irrcA.agable su misma

Anuncio
2.6
de nuevas leyes, las necesidades de la Rcligioo, los
ordenes de la Guerra, las delicadezas de [a polirica , y que se yo que mas
de un fardo insoportable de interesantes, y {jravicimas ocupaciones:
que un Rey, en estasituacion, se dedique á exam inar , á inquirir,
ádiél:ar
providencias, á ordenar
reglamentos,
á organizár expediciones,
á pre ..
venir con actividad
extraordinaria
ql1'<1mo pue·
de conducir á nuestro ali vio J
preservarnos de
la muerte: C]uc este Rey se sacrifique á tanta vigilancia , y tltiga como sino tuviera otro pen~
samicnto, ni destino; es un hecho (}ue solo puede
creerse, viéndolo execurado: un m ,í lag ro, cuyo origen es necesario buscaren los eternos registros de
aquel Dios que maneja el corazon de los Reyes (2. 1 ).
.
Todas estas dificultades son palpables.
la Providencia
las tuvo muy presentes, y no obs ..
tante ella quiere,
ella determina
que nuestro
Princj pe haya de ser el egecur6r de sus resoluciones. Quiere tarnbien que el ardiente zelo del
Monarca por nuestro bien estar se comunique
á
sus Ministros. Aquel gran Principc de cuyo merito sublime es documento irrcA.agable
su misma
....
ya
CH ) G(¡1' Regis
in man» Dominé Prov. Gap. 21,
® Biblioteca Nacional de Colombia
YI..I"
17
elevacion, la conhanza , y amor del Soberano: este hcroe de b p~LZ, cuya fama, ~y alta rcouracion
resuena, y se dilata por todos los angulos de la ricr ..
ra , veta inbtigablerneme
por la exaéta exccucion de los ordenes del Rey. Los Concejos, los
primeros Xefcs, los Ivlaglstrados} los Gobernado ..
res, y todos los miembros principales
del Cuerpo Monarquico influyen rcspeccivamenre para per··
feccionar el cxito de las reales intenciones,
y p:trece que el Espitiru del Señor obra en cada uno
de ellos, inspirando un entusiasmo geoeral en los
diferentes ordenes del Estado,
hn de que todos
cooperen á darnos la Salud, y á merecer un Justo
l
~
l
a
reconocirruento.
Ahora:
como las obras del podér y
nngnif1cenciJ. del Seiior son la voz con que nos
la impenetrabilidad
de sus
arcanos (2. 2); ya no se puede ignorar que su in-
habla,
y desenvuelve
ha
sido entrar al Rey de España en plr·
te del reconocimiento
que debemos á Su lvbgeSt;1tf
misma. ¿ ~AlS con que hnes? ¿Por ventu ra p:lra movernos
una gratitud meramente politica
mundana? ¿Para encender J1UCSUOS pechos en un arnec.¿
tencion
a
infruttuoso,
y
qUé
se exhale en alabanzas,
y clogi;SIJ"'.,,,
.¡ ,
(22) Vox Domlnl in oirt ate , oox Domlnl ftrmagniji ...
eeniia, Psalm, 2.8~ i{ +\
.
,.~~
® Biblioteca Nacional de Colombia
')111
.",~~~
/
"
1S
de un Rey que nos felicin~ No, Señores: todo eso
es obra del Siglo, afc:t'l:os inforrncs , obsequios ni iserables , que pas:l.O, (_}ue se olvidan y consumen
sin utilizar al objeto,
ni acreditar al autor.
Vale mas el rueuo
cons,) humild'e
y.
rante del que ora fervorosamentegue
todos los
poemas,
aplausos, y panegíricos
estimados por
el siglo corno los oráculos, y monumentos
de la.
glori,l. Sustituyamos á esos frivolos holocaustos
d~ Ia vanidad mundana los oficios de una solída pied.ld, los Sacrifi~ios de un espitiru devoro ,
que son retribuciones
mas oportunas,
y adcquadas para lucrar efe él:os vcnt i jos al Principe, y á su
Imperio. Nada es mas conveniente al caracter de
unos subdiros Cristianos, y al espiritu de la Iglesia. Ella creyó desde su infancia, que orar por
los Soberanos, y su Revno, es una de las pr irneras
reghs del Cristianismo. L1S celebres apologías de S.
ustrno , y Tertuliano,
hacen ver que en los primeros Siglos, entre las tribulaciones de la perse ...
cucicn , los fieles ofrecian S:lcrificios continuos
por b felicidad del Imperio, y de aquellos rn ismos Emperadores
Gentiles que 10$ riranisaban y
J
oprimian
(2, 3') ¿Que no será justo hacer por
(l3) Apologla
1 de
S. }uJtino
tulial'w Cap. 29. 30. 3 r,
r p.
n,
t7,=' Apol<Jgia
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de
un
Ter·
:.
Rey Católico,
y lleno de beneficencia?
,-
Dios nos
de esta obligacion,
y
al intento hi. hecho dos cosas. Por una parte 6xa en un mismo pUnto el recononimienro
que
devemos 1 Su N1agestad por la esclucion que nos ha
insta por el cu m plirn icnto
concedido del contagio que nos afligia; y el que es
preciso tener al Rey por. su cooperación,
á fin
de que en los momentos
fervorosos
en que le
damos gracias, y le hacemos
su misericordia. á dispensarnos
petremos con ansia para un
beneficiarnos.
Por otra, nos
propicio, inclinando
sus dones;
los imRey <]ue acaba de
excita á dirigir to ..
do el fondo de nuestro reconocimiento
á su adorable providencia, no tanto por' el presente beneficio, como por el que nos bá concedido de anrernanoen
la persona de un Rey tan pío, bencíica, y generoso, qual se hace conocer en esta ocasion, Yo creo que ninguna
cosa coduce tanto á
interesarnos en procur,lr su conservación y fel icidad,
como este conocimiento
que tanbien nos
facilitará desempeñar lo que debemos
Dios.
Porque no se puede ignorar que los
buenos Principes son regalo de la Divina miserr ..,
cordia, y un beneficio de aquellos ql1e merecen ~':
colocarse en el orden sublime:
asi como los ma los,
irreligiosos, y. crueles son efeéto de la indign:~cion
~
a
® Biblioteca Nacional de Colombia
3°
Y cólera de Dios que quiere castigar con furor,
como nos advierte él mismo por boca de sus Profetas ( 2.4 ). l'Jo por esto penséis, que voy á difundirme en elogios de nuestro Monarca rcynante,
Esto seria obra de mucho tiempo,
y yo apenas
le tengo para hablar de lo que propuse. Dire si,
que este Principe es uno de los mas señalados beneficios de que somos deudores á la clemencia, y
liberalidad
del Todopoderoso, y para demostrarlo,
basta ocuparme de mi principal asunto. Ello es
que la conducta observada por el Rey en el caso que motiva
mi discurso, nos descubre toda
la grandeza, y hermosura
de 'su alma; y parece
que Dias le destinó para una execucion tan bri ...
llanee, con el intento de hacernos admirar y agradecer todo 10 que debemos á Sl1 Providencia.
y si no decidme, (. quales eran las
condiciones
necesarias en un Rey para que llegase
executar lo que el nuestro h:i praticado
en la ocasion j Se requeria nada menos que un
Soberano liberal, humano,
generoso, de inaudita bondad, de consumada
prudencia,
lleno de
zelo por la causa publica, de amor por sus Vasallos, de valor é intrepidez para despreciar difi ..
a
.
( 24) Ipsl regnauerunt, et non ex me. Os« Cap. 8,
meo. Ose" Cap. X3.F., 111
Vaho tibi Rtgeminfurore
® Biblioteca Nacional de Colombia
t_ 4.
31
cultades: que expendiese con Real magnificencia las
riquezas del Erario: que em please toda su arcncion
y vigilancia en procurar la felicidad de sus subdiros: que mirase la salud, el descanso, y 11 vi ..
da de cada uno de ellos como el bien mas apreciable, y concerniente
al colmo de su gloria. No
me detendré
yo en probar individualmente cada.
una de estas proposiciones,
que demuestra
con
superabundancia
el hecho mismo. (Como? ¿ Un
gran Rey consagrar todos sus cuidados á cada.
Pueblo de una basta Monarquia?
(Emplca(
caudales inmensos por inibirlos
perpetuamente
de
una fatalidad?
¿ Apartar
de su Corte, aun aquellos que alli le sirven, exponiéndolos
á viajes casi
interminables,
y peligrosos, para que socorran, y,
remedien hasta el ultimo de los Vasallos? Meditad, Señores, cada una de estas acciones en par ...
ticular, y esta sola reílexion os convencerá
de lo
dicho, y de que jamas hubo quien comprendiese mejor la cstimacion
que merece la vida
del hombre, ni quien haya trabajado
tanto por
su conserva cían como nuestro Soberano.
Desnudémonos
por algunos ~~"n~s
'<le la falsa preocupacion , que prefier;e,;' el del ':\
honor al bien de la vida. Este es un heróismo de ':;
fanfarronada
que inspiraron las declamspiones de ",/
" ~,i'~\~J'"
~!~.,.r:.:~-.-.
"® Biblioteca Nacional de Colombia
37-
los Oradores antig'Jos, yel entusiasmo de losPoetas
paganos.
La verdadera moral nos enseña que
la vida es el bien Supremo, san Agustin lo de.rnuescra (2.5), y lo mismo se colige. del suceso
de Job ( 2. 6). Sin embargo: no se encuentra en h
historia
de las Naciones,
alguna, que tomase
mucho empeño en contener, y menos en preve·
nir los estragos, Ó fracasos de b salud, y vida de
los hombres. Aunque los Griegos, y Romanos hayan sobresalido
Unto
en la amiguedad
por su
· cultura, humanidad,
y sabiduria, no se divisa ni
un rasgo qL1e nos indique aplicacion á este ramo,
ran propio del gobierno,
en aquellas Repúblicas.
· El sabio indagador de los usos y costumbres de
· ·la Grecia no· há .podido presentarnos, quando nata
de la peste de Atenas, otro documento relativo
á la materia, que el noble desinreres con que Hy ...
pocrares sededicoá la curación de sus com patrio ..
ras, despreciando
las ricas ofertas del Rey de Persia (2. 7 j. Por lo que toca á Roma, no hallamos
se tomase otra precaución en el tiempo de pesre
que la supersticiosa,
y ridícula ceremonia de hxar
(15) JnPsalm.
70.
( z6) Pellem pro prllc, tt cuneta qu.e habet homo dabit
'1. 'Il. 4.
Vo}'ag6. dI le ¡e,1JneAl1acharJis en Grsce,
pro anima su«. fob. Ca[J.
(27)
Barteltm!
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33
en
el CiDitillio
I
Por
un
clavo.
lo dcrn.is ,
g,ln1, que el mundo
h1
yo
confieso
de buena
visto Príncipes
admira-
blcs que dieron pruebas nurenticas de su dcsinteres , de SIÍ bündld,
de su virtud,
y tierno amor
á sus Pueblos, acredjtandolo con sus liberalidades, y
oportunos
socorros
des publicas.
en
las urgencias,
nccesida
justamente
las
del Senado y Pueblo de Roma, por la
alabanzas
Trajano
y
mereció
y generosidad
extraordinaria
con que
abasteció el Egipto opri mido del hambre (2.8).
Los mas juiciosos Escritores h:ql celebrado virtudes,
y acciones se mejrnres en Yuo , Y lÍ ,
Tching Emperadores de la China (2. 9); y el siglo
.pasado vió un gran Principe sujero a viaje, dih~
tados, y á las ocupaciones mas penosas, por civilizar, y engrandecer
su Irn perio (3 o). Seria caer en
prontitud,
historias
y
molesta difusion
referí r aqui l is
de tantos Heraes de humanidid
que h.m
una cansada,
ilustrado los siglos; pero dadme uno solo que sin otro impulso que su bondad, y el deseo de mantener
(28)
PUno m su P,m~gjrico de Trajanf)
_~ .
( 29 ) rú le gra7'1d (.,llv Confucius bistoire Chinolse ~IM;~'
Leclerc Carta del Fadre Ccnt ancln copiada en el tO¡¡ir:¿_' I~) dt
las Cartas di{ir;antfl.
,'.
ande.
Historia
politic,i
de
loJJiJtdblui(30) A Pedro el cr
~
')~;.~
,,~.
~
\
miens»: Jlltr¡¡marinvJde las Naciones Europe ss, Libro 5, .cap. ·10.
E
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",_ .',.;\¡/
-J,._,;~'
i'
34
sanos, y :l.liviados los habitadores de infinito numero de Pueblos, haya proyectado transm irir á todos ellos un preserv ..itivo, que no era posible comunicar sin vencer gravisimos impedimentos.
Dadme un Potentado, que por redimir á,' sus súbditos
de los dolores, gJstos, y penalidades de UI1J. enfermedad peligros~~, haya enviado una expedición
com puesta de hom bres escogidos, que circulen el
Globo,
corriendo
ambos ernisfer ios sin reparar
ni en las urg~ncias de su Corona, ni en que rodo
el Erario se consu ma, si se requiere, para la pcrfeccion de tal designio.
De semejante resolución jamas hubo exem plares. Ella es un trofeo de hu ..
rnanidad nunca visto, que: se erige sobre los mayores acontecimientos,
y que arrebatará las bendicio ..
nes, los aplausos, yel asombro de la posteridad.
Los merecerla sin disputa qualesquicra Potencia que hubiese arrostrado una em presa de
esta clase. Pero la España? ¿Una Corona que dilata su Imperio á los dos mundos? ¿Un Rey de tan
bastos dominios que, reuniendo espacios inmensos
y capaces de satisfacer la. ambician de muchos Re ..
'yes, parece como que el Sol se formó solamente }Hra ilustrarlos?
¡Miserables Américas: Ella') serían eternamente desoladas por ese monstruo
que
produjo la Eriopia, si Dios no las hubiera provisto
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3)
. de un Soberano tan singular y bend1co. Idas 1.1
providencia
que regisr.'.1b~ C1l1roS imposibles, hxó la epoca del BUS mil descubrim ienro para· el
tiem po dichoso en que reinára quien las babia
do sal var. Y así como al resol ver en la. erernidad el futuro cautiverio de su Pueblo entre los
Asirios, digió ram bien á su libertador en la persona de Ciro, que señaló por su oracu!o docientos
diez años ames de l1uc: existiera (3 1); así desde
que resolvió afligir al inundo con el azote de
viruelas,
preparó y:t en su menee al Señor Don
Carlos IV, p1ra salvador de su dilatada Monarquia , como si en roda la serie de Reyes pasados y
futuros
no hubiese hallado otro, que fuese tan
grande, tan adeq uado á sus ni isericordiosos Jesi gnios, como nuestro augusto Monarca I..yle feliz111en ...
te reina, y Cll ya v ida nos interesa tan toe
No carece esta proposicion de solido
fundamento.
La felicidad,
el acierto y cordura
con. que se ha manejado este negocio} basraria para
conocer que la rnano de 11 n Ser prevido, y sabio
es la ql1e dirige, y encamina
sus PelSOS, y cxecuciones. BieIl sabeis que la vacunacion
há tenido el
exito mas dichoso en muchos millares de
>.,
p~~~;~'s
..
i ."r,
.'
':i...\
'",,;.
}:,
(31) Tsais Cap. 4;, JO!fpho
ui.
11.
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ait.lquftatlJlii.
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."... .~ lA
~,'~.;:..;-r-""
® Biblioteca Nacional de Colombia
':
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:3'6
-de nuestro Reyno, que han ocurrido l preservuse
'por esta diligencia.
Ni la f.ital disposicion de los
.humores , ni la debilidad causada por enfermeda.des habicuales, ni la edad abanzada, y decrepita han
sido suficientes motivos p~lra que esta prodigiosa
.operacion ocasionase ni aun ligeras indisposiciones.
-Por otra pHe::, es dif1!1o
de norarse el tino v• ado
.mrrahlc pt udencia con gne se eligieron los Xefes,
'y principales encarg .ulos de esta famosa e xpedicion,
j QJe
aL bilidad, y dulzu ra p:ua gJ.llaf el corazón 'y
.conh.utza de toda clase de gentes, y alentar á las
personas m iserables t j Que zelo por el desempeño
de sus funciones! j Que inLnigable, y rara ap'icacion
á un trabajo incesante! (A quien fué molesta 6
gravosa esta expedicion t ¿ Que gentes, que pobla'.ciones no han sentido su retirada ~ Es preciso conocer que la elección de tales emisarios fué dictada
por aquella misma bondad de corazon, que hizo
resol ver lo substancial de la em presa: ó mas bien,
que .«] espiriru de Dios asistió para nombrarlos ,
por que asi con venia para que se llenasen los intentos de la providencia.
Pero dejemonos de buscar en los efectos
]0 que se descubre con facilidid
en la primera
caus.i. Yo he atribuido
la predererrninacion
de
la existencia y gobierno de nuestro Soberano pala
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11
salvarnos de la servidumbre de las viruelas, á una
sabia providencia que roda lo prevée de antemano, y que ordena todos los acontecimientos, !h~ciendolas servir á sus fines. Para .esto me basta.
preguntar con San Agustin: ¿ puede suceder 'alguna
cosa que no se haga, y. determine por esta pta·
videncia? ¿ Podremos . atribuir al acaso que -~l
descubrirniento
de Jenner se acabasede ..perfeccionar en el aél:ual reynado? Quando las nociones
.fundamentales de la religion permitiesen dudar ,
las relaciones· de ·la . Escritura serian' spfi.cientes
.para inscruirnes, y hacernos percibir el 'orden; :Y.
rnarav illoso encadenamiento con que' la providen ...
cia gobierna quanro sucede en el mundo. ¿A quien
se había ·de ocurrir que la persecución -de Jose:ph,
su esclavitud, su iprision en Egipto -se encaminaba
i redimir de la muerte aquel Reyno, y á los mismes hermanos que le vendian t Con codo, et eventolo acredita .. Su ..virtud y sabiduria le hacen
árbitro del Trono, le facilitan 'alimentar a.' todo
el Pueblo' pronto á perecer de miseria, socorrer
á su familia, á su Patria, y adquirir el glorioso
?ombre de Salvador. El mis~b,conoció y d~~m__~,_,_
a sus' hermanos, .que sus' pFlll1eras aventu~9.!oto · \'\.
habian sido los resortes de una providencia.,~culra ,,~l~
y benigna que le consrituia inscrumenrd" de la
./
® Biblioteca Nacional de Colombia
. S8
salud de los Pueblos.
pro salute enlm ' »estra-mtsit
me rDeus:tmte vos in Egiptum (32.).
No extr aneis
por: tanto ,$_c.ñores, si á vista de la aél:ividad y
. .esrúero. can que.el Rey se ha prestado á benehciarnos eupunto que nos, interesa la salud, el des.
canso, y la vida, sostenga yo que fué previsto y
.gu.ardado por una .especial providencia como autor
de nuestra felicidad. Pro salut« enim »estra mislt
me (j)eus ante vos in Ec~iptum.
.
Tampoco dudeis que esta amable providencia ha sido para nosotros mas benéfica, que
,Jué entonces para, los Egipcios. Por, qqe es verdad
que Joseph los socorrió con abundancia y oportUnidad abriendo 105 graneros del Rey para que se
.alimentasen , pero la Escritura ad vierte q ue no
, era graciosa .esta franqueza,
por que pagaba cada
uno el trigo que recibia. Et vendebat Egiptijs (33).
A Quan
diferente bá sido la conducta de nuestro
Soberano: :Muy' lejos de eXIgir alguna recompensa,
nos busca el mismo, se grava, se ocupa, se e.m~
peña en que recibamos el beneficio. i O si me fuera
.concedido pronunciar
aqui un panegirico desti-
nado 'á ponderar, únicamente su liberalidad desinteresada, y generosa! . Yo os referirla el contenido de
(3f) Gene sls cap. 45. 'Ir. 5.
( 33 ,) Genui¡ ,,¡tp. -JI. ~. 56.
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j 9:
los Reales órdenes que im piden qualesquiera exác ..
cienes, y mandan franquear ,en todas partes los haberes de su Magestad ,á favor de la expedición, para.
que ninguno- sea involuntariamente
gravado (34-)!
Yo os prcsentaria áeste heroe de la humanidad,
y com pasión' inflamado de zelo por la 5alud;d,e
las Arncricas j diciendo á. sus enviados' corno, el
Rey de quién habla :Y~aias: " id Angeles veloces
"en barcos alados, y vasos de madera sobre las
"aguas á una tierra que está mas allá de los Rios
"de la Etiopia, gente arrancada y dilacerada .... des"pues de la qual no hay otra (3 5')" id á darles la
salud, y ponerlas á cubierto de la epidemia que
los aflige, y despedaza.
'
,
Escuchad, Señores, eon'euidado los á~
gradables' ecos de esta "vóz":bienl\échpra . que se
hace yá entender por sus operaciones, procuran:"
dorios un beneficio mayor para nosotros, J mas
util que para todos los demas, Lo haré 'ver cori
brevedad, y será mi ultima: rcRe~10n.. Yo cito ~l'qu~i
á todos los eruditos, á. los hombres mas versados
en la historia, y quiero se me diga si hay en el
Orbe una sola region que no haya s,iqp n;:)pe~a:t"""_:;\,
veces ílfl.igida por la· peste. Bien sé, que ~"há'$
';"f~:
:-,(~,b
( 34) Real orden de l. de Sttiembn
( 35 ) lsait· G/lp. 18.
de 180'3.'
,
'i ".'
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':,
~{<.;:..
\:'':'''10..
'<'J'
. '..
'. • ~'_';'·.1<:I'
'\./
""¡"Jr-~"l"
"
,-'
4°
1~ padecen con' frecuencia (36;) Y que si en 'otras no
escornunesta plaga,lasufriefon muchas veces. Sorprende á un la memoria de aquella horrible pesrilen
cia, queenelsegundoytercero
siglo padecieron todas
las Naciones y Pueblos (37). Mas cruel fué todabia
la.q~~~
sobrevino en los tiempos del Em perador .lus.
tiniano, que cebándose por. el discurso de cincuen- .
ta y dos aiios en todos los Reynos .y Provincias
del mundo, hizo ver que no habia lugar esento
de experimentar
sus estragos ( 38 ). Solo este Pais
tiene derecho, para gloriarse de no haber llevado
el yugo de tal furia. Ese ayre venenoso ;'"esJ.. inHuencia maligna de los Astros, esos áliros de cor, rupcion que infestan', que producen ataql1.e~irn pre
viscos, que hieren, y matan al momento, que se
comunican-por instant~s,prescntando
espectáculos
de horror á los ojos, y convirtiendo las Ciudades
mas populosas en, Hospitales, y sepulcros; no se
4
han Uygaao ~.sentir en' estos privilegiados sitios.
Se hall~n -;SJlS moradores tan agenos de esa instruccion. funesta, que llaman peste á los catarros, á
las fiebres .pasageras, el Las indisposiciones mas le-
.
.
t ~~)L' A'bbé Ma_riti voyagu
Sirit. ,& /a Pa/estim. :Cbapitft5
dam l' !slt d~ Cblpr«, /"
2,.
.
.
( 37) Pompon Lllta in Gallo, Oroslus lib. 7- tap.
Rutrop. in..._Gallo¿,t VoluJlano •.
( 18) BaroniuJ AJ annum 544.·' ,
® Biblioteca Nacional de Colombia
1r,
41
ves. iIgnorancia tan natural corno dichosa! Por
que esr.i bien que; .otros ..parages se eximan de padecer en lo sucesivo el CQnt~gio de viruelas, pero
quedan expuestos á. sufrir conrinuarnente
diversas ~pidemias que serán quizá mas activas, y mortales: al tiempo que este Rcyno afortunado con
indultarse denquella plaga, no tiene para (luete~
mer equivalente,
y recibe en la esencion aCtual
,ULl ~ beneficio que realza, y, corona sus felicidades,
, , Volvamos, Señores, nuestros "jos á Dios
que .es el origen- primitivo de todos estos bienes,
A mi solo me toca deciros con el Profeta Real:
Bendecid,
Almas, al Señor, y SLJ . Santo 'nombre
con todos vuestros afectos. Bendecid á, este Ser de
inefable bondad, y no· olvidéis que ha retribuido
.con mercedes vuestras, injurias. Bendecid á un Dios
que compadecido de nuestros delitos ha sanado
rodas nuestras enfermedades:
que nos há redim ido de la muerte, y nos hIt coronado de su piedad,
y misericordia;
y que satisfaciendo nuestros de-
seos con sus dones, quiere que el temor de ofen ..
derle sea principio de nuestra renovaciouespiritual; !Benedic anima mea (j)omino ( 3 9 ). A.c~~",
mis oyentes, del reconocimiento
á que
arre-5}~\
;~P~
( 3S? ) PJalm.
JOl.
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\l>'t
\a.
"
W'I
'..,
"J-.w~~~l'-.
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-.ti
'~~,jI!"1·rr'i \ ......
41;~,
bata. ese';gntpodU", beneficios que' se' ofrece á' nuestr:a visea", y temed que la' ingraticud os traiga la
'Venganz~ del. Eterno. .Acordaos también del re..
eonocirniento. que demanda ·la vigilante próvi ..
.l•
dees
. ctemennsimo',
1
~.
U'e.nCla:.
te: este DlO~
que nos h'a
dado-un &ey c\páz. - de' executar sus vblüi[1fadlS, y de sacrificar, sus atenciones , Sus hsberes ,
y rodossus cuidados para darnos la salud; EL' ha.
sido: ·l1westiro:R..edel1tor. Dios, mjsrno le destinó á
ese: ministerro'¡',quo h-áJ de'S~m?értudo; por si, y por
medio, de-:SU8 en)lle-ados. MiráulQ qUt Te deheÍfl,.
pat<ri que' .esta.dulce. mem:(jria,'o~ émpe'M: en fO~[
por :suJdiádad,.y por la.gt4Jrta detEst..addy t~ñie:n1dtnnuy; presenre' que ,alliomenage~pt:eois6de V~
sallosvse ha.reunido el vi[1~tl16 de' mtevas 0bliga'.
'i, t
1.1 aeve',t:í}(í&
t
,\.'
Clones.
wíayot~s:,aS(
a;'
IDlOS:· de: GUya
nl!iserrconlia: pb'derno~;cspe(a¡l'q~~ lil:5ttf~c de m
'~enig:a;,t1z;¡,con: <fs!ptrar i, set\f.i,l¿, e-ant-emoS:- chille.
ruya. de. una redencioa. cte:rna .., Al~ltn~
!
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