx,altan La perfectísima grandleza de Dios
es también necesario ,que a esta voz acompañe -el movimiento in~
terior de nuestro espíritu para hacer nuestros aquellos sentimientos
con que nos ¡elevamos al cielo, adoramos a la Santísima Trinidad
y le rendimos las aLabanzas y acciones de g racias debidas. «Debemos cantar los salmos de manera que nuestra mente concuerde con
nuestra voz» (140). N o s'e trata, pues, de una simple recitacióu
ni de un canto que, aunque perfectísimo según las leyes del arte
musical y las normas de los sagrados ritos, llegue tan sólo al oído
.sino que se trata ante todlo de un1. elevación de nuestra mente 'Y
de nuestra alma a Dios, a f in de que nos consagremos nosotros
mismos y todas nuestras acciones a El, unidos con Jesucristo.
. De le sto depe~de, y ciertamente ,en no pequeña p arte, laeficaCIa de las oraCIones. Las cuales, si no son dirigidas al mismo
Verbo hecho hombre, .acaban con estas palabras: «Por NUestro
Señor Jesucristo» , que, ~omo med~ador ante Dios y los hombres,
n:l,Iestra a~ Padre o:lestial su intercesión gloriosa, «como que está
sIempre vIVO para ;lI1tercedler por nosotros» (141
L?s. sal"?l?6, como .t odos saben, c onstituye~ la parte principal
del OÍ¡CIO dlVmo. Abrazan toda la extensión del día y le dan 'un
toq~e y un ornato dé. santidad. Casiodoro dioe bellamente a pro pÓSIto de los salmos dlstribuído s en el oficio divino de su tiempo:
«Ello ... , con el júbilo matutino, nos haoen favorable el día que
va a comenzar, nos santifican la primera hora dlel día, nos consagr~n la tercera, nos a1.e gran 1a sexta en la fracción dlel pan, noS!
~en~l~n e n la nona el fm dI~l ayuno, co:ncluyen 'e l fin de rra jornada
Impldlendo a nuestro' :espíntu entenebrecerse al aoercarse la noche» (142).
.
.Los salmos repit:~ las v,e rdJades reveladas por Dios al pueblo
elegIdo, a v,e ces terrIbles, a veces, penetradas de suavísima dulzura; repiten yencie~den la esperanza en el Liberador prometido,
que un tIempo .,era ammada con cánticos en torno a l hogar doméstlC~ y en la ffilsm.a majestadl del templo; ponen bajo una' luz ma_'
ravlllosa la pr,ofetlzadla gloria de J esucristo y su supremo y eterno
P?de.r, su vemda y su muerte en este destierro terrenal. su reglá, :
d~gl1ldad y su potestad sacerdotal, sus b enéficas fatigas y su sangré "
derramada por nuestra ,redención. Expresa n igualmente la alegría:
de nuestras almas, la tristeza, la esperanza, d temor, el intercambio
de amor y lel abandono en Dios, como la mística ascensión hacia
los d~vinos tabernáculGs.
«El salmo ... e;3 la: bendkión del pu.eblo, la alaban,z a de Dias,
r.
-
192-
el ¡e logio del pueblo, el aplauso de todos, el lenguaje g,e neral, la
Voz de la Iglesia, la canora confesión de fe, la plena devoción ñ
la autoridiad, la alegría de la 'libertad, el grito de júbilo, el eco
de gozo » (143) .
En 'los tiempos antiguos, la asiste ncia die los fieles a estas ora ciones del oficio ,e ra mayor, pero fué disminuyendo gra dualmente,
y como h emos dicho, s u r¡ecitación está en la a ctualidad reservada
al clero y a los religiosos. En vigor die derecho pues, nada :e stá
presentó a los lSeglares en esta materia; pero es sumamente de
des'e ar' que ta mbién i!l1os tornen parte a ctiva en el canto o · en la
r ecitación del oficio de vísperas,' en los días festivos, en sus pro pias parroquias. as recomendamos vivam ente, venerables h ermanos,
a vosotros y a vuestros fides, que no cese esta piadosa costumbre
y que se le restituya ' eh lo posible su vigencia donde haya desaparecido. E sto tmerá ciertamente fru tos saludables si las vísperas son
cantadas, no sólo digna y decorosam'ente: sino también de forma
que r,e gocije n s uavemente en varias formas la piedad de los fieles.
P,e rmanezca inviolada la observa ncia de los día's festivos, que d eben
ser dedicados y consagrados a Di,o s de modo particula r, y, sobre
todo, del domingo, que los Ap óstole,s, instruíd os por el Espíritu
Santo instituyeron en lugar del sábado . Si fué ordena do a los judíos «Trabajaréis durante seis días ; el séptimo día es el sábado,
de santo descanoSO p.ara el Señ or; cualquiera que trabaje en e ste
día será condenado a muerte » '( 14 4), ¿ cómo no temerán la muerte
espiritual aquellos cristianos que hacen trabajos servi1es en los días
festivos y que, en la duración del "a üSCanso festivo, no se aedican a
la pieda d y a la religión, sino que se ábandonan desorbita damente
a los atractivos del oSiglo ? El domingo y los dta s fes tivos d eben , por
,tanto, estar consagrados al culto divino, con el cual se a dora a
Pios y el alma: se nutre , del a limento celestial, y si bien ~a Iglesia
prescribe sblamente que los fieles dleben 'abstenerse del trabajo
servil y deben asistir al sacri ficio eucarístico, y no da ningún preceptb para ,e l culto v,e spertino, también es cierto que existen, además de " los pr,e ceptos, sus insistep.tes r'e comendaciones 'y deseos,
además de que ,e sto es todavía más imperiosamente exigido por la
nec~esid:ad que toaos tien~n de que el Señor se les muestre propicio
p.ara impetrarle sus b eneficios. 'Nuestro ánimo se entristece profundamente al v'e r cómo en nuestros tiempos p.asa el pueblo cristiano
las tardes de los días festivos; los locales de 'espectáculos públicos
y de juegos 'e stán llenos, mientras que las iglesias se ven men os
frecuentadas de lo que convendría. Sin embargo, es indudablemente
neoesario que todos se a cerquen /a nuestros templos p.ara ser instruídos en la y,e rdad de 1~ fe católica, para cantar las alabalnz~
de Dios y para sie r ,e nriquecidos p or el sacerdote con la bendici ón
-
193
[eucarística y provieerse de la ayuda celestial contra las adv'e rsidades
,de la vida pr esente. P·rocuren todos a prender las f6rmulas que se
cantan en las vísper.as e intenten p enetr.ar su íntimo significado,
y baj o el influjo de estas oraciones experimentarán aquello que
San Agustín afirmaba de él; «i Cuánto lloré 'e ntre himnos y cánticos, vivamente conmovido por el suave canto de tu Iglesia 1 Aquellas voces re sonaban ,e n mis oídos, destilab an la verdad en mi co-;.
raz6n y me 'inspirahan sentimietrJ.tos de devoci6n, y las lágrimas
corrían y me ha cía n bien » (145).
n .- ,CICLO D E LOS MIST ER IOS EN EL AÑO LITURGICO
Durante todo el curso d el año, la celebración del sacrificio
eucarístico y él o ficio d~vino se desenvuelve, sobre todo, en torno
a la "persona de Jesucristo, y se organiza de forma tan concorde ' y
cOllgruent,c qu e 11 0 5 h ace conocer a la p erfección a nuestro Salvador
en sus mist,e rios de h umillación , d e redención y de triunfo.
.
R evocando est os misterios d e Jesucristo, la sagrada "liturgia
trata de haoer particip ar en ellos a to dos 100S creyentes; dé forma
que la divina cabeza del cuerl}o m ístico viva en la p1enitud de su
'santidad en cada uno de l os miembros . S ean las almas ' de los c ris'~
tianos como altares ¡en lo's que se repi tan y Se r evivan las varías
fases del 'sacrificio .q ue inmola el Sumo Sacerdote : los dolores y
las lágrimas, que ¡,a van y e xpían los p '~cados; la ' oraéi6n dirigida
a Dios, que se eleva h asta el cielo; l a .p r opia inmolación hecha
con ánimo pron to" 'g eneroso y solícito y, por fin, la íntima unión
con la cual n OS " abandonamos a Dios nosotros y nuestras coSas," y
descansamos 'e n E l , ,«siendo el juego de la religión el imitar "a
aquél a quien adora» (I46) .
Confor me con estos modos y motivos con que la liturgia propone la n uestra meditación en tiempos fi jos ia vida de Jesucristo, , la
Iglesia neis m uestra ,e jemplos que deb emos imitar y 'los tesoros "'de
santidad que hacemos ,l1ueoS tros, por que es n~cesa:i-io creer con ,el
espíritu lo que se canta con la b oca, y traducir en la práctica -de
las costumbres públicas y prIvadas lo que se éree con el espíritu.
, Así, en la época de Adviento, excita en nosotros la: 'c onciencia
de los p ecados miserablemente cometidos, y nos exhorta para que,
frenando los deseo's con la mor tificación voluntaria del cuerpo, nos
recojamos 'e n piadosa .medita ción y nos sintamos impulsados por- el
deseo de v olver a Dios, que es el único que puede liberarnos con
-
194-
su gracia ,de la mancha de los pecados y de los malesl, que son
su consecuencia.
Con la conmemoración del nacimiento del Redentór, parece casi
reconducimos a la gruta de Belén, para que allí aprendamos que
es absolütament'e necesario nacer de nuevo y reformarno::;. radicalmente, lo que ;;ólo es posible cuando nos unamos íntima y vitalJl1ente al Verbo ,d e Dios, hecho hombre y seamos p artícipes de su
divina natura leza, a la que seamos elevados.
Con la , olemnidad de la Epi fanía, recordando la voc<lción de
los gentües a la fe cristiana, quiere que demos gracias todos los
días al Señor por tan gran beneficio, que deseemos con gran fe
al D ios vivo, que comprendamos con gran devo ción y profundidad
las cosas sobrenaturales, y que practiquemos el silencio y la meditación para poder fácilmente entender y co'nseguir los dones celestia1es.
En 105 días de Septuagésima y de la Cuaresma, la Iglesia,
nuestra Madre, multiplica sus cuidados para que cada uno de nosotros 'Se percat'e diligentemente de 's us miserias, sea activamente
¡i:ncitado a la enmienda de las costumbres y deteste de forma particular los pecados, laván dolo'5 con la oración y la penitencia, ya que
la asidua oración y la peniten cia de los pecados cometidos nos obtienen la ayuda divina, sin la cual son inútiles y estériles todas
nuestras obr3!s.
En el tü~mpo sagrado en que la liturgia nos propone los atroces
dolores de Jesucristo, la Iglesia nos invita al Calvario para seguir
las huellas sangrientas del Divino Redentor, a fin de que con gusto
llevemos la cruz con El para que tengamos en nosotros los mismos
sentim~entos de expiación y de propiciación y para que juntos muramos todos con El.
.
Con la solemnidad pascual, que conmemora ·el triunfo de Cristo,
nuestra alma ,es invadida por una íntima alegría, y debemos oportunamente pensar que ,también nOSotros d~bemos resucitar juntamente con el Redentor de una vida fría e inerte a una vida: más
santa y fervo r osa,ofreciéndonos todos ' con generosidad a Dios y
olvidándonos de esta .miserable tierra para aspirar solamente al
cielQ .: « Si habéis resucitado con Cristo , buscad las cosas que son
de arriba ... , saborearos en la's cosas del cielo» (1 47}.
En el tiempo de Pentecostés, finalmente, la Iglesia nos ,e xhorta'
con sus preceptos ,y sus obras a ofrecernos dócilmente a la acción
del E spíritu Santo, ,el cual quiere iriflamar nuestros corazones de
caridad divina para que progresemos cada día en la virtud con
mayor empeño y flsí nos santifiquemos, de la misma forma que
Cristo Nuestro Señor y su Padre celestial son santos.
Todo el año litúrgico puede, pues, considerarse como un mag-
- i95nífico himno de ,a labanza que la familia cnstlana dirige al Padre
celestial por medlio ~e Jesús, eterno mediador; pero reqúiere también die nosotros ,u n 'e studio diligente y bien ordenado par,a conocer
y alabar cada vez más a nuestro 'Redentor: un esfuerzo intenso y
eficaz Y un adiestramiento continuo para imitar sus misterios, para
entral' voluntariamente eil ~l camino die sus d()lores y para participar, finalmente, de su gloria y de su eterna bienaventuranza.
De cuanto ha sido 'e xpuesto, aparece claramente, venerables
hermanos, lo a1ejadosque están del verdadero y genuino concepto
de la liturgia aquellos escritores modernos que, engañados por una
pretendida disciplina mística (Superior, se atreven a afirmar que no
debemos concentrarnos sobre ~l Cristo histórico, sino sobre el
Cristo «neumático y glorificado», y no vacilan en anrmar que en
la piedad de los fieles ~e ha verificado un cambio por 'el. cual
Cristo ha sldo . c3!Si'destronado con la ocultación del Cristo glorificado que vive y reina .por 'los siglos de los siglos y está sentado
a la diestra del Padr,e, mientras que en su lugar se ha introducido
al Cristo de la vida terrenal. Por esto algunos llegan hasta ,e l punto
de quer'e r retirar de las iglesias las imágenes del Divino Redentor
que sufre en la Cruz.
Pero estas falsas .o piniones son ' del todo contrarias a la sagrada
doctrina tradicional. «Cree ¡en Cristo nacido en carne -dice San
Agustín- y llegará al Cristo nacido de Dios, y Dios cerca de
Dios» (148). La sagrada liturgia nos propone también a todo
Cristo, en los varios aspectos de su Vida: el Cristo que ~s Verbo
.del Padre Eterno, flue nace de la Virgen Madre de Dios, que il10S
enseña la verdad, ,que sana a los enf.ermos, .que consuela a los afligidos, que sufr,e, que muere y que, por fin, resucita triunfando s~­
bre la m.u erte; ,q ue reinando 'e n la gloria del cielo, nos envía dl
Espíritu Paráclito, y flue vive siempre en su Iglesia: «Jesucristo,
el mismo que 'ay,e r es hoy, y lo será por los siglos Id~ los siglos »
( 149). Y, además, ,n o ' nos lo presenta sólo como un ejemplo que
imitar, sino también como un maestro a quien escuchar y un pastor
a quien seguir; ¡::omo m ediador de nuestra salvación, principio de
nuestra santidad y cabeza mística de la que somos miembros, vivos
con su misma ;vida.
.
Y así como sus acerbos dolores constituyen el misterio principal de que -proviene ñuestra sálvaciól1, está conforme ' con las ex:igencias de la .fe católica el destacar esto todo lo posible, porque
esto es como ',el centro del culto divino, siendo el sacrificio eucarístico su cotid~ana :representación y renovación y estando todos los
sacramentos unidos con estrechísimos vínculos a la cruz (ISO).
Por esto el año litúrgico, al que la piedad de la Igtesia alimenta
y acompaña, no ,es una frfa e inerte representación de hechos que
-196 pertenecen al pasad!o p una siempre y desnuda reevocación ' de realidades de otros ,t iempos. 'Es más bien Cristo mismo, que vive en
su Iglesia ,siempre y que prosigue el camino de inmensa misericordia por El iniciado con piadoso consejo en esta vida mortal, cuando
pasó derramando bienes (1 5 1)_ a fin de poner a las almas humanas
en contacto con ,sus misterios y hacerlas ' vivir por dIos, misterios
que están perennemente presentes y operantes, no en la forma incierta y nebulosa ,d e que hablan algunos escritores recientes, sino
porque, como nos [enseña la doctrina católica y según la sentencia
de los doctores de la Iglesia, son ejemplos ilustres de perfección
cristiana y fuentes d e gracia divina por los méritos y la intercesión
del Redentor y ,porque perduran en nosotros con su efecto, siendo
cad!a uno de dIos, en la manera adecuada a su índole particular,
la causa de nuestra salvación. A esto se añade ,el que la piadosa
:Madre Iglesia, mientras propone a nuestra contemplaci6n los rriisterios de Cristo, invoca con sus oraciones aquellos dones sobrenaturales por medio de los cuales sus hijos se compenetran oel
espíritu de estos misterios por virtud de Cristo. Por influencia y
virtud de 'El, nosotros podemos, con la colaboración de nuestra
voluntad, asimilar la fuerza vital con ramas del árbol, como miembros de la cabeza y nos podemos, progresiva y laboriosamente,
transformar «a la medida de la edad perfecta de Cristo» (152).
IlI.-LAS FIESTAS DE ,LOS SANTOS
En el curso del año litúrgico se celebran no ,s ólo los misterios
de J esucristo, sino también las fiestas de los santos, en las cuales,
aunque se trataél!e un orden inferior y subordirtado, la Iglesia
tiene siempre la preocupación de proponer a los fieles ·e jemplos de
santidad que los ~stimulan a adornarse de las mismas virtudes del
Divino Redentor.
Es necesario, ·e n efecto, que imitemos las virtudes de los santos, en las cuaLes brilla de modo vario la virtud misma de Cristo,
como que de El fueron aquellos imitadores. Así, ,e n algunos refulgió
el celo del apostolado; en otros, ,s e demostró la fortaleza de nuestros héroes hasta la efusión de la sangre; en otros, brilló la cons- ,
tante vigilancia 'e n la adoración del Redentor; en otros, refulgió el
candor virginal del ,alma y la modesta dulzura de la humildad cristiana; en todos ardió una fervorosísima caridad hacia Dios y~ hacia
el prójimo. La Liturgia pone ante nuestros ojos todos estos adornos
de santidad a fin , de que los contemplemos saludablemente y para
- '191
,
a nosotros a quienes a1egran sus méritos, enfervoricen sus
que « ,
l'
.
.
1
(153)
eJ.e mp o s l', _
. Es' necesario' .pues " conservar . « a mocenCIa
. en
'Uez la concordia e n la candad la modestIa en la humIldad,
el
la sen
,
'
,
.
'1'
1
la diligencia en el gobierno, ~a vigilancIa en el aUXI lar a. que
. la misericordia ¡:!n el cUIdar a 105 pobres, la constancIa en
sU f re,
. d d 1 ·di . r '
defender la verdad, la justicia en la sevend~
e a
SCIp ma,
que no falte en nosotros ninguna de las vIrtudes que nos ñan
;;:: propuestas como ejemplo. Estas son las huellas de. lo~ santos,
ue nos dejaron ,e n su retorno a la patria pa~a que, sIguIendo ·s u
¿amino, podamos también seguirles en la santIdad C. 1 54)... y para
que también nuestros sentidos sean saludablemente ImpreslOn~dos~
1 Iglesia quiere .que en nuestros templos sean expue~tas las lffiá
aenes d~ los santos, pero siempr,e con el misrr;o fm. a saber:
~Que imitemos lasvirtud!es de aquéllos cuyaslffiágenes veneramoS» (155)·
,
Pero háy todavía ,otra razón para el culto de los sa':ltos por el
cblo cristiano: la .de implorar su ayuda y «ser sostemdos por el
~~trocinio de aquéllos con cuyas alabanzas nos regod jamos» , ( 1 5 6) ,
De ,e sto 8e deduce fácilmente el porqué de la8. numerosas fom1~1~s
de oraciones que la Iglesia nos propone para mvocar el patrOCll11O
de los santos. .
.
, '
Entre los santos tiene un culto preeminente la Vnge':l Mana,
Madre de Dios . .Su vida, por la misión que le fué co~fLada por
Dios está estrechamente unida a los misterios de Jesucnsto, .Y s~­
gura~ente nadie ha seguido más de cerca y con m~yor ~flcacla
que ella d camino trazado por el Verbo Encarnado" ~ nadIe g~:a
de mayor gracia y poder cerca del Corazón SacratIsIrr;o del HIJO
de Dios y, a través del Hijo, cerca del. Padre ~eles.tIal; Ella ,e s
más santa que los querubines y los serafmes, y Slll mngun parangón más gloriosa que todos ' 103 demás santos, siendo «llena ~e
gra~ia» (1 57) Y .Mad~e de Dios, y habiéndonos d~do. con. su !eliz
parto al 'Redentor. A Ella, que es .«Madre de mlsencordI~, .Vlda,
¡dulzura y esperanza ,nuestra», recurnmos todos nosotros, «gImIendo
y llorando en este valle de lágri,mas» (1 58). y ,e ncomendamos .con
confianza a nosotros mismos y todas nuestras cosas a su proteccIón:
Ella se convirtió ~n nuestra Mad~e al hacer el. Divino Redentor ,el
sacrificio de Sí mismo, y por esto, con .este nusrr;o titulo, nosotros
somos hijos suyos. Ella nos ens:~a todas las VIrtudes, n.os da a
su Hijo, y con El, todos los auxIlIos q~e nos son l1!eces~nos, porque Dios «ha querido que todo lo tuvIésemos por medlO de María» (159)'.
' '_
Por este camino litúrgico que todos los anos se nos abre de
nuevo bajo la acción santificadora de la Iglesia, confortados por la
ayuda y los eje~plos de los santos, y, sobre todo, de la Inmaculada
- i98
Virgen María, «acerquémonos ... ,con sincero corazón , con plena
fe, purificados los ,corazones de las inmundicias de la mala conciencia, lavados en el cuerpo con eL agua del bautismo » (160),
al «gran Sacerdote» (161), para vivir y sentir cón El y penetrar
por medio de ,E l «por el velo» (162 ) , y , allí honrar al Padre celestial por toda ~a eternidad.
,
Tal es la re sencia y la razón de ser de la sagrada liturgia; se
rrefier,e al sacrificio de los 'sacramentos y l a alabanza de Dios; la
:unión de nuestras ~almas con Cristo y su santIficación por medio
eFel Divino Redentor, a fin de que sea 'honrado Cristo, y por El
y en El, la santísima Trinidad: «Gloria al Padre, al Hijo y al
Espíritu Santo ».
PARTE CUARTA
DIRECTIVAS
PASTORALES
I .-SE RECOMIENDAN VIVAMENTE LAS OTRAS FORMAS
DE PIEDAD NO ESTRI CTAMENTE LITURGICAS
Para alejar de la Iglesia los errores y 'las 'e xageraciones de la
verdad de que hemos hablado más arriba, y para que 'los fieles
puedan, guiados po'r las normas más seguras, practicar el apostolado litúrgico con frutos abundantes creemos oportuno, venera61es
hermanos, añadir algo para deducir consecuencias prácticas de la
doctrina expuesta.
Al tratar de la verdadera piedad hemos afirmado que entre la
liturgia y los .otros actos de piedad -siempre que estén rectamente
ordenados y tiendan ,a l justo fin- no puede haber verdadera oposición; antes, al .contrario, hay algunos ejercicios piadosos que la
Iglesia recomienda grandemente' al clero y a los religiosos.
Ahora bien, queremos que el pueblo cristiano no s ea tampoco
ajeno a estos ejercicios. Estos son, por hablar tan sólo de los
principales, la meditación de temas espirituales, el examen de conciencia, los r,e tiros ~espirituales, instituí do p ara reflexionar más intensament,e 'sobre las verdades et,ernas; las visitas al Santísimo
Sacramento y las oraciones particulares en honor die la bienaventurada Virgen María , entre las cuales sobresale, como todos saben,
el rosario.
-
199-
A estas múltiples formas de piedad no pueden ser extrañas la
inspiración y la acci6n del Espíritu Santo; en efecto, ellas -aunque
de maneras distintas- .tienden todas a convertir y dirigir a Dios
nuestras almas, para que las purifique de los 'p(ecados, las animen
a la consecución de la virtud y, por último, para que las estimule
a la verdadera piedad, acostumbrándolas a la meditaci6n de las
' verdades eternas y haciéndolas más adaptadas a la contemplación
de los misterios de la naturaleza humana y divina de Cristo. Y,
además infundiendo intensamtmte en los fieles la vida espiritual, los
dispone a participa r e n las sagradas funciones con mayor fru to y
evitan el peligro d e q ue ~las oraciones litúrgicas se reduzcan la un
vano ritualismo.
No os canséis, pues, vener ables h ermanos, en nuestro célo
pastoral, de recomendar y fomentar estos e jercicios de piedad, de
los que sin duda s e derivarán saludables frutos al. pueblo que os ha
sido confiado. Sobre todo no permitáis -como algunos 'p retenden,
bien con la excusa de una renovación de la liturgia, bien hablando
con ligereza de una eficacia y dignidad exclusivas de los ritos litúrgicos- que l as igLesias estén ceuadas durante las horas no
destinadas a las funciones públicas, como ya slioede en algunas
regiones; que se éliescuiden la adoraci -Sn y la visita al Santísimo
Sacramento; que se aconseje en contra de la confesión de los pecados hecha con la única fi n alidad de l a devoción, o que se descuide especialmente entre la juventud, hasta el punto de languidecer, el culto de la Virgen Madre de Dios, que, como dicen los
santos, es señal ,d e predestinación, Es tos son frutos envenei1ados,
sumamente nocivos a la piedad cüstiana ~ que brotan de ramas infectadas de un árbol sano; por esto es necesario cortarlas, para que
la savia del árbol sólo p ueda surtir fruto s agradables y óptimos.
Puesto que, por otra parte, las opiniones manifestadas por. algunos a propósito de la confesión frecuente son del todo a jenas a l
espíritu de Cristo - y de su Esposa inmaculada, y verdaderamente
funestas para la vida espiritual, r ecordamos lo que a est'e propósito
hemos escrito con dolor en nuestra encíclica «Mystici Corpóris» , e
insistimos de nuevo para que prop ongáis a la seria meditación y a
la dócil actuad6n de n uestros rebaños, y especialmente de los candidatos al saéerdocio y al clero joven , cuanto állí hemos dicho con
graves palabras.
Orientad, pues , nuestra a ctividad de modo particular para que
muchísimos fie1es, no sólo del clero, sino ta.mbién seglar,es, y especialmente los pertenecientes a las socied ades religiosas y a lajs ramas
de la Acción Cat61ioa, tomen parte en los retiros mensuales y en los
ejercicios espirituales realizados ,e n determinados días para fomentar
la piedad. Como h emos dicho rnása:rriba, 'e stos ejercicios espirituales
-
200-
son utilísimos e incluso necesarios para instilar en las a1mas la v:erdadera piedad y para jornadas ,e n la santidad de modo que puedan
obtener de la sagrada liturgía b.e neficios más eficaces y abundantes.
En cuanto a las varias formas en que se suelen practicar estos
ejercicios, sea bien sabido y claro a todos que en la Iglesia terrena
como en la ~e1estial hay «muchas habitaciones » (164), Y que la
ascética no puede ser monopolio de nadie. Uno sólo 'es el Espíritu;
que, sin embargo, «sopla donde quiere» (165), y con diversos dones
y por diversos caminos dirige a las almas por él iluminadas la la
consecución de la santidad. Su libertad y la acci6n s obrenatural' del
Espíritu Santo en ellas ha de ser una cosa sa crosanta, que a Ininguno
debe estarle permitido, bajo ningún título, perturbar ni conculcar.
Es sabido que 10's ejoercicios espirituales de San Ignacio fueron plenamente aprobados y consistentemente recomendados por Nuestros
Predecesores por 's u aClmirable eficacia y N os también, por la misma razón, los hemos aprobadlo y recomendado, como ahora con
mucho gusto los aprobamos y recomendamos.
Es absolutamente necesario, sin embargo, que la inspiracIOn
para seguir y practicar determinados ejercicios de piedad venga del
Padre de la luz, del que provienen todas las cosas buenas y todos
los dones perfectos (166), Y de esto será índice la eficacia con que
contribuirán a que el cultó divino sea cada vez más amado y iampliamente fomentado, y con que los fieles se sientan animados de un
de,:,eo más intenso de participación en los sacramentos y en ' el honor
y obsequio debidos a todas las cosas sagradas. Si, por >el contrario,
obstaéulizasen o se r evelasen contrarios a los principios o normas
del cuIto divino, entonces, sin duda, se deberían considerar como no
ordenados por rectos pensamientos ni guiados por un celo iluminado.
Hay, además, otros ejercicios de piedad que si bien en rigor
de derecho no pertenecen ala sagrada liturgia, revisten particular
dignidad e importancia, de forma que pueden ser considerados como
~ncluídbs de alguna manera en el ordenamiento litúrgico y gozan de
las repetidas aprQbaciones y alabanzas de esta sede apostólica y de
los Obispos. Entre ,ellos se deben citar las oraciones que se suelen
rezar durante d mes ae mayo en honor de la Virgen Ma dre de Dios
o durante el mes de junio en honor del Corazón Sacratísimo de
Jesús, los triduos y las novle nas, los vía crucis y otros semejantes.
Estas prácticas piadosas, al excI tar al pueblo cristiano a una
asidua frecuentación del sacramento de la penitencia y a una devota
participación en el ,s acrificio euorístico y en la Mesa Divina, así
como a la meditación de los misterios de nuestra redenci6n y ala
imitaciólJ- de los grandes ejemplos de los santos, contribuyen con
fruto saludable a nuestra participación le n el culto litúrgico. '
Por todo lo cual haría una cosa perniciosa y errónea quien osase
-
201 -
merariamente arrogarse la reforma de estos ejerCIcIOs de piedad
teara reducirlos a los s ol
' "
' . SIn
'.
os esquemas
hturgIcos. E s necesarIO,
Pmbargo, que el espíritu de la sagrada liturgia y 'sus preceptos in;lUyan benéficamente so?re ellos para evitar que en ello~ se introduzca algo inepto o indIgno del de c oro~e la casa de DIOS,. o que
vaya en detrimento de las sagradas funcIOnes o sea contrano a la
sana piedad.
.
Cuidad, pues, venerables hermanos, de que esta pura y genuma
iedad prospere bajo n uestros ojos y florezca cada vez más. Sobre
rodo, no os canséis de inculcar a cada uno de los fieles que la vida
cristiana no consiste en la multiplicidad o variedad de las oraciones
y los ejercicios de piedad, sino que consiste, sobre t,odo, en que ~stos
y aquéllos contribuyan realmente ,,1 progreso espintual de los fle1es
y con ello al incremento de la Iglesia toda . Ya que el Eterno Padre
nos escogió por El mismo (Cristo) antes de la creaci6n del mundo
para ser santos y sin nlácula en su presencia » (167). Todas nuestras
oraciones, por tanto, y todas nuestras prácticas devotas deben tender
a 'dirigir todos nuestros recursos espirituales a la consecución de
este supremo Y nobilí,s imo {in.
II ,-ESPIRITU LITURGICO y APOSTOLADO LITURGICO
Os exhortamos, pues, con instancia, venerables hermanos, para
que eliminados los errores y las falsedades , y ~:ohibi~o. t?d? lo que
caiga fuera de la verdad y el orden, promovaIs las InICIatIvas que
dan al pueblo un conocimiento más profundo de la sagrada liturgia,
a fin de que pueda participar mas adecuada y fácilment'e en los ritO's
divinos con disposición verdaderamente cristiana.
Es necesario ante todo esforz í rseen que toüos obedezcan con
la fe y reverencia debidas los decretos publicados por el 'Concilio de
Trento, por los Romanos Pontífices y la Congregación de Ri~~s y
todas las disposiciones de lo s libr03 litúrgicos, en lo que se refIere
a la acción externa del culto público.
I
En todas las cosas de la liturgia deben resplandecer, sobre todo,
esos tres ornamen tos de que nos habla nuestro predecesor Pío X,
a saber: la santidad, que libra de toda influencia profana; la nobleza de las imágenes y de las form'ls, a 'la que sirven todas las
artes verdaderas y mejores, y, por . ultimo, la universalidad, la cual,
conservando las legítimas costumbres y los legítimos usos regionales expresa la católica unidad de la Iglesia (168)..
-
202-
Deseamos y recomendamos cálidamente una vez más el decoro
de los sacrificios y los altar,es sagrados. Que cada uno se sienta
animado por 'la palabra divina: «El celo de tu casa me tiene consumido» (169)., Y trabaje según sus fuerzas para que todas las cosas,
sea en los edlificios sagrados, sea en las vestiduras y en las siobrepellices litúrgicas , a un cuando no brillen por su excesiva riqueza y
esplendor, s'e an, sin embargo, apropiadas y limpias, estando todo
consagrado a la Divina Majestad, Que si ya más arriba hemos condenado el erróneo modo de obrar de aquellos que con la excusa de
revivir lo antiguo quier,e n expulsar ale los templo's a las imágenes
.agradas, creemos 'que es nuestro deber reprender aquí la piedad
mal entendida de aquellos que en las iglesias y en los mismos altares
proponen a la veneración sin justo motivo múltiples simulacros y
efigies; aquellos que exponen réliquias no reconocidas por la legítima autoridad y aquellos, en fin, que insisten en detalles particulares
y de .poca importancia, mi,entras 'descuidan las cosaspúncipales y
necesarias y ponen así en ridJículo a la religión y envilecen la ISCriedIad del culto,
I
Recordamos también el decr~to «sobre las nuevas formas de
culto y devoción que no se deben introducir», cuya religiosa observancia recomendamos a vuestra vigilancia. ,
,En cuanto a la mística, obsérvense escrupulosamente las determinadas y claras normas emanadas de ,e sta sede apostólica. El canto
gregoriano, que la Iglesia romana 'considera como cosa suya, porque
lo ha recibido de antigua tradición y lo ha conservado en el transcurso de los siglos bajo su diligente tutela, y que e1la propone ,a
los fiel<es como cosa tamoién propia de ellos, y que prescribe de
manera absoluta en algunas partes de la Liturgia (17 1) no sólo
añade decoro y solemnidad a la celebración de los divinos Misterios,
sino que contribuye ,en forma maxima a acrecer -la fe y la piedad
d'e los asistentes. A cuyo propósito, nuestros predecesores de inmortal memoria, Pío X y Pío XI, establecieron ~y 'Nos confirmamos con nuestra autoridad las disposiciones d adas por e1los- 'que
en los Seminarios le Institutos réligiosos sea cultivado con estudio y
diligencia el canto gregoriano, y que, al menos en las iglesias más
importantes, s'e an r'cst.auradJas las antiguas «Scholas Cantorum» ,
com0 ya ha sido hecho con feliz resultado en no pocos lugares ( 17 2 ) .
Además, para que los fieles participen más activamente en el
culto divino, ha de ser resucitado el canto gregoriano también en el
uso del pueblo y en la parte que al pueblo corresponde. Y urge
verdIaderamente que los fieles ,a sistan a las oeremonias sagradas no
como espectador'es mudos y ajenos, sino profundamente emocionados por la belleza de la liturgia ... , que alternen, según las normas
prescritas, !Sus voces con la voz ' del sacerdote y del coro; si esto,
-203actas
la
Dios, se verifica, no s'uc~derá más que el pueblo r,espon~
gr enas con un leve y ligero murmullo a las oraciones comunes d~­
~has en latín y en 'lengua vulgar» (1 73).. La multitud que a~iste
iatentament'e al sacTificio del altar, en el cual nuestro Salva~or, J11I:men.te con sus hijos redlirnidos por su sangre, canta el 'e pltadamlO
~e sU inmensa caridad, ciertamente no podrá ~al1~r, porqu~ «cantar
s propio de quien ama» (1741, y como ya decra un antlguo pro~erbio, «Quien bien c,anta, re~a ' dos ve~es». De ,esta forma, ~ IgI~. militante , clero y ~ueblo
Juntos 'umrán
su voz a .los cántIcos de
sIa
l'
.
,
la Iglesia triunfante y a los coros angélIcos, y todos J~tos ca?t.aran
un magnífico y eterno himno de alabanza a la SantislI~a Tnmdad,
como está ,e scrito: «Con los cuale; te rogamos que t'e ~hgnes acog,e r
también nuestras VOOOS» (175)· .
, .
~,
No obstante, no ,s e puede afumar que la mUSIca y el canto
modernos deban ser excluídos por completo del culto cafólico. Antes
bien' si no denen nada de profano o de inconv'e niente para la santidad del lugar y de la acción sagrada, ni derivan de una 'vana búsqueda de le fectos extraordinarios 'einsó~tos,. es nece.sario, ciertamente abrirles las puertas de nuestms IgleSIas, pudiendo er uno
y la ~tra contribuir no poco al esplendor de los ritos sagrado~, a
la eLevación de 1as mentes y, 'e n general, a la verdadera devoCIón,
Os exhortamos también, venerables heImanos, 'a que ' procuréis
fomentar d canto rdigioso popular y su exacta e}ecuci6n, hecha
con la conveniente dignidad, pudiendo esto 'e stimular y acreo~r la
fe y la piedIad de la muchedumbre cristiana. Asciende al Cielo el
canto unísono y potente de nuestro pueblo como -el fragor de las
olas del mar (176), expr,e sión armoniosa y vibr,ante de un solo corazón y de una sota alma {In1, comooonviene~ a hermanos e hijo¡s
de un ITÚsmo padr,e.
,
Lo que hemos dicho de la música, dicho queda a propósito de
las otras artes, y especialmente ,d e la arquitectura, de la escultura
y de la pintura. No se deben de~pr'eciar y repudiar genéricamente
y como criterio fijo las formas e imágenes reCIentes,. más adap;adas
a los nuevos mat,e riales con 'los que hoy se confecclOnan aquellas;
pero evitando con un pru~ente .equilibrio el excesi,:o realrsmo por
:una parte y .el exagerado slmbohsmo por otra, y tel1lendo en cuenta
las exigencias de la comunidad cr~stiana más bien que e~ juicio (~i
gusto personal de' los artistas, és <i?,solutamente .necesano dar lI?re
campo también al arte modJerno slempre que s~r~,: con la deh.lda
'l'ev,e rencia y el honor debido a los sagrados sacnflclOs y a los ntos
sagrados; de forma que también ella pueda unir su voz al a?mirabIe cántico de gloria que los genios han cantado en los SIglos.
pasados a la f e católica. No podemos por menos, sin embargo, movidos por nuestro deber de conciencIa,que deplorar y reprobar
~quellas imágenes recientemente introducidas por ,a lgunos, que parecen ser depravaciones y deformaciones del verdadero ,arte y que a
ve.ce~ repugnan abiertamente al decoro, a la mode3tia y a 'la piedad
cnstl~na y ofenden lniserablemente al genuino sentimiento religioso;
estas lffiágenes deben mantenerse absolutamen te a le iadas de nuestras
iglesias, como, en general, «todo aquello que no J esté en armohÍa
con. la santidad del lugar» (17 8).
Ateniéndoos. a las normas y a los aecretos 'de los P.ontífices
procurad düigentemente, venerables hermanos, iluminar y dirigir ra'
mente y el alma de los arti3tas a 103 cuales se confíe la misión de
rest~urar .y reconstruir tantas iglesias arruinadas o destruídas por
la vlolen::l~ de la , guerra; ojalá que puedan y quierari, inspirándose
en. la r,~l1glón, ,e ncontrar los mo tivos más dignos y aaecuados a 'las
e~lgenCIas ~'el culto; así ,s ucederá que las artes 'humanas, casi vemdas del cIelo, resplandezcan con una luz serena, promuevan grandemente la. ::ivil~zación humana y contribuyan a la gloria de Dios
y a la santIfIcaClón de las almas. Porque la3 artes están verdaderamente conformes con la re1igión cuando sirven «como nobilísimas
esclavas al culto di vino» (1 79).
Pero hay una 'e'o sa t~davía más importante, venerables hermanos, que recomendamos de modo especial a vuestra solicitud y a
vuestro c.elo apostólico. Todo.. l0 que a fecta al culto religioso 'externo tiene su importancia, pero urge sobre to\10 'que los cristianos
vivan la vida litúrgica y con ella alimenten e ' incrementen su esp'íritu sobrenatural.
P~ove~d, p~es, dIligentemente a que el clero joven s~a formado
en la l11te!lgenCla de las ceremonias sagr<J.das y en la comprensión
de su majestad y belleza y aprenda diligentemente las rúbricas, en
armonía con su formación ascética, teológica, jurídica y pastoral.
y esto no sólo por razones de cultura; no sólo para que 'e l seminarista pueda un día realizar los ritos de la religión con el !Orden
el decoro y la dignidad necesarios, sino, sobre todo, para que s~
educado en íntima unión con Cristo sacerdote y se convierta en 'un
santo ministro de santidad.
. Procurad también por todos los medios que por los procedi~
mIentos que vuestra prudencia estime mas apropiados, eL puéblo y
cl:r~ s.ean U!;a. sola :nente y una so:a al:na, y que ¡así, lel pueblo
cn~tIano partICIpe actIvamente en la lIturgIa, que entonces será verdaderamente la acción sagrada en la cual el sacerdote que atiende
a la cura 'o e almas, ,e n la parroquia que le ha 'sido 'confiada, unido
con la asamblea del pueblo, rinda al Señor el culto debido.
Para obtener esto, será ciertamente útil que se escojan jóvenes
pia?osos y bien instruídos entre toda clase de fieles, para que, 'con
deslnt,e rés y buena voluntad, sIrvan devota y asiduamente al altar,
- 265. . . 6n que ,d ebería ser tenida ¡e n gran consideración por los padreS',
rn~~ lós de alta condición social y cultural. .
. '
¡a Si estos jóvenes son instruídos con el cUIdado necesano. y baJO
. 1'1 ncia de un sacerdote para que cumplan este cometIdo con
la Vlg
a
. .1,
tancia
y reverencia, y en las horas esta"bleCllJias,
se hará fácil
~~nsue surjan 'e ntre ellos nuevas vocaciones sacerdotales el clero
q lamentara, de no encontrar -como sucede a veces mcluso en
no
~enes catolicísimasa nadie
reglO
.
. que en la celebración del augusto
sacrificio les responda y les SIrva.
..
..
Intentad sobre todo, obtener con v'uestro dI 1gentíslmo celo,
ue tod'Os lo~ fieles asistan al sacrificio eucarístico y saq.uen de ~l
(
más abundantes frutos de 'salvación; exhortadlos aSIduamente
:~in de que participen en él con devoción, de todas aquellas fO~I?-~S'
legítimas de .que m~s arriba hemos h~blad~ .. El augusto sacnhCl~
del altares ,él acto rundamental del culto dlvmo; es necesar.lO,. pOI
t que sea también la fuente y el centro de la piedad cnstlan~,
~~ ~~nsideréis satisf,e cho vuestro celo apostólico hasta que .no veáIS
estros hijos acercarse en gran número al celeste co~vemo que es
~;cramento de piedad, signo de unidad, víncul? de candad» (180),
Para que el 'pueblo cristiano pueda consegUIr estos dones !obre¡naturales cada vez con mayor abundancia, i?struído con ~Uldado,
or medio de oportunas predicaciones y especl~lmente con dISCurS~S
P ciclos de conf'erencias, con semanas de 'e studl? y con otra~ mamIestaciones semejantes, sobre los teso~os .de pIedad c~ntemdo~ .en
la sagrada liturgia. A este fin, tendré~s Clertam~nte a v~estra disosición a los 'miembros de la Acción 'Católica, sl~mpre dlspuest?s a
~olaborar con la jerarquía para promover. el remo de Jesucnst.?
No obstante, es absolutamente necesano que en tod? esto VIgiléis atentamente para que en el campo de~ Señor no se 1l1trod~zca
d enemigo para sembrar la éiz~ñ~ en medIO del grano _( 181), en
otras palabras para que no se mfiltren en vuestro reb,ano los ~~r­
nici~sos y sutÚes 'errores de un f:also «misticismo» y de un nOCIVO
«quietismo» -errores, como sabéIS, ya condenados p~r N os (182).
ara que las almas no sean reducidas por un pelIgroso «hurr;a~i;mo'» ni se introduzca una falsa doctrina que. altere la nocl~n
misma de la fle, ni, por fin, un excesivo «arqueologlsmo» .'en materIa
litúrgica. Cuidad con igual diligencia para que no se dl!undan l~
falsas opiniones de aquello~ que~ si~ .razón, cre.en y ensenaJtl que
naturaleza humana ae CrIsto glonflcada habIta realmente y. ~on
su continua presencia en los «justi:icados», o que una sola e ,l~en­
tica gracia une a 'Cristo con los miem~r?s de su Cuerpo. MISt:.CO.
No os, dejéis desanimar por las dIfIcultades que surjan, SillO
,q ue éstas sirvan para estimular vuestro cel.o pastoral. «Toc~~ la
trompa en Sion, convocad la asamblea ,reumd al pueblo, santIfIcad
r
- 2Ó6
la Iglesia, congregacIJ a los vecinos, recoged a los mnos»
\
.
ti 83)
Y
hacer por todos los medios que se llenen por doquier las iglesias
y los altares d!e cristianos, que, como miembr os vivos unidos a su
Cabeza divina, sean restaurados por las gradas de los sacramentos,
ICelebr,e n el augusto sacrificio con E~ y . por El., y d!en: al ieterno
Padtre las alabanzas debidas.
•
* * *
Todas estas cosas, v,e nerables h ermanos, teníamos intenci6n de
escribiros, y 10 hacemos a fin de que nUestros 11ijos y los 'Vuestros
comprend!an mejor y estimen más el preciosÍsimo tesoro contenido
'en la sagr,ad!a Liturgia; es decir, el sacrificio eucarístico que representa y r'e mueve el sacrificio de la cruz, los sacramentos, ·t íos 'de
gracia y d!e vida divina, y el himno de alabanza que el de10 y 'la
tierra leloevan cada día a Dios .
S éanos permitido esperar que estas exhortaciones nuestr,a s estimularán a los tímidos y a los recalcitrantes no s6lo a un !estudio
más intensQ e iluminad!o de la liturgia, sino también a traducir
'en la práctica de la vida su esp1rÍtu sobrenatural, como dice ,él
Ap6stol: «N o apaguéis el espíritu» ( 18 4).
A aquellos a quienes un celo excesivo les. muev'e a veces la
d!ecir y hacer cosas que nos duele no poder aprobar, les r.e petlmos
la advertencia de San Pablo: «Examinad, sí, todas las cosas y
ateneos a lo bueno» "(185 ) , y les amonestamos con ánimo paternal
para que ajusten su modo' de pensar . y obrar 'én lo reterente la la
,d octrina cristiana, conforme a los preceptos de la inmaculada Esposa de Jesucristo y ~Madr,e de los santos.
.
A todos, también, recordamos la. neoesidad de una generosa y
fiel obediencia a los pastores, a quienes compete el derecho e incumbe re1 deber 'de r·egular toda la vida, y ante todo, la !espiritual
die la Iglesia. «,Obedeced a vuestros prélados y estadles sumisos,
ya que ellos velan como gue han de dar cuenta de vuestras a lmas.
para que lo hagan con alegría y no penando» (1 86) .
Que .el Dios que adoramos y que «no es Dios de 'discordia, sino
,de paz» (18 7l, nos conoeda benigno a todos el participar en este
,d!estierro terrenal con una sola mente y un s010 coraz6n en la 'sagrada liturgia; que sea como una preparacI6n y un auspicio de
aquella liturgia oelesüal con la cual, como confiamos, en compañía
. die la excelsa .Madre de Dio,s y dulcísima Madre nuestra, cantaremos: «Al que ,e stá sentado en: el trono y al Cordero, bendici6n !y
honra y gloria, y potestad por los siglos de los siglos» (188).
- 2Di
Con esta gozosí,s ima esperanza, a todos y cada uno de vosotros,
venerab 1es hermanos , a los fie],es
. conliad!os
. a,vuestra vigilancia
como au spicio de los .dones .celestlales y test;~ol1l0 de nuestra pa~­
ticular benevoloencia, uupartlmos con grandlSInfO afecto la bendIci6n . apostólica.
Dado en Castelgandolfo, üer ca de Roma, .el 20 de noviembre
del año 1947, noveno de nuestro pontificado.
PIO PAPA
XII.
(132) Luc. XVIII, 1.-(133) H ebr., XIII, 15.-(134) Cf. Act., U, 1-15.
-(1 35) Ibídem, X, 9.--(136) I bídem, III, 1. - (137) Ibídem, XVI, 25.-(138) Rom., VIII. 26.-(139) S. Augustin., Enarr. in Ps. LXXXV, n. 1.
-(140) S. Benedict., "Regula ~on achorum»,. c. XIX. - (141) Hebr., VII,
25 -(142) "Explicatio in Psalterlum», Pradatlo.-(143) S. Ambros., Enarrat.
in' ps. I, n. 9.-(144) E xod., XXXI. 15.-(145) Confess., libro IX, cap. 6.
-(146) S. Augustin., «De Civ. Dei:>, lib. VIII, cap. 17.-(147) Coloss.,
III, 1-2.-(148) S. Augus tin., Enarr.m P s. CXXIII, n. 2.-(149) Hebr.,
XIII, 8.-(150) S. Thom., «Summa Theol.», UI, q. XLIX et q. ~XU ,
arto 5. - (151 Cf. A cta, X , 38. - (152) Eph., "IV, 13. - (153) «MIssale
Rom.», Conecta UI Missae pro plur . Martyr. extra T. P:-(154) S. Beda
Vener. , Hom. LXX in soloemn. omnium Sanct.-(155) «MIssale. Rom.» , Col1ecta ' Missae San loan Damasoen.-(156) S. Bern., Sermo II m f,esto omnium Sanct -(157) Luc., I, 28.-(158) «Salv·e R'egina». - (159) S. Bern.,
In Nativ. · B. M. V. , 7.-(160) H eb r ., X, 22. - (161) Ibídem, X, 21.(162) Ibídem, VI, 19.-(163) Cf. «C. 1. C. », can. 125.-(164) Cf. loan.,
XIV, 2.-(165) loan ., IU, 8.-(166) CL lac., r. 17.-Q67). .Ephes., l, 4.
-(168) Cf. Litt. Apost. Motu Proprio «Tra le solle'Cltudml», d. d. 22
Nov. a. 1903 .....,..(169) Psalm. LXVIII, 10; loan., U, 17.-(170) .Suprema. S.
Congr. S. Offiói: Decretum d. d .. 26. ~aii 1937.-(171) .Cf. PlUS X, L!tt:
Apost. Motu Proprio «Tra le So1leCltudI1l1»..: - (17~) Cf. PlUS X, ~o~ .. CIt. .
Pius XI, Const. «Diviní cultis», U, V.-(1¡3) PlUS XI Const. «DIVlnl c~l­
tis», IX. (173) S. Augustin , Serm. CCCXXXVI, n· l. - (175) «MISsaIe Rom. », Praefatío.-(176) Cf. S. Ambros., «Hexa~eron», IU,
23.(177) CL Act., IV, 32.-(178) «C. l. C.», .can. 1.178. - (17~) PlUS Xl,
Consto «D ivini cultis».-(180) Cf. S. Augustm, Tract. XX~I m loan:, 13.
-(181) Cf. Matth., XIII, 24-25.-(182) Litt. Encycl. «Mystlci COI'Rorls».(183) Ioel, n , 15-16.-(184) I Thess., V, 19.~(185) Ibídem, V, 21."":"'(186)
Hebr., XIII, 17.-(187) ICor., XIV, 33.-(188) ·Awc., V, 13.
.
?,
- 208-
LEGISLACION CIVIL
SUMARIO DEL BOLETIN OFICIAL DEL ES)'ADO
DEL 1 AL 31 DE MARZO
MINIST. DE TRAB .-O. 18 dic. 1947.-B. 'O. E . ,3 ·m r . -Por
la que se aprueba el Reglamento Nacional de Trabajo para -Establecim~entos Sanitarios de Hospitalización y de Asistencia. En
este número y siguientes del Boletín Oficial se inserta el texto
literal. de este importante Reglamento . Sus p receptos, con algunas
excepclOnes que se indican, obligan a todos los Establecimientos
Sanitarios que se dediquen . a hospitalización Q tratamiento de enfermos, tanto oficiales como privados; a los que pertenezcan ,él
la Iglesia, Congregaciones religiosas y Fundaciones y a los sometidos a regímenes especiales.
.
MINIST. DE LA GOB.-Decr. 13 feb.-B. O . E. '8 mr.-Por
el que se conceden los beneficios ¡de la Ley de Ordenación de Solares a la Anteiglesia de Amorebieta.
JEF. DEL EST.-Decreto-Ley 20 feb .-B . O. E. 10 mr .- Por
el qúe se regula la propiedad de las viviendas a cogidas a las Leyes
d.e 25 de junio de 19·35 ry 25 de noviembre de 1944.-RectificacIón, B. O. E. 15 marzo.
. MINIST. DEINDtJST. y -COM.-O: 5 ,f eb . -B. O. E. 11 mr. y
sIg.-Por las que se autoriza la linstalación de viveros flotantes
para la cría y engorde de 'linejillones en los ríos "Urola y Narrondo (Zumaya).
MINIST. DE EDUC. NAC.-Decr. 27 feb.-B. O. E. 17 mr.Sobre conmemoración del XIV 'Centenario de ;San Benito.
.
MINIST. DE EDUC. NAC.-Decr. 12 mr.-B. O. E.29 mr.Sobre ceLebración del primer centenario de 'Balmes.
ADMIN. CENTR.-Justicia, Subsecretaría.-B. O. E. 30 mr.Adjudicando a D. José Macazaga Alberdi lel concurso-subasta de
las obras de construcción del Palacio de Justicia de Vitoria .
- 2Ó9-
CRONICA DIOCESANA
EJERCICIOS RADIADOS PARA ENFERMOS EN TODA LA DIOCESIS.-( I4 de marzo) .-Precisamente el domingo 14 de marzo
en que tenía lugar el «Día del Papa» daba comienzo en nuestra
Diócesis los ya acostumbrados Ejercicios Radiados para . Enfermos : · Cuando son tantos los Ejercicios y prácticas piadósas de
levantamiento de la vida de piedad en la Cuaresma. TIohabí<iTI
de ser los preteridos los enfermos de la Diócesis. y así este'
año se inauguró para ellos esta tanda radiada con una alocución
del M. 1. Sr. Vicario General y runción Eucarística desde el
Seminario Diocesano, que continuaron después en sus, :respectivas
provincias , hasta el domingo siguiente que nuestro am'adísimo Prelado con una fervorosísima y consoladora plática dió por terminados los Ejercicios radiados .
MONSEÑOR VIZCARRA EN VITORIA.-( 24 de ' marzo) . -A .fin
de . oficiar en nuestra Catedral los días de la Semana Santa, por
sentirse algo ·i ndispuesto nuestro amadísimo Prelado diocesano,
llegó a Vitoria Mons. Vizcarra. Obispo Titular de Eresso y Consiliario General de la Acción Católica Española, el cual también
ofició en la Misa Pontifical del Domingo de Résurrecci6n. impartiendo después de ella' Mons. Ballester la Bendici6n Papal a los
fieles.
EL ARZOBISPO DE YUCATAN EN EL SEMINARIO.-( 6 dI' Ilbrit) .
Roma se detuvo en España el séñor
Arzobispo de Yucatán, y ,entre las capita~ ,que está visitando llegó
a Vitoria con el especial motivo dB :visitar el Seminar.i.o lo mismo
en su aspecto material que en su funcionamiento interno, saliendo
muy complacido de la visita efectuat!la, durante la que los alumnos
de nuestro primer centro do cent'e le dedicaron :una breve Ve1ada.
También visitó las Parroquias de la capital diocesana.
~Después de su visita a
-
. DIA 'f~E ACCION CATOLICA.-( 1 I de abril) .- En toda la DióceSIS se na celebradioel bí!a de la Acción Católica "Española
S
Con
g r an b'11
n ianteZ. u preparación h a sido cuidadosa por las e uatr
Ramas y sus C onSIIarloS
T'
.
y C ons cJos.
Una propaganda muy bieno
estudiada logró atraer la atención general hacia este día de 1
D
..
,
a
oml~lca del Buen Pastor ya designado en nuestra Diócesis, como dla de A C E oC o r onaml'.e nto d e esta preparacIón
.
fué la AlocU~Ión ra~lJ.ada. del Excmo. Sr. Obispo que Se dirigió por radio' a
toda. la DIócesIs, conectando con Vitoria, las de Bilbao y San Sebastlán: Así que el domingo por el número y él fervor de las
CQmUnIones generales, por la prep aración die la predicación y
por 'las fervorosas Horas Santas, destacó este día como los de' las
grandes soLemnidades. En Bilbao se cel'e bró además lesa semana la
S emana de la Madre Cristiana, magníficamente organizada por la
A. .C. E . en esa capital. Es Idle creer que también las Colec tas
realizadas 'en- favor de la A. C. -E. que ahora se están recibiendo
sean un .índioe más del profundo arraigo que la Acción Católica
ha obtemdo en nuestra Diócesis.
•
-
210-
211
B/BLIOGRAFIA
o
o
•
.
'
o
•
o
«,CATECISMO DE LA CONFIRMACION A LOS MORIBUNDOS», por el Rvdo. Dr. D. José !lI1z. de Marigorta.
publica el Rvdo. Dr. D. JoséMz. 'de Mafigorta él Decreto
«Spiritus Sancti munera», die I4 de septiembre de I946, por el
que la Santa Sede generaliza y extiende a los Párrocos la facultad
de administrar a los fieles n o confirmados y en peligro de muerte,
el Sacramento de la Confirmación.
Añade el autor un daro comentario en forma dialogada a tan
inter,e sante Decreto, así como l<lis fórmuLas rituales die dicha Confirmación, Y los formularios con que, según tel mismo Decreto, han
de comunicar se al Rvdmo. Prdado Diocesano los casos de administración dlel susodicho Sacramento por los Párrocos ; por 10 que
juzgamos de gran interés para todos este «Catecismo de la Confirmación» .
({'ORACIONES IMPERADAS».
El mismo autor ha recogido le n otro lascículo muy manual
las «Oraciones y Devociones 'Imperadas», que se hayan disperdigadas por Jos Boletines Oficiales del Obispado; y cuyo' rezo se
ordena con fr,e cuencia, como próximamente las de los meses de
mayo y J'unio, y otras dturante el ~ño, siendo por tanto el libro
un verdadero acierto.
«lN DICE ANALITICO DEL BOLETIN OFICIAL DEL OBISPADO DE VITORIA» (I862- I 94 8)_.
o
,
.
El propio Dr. Mz. die Marigorta publica en esta tercera óbrita
el primer índ~cede nuestro Bol:etín, desde ¡:;u existencia, reduciéndolo p.or ahora a Las principales materias ~n cuanto a (<normas,
documentos y ·e piscopologio».
Todo índice, de suyo, se recomienda ya; pero obtiene ' un valor
práctico indudable cuando se refiere a publicaciones como la nuesr
tra, donde se han ido r'e uniendo, en ¡ei trascurso de los ,añQs, tan
interesantes materiales, y tan a ctuales y oportunos iiÍyrnRt!O;; .s in; ·
[213]
r o,
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212-
que sea fácil dar pronto con todas ,esas "fuentes doctrinales o dispositivas, de no tener un índice y guía · de lo más destacado al
menos.
.
BOLETIN OfICIAL DEL OBISPADO DE VITORIA
Est-ms tr,es publicaciones son las primeras de una serie titulada
«Ediciones Parroquia».' Los pedidois .al autor; Editorial Social
Católica, Viloria.
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AñO LXX XIV
.·
Núm. 5
Mayo de 1948
SECCION OFICIAL DIOCESANA
«FR<UTOS: DÉ LOS SANTOS», por Al,onsa de Villegas.---'-Aposto_
. la~o de la Prensa, S. A .-Velázquez, 28! -Madrid.
El . a meno escritor Alonso de Villegas, después ' de nanar ' delidosamente en los cuatro grandes volúmenes de su Flos Sancto rain
la vida de Cristo, de la Virgen y de los Santos, coronó su obra
. con una quinta parte, que intituló Frutos de los S,antols, rico fl orilegio de:. los hechos más ' insignes e interesantes de la historia
eClesiástica, sin desdeñar tampoco la profana, especialmente ¡a
españ.ola.
De este in folio sacamos ahora a luz dos tomitos, que se leen
con el interés die los cuentos y con la edificación de las leyendas
sagmdJa:s .
«DOS HUERFANAS», por J. M. Villatranca.-Apostolado de la
Prensa, S. A.-Velázquez, 28, Madrid.
La emocionante ,e scena se dlesarrofu en -Inglaterra; la lÍerÓica
paciencia yhumildlad de una piadosa huerfanita .católica, ' 'secundada
por la caridJa:d inteligente de una señora, también católica, dan terrible . batería al orgulloso y frío corazón a lel abuelo, rico hacendado
protestante, hasta rendirlo, obligándole a reconocer a ~us pobres
nietecitas Iy convertirlo en el lecho de ,muerte a la religión verdadera.
Ni un momento decae el interés' del relato.
«:BLAN CA, LA ESCLA VA», novela de los tiempos de la esc1avitudi.-Apostoladode la ·Prensa, S. A .-Vdázquez, 28, 'MadúcL
Blanca, joven y pr~fundament'e cristiana, es arrancada de los
brazos de 's u ,padre y vendida al Piejor postor, que' la arroja ' a la
bodiega de un barco, ,a tada juntamente con una negra de quince
afros, y la transporta a los mercados de América para venderla.
Lo que entre las dios jovencitas esclavas empieza por :forzada e
intolerable ·. oercania die los cuerpos, se transforma, merced á las
delicadezas y sentimientos religiosos de Blanca, en' unión espiritual
de las almas, y, paso a , paso, la negrita se eleva hasta el heroísmo .
Novelita. llena de emoeión y de interés.
t
•
EXCMO. Y RVDMO. SR. OBISPO
CIRCULAR NUM.
45
DIRIGIDA AL ILTMO. CABILDO DE LA SANTA IGLESIA
CATEDRAL A LOS RVDOS. SACERDOTES DEL CLERO
SECULAR REGULAR Y A LOS FIELES DE LA DIOCESIS
DE VITORIA, PIDIENDO ORACIONES PARA QUE LA PAZ
REINE EN PALESTINA ..
Y
MIS VENERABLES Y MUY QUERIDOS SACERDOTES :
AMADISIMOS
FIELES :
d
lo.s fieles de nuestr.a Di6cesis,
Dirigimos estas lineas a toos
.
pero más particularmente a 1oS mnos, c uyos. ángeles ven siempre
la faz del Padre que está en los cielos.
.
Su Santidad el Papa ha pedido oraciones para Impetrar del
l
.
Altísimo que se aSlente
a I
paz n
en led
muo y que se resuelvan en
,
justicia las graves y ,e spinosas ' cuestiones que están planteadas
sobre Palestina .
Esta Tierra, que acostumbramos a llamar Santa: c~nsti~ye la
mejor' parte ' del patrimonio ' cristiano; sobre su terntono dls~utan
árabes y judíos; ' perod cristianismo tiene también que deCIr su
palabra que es de paz entre las razas y los pueblos porque s.obre
su ciel; cantaron. los ángeles _un día memorable: «Paz en la tlerra
<l. .l~s . hombres de buena voluntad».
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